UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL CONSTRUCCIÓN SOCIAL E HISTÓRICA DEL “CHULLA QUITEÑO”. TRABAJO DE GRADO PREVIA A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE LICENCIADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL EFRAÍN MAURICIO GALINDO LIMA DIRECTOR: MSC. SEGUNDO FABIÁN POTOSÍ CACHIMUEL Quito – Ecuador 2015 DEDICATORIA Quiero dedicar con mucho cariño la realización de este arduo trabajo a mis padres, quienes con mucho afán y sabiduría me supieron guiar todos estos años de carrera. Por esas oportunas palabras brindadas con gran calidez, gracias a ellas me fue posible afrontar el diario vivir, eliminando de mi mente la idea de desfallecer. A varios de mis compañeros y amigos con quienes compartí muchas vivencias a lo largo de estos cuatro años de estudio, así como para todas las personas que tuve el placer de conocer, para ellos va dedicado este importante esfuerzo. Efraín ii AGRADECIMIENTOS Anhelo muy profundamente a través de estas líneas, hacer llegar mis más sinceros y profundos agradecimientos a todas las personas que me supieron dar su apoyo en este comprometido proceso, porque sin su preocupación más complicado se hubiese tornado el camino para cumplir este sueño. Agradezco al destino la posibilidad que tuve de enrolarme a la prestigiosa Universidad Central del Ecuador, específicamente a la Facultad de Comunicación Social, institución formadora de excelentes profesionales en la comunicación, pero sobre todo forjadora de seres humanos críticos, emprendedores, creativos, defensores de la justicia, valores necesarios en la formación académica actual. Agradecimiento especial a Cristian Rea y Elizabeth Seaz, amigos y compañeros incondicionales con quienes compartí muchas experiencias en el ámbito laboral, gracias por sus buenos consejos. Efraín. iii AUTORIZACIÓN DE AUTORÍA INTELECTUAL Yo, Efraín Mauricio Galindo Lima, en calidad de autor de la tesis “La construcción social e histórica del Chulla Quiteño”, autorizo a la Universidad Central del Ecuador, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o parte de los que contienen esta obra, con fines académicos o de investigación. Los derechos que como autor me corresponde, con excepción de la presente autorización, seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6,8 y demás pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento. Quito, 28 de mayo de 2016 C.C. 1720119260 [email protected] iv HOJA DE APROBACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS En mi condición de Director de Tesis, certifico que el Sr. Efraín Mauricio Galindo Lima ha desarrollado la tesis titulada “ La construcción social e histórica del Chulla Quiteño” observando las disposiciones institucionales que regulan esta actividad académica, por lo que autorizo para que el mencionado señor reproduzca el documento definitivo, presente a las autoridades de la Carrera de Comunicación Social y proceda a la exposición de su contenido, previo a la obtención del título de Licenciatura en Comunicación Social. v ÍNDICE DE CONTENIDO DEDICATORIA ii AGRADECIMIENTOS iii AUTORIZACIÓN DE AUTORÍA INTELECTUAL iv HOJA DE APROBACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS v ÍNDICE DE CONTENIDO vi ÍNDICE DE ANEXOS vi ÍNDICE DE TABLAS vii RESUMEN viii ABSTRACT ix INTRODUCCIÓN 1 JUSTIFICACIÓN 3 CAPÍTULO I 9 NUESTRA CIUDAD DE QUITO 10 1.1 El Quito en la época colonial 10 1.2 Quito en la independencia: 17 1.3 Quito en la República: 24 CAPÍTULO II QUITO Y SUS TRANSFORMACIONES 35 2.1 Quito en los albores del siglo XX 35 2.2 La ciudad a mediados del siglo XX 40 2.3 Las clases sociales y la modernización: 49 CAPÍTULO III EL SURGIMIENTO DEL “CHULLA QUITEÑO” 56 3.1 El “Chulla Quiteño”: 56 3.2 Personajes Anecdóticos 68 3.2.1 Don Evaristo Corral y Chancleta 68 3.2.2 El ¨Águila¨ quiteña 72 3.2.3 El ¨Terrible¨ Martínez: 74 3.3 La transfiguración y decadencia del chulla 76 3.4 Aporte sociocultural en la sociedad quiteña actual 79 vi CAPITULO IV PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN RECOLECTADA 82 4.1 Informante 1 82 4.2 Informante 2 84 4.3 Informante 3 87 4.4 Informante cuatro 89 4.5 Informante Cinco 91 4.6 Comentarios generales del investigador 92 4.6.1 Estado anímico de los entrevistados 93 4.6.2 Seguridad en las respuestas 93 4.6.3 Orientación ideológica 93 4.6.4 Posición de género 94 4.6.5 Ubicación conceptual /metodológica 94 4.6.6 Corolario 94 CAPITULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 95 5.1 Conclusiones 95 5.2 Recomendaciones 98 BIBLIOGRAFÍA 100 INDICE DE ANEXOS 104 Anexo 1. Fotos 104 ÍNDICE DE TABLAS Cuadro 1 42 Cuadro 2 45 vii Construcción social e histórica del “Chulla Quiteño” Social and historical construction of "Chulla Quiteño" RESUMEN Investiga el verdadero origen del ¨chulla¨ quiteño, así como el contexto histórico cultural en el que se desarrolla el personaje (Quito a principios del siglo XX), con el afán de desmitificar su concepción folclórica como exclusivo representante de la identidad netamente quiteña. Se estudia y describe los inicios de la corriente moderna, la búsqueda de ascenso social, las clases sociales quiteñas. Recopila biográficamente varias anécdotas de personajes considerados auténticos chullas quiteños. Destaca a un personaje como ¨Don Evaristo Coral y Chancleta¨ La propuesta está sustentada en un análisis cualitativo a través de entrevistas a diversos, habitantes quiteños, evidenciando diversos criterios sobre el chulla quiteño, principalmente ligados a las festividades de la ciudad, para la gran mayoría de ciudadanos el chulla representa ejemplos de buen comportamiento, descartando el verdadero origen irreverente, cuestionador y contestatario de los poderes fácticos de su época. PALABRAS CLAVES: COMUNICACIÓN CULTURAL / IDENTIDAD/QUITO / ASCENSO SOCIAL / MODERNIDAD / CHULLA QUITEÑO viii ABSTRACT This work researches the true origin of the “chulla quitefio” and the historical and cultural context in which this character lived (Quito, throughout the beginning of the 20th century). It has the goal of demystifying the folkloric conception of the “chulla” as the sole representative of the quiteno (people bom in Quito) identity. This work studies and describes the beginnings of the modem current, the quest for social climbing, and the existing social classes in Quito. It gathers bibliographic information such as several anecdotes from people considered to be authentic chullas quitefios; characters like “Don Evaristo Coral y Chancleta”. The proposal suggested herein is supported on a qualitative analysis of the surveys conducted on many people from Quito, evidencing different opinions regarding the chulla quiteno, most of which are linked to the city’s festivities. The vast majority of quitefios consider the chulla quitefio to be a representative for good behavior, disregarding the true irreverent, questioning, and eloquent nature of the factual powers during that time period. KEYWORDS: CULTURAL COMMUNICATION / IDENTITY / QUITO / SOCIAL CLIMBING / MODERNITY / CHULLA QUITENO ix INTRODUCCIÓN La investigación planteada en las siguientes líneas se relaciona con las herencias culturales latinoamericanas a partir de la conquista, el proceso de mestizaje concibe a la apertura de la diversidad cultural, este fenómeno hizo que la sociedad sea dividida en jerarquías mediante un sistema de castas, donde los derechos de cada individuo tenían que ver de acuerdo a su posición social. El vértigo de la llegada de la modernidad, sería un factor en el mundo latinoamericano, en las relaciones sociales, fundamentando una ideología de ascenso social. En este contexto nace el ¨chulla quiteño¨, apelativo utilizado en Quito para aquellos individuos que aparentaba ser de alta alcurnia, pero que en realidad a través de la picardía, así como mediante la palabra vendía el ¨oro y el moro¨ a quienes atentos escuchaban sus increíbles historias, la palabra chulla viene de uno solo, chulla levita, haciendo alusión a su vestimenta, única leva que utilizaba para las farras, así como para cualquier evento. Destaca el carácter de cuestionador del ¨statu quo¨ de aquella época, el chulla a pesar de ser tildado de farsante, anti-héroe o vividor, fue un cuestionador de los poderes políticos de su época, (¨Banca tigre¨, ¨Don Evaristo¨). La filosofía del chulla es diversa, pero en cuanto a su identidad quiteña nadie duda de la veracidad. En quito nacen quiteños, así como a su vez se crían verdaderos ¨chulla quiteños¨´, quienes no son necesariamente descienden de quiteños, pero que su vinculación con la cotidianidad ciudadana hace de ellos dignos representantes de los chullas. Existen trabajos de investigación sobre este personaje quiteño como es el caso de ¨El chulla quiteño un enfoque desde su masculinidad¨. Una de las principales referencias que denota este texto, es su carácter de seducción, la fama de conquistador, su masculinidad en el sentido de acceder a cualquier mujer que le interese, sin importar su estado civil, ni posición económico-social. El chulla visto como un actor social inmiscuido en medio de una cotidianidad cargada de conflictos, segregaciones discriminación y apropiación del hispanismo como valor de distinción separándose de lo andino visto culturalmente como inferior. Tras la llegada de la modernidad, la crisis de los años en la primera mitad del siglo XX, hizo de la ciudad capital, un foco de constantes migraciones interioranas, hecho que precipitó una competencia por la ocupación laboral. Surge la competencia entre los denominados ¨chagras¨ nombre utilizado para quienes venían de otras provincias de la sierra céntrica, con los ¨chullas¨, quienes apropiándose de una identidad quiteña influenciada por la época, reproducían la discriminación que sufrían de las esferas sociales altas, contra los recién llegados. 1 Este crecimiento abrupto surgido en la necesidad de comunicar los diversos espacios de la urbe, produjo un fenómeno significativo, la descentralización demográfica de la ciudad por la falta de espacio, o por la utilización de estos espacios para otros cometidos. Este fenómeno hizo que cierta población que vivía en pequeños cuartos del centro, se desplazase al sur hacia la laderas del Pichincha, al contrario de la gente pudiente lo hizo hacia San Blas, La Alameda, Av. Colon, constituyendo el populoso barrio de ¨La Mariscal¨. Este proceso de nueva reorganización de la ciudad, estuvo influenciado por la vanguardia arquitectónica europea, así como por la iniciativa de algunas ciudades como Lima y Buenos Aires las cuales adoptaron una política ornamental, donde edificios de gran altura simbolizaron el progreso de cada una de estas capitales. La ciudad de Quito no fue la excepción, un claro ejemplo de este proceso es la construcción del palacio de La Circasiana ubicado en la intersección de las Avenidas Colon y 10 de Agosto, fue una casa residencial de la familia Jijón y Caamaño, familia de aristocracia quiteña. Era común ver a finales del siglo IXX este tipo de arquitectura en el sector. Hoy en día la mayoría de casas señoriales han sido derribadas para construir las edificaciones actuales. 2 JUSTIFICACIÓN La principal motivación fue la materia de Historia del Ecuador y Latinoamérica, esta materia me brindó un amplio panorama para cuestionarme sobre todos los procesos ocurridos en nuestras sociedades. A su vez me propuse desmitificar la idea convencional que se tiene sobre la identidad quiteña. Identidad sustentada en el único valor de las fiestas de fundación de lo que hoy conocemos como ciudad de San Francisco de Quito, Pero como dejar de lado algunas de nuestras costumbres en la cotidianidad, costumbres marcadas de origen prehispánico, aquellos elementos que han tratado de ser ocultados pero que sin duda en la praxis sobresalen hasta nuestros días. Otra observación importante fue conocer mi árbol genealógico, donde tanto abuelos como padres me hablaron de una ciudad distinta a la actual. Además a ello se suma la importancia que tuvo la ciudad en cuanto a niveles de oportunidades que brindaba, (estudio, trabajo, ocupaciones) en tiempos donde concurrir a las grandes ciudades permitía un nivel de desarrollo prometedor, solventando algunos gastos familiares de diversa índole. En el plano personal, provengo de familia migrante interiorana pero me considero verdaderamente Quiteño. La indagación sobre una constructo simbólico de la ciudad, me llevó a investigar sobre el ¨chulla quiteño¨, personaje que como individuo nació al margen del ¨statu quo¨ de la época, irreverente, cuestionador de los poderes fácticos, un verdadero antihéroe, que a través de diferentes mecanismos hizo resistencia, valiéndose de elementos como la picardía, fanfarronería, sátira, humor, entre otros. De esta manera, se pretende des estigmatizar la concepción folklórica que se concibe sobre ¨chulla quiteño¨. Todo ello, se podrá analizar mediante la lectura de la historia quiteña, su sociedad, la organización social que esta poseía, la exclusividad, marginalidad, como mentoras de estos personajes. Como caso particular se estudiará al personaje de ¨Don Evaristo¨, como aquel residente quiteño, cuestionador de las políticas excluyentes, además de descifrar la importancia que se le da en cuanto a la imagen de construcción de un sujeto quiteño actual, donde ni si quiera las generaciones actuales, conocen el verdadero entramado en la figura representada por el humorista Ernesto Albán. A su vez, se pretende conocer al ¨chulla quiteño¨ mostrando su verdadero perfil, cohesionando a través de la investigación biográfica la falsa idea de ser un ejemplo de ciudadanía, de buenas costumbres, y afín a los gobiernos de turno. Por este motivo se mostrarán varios pasajes de personajes considerados herederos de la ideología de ser un ¨chulla¨ en sus diversas tipologías. Contextualización: 3 Las sociedades humanas a través de la historia se han visto influenciadas por las conquistas, el mestizaje y las hibridaciones culturales. La identidad es la base de toda cultura, es por ello que para dar a conocer la construcción social e historia de cualquier individuo o sujeto social, se debe indagar en la historia de aquella sociedad a la que perteneció, además de determinar el contexto social, político y económico en el que se desarrolló. Objetivos General: Conocer el escenario o marco histórico, en donde se desarrolló el estereotipo del “Chulla Quiteño”. Específicos: • Identificar, las características que componen al “Chulla Quiteño”, como un actor social oculto en las altas sociedades quiteñas clasistas. • Determinar la influencia que generó un personaje como “Don Evaristo”, en la opinión pública de su época Problema: El desconocimiento de nuestras herencias de identidad, hace que legitimemos a una figura como aliada al poder, cambiando conceptos, tanto de fondo como de origen causal. Justificación: La indagación del origen del “Chulla Quiteño” como un individuo, nacido en al margen del ¨statu quo¨ de la época, irreverente, cuestionador de los poderes fácticos, un verdadero antihéroe, que a través de diferentes mecanismos hizo resistencia, valiéndose de elementos como la picardía, fanfarronería, sátira, humor, entre otros. De esta manera, se quiere desmitificar la concepción folklórica que se concibe sobre “Chulla Quiteño”. Todo ello, se podrá analizar mediante la lectura de la historia quiteña, su sociedad, la organización social que esta poseía, la exclusividad, marginalidad, como mentoras de estos personajes. Como caso particular se estudiará al personaje de “Don Evaristo”, como aquel residente quiteño, cuestionador de las políticas excluyentes, además de descifrar la importancia que se le da en cuanto a la imagen de construcción de un sujeto quiteño actual, donde ni si quiera las generaciones actuales, conocen el verdadero entramado en la figura representada por varios personajes de esta estirpe. 4 Factibilidad: En cuanto a este aspecto, se debe ponderar la posibilidad que se ha tenido para realizar esta investigación académica, el tema ha resultado fácil, debido a los estudios que se han realizado acerca del mestizaje y las sociedades coloniales latinoamericanas, en cuanto a los personajes, se consiguió varios escritos que hablan de la construcción social del “Chulla Quiteño”, entre los que se destacan “Don Evaristo Corral”, “El chulla Romero y Flores”, entre otros. En definitiva, la construcción de imagen se ve enmarcada en varios escritos que aportan a temas que van a influenciar en la idea de un sujeto quiteño aproximado a este personaje, tanto en su vestimenta, las maneras de actuar, formas de obtener lo que quiere, a pesar de no poseer un título digno en cuanto a la aristocracia quiteña; pero, que sin embargo, logra rosarse con ésta en los diversos espacios en donde se desempeña en la sociedad capitalina. Cobertura: En este punto hay que destacar el campo de acción del tema, en el caso particular del “Chulla Quiteño” reflejado en personajes como: “Don Evaristo”, encarnado por Ernesto Albán, así como también el personaje principal de “El Chulla Romero y Flores”, ambos personajes, tienen un escenario en común: la ciudad de ¨San Francisco de Quito”, en distintas temporalidades, haciendo de la capital de la republica un espacio en el que se podría enterar de las decisiones tomadas por actores políticos de su época. Sin embargo, se utilizará en cierta parte de este escrito, diversas analogías en cuanto a la construcción de ciertos personajes similares a Don Evaristo, entre ellos Cantinflas en México, todo ello por considerar a este personaje como un cuestionador de los poder facticos en Latinoamérica, sabiendo que es en este continente donde las brechas sociales se han vuelto cada vez más marcadas. Marco teórico: La idea de desarrollo, fue adoptada desde la Grecia antigua, consolidando la ciencia moderna en la revolución industrial, alejando la bendición de Dios para asumir el rostro técnico de un progreso racional. En América latina, este proceso se lo implementó de una manera tardía conforme a Europa, donde en un principio logró industrializarse mediante la obtención de recursos sobre todo materia prima del Nuevo Continente, esto a su vez generó un proceso de estancamiento, al contrario de lo ocurrido en los países del Viejo Continente quienes empezaron a industrializarse, haciendo de su industria el nuevo factor dependiente de las colonias. 5 Luego de que la mayoría de colonias en Latinoamérica lograron su independencia y empezaron a generar las primeras industrias de materia prima, el desarrollo como idea lineal de todos los Estados naciones se encontraban en desigualdad, unos países se beneficiaron a través de los programas que implementaban en los diversos países americanos a pura conveniencia de las industrias europeas. Este proceso hizo que se empezara a utilizar la idea de los superiores e inferiores, denominado así a los países con la mayor industria y progreso como desarrollados, mientras que los países que se encontraban por debajo del promedio en cuanto a progreso, como subdesarrollados, enfocando la idea de que estos últimos necesitan ayuda para alcanzar el “desarrollo”, en todos los ámbitos que consideran a una sociedad como madura. En este contexto, quienes se constituían en líderes en las nuevas colonias y más tarde serian la burguesía en las sociedades americanas, conformarían nuevo discurso apegados al modelo de desarrollo. En el texto se menciona que existen varias categorías que pueden albergar a los discursos públicos de los dominadores, entre las que están cuestiones como la generosidad, altanería, fuerza, nobleza, superioridad, firmeza, promesas, autoelogios, entre otras. Mientras que en el discurso oculto del dominador se encuentran categorías como el egoísmo, cinismo, desprecio, arrogancia, etc. Mediante esto, podemos asimilar los conceptos que desarrollaron las altas sociedades latinoamericanas, para poder ejercer de manera particular el dominio hacia los demás estratos sociales. En contra punto a ello se tiene que, el discurso oculto del dominado está marcado por la indignación, orgullo, ira astucia, solidaridad, venganza, osadía, esperanza, entre otras, sin embargo el discurso público del dominado está enfrascado en la humildad, el respeto, la prudencia, fidelidad, complicidad, miedo admiración, etc. Luego de explicada esta dinámica de discursos, utilizadas tanto por dominados, como por dominadores, tanto en lo público como en oculto, habría que considerar el tema del humor y la sátira como la demanda social, en este sentido el poder siempre podrá ser cuestionado mediante este camino, ya en la edad media los juglares realizaban sus cantos refiriéndose a la cotidianidad que se presentaban en los reinos a los cuales se encontraban ligados, el humor crítico a los poderes fácticos como mecanismo de concienciación social de los sectores sociales marginados. En esta lógica las sociedades latinoamericanas donde se vieron las mayores brechas sociales, surgieron varias figuras de resistencia, críticos inteligentes, de ciertas políticas sociales implementadas en beneficio de las aristocracias, es aquí donde entran figuras que surgieron a través de la idea de escalar socialmente para no ser avasallados, entre ellos se encuentran varios cómicos 6 quienes en los diferentes espacios buscaron crear consciencia, para generar la lucha social de los más necesitados. Marco teórico comunicacional: La principal teoría comunicacional que se va a utilizar será la crítica, acorde con el tema propuesto, todo esto debido a que el contexto social en el que se empieza a construir el sujeto quiteño, además de dar origen al personaje de “Don Evaristo” como uno de sus representantes más significativos. En este sentido se deben analizar varios acontecimientos en los cuales se puede apreciar la constante pugna de las diferentes clases sociales que existían a mediados del siglo XX, en la ciudad de Quito. Si tomamos en cuenta que el proceso de incursión en las políticas de desarrollo en el mundo marcaron a las sociedades de tal manera que cada individuo, fue estereotipado de distintas maneras; pero, sin duda una de los principales factores que influyeron de manera circunstancial fue el económico, que estratificó en clases de diversas maneras a los ciudadanos en cada lugar del mundo. Para focalizar el tema a través de esta teoría, debemos poner de manifiesto varios postulados que conforman esta corriente, en primera instancia la teoría crítica desarrollada por Max Hokerheimer, mediante la cual se explica que en las sociedades se tienen que tomar en cuenta factores sociales, psicológicos, y culturales a la hora de determina el comportamiento de los individuos en sociedades. Es por ello que se pretende enfatizar los factores que determinaron la construcción del sujeto quiteño, las motivaciones que permitieron configurar las maneras de actuar de los diversos personajes que surgieron en este contexto social, todo ello en referencia a los constantes cambios que la sociedad quiteña empezaba a reconfigurarse, después de llegada de la modernidad, en donde cada individuo deseaba escalar socialmente, obtención de prestigio social, así como mejorar su economía en una sociedad cada vez más sujeta a los cambios culturales. Otro aspecto que se tomará en cuenta es la consolidación de los grupos de poder, quienes empiezan a defender sus intereses, formando un círculo social burgués, frente al proletariado colectivo que se encontraba en plena dependencia, tanto política, cultural como social a las élites, haciendo de estos, (pueblo-proletario), reproductores del sistema, sin tener la consciencia de que las relaciones que se establecían entre ambos estratos eran de total desigualdad. El funcionalismo nace como reacción al evolucionismo y al particularismo histórico. Parte del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica en las que sus diversos elementos son 7 inseparables (holísticos) y que se hallan interconectados, teniendo cada uno de ellos una función específica en el conjunto. La religión, la economía, la producción, los rituales forman un todo interconectado. Sus pioneros fueron Bronislaw Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown. El nombre de la escuela proviene del hecho que para el etnógrafo Bronislaw Malinowski (2001) (seguidor de las teorías sociológicas del francés Emilie Durkheim), las culturas se presentan todas como “integrados, funcionales y coherentes”, por lo tanto cada elemento aislado de la misma sólo puede analizarse considerando a los demás. Estudia, por ende, la cultura y demás hechos sociales, en función de cómo se organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano. Tema específico: La palabra “chulla” en el quichua quiere decir único, uno solo, sin embargo fue utilizada para denominar a quienes nacían en la capital del Ecuador, Quito, esta caracterización se la realizaba para fomentar una distinción de la gente que migraba del campo a la gran ciudad, debido a la modernización más acelerada que se generaba en la ciudad, de ahí que surgieron términos como: “chagra”, “longo”, entre otros haciendo referencia a diversas características tanto en el aspecto del lugar de origen de los individuos, o como en el segundo caso de su etnia. La sociedad quiteña era una sociedad de clases en la que cada individuo quería pertenecer o al menos rozarse con la de alta sociedad, por ello hacía varias distinciones ubicando a cada individuo en el lugar que se creía debía pertenecer, en este sentido el chulla quien era de origen quiteño, trataba de aparentar presencia, distinción, muchas veces tener el factor económico necesario para andar con ropa costosa, muchos se fabricaron ropas similares que asimilaran a las que llevaban los quiteños aristócratas. El chulla como tal, es un personaje netamente urbano, cargado de una especial fantasía sustentada en el relato, además es sumamente importante, reconocer el carácter de este personaje ante la sociedad quiteña, el chulla no era considerado como un delincuente, tampoco inmoral, tal vez dada la lógica de utilizar el camuflaje, para no mostrase extraño a los ambientes a los cuales quería frecuentar, eso hace del engaño una de las principales armas de esta figura, engaño no como estafa, más bien como una especie de arte, nada vergonzante, admirada por quienes la oían, sin saber que en algún porcentaje era creada. Otro de los aspectos que engloban a este personaje es su capacidad de ser un conquistador, soñador, congraciante, seguro de sí mismo, para ello necesitaba estar informado, tener una especie de conocimiento elemental de aquello deseaba evidenciar, era recursivo a carta cabal. Como 8 personaje transcendental fue el de “Don Evaristo Corral y Chancleta”, creado por Don Ernesto Albán, el cual representaba a través de la sátira, las denuncias sociales de la prole, utilizando de manera adecuada el recurso humorístico, la parodia, todo esto enfrascado en el campo teatral. Sin duda, algo que marcó mucho aquella consolidación de esta figura, es el carácter propio del mestizaje, la ambigüedad de estar en “medio de la tostada”, hacía que mantuviera a conveniencia una distancia necesaria de los estratos sociales bajos a pesar de tener ascendencia de éstos, sin embargo cuando necesitaba de adoptar sus propios comportamientos lo hacía, en ellos se refugiaba para no ser presa de acusaciones, de las altas clases sociales que en ciertas ocasiones podían llegar a descubrir la falsedad de su origen. CAPÍTULO I 9 NUESTRA CIUDAD DE QUITO 1.1 El Quito en la época colonial La ciudad de Quito fue fundada en el año de 1534 como se menciona en los registros históricos. En un principio la ciudad fue establecida en las planicies de Riobamba por Diego de Almagro en agosto de aquel año, como medida apurada antes de la llegada de Pedro de Alvarado, quien se encontraba en la famosa expedición cuyo objetivo era encontrar el tesoro de Atahualpa. La fundación definitiva sería el 6 de Diciembre de 1534, en las faldas del volcán Pichincha, por Sebastián de Benalcázar, quien a su llegada a la actual ubicación encontró una ciudad incaica en ruinas, luego de que el general Rumiñahui la incinerara para que los colonizadores no pudiesen encontrar el oro de sus templos, y así poder esconder el tesoro de Atahualpa. Quito sería considerada por la Corona Española como villa de Quito, su trazado estuvo dirigido por el mismo Benalcázar con el apoyo de un alarife quien realizó el trazado de las primeras calles de la villa. Sitio que sería apropiado por sus condiciones geográficas para establecer definitivamente la ciudad como explica Valencia L. (s/nºf) El 6 de diciembre de 1534 la Villa de San Francisco de Quito sobre los escombros que dejara Rumiñahui. Fue el mismo asiento geográfico donde se había establecido el centro político de los Caras, los Shyris y después de los Incas p (143). Los colonos basaron la fundación definitiva de la ciudad en un lugar estratégico. Por un lado estaban las abundantes fuentes hídricas que existían alrededor de la villa, por el Norte la laguna de IñaQuito, mientras que por el Sur la de Turubamba. Además a esto se suma su condición de estar rodeada por varios valles lo cual permitió que se pudiesen cultivar escalonadamente productos en diversos suelos climáticos. Tras establecer las nuevas villas coloniales en varios rincones del continente, años después existirían enfrentamientos de parte de los conquistadores. Sus motivos principales fueron la ambición de controlar territorios más extensos. Estas disputas desencadenaron en la aplicación de varias acciones por parte de la Corona. Pronto se establecería un régimen colonial, sustentado en varias instituciones creadas para la gobernación de los nuevos territorios. Las mitas. Los obrajes y encomiendas fueron mecanismos mediante los cuales los colonos instauraron un régimen de control de las poblaciones nativas. A partir de la conquista española se establecieron las encomiendas, mitas y obrajes, que obligaron a los 10 indígenas a tributar y a realizar trabajos forzosos en labores de hilar y tejer cubre mesas, pabellones y antepuertas. La Encomienda se desempeñó como una institución encargada de enseñar la doctrina cristiana a los indígenas. “Los indígenas debían pagar un tributo a la Corona y, como pago del beneficio de la cristianización, quedaban obligados a prestar servicios al encomendero o a darle dinero”. (Ayala. 2008, p.19). Sin lugar a dudas La Encomienda jugaría un papel preponderante en la instauración de la religión católica en toda Latinoamérica, al ser una institución que utilizaba el control ideológico de los pueblos a través del miedo. Otra institución que constituyó un papel fundamental en la colonia fue la Iglesia, esta entidad se consolidó gracias al apoyo del Estado y de la misma Corona Española. Esta entidad jugó un papel fundamental en la construcción ideológica de los colonizadores. La iglesia afianzaba las relaciones sociales a través de su discurso. La Iglesia estaba firmemente enquistada en el aparato estatal colonial y ejercía un virtual monopolio de la dimensión ideológica de la sociedad. Al respecto Ayala (2008) expresaba que: La burocracia eclesiástica no solo tenía a su cargo la evangelización de las masas indígenas y la función educativa de los colonizadores, sino que, al imponer su cosmovisión de la cristiandad como horizonte ideológico, fundamentaba el “derecho de conquista” y consolidaba las relaciones de explotación imperantes. (p. 23). Al parecer existía una relación simbiótica entre la gobernación y la iglesia católica. Se fundamentó una sociedad basada en la fe cristiana; sin embargo la iglesia utilizó como arma al miedo fundamentado en los discursos cristianos. A su vez se destinaron gran cantidad de recursos para la construcción de templos imponentes, manifEstado así la importancia que tenía la religión en la época. En lo económico el régimen colonial estaba basado en la explotación de materias primas particularmente en materia de textiles, ámbito muy explotado por los colonizadores tras su llegada debido a la variedad de técnicas que poseían los indígenas. Otro aspecto que se desarrolló fue la minería, en todo el territorio latinoamericano había yacimientos ricos en plata y oro, recursos que se explotaron con mano de obra nativa. 11 Se implantaron jornadas de trabajo inhumanas de baja remuneración, causando así la muerte de muchos indígenas. Esto daría paso a la venida de esclavos africanos, puesto que se los consideraba más aptos para las arduas jornadas de trabajo. Como señala Antón (s/f); Al igual que Guayaquil, los poblados de Zaruma, Loja y Zamora fueron importantes centros de esclavos durante el período de la Audiencia de Quito. A mediados del siglo XVI, esta zona se hizo famosa por el descubrimiento del oro, motivo por el cual se instaura la institución de la mita, pero ante el peligro que representaba la extinción indígena, fueron introducidos los primeros cargamentos de esclavos(s/nf). Las principales rutas de accesos de esclavos eran por el Norte Cartagena, Popayán Y Tumaco. Mientras que por el Sur venían del virreinato de Lima. En ambos casos se realizaban comercio de esclavos, puesto que se necesitaba mano de obra fuerte para las nuevas minas. La llegada de este nuevo grupo social configuraría una nueva sociedad quiteña mestiza, la hibridación de castas desarrollaría un sistema de jerarquías basado en la pigmentación de la piel. Sin embargo este sistema fracasó debido a las diversas mezclas que se fueron configurando. Se han señalado unos 53 castas, cuya denominación se hacían asociándolas a determinadas características fenotípicas como el color dela piel o del cabello, se describieron hasta 103 colores de piel, o le encontraban parecidos con ciertos animales como el lobo, coyote, cholo (perro), mono, aves, caballos o por deformaciones anatómica. (Ramírez, 2009. p. 110). Estas comparaciones estaban cargadas de racismo, segregación, humillación e injurias. Se puede notar la separación que hicieron los colonos europeos con los grupos sociales nacidos en el nuevo continente. A esto Ramírez (2009) expone; ´Las sociedades coloniales medían la posición de acuerdo a la mayor o menor distancia que un individuo guardaba de su origen no europeo´´ (p. 111). Es así como el concepto de raza, legitima las relaciones sociales de poder, considerando a los colonizadores como los portadores de una cultura superior, necesaria y fundamental para instaurar en los nuevos pueblos latinoamericanos, considerados inferiores al no encontrarse en la lógica civilizada de los europeos. Quijano (2000) expone: Y en la medida en que las relaciones sociales que estaban configurándose eran relaciones de dominación, tales identidades fueron asociadas a las jerarquías, lugares y roles sociales correspondientes, como constitutivas de ellas y, en consecuencia, al patrón de dominación colonial que se imponía. En otros términos, raza e identidad racial fueron establecidas como instrumentos de clasificación social básica de la población. (p.2) Este tipo de clasificación basada en el concepto de “raza superior” se mantendría en las sociedades latinoamericanas por varios siglos. En la ciudad de Quito no fue la excepción, ciertos grupos étnicos estaban vinculados a diversos tipos de roles sobre todo en las casas señoriales o en 12 haciendas. Cada individuo tenía conocimiento de la posición social que tenía, además de saber cómo dirigirse a sus superiores en términos de jerarquías fenotípicas. Existieron dos etapas muy marcadas en las relaciones coloniales, la primera por un modelo rígido, el modelo Habsburgo, basado en el celoso control en varios aspectos por parte de la Corona. Mientras que entrada la primera etapa del siglo XVIII, se estableció un régimen menos acaparador ejerciendo un control más indirecto. A este periodo le sucedió el modelo Borbónico. Ayala (2008) sostiene: Los monarcas de la dinastía Borbón, que llegaron al trono luego de una guerra de alcance europeo, intentaron superar las formas de administración tradicional que caracterizaban a la postrada economía española, e impulsaron un proyecto de modernización que tendía a hacer de España una potencia industrial, con capacidad para competir con Inglaterra y Francia y abastecer sus mercados coloniales. (p.25). A pesar de impulsar una política más liberal de parte de la Corona, se reproducían las mismas relaciones de servilismo, acompañadas de la legitimación de poder por parte de la nobleza, situación que desembocaría en una profunda crisis en la Real Audiencia Quiteña. “El modelo borbónico despojó de buena parte de poder a la Iglesia, se estableció un comercio más flexible, se impulsaron las artes y el desarrollo de la ciencia”. Arévalo (2010). Estas nuevas reformas causaron una reorganización en la importancia de ciertas colonias que antes tenían un papel preponderante para la Realeza. Arévalo (2010) expone: Los territorios de Bolivia, Ecuador y Guatemala que cumplieron un papel de centro o semi-periferia durante el periodo Habsburgo perdieron importancia en el periodo Borbón, y quedaron relegados a la periferia colonial, (…) En Ecuador hubo una depresión general de la actividad económica, de la que se exceptúa el tráfico comercial de Guayaquil gracias al desarrollo de su puerto. (p. 399-400). Este paso a segundo plano de la Real Audiencia Quiteña, generaría una crisis interna, principalmente en la región andina. Ante la falta de recursos para la población y el monopolio de ciertas entidades como la iglesia, quienes a pesar de la crisis tenía una gran cantidad de recursos, la población se sentiría inconforme, esto sería un detonante para el futuro político de la audiencia. Las reformas borbónicas darían un giro definitivo a la sociedad de la Real Audiencia quiteña. Tras la caída de la industria textil, se buscarían alternativas para competir con los mercados mundiales, para ello se buscó potenciar los recursos agrícolas. De este modo se acentuó el proceso de consolidación del latifundio como eje de todo el sistema económico, que se dio en buena parte a costa de las propiedades de las comunidades indígenas, a quienes se compró en forma forzada o simplemente se les despojó de la tierra. (Ayala, 2008, p. 25). El Estado despojaría a las comunidades indígenas de la tierra productiva, obligándoles a trabajar para explotar la materia prima, de esta manera quienes trabajaban en el latifundio estaban sujetos a la voluntad los nuevos dueños. 13 El latifundio en la sierra sería codiciado por las grandes familias de élite, así como por comunidades religiosas, quienes optaron por consolidar su poder a través de la compra de la tierra productiva. Sería muy común en el siglo XVIII, que muchas familias no consideradas nobles por herencia en su linaje. Ayala (2008) manifiesta que: “…logren integrar ciertos clanes exclusivos gracias los bienes o riquezas que lograban obtener. Los verdaderos clanes familiares nacieron y se reprodujeron a partir de la propiedad de la tierra y de los beneficios que de ella emanaron”. (p.34). En la serranía las rentas que se generaban de los latifundios eran altas, la economía de la región dependía directamente de sus réditos locales, sistema que permitiría a sus dueños manejar un sistema similar a los feudos europeos, donde los dueños de las tierras brindaban lo necesario para vivir a sus trabajadores, (huasipungo). Estas nuevas relaciones coloniales se mantuvieron por un largo periodo de tiempo. Favoreciendo a los nobles quiteños del siglo XVIII, un hecho importante fue el desalojo de la orden Jesuita (…) Esta congregación adquirió un sin número de haciendas en tierras de la serranía. En referencia a esto Porras (1988) expone: “Es lógico suponer entonces que la confiscación de sus bienes favoreció a los terratenientes quiteños, quienes a través de la compra de los fundos de la Compañía, lograron ampliar, diversificar y consolidar sus propiedades”. (p. 8). Tras la expulsión de los religiosos de la Real Audiencia, nada cambiaría en su totalidad, las tierras despojadas fueron adquiridas por viejos hacendados quiteños, este proceso ayudaría a consolidar la posición social de las nuevas familias que a la postre serían la élite quiteña en décadas posteriores. En el siglo XVIII, se produciría una crisis de importante magnitud en la Real Audiencia Quiteña. Tras el fracaso económico posterior a la implantación de las reformas borbónicas, se sumaron varias catástrofes naturales en el territorio. Esto generaría una inconformidad general de los gobernantes de la época, detonantes suficientes que repercutieron en la sociedad quiteña. A esto se refiere Rodríguez. (2011). La decadencia del Reino de Quito durante el siglo XVIII provocó cierta inquietud social. La región estaba gobernada por un presidente y por los oidores de la Audiencia. La mayoría de ellos eran funcionarios corruptos que tenían –o que no tardaron en adquirir– vínculos sociales, económicos y políticos con las élites regionales de Lima, Santa Fe y Quito. (p.94). Estas administraciones enquistadas entre poderes locales, motivaría a los pobladores quiteños a cuestionar ciertas políticas administrativas por considerarlas excluyentes y solo favorables para ciertos grupos de poder. 14 A estas circunstancias se sumaría las relaciones de la Real Audiencia quiteña con la Corona. Se decretó que Quito pasaría a dominio administrativo de Santa Fe, por motivos estratégicos de la Corona. Sin embargo, meses después se firmó un nuevo decreto en el cual se dispuso la anexión de la Real Audiencia al Virreinato de Lima. “En 1717, su audiencia, (independiente), fue eliminada y su territorio incorporado a la jurisdicción de la Audiencia de Santa Fe; no fue sino hasta 1722 cuando se restituyó el Reino de Quito y estuvo subordinado a la capital Virreinal de Lima hasta 1739, cuando se fundó el Virreinato de Nueva Granada. Contrariamente a lo que los quiteños esperaban, la capital del nuevo Virreinato fue Santa Fe, y no Quito” (Rodríguez, 2011, p. 92). Estas inconsistencias crearon dudas, inestabilidad y zozobra en el pueblo, pero sobre todo en la mayoría de hacendados y comerciantes quienes se preocupaban por el nuevo papel que desempeñaría la región. El decreto acabaría con el anhelo de constituir como virreinato al territorio quiteño. Luego de la pedida de protagonismo de la Real Audiencia quiteña, varios territorios se anexarían a las administraciones de Lima o a su vez de la Nueva Granda. En este mismo siglo, se daría un acontecimiento impresionante, la rebelión de los barrios quiteños, una de las rebeliones más largas en todo el continente. Entre los principales motivos para la sublevación estuvieron: El estanco creado en contra del aguardiente, un incremento a los impuestos de la tierra, la caída de la industria textil quiteña, entre otros factores. Un panorama de lo ocurrido se encuentra en Rodríguez (2011): Los habitantes de San Roque y San Sebastián se reunieron en la Plaza de Santo Domingo y desde ahí marcharon hacia las dependencias del estanco y la alcabala. Entonces, se introdujeron en la oficina recaudadora, vertieron el aguardiente a la calle y destruyeron el almacén. Curas y patrullas encabezadas por oidores intentaron apaciguar a la multitud, pero fracasaron. (p. 99). Esta manifestación quiteña, sería un grito a la pauperización económico-social de una sociedad colonial en vías de declive. Por un lado estaban los aristócratas quienes pugnaban por encontrar mayor protagonismo, mientras que en la otra cara de la moneda se encontraba el pueblo y algunos importantes comerciantes locales que en su mayoría total dependiente de un sistema insipiente, caduco. La plebe adoptaría un papel más activo en la sociedad colonial. Así expone Terán (2009): 15 Durante el siglo XVIII la plebe de Quito se convirtió en un elemento altamente perturbador, tanto por el protagonismo social y político que adquirió paulatinamente, como por el carácter indescifrable de su composición social, cada vez más resistente a las clasificaciones y categorizaciones sociales(p.101). Se produjo un cambio en las relaciones sociales, la plebe dispondría de argumentos necesarios para exigir una mejor administración de parte de las autoridades locales. Las clasificaciones y categorizaciones no tuvieron valía, debido a que existía un malestar general de la población. La multitud estuvo conformada por niños, hombres, mujeres y personas de todas las edades. (Rodríguez, 2011, p, 99). Se encontraban molestos por las decisiones tomadas por los oidores, y demás autoridades incluido el mismo virrey, quien hizo oídos sordos a las peticiones quiteñas. La protesta no declinaría hasta que la turba enardecida destruyera el estanco y la casa de hacienda. En otro sentido una de las principales catapultas ideológicas sería la llegada de la comisión geodésica francesa. Comisión designada para determinar la mitad del mundo, este hecho sería primordial en la mentalidad de los pensadores quiteños, porque se fundamentaría una nueva apertura al avance científico, tecnológico y político. Paz y Miño (2012) refiere: No es posible afirmar que una de las “causas” de las revoluciones de independencia latinoamericanas fue la Revolución Francesa de 1789.Sí es posible afirmar, en cambio, que una serie de conceptos y valores políticos nacidos en la Francia revolucionaria del siglo XVIII, “influyeron” en los pensadores ilustrados y las élites criollas independentistas de la región.(p. 7). Varios pensadores quiteños de la época, se verían influenciados por la nueva corriente francesa. Entre ellos estaban Pedro Vicente Maldonado, Mejía Lequerica, Eugenio Espejo, entre otros. Se empezó a cuestionar la enseñanza tradicional escolástica de los pensadores Jesuitas, quienes a pesar de tener su propia corriente comprendían de las nuevas corrientes. Esta visita generó un amplio debate entre los miembros de la comisión geodésica francesa y varios pensadores de esta orden. Dando como resultado la vinculación de ambas corrientes en los criollos quiteños. Criollos que adoptarían años más adelante la idea de emanciparse definitivamente de la España peninsular, optando por sociedades libres gobernadas por las propias gentes ilustradas locales. Conclusiones: La sociedad colonial quiteña estaba organizada por castas, esto generaba a su vez los roles de cada individuo. Sin embargo, el temprano mestizaje dado por el asentamiento de varias etnias en sus territorios, generó nuevos mecanismos de control de parte de las autoridades reales. Surgieron entidades como La Encomienda, La Mita y Los Obrajes. 16 Hasta inicios del siglo XVIII La Real Audiencia de Quito tuvo un importante protagonismo en la economía peninsular. Quito se constituyó en una importante reserva minera, pero su mayor fuerte fue como productor de textiles de ahí obtenía sus mayores réditos. Este panorama cambió cuando fue subordinado dos veces primero a Nueva Granada, después al Virreinato de Lima. Las reformas borbónicas fueron un factor desencadenante para la crisis de la Real Audiencia a mediados del siglo XVIII. Tras la caída de la producción textil, la economía decayó, por este motivo se impulsaron nuevas actividades como la agricultura y la ganadería. Las élites locales compraron las tierras comunales de los indígenas, para impulsar el latifundio como eje central de economía. El latifundio se constituyó con las mismas relaciones coloniales, la iglesia no perdería su poder hasta la expulsión de la congregación Jesuita quienes eran dueños de una gran cantidad de tierra. Tras la expulsión de los Jesuitas gran cantidad de comerciantes quiteños compraron varias de estas propiedades, esto les permitió entrar en los círculos de la alta sociedad quiteña. En la década de los setenta del siglo XVIII, se produciría una profunda crisis, además de la implementación de impuestos a la producción de aguardiente. Con lo cual desencadenaría en la rebelión de los barrios quiteños, una larga sublevación que terminó con la eliminación del estanco del aguardiente y con la huida de varias autoridades enviadas por la corona. Tras la venida de la comisión geodésica francesa, varios criollos quiteños se influenciaron del pensamiento francés. Debido a la grave crisis sistémica por la que estaba atravesando la Audiencia, se fundamentaría la idea de crear una gobernación netamente local, donde ese impulse la ciencia, las artes, la economía y el libre comercio. 1.2 Quito en la independencia: La rebelión de los barrios quiteños, fue un acontecimiento que fomentó una accionar político distinto consolidado en años posteriores. A inicios del siglo XVIII en la audiencia, aún se veían los estragos de la crisis de finales de siglo. Al sufrir la pérdida de autonomía por estar subordinada a Lima, y posteriormente a Santa Fe, la aristocracia quiteña mostraría su preocupación. A esto se sumaba el cambio de jurisdicción sobre el puerto de Guayaquil, esto fragmentaría más la economía. El malestar quiteño por tales recortes de su autoridad se plasmó en reclamo oficial en una exposición que dirigió a Godoy, el poderoso ministro español, el presidente de la Audiencia de Quito, Barón de Carondelet, el 21 de julio de 1804, pidiendo que se restituyera a Quito la plena jurisdicción sobre Maynas y Guayaquil. El barón de Carondelet, hacía un gran esfuerzo para que se devolviera la importancia, poder y jurisdicción de la Real Audiencia quiteña. Este accionar era adecuado debido al descontento de la 17 oligarquía quiteña con la cual mantenía buenas relaciones, se pretendió evitar nuevos levantamientos contra el imperio. Estas peticiones no serían atendidas por parte de la Corona. Para 1807, el barón de Carondelet fallece en el cumplimiento de sus funciones, un año más tarde hace su arribo a Quito el Conde Ruiz de Castilla, con quien la aristocracia local mostraba su descontento debido a su accionar. Sin embargo, las noticias traídas por el capitán español de fragata Don José de San Llorente, enviado por la junta de Sevilla. El rey había sido secuestrado por Napoleón y los franceses. Esa era la noticia que más impactaba, sin duda: el colapso de la monarquía española, y ella alentaba ideas autonómicas. América iba a asistir a una cadena de estallidos y pronunciamientos comenzando por las Audiencias donde más habían madurado las ideas de independencia: Quito y Charcas. El rey caía preso a manos de las tropas napoleónicas, esto generaría gran conmoción en las colonias americanas y en las aristocracias locales que en minoría podían acceder a cargos públicos de gobierno. Mientras tanto en la sociedad quiteña, sería una señal, debido a la crisis que afrontaba. Urrego (2010) sostiene La decadencia del imperio español al coincidir con la invasión napoleónica, y el auge de las ideas liberales generaron el debilitamiento de los vínculos entre las colonias y el imperio y en los criollos la necesidad de comenzar a definir qué tipo de sistema político debía imperar en América y como debía ser la relación con España. (p.3). La situación en América estaría llena de contradicciones al no tener una jurisdicción que se pudiese aplicar bajo el mismo dominio en ambos territorios. Si bien las colonias tenían autoridades que se debían a la Corona, existía una cierta diferenciación entre los españoles peninsulares y los españoles nacidos en las colonias a quienes se los apodaba de “chapetones”, minimizando su posición social ante los nacidos en España. Para ese entonces debido a la grave situación en que se encontraba la Corona española, se crearía juntas provinciales que asumieran la soberanía en nombre del Rey (Fernando VII). Esta determinación estaría basada en dos principios de la política hispana: El principio de gobierno mixto (pueblo, nobles y gobernantes) de soberanía. Y en el pactumtranslationis, (ausencia del monarca, la soberanía recae sobre el pueblo).La aplicación de tales principios se llevó a cabo sin dificultad en los territorios peninsulares, pero los reinos americanos afrontaron la oposición tanto de los funcionarios reales, como de los españoles peninsulares allí radicados. (Ponce, 2009, p. 233). 18 Bajo esta condición al pertenecer al reino español y encontrarse el legítimo monarca capturado por los franceses, se buscaba por parte de las colonias americanas una igualdad de derechos a las comunidades peninsulares quienes sí lograron establecer Juntas de gobierno. El caso de la Real Audiencia quiteña sería particular debido a los constantes roces que existieron entre las autoridades españolas desde el siglo XVII. A pesar de esto, la élite criolla quiteña decidió crear una junta de gobierno autónoma similar a las españolas. Pero existieron diversos criterios: Por un lado se buscaba proteger las colonias de una posible invasión francesa a Latinoamérica, sin embargo los españoles gobernantes en Quito consideraban aquellas ideas como insurrectas. Una primera reunión se daría en la hacienda de los chillos del Márquez de Selva Alegre llamada “El Obraje”, donde se proponía a Juan Pío Montufar como presidente de la junta. La cual sería propuesta en 1808 como un sistema de gobierno de los criollos pero con reconocimiento del Rey. Esta idea sería develada por el fray Andrés Polo, quien al enterarse del plan, daría parte a las autoridades de la audiencia. Varios miembros de la junta serían arrEstados por conspirar en contra de España, sin embargo por falta de pruebas se deliberó de las culpas a los acusados. Pero para 1809, a pesar del riesgo que representaba para los criollos quiteños formar una nueva Junta de Gobierno, ésta se propuso basada en la necesidad de pugnar por una mejor gestión de las autoridades, así como para mejorar las condiciones económicas del territorio, se redactaría un documento que sería presentado al presidente Ruiz de Castilla. Este sería un precedente en América, si bien existieron propuestas similares, como las Juntas creadas en Chuquisaca y La Paz, éstas no tendrían el antecedente, contexto e y repercusión del movimiento quiteño. En Chuquisaca, por ejemplo, capital de Charcas y centro universitario en el que se formaron algunos líderes destacados de la independencia, los oidores depusieron al presidente de la Audiencia Ramón García León y el 26 de mayo de 1809 constituyeron una Junta para gobernar en nombre de Fernando Villa, éste la alcanzó a otra de las ciudad desde la Audiencia, La Paz, cuyo ayuntamiento destituía al intendente y al obispo el 16 de julio, instalando igualmente una Junta compuesta por criollos que, proclamando lealtad al Rey, se declaraba autónoma tanto del Perú como del Río de la Plata. (Ponce, 2009. p 233.234). A diferencia de la consigna quiteña, estas juntas serían creadas a partir de un acuerdo entre criollos y españoles, teniendo leves repercusiones en el ámbito político Latinoamericano. Rodríguez 19 Destruge (s/f); expone: ¨El movimiento de Chuquisaca no tuvo otro origen que el de los celos entre las autoridades, ni otro fin que el de hacer triunfar una de las formas propuestas y discutidas para la conservación del Estado colonial¨. (s/n f.). Es decir en Chuquisaca y la Paz no existía un proyecto netamente independiente, las relaciones coloniales se mantendrían, no se proponían nuevas autoridades. A diferencia de la junta de criollos quiteños, quienes buscaban una mayor participación en los poderes estamentales. Para agosto de 1809, se daría una reunión clandestina donde asistirían varios de los nobles criollos quiteños. Ayala (2008) menciona: Sin desanimarse por el fracaso, los conspiradores formaron la Junta Soberana que se hizo cargo del mando el 10 de agosto de 1809. El marqués de Selva Alegre fue nombrado Presidente. En el hecho se destacó la acción de Morales, Quiroga, Riofrío, Ante y de doña Manuela Cañizares. (s/fn). Es importante destacar la presencia de los mismos precursores de la primera sesión en Los Chillos, a ellos se sumaron más actores sociales que se sumaron a la misma consigna: crear la Junta Independiente. Doña Manuela Cañizares sería la anfitriona de la sesión, personaje que sería de suma importancia para el futuro quiteño. Pero este conglomerado de la élite criolla quiteña no sería en si el hecho que desembocaría en la independencia de España. La junta vendría a sustituir a las autoridades peninsulares con el objetivo de generar una economía autónoma y sustentable para las familias nobles quiteñas En referencia a esto sostiene Valencia, 1992: En el fondo, como ya se señaló, estaba el proyecto autonomista que se había fraguado durante el siglo XVIII, el cual permitió la unión de una serie de ambiciones personales, de familia y de grupos con diferentes intereses económicos o políticos, en tanto que se trataba de crear una región económica con un gobierno autónomo representado en una Capitanía General, dependiente únicamente de la Corona. (p.32) Intereses económicos que serían compartidos por varios sectores como es el caso del clero, la iglesia quiteña en estos tiempos había perdido varios privilegios económicos que antes eren financiados por las autoridades de la audiencia. Valencia (1992) menciona: El clero tuvo una participación directa en la búsqueda de autonomía quiteña. De todas formas se puede plantear que los curas tenían el mismo deseo autonomista de la élite criolla, lo que los ligó, de una u otra manera, a los sectores dominantes. Esto tiene, desde luego, un fuerte sentido económico. Si se acepta lo de la crisis del XVIII (algo que es cuestionable), se puede pensar que la iglesia se vio igualmente afectada en la percepción de diezmos, de réditos de censos, redención de los mismos y en la producción y comercialización de los productos de sus haciendas. (p.87). 20 Cabe destacar que la iglesia como institución tenía un importante poder tanto político como económico, sin embargo debido a la reducción de la económica quiteña por efecto de la crisis política de la corona, se vería obligada a sumarse a la consigna de los criollos para conseguir mejores ingresos a sus arcas. Pero la Junta quiteña iría perdiendo de a poco sustentabilidad, primero de parte de la Corona al considerarla ilegitima, así como por falta de apoyo de las demás poblaciones aledañas quienes no estaban de acuerdo con las decisiones tomadas por sus gobernantes. Pronto se descubriría el afán desmesurado de las autoridades en defender sus intereses particulares. (Ponce 2009, p.32) Ni los sectores populares, ni las demás provincias se sentían representadas por los líderes quiteños, quienes defendían ante todo sus intereses de grupo y de región. Guayaquil, Cuenca y Popayán y las otras regiones de la Audiencia, rechazaron el movimiento quiteño (p, 232). Ante el desacuerdo de las poblaciones locales, el presidente Juan Pío Montufar declinaría del mandato, nombrando nuevamente al conde Ruíz de Castilla como presidente de Junta. Sin embargo, gobernantes como el Virrey de Lima enviaría tropas a Quito avalando una orden de arresto a los miembros de la junta y a quienes apoyaron su mandato. Paz y Miño Cepeda (2010); expone: Para diciembre, una vez llegadas las tropas de Lima, los próceres del 10 de agosto comenzaron a ser perseguidos y encarcelados. Se les instauró un proceso en el que el fiscal pedía la pena de muerte. Y el 2 de agosto de 1810, cuando se produjo un intento por liberar a los encarcelados, la soldadesca presente en Quito masacró a los próceres y continuó con saqueos y muertes sobre los habitantes de la ciudad. (p. 2). El Virreinato de Lima era uno de los más acomodados con el sistema colonial, por lo tanto una revuelta de emancipación de la audiencia quiteña, no solo desestabilizaba a la economía del Virreinato, sino a su vez peligraba el poder de la aristocracia limeña, sustentado en el temor de ser abdicados a por juntas creadas por criollos locales como lo acontecido en la Real Audiencia de Quito. Pero no solo Lima se opondría a las acciones deliberadas por la Junta quiteña, ciudades como Popayán, Pasto y Guayaquil, a pesar de ser elevadas de categoría, muchos enemigos políticos de gobernantes de esas ciudades no solo que rechazaron las propuestas de apoyar a los quiteños sino que estaba de acuerdo en deponer por las armas a los miembros de la junta. La Junta quiteña creía que podía explotar la "ambición y la venganza" existente en estos individuos, sin embargo ellos son los primeros en rechazar el acto y denunciarlo. La Junta quiteña en busca de apoyo y aceptación, realizó una serie de estrategias como la de favorecer ciertos deseos de algunas poblaciones aledañas. Se buscó formar coartadas para hacer 21 frente a los gobernantes vigentes, quienes en cada uno de sus países tenían opositores políticos, éstos no se sumaron a las pretensiones quiteñas y esta estrategia no fue un fracaso sino que a su vez hizo endurecer las medidas de represalia. Tras una intensa pugna de poderes en las colonias latinoamericanas, y la masacre ocurrida el 2 de Agosto de1810, comisionados españoles deciden enviar a Carlos Montúfar hermano del Márquez de Selva Alegre como pacificador de la región. Pero Carlos Montúfar también tuvo un papel activo en la Real Audiencia quiteña. Carlos Montúfar proclamaría una nueva junta con la aprobación del Conde Ruiz de Castilla, nombrando en constitución el nuevo Estado de Quito .Sin embargo, estas acciones no llegarían a legitimarse debido a la aprobación de la Constitución de Cádiz. Pero en este año se sucintaría un episodio inusitado la muerte del Conde Ruíz de Castilla a manos de una turba enardecida compuesta netamente por el pueblo. Dueñas (1997) enuncia: … “El pueblo asesinó al oidor Fuertes Amar y a José Vergara Gaviria, cuando intentaban escapar hacia la región oriental”. (pp. 92-93). En el año del 1811 reinaba la lucha social en la audiencia, se había creado un panorama alimentado por las ambiciones de élites quiteñas, enfrentadas en armas a las gobernaciones vecinas. Esto generaría en la plebe un descontento reflejado en una sociedad violenta, porque el pueblo se encontraba a merced de las decisiones que tomarían los insurrectos; sin embargo, la plebe no creía que la Junta quiteña pudiese mejorar la situación popular. Para 1812, tras varios enfrentamientos militares entre las tropas del ejército real y las de los rebeldes, se daría por terminados los intentos de autonomía colonial quiteña .Ponce (2009) señala: Unos y otros vieron frustradas sus aspiraciones cuando, finalmente, el8 de noviembre de 1812 el ejército realista entró en Quito, y el Presidente Toribio Montes reinstauró el gobierno español con el apoyo de las tropas enviadas desde Lima y Guayaquil. El1 de diciembre de 1812 se produjo la derrota de las últimas tropas quiteñas junto a Yaguar cocha, y en consiguiente fusilamiento de varios líderes. (p. 240). Al finalizar la consigna de los criollos de adjudicar una junta en la Audiencia quiteña, si bien el régimen colonial se restablecía, los acontecimientos de Quito fomentarían años más tarde sed de justicia. Así tras iniciada la campaña libertaria de Bolívar, el general venezolano ser referiría a la masacre de los criollos quiteños. En los muros sangrientos de Quito fue donde la España, la primera, despedazó los derechos de la naturaleza y de las naciones. Desde aquel momento del año 1810 en que corrió la sangre de los 22 Quiroga, Salinas, etc. nos armaron con la espada de las represalias para vengar aquellas sobre todos los españoles. El lazo de las gentes estaba cortado por ellos; y por solo este primer atentado, la culpa de los crímenes y las desgracias que han seguido, debe recaer sobre los primeros infractores. La masacre del 2 de Agosto de 1810 quedaría a la postre en las memorias latinoamericanas, sería un acontecimiento inspirador para el libertador Simón Bolívar, quien empezaría su campaña militar contra las tropas españolas al Norte de Venezuela. En cierto sentido a pesar de que esta consigna militar de Bolívar se daría en años posteriores. Las insurrecciones quiteñas del siglo XVII (estancos) y XIX (la Junta quiteña), mostrarían el espíritu irreverente de la ciudad, así como el papel de la plebe quiteña. En lo que respecta al movimiento independentista, éste se daría en Guayaquil específicamente el 9 de octubre de 1820. Uno de sus principales líderes sería J.J Olmedo, quien había mantenido reuniones de carácter independentistas con varios pensadores locales como Vicente Rocafuerte, Villamil. Entre otros. Morán (2013) define: Los militares recién llegados se vincularon con los elementos patriotas del puerto, entre los que estaba Joaquín Olmedo, y resolvieron dar el golpe. La decisión se tomó en una reunión efectuada en la vivienda del General Villamil, durante la celebración de un baile que éste ofreció el 1de octubre de 1820. (p. 19). Guayaquil fue una ciudad cosmopolita por ser un puerto importante en el Pacífico, en la época llegaron varias tropas militares desde diferentes partes del continente, esto les permitió a los líderes independentistas guayaquileños tener suficiente apoyo para realizar la consigna contra la Corona Española. En América se vivía un proceso general de independencia, condiciones apropiadas para que la los próceres guayaquileños pudieran pedir apoyo a cualquiera de los bandos libertarios. Simón Bolívar batallaba intensamente por lograr la libertad de la Capitanía General de Venezuela y de la Nueva Granada (Colombia); San Martín hacía lo mismo en Argentina, Chile y Perú. Tras varios intentos de liberar la nación con la participación de varias tropas guayaquileñas, sería necesario el apoyo militar. Ayala Mora 2009 expone: En estas circunstancias se recibió el refuerzo enviado desde Colombia por Simón Bolívar, que destacó a su mejor general, el venezolano Antonio José de Sucre, para que dirigiera las operaciones. Además del encargo militar, Sucre traía la comisión de gestionar la anexión de Guayaquil a Colombia, pero la resistencia obligó a postergarla. Luego de un primer intento no exitoso, Sucre logró seguir a la Sierra y llegar cerca de Quito. En la mañana del 24 de mayo de 1822 derrotó a los realistas en las faldas del volcán Pichincha. (p. 24). Es así como terminaría el proceso de independencia de la Audiencia quiteña, finalmente en 1822 tras una ardua batalla militar se expulsarían definitivamente a las tropas reales, para años 23 posteriores Simón Bolívar decidirá incorporar a Quito al proyecto gran colombino, intentando así crear una nación que pudiese hacer frente a los nuevos retos de la economía mundial de la época. Conclusiones: A principios del siglo XVIII, la crisis se agravó en la Real Audiencia, varios desastres naturales azotaron el territorio, Quito dejaría de generar remesas en la industria textil debido a las consecuencias generadas por la aplicación de las Reformas Borbónicas, eso se sumaron varios impuestos al aguardiente y al tabaco, éste sería un detonante para que la plebe quiteña y varios importantes comerciantes se organizaran por una misma causa, buscando una solución a esta crisis. El pueblo de Quito demostraría su carácter de irreverente en el siglo XVIII, en la denominada sublevación de los barrios quiteños, donde varias autoridades españolas fueron depuestas de sus cargos por medio de la fuerza. Este hecho fue un precedente de la inconformidad política que existía en la audiencia. Para 1809 las tropas napoleónicas toman prisionero el Rey Fernando VII, en España deciden crear Juntas de Gobierno para defender los intereses de la Corona. En las colonias americanas se piensa en defender los territorios de los franceses. En la audiencia de Quito se reúnen varios criollos con el afán de crear una Junta quiteña que defendiese los intereses de Fernando VII, pero a su vez este grupo buscaba incursionar en el gobierno local. La junta pretende nombrar como presiente a Juan Pío Montufar el Márquez de Selva Alegre, sin embargo este primer intento de conformar la junta sería depuesto por las autoridades quiteñas acusando a la junta de traición a la Corona, se arrestaría a varios miembros; sin embargo, serían liberados por falta de pruebas. Un año más tarde el 2 de agosto de 1810 se realizaría una segunda reunión para nombrar la Junta quiteña. Sin embargo, al enterarse las autoridades de la intención quiteña, varias autoridades americanas de ciudades vecinas deciden enviar tropas a Quito con orden de captura y muerte a los miembros de la junta, por considerarla inaudita, en esa tarde en un intento de liberación, varios próceres serían asesinados en los enfrentamientos. La junta sería absuelta para 1812 por falta de apoyo de las colonias vecinas, estas a su vez no solo no brindaron su apoyo sino que a su vez optaron por enviar tropas a Quito, sin embargo lo ocurrido en Quito se convertiría en un hito libertario, no por ello Bolívar años más tarde nombraría los hechos acontecidos en Quito y a varios de los próceres asesinados aquel 2 de Agosto, tomándolos como referentes de un proceso que terminaría siendo inminente en las colonias americanas. 1.3 Quito en la República: 24 Dados los procesos de independencia en todo el continente, Simón Bolívar quien había liberado gran cantidad de pueblos americanos, decidió impulsar un nuevo proyecto que le permitiese manejar de mejor manera las lógicas vanguardistas político-económicas mundiales de mediados de siglo XVIII. Blanco (2007) se refiere a ello: …con la unión de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá. Dicha unión, inspirada primordialmente por el Libertador Simón Bolívar, constituyó una estrategia militar y política, inicialmente en defensa de las libertades conseguidas y luego, en busca del sostenimiento de su autonomía, pero pensando también las posibilidades de desarrollo, especialmente económico, a que se podría llegar. (p. 2). El libertador adoptó esta idea de Miranda, un general con el que había compartido las batallas, la idea era hacer frente a una posible reconquista de las colonias americanas de parte de España. Pero, también consideraba que si se unían las jurisdicciones de los territorios mencionados, la Gran Colombia podía llegar a ser una potencia no solo de carácter local sin a nivel mundial. En primera instancia se uniría las Audiencias de Venezuela y La Nueva Granada con respecto al Ecuador, Núñez (2000): “se sitúa en la palestra latinoamericana como territorio independiente en 1822, en ese mismo año entra a conformar la República de Colombia” (p.26). La anexión de la Audiencia de Quito a este nuevo territorio se daría en constantes pugnas de las autoridades por adherirse a otros proyectos como es el caso de la búsqueda del Perú de anexar Guayaquil a sus territorios. En este sentido primaban los intereses económicos de cada grupo social. Sin embargo, existieron varias diferencias políticas que hicieron que esta gran nación tuviera un corto periodo de existencia, entre las principales discusiones o factores para que se fomentara la división de la Gran Colombia estuvo la forma de gobierno que se debía adoptar: “La gran discusión en torno a la adopción de un sistema federal o central de gobierno concluyó con la aceptación de la forma centralista de gobierno y de administración, lo que sería a posteriori uno de los argumentos más importantes para los futuros desacuerdos entre los hombres de la política nacional, entre los habitantes de los territorios anexados, y a consideración del mismo Bolívar”. (Blanco 2007, p 74). La fragmentación de la consigna estaba fundamentada en intereses comunes en los grupos económicos de cada nación. Esto se ve reflejado en la idea de tener potestades individuales sin una mayor dependencia hacia un ente central, es decir, cada uno de los territorios que conformaron anhelaban administrar sus propias parcelas, esto fomentó el descontento general. En este contexto en el año de 1830 con una crisis general, entre pugnas políticas se produciría un año más tarde la división de las partes de la Gran Colombia, esto a su vez desembocaría en un nuevo proceso de definición de los territorios americanos. 25 El 10 de noviembre de 1831 fue definitivamente proclamada la escisión de los tres grupos de naciones que formaban la Gran Colombia. Los departamentos del Sur (Ecuador, Azuay y Guayas), formaron la República del Ecuador; los del Centro (Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Magdalena y Panamá), la de Nueva Granada, y los del Este (Zulia, Caracas, Orinoco y Apure), la de Venezuela. Con respecto al Ecuador, las políticas liberales dictaminadas desde Bogotá afectaban su economía, esto generaría en la política local fomentar el deseo independentista, con la convulsión sufrida en toda la Gran Colombia, y la renuncia de Simón Bolívar a su presidencia se optaría por convocar a una constituyente en territorio ecuatoriano para legitimar la nación ecuatoriana. Paz y Miño (2007) concluye: El 13 de mayo de 1830, una élite de familias quiteñas decidió separar al Ecuador de Colombia y encargar el mando provisional de la nación al general Juan José Flores, quien convocó a la primera asamblea constituyente del país, que reunida en Riobamba expidió la primera Constitución del nuevo Estado del Ecuador, el 11 de septiembre de 1830. (p. 1). Para este año se veía necesaria el proyecto de Estado republicano ecuatoriano, por ello en la constitución se planteaba elegir un presidente encargado de fomentar la unidad del país. Este sitial estaba destinado a Antonio José de Sucre, sin embargo, éste perece en la batalla de la selva de Berruecos (Colombia).Por este motivo se decide nombrar a Juan José Flores, militar venezolano que había sido coronel del ejército de Simón Bolívar en las campañas libertarias, fue el más apropiado para el cargo. Flores se dedicó consolidar una alianza de gobierno entre el tradicional gamonalismo latifundista de la Sierra, al que se había vinculado por matrimonio, los terratenientes de Guayaquil y los altos mandos del ejército, integrados en su gran mayoría por extranjeros. Los principales grupos económicos en el Ecuador estaban divididos por regiones, en la costa los terratenientes tenían un importante poderío económico, mientras que por el lado serrano estaban los grandes latifundistas. Para lograr una consolidación apropiada de un proyecto nacionalista se necesitaba conjugar ambas partes. Existieron varias estrategias discursivas que se utilizaron para configurar una región homogénea. Ramón y Torres (2004) explican: En el Ecuador las élites fundamentaron mitos neutrales, y de compromiso, historias que segregaban a las mayorías o incurrieron en apropiarse de la historia india (Mito del reino de Quito. P. Juan de Velasco). A pesar de que estas estrategias resultaban separatistas, lograron fundamentar el país así como unir a las élites y atraer a una gran cantidad de población blanco mestiza. (p. 41). Para afrontar la diversidad existente en el territorio ecuatoriano se necesitó fundamentarla en mitos históricos, éstos hacían que la población se sintiese identificada, perteneciente y orgullosa, sin la necesidad de ser investigadas, éstas se idealizaban en el inconsciente colectivo; sin embargo, la 26 élite se diferenciaba de las masas, para justificar su posición social, poder y legitimidad ante el Estado. Que los «Estados-nación» serían nacionalmente heterogéneos de esta manera fue aceptado tanto más rápidamente cuanto que, como había muchas partes de Europa, así como del resto del mundo, donde las nacionalidades estaban tan obviamente mezcladas, una separación puramente espacial de ellas parecía muy poco realista. Es decir, a pesar de pensar en la homogeneidad en un Estado-nación, se buscaban elementos en común que permitiesen establecer una heterogeneidad entre sus pobladores, se terminaría por aceptar las grandes diferencias que habían entre cada grupo social, siendo la separación de barreras naturales una idea demasiado limitada para comprender la complejidad de las naciones. En el viejo continente se empezó a entender el concepto de nación como la colectividad determinado por la herencia histórica de un grupo social, tras las constantes luchas de poder de las élites europeas, y las constantes revueltas sociales, se adoptará a la nación como único mecanismo de legitimad política moderna. Con ello se inició un proceso de estructuración institucional de las comunidades nacionales que se propagaría por toda Europa y el continente americano en el transcurso del siglo XIX, y se ampliaría a escala mundial en este siglo, con el acceso a la independencia de las antiguas colonias (Benítez 2013; p. 9). “Tras las campañas libertarias de los criollos en el continente, se buscaron consensos entre las principales fuerzas productivas de cada región, a pesar de los diversos criterios que cada una de estas tenía, para ese entonces el objetivo de conformar los Estados-nación soberanos sería más ambicioso”. Maiguashca (2007). En la América Latina y en el caso concreto del Ecuador el republicanismo significó la oposición nación contra imperio. De este modo, la república fue una especie de partida de nacimiento de los pueblos latinoamericanos y, como tal, enfatizó el aspecto unitario más que los conflictos internos de las nuevas nacionalidades. Esta situación de consenso sería solamente un paliativo para la conformación de los Estados naciones. Años después surgirían a lo largo del continente las diversas tendencias ideológicas entre las que se destacarán el conservadurismo y el liberalismo, como principales modelos de gobierno estándares. En el Ecuador este fenómeno estaba marcado entre las regiones Sierra y Costa respectivamente. Pero esto se tratará con mayor detalle más adelante. 27 Luego de las campañas elitistas de liberación de la monarquía española, y la adopción de la creación de los Estados naciones, condenarán a las sociedades americanas a una nueva dependencia en la lógica sistémica mundial. En referencia al tema Cardoso y Falleto (1996) exponen: La dependencia, de la situación de subdesarrollo, implica socialmente una forma de dominación que se manifiesta por una serie de características en el modo de actuación y en la orientación de los grupos que en el sistema económico aparece como productores o como consumidores. Esta situación supone en los casos extremos que las decisiones que afectan a la producción o al consumo de una economía dada se toman en función de la dinámica y de los intereses de las economías desarrolladas. (p.24). Europa se concentraría en ser un centro económico, gracias a la revolución industrial, lograría desarrollar una economía netamente productora de insumos elaborados, productos que se realizaban con la materia prima de las diversas partes del globo, productos que entrarían en los mercados latinoamericanos a altos precios, situación que generó una desigualdad de crecimiento económico. El modelo europeo Estado nación, no solo que generaría la necesidad de importación de materias elaboradas a tierras latinoamericanas. Este modelo generó una mentalidad euro céntrica reproducida por las burguesías locales, siguiendo una lógica industrial, cultural y económica a escala global. Las élites de los nuevos Estados-nación latinoamericanos siguieron remedando a Europa en la moda, en el arte y hasta en la simbología nacional. “La Ópera de Manaos en medio de la selva amazónica es un potente símbolo del esfuerzo de las élites por occidentalizar a la selva”. (p. 6). La idea de progreso sustentada en el desarrollo, sería la lógica del sistema Estado nación, Latinoamérica entraría en la lógica de una alta cultura modernizante, legitimada por el viejo continente. Esta idea de desarrollo se plasmaba en la dominación de la naturaleza a través de la explotación indiscriminada de recursos naturales a beneficio del ser humano. Para el año de 1860, con el presidente de aquel entonces el General García Moreno, el Ecuador entrará en un fuerte periodo conservador, donde el Estado tiene una estrecha relación con la Iglesia católica, ambas instituciones serán las encargadas de legitimar las relaciones entre los diversos actores sociales. “Hay que insistir, por último, que la clave de la política conservadora es una visión nacional de gobierno. Está al servicio de los ideales “Dios-rey-patria” y no de un proyecto político formulado por teóricos foráneos o por sus seguidores criollos. Tampoco está al servicio de algún interés personal, como fue el caso de la “dictadura teocrática” de García Moreno en el Ecuador. En Chile, 28 por ejemplo, el conservadurismo fue la antítesis de la dictadura o del gobierno de un partido”. (Lira, 2002, pp. 39.52). El conservadurismo fue una tendencia común a lo largo del continente americano. En el país esta corriente comprendía una ideología basada en las leyes religiosas católicas, además esta corriente impulsó obras de infraestructura a nivel nacional, reguló a la banca privada y fomentó la instrucción de las ciencias basadas en los principios teocráticos. Cueto (2010), sostiene: “A pesar del tutelaje que García Moreno le permitió a la iglesia Católica para unir al país bajo la ideología católica vinculante, pudo constituirse un proceso de unificación en el que se fortaleció poderosamente al Estado y su institucionalidad”. (p. 42). Si bien el conservadurismo tuvo sus aspectos negativos como la pauperización de pequeños productores, indígenas y poblaciones alejadas afectados por una política centralista excluyente, en el periodo garciano la nacionalidad ecuatoriana se consolidaría, el Estado fortalecería su institucionalidad así como también grandes empresarios serían favorecidos con sus políticas de comercio- producción. En el Ecuador, entrado el siglo XIX, se encontraban por un lado los terratenientes de la costa, quienes resurgieron a la palestra económica del país gracias al boom del cacao, producto que revolucionaría las arcas estatales. En la serranía los grandes hacendados eran quienes ostentaban el monopolio del mercado interno. “También cabe considerar que mientras la costa fue una región con tradición liberal, en la sierra fue firme el conservadorismo, aliado con la Iglesia Católica. La época de auge del cacao afirmó las bases de sustentación del liberalismo costeño entre las burguesías financiera y comercial, los escasos industriales y los hacendados”. (Paz y Miño, 2011, p. 9). Ambas élites pugnaban por tener un mayor poder económico-político, estas disputas se radicalizarían por varios años. Cada período correspondiente a cada una de estas tendencias tendría un representante presidencial, dejando trascendencia en el futuro del país. Existiría una lucha ideológica de regiones entre el conservadurismo serrano y el liberalismo del litoral. El liberalismo como base fundamental proponía una política sustentada en la libertad individual del ser humano, además propone la separación del Estado y la iglesia. Dando un mayor protagonismo al Estado, y eliminado algunas funciones que antes era legitimadas por el clero como la educación, la libertad culto entre otras hace referencia a la filosofía liberal”. Orrego (2003). Las libertades son individuales. El orden político, por lo tanto, debe estar en función de aquellas, lo cual se manifiesta en el sistema constitucional y en el gobierno impersonal de la ley ajeno 29 a toda arbitrariedad, basado en el consentimiento ciudadano, en el contexto de garantías a cada individuo (como las de propiedad, libertad, de pensamiento. En este sentido la propuesta liberal en contraposición al conservadurismo, fomenta una libertad de pensamiento secularizando la sociedad, además el Estado asegurará las garantías en base a un poder constitucional. Los liberales Orrego (2003): “pensaban que la realidad era susceptible a ser construida, modificada y cuestionada. Y esto se daba únicamente por el quehacer humano y no de una inmutable orden natural de las cosas”. (p, 75). Al contrario de los conservadores, quienes pensaban que las sociedades debían ser dirigidas por las élites, limitando el poder a las masas, porque estas podrían hacer convulsionar el sistema. Para los liberales ecuatorianos fue de suma importancia la participación de Las Montoneras, siendo este un grupo de campesino costeños unidos por la causa liberal. Alfaro (2012): “En un primer momento los montoneros son campesinos costeños que como pago de las deudas contraídas con el patrón se ven obligados a ir a la lucha, con el objeto de descargar sus deudas”. (p. 31). Tras la inconformidad de una economía desigual, donde los dueños de las haciendas se llevaban el mayor de los beneficios, se crea este grupo de resistencia, la consigna de Las Montoneras se convertirían en militancias cuyo objetivo era defender los derechos de los pequeños y medianos agricultores. En este contexto surge su líder más importante el Gral. Eloy Alfaro. Según Cueto (2010) se puede afirmar que: El poder de convocatoria e influencia de las montoneras garantizaba una gran movilidad operativa como también una gran desmovilización lo cual dificultaba la represión y localización por parte de las tropas gubernamentales. Eloy Alfaro, hijo de una familia de pequeños comerciantes en Manabí, se convirtió desde la era garciana en un reconocido insurgente liberal, muy estimado y con una gran influencia en todo el litoral pacífico ecuatoriano…” (p. 41). Sin embargo, pasarían algunos años para que la revolución liberal alfarista pudiera consolidarse, tras la muerte de García Moreno, asumiría la presidencia de la república José María Urbina, quien estuvo implicado en la venta de la bandera, un episodio calificado como bochornos para la historia del país. Este periodo será conocido como “La Argolla una época donde la crisis económica no se hizo esperar”. En relación a este suceso Cárdenas. (2007) expone: El mandatario saliente, José María Placido Caamaño, había conformado en torno suyo un estrecho círculo de privilegiados, denominado “la argolla”, una típica forma de nepotismo profundamente arraigado. Este término, convertido en arma política, daría pie a frondosas acusaciones de la oposición conservadora y liberal contra los gobiernos progresistas hasta 1895. (p. 3) 30 Esta sería la catapulta política para que se instaure la revolución liberal en el Ecuador, tanto liberales como conservadores criticaron duramente el nepotismo que existía en el régimen (La argolla). Eloy Alfaro quien se encontraba en Guatemala mencionaría en una carta que: “denota las intenciones así como la radicalidad de la lucha, por ello al poco tiempo liberales y conservadores ocuparon bandos.”(Alfaro 2012, p, 58). Tras varios enfrentamientos armados en todo el país el presidente renuncia a su cargo, con lo cual quedaría un panorama libre para que El Gral. Eloy Alfaro con el apoyo de liberales y radicales asumiera el poder .Fue Alfaro, entonces, quien organizó, desde Guayaquil, las armas con las que se dirigiría hasta Quito para derrotar a las fuerzas del gobierno de Vicente Lucio Salazar, Vicepresidente en ejercicio del poder ejecutivo, tras la separación del presidente Luis Cordero. Eloy Alfaro asumirá el poder, por su condición de líder innato, además porque contaría con el apoyo de un pueblo inconforme y golpeado por las políticas reducidas de sus gobernantes. Pero la figura del viejo luchador años más tarde, sería criticada por varias células de los mismos liberales quienes en un principio le darían su total confianza. “La política radical-alfarista propuso, promover a los sectores marginales, mejorando su calidad de vida, además de responder a las demandas de indígenas y campesinos montubios, en general ocuparse por la situación naciente de trabajadores y obreros del país”. (Paz y Miño 2013, p. 45). Pero en estas condiciones ejecutar políticas para las clases menos acomodadas resultaba un disparate en contra de los grupos poderosos que defendían sus intereses en la época (oligarcas y terratenientes). Muchos de los sectores sociales que en un principio apoyaron la revuelta liberal, hicieron alianza con algunos sectores de la iglesia que habían sido despojados de sus privilegios. Pero la continuidad del proyecto del ferrocarril ecuatoriano sería uno de los aportes más significativos del gobierno liberal de Eloy Alfaro, porque éste permitiría una mejora significativa del comercio interno. Con la llegada del ferrocarril no solo se mejoró el comercio sino que a su vez mejoró la industria en las haciendas locales .Durán, Gros., López, Montenegro, Villagómez (2012) expresan: “La producción en la sierra y el movimiento de los productos a la costa, fue facilitada por el ferrocarril, aunque quizá también un punto muy importante fue la posición de propietarios de tierras que buscaron modernizar la producción agrícola”. (p. 275). 31 Solo con la llegada del ferrocarril, se impulsaría una tecnificación en la industria, donde la mano de obra indígena se la sobreexplotaba manteniendo las relaciones de la antigua hacienda serrana. La falta de manufacturas locales sería una situación muy común en la región andina. Concerniente a este tema Alfaro (2007) expone: “Quito, la capital de la República, era una ciudad en la que las manufacturas no aparecieron sino más tarde, prácticamente a inicios de la década de los veinte, en el siglo XX y donde el comercio era menospreciado por la élite terrateniente”. (p.45) La economía serrana y específicamente quiteña era netamente dependiente de los latifundios, el mercado local producía materias primas principalmente en el ámbito de la agricultura; sin embargo, la mayoría de productos elaborados llegaban desde Guayaquil hacia la serranía, esto a su vez hizo que la banca porteña se desarrollara a gran escala. Durán (2012) et al, sostiene al respecto: Así, en Quito sólo existía una rama del Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil por lo que, al no tener instituciones de crédito ni cajas fuertes, la forma de ahorrar o de almacenar el dinero consistía en esconder el dinero o las joyas en paredes, o en el piso, o dentro del colchón, con lo cual se sacaba el dinero de circulación. (p. 273). A inicios del siglo XIX el litoral ecuatoriano tenía el mayor pode económico del país, para aquella época en Quito y la serranía poseían un débil mercado que solo abastecía para el consumo interno, por este motivo la banca capitalina no tenía un futuro promisorio, solo hasta principios del siglo XX cuando se crea el Banco del Pichincha. La revolución liberal tendría su declive en 1911, en un clima dominado por la inestabilidad política, la oposición buscó a toda costa crear una fuerza de choque que influyera sobre la opinión pública, en ese mismo año Eloy Alfaro se veía obligado a dejar el poder. A esto se sumó el fracaso de los liberales de recuperar el poder con el nombramiento a la presidencia de Juan Montero, quien sería desconocido de su cargo por el Dr. Carlos Freire jefe legitimo supremo por aquellos días. El Comercio (2012): “Una revolución inocua, sin bandera, ni programa, acaba de perpetrarse en la ciudad de Guayaquil, proclamando Jefe Supremo de la República a un soldado desleal y sin honor, general don Pedro J. Montero”. (p.7). Estos acontecimientos marcarían el destino del ¨viejo luchador¨, quien a su llegada un año después tras encontrarse exiliado en Panamá. Sería testigo de una fuerte oposición hacia los liberales. En un intento de posicionar al partido liberal en el poder, serían capturados varios militantes del partido liberal entre ellos; Eloy Alfaro, Flavio Alfaro, Medardo Alfaro, Ulpiano Páez, Manuel Serrano y Luciano Corral (periodista). Urbina mandaría a los imputados hacia la capital, curiosamente en el mismo ferrocarril que construyó Eloy Alfaro. 32 “El 28 de enero de 1912, tras ser asesinados en el panóptico de Quito, sus cuerpos serían arrastrados hasta el parque de “El Ejido”, donde se prendió fuego a sus cadáveres, este sería el fin de una de las revoluciones más importantes del país en la época republicana”. (Paz Y Miño, 2012, p.53). En vano serían las peticiones del viejo luchador de unirse para sacar adelante la patria sin importar las tendencias ideológicas que si tuviera, si el único objetivo era acabar con la crisis. Aún desata polémica la decisión intencionada de enviar a los liberales al panóptico quiteño, a sabiendas que en la capital existía quizás el mayor de los descontentos con las políticas liberales. Conclusiones: Luego de la independencia criolla de las colonias americanas, en el viejo continente se propondría el modelo Estado-nación. Modelo que en Latinoamérica las élites tomarían como referencia para adaptarlo. En este sentido el libertador Simón Bolívar crearía un Estado nación de gran magnitud, la Gran Colombia, con el objetivo de hacer frente a las nacientes potencias económicas europeas. La conformación de la Gran Colombia (Venezuela, Panamá, Nueva Granda Y Ecuador), tendrían una vigencia de pocos años. Entre los principales factores que propiciaron su decadencia están: La ambición económico- política de los grupos de poder de cada una de las naciones, la exigencia de una mayor independencia de parte del gobierno central, la pugna política entre el General Bolívar y Santander, entre otros. Tras la separación de la Gran Colombia para 1830 en la ciudad de Riobamba se establece la nación ecuatoriana, nombrando como presidente a Juan José Flores, General venezolano de las tropas de Simón Bolívar. Flores asumiría debido al deceso en la selva de berruecos (Colombia) del Mariscal Antonio José de Sucre. Juan José Flores sería el primer presidente constitucional del Ecuador, su gobierno sería encargado de construir una nación homogénea, a pesar de los diferentes intereses de quienes componían el nuevo Estado. Las estafadas naciones latinoamericanas sufrieron la poca sustentabilidad de sus economías debido a la débil industria. La producción local se dedicaba a la comercialización de materias primas, mientras que de Europa se traían los productos refinados a un precio triplicado. Esta situación generaría una desigualdad social en todo el territorio. La época conservadora en el país estaba liderada por el Gral. García Moreno, fue un gobierno que impulso las artes, la ciencia y la educación, además configuró la institucionalidad del Estado. 33 Sin embargo estuvo marcado por la exclusión de los sectores más necesitados, considerándolo de tinte elitista, tuvo estrecha relación con el clero, haciendo de éste uno de sus principales aliados. La revolución liberal tomaría fuerza con la conformación de Las Montoneras, militancia de campesinos, comerciantes y pueblo en general del litoral, quienes deciden protestar por una paga más justa de parte de los hacendados. Los liberales asumirán el poder con el Gral. Eloy Alfaro, sin embargo luego de una serie de desacuerdos entre los partidarios el proyecto alfarista se estancaría siendo Alfaro depuesto de su cargo. Tras una fuerte inestabilidad política, los liberales intentan nombrar como presidente legítimo a Montero, desconociendo la titularidad del presidente vitalicio. Alfaro al conocer la situación del país retorna a este, sin embargo en algunos enfrentamientos con las fuerzas armadas del gobierno es apresado junto a varios militantes. Después de ser trasladados al panóptico quiteño, es asesinado junto a sus compañeros, terminando así con la fuerza del movimiento liberal-alfarista. 34 CAPÍTULO II QUITO Y SUS TRANSFORMACIONES 2.1 Quito en los albores del siglo XX La ciudad de Quito en su topografía, estuvo atravesada por grandes accidentes geográficos, entre ellos encontramos a las quebradas. Los rellenos de quebradas se dieron por la necesidad de un mayor espacio utilizable, estos empezaron desde la época colonial, a una menor escala. Es a partir del siglo XX, que empieza una reconfiguración de la ciudad, debido a los proyectos de rellene de las quebradas locales. Las quebradas en Quito constituyeron los límites naturales entre la población céntrica quiteña y algunas de las poblaciones aledañas. Según Espinoza (2012): Los primeros rellenos en el centro histórico datan de la época colonial: desaparecen primera los cursos inferiores de las quebradas Manosalvas y La Marín. Luego, a partir de1914, se cubre la quebrada Jerusalén ( De la Cantera) que pasa a ser la Av. 24 de Mayo (…) En los años 30, la extensi6n de la ciudad impone el rel1eno de las quebradas que atraviesan los barrios nuevos: La Marisca1 Sucre al Norte, la Magdalena y Chimbacalle al Sur del Panecillo. Luego, a partir de los años 50 se rellenarán progresivamente las grandes quebradas que bajan del Pichincha en los sectores de La Carolina y del aeropuerto al Norte. (p.34). En un principio la ciudad estaba centralizada solo en el casco colonial, sin embargo tras el aumento de la densidad poblacional, la constante llegada de los comerciantes y la oleada de migrantes internos obligaron a las autoridades a optar por alternativas de expansión y urbanización de la ciudad. A esto se sumaba la precariedad en que los habitantes trataban los desechos de todo tipo. Con respecto a este tema, el autor últimamente mencionado se refiere: El alcantarillado era incipiente. Si bien en la época del presidente García Moreno, se construyeron sumideros en las calles de la ciudad, en formas de acequias descubiertas que corrían en las principales vías, no existían conexiones a las casa particulares. Por esta razón, los excrementos y desechos de las casas señoriales. Se recogían en depósitos destinados para tal función, los que eran trasladados por los indios Zámbiza(p. 16). Una de las mayores deficiencias en la ciudad constituía la salubridad, a falta de alcantarillado en las casas señoriales los excrementos eran lanzados a las distintas quebradas que circundaban la ciudad, una de las más utilizadas por su profundidad y lejanía del casco colonial de aquel entonces era la de Jerusalén. 35 Para realizar estas encomiendas se disponía de ciertos individuos que pertenecían a los niveles más bajos de la sociedad, manteniendo los roles de trabajo en una sociedad altamente jerarquizada. Cada individuo de la sociedad quiteña realizaba sus hábitos cotidianos. A ello Carranco (2010) se refiere: La activad quiteña comenzaba muy temprano, por un lado las señoras de sociedad solían ir a misa cubiertas en sus finos chales en tanto que comerciantes abrían sus tiendas, y “aguadores”; (indígenas quienes llevaban el agua de las fuentes sobre su espalda en tinajas) llevaban el líquido vital para distribuirlo en la ciudad; estas eran las escenas mañaneras frecuentes en aquellos tiempos (p. 29). Los “aguadores” fueron hasta iniciado el siglo XX personajes importantes en la ciudad, porque eran encargados de llevar el líquido vital, desde las fuentes hacia todos los rincones de la ciudad, sin embargo este oficio era realizado en su mayoría por indígenas, ubicados en estratos bajos de la escala social. Por otro lado estaba la gente de sociedad, quienes entre su principal actividad mañanera era ir al culto. Para Eduardo Kingman (2002): “Se trata de todo un juego clasificatorio que diferencia a los distintos oficios y trabajos urbanos, o si se quiere una división racial del trabajo, siendo los oficios manuales, sobre todo los relacionados con los servicios, los más despreciados” (p.6). Estos procesos establecerían un distanciamiento entre las esferas quiteñas y quienes se dedicaban a estas actividades. Sin embargo, la necesidad de ocupar estos trabajos generarían en las poblaciones aledañas a la ciudad una constante afluencia hacia la metrópoli con ello se darían importantes intercambios culturales. Serán procesos iníciales de adaptación a una lógica de mercado laboral expandido por las grandes ciudades. Anterior al siglo XX se hace incondicional destacar la descripción de los visitantes extranjeros que arribaron a Quito a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX varios pintores realizaron sus grabados destacando la composición de la sociedad quiteña, las relaciones sociales cotidianas y a los individuos que se desempeñaban en ella. Respecto al tema Kennedy (2005) acota: “La consolidación de imágenes e imagineros dedicados a la realización prototipos quiteños era un hecho. Estas acciones no solo eran de carácter artístico, sino a su vez sirvieron para reafirmar las relaciones sociales de poder”. (p. 32). Tanto en Quito, como en las ciudades de dónde venían los extranjeros, los cuadros de las sociedades quiteñas eran expuestos como exóticos, se retrataban aguadores, veladores y demás oficios muy comunes en la época. Oficios que eran una herencia colonial, necesarios debido a la falta de un desarrollo adecuado de urbanidad, concepto que se conocerá más adelante con la llegada de la modernidad y la proyección de los Estados naciones basados en la idea progreso. 36 La idea de dotar servicios públicos básicos para los quiteños, tomarían fuerza, convirtiéndose en los primeros signos en pro mejora de la calidad de vida. A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, varias políticas fueron emprendidas por los gobiernos de turno. Kingman y Goetschel (1992) manifiestan: Establecieron como obligatorio que los niños se vacunen (1906), se pusieron en práctica variasobras como la canalización de la ciudad (1907), el servicio de aguapotable (1912), la vistade las casas para comprobar su aseo y erradicar la presencia de animales, la dotación de urinarios y servicios higiénicos, el relleno de quebradas para evitarla propagación de infecciones. ( p. 156.). Las políticas de salubridad fueron inspiradas en contrarrestar epidemias, para ello se impulsaron políticas de ornato en toda la ciudad. Kingman (2002) sostiene: Sin embargo uno de los pilares fundamentales que se propusieron las autoridades fue en realizar visitas a cada una de las casas, con el objetivo de evitar la propagación de ciertas enfermedades enfocadas en la prevención puerta a puerta, tal como se hacía en varias ciudades europeas. (p.294). La salubridad desde el punto de vista de los higienistas, fue tomada en un ámbito más social, atendiendo a los focos más vulnerables. Además, fue un mecanismo de control, debido a las inspecciones que se realizaban a las casas con la finalidad de conocer en qué condiciones viven los quiteños y cambiar algunas costumbres. Una de las principales preocupaciones de las autoridades eran los sitios de expendio de alimentos hasta finales de siglo XIX las fondas eran típicas en la ciudad aquí se expendían variedad de comidas típicas quiteñas. Sin embargo estas eran insalubres. Icaza (1986) expone esta condición: Fogón a la calle, marco de hollín a la puerta, montones de aguacates y cazuelas con ají sobre el mostrador teñido de mugre, mesas y bancos rústicos por la penumbra de los rincones, altas telarañas, negras de humo las paredes, luzvelada por manchas de sucio amarillo que dejaron las moscas. (p, 29). Jorge Icaza describe la realidad de estos sitios en una de sus novelas, en la ciudad no eran conocidas aún ciertas normas de higiene, sin embargo a mediados de siglo se plantearía el cierre definitivo de varias fondas así como de las chicherías ubicadas en el centro histórico, con el afán de mejorar las costumbres alimenticias y de convivencia de los quiteños. A la postre, se crearían en varios sitios de la ciudad (Av. 24 de Mayo, Chimbacalle), comedores obreros donde se ofrecía comida de calidad y a bajos precios. La finalidad fue brindar una mejor nutrición, de manera que se eliminen los focos de infección antes existentes. Espinoza cita a Goescthel (1992): De esta manera, el Municipio a través de los comedores populares intervino abiertamente en el cambio de costumbres alimenticias así como en el de las maneras de mesa en los sectores populares. Por ejemplo se conoce que en el Comedor Obrero de Chimbacalle se enseñaba «buenas costumbres»: uso del mantel blanco, cubiertos y comida balanceada e higiénica (p. 332). 37 El accionar de las autoridades no solo se basó en un proyecto de infraestructura, sino que apuntaló a enseñar diversos hábitos de higiene, principalmente enfocada en sectores obreros. Rodas (2010) señala; ¨Las acciones de salud social fueron ejercidas a través del Consejo Supremo de Sanidad e Higiene, creado por decreto ejecutivo el 15 de mayo de 1903 y por las juntas provinciales de sanidad, establecidas posteriormente. (p.6). Con la creación de varias instituciones destinadas sobre todo a la prevención de enfermedades infecto-contagiosas, el Estado asume el papel de atender las necesidades de una sociedad que había sufrido varias epidemias en épocas pasadas, acontecimientos que dejaron varios centenares de víctimas. Otro rasgo fundamental en la época fue el papel de las mujeres en la sociedad capitalina de la época. El acceso de las mujeres a la educación era casi nulo, o en su defecto estaba enmarcado en aprender oficios que les permitiesen servir en las casas señoriales, obteniendo algunos réditos económicos, sin embargo esto no les dejaba bien posicionadas socialmente. Kingman (2009) expone: Me refiero a ocupaciones relacionadas con el servicio a las “casas”, como las de lavanderas, aplanchadoras, costureras, o a instituciones públicas, como las “sirvientas de hospital” y los “sirvientes del Municipio”. Se trataba de trabajos por los que se recibía un pago en dinero, pero que en términos sociales ubicaban a quienes los hacían del otro lado de la frontera étnica (p.51). En cuanto a la educación de la mujer, hasta inicios del siglo XX, estaba influenciada por la religión, era una educación orientada a mantener el papel subordinado en sociedad de la mujer quiteña. Con la consolidación de la Revolución Liberal, si bien el pensamiento secularizador influyó en las políticas de educación para las mujeres, existieron diferenciaciones de estratos en cuanto a los roles que éstas debían desempeñar en sociedad. Referente a esto Goestche (2007) manifiesta: Por un lado las mujeres de élite tuvieron el rol de preparar a sus hijos en el plano doméstico, mientras que las mujeres indígenas estaban destinadas a formaban parte de la servidumbre, el comercio y los servicios. Según el censo de 1906, la cantidad de estas últimas en Quito era importante. (p. 49). A pesar de la nueva tendencia a favor de asignar nuevos roles a las mujeres de élite, estas no tenían potestad política, ni derecho a la opinión pública, su espacio estuvo limitado al hogar. Por otro lado, en la sociedad quiteña en general existía una legitimación a través de un entramado sistema paternalista que en el discurso se presentaba como invisible. Los albores del nuevo siglo traerían consigo una época de constantes cambios impulsados por la génesis del régimen liberal. Quito empieza importantes transformaciones sobre todo en su infraestructura colonial, iniciando un proceso de adaptación a la entrada de la modernidad. Luzuriaga (2010) define: 38 En efecto, las décadas finales del XIX y las iníciales del XX son un hervidero de voces con opiniones, planes, planos y proyectos que quieren modernizar e higienizar a la ciudad. Letras y cifras alimentadas por la noción-fuerza del progreso en su crudeza de hierro, tubos y cal hidráulica. (p.54). La planificación fue un proceso característico en los inicios de la modernización en Latinoamérica, muchas de las ciudades principalmente andinas, sus economías estaban enclavadas en sus propias parcelas, además a ello se sumaba una lenta tecnificación de la industria. “Este proceso daría la posibilidad a Quito de abandonar su condición de aldea, sin embargo en referencia a las relaciones sociales de sus habitantes, el viejo sistema relacional de hacienda permanecería varios años durante el siglo XX”. (Espinoza; 2010, p, 34). La llegada de la modernidad terminará por definir las diferenciaciones étnicas en la ciudad, las élites terminarán desplazándose hacia las nuevas residencias constituidas al Norte de la urbe. Conclusiones: La ciudad de Quito a finales del siglo XIX, estaba enclavada entre varias quebradas, sitios a donde iban a parar todo tipo de desechos que se generaban en la urbe, la acumulación de éstos fue causante de un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades infecto-contagiosas. Esta situación haría que las autoridades buscaran soluciones, entre ellas el relleno da varias quebradas. Varios oficios heredados de la colonia aún se veían en las calles de la ciudad, entre estos los aguadores, veladores entre otros. Estas imágenes serían retratadas por varios visitantes extranjeros que arribaban a Quito, este accionar hizo que las relaciones sociales de jerarquía se mantuvieran e instalaran en la mentalidad de las clases dominantes quiteñas, quienes tenían su posición en sociedad acorde a los roles de cada grupo social. Para inicios del siglo XX, las autoridades capitalinas empezaron una campaña de ornato e higiene sustentada en políticas de prevención. En la época existían en el casco colonial varias fondas donde se expendían comidas típicas quiteñas; sin embargo, varias de ellas fueron cerradas por el Estado de insalubridad en que se servían los alimentos. En contraste, se crearon varios comedores municipales. Las comidas eran a bajo coste y elaboradas con la higiene del caso. En cuanto al control y prevención de epidemias, se adoptarían acciones de control siguiendo el ejemplo europeo de realizar visitas de casa en casa. También se sumaron campañas de vacunación, fumigación y eliminación de plagas. El tema de la sanidad se convertiría en una preocupación no solo en la ciudad capital sino en una iniciativa estatal. 39 Las mujeres de la época recibían una educación basada en mantener su posición social frente a una sociedad paternalista. Por un lado las mujeres de bajos recursos aprendían a realizar quehaceres domésticos para desempeñarse en las casas señoriales, pudiendo ganar algunas monedas. En tanto que las mujeres de élite tenían la obligación de instruir modales a sus hijos, sin embargo en sociedad no tenían derecho a opinión, peor aún a tomar decisiones por si solas. 2.2 La ciudad a mediados del siglo XX: Uno de los principales motivos por los que la oleada de interioranos para viajar a Quito, en la entrada del siglo XX, fue por la importante llegada de turistas extranjeros a la ciudad, la mayoría estaba ligada al arte, músicos, poetas y pintores, estos personajes invitaban a conocer la cuidad. En referencia al giro que tendría la literatura de los años treinta en el continente, Ortega (2006), acota: “En América Latina, la expansión urbana se vio acompañada de intensas crisis económicas y complejos procesos migratorios; procesos que incidieron y se vieron representados en las propuestas literarias de esos años” (p. 7). Los años de crisis, generarían una suerte de influencia directa en la literatura quiteña, anteriormente esta disciplina, no tomaba en cuenta la diversidad de realidades que empezaron a confluir en las grandes ciudades, debido a efectos de la crisis. Es así que quienes se dedicaban a la explotación agrícola, deciden desplazarse hacia estos polos económico-urbanos del país, guiados por una fuerte estigmatización modernizante de pensadores urbanos. En este plano, Salgado y Corbalán (2012) se refieren: “El discurso reformista, presente a nivel político, pero también literario y en las representaciones simbólicas, fue asumido como parte de la necesidad de transformar física y socialmente la capital” (p. 7). Es así que la transformación tanto política como cultural que se dará en la época, se transformará en toda una construcción simbólica enajenante, que influenciaría a todos los sectores del país. No era descabellado pensar que las masas sociales en la primera mitad del siglo XX, tuviesen como sueño llegar a la capital, debido al sinnúmero de oportunidades que se les podría presentar. Otro aspecto que contribuyó a la oleada de migraciones a inicios del siglo XX, fue la construcción de las vías férreas. El 25 de junio de 1908, el primer tren del ferrocarril ecuatoriano llegó a la estación de Chimbacalle en medio del júbilo y el aplauso con que el pueblo quiteño premió al Gral. Alfaro y al Sr. Harman, tenaces realizadores de esa colosal obra que unió a las dos principales ciudades del Ecuador, Guayaquil y Quito, abriendo las puertas del progreso a todas las poblaciones y ciudades por las que pasaba. (Autor: Efrén Avilés) 40 Esto permitiría el aumento del comercio directo, permitiendo ahorrar tiempo y costos, de esta forma muchos agricultores empezaron a trasladarse de a las grandes ciudades con facilidad, creando una mayor fluidez de comunicación e información. Fenómeno generador de una coacción social, aquellas decisiones políticas que se tomaban en la capital, llegarían de manera más veloz a los demás pueblos, de tal forma que se creaba conciencia política en el justo reclamo de los derechos para cada región. Coronel (2009), en referencia a la temática sostiene: “Quito era no solo el lugar donde se asentaría el Estado sino un eje de articulación regional bajo el control de una élite terrateniente renovada y comprometida con la acción social católica internacional’’ (p. 353). La ciudad se convertiría en escenario principal, reflejo de una época que ratificaba al progreso sustentado en la idea del desarrollo. “Las obras se concentraron tanto en la higiene y salud pública como en el ornato que permitiría dar a la capital una imagen de polo de civilización” (Salgado y Corbalán, p. 59). A esta imagen, se sumó su ubicación estratégica en la sierra central, le permitió más adelante desarrollarse como uno de los mayores polos económicos de la región, sumado a la fuerte influencia de la ideología de sus nacientes sectores burgueses. Debido a esta condición, una fuerte acción propagandística de la ciudad generaría en los sectores populares y medios de origen provinciano, la idea de progreso, desarrollo y comodidad, convirtiéndose en una especie de realización personal el trasladarse a la capital, donde podrían adquirir nuevas comodidades básicas modernas, que en el mundo rural difícilmente se podrían adquirir. Kingman (2006) relaciona: “Una ciudad como Latacunga era vista por los quiteños como demasiado aldeana, mientras que Quito era el referente jerárquico de los ciudadanos de las provincias”. (p 42). Existió una especie de reafirmación de conceptos, por un lado los quiteños consideraban a las ciudades aledañas rusticas, apegadas a lo rural, mientras que para los provincianos Quito sería el referente al cual deseaban aspirar como sociedad. Espinoza (2003) en una de sus obras sostiene: “El estereotipo de ¨Carita de Dios”, fue reafirmado por la intelectualidad quiteña, en especial literatos y músicos”. (p, 22). Quienes arribaron desde diversos lugares del país a la ciudad, terminaban por reafirmar varios de estos conceptos. Un claro ejemplo es la canción de “Yo soy paisano”. Como podemos notar en su letra: Yo soy paisano, me voy a Quito, me han ponderado, que hay lindas guambras y que a los chagras, nos quieren mucho porque toditos vamos con plata. 41 Allá me voy, me han de querer las lindas guambras, de dos en dos. Allá me voy, me han de quererlas lindas guambras, de dos en dos. Me dicen que se aparecen cuando el sol ya va salir Y unas morenitas, que me han hecho pensar que a la guambrita que hay aquí, la he de dejar amor. Quiteñita, allá me voy, para cantarte todo mi amor Quiteñita, yo ya me voy, desde mi tierra mi corazón. De esta manera se puede constatar lo antes mencionado, el carácter enajenante de la vida capitalina, su posible meta para un paisano (venido de afuera), quien se entera que en Quito, las “quiteñas”, le van a querer por su misma condición. Una completa magnificación de la “quiteñidad” de una época influenciada por los constantes cambios de inicios de la modernidad. En la década de 1930, las clases altas del centro de la ciudad se desplazaron al Norte. Surgieron barrios residenciales dentro del esquema de "ciudad jardín". Los espacios del centro fueron ocupados por inmigrantes de las provincias vecinas. La parte antigua de la ciudad pudo por consiguiente conservar su traza original y su arquitectura colonial enriquecida con los nuevos aportes de los siglos XIX y XX. Hacia la mitad del siglo XX, el espacio urbano estaba ya socialmente estratificado. El censo de 1906, sería el primero en registrar la tendencia migratoria, como se muestra en la siguiente tabla: Cuadro 1. Provincia Pichincha León Imbabura Tungurahua Chimborazo Carchi Otras TOTAL Fuente: Manual Espinoza Apolo 42 % 13,89 8,13 4,26 1,99 1,99 1,96 2,39 37% Con estos datos se pudo comprobar que para aquel año, el 37% de la población que vivía en Quito no había nacido en la capital. Estas tendencias se mantendrían en los censos posteriores como el de 1935, donde la mayor parte de empleados públicos, provenían de Ambato, Latacunga e Ibarra. Aquí podemos citar a Jorge Icaza en una de sus obras “En las calles”, donde se refleja la difícil situación de unos campesinos al quedarse sin poder trabajar en su comunidad por la apropiación de las aguas que utilizaban para sus cultivos por parte de un hacendado: -Yo he visto volver. -¿Eh? -Volver a la gente con el rabo entre las piernas, pes. Recuas interminables de indios. -Qué gracia? Nosotros somos otra cosa. -Otra cosa…Yo Bueno…En fin… -También he visto a los cholos. Les he oído lamentarse. -Mala suerte cualquiera la tiene. -Lamentarse de haber gastado la poca plata que pudieron reunir en el campo. De haber perdido el honor y hasta los trapos de los guaguas. Una pendejada. Los beneficios del Seguro Social, impulsaron a insertarse más en el trabajo asalariado, con esto se generaría un aumento en la migración hacia el imperante mercado laboral de la capital. En una sociedad asalariada, donde el costo de la calidad de vida iba en aumento, por este motivo Quito era el lugar adecuado para involucrarse en esta nueva lógica. Todo este proceso migratorio tendría consecuencias tanto en la población receptora como en la que arribaba a la ciudad a inicios del siglo XX. Los primeros empezaron a “desenterrar”, prácticas racistas y estereotipadas heredadas del régimen señorial. “La raza como visión del mundo fue inventada para asignar a algunos grupos un estatus inferior y a otros un estatus superior que les dio acceso al privilegio, al poder y a la riqueza Calla” (2008, p. 11). Se utilizó el concepto de raza para influenciar en la percepción colectiva, tras la llegada de los migrantes interioranos, se empezaron a formular pre-conceptos de quienes arribaban a la ciudad, de tal forma que estos individuos tras ser clasificados por esta condición, tuviesen menos oportunidad de conseguir algún puesto en la burocracia local. Es así que en la época de la colonia, quienes practicaban esta distinción eran los clérigos, quienes consideraban a indígenas, destinados a tener ciertos roles acordes a sus condiciones étnicas. 43 Según Kingman En nombre de Dios, los religiosos obligaban a realizar trabajos duros, con jornadas extenuantes, en su mayoría de casos para construir templos religiosos, los cuales irónicamente después de construidos solo tenían acceso, el clérigo, las clases sociales dominantes y cierta gente acomodada que contribuía con grandes cantidades económicas a la iglesia. Los inferiores, la clase baja y trabajadora, aparte de ser segregados por la sociedad, no podían inmiscuirse en las actividades importantes ni significativas para la iglesia, ellos pertenecían al campo y el clero no se inmiscuía ni mezclaba con ellos “no era usual ver a un sacerdote en los distritos rurales” (Johnson, 1989, p. 263). Desde inicios de la república se tiene una herencia cargada de segregación, todo configurado de acuerdo a las necesidades del poder, en este caso de parte de la iglesia como institución. El discurso repetitivo en la práctica de las relaciones sociales cotidianas, empieza a volverse aceptado dentro de lo normal. En las palabras de Manrique (1999), quien escribe acerca del racismo en la región andina: “Como toda ideología dominante, el racismo colonial no sólo fue portado por los colonizadores sino fue interiorizado y aceptado como "verdadero" por los grupos colonizados” (p. 3). A pesar de encontrarse en una nueva época, terminologías para determinar a los individuos de acuerdo a su condición étnica se siguieron utilizando, esto permitía a las altas alcurnias quiteñas separarse del “populacho”, estigmatizando a quienes arribaban a las grandes ciudades. Solís (2009) expone: En los discursos cotidianos términos como ”gente decente” en oposición a “cholo”, “longo”, “chagra”, “chulla” o “indio” continuaron siendo usados para identificar, diferenciar y clasificar a los diferentes grupos, pero sobre todo para marcar las fronteras culturales, raciales y étnicas, que entre ellos se habían levantado (p.23). El lenguaje se transformó en un instrumento de legitimación, estos términos permitían hacer diferenciaciones de diversa índole, de tal manera que puedan ser entendidas por la sociedad, en este caso quiteña, algunos de ellos siguen siendo utilizados hasta nuestros días de manera despectiva o menospreciante. En cuanto al trato entre los diversos grupos sociales, se empezó a jerarquizar, posicionar y distanciar, utilizando el “ustedeo”, el “voceo” y el “tuteo”. A diferencia de la sociedad española, en Hispanoamérica se elimina el uso del “vosotros” para referirse a los demás. Este fenómeno, tuvo repercusión en la mayoría de las sociedades latinoamericanas con sus diferencias puntales. 44 Cuadro 2. Español peninsular Español americano y canario Vosotros Ustedes Ustedes “Por su parte, el sistema americano y canario puede subdividirse en otros tres sistemas pronominales: español americano (y canario) “tuteante”, español americano voseante y español americano voseante/tuteante” (Calderón, 2010, p. 229). Esta tendencia sería una herencia utilizada en las sociedades para establecer la posición social que ocupaba un individuo. Carricaburo (1999) se refiere a esta génesis: Al principio hay que destacar que en el latín clásico no existía la diferencia entre el pronombre familiar tú y el pronombre de respeto. Esta distinción aparece alrededor del siglo IV cuando se comienza a usar el pronombre de la segunda persona de plural vos para dirigirse al emperador. (p. 4). La evolución del lenguaje específicamente del latín clásico se emplearía para distinguir las jerarquías en los antiguos territorios del imperio romano-español. En las sociedades coloniales americanas sucederá lo mismo debido a su estructura jerárquica.Espinoza (2011) se refiere al tema: En cuanto a las sociedades netamente quiteñas, los sectores altos utilizaron el usted, para resaltar su diferencia con el pueblo acostumbrado al tuteo, y al voceo. Al interior de la élite social, la recurrencia permanente al pronombre usted se usó entre esposos, padres e hijos y hermanos. Sin embargo estos mismos utilizaban el tuteo refiriéndose a sujetos de estatus inferiores; a su vez éstos utilizaron el ustedeo para referirse a sus superiores (Pág. 58.59). De esta manera se empezó a usar el vos en diferentes contextos, la clase baja para dirigirse a los aristócratas, o los aristócratas unos a otros. Así también la gente del pueblo se trataba unos a otros de tu, y era tratada de la misma manera por los aristócratas.Kapovic (2007) se refiere a ello: Este uso lo heredó el español del latín vulgar es así que en el Cantar del Mio Cid se usa vos como fórmula respetuosa entre el rey los nobles, entre marido y mujer y entre nobles, por el contrario el tú, se utilizaba para dirigirse a los inferiores, personas de menor categoría (p. 66). Es decir el uso del lenguaje está dotado de una carga de poderes, acorde a al estrato que pertenece el individuo que los emplea. Como se puede constatar claramente estas herencias vienen dadas desde las primeras monarquías europeas, llegando de a poco a las sociedades americanas siendo utilizadas hasta entrada la lógica político-económica de la época progresista. Acorde a esta idea Ramírez 2012 cita a Bourdieu (2001) y expone: El poder político establece por ley la necesidad y obligatoriedad de una lengua dominante que a su vez excluye a las otras, la ley posibilitó el grado de mayor o menor uso de lenguajes populares, impidiendo el acceso al estatus de lenguas, entonces el poder de reglamentar el uso lingüístico queda reservado a la lengua dominante (p.7). 45 En el Quito del siglo XX, la utilización de un lenguaje apegado a lo hispano, sería un mecanismo estratégico por las clases sociales altas de tal manera que permitiera separarse de sus herencias indígenas. Así mismo el aprendizaje de sería limitado para las clases populares, quienes en su acerbo utilizaban un lenguaje híbrido entre el kichwa y el español. Había quienes por su condición étnica al llegar a las grandes ciudades, necesitaban redefinir sus costumbres para lograr ser parte de las minorías haciendo una especie de camuflaje. Espinoza (2001) se refiere al tema: “En este sentido la estrategia mimética constituyó una transgresión y pese a perseguir la blanquitud, contribuyó a quebrantar el orden segregacionista” (p, 73). Quienes tenían alto poder económico, pero a su vez carecían de algunos de los patrones establecidos para pertenecer a las altas esferas sociales, optaron por adoptar varias de las costumbres, vestimenta, valores culturales, de los quiteños de “clase”, con la finalidad de ser respetados, por su status ligado a lo occidental. La migración ocurrida a mediados del siglo XX, en las sociedades quiteñas, determinó el etnocentrismo, desde la misma sociedad, con la finalidad de ejercer poder por sobre quienes era “ajenos” a la ciudad. Villanueva cita a Solana (1999)… El etnocentrismo definiría un racismo simbólico con estrategias sutiles de representación, defensa de valores morales tradicionales y con cierto resentimiento hacia los favores obtenidos por los “otros”, y esto a la vez que se mantienen las formas en muchos casos. El etnocentrismo tomó a Europa con el centro del mundo y cuna de la alta cultura, este proceso permitió tener una influencia directa en las periferias (América, África, Asia), en las cuales quienes tenían un mayor acceso a las nacientes tendencias, empezarían a generar simbolismos mediante la distinción, y mantener hermética su condición de aristocracia. “En este contexto, los interioranos recién llegados a la ciudad, se veía sujetos a una disputa, étnico-cultural con los quiteños de aquella, época, quienes a su vez se adoptaban características propias adecuadas a la creciente pre-modernidad, dándose un intenso dinamismo social”. (Espinoza 2007; p.24). Mientras los quiteños de la época se inspiraban en la vanguardia de la alta cultura proveniente del viejo continente, los recién llegados trataban de imitar a los quiteños de alcurnia. Por ello se daría un proceso de dinamismo social, sustentado en el afán de posicionarse socialmente principalmente en los nacientes trabajos burócratas. Estas afirmaciones podemos evidenciar en un pasaje de Icaza (1985) “En las calles”: 46 Después de vagar por muchas calles de la capital – la boca abierta […] Ambrosio Yánez y su hija dieron con el barrio de la Tola, donde les habían informado podían encontrar un cuarto o una tienda en arriendo […] .El viejo no pudo resistir más la sed que tenía desde el pueblo…y se prendió un surtidor. El chorro le llenó la boca borboteando…hasta bañarle la cara, el cuello, el pecho y salpicar a la gente que se encontraba cerca de él. El atorón tuvo un eco de risas burlonas y de protestas. -Chagra mal amansado -Chagra bruto -Pensará que está en su shagta -Son una plaga -Son una peste -Pero, después se joden -¿Se joden?, mandan en el país. (p.46) En la ciudad de Quito, la adopción de nuevas prácticas culturales y sociales se asoció con la modernidad. En muchos casos, lo “moderno” sirvió como mecanismo de distinción de lo no moderno: lo no urbanizado y lo indígena. Sin embargo, como evidencian Solís (2009) cita a Salman y Kingman. “Se mezclaban lógicas “modernas y no modernas” y esto regía tanto para las relaciones de Estado con la sociedad civil como para los tratos cotidianos” (p.22). A pesar de querer separar aquellas prácticas de las sociedades coloniales mediante el discurso de la modernidad, era muy común que se hibridaran herencias culturales pasadas con las nuevas corrientes de vanguardia cultural occidental. Esto se pudo evidenciar en el aparecimiento en la sociedad de ciertos estereotipos. Respecto al tema Espinoza cita a Salas (1996): ¨El pueblo denominó ¨Ayora¨ a la moneda de 100 centavos por ser medio prieto y feo, mientras que a la de 50 centavos se la llamó ¨Laurita¨-el nombre de la esposa del presidente Ayoraporque era de plata, blanquita muy simpática¨ (p,30). La estilización ligada a las nuevas tendencias modernas, estaba instaurada tanto en las clases altas como en los sectores populares. Esto generaría en los sujetos quiteños, así como en los que arribaron en la época, buscar cualquier mecanismo que los incluyera en la lógica dispuesta, obteniendo mejores o iguales oportunidades de ascender socialmente. Por esto la primera mitad del siglo XX será trascendental para entender muchas de las relaciones sociales que se practican hasta nuestros días. 47 Conclusiones: La crisis sufrida en todo el país en los años treinta, hizo que muchos provincianos, se desplazaran hacia Quito y Guayaquil, ciudades que por aquel entonces se encontraban en un proceso de adaptación a la nueva lógica modernizante impulsada por el afán de sus élites de acercarse a lo europeo. Debido al constante flujo de migrantes interioranos, las élites quiteñas se verían en la necesidad de reutilizar términos estigmatizadores heredados de la época colonial, con el afán de desprestigiar a los recién llegados privándoles de oportunidades laborales en la urbe. Términos etnicistas como “longo”, “cholo” o “chagra´”, se instauraron en la mentalidad de la sociedad capitalina. Otro aspecto fundamental fue la exaltación de varios pensadores, artistas y literatos, quienes ponderaban a la ciudad como destino anhelado, para esto se pregonaba a Quito como cuna de una civilización en constante progreso. Esto generaría en los provincianos un afán de desplazamiento a gran escala. Una de las estrategias que surgió en la época fue el “mimetismo” social, ésta consistía en la utilización de la moda vanguardista europea como mecanismo de distinción ante las demás capas sociales. Varios individuos de posibilidades, pero que tenían herencias propias de hacendados, optaron por adquirir costumbres netamente citadinas, tratando de ingresar en la élite social capitalina. La construcción del ferrocarril marcaría una nueva época en todo el país, porque éste permitió un mayor flujo de intercambio tanto cultural como comercial. Las distancias se acortaron haciendo un mercado más competitivo, además permitió a las masas ciudadanas un mayor desplazamiento, con ello la actividad política crecería, fomentándose un activismo desde todos los rincones del país. 48 2.3 Las clases sociales y la modernización: La modernidad nace en Europa como un nuevo modelo de explicar la realidad. Donde se pondera la razón por encima de las creencias dogmáticas. Uno de los procesos que fue clave para el desarrollo de modernidad fue la secularización, proceso mediante el que se separa la iglesia del Estado. Piñón (2007) sostiene: “El laicismo, o el Estado laico, tendrían en la secularización su fundamento histórico-filosófico. En otras palabras, la separación Iglesia-Estado tendría en la modernidad, su específica expresión” (p, 50). Tras la separación de la iglesia con el Estado, surgen los Estados laicos, gobiernos autónomos, enfocados en tener atención para el pueblo. El proceso de modernidad fue un pilar importante para el desarrollo de las nuevas políticas de Estado, sin embargo en el contexto latinoamericano la iglesia seguirá teniendo indirectamente una marcada influencia en las sociedades. Es importante diferenciar entre modernidad y modernización, términos que a pesar de tener una estrecha relación, cada uno posee particularidades propias haciendo que los conceptos se fundamenten por ellos mismos. Marín y Morales (2010): “La modernización sería un proceso histórico, mientras que la modernidad es una aspiración de valores que regulen tanto la vida social, cultural e intelectual de una sociedad”. (p. 26). Este concepto fue confundido en las sociedades latinoamericanas, las cuales al adoptar este proceso que se vivía en el viejo continente, se focalizaron en industrializar sus sociedades olvidando la importancia de adoptar valores culturales, sociales y políticos que se proponían en el modelo europeo. Este proceso adoptado por las sociedades latinoamericanas estuvo acompañado de los intereses de poder de las élites dominantes. Tironi (2003) sostiene: El discurso de la modernidad ha Estado en numerosas ocasiones restringido por las élites culturales, políticas y económicas, que se han ocupado más de promover la modernización económica y material, que de difundir, divulgar y promover el programa cultural de la modernidad, lo que explica su carencia actual. (p. 44). Las clases dominantes al ser protagonistas de esta nueva época, tan solo fueron adoptando los nuevos patrones modernos a su estilo de vida, esto contribuiría a que se ahondara más la brecha social. En Latinoamérica, se privilegió el aspecto económico, ligado a esto se mantuvieron las costumbres de servidumbre, gamonalismo, entre otros mecanismos adoptados en las épocas anteriores. 49 Una de las etapas trascendentales de la modernidad latinoamericana, es la consolidación de las exportaciones, en el caso ecuatoriano sería gracias al capital obtenido por el ´´boom´ ´del cacao que se producirán cambios importantes en los modelos urbanos. Las nuevas tecnologías por aquel entonces serían necesarias para hacer frente a la demanda del mercado internacional, en una época en que el país exportaba gran cantidad de productos locales. Así, Quito ingresa a un cambio de época para la última década del siglo XIX. En los años noventa de este siglo, la urbe registra la instalación de las primeras lámparas del alumbrado eléctrico, en 1897 se inicia la construcción del ferrocarril y en 1890 se instala el primer sistema telefónico y arriban nuevos ingenieros europeos. Asimismo, Un cambio político importante sacude a la ciudad y al país en 1895: la revolución liberal. La nueva infraestructura no solo cambiaría el aspecto de las grandes ciudades, este proceso permitirá una mejor calidad de vida, además que desarrollará un espíritu cosmopolita hacia las urbes. La revolución liberal aportaría una nueva mentalidad en la política ecuatoriana, se instaura el Estado laico, fundamentado en la libertad de culto y pensamiento. En referencia al tema Guevara (2013) enuncia: “El Estado liberal ecuatoriano de inicios del siglo XX, se tiene que el programa liberal se resume en tres áreas, a saber: la obra pública, la administración de la cosa pública y la implantación del laicismo” (p. 28). Esta nueva etapa de transformación de las ciudades en la etapa liberal, consolidará el papel del Estado como ente transformador en vías de alcanzar el desarrollo. La política liberal añoraba integrar a todos los rincones del país, una de sus principales estrategia fueron el financiamiento de obras públicas de primer orden, destinadas principalmente a sectores desatendidos por gobiernos anteriores. En cuanto al contexto nacional para el primer tercio del siglo XX, existe un clima tenso debido a frágiles mandatos. Ayora es derrocado por la presión de los agros exportadores, comerciantes y artesanos, quienes pedían políticas que respaldaran sus intereses económicos. Esto desencadenaría en uno de los episodios más sangrientos de la historia nacional, la denominada “Guerra de los cuatro días”, tras la ascensión al poder de Neftalí Bonifaz. En segundo término, dicho triunfo electoral y posterior respaldo popular, que llevó inclusive a un trágico enfrentamiento bélico, ha sido explicado “básicamente en términos de manipulación política a través de la cual los sectores terrateniente serranos manejaron a los sectores subalternos, 50 en general, y a los artesanos, en particular, por carecer de una verdadera conciencia de clase”. (Bustos 1998; p.197). La descalificación de la presidencia de Bonifaz, generaría en los sectores sociales un afán de participación activa en la política, esto se veía reflejado en la creación de la Compactación Obrera Nacional, (CON) y la Unión Obrera Republicana (UOR), compuesta en su mayoría por comerciantes y artesanos. Sin embargo, el accionar de sus dirigentes, hizo que estas entidades se fraccionaran, denunciando el desmesurado interés en repartirse el poder. Estas acciones generarían nuevos roces entre las élites terratenientes de la sierra, la burguesía y la clase obrera. Las fuerzas políticas de los distintos bandos se reorganizaban. Quintero, (1997) sostiene: “Este panorama provocó la búsqueda de una reordenamiento global en el juego de contradicciones de clase, tanto a lo interno de la burguesía en su conjunto como en su relación orgánica entre componentes de la burguesía, la clase terrateniente y el conjunto de clases subalternas” (p, 168). Debido a la baja exportación por efectos de la “gran depresión”, la oligarquía costeña perdería poder, mientras por el lado de los conservadores serranos al tener una economía basada en las haciendas, recuperarían poder llenando algunos espacios dejados por los agro-exportadores del litoral. Mientras las clases populares fluctuaban entre ambos bandos, reclamando sus derechos laborales, apoyados por varias de las nacientes organizaciones de izquierda. Si bien desde inicios del siglo XX empieza una corriente migratoria de las provincias vecinas hacia la capital, esta situación se incrementaría a partir de los años treinta, fruto de la crisis causada por la gran depresión. En efecto, los migrantes interioranos que llegaron en contingentes cada vez más numerosos a la ciudad de Quito en la primera mitad del siglo XX, dieron origen a la formación de una nueva cultura, distinta de la cultura campesina, de la cultura urbana de cuño aristocrático e hispanista o de la cultura burguesa propiamente dicha. Por este motivo la naciente burguesía quiteña iniciará un nuevo modelo de distinción cultural, alejándose de las cuestiones rurales-provincianas. Esto se vería reflejado en un reordenamiento social de los espacios de residencia, alejándose de la ciudad colonial donde habitaban juntamente con los demás sectores sociales. En referencia al tema Espinoza (2003), sostiene: 51 Y fue el barrio residencial de la Mariscal, el escenario escogido para tal experimentación de derroche. Allí se construyeron viviendas que concentraron infinidad de estilos, desde el neogótico (castillos) combinado con construcciones chalet germano-suizo hasta construcciones moruno-persas, pasando por el arte decorativo que incluía una decoración ecléctica, lineal y volúmenes ortogonales. (p. 12). La arquitectura fue uno de los simbolismos que adoptó este grupo social, hoy en día aún quedan varias de estas construcciones de principios del siglo XX, La Circasiana de Don J. Jijón Y Caamaño, es un claro ejemplo de una época en la que la importancia de exhibir elementos como reflejo de estatus era lo más importante. Se trataba de un movimiento hacia la modernización de los patrones arquitectónicos relacionado principalmente con el ornato, que inmiscuía a los grupos de mayores recursos, pero no dejaba de influir en otros sectores. Las banderas del “saber vivir”, fue factor preponderante para que las élites quiteñas decidieran adoptar este proyecto de urbanidad al estilo europeo. Pero no solo se construyeron viviendas, se realizaron aceras, piletas, parques como nuevos espacios de convivencia social, esto a su vez generaría roces étnicos debido a las políticas de exclusividad .En cuestiones del espacio urbano en Quito, Córdoba (2005) expone: De esta manera, la constitución de nuevos espacios públicos en la ciudad a finales del XIX y comienzos del siglo XX, irónicamente fueron concebidos como espacios restringidos a cierto tipo de segmentos étnicos y sociales, es decir, como mecanismos tangibles de lo que se ha llamado exclusión y segregación urbana. (p, 186) La construcción de urbanidad en Quito, separó en cuanto a convivencia a las élites de los distintos sectores sociales. Esta diferenciación social en nuevos espacios culturales, como los cinematógrafos, sería cada vez más común. En este sentido, Granda (2006) enuncia: “En las salas de cine se discrimina a los públicos en determinadas funciones que apuntan a ampliar un mercado para el cine: vermuts aristocráticas, jueves elegantes, sábados blancos, sábados rosados, tanda té, etc., convocando especialmente a mujeres y niños” (p, 42). La cultura naciente proponía el cine como un elemento característico de la modernidad, este espacio a su vez generaba nuevos estereotipos de belleza en las sociedades capitalinas. Goetschel, (2004) se refiere al respecto: “Por un lado, la figura de una mujer “delicada, fina, esbelta, indiferente, parisina, escapada de los lienzos de Fragonard o de los dibujos de Willete”. (p. 21) En Quito la burguesía adoptaba ciertos patrones de vanguardismo francés, con la finalidad de distinguir su posición social ante las demás capas sociales, varios medios masivos influenciarían (cine, la prensa y la radio) en quienes tenían facilidad de acceso. A inicios del siglo XX, las altas alcurnias quiteñas no solo enmarcaban su distinción con las demás clases en la vestimenta o en la arquitectura, estas decidieron adoptar nuevas costumbres, siguiendo el ejemplo de las élites francesas como expone Poma (2011): “La vida social de la época 52 requería la continua asistencia a compromisos como el teatro, la ópera y las carreras de caballos. Asimismo se desarrolló el traje deportivo propio de la clase acomodada”. (p. 34). La influencia de la cultura costumbrista francesa de acudir a eventos sociales se enmarcaría en el Quito a mediados del siglo XX, las élites buscarían configurar un hermetismo de exclusividad, en el fenómeno denominado “espíritu francés”, portadores de esta corriente serían algunos poetas, así como escritores modernistas, Salgado y Corbalán, ( 2002) mencionan: “El modernismo literario llegó al Ecuador a principios del siglo XX, de la mano del grupo literario “Generación decapitada”, seguido es del Modernismo de Rubén Darío y de la Poesía Simbolista de Charles Baudelaire”(p.141). El intercambio cultural se veía plasmado en un arte como en la literatura, la escultura, pintura se empezó a influenciar de las nuevas corrientes europeas. Muchos hijos de familias acomodadas luego de estudiar, regresaban a la ciudad con un bagaje cultural especialmente francés. Esta situación haría que las familias aprendieran de las costumbres afrancesadas de la época. A esto se sumó la llegada de nuevos productos culinarios europeos gracias al ferrocarril. “La «gente decente», por su parte, desde el arribo del tren fue incorporando en su alimentación nuevos ingredientes y alimentos que llegaban desde Europa, sobre todo enlatados de origen español e italiano (conservas de salmón y atún) así como vino francés y demás golosinas europeas”.(Espinoza, 2003 p. 67). La oferta de estos nuevos productos, indudablemente generará un sentido de apropiación del mundo moderno, pero la segregación no se daba por la falta de acceso de los sectores populares, más bien, se manifestaba por el alto poder adquisitivo de la burguesía quiteña en estos locales. Esta situación generaría un cambio de mentalidad en las gentes quiteñas, para inicios de las primeras décadas del siglo XX, se inauguraron varios restaurantes donde se ofrecía platillos modernos de alta calidad. Algo también novedoso en la ciudad eran los bares, cafés, restaurantes y salones .Carranco, (2004) sostiene: “Los más famosos en aquellas décadas eran: el restaurante francés Normandy en La Plaza del Teatro”. (p.41). La ciudad fue adoptando nuevas tendencias de atención como de servicio, contrastando con las fondas para los sectores populares que aún persistían en diferentes puntos de la ciudad. Denotando una cultura diversa influenciada por legados coloniales, así como por las nuevas costumbres adoptadas por las élites, añorando marcar una distinción entre la ciudad vieja, y la nueva ciudad cosmopolita de vanguardia. 53 Conclusiones: La modernidad en Latinoamérica, sería manejada por las élites de cada región, en el continente la corriente modernizadora privilegió el aspecto económico, dejando de lado aspectos como el cultural-social que al contrario en el viejo continente no se descuidaron. En el caso concreto del Ecuador, si bien se adoptaron nuevos estilos de vida, varias de las relaciones coloniales de jerarquía en la sociedad se seguían reproduciendo. En los años treinta la gran depresión afectó de manera directa a la economía ecuatoriana, esto a su vez generaría inestabilidad política, varios enfrentamientos entre los gobiernos de turno y los sindicatos obreros. Debido a esto la oligarquía costeña perdería poder, mientras que por el lado de los terratenientes serranos, recuperarían poder equiparando esta pugna por el control de los aparatos productivos del Estado. Para los primeros años del siglo XX, en la ciudad de Quito las autoridades emprenderán políticas de ornato, con la finalidad de mejorar la calidad de vida, reduciendo las epidemias, o enfermedades relacionadas con la insalubridad. Se inicia en Quito, una época marcada por los constantes cambios, la ciudad se aleja de su condición rural y empieza una trasformación a lo urbanomoderno. La burguesía capitalina adoptaría nuevas costumbres basadas en la vanguardia europea, principalmente de la denominada “esprit francés”. Este fenómeno se desarrollaría por los constantes viajes que realizaban al país europeo. Para las primeras décadas del siglo XX, será muy común encontrar restaurantes que servían platillos influenciados por la gastronomía francesa, con ello las élites marcarían un distanciamiento con la cultura popular. La nueva tendencia arquitectónica en la ciudad se vería influenciada por la vanguardia europea. Las élites quiteñas se desplazarían del centro histórico hacia el barrio de La Mariscal. Esta tendencia marcaría una separación con los sectores populares, sin embargo, la misma convivencia social, hará que varias de las costumbres se hibriden obteniendo una mayor y más compleja diversidad cultural. En este contexto la sociedad quiteña será testigo del nacimiento de un personaje particular como el “Chulla Quiteño”, un ser influenciado por la vorágine modernizante citadina de aquel tiempo. El “chulla” pertenecía en su gran mayoría a las capas medias de la sociedad, una de sus 54 principales características era que aparentaba distinción, clase y elegancia. Este singular personaje a pesar de no poseer los recursos económicos necesarios para pertenecer a las clases altas, muchas veces gracias a su ingenio, lograba convencer su falso origen aristocrático. Una gran paradoja que sufriría el chulla, sería que a pesar de aparentar en sociedad su distanciamiento de las capas populares, cuando se metía en aprietos terminaría escudándose en ellas, debido al conocimiento que tenía gracias a la parte de su origen indígena. Además a esto se sumarían varias costumbres andinas que practicaba en su diario vivir, un ejemplo de ello es el consumo de ciertos platillos de origen indígena (principalmente el mondongo), para curar la excesiva ingesta de alcohol que muchas veces recurría en las fiestas a las que acudía. Estas contradicciones harían del chulla un personaje único, carismático, e irreverente. El “Chulla Quiteño”, configurado como la nostalgia de un eslabón perdido entre un Quito que abandonaba su condición secundaria de ciudad pequeña, para convertirse en una de las urbes latinoamericanas más importantes, este hecho marcará una sentencia para este ser, dejándolo huérfano de su entorno, legitimando así el mito en boca de las generaciones futuras. 55 CAPÍTULO III EL SURGIMIENTO DEL “CHULLA QUITEÑO” 3.1 El “Chulla Quiteño”: Etimológicamente la palabra chulla viene del “kichwa”, significa impar, uno solo o uno de dos. Equivale a currutaco o chulla sin leva. En términos culturales chulla leva, denota a pobreza, a tener una sola levita o una sola chaqueta para ponerse. A su vez este modo de vida definiría y posicionaría socialmente a un específico grupo de ciudadanos de la ciudad como expone Cadena (2012): “El significado sociológico de este vocablo se halla relacionado con el origen étnico- racial significando una marca de procedencia y posición social, además sirvió para identificar coloquialmente al habitante de Quito” (p. 15). Varios pensadores lo ubican como un personaje netamente identificado en la cultura quiteña, caracterizado por atribuirse un sentido de nobleza, a pesar de la condición de su origen popular, el chulla era también considerado un ser vividor, fanfarrón, con un alto espíritu de grandeza, pero por sobre todo poseía una chispa o sal que le dotó de un elevadísimo sentido del humor. La Palabra “chulla”, era ya utilizada desde el siglo XIX en la sociedad quiteña, y significa no tener nada y dársela de que tenía mucho. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, es un ecuatorianismo que significa sin valor. En este contexto, cuando la palabra se personifica en el chulla como personaje, tendremos a un individuo incompleto, falto de valores acordes a la gente que practicaba las buenas costumbres, un ser híbrido en torno a sus herencias culturales (española-indígena). Así cita a Almeida (2004) quien define al chulla: El chulla era un pícaro social, fruto de una sociedad ambigua, todavía en proceso de formación, cuando la resaca española chocaba con nuestro origen indio y creaban en medio de esa pugna racial, una sociología indecisa, un sentimiento vergonzante y un sistema de defensa individual apoyado en el ingenio agudo. El chiste oportuno y el cuento tan gracioso como convincente. (p. 148-149). Es decir, que la figura del chulla se convertiría en un símbolo de resistencia ante una sociedad arraigada en la discriminación hacia las cargas sociales indígenas, pero que a su vez reflejaba un afán de reconocimiento, distinción y clase, basado en la picardía, suspicacia y en las apariencias construidas por sí mismo. 56 Fue un gran conversador, alma de fiestas a las que por cierto muchas veces no estaba como invitado, bohemio como él solo, era vivaracho en su accionar, a veces era tildado como un frustrado intelectual, infiel, aventurero especialmente con las mujeres de clase alta, a quienes seducía con sus historias fantásticas. El chulla negaba su identidad indígena debido a la valoración que se daba en la sociedad quiteña en esos días, por este motivo, trataba de apegarse a la cultura moderna occidental como lo hacía la aristocracia, sin embargo por su ascendencia popular ligada a lo indígena, tenía la habilidad de mezclarse entre los demás estratos cuando era necesario, principalmente cuando era acusado de sus fraudes. Este fenómeno de reproducción subjetiva hacia otras culturas era una común en la realidad quiteña. Kingman y Muratorio (2014) se refieren: La presencia indígena y chola en las urbes pone en cuestión la idea de la ciudad como “huella de Europa en América”. Si bien es cierto, toda ciudad supone un imaginario europeo, en ellas se levantaban otros barrios o, mejor aún, otras formas de vivir e imaginar, e incluso de asumir otras culturas, expresión del carácter complejo de nuestras repúblicas. (p.126). Es decir, que a pesar de ser en una sociedad que empezaba a dar sus primero peldaños para asemejarse a lo europeo, en Quito las relaciones sociales así como los roles asignados a cada grupo social acorde a su descendencia, generaban focos subjetivos de apropiación cultural (europea), en base a asumir el nuevo paradigma basado en lo moderno. En el caso puntual del “chulla”, este asumía ciertos valores culturales importantes, principalmente en relación al cuidado su aspecto, el cual se aproximaba a la vanguardia europea de su época, esto le aportaba una distinción ante la mirada de los demás. Se dice que los “chullas quiteños” no eran todos iguales, es así como el escritor Fernando Jurado en su obra ¨el “Chulla Quiteño” clasifica a estos individuos acorde a su personalidad, a continuación se enuncian: -El chulla de oficio, un ser muy sensible que vivía su vida como una tragedia, pero jamás dejaba de lado la altura y dignidad. -El chulla como tal, un hombre de 14 oficios y 80 necesidades, por ello la característica de ser intelectual, como los escritores y los poetas. .-El chulla músico, no era solo un bohemio y apuesto, sino que también cantaba como los dioses. 57 -El chulla artista, era quien ataba su vivencia bohemia de chulla con el arte plástico y pictórico, y como uno de los chullas más destacados eran los que se involucraban en las artes escénicas, que sobresalía por su don histórico y su enorme capacidad de imitación como lo fue Don Ernesto Albán Mosquera. Carlos Andrade quien hace una recopilación del “chulla”, lo describe como un ser tan decorativo y necesario en las esquinas del suburbio como lo es el chapa en el poste de alumbrado eléctrico, y el granuja de barrio. Freire (1998) expresa al respecto: El perro vagabundo lo mismo alza la pata ante el chapa o ante el poste o ante el chulla que son casi hieráticos en el paisaje urbano. Era un guía de la ciudad especialmente con los “chagras” o monos y al que cae en sus manos lo lleva antes que nada al “murcilagario” (cantina), a que ponga fuerzas tomando del bueno, después lo lleva por toda la ciudad dándole cátedras de historia. (p. 278). El chulla era un antihéroe porque pese a que no era respetado por la clase alta, era un reivindicador de los sectores sociales bajos, aunque algunas veces éste trataba de escalar socialmente no deseaba el valor material sino más bien un prestigio, utilizaba principalmente el engaño, un engaño argumentativo enmarcado en la facilidad de palabra, su vestimenta era como una especie de máscara la cual le permita invadir espacios impensados por las esferas populares. Esto podemos constatar en un extracto de la novela “El chulla Romero y Flores” de Jorge Icaza (2003): ¡Una farra! Comidas guambritas, se dijo el chulla olfateando lo alto (…)-Al llegar al lumbral del cuarto donde hervía la fiesta, respiró profundamente, se ajustó el nudo de la corbata, se quitó el sombrero, se alisó los cabellos sobre la una oreja, sobre la otra, alzó los hombros forrando la espalda en la chaqueta y con autoritarismo de actor cómico, al salir a escena, dejó a flote una máscara de habilidades y sonrisas. (p. 45). Haciendo un análisis del texto anterior, tenemos un personaje que utiliza su ingenio, para conseguir aquello que desea en aquel instante, así como también Icaza lo describe como un actor antes de salir a escena, además enuncia un elemento importante la máscara, pero no un máscara como objeto palpable, sino más bien una máscara en el sentido ritual es decir una manera de accionar, persuadir e inventar lo fantástico, con el afán de generar reconocimiento, admiración. A esto se refiere Cánepa (2002): Hay sociedades en las cuales la o las identidades de un individuo están personificadas en los objetos que éste posee. La relación entre sujeto y objeto se define, reafirma y transforma ritualmente. Es así que en el ritual, la máscara como objeto se convierte en depositaria de la identidad de un individuo o de un grupo (p.33). Es decir, la máscara (vestimenta) del chulla posee dos aristas: La primera adopta connotaciones de la alta cultura, el roce étnico-social, su descendencia occidental-española, como 58 principales elementos para la aceptación. La segunda no niega su verdadera descendencia, más bien la utiliza cuando cree necesario, para obtener un beneficio inmediato, o simplemente le sirve como mapa de los terrenos en los que se va a relacionar. Además, “la máscara tiene el carácter de la máscara de ser protectora contra lo desconocido de un mundo exterior y hostil, es el personaje que se representa en un “juego”, pierde su identidad además que va convirtiéndose en un símbolo de cara falsa”. (Paz, 1984, p.45). El “chulla” fue uno de los personajes a la vanguardia en adoptar el discurso de la decencia, civilización y el progreso. Todo este fenómeno tuvo su génesis en la llegada de los inmigrantes interioranos, en el afán de enfrentar las ansias y anhelos de los recién llegados, en aspectos como la movilidad social, oportunidades laborales, entre otros aspectos que de no ser considerados eran una amenaza para quedar relegados en esta nueva lógica del sistema. En esta pugna con los recién llegados surgió el término “chulla” quienes tarde o temprano vieron apropiado adoptar este término peyorativo impuesto por las altas clases quiteñas, enmarcándolo con un sentido de pertenencia a la ciudad, rechazando a lo forastero. A medida que avanzaba la época, el papel del “chulla” crecía, es así que pronto este, empezó a imbuirse en la política social de la época debido a que a su vez se encontraban en la cotidianidad de la vida pública, esto hizo del “Chulla Quiteño” un contestatario así podemos ver en la cita de uno de los representantes más importantes de la aristocracia quiteña de la época Modesto Espinoza (1998), dirigiéndose a este grupo social con sarcasmo: Forman la clase medios los chullalevas más repugnantes y odiosos de baja ralea, sus compinches tinterillos, algunos amanuenses de abogados liberales, tagarotes, cobradores de crédito por un tanto por cierto... Chullalevas en el sentido estricto de la voz, tienen una sola levita perdurable: Limpio, por regular, el cuello de la camisa que no se ve… Se tropieza con ellos en el despacho de la Policía, en los de los jueces parroquiales, en las oficinas de los escribanos, en el zaguán y los bajos del Palacio de la Justicia…Estos son los principales adalides de la política activa: en días de elecciones ellos disputan a la gente honorable el acceso a las urnas electorales, y son los acarreadores soberanos para el triunfo de los principios encarnados en la pléyade radical…Estos son los que a la primera noche van por las calles y portales repartiendo líbelos infamatorios y papelejos sediciosos …estos son los que más tarde ensucian las paredes con letreros infames, fijan inmundos pasquines en las esquinas y recorren la ciudad despedazando faroles y vidrieras y gritando a las voces con voz aguardentosa: viva Alfaro ( Espinoza, s.a. Artículos de costumbres, clásicos Ariel Nº52, Guayaquil, pp. 153-157.). En este panorama, el chulla fue transformando su accionar social, en reaccionario hacia las críticas políticas desde los medios masivos, de esta forma el discriminado se transformó en discriminador, uniéndose a la autodenominada “gente decente” , buscando su aceptación en una ciudad que crecía con la imperante llegada de la modernidad. Sin embargo, analizando la psicología 59 social del personaje, se evidencia una deserción social, una inconsistencia política, conformada por la alienación. Desde el pensamiento marxista, la alienación se fundamenta en la relación de los individuos con el sistema en este caso la entrada del capitalismo en las sociedades andinas, Marx, menciona en sus escritos que el problema de la alienación se caracteriza por las contradicciones de un determinado nivel de desarrollo de la sociedad, además relaciona este fenómeno con la propiedad privada con la división antagónica del trabajo. Entendiendo esto, para la teoría crítica puntualmente el marxismo, sostiene que la alienación ocupa toda la actividad humana, pues cada tipo de dicha actividad se convierte en monopolio de un grupo aislado de personas, cuyo extraño hacer es extraño a todos los miembros de la sociedad. (Manuscritos económicos-filosóficos 1844). Debe comprenderse aquí que la ―cultura de masa no es otra cosa que la exposición de productos banales, superficiales, con una nula calidad estética, cuyo objetivo es embrutecer al pueblo. La industria mediática quiere presentar a esos productos como parte de lo más elevado de la cultura humana o, en su defecto, como entretenimiento sano para el público. En un extracto de la obra el Chulla Romero y Flores, Icaza (2006) expresa que: Pasadas las diez de la noche, el chulla Romero y Flores, llegó en un automóvil de alquiler a la casa de Rosario Santacruz,-unas cuadras más arriba de la esquina de la Cruz Verde- Inquieto por la sospecha de que la indumentaria de su pareja no pudiera estar a la altura de las circunstancias, descendió del vehículo doblando cuidadosamente su alargada e incómoda figura de lord inglés…De la penumbra del zaguán, surgió ella. Vestido blanco de raso, flores de terciopelo rojo en el pecho, voluptuosidad de tules sobre la pollera, diadema de brillantes sobre los risos del copete, guantes largos, bolso de lentejuelas…La luz deslumbrante de las lámparas y de los festones de bombillos eléctricos, el bisbeo curioso de las damas- reinas de baraja, princesas de opereta, estrellas de cine sin contrato…( p.119). En la descripción de Icaza, se pueden recoger varios elementos importantes en lo que respecta a la imagen del “chulla” quiteño. Por un lado está la utilización de un automóvil alquilado, en este sentido el auto le daba un plus extra sobre varios de los pretendientes que su pareja pudiese tener o al menos estaría a la altura. En segunda instancia cabe destacar la figura de Lord inglés, resaltando una incomodidad necesaria para transmitir distinción y cache típico en los chullas. Finalmente esta la descripción del ambiente, destacando la luz, brillo (bombillos eléctricos), como elemento primordial, denotando la llegada a de la modernidad a la ciudad. 60 Acorde a esto, el filósofo marxista Gramczi (2004) desarrolla el concepto de: hegemonía cultural, refiriéndose a explicar cómo la sociedad aparentemente libre y culturalmente diversa es en realidad dominada por sus clases sociales; las percepciones, explicaciones, valores y creencias de ese sector llegan a ser vistos como la norma, transformándose en los estándares de validez universal o de referencia en tal sociedad, como lo que beneficia a todos cuando en realidad solo beneficia preferentemente a un sector dado. (s/Nº. p) Reafirmando el concepto de hegemonía cultural, Nivón (2013), sostiene: En efecto, si ha habido un lema compartido por todas las vanguardias políticas latinoamericanas, sean de izquierda o de derecha, es su lucha por modernizar la región, ambición que dominó en gran parte dela intelectualidad latinoamericana hasta el último tercio del siglo XX y que fue pensada como proceso de ruptura con el pasado por considerarlo lastrado por una sociedad pobre o indígena acechada por las tradiciones los mitos. (p.25). Es por este motivo que algunos sectores intelectuales, vieron la necesidad de construir instituciones para poder desarrollar la política cultural, de manera que se evidencie un camino para alcanzar la modernidad occidental; museos, escuelas, orquestas, artes modernas, bibliotecas. El mimetismo social, fue otro de los elementos significativos en la ciudad de Quito a mediados del siglo XX. Este mecanismo fue adoptado no por las élites netamente quiteñas sino por nuevos ricos de origen provinciano, además de sujetos pertenecientes a los sectores populares de mayor raigambre, para ello adoptaron simbologías pertenecientes a la burguesía de abolengo, con el propósito de disimular su real condición y procedencia social, étnica y cultural, creando confusión entre copias y originales. Esta estrategia constituyó una transgresión, pese a perseguir la “blanquitud”, contribuyó a quebrantar el orden segregacionista. (Espinoza, 2006, p .73). En este contexto surge el “gamonalismo cholo” categoría que corresponde a los nuevos ricos “sin apellido”, por su procedencia rural y origen campesino, o lo que es lo mismo por su condición “chagra”. “Estos individuos se caracterizan por un estatus económico superior a partir del aprovechamiento de ciertas ventajas comerciales y la explotación abusiva de la mano de obra de la que dispusieron” (Ibid, p. 74). Era común ver como los terratenientes principalmente de las provincias serranas trasladarse a la capital, movidos por la ambición de la llegada de la modernidad, a su vez, esto generaba en el chulla una oportunidad de ascender socialmente a través de la conquista-seducción una de las especialidades de este personaje. Con respecto a este ámbito del “chulla”, García (2004) sostiene: Ahora se ha enamorado de la hija de un rico. De un nuevo rico – Facundo Espinaca-, que ha vendido una hacienda y algunas tierras más para comprar casa en Quito y echar prosa a los ricos. El nuevo rico de siempre que quiere sobresalir gracias al caudal inagotable de sus dineros. De aquellos dineros que llegaron a sus manos a impulso de sudor de indios que regó sus campos de terrateniente bravucón y corajudo. 61 Lucho de Suasnavas y Z, olfateando un porvenir seguro, quiere casarse con la hija del terrateniente. Quiere entrar en sociedad y en plata. Y la ha enamorado tanto, tanto la ha seguido y aprisionado, hasta que ha sido correspondido en sus demandas de amor. (Pp.270-271). Este afán de desplazarse a las ciudades sería una constante en la mentalidad de las personas que tenían posibilidades económicas, en su afán de enrolarse con la gente de origen urbano, muchos optaron por vender sus haciendas en provincia, para llegar a las grandes ciudades seducidos por la modernidad. De esta forma, aprovechando el desconocimiento de las costumbres quiteñas, fueron los “chullas” quienes a través del engaño enamoraban a las hijas de estos recién llegados, motivados muchas veces por la ambición del dinero. Así también tenemos un pasaje de la novela “En las calles” de J. Icaza (1998) quien en una de sus páginas describe a Luis Antonio Urrestas, el chagra encopetado de la novela: Del mismo modo que encubría su realidad física con cigarros habanos, con tabaco americano, con perfumes con joyas, con paños extranjeros, a don Luis Antonio Urrestas le gustaba disfrutar lo rancio y retrogrado de su espíritu latifundista-olor avargueño, a baúl de cuero, a plata enterrada. (…). Soñando y hablando de fábricas, de máquinas, puentes, carreteras. (…) Esto le obligó muchas veces a realizar cosas paradójicas: metió tractores en su hacienda de cerros y quebradas. Abrió una oficina con aspecto de pequeño banco-donde las operaciones más audaces se reducían a firmar pagarés y letras de cambio con intereses adelantados y usuarios-se dio fama de experto en automóviles ferrocarriles, aviones, en barcos, en gringos-chapurreaba inglés de tercer orden-, hizo circular de cuando en cuando –la prensa, folletos-planes económicos de su invención para salvar al país-cínica copia de alguna revista norteamericano o europea. (p .32). Como se puede constatar a la llegada de la modernidad a la capital, cada grupo social sufrió una transmutación cultural. Como menciona Espinoza Apolo, se empezó a utilizar la palabra “chagra” en casos puntuales como los de Urrestas, esta palabra muy pronunciada a principios del siglo XIX principalmente en el centro norte de la sierra, tuvo su resurgir en el contexto quiteño en la primera mitad del siglo XX, acuñado en los inmigrantes no indígenas provenientes del campo, o poblaciones aledañas a Quito. Luna (1992), describe la condición social en desventaja a la cual se enfrentaban los recién llegados a la capital: El ‘chagra’, y en particular el pobre, migrante blanco-mestizo-campesino-pueblerino imprime sus notas particulares a la ideología de ‘los de abajo’. Producto de la tensa relación campo-ciudad y de su conflictiva inserción en la urbe, combate en todos los ámbitos de la vida contra las antiguas y tradicionales costumbres de una vieja ciudad cerrada para sí y empieza, con el tiempo, a identificar aquellos limitantes con las clases dirigentes y sus instituciones. (p. 180.). Es así que se empezó a utilizar este término, (viene de “chacra”, que significa, cementera de maíz), para describir en general a los serranos recién llegados de provincia, quienes no se adaptaban plenamente al medio urbano. Sin embargo este término empezaría a ser usado al margen de la condición socio- económica de los aludidos. 62 Se llamaba “chagras”, tanto a los campesinos pobres como a los latifundistas y grandes propietarios, se aplicaba indistintamente a los cholos o blancos del campo a diferencia de los términos “longo” o “cholo”, los cuales tenían otro tipo de connotación. Este fenómeno de estigmatización es mencionado por el Cnel. Jorge Araujo, y expresado por Solís (2009): “Longo no es sino el indio joven, a todo el que tenía la piel un poco oscuras o tenía características físicas de indio, de más nacional que de mezclado, ese era el longo” (p. 54.). Es decir el término que tiene un origen en el kichwa para referirse a los jóvenes de orígenes autóctonos, se instauraría en la sociedad quiteña para estigmatizar a quienes tenía un color de piel más oscura, por ende este se constituirá en un mecanismo de discriminación presente en el imaginario hasta nuestros días. Respecto al término “cholo” que fue utilizado por los primeros conquistadores para nombrar a los mestizos, adoptará una carga peyorativa similar al anterior. A esto se refiere Adoum (2000): “Las palabras: indio, longo, runa, rocoto, auca, zambo y cholo, son utilizadas como insultos dentro de nuestra sociedad. Hacemos lo que sea para alejarnos de lo que nos pueda relacionar con “longos” o “cholos” (p.47). En este contexto varias palabras adoptaron una nueva carga de significación ideológica, entre ellas “chagra”, que antes estaba ligado a los mestizos que venían del campo y se ocupaban de labores ganaderas, luego el uso del término sería generalizado para los migrantes que venían de provincias hacia la capital, sin importar su rol o condición económica, siendo “chagra” el antípoda de “chulla”. Sin embargo, hoy en día el término es poco utilizado. Según Mateus en su diccionario de ecuatorianismos, sostiene que la voz “chulla” cómo término se aplica a jóvenes de uno y otro sexo, que no pertenecen ni a la clase rica ni pobre, pero que por su vestido y aspiraciones, cuidado de la persona, educación o trato frecuente con ricos o nobles, pueden pasar por uno de ellos. Espinoza (2006), al respecto expone: Jurado Noboa en su obra ¨Las quiteñas, destaca el término “chullitas”. Esta palabra muy popular en la década de los 40 sirvió para aludir a ciertas mujeres populares de condición no indígena, hijas de amanuenses, zapateros, sastres, peluqueros, sombrereros y herreros, que vestían de manta fina de seda bien ceñida y falda negra oscura. (pp.52-53.). Es decir, que si bien existió un personaje similar al “chulla” en este caso su antípoda femenino “la chullita”. En el caso de la “chullita”, su condición y al desenvolverse en una sociedad de relaciones machistas, no le permitiría alcanzar la magnitud del “chulla” masculino, por ello su diminutivo denota menor grado de alcance. 63 Entre las mujeres quiteñas del sector medio, se utilizaba el término “decente” para enunciar a las personas del círculo social en el que se desenvuelven, así como también al espacio físico de uso cotidiano, las mujeres de clase media se consideraban a sí mismas como “decentes”, gracias su herencia cultural, de tal manera que siempre tuvieron presentes. Si bien las mujeres decentes sabían establecer las distancias del caso, algunas conocían de las “no decentes”, pero relación que tenían sus familiares varones con las mencionadas no era la misma, debido a que estos frecuentaban cabarets, burdeles o casas de citas. Al respecto, Delgado (2008), explica: Había mujeres bohemias, tomaban, cantaban, bailaban, querían y tenían hijos. La BM, era guapísima, tuvo un hijo con un comandante, que nunca le pasó un real. Les tomaba como señoritas tales y cuales, pero no era prostitutas, porque no cobraban, se enamoraban, entiendo yo, los hombres las dejaban con los hijos, no les daban nada, seguían de farra en farra hasta que alguien les de algo para sus hijos. Farreaban hasta 15 días seguidos tenían su vida. La Cuzumba tuvo seis hijos con tres hombres, dos con cada uno. Tomaba y fumaba como ella sola tenía la sal quiteña, era ocurrida, todo el mundo le iba a ver, gente de lo mejor, desde los Terán del Hotel Colon. Tocaba lindo el piano, la guitarra, cantaba precisos y le importaba un pepino el qué dirán, ella hacía su vida y sabía decir; ¨he amado por eso tengo mis seis hijos¨ (Entrevista, Delgado, 2008). Por otro lado también se evidencia las existencia de algunas mujeres llamadas “chullonas”, quienes anhelaban en base al oportunismo, mejorar sus condiciones de vida, en algunos casos las llevó a las fronteras de la prostitución. Así se describe a llamada “chullona”, personaje de vida frívola y casquivana que al igual que el “chulla” buscaba mejorar socialmente, (Jurado, 1995, pp.296, 297). Desde la perspectiva moral, estas mujeres eran clasificadas como bohemias, chullas mujeres de la vida fácil, o prostitutas, entre otros estigmas, siendo cuestionadas por su accionar, en una época donde las mujeres denominadas “decentes” debían buscar a un buen marido y permanecer al cuidado de su hogar. Afloraría en Quito “La Banca tigre”, un grupo de quiteños quienes adoptaron ciertas características comunes en la “madre patria”, pero fueron transmutando con elementos netamente culturales ecuatorianos, particularmente quiteños, apoyados en la génesis de una corriente que se abría camino a pequeños surcos, en este contexto empieza un fuerte cuestionamiento de los poderes conservadores de la época, para ser más precisos la “Banca Tigre”, nace luego de la muerte de García Moreno y la llegada al poder de Veintenilla. Este grupo es descrito por un diplomático español (Llorente), quien al ser desprestigiado en toda Latinoamérica, radicado en aquella época por estos lares quiteños, utiliza por primera vez la palabra chulla para designar a este grupo de Jóvenes quiteños que tenían intereses comunes, quienes 64 además critican el beneplácito con que es recibido este personaje por parte de la intelectualidad quiteña de la época, quien en enfrentamiento directo los llamó chulla-levas. Estos jóvenes que pertenecían a la clase media, tenían como punto de encuentro la Plaza Grande así como también en ocasiones en la Plaza del Teatro, lugares de los cuales se originaría su apelativo “Mentidero” de la plaza. Andrade (1993) explica: La banca tigre era un grupo de jóvenes de clase media para arriba, ¨ una verdadera entidad del chiste, picardía y reguero de bolas¨, también conocido como el mentidero de la plaza grande o de la plaza del Teatro. Federico Fernández Madrid y Rafael Grijalva Polanco- quienes ya alcanzaban 35 años de edad-reunieron en torno suyo a 12 jóvenes –algunos bachilleres- que se hallaban ligados por el ¨don de la gracia¨ y más que nada por la profunda devoción por el alcohol. El grupo fue creciendo hasta contar con representantes de todas las fuerzas sociales de Quito, a excepción de grupos populares, artesanales e indígenas. Casi todos permanecieron solteros hasta su muerte y evitaron trabajar: el matrimonio y el trabajo, estuvieron permanentemente peleados con su vida de chullas. (p. 5). Sin duda la banca tigre es un elemento significativo, en aras de la realización de este estudio, debido a que fue perfectamente evidenciada por los medios en este caso prensa escrita de aquella época, cuestionadores del poder, amantes del teatro, la bohemia, así como portadores de esa “sal” única de los chullas de cepa, como se mencionó anteriormente. En relación a la crítica de parte de este conglomerado de chullas (Banca tigre), Suarez (2014) menciona: Es así que los ¨chullas¨ estuvieron relacionados con la crítica a la política, la economía y a la sociedad ecuatoriana, demostrando su conocimiento y educación si se encontraban en una conversación entre aristócratas. Esta táctica les permitía integrarse a la sociedad pudiente y diferenciarse de la ignorancia de la sociedad empobrecida, con poco acceso a la educación. (p. 24). Como se puede ver en estos fundamentos, la ¨banca tigre¨, fue sin duda cuna de chullas quiteños, quienes en base al humor desestimaban aquello que pensaban que debía ser cuestionado, generando opinión pública. De esta manera se trató de desprestigiarlos tildándolos como mentirosos. La estigmatización de este grupo, sin duda era uno de los mecanismos más utilizados por las altas esferas que tenían el poder en esa temporalidad. En cuanto a la estigmatización Heatherton; (2000) se refiere: Desde la perspectiva de las personas estigmatizadoras, la estigmatización provoca su deshumanización, la amenaza, y aversión al otro, así como la despersonalización del otro mediante las caricaturas estereotipadas. En definitiva estigmatizar a los demás teóricamente serviría a los estigmatizadores para mejorar su autoestima mediante la comparación baja denotando a las demás personas su condición menos afortunada y mejorar su bienestar mediante el desprecio a los demás. (s/nº). En definitiva, la Banca Tigre, este grupo de jóvenes irreverentes, contestatarios, quiteños se trató de evidenciarlos con estigmas de tal manera que su accionar sea visto por parte de la sociedad 65 como falto de verdad, injurioso, poco verás, todo ello para cuidar los intereses de los grupos capitalinos de poder, el principal objetivo fue desacreditar los discursos vertidos por la Banca tigre, el acallar a esta nueva fuerza social que evidenciaba a través de la sátira, la ironía y el buen humor las injusticias desde el Estado hacia el mismas esferas de las clases populares quiteñas. Por otro lado como menciona Diana Zsabó sostiene: que el humor es siempre cuestionador, opositor y transgresor por naturaleza, representa la lucha contra la coerción y el sometimiento. Así M Alfaro desde una perspectiva social, propone que la risa es un vigoroso poder contra popular capas de relativizar y subvertir el poder de los poderosos. Burel (2011): manifiesta: “Y a su modo el humor siempre acerca a la verdad. En el mismo texto se hace referencia a Horacio un poeta latino anterior a Cristo quien sostuvo cuestionándose; Que hay que prohíba decir la verdad burla burlando”. EL “chulla” quiteño utilizaba muy a menudo este recurso, construyendo un nuevo discurso a favor de los sectores populares a los que pertenencia. En este caso la ideología a la que defendían en su gran mayoría los chullas era liberalismo, corriente que en aquellas épocas tomaba fuerza gracias a su líder el General Eloy Alfaro, para ello utilizaba espacios públicos de gran afluencia (plazas y esquinas de la ciudad). En relación a los espacios públicos en la época Espinoza cita a de Valdegana (1945), quien recoge algunos de los cambios principales en la sociedad quiteña, principalmente en cuanto a los jóvenes capitalinos: Las esquinas fueron los lugares favoritos donde se acortejaba a las señoritas, se embromaban con los amigos, fueron el lugar propicio para la denominada ¨sal quiteña¨ inventiva para el chiste ligero e improvisado. ¨Parar en la esquina¨ se llamó a esta forma de pasar el tiempo. (p, 80). Las esquinas tomaron un papel preponderante sustituyendo a los patios, zaguanes como sitios donde se daban encuentros, reuniones, sociabilidad y tertulia, principalmente que en la década de los veinte y debido a la creciente vista de los inmigrantes interioranos así como a su vez del surgimiento de los chullas. Esquinas como la botica Pichincha (Guayaquil y Esmeraldas), o la Sábana Santa (Guayaquil y Oriente), la esquina del teatro Bolívar, La Plaza del Teatro, la Plaza Grande, se volvieron en lugares de parada sagrados para los chullas quiteños. Es debido a este fenómeno que estos personajes peculiares, reivindicaron el concepto de “no hacer nada”. Pronto surgió un nuevo estilo de vida donde los sujetos rechazaban los mecanismos de sujeción que se aplicaban contra los jóvenes de los sectores populares. 66 En una recopilación de la obra “Los misteriosos habitantes”, de Carlos Villamarín (1986), se explica el fenómeno de apropiación del espacio por parte del chulla: Al virar la esquina donde la calle Manabí desemboca en la Guayaquil y forman juntas uno de los ángulos de la Plaza del Teatro, vieron a un sujeto que, saliendo del Gran Pasaje, avanzaba directamente hacia ellos. Notaron de inmediato que el hombre era alto, joven y casi tan guapo como ellos y que vestía con cierta elegancia, aunque ateniéndose a una moda en desuso desde muchos años atrás. Llevaba sombrero de hongo, leva de faldones y bastón de abenuz con empuñadura y contera doradas. Cantaba a media voz la canción de El”Chulla Quiteño” y parecía hallarse algo bebido. Les saludó con una inclinación de cabeza cuando se situó junto a los cantores, quienes a su vez le correspondieron con igual cortesía. Y sin preámbulo solicitó le prestasen la guitarra, ya que debía llevarla serenata a su novia, que moraba no lejos de ahí. Adujo que instantes antes había perdido la suya. (s/nº) Pero a partir del año 1923, se creó un decreto de parte de la Policía quiteña un reglamento donde se establecía que los muchachos de la ciudad que no practicaban oficio alguno, podrían ser encerrados en correccionales o en un establecimiento de Artes y Oficios. El código sostiene: Los vigilantes tenían la potestad de atrapar a los muchachos que se entretenían jugando en las calles, a quienes les remitían a la policía para dedicarlos al servicio de las armas, además a quienes poseían de la patria potestad, padres o guardadores, entre los que se incluían los maestros de gremio, podían solicitar a la Policía encerrar a un joven considerado como descarriado, por un período de noventa días. (Código de Policía, 1924, p, 67). Esto significaba que quienes no formaran parte de un gremio corrían el peligro de ser considerados “vagos”; término que estigmatizaba a los jóvenes laboralmente disidentes. Como se puede apreciar, los chullas no la tuvieron fácil, debido a que del lado de los gobiernos de turno empezaron a dictar normas estrictas en contra de sus filosofía, sin embargo el ingenio en estos capitalinos, prevaleció para poder contrarrestar este tipo de medidas, tanto así que después serían las esquinas el bastión de estos seres pintorescos conforme transcurría el siglo XX. Edgar Freire Rubio afirma que: En el Centro histórico como tal sería aún lugar propicio de contacto humano, y socialización real, ya que sirven de lugares para citas, (parques, plazas, calles) personales o de concentración pública. Es más el peatón que circula por la calle, a diferencia de otras partes de la ciudad tiene más relevancia que los mismos automóviles. A su vez, Andrade señala la importancia en la vida diaria capitalina de la esquina como un espacio del pobre, donde algunas veces la gente por haber expresado opiniones un tanto libres, despertaban con boletas de arresto y en tiempos duros con pasaportes para el oriente, selva inviolada y tenebrosa. 67 En el arco de los portales se situaban los políticos, los burlones, los pescadores de empleo buscando una bacante jugosa, pero era también en la esquina donde surgía el piropo, el chiste alusivo, la ironía cortante, el apodo que en muchas veces sustituía al propio nombre. Es que antes que existieran cátedras de filosofía política oficial ya existían las espontaneas en las esquinas de las ciudades que apenas empezaban a incorporarse a la existencia orgánica de la república inaugurada, igual con balas que con discursos. Andrade hace su cierre diciendo; El orador de esquina filósofo, intuitivo prestó su improvisada voz, antes que la templara el político para adaptarla a los recursos de su conveniencia. (El comercio, Quito 1971). Es entonces la esquina donde se empiezan a formar los contra-discursos, algunos bien argumentados pueden poner en ¨jaque¨ a la opinión pública desestabilizando a las bases del gobierno de turno. Pero así mismo, en la esquina se combate la rutina cotidiana, por ello surgen las más astutas inventivas de parte de los ciudadanos, aquí puede enmarcar al “Chulla Quiteño”, como un ser social dicharachero por excelencia, así como también imitador de las costumbres aristócratas. Un caso atípico fue el de Luis Guerrero, quien reivindicó el concepto de gozar inventando viajes increíbles, apellidos ilustres y fortunas dilapidadas, Guerrero viajó a Europa, donde sus padres deseaban que se ordene de obispo, luego de que mandara una carta a sus padres indicando su ordenación, y ya cuando sus padres juraba que Luis sería el próximo arzobispo de Quito, el chulla regreso de civil, después de gastarse por nueve años la fortuna que le enviaron sus padres, en viajes dándose los más apetitosos placeres por Roma y París. 3.2 Personajes Anecdóticos 3.2.1 Don Evaristo Corral y Chancleta Pero en este análisis del “chulla”, se debe tomar en cuenta un elemento primordial, más bien un personaje que no podía quedar de lado, se trata de Don “Evaristo Corral y Chancleta”, quizás para algunos pensadores el mayor representante de la quiteñidad, en particular del “Chulla Quiteño” como tal. Ernesto Albán Mosquera, nace en Tungurahua-Ambato, el 19 de febrero de 1912, es considerado uno de los actores más importantes del siglo XX en el Ecuador, debido a dejar un legado por ser pionero de la crítica humorística y comedia de la realidad del país, sustentados en altas dosis de cotidianidad, urbanidad, política y urbanismo. Pero si bien Ernesto Albán ya había sido reconocido como músico, cantante de tangos su obra se vería reforzada por las presentaciones que lograron alto nivel de aceptación, a su vez las obras fundamentales que consolidan a este singular personaje serían ¨Estampas Quiteñas¨ ideadas por Alfonso García Muñoz quien terminaría siendo el inventor de este subgénero literario. (Wikipedia). Respecto a las temáticas tratadas por el personaje Villacís (2004) expone: 68 Las coyunturas políticas y sociales fueron sus temas y su máxima evaristiana: si el hombre es un animal político, también hay políticos bien animales. Don Evaristo es parte de la idiosincrasia de todo el país, es uno de los símbolos imperecederos de nuestra actitud y buen sentido del humor ante las calamidades y las variopintas situaciones orquestadas desde el poder. (Revista: El apuntador, N° 28). Su trabajo de actor fue reconocido fuera del Ecuador y muchas fueron sus giras junto a la Jesusa y al Sarzoza. Filmó además Contra Viento y Marea y En la mitad del Mundo con gran acogida de sus seguidores, aunque no fueron buenas películas. Es así que Ernesto Albán con su “alter ego”, influenciado por Charles Chaplin, además de la gran obra de García ¨Estampas de mi ciudad¨, la cual caricaturizaba las costumbres de la época. Así, Albán fija su su actuación en el personaje principal Evaristo Corral y Chancleta, que sería el legado dejado en su vida. “Este personaje utilizaría una vestimenta peculiar saco viejo carcomido por el tiempo, un pantalón que denotaba ¨fantasía¨ con rayas que debieron ser blancas ahora sucias por la manteca y unos bigotes que le otorgaban cierta personalidad. Don Evaristo rompería con el teatro de élite, transformándose en una figura popular debido a que se volcó hacia los barrios, retomando el sentido de ser un hombre de clase media, empelado público y sufrido contribuyente, que trataba de aparentar una vida ficticia sin miedo a los bolsillos, deudor permanente, bohemio y tenorio”. Wikipedia (2009, p.3) El estereotipo del “Chulla Quiteño”, en cuanto a su personalidad, filosofía de vida y su posición social, se vería alimentado por este auge llevado al teatro por Don Ernesto Albán de su personaje Don Evaristo Corral y Chancleta. Sin embargo, su mayor logro fue el contacto directo que tuvo con los sectores populares, de los cuales se realimentó a través de su conocimiento para dar a conocer las demandas más urgentes de estas capas sociales. De ahí que el Don Evaristo fundamentaría el sentido de irreverencia en contra de los poderes fácticos. Pronto aparecería un comercial en el cual Sarzoza (uno de los personajes que acompañaba a Don Evaristo), recibe en el aeropuerto a Evaristo quien responde a la pregunta ¿De dónde vienes pues…?: “Del cielo pues… Los precios están por las nubes y en el único sitio donde encuentras los víveres para la comida es en el cielo… Pero además, encontré mis cigarrillitos Full a precio nacional”. Comercial que se hizo merecedor a un premio mundial. En la Revista El apuntador, también se hace referencia a Don Evaristo, como un personaje que cuestionó el poder desde su espacio, como se puede leer a continuación en Villacis (2004): 69 Ernesto Albán fue un liberal de izquierda y sabía que su labor de actor nos sólo divertía al público sino que lo hacía reflexionar y cambiar su visión de la realidad. Los políticos son un gran blanco para el humor y decía: “un chiste bien dirigido puede trizar su imagen”, presidentes y dictadorzuelos, ministros y comisarios, damas de misa y velo, curas de sotana larga, adusto semblante y pícara actitud, entre otras personalidades de ‘seria seriedad’ como J. M. Velasco Ibarra, fueron las presas de su ironía y mordacidad¨. (Revista: El apuntador, N° 28). El personaje fue muy conocido en su época, viajó por diversos países llevando sus estampas, presentándose en lugares emblemáticos como el Madison Squart Garden de New York, junto a personajes reconocidos Sara Montiel o Los Panchos, luego filmaría en la época de Jaime Roldós varias obras como Dos para el camino, la entrañable roda ¨movie¨ criolla, así mediante las cuales seguiría alertando y fustigando a los corruptos del poder (Ibid). A continuación se muestra un extracto de una de sus Obras teatrales “Don Evaristo El banano de mano en mano”. En ella se manifiesta de manera primordial la característica principal de este personaje, su inventiva, creatividad, posición ideológica, rasgo cultural netamente popular, así como también su carácter de conocedor de la realidad económico-social de su coyuntura: EVARISTO: Verá mister, ¿Mister qué ...es you? MR. YUNAY: Mr. United Fruit. EVARISTO: Ah ... usted ha sido... MR. YUNAY: Mi ha sido qué...? EVARISTO: No, nada... Digo que usted ha sido Mister Yunay. Muy conocido por nosotros. Papá Velasco hablaba mucho de usted... Mister Yunay Frut. Que "frut, casi meto la pata! Verá, como le dije. Intermediario, es una plaga que ataca a la producción del banano. Porque al banano lo atacan varias plagas... La Sigatoka, que a veces toca y a veces no toca; El mal de Panamá que viene en los mismos barcos de ustedes; y por último, el intermediario, que es un animalito que se gana pegas que termina todos los cupos de exportación y no le deja nada al pobre productor con el agricultor... (Señala a Sarzosa) Aquel.... Aquel.... que usted ve.... es lo que queda del agricultor después de trabajar veinte años a todo sol y toda lluvia... Vení acá, mudo, te presento... SARZOSA: A su mandar, patroncito... MR. YUNAY: Mi no dar la mano... you are sigatoka...... EVARISTO: Ya te confundió con la sigatoka... Verá Mister Yunay: El Ecuador es el primer productor de banano en el mundo... MR. YUNAY: Oh... yes..! Is very good... EVARISTO: Pero resulta que el ochenta y siete por ciento de todos los millones que se mueven alrededor del banano ecuatoriano, se va fuera del país, y al pobre productor no le tocan más que un mísero trece por ciento, ¿Okey? MR. YUNAY: Oh... mucho dinero para el agricultor... EVARISTO: Este sujeto es serrano... Pero el Ecuador se compone de serranos y costeños... dedicados a la producción del banano. Cierto que se pe­lean... pero al final los une el mismo paludis­mo, la misma pobreza... y el mismo banano... MR. YUNAY: Mi no importa asuntos políticos nacional... SARZOSA: Verá Mister... yo... EVARISTO: ¡Calla! Sharap...! Deja que yo explique. Vea mister bruto... MR. YUNAY: Fruit! Fruit! EVARISTO: Okey mister Frut...! La historia de agricultura exportable del Ecuador, es corta. Nosotros primero exportábamos cacao... Eramos ricos. Pero nuestros ricos se gastaban el dinero en Europa y en los yunaits esteits...! Luego vino la escoba de bruja y nos quedamos todos hablando francés e inglés...! Después llegaron los huracanes a Centroamérica. Esos huracanes acabaron con los sembríos de banano en esos países. 70 Entonces comenzó la gran producción de banano en el Ecuador. Todo cristiano... se dedicó al banano...! Abogados, médicos, ingenieros, peluqueros, todos al banano, entiendes you...? MR, YUNAY: Oh... yes... Todo país... bananero... Mucho bueno... mucho bueno... EVARISTO: Con decirle que no quedó una hectárea para sembrar un burro. Todos los burros se murieron de hambre. Quedan pocos... pero esos los dejamos para retornar al régimen constitucional cuando vuelva el Congreso... SARZOSA: Pero es que don... EVARISTO: Calla, "idem"... Cierra el pico... mientras yo explico... MR. YUNAY: Nosotros dar trabajo miles de trabajadores... EVARISTO: Cierto, cholo. Ustedes dar trabajo miles de Agricultores... pero no dar dólares... ¿Entiendes you? El trabajo para nosotros los dólares para you... MR. YUNAY: Nosotros abrir mercados. Sin nosotros no vender bananas... SARZOSA: Pero es que don... EVARISTO: Calla. . No me cortés el hilo... que se me va la cometa. Verá... Ustedes tener mercados,. Ustedes tener haciendas bananeras... ustedes tener barcos... y nosotros tener hambre... nosotros tener malaria... nosotros, por no tener carreteras... viajar en "tren de lata". Y vos, por qué no hablas... SARZOSA: Porque usted no me deja... EVARISTO: Entonces... Silencio... Vea Mr. Este esquelético agricultor... Hace viajes desde apartadas selvas... trae sus bananos... pero se inventó esa otra plaga que se llama calificador. La ley del rechazo... Que el banano es chico, rechazo! Que el banano es largo, rechazo...! Que el banano es flaco, rechazo...! Que el banano es gordo, rechazo...! Nooo... que pasa con el banano... que pasa de mano en mano... y lo dejan tirado por el suelo todo magullado. (ALBAN; Ernesto. ¨Estampas quiteñas¨). http://www.efemerides.ec/1/junio/estampas_q.htm). Tal como se puede evidenciar en este extracto, Don Evaristo Corral y Chancleta, fue un chulla de cepa, un aplicador real de la ¨sal quiteña¨, enfocada a través del humor con el objetivo de ser parte de una denuncia social, además de despertar la consciencia de la ciudadanía, evidenciar las desatenciones del Estado, así como ser conocedor de la histórica social-política del país. Por este motivo el personaje creado por Ernesto Albán constituye un simbolismo del quiteño contestatario, rebelde, defensor de la justicia, voz oficial del pueblo, pícaro para denunciar la corrupción en los altos mandos estatales. Don Evaristo, como llegaron a identificarlo a Ernesto Albán caló tanto en el espíritu popular quiteño que sus chistes y su usos del lenguaje, empezaron a ser repetidos por el pueblo. Era tanta su popularidad que no dudó en postularse para la diputación de Pichincha. Estas elecciones las ganó. Sin embargo, un golpe de Estado, propiciado por su archienemigo Velasco Ibarra, hecho por tierra esos aleteos políticos de Albán. Para concluir con este personaje heredero portador de una filosofía de vida, cabe mencionar que su imagen, fue utilizada en la últimas dos décadas, por las alcaldías de turno, mostrándolo como portador de las buenas costumbres, buenos hábitos y maneras de comportamiento ciudadano, tergiversando su verdadera naturaleza social, como ya se ha mencionado anteriormente, va más apegada al “Chulla Quiteño” un ser menos ligado al poder político, más bien siendo el primero en cuestionarlo. De todas maneras, ese es un tema de amplio debate que en este estudio debía ser mencionado pero no profundizado porque no es el objetivo primordial del escrito, sin embargo tiene 71 su influencia ya que debido al estereotipo que se ha infundido en las nuevas generaciones quiteñas quienes desconocen los alcances que Don Evaristo Corral y Chancleta tuvo en sus brillantes épocas de esplendor. Pero además del afamado personaje de Don Evaristo Corral y Chancleta, existieron individuos conocidos en la ciudad que portaron esta estirpe de “chulla”, sin embargo estos personajes no alcanzarían un esplendor como el de Don Evaristo, pero sin duda debido sus pasajes anecdóticos, quedarían a la postre en la memoria de los quiteños. 3.2.2 El ¨Águila¨ quiteña No podía quedar de lado en este estudio de los chullas, así como de su picardía e ingenio el caso particular del “Águila Quiteña”, personaje quiteño que si bien estuvo marcado por la ilegalidad, la fechoría, el hurto, también se puede destacar ciertas características de antihéroe, principalmente en una de sus hazañas más recordadas, pero antes hay que puntualizar como surge este personaje. Luis Aníbal Paz, (¨El águila quiteña¨), nace en Quito 1908, fue hijo de un sastre que llevaba su mismo nombre, este tenía su taller en la Guayaquil y Mejía, en los bajo del convento de San Agustín, según cuenta la historia su padre manda de la casa a su mujer así como a Luis Aníbal quien tendría por esa época de 12 a 13 años, este acontecimiento marcó la vida de este personaje quien al quedarse solo con su madre se dedicaría a robar, para mantener a su progenitora. En esta investigación se ha tomado en cuenta a Luis Aníbal Paz más conocido como el “águila quiteña”, porque como se puede leer en un escrito de Jorge Rivadeneira Araujo, recopilado por Freire (2010): Decir ¨Águila¨ quiteña, era hablar de un personaje de dedos finos, vivo de recursos, habilidoso, un ladrón típico digno del Quito de los años 30, por lo tanto incapaz de cometer un acto de violencia mucho menos de un crimen. (p, 212). El “Águila” quiteña procedía de un hogar disfuncional se dedicaría al hurto, siendo su principal escuela las calles del Quito antiguo. Los años treinta serían en una época difícil en todo el país, por este motivo los sectores populares se verían enfrentados a una realidad cruda, anhelando un mejor porvenir, muchos utilizarían la picardía para encontrar oportunidades. Se cuenta muchas hazañas, jugarretas y artimañas de este personaje, como cuando le robó un reloj a un jefe de investigaciones sacándolo del bolsillo, para luego devolvérselo con una sonrisa. Pero quizás su más recordada hazaña fue cuando en un acto político, metió sus dedos en el bolsillo de D. Pachito Chiriboga Bustamante, cuando este saludaba al público. 72 Tremenda sorpresa se llevaría en su casa al meter la mano en el bolsillo encontró una nota que decía; ¨ Para otra vez lleve por lo menos unos 100 sucres y no sea muco¨. F: Águila quiteña¨. Desde aquel día el infortunado Pachito andaría siempre con un billete de 100 para no recibir la crítica del Águila. Era de conocimiento público porque ocupaba primera plana de la prensa que el Águila entraba y así mismo salía de las prisiones de Quito, así como a su vez las ventajas y desventajas de ser tan conocido en un ambiente pequeño, hecho que le demandaría irse de la ciudad específicamente a Cuenca donde aplicaría su astucia para realizar sus cometidos. A su retorno a Quito, el Águila con un poco más de capital como se cuenta en sus crónicas, instalaría dos cabarets muy reconocidos en la ciudad EL ¨Happyland¨ y el ¨Araña Negra¨ ubicados en la 10 de Agosto y Av. Colon, ambos tendrían buena acogida por parte de la clientela, tanto así que la visitaron altos mandos del gobierno como Carlos Guevara Moreno, primer ministro del entonces presidente por segunda ocasión Velasco Ibarra. Se menciona que Guevara, en ciertas ocasiones, le pedía a Paz que cerrase el club nocturno solo para su deleite personal. Pero el aspecto a destacar es sin duda la transformación de la ciudad a mediados del siglo XX, así como la sublime descripción ficticia que se realiza en torno al personaje en la Obra de Eliecer Cárdenas (2009) “Polvo Y Ceniza”: Se decidió obstinado a transformar sus manos suyas, delicadas y largas, en una obra de arte, en un portento de rapidez sigilosa que ante la preocupación y el silencio distraído, atenazaron tantas carteritas de cuero perfumadas, robustas desde las profundidades más negras de un bolsillo, para transformar los billetes crujientes y duros en camisas almidonadas y en los ternos de casimir de grano que empezó a vestir, en los licores opulentos que aprendió a beber, en las mujeres que compró, en los amigos y cómplices, que adquirió en esa casita blanca baja de dos plantas, con puertas azules y cielorraso amplio con maceteros de geranios y pinturas sobre las paredes que arrendó para transformarla en el primer burdel verdadero que tuvo Quito. (p, 192). Si bien el pasaje denota una ficción compuesta por Cárdenas, muestra con gran claridad al Quito de aquella época, en donde la cultura occidental empieza a florecer, en el caso particular del Águila, es clara ver la influencia que se le da en torno a su personalidad, empezando por adoptar patrones de ella, transformándolo en un personaje de negocios, en este caso siendo dueño de un centro de tolerancia. Quizás el “Águila” no fue un chulla del todo, pero sin embargo se lo ha tomado en cuenta por su capacidad de ingenio, creatividad empleada en su cotidianidad, típico de un ciudadano quiteño criado en las plazas de la época. 73 A pesar de haber sido portada de las páginas de prensa, no se puede dejar de lado su gran don de gente, cuando siempre el primer botín de sus robos le enviaba a su madre, quizás las circunstancias a la que fue sometido a temprana edad hicieron al Águila tomar aquel mal camino y ser el dueño de sus actos. De su muerte, se cuenta que fue en Lima, Perú cuando fue ingresado en la cárcel conocida como ¨Frontón¨, ahí donde se dedicó al oficio de su padre, fue apuñalado en una riña de internos. 3.2.3 El ¨Terrible¨ Martínez: Nace en la Tola (barrio de los más tradicionales de Quito) Luis Eduardo Martínez Cevallos, uno de los personajes que más se acerca a las características dicharacheras del “Chulla Quiteño” el ¨Terrible¨ Martínez, como fue bautizado por sus amigos de barrio al oír decir a su propia madre ¨Eres un terrible¨, apodo con el que se lo conocería toda su vida. En una crónica del diario Hoy se describen algunas de sus anécdotas más recordadas: Al famoso “chagra” Ramos, en su local ¨El Niza¨, asombró a este y a algunos de los asistentes con quienes estaba libando, cuando mencionó que había pagado toda la cuenta, a eso todos quienes lo escucharon dudaban de ello, debido a la condición de estrechez del anfitrión, sin embargo, aceptaron con gratitud el anuncio del “terrible”, quien por cierto se lo notaba tranquilo. Días después descubrieron que el pago se lo hizo a través de una leva del propio hijo del chagra, quien al preguntarse por su ausencia constató que el padre tenía en su poder habiendo sido utilizada como “prenda” por cuenta de la consumición de ese día. El gabán había Estado colgada ojos del tabernero, sin embargo el chulla se las dio de sabido para hacer la hazaña, cuentan que el viejo tabernero se encontraba anonadado de tal hazaña, diciendo que nunca en la vida le había hecho pasar por tonto con semejante astucia. En otra ocasión Alfonso Saá, dueño de la hacienda ¨Las Cuadras¨ le regaló un borrego merino, el cual fue empeñado en el acreditado establecimiento de la Guayaquil y Oriente del señor Guerra, en donde en compañía de su amigo ¨Batuta¨ fueron fichados por haber dejado su dueño con una ¨prenda con boca¨. El terrible siempre estuvo predispuesto a la mofa, a las trastadas humorísticas, irreverente, se burlaba de la manera más inesperada de los demás, saludándoles con respeto, y admiración sin embargo cuando se sacaba el sombrero haciendo las reverencias respectivas pronunciaba en voz baja un ¨hola huevias¨ por demás contundente. 74 Así mismo utilizó sus dotes de histriónico e imitador, capacidad que le llevaría a ser reconocido, un domingo en la feria de Machachi, se hizo pasar por arzobispo haciéndose besar su mano derecha, intercambiando bendiciones por limosnas, este personaje tenía mucho ingenio, tanto que como se menciona en la nota podría haberse postulado tranquilamente como diputado, legislador o gobernante por su capacidad de persuasión, sin embargo esos no eran sus primordiales intereses. Una de sus anécdotas más impactantes fue cuando hizo enfadar a un ganadero muy conocido de aquella época por ser el aporte de las ferias. Para ello el ¨terrible¨, se vistió de chaqueta, pantalón de fantasía, corbata plastrón y bombín, a más de haber maquillado su rostro a semejanza de aquel gran señor, entró a la plaza entonces las ovaciones no se hicieron esperar, sin embargo en la segunda corrida de la tarde hizo su arribo el propio ganadero, con lo cual la plaza se contagió de carcajadas luego de presenciar la imitación del terrible, este hecho hizo que el indignado ganadero dejara de nutrir a la feria con los toros de su ganadería. Después de ese acto, el ¨terrible¨ fue catalogado de ¨joven insolente y atrevido¨ por la prensa después de semejante acto de burla. Cabe destacar a una cita proporcionada por el autor Hugo Alemán Fierro, un cronista que fue testigo de algunos personajes de época, y que fue publicada por Diario “El Hoy” (2010): Fuera de estos espectáculos, dedicados a la muchedumbre, el Terrible disponía de un verdadero arsenal de fruslerías para sus actividades de taumaturgo. Naipes cartománticos, bonetes, esvásticas e hilos invisibles salían misteriosamente de sus bolsillos para magnetizar a los incautos. Apostaba a hacer caminar sillas, vasos y botellas mediante quiromancias que dejaban atónitos a quienes ponían en duda sus facultades de nigromante y mago de ocasión. Tales malabarismos le reportaban sabrosas noches de juerga en los figones, ya que muy rara vez quedaban sus trucos al descubierto. Pero a pesar de su increíble carisma, Martínez sufriría de la apatía de quienes disfrutaban de sus picardías, así como de aquellos con quienes se divertía en largas noches de bohemia, quienes muchas ocasiones lo trataban como a un desconocido, es así que este personaje tenía que afrontar en su cotidianidad. A veces conseguía empleos públicos, o debía “buscárselas” como decía él; ¨la chaza no es rentable no ofrece techo ni comida otras veces se dedicaba a vender productos inverosímiles¨. En fin la vida del terrible Martínez no fue del todo sonrisas, es así que un día entró en una armería en la Plaza Grande donde tomaría la fatal decisión de quitarse la vida, como se describe en las siguientes líneas: Al fotógrafo Luís Pacheco le dijo “ya no me haz de ver, me voy a hacer un largo viaje” y pidió que lo retrataran. Luego, con una bala prestada, fue a una tienda donde vendían revólveres (el almacén del Sr. Castro en el Portal Municipal) y dijo a todos: “voy a hacer un largo viaje para desimpresionarme de semejante victoria”. Con ello se refirió a la reelección del Dr. Velasco Ibarra y la pérdida en las elecciones a la presidencia de su amigo Galo Plaza. A las 12:30, del año l960, se disparó en la sien. Fue así como murió y se desapareció de la vida de los toleños, el chulla de la carcajada (La Tola gestores Culturales). 75 Quizás haya algunas anécdotas de este personaje que no fueron consideradas, pero la importancia radica en poner sobre el tapete su modo de vida, sus manera de afrontar el mundo urbano, sobre todo capitalino, así como también destacar sus aficiones, intereses así como también debilidades, no cabe la menor duda que si fue un personaje es digno representante del chulla. Es imposible nombrar a cada uno de los personajes que la ciudad vio nacer, puede ser que se hayan quedado en la chistera algunos nombres que encajan dentro de estas características, sin embargo el principal objetivo de esta investigación fue evidenciar como las diferentes coyunturas se prestaron para desarrollar este tipo de simbolismo que es el “Chulla Quiteño” quizás un prototipo de ser social tergiversado, subestimado, así como descontextualizado a través de la historia, al punto de considerarlo un elemento folclórico, además de un ejemplo de ciudadanía, ocultando su persecución cotidiana de su época. Edgar Freire Rubio y Manuel Espinoza Polo, destacan en su texto ¨Parias, perdedores y antihéroes celebres de la ciudad¨, esa condición de pathos que explica su desequilibrio, así como su condición ¨dionisiaca¨ en estos personajes principalmente en los chullas, quienes hacen de su vocación por el disfrute de la vida, los lleva a subvertir permanentemente el orden, el espíritu y lógica laboral. Por este motivo la mayoría de personajes populares fueron perseguidos e incluso tachados como ¨vagos¨ es decir seres antípodas de los que se les considera trabajadores y eficaces. Esta condición ¨dionisíaca¨ principalmente en el “chulla”, se manifestará en su personalidad debido a que estos personajes en su día a día, necesitaban desinhibirse para realizar sus picardías, por ello se pude establecer una relación de dependencia al alcohol. Además a ello, la misma vida de un “chulla” bohemio, filosofía del goce del cuerpo y de un precepto propio del personaje ¨pasar el tiempo¨ les incitaba a los placeres mundanos (alcohol, mujeres, juego). 3.3 La transfiguración y decadencia del chulla Otro aspecto fundamental a destacar es la descendencia del “Chulla Quiteño” paradójicamente muchos de los personajes que se destacaron como portadores de la estirpe quiteña, así como de la adopción de las costumbres de la capital, eran nacidos en otros lugares de la sierra ecuatoriana, así como también tenían descendencia directa dígase padre-madre, fuera de Quito, puesto que sus padres habían llegado como migrantes interioranos. Estos a su vez construyeron mayor número de viviendas que el Estado, a su vez fueron forjando miles de empresas informales a través de su trabajo además formaron algunos tipos de 76 asociaciones (vecinales, empresariales, de sobrevivencia o de paisanos), esto permitió una importante movilidad social, Freire (2004) recopila a Franco quien sostiene: Fundamentalmente convirtió de campesinos a residentes urbanos, de indios a cholos, modificando el mapa cultural del país dejando el universo dicotómico indio/ criollo, de la sociedad pre moderna, e impulsando una competencia con la cultura importada de las clases medias y altas. (p. 3). De estos sectores subalternos vienen los personajes populares de Quito, siendo tanto inmigrantes o hijos de inmigrantes, rompiendo con los mitos de considerar al personaje netamente quiteño o nacido en la ciudad. Basta recordar que La Torera fue originaria de Baños, que Mama Miche nació en Cuenca, que Taita pendejadas vino de Latacunga o el poeta Clavijo provenía de Tabacundo. Al mismo tiempo los personajes populares propiamente nacidos en Quito, fueron hijos de padres chagras. Así por ejemplo los padres del Potolo Valencia procedían de Tumbaco, o del Terrible Martínez, de la provincia de Tungurahua. Paradójicamente los personajes de la ciudad que han sido presentados como símbolos de la ¨quiteñidad¨, fueron forasteros por nacimiento o procedencia de sus padres. (Freire, 2007, p, 13). Sin embargo no se puede afirmar que el “Chulla Quiteño” no tuvo ninguna influencia con las costumbres quiteñas de la primera mitad del siglo XX. Sería más oportuno decir que el mismo entorno urbanizante, social y cultural de aquella época serían elementos mentores de la psicología del personaje, volviéndose muchas veces más quiteño que un individuo nacido en la capital. En corroboración a este sentido de transformación Freire (2010) recopilando un cuento de Carrión expone: Y así se iba haciendo uno quiteño, la contaduría, la casa de empeños, y muchos nos cambiábamos ahí el terno. Sin la contaduría la vida era imposible. Y cuando ya no había que empeñar, se empeñaba lo del prójimo. Y hasta de la casa, si ponían a secar algo en el pasamanos, uno podía tomarlo prestado. ¡Que broncas!... Y así iba la vida. Los chagras teníamos la fuerte resolución de no irnos de Quito, la sensación de que estábamos viviendo en la Cara de Dios… La habilidad de colarse en el Estadio del Arbolito, eran múltiples y siempre exitosas, a veces nos hacía pasar a los chullas sin averiguarnos si éramos quiteños o chagras, ya estábamos completamente quiteñizados y solamente un especialista podría descubrirnos. (Pp.266-267.). La educación fue una puerta abierta, para que muchos de la gente de otras latitudes del país arribaran a Quito en una gran cantidad. Principalmente cuando se abrieron colegios como el Mejía, años más tarde el Montufar, institución que daría apertura a la educación no conservadora, desplazando a colegios de élite conservadora como el San Gabriel o el San Fernando, tradicionalmente católicos. Además de la apertura de la Universidad Central del Ecuador, en donde se tenía una residencia universitaria, debido a la demanda de estudiantes que arribaron desde otras provincias del Ecuador. Es decir, muchos de los ¨chullas quiteños¨, tienen un genotipo de origen migrante, haciéndolos a su vez una hibridación de costumbres chagras como algunos de sus progenitores o 77 parientes cercanos. Paradójicamente estos individuos ven en el ¨otro¨ aquellas distinciones que les hace diferentes a pesar de ser similares, alimentando la discriminación a pesar de sus verdaderos orígenes, en este sentido se podría decir que el chulla, no sería chulla si no tuviera esa naturaleza citadina, pero a su vez muy influenciada por lo de fuera de su esquina, de la urbe modernizada, haciéndolo tener una identidad antagónica a cierta práctica social, a la mayoría de su entorno: Los dos mejores alcaldes de la ciudad de Quito, chagras ambos; Isidro Ayora lojano, Humberto Albornoz, ambateño, así como los dos peores, quiteños de tomo y lomo; Jacinto Jijón y Caamaño, y Alfonso Pérez Pallares…La razón se encuentra en el hecho comprobado por todos los etimólogos de que los quiteños como los Generales ecuatorianos y los novelistas serranos, son especímenes zoológicos en proceso acelerado de extinción. Cuando alguien en Quito se proclama quiteño de nacimiento, las gentes se arremolinan para mirarlo, y luego se marchan moviendo pensativamente la cabeza diciendo; ¨Mamitico quiteñito mismo ha sido el pobre. Pero el fenómeno tiene su inversa, nadie hay que sea más quiteño que el chagra. El chagra es más quiteño que el mismo Quito, y frente a él los quiteños no pasan de ser unos pobres chagras. El chagra se rompe el alma por Quito. El chagra para el que duda el quiteñismo de nacimiento, el peor insulto es decirle “chagra”. Los lindos chagritas quiteños, únicos dueños de este hermoso patrimonio nacional¨. (Carrión, 1949, pp. 1-2.). Como se puede notar un fenómeno ocurrido desde tiempos anteriores, que inclusive sigue manifestándose en la actualidad como se puede ver en el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en 2010, donde se indica con claridad que las dos terceras partes de los habitantes de Quito son chagras. Es decir de los 2 millones 200 mil habitantes. De estas cifras 1 millón 150 mil son mujeres, 1millon 088, mil son hombres. El 82% se considera mestizo, el 6% blancos, el 4% indígena y el 8% montubios. De los 779 442 inmigrantes que radican en la capital, el 12% son de Cotopaxi, el 9,6% son de Imbabura, el 9.3% de Chimborazo, el 8,6% de Manabí y de Loja el 8,3%. (INEC, 2010). Tras la llegada los interioranos en inicios del siglo XX, aún se mantienen algunas de las cifras presentadas en el último censo, las tendencias reflejadas tienen la misma constante, denotando a lo largo del tiempo, como los ciudadanos quiteños han ido adquiriendo un mestizaje tanto de genotipos así como en el ámbito netamente cultural. Es por ello que no se puede hablar de un “chulla” quiteño encasilladlo en los parámetros netamente quiteños en su natalicio, sin embargo el sentido se encuentra en que la ciudad de Quito, ha sido el ambiente propicio por sus diversos factores explicados en líneas anteriores, escenario perfecto para la simbiosis de culturas, haciendo un simbolismo al “Chulla Quiteño” sin ser necesariamente nacido en la ciudad, sino más bien un ser adaptado a la cotidianidad quiteña, en sus calles, plazas, y esquinas. 78 Sin embargo, se habla de la desaparición del chulla, Fernando Jurado (2007) un experto estudioso de este fenómeno, considera que algunos factores hicieron que el chulla entrara en decadencia, nota aparecida en el Diario Hoy (1992). Los factores en mención son: El crecimiento de la ciudad y el abandono de la zona central por parte de los círculos altos y medios que dejó sin su sitio y oyentes de siempre. La desaparición de las esquinas de los piropos y de las tabernas de la Plaza del teatro, que se convirtieron en chifas y pizzerías. Además de la publicación del ¨chulla Romero y Flores¨ en 1958.la obra de Jorge Icaza, ¨traicionó literalmente¨, pues descubrió su mundillo y sus artimañas. El suicidio del Terrible Martínez en 1960, que mató simbólicamente al chulla; El advenimiento de una sociedad en la que la televisión derrotó a los relatos de los abuelos, y las tertulias y serenatas, las frustraciones intelectuales y el sentido iconoclasta dejaron de tener sentido. El chulla ya no tenía razón de ser en ninguna parte. En definitiva, aquel chulla que se vio influenciado por una época de apogeo modernista, terminó por verse imbuido en este sistema, sin embargo fue esta misa causa que determinó una muerte simbólica del mismo, transformando su imagen en elemento folclórico , pero a pesar de ello ha perdurado en el tiempo de las memorias de muchos quiteños, aunque en su gran mayoría su figura ha sido trasfigurada en las diversas épocas, tornándose ejemplo de identidad, buenas costumbres, despojándose de la imagen negativa de su propia realidad. 3.4 Aporte sociocultural en la sociedad quiteña actual Tomando criterios actuales, este personaje surgido a principios del siglo XX, sería entendido como una construcción de la identidad quiteña, principalmente desarrollada desde las élites intelectuales, así como desde el punto de vista de los medios. Esta percepción de la ¨quiteñidad¨ se trasmitirá hasta nuestros días relacionándola con la festividad de fundación (6 de diciembre), en donde ¨el chulla¨ se convierte en un personaje salido de las tradiciones culturales y de identidad más arraigadas. Estos estereotipos se encuentran presentes hasta la actualidad, sobre todo en las nuevas generaciones, quienes al escuchar la palabra ”Chulla Quiteño”, su primera impresión está ligada a las festividades de la ciudad, dejando de lado la verdadera génesis de este personaje, la cotidianidad en la que se desenvolvió, el contexto histórico de la época y sus principales conflictos a los que se enfrentaría con la oleada migrante interiorana de principios de siglo XX. El criterio masculino en cuanto al tema, se considera al chulla como un personaje, alegre, bohemio, soñador y sobre todo entrador. Desde el punto de vista de las generaciones actuales, este personaje está ligado a la seducción con el agregado de los hábitos sexuales. A pesar de que los estereotipos arraigados en la sociedad ecuatoriana en este caso específicamente quiteña se mantienen, en cuanto a desarrollar un sentido de virilidad varonil, se desconoce los demás alcances que el 79 personaje adoptaría en su época, entre los cuales podemos destacar su irreverencia ideológica, el sentido de la habilidad artística y la suspicacia para resolver cualquier situación presentada. En cuanto a las cuestiones de género, la opinión es variada, para las mujeres quiteñas el “chulla” tiene el carácter de un personaje bohemio, soñador pero sobre todo lo consideran como un seductor. En este sentido hay una opinión dividida, para quienes vivieron más de cerca el fenómeno”Chulla Quiteño”, considera que el piropeo utilizado como un arma de seducción, es inofensivo y además resulta artístico. Por otro lado, a mujeres de las nuevas generaciones el acto de piropeo en las esquinas es visto como una ofensa, y a pesar de tener suspicacia, es considerado de mal gusto. En este sentido, al analizar este fenómeno, si bien es cierto el arte de piropear ha desaparecido de las calles, hoy en día aquello que más se utilizan son las connotaciones sexuales, mientras que en épocas antiguas se lo hacía con creatividad y mayor sutileza. A esto hay que agregar la concepción del rol femenino a principios del siglo XX, donde la mujer trataba de conseguir un buen, (clasedistinción) pretendiente, todo esto justificado en la poca participación económicamente activa que se le permitía desempeñar, este hecho legitimaba de alguna manera la seducción en los espacios públicos. Hoy en día las mujeres han visto un cambio de época, no solo inmiscuyéndose en el ámbito laboral, sino a su vez ocupando cargos públicos antes impensados para ellas. Este aspecto sumado a las luchas sociales feministas, ha generado una nueva mentalidad, despojando varias concepciones anacrónicas de las sociedades ecuatorianas. Para quienes tienen un bagaje de conocimientos sobre la temática, el “Chulla Quiteño”, representa una parte de la ¨quiteñidad¨, en el sentido de la apropiación de la vanguardia, sustentado en el valor social que demandaba a un ciudadano pertenecer a la capital de una nación en desarrollo, siendo influenciado directamente por la corriente moderna. A eso se suma una necesidad de separación de lo andino, lo provinciano y lo rural, porque en la coyuntura de su época quienes arribaban a la ciudad les generaba una competencia laboral, para ello el chulla ocultaba sus verdaderos orígenes con la finalidad de pasar desapercibido en ambientes exclusivos para ciertos grupos sociales quiteños. En el panorama general, la mayoría de ciudadanos quiteños actuales, conocen pocos aspectos sobre la construcción histórico-social del “chulla”, más bien se tiene una concepción orientada hacia la literatura, sin embargo, a pesar de no concebir los verdaderos orígenes de muchos de los llamados chullas, evidencian en este personaje varios elementos culturales quiteños como su vestimenta, 80 alimentación y dialecto, pero que no necesariamente recoge la identidad de todas las personas nacidas en la capital. A este precepto se suma una hibridación étnica- cultural de los habitantes quiteños, desmitificando el carácter de considerar al personaje cien por ciento quiteño, tanto así que cabe destacar que en su gran mayoría los ¨chullas¨, llegaron a establecerse en Quito desde otras ciudades de la sierra, o en su defecto, sus descendencia directa no estaba en la ciudad capital. 81 CAPITULO IV PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN RECOLECTADA Con la finalidad de complementar o cotejar la información encontrada en los medios escritos con algunos criterios de un grupo de personas seleccionadas como informantes claves, se diseñó una entrevista semiestructurada, cuyos resultados se presentan a través de una matriz de análisis cualitativo. 4.1 Informante 1 Ocupación: Escritora Edad: 35 años. Formación académica: Universitaria Lugar de procedencia: quiteña Análisis cualitativo: Pregunta Categoría ¿Piensas que el Identidad “Chulla Quiteño” representa la identidad de los nacidos en Quito? ¿Cuáles son los elementos culturales a los que representa el “Chulla Quiteño”? ¿Cuáles son las características físicas? Subcategorías Hibrida Representación Particular Ascenso social Ocultación Rasgos andinos 82 Respuestas (lo más importante) No necesariamente, porque el chulla tenía una identidad compleja, la identidad de los quiteños es híbrida y responde a una suma de más factores. Representó a una juventud quiteña que buscaba ascender socialmente. Su forma de vestir, fue un sello particular para aparentar lo que no era en realidad. De ascendencia mestiza, españolindígena. Sin embargo, ocultaba sus rasgos andinos, para aparentar nobleza y distinción. ¿Qué rasgos Poesía principales le caracterizan a la personalidad del “Chulla Quiteño”? ¿Desde su opinión Proceso social el “Chulla Quiteño” es una construcción histórico - social? ¿Por qué el “Chulla Quiteño” es una construcción histórica? Esplendor Factor decadente ¿Por qué es una Identidad construcción social, piensa que puede estar relacionado con un discurso de identidad nacional o netamente quiteña? ¿Es un personaje Inexistencia típico hasta ahora en la actualidad? Subversión Inventiva ¨Sal quiteña¨ Fue un personaje arribista, simulador, además era un gran actor, tenía la denominada ¨sal quiteña¨ fue de gran inventiva. Pero a su vez fue un personaje acomplejado ideológicamente Discurso Es histórica porque el modernista personaje surge en los primeros años del siglo XX, hasta mediados de éste. Y social debido a los procesos que vivió como la revolución liberal y el discurso modernista, donde se privilegió la blanquitud por sobre los caracteres indígenas. Años 20 a 30s, Tuvo una época de Siglo XX esplendor en los años 20 a 30s del siglo XX, mientras entraría en decadencia hacia los 40s, debido a diversos factores. El más destacado fue la desaparición de los espacios que frecuentaban estos personajes. Identidad difusa No, debido a que el chulla nunca logró establecerse con una identidad clara, por ello no puede tomarse como basado en un proyecto de identidad nacional. La identidad obedece a una diaria construcción. Personaje No, el chulla como personaje dejó de existir, sin embargo existen personas que hoy en día hacen subversión pero con otro tipo de estrategias eso si a 83 ¿Cree que algunas Rescatar características de Inautenticidad este personaje deben ser imitadas? Amor a la ciudad. En conclusión los Desconocimiento quiteños se sienten orgullos de su personaje denominado “Chulla Quiteño” Personajes Arribismo y Doble Moral través de las diversas manifestaciones del arte. Se debería revalorizar criterios como el amor a la ciudad, a las esquinas, a la historia de la misma, son características que deberíamos rescatar del chulla, sin embargo valores como al doble moral y el arribismo no, porque no nos permitirían ser auténticos. No, porque existe un desconocimiento general de la figura del chulla, además existe una desvalorización del personaje, primero se debería dar a conocer los verdaderos valores del personaje, para así sentir orgullo del mismo. 4.2 Informante 2 Ocupación: Comunicador Edad: 29 años Formación académica: Universitaria Lugar de procedencia: quiteña Análisis cualitativo Pregunta Categoría ¿Piensas que el Representación chulla quiteño representa el identidad de los nacidos en Quito? Subcategorías Respuestas (lo más importante) Viven en Quito y en Representa a otros lugares quienes viven en Quito. Varios chullas eran nacidos en otros lugares. Para ser chulla al menos cinco generaciones de 84 ¿Cuáles son los Prototipos elementos culturales a los que representa el “Chulla Quiteño”? ¿Cuáles son las características físicas? Físicas Vestimenta ¿Qué rasgos Picardía principales le caracterizan a Intelectualidad la personalidad del “Chulla Quiteño”? ¿Desde opinión “Chulla Quiteño” una construcción histórico social? su Herencia cultural el es - ¿Por qué el “Chulla Quiteño” es una construcción histórica? Surgimiento nacidos en la ciudad Músicos, poetas e Picardía, su intelectuales. filosofía de vida sin regirse a lo establecido. Había chullas músicos, intelectuales, poetas, es el prototipo de toda la mezcla cultural de la ciudad Tez morena, mediana Elegancia, buen estatura vestir, algunos Hombre y mujer llevaban sombrero, bastón, en cuanto a su color de piel de tez morena, mediana Elegancia, sombrero, estatura, pero no bastón necesariamente hombre, también hay chullas quiteñas. Fiestas SI bien buscaba la picardía en las Manifestaciones fiestas, también artísticas. existieron chullas más apegados a lo intelectual, las artes y varias manifestaciones culturales. Época colonial, Sí, porque el mestizaje, e inclusive la chulla es una época pre-colombina. mezcla cultural riquísima, heredada de la colonia, el mestizaje e inclusive la época precolombina, dando como producto final al personaje. Principios del siglo XX. Histórico, porque surge a principios del siglo XX, sin embargo no como personaje histórico que trasciende y se los hace conocedores en las artes. 85 ¿Por qué es una Relación social construcción social, piensa que puede estar relacionado con un discurso de identidad nacional o netamente quiteña? ¿Es un Evidencias personaje típico hasta ahora en la actualidad? ¿Cree que algunas características de este personaje deben ser imitadas? Por qué… Reflejo social En conclusión Satisfacción los quiteños se mayoritaria sienten orgullos de su personaje denominado “Chulla Quiteño” Sociedad quiteña Social, debido a que está relacionado con la sociedad netamente quiteña y ecuatoriana en general. Forma de ser quiteña. Cuando (picardía, alegría) conversamos especialmente con abuelitos, podemos evidenciar esa picardía, reflejado en es esa misma forma de ser del quiteño, la denominada sal quiteña. Características que Tal vez no tenemos como quiteños. imitadas, porque la cuestión es al revés, si te pones a analizar, el chulla es el reflejo de varias características que nosotros como quiteños tenemos, debido al medio en el que nos desenvolvemos. Imaginario-Canción. Si debido a que la Fiestas-Chulla mayoría de personas cuando hablan del chulla, se les viene a la mente la canción del personaje, desde niños, en programas se los disfraza de chulla. 86 4.3 Informante 3 Ocupación: Profesor Edad: 36 años Formación académica: Dr. Historia y Antropología. Lugar de procedencia: quiteño Análisis cualitativo: Pregunta Categoría ¿Piensas que el “Chulla Quiteño” representa la identidad de los nacidos en Quito? ¿Cuáles son los elementos culturales a los que representa el “Chulla Quiteño”? ¿Cuáles son las características físicas? Identidad Subcategorías Comportamientos Vestimenta, forma de La vestimenta, la actuar y la música forma de hablar, la música. Presentación personal Elegancia y forma de Elegancia, la vestir forma de ser en combinación con la vestimenta. Astuto, picaresco Es un personaje con buen sentido del humor, picaresco y hasta cierto punto, poco astuto. Estrecha relación Creo que sí, tiene una estrecha relación ¿Qué rasgos Personalidad principales le caracterizan a la personalidad del “Chulla Quiteño”? ¿Desde su opinión Relación social el “Chulla Quiteño” es una construcción histórico - social? ¿Por qué el “Chulla Quiteño” es una construcción histórica? Respuestas (lo más importante) Creo que sí. Inclusión social Es un incluyente Es un ente histórico incluyente en el sentido histórico, Sentido de identidad además al poseer quiteña determinados elementos y rasgos característicos, fue creando un sentido de identidad en la sociedad quiteña. 87 ¿Por qué es una Personifica ascensos sociales construcción social, piensa que puede estar relacionado con un discurso de identidad nacional o es netamente quiteña? Ser que anhela Personifica valga ascender socialmente la redundancia un personaje que quiere escalar socialmente o la menos asemejarse con la aristocracia quiteña, en este sentido se relacionaría con el aspecto social. Referente social Si considero que aún está vigente en nuestra sociedad. Carisma, buen Si especialmente humor. su carisma, su elegancia y buen sentido del humor para enfrontar el día a día, son elementos que deberían adoptar los habitantes quiteños. Personaje Pensaría que sí, sin embargo más que orgullosos nos sentimos identificados con este personaje. ¿Es un personaje Vigencia temporal típico hasta ahora en la actualidad? ¿Cree que algunas Caracterización características de este personaje deben ser imitadas? Por qué… ¿En conclusión los Identificación quiteños se sienten orgullos de su personaje denominado “Chulla Quiteño” 88 4.4 Informante cuatro Ocupación: Estudiante Edad: 28 años Formación académica: estudiante universitaria Lugar de procedencia: quiteña Análisis cualitativo: Pregunta Categoría ¿Piensas que el Identidad “Chulla Quiteño” representa la identidad de los nacidos en Quito? ¿Cuáles son los Arte elementos culturales a los que representa el “Chulla Quiteño”? ¿Cuáles son las Imitación características físicas? ¿Qué rasgos Personalidad principales le caracterizan a la personalidad del ”Chulla Quiteño”? ¿Desde su Construcción histórica opinión es una construcción histórico social el “Chulla Quiteño”? ¿Por qué “Chulla Quiteño” una el Historia Subcategorías Estereotipo Pictórico, Poético Vestimenta Respuestas (lo más importante) No se representa la identidad de los nacidos en Quito, porque no se manejan los estereotipos. El “Chulla Quiteño” representa lo artístico en referencia a lo pictórico y poético. Usa terno, sombrero pero su traje está desgastado, aparenta ser una persona pudiente pero no lo es. Imita. Extrovertido, Extrovertido, habla suspicaz, divierte a mucho, sonríe los demás mucho muy suspicaz que se divierte y trata de atraer mediante su personalidad a los demás. Generación a Es una construcción generación histórica que se viene de generación en generación pero no es parte de nuestra sociedad y no influía mucho en el ámbito social. Dato histórico Es parte de nuestra historia nada más. es 89 construcción histórica? ¿Por qué es una Construcción social construcción social? ¿Es un Desconocimiento Recuerdo personaje típico hasta ahora en la actualidad? ¿Cree que Entretenimiento algunas características de este personaje deben ser imitadas? Por qué… ¿En conclusión Referencia los quiteños se Seguridad sienten orgullos de su personaje denominado ”Chulla Quiteño” Más que el chulla El quiteño es más que lo que se habla de él. Personaje (chulla). En la actualidad ya Don Evaristo (amor no se conoce sobre a la ciudad) él. A Don Evaristo si se lo recuerda por su amor a la ciudad y de cómo ser un buen quiteño. Sal quiteña, La suspicacia y la suspicacia. forma de entretener a los demás con su No imitar. sal quiteña si. Evitando las cuestiones de aparentar no deben ser imitadas. Pasado No estamos seguros de que haya existido, como referencia del pasado, pero nada más. 90 4.5 Informante Cinco Ocupación: Profesor de historia Edad: 46 años Formación académica: Dr. en historia del Ecuador Lugar de procedencia: Cotopaxi Análisis cualitativo: Pregunta Categoría Subcategorías ¿Piensas que el Identidad “Chulla Quiteño” representa la identidad de los nacidos en Quito? Nacionalidad ecuatoriana ¿Cuáles son los Carisma social elementos culturales a los que representa el “Chulla Quiteño”? Vestimenta Expresión. ¿Cuáles son las características físicas? Qué rasgos principales le caracterizan a la personalidad del “Chulla Quiteño”? ¿Desde su opinión el “Chulla Quiteño” es una construcción histórico - social? No solo de los nacidos en Quito Respuestas (lo más importante) No solo de los nacidos en Quito sino de todos los ecuatorianos de esa época ya que algunos chullas no eran quiteños de nacimiento como Ernesto Albán Mosquera La forma de vestir la forma de expresarse, la forma de comportarse carismático para con las damas. Era un personaje elegante Caracterización Elegancia Rasgos Galantería, picardía, alegría. Alegre, culto galante, picaresco. Construcción histórico social Dimensiones Si es una construcción histórico social. ¿Por qué el “Chulla Representación de Juventud de la Ya que reúne de época. todas las Quiteño” es una un grupo social características que construcción representa en la histórica? juventud de esa época vivir no tan deprisa disfrutar de una vida bohemia y ser mujeriego sin dinero en el bolsillo, pero orgulloso. 91 ¿Por qué es una Clasificación construcción social? personajes ¿Es un personaje típico hasta ahora en la actualidad? ¿Cree que algunas características de este personaje deben ser imitadas? Por qué… ¿ En conclusión los quiteños se sienten orgullos de su personaje denominado “Chulla Quiteño” de Chullas Bohemios, intelectuales, músicos. Representa a la sociedad de esa época y pueden clasificarse en Chullas aristócratas y chullas de estrato medio Una clasificación más minuciosa sería Chulla de oficio (responsable y digno),chulla (14 oficios 80 necesidades ) chulla intelectual (escritores y poetas), chulla jurista, chulla músico, chulla artista (sobresalía por su capacidad de imitación) Representación Nuestro pueblo Representa las social características propias de nuestro pueblo ecuatoriano, pero lentamente con la influencia de los medios de comunicación y la modernidad se han ido perdiendo Nuevos tipos de Jóvenes alegres, A todos nos gustaría jóvenes elegantes, cultos, encontrarnos con amor a la ciudad. jóvenes elegantes creativos Valoren lo alegres, galantes, cultos nuestro. picarescos, que amen a su ciudad, a su gente y a su cultura, a su música y que sean creativos para que valoren lo nuestro. Orgullo nacional Nacionalidad No solo los quiteños ecuatoriana se sienten orgullosos, sino todos los ecuatorianos porque el “Chulla Quiteño” es parte de nuestra nacionalidad. 4.6 Comentarios generales del investigador Fue una experiencia muy enriquecedora el contar con criterios de informantes claves de diferente edad, de distinta formación académica, unos quiteños otros no y que permitió establecer 92 categorías y subcategorías, de conformidad con las respuestas obtenidas. De igual manera unos fueron muy expresivos en sus respuestas, por lo que al transcribir las mismas se trató de resumir acortando en la forma; pero manteniendo el fondo de acuerdo como ellos lo expresaron; otros fueron muy lacónicos y cortantes, se respetó ese estilo y se transcribió sus respuestas tal cual las expresaron. Para sistematizar un tanto la experiencia el investigador estableció unos parámetros que permiten hacer unas explicaciones finales, los mismos que se les presenta a continuación. Se debe aclarar que estos criterios son globales en torno a los cinco informantes claves. 4.6.1 Estado anímico de los entrevistados La mayoría de entrevistados se mostraron tranquilos, predispuestos a colaborar, sin embargo dos entrevistados se mostraron un tanto renuentes, en el un caso por presiones de tiempo, y en el otro caso por su forma de ser. 4.6.2 Seguridad en las respuestas Todos, sin excepción, demostraron mucha seguridad, como fruto del conocimiento del tema central de la entrevista. También fue notorio que a varios de los informantes claves les despertó el ánimo la temática y demostraron ser buenos conversadores. Los entrevistados de mayor edad ponían ejemplos de vivencias propias, a pesar de que no eran quiteños de nacimiento, pero enfocaban la temática desde una mezcla de sentimientos y un pensamiento muy claro, sentimientos de añoranza de su terruño natal, pero satisfacción por haberse afincado en la capital, como tuvieron que sufrir inicialmente para asimilar una cultura que no era la suya y como salieron abantes en su propósito. Bajo esta dimensión entendían bien el problema del “Chulla “Quiteño” y aceptaban su posición. 4.6.3 Orientación ideológica Un caso especial es que sin haberlo previsto con antelación, tres entrevistados se ubicaron en una posición progresista y dos claramente se ubicaron en una posición conservadora, que respectivamente salía a flote en el desarrollo de la entrevista. Pues en el un caso justificaban plenamente la presencia del “Chulla Quiteño” como una forma de combatir a la clase dominante, a los burgueses del siglo XX y exponían que no era justo que traten de imponer modas y costumbres europeas, especialmente francesas, por sus viajes realizados a ese continente, gracias al dinero de sus padres, dinero que lo tenían por la explotación de los artesanos, agricultores o empleados de sus propiedades. Desde otra óptica expresaban que el personaje central de la entrevista era un vividor, un aprovechado, un arribista, que no puede constituir en símbolo de la quiteñidad. 93 4.6.4 Posición de género Fue evidente que entre los informantes claves hubo en unos casos una posición neutral, en el un caso se evitó topar el tema, en otros casos se presentó una posición feminista, que trataban de insistir que la sociedad quiteña no debió, ni puede continuar siendo machista, que la mujer merece un lugar destacado en la sociedad por sus estudios, su preparación y que ahora sí lo han logrado, existe presencia femenina en la administración pública, en las empresas privadas, con un trato igual en el desempeño, pero si es evidente todavía la desigualdad en la remuneración económica. 4.6.5 Ubicación conceptual /metodológica Unos entrevistados demostraron claridad en el manejo de la temática, en especial en dos casos por su desempeño profesional, así Susana Freire por su trabajo con Ulises Estrella, cineasta de reconocido prestigio, conjuntamente investigaron y produjeron una serie de artículos sobre problemas sociales de la ciudad capital. Se debe aclarar que se especifica el nombre de la entrevistada porque ella supo manifestar que no tenía ninguna objeción para que publiquen su nombre. Otro caso particular es de un entrevistado que es directivo de la Fundación “Quito Eterno” que demostró mucho conocimiento sobre las particularidades del “Chulla Quiteño”, esta fundación se encuentra localizada en el clásico barrio de la Ronda. Finalmente, en el caso de un entrevistado demostró no tener mayor conocimiento sobre la temática; sin embargo, resultó interesante conversar con él para tener nuevas luces sobre la temática desarrollada. 4.6.6 Corolario La entrevista resultó ser un factor de aprendizaje para el investigador, tuvo oportunidad de sacar a relucir madurez, tranquilidad y recursos de creatividad y motivación para desarrollar una conversación informal, pero a la vez profunda en un ambiente de camaradería y con un buen talante por parte de los investigados. 94 CAPITULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 5.1 Conclusiones Tras la crisis en la exportación de los textiles quiteños, principal recurso económico en la época colonial y la implantación de las reformas borbónicas, el latifundio fue codiciado por grandes familias de élite, este fenómeno produjo relaciones de inequidad en la época colonial, republicana y hasta la actualidad. La plebe quiteña conformada por una diversidad de individuos (niños, mujeres, hombres de todas las edades), adoptarían un papel protagónico en la revolución de los estancos a mediados del siglo XVIII, fundamentando el espíritu de irreverencia quiteña, característica innata del pueblo capitalino. Tras el contexto político en el siglo XIX, las élites criollas quiteñas se propusieron crear una junta independiente de la Corona, justificando defender los intereses de ésta, además pretendían tener mayor poder de decisión en la sociedad quiteña. Tras varios intentos, estos anhelos fueron depuestos por diversos mecanismos. La Gran Colombia se desintegraría debido a los intereses económicos de los grupos de poder existentes en cada uno de los territorios que la conformaban. Esto daría paso a que la región adoptase el modelo Estado-nación, basado en la experiencia europea, con la diferencia que en el continente se priorizó el factor económico, dejando de lado el desarrollo socio-cultural. La nación ecuatoriana sería conformada mediante la Asamblea de Riobamba en el año 1830, se buscó conformar una nación homogénea, para ello se utilizaron mecanismos como el nacionalismo patrio, la unidad nacional, entre otras. En el país se destacaron dos corrientes marcadas: La primera una época conservadora con la influencia del clero en el Estado. La segunda fue la revolución liberal liderada por comerciantes principalmente ligados a la agricultura costeña. 95 Quito a finales del siglo XIX era una población creciente, pero aún mantenía herencias coloniales en cuanto a la asignación de roles a sus habitantes, además a esto se sumaba la precariedad de sus sistemas de aguas servidas. El estar rodeada de varias quebradas generaba un ambiente de insalubridad. A principios del siglo XX, se iniciaría un proceso de higiene y ornato en la ciudad, con el afán de prevenir enfermedades causadas por la falta de costumbres higienistas. Sin embargo estas políticas generarían un distanciamiento entre lo andino y las costumbres vanguardistas europeas, esto se le podía evidenciar en diversos aspectos. En los años treinta del siglo XX el país sufriría una fuerte crisis lo cual generó una importante oleada de migración interiorana, ante la llegada de los nuevos habitantes, se generaron mecanismos de distinción entre las diversas clases, entre ellas estaba el uso del lenguaje, color de piel, descendencia entre otros. La llegada de la modernidad generaría una nueva lógica en las relaciones sociales, miembros de sectores campesinos podían desplazarse hacia la capital de manera más sencilla, esto a su vez generaría nuevos roces sociales entre el poder central y los viajeros transformando a la ciudad en el principal foco económico-político. Pensadores, músicos y poetas generarían a través de sus obras un sentido ideal de vivir en la ciudad de Quito, fundamentado en una ciudad que ofrecía un buen porvenir, una vida reflejada en las comodidades que solo se podían tener en una realidad desencadenada de la nueva corriente moderna. En este contexto nace un personaje “el chulla”, un individuo que aparenta distinción y clase, busca ascender socialmente a través de la picardía y sagacidad. El chulla se enfrenta a distintos tipos de competencia laboral, social, política, para ello utilizará mecanismos como el relato fantástico con lo cual logrará transgredir a espacios impensados por las clases populares. El “chulla” quiteño fue un personaje que cuestionaba a los poderes fácticos de su época, además se constituyó en el imaginario quiteño como representante de una cotidianidad, una cotidianidad hostil reflejada en las relaciones heredadas de la colonia en una modernidad creciente. Entre sus representantes destacan: ¨Don Evaristo Corral y Chancleta¨, El chulla Romero y Flores, El “terrible” Martínez, entre otros. 96 Se pude constatar el verdadero origen del personaje, una chulla no necesariamente nacido en la ciudad, sino más bien un individuo forjado en el entramado del “statu quo” de la época, siendo a su vez parte y manteniéndose al margen de éste a conveniencia de sus ideales. En este sentido cabe destacar que la mayoría de chullas, no nacieron en la ciudad, varios llegaron a Quito a temprana edad, y otros eran descendientes de progenitores de otras provincias serranas. La decadencia del personaje debido a la desaparición de los espacios (esquinas) donde se desenvolvía el chulla, sumado al desplazamiento de las élites hacia el Norte de la urbe, serían algunos de los factores por los cuales el chulla desaparecería como personaje tangible, siendo condenado al folklor de las nuevas generaciones, quienes intentan adoptar una pseudo-identidad única quiteña, descartando el verdadero sentido de una identidad quiteña hibrida, atravesada por el mestizaje. 97 5.2 Recomendaciones Socializar la necesidad de que la ley de Tierras sea suficientemente difundida y crear conciencia que no se puede permitir que en la Asamblea por tener mayoría gobiernista se imponga todo lo que los integrantes de Alianza País deseen. Generar paulatinamente la necesidad de protesta ante la serie de atropellos que ocasiona el Gobierno actual contra Quito y sus ciudadanos. Denotando el espíritu irreverente de los habitantes de la ciudad como se lo ha podido constatar a lo largo de la historia. Fomentar la iniciativa realizada por las élites criollas de aquella época en pensadores y académicos actuales para vincularse a la realidad política de la sociedad generando propuestas que permitan tener alternativas de gobernabilidad democrática. Priorizar el factor socio-cultural en todo proyecto de cambio, generando alternativas a través de planes de contingencia, además resulta necesario que al implantar un nuevo modelo similar al de otras sociedades, se analicen los efectos posibles en nuestra realidad, para que se puedan realizar los ajustes necesarios. Valorar a nuestra sociedad como unidad en diversidad, de esta manera se podrán establecer nuevas prácticas sociales enriqueciendo nuestra cultura local. En este sentido la propuesta sería brindar una mejor condición de vida a todos los grupos sociales que pertenecen al Estado territorial. Conocer la verdadera herencia de ciertos grupos ideológicos, para de esta manera generar debates más enriquecedores. Esto permitirá cuestionar ciertos poderes que perseveran hasta nuestros días no solo en la sociedad quiteña sino en toda la sociedad ecuatoriana. Evidenciar la naturaleza irregular de la ciudad capital, para crear una consciencia en sus habitantes a la hora de procesar sus desechos, fomentando una cultura preocupada del cuidado del servicio de alcantarillado, previniendo cualquier afectación a los mismos ciudadanos quiteños. Generar nuevos espacios para el diálogo entre los pobladores quiteños, de manera que se propongan políticas higienistas y de ornato en toda la ciudad, pero principalmente en los sectores desatendidos por las autoridades municipales, incentivando políticas de prevención. Denunciar aquellos sitios públicos que presenten en sus políticas exclusividad al público, considerando que la nueva Constitución propone espacios de inclusión para todos los ciudadanos. 98 De esta manera se podrá mejorar la convivencia si tomamos en cuenta que aún se reproducen ciertos estereotipos clasistas. Fomentar un espíritu de hospitalidad, dejando estigmas del pasado, para de que de esta manera la ciudad de Quito se consolide como una de las metrópolis más aptas para realizar turismo, y porque no para vivir en ella. Dar a conocer sin exclusión de ningún grupo social, los constantes desarrollos tecnológicos que constantemente arriban a la capital, de manera que la interacción entre los ciudadanos que arriban a la ciudad, puedan desempeñar sus funciones de una manera más eficaz, evitando ser engañados por quienes ostentan esta información. Enaltecer los principales atractivos de la ciudad tomando como ejemplo a los pensadores de principios de siglo XX. Generando así mayores remesas a través de una lógica turística organizada y consciente, despertando el interés no solo hacia visitantes extranjeros sino también en nuestros coterráneos. Conocer la biografía de varios de los representantes chullas de la ciudad, para de esta manera derribar el mito del “chulla” como un personaje nacido en la ciudad de Quito, pero a la vez generando una propuesta de aceptación hacia un origen híbrido, postulando otras tradiciones, costumbres y elementos en conjunto que permitan ponderar a la quiteñidad. Utilizar adecuadamente en todo ámbito de nuestra cotidianidad, varias de las características propias del chulla como la creatividad, sagacidad y el buen sentido del humor (sin hacer daños a terceros), de tal forma que creemos una filosofía de vida quiteña siempre en aras de una mejor sociedad. Referenciar en nuestros días a varios de aquellos considerados “chullas”, (Don Evaristo, Romero y Flores, El terrible Martínez), fueron contestatarios ante el poder, fueron seres que se caracterizaron por estar fuera del “statu quo” de la época, generando nuevos sentidos hacia una mejora de las prácticas sociales. Desentramar al personaje como un representante folklórico de la quiteñidad, a su vez potenciar el verdadero sentido del chulla, defiendo a éste como un habitante forjado en las relaciones cotidianas de una determinada época en una ciudad de suma importancia como Quito, dejando de lado su verdadera ascendencia. 99 BIBLIOGRAFÍA 1. Adoum, Jorge, (2000). Ecuador señas particulares. Quito: Eskeletra. 2. Donoso Pareja, M. (2004). Ecuador identidad o esquizofrenia. Quito: Eskeletra. 3. Antón; Jhon (s/f) diagnóstico de la problemática afro ecuatoriana y propuestas de acciones prioritarias. 4. Alfaro, Eloy (1914) Casa de la Cultura Benjamín Carrión núcleo Chimborazo 5. 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Fotos Plaza de San Francisco principios del XX - Quito 104 QUITO San Blas, al fondo la calle Guayaquil, adelante la Alameda. Principios S XX (de la pag de Nicolás Svistonoff). 105 Prototipo ¨chullas¨ quiteños QUITO.- San Blas años 20s (Wiimedia) tw y fb 106 QUITO.- Calle Guayaquil, al fondo entrada del Parque Alameda 20s (de la pag de Nicolas Svistoonoff) 107 Plaza de la Independencia (foto colección J. Quirola Jaramillo) 108 El actor Ernesto Albàn 109 EL TERRIBLE MARTINEZ un AUTÉNTICO CHULLA QUITEÑO. El Terrible está disfrazado del Cardenal Carlos María de la Torre. En esta imagen (cortesía de Marco Martínez) . 110 El pasillo y el sereno es parte de la identidad cultural de los mestizos ecuatorianos. 111 Quito, Rieles del tranvía, 1948. (Fotografía: Rolf Blomberg). 112 QUITO Plaza de la Independencia 1950s (RDA foto: transpress nz). 113