La tolerancia de los intolerantes

La tolerancia de los intolerantes
Nunca se ha de creer en la tolerancia con la que se disfrazan los
intolerantes, en la tolerancia de aquellos que atacan desde sus creencias e ideologías fundamentalistas, a las creencias e ideologías de
aquellos que practican la convivencia en pluralidad creativa, a los
que la tolerancia de los intolerantes considera sus enemigos porque
son un estorbo para formar un mundo único, una democracia de
pensamiento uniforme e inmutable, una democracia totalitaria u orgánica, los polos opuestos de la democracia participativa del Estado
de Derecho.
De tolerantes intolerantes, está sembrada la Historia pasada y
presente de las sociedades civiles como la española, la europea o
la norteamericana, y los frutos que han producido, las semillas de
las discordias, las está padeciendo de distintas maneras nuestras democracias occidentales en descomposición ética y moral, política y
económica, social y cultural.
La tolerancia ha sido un valor ético y moral, menospreciado y falsificado por quienes tienen la máxima responsabilidad social: políticos
e intelectuales. Políticos e intelectuales de distintas ideologías, ya envejecidas, que se presentan como progresistas pero que están esclavizadas a las estructuras falaces del relativismo totalitario y multiforme.
Para ciertos políticos, la única tolerancia que conocen es la que
beneficia a sus intereses particulares. Hablan y hablan de respeto,
de tolerancia, de diálogo y de consenso en sus discursos y programas electorales así como en los medios de comunicación bajo control. Hablan y hablan de una tolerancia que consiste en imponer sus
ideas por el consenso dictatorial de las mayorías parlamentarias, y
en faltarles el respeto moral a sus adversarios.
¡Para ciertos intelectuales, que practican la tolerancia de aquellos
que los mantienen como instrumento de presión y de poder, la tolerancia se disfraza con las máscaras de un retroprogresismo anodino
y de un relativismo posmodernista decadente, insulso y anticristiano.
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Para ellos, relativistas y laicistas, son intolerables: el Cristianismo, el
Judaísmo, el pensamiento greco-romano, la Ilustración de la luz de
la razón y la luz de la religión, la Tradición del saber, las formas de
pensamiento y las ideologías de Occidente, que, por mucho que les
disgusten, forman parte indiscutible de nuestra conciencia histórica
y democrática.
De unos y otros corresponsables de los desmanes que padecemos
en Occidente, de unos y otros irresponsables, han malnacido contra
la verdad objetiva y las libertades del Estado de Derecho: el vetusto
laicismo radical socialista, liberal o nacionalista; el terrorismo islámico y el terrorismo de los nacionalismos radicales de la insolidaridad
criminal del “yo sí”, pero “tú no”; la decadencia cultural y educativa
del multiculturalismo relativista que aspira a desintegrar las identidad histórica de Occidente bajo la impostura de la alianza de las
civilizaciones a cambio de oro negro, petroeuros y petrodólares; el
vacío moral y político de las sociedades civiles y políticas; las degradaciones de las sociedades civiles y políticas por la falsificación de la
separación de los tres poderes: el legislativo, el judicial y el ejecutivo;
los monopolios o los oligopolios tanto económicos como de los medios de comunicación; las mentiras de la sociedad del bienestar económico-social-hedonista; las mitomanías idolátricas del poder y del
dinero; el olvido o el asesinato de Dios y de los Derechos Humanos
más fundamentales: el derecho a la vida y el derecho a la libertad.
La incapacidad de la clase política para el buen
gobierno de España
La privilegiada clase política, privilegiada por haber sido subida a
las cumbres de la soberbia por una sociedad civil sin rumbo y sin
escrúpulos morales y éticos, nunca ha tenido la confianza en la democracia constitucional española, ni por supuesto, en los principios
morales, éticos y jurídicos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
Los ideólogos socialistas, nacionalistas y de centro derecha conservadores, más bien han colocado su confianza en los privilegios del aforamiento y de las partidocracias oligárquicas que los convierten en empleados fieles a la ideología de partido y no al bien común de España.
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Si en vez de confiar en sus egocéntricos intereses de poder, se
hubieran dedicado a trabajar con honradez y entrega por el bien
común de una sociedad basada en las libertades del Estado de
Derecho, con el fin de propiciar un progreso integral de Justicia
fundamentado en el buen gobierno de la autoridad política que se
debe entregar por completo a la sociedad civil española, la situación de España sería muy distinta a la situación crítica por la que
atraviesa.
A los mediocres e inservibles políticos del entreguismo partidista
que han hundido en la desesperanza a la sociedad civil española
que los ha encumbrado como dioses, les ha faltado lo que nunca han
tenido ni procurado con estudio y trabajo en treinta años de democracia constitucional intervenida y sustituida por sus ideologías: la
creatividad y la innovación, la excelencia y el talento, la claridad de
ideas, la cooperación en equipo, la clarividencia de juicio y de principios constitucionales y democráticos, morales ,éticos y jurídicos,
que deberían ser el vivo ejemplo de la entrega y la responsabilidad
a España y por España.
La incapacidad de la clase política para el buen gobierno de España, ha quedado demostrada a lo largo y ancho de nuestra corta Historia de la Constitución Española de 1978. La crisis a la que hemos
llegado se venía gestando, y ya se vaticinaba sin necesidad de ser
experto en ciencias políticas o económicas, sin necesidad de ser un
pensador o filósofo fuera de serie. Los comportamientos irresponsables con el deber cívico-político de la clase política en España, nos
han ido construyendo, peldaño a peldaño, la escalones que bajan a
los abismos de la crisis por la que atravesamos y que la clase política
en España no sabe cómo afrontarla, ni darle soluciones para el presente o el futuro más cercano.
La inhibida sociedad civil española, tiene la responsabilidad
moral de salir de la inercia vacua sin sentido y desestabilizadora a
la que ha llegado de la mano de una clase política, desprestigiada
por sus actos y hechos inaceptables en una democracia constitucional.
Es necesario, es urgentísimo que la sociedad civil española reaccione y se replantee la urgencia, la prioridad de renovarse. El punto
de partida ha de ser el destierro de las instituciones del Estado de
Derecho, de unos políticos, que han demostrado una incapacidad
para el buen gobierno de España, por las siguientes razones:
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Por ser unos necios para ejercer cargos de responsabilidad
pública, pues, anteponen sus convicciones partidistas, que
son contrarias a la convivencia en pluralidad.
Por ser pendencieros con el enemigo político. Emplean la confrontación verbal y mediático-política, debido a la nula preparación para ejercer la actividad política en beneficio de los
demás y no de los privilegios ideológicos.
Por ser absolutistas y demagogos, ya que han pervertido el
Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. El
equilibrio del Estado de Derecho, se ha roto porque no se ha
mantenido la independencia de los tres poderes, imprescindibles en toda democracia participativa.
Por ser prevaricadores y corruptos, fuera y dentro de las instituciones del Estado de Derecho.
Por sus prácticas caciquiles progresistas, resultado de sus
convicciones reaccionarias, contrarias al desarrollo, al progreso social, económico, político, cultural, espiritual, científico y
tecnológico.
Por ser antidemocráticos y anticonstitucionales, ya que han
falseado y vaciado de sentido a la Constitución Española de
1978 y la han sustituido por los insolidarios estatutos de autonomías, estatutos que pisotean la soberanía del pueblo español y la solidaridad entre las regiones de España.
Por ser hispanófobos, anticristianos, antieclesiales y anticlericales, ya que han distorsionado la verdadera Historia de
España con las mentiras ideológicas del inmanentismo de la
memoria histórica socialista y ultranacionalista.
Por ser vividores del poder por el poder, a costa del esfuerzo del trabajo de la clase media española, a la que han dejado tirada en los contenedores del paro, de la incultura y
la incapacidad para la renovación educativa, laboral y profesional.
Por ser los primeros responsables del hundimiento del empleo
en España. El derecho y el deber al trabajo de los españoles e
inmigrantes, lo han degradado al reducirlo a un trabajo servil
(opus servile), a un trabajo de la ciudadanía anónima esclavizada, pues, lo han transformado en una fuente de impuestos
y de explotación, en lugar de en un trabajo del hombre y para
el hombre(opus humanum) como actividad beneficiosa para el
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cuerpo y el alma, para el bien común de la sociedad en el reparto justo del capital, de la riqueza producida por los medios
de producción.
Es lamentable que ni lo sindicatos mayoritarios en España,
ya no sean los principales protectores de los justos derechos1
y deberes laborales de los trabajadores españoles e inmigrantes, porque se han vendido a las prebendas nepotistas de la
ideología afín o contraria al poder, para ser medios de control
político-sindical, y no defensores de una equitativa ordenación de la actividad económica y productiva. Ya no son ni
formadores y ni mucho menos educadores imparciales de la
conciencia social2 de los trabajadores para la correcta gestión
y distribución de la actividad pública y privada.
Por ser usurpadores del poder del Estado de Derecho, ya que
favorecen los intereses ideológicos de las partidocracias y de
los grupos mediáticos, políticos, sociales afines y abastecidos
con las subvenciones del erario público.
Por ser defensores radicales del progresismo totalitario, enemigo de un orden social gobernado por la moral, la ética y el
derecho, de acuerdo con la Justicia y la libertad, la verdad y
el bien común.
Por ser ignorantes con conocimiento de causa, de lo que supone la sabiduría del buen gobernante para con los gobernados,
ya que su única acción política es la inanidad pusilánime del
relativismo laicista. El buen gobierno de toda autoridad política es permitir que los ciudadanos españoles puedan elegir
y controlar, sustituir y deslegitimar a los dirigentes políticos
que utilizan el poder de modo autoritario y no como un servicio a los gobernados para el bien común de los mismos, desde
los principios de la ley moral, del orden moral y del orden
legal3 de la leyes democráticas y constitucionales, propiciadas
por el Estado de Derecho que se alimenta de la libertad y de
la verdad.
1 Pontifico Consejo Justicia y Paz, “El trabajo humano “, Compendio de la doctrina
social de la Iglesia, Edit. Planeta, Biblioteca de Autores Cristianos, nº 307, Cap. VI.
2 Ibídem.
3 Ibídem, ”Doctrina Social y acción eclesial”, Nº 569, Cap.XII.
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Por ser los culpables de la escasa participación de los ciudadanos españoles en la vida pública, ya que no han propiciado
una democracia participativa. Como en los regímenes totalitarios y dictatoriales, los españoles no han sido informados,
escuchados y consultados en relación a las gravísimas cuestiones sociales, políticas, culturales, morales, éticas y jurídicas, como: el inconstitucional e inhumano derecho al aborto
libre; la imposición mediático-política de la eutanasia y de la
eugenesia; la falsificación de la familia con las orientaciones
sexuales del feminismo radical neomarxista de la ideología de
género; la manipulación genética de embriones humanos; o,
la unidad y la soberanía históricas, de España como Nación,
en evidente peligro por las políticas independentistas e insolidarias de las autocráticas autonomías ultranacionalistas.
Por ser deshumanizadores y despersonalizadores de Dios y
del hombre, ya que han sustituido los Derechos Humanos
fundamentales por los pseudoderechos de las ideologías que
no caben más que en sus parcelas de la idiocia y de los despropósitos, enemigos de la Verdad, la Libertad y la Justicia.
Tropelías y fruslerías del politiqueo
deshumanizado
Los regímenes políticos en descomposición ideológica, sacan de los
cerebros grises que los gobiernan con la deshumanización, propuestas que se sostienen con la muerte y la mentira como instrumentos de
temor y terror para mantener el control de las sociedades civiles que
han perdido el sentido del bien moral y del bien jurídico. Ejemplos
en la decadente sociedad civil sin norte ni destino cierto, hay a mansalva. Veamos algunos de ellos:
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La tropelía del Gobierno socialista de invitar a la confianza a
la clase media en tiempos de crisis, de inflación, deflación, depresión y ruina por las fraudulentas políticas sociales y economicistas del socialismo laicista, mientras, que despilfarra
el dinero del erario público dentro y fuera de España, fruto del trabajo de los españoles, entre las cajas y bancos que
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han sacado inmensos beneficios financieros y económicos, en
tiempos de la gran bonanza económica, como para que ahora
no se arruinen. Muchas cajas y muchos bancos, aliados y conchabados con el poder político, reciben prebendas para obtener liquidez y no arruinarse por su ineficacia, en tanto que
cajas y bancos se niegan a conceder créditos a las pequeñas y
medianas empresas; en tanto que se recorta dinero para los
subsidios de paro de los cuatro millones de desempleados; en
tanto que más de un millón de parados, no reciben ya ningún
tipo de ayuda o subsidio, y su futuro inmediato será vivir en
la miseria.
Para colmo de los despropósitos, las soluciones más disparatadas del politiqueo sociata para solventar la gravísima crisis,
aumentan como ésta. Una de ellas, es lanzar majaderías de tal
calibre de estulticia, como la de que las distintas orientaciones
sexuales de la neomarxista ideología de género, contribuirán
a solventar la crisis económica. El sexo institucionalizado por
el poder político, es la añagaza de la ingenuidad para una sociedad civil que ha permitido semejantes relajamientos inmorales. Nadie se cree, que el sexo de las orientaciones sexuales
de la ideología de género, va a levantar una economía hundida en la inflación, la deflación, la depresión, el caos y el paro
que camina hacia la cuatro millones de desempleados.
Un ministro de la fracasada economía intervencionista socialista y nacionalista, dará financiación a la liga de fútbol en
China, además de comprar bombillas a ésta para alumbrar
los millares de hogares españoles en paro, mientras que las
pequeñas y medianas empresas en España, van a la quiebra
porque no reciben ni un miserable céntimo de crédito para
reactivar el comercio, la producción y la competitividad. Las
bombillas endebles de China, no arreglarán el déficit de la
energía eléctrica, cuyos recibos de la luz pagamos a precio de
oro. Como tampoco lo solucionan, las fantasmagóricas energías alternativas de los subvencionados e ineficaces molinillos eólicos, ni las plantas solares con paneles fotovoltaicos
sin conexión a ninguna red eléctrica. Carente de una política
energética donde se priorice la energía producía por centrales
nucleares, nuestra industria jamás será competitiva sino ruinosa, catastrófica.
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Una representante de los intereses de los ciudadanos españoles en las instituciones del Estado, una parlamentaria socialista de Madrid, no tiene más que la fruslera ocurrencia de
inventarse 77 preguntas sobre la situación social de los perros
y gatos de la ciudad, mientras que los comedores sociales de
la institución cristiana católica de Cáritas, no dan abasto para
atender a los pobres que acuden a recibir alimento, vestido o
ayudadas sociales y económicas porque han sido desahuciados de toda esperanza por un empleo digno, por un subsidio
de subsistencia, para al menos, ir sobrellevando las cargas de
cada día.
Encima, a los más empobrecidos por la crisis, por hurgar de
modo miserable en los contenedores de la basura, en busca de
desperdicios alimenticios caducados o putrefactos, la autoridad política de la capital de España, Madrid, les amenaza con
una multa de 700 euros. Se castiga a los pobres hambrientos
de Madrid, se castiga a los famélicos sin recursos ni ayudas
sociales, se les castiga por parte del socialismo y del conservadurismo liberal de centro derecha, el primero culpable del
paro y de la crisis económico-financiera, y culpables los dos
de la crisis moral, cultural, política y social.
Dos autonomías del despilfarro, una, Andalucía, la más retrasada en desarrollo y con más parados que en ninguna otra
parte de España, la otra, una ficticia nación ultranacionalista, Cataluña, robadora de presupuestos y privilegios, como
Vascongadas, se dedican a proyectos de los más frusleros,
cuando arrecia el paro socialista hacia cuatro millones de desempleados. El Ayuntamiento de la capital donde reside el gobierno independentista de Cataluña, Barcelona, destina cincuenta mil euros a varios estudios demográficos dedicados
a las fastidiosas cotorras sudamericanas que se amontonan a
porrillo por todos los parques, y se apropian de las farolas y
los árboles urbanos, en los cuales levantan descomunales nidos, que son como enormes torres de Babel cotorreras donde
ignoramos si se entenderán o no en catalán y español, o en
otras lenguas.
Por el sur de lo que ya no es España, el gobierno socialista
imperecedero, como el franquismo, en la Andalucía del retro desarrollo subvencionado, ha destinado veinticuatro mil
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euros, para construir un mingitorio público, en el municipio
onubense de Villanueva de las Cruces, de cuatrocientos habitantes. Con los fondos del Plan Proteja, destinados a camuflar
la crisis económica socialista, los innecesarios aseos públicos,
servirán para aliviar las micciones de los afectados por el
paro crónico socialista, no en la cola de la oficina pública de
empleo, sino que sólo prestarán servicio público durante los
cuatro días de las fiestas del santo patrono, San Sebastián,
y durante los fiestas veraniegas del mes de agosto, cuando
vacacionan una buena partida de los emigrados a Cataluña
y sus hijos, los llamados charnegos sin identidad ni participación en la tierra donde trabajan, en la tierra enajenada por
el nacionalismo radical de la izquierda o la derecha catalanistas.
Un alcalde, cantaor aficionado al flamenco, guarda en un colchón el dinero de la especulación inmobiliaria, aunque según
él y otros muchos que le apoyan, son el fruto de sus ahorros,
el fruto del robo y de la corruptela institucionalizada en Andalucía y otras latitudes de la contra-España del socialismo,
del liberalismo conservador y de los nacionalismos radicales
laicistas.
Miles y miles de millones de euros para los nacionalismos
radicales nacionalsocialistas de la autocracia de Cataluña, y
otros tantos para las arcas del nacionalismo radical filoetarraterrorista de la autocracia de Euskadi o Euskal Herría, mientras que la cifra de parados se dispara ya camino de los cuatro
o cinco millones de desempleados, de los cuales, más de un
millón de personas, se han quedado sin prestaciones sociales
ni ayudas de ninguna clase.
Se subvencionan con dinero público, películas, programas de
televisión, documentales televisivos y periodísticos, exposiciones fotográficas, pictóricas o bibliográficas, que la memoria histórica de la falsificación de la Historia de España, reflota con un halo de nostalgia de una dictadura, olvidada por la
sociedad civil española. Se evocan y retrotraen actores, cantantes, canciones, películas, escritores, pintores, hechos políticos y sociales del franquismo, por medio de imágenes y palabras amañadas con fruslerías y tropelías. El actual régimen
de democracia socialista y nacionalista totalitaria, se mira y
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compara, con envidia, en la Dictadura Franquista, al mirarse
y compararse, no hace sino comportarse mucho peor que ella.
Sindicatos, centrales sindicales controladas y compradas por el
poder socialista y nacionalista, se manifiestan contra los adversarios políticos del poder socialista y contra los productores de
riqueza y empleo, como son las empresas, los empresarios y la
clase media trabajadora, mientras que apoyan, con fruslerías y
tropelías sindicalistas, al Gobierno socialista y a los gobiernos
nacionalistas insolidarios y desestabilizadores de la convivencia social y laboral, culpables primeros, de las cifras más millonarias de parados y de la mayor crisis económica, social, cultural, antropológica, política y ética, que haya pasado España.
La ineficacia fruslera de los Servicios Públicos de Empleo, el
antiguo INEM, no deja ninguna duda, ya que en vez de propiciar empleo a lo más de cuatro millones de parados, colocan
en sus oficinas a miles de funcionarios. Las penosas horas de
largas esperas en las colas para cobrar los subsidios del paro
o para pedir un puesto de trabajo en los Servicios Públicos
de Empleo, es la ineficacia pesebrera de las administraciones
públicas, incapaces de producir empleo, pero infalibles en
acribillar con impuestos directos e indirectos a la clase media
trabajadora de España.
El invento del falsario derecho al aborto del feminismo y de
laicismo radical socialista, nos conduce a la degradación irracional y deshumanizadora del derecho a la vida del ser humano más indefenso: el embrión y el feto. Derecho a la vida
reconocido por la Constitución Española (1978), y ya tiempos atrás por el Tribunal Constitucional, que sentenció que la
vida del nasciturus, del no nacido pero concebido, es un bien
jurídico, que entra en contradicción con la reaccionaria progresista Ley de Plazos, ya que para ésta, el ser humano no nacido pero concebido, no es un bien jurídico, sino un objetivo a
eliminar en nombre de los privilegios sexuales irresponsables
de las mujeres, las mujeres del feminismo radical socialista.
En cambio, los seres irracionales e inanimados, como el lince
ibérico, el lobo, el gato montés, la nutria, el urogallo, el águila
real, así como los chimpancés y gorilas, los orangutanes y bonobos, y otras especies protegidas en vías de extinción, dentro y
fuera de la Península Ibérica, tienen derecho a la vida, según
la degrada mentalidad del antiecologismo abortista, socialista, nacionalista y feminista.
La farsa macabra del aborto libre socialista y nacionalista, nos
impone un método abortivo más para la eliminación genocida de
España como una Patria, una Nación, un Estado y un Pueblo con
una milenaria Historia que las ideologías desfasadas del socialismo
y de los nacionalismos radicales han corrompido, para luego eliminarla con la aplicación sistemática del progresismo metódico totalitario del falso derecho al aborto libre de la mujer, enemiga de la
maternidad y la paternidad responsables, enemiga del derecho a la
vida del hijo no nacido pero concebido. Eliminada la regeneración
demográfica de la población española, desaparece también su identidad histórica, cultural, moral, ética, religiosa, espiritual, biológica,
antropológica y política. España, será, como ya lo es, vulnerable y
débil para proseguir siendo ella en la Historia Universal. Cualquier
ideología nihilista, como el socialismo y los nacionalismos, la manejarán a su antojo para desintegrarla.
En lo que ya no será España, sino el país del aborto libre, de la eutanasia activa y del paro inmisericorde, el primer derecho humano,
el derecho a la vida, será rellenado de las mentiras, de las fruslerías
y de las tropelías deshumanizadoras, de las falsedades ideológicas
como el fratricida derecho al asesinato legalizado, ya sea del embrión, del feto, del anciano o del enfermo terminal.
Las incertidumbres de las elecciones autonómicas de 2009
en Vascongadas y Galicia
Las incertidumbres, pero también la esperanza de un vuelco político completo, han surgido, tras los resultados de las elecciones en
Galicia, con mayoría del Partido Popular(PP), que es un castigo en
toda regla democrática contra el nacionalsocialismo radical gallego,
y en Vascongadas, con un derrota clara, pero con incertidumbres,
del nacionalismo radical vasco, empezando por el nacionalismo del
EAJ-PNV, el más votado sin mayoría parlamentaria, y acabando por
los radicales de la izquierda nacionalista- abertzale, como el independentista vasco-navarro, ARALAR.
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