“chulla quiteño”. - Biblioteca UCE

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CONSTRUCCIÓN SOCIAL E HISTÓRICA
DEL “CHULLA QUITEÑO”.
TRABAJO DE GRADO PREVIA A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE LICENCIADO EN
COMUNICACIÓN SOCIAL
EFRAÍN MAURICIO GALINDO LIMA
DIRECTOR: MSC. SEGUNDO FABIÁN POTOSÍ CACHIMUEL
Quito – Ecuador
2015
DEDICATORIA
Quiero dedicar con mucho cariño la realización de este arduo trabajo a mis padres, quienes con
mucho afán y sabiduría me supieron guiar todos estos años de carrera. Por esas oportunas palabras
brindadas con gran calidez, gracias a ellas me fue posible afrontar el diario vivir, eliminando de mi
mente la idea de desfallecer.
A varios de mis compañeros y amigos con quienes compartí muchas vivencias a lo largo de estos
cuatro años de estudio, así como para todas las personas que tuve el placer de conocer, para ellos va
dedicado este importante esfuerzo.
Efraín
ii
AGRADECIMIENTOS
Anhelo muy profundamente a través de estas líneas, hacer llegar mis más sinceros y profundos
agradecimientos a todas las personas que me supieron dar su apoyo en este comprometido proceso,
porque sin su preocupación más complicado se hubiese tornado el camino para cumplir este sueño.
Agradezco al destino la posibilidad que tuve de enrolarme a la prestigiosa Universidad Central del
Ecuador, específicamente a la Facultad de Comunicación Social, institución formadora de excelentes
profesionales en la comunicación, pero sobre todo forjadora de seres humanos críticos,
emprendedores, creativos, defensores de la justicia, valores necesarios en la formación académica
actual.
Agradecimiento especial a Cristian Rea y Elizabeth Seaz, amigos y compañeros incondicionales con
quienes compartí muchas experiencias en el ámbito laboral, gracias por sus buenos consejos.
Efraín.
iii
AUTORIZACIÓN DE AUTORÍA INTELECTUAL
Yo, Efraín Mauricio Galindo Lima, en calidad de autor de la tesis “La construcción social e histórica
del Chulla Quiteño”, autorizo a la Universidad Central del Ecuador, hacer uso de todos los contenidos
que me pertenecen o parte de los que contienen esta obra, con fines académicos o de investigación.
Los derechos que como autor me corresponde, con excepción de la presente autorización, seguirán
vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6,8 y demás pertinentes de
la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.
Quito, 28 de mayo de 2016
C.C. 1720119260
[email protected]
iv
HOJA DE APROBACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS
En mi condición de Director de Tesis, certifico que el Sr. Efraín Mauricio Galindo Lima ha
desarrollado la tesis titulada “ La construcción social e histórica del Chulla Quiteño” observando las
disposiciones institucionales que regulan esta actividad académica, por lo que autorizo para que el
mencionado señor reproduzca el documento definitivo, presente a las autoridades de la Carrera de
Comunicación Social y proceda a la exposición de su contenido, previo a la obtención del título de
Licenciatura en Comunicación Social.
v
ÍNDICE DE CONTENIDO
DEDICATORIA
ii
AGRADECIMIENTOS
iii
AUTORIZACIÓN DE AUTORÍA INTELECTUAL
iv
HOJA DE APROBACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS
v
ÍNDICE DE CONTENIDO
vi
ÍNDICE DE ANEXOS
vi
ÍNDICE DE TABLAS
vii
RESUMEN
viii
ABSTRACT
ix
INTRODUCCIÓN
1
JUSTIFICACIÓN
3
CAPÍTULO I
9
NUESTRA CIUDAD DE QUITO
10
1.1
El Quito en la época colonial
10
1.2
Quito en la independencia:
17
1.3
Quito en la República:
24
CAPÍTULO II
QUITO Y SUS TRANSFORMACIONES
35
2.1
Quito en los albores del siglo XX
35
2.2
La ciudad a mediados del siglo XX
40
2.3
Las clases sociales y la modernización:
49
CAPÍTULO III
EL SURGIMIENTO DEL “CHULLA QUITEÑO”
56
3.1
El “Chulla Quiteño”:
56
3.2
Personajes Anecdóticos
68
3.2.1 Don Evaristo Corral y Chancleta
68
3.2.2 El ¨Águila¨ quiteña
72
3.2.3 El ¨Terrible¨ Martínez:
74
3.3
La transfiguración y decadencia del chulla
76
3.4
Aporte sociocultural en la sociedad quiteña actual
79
vi
CAPITULO IV
PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN RECOLECTADA
82
4.1
Informante 1
82
4.2
Informante 2
84
4.3
Informante 3
87
4.4
Informante cuatro
89
4.5
Informante Cinco
91
4.6
Comentarios generales del investigador
92
4.6.1 Estado anímico de los entrevistados
93
4.6.2 Seguridad en las respuestas
93
4.6.3 Orientación ideológica
93
4.6.4 Posición de género
94
4.6.5 Ubicación conceptual /metodológica
94
4.6.6 Corolario
94
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
95
5.1
Conclusiones
95
5.2
Recomendaciones
98
BIBLIOGRAFÍA
100
INDICE DE ANEXOS
104
Anexo 1. Fotos
104
ÍNDICE DE TABLAS
Cuadro 1
42
Cuadro 2
45
vii
Construcción social e histórica del “Chulla Quiteño”
Social and historical construction of "Chulla Quiteño"
RESUMEN
Investiga el verdadero origen del ¨chulla¨ quiteño, así como el contexto histórico cultural en el que
se desarrolla el personaje (Quito a principios del siglo XX), con el afán de desmitificar su concepción
folclórica como exclusivo representante de la identidad netamente quiteña.
Se estudia y describe los inicios de la corriente moderna, la búsqueda de ascenso social, las clases
sociales quiteñas. Recopila biográficamente varias anécdotas de personajes considerados auténticos
chullas quiteños. Destaca a un personaje como ¨Don Evaristo Coral y Chancleta¨
La propuesta está sustentada en un análisis cualitativo a través de entrevistas a diversos, habitantes
quiteños, evidenciando diversos criterios sobre el chulla quiteño, principalmente ligados a las
festividades de la ciudad, para la gran mayoría de ciudadanos el chulla representa ejemplos de buen
comportamiento, descartando el verdadero origen irreverente, cuestionador y contestatario de los
poderes fácticos de su época.
PALABRAS CLAVES: COMUNICACIÓN CULTURAL / IDENTIDAD/QUITO / ASCENSO SOCIAL /
MODERNIDAD / CHULLA QUITEÑO
viii
ABSTRACT
This work researches the true origin of the “chulla quitefio” and the historical and cultural context in
which this character lived (Quito, throughout the beginning of the 20th century). It has the goal of
demystifying the folkloric conception of the “chulla” as the sole representative of the quiteno (people
bom in Quito) identity.
This work studies and describes the beginnings of the modem current, the quest for social climbing,
and the existing social classes in Quito. It gathers bibliographic information such as several anecdotes
from people considered to be authentic chullas quitefios; characters like “Don Evaristo Coral y
Chancleta”.
The proposal suggested herein is supported on a qualitative analysis of the surveys conducted on
many people from Quito, evidencing different opinions regarding the chulla quiteno, most of which
are linked to the city’s festivities. The vast majority of quitefios consider the chulla quitefio to be a
representative for good behavior, disregarding the true irreverent, questioning, and eloquent nature
of the factual powers during that time period.
KEYWORDS: CULTURAL COMMUNICATION / IDENTITY / QUITO / SOCIAL CLIMBING /
MODERNITY / CHULLA QUITENO
ix
INTRODUCCIÓN
La investigación planteada en las siguientes líneas se relaciona con las herencias culturales
latinoamericanas a partir de la conquista, el proceso de mestizaje concibe a la apertura de la
diversidad cultural, este fenómeno hizo que la sociedad sea dividida en jerarquías mediante un
sistema de castas, donde los derechos de cada individuo tenían que ver de acuerdo a su posición
social. El vértigo de la llegada de la modernidad, sería un factor en el mundo latinoamericano, en
las relaciones sociales, fundamentando una ideología de ascenso social.
En este contexto nace el ¨chulla quiteño¨, apelativo utilizado en Quito para aquellos individuos que
aparentaba ser de alta alcurnia, pero que en realidad a través de la picardía, así como mediante la
palabra vendía el ¨oro y el moro¨ a quienes atentos escuchaban sus increíbles historias, la palabra
chulla viene de uno solo, chulla levita, haciendo alusión a su vestimenta, única leva que utilizaba
para las farras, así como para cualquier evento.
Destaca el carácter de cuestionador del ¨statu quo¨ de aquella época, el chulla a pesar de ser tildado
de farsante, anti-héroe o vividor, fue un cuestionador de los poderes políticos de su época, (¨Banca
tigre¨, ¨Don Evaristo¨). La filosofía del chulla es diversa, pero en cuanto a su identidad quiteña nadie
duda de la veracidad. En quito nacen quiteños, así como a su vez se crían verdaderos ¨chulla
quiteños¨´, quienes no son necesariamente descienden de quiteños, pero que su vinculación con la
cotidianidad ciudadana hace de ellos dignos representantes de los chullas.
Existen trabajos de investigación sobre este personaje quiteño como es el caso de ¨El chulla quiteño
un enfoque desde su masculinidad¨. Una de las principales referencias que denota este texto, es su
carácter de seducción, la fama de conquistador, su masculinidad en el sentido de acceder a cualquier
mujer que le interese, sin importar su estado civil, ni posición económico-social. El chulla visto como
un actor social inmiscuido en medio de una cotidianidad cargada de conflictos, segregaciones
discriminación y apropiación del hispanismo como valor de distinción separándose de lo andino visto
culturalmente como inferior.
Tras la llegada de la modernidad, la crisis de los años en la primera mitad del siglo XX, hizo de la
ciudad capital, un foco de constantes migraciones interioranas, hecho que precipitó una competencia
por la ocupación laboral. Surge la competencia entre los denominados ¨chagras¨ nombre utilizado
para quienes venían de otras provincias de la sierra céntrica, con los ¨chullas¨, quienes apropiándose
de una identidad quiteña influenciada por la época, reproducían la discriminación que sufrían de las
esferas sociales altas, contra los recién llegados.
1
Este crecimiento abrupto surgido en la necesidad de comunicar los diversos espacios de la urbe,
produjo un fenómeno significativo, la descentralización demográfica de la ciudad por la falta de
espacio, o por la utilización de estos espacios para otros cometidos. Este fenómeno hizo que cierta
población que vivía en pequeños cuartos del centro, se desplazase al sur hacia la laderas del
Pichincha, al contrario de la gente pudiente lo hizo hacia San Blas, La Alameda, Av. Colon,
constituyendo el populoso barrio de ¨La Mariscal¨.
Este proceso de nueva reorganización de la ciudad, estuvo influenciado por la vanguardia
arquitectónica europea, así como por la iniciativa de algunas ciudades como Lima y Buenos Aires
las cuales adoptaron una política ornamental, donde edificios de gran altura simbolizaron el progreso
de cada una de estas capitales.
La ciudad de Quito no fue la excepción, un claro ejemplo de este proceso es la construcción del
palacio de La Circasiana ubicado en la intersección de las Avenidas Colon y 10 de Agosto, fue una
casa residencial de la familia Jijón y Caamaño, familia de aristocracia quiteña. Era común ver a
finales del siglo IXX este tipo de arquitectura en el sector. Hoy en día la mayoría de casas señoriales
han sido derribadas para construir las edificaciones actuales.
2
JUSTIFICACIÓN
La principal motivación fue la materia de Historia del Ecuador y Latinoamérica, esta materia me
brindó un amplio panorama para cuestionarme sobre todos los procesos ocurridos en nuestras
sociedades. A su vez me propuse desmitificar la idea convencional que se tiene sobre la identidad
quiteña. Identidad sustentada en el único valor de las fiestas de fundación de lo que hoy conocemos
como ciudad de San Francisco de Quito, Pero como dejar de lado algunas de nuestras costumbres en
la cotidianidad, costumbres marcadas de origen prehispánico, aquellos elementos que han tratado de
ser ocultados pero que sin duda en la praxis sobresalen hasta nuestros días.
Otra observación importante fue conocer mi árbol genealógico, donde tanto abuelos como padres
me hablaron de una ciudad distinta a la actual. Además a ello se suma la importancia que tuvo la
ciudad en cuanto a niveles de oportunidades que brindaba, (estudio, trabajo, ocupaciones) en tiempos
donde concurrir a las grandes ciudades permitía un nivel de desarrollo prometedor, solventando
algunos gastos familiares de diversa índole. En el plano personal, provengo de familia migrante
interiorana pero me considero verdaderamente Quiteño.
La indagación sobre una constructo simbólico de la ciudad, me llevó a investigar sobre el ¨chulla
quiteño¨, personaje que como individuo nació al margen del ¨statu quo¨ de la época, irreverente,
cuestionador de los poderes fácticos, un verdadero antihéroe, que a través de diferentes mecanismos
hizo resistencia, valiéndose de elementos como la picardía, fanfarronería, sátira, humor, entre otros.
De esta manera, se pretende des estigmatizar la concepción folklórica que se concibe sobre ¨chulla
quiteño¨. Todo ello, se podrá analizar mediante la lectura de la historia quiteña, su sociedad, la
organización social que esta poseía, la exclusividad, marginalidad, como mentoras de estos
personajes.
Como caso particular se estudiará al personaje de ¨Don Evaristo¨, como aquel residente quiteño,
cuestionador de las políticas excluyentes, además de descifrar la importancia que se le da en cuanto
a la imagen de construcción de un sujeto quiteño actual, donde ni si quiera las generaciones actuales,
conocen el verdadero entramado en la figura representada por el humorista Ernesto Albán.
A su vez, se pretende conocer al ¨chulla quiteño¨ mostrando su verdadero perfil, cohesionando a
través de la investigación biográfica la falsa idea de ser un ejemplo de ciudadanía, de buenas
costumbres, y afín a los gobiernos de turno. Por este motivo se mostrarán varios pasajes de personajes
considerados herederos de la ideología de ser un ¨chulla¨ en sus diversas tipologías.
Contextualización:
3
Las sociedades humanas a través de la historia se han visto influenciadas por las
conquistas, el mestizaje y las hibridaciones culturales. La identidad es la base de toda cultura, es por
ello que para dar a conocer la construcción social e historia de cualquier individuo o sujeto social, se
debe indagar en la historia de aquella sociedad a la que perteneció, además de determinar el contexto
social, político y económico en el que se desarrolló.
Objetivos
General:
Conocer el escenario o marco histórico, en donde se desarrolló el estereotipo del “Chulla Quiteño”.
Específicos:
• Identificar, las características que componen al “Chulla Quiteño”, como un actor social oculto en
las altas sociedades quiteñas clasistas.
• Determinar la influencia que generó un personaje como “Don Evaristo”, en la opinión pública de
su época
Problema:
El desconocimiento de nuestras herencias de identidad, hace que legitimemos a una figura
como aliada al poder, cambiando conceptos, tanto de fondo como de origen causal.
Justificación:
La indagación del origen del “Chulla Quiteño” como un individuo, nacido en al margen del
¨statu quo¨ de la época, irreverente, cuestionador de los poderes fácticos, un verdadero antihéroe, que
a través de diferentes mecanismos hizo resistencia, valiéndose de elementos como la picardía,
fanfarronería, sátira, humor, entre otros. De esta manera, se quiere desmitificar la concepción
folklórica que se concibe sobre “Chulla Quiteño”. Todo ello, se podrá analizar mediante la lectura
de la historia quiteña, su sociedad, la organización social que esta poseía, la exclusividad,
marginalidad, como mentoras de estos personajes.
Como caso particular se estudiará al personaje de “Don Evaristo”, como aquel residente
quiteño, cuestionador de las políticas excluyentes, además de descifrar la importancia que se le da en
cuanto a la imagen de construcción de un sujeto quiteño actual, donde ni si quiera las generaciones
actuales, conocen el verdadero entramado en la figura representada por varios personajes de esta
estirpe.
4
Factibilidad:
En cuanto a este aspecto, se debe ponderar la posibilidad que se ha tenido para realizar esta
investigación académica, el tema ha resultado fácil, debido a los estudios que se han realizado acerca
del mestizaje y las sociedades coloniales latinoamericanas, en cuanto a los personajes, se consiguió
varios escritos que hablan de la construcción social del “Chulla Quiteño”, entre los que se destacan
“Don Evaristo Corral”, “El chulla Romero y Flores”, entre otros.
En definitiva, la construcción de imagen se ve enmarcada en varios escritos que aportan a
temas que van a influenciar en la idea de un sujeto quiteño aproximado a este personaje, tanto en su
vestimenta, las maneras de actuar, formas de obtener lo que quiere, a pesar de no poseer un título
digno en cuanto a la aristocracia quiteña; pero, que sin embargo, logra rosarse con ésta en los diversos
espacios en donde se desempeña en la sociedad capitalina.
Cobertura:
En este punto hay que destacar el campo de acción del tema, en el caso particular del “Chulla
Quiteño” reflejado en personajes como: “Don Evaristo”, encarnado por Ernesto Albán, así como
también el personaje principal de “El Chulla Romero y Flores”, ambos personajes, tienen un
escenario en común: la ciudad de ¨San Francisco de Quito”, en distintas temporalidades, haciendo
de la capital de la republica un espacio en el que se podría enterar de las decisiones tomadas por
actores políticos de su época.
Sin embargo, se utilizará en cierta parte de este escrito, diversas analogías en cuanto a la
construcción de ciertos personajes similares a Don Evaristo, entre ellos Cantinflas en México, todo
ello por considerar a este personaje como un cuestionador de los poder facticos en Latinoamérica,
sabiendo que es en este continente donde las brechas sociales se han vuelto cada vez más marcadas.
Marco teórico:
La idea de desarrollo, fue adoptada desde la Grecia antigua, consolidando la ciencia moderna
en la revolución industrial, alejando la bendición de Dios para asumir el rostro técnico de un progreso
racional.
En América latina, este proceso se lo implementó de una manera tardía conforme a Europa,
donde en un principio logró industrializarse mediante la obtención de recursos sobre todo materia
prima del Nuevo Continente, esto a su vez generó un proceso de estancamiento, al contrario de lo
ocurrido en los países del Viejo Continente quienes empezaron a industrializarse, haciendo de su
industria el nuevo factor dependiente de las colonias.
5
Luego de que la mayoría de colonias en Latinoamérica lograron su independencia y
empezaron a generar las primeras industrias de materia prima, el desarrollo como idea lineal de todos
los Estados naciones se encontraban en desigualdad, unos países se beneficiaron a través de los
programas que implementaban en los diversos países americanos a pura conveniencia de las
industrias europeas.
Este proceso hizo que se empezara a utilizar la idea de los superiores e inferiores,
denominado así a los países con la mayor industria y progreso como desarrollados, mientras que los
países que se encontraban por debajo del promedio en cuanto a progreso, como subdesarrollados,
enfocando la idea de que estos últimos necesitan ayuda para alcanzar el “desarrollo”, en todos los
ámbitos que consideran a una sociedad como madura.
En este contexto, quienes se constituían en líderes en las nuevas colonias y más tarde serian
la burguesía en las sociedades americanas, conformarían nuevo discurso apegados al modelo de
desarrollo. En el texto se menciona que existen varias categorías que pueden albergar a los discursos
públicos de los dominadores, entre las que están cuestiones como la generosidad, altanería, fuerza,
nobleza, superioridad, firmeza, promesas, autoelogios, entre otras. Mientras que en el discurso oculto
del dominador se encuentran categorías como el egoísmo, cinismo, desprecio, arrogancia, etc.
Mediante esto, podemos asimilar los conceptos que desarrollaron las altas sociedades
latinoamericanas, para poder ejercer de manera particular el dominio hacia los demás estratos
sociales. En contra punto a ello se tiene que, el discurso oculto del dominado está marcado por la
indignación, orgullo, ira astucia, solidaridad, venganza, osadía, esperanza, entre otras, sin embargo
el discurso público del dominado está enfrascado en la humildad, el respeto, la prudencia, fidelidad,
complicidad, miedo admiración, etc.
Luego de explicada esta dinámica de discursos, utilizadas tanto por dominados, como por
dominadores, tanto en lo público como en oculto, habría que considerar el tema del humor y la sátira
como la demanda social, en este sentido el poder siempre podrá ser cuestionado mediante este
camino, ya en la edad media los juglares realizaban sus cantos refiriéndose a la cotidianidad que se
presentaban en los reinos a los cuales se encontraban ligados, el humor crítico a los poderes fácticos
como mecanismo de concienciación social de los sectores sociales marginados.
En esta lógica las sociedades latinoamericanas donde se vieron las mayores brechas sociales,
surgieron varias figuras de resistencia, críticos inteligentes, de ciertas políticas sociales
implementadas en beneficio de las aristocracias, es aquí donde entran figuras que surgieron a través
de la idea de escalar socialmente para no ser avasallados, entre ellos se encuentran varios cómicos
6
quienes en los diferentes espacios buscaron crear consciencia, para generar la lucha social de los
más necesitados.
Marco teórico comunicacional:
La principal teoría comunicacional que se va a utilizar será la crítica, acorde con el tema
propuesto, todo esto debido a que el contexto social en el que se empieza a construir el sujeto quiteño,
además de dar origen al personaje de “Don Evaristo” como uno de sus representantes más
significativos. En este sentido se deben analizar varios acontecimientos en los cuales se puede
apreciar la constante pugna de las diferentes clases sociales que existían a mediados del siglo XX, en
la ciudad de Quito.
Si tomamos en cuenta que el proceso de incursión en las políticas de desarrollo en el mundo
marcaron a las sociedades de tal manera que cada individuo, fue estereotipado de distintas maneras;
pero, sin duda una de los principales factores que influyeron de manera circunstancial fue el
económico, que estratificó en clases de diversas maneras a los ciudadanos en cada lugar del mundo.
Para focalizar el tema a través de esta teoría, debemos poner de manifiesto varios postulados
que conforman esta corriente, en primera instancia la teoría crítica desarrollada por Max
Hokerheimer, mediante la cual se explica que en las sociedades se tienen que tomar en cuenta factores
sociales, psicológicos, y culturales a la hora de determina el comportamiento de los individuos en
sociedades.
Es por ello que se pretende enfatizar los factores que determinaron la construcción del sujeto
quiteño, las motivaciones que permitieron configurar las maneras de actuar de los diversos personajes
que surgieron en este contexto social, todo ello en referencia a los constantes cambios que la sociedad
quiteña empezaba a reconfigurarse, después de llegada de la modernidad, en donde cada individuo
deseaba escalar socialmente, obtención de prestigio social, así como mejorar su economía en una
sociedad cada vez más sujeta a los cambios culturales.
Otro aspecto que se tomará en cuenta es la consolidación de los grupos de poder, quienes
empiezan a defender sus intereses, formando un círculo social burgués, frente al proletariado
colectivo que se encontraba en plena dependencia, tanto política, cultural como social a las élites,
haciendo de estos, (pueblo-proletario), reproductores del sistema, sin tener la consciencia de que las
relaciones que se establecían entre ambos estratos eran de total desigualdad.
El funcionalismo nace como reacción al evolucionismo y al particularismo histórico. Parte
del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica en las que sus diversos elementos son
7
inseparables (holísticos) y que se hallan interconectados, teniendo cada uno de ellos una función
específica en el conjunto. La religión, la economía, la producción, los rituales forman un todo
interconectado.
Sus pioneros fueron Bronislaw Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown. El nombre
de la escuela proviene del hecho que para el etnógrafo Bronislaw Malinowski (2001) (seguidor de
las teorías sociológicas del francés Emilie Durkheim), las culturas se presentan todas como
“integrados, funcionales y coherentes”, por lo tanto cada elemento aislado de la misma sólo puede
analizarse considerando a los demás. Estudia, por ende, la cultura y demás hechos sociales, en
función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano.
Tema específico:
La palabra “chulla” en el quichua quiere decir único, uno solo, sin embargo fue utilizada para
denominar a quienes nacían en la capital del Ecuador, Quito, esta caracterización se la realizaba para
fomentar una distinción de la gente que migraba del campo a la gran ciudad, debido a la
modernización más acelerada que se generaba en la ciudad, de ahí que surgieron términos como:
“chagra”, “longo”, entre otros haciendo referencia a diversas características tanto en el aspecto del
lugar de origen de los individuos, o como en el segundo caso de su etnia.
La sociedad quiteña era una sociedad de clases en la que cada individuo quería pertenecer o
al menos rozarse con la de alta sociedad, por ello hacía varias distinciones ubicando a cada individuo
en el lugar que se creía debía pertenecer, en este sentido el chulla quien era de origen quiteño, trataba
de aparentar presencia, distinción, muchas veces tener el factor económico necesario para andar con
ropa costosa, muchos se fabricaron ropas similares que asimilaran a las que llevaban los quiteños
aristócratas.
El chulla como tal, es un personaje netamente urbano, cargado de una especial fantasía
sustentada en el relato, además es sumamente importante, reconocer el carácter de este personaje
ante la sociedad quiteña, el chulla no era considerado como un delincuente, tampoco inmoral, tal vez
dada la lógica de utilizar el camuflaje, para no mostrase extraño a los ambientes a los cuales quería
frecuentar, eso hace del engaño una de las principales armas de esta figura, engaño no como estafa,
más bien como una especie de arte, nada vergonzante, admirada por quienes la oían, sin saber que
en algún porcentaje era creada.
Otro de los aspectos que engloban a este personaje es su capacidad de ser un conquistador,
soñador, congraciante, seguro de sí mismo, para ello necesitaba estar informado, tener una especie
de conocimiento elemental de aquello deseaba evidenciar, era recursivo a carta cabal. Como
8
personaje transcendental fue el de “Don Evaristo Corral y Chancleta”, creado por Don Ernesto Albán,
el cual representaba a través de la sátira, las denuncias sociales de la prole, utilizando de manera
adecuada el recurso humorístico, la parodia, todo esto enfrascado en el campo teatral.
Sin duda, algo que marcó mucho aquella consolidación de esta figura, es el carácter propio
del mestizaje, la ambigüedad de estar en “medio de la tostada”, hacía que mantuviera a conveniencia
una distancia necesaria de los estratos sociales bajos a pesar de tener ascendencia de éstos, sin
embargo cuando necesitaba de adoptar sus propios comportamientos lo hacía, en ellos se refugiaba
para no ser presa de acusaciones, de las altas clases sociales que en ciertas ocasiones podían llegar a
descubrir la falsedad de su origen.
CAPÍTULO I
9
NUESTRA CIUDAD DE QUITO
1.1 El Quito en la época colonial
La ciudad de Quito fue fundada en el año de 1534 como se menciona en los registros
históricos. En un principio la ciudad fue establecida en las planicies de Riobamba por Diego de
Almagro en agosto de aquel año, como medida apurada antes de la llegada de Pedro de Alvarado,
quien se encontraba en la famosa expedición cuyo objetivo era encontrar el tesoro de Atahualpa.
La fundación definitiva sería el 6 de Diciembre de 1534, en las faldas del volcán Pichincha,
por Sebastián de Benalcázar, quien a su llegada a la actual ubicación encontró una ciudad incaica en
ruinas, luego de que el general Rumiñahui la incinerara para que los colonizadores no pudiesen
encontrar el oro de sus templos, y así poder esconder el tesoro de Atahualpa.
Quito sería considerada por la Corona Española como villa de Quito, su trazado estuvo
dirigido por el mismo Benalcázar con el apoyo de un alarife quien realizó el trazado de las primeras
calles de la villa. Sitio que sería apropiado por sus condiciones geográficas para establecer
definitivamente la ciudad como explica Valencia L. (s/nºf)
El 6 de diciembre de 1534 la Villa de San Francisco de Quito sobre los escombros que dejara
Rumiñahui. Fue el mismo asiento geográfico donde se había establecido el centro político de los
Caras, los Shyris y después de los Incas p (143).
Los colonos basaron la fundación definitiva de la ciudad en un lugar estratégico. Por un lado
estaban las abundantes fuentes hídricas que existían alrededor de la villa, por el Norte la laguna de
IñaQuito, mientras que por el Sur la de Turubamba. Además a esto se suma su condición de estar
rodeada por varios valles lo cual permitió que se pudiesen cultivar escalonadamente productos en
diversos suelos climáticos.
Tras establecer las nuevas villas coloniales en varios rincones del continente, años después
existirían enfrentamientos de parte de los conquistadores. Sus motivos principales fueron la ambición
de controlar territorios más extensos. Estas disputas desencadenaron en la aplicación de varias
acciones por parte de la Corona.
Pronto se establecería un régimen colonial, sustentado en varias instituciones creadas para la
gobernación de los nuevos territorios. Las mitas. Los obrajes y encomiendas fueron mecanismos
mediante los cuales los colonos instauraron un régimen de control de las poblaciones nativas. A partir
de la conquista española se establecieron las encomiendas, mitas y obrajes, que obligaron a los
10
indígenas a tributar y a realizar trabajos forzosos en labores de hilar y tejer cubre mesas, pabellones
y antepuertas.
La Encomienda se desempeñó como una institución encargada de enseñar la doctrina
cristiana a los indígenas. “Los indígenas debían pagar un tributo a la Corona y, como pago del
beneficio de la cristianización, quedaban obligados a prestar servicios al encomendero o a darle
dinero”. (Ayala. 2008, p.19).
Sin lugar a dudas La Encomienda jugaría un papel preponderante en la instauración de la
religión católica en toda Latinoamérica, al ser una institución que utilizaba el control ideológico de
los pueblos a través del miedo.
Otra institución que constituyó un papel fundamental en la colonia fue la Iglesia, esta entidad
se consolidó gracias al apoyo del Estado y de la misma Corona Española. Esta entidad jugó un papel
fundamental en la construcción ideológica de los colonizadores. La iglesia afianzaba las relaciones
sociales a través de su discurso.
La Iglesia estaba firmemente enquistada en el aparato estatal colonial y ejercía un virtual
monopolio de la dimensión ideológica de la sociedad.
Al respecto Ayala (2008) expresaba que:
La burocracia eclesiástica no solo tenía a su cargo la evangelización de las masas indígenas y la
función educativa de los colonizadores, sino que, al imponer su cosmovisión de la cristiandad como
horizonte ideológico, fundamentaba el “derecho de conquista” y consolidaba las relaciones de
explotación imperantes. (p. 23).
Al parecer existía una relación simbiótica entre la gobernación y la iglesia católica. Se
fundamentó una sociedad basada en la fe cristiana; sin embargo la iglesia utilizó como arma al miedo
fundamentado en los discursos cristianos. A su vez se destinaron gran cantidad de recursos para la
construcción de templos imponentes, manifEstado así la importancia que tenía la religión en la época.
En lo económico el régimen colonial estaba basado en la explotación de materias primas
particularmente en materia de textiles, ámbito muy explotado por los colonizadores tras su llegada
debido a la variedad de técnicas que poseían los indígenas. Otro aspecto que se desarrolló fue la
minería, en todo el territorio latinoamericano había yacimientos ricos en plata y oro, recursos que se
explotaron con mano de obra nativa.
11
Se implantaron jornadas de trabajo inhumanas de baja remuneración, causando así la muerte
de muchos indígenas. Esto daría paso a la venida de esclavos africanos, puesto que se los consideraba
más aptos para las arduas jornadas de trabajo. Como señala Antón (s/f);
Al igual que Guayaquil, los poblados de Zaruma, Loja y Zamora fueron importantes centros de
esclavos durante el período de la Audiencia de Quito. A mediados del siglo XVI, esta zona se hizo
famosa por el descubrimiento del oro, motivo por el cual se instaura la institución de la mita, pero ante
el peligro que representaba la extinción indígena, fueron introducidos los primeros cargamentos de
esclavos(s/nf).
Las principales rutas de accesos de esclavos eran por el Norte Cartagena, Popayán Y
Tumaco. Mientras que por el Sur venían del virreinato de Lima. En ambos casos se realizaban
comercio de esclavos, puesto que se necesitaba mano de obra fuerte para las nuevas minas.
La llegada de este nuevo grupo social configuraría una nueva sociedad quiteña mestiza, la
hibridación de castas desarrollaría un sistema de jerarquías basado en la pigmentación de la piel. Sin
embargo este sistema fracasó debido a las diversas mezclas que se fueron configurando.
Se han señalado unos 53 castas, cuya denominación se hacían asociándolas a determinadas
características fenotípicas como el color dela piel o del cabello, se describieron hasta 103 colores de
piel, o le encontraban parecidos con ciertos animales como el lobo, coyote, cholo (perro), mono,
aves, caballos o por deformaciones anatómica. (Ramírez, 2009. p. 110).
Estas comparaciones estaban cargadas de racismo, segregación, humillación e injurias. Se
puede notar la separación que hicieron los colonos europeos con los grupos sociales nacidos en el
nuevo continente. A esto Ramírez (2009) expone; ´Las sociedades coloniales medían la posición de
acuerdo a la mayor o menor distancia que un individuo guardaba de su origen no europeo´´ (p. 111).
Es así como el concepto de raza, legitima las relaciones sociales de poder, considerando a
los colonizadores como los portadores de una cultura superior, necesaria y fundamental para instaurar
en los nuevos pueblos latinoamericanos, considerados inferiores al no encontrarse en la lógica
civilizada de los europeos. Quijano (2000) expone:
Y en la medida en que las relaciones sociales que estaban configurándose eran relaciones de
dominación, tales identidades fueron asociadas a las jerarquías, lugares y roles sociales
correspondientes, como constitutivas de ellas y, en consecuencia, al patrón de dominación colonial
que se imponía. En otros términos, raza e identidad racial fueron establecidas como instrumentos de
clasificación social básica de la población. (p.2)
Este tipo de clasificación basada en el concepto de “raza superior” se mantendría en las
sociedades latinoamericanas por varios siglos. En la ciudad de Quito no fue la excepción, ciertos
grupos étnicos estaban vinculados a diversos tipos de roles sobre todo en las casas señoriales o en
12
haciendas. Cada individuo tenía conocimiento de la posición social que tenía, además de saber cómo
dirigirse a sus superiores en términos de jerarquías fenotípicas.
Existieron dos etapas muy marcadas en las relaciones coloniales, la primera por un modelo
rígido, el modelo Habsburgo, basado en el celoso control en varios aspectos por parte de la Corona.
Mientras que entrada la primera etapa del siglo XVIII, se estableció un régimen menos acaparador
ejerciendo un control más indirecto. A este periodo le sucedió el modelo Borbónico. Ayala (2008)
sostiene:
Los monarcas de la dinastía Borbón, que llegaron al trono luego de una guerra de alcance europeo,
intentaron superar las formas de administración tradicional que caracterizaban a la postrada economía
española, e impulsaron un proyecto de modernización que tendía a hacer de España una potencia
industrial, con capacidad para competir con Inglaterra y Francia y abastecer sus mercados coloniales.
(p.25).
A pesar de impulsar una política más liberal de parte de la Corona, se reproducían las mismas
relaciones de servilismo, acompañadas de la legitimación de poder por parte de la nobleza, situación
que desembocaría en una profunda crisis en la Real Audiencia Quiteña. “El modelo borbónico
despojó de buena parte de poder a la Iglesia, se estableció un comercio más flexible, se impulsaron
las artes y el desarrollo de la ciencia”. Arévalo (2010). Estas nuevas reformas causaron una
reorganización en la importancia de ciertas colonias que antes tenían un papel preponderante para la
Realeza. Arévalo (2010) expone:
Los territorios de Bolivia, Ecuador y Guatemala que cumplieron un papel de centro o semi-periferia
durante el periodo Habsburgo perdieron importancia en el periodo Borbón, y quedaron relegados a la
periferia colonial, (…) En Ecuador hubo una depresión general de la actividad económica, de la que
se exceptúa el tráfico comercial de Guayaquil gracias al desarrollo de su puerto. (p. 399-400).
Este paso a segundo plano de la Real Audiencia Quiteña, generaría una crisis interna,
principalmente en la región andina. Ante la falta de recursos para la población y el monopolio de
ciertas entidades como la iglesia, quienes a pesar de la crisis tenía una gran cantidad de recursos, la
población se sentiría inconforme, esto sería un detonante para el futuro político de la audiencia.
Las reformas borbónicas darían un giro definitivo a la sociedad de la Real Audiencia quiteña.
Tras la caída de la industria textil, se buscarían alternativas para competir con los mercados
mundiales, para ello se buscó potenciar los recursos agrícolas.
De este modo se acentuó el proceso de consolidación del latifundio como eje de todo el sistema
económico, que se dio en buena parte a costa de las propiedades de las comunidades indígenas, a
quienes se compró en forma forzada o simplemente se les despojó de la tierra. (Ayala, 2008, p. 25).
El Estado despojaría a las comunidades indígenas de la tierra productiva, obligándoles a
trabajar para explotar la materia prima, de esta manera quienes trabajaban en el latifundio estaban
sujetos a la voluntad los nuevos dueños.
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El latifundio en la sierra sería codiciado por las grandes familias de élite, así como por
comunidades religiosas, quienes optaron por consolidar su poder a través de la compra de la tierra
productiva. Sería muy común en el siglo XVIII, que muchas familias no consideradas nobles por
herencia en su linaje. Ayala (2008) manifiesta que: “…logren integrar ciertos clanes exclusivos
gracias los bienes o riquezas que lograban obtener. Los verdaderos clanes familiares nacieron y se
reprodujeron a partir de la propiedad de la tierra y de los beneficios que de ella emanaron”. (p.34).
En la serranía las rentas que se generaban de los latifundios eran altas, la economía de la
región dependía directamente de sus réditos locales, sistema que permitiría a sus dueños manejar un
sistema similar a los feudos europeos, donde los dueños de las tierras brindaban lo necesario para
vivir a sus trabajadores, (huasipungo). Estas nuevas relaciones coloniales se mantuvieron por un
largo periodo de tiempo.
Favoreciendo a los nobles quiteños del siglo XVIII, un hecho importante fue el desalojo de
la orden Jesuita (…) Esta congregación adquirió un sin número de haciendas en tierras de la serranía.
En referencia a esto Porras (1988) expone: “Es lógico suponer entonces que la confiscación de sus
bienes favoreció a los terratenientes quiteños, quienes a través de la compra de los fundos de la
Compañía, lograron ampliar, diversificar y consolidar sus propiedades”. (p. 8).
Tras la expulsión de los religiosos de la Real Audiencia, nada cambiaría en su totalidad, las
tierras despojadas fueron adquiridas por viejos hacendados quiteños, este proceso ayudaría a
consolidar la posición social de las nuevas familias que a la postre serían la élite quiteña en décadas
posteriores.
En el siglo XVIII, se produciría una crisis de importante magnitud en la Real Audiencia
Quiteña. Tras el fracaso económico posterior a la implantación de las reformas borbónicas, se
sumaron varias catástrofes naturales en el territorio. Esto generaría una inconformidad general de los
gobernantes de la época, detonantes suficientes que repercutieron en la sociedad quiteña. A esto se
refiere Rodríguez. (2011).
La decadencia del Reino de Quito durante el siglo XVIII provocó cierta inquietud social. La región
estaba gobernada por un presidente y por los oidores de la Audiencia. La mayoría de ellos eran
funcionarios corruptos que tenían –o que no tardaron en adquirir– vínculos sociales, económicos y
políticos con las élites regionales de Lima, Santa Fe y Quito. (p.94).
Estas administraciones enquistadas entre poderes locales, motivaría a los pobladores
quiteños a cuestionar ciertas políticas administrativas por considerarlas excluyentes y solo favorables
para ciertos grupos de poder.
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A estas circunstancias se sumaría las relaciones de la Real Audiencia quiteña con la Corona.
Se decretó que Quito pasaría a dominio administrativo de Santa Fe, por motivos estratégicos de la
Corona. Sin embargo, meses después se firmó un nuevo decreto en el cual se dispuso la anexión de
la Real Audiencia al Virreinato de Lima.
“En 1717, su audiencia, (independiente), fue eliminada y su territorio incorporado a la
jurisdicción de la Audiencia de Santa Fe; no fue sino hasta 1722 cuando se restituyó el Reino de
Quito y estuvo subordinado a la capital Virreinal de Lima hasta 1739, cuando se fundó el Virreinato
de Nueva Granada. Contrariamente a lo que los quiteños esperaban, la capital del nuevo Virreinato
fue Santa Fe, y no Quito” (Rodríguez, 2011, p. 92).
Estas inconsistencias crearon dudas, inestabilidad y zozobra en el pueblo, pero sobre todo en
la mayoría de hacendados y comerciantes quienes se preocupaban por el nuevo papel que
desempeñaría la región. El decreto acabaría con el anhelo de constituir como virreinato al territorio
quiteño. Luego de la pedida de protagonismo de la Real Audiencia quiteña, varios territorios se
anexarían a las administraciones de Lima o a su vez de la Nueva Granda.
En este mismo siglo, se daría un acontecimiento impresionante, la rebelión de los barrios
quiteños, una de las rebeliones más largas en todo el continente. Entre los principales motivos para
la sublevación estuvieron: El estanco creado en contra del aguardiente, un incremento a los impuestos
de la tierra, la caída de la industria textil quiteña, entre otros factores. Un panorama de lo ocurrido
se encuentra en Rodríguez (2011):
Los habitantes de San Roque y San Sebastián se reunieron en la Plaza de Santo Domingo y desde ahí
marcharon hacia las dependencias del estanco y la alcabala. Entonces, se introdujeron en la oficina
recaudadora, vertieron el aguardiente a la calle y destruyeron el almacén. Curas y patrullas
encabezadas por oidores intentaron apaciguar a la multitud, pero fracasaron. (p. 99).
Esta manifestación quiteña, sería un grito a la pauperización económico-social de una
sociedad colonial en vías de declive. Por un lado estaban los aristócratas quienes pugnaban por
encontrar mayor protagonismo, mientras que en la otra cara de la moneda se encontraba el pueblo y
algunos importantes comerciantes locales que en su mayoría total dependiente de un sistema
insipiente, caduco.
La plebe adoptaría un papel más activo en la sociedad colonial. Así expone Terán (2009):
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Durante el siglo XVIII la plebe de Quito se convirtió en un elemento altamente perturbador, tanto por
el protagonismo social y político que adquirió paulatinamente, como por el carácter indescifrable de
su composición social, cada vez más resistente a las clasificaciones y categorizaciones sociales(p.101).
Se produjo un cambio en las relaciones sociales, la plebe dispondría de argumentos
necesarios para exigir una mejor administración de parte de las autoridades locales. Las
clasificaciones y categorizaciones no tuvieron valía, debido a que existía un malestar general de la
población. La multitud estuvo conformada por niños, hombres, mujeres y personas de todas las
edades. (Rodríguez, 2011, p, 99).
Se encontraban molestos por las decisiones tomadas por los oidores, y demás autoridades
incluido el mismo virrey, quien hizo oídos sordos a las peticiones quiteñas. La protesta no declinaría
hasta que la turba enardecida destruyera el estanco y la casa de hacienda.
En otro sentido una de las principales catapultas ideológicas sería la llegada de la comisión
geodésica francesa. Comisión designada para determinar la mitad del mundo, este hecho sería
primordial en la mentalidad de los pensadores quiteños, porque se fundamentaría una nueva apertura
al avance científico, tecnológico y político. Paz y Miño (2012) refiere:
No es posible afirmar que una de las “causas” de las revoluciones de independencia latinoamericanas
fue la Revolución Francesa de 1789.Sí es posible afirmar, en cambio, que una serie de conceptos y
valores políticos nacidos en la Francia revolucionaria del siglo XVIII, “influyeron” en los pensadores
ilustrados y las élites criollas independentistas de la región.(p. 7).
Varios pensadores quiteños de la época, se verían influenciados por la nueva corriente
francesa. Entre ellos estaban Pedro Vicente Maldonado, Mejía Lequerica, Eugenio Espejo, entre
otros. Se empezó a cuestionar la enseñanza tradicional escolástica de los pensadores Jesuitas, quienes
a pesar de tener su propia corriente comprendían de las nuevas corrientes.
Esta visita generó un amplio debate entre los miembros de la comisión geodésica francesa y
varios pensadores de esta orden. Dando como resultado la vinculación de ambas corrientes en los
criollos quiteños. Criollos que adoptarían años más adelante la idea de emanciparse definitivamente
de la España peninsular, optando por sociedades libres gobernadas por las propias gentes ilustradas
locales.
Conclusiones:
La sociedad colonial quiteña estaba organizada por castas, esto generaba a su vez los roles
de cada individuo. Sin embargo, el temprano mestizaje dado por el asentamiento de varias etnias en
sus territorios, generó nuevos mecanismos de control de parte de las autoridades reales. Surgieron
entidades como La Encomienda, La Mita y Los Obrajes.
16
Hasta inicios del siglo XVIII La Real Audiencia de Quito tuvo un importante protagonismo
en la economía peninsular. Quito se constituyó en una importante reserva minera, pero su mayor
fuerte fue como productor de textiles de ahí obtenía sus mayores réditos. Este panorama cambió
cuando fue subordinado dos veces primero a Nueva Granada, después al Virreinato de Lima.
Las reformas borbónicas fueron un factor desencadenante para la crisis de la Real Audiencia
a mediados del siglo XVIII. Tras la caída de la producción textil, la economía decayó, por este motivo
se impulsaron nuevas actividades como la agricultura y la ganadería. Las élites locales compraron
las tierras comunales de los indígenas, para impulsar el latifundio como eje central de economía.
El latifundio se constituyó con las mismas relaciones coloniales, la iglesia no perdería su
poder hasta la expulsión de la congregación Jesuita quienes eran dueños de una gran cantidad de
tierra. Tras la expulsión de los Jesuitas gran cantidad de comerciantes quiteños compraron varias de
estas propiedades, esto les permitió entrar en los círculos de la alta sociedad quiteña.
En la década de los setenta del siglo XVIII, se produciría una profunda crisis, además de la
implementación de impuestos a la producción de aguardiente. Con lo cual desencadenaría en la
rebelión de los barrios quiteños, una larga sublevación que terminó con la eliminación del estanco
del aguardiente y con la huida de varias autoridades enviadas por la corona.
Tras la venida de la comisión geodésica francesa, varios criollos quiteños se influenciaron
del pensamiento francés. Debido a la grave crisis sistémica por la que estaba atravesando la
Audiencia, se fundamentaría la idea de crear una gobernación netamente local, donde ese impulse la
ciencia, las artes, la economía y el libre comercio.
1.2 Quito en la independencia:
La rebelión de los barrios quiteños, fue un acontecimiento que fomentó una accionar político
distinto consolidado en años posteriores. A inicios del siglo XVIII en la audiencia, aún se veían los
estragos de la crisis de finales de siglo. Al sufrir la pérdida de autonomía por estar subordinada a
Lima, y posteriormente a Santa Fe, la aristocracia quiteña mostraría su preocupación. A esto se
sumaba el cambio de jurisdicción sobre el puerto de Guayaquil, esto fragmentaría más la economía.
El malestar quiteño por tales recortes de su autoridad se plasmó en reclamo oficial en una
exposición que dirigió a Godoy, el poderoso ministro español, el presidente de la Audiencia de Quito,
Barón de Carondelet, el 21 de julio de 1804, pidiendo que se restituyera a Quito la plena jurisdicción
sobre Maynas y Guayaquil.
El barón de Carondelet, hacía un gran esfuerzo para que se devolviera la importancia, poder
y jurisdicción de la Real Audiencia quiteña. Este accionar era adecuado debido al descontento de la
17
oligarquía quiteña con la cual mantenía buenas relaciones, se pretendió evitar nuevos levantamientos
contra el imperio. Estas peticiones no serían atendidas por parte de la Corona.
Para 1807, el barón de Carondelet fallece en el cumplimiento de sus funciones, un año más
tarde hace su arribo a Quito el Conde Ruiz de Castilla, con quien la aristocracia local mostraba su
descontento debido a su accionar. Sin embargo, las noticias traídas por el capitán español de fragata
Don José de San Llorente, enviado por la junta de Sevilla.
El rey había sido secuestrado por Napoleón y los franceses. Esa era la noticia que más
impactaba, sin duda: el colapso de la monarquía española, y ella alentaba ideas autonómicas. América
iba a asistir a una cadena de estallidos y pronunciamientos comenzando por las Audiencias donde
más habían madurado las ideas de independencia: Quito y Charcas.
El rey caía preso a manos de las tropas napoleónicas, esto generaría gran conmoción en las
colonias americanas y en las aristocracias locales que en minoría podían acceder a cargos públicos
de gobierno. Mientras tanto en la sociedad quiteña, sería una señal, debido a la crisis que afrontaba.
Urrego (2010) sostiene
La decadencia del imperio español al coincidir con la invasión napoleónica, y el auge de las ideas
liberales generaron el debilitamiento de los vínculos entre las colonias y el imperio y en los criollos
la necesidad de comenzar a definir qué tipo de sistema político debía imperar en América y como
debía ser la relación con España. (p.3).
La situación en América estaría llena de contradicciones al no tener una jurisdicción que se
pudiese aplicar bajo el mismo dominio en ambos territorios. Si bien las colonias tenían autoridades
que se debían a la Corona, existía una cierta diferenciación entre los españoles peninsulares y los
españoles nacidos en las colonias a quienes se los apodaba de “chapetones”, minimizando su posición
social ante los nacidos en España.
Para ese entonces debido a la grave situación en que se encontraba la Corona española, se
crearía juntas provinciales que asumieran la soberanía en nombre del Rey (Fernando VII). Esta
determinación estaría basada en dos principios de la política hispana: El principio de gobierno mixto
(pueblo, nobles y gobernantes) de soberanía. Y en el pactumtranslationis, (ausencia del monarca, la
soberanía recae sobre el pueblo).La aplicación de tales principios se llevó a cabo sin dificultad en los
territorios peninsulares, pero los reinos americanos afrontaron la oposición tanto de los funcionarios
reales, como de los españoles peninsulares allí radicados. (Ponce, 2009, p. 233).
18
Bajo esta condición al pertenecer al reino español y encontrarse el legítimo monarca
capturado por los franceses, se buscaba por parte de las colonias americanas una igualdad de derechos
a las comunidades peninsulares quienes sí lograron establecer Juntas de gobierno. El caso de la Real
Audiencia quiteña sería particular debido a los constantes roces que existieron entre las autoridades
españolas desde el siglo XVII.
A pesar de esto, la élite criolla quiteña decidió crear una junta de gobierno autónoma similar
a las españolas. Pero existieron diversos criterios: Por un lado se buscaba proteger las colonias de
una posible invasión francesa a Latinoamérica, sin embargo los españoles gobernantes en Quito
consideraban aquellas ideas como insurrectas.
Una primera reunión se daría en la hacienda de los chillos del Márquez de Selva Alegre
llamada “El Obraje”, donde se proponía a Juan Pío Montufar como presidente de la junta. La cual
sería propuesta en 1808 como un sistema de gobierno de los criollos pero con reconocimiento del
Rey.
Esta idea sería develada por el fray Andrés Polo, quien al enterarse del plan, daría parte a las
autoridades de la audiencia. Varios miembros de la junta serían arrEstados por conspirar en contra
de España, sin embargo por falta de pruebas se deliberó de las culpas a los acusados.
Pero para 1809, a pesar del riesgo que representaba para los criollos quiteños formar una
nueva Junta de Gobierno, ésta se propuso basada en la necesidad de pugnar por una mejor gestión de
las autoridades, así como para mejorar las condiciones económicas del territorio, se redactaría un
documento que sería presentado al presidente Ruiz de Castilla. Este sería un precedente en América,
si bien existieron propuestas similares, como las Juntas creadas en Chuquisaca y La Paz, éstas no
tendrían el antecedente, contexto e y repercusión del movimiento quiteño.
En Chuquisaca, por ejemplo, capital de Charcas y centro universitario en el que se formaron
algunos líderes destacados de la independencia, los oidores depusieron al presidente de la Audiencia
Ramón García León y el 26 de mayo de 1809 constituyeron una Junta para gobernar en nombre de
Fernando Villa, éste la alcanzó a otra de las ciudad desde la Audiencia, La Paz, cuyo ayuntamiento
destituía al intendente y al obispo el 16 de julio, instalando igualmente una Junta compuesta por
criollos que, proclamando lealtad al Rey, se declaraba autónoma tanto del Perú como del Río de la
Plata. (Ponce, 2009. p 233.234).
A diferencia de la consigna quiteña, estas juntas serían creadas a partir de un acuerdo entre
criollos y españoles, teniendo leves repercusiones en el ámbito político Latinoamericano. Rodríguez
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Destruge (s/f); expone: ¨El movimiento de Chuquisaca no tuvo otro origen que el de los celos entre
las autoridades, ni otro fin que el de hacer triunfar una de las formas propuestas y discutidas para la
conservación del Estado colonial¨. (s/n f.).
Es decir en Chuquisaca y la Paz no existía un proyecto netamente independiente, las
relaciones coloniales se mantendrían, no se proponían nuevas autoridades. A diferencia de la junta
de criollos quiteños, quienes buscaban una mayor participación en los poderes estamentales.
Para agosto de 1809, se daría una reunión clandestina donde asistirían varios de los nobles
criollos quiteños. Ayala (2008) menciona:
Sin desanimarse por el fracaso, los conspiradores formaron la Junta Soberana que se hizo cargo del
mando el 10 de agosto de 1809. El marqués de Selva Alegre fue nombrado Presidente. En el hecho
se destacó la acción de Morales, Quiroga, Riofrío, Ante y de doña Manuela Cañizares. (s/fn).
Es importante destacar la presencia de los mismos precursores de la primera sesión en Los
Chillos, a ellos se sumaron más actores sociales que se sumaron a la misma consigna: crear la Junta
Independiente. Doña Manuela Cañizares sería la anfitriona de la sesión, personaje que sería de suma
importancia para el futuro quiteño.
Pero este conglomerado de la élite criolla quiteña no sería en si el hecho que desembocaría
en la independencia de España. La junta vendría a sustituir a las autoridades peninsulares con el
objetivo de generar una economía autónoma y sustentable para las familias nobles quiteñas En
referencia a esto sostiene Valencia, 1992:
En el fondo, como ya se señaló, estaba el proyecto autonomista que se había fraguado durante el siglo
XVIII, el cual permitió la unión de una serie de ambiciones personales, de familia y de grupos con
diferentes intereses económicos o políticos, en tanto que se trataba de crear una región económica con
un gobierno autónomo representado en una Capitanía General, dependiente únicamente de la Corona.
(p.32)
Intereses económicos que serían compartidos por varios sectores como es el caso del clero,
la iglesia quiteña en estos tiempos había perdido varios privilegios económicos que antes eren
financiados por las autoridades de la audiencia. Valencia (1992) menciona:
El clero tuvo una participación directa en la búsqueda de autonomía quiteña. De todas formas se puede
plantear que los curas tenían el mismo deseo autonomista de la élite criolla, lo que los ligó, de una u
otra manera, a los sectores dominantes. Esto tiene, desde luego, un fuerte sentido económico. Si se
acepta lo de la crisis del XVIII (algo que es cuestionable), se puede pensar que la iglesia se vio
igualmente afectada en la percepción de diezmos, de réditos de censos, redención de los mismos y en
la producción y comercialización de los productos de sus haciendas. (p.87).
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Cabe destacar que la iglesia como institución tenía un importante poder tanto político como
económico, sin embargo debido a la reducción de la económica quiteña por efecto de la crisis política
de la corona, se vería obligada a sumarse a la consigna de los criollos para conseguir mejores ingresos
a sus arcas.
Pero la Junta quiteña iría perdiendo de a poco sustentabilidad, primero de parte de la Corona
al considerarla ilegitima, así como por falta de apoyo de las demás poblaciones aledañas quienes no
estaban de acuerdo con las decisiones tomadas por sus gobernantes. Pronto se descubriría el afán
desmesurado de las autoridades en defender sus intereses particulares. (Ponce 2009, p.32)
Ni los sectores populares, ni las demás provincias se sentían representadas por los líderes
quiteños, quienes defendían ante todo sus intereses de grupo y de región. Guayaquil, Cuenca y
Popayán y las otras regiones de la Audiencia, rechazaron el movimiento quiteño (p, 232).
Ante el desacuerdo de las poblaciones locales, el presidente Juan Pío Montufar declinaría del
mandato, nombrando nuevamente al conde Ruíz de Castilla como presidente de Junta. Sin embargo,
gobernantes como el Virrey de Lima enviaría tropas a Quito avalando una orden de arresto a los
miembros de la junta y a quienes apoyaron su mandato. Paz y Miño Cepeda (2010); expone:
Para diciembre, una vez llegadas las tropas de Lima, los próceres del 10 de agosto comenzaron a ser
perseguidos y encarcelados. Se les instauró un proceso en el que el fiscal pedía la pena de muerte. Y
el 2 de agosto de 1810, cuando se produjo un intento por liberar a los encarcelados, la soldadesca
presente en Quito masacró a los próceres y continuó con saqueos y muertes sobre los habitantes de la
ciudad. (p. 2).
El Virreinato de Lima era uno de los más acomodados con el sistema colonial, por lo tanto
una revuelta de emancipación de la audiencia quiteña, no solo desestabilizaba a la economía del
Virreinato, sino a su vez peligraba el poder de la aristocracia limeña, sustentado en el temor de ser
abdicados a por juntas creadas por criollos locales como lo acontecido en la Real Audiencia de Quito.
Pero no solo Lima se opondría a las acciones deliberadas por la Junta quiteña, ciudades como
Popayán, Pasto y Guayaquil, a pesar de ser elevadas de categoría, muchos enemigos políticos de
gobernantes de esas ciudades no solo que rechazaron las propuestas de apoyar a los quiteños sino
que estaba de acuerdo en deponer por las armas a los miembros de la junta. La Junta quiteña creía
que podía explotar la "ambición y la venganza" existente en estos individuos, sin embargo ellos son
los primeros en rechazar el acto y denunciarlo.
La Junta quiteña en busca de apoyo y aceptación, realizó una serie de estrategias como la de
favorecer ciertos deseos de algunas poblaciones aledañas. Se buscó formar coartadas para hacer
21
frente a los gobernantes vigentes, quienes en cada uno de sus países tenían opositores políticos, éstos
no se sumaron a las pretensiones quiteñas y esta estrategia no fue un fracaso sino que a su vez hizo
endurecer las medidas de represalia.
Tras una intensa pugna de poderes en las colonias latinoamericanas, y la masacre ocurrida el
2 de Agosto de1810, comisionados españoles deciden enviar a Carlos Montúfar hermano del
Márquez de Selva Alegre como pacificador de la región. Pero Carlos Montúfar también tuvo un papel
activo en la Real Audiencia quiteña.
Carlos Montúfar proclamaría una nueva junta con la aprobación del Conde Ruiz de Castilla,
nombrando en constitución el nuevo Estado de Quito .Sin embargo, estas acciones no llegarían a
legitimarse debido a la aprobación de la Constitución de Cádiz.
Pero en este año se sucintaría un episodio inusitado la muerte del Conde Ruíz de Castilla a
manos de una turba enardecida compuesta netamente por el pueblo. Dueñas (1997) enuncia: … “El
pueblo asesinó al oidor Fuertes Amar y a José Vergara Gaviria, cuando intentaban escapar hacia la
región oriental”. (pp. 92-93).
En el año del 1811 reinaba la lucha social en la audiencia, se había creado un panorama
alimentado por las ambiciones de élites quiteñas, enfrentadas en armas a las gobernaciones vecinas.
Esto generaría en la plebe un descontento reflejado en una sociedad violenta, porque el pueblo se
encontraba a merced de las decisiones que tomarían los insurrectos; sin embargo, la plebe no creía
que la Junta quiteña pudiese mejorar la situación popular.
Para 1812, tras varios enfrentamientos militares entre las tropas del ejército real y las de los
rebeldes, se daría por terminados los intentos de autonomía colonial quiteña .Ponce (2009) señala:
Unos y otros vieron frustradas sus aspiraciones cuando, finalmente, el8 de noviembre de 1812 el
ejército realista entró en Quito, y el Presidente Toribio Montes reinstauró el gobierno español con el
apoyo de las tropas enviadas desde Lima y Guayaquil. El1 de diciembre de 1812 se produjo la derrota
de las últimas tropas quiteñas junto a Yaguar cocha, y en consiguiente fusilamiento de varios líderes.
(p. 240).
Al finalizar la consigna de los criollos de adjudicar una junta en la Audiencia quiteña, si bien
el régimen colonial se restablecía, los acontecimientos de Quito fomentarían años más tarde sed de
justicia. Así tras iniciada la campaña libertaria de Bolívar, el general venezolano ser referiría a la
masacre de los criollos quiteños.
En los muros sangrientos de Quito fue donde la España, la primera, despedazó los derechos
de la naturaleza y de las naciones. Desde aquel momento del año 1810 en que corrió la sangre de los
22
Quiroga, Salinas, etc. nos armaron con la espada de las represalias para vengar aquellas sobre todos
los españoles. El lazo de las gentes estaba cortado por ellos; y por solo este primer atentado, la culpa
de los crímenes y las desgracias que han seguido, debe recaer sobre los primeros infractores.
La masacre del 2 de Agosto de 1810 quedaría a la postre en las memorias latinoamericanas,
sería un acontecimiento inspirador para el libertador Simón Bolívar, quien empezaría su campaña
militar contra las tropas españolas al Norte de Venezuela. En cierto sentido a pesar de que esta
consigna militar de Bolívar se daría en años posteriores. Las insurrecciones quiteñas del siglo XVII
(estancos) y XIX (la Junta quiteña), mostrarían el espíritu irreverente de la ciudad, así como el papel
de la plebe quiteña.
En lo que respecta al movimiento independentista, éste se daría en Guayaquil
específicamente el 9 de octubre de 1820. Uno de sus principales líderes sería J.J Olmedo, quien había
mantenido reuniones de carácter independentistas con varios pensadores locales como Vicente
Rocafuerte, Villamil. Entre otros. Morán (2013) define:
Los militares recién llegados se vincularon con los elementos patriotas del puerto, entre los que estaba
Joaquín Olmedo, y resolvieron dar el golpe. La decisión se tomó en una reunión efectuada en la
vivienda del General Villamil, durante la celebración de un baile que éste ofreció el 1de octubre de
1820. (p. 19).
Guayaquil fue una ciudad cosmopolita por ser un puerto importante en el Pacífico, en la
época llegaron varias tropas militares desde diferentes partes del continente, esto les permitió a los
líderes independentistas guayaquileños tener suficiente apoyo para realizar la consigna contra la
Corona Española.
En América se vivía un proceso general de independencia, condiciones apropiadas para que
la los próceres guayaquileños pudieran pedir apoyo a cualquiera de los bandos libertarios. Simón
Bolívar batallaba intensamente por lograr la libertad de la Capitanía General de Venezuela y de la
Nueva Granada (Colombia); San Martín hacía lo mismo en Argentina, Chile y Perú.
Tras varios intentos de liberar la nación con la participación de varias tropas guayaquileñas,
sería necesario el apoyo militar. Ayala Mora 2009 expone:
En estas circunstancias se recibió el refuerzo enviado desde Colombia por Simón Bolívar, que destacó
a su mejor general, el venezolano Antonio José de Sucre, para que dirigiera las operaciones. Además
del encargo militar, Sucre traía la comisión de gestionar la anexión de Guayaquil a Colombia, pero la
resistencia obligó a postergarla. Luego de un primer intento no exitoso, Sucre logró seguir a la Sierra
y llegar cerca de Quito. En la mañana del 24 de mayo de 1822 derrotó a los realistas en las faldas del
volcán Pichincha. (p. 24).
Es así como terminaría el proceso de independencia de la Audiencia quiteña, finalmente en
1822 tras una ardua batalla militar se expulsarían definitivamente a las tropas reales, para años
23
posteriores Simón Bolívar decidirá incorporar a Quito al proyecto gran colombino, intentando así
crear una nación que pudiese hacer frente a los nuevos retos de la economía mundial de la época.
Conclusiones:
A principios del siglo XVIII, la crisis se agravó en la Real Audiencia, varios desastres
naturales azotaron el territorio, Quito dejaría de generar remesas en la industria textil debido a las
consecuencias generadas por la aplicación de las Reformas Borbónicas, eso se sumaron varios
impuestos al aguardiente y al tabaco, éste sería un detonante para que la plebe quiteña y varios
importantes comerciantes se organizaran por una misma causa, buscando una solución a esta crisis.
El pueblo de Quito demostraría su carácter de irreverente en el siglo XVIII, en la denominada
sublevación de los barrios quiteños, donde varias autoridades españolas fueron depuestas de sus
cargos por medio de la fuerza. Este hecho fue un precedente de la inconformidad política que existía
en la audiencia.
Para 1809 las tropas napoleónicas toman prisionero el Rey Fernando VII, en España deciden
crear Juntas de Gobierno para defender los intereses de la Corona. En las colonias americanas se
piensa en defender los territorios de los franceses. En la audiencia de Quito se reúnen varios criollos
con el afán de crear una Junta quiteña que defendiese los intereses de Fernando VII, pero a su vez
este grupo buscaba incursionar en el gobierno local.
La junta pretende nombrar como presiente a Juan Pío Montufar el Márquez de Selva Alegre,
sin embargo este primer intento de conformar la junta sería depuesto por las autoridades quiteñas
acusando a la junta de traición a la Corona, se arrestaría a varios miembros; sin embargo, serían
liberados por falta de pruebas.
Un año más tarde el 2 de agosto de 1810 se realizaría una segunda reunión para nombrar la
Junta quiteña. Sin embargo, al enterarse las autoridades de la intención quiteña, varias autoridades
americanas de ciudades vecinas deciden enviar tropas a Quito con orden de captura y muerte a los
miembros de la junta, por considerarla inaudita, en esa tarde en un intento de liberación, varios
próceres serían asesinados en los enfrentamientos. La junta sería absuelta para 1812 por falta de
apoyo de las colonias vecinas, estas a su vez no solo no brindaron su apoyo sino que a su vez optaron
por enviar tropas a Quito, sin embargo lo ocurrido en Quito se convertiría en un hito libertario, no
por ello Bolívar años más tarde nombraría los hechos acontecidos en Quito y a varios de los próceres
asesinados aquel 2 de Agosto, tomándolos como referentes de un proceso que terminaría siendo
inminente en las colonias americanas.
1.3 Quito en la República:
24
Dados los procesos de independencia en todo el continente, Simón Bolívar quien había
liberado gran cantidad de pueblos americanos, decidió impulsar un nuevo proyecto que le permitiese
manejar de mejor manera las lógicas vanguardistas político-económicas mundiales de mediados de
siglo XVIII. Blanco (2007) se refiere a ello:
…con la unión de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá. Dicha unión, inspirada
primordialmente por el Libertador Simón Bolívar, constituyó una estrategia militar y política,
inicialmente en defensa de las libertades conseguidas y luego, en busca del sostenimiento de su
autonomía, pero pensando también las posibilidades de desarrollo, especialmente económico, a que
se podría llegar. (p. 2).
El libertador adoptó esta idea de Miranda, un general con el que había compartido las
batallas, la idea era hacer frente a una posible reconquista de las colonias americanas de parte de
España. Pero, también consideraba que si se unían las jurisdicciones de los territorios mencionados,
la Gran Colombia podía llegar a ser una potencia no solo de carácter local sin a nivel mundial.
En primera instancia se uniría las Audiencias de Venezuela y La Nueva Granada con respecto
al Ecuador, Núñez (2000): “se sitúa en la palestra latinoamericana como territorio independiente en
1822, en ese mismo año entra a conformar la República de Colombia” (p.26). La anexión de la
Audiencia de Quito a este nuevo territorio se daría en constantes pugnas de las autoridades por
adherirse a otros proyectos como es el caso de la búsqueda del Perú de anexar Guayaquil a sus
territorios. En este sentido primaban los intereses económicos de cada grupo social.
Sin embargo, existieron varias diferencias políticas que hicieron que esta gran nación tuviera
un corto periodo de existencia, entre las principales discusiones o factores para que se fomentara la
división de la Gran Colombia estuvo la forma de gobierno que se debía adoptar:
“La gran discusión en torno a la adopción de un sistema federal o central de gobierno concluyó con la
aceptación de la forma centralista de gobierno y de administración, lo que sería a posteriori uno de
los argumentos más importantes para los futuros desacuerdos entre los hombres de la política nacional,
entre los habitantes de los territorios anexados, y a consideración del mismo Bolívar”. (Blanco 2007,
p 74).
La fragmentación de la consigna estaba fundamentada en intereses comunes en los grupos
económicos de cada nación. Esto se ve reflejado en la idea de tener potestades individuales sin una
mayor dependencia hacia un ente central, es decir, cada uno de los territorios que conformaron
anhelaban administrar sus propias parcelas, esto fomentó el descontento general.
En este contexto en el año de 1830 con una crisis general, entre pugnas políticas se produciría
un año más tarde la división de las partes de la Gran Colombia, esto a su vez desembocaría en un
nuevo proceso de definición de los territorios americanos.
25
El 10 de noviembre de 1831 fue definitivamente proclamada la escisión de los tres grupos
de naciones que formaban la Gran Colombia. Los departamentos del Sur (Ecuador, Azuay y Guayas),
formaron la República del Ecuador; los del Centro (Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Magdalena y
Panamá), la de Nueva Granada, y los del Este (Zulia, Caracas, Orinoco y Apure), la de Venezuela.
Con respecto al Ecuador, las políticas liberales dictaminadas desde Bogotá afectaban su
economía, esto generaría en la política local fomentar el deseo independentista, con la convulsión
sufrida en toda la Gran Colombia, y la renuncia de Simón Bolívar a su presidencia se optaría por
convocar a una constituyente en territorio ecuatoriano para legitimar la nación ecuatoriana. Paz y
Miño (2007) concluye:
El 13 de mayo de 1830, una élite de familias quiteñas decidió separar al Ecuador de Colombia y
encargar el mando provisional de la nación al general Juan José Flores, quien convocó a la primera
asamblea constituyente del país, que reunida en Riobamba expidió la primera Constitución del nuevo
Estado del Ecuador, el 11 de septiembre de 1830. (p. 1).
Para este año se veía necesaria el proyecto de Estado republicano ecuatoriano, por ello en la
constitución se planteaba elegir un presidente encargado de fomentar la unidad del país. Este sitial
estaba destinado a Antonio José de Sucre, sin embargo, éste perece en la batalla de la selva de
Berruecos (Colombia).Por este motivo se decide nombrar a Juan José Flores, militar venezolano que
había sido coronel del ejército de Simón Bolívar en las campañas libertarias, fue el más apropiado
para el cargo.
Flores se dedicó consolidar una alianza de gobierno entre el tradicional gamonalismo
latifundista de la Sierra, al que se había vinculado por matrimonio, los terratenientes de Guayaquil y
los altos mandos del ejército, integrados en su gran mayoría por extranjeros.
Los principales grupos económicos en el Ecuador estaban divididos por regiones, en la costa
los terratenientes tenían un importante poderío económico, mientras que por el lado serrano estaban
los grandes latifundistas. Para lograr una consolidación apropiada de un proyecto nacionalista se
necesitaba conjugar ambas partes. Existieron varias estrategias discursivas que se utilizaron para
configurar una región homogénea. Ramón y Torres (2004) explican:
En el Ecuador las élites fundamentaron mitos neutrales, y de compromiso, historias que segregaban a
las mayorías o incurrieron en apropiarse de la historia india (Mito del reino de Quito. P. Juan de
Velasco). A pesar de que estas estrategias resultaban separatistas, lograron fundamentar el país así
como unir a las élites y atraer a una gran cantidad de población blanco mestiza. (p. 41).
Para afrontar la diversidad existente en el territorio ecuatoriano se necesitó fundamentarla en
mitos históricos, éstos hacían que la población se sintiese identificada, perteneciente y orgullosa, sin
la necesidad de ser investigadas, éstas se idealizaban en el inconsciente colectivo; sin embargo, la
26
élite se diferenciaba de las masas, para justificar su posición social, poder y legitimidad ante el
Estado.
Que los «Estados-nación» serían nacionalmente heterogéneos de esta manera fue aceptado
tanto más rápidamente cuanto que, como había muchas partes de Europa, así como del resto del
mundo, donde las nacionalidades estaban tan obviamente mezcladas, una separación puramente
espacial de ellas parecía muy poco realista.
Es decir, a pesar de pensar en la homogeneidad en un Estado-nación, se buscaban elementos
en común que permitiesen establecer una heterogeneidad entre sus pobladores, se terminaría por
aceptar las grandes diferencias que habían entre cada grupo social, siendo la separación de barreras
naturales una idea demasiado limitada para comprender la complejidad de las naciones.
En el viejo continente se empezó a entender el concepto de nación como la colectividad
determinado por la herencia histórica de un grupo social, tras las constantes luchas de poder de las
élites europeas, y las constantes revueltas sociales, se adoptará a la nación como único mecanismo
de legitimad política moderna.
Con ello se inició un proceso de estructuración institucional de las comunidades nacionales que se
propagaría por toda Europa y el continente americano en el transcurso del siglo XIX, y se ampliaría
a escala mundial en este siglo, con el acceso a la independencia de las antiguas colonias (Benítez
2013; p. 9).
“Tras las campañas libertarias de los criollos en el continente, se buscaron consensos entre
las principales fuerzas productivas de cada región, a pesar de los diversos criterios que cada una de
estas tenía, para ese entonces el objetivo de conformar los Estados-nación soberanos sería más
ambicioso”. Maiguashca (2007).
En la América Latina y en el caso concreto del Ecuador el republicanismo significó la
oposición nación contra imperio. De este modo, la república fue una especie de partida de nacimiento
de los pueblos latinoamericanos y, como tal, enfatizó el aspecto unitario más que los conflictos
internos de las nuevas nacionalidades.
Esta situación de consenso sería solamente un paliativo para la conformación de los Estados
naciones. Años después surgirían a lo largo del continente las diversas tendencias ideológicas entre
las que se destacarán el conservadurismo y el liberalismo, como principales modelos de gobierno
estándares. En el Ecuador este fenómeno estaba marcado entre las regiones Sierra y Costa
respectivamente. Pero esto se tratará con mayor detalle más adelante.
27
Luego de las campañas elitistas de liberación de la monarquía española, y la adopción de la
creación de los Estados naciones, condenarán a las sociedades americanas a una nueva dependencia
en la lógica sistémica mundial. En referencia al tema Cardoso y Falleto (1996) exponen:
La dependencia, de la situación de subdesarrollo, implica socialmente una forma de dominación que
se manifiesta por una serie de características en el modo de actuación y en la orientación de los grupos
que en el sistema económico aparece como productores o como consumidores. Esta situación supone
en los casos extremos que las decisiones que afectan a la producción o al consumo de una economía
dada se toman en función de la dinámica y de los intereses de las economías desarrolladas. (p.24).
Europa se concentraría en ser un centro económico, gracias a la revolución industrial,
lograría desarrollar una economía netamente productora de insumos elaborados, productos que se
realizaban con la materia prima de las diversas partes del globo, productos que entrarían en los
mercados latinoamericanos a altos precios, situación que generó una desigualdad de crecimiento
económico.
El modelo europeo Estado nación, no solo que generaría la necesidad de importación de
materias elaboradas a tierras latinoamericanas. Este modelo generó una mentalidad euro céntrica
reproducida por las burguesías locales, siguiendo una lógica industrial, cultural y económica a escala
global.
Las élites de los nuevos Estados-nación latinoamericanos siguieron remedando a Europa en
la moda, en el arte y hasta en la simbología nacional. “La Ópera de Manaos en medio de la selva
amazónica es un potente símbolo del esfuerzo de las élites por occidentalizar a la selva”. (p. 6).
La idea de progreso sustentada en el desarrollo, sería la lógica del sistema Estado nación,
Latinoamérica entraría en la lógica de una alta cultura modernizante, legitimada por el viejo
continente. Esta idea de desarrollo se plasmaba en la dominación de la naturaleza a través de la
explotación indiscriminada de recursos naturales a beneficio del ser humano.
Para el año de 1860, con el presidente de aquel entonces el General García Moreno, el
Ecuador entrará en un fuerte periodo conservador, donde el Estado tiene una estrecha relación con la
Iglesia católica, ambas instituciones serán las encargadas de legitimar las relaciones entre los
diversos actores sociales.
“Hay que insistir, por último, que la clave de la política conservadora es una visión nacional
de gobierno. Está al servicio de los ideales “Dios-rey-patria” y no de un proyecto político formulado
por teóricos foráneos o por sus seguidores criollos. Tampoco está al servicio de algún interés
personal, como fue el caso de la “dictadura teocrática” de García Moreno en el Ecuador. En Chile,
28
por ejemplo, el conservadurismo fue la antítesis de la dictadura o del gobierno de un partido”. (Lira,
2002, pp. 39.52).
El conservadurismo fue una tendencia común a lo largo del continente americano. En el país
esta corriente comprendía una ideología basada en las leyes religiosas católicas, además esta
corriente impulsó obras de infraestructura a nivel nacional, reguló a la banca privada y fomentó la
instrucción de las ciencias basadas en los principios teocráticos. Cueto (2010), sostiene: “A pesar del
tutelaje que García Moreno le permitió a la iglesia Católica para unir al país bajo la ideología católica
vinculante, pudo constituirse un proceso de unificación en el que se fortaleció poderosamente al
Estado y su institucionalidad”. (p. 42).
Si bien el conservadurismo tuvo sus aspectos negativos como la pauperización de pequeños
productores, indígenas y poblaciones alejadas afectados por una política centralista excluyente, en el
periodo garciano la nacionalidad ecuatoriana se consolidaría, el Estado fortalecería su
institucionalidad así como también grandes empresarios serían favorecidos con sus políticas de
comercio- producción.
En el Ecuador, entrado el siglo XIX, se encontraban por un lado los terratenientes de la costa,
quienes resurgieron a la palestra económica del país gracias al boom del cacao, producto que
revolucionaría las arcas estatales. En la serranía los grandes hacendados eran quienes ostentaban el
monopolio del mercado interno.
“También cabe considerar que mientras la costa fue una región con tradición liberal, en la
sierra fue firme el conservadorismo, aliado con la Iglesia Católica. La época de auge del cacao afirmó
las bases de sustentación del liberalismo costeño entre las burguesías financiera y comercial, los
escasos industriales y los hacendados”. (Paz y Miño, 2011, p. 9).
Ambas élites pugnaban por tener un mayor poder económico-político, estas disputas se
radicalizarían por varios años. Cada período correspondiente a cada una de estas tendencias tendría
un representante presidencial, dejando trascendencia en el futuro del país. Existiría una lucha
ideológica de regiones entre el conservadurismo serrano y el liberalismo del litoral.
El liberalismo como base fundamental proponía una política sustentada en la libertad individual del
ser humano, además propone la separación del Estado y la iglesia. Dando un mayor protagonismo al
Estado, y eliminado algunas funciones que antes era legitimadas por el clero como la educación, la
libertad culto entre otras hace referencia a la filosofía liberal”. Orrego (2003).
Las libertades son individuales. El orden político, por lo tanto, debe estar en función de
aquellas, lo cual se manifiesta en el sistema constitucional y en el gobierno impersonal de la ley ajeno
29
a toda arbitrariedad, basado en el consentimiento ciudadano, en el contexto de garantías a cada
individuo (como las de propiedad, libertad, de pensamiento.
En este sentido la propuesta liberal en contraposición al conservadurismo, fomenta una
libertad de pensamiento secularizando la sociedad, además el Estado asegurará las garantías en base
a un poder constitucional. Los liberales Orrego (2003): “pensaban que la realidad era susceptible a
ser construida, modificada y cuestionada. Y esto se daba únicamente por el quehacer humano y no
de una inmutable orden natural de las cosas”. (p, 75).
Al contrario de los conservadores, quienes pensaban que las sociedades debían ser dirigidas
por las élites, limitando el poder a las masas, porque estas podrían hacer convulsionar el sistema.
Para los liberales ecuatorianos fue de suma importancia la participación de Las Montoneras,
siendo este un grupo de campesino costeños unidos por la causa liberal. Alfaro (2012): “En un primer
momento los montoneros son campesinos costeños que como pago de las deudas contraídas con el
patrón se ven obligados a ir a la lucha, con el objeto de descargar sus deudas”. (p. 31).
Tras la inconformidad de una economía desigual, donde los dueños de las haciendas se
llevaban el mayor de los beneficios, se crea este grupo de resistencia, la consigna de Las Montoneras
se convertirían en militancias cuyo objetivo era defender los derechos de los pequeños y medianos
agricultores. En este contexto surge su líder más importante el Gral. Eloy Alfaro.
Según Cueto (2010) se puede afirmar que:
El poder de convocatoria e influencia de las montoneras garantizaba una gran movilidad operativa
como también una gran desmovilización lo cual dificultaba la represión y localización por parte de las
tropas gubernamentales. Eloy Alfaro, hijo de una familia de pequeños comerciantes en Manabí, se
convirtió desde la era garciana en un reconocido insurgente liberal, muy estimado y con una gran
influencia en todo el litoral pacífico ecuatoriano…” (p. 41).
Sin embargo, pasarían algunos años para que la revolución liberal alfarista pudiera
consolidarse, tras la muerte de García Moreno, asumiría la presidencia de la república José María
Urbina, quien estuvo implicado en la venta de la bandera, un episodio calificado como bochornos
para la historia del país. Este periodo será conocido como “La Argolla una época donde la crisis
económica no se hizo esperar”. En relación a este suceso Cárdenas. (2007) expone:
El mandatario saliente, José María Placido Caamaño, había conformado en torno suyo un estrecho
círculo de privilegiados, denominado “la argolla”, una típica forma de nepotismo profundamente
arraigado. Este término, convertido en arma política, daría pie a frondosas acusaciones de la
oposición conservadora y liberal contra los gobiernos progresistas hasta 1895. (p. 3)
30
Esta sería la catapulta política para que se instaure la revolución liberal en el Ecuador, tanto
liberales como conservadores criticaron duramente el nepotismo que existía en el régimen (La
argolla). Eloy Alfaro quien se encontraba en Guatemala mencionaría en una carta que: “denota las
intenciones así como la radicalidad de la lucha, por ello al poco tiempo liberales y conservadores
ocuparon bandos.”(Alfaro 2012, p, 58).
Tras varios enfrentamientos armados en todo el país el presidente renuncia a su cargo, con
lo cual quedaría un panorama libre para que El Gral. Eloy Alfaro con el apoyo de liberales y radicales
asumiera el poder .Fue Alfaro, entonces, quien organizó, desde Guayaquil, las armas con las que se
dirigiría hasta Quito para derrotar a las fuerzas del gobierno de Vicente Lucio Salazar, Vicepresidente
en ejercicio del poder ejecutivo, tras la separación del presidente Luis Cordero.
Eloy Alfaro asumirá el poder, por su condición de líder innato, además porque contaría con
el apoyo de un pueblo inconforme y golpeado por las políticas reducidas de sus gobernantes. Pero la
figura del viejo luchador años más tarde, sería criticada por varias células de los mismos liberales
quienes en un principio le darían su total confianza.
“La política radical-alfarista propuso, promover a los sectores marginales, mejorando su
calidad de vida, además de responder a las demandas de indígenas y campesinos montubios, en
general ocuparse por la situación naciente de trabajadores y obreros del país”. (Paz y Miño 2013, p.
45). Pero en estas condiciones ejecutar políticas para las clases menos acomodadas resultaba un
disparate en contra de los grupos poderosos que defendían sus intereses en la época (oligarcas y
terratenientes).
Muchos de los sectores sociales que en un principio apoyaron la revuelta liberal, hicieron
alianza con algunos sectores de la iglesia que habían sido despojados de sus privilegios. Pero la
continuidad del proyecto del ferrocarril ecuatoriano sería uno de los aportes más significativos del
gobierno liberal de Eloy Alfaro, porque éste permitiría una mejora significativa del comercio interno.
Con la llegada del ferrocarril no solo se mejoró el comercio sino que a su vez mejoró la
industria en las haciendas locales .Durán, Gros., López, Montenegro, Villagómez (2012) expresan:
“La producción en la sierra y el movimiento de los productos a la costa, fue facilitada por el
ferrocarril, aunque quizá también un punto muy importante fue la posición de propietarios de tierras
que buscaron modernizar la producción agrícola”. (p. 275).
31
Solo con la llegada del ferrocarril, se impulsaría una tecnificación en la industria, donde la
mano de obra indígena se la sobreexplotaba manteniendo las relaciones de la antigua hacienda
serrana. La falta de manufacturas locales sería una situación muy común en la región andina.
Concerniente a este tema Alfaro (2007) expone: “Quito, la capital de la República, era una ciudad en
la que las manufacturas no aparecieron sino más tarde, prácticamente a inicios de la década de los
veinte, en el siglo XX y donde el comercio era menospreciado por la élite terrateniente”. (p.45)
La economía serrana y específicamente quiteña era netamente dependiente de los latifundios,
el mercado local producía materias primas principalmente en el ámbito de la agricultura; sin
embargo, la mayoría de productos elaborados llegaban desde Guayaquil hacia la serranía, esto a su
vez hizo que la banca porteña se desarrollara a gran escala. Durán (2012) et al, sostiene al respecto:
Así, en Quito sólo existía una rama del Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil por lo que, al no
tener instituciones de crédito ni cajas fuertes, la forma de ahorrar o de almacenar el dinero consistía
en esconder el dinero o las joyas en paredes, o en el piso, o dentro del colchón, con lo cual se sacaba
el dinero de circulación. (p. 273).
A inicios del siglo XIX el litoral ecuatoriano tenía el mayor pode económico del país, para
aquella época en Quito y la serranía poseían un débil mercado que solo abastecía para el consumo
interno, por este motivo la banca capitalina no tenía un futuro promisorio, solo hasta principios del
siglo XX cuando se crea el Banco del Pichincha.
La revolución liberal tendría su declive en 1911, en un clima dominado por la inestabilidad
política, la oposición buscó a toda costa crear una fuerza de choque que influyera sobre la opinión
pública, en ese mismo año Eloy Alfaro se veía obligado a dejar el poder. A esto se sumó el fracaso
de los liberales de recuperar el poder con el nombramiento a la presidencia de Juan Montero, quien
sería desconocido de su cargo por el Dr. Carlos Freire jefe legitimo supremo por aquellos días. El
Comercio (2012): “Una revolución inocua, sin bandera, ni programa, acaba de perpetrarse en la
ciudad de Guayaquil, proclamando Jefe Supremo de la República a un soldado desleal y sin honor,
general don Pedro J. Montero”. (p.7).
Estos acontecimientos marcarían el destino del ¨viejo luchador¨, quien a su llegada un año
después tras encontrarse exiliado en Panamá. Sería testigo de una fuerte oposición hacia los liberales.
En un intento de posicionar al partido liberal en el poder, serían capturados varios militantes del
partido liberal entre ellos; Eloy Alfaro, Flavio Alfaro, Medardo Alfaro, Ulpiano Páez, Manuel
Serrano y Luciano Corral (periodista). Urbina mandaría a los imputados hacia la capital,
curiosamente en el mismo ferrocarril que construyó Eloy Alfaro.
32
“El 28 de enero de 1912, tras ser asesinados en el panóptico de Quito, sus cuerpos serían
arrastrados hasta el parque de “El Ejido”, donde se prendió fuego a sus cadáveres, este sería el fin de
una de las revoluciones más importantes del país en la época republicana”. (Paz Y Miño, 2012, p.53).
En vano serían las peticiones del viejo luchador de unirse para sacar adelante la patria sin
importar las tendencias ideológicas que si tuviera, si el único objetivo era acabar con la crisis. Aún
desata polémica la decisión intencionada de enviar a los liberales al panóptico quiteño, a sabiendas
que en la capital existía quizás el mayor de los descontentos con las políticas liberales.
Conclusiones:
Luego de la independencia criolla de las colonias americanas, en el viejo continente se
propondría el modelo Estado-nación. Modelo que en Latinoamérica las élites tomarían como
referencia para adaptarlo. En este sentido el libertador Simón Bolívar crearía un Estado nación de
gran magnitud, la Gran Colombia, con el objetivo de hacer frente a las nacientes potencias
económicas europeas.
La conformación de la Gran Colombia (Venezuela, Panamá, Nueva Granda Y Ecuador),
tendrían una vigencia de pocos años. Entre los principales factores que propiciaron su decadencia
están: La ambición económico- política de los grupos de poder de cada una de las naciones, la
exigencia de una mayor independencia de parte del gobierno central, la pugna política entre el
General Bolívar y Santander, entre otros.
Tras la separación de la Gran Colombia para 1830 en la ciudad de Riobamba se establece la
nación ecuatoriana, nombrando como presidente a Juan José Flores, General venezolano de las tropas
de Simón Bolívar. Flores asumiría debido al deceso en la selva de berruecos (Colombia) del Mariscal
Antonio José de Sucre. Juan José Flores sería el primer presidente constitucional del Ecuador, su
gobierno sería encargado de construir una nación homogénea, a pesar de los diferentes intereses de
quienes componían el nuevo Estado.
Las estafadas naciones latinoamericanas sufrieron la poca sustentabilidad de sus economías
debido a la débil industria. La producción local se dedicaba a la comercialización de materias primas,
mientras que de Europa se traían los productos refinados a un precio triplicado. Esta situación
generaría una desigualdad social en todo el territorio.
La época conservadora en el país estaba liderada por el Gral. García Moreno, fue un gobierno
que impulso las artes, la ciencia y la educación, además configuró la institucionalidad del Estado.
33
Sin embargo estuvo marcado por la exclusión de los sectores más necesitados, considerándolo de
tinte elitista, tuvo estrecha relación con el clero, haciendo de éste uno de sus principales aliados.
La revolución liberal tomaría fuerza con la conformación de Las Montoneras, militancia de
campesinos, comerciantes y pueblo en general del litoral, quienes deciden protestar por una paga
más justa de parte de los hacendados. Los liberales asumirán el poder con el Gral. Eloy Alfaro, sin
embargo luego de una serie de desacuerdos entre los partidarios el proyecto alfarista se estancaría
siendo Alfaro depuesto de su cargo.
Tras una fuerte inestabilidad política, los liberales intentan nombrar como presidente
legítimo a Montero, desconociendo la titularidad del presidente vitalicio. Alfaro al conocer la
situación del país retorna a este, sin embargo en algunos enfrentamientos con las fuerzas armadas del
gobierno es apresado junto a varios militantes. Después de ser trasladados al panóptico quiteño, es
asesinado junto a sus compañeros, terminando así con la fuerza del movimiento liberal-alfarista.
34
CAPÍTULO II
QUITO Y SUS TRANSFORMACIONES
2.1 Quito en los albores del siglo XX
La ciudad de Quito en su topografía, estuvo atravesada por grandes accidentes geográficos,
entre ellos encontramos a las quebradas. Los rellenos de quebradas se dieron por la necesidad de un
mayor espacio utilizable, estos empezaron desde la época colonial, a una menor escala. Es a partir
del siglo XX, que empieza una reconfiguración de la ciudad, debido a los proyectos de rellene de las
quebradas locales.
Las quebradas en Quito constituyeron los límites naturales entre la población céntrica quiteña
y algunas de las poblaciones aledañas. Según Espinoza (2012):
Los primeros rellenos en el centro histórico datan de la época colonial: desaparecen primera los cursos
inferiores de las quebradas Manosalvas y La Marín. Luego, a partir de1914, se cubre la quebrada
Jerusalén ( De la Cantera) que pasa a ser la Av. 24 de Mayo (…) En los años 30, la extensi6n de la
ciudad impone el rel1eno de las quebradas que atraviesan los barrios nuevos: La Marisca1 Sucre al
Norte, la Magdalena y Chimbacalle al Sur del Panecillo. Luego, a partir de los años 50 se rellenarán
progresivamente las grandes quebradas que bajan del Pichincha en los sectores de La Carolina y del
aeropuerto al Norte. (p.34).
En un principio la ciudad estaba centralizada solo en el casco colonial, sin embargo tras el
aumento de la densidad poblacional, la constante llegada de los comerciantes y la oleada de migrantes
internos obligaron a las autoridades a optar por alternativas de expansión y urbanización de la ciudad.
A esto se sumaba la precariedad en que los habitantes trataban los desechos de todo tipo. Con respecto
a este tema, el autor últimamente mencionado se refiere:
El alcantarillado era incipiente. Si bien en la época del presidente García Moreno, se construyeron
sumideros en las calles de la ciudad, en formas de acequias descubiertas que corrían en las principales
vías, no existían conexiones a las casa particulares. Por esta razón, los excrementos y desechos de las
casas señoriales. Se recogían en depósitos destinados para tal función, los que eran trasladados por los
indios Zámbiza(p. 16).
Una de las mayores deficiencias en la ciudad constituía la salubridad, a falta de alcantarillado
en las casas señoriales los excrementos eran lanzados a las distintas quebradas que circundaban la
ciudad, una de las más utilizadas por su profundidad y lejanía del casco colonial de aquel entonces
era la de Jerusalén.
35
Para realizar estas encomiendas se disponía de ciertos individuos que pertenecían a los
niveles más bajos de la sociedad, manteniendo los roles de trabajo en una sociedad altamente
jerarquizada. Cada individuo de la sociedad quiteña realizaba sus hábitos cotidianos. A ello Carranco
(2010) se refiere:
La activad quiteña comenzaba muy temprano, por un lado las señoras de sociedad solían ir a misa
cubiertas en sus finos chales en tanto que comerciantes abrían sus tiendas, y “aguadores”; (indígenas
quienes llevaban el agua de las fuentes sobre su espalda en tinajas) llevaban el líquido vital para
distribuirlo en la ciudad; estas eran las escenas mañaneras frecuentes en aquellos tiempos (p. 29).
Los “aguadores” fueron hasta iniciado el siglo XX personajes importantes en la ciudad,
porque eran encargados de llevar el líquido vital, desde las fuentes hacia todos los rincones de la
ciudad, sin embargo este oficio era realizado en su mayoría por indígenas, ubicados en estratos bajos
de la escala social. Por otro lado estaba la gente de sociedad, quienes entre su principal actividad
mañanera era ir al culto.
Para Eduardo Kingman (2002): “Se trata de todo un juego clasificatorio que diferencia a los
distintos oficios y trabajos urbanos, o si se quiere una división racial del trabajo, siendo los oficios
manuales, sobre todo los relacionados con los servicios, los más despreciados” (p.6).
Estos procesos establecerían un distanciamiento entre las esferas quiteñas y quienes se
dedicaban a estas actividades. Sin embargo, la necesidad de ocupar estos trabajos generarían en las
poblaciones aledañas a la ciudad una constante afluencia hacia la metrópoli con ello se darían
importantes intercambios culturales. Serán procesos iníciales de adaptación a una lógica de mercado
laboral expandido por las grandes ciudades.
Anterior al siglo XX se hace incondicional destacar la descripción de los visitantes
extranjeros que arribaron a Quito a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX varios pintores
realizaron sus grabados destacando la composición de la sociedad quiteña, las relaciones sociales
cotidianas y a los individuos que se desempeñaban en ella. Respecto al tema Kennedy (2005) acota:
“La consolidación de imágenes e imagineros dedicados a la realización prototipos quiteños era un
hecho. Estas acciones no solo eran de carácter artístico, sino a su vez sirvieron para reafirmar las
relaciones sociales de poder”. (p. 32).
Tanto en Quito, como en las ciudades de dónde venían los extranjeros, los cuadros de las
sociedades quiteñas eran expuestos como exóticos, se retrataban aguadores, veladores y demás
oficios muy comunes en la época. Oficios que eran una herencia colonial, necesarios debido a la falta
de un desarrollo adecuado de urbanidad, concepto que se conocerá más adelante con la llegada de la
modernidad y la proyección de los Estados naciones basados en la idea progreso.
36
La idea de dotar servicios públicos básicos para los quiteños, tomarían fuerza, convirtiéndose
en los primeros signos en pro mejora de la calidad de vida. A finales del siglo XIX e inicios del siglo
XX, varias políticas fueron emprendidas por los gobiernos de turno. Kingman y Goetschel (1992)
manifiestan:
Establecieron como obligatorio que los niños se vacunen (1906), se pusieron en práctica variasobras
como la canalización de la ciudad (1907), el servicio de aguapotable (1912), la vistade las casas para
comprobar su aseo y erradicar la presencia de animales, la dotación de urinarios y servicios
higiénicos, el relleno de quebradas para evitarla propagación de infecciones. ( p. 156.).
Las políticas de salubridad fueron inspiradas en contrarrestar epidemias, para ello se
impulsaron políticas de ornato en toda la ciudad. Kingman (2002) sostiene:
Sin embargo uno de los pilares fundamentales que se propusieron las autoridades fue en realizar visitas
a cada una de las casas, con el objetivo de evitar la propagación de ciertas enfermedades enfocadas en
la prevención puerta a puerta, tal como se hacía en varias ciudades europeas. (p.294).
La salubridad desde el punto de vista de los higienistas, fue tomada en un ámbito más social,
atendiendo a los focos más vulnerables. Además, fue un mecanismo de control, debido a las
inspecciones que se realizaban a las casas con la finalidad de conocer en qué condiciones viven los
quiteños y cambiar algunas costumbres.
Una de las principales preocupaciones de las autoridades eran los sitios de expendio de
alimentos hasta finales de siglo XIX las fondas eran típicas en la ciudad aquí se expendían variedad
de comidas típicas quiteñas. Sin embargo estas eran insalubres. Icaza (1986) expone esta condición:
Fogón a la calle, marco de hollín a la puerta, montones de aguacates y cazuelas con ají sobre el
mostrador teñido de mugre, mesas y bancos rústicos por la penumbra de los rincones, altas telarañas,
negras de humo las paredes, luzvelada por manchas de sucio amarillo que dejaron las moscas. (p, 29).
Jorge Icaza describe la realidad de estos sitios en una de sus novelas, en la ciudad no eran
conocidas aún ciertas normas de higiene, sin embargo a mediados de siglo se plantearía el cierre
definitivo de varias fondas así como de las chicherías ubicadas en el centro histórico, con el afán de
mejorar las costumbres alimenticias y de convivencia de los quiteños.
A la postre, se crearían en varios sitios de la ciudad (Av. 24 de Mayo, Chimbacalle),
comedores obreros donde se ofrecía comida de calidad y a bajos precios. La finalidad fue brindar
una mejor nutrición, de manera que se eliminen los focos de infección antes existentes. Espinoza
cita a Goescthel (1992):
De esta manera, el Municipio a través de los comedores populares intervino abiertamente en el cambio
de costumbres alimenticias así como en el de las maneras de mesa en los sectores populares. Por
ejemplo se conoce que en el Comedor Obrero de Chimbacalle se enseñaba «buenas costumbres»: uso
del mantel blanco, cubiertos y comida balanceada e higiénica (p. 332).
37
El accionar de las autoridades no solo se basó en un proyecto de infraestructura, sino que
apuntaló a enseñar diversos hábitos de higiene, principalmente enfocada en sectores obreros. Rodas
(2010) señala; ¨Las acciones de salud social fueron ejercidas a través del Consejo Supremo de
Sanidad e Higiene, creado por decreto ejecutivo el 15 de mayo de 1903 y por las juntas provinciales
de sanidad, establecidas posteriormente. (p.6).
Con la creación de varias instituciones destinadas sobre todo a la prevención de
enfermedades infecto-contagiosas, el Estado asume el papel de atender las necesidades de una
sociedad que había sufrido varias epidemias en épocas pasadas, acontecimientos que dejaron varios
centenares de víctimas.
Otro rasgo fundamental en la época fue el papel de las mujeres en la sociedad capitalina de
la época. El acceso de las mujeres a la educación era casi nulo, o en su defecto estaba enmarcado en
aprender oficios que les permitiesen servir en las casas señoriales, obteniendo algunos réditos
económicos, sin embargo esto no les dejaba bien posicionadas socialmente. Kingman (2009) expone:
Me refiero a ocupaciones relacionadas con el servicio a las “casas”, como las de lavanderas,
aplanchadoras, costureras, o a instituciones públicas, como las “sirvientas de hospital” y los
“sirvientes del Municipio”. Se trataba de trabajos por los que se recibía un pago en dinero, pero que
en términos sociales ubicaban a quienes los hacían del otro lado de la frontera étnica (p.51).
En cuanto a la educación de la mujer, hasta inicios del siglo XX, estaba influenciada por la
religión, era una educación orientada a mantener el papel subordinado en sociedad de la mujer
quiteña. Con la consolidación de la Revolución Liberal, si bien el pensamiento secularizador influyó
en las políticas de educación para las mujeres, existieron diferenciaciones de estratos en cuanto a los
roles que éstas debían desempeñar en sociedad. Referente a esto Goestche (2007) manifiesta:
Por un lado las mujeres de élite tuvieron el rol de preparar a sus hijos en el plano doméstico, mientras
que las mujeres indígenas estaban destinadas a formaban parte de la servidumbre, el comercio y los
servicios. Según el censo de 1906, la cantidad de estas últimas en Quito era importante. (p. 49).
A pesar de la nueva tendencia a favor de asignar nuevos roles a las mujeres de élite, estas no
tenían potestad política, ni derecho a la opinión pública, su espacio estuvo limitado al hogar. Por otro
lado, en la sociedad quiteña en general existía una legitimación a través de un entramado sistema
paternalista que en el discurso se presentaba como invisible.
Los albores del nuevo siglo traerían consigo una época de constantes cambios impulsados
por la génesis del régimen liberal. Quito empieza importantes transformaciones sobre todo en su
infraestructura colonial, iniciando un proceso de adaptación a la entrada de la modernidad. Luzuriaga
(2010) define:
38
En efecto, las décadas finales del XIX y las iníciales del XX son un hervidero de voces con opiniones,
planes, planos y proyectos que quieren modernizar e higienizar a la ciudad. Letras y cifras alimentadas
por la noción-fuerza del progreso en su crudeza de hierro, tubos y cal hidráulica. (p.54).
La planificación fue un proceso característico en los inicios de la modernización en
Latinoamérica, muchas de las ciudades principalmente andinas, sus economías estaban enclavadas
en sus propias parcelas, además a ello se sumaba una lenta tecnificación de la industria. “Este proceso
daría la posibilidad a Quito de abandonar su condición de aldea, sin embargo en referencia a las
relaciones sociales de sus habitantes, el viejo sistema relacional de hacienda permanecería varios
años durante el siglo XX”. (Espinoza; 2010, p, 34).
La llegada de la modernidad terminará por definir las diferenciaciones étnicas en la ciudad,
las élites terminarán desplazándose hacia las nuevas residencias constituidas al Norte de la urbe.
Conclusiones:
La ciudad de Quito a finales del siglo XIX, estaba enclavada entre varias quebradas, sitios a
donde iban a parar todo tipo de desechos que se generaban en la urbe, la acumulación de éstos fue
causante de un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades infecto-contagiosas. Esta
situación haría que las autoridades buscaran soluciones, entre ellas el relleno da varias quebradas.
Varios oficios heredados de la colonia aún se veían en las calles de la ciudad, entre estos los
aguadores, veladores entre otros. Estas imágenes serían retratadas por varios visitantes extranjeros
que arribaban a Quito, este accionar hizo que las relaciones sociales de jerarquía se mantuvieran e
instalaran en la mentalidad de las clases dominantes quiteñas, quienes tenían su posición en sociedad
acorde a los roles de cada grupo social.
Para inicios del siglo XX, las autoridades capitalinas empezaron una campaña de ornato e
higiene sustentada en políticas de prevención. En la época existían en el casco colonial varias fondas
donde se expendían comidas típicas quiteñas; sin embargo, varias de ellas fueron cerradas por el
Estado de insalubridad en que se servían los alimentos. En contraste, se crearon varios comedores
municipales. Las comidas eran a bajo coste y elaboradas con la higiene del caso.
En cuanto al control y prevención de epidemias, se adoptarían acciones de control siguiendo
el ejemplo europeo de realizar visitas de casa en casa. También se sumaron campañas de vacunación,
fumigación y eliminación de plagas. El tema de la sanidad se convertiría en una preocupación no
solo en la ciudad capital sino en una iniciativa estatal.
39
Las mujeres de la época recibían una educación basada en mantener su posición social frente
a una sociedad paternalista. Por un lado las mujeres de bajos recursos aprendían a realizar quehaceres
domésticos para desempeñarse en las casas señoriales, pudiendo ganar algunas monedas. En tanto
que las mujeres de élite tenían la obligación de instruir modales a sus hijos, sin embargo en sociedad
no tenían derecho a opinión, peor aún a tomar decisiones por si solas.
2.2 La ciudad a mediados del siglo XX:
Uno de los principales motivos por los que la oleada de interioranos para viajar a Quito, en
la entrada del siglo XX, fue por la importante llegada de turistas extranjeros a la ciudad, la mayoría
estaba ligada al arte, músicos, poetas y pintores, estos personajes invitaban a conocer la cuidad. En
referencia al giro que tendría la literatura de los años treinta en el continente, Ortega (2006), acota:
“En América Latina, la expansión urbana se vio acompañada de intensas crisis económicas y
complejos procesos migratorios; procesos que incidieron y se vieron representados en las propuestas
literarias de esos años” (p. 7).
Los años de crisis, generarían una suerte de influencia directa en la literatura quiteña,
anteriormente esta disciplina, no tomaba en cuenta la diversidad de realidades que empezaron a
confluir en las grandes ciudades, debido a efectos de la crisis.
Es así que quienes se dedicaban a la explotación agrícola, deciden desplazarse hacia estos
polos económico-urbanos del país, guiados por una fuerte estigmatización modernizante de
pensadores urbanos. En este plano, Salgado y Corbalán (2012) se refieren: “El discurso reformista,
presente a nivel político, pero también literario y en las representaciones simbólicas, fue asumido
como parte de la necesidad de transformar física y socialmente la capital” (p. 7).
Es así que la transformación tanto política como cultural que se dará en la época, se
transformará en toda una construcción simbólica enajenante, que influenciaría a todos los sectores
del país. No era descabellado pensar que las masas sociales en la primera mitad del siglo XX, tuviesen
como sueño llegar a la capital, debido al sinnúmero de oportunidades que se les podría presentar.
Otro aspecto que contribuyó a la oleada de migraciones a inicios del siglo XX, fue la
construcción de las vías férreas.
El 25 de junio de 1908, el primer tren del ferrocarril ecuatoriano llegó a la estación de Chimbacalle
en medio del júbilo y el aplauso con que el pueblo quiteño premió al Gral. Alfaro y al Sr. Harman,
tenaces realizadores de esa colosal obra que unió a las dos principales ciudades del Ecuador,
Guayaquil y Quito, abriendo las puertas del progreso a todas las poblaciones y ciudades por las que
pasaba. (Autor: Efrén Avilés)
40
Esto permitiría el aumento del comercio directo, permitiendo ahorrar tiempo y costos, de
esta forma muchos agricultores empezaron a trasladarse de a las grandes ciudades con facilidad,
creando una mayor fluidez de comunicación e información.
Fenómeno generador de una coacción social, aquellas decisiones políticas que se tomaban
en la capital, llegarían de manera más veloz a los demás pueblos, de tal forma que se creaba
conciencia política en el justo reclamo de los derechos para cada región. Coronel (2009), en
referencia a la temática sostiene: “Quito era no solo el lugar donde se asentaría el Estado sino un eje de
articulación regional bajo el control de una élite terrateniente renovada y comprometida con la acción
social católica internacional’’ (p. 353).
La ciudad se convertiría en escenario principal, reflejo de una época que ratificaba al
progreso sustentado en la idea del desarrollo. “Las obras se concentraron tanto en la higiene y salud
pública como en el ornato que permitiría dar a la capital una imagen de polo de civilización” (Salgado
y Corbalán, p. 59). A esta imagen, se sumó su ubicación estratégica en la sierra central, le permitió
más adelante desarrollarse como uno de los mayores polos económicos de la región, sumado a la
fuerte influencia de la ideología de sus nacientes sectores burgueses.
Debido a esta condición, una fuerte acción propagandística de la ciudad generaría en los
sectores populares y medios de origen provinciano, la idea de progreso, desarrollo y comodidad,
convirtiéndose en una especie de realización personal el trasladarse a la capital, donde podrían
adquirir nuevas comodidades básicas modernas, que en el mundo rural difícilmente se podrían
adquirir. Kingman (2006) relaciona: “Una ciudad como Latacunga era vista por los quiteños como
demasiado aldeana, mientras que Quito era el referente jerárquico de los ciudadanos de las
provincias”. (p 42).
Existió una especie de reafirmación de conceptos, por un lado los quiteños consideraban a
las ciudades aledañas rusticas, apegadas a lo rural, mientras que para los provincianos Quito sería el
referente al cual deseaban aspirar como sociedad. Espinoza (2003) en una de sus obras sostiene: “El
estereotipo de ¨Carita de Dios”, fue reafirmado por la intelectualidad quiteña, en especial literatos y
músicos”. (p, 22). Quienes arribaron desde diversos lugares del país a la ciudad, terminaban por
reafirmar varios de estos conceptos. Un claro ejemplo es la canción de “Yo soy paisano”. Como
podemos notar en su letra:
Yo soy paisano, me voy a Quito, me han ponderado, que hay lindas guambras y que a los
chagras, nos quieren mucho porque toditos vamos con plata.
41
Allá me voy, me han de querer las lindas guambras, de dos en dos.
Allá me voy, me han de quererlas lindas guambras, de dos en dos.
Me dicen que se aparecen cuando el sol ya va salir
Y unas morenitas, que me han hecho pensar que a la guambrita que hay aquí, la he de dejar
amor.
Quiteñita, allá me voy, para cantarte todo mi amor
Quiteñita, yo ya me voy, desde mi tierra mi corazón.
De esta manera se puede constatar lo antes mencionado, el carácter enajenante de la vida
capitalina, su posible meta para un paisano (venido de afuera), quien se entera que en Quito, las
“quiteñas”, le van a querer por su misma condición.
Una completa magnificación de la “quiteñidad” de una época influenciada por los constantes
cambios de inicios de la modernidad.
En la década de 1930, las clases altas del centro de la ciudad se desplazaron al Norte.
Surgieron barrios residenciales dentro del esquema de "ciudad jardín". Los espacios del centro fueron
ocupados por inmigrantes de las provincias vecinas. La parte antigua de la ciudad pudo por
consiguiente conservar su traza original y su arquitectura colonial enriquecida con los nuevos aportes
de los siglos XIX y XX. Hacia la mitad del siglo XX, el espacio urbano estaba ya socialmente
estratificado.
El censo de 1906, sería el primero en registrar la tendencia migratoria, como se muestra en
la siguiente tabla:
Cuadro 1.
Provincia
Pichincha
León
Imbabura
Tungurahua
Chimborazo
Carchi
Otras
TOTAL
Fuente: Manual Espinoza Apolo
42
%
13,89
8,13
4,26
1,99
1,99
1,96
2,39
37%
Con estos datos se pudo comprobar que para aquel año, el 37% de la población que vivía en
Quito no había nacido en la capital. Estas tendencias se mantendrían en los censos posteriores como
el de 1935, donde la mayor parte de empleados públicos, provenían de Ambato, Latacunga e Ibarra.
Aquí podemos citar a Jorge Icaza en una de sus obras “En las calles”, donde se refleja la
difícil situación de unos campesinos al quedarse sin poder trabajar en su comunidad por la
apropiación de las aguas que utilizaban para sus cultivos por parte de un hacendado:
-Yo he visto volver.
-¿Eh?
-Volver a la gente con el rabo entre las piernas, pes.
Recuas interminables de indios.
-Qué gracia? Nosotros somos otra cosa.
-Otra cosa…Yo Bueno…En fin…
-También he visto a los cholos. Les he oído lamentarse.
-Mala suerte cualquiera la tiene.
-Lamentarse de haber gastado la poca plata que pudieron reunir en el campo.
De haber perdido el honor y hasta los trapos de los guaguas. Una pendejada.
Los beneficios del Seguro Social, impulsaron a insertarse más en el trabajo asalariado, con
esto se generaría un aumento en la migración hacia el imperante mercado laboral de la capital. En
una sociedad asalariada, donde el costo de la calidad de vida iba en aumento, por este motivo Quito
era el lugar adecuado para involucrarse en esta nueva lógica.
Todo este proceso migratorio tendría consecuencias tanto en la población receptora como en
la que arribaba a la ciudad a inicios del siglo XX. Los primeros empezaron a “desenterrar”, prácticas
racistas y estereotipadas heredadas del régimen señorial. “La raza como visión del mundo fue
inventada para asignar a algunos grupos un estatus inferior y a otros un estatus superior que les dio
acceso al privilegio, al poder y a la riqueza Calla” (2008, p. 11).
Se utilizó el concepto de raza para influenciar en la percepción colectiva, tras la llegada de
los migrantes interioranos, se empezaron a formular pre-conceptos de quienes arribaban a la ciudad,
de tal forma que estos individuos tras ser clasificados por esta condición, tuviesen menos oportunidad
de conseguir algún puesto en la burocracia local.
Es así que en la época de la colonia, quienes practicaban esta distinción eran los clérigos,
quienes consideraban a indígenas, destinados a tener ciertos roles acordes a sus condiciones étnicas.
43
Según Kingman En nombre de Dios, los religiosos obligaban a realizar trabajos duros, con jornadas
extenuantes, en su mayoría de casos para construir templos religiosos, los cuales irónicamente
después de construidos solo tenían acceso, el clérigo, las clases sociales dominantes y cierta gente
acomodada que contribuía con grandes cantidades económicas a la iglesia.
Los inferiores, la clase baja y trabajadora, aparte de ser segregados por la sociedad, no podían
inmiscuirse en las actividades importantes ni significativas para la iglesia, ellos pertenecían al campo
y el clero no se inmiscuía ni mezclaba con ellos “no era usual ver a un sacerdote en los distritos
rurales” (Johnson, 1989, p. 263).
Desde inicios de la república se tiene una herencia cargada de segregación, todo configurado
de acuerdo a las necesidades del poder, en este caso de parte de la iglesia como institución. El
discurso repetitivo en la práctica de las relaciones sociales cotidianas, empieza a volverse aceptado
dentro de lo normal. En las palabras de Manrique (1999), quien escribe acerca del racismo en la
región andina: “Como toda ideología dominante, el racismo colonial no sólo fue portado por los
colonizadores sino fue interiorizado y aceptado como "verdadero" por los grupos colonizados” (p.
3).
A pesar de encontrarse en una nueva época, terminologías para determinar a los individuos
de acuerdo a su condición étnica se siguieron utilizando, esto permitía a las altas alcurnias quiteñas
separarse del “populacho”, estigmatizando a quienes arribaban a las grandes ciudades. Solís (2009)
expone:
En los discursos cotidianos términos como ”gente decente” en oposición a “cholo”, “longo”, “chagra”,
“chulla” o “indio” continuaron siendo usados para identificar, diferenciar y clasificar a los diferentes
grupos, pero sobre todo para marcar las fronteras culturales, raciales y étnicas, que entre ellos se
habían levantado (p.23).
El lenguaje se transformó en un instrumento de legitimación, estos términos permitían hacer
diferenciaciones de diversa índole, de tal manera que puedan ser entendidas por la sociedad, en este
caso quiteña, algunos de ellos siguen siendo utilizados hasta nuestros días de manera despectiva o
menospreciante.
En cuanto al trato entre los diversos grupos sociales, se empezó a jerarquizar, posicionar y
distanciar, utilizando el “ustedeo”, el “voceo” y el “tuteo”.
A diferencia de la sociedad española, en Hispanoamérica se elimina el uso del “vosotros”
para referirse a los demás. Este fenómeno, tuvo repercusión en la mayoría de las sociedades
latinoamericanas con sus diferencias puntales.
44
Cuadro 2.
Español peninsular
Español americano y canario
Vosotros
Ustedes
Ustedes
“Por su parte, el sistema americano y canario puede subdividirse en otros tres sistemas
pronominales: español americano (y canario) “tuteante”, español americano voseante y español
americano voseante/tuteante” (Calderón, 2010, p. 229). Esta tendencia sería una herencia utilizada
en las sociedades para establecer la posición social que ocupaba un individuo. Carricaburo (1999) se
refiere a esta génesis:
Al principio hay que destacar que en el latín clásico no existía la diferencia entre el pronombre
familiar tú y el pronombre de respeto. Esta distinción aparece alrededor del siglo IV cuando se
comienza a usar el pronombre de la segunda persona de plural vos para dirigirse al emperador. (p. 4).
La evolución del lenguaje específicamente del latín clásico se emplearía para distinguir las
jerarquías en los antiguos territorios del imperio romano-español. En las sociedades coloniales
americanas sucederá lo mismo debido a su estructura jerárquica.Espinoza (2011) se refiere al tema:
En cuanto a las sociedades netamente quiteñas, los sectores altos utilizaron el usted, para resaltar su
diferencia con el pueblo acostumbrado al tuteo, y al voceo. Al interior de la élite social, la recurrencia
permanente al pronombre usted se usó entre esposos, padres e hijos y hermanos. Sin embargo estos
mismos utilizaban el tuteo refiriéndose a sujetos de estatus inferiores; a su vez éstos utilizaron el
ustedeo para referirse a sus superiores (Pág. 58.59).
De esta manera se empezó a usar el vos en diferentes contextos, la clase baja para dirigirse a
los aristócratas, o los aristócratas unos a otros. Así también la gente del pueblo se trataba unos a otros
de tu, y era tratada de la misma manera por los aristócratas.Kapovic (2007) se refiere a ello:
Este uso lo heredó el español del latín vulgar es así que en el Cantar del Mio Cid se usa vos como
fórmula respetuosa entre el rey los nobles, entre marido y mujer y entre nobles, por el contrario el tú,
se utilizaba para dirigirse a los inferiores, personas de menor categoría (p. 66).
Es decir el uso del lenguaje está dotado de una carga de poderes, acorde a al estrato que
pertenece el individuo que los emplea. Como se puede constatar claramente estas herencias vienen
dadas desde las primeras monarquías europeas, llegando de a poco a las sociedades americanas
siendo utilizadas hasta entrada la lógica político-económica de la época progresista. Acorde a esta
idea Ramírez 2012 cita a Bourdieu (2001) y expone:
El poder político establece por ley la necesidad y obligatoriedad de una lengua dominante que a su
vez excluye a las otras, la ley posibilitó el grado de mayor o menor uso de lenguajes populares,
impidiendo el acceso al estatus de lenguas, entonces el poder de reglamentar el uso lingüístico queda
reservado a la lengua dominante (p.7).
45
En el Quito del siglo XX, la utilización de un lenguaje apegado a lo hispano, sería un
mecanismo estratégico por las clases sociales altas de tal manera que permitiera separarse de sus
herencias indígenas. Así mismo el aprendizaje de sería limitado para las clases populares, quienes en
su acerbo utilizaban un lenguaje híbrido entre el kichwa y el español.
Había quienes por su condición étnica al llegar a las grandes ciudades, necesitaban redefinir
sus costumbres para lograr ser parte de las minorías haciendo una especie de camuflaje. Espinoza
(2001) se refiere al tema: “En este sentido la estrategia mimética constituyó una transgresión y pese
a perseguir la blanquitud, contribuyó a quebrantar el orden segregacionista” (p, 73).
Quienes tenían alto poder económico, pero a su vez carecían de algunos de los patrones
establecidos para pertenecer a las altas esferas sociales, optaron por adoptar varias de las costumbres,
vestimenta, valores culturales, de los quiteños de “clase”, con la finalidad de ser respetados, por su
status ligado a lo occidental.
La migración ocurrida a mediados del siglo XX, en las sociedades quiteñas, determinó el
etnocentrismo, desde la misma sociedad, con la finalidad de ejercer poder por sobre quienes era
“ajenos” a la ciudad. Villanueva cita a Solana (1999)…
El etnocentrismo definiría un racismo simbólico con estrategias sutiles de representación, defensa de
valores morales tradicionales y con cierto resentimiento hacia los favores obtenidos por los “otros”,
y esto a la vez que se mantienen las formas en muchos casos.
El etnocentrismo tomó a Europa con el centro del mundo y cuna de la alta cultura, este
proceso permitió tener una influencia directa en las periferias (América, África, Asia), en las cuales
quienes tenían un mayor acceso a las nacientes tendencias, empezarían a generar simbolismos
mediante la distinción, y mantener hermética su condición de aristocracia.
“En este contexto, los interioranos recién llegados a la ciudad, se veía sujetos a una disputa,
étnico-cultural con los quiteños de aquella, época, quienes a su vez se adoptaban características
propias adecuadas a la creciente pre-modernidad, dándose un intenso dinamismo social”. (Espinoza
2007; p.24).
Mientras los quiteños de la época se inspiraban en la vanguardia de la alta cultura proveniente
del viejo continente, los recién llegados trataban de imitar a los quiteños de alcurnia. Por ello se daría
un proceso de dinamismo social, sustentado en el afán de posicionarse socialmente principalmente
en los nacientes trabajos burócratas.
Estas afirmaciones podemos evidenciar en un pasaje de Icaza (1985) “En las calles”:
46
Después de vagar por muchas calles de la capital – la boca abierta […] Ambrosio Yánez y su hija
dieron con el barrio de la Tola, donde les habían informado podían encontrar un cuarto o una tienda
en arriendo […] .El viejo no pudo resistir más la sed que tenía desde el pueblo…y se prendió un
surtidor. El chorro le llenó la boca borboteando…hasta bañarle la cara, el cuello, el pecho y salpicar
a la gente que se encontraba cerca de él. El atorón tuvo un eco de risas burlonas y de protestas.
-Chagra mal amansado
-Chagra bruto
-Pensará que está en su shagta
-Son una plaga
-Son una peste
-Pero, después se joden
-¿Se joden?, mandan en el país. (p.46)
En la ciudad de Quito, la adopción de nuevas prácticas culturales y sociales se asoció con la
modernidad. En muchos casos, lo “moderno” sirvió como mecanismo de distinción de lo no
moderno: lo no urbanizado y lo indígena. Sin embargo, como evidencian Solís (2009) cita a Salman
y Kingman. “Se mezclaban lógicas “modernas y no modernas” y esto regía tanto para las relaciones
de Estado con la sociedad civil como para los tratos cotidianos” (p.22).
A pesar de querer separar aquellas prácticas de las sociedades coloniales mediante el discurso
de la modernidad, era muy común que se hibridaran herencias culturales pasadas con las nuevas
corrientes de vanguardia cultural occidental. Esto se pudo evidenciar en el aparecimiento en la
sociedad de ciertos estereotipos. Respecto al tema Espinoza cita a Salas (1996):
¨El pueblo denominó ¨Ayora¨ a la moneda de 100 centavos por ser medio prieto y feo,
mientras que a la de 50 centavos se la llamó ¨Laurita¨-el nombre de la esposa del presidente Ayoraporque era de plata, blanquita muy simpática¨ (p,30).
La estilización ligada a las nuevas tendencias modernas, estaba instaurada tanto en las clases
altas como en los sectores populares. Esto generaría en los sujetos quiteños, así como en los que
arribaron en la época, buscar cualquier mecanismo que los incluyera en la lógica dispuesta,
obteniendo mejores o iguales oportunidades de ascender socialmente. Por esto la primera mitad del
siglo XX será trascendental para entender muchas de las relaciones sociales que se practican hasta
nuestros días.
47
Conclusiones:
La crisis sufrida en todo el país en los años treinta, hizo que muchos provincianos, se
desplazaran hacia Quito y Guayaquil, ciudades que por aquel entonces se encontraban en un proceso
de adaptación a la nueva lógica modernizante impulsada por el afán de sus élites de acercarse a lo
europeo.
Debido al constante flujo de migrantes interioranos, las élites quiteñas se verían en la
necesidad de reutilizar términos estigmatizadores heredados de la época colonial, con el afán de
desprestigiar a los recién llegados privándoles de oportunidades laborales en la urbe. Términos
etnicistas como “longo”, “cholo” o “chagra´”, se instauraron en la mentalidad de la sociedad
capitalina.
Otro aspecto fundamental fue la exaltación de varios pensadores, artistas y literatos, quienes
ponderaban a la ciudad como destino anhelado, para esto se pregonaba a Quito como cuna de una
civilización en constante progreso. Esto generaría en los provincianos un afán de desplazamiento a
gran escala.
Una de las estrategias que surgió en la época fue el “mimetismo” social, ésta consistía en la
utilización de la moda vanguardista europea como mecanismo de distinción ante las demás capas
sociales. Varios individuos de posibilidades, pero que tenían herencias propias de hacendados,
optaron por adquirir costumbres netamente citadinas, tratando de ingresar en la élite social capitalina.
La construcción del ferrocarril marcaría una nueva época en todo el país, porque éste
permitió un mayor flujo de intercambio tanto cultural como comercial. Las distancias se acortaron
haciendo un mercado más competitivo, además permitió
a las masas ciudadanas un mayor
desplazamiento, con ello la actividad política crecería, fomentándose un activismo desde todos los
rincones del país.
48
2.3 Las clases sociales y la modernización:
La modernidad nace en Europa como un nuevo modelo de explicar la realidad. Donde se
pondera la razón por encima de las creencias dogmáticas. Uno de los procesos que fue clave para el
desarrollo de modernidad fue la secularización, proceso mediante el que se separa la iglesia del
Estado. Piñón (2007) sostiene: “El laicismo, o el Estado laico, tendrían en la secularización su
fundamento histórico-filosófico. En otras palabras, la separación Iglesia-Estado tendría en la
modernidad, su específica expresión” (p, 50).
Tras la separación de la iglesia con el Estado, surgen los Estados laicos, gobiernos
autónomos, enfocados en tener atención para el pueblo. El proceso de modernidad fue un pilar
importante para el desarrollo de las nuevas políticas de Estado, sin embargo en el contexto
latinoamericano la iglesia seguirá teniendo indirectamente una marcada influencia en las sociedades.
Es importante diferenciar entre modernidad y modernización, términos que a pesar de tener
una estrecha relación, cada uno posee particularidades propias haciendo que los conceptos se
fundamenten por ellos mismos. Marín y Morales (2010): “La modernización sería un proceso
histórico, mientras que la modernidad es una aspiración de valores que regulen tanto la vida social,
cultural e intelectual de una sociedad”. (p. 26).
Este concepto fue confundido en las sociedades latinoamericanas, las cuales al adoptar este
proceso que se vivía en el viejo continente, se focalizaron en industrializar sus sociedades olvidando
la importancia de adoptar valores culturales, sociales y políticos que se proponían en el modelo
europeo.
Este proceso adoptado por las sociedades latinoamericanas estuvo acompañado de los
intereses de poder de las élites dominantes. Tironi (2003) sostiene:
El discurso de la modernidad ha Estado en numerosas ocasiones restringido por las élites culturales,
políticas y económicas, que se han ocupado más de promover la modernización económica y material,
que de difundir, divulgar y promover el programa cultural de la modernidad, lo que explica su carencia
actual. (p. 44).
Las clases dominantes al ser protagonistas de esta nueva época, tan solo fueron adoptando
los nuevos patrones modernos a su estilo de vida, esto contribuiría a que se ahondara más la brecha
social. En Latinoamérica, se privilegió el aspecto económico, ligado a esto se mantuvieron las
costumbres de servidumbre, gamonalismo, entre otros mecanismos adoptados en las épocas
anteriores.
49
Una de las etapas trascendentales de la modernidad latinoamericana, es la consolidación de
las exportaciones, en el caso ecuatoriano sería gracias al capital obtenido por el ´´boom´ ´del cacao
que se producirán cambios importantes en los modelos urbanos. Las nuevas tecnologías por aquel
entonces serían necesarias para hacer frente a la demanda del mercado internacional, en una época
en que el país exportaba gran cantidad de productos locales.
Así, Quito ingresa a un cambio de época para la última década del siglo XIX. En los años
noventa de este siglo, la urbe registra la instalación de las primeras lámparas del alumbrado eléctrico,
en 1897 se inicia la construcción del ferrocarril y en 1890 se instala el primer sistema telefónico y
arriban nuevos ingenieros europeos. Asimismo, Un cambio político importante sacude a la ciudad y
al país en 1895: la revolución liberal.
La nueva infraestructura no solo cambiaría el aspecto de las grandes ciudades, este proceso
permitirá una mejor calidad de vida, además que desarrollará un espíritu cosmopolita hacia las urbes.
La revolución liberal aportaría una nueva mentalidad en la política ecuatoriana, se instaura el Estado
laico, fundamentado en la libertad de culto y pensamiento. En referencia al tema Guevara (2013)
enuncia: “El Estado liberal ecuatoriano de inicios del siglo XX, se tiene que el programa liberal se
resume en tres áreas, a saber: la obra pública, la administración de la cosa pública y la implantación
del laicismo” (p. 28).
Esta nueva etapa de transformación de las ciudades en la etapa liberal, consolidará el papel
del Estado como ente transformador en vías de alcanzar el desarrollo.
La política liberal añoraba integrar a todos los rincones del país, una de sus principales
estrategia fueron el financiamiento de obras públicas de primer orden, destinadas principalmente a
sectores desatendidos por gobiernos anteriores.
En cuanto al contexto nacional para el primer tercio del siglo XX, existe un clima tenso
debido a frágiles mandatos. Ayora es derrocado por la presión
de los agros exportadores,
comerciantes y artesanos, quienes pedían políticas que respaldaran sus intereses económicos. Esto
desencadenaría en uno de los episodios más sangrientos de la historia nacional, la denominada
“Guerra de los cuatro días”, tras la ascensión al poder de Neftalí Bonifaz.
En segundo término, dicho triunfo electoral y posterior respaldo popular, que llevó inclusive
a un trágico enfrentamiento bélico, ha sido explicado “básicamente en términos de manipulación
política a través de la cual los sectores terrateniente serranos manejaron a los sectores subalternos,
50
en general, y a los artesanos, en particular, por carecer de una verdadera conciencia de clase”. (Bustos
1998; p.197).
La descalificación de la presidencia de Bonifaz, generaría en los sectores sociales un afán de
participación activa en la política, esto se veía reflejado en la creación de la Compactación Obrera
Nacional, (CON) y la Unión Obrera Republicana (UOR), compuesta en su mayoría por comerciantes
y artesanos. Sin embargo, el accionar de sus dirigentes, hizo que estas entidades se fraccionaran,
denunciando el desmesurado interés en repartirse el poder.
Estas acciones generarían nuevos roces entre las élites terratenientes de la sierra, la burguesía
y la clase obrera. Las fuerzas políticas de los distintos bandos se reorganizaban. Quintero, (1997)
sostiene: “Este panorama provocó la búsqueda de una reordenamiento global en el juego de
contradicciones de clase, tanto a lo interno de la burguesía en su conjunto como en su relación
orgánica entre componentes de la burguesía, la clase terrateniente y el conjunto de clases subalternas”
(p, 168).
Debido a la baja exportación por efectos de la “gran depresión”, la oligarquía costeña
perdería poder, mientras por el lado de los conservadores serranos al tener una economía basada en
las haciendas, recuperarían poder llenando algunos espacios dejados por los agro-exportadores del
litoral. Mientras las clases populares fluctuaban entre ambos bandos, reclamando sus derechos
laborales, apoyados por varias de las nacientes organizaciones de izquierda.
Si bien desde inicios del siglo XX empieza una corriente migratoria de las provincias vecinas
hacia la capital, esta situación se incrementaría a partir de los años treinta, fruto de la crisis causada
por la gran depresión.
En efecto, los migrantes interioranos que llegaron en contingentes cada vez más numerosos
a la ciudad de Quito en la primera mitad del siglo XX, dieron origen a la formación de una nueva
cultura, distinta de la cultura campesina, de la cultura urbana de cuño aristocrático e hispanista o de
la cultura burguesa propiamente dicha.
Por este motivo la naciente burguesía quiteña iniciará un nuevo modelo de distinción
cultural, alejándose de las cuestiones rurales-provincianas. Esto se vería reflejado en un
reordenamiento social de los espacios de residencia, alejándose de la ciudad colonial donde habitaban
juntamente con los demás sectores sociales. En referencia al tema Espinoza (2003), sostiene:
51
Y fue el barrio residencial de la Mariscal, el escenario escogido para tal experimentación de derroche.
Allí se construyeron viviendas que concentraron infinidad de estilos, desde el neogótico (castillos)
combinado con construcciones chalet germano-suizo hasta construcciones moruno-persas, pasando
por el arte decorativo que incluía una decoración ecléctica, lineal y volúmenes ortogonales. (p. 12).
La arquitectura fue uno de los simbolismos que adoptó este grupo social, hoy en día aún
quedan varias de estas construcciones de principios del siglo XX, La Circasiana de Don J. Jijón Y
Caamaño, es un claro ejemplo de una época en la que la importancia de exhibir elementos como
reflejo de estatus era lo más importante. Se trataba de un movimiento hacia la modernización de los
patrones arquitectónicos relacionado principalmente con el ornato, que inmiscuía a los grupos de
mayores recursos, pero no dejaba de influir en otros sectores.
Las banderas del “saber vivir”, fue factor preponderante para que las élites quiteñas
decidieran adoptar este proyecto de urbanidad al estilo europeo. Pero no solo se construyeron
viviendas, se realizaron aceras, piletas, parques como nuevos espacios de convivencia social, esto a
su vez generaría roces étnicos debido a las políticas de exclusividad .En cuestiones del espacio urbano
en Quito, Córdoba (2005) expone:
De esta manera, la constitución de nuevos espacios públicos en la ciudad a finales del XIX y
comienzos del siglo XX, irónicamente fueron concebidos como espacios restringidos a cierto tipo de
segmentos étnicos y sociales, es decir, como mecanismos tangibles de lo que se ha llamado exclusión
y segregación urbana. (p, 186)
La construcción de urbanidad en Quito, separó en cuanto a convivencia a las élites de los
distintos sectores sociales. Esta diferenciación social en nuevos espacios culturales, como los
cinematógrafos, sería cada vez más común. En este sentido, Granda (2006) enuncia: “En las salas
de cine se discrimina a los públicos en determinadas funciones que apuntan a ampliar un mercado
para el cine: vermuts aristocráticas, jueves elegantes, sábados blancos, sábados rosados, tanda té,
etc., convocando especialmente a mujeres y niños” (p, 42).
La cultura naciente proponía el cine como un elemento característico de la modernidad, este
espacio a su vez generaba nuevos estereotipos de belleza en las sociedades capitalinas. Goetschel,
(2004) se refiere al respecto: “Por un lado, la figura de una mujer “delicada, fina, esbelta, indiferente,
parisina, escapada de los lienzos de Fragonard o de los dibujos de Willete”. (p. 21)
En Quito la burguesía adoptaba ciertos patrones de vanguardismo francés, con la finalidad
de distinguir su posición social ante las demás capas sociales, varios medios masivos influenciarían
(cine, la prensa y la radio) en quienes tenían facilidad de acceso.
A inicios del siglo XX, las altas alcurnias quiteñas no solo enmarcaban su distinción con las
demás clases en la vestimenta o en la arquitectura, estas decidieron adoptar nuevas costumbres,
siguiendo el ejemplo de las élites francesas como expone Poma (2011): “La vida social de la época
52
requería la continua asistencia a compromisos como el teatro, la ópera y las carreras de caballos.
Asimismo se desarrolló el traje deportivo propio de la clase acomodada”. (p. 34).
La influencia de la cultura costumbrista francesa de acudir a eventos sociales se enmarcaría
en el Quito a mediados del siglo XX, las élites buscarían configurar un hermetismo de exclusividad,
en el fenómeno denominado “espíritu francés”, portadores de esta corriente serían algunos poetas,
así como escritores modernistas, Salgado y Corbalán, ( 2002) mencionan: “El modernismo literario
llegó al Ecuador a principios del siglo XX, de la mano del grupo literario “Generación decapitada”,
seguido es del Modernismo de Rubén Darío y de la Poesía Simbolista de Charles Baudelaire”(p.141).
El intercambio cultural se veía plasmado en un arte como en la literatura, la escultura, pintura
se empezó a influenciar de las nuevas corrientes europeas. Muchos hijos de familias acomodadas
luego de estudiar, regresaban a la ciudad con un bagaje cultural especialmente francés. Esta situación
haría que las familias aprendieran de las costumbres afrancesadas de la época. A esto se sumó la
llegada de nuevos productos culinarios europeos gracias al ferrocarril.
“La «gente decente», por su parte, desde el arribo del tren fue incorporando en su alimentación nuevos
ingredientes y alimentos que llegaban desde Europa, sobre todo enlatados de origen español e italiano
(conservas de salmón y atún) así como vino francés y demás golosinas europeas”.(Espinoza, 2003 p.
67).
La oferta de estos nuevos productos, indudablemente generará un sentido de apropiación del
mundo moderno, pero la segregación no se daba por la falta de acceso de los sectores populares, más
bien, se manifestaba por el alto poder adquisitivo de la burguesía quiteña en estos locales.
Esta situación generaría un cambio de mentalidad en las gentes quiteñas, para inicios de las
primeras décadas del siglo XX, se inauguraron varios restaurantes donde se ofrecía platillos
modernos de alta calidad. Algo también novedoso en la ciudad eran los bares, cafés, restaurantes y
salones .Carranco, (2004) sostiene: “Los más famosos en aquellas décadas eran: el restaurante
francés Normandy en La Plaza del Teatro”. (p.41).
La ciudad fue adoptando nuevas tendencias de atención como de servicio, contrastando con
las fondas para los sectores populares que aún persistían en diferentes puntos de la ciudad.
Denotando una cultura diversa influenciada por legados coloniales, así como por las nuevas
costumbres adoptadas por las élites, añorando marcar una distinción entre la ciudad vieja, y la nueva
ciudad cosmopolita de vanguardia.
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Conclusiones:
La modernidad en Latinoamérica, sería manejada por las élites de cada región, en el
continente la corriente modernizadora privilegió el aspecto económico, dejando de lado aspectos
como el cultural-social que al contrario en el viejo continente no se descuidaron. En el caso concreto
del Ecuador, si bien se adoptaron nuevos estilos de vida, varias de las relaciones coloniales de
jerarquía en la sociedad se seguían reproduciendo.
En los años treinta la gran depresión afectó de manera directa a la economía ecuatoriana,
esto a su vez generaría inestabilidad política, varios enfrentamientos entre los gobiernos de turno y
los sindicatos obreros. Debido a esto la oligarquía costeña perdería poder, mientras que por el lado
de los terratenientes serranos, recuperarían poder equiparando esta pugna por el control de los
aparatos productivos del Estado.
Para los primeros años del siglo XX, en la ciudad de Quito las autoridades emprenderán
políticas de ornato, con la finalidad de mejorar la calidad de vida, reduciendo las epidemias, o
enfermedades relacionadas con la insalubridad. Se inicia en Quito, una época marcada por los
constantes cambios, la ciudad se aleja de su condición rural y empieza una trasformación a lo urbanomoderno.
La burguesía capitalina adoptaría nuevas costumbres basadas en la vanguardia europea,
principalmente de la denominada “esprit francés”. Este fenómeno se desarrollaría por los constantes
viajes que realizaban al país europeo.
Para las primeras décadas del siglo XX, será muy común encontrar restaurantes que servían
platillos influenciados por la gastronomía francesa, con ello las élites marcarían un distanciamiento
con la cultura popular.
La nueva tendencia arquitectónica en la ciudad se vería influenciada por la vanguardia
europea. Las élites quiteñas se desplazarían del centro histórico hacia el barrio de La Mariscal. Esta
tendencia marcaría una separación con los sectores populares, sin embargo, la misma convivencia
social, hará que varias de las costumbres se hibriden obteniendo una mayor y más compleja
diversidad cultural.
En este contexto la sociedad quiteña será testigo del nacimiento de un personaje particular
como el “Chulla Quiteño”, un ser influenciado por la vorágine modernizante citadina de aquel
tiempo. El “chulla” pertenecía en su gran mayoría a las capas medias de la sociedad, una de sus
54
principales características era que aparentaba distinción, clase y elegancia. Este singular personaje a
pesar de no poseer los recursos económicos necesarios para pertenecer a las clases altas, muchas
veces gracias a su ingenio, lograba convencer su falso origen aristocrático.
Una gran paradoja que sufriría el chulla, sería que a pesar de aparentar en sociedad su
distanciamiento de las capas populares, cuando se metía en aprietos terminaría escudándose en ellas,
debido al conocimiento que tenía gracias a la parte de su origen indígena. Además a esto se sumarían
varias costumbres andinas que practicaba en su diario vivir, un ejemplo de ello es el consumo de
ciertos platillos de origen indígena (principalmente el mondongo), para curar la excesiva ingesta de
alcohol que muchas veces recurría en las fiestas a las que acudía.
Estas contradicciones harían del chulla un personaje único, carismático, e irreverente. El
“Chulla Quiteño”, configurado como la nostalgia de un eslabón perdido entre un Quito que
abandonaba su condición secundaria de ciudad pequeña, para convertirse en una de las urbes
latinoamericanas más importantes, este hecho marcará una sentencia para este ser, dejándolo
huérfano de su entorno, legitimando así el mito en boca de las generaciones futuras.
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CAPÍTULO III
EL SURGIMIENTO DEL “CHULLA QUITEÑO”
3.1 El “Chulla Quiteño”:
Etimológicamente la palabra chulla viene del “kichwa”, significa impar, uno solo o uno de
dos. Equivale a currutaco o chulla sin leva. En términos culturales chulla leva, denota a pobreza, a
tener una sola levita o una sola chaqueta para ponerse. A su vez este modo de vida definiría y
posicionaría socialmente a un específico grupo de ciudadanos de la ciudad como expone Cadena
(2012): “El significado sociológico de este vocablo se halla relacionado con el origen étnico- racial
significando una marca de procedencia y posición social, además sirvió para identificar
coloquialmente al habitante de Quito” (p. 15).
Varios pensadores lo ubican como un personaje netamente identificado en la cultura quiteña,
caracterizado por atribuirse un sentido de nobleza, a pesar de la condición de su origen popular, el
chulla era también considerado un ser vividor, fanfarrón, con un alto espíritu de grandeza, pero por
sobre todo poseía una chispa o sal que le dotó de un elevadísimo sentido del humor.
La Palabra “chulla”, era ya utilizada desde el siglo XIX en la sociedad quiteña, y significa
no tener nada y dársela de que tenía mucho. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua,
es un ecuatorianismo que significa sin valor.
En este contexto, cuando la palabra se personifica en el chulla como personaje, tendremos a
un individuo incompleto, falto de valores acordes a la gente que practicaba las buenas costumbres,
un ser híbrido en torno a sus herencias culturales (española-indígena). Así cita a Almeida (2004)
quien define al chulla:
El chulla era un pícaro social, fruto de una sociedad ambigua, todavía en proceso de formación, cuando
la resaca española chocaba con nuestro origen indio y creaban en medio de esa pugna racial, una
sociología indecisa, un sentimiento vergonzante y un sistema de defensa individual apoyado en el
ingenio agudo. El chiste oportuno y el cuento tan gracioso como convincente. (p. 148-149).
Es decir, que la figura del chulla se convertiría en un símbolo de resistencia ante una sociedad
arraigada en la discriminación hacia las cargas sociales indígenas, pero que a su vez reflejaba un afán
de reconocimiento, distinción y clase, basado en la picardía, suspicacia y en las apariencias
construidas por sí mismo.
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Fue un gran conversador, alma de fiestas a las que por cierto muchas veces no estaba como
invitado, bohemio como él solo, era vivaracho en su accionar, a veces era tildado como un frustrado
intelectual, infiel, aventurero especialmente con las mujeres de clase alta, a quienes seducía con sus
historias fantásticas.
El chulla negaba su identidad indígena debido a la valoración que se daba en la sociedad
quiteña en esos días, por este motivo, trataba de apegarse a la cultura moderna occidental como lo
hacía la aristocracia, sin embargo por su ascendencia popular ligada a lo indígena, tenía la habilidad
de mezclarse entre los demás estratos cuando era necesario, principalmente cuando era acusado de
sus fraudes. Este fenómeno de reproducción subjetiva hacia otras culturas era una común en la
realidad quiteña. Kingman y Muratorio (2014) se refieren:
La presencia indígena y chola en las urbes pone en cuestión la idea de la ciudad como “huella de
Europa en América”. Si bien es cierto, toda ciudad supone un imaginario europeo, en ellas se
levantaban otros barrios o, mejor aún, otras formas de vivir e imaginar, e incluso de asumir otras
culturas, expresión del carácter complejo de nuestras repúblicas. (p.126).
Es decir, que a pesar de ser en una sociedad que empezaba a dar sus primero
peldaños para asemejarse a lo europeo, en Quito las relaciones sociales así como los roles asignados
a cada grupo social acorde a su descendencia, generaban focos subjetivos de apropiación cultural
(europea), en base a asumir el nuevo paradigma basado en lo moderno. En el caso puntual del
“chulla”, este asumía ciertos valores culturales importantes, principalmente en relación al cuidado su
aspecto, el cual se aproximaba a la vanguardia europea de su época, esto le aportaba una distinción
ante la mirada de los demás.
Se dice que los “chullas quiteños” no eran todos iguales, es así como el escritor Fernando
Jurado en su obra ¨el “Chulla Quiteño” clasifica a estos individuos acorde a su personalidad, a
continuación se enuncian:
-El chulla de oficio, un ser muy sensible que vivía su vida como una tragedia, pero jamás
dejaba de lado la altura y dignidad.
-El chulla como tal, un hombre de 14 oficios y 80 necesidades, por ello la característica de
ser intelectual, como los escritores y los poetas.
.-El chulla músico, no era solo un bohemio y apuesto, sino que también cantaba como los
dioses.
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-El chulla artista, era quien ataba su vivencia bohemia de chulla con el arte plástico y
pictórico, y como uno de los chullas más destacados eran los que se involucraban en las artes
escénicas, que sobresalía por su don histórico y su enorme capacidad de imitación como lo fue Don
Ernesto Albán Mosquera.
Carlos Andrade quien hace una recopilación del “chulla”, lo describe como un ser tan
decorativo y necesario en las esquinas del suburbio como lo es el chapa en el poste de alumbrado
eléctrico, y el granuja de barrio. Freire (1998) expresa al respecto:
El perro vagabundo lo mismo alza la pata ante el chapa o ante el poste o ante el chulla que son casi
hieráticos en el paisaje urbano. Era un guía de la ciudad especialmente con los “chagras” o monos y
al que cae en sus manos lo lleva antes que nada al “murcilagario” (cantina), a que ponga fuerzas
tomando del bueno, después lo lleva por toda la ciudad dándole cátedras de historia. (p. 278).
El chulla era un antihéroe porque pese a que no era respetado por la clase alta, era un
reivindicador de los sectores sociales bajos, aunque algunas veces éste trataba de escalar socialmente
no deseaba el valor material sino más bien un prestigio, utilizaba principalmente el engaño, un
engaño argumentativo enmarcado en la facilidad de palabra, su vestimenta era como una especie de
máscara la cual le permita invadir espacios impensados por las esferas populares.
Esto podemos constatar en un extracto de la novela “El chulla Romero y Flores” de Jorge
Icaza (2003):
¡Una farra! Comidas guambritas, se dijo el chulla olfateando lo alto (…)-Al llegar al lumbral del cuarto
donde hervía la fiesta, respiró profundamente, se ajustó el nudo de la corbata, se quitó el sombrero, se
alisó los cabellos sobre la una oreja, sobre la otra, alzó los hombros forrando la espalda en la chaqueta
y con autoritarismo de actor cómico, al salir a escena, dejó a flote una máscara de habilidades y
sonrisas. (p. 45).
Haciendo un análisis del texto anterior, tenemos un personaje que utiliza su ingenio, para
conseguir aquello que desea en aquel instante, así como también Icaza lo describe como un actor
antes de salir a escena, además enuncia un elemento importante la máscara, pero no un máscara como
objeto palpable, sino más bien una máscara en el sentido ritual es decir una manera de accionar,
persuadir e inventar lo fantástico, con el afán de generar reconocimiento, admiración. A esto se
refiere Cánepa (2002):
Hay sociedades en las cuales la o las identidades de un individuo están personificadas en los objetos
que éste posee. La relación entre sujeto y objeto se define, reafirma y transforma ritualmente. Es así
que en el ritual, la máscara como objeto se convierte en depositaria de la identidad de un individuo o
de un grupo (p.33).
Es decir, la máscara (vestimenta) del chulla posee dos aristas: La primera adopta
connotaciones de la alta cultura, el roce étnico-social, su descendencia occidental-española, como
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principales elementos para la aceptación. La segunda no niega su verdadera descendencia, más bien
la utiliza cuando cree necesario, para obtener un beneficio inmediato, o simplemente le sirve como
mapa de los terrenos en los que se va a relacionar.
Además, “la máscara tiene el carácter de la máscara de ser protectora contra lo desconocido
de un mundo exterior y hostil, es el personaje que se representa en un “juego”, pierde su identidad
además que va convirtiéndose en un símbolo de cara falsa”. (Paz, 1984, p.45).
El “chulla” fue uno de los personajes a la vanguardia en adoptar el discurso de la decencia,
civilización y el progreso. Todo este fenómeno tuvo su génesis en la llegada de los inmigrantes
interioranos, en el afán de enfrentar las ansias y anhelos de los recién llegados, en aspectos como la
movilidad social, oportunidades laborales, entre otros aspectos que de no ser considerados eran una
amenaza para quedar relegados en esta nueva lógica del sistema.
En esta pugna con los recién llegados surgió el término “chulla” quienes tarde o temprano
vieron apropiado adoptar este término peyorativo impuesto por las altas clases quiteñas,
enmarcándolo con un sentido de pertenencia a la ciudad, rechazando a lo forastero.
A medida que avanzaba la época, el papel del “chulla” crecía, es así que pronto este,
empezó a imbuirse en la política social de la época debido a que a su vez se encontraban en la
cotidianidad de la vida pública, esto hizo del “Chulla Quiteño” un contestatario así podemos ver en
la cita de uno de los representantes más importantes de la aristocracia quiteña de la época Modesto
Espinoza (1998), dirigiéndose a este grupo social con sarcasmo:
Forman la clase medios los chullalevas más repugnantes y odiosos de baja ralea, sus compinches
tinterillos, algunos amanuenses de abogados liberales, tagarotes, cobradores de crédito por un tanto
por cierto... Chullalevas en el sentido estricto de la voz, tienen una sola levita perdurable: Limpio, por
regular, el cuello de la camisa que no se ve… Se tropieza con ellos en el despacho de la Policía, en
los de los jueces parroquiales, en las oficinas de los escribanos, en el zaguán y los bajos del Palacio
de la Justicia…Estos son los principales adalides de la política activa: en días de elecciones ellos
disputan a la gente honorable el acceso a las urnas electorales, y son los acarreadores soberanos para
el triunfo de los principios encarnados en la pléyade radical…Estos son los que a la primera noche
van por las calles y portales repartiendo líbelos infamatorios y papelejos sediciosos …estos son los
que más tarde ensucian las paredes con letreros infames, fijan inmundos pasquines en las esquinas y
recorren la ciudad despedazando faroles y vidrieras y gritando a las voces con voz aguardentosa: viva
Alfaro ( Espinoza, s.a. Artículos de costumbres, clásicos Ariel Nº52, Guayaquil, pp. 153-157.).
En este panorama, el chulla fue transformando su accionar social, en reaccionario hacia las
críticas políticas desde los medios masivos, de esta forma el discriminado se transformó en
discriminador, uniéndose a la autodenominada “gente decente” , buscando su aceptación en una
ciudad que crecía con la imperante llegada de la modernidad. Sin embargo, analizando la psicología
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social del personaje, se evidencia una deserción social, una inconsistencia política, conformada por
la alienación.
Desde el pensamiento marxista, la alienación se fundamenta en la relación de los individuos
con el sistema en este caso la entrada del capitalismo en las sociedades andinas, Marx, menciona en
sus escritos que el problema de la alienación se caracteriza por las contradicciones de un determinado
nivel de desarrollo de la sociedad, además relaciona este fenómeno con la propiedad privada con la
división antagónica del trabajo. Entendiendo esto, para la teoría crítica puntualmente el marxismo,
sostiene que la alienación ocupa toda la actividad humana, pues cada tipo de dicha actividad se
convierte en monopolio de un grupo aislado de personas, cuyo extraño hacer es extraño a todos los
miembros de la sociedad. (Manuscritos económicos-filosóficos 1844).
Debe comprenderse aquí que la ―cultura de masa no es otra cosa que la exposición de
productos banales, superficiales, con una nula calidad estética, cuyo objetivo es embrutecer al
pueblo. La industria mediática quiere presentar a esos productos como parte de lo más elevado de la
cultura humana o, en su defecto, como entretenimiento sano para el público.
En un extracto de la obra el Chulla Romero y Flores, Icaza (2006) expresa que:
Pasadas las diez de la noche, el chulla Romero y Flores, llegó en un automóvil de alquiler a la casa de
Rosario Santacruz,-unas cuadras más arriba de la esquina de la Cruz Verde- Inquieto por la sospecha
de que la indumentaria de su pareja no pudiera estar a la altura de las circunstancias, descendió del
vehículo doblando cuidadosamente su alargada e incómoda figura de lord inglés…De la penumbra
del zaguán, surgió ella. Vestido blanco de raso, flores de terciopelo rojo en el pecho, voluptuosidad
de tules sobre la pollera, diadema de brillantes sobre los risos del copete, guantes largos, bolso de
lentejuelas…La luz deslumbrante de las lámparas y de los festones de bombillos eléctricos, el bisbeo
curioso de las damas- reinas de baraja, princesas de opereta, estrellas de cine sin contrato…( p.119).
En la descripción de Icaza, se pueden recoger varios elementos importantes en lo que
respecta a la imagen del “chulla” quiteño. Por un lado está la utilización de un automóvil alquilado,
en este sentido el auto le daba un plus extra sobre varios de los pretendientes que su pareja pudiese
tener o al menos estaría a la altura.
En segunda instancia cabe destacar la figura de Lord inglés, resaltando una incomodidad
necesaria para transmitir distinción y cache típico en los chullas. Finalmente esta la descripción del
ambiente, destacando la luz, brillo (bombillos eléctricos), como elemento primordial, denotando la
llegada a de la modernidad a la ciudad.
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Acorde a esto, el filósofo marxista Gramczi (2004) desarrolla el concepto de:
hegemonía cultural, refiriéndose a explicar cómo la sociedad aparentemente libre y culturalmente
diversa es en realidad dominada por sus clases sociales; las percepciones, explicaciones, valores y
creencias de ese sector llegan a ser vistos como la norma, transformándose en los estándares de validez
universal o de referencia en tal sociedad, como lo que beneficia a todos cuando en realidad solo
beneficia preferentemente a un sector dado. (s/Nº. p)
Reafirmando el concepto de hegemonía cultural, Nivón (2013), sostiene:
En efecto, si ha habido un lema compartido por todas las vanguardias políticas latinoamericanas, sean
de izquierda o de derecha, es su lucha por modernizar la región, ambición que dominó en gran parte
dela intelectualidad latinoamericana hasta el último tercio del siglo XX y que fue pensada como
proceso de ruptura con el pasado por considerarlo lastrado por una sociedad pobre o indígena acechada
por las tradiciones los mitos. (p.25).
Es por este motivo que algunos sectores intelectuales, vieron la necesidad de construir
instituciones para poder desarrollar la política cultural, de manera que se evidencie un camino para
alcanzar la modernidad occidental; museos, escuelas, orquestas, artes modernas, bibliotecas.
El mimetismo social, fue otro de los elementos significativos en la ciudad de Quito a
mediados del siglo XX. Este mecanismo fue adoptado no por las élites netamente quiteñas sino por
nuevos ricos de origen provinciano, además de sujetos pertenecientes a los sectores populares de
mayor raigambre, para ello adoptaron simbologías pertenecientes a la burguesía de abolengo, con el
propósito de disimular su real condición y procedencia social, étnica y cultural, creando confusión
entre copias y originales. Esta estrategia constituyó una transgresión, pese a perseguir la
“blanquitud”, contribuyó a quebrantar el orden segregacionista. (Espinoza, 2006, p .73).
En este contexto surge el “gamonalismo cholo” categoría que corresponde a los nuevos ricos
“sin apellido”, por su procedencia rural y origen campesino, o lo que es lo mismo por su condición
“chagra”. “Estos individuos se caracterizan por un estatus económico superior a partir del
aprovechamiento de ciertas ventajas comerciales y la explotación abusiva de la mano de obra de la
que dispusieron” (Ibid, p. 74).
Era común ver como los terratenientes principalmente de las provincias serranas trasladarse
a la capital, movidos por la ambición de la llegada de la modernidad, a su vez, esto generaba en el
chulla una oportunidad de ascender socialmente a través de la conquista-seducción una de las
especialidades de este personaje. Con respecto a este ámbito del “chulla”, García (2004) sostiene:
Ahora se ha enamorado de la hija de un rico. De un nuevo rico – Facundo Espinaca-, que ha vendido
una hacienda y algunas tierras más para comprar casa en Quito y echar prosa a los ricos. El nuevo rico
de siempre que quiere sobresalir gracias al caudal inagotable de sus dineros. De aquellos dineros que
llegaron a sus manos a impulso de sudor de indios que regó sus campos de terrateniente bravucón y
corajudo.
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Lucho de Suasnavas y Z, olfateando un porvenir seguro, quiere casarse con la hija del terrateniente.
Quiere entrar en sociedad y en plata. Y la ha enamorado tanto, tanto la ha seguido y aprisionado, hasta
que ha sido correspondido en sus demandas de amor. (Pp.270-271).
Este afán de desplazarse a las ciudades sería una constante en la mentalidad de las personas
que tenían posibilidades económicas, en su afán de enrolarse con la gente de origen urbano, muchos
optaron por vender sus haciendas en provincia, para llegar a las grandes ciudades seducidos por la
modernidad. De esta forma, aprovechando el desconocimiento de las costumbres quiteñas, fueron
los “chullas” quienes a través del engaño enamoraban a las hijas de estos recién llegados, motivados
muchas veces por la ambición del dinero.
Así también tenemos un pasaje de la novela “En las calles” de J. Icaza (1998) quien en una
de sus páginas describe a Luis Antonio Urrestas, el chagra encopetado de la novela:
Del mismo modo que encubría su realidad física con cigarros habanos, con tabaco americano, con
perfumes con joyas, con paños extranjeros, a don Luis Antonio Urrestas le gustaba disfrutar lo rancio
y retrogrado de su espíritu latifundista-olor avargueño, a baúl de cuero, a plata enterrada. (…).
Soñando y hablando de fábricas, de máquinas, puentes, carreteras. (…) Esto le obligó muchas veces
a realizar cosas paradójicas: metió tractores en su hacienda de cerros y quebradas. Abrió una oficina
con aspecto de pequeño banco-donde las operaciones más audaces se reducían a firmar pagarés y
letras de cambio con intereses adelantados y usuarios-se dio fama de experto en automóviles
ferrocarriles, aviones, en barcos, en gringos-chapurreaba inglés de tercer orden-, hizo circular de
cuando en cuando –la prensa, folletos-planes económicos de su invención para salvar al país-cínica
copia de alguna revista norteamericano o europea. (p .32).
Como se puede constatar a la llegada de la modernidad a la capital, cada grupo social sufrió
una transmutación cultural. Como menciona Espinoza Apolo, se empezó a utilizar la palabra
“chagra” en casos puntuales como los de Urrestas, esta palabra muy pronunciada a principios del
siglo XIX principalmente en el centro norte de la sierra, tuvo su resurgir en el contexto quiteño en la
primera mitad del siglo XX, acuñado en los inmigrantes no indígenas provenientes del campo, o
poblaciones aledañas a Quito.
Luna (1992), describe la condición social en desventaja a la cual se enfrentaban los recién
llegados a la capital:
El ‘chagra’, y en particular el pobre, migrante blanco-mestizo-campesino-pueblerino imprime sus
notas particulares a la ideología de ‘los de abajo’. Producto de la tensa relación campo-ciudad y de su
conflictiva inserción en la urbe, combate en todos los ámbitos de la vida contra las antiguas y
tradicionales costumbres de una vieja ciudad cerrada para sí y empieza, con el tiempo, a identificar
aquellos limitantes con las clases dirigentes y sus instituciones. (p. 180.).
Es así que se empezó a utilizar este término, (viene de “chacra”, que significa, cementera de
maíz), para describir en general a los serranos recién llegados de provincia, quienes no se adaptaban
plenamente al medio urbano. Sin embargo este término empezaría a ser usado al margen de la
condición socio- económica de los aludidos.
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Se llamaba “chagras”, tanto a los campesinos pobres como a los latifundistas y grandes
propietarios, se aplicaba indistintamente a los cholos o blancos del campo a diferencia de los términos
“longo” o “cholo”, los cuales tenían otro tipo de connotación. Este fenómeno de estigmatización es
mencionado por el Cnel. Jorge Araujo, y expresado por Solís (2009): “Longo no es sino el indio
joven, a todo el que tenía la piel un poco oscuras o tenía características físicas de indio, de más
nacional que de mezclado, ese era el longo” (p. 54.).
Es decir el término que tiene un origen en el kichwa para referirse a los jóvenes de orígenes
autóctonos, se instauraría en la sociedad quiteña para estigmatizar a quienes tenía un color de piel
más oscura, por ende este se constituirá en un mecanismo de discriminación presente en el imaginario
hasta nuestros días.
Respecto al término “cholo” que fue utilizado por los primeros conquistadores para nombrar
a los mestizos, adoptará una carga peyorativa similar al anterior. A esto se refiere Adoum (2000):
“Las palabras: indio, longo, runa, rocoto, auca, zambo y cholo, son utilizadas como insultos dentro
de nuestra sociedad. Hacemos lo que sea para alejarnos de lo que nos pueda relacionar con “longos”
o “cholos” (p.47).
En este contexto varias palabras adoptaron una nueva carga de significación ideológica, entre
ellas “chagra”, que antes estaba ligado a los mestizos que venían del campo y se ocupaban de labores
ganaderas, luego el uso del término sería generalizado para los migrantes que venían de provincias
hacia la capital, sin importar su rol o condición económica, siendo “chagra” el antípoda de “chulla”.
Sin embargo, hoy en día el término es poco utilizado.
Según Mateus en su diccionario de ecuatorianismos, sostiene que la voz “chulla” cómo
término se aplica a jóvenes de uno y otro sexo, que no pertenecen ni a la clase rica ni pobre, pero que
por su vestido y aspiraciones, cuidado de la persona, educación o trato frecuente con ricos o nobles,
pueden pasar por uno de ellos. Espinoza (2006), al respecto expone:
Jurado Noboa en su obra ¨Las quiteñas, destaca el término “chullitas”. Esta palabra muy popular en
la década de los 40 sirvió para aludir a ciertas mujeres populares de condición no indígena, hijas de
amanuenses, zapateros, sastres, peluqueros, sombrereros y herreros, que vestían de manta fina de seda
bien ceñida y falda negra oscura. (pp.52-53.).
Es decir, que si bien existió un personaje similar al “chulla” en este caso su antípoda
femenino “la chullita”. En el caso de la “chullita”, su condición y al desenvolverse en una sociedad
de relaciones machistas, no le permitiría alcanzar la magnitud del “chulla” masculino, por ello su
diminutivo denota menor grado de alcance.
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Entre las mujeres quiteñas del sector medio, se utilizaba el término “decente” para enunciar
a las personas del círculo social en el que se desenvuelven, así como también al espacio físico de uso
cotidiano, las mujeres de clase media se consideraban a sí mismas como “decentes”, gracias su
herencia cultural, de tal manera que siempre tuvieron presentes.
Si bien las mujeres decentes sabían establecer las distancias del caso, algunas conocían de
las “no decentes”, pero relación que tenían sus familiares varones con las mencionadas no era la
misma, debido a que estos frecuentaban cabarets, burdeles o casas de citas. Al respecto, Delgado
(2008), explica:
Había mujeres bohemias, tomaban, cantaban, bailaban, querían y tenían hijos. La BM, era guapísima,
tuvo un hijo con un comandante, que nunca le pasó un real. Les tomaba como señoritas tales y cuales,
pero no era prostitutas, porque no cobraban, se enamoraban, entiendo yo, los hombres las dejaban con
los hijos, no les daban nada, seguían de farra en farra hasta que alguien les de algo para sus hijos.
Farreaban hasta 15 días seguidos tenían su vida. La Cuzumba tuvo seis hijos con tres hombres, dos
con cada uno. Tomaba y fumaba como ella sola tenía la sal quiteña, era ocurrida, todo el mundo le iba
a ver, gente de lo mejor, desde los Terán del Hotel Colon. Tocaba lindo el piano, la guitarra, cantaba
precisos y le importaba un pepino el qué dirán, ella hacía su vida y sabía decir; ¨he amado por eso
tengo mis seis hijos¨ (Entrevista, Delgado, 2008).
Por otro lado también se evidencia las existencia de algunas mujeres llamadas “chullonas”,
quienes anhelaban en base al oportunismo, mejorar sus condiciones de vida, en algunos casos las
llevó a las fronteras de la prostitución. Así se describe a llamada “chullona”, personaje de vida frívola
y casquivana que al igual que el “chulla” buscaba mejorar socialmente, (Jurado, 1995, pp.296, 297).
Desde la perspectiva moral, estas mujeres eran clasificadas como bohemias, chullas mujeres
de la vida fácil, o prostitutas, entre otros estigmas, siendo cuestionadas por su accionar, en una época
donde las mujeres denominadas “decentes” debían buscar a un buen marido y permanecer al cuidado
de su hogar.
Afloraría en Quito “La Banca tigre”, un grupo de quiteños quienes adoptaron ciertas
características comunes en la “madre patria”, pero fueron transmutando con elementos netamente
culturales ecuatorianos, particularmente quiteños, apoyados en la génesis de una corriente que se
abría camino a pequeños surcos, en este contexto empieza un fuerte cuestionamiento de los poderes
conservadores de la época, para ser más precisos la “Banca Tigre”, nace luego de la muerte de García
Moreno y la llegada al poder de Veintenilla.
Este grupo es descrito por un diplomático español (Llorente), quien al ser desprestigiado en
toda Latinoamérica, radicado en aquella época por estos lares quiteños, utiliza por primera vez la
palabra chulla para designar a este grupo de Jóvenes quiteños que tenían intereses comunes, quienes
64
además critican el beneplácito con que es recibido este personaje por parte de la intelectualidad
quiteña de la época, quien en enfrentamiento directo los llamó chulla-levas.
Estos jóvenes que pertenecían a la clase media, tenían como punto de encuentro la Plaza
Grande así como también en ocasiones en la Plaza del Teatro, lugares de los cuales se originaría su
apelativo “Mentidero” de la plaza.
Andrade (1993) explica:
La banca tigre era un grupo de jóvenes de clase media para arriba, ¨ una verdadera entidad del chiste,
picardía y reguero de bolas¨, también conocido como el mentidero de la plaza grande o de la plaza del
Teatro. Federico Fernández Madrid y Rafael Grijalva Polanco- quienes ya alcanzaban 35 años de
edad-reunieron en torno suyo a 12 jóvenes –algunos bachilleres- que se hallaban ligados por el ¨don
de la gracia¨ y más que nada por la profunda devoción por el alcohol. El grupo fue creciendo hasta
contar con representantes de todas las fuerzas sociales de Quito, a excepción de grupos populares,
artesanales e indígenas. Casi todos permanecieron solteros hasta su muerte y evitaron trabajar: el
matrimonio y el trabajo, estuvieron permanentemente peleados con su vida de chullas. (p. 5).
Sin duda la banca tigre es un elemento significativo, en aras de la realización de este estudio,
debido a que fue perfectamente evidenciada por los medios en este caso prensa escrita de aquella
época, cuestionadores del poder, amantes del teatro, la bohemia, así como portadores de esa “sal”
única de los chullas de cepa, como se mencionó anteriormente. En relación a la crítica de parte de
este conglomerado de chullas (Banca tigre), Suarez (2014) menciona:
Es así que los ¨chullas¨ estuvieron relacionados con la crítica a la política, la economía y a la sociedad
ecuatoriana, demostrando su conocimiento y educación si se encontraban en una conversación entre
aristócratas. Esta táctica les permitía integrarse a la sociedad pudiente y diferenciarse de la ignorancia
de la sociedad empobrecida, con poco acceso a la educación. (p. 24).
Como se puede ver en estos fundamentos, la ¨banca tigre¨, fue sin duda cuna de chullas
quiteños, quienes en base al humor desestimaban aquello que pensaban que debía ser cuestionado,
generando opinión pública. De esta manera se trató de desprestigiarlos tildándolos como mentirosos.
La estigmatización de este grupo, sin duda era uno de los mecanismos más utilizados por las altas
esferas que tenían el poder en esa temporalidad. En cuanto a la estigmatización Heatherton; (2000)
se refiere:
Desde la perspectiva de las personas estigmatizadoras, la estigmatización provoca su
deshumanización, la amenaza, y aversión al otro, así como la despersonalización del otro mediante
las caricaturas estereotipadas. En definitiva estigmatizar a los demás teóricamente serviría a los
estigmatizadores para mejorar su autoestima mediante la comparación baja denotando a las demás
personas su condición menos afortunada y mejorar su bienestar mediante el desprecio a los demás.
(s/nº).
En definitiva, la Banca Tigre, este grupo de jóvenes irreverentes, contestatarios, quiteños se
trató de evidenciarlos con estigmas de tal manera que su accionar sea visto por parte de la sociedad
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como falto de verdad, injurioso, poco verás, todo ello para cuidar los intereses de los grupos
capitalinos de poder, el principal objetivo fue desacreditar los discursos vertidos por la Banca tigre,
el acallar a esta nueva fuerza social que evidenciaba a través de la sátira, la ironía y el buen humor
las injusticias desde el Estado hacia el mismas esferas de las clases populares quiteñas.
Por otro lado como menciona Diana Zsabó sostiene: que el humor es siempre cuestionador,
opositor y transgresor por naturaleza, representa la lucha contra la coerción y el sometimiento. Así
M Alfaro desde una perspectiva social, propone que la risa es un vigoroso poder contra popular capas
de relativizar y subvertir el poder de los poderosos. Burel (2011): manifiesta: “Y a su modo el humor
siempre acerca a la verdad. En el mismo texto se hace referencia a Horacio un poeta latino anterior
a Cristo quien sostuvo cuestionándose; Que hay que prohíba decir la verdad burla burlando”.
EL “chulla” quiteño utilizaba muy a menudo este recurso, construyendo un nuevo discurso
a favor de los sectores populares a los que pertenencia. En este caso la ideología a la que defendían
en su gran mayoría los chullas era liberalismo, corriente que en aquellas épocas tomaba fuerza gracias
a su líder el General Eloy Alfaro, para ello utilizaba espacios públicos de gran afluencia (plazas y
esquinas de la ciudad).
En relación a los espacios públicos en la época Espinoza cita a de Valdegana (1945), quien
recoge algunos de los cambios principales en la sociedad quiteña, principalmente en cuanto a los
jóvenes capitalinos:
Las esquinas fueron los lugares favoritos donde se acortejaba a las señoritas, se embromaban con los
amigos, fueron el lugar propicio para la denominada ¨sal quiteña¨ inventiva para el chiste ligero e
improvisado. ¨Parar en la esquina¨ se llamó a esta forma de pasar el tiempo. (p, 80).
Las esquinas tomaron un papel preponderante sustituyendo a los patios, zaguanes como sitios
donde se daban encuentros, reuniones, sociabilidad y tertulia, principalmente que en la década de los
veinte y debido a la creciente vista de los inmigrantes interioranos así como a su vez del surgimiento
de los chullas.
Esquinas como la botica Pichincha (Guayaquil y Esmeraldas), o la Sábana Santa (Guayaquil
y Oriente), la esquina del teatro Bolívar, La Plaza del Teatro, la Plaza Grande, se volvieron en lugares
de parada sagrados para los chullas quiteños.
Es debido a este fenómeno que estos personajes peculiares, reivindicaron el concepto de “no
hacer nada”. Pronto surgió un nuevo estilo de vida donde los sujetos rechazaban los mecanismos de
sujeción que se aplicaban contra los jóvenes de los sectores populares.
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En una recopilación de la obra “Los misteriosos habitantes”, de Carlos Villamarín (1986), se
explica el fenómeno de apropiación del espacio por parte del chulla:
Al virar la esquina donde la calle Manabí desemboca en la Guayaquil y forman juntas uno de los
ángulos de la Plaza del Teatro, vieron a un sujeto que, saliendo del Gran Pasaje, avanzaba directamente
hacia ellos. Notaron de inmediato que el hombre era alto, joven y casi tan guapo como ellos y que
vestía con cierta elegancia, aunque ateniéndose a una moda en desuso desde muchos años atrás.
Llevaba sombrero de hongo, leva de faldones y bastón de abenuz con empuñadura y contera doradas.
Cantaba a media voz la canción de El”Chulla Quiteño” y parecía hallarse algo bebido. Les saludó con
una inclinación de cabeza cuando se situó junto a los cantores, quienes a su vez le correspondieron
con igual cortesía. Y sin preámbulo solicitó le prestasen la guitarra, ya que debía llevarla serenata a
su novia, que moraba no lejos de ahí. Adujo que instantes antes había perdido la suya. (s/nº)
Pero a partir del año 1923, se creó un decreto de parte de la Policía quiteña un reglamento
donde se establecía que los muchachos de la ciudad que no practicaban oficio alguno, podrían ser
encerrados en correccionales o en un establecimiento de Artes y Oficios. El código sostiene:
Los vigilantes tenían la potestad de atrapar a los muchachos que se entretenían jugando en las calles,
a quienes les remitían a la policía para dedicarlos al servicio de las armas, además a quienes poseían
de la patria potestad, padres o guardadores, entre los que se incluían los maestros de gremio, podían
solicitar a la Policía encerrar a un joven considerado como descarriado, por un período de noventa
días. (Código de Policía, 1924, p, 67).
Esto significaba que quienes no formaran parte de un gremio corrían el peligro de ser
considerados “vagos”; término que estigmatizaba a los jóvenes laboralmente disidentes.
Como se puede apreciar, los chullas no la tuvieron fácil, debido a que del lado de los
gobiernos de turno empezaron a dictar normas estrictas en contra de sus filosofía, sin embargo el
ingenio en estos capitalinos, prevaleció para poder contrarrestar este tipo de medidas, tanto así que
después serían las esquinas el bastión de estos seres pintorescos conforme transcurría el siglo XX.
Edgar Freire Rubio afirma que: En el Centro histórico como tal sería aún lugar propicio de
contacto humano, y socialización real, ya que sirven de lugares para citas, (parques, plazas, calles)
personales o de concentración pública. Es más el peatón que circula por la calle, a diferencia de otras
partes de la ciudad tiene más relevancia que los mismos automóviles.
A su vez, Andrade señala la importancia en la vida diaria capitalina de la esquina como un
espacio del pobre, donde algunas veces la gente por haber expresado opiniones un tanto libres,
despertaban con boletas de arresto y en tiempos duros con pasaportes para el oriente, selva inviolada
y tenebrosa.
67
En el arco de los portales se situaban los políticos, los burlones, los pescadores de empleo buscando
una bacante jugosa, pero era también en la esquina donde surgía el piropo, el chiste alusivo, la ironía
cortante, el apodo que en muchas veces sustituía al propio nombre. Es que antes que existieran cátedras
de filosofía política oficial ya existían las espontaneas en las esquinas de las ciudades que apenas
empezaban a incorporarse a la existencia orgánica de la república inaugurada, igual con balas que con
discursos. Andrade hace su cierre diciendo; El orador de esquina filósofo, intuitivo prestó su
improvisada voz, antes que la templara el político para adaptarla a los recursos de su conveniencia.
(El comercio, Quito 1971).
Es entonces la esquina donde se empiezan a formar los contra-discursos, algunos bien
argumentados pueden poner en ¨jaque¨ a la opinión pública desestabilizando a las bases del gobierno
de turno. Pero así mismo, en la esquina se combate la rutina cotidiana, por ello surgen las más astutas
inventivas de parte de los ciudadanos, aquí puede enmarcar al “Chulla Quiteño”, como un ser social
dicharachero por excelencia, así como también imitador de las costumbres aristócratas.
Un caso atípico fue el de Luis Guerrero, quien reivindicó el concepto de gozar inventando
viajes increíbles, apellidos ilustres y fortunas dilapidadas, Guerrero viajó a Europa, donde sus padres
deseaban que se ordene de obispo, luego de que mandara una carta a sus padres indicando su
ordenación, y ya cuando sus padres juraba que Luis sería el próximo arzobispo de Quito, el chulla
regreso de civil, después de gastarse por nueve años la fortuna que le enviaron sus padres, en viajes
dándose los más apetitosos placeres por Roma y París.
3.2 Personajes Anecdóticos
3.2.1
Don Evaristo Corral y Chancleta
Pero en este análisis del “chulla”, se debe tomar en cuenta un elemento primordial,
más bien un personaje que no podía quedar de lado, se trata de Don “Evaristo Corral y Chancleta”,
quizás para algunos pensadores el mayor representante de la quiteñidad, en particular del “Chulla
Quiteño” como tal.
Ernesto Albán Mosquera, nace en Tungurahua-Ambato, el 19 de febrero de 1912, es
considerado uno de los actores más importantes del siglo XX en el Ecuador, debido a dejar un legado
por ser pionero de la crítica humorística y comedia de la realidad del país, sustentados en altas dosis
de cotidianidad,
urbanidad, política y urbanismo. Pero si bien Ernesto Albán ya había sido
reconocido como músico, cantante de tangos su obra se vería reforzada por las presentaciones que
lograron alto nivel de aceptación, a su vez las obras fundamentales que consolidan a este singular
personaje serían ¨Estampas Quiteñas¨ ideadas por Alfonso García Muñoz quien terminaría siendo el
inventor de este subgénero literario. (Wikipedia).
Respecto a las temáticas tratadas por el personaje Villacís (2004) expone:
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Las coyunturas políticas y sociales fueron sus temas y su máxima evaristiana: si el hombre es un
animal político, también hay políticos bien animales. Don Evaristo es parte de la idiosincrasia de todo
el país, es uno de los símbolos imperecederos de nuestra actitud y buen sentido del humor ante las
calamidades y las variopintas situaciones orquestadas desde el poder. (Revista: El apuntador, N° 28).
Su trabajo de actor fue reconocido fuera del Ecuador y muchas fueron sus giras junto a la
Jesusa y al Sarzoza. Filmó además Contra Viento y Marea y En la mitad del Mundo con gran acogida
de sus seguidores, aunque no fueron buenas películas.
Es así que Ernesto Albán con su “alter ego”, influenciado por Charles Chaplin, además de la
gran obra de García ¨Estampas de mi ciudad¨, la cual caricaturizaba las costumbres de la época. Así,
Albán fija su su actuación en el personaje principal Evaristo Corral y Chancleta, que sería el legado
dejado en su vida.
“Este personaje utilizaría una vestimenta peculiar saco viejo carcomido por el tiempo, un
pantalón que denotaba ¨fantasía¨ con rayas que debieron ser blancas ahora sucias por la manteca y
unos bigotes que le otorgaban cierta personalidad. Don Evaristo rompería con el teatro de élite,
transformándose en una figura popular debido a que se volcó hacia los barrios, retomando el sentido
de ser un hombre de clase media, empelado público y sufrido contribuyente, que trataba de aparentar
una vida ficticia sin miedo a los bolsillos, deudor permanente, bohemio y tenorio”. Wikipedia (2009,
p.3)
El estereotipo del “Chulla Quiteño”, en cuanto a su personalidad, filosofía de vida y su
posición social, se vería alimentado por este auge llevado al teatro por Don Ernesto Albán de su
personaje Don Evaristo Corral y Chancleta. Sin embargo, su mayor logro fue el contacto directo que
tuvo con los sectores populares, de los cuales se realimentó a través de su conocimiento para dar a
conocer las demandas más urgentes de estas capas sociales. De ahí que el Don Evaristo
fundamentaría el sentido de irreverencia en contra de los poderes fácticos.
Pronto aparecería un comercial en el cual Sarzoza (uno de los personajes que acompañaba a
Don Evaristo), recibe en el aeropuerto a Evaristo quien responde a la pregunta ¿De dónde vienes
pues…?: “Del cielo pues… Los precios están por las nubes y en el único sitio donde encuentras los
víveres para la comida es en el cielo… Pero además, encontré mis cigarrillitos Full a precio nacional”.
Comercial que se hizo merecedor a un premio mundial.
En la Revista El apuntador, también se hace referencia a Don Evaristo, como un
personaje que cuestionó el poder desde su espacio, como se puede leer a continuación en Villacis
(2004):
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Ernesto Albán fue un liberal de izquierda y sabía que su labor de actor nos sólo divertía al público
sino que lo hacía reflexionar y cambiar su visión de la realidad. Los políticos son un gran blanco para
el humor y decía: “un chiste bien dirigido puede trizar su imagen”, presidentes y dictadorzuelos,
ministros y comisarios, damas de misa y velo, curas de sotana larga, adusto semblante y pícara actitud,
entre otras personalidades de ‘seria seriedad’ como J. M. Velasco Ibarra, fueron las presas de su ironía
y mordacidad¨. (Revista: El apuntador, N° 28).
El personaje fue muy conocido en su época, viajó por diversos países llevando sus estampas,
presentándose en lugares emblemáticos como el Madison Squart Garden de New York, junto a
personajes reconocidos Sara Montiel o Los Panchos, luego filmaría en la época de Jaime Roldós
varias obras como Dos para el camino, la entrañable roda ¨movie¨ criolla, así mediante las cuales
seguiría alertando y fustigando a los corruptos del poder (Ibid).
A continuación se muestra un extracto de una de sus Obras teatrales “Don Evaristo El banano
de mano en mano”. En ella se manifiesta de manera primordial la característica principal de este
personaje, su inventiva, creatividad, posición ideológica, rasgo cultural netamente popular, así como
también su carácter de conocedor de la realidad económico-social de su coyuntura:
EVARISTO: Verá mister, ¿Mister qué ...es you?
MR. YUNAY: Mr. United Fruit.
EVARISTO: Ah ... usted ha sido...
MR. YUNAY: Mi ha sido qué...?
EVARISTO: No, nada... Digo que usted ha sido Mister Yunay. Muy conocido por
nosotros. Papá Velasco hablaba mucho de usted... Mister Yunay Frut. Que "frut, casi meto
la pata! Verá, como le dije. Intermediario, es una plaga que ataca a la producción del
banano. Porque al banano lo atacan varias plagas... La Sigatoka, que a veces toca y a veces
no toca; El mal de Panamá que viene en los mismos barcos de ustedes; y por último, el
intermediario, que es un animalito que se gana pegas que termina todos los cupos de
exportación y no le deja nada al pobre productor con el agricultor... (Señala a Sarzosa)
Aquel.... Aquel.... que usted ve.... es lo que queda del agricultor después de trabajar veinte
años a todo sol y toda lluvia... Vení acá, mudo, te presento...
SARZOSA: A su mandar, patroncito...
MR. YUNAY: Mi no dar la mano... you are sigatoka......
EVARISTO: Ya te confundió con la sigatoka... Verá Mister Yunay: El Ecuador es el primer
productor de banano en el mundo...
MR. YUNAY: Oh... yes..! Is very good...
EVARISTO: Pero resulta que el ochenta y siete por ciento de todos los millones que se
mueven alrededor del banano ecuatoriano, se va fuera del país, y al pobre productor no le
tocan más que un mísero trece por ciento, ¿Okey?
MR. YUNAY: Oh... mucho dinero para el agricultor...
EVARISTO: Este sujeto es serrano... Pero el Ecuador se compone de serranos y costeños...
dedicados a la producción del banano. Cierto que se pe­lean... pero al final los une el mismo
paludis­mo, la misma pobreza... y el mismo banano...
MR. YUNAY: Mi no importa asuntos políticos nacional...
SARZOSA: Verá Mister... yo...
EVARISTO: ¡Calla! Sharap...! Deja que yo explique. Vea mister bruto...
MR. YUNAY: Fruit! Fruit!
EVARISTO: Okey mister Frut...! La historia de agricultura exportable del Ecuador, es
corta. Nosotros primero exportábamos cacao... Eramos ricos. Pero nuestros ricos se
gastaban el dinero en Europa y en los yunaits esteits...! Luego vino la escoba de bruja y nos
quedamos todos hablando francés e inglés...! Después llegaron los huracanes a
Centroamérica. Esos huracanes acabaron con los sembríos de banano en esos países.
70
Entonces comenzó la gran producción de banano en el Ecuador. Todo cristiano... se dedicó
al banano...! Abogados, médicos, ingenieros, peluqueros, todos al banano, entiendes you...?
MR, YUNAY: Oh... yes... Todo país... bananero... Mucho bueno... mucho bueno...
EVARISTO: Con decirle que no quedó una hectárea para sembrar un burro. Todos los
burros se murieron de hambre. Quedan pocos... pero esos los dejamos para retornar al
régimen constitucional cuando vuelva el Congreso...
SARZOSA: Pero es que don...
EVARISTO: Calla, "idem"... Cierra el pico... mientras yo explico...
MR. YUNAY: Nosotros dar trabajo miles de trabajadores...
EVARISTO: Cierto, cholo. Ustedes dar trabajo miles de Agricultores... pero no dar
dólares... ¿Entiendes you? El trabajo para nosotros los dólares para you...
MR. YUNAY: Nosotros abrir mercados. Sin nosotros no vender bananas...
SARZOSA: Pero es que don...
EVARISTO: Calla. . No me cortés el hilo... que se me va la cometa. Verá... Ustedes tener
mercados,. Ustedes tener haciendas bananeras... ustedes tener barcos... y nosotros tener
hambre... nosotros tener malaria... nosotros, por no tener carreteras... viajar en "tren de
lata". Y vos, por qué no hablas...
SARZOSA: Porque usted no me deja...
EVARISTO: Entonces... Silencio... Vea Mr. Este esquelético agricultor... Hace viajes desde
apartadas selvas... trae sus bananos... pero se inventó esa otra plaga que se llama calificador.
La ley del rechazo... Que el banano es chico, rechazo! Que el banano es largo, rechazo...!
Que el banano es flaco, rechazo...! Que el banano es gordo, rechazo...! Nooo... que pasa
con el banano... que pasa de mano en mano... y lo dejan tirado por el suelo todo magullado.
(ALBAN; Ernesto. ¨Estampas quiteñas¨).
http://www.efemerides.ec/1/junio/estampas_q.htm).
Tal como se puede evidenciar en este extracto, Don Evaristo Corral y Chancleta, fue un
chulla de cepa, un aplicador real de la ¨sal quiteña¨, enfocada a través del humor con el objetivo de
ser parte de una denuncia social, además de despertar la consciencia de la ciudadanía, evidenciar las
desatenciones del Estado, así como ser conocedor de la histórica social-política del país. Por este
motivo el personaje creado por Ernesto Albán constituye un simbolismo del quiteño contestatario,
rebelde, defensor de la justicia, voz oficial del pueblo, pícaro para denunciar la corrupción en los
altos mandos estatales.
Don Evaristo, como llegaron a identificarlo a Ernesto Albán caló tanto en el espíritu popular
quiteño que sus chistes y su usos del lenguaje, empezaron a ser repetidos por el pueblo. Era tanta su
popularidad que no dudó en postularse para la diputación de Pichincha. Estas elecciones las ganó.
Sin embargo, un golpe de Estado, propiciado por su archienemigo Velasco Ibarra, hecho por tierra
esos aleteos políticos de Albán.
Para concluir con este personaje heredero portador de una filosofía de vida, cabe mencionar
que su imagen, fue utilizada en la últimas dos décadas, por las alcaldías de turno, mostrándolo como
portador de las buenas costumbres, buenos hábitos y maneras de comportamiento ciudadano,
tergiversando su verdadera naturaleza social, como ya se ha mencionado anteriormente, va más
apegada al “Chulla Quiteño” un ser menos ligado al poder político, más bien siendo el primero en
cuestionarlo. De todas maneras, ese es un tema de amplio debate que en este estudio debía ser
mencionado pero no profundizado porque no es el objetivo primordial del escrito, sin embargo tiene
71
su influencia ya que debido al estereotipo que se ha infundido en las nuevas generaciones quiteñas
quienes desconocen los alcances que Don Evaristo Corral y Chancleta tuvo en sus brillantes épocas
de esplendor.
Pero además del afamado personaje de Don Evaristo Corral y Chancleta, existieron
individuos conocidos en la ciudad que portaron esta estirpe de “chulla”, sin embargo estos personajes
no alcanzarían un esplendor como el de Don Evaristo, pero sin duda debido sus pasajes anecdóticos,
quedarían a la postre en la memoria de los quiteños.
3.2.2
El ¨Águila¨ quiteña
No podía quedar de lado en este estudio de los chullas, así como de su picardía e ingenio el
caso particular del “Águila Quiteña”, personaje quiteño que si bien estuvo marcado por la ilegalidad,
la fechoría, el hurto, también se puede destacar ciertas características de antihéroe, principalmente
en una de sus hazañas más recordadas, pero antes hay que puntualizar como surge este personaje.
Luis Aníbal Paz, (¨El águila quiteña¨), nace en Quito 1908, fue hijo de un sastre que llevaba
su mismo nombre, este tenía su taller en la Guayaquil y Mejía, en los bajo del convento de San
Agustín, según cuenta la historia su padre manda de la casa a su mujer así como a Luis Aníbal quien
tendría por esa época de 12 a 13 años, este acontecimiento marcó la vida de este personaje quien al
quedarse solo con su madre se dedicaría a robar, para mantener a su progenitora.
En esta investigación se ha tomado en cuenta a Luis Aníbal Paz más conocido como el
“águila quiteña”, porque como se puede leer en un escrito de Jorge Rivadeneira Araujo, recopilado
por Freire (2010): Decir ¨Águila¨ quiteña, era hablar de un personaje de dedos finos, vivo de recursos,
habilidoso, un ladrón típico digno del Quito de los años 30, por lo tanto incapaz de cometer un acto
de violencia mucho menos de un crimen. (p, 212).
El “Águila” quiteña procedía de un hogar disfuncional se dedicaría al hurto, siendo su
principal escuela las calles del Quito antiguo. Los años treinta serían en una época difícil en todo el
país, por este motivo los sectores populares se verían enfrentados a una realidad cruda, anhelando un
mejor porvenir, muchos utilizarían la picardía para encontrar oportunidades.
Se cuenta muchas hazañas, jugarretas y artimañas de este personaje, como cuando le robó
un reloj a un jefe de investigaciones sacándolo del bolsillo, para luego devolvérselo con una sonrisa.
Pero quizás su más recordada hazaña fue cuando en un acto político, metió sus dedos en el bolsillo
de D. Pachito Chiriboga Bustamante, cuando este saludaba al público.
72
Tremenda sorpresa se llevaría en su casa al meter la mano en el bolsillo encontró una nota
que decía; ¨ Para otra vez lleve por lo menos unos 100 sucres y no sea muco¨. F: Águila quiteña¨.
Desde aquel día el infortunado Pachito andaría siempre con un billete de 100 para no recibir la
crítica del Águila.
Era de conocimiento público porque ocupaba primera plana de la prensa que el Águila
entraba y así mismo salía de las prisiones de Quito, así como a su vez las ventajas y desventajas de
ser tan conocido en un ambiente pequeño, hecho que le demandaría irse de la ciudad específicamente
a Cuenca donde aplicaría su astucia para realizar sus cometidos.
A su retorno a Quito, el Águila con un poco más de capital como se cuenta en sus crónicas,
instalaría dos cabarets muy reconocidos en la ciudad EL ¨Happyland¨ y el ¨Araña Negra¨ ubicados
en la 10 de Agosto y Av. Colon, ambos tendrían buena acogida por parte de la clientela, tanto así que
la visitaron altos mandos del gobierno como Carlos Guevara Moreno, primer ministro del entonces
presidente por segunda ocasión Velasco Ibarra. Se menciona que Guevara, en ciertas ocasiones, le
pedía a Paz que cerrase el club nocturno solo para su deleite personal.
Pero el aspecto a destacar es sin duda la transformación de la ciudad a mediados del siglo
XX, así como la sublime descripción ficticia que se realiza en torno al personaje en la Obra de Eliecer
Cárdenas (2009) “Polvo Y Ceniza”:
Se decidió obstinado a transformar sus manos suyas, delicadas y largas, en una obra de arte, en un
portento de rapidez sigilosa que ante la preocupación y el silencio distraído, atenazaron tantas
carteritas de cuero perfumadas, robustas desde las profundidades más negras de un bolsillo, para
transformar los billetes crujientes y duros en camisas almidonadas y en los ternos de casimir de grano
que empezó a vestir, en los licores opulentos que aprendió a beber, en las mujeres que compró, en los
amigos y cómplices, que adquirió en esa casita blanca baja de dos plantas, con puertas azules y
cielorraso amplio con maceteros de geranios y pinturas sobre las paredes que arrendó para
transformarla en el primer burdel verdadero que tuvo Quito. (p, 192).
Si bien el pasaje denota una ficción compuesta por Cárdenas, muestra con gran claridad al
Quito de aquella época, en donde la cultura occidental empieza a florecer, en el caso particular del
Águila, es clara ver la influencia que se le da en torno a su personalidad, empezando por adoptar
patrones de ella, transformándolo en un personaje de negocios, en este caso siendo dueño de un
centro de tolerancia.
Quizás el “Águila” no fue un chulla del todo, pero sin embargo se lo ha tomado en cuenta
por su capacidad de ingenio, creatividad empleada en su cotidianidad, típico de un ciudadano quiteño
criado en las plazas de la época.
73
A pesar de haber sido portada de las páginas de prensa, no se puede dejar de lado su gran
don de gente, cuando siempre el primer botín de sus robos le enviaba a su madre, quizás las
circunstancias a la que fue sometido a temprana edad hicieron al Águila tomar aquel mal camino y
ser el dueño de sus actos. De su muerte, se cuenta que fue en Lima, Perú cuando fue ingresado en la
cárcel conocida como ¨Frontón¨, ahí donde se dedicó al oficio de su padre, fue apuñalado en una riña
de internos.
3.2.3
El ¨Terrible¨ Martínez:
Nace en la Tola (barrio de los más tradicionales de Quito) Luis Eduardo Martínez Cevallos,
uno de los personajes que más se acerca a las características dicharacheras del “Chulla Quiteño” el
¨Terrible¨ Martínez, como fue bautizado por sus amigos de barrio al oír decir a su propia madre ¨Eres
un terrible¨, apodo con el que se lo conocería toda su vida. En una crónica del diario Hoy se describen
algunas de sus anécdotas más recordadas:
Al famoso “chagra” Ramos, en su local ¨El Niza¨, asombró a este y a algunos de los
asistentes con quienes estaba libando, cuando mencionó que había pagado toda la cuenta, a eso todos
quienes lo escucharon dudaban de ello, debido a la condición de estrechez del anfitrión, sin embargo,
aceptaron con gratitud el anuncio del “terrible”, quien por cierto se lo notaba tranquilo.
Días después descubrieron que el pago se lo hizo a través de una leva del propio hijo del
chagra, quien al preguntarse por su ausencia constató que el padre tenía en su poder habiendo sido
utilizada como “prenda” por cuenta de la consumición de ese día. El gabán había Estado colgada
ojos del tabernero, sin embargo el chulla se las dio de sabido para hacer la hazaña, cuentan que el
viejo tabernero se encontraba anonadado de tal hazaña, diciendo que nunca en la vida le había hecho
pasar por tonto con semejante astucia.
En otra ocasión Alfonso Saá, dueño de la hacienda ¨Las Cuadras¨ le regaló un borrego
merino, el cual fue empeñado en el acreditado establecimiento de la Guayaquil y Oriente del señor
Guerra, en donde en compañía de su amigo ¨Batuta¨ fueron fichados por haber dejado su dueño con
una ¨prenda con boca¨.
El terrible siempre estuvo predispuesto a la mofa, a las trastadas humorísticas, irreverente,
se burlaba de la manera más inesperada de los demás, saludándoles con respeto, y admiración sin
embargo cuando se sacaba el sombrero haciendo las reverencias respectivas pronunciaba en voz baja
un ¨hola huevias¨ por demás contundente.
74
Así mismo utilizó sus dotes de histriónico e imitador, capacidad que le llevaría a ser
reconocido, un domingo en la feria de Machachi, se hizo pasar por arzobispo haciéndose besar su
mano derecha, intercambiando bendiciones por limosnas, este personaje tenía mucho ingenio, tanto
que como se menciona en la nota podría haberse postulado tranquilamente como diputado, legislador
o gobernante por su capacidad de persuasión, sin embargo esos no eran sus primordiales intereses.
Una de sus anécdotas más impactantes fue cuando hizo enfadar a un ganadero muy conocido
de aquella época por ser el aporte de las ferias. Para ello el ¨terrible¨, se vistió de chaqueta, pantalón
de fantasía, corbata plastrón y bombín, a más de haber maquillado su rostro a semejanza de aquel
gran señor, entró a la plaza entonces las ovaciones no se hicieron esperar, sin embargo en la segunda
corrida de la tarde hizo su arribo el propio ganadero, con lo cual la plaza se contagió de carcajadas
luego de presenciar la imitación del terrible, este hecho hizo que el indignado ganadero dejara de
nutrir a la feria con los toros de su ganadería. Después de ese acto, el ¨terrible¨ fue catalogado de
¨joven insolente y atrevido¨ por la prensa después de semejante acto de burla.
Cabe destacar a una cita proporcionada por el autor Hugo Alemán Fierro, un cronista que
fue testigo de algunos personajes de época, y que fue publicada por
Diario “El Hoy” (2010):
Fuera de estos espectáculos, dedicados a la muchedumbre, el Terrible disponía de un verdadero arsenal
de fruslerías para sus actividades de taumaturgo. Naipes cartománticos, bonetes, esvásticas e hilos
invisibles salían misteriosamente de sus bolsillos para magnetizar a los incautos. Apostaba a hacer
caminar sillas, vasos y botellas mediante quiromancias que dejaban atónitos a quienes ponían en duda
sus facultades de nigromante y mago de ocasión. Tales malabarismos le reportaban sabrosas noches
de juerga en los figones, ya que muy rara vez quedaban sus trucos al descubierto.
Pero a pesar de su increíble carisma, Martínez sufriría de la apatía de quienes disfrutaban de
sus picardías, así como de aquellos con quienes se divertía en largas noches de bohemia, quienes
muchas ocasiones lo trataban como a un desconocido, es así que este personaje tenía que afrontar en
su cotidianidad. A veces conseguía empleos públicos, o debía “buscárselas” como decía él; ¨la chaza
no es rentable no ofrece techo ni comida otras veces se dedicaba a vender productos inverosímiles¨.
En fin la vida del terrible Martínez no fue del todo sonrisas, es así que un día entró en una armería
en la Plaza Grande donde tomaría la fatal decisión de quitarse la vida, como se describe en las
siguientes líneas:
Al fotógrafo Luís Pacheco le dijo “ya no me haz de ver, me voy a hacer un largo viaje” y pidió que lo
retrataran. Luego, con una bala prestada, fue a una tienda donde vendían revólveres (el almacén del
Sr. Castro en el Portal Municipal) y dijo a todos: “voy a hacer un largo viaje para desimpresionarme
de semejante victoria”. Con ello se refirió a la reelección del Dr. Velasco Ibarra y la pérdida en las
elecciones a la presidencia de su amigo Galo Plaza. A las 12:30, del año l960, se disparó en la sien.
Fue así como murió y se desapareció de la vida de los toleños, el chulla de la carcajada (La Tola
gestores Culturales).
75
Quizás haya algunas anécdotas de este personaje que no fueron consideradas, pero la
importancia radica en poner sobre el tapete su modo de vida, sus manera de afrontar el mundo urbano,
sobre todo capitalino, así como también destacar sus aficiones, intereses así como también
debilidades, no cabe la menor duda que si fue un personaje es digno representante del chulla.
Es imposible nombrar a cada uno de los personajes que la ciudad vio nacer, puede ser que se
hayan quedado en la chistera algunos nombres que encajan dentro de estas características, sin
embargo el principal objetivo de esta investigación fue evidenciar como las diferentes coyunturas se
prestaron para desarrollar este tipo de simbolismo que es el “Chulla Quiteño” quizás un prototipo de
ser social tergiversado, subestimado, así como descontextualizado a través de la historia, al punto de
considerarlo un elemento folclórico, además de un ejemplo de ciudadanía, ocultando su persecución
cotidiana de su época.
Edgar Freire Rubio y Manuel Espinoza Polo, destacan en su texto ¨Parias, perdedores y
antihéroes celebres de la ciudad¨, esa condición de pathos que explica su desequilibrio, así como su
condición ¨dionisiaca¨ en estos personajes principalmente en los chullas, quienes hacen de su
vocación por el disfrute de la vida, los lleva a subvertir permanentemente el orden, el espíritu y lógica
laboral.
Por este motivo la mayoría de personajes populares fueron perseguidos e incluso
tachados como ¨vagos¨ es decir seres antípodas de los que se les considera trabajadores y eficaces.
Esta condición ¨dionisíaca¨ principalmente en el “chulla”, se manifestará en su personalidad
debido a que estos personajes en su día a día, necesitaban desinhibirse para realizar sus picardías, por
ello se pude establecer una relación de dependencia al alcohol. Además a ello, la misma vida de un
“chulla” bohemio, filosofía del goce del cuerpo y de un precepto propio del personaje ¨pasar el
tiempo¨ les incitaba a los placeres mundanos (alcohol, mujeres, juego).
3.3 La transfiguración y decadencia del chulla
Otro aspecto fundamental a destacar es la descendencia del “Chulla Quiteño”
paradójicamente muchos de los personajes que se destacaron como portadores de la estirpe quiteña,
así como de la adopción de las costumbres de la capital, eran nacidos en otros lugares de la sierra
ecuatoriana, así como también tenían descendencia directa dígase padre-madre, fuera de Quito,
puesto que sus padres habían llegado como migrantes interioranos.
Estos a su vez construyeron mayor número de viviendas que el Estado, a su vez fueron
forjando miles de empresas informales a través de su trabajo además formaron algunos tipos de
76
asociaciones (vecinales, empresariales, de sobrevivencia o de paisanos), esto permitió una importante
movilidad social, Freire (2004) recopila a Franco quien sostiene:
Fundamentalmente convirtió de campesinos a residentes urbanos, de indios a cholos, modificando el
mapa cultural del país dejando el universo dicotómico indio/ criollo, de la sociedad pre moderna, e
impulsando una competencia con la cultura importada de las clases medias y altas. (p. 3).
De estos sectores subalternos vienen los personajes populares de Quito, siendo tanto
inmigrantes o hijos de inmigrantes, rompiendo con los mitos de considerar al personaje netamente
quiteño o nacido en la ciudad.
Basta recordar que La Torera fue originaria de Baños, que Mama Miche nació en Cuenca, que Taita
pendejadas vino de Latacunga o el poeta Clavijo provenía de Tabacundo. Al mismo tiempo los
personajes populares propiamente nacidos en Quito, fueron hijos de padres chagras. Así por ejemplo
los padres del Potolo Valencia procedían de Tumbaco, o del Terrible Martínez, de la provincia de
Tungurahua. Paradójicamente los personajes de la ciudad que han sido presentados como símbolos de
la ¨quiteñidad¨, fueron forasteros por nacimiento o procedencia de sus padres. (Freire, 2007, p, 13).
Sin embargo no se puede afirmar que el “Chulla Quiteño” no tuvo ninguna influencia con
las costumbres quiteñas de la primera mitad del siglo XX. Sería más oportuno decir que el mismo
entorno urbanizante, social y cultural de aquella época serían elementos mentores de la psicología
del personaje, volviéndose muchas veces más quiteño que un individuo nacido en la capital.
En corroboración a este sentido de transformación Freire (2010) recopilando un cuento de
Carrión expone:
Y así se iba haciendo uno quiteño, la contaduría, la casa de empeños, y muchos nos cambiábamos ahí
el terno. Sin la contaduría la vida era imposible. Y cuando ya no había que empeñar, se empeñaba lo
del prójimo. Y hasta de la casa, si ponían a secar algo en el pasamanos, uno podía tomarlo prestado.
¡Que broncas!... Y así iba la vida. Los chagras teníamos la fuerte resolución de no irnos de Quito, la
sensación de que estábamos viviendo en la Cara de Dios… La habilidad de colarse en el Estadio del
Arbolito, eran múltiples y siempre exitosas, a veces nos hacía pasar a los chullas sin averiguarnos si
éramos quiteños o chagras, ya estábamos completamente quiteñizados y solamente un especialista
podría descubrirnos. (Pp.266-267.).
La educación fue una puerta abierta, para que muchos de la gente de otras latitudes del país
arribaran a Quito en una gran cantidad. Principalmente cuando se abrieron colegios como el Mejía,
años más tarde el Montufar, institución que daría apertura a la educación no conservadora,
desplazando a colegios de élite conservadora como el San Gabriel o el San Fernando,
tradicionalmente católicos. Además de la apertura de la Universidad Central del Ecuador, en donde
se tenía una residencia universitaria, debido a la demanda de estudiantes que arribaron desde otras
provincias del Ecuador.
Es decir, muchos de los ¨chullas quiteños¨, tienen un genotipo de origen migrante,
haciéndolos a su vez una hibridación de costumbres chagras como algunos de sus progenitores o
77
parientes cercanos. Paradójicamente estos individuos ven en el ¨otro¨ aquellas distinciones que les
hace diferentes a pesar de ser similares, alimentando la discriminación a pesar de sus verdaderos
orígenes, en este sentido se podría decir que el chulla, no sería chulla si no tuviera esa naturaleza
citadina, pero a su vez muy influenciada por lo de fuera de su esquina, de la urbe modernizada,
haciéndolo tener una identidad antagónica a cierta práctica social, a la mayoría de su entorno:
Los dos mejores alcaldes de la ciudad de Quito, chagras ambos; Isidro Ayora lojano, Humberto
Albornoz, ambateño, así como los dos peores, quiteños de tomo y lomo; Jacinto Jijón y Caamaño, y
Alfonso Pérez Pallares…La razón se encuentra en el hecho comprobado por todos los etimólogos de
que los quiteños como los Generales ecuatorianos y los novelistas serranos, son especímenes
zoológicos en proceso acelerado de extinción. Cuando alguien en Quito se proclama quiteño de
nacimiento, las gentes se arremolinan para mirarlo, y luego se marchan moviendo pensativamente la
cabeza diciendo; ¨Mamitico quiteñito mismo ha sido el pobre.
Pero el fenómeno tiene su inversa, nadie hay que sea más quiteño que el chagra. El chagra es más
quiteño que el mismo Quito, y frente a él los quiteños no pasan de ser unos pobres chagras. El chagra
se rompe el alma por Quito. El chagra para el que duda el quiteñismo de nacimiento, el peor insulto
es decirle “chagra”. Los lindos chagritas quiteños, únicos dueños de este hermoso patrimonio
nacional¨. (Carrión, 1949, pp. 1-2.).
Como se puede notar un fenómeno ocurrido desde tiempos anteriores, que inclusive sigue
manifestándose en la actualidad como se puede ver en el último censo realizado por el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos en 2010, donde se indica con claridad que las dos terceras partes
de los habitantes de Quito son chagras.
Es decir de los 2 millones 200 mil habitantes. De estas cifras 1 millón 150 mil son mujeres,
1millon 088, mil son hombres. El 82% se considera mestizo, el 6% blancos, el 4% indígena y el 8%
montubios. De los 779 442 inmigrantes que radican en la capital, el 12% son de Cotopaxi, el 9,6%
son de Imbabura, el 9.3% de Chimborazo, el 8,6% de Manabí y de Loja el 8,3%. (INEC, 2010).
Tras la llegada los interioranos en inicios del siglo XX, aún se mantienen algunas de las cifras
presentadas en el último censo, las tendencias reflejadas tienen la misma constante, denotando a lo
largo del tiempo, como los ciudadanos quiteños han ido adquiriendo un mestizaje tanto de genotipos
así como en el ámbito netamente cultural.
Es por ello que no se puede hablar de un “chulla” quiteño encasilladlo en los parámetros
netamente quiteños en su natalicio, sin embargo el sentido se encuentra en que la ciudad de Quito,
ha sido el ambiente propicio por sus diversos factores explicados en líneas anteriores, escenario
perfecto para la simbiosis de culturas, haciendo un simbolismo al “Chulla Quiteño” sin ser
necesariamente nacido en la ciudad, sino más bien un ser adaptado a la cotidianidad quiteña, en sus
calles, plazas, y esquinas.
78
Sin embargo, se habla de la desaparición del chulla, Fernando Jurado (2007) un experto
estudioso de este fenómeno, considera que algunos factores hicieron que el chulla entrara en
decadencia, nota aparecida en el Diario Hoy (1992). Los factores en mención son:
El crecimiento de la ciudad y el abandono de la zona central por parte de los círculos altos y medios
que dejó sin su sitio y oyentes de siempre. La desaparición de las esquinas de los piropos y de las
tabernas de la Plaza del teatro, que se convirtieron en chifas y pizzerías. Además de la publicación del
¨chulla Romero y Flores¨ en 1958.la obra de Jorge Icaza, ¨traicionó literalmente¨, pues descubrió su
mundillo y sus artimañas. El suicidio del Terrible Martínez en 1960, que mató simbólicamente al
chulla; El advenimiento de una sociedad en la que la televisión derrotó a los relatos de los abuelos, y
las tertulias y serenatas, las frustraciones intelectuales y el sentido iconoclasta dejaron de tener sentido.
El chulla ya no tenía razón de ser en ninguna parte.
En definitiva, aquel chulla que se vio influenciado por una época de apogeo modernista,
terminó por verse imbuido en este sistema, sin embargo fue esta misa causa que determinó una
muerte simbólica del mismo, transformando su imagen en elemento folclórico , pero a pesar de ello
ha perdurado en el tiempo de las memorias de muchos quiteños, aunque en su gran mayoría su figura
ha sido trasfigurada en las diversas épocas, tornándose ejemplo de identidad, buenas costumbres,
despojándose de la imagen negativa de su propia realidad.
3.4 Aporte sociocultural en la sociedad quiteña actual
Tomando criterios actuales, este personaje surgido a principios del siglo XX, sería entendido
como una construcción de la identidad quiteña, principalmente desarrollada desde las élites
intelectuales, así como desde el punto de vista de los medios. Esta percepción de la ¨quiteñidad¨ se
trasmitirá hasta nuestros días relacionándola con la festividad de fundación (6 de diciembre), en
donde ¨el chulla¨ se convierte en un personaje salido de las tradiciones culturales y de identidad más
arraigadas.
Estos estereotipos se encuentran presentes hasta la actualidad, sobre todo en las nuevas
generaciones, quienes al escuchar la palabra ”Chulla Quiteño”, su primera impresión está ligada a
las festividades de la ciudad, dejando de lado la verdadera génesis de este personaje, la cotidianidad
en la que se desenvolvió, el contexto histórico de la época y sus principales conflictos a los que se
enfrentaría con la oleada migrante interiorana de principios de siglo XX.
El criterio masculino en cuanto al tema, se considera al chulla como un personaje, alegre,
bohemio, soñador y sobre todo entrador. Desde el punto de vista de las generaciones actuales, este
personaje está ligado a la seducción con el agregado de los hábitos sexuales. A pesar de que los
estereotipos arraigados en la sociedad ecuatoriana en este caso específicamente quiteña se mantienen,
en cuanto a desarrollar un sentido de virilidad varonil, se desconoce los demás alcances que el
79
personaje adoptaría en su época, entre los cuales podemos destacar su irreverencia ideológica, el
sentido de la habilidad artística y la suspicacia para resolver cualquier situación presentada.
En cuanto a las cuestiones de género, la opinión es variada, para las mujeres quiteñas el
“chulla” tiene el carácter de un personaje bohemio, soñador pero sobre todo lo consideran como un
seductor. En este sentido hay una opinión dividida, para quienes vivieron más de cerca el
fenómeno”Chulla Quiteño”, considera que el piropeo utilizado como un arma de seducción, es
inofensivo y además resulta artístico. Por otro lado, a mujeres de las nuevas generaciones el acto de
piropeo en las esquinas es visto como una ofensa, y a pesar de tener suspicacia, es considerado de
mal gusto.
En este sentido, al analizar este fenómeno, si bien es cierto el arte de piropear ha desaparecido
de las calles, hoy en día aquello que más se utilizan son las connotaciones sexuales, mientras que en
épocas antiguas se lo hacía con creatividad y mayor sutileza. A esto hay que agregar la concepción
del rol femenino a principios del siglo XX, donde la mujer trataba de conseguir un buen, (clasedistinción) pretendiente, todo esto justificado en la poca participación económicamente activa que se
le permitía desempeñar, este hecho legitimaba de alguna manera la seducción en los espacios
públicos.
Hoy en día las mujeres han visto un cambio de época, no solo inmiscuyéndose en el ámbito
laboral, sino a su vez ocupando cargos públicos antes impensados para ellas. Este aspecto sumado a
las luchas sociales feministas, ha generado una nueva mentalidad, despojando varias concepciones
anacrónicas de las sociedades ecuatorianas.
Para quienes tienen un bagaje de conocimientos sobre la temática, el “Chulla Quiteño”,
representa una parte de la ¨quiteñidad¨, en el sentido de la apropiación de la vanguardia, sustentado
en el valor social que demandaba a un ciudadano pertenecer a la capital de una nación en desarrollo,
siendo influenciado directamente por la corriente moderna. A eso se suma una necesidad de
separación de lo andino, lo provinciano y lo rural, porque en la coyuntura de su época quienes
arribaban a la ciudad les generaba una competencia laboral, para ello el chulla ocultaba sus
verdaderos orígenes con la finalidad de pasar desapercibido en ambientes exclusivos para ciertos
grupos sociales quiteños.
En el panorama general, la mayoría de ciudadanos quiteños actuales, conocen pocos aspectos
sobre la construcción histórico-social del “chulla”, más bien se tiene una concepción orientada hacia
la literatura, sin embargo, a pesar de no concebir los verdaderos orígenes de muchos de los llamados
chullas, evidencian en este personaje varios elementos culturales quiteños como su vestimenta,
80
alimentación y dialecto, pero que no necesariamente recoge la identidad de todas las personas nacidas
en la capital.
A este precepto se suma una hibridación étnica- cultural de los habitantes quiteños,
desmitificando el carácter de considerar al personaje cien por ciento quiteño, tanto así que cabe
destacar que en su gran mayoría los ¨chullas¨, llegaron a establecerse en Quito desde otras ciudades
de la sierra, o en su defecto, sus descendencia directa no estaba en la ciudad capital.
81
CAPITULO IV
PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN RECOLECTADA
Con la finalidad de complementar o cotejar la información encontrada en los medios escritos
con algunos criterios de un grupo de personas seleccionadas como informantes claves, se diseñó una
entrevista semiestructurada, cuyos resultados se presentan a través de una matriz de análisis
cualitativo.
4.1 Informante 1
Ocupación: Escritora
Edad: 35 años.
Formación académica: Universitaria
Lugar de procedencia: quiteña
Análisis cualitativo:
Pregunta
Categoría
¿Piensas que el Identidad
“Chulla Quiteño”
representa
la
identidad de los
nacidos en Quito?
¿Cuáles son los
elementos
culturales a los que
representa
el
“Chulla
Quiteño”?
¿Cuáles son las
características
físicas?
Subcategorías
Hibrida
Representación
Particular
Ascenso social
Ocultación
Rasgos andinos
82
Respuestas (lo más
importante)
No necesariamente,
porque el chulla tenía
una
identidad
compleja,
la
identidad de los
quiteños es híbrida y
responde a una suma
de más factores.
Representó a una
juventud quiteña que
buscaba
ascender
socialmente.
Su
forma de vestir, fue
un sello particular
para aparentar lo que
no era en realidad.
De
ascendencia
mestiza,
españolindígena.
Sin
embargo,
ocultaba
sus rasgos andinos,
para
aparentar
nobleza y distinción.
¿Qué
rasgos Poesía
principales
le
caracterizan a la
personalidad del
“Chulla
Quiteño”?
¿Desde su opinión Proceso social
el
“Chulla
Quiteño” es una
construcción
histórico - social?
¿Por
qué
el
“Chulla Quiteño”
es
una
construcción
histórica?
Esplendor
Factor decadente
¿Por qué es una Identidad
construcción
social, piensa que
puede
estar
relacionado con un
discurso
de
identidad nacional
o
netamente
quiteña?
¿Es un personaje Inexistencia
típico hasta ahora
en la actualidad?
Subversión
Inventiva
¨Sal quiteña¨
Fue un personaje
arribista, simulador,
además era un gran
actor,
tenía
la
denominada
¨sal
quiteña¨ fue de gran
inventiva. Pero a su
vez fue un personaje
acomplejado
ideológicamente
Discurso
Es histórica porque el
modernista
personaje surge en
los primeros años del
siglo XX, hasta
mediados de éste. Y
social debido a los
procesos que vivió
como la revolución
liberal y el discurso
modernista, donde se
privilegió
la
blanquitud por sobre
los
caracteres
indígenas.
Años 20 a 30s, Tuvo una época de
Siglo XX
esplendor en los años
20 a 30s del siglo XX,
mientras entraría en
decadencia hacia los
40s,
debido
a
diversos factores. El
más destacado fue la
desaparición de los
espacios
que
frecuentaban estos
personajes.
Identidad difusa
No, debido a que el
chulla nunca logró
establecerse con una
identidad clara, por
ello no puede tomarse
como basado en un
proyecto de identidad
nacional.
La
identidad obedece a
una
diaria
construcción.
Personaje
No, el chulla como
personaje dejó de
existir, sin embargo
existen personas que
hoy en día hacen
subversión pero con
otro
tipo
de
estrategias eso si a
83
¿Cree que algunas Rescatar
características de Inautenticidad
este
personaje
deben
ser
imitadas?
Amor a la ciudad.
En conclusión los Desconocimiento
quiteños se sienten
orgullos de su
personaje
denominado
“Chulla Quiteño”
Personajes
Arribismo
y Doble Moral
través de las diversas
manifestaciones del
arte.
Se debería revalorizar
criterios como el
amor a la ciudad, a las
esquinas, a la historia
de la misma, son
características
que
deberíamos rescatar
del
chulla,
sin
embargo
valores
como al doble moral
y el arribismo no,
porque
no
nos
permitirían
ser
auténticos.
No, porque existe un
desconocimiento
general de la figura
del chulla, además
existe
una
desvalorización del
personaje, primero se
debería dar a conocer
los
verdaderos
valores del personaje,
para así sentir orgullo
del mismo.
4.2 Informante 2
Ocupación: Comunicador
Edad: 29 años
Formación académica: Universitaria
Lugar de procedencia: quiteña
Análisis cualitativo
Pregunta
Categoría
¿Piensas que el Representación
chulla quiteño
representa el
identidad de los
nacidos
en
Quito?
Subcategorías
Respuestas
(lo
más importante)
Viven en Quito y en Representa
a
otros lugares
quienes viven en
Quito.
Varios
chullas
eran
nacidos en otros
lugares. Para ser
chulla al menos
cinco
generaciones de
84
¿Cuáles son los Prototipos
elementos
culturales a los
que representa
el
“Chulla
Quiteño”?
¿Cuáles son las
características
físicas?
Físicas
Vestimenta
¿Qué
rasgos Picardía
principales le
caracterizan a Intelectualidad
la personalidad
del
“Chulla
Quiteño”?
¿Desde
opinión
“Chulla
Quiteño”
una
construcción
histórico
social?
su Herencia cultural
el
es
-
¿Por qué el
“Chulla
Quiteño”
es
una
construcción
histórica?
Surgimiento
nacidos en la
ciudad
Músicos,
poetas
e Picardía,
su
intelectuales.
filosofía de vida
sin regirse a lo
establecido. Había
chullas músicos,
intelectuales,
poetas,
es
el
prototipo de toda
la mezcla cultural
de la ciudad
Tez morena, mediana Elegancia, buen
estatura
vestir,
algunos
Hombre y mujer
llevaban
sombrero, bastón,
en cuanto a su
color de piel de tez
morena, mediana
Elegancia,
sombrero, estatura, pero no
bastón
necesariamente
hombre, también
hay
chullas
quiteñas.
Fiestas
SI bien buscaba la
picardía en las
Manifestaciones
fiestas, también
artísticas.
existieron chullas
más apegados a lo
intelectual,
las
artes y varias
manifestaciones
culturales.
Época
colonial, Sí, porque el
mestizaje, e inclusive la chulla es una
época pre-colombina.
mezcla
cultural
riquísima,
heredada de la
colonia,
el
mestizaje
e
inclusive la época
precolombina,
dando
como
producto final al
personaje.
Principios del siglo XX. Histórico, porque
surge a principios
del siglo XX, sin
embargo no como
personaje
histórico
que
trasciende y se los
hace conocedores
en las artes.
85
¿Por qué es una Relación social
construcción
social, piensa
que puede estar
relacionado con
un discurso de
identidad
nacional
o
netamente
quiteña?
¿Es
un Evidencias
personaje
típico
hasta
ahora en la
actualidad?
¿Cree
que
algunas
características
de
este
personaje
deben
ser
imitadas? Por
qué…
Reflejo social
En conclusión Satisfacción
los quiteños se mayoritaria
sienten orgullos
de su personaje
denominado
“Chulla
Quiteño”
Sociedad quiteña
Social, debido a
que
está
relacionado con la
sociedad
netamente quiteña
y ecuatoriana en
general.
Forma de ser quiteña. Cuando
(picardía, alegría)
conversamos
especialmente con
abuelitos,
podemos
evidenciar
esa
picardía, reflejado
en es esa misma
forma de ser del
quiteño,
la
denominada sal
quiteña.
Características
que Tal
vez
no
tenemos como quiteños. imitadas, porque
la cuestión es al
revés, si te pones a
analizar, el chulla
es el reflejo de
varias
características que
nosotros
como
quiteños tenemos,
debido al medio
en el que nos
desenvolvemos.
Imaginario-Canción.
Si debido a que la
Fiestas-Chulla
mayoría
de
personas cuando
hablan del chulla,
se les viene a la
mente la canción
del
personaje,
desde niños, en
programas se los
disfraza de chulla.
86
4.3 Informante 3
Ocupación: Profesor
Edad: 36 años
Formación académica: Dr. Historia y Antropología.
Lugar de procedencia: quiteño
Análisis cualitativo:
Pregunta
Categoría
¿Piensas que el
“Chulla Quiteño”
representa
la
identidad de los
nacidos en Quito?
¿Cuáles son los
elementos
culturales a los que
representa
el
“Chulla
Quiteño”?
¿Cuáles son las
características
físicas?
Identidad
Subcategorías
Comportamientos
Vestimenta, forma de La vestimenta, la
actuar y la música
forma de hablar, la
música.
Presentación
personal
Elegancia y forma de Elegancia,
la
vestir
forma de ser en
combinación con
la vestimenta.
Astuto, picaresco
Es un personaje
con buen sentido
del
humor,
picaresco y hasta
cierto punto, poco
astuto.
Estrecha relación
Creo que sí, tiene
una
estrecha
relación
¿Qué
rasgos Personalidad
principales
le
caracterizan a la
personalidad del
“Chulla
Quiteño”?
¿Desde su opinión Relación social
el
“Chulla
Quiteño” es una
construcción
histórico - social?
¿Por
qué
el
“Chulla Quiteño”
es
una
construcción
histórica?
Respuestas
(lo
más importante)
Creo que sí.
Inclusión social
Es un incluyente Es
un
ente
histórico
incluyente en el
sentido histórico,
Sentido de identidad además al poseer
quiteña
determinados
elementos
y
rasgos
característicos,
fue creando un
sentido
de
identidad en la
sociedad quiteña.
87
¿Por qué es una Personifica
ascensos sociales
construcción
social, piensa que
puede
estar
relacionado con un
discurso
de
identidad nacional
o es netamente
quiteña?
Ser
que
anhela Personifica valga
ascender socialmente la redundancia un
personaje
que
quiere
escalar
socialmente o la
menos asemejarse
con la aristocracia
quiteña, en este
sentido
se
relacionaría con el
aspecto social.
Referente social
Si considero que
aún está vigente
en
nuestra
sociedad.
Carisma,
buen Si especialmente
humor.
su carisma, su
elegancia y buen
sentido del humor
para enfrontar el
día a día, son
elementos
que
deberían adoptar
los
habitantes
quiteños.
Personaje
Pensaría que sí,
sin embargo más
que orgullosos nos
sentimos
identificados con
este personaje.
¿Es un personaje Vigencia temporal
típico hasta ahora
en la actualidad?
¿Cree que algunas Caracterización
características de
este
personaje
deben
ser
imitadas?
Por
qué…
¿En conclusión los Identificación
quiteños se sienten
orgullos de su
personaje
denominado
“Chulla Quiteño”
88
4.4 Informante cuatro
Ocupación: Estudiante
Edad: 28 años
Formación académica: estudiante universitaria
Lugar de procedencia: quiteña
Análisis cualitativo:
Pregunta
Categoría
¿Piensas que el Identidad
“Chulla
Quiteño”
representa la
identidad de los
nacidos
en
Quito?
¿Cuáles son los Arte
elementos
culturales a los
que representa
el
“Chulla
Quiteño”?
¿Cuáles son las Imitación
características
físicas?
¿Qué
rasgos Personalidad
principales le
caracterizan a
la personalidad
del
”Chulla
Quiteño”?
¿Desde
su Construcción histórica
opinión es una
construcción
histórico
social
el
“Chulla
Quiteño”?
¿Por qué
“Chulla
Quiteño”
una
el
Historia
Subcategorías
Estereotipo
Pictórico, Poético
Vestimenta
Respuestas (lo más
importante)
No se representa la
identidad de los
nacidos en Quito,
porque
no
se
manejan
los
estereotipos.
El “Chulla Quiteño”
representa
lo
artístico
en
referencia a lo
pictórico y poético.
Usa terno, sombrero
pero su traje está
desgastado,
aparenta ser una
persona
pudiente
pero no lo es. Imita.
Extrovertido,
Extrovertido, habla
suspicaz, divierte a mucho,
sonríe
los demás
mucho
muy
suspicaz que se
divierte y trata de
atraer mediante su
personalidad a los
demás.
Generación
a Es una construcción
generación
histórica que se
viene de generación
en generación pero
no es parte de
nuestra sociedad y
no influía mucho en
el ámbito social.
Dato histórico
Es parte de nuestra
historia nada más.
es
89
construcción
histórica?
¿Por qué es una Construcción social
construcción
social?
¿Es
un Desconocimiento
Recuerdo
personaje
típico
hasta
ahora en la
actualidad?
¿Cree
que Entretenimiento
algunas
características
de
este
personaje
deben
ser
imitadas? Por
qué…
¿En conclusión Referencia
los quiteños se Seguridad
sienten orgullos
de su personaje
denominado
”Chulla
Quiteño”
Más que el chulla
El quiteño es más
que lo que se habla
de él.
Personaje (chulla).
En la actualidad ya
Don Evaristo (amor no se conoce sobre
a la ciudad)
él. A Don Evaristo si
se lo recuerda por su
amor a la ciudad y
de cómo ser un buen
quiteño.
Sal
quiteña, La suspicacia y la
suspicacia.
forma de entretener
a los demás con su
No imitar.
sal
quiteña
si.
Evitando
las
cuestiones
de
aparentar no deben
ser imitadas.
Pasado
No estamos seguros
de
que
haya
existido,
como
referencia
del
pasado, pero nada
más.
90
4.5 Informante Cinco
Ocupación: Profesor de historia
Edad: 46 años
Formación académica: Dr. en historia del Ecuador
Lugar de procedencia: Cotopaxi
Análisis cualitativo:
Pregunta
Categoría
Subcategorías
¿Piensas que el Identidad
“Chulla Quiteño”
representa
la
identidad de los
nacidos en Quito?
Nacionalidad
ecuatoriana
¿Cuáles son los Carisma social
elementos
culturales a los que
representa
el
“Chulla Quiteño”?
Vestimenta
Expresión.
¿Cuáles son las
características
físicas?
Qué
rasgos
principales
le
caracterizan a la
personalidad
del
“Chulla Quiteño”?
¿Desde su opinión el
“Chulla Quiteño”
es una construcción
histórico - social?
No solo de los
nacidos en Quito
Respuestas (lo más
importante)
No solo de los
nacidos en Quito sino
de
todos
los
ecuatorianos de esa
época ya que algunos
chullas
no
eran
quiteños
de
nacimiento
como
Ernesto
Albán
Mosquera
La forma de vestir la
forma de expresarse,
la
forma
de
comportarse
carismático para con
las damas.
Era un personaje
elegante
Caracterización
Elegancia
Rasgos
Galantería,
picardía, alegría.
Alegre, culto galante,
picaresco.
Construcción
histórico social
Dimensiones
Si
es
una
construcción
histórico social.
¿Por qué el “Chulla Representación de Juventud de la Ya que reúne de
época.
todas
las
Quiteño” es una un grupo social
características
que
construcción
representa en la
histórica?
juventud de esa época
vivir no tan deprisa
disfrutar de una vida
bohemia
y
ser
mujeriego sin dinero
en el bolsillo, pero
orgulloso.
91
¿Por qué es una Clasificación
construcción social? personajes
¿Es un personaje
típico hasta ahora
en la actualidad?
¿Cree que algunas
características de
este
personaje
deben ser imitadas?
Por qué…
¿ En conclusión los
quiteños se sienten
orgullos
de
su
personaje
denominado
“Chulla Quiteño”
de Chullas
Bohemios,
intelectuales,
músicos.
Representa
a
la
sociedad de esa época
y pueden clasificarse
en
Chullas
aristócratas y chullas
de estrato medio Una
clasificación
más
minuciosa
sería
Chulla de oficio
(responsable
y
digno),chulla
(14
oficios
80
necesidades ) chulla
intelectual (escritores
y poetas), chulla
jurista,
chulla
músico, chulla artista
(sobresalía por su
capacidad
de
imitación)
Representación
Nuestro pueblo
Representa
las
social
características
propias de nuestro
pueblo ecuatoriano,
pero lentamente con
la influencia de los
medios
de
comunicación y la
modernidad se han
ido perdiendo
Nuevos tipos de Jóvenes alegres, A todos nos gustaría
jóvenes
elegantes, cultos, encontrarnos
con
amor a la ciudad. jóvenes
elegantes
creativos
Valoren
lo alegres,
galantes,
cultos
nuestro.
picarescos, que amen
a su ciudad, a su
gente y a su cultura, a
su música y que sean
creativos para que
valoren lo nuestro.
Orgullo nacional
Nacionalidad
No solo los quiteños
ecuatoriana
se sienten orgullosos,
sino
todos
los
ecuatorianos porque
el “Chulla Quiteño”
es parte de nuestra
nacionalidad.
4.6 Comentarios generales del investigador
Fue una experiencia muy enriquecedora el contar con criterios de informantes claves de
diferente edad, de distinta formación académica, unos quiteños otros no y que permitió establecer
92
categorías y subcategorías, de conformidad con las respuestas obtenidas. De igual manera unos
fueron muy expresivos en sus respuestas, por lo que al transcribir las mismas se trató de resumir
acortando en la forma; pero manteniendo el fondo de acuerdo como ellos lo expresaron; otros fueron
muy lacónicos y cortantes, se respetó ese estilo y se transcribió sus respuestas tal cual las expresaron.
Para sistematizar un tanto la experiencia el investigador estableció unos parámetros que
permiten hacer unas explicaciones finales, los mismos que se les presenta a continuación. Se debe
aclarar que estos criterios son globales en torno a los cinco informantes claves.
4.6.1
Estado anímico de los entrevistados
La mayoría de entrevistados se mostraron tranquilos, predispuestos a colaborar, sin embargo
dos entrevistados se mostraron un tanto renuentes, en el un caso por presiones de tiempo, y en el otro
caso por su forma de ser.
4.6.2
Seguridad en las respuestas
Todos, sin excepción, demostraron mucha seguridad, como fruto del conocimiento del tema
central de la entrevista. También fue notorio que a varios de los informantes claves les despertó el
ánimo la temática y demostraron ser buenos conversadores. Los entrevistados de mayor edad ponían
ejemplos de vivencias propias, a pesar de que no eran quiteños de nacimiento, pero enfocaban la
temática desde una mezcla de sentimientos y un pensamiento muy claro, sentimientos de añoranza
de su terruño natal, pero satisfacción por haberse afincado en la capital, como tuvieron que sufrir
inicialmente para asimilar una cultura que no era la suya y como salieron abantes en su propósito.
Bajo esta dimensión entendían bien el problema del “Chulla “Quiteño” y aceptaban su posición.
4.6.3
Orientación ideológica
Un caso especial es que sin haberlo previsto con antelación, tres entrevistados se ubicaron
en una posición progresista y dos claramente se ubicaron en una posición conservadora, que
respectivamente salía a flote en el desarrollo de la entrevista. Pues en el un caso justificaban
plenamente la presencia del “Chulla Quiteño” como una forma de combatir a la clase dominante, a
los burgueses del siglo XX y exponían que no era justo que traten de imponer modas y costumbres
europeas, especialmente francesas, por sus viajes realizados a ese continente, gracias al dinero de sus
padres, dinero que lo tenían por la explotación de los artesanos, agricultores o empleados de sus
propiedades.
Desde otra óptica expresaban que el personaje central de la entrevista era un vividor, un
aprovechado, un arribista, que no puede constituir en símbolo de la quiteñidad.
93
4.6.4
Posición de género
Fue evidente que entre los informantes claves hubo en unos casos una posición neutral, en el
un caso se evitó topar el tema, en otros casos se presentó una posición feminista, que trataban de
insistir que la sociedad quiteña no debió, ni puede continuar siendo machista, que la mujer merece
un lugar destacado en la sociedad por sus estudios, su preparación y que ahora sí lo han logrado,
existe presencia femenina en la administración pública, en las empresas privadas, con un trato igual
en el desempeño, pero si es evidente todavía la desigualdad en la remuneración económica.
4.6.5
Ubicación conceptual /metodológica
Unos entrevistados demostraron claridad en el manejo de la temática, en especial en dos
casos por su desempeño profesional, así Susana Freire por su trabajo con Ulises Estrella, cineasta de
reconocido prestigio, conjuntamente investigaron y produjeron una serie de artículos sobre
problemas sociales de la ciudad capital. Se debe aclarar que se especifica el nombre de la entrevistada
porque ella supo manifestar que no tenía ninguna objeción para que publiquen su nombre.
Otro caso particular es de un entrevistado que es directivo de la Fundación “Quito Eterno”
que demostró mucho conocimiento sobre las particularidades del “Chulla Quiteño”, esta fundación
se encuentra localizada en el clásico barrio de la Ronda.
Finalmente, en el caso de un entrevistado demostró no tener mayor conocimiento sobre la
temática; sin embargo, resultó interesante conversar con él para tener nuevas luces sobre la temática
desarrollada.
4.6.6
Corolario
La entrevista resultó ser un factor de aprendizaje para el investigador, tuvo oportunidad de
sacar a relucir madurez, tranquilidad y recursos de creatividad y motivación para desarrollar una
conversación informal, pero a la vez profunda en un ambiente de camaradería y con un buen talante
por parte de los investigados.
94
CAPITULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1 Conclusiones
Tras la crisis en la exportación de los textiles quiteños, principal recurso económico en la
época colonial y la implantación de las reformas borbónicas, el latifundio fue codiciado por grandes
familias de élite, este fenómeno produjo relaciones de inequidad en la época colonial, republicana y
hasta la actualidad.
La plebe quiteña conformada por una diversidad de individuos (niños, mujeres, hombres de
todas las edades), adoptarían un papel protagónico en la revolución de los estancos a mediados del
siglo XVIII, fundamentando el espíritu de irreverencia quiteña, característica innata del pueblo
capitalino.
Tras el contexto político en el siglo XIX, las élites criollas quiteñas se propusieron crear una
junta independiente de la Corona, justificando defender los intereses de ésta, además pretendían tener
mayor poder de decisión en la sociedad quiteña. Tras varios intentos, estos anhelos fueron depuestos
por diversos mecanismos.
La Gran Colombia se desintegraría debido a los intereses económicos de los grupos de poder
existentes en cada uno de los territorios que la conformaban. Esto daría paso a que la región adoptase
el modelo Estado-nación, basado en la experiencia europea, con la diferencia que en el continente se
priorizó el factor económico, dejando de lado el desarrollo socio-cultural.
La nación ecuatoriana sería conformada mediante la Asamblea de Riobamba en el año 1830,
se buscó conformar una nación homogénea, para ello se utilizaron mecanismos como el nacionalismo
patrio, la unidad nacional, entre otras.
En el país se destacaron dos corrientes marcadas: La primera una época conservadora con la
influencia del clero en el Estado. La segunda fue la revolución liberal liderada por comerciantes
principalmente ligados a la agricultura costeña.
95
Quito a finales del siglo XIX era una población creciente, pero aún mantenía herencias
coloniales en cuanto a la asignación de roles a sus habitantes, además a esto se sumaba la precariedad
de sus sistemas de aguas servidas. El estar rodeada de varias quebradas generaba un ambiente de
insalubridad.
A principios del siglo XX, se iniciaría un proceso de higiene y ornato en la ciudad, con el
afán de prevenir enfermedades causadas por la falta de costumbres higienistas. Sin embargo estas
políticas generarían un distanciamiento entre lo andino y las costumbres vanguardistas europeas, esto
se le podía evidenciar en diversos aspectos.
En los años treinta del siglo XX el país sufriría una fuerte crisis lo cual generó una importante
oleada de migración interiorana, ante la llegada de los nuevos habitantes, se generaron mecanismos
de distinción entre las diversas clases, entre ellas estaba el uso del lenguaje, color de piel,
descendencia entre otros.
La llegada de la modernidad generaría una nueva lógica en las relaciones sociales, miembros
de sectores campesinos podían desplazarse hacia la capital de manera más sencilla, esto a su vez
generaría nuevos roces sociales entre el poder central y los viajeros transformando a la ciudad en el
principal foco económico-político.
Pensadores, músicos y poetas generarían a través de sus obras un sentido ideal de vivir en la
ciudad de Quito, fundamentado en una ciudad que ofrecía un buen porvenir, una vida reflejada en
las comodidades que solo se podían tener en una realidad desencadenada de la nueva corriente
moderna.
En este contexto nace un personaje “el chulla”, un individuo que aparenta distinción y clase,
busca ascender socialmente a través de la picardía y sagacidad. El chulla se enfrenta a distintos tipos
de competencia laboral, social, política, para ello utilizará mecanismos como el relato fantástico con
lo cual logrará transgredir a espacios impensados por las clases populares.
El “chulla” quiteño fue un personaje que cuestionaba a los poderes fácticos de su época,
además se constituyó en el imaginario quiteño como representante de una cotidianidad, una
cotidianidad hostil reflejada en las relaciones heredadas de la colonia en una modernidad creciente.
Entre sus representantes destacan: ¨Don Evaristo Corral y Chancleta¨, El chulla Romero y Flores, El
“terrible” Martínez, entre otros.
96
Se pude constatar el verdadero origen del personaje, una chulla no necesariamente nacido en
la ciudad, sino más bien un individuo forjado en el entramado del “statu quo” de la época, siendo a
su vez parte y manteniéndose al margen de éste a conveniencia de sus ideales. En este sentido cabe
destacar que la mayoría de chullas, no nacieron en la ciudad, varios llegaron a Quito a temprana edad,
y otros eran descendientes de progenitores de otras provincias serranas.
La decadencia del personaje debido a la desaparición de los espacios (esquinas) donde se
desenvolvía el chulla, sumado al desplazamiento de las élites hacia el Norte de la urbe, serían algunos
de los factores por los cuales el chulla desaparecería como personaje tangible, siendo condenado al
folklor de las nuevas generaciones, quienes intentan adoptar una pseudo-identidad única quiteña,
descartando el verdadero sentido de una identidad quiteña hibrida, atravesada por el mestizaje.
97
5.2 Recomendaciones
Socializar la necesidad de que la ley de Tierras sea suficientemente difundida y crear
conciencia que no se puede permitir que en la Asamblea por tener mayoría gobiernista se imponga
todo lo que los integrantes de Alianza País deseen.
Generar paulatinamente la necesidad de protesta ante la serie de atropellos que ocasiona el
Gobierno actual contra Quito y sus ciudadanos. Denotando el espíritu irreverente de los habitantes
de la ciudad como se lo ha podido constatar a lo largo de la historia.
Fomentar la iniciativa realizada por las élites criollas de aquella época en pensadores y
académicos actuales para vincularse a la realidad política de la sociedad generando propuestas que
permitan tener alternativas de gobernabilidad democrática.
Priorizar el factor socio-cultural en todo proyecto de cambio, generando alternativas a través
de planes de contingencia, además resulta necesario que al implantar un nuevo modelo similar al de
otras sociedades, se analicen los efectos posibles en nuestra realidad, para que se puedan realizar los
ajustes necesarios.
Valorar a nuestra sociedad como unidad en diversidad, de esta manera se podrán establecer
nuevas prácticas sociales enriqueciendo nuestra cultura local. En este sentido la propuesta sería
brindar una mejor condición de vida a todos los grupos sociales que pertenecen al Estado territorial.
Conocer la verdadera herencia de ciertos grupos ideológicos, para de esta manera generar
debates más enriquecedores. Esto permitirá cuestionar ciertos poderes que perseveran hasta nuestros
días no solo en la sociedad quiteña sino en toda la sociedad ecuatoriana.
Evidenciar la naturaleza irregular de la ciudad capital, para crear una consciencia en sus
habitantes a la hora de procesar sus desechos, fomentando una cultura preocupada del cuidado del
servicio de alcantarillado, previniendo cualquier afectación a los mismos ciudadanos quiteños.
Generar nuevos espacios para el diálogo entre los pobladores quiteños, de manera que se
propongan políticas higienistas y de ornato en toda la ciudad, pero principalmente en los sectores
desatendidos por las autoridades municipales, incentivando políticas de prevención.
Denunciar aquellos sitios públicos que presenten en sus políticas exclusividad al público,
considerando que la nueva Constitución propone espacios de inclusión para todos los ciudadanos.
98
De esta manera se podrá mejorar la convivencia si tomamos en cuenta que aún se reproducen ciertos
estereotipos clasistas.
Fomentar un espíritu de hospitalidad, dejando estigmas del pasado, para de que de esta
manera la ciudad de Quito se consolide como una de las metrópolis más aptas para realizar turismo,
y porque no para vivir en ella.
Dar a conocer sin exclusión de ningún grupo social, los constantes desarrollos tecnológicos
que constantemente arriban a la capital, de manera que la interacción entre los ciudadanos que arriban
a la ciudad, puedan desempeñar sus funciones de una manera más eficaz, evitando ser engañados por
quienes ostentan esta información.
Enaltecer los principales atractivos de la ciudad tomando como ejemplo a los pensadores de
principios de siglo XX. Generando así mayores remesas a través de una lógica turística organizada
y consciente, despertando el interés no solo hacia visitantes extranjeros sino también en nuestros
coterráneos.
Conocer la biografía de varios de los representantes chullas de la ciudad, para de esta manera
derribar el mito del “chulla” como un personaje nacido en la ciudad de Quito, pero a la vez generando
una propuesta de aceptación hacia un origen híbrido, postulando otras tradiciones, costumbres y
elementos en conjunto que permitan ponderar a la quiteñidad.
Utilizar adecuadamente en todo ámbito de nuestra cotidianidad, varias de las características
propias del chulla como la creatividad, sagacidad y el buen sentido del humor (sin hacer daños a
terceros), de tal forma que creemos una filosofía de vida quiteña siempre en aras de una mejor
sociedad.
Referenciar en nuestros días a varios de aquellos considerados “chullas”, (Don Evaristo,
Romero y Flores, El terrible Martínez), fueron contestatarios ante el poder, fueron seres que se
caracterizaron por estar fuera del “statu quo” de la época, generando nuevos sentidos hacia una
mejora de las prácticas sociales.
Desentramar al personaje como un representante folklórico de la quiteñidad, a su vez
potenciar el verdadero sentido del chulla, defiendo a éste como un habitante forjado en las relaciones
cotidianas de una determinada época en una ciudad de suma importancia como Quito, dejando de
lado su verdadera ascendencia.
99
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103
ANEXOS
Anexo 1. Fotos
Plaza de San Francisco principios del XX - Quito
104
QUITO San Blas, al fondo la calle Guayaquil, adelante la Alameda. Principios S XX (de la pag de
Nicolás Svistonoff).
105
Prototipo ¨chullas¨ quiteños QUITO.- San Blas años 20s (Wiimedia) tw y fb
106
QUITO.- Calle Guayaquil, al fondo entrada del Parque Alameda 20s (de la pag de Nicolas
Svistoonoff)
107
Plaza de la Independencia (foto colección J. Quirola Jaramillo)
108
El actor Ernesto Albàn
109
EL TERRIBLE MARTINEZ un AUTÉNTICO CHULLA QUITEÑO. El Terrible está disfrazado
del Cardenal Carlos María de la Torre. En esta imagen (cortesía de Marco Martínez) .
110
El pasillo y el sereno es parte de la identidad cultural de los mestizos ecuatorianos.
111
Quito, Rieles del tranvía, 1948. (Fotografía: Rolf Blomberg).
112
QUITO Plaza de la Independencia 1950s (RDA foto: transpress nz).
113
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