Elementos centrales en la discusión sobre Educación Superior

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Elementos
centrales en la
discusión sobre
Educación
Superior
Coordinación
de Educación
Revolución
Democrática
JUNIO 2016
A días que ingrese al Congreso el proyecto que debiera reformar la educación superior, Revolución Democrática sintetiza en este documento los elementos que en nuestra opinión no pueden estar ausentes de la discusión,
y que deben transformarse en la base de un nuevo sistema educativo en el nivel terciario. Estos elementos surgen de la reflexión sobre las transformaciones que requiere el sistema educativo que ha hecho el partido desde
su origen y que se han hecho públicas a través de diversos medios.
En RD entendemos la educación como un derecho social, que debe entregar herramientas a los estudiantes
para desarrollarse libre y plenamente, y que al mismo tiempo orientarse a los objetivos y necesidades de la
sociedad que buscamos construir, por medio de un nuevo pacto social. El Estado debe actuar como garante
del derecho a la educación en todos los niveles (desde la educación parvularia hasta la de nivel superior) y ser
promotor activo de la formación continua de las personas.
En educación superior esto se traduce en que el Estado debe asegurar la existencia de instituciones de calidad,
que respondan a las necesidades locales, nacionales y globales, eliminando a su vez todo tipo de desigualdades
basales (que se originan en la marcada segregación de la educación obligatoria) en el acceso a este sistema. Así,
entendiendo la educación superior como derecho social, su garantía no debe manifestarse desde un rol subsidiario, en el que el Estado se limita a entregar recursos para que los estudiantes interactúen en un mercado de
instituciones, sino que debe traducirse en un rol activo del mismo, en el cual los recursos públicos son destinados a financiar instituciones comprometidas con la consecución de dichos objetivos públicos, por medio de
una orientación y fiscalización permanente.
Creemos además que la reforma de la educación superior es una de las oportunidades para repensar el modelo
de desarrollo de nuestro país y el rol de las instituciones de educación superior en dicho modelo, pues sólo de
esa manera podremos enfrentar seriamente los distintos desafíos económicos, políticos, sociales y culturales
que Chile está comenzando a vivir hace ya un tiempo.
Para cumplir estos objetivos necesitamos políticas que reformen la estructura, dinámica y procesos existentes
en el sistema de educación superior construido en dictadura, marco que a pesar de haber sufrido distintas
modificaciones, no ha logrado generar garantías de calidad e inclusión para los y las estudiantes.
1.
Nueva institucionalidad y marco regulatorio
Es necesario derogar la LOCE (que sigue vigente en este nivel), para dar paso a una nueva Ley Marco para la
educación superior, que entregue al Estado más y mejores atribuciones para regular el sistema en su conjunto, exigiendo a las instituciones de educación superior el cumplimiento de requisitos y estándares de calidad,
pertinencia, equidad, diversidad, transparencia y participación, y al mismo tiempo fomentando entre ellas la
colaboración.
Esta Ley Marco debe considerar al menos:
a)La prohibición del lucro en todas las modalidades del nivel (Ues, CFT e IP), tipificando como delito
el incumplimiento de esta normativa. Se debe prohibir la participación de cualquier persona jurídica
con fines de lucro en los directorios de las instituciones de educación superior privadas y también regular para que no hayan operaciones relacionadas que desvíen fondos del propósito educativo.
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1
En términos específicos, en RD
creemos que la investigación
también debe ser cualificada
b)Acreditación obligatoria y permanente de las instituciones de educación superior y de una muestra de sus carreras, de modo de asegurar mínimos de calidad en todas las instituciones. Para eliminar
en distintos niveles de comple-
el conflicto de interés, la acreditación no podrá ser otorgada por agencias acreditadoras privadas
jidad. Así, dependiendo de la
contratadas por las mismas IES. En caso de no superar la calidad exigida en el proceso de acredita-
IES, esta debería tener algún
ción, las instituciones deberán recibir apoyo de parte de una administración provisional, siendo
grado de trabajo, desde que se
vincula a la investigación (a
clausuradas en caso de no lograr resolver sus dificultades a tiempo. El sistema de acreditación deberá
través de algunos profesores en
tender a hacer de la investigación y extensión requisitos para todas las instituciones de ES, establecien-
proyectos con UES complejas,
do una gradualidad dependiendo del tipo de institución 1 .
el estado o centros de estudio),
que la realiza en sus procesos
c)La creación de un sistema único de admisión, dependiente del Ministerio de Educación, con me-
(educación basada en eviden-
canismos diferenciados y especializados para Ues, CFT e IP. Este sistema debe reducir el peso de los
cia e innovación educativa) y
luego niveles de academicismo
test estandarizados (revisando además el tipo y cantidad de contenidos que en ellos se consideran),
(desde investigación en el
incorporando nuevos mecanismos que permitan predecir mejor las diversas capacidades y talentos de
pregrado hasta formación de
los estudiantes. Además, es importante que cada institución tenga flexibilidad para levantar mecanis-
post-doctorados).
mos de selección adicionales (validados por el nuevo sistema de admisión), los que deben ser ad-hoc a
las áreas y/o carreras impartidas y considerar siempre acciones afirmativas que favorezcan la equidad
en el acceso. Por ejemplo, creemos que las Universidades Públicas deben otorgar un mayor puntaje o
preferencia a los estudiantes que provengan del sistema escolar público.
d)La creación de una Subsecretaría y una Superintendencia de Educación Superior, donde la primera defina las políticas y sea contraparte de las instituciones, y la segunda fiscalice la gestión financiera
de las instituciones y vele por el adecuado cumplimiento de la normativa.
e)La elaboración de un Marco Nacional de Cualificaciones, que permita realizar un ordenamiento de
grados y títulos, articulando los distintos planes de estudios y carreras, y permitiendo la movilidad
de estudiantes dentro del sistema. Este Marco debe ser elaborado por el MINEDUC y aprobado por el
Consejo Nacional de Educación. En su diseño deben participar actores con un claro énfasis local, con
representación de actores tales como colegios profesionales, UES, asociaciones científicas, organizaciones ciudadanas, sectores productivos, ONGs, entre otros.
f) La creación de un Observatorio Laboral, que realice reportes anuales sobre el estado de la oferta académica, de la inserción laboral y del mercado del trabajo, por áreas de estudio y región. Esto proveerá
información fundamental para las IES y permitirá que el Estado pueda aplicar políticas de fomento a
aquellos planes de desarrollo que vayan acordes con las necesidades – presentes y futuras – regionales
y del país.
2.
Fortalecimiento de educación superior estatal
Chile prácticamente no tiene oferta pública en la educación técnica superior (sólo recién en el marco de la reforma se han creado 15 CFTs Estatales) y apenas el 27% de los estudiantes que asisten a universidades lo hacen en
una pública. La desatención de la educación estatal ha tenido consecuencias que hacen hoy indispensable un
completo plan de fortalecimiento de estas instituciones y de su rol en la sociedad chilena.
Modificar esta situación requiere de una articulación y una modernización de su sistema de financiamiento,
gestión y gobernanza, todos elementos base para un crecimiento de la oferta pública.
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Es necesario crear una red estatal de educación superior, coordinada por la nueva Subsecretaría, y conformada
por las universidades y los recién aprobados CFT estatales. Esta estructura debe coordinarse – entre sí y con
otros servicios públicos – para generar bienes públicos, apostando por una oferta académica en base a su contexto local, apuntando al desarrollo regional (no solo económico, sino tambien social y ambiental), la captación
de talentos y la permanencia de ellos en el territorio.
En RD creemos que además las instituciones estatales de educación superior deben renovar y potenciar los
modelos de contratación de su planta académica y funcionaria, que garantice condiciones laborales justas y estables para académicos, administrativos y otros trabajadores dentro de las universidades, centros e institutos,
lo que consideramos es una condición de base para el mejoramiento de la calidad de la ES.
Finalmente, las instituciones del Estado tienen también que ser ejemplares en cuanto a la participación democrática de todos los estamentos, pues esto fortalece su propuesta educativa y al mismo tiempo potencia la
autonomía que las IES requieren para gestionar su proyecto (evitando el riesgo de que éstas se transformen en
extensiones o herramientas del Ministerio de Educación). Su órgano rector de composición triestamental debe
tener atribuciones directivas y normativas, adquiriendo responsabilidad sobre presupuesto, nombramiento de
directivos, reglamentos, y creación, supresión, modificación de carreras y grados, entre otras funciones. Junto
con ello, su organización interna debe incorporar políticas de género, y dar espacios para representantes regionales que velen por la vinculación de estas instituciones con la realidad local.
3.
Nuevo modelo de financiamiento y gratuidad universal
En la actualidad los aranceles y la venta de servicios (además de los fondos de investigación y en algunos
casos las donaciones) son los que principalmente conforman la estructura de ingresos principal de las
instituciones de Educación Superior. Como consecuencia de aquello, el sistema chileno de educación
superior ha derivado en aranceles de matrícula que, en términos relativos, están entre los más elevados
del mundo. Así, el arancel promedio de las universidades chilenas corresponde al 41% del ingreso per
cápita del país, mientras que en los Estados Unidos esa proporción es del 28%, en Australia es el 12% y en
Canadá es el 10%.
La instauración del crédito con aval del Estado (CAE), si bien permitió que muchos estudiantes pudieran
acceder a las IES y fue presentado en su momento como una solución positiva al desafío de la inclusión,
lo cierto es que las tasas de endeudamiento de las familias y el total de recursos entregados a la banca
demuestran que esta política significó una profundización del modelo educacional de mercado.
Es necesario entonces cambiar la lógica de financiamiento a la demanda para acceder a un nuevo modelo
que entregue presupuestos estables, que permitan el desarrollo de las instituciones. Para ello:
a)Se debe establecer un nuevo modelo de financiamiento que cubra los costos efectivos del sistema. Estos costos deben ser analizados en conjunto por las instituciones y un panel técnico multidisciplinar, el que debe definir el aporte estatal a las instituciones por concepto de docencia,
investigación y la vinculación con el medio, en función de sus planes de desarrollo. Además, se
debe eliminar el Aporte Fiscal Indirecto como mecanismo de asignación de recursos.
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b)En este modelo de financiamiento el Estado debiera en primer lugar garantizar una oferta pública
de calidad, asegurando el financiamiento a las instituciones estatales de educación superior,
tanto en educación universitaria como técnica. Debemos tener formas de financiamiento que
permitan a dichas instituciones tener vacantes disponibles para los estudiantes que las escojan,
asegurando a todos quienes cumplan los criterios de admisión su derecho a la educación y el cumplimiento de los intereses públicos tanto regionales como nacionales.
c)El nuevo sistema de financiamiento debe venir acompañado de una estrategia de crecimiento sostenido de la matrícula en las instituciones estatales, en función de las necesidades de cada región
como proyección de las necesidades del país.
d)De manera complementaria, el Estado debiera financiar instituciones de educación privadas
que estén disponibles para participar de las reglas del régimen de lo público, en base a la aceptación de ciertos requisitos. Para recibir este financiamiento las instituciones -además de cumplir
con los requisitos establecidos por la nueva institucionalidad- deberán resguardar la participación de la comunidad en los cuerpos colegiados a nivel de facultades y de instituciones; contar
con procesos transparentes y democráticos de elección de autoridades unipersonales (rector y
decanos); asegurar los mecanismos para que su matrícula represente la diversidad socioeconómica de su territorio; respetar los procedimientos establecidos en el sistema para que no exista
un crecimiento desmedido de la matrícula; y tener procesos transparentes para la contratación
académica (y carrera académica), asegurando la libertad de cátedra e investigación (este último
criterio aplica por cierto a todas las instituciones de IES).
e)Por otro lado, todas las instituciones que accedan a financiamiento público tendrán prohibido el cobro a los estudiantes por concepto de matrícula o aranceles, toda vez que el financiamiento para la docencia ya estaría cubierto por la política de gratuidad. El proyecto debe asegurar
un mecanismo claro por el cual se alcanzará dicha gratuidad, discutiendo además fórmulas para
la inyección de recursos al sistema (impuestos generales, Ley reservada del cobre, “contribución
solidaria”, etc.) que permitan una eliminación pronta del mercantilizante concepto de “arancel”,
“voucher” o “costo por estudiante”.
f)Por último, debemos repensar cómo entendemos el ejercicio de creación y difusión del conocimiento en las IES. Proponemos que el régimen de lo público contemple una disposición
colaborativa del conocimiento como un procomún. La propiedad del conocimiento financiado
por los contribuyentes debiese ser de acceso público, y no solo de quienes lo producen o entregan
las condiciones para su elaboración y creación. Esto implica reconceptualizar la relevancia de este
conocimiento, más allá de una trayectoria formativa profesional en educación superior. Las instituciones de educación superior están llamadas a generar vanguardia en sus campos con nuevas
prácticas e ideas. Esto puede manifestarse en una primera etapa en la disponibilidad de Cursos
Libres en formato digital (MOOCs, en inglés), talleres de capacitación, perfeccionamiento y educación para la vida, de manera descentralizada y en diversas áreas de los saberes; la liberación de
todas las publicaciones académicas financiadas por fondos del Estado, moviéndose así a una manera abierta de entender la cultura del conocimiento y de su propiedad (licenciamiento científico/
industrial abierto, entre otros).
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4.
Criterios para la Transición
El nuevo marco regulatorio debiese entrar en vigencia de manera gradual y progresiva, partiendo por la creación e instalación de las instituciones del nuevo sistema: Subsecretaría, Superintendencia y Agencia de Calidad, todas las cuales debieran estar en funcionamiento para el año 2019. Ese año debieran también comenzar a
implementarse las nuevas políticas de acceso, mientras que las instituciones de ES en ese plazo deberán definir
el lugar que aspira a tomar en el sistema, de acuerdo a las categorías que la ley defina. Luego de este primer
ciclo de puesta en marcha, creemos que las instituciones debieran contar con un máximo de 3 años para adecuarse y acreditarse en el nuevo régimen.
En la medida en que las instituciones hayan adherido a los requisitos del marco regulatorio, podrán además
acceder al financiamiento público universal del nuevo sistema de educación superior, de acuerdo a una serie de
criterios objetivos, como por ejemplo:
• Haber pasado por el nuevo marco regulatorio general (Acceso, Calidad y Transparencia)
• Prioridad a Educación Pública
• Prioridad a Educación Técnica
• Prioridad a Descentralización
• Prioridad según vulnerabilidad de los estudiantes
A esto se suma la gradualidad hacia la gratuidad universal, que también debe tener parámetros claros de puesta en marcha. En Revolución Democrática creemos que la gratuidad universal debe iniciarse en las nuevas universidades y CFT estatales ya creados y seguir luego con el resto del sistema estatal. Nuestra propuesta es que
la gratuidad universal esté ya en completa implementación el año 2025, lo que como dijimos obliga a pensar en
fuentes de financiamiento distintas y complementarias a las ya obtenidas por la reforma tributaria aprobada
durante este gobierno.
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Fotografía: Rodrigo Rojas
www.revoluciondemocratica.cl
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