El acceso al monasterio de Fitero El camino que comunicaba Corella y Cintruénigo con Cervera del Río Alhama no pasaba cerca de ninguno de los dos monasterios que los cistercienses edificaron en Fitero, sino que se quedaba sin bajar a la orilla del río y continuaba así hasta llegar a la altura de la Peña del Saco y la del Baño. En el citado plano de principios del siglo XVII167 se observa que este camino coincidía con la actual carretera local (NA160) hasta que, al llegar desde el este a la actual entrada a Fitero, seguía por delante del actual camino el cementerio, donde estaban las ruinas de un trujal derribado y, poco más adelante, pasaba por delante del Calvario que todavía da nombre a este camino, para retomar la citada carretera en lo alto de la cuesta de La Mejorada, dejando la actual villa de Fitero y los restos de los monasterios de Fitero en el fondo del valle que hay al sur de este camino. Por tanto, el acceso al primer monasterio de Fitero se hacía, precisamente, bajando por dicha cuesta y siguiendo el camino que discurría por las actuales calles Lejalde y García Lahiguera. Una vez construido el segundo monasterio, el camino de acceso a éste seguía siendo el mismo, sólo que ahora continuaba desde el lugar donde estuvo el primer monasterio por la calle del Barrio Bajo y la desaparecida placeta de La Picota. También es posible que, si no son posteriores, existieran ya otros caminos de acceso al segundo monasterio desde el camino. Uno de ellos pudo ser el desvío que bajaba por la actual costerilla o cuesta del Cementerio y que continuaba por la calle Mayor y la de la Villa, dando a parar enfrente de la puerta principal del Cortijo. Otro es el camino que bajaba desde el cruce entre el antiguo camino y la actual calle del Olmillo168, por la avenida Pío XII y la calle Díaz y Gómara, hasta enlazar también con la calle Mayor, y seguir por la de la Villa hasta el Cortijo; y otro es el desvío que se tomaba en el camino, un poco más al este, y que, seguramente, siguiendo el cauce de la citada acequia Matencia, enlazaba dicho camino con la unión de la mencionadas avenida Pío XII y calle Díaz y Gómara, pudiendo corresponder la calle Calleja, única mencionada como tal en el citado plano de principios del siglo XVII, con la actual calle Lejalde y parte de la calle Mayor. Finalmente, a estos caminos habría que añadir la senda que aún comunica Cintruénigo con el monasterio de Fitero por el camino que llega desde la Huerta, siguiendo un trazado paralelo al cauce del Alhama y entrando en la villa por la actual calle Federico Mayo, así como otras sendas de menor entidad que, como siempre, enlazaban con los caminos de mayor importancia. Sin olvidar que es posible que desde que se instalaran los cistercienses en Fitero hubiese algún medio de cruzar el Alhama cerca de donde ahora está el puente así como por el vado que el río suele hacer en La Madera, convirtiéndose ambos lugares en otros dos accesos que comunicaban el monasterio con la antigua vía romana que llegaba hasta Cascante y con las sendas que siguiendo el cauce del Alhama y su afluente, el Añamaza, enlazaban con Tarazona y con la vía romana que hemos visto que pasaba cerca de Baños de Fitero y que enlazaba Graccurris con Numancia o, si se prefiere, Alfaro con Soria, respectivamente. 191 192