Indicación Geográfica y Desarrollo Local en Brasil: El valor de los productos agroalimentarios con etiquetas de denominación de origen territorial Marcos Aurelio Campos de Queiroz (Doctorando del Programa de Posgrado en Ciencia, Tecnología e Innovación en Agropecuaria – PPGCTIA / UFRRJ / Brasil) [email protected] Cezar Augusto Miranda Guedes (Docente del Programa de Posgrado en Ciencia, Tecnología e Innovación en Agropecuaria – PPGCTIA / UFRRJ / Brasil) [email protected] Resumen La Indicación Geográfica (IG) es un instrumento jurídico que hace referencia de un producto o bien a una región geográfica específica, y cuyo sello de indicación de origen certifica cualidades o atributos típicos de la región de origen, haciendo que el producto o bien titular de la designación territorial de origen sea reconocido por tener en su constitución las características típicas atribuidas a la región geográfica en cuestión. Es un concepto muy antiguo, que precede los otros instrumentos jurídicos de la propiedad, tales como marcas y patentes, y ha sido desarrollado con el tiempo teniendo en cuenta la observación de los productores y los consumidores con respecto a ciertos productos con características atribuidas a su origen geográfico. Una Indicación Geográfica es un instrumento jurídico utilizado, sobre todo en Europa mediterránea y, en Brasil, a pesar de la gran diversidad de recursos naturales y el amplio patrimonio cultural, es todavía una práctica incipiente (sólo nueve registros oficiales), pero tiene un gran potencial para el desarrollo. En este trabajo se discuten a partir de una reflexión sobre el desarrollo del concepto de Indicación Geográfica, el papel que este instrumento jurídico puede representar para la valoración económica de los productos brasileños y el desarrollo territorial de las regiones que tienen etiquetas de origen oficialmente registradas. Desde el marco teórico disponible y los ejemplos de denominaciones de origen que han sido reconocidos, se discute la importancia de las denominaciones de origen territorial para el desarrollo local de las zonas rurales, ya que factores como clima, suelo y temperatura, típicas de las áreas geográficas con características singulares, pueden conferir a los cultivos o productos derivados de ellos, el sabor y las características que los individualizan y los hacen reconocidos por su origen, lo que resulta en un mayor valor económico de los productos, así como el desarrollo local de las regiones que tienen el sello de denominación territorial con carácter oficial. Indicación Geográfica y Desarrollo Local El desarrollo de los países depende de varios factores tales como la existencia de propiedades naturales de valor comercial, las políticas públicas para promover el desarrollo, la dinámica de los actores económicos, entre otros, que forman parte de su vocación económica y cómo los gobiernos y la sociedad están estructurados para promover el desarrollo y el consiguiente retorno de la inversión, que financian los elementos necesarios para el funcionamiento del Estado, tales como proyectos de educación, salud e infraestructura. Sin embargo, el desempeño de los países, además de políticas públicas generales, en gran parte depende de las soluciones locales que promuevan la realización de las distintas regiones, lo que resulta en el desarrollo integral con la suma de la riqueza generada a nivel local. Para Martinelli (2004 : 2), "El desarrollo local puede ser analizado desde diferentes puntos de vista. Muchos pueden ver a través del prisma del desarrollo económico, centrado en el aspecto competitivo. Muchas personas y gobiernos, cuando piensan en la promoción del desarrollo de las regiones y comunidades, se vuelven por completo al aspecto económico, teniendo en cuenta sólo cuestiones financieras, fiscales y generación de ingresos. Pero la globalización, a diferencia de lo que pudiera pensarse a primera vista, viene precisamente reforzar la importancia del desarrollo local, ya que crea la necesidad de formación de la identidad y la diferenciación entre regiones y comunidades, para que puedan enfrentarse a un mundo de competitividad extrema". (Traducción propia) En Ecuador, un productor tradicional de cacao, existe una variedad llamada “nacional”, que es nativa de la selva amazónica en Ecuador y tiene su propio color y sabor, debido a la cruz con una variedad que provenía de América Central. Para el agricultor César Dahua, pequeño propietario en el municipio de Tena, "Es un privilegio para nosotros que la naturaleza nos da un cacao tan singular como este cacao. Ya intentaron plantar en otras partes, pero no es con el mismo sabor de aquí” (traducción propia). La producción de cacao se hace por una cooperativa que agrupa a 850 familias de la cabecera del río Napo y el procesamiento, que sigue prácticas como la fermentación y posterior secado de la semilla para la protección contra la humedad. En la región se produce un chocolate gourmet para la exportación a los Estados Unidos y Europa. Bajo la orientación de marketing de una ONG de EE.UU., la cooperativa cambió el extenso nombre de “Associação dos Pequenos Agricultores de Cacau do Alto Médio Rio Napo do Cantão de Tena” (Asociación de Pequeños Productores de Cacao del Río Napo Medio Superior del Cantón de Tena) a “Kallari”, palabra que en el idioma nativo quechua significa la "redención" y "despertar". Para ser considerado un producto de buena calidad, el chocolate debe tener menos de 25 micrones de textura y la textura de Kallari es inferior a 20 micras. El Kallari es por lo tanto un producto de nicho como los buenos vinos, los aceites de oliva y de los cafés gourmet más puros. Para el exportador Fausto Moncayo, "Hay gente dispuesta a pagar más por la finesse, por la calidad. Gracias a esto, el Ecuador, que siempre ha sido uno de los principales exportadores de materias primas, de cacao en polvo, ahora entra en el prometedor mercado de chocolate de excelencia (de alta calidad)" (traducción propia). (GLOBO RURAL: 2009) Tradicionalmente, la agricultura y la ganadería, que tienen características esencialmente relacionadas a sus territorios, tienen una gran importancia en el desarrollo de varios países, habiendo sido responsable en la historia por la dinámica de la expansión económica y la ocupación del territorio. De acuerdo con Bacha (2004 : 32), “La agropecuaria es en muchos países, una importante fuente de generación de divisas debido a las ventajas comparativas que presenta en el mercado internacional. Esas divisas, independiente de las posibles diferencias entre los tipos de cambio, se requieren para importar insumos y bienes de capital importantes para el proceso de desarrollo económico”. (Traducción propia) En Brasil, la explotación de la caña de azúcar, café y ganado, monocultivos de gran importancia para los ciclos económicos notables en la historia del país, influenciaran directamente la configuración socioeconómica como se ha observado en la perspectiva de nuestra historia económica. En la actualidad, con la configuración de una base industrial diferenciada e integrada, la economía brasileña ya no se caracteriza por un producto determinado, de la agricultura o de la industria, lo que significa la oferta de una amplia gama de productos tanto para el mercado interior como para la exportación. Una gran variedad de artículos conforman la producción nacional, y teniendo en cuenta la diversidad territorial y cultural del país, los productos típicos de las diversas regiones de Brasil tienen un gran potencial para la explotación comercial y el desarrollo local. Los productos regionales típicos, además de la contribución para la preservación de las tradiciones culturales del medio ambiente en que están disponibles o son producidos, pueden contribuir en gran medida al desarrollo económico y social de un territorio, y la Indicación Geográfica (IG) es un instrumento muy eficaz, pero cuyo uso es aún incipiente en Brasil. De acuerdo con Rocha Filho (2009 : 16), “Las Indicaciones Geográficas son herramientas de gran servicio que se basan los europeos desde tiempos inmemoriales para recoger, hoy, miles de millones de euros; confieren también ventajas sociológicas, además de las económicas, y, (…), motivan el crecimiento espiritual y el aumento considerable de la calidad de vida de los participantes. Estas ventajas parecen ser las razones fundamentales para que los brasileños se apropien de las cualidades sistémicas del instituto”. (Traducción propia) Una Indicación Geográfica es un instrumento jurídico que haz referencia a un producto o un bien anclado en un área geográfica definida y cuya etiqueta que indique el origen del producto certifica cualidades o atributos típicos de la región de origen, y hace que el producto certificado con el sello, sea reconocido por haber en su constitución las características atribuidas a dicha región geográfica en cuestión. Para Santilli (2009 : 420), “Las Indicaciones Geográficas valorizan los productos singulares, asociados a valores simbólicos y las dinámicas socioculturales locales, que buscan sus propias formas de integración en un mercado dominado por productos globales y estandarizados, sin raíces culturales, que se pueden encontrar en tiendas y supermercados de todo el mundo. Los productos estandarizados son, en realidad, “productos sin alma", y los productos de origen, típicos, regionales, integran el patrimonio cultural de los países a que pertenecen”. (Traducción propia) Por lo tanto, el producto que detiene una indicación geográfica es único teniendo en cuenta que no se puede producir en las mismas condiciones en otra región, ya que su región de origen tiene atributos particulares, tales como suelo, clima, modo de producción y los activos intangibles, que hacen que el producto certificado sea considerado único en comparación con productos similares producidos en otras regiones. Es común escuchar comentarios de los viajeros, que no por casualidad, informan sobre la experiencia sensorial única y extraordinaria con respecto al consumo de productos característicos de las regiones visitadas y que proporcionan una sensación de alegría y satisfacción que no se logra, de la misma manera e intensidad, con un consumo de similares disponibles en otras regiones. Aunque no siempre estos productos singulares tienen una indicación geográfica reconocida formalmente, está presente en su constitución el terroir de su región de origen, y por lo tanto, una marca de su carácter único y de referencia regional. El concepto de Indicación Geográfica es muy antiguo, anterior a otros instrumentos jurídicos de la propiedad, tales como marcas y patentes y se ha desarrollado con el tiempo teniendo en cuenta la experiencia de los productores y consumidores en el sentido de que algunos productos tenían características relacionadas con su origen geográfico. De acuerdo con Gurgel (2003 : 46), “Históricamente, la Indicación Geográfica data del siglo IV A.C., en Grecia, con los vinos de Corinthio, de Icaro, de Rhodes etc, y en el Imperio Romano con el mármol de Carrara, los vinos de Falerne. De las institutos incluidos en la lista de la propiedad intelectual, es probablemente el más antiguo y ciertamente lo menos habitual, en comparación con las patentes, marcas y cultivares”. (Traducción propia) En las relaciones comerciales, es común para un producto certificado y/o con identificación de origen como garantía de una mejor calidad tener una mayor valoración en el mercado. Varias certificaciones como la ISO, las marcas colectivas, signos de calidad e incluso la afirmación de que una empresa o productor está certificado como un proveedor o socio de negocios de las grandes empresas reconocidas por su alta calidad, a menudo proporcionan una mayor integración de productos y empresas en el mercado, lo que resulta de esta manera, mayor rentabilidad financiera y valor como resultado de la certificación o asociación a la que pertenece. Con la Indicación Geográfica ocurre un proceso similar. La obtención de etiquetas de origen representa una alternativa de valoración comercial de productos que tienen referencia a una denominación territorial: “La diferenciación de un producto es, por lo tanto, el inicio del proceso de posicionamiento en el mercado. La opción por el uso de signos de calidad, como las indicaciones geográficas, es un ejemplo de estrategia de posicionamiento construida por la Unión Europea para la obtención de notoriedad internacional de la calidad de sus productos agroalimentarios, mediante la diferenciación y la vinculación del producto a los atributos del territorio, como la tradición, la cultura, edafoclimatologia y know-how de las personas” (Traducción propia). (GLASS; CASTRO : 2009) Debido a esta valorización, se produjo a lo largo de la historia casos de falsificación, las estrategias oportunistas y el uso indebido del nombre geográfico, lo que requiere el establecimiento de normas específicas y acuerdos internacionales destinados a proporcionar a los productores y consumidores de estos productos conocer su origen de forma más segura, con el fin de frenar la práctica de la adulteración y falsificación. De acuerdo con Santilli (2009 : 419), “Las indicaciones geográficas también podrían, en teoría, ser utilizadas para la protección y la valorización de los productos, de la agro biodiversidad, aunque todavía son poco conocidas en Brasil. (…) Las indicaciones geográficas confieren al producto o servicio su propia identidad, una vez que el nombre geográfico utilizado en el producto establece un vínculo entre sus características y su origen”. (Traducción propia) Para existir, la Indicación Geográfica debe ser consagrada por el uso y tener prueba de su reputación, que es una consecuencia de las características cualitativas del producto, que puede ser determinada por los factores naturales que hacen que sea posible determinar un área de producción, tales como el clima y el suelo, y factores derivados de la intervención humana. Francia es una referencia mundial en este tema: a principios del siglo pasado, en un contexto de crisis en el segmento de vinos, creó la Ley de Fraude y Falsificación en Materia de Productos o Servicios (1905) y más tarde, en 1919, una nueva ley para consolidar el carácter colectivo de los derechos de propiedad sobre la denominación de origen, así como la consagración de la definición de las denominaciones como el derecho exclusivo de los tribunales civiles y la imposibilidad de que estos nombres sean dominio público. Sin embargo, estas leyes han fracasado y se estableció en 1935 la denominación de origen “Appellattion D’Origine Controlée” (AOC) y han criado el Instituto Nacional de Apelações de Origem (Institut Nacional de L’Origine et de la Qualité - INAO) y el “Comitê Nacional para Vinhos e Aguardentes”, y el éxito económico de los “Vinos y Licores" instó a la extensión de las Denominaciones de Origen (Apelações de Origem Controladas – AOCs) para todos los productos agroalimentarios a través de una ley de 1990 que creó los comités nacionales de "Productos Lácteos" y "Alimentos" en INAO. Europa es el continente más avanzado en la práctica de la protección de la propiedad intelectual, y además de Francia, también se destacan: Italia, Portugal, España, Croacia y Suiza; debido a su historia milenaria, Asia tiene el mayor potencial para el desarrollo y China es un ejemplo importante: más de 300 indicaciones geográficas de sus productos tradicionales en un período de cinco años, después de firmar un acuerdo de cooperación técnica con Francia. (KAKUTA et al.: 2006) En Brasil, la autoridad legal para el reconocimiento formal de la Indicación Geográfica es proporcionada por el Instituto Nacional de Propriedade Intelectual INPI, que define "como la identificación de un producto o servicio como procedente de un local, región o país, cuando una cierta reputación, característica y / o la calidad puedan ser vinculados esencialmente a su origen particular. En resumen, es una garantía en cuanto al origen de un producto y/o sus cualidades y características regionales” (traducción propia). Cabe señalar que la Ley de Propiedad Industrial, la Ley Nacional N º 9279 del 14 de mayo de 1996, no tiene una definición de Indicación Geográfica, estableciendo sus dos especies, la “Indicação de Procedência” (Indicación de Origen) y la “Denominação de Origem” (Denominación de Origen), pero no establece una jerarquía jurídica entre ellos. Gurgel (2003: 53), presenta las siguientes definiciones para estas especies de Indicación Geográfica: - “Indicación de origen: Significa el nombre geográfico de un país, ciudad, región o localidad de su territorio, que se ha conocido como un centro de extracción, producción o fabricación de un producto en particular o la prestación de un servicio en particular, de acuerdo con el art. 177 de la Ley N º 9.279/96. (Traducción propia) - “Denominación de Origen: Indica el nombre geográfico de un país, ciudad, región o localidad de su territorio, que designe un producto o servicio cuyas cualidades o características se deban exclusiva o esencialmente al medio geográfico, incluidos los factores naturales y humanos, de acuerdo con el art.178, de esa ley”. (Traducción propia) En Brasil, actualmente están registradas en el INPI las siguientes Indicaciones Geográficas: Tabla 1 - Indicaciones geográficas registradas en Brasil Indicación Geográfica Especie Producto Região do Cerrado Mineiro Indicación de Origen Café Vale dos Vinhedos Indicación de Origen Vino tinto, blanco y vinos espumantes Pampa Gaúcho da Indicación de Origen Carne de Res y sus derivados Paraty Indicación de Origen Aguardientes, tipo cachaça y aguardiente compuesta azulada Vale do Submédio São Francisco Indicación de Origen Uvas de Mesa y Manga Vale do Sinos Indicación de Origen Cuero Acabado Pinto Bandeira Indicación de Origen Vinos tintos, blancos y vinos espumantes Região da Serra da Mantiqueira de Minas Gerais Indicación de Origen Café Litoral Norte Gaucho Denominación de Origen Arroz Campanha Meridional Fuente: Instituto Nacional de Propriedade Intelectual. Elaboración de los autores. Santilli (2009 : 425), señala que, “El derecho a la utilización de las indicaciones geográficas es colectivo y se extiende a todos los productos establecidos en el territorio correspondiente, siendo aún inalienables e imprescriptibles. El registro de una indicación geográfica puede ser requerido por los sindicatos, asociaciones, institutos o cualquier persona jurídica que tenga representatividad colectiva, con interés legítimo y que sea establecida en su territorio. La persona jurídica actúa como un sustituto de procedimiento colectivo de la comunidad que tenga el derecho a la utilización de un nombre geográfico. Esto significa que, cuando una asociación de productores alega el registro de una indicación geográfica, ella aboga por el reconocimiento de un derecho colectivo, que beneficiará a todos los productores de ese territorio”. (Traducción propia) El reconocimiento de una indicación geográfica no se traduce necesariamente en resultados positivos para el medio ambiente a que se refiere, pero es un instrumento jurídico de gran potencial para la mejora de la biodiversidad agrícola y el patrimonio cultural asociado, así como mayor valor comercial del producto o bien en cuestión y, en consecuencia, una mayor participación en el mercado de consumo. Para Rocha Filho (2009 : 18), “Es impresionante, en Brasil, por ejemplo, la evolución cuantitativa y cualitativa de los vinos amparados por la indicación “Vale dos Vinhedos” y los activos locales que han aumentado hasta un 500% en 5 años después del reconocimiento de la región, impresionante tasa mucho más alta que el promedio de otras regiones que no son miembros. También hay, una clara mejora en la calidad de vida de los miembros de la Región Demarcada, personas que se alejan mucho de las otras regiones”. (Traducción propia) Por lo tanto, la indicación geográfica no puede ser reclamada como una marca o patente para derecho exclusivo de un inventor o productor, ya que no puede ser inventada o desarrollada como un proyecto colectivo en el sentido de la creación intelectual. La indicación geográfica es algo natural con el uso constante y repetitivo de los elementos que conforman la tradición socio-económica y cultural de una región en particular y que con el tiempo se estableció como un conocimiento colectivo que puede ser utilizado por todos los productores de un producto o servicio en particular, con características específicas en relación con una área geográfica. Una indicación geográfica es un instrumento jurídico que puede ser utilizado para los bienes y de acuerdo con las leyes brasileñas, a diferencia de la Unión Europea, también para los servicios de naturaleza diversa que tienen características más llamativas directamente relacionadas con el área geográfica de origen. Sin embargo, puede ser particularmente útil para el desarrollo local en las zonas rurales, ya que las características tales como clima, suelo y temperatura, típicas de áreas naturales singulares (con características especiales), podrán otorgar a los cultivos o productos derivados de ellos, el sabor y las características que los individualizan y hacen que sean reconocidos por su origen: En el Valle de Joux, en la región francesa de Suiza, y que tiene la economía basada en la producción de relojes y la leche, se hace un queso típico llamado “Vacherin Mont d'Or”, que es una especie de "embajador de la región." En el pasado, debido a la producción insuficiente de leche en los meses más fríos del año para la fabricación de grandes cantidades de queso, los pastores inventaron quesos menores, incluyendo el Vacherin, que cuenta con una masa suave cubierta por un hongo blanco comestible que se extiende en todo el queso, recubierto en el lado por un listón de madera flexible y aromática extraída de un pino nativo, el Epicea, que "representa el encuentro entre los bosques de la región y el productor de leche." El queso se somete a un proceso de maduración en la temperatura de 8 a 12 ° C en ambiente con alta humedad: el frío y la humedad permiten el crecimiento del hongo, que en asociación a la madera resulta en sabor específico. El producto tiene el registro de la Indicación Geográfica (Appellation D’Origine Contrôlée), y 80% de la producción es vendida en el país y el resto se exporta principalmente a Francia, Italia y Alemania, lo que resulta en la inyección de alrededor de R$ 20 millones al año en la economía local. Sin embargo, para garantizar la producción regular y el mantenimiento de la población en las zonas rurales, el Gobierno suizo ofrece un subsidio que puede representar hasta 40% del ingreso familiar de los productores involucrados, y que es calculado en función del tamaño de la familia, el área del sitio, el número de las vacas y la altitud del terreno. El incentivo para que el agricultor permanezca en su actividad original y tenga un nivel de vida equivalente al nivel de los hogares urbanos es una inversión de Suiza en la preservación de una tradición cultural importante para el país, así como para la preservación del paisaje suizo, que es importante no sólo para las zonas rurales, sino también para dar a conocer la imagen del país en el extranjero. En este sentido, el "agricultor es como un jardinero" que contribuye a la preservación de la imagen del país en el exterior, lo que contribuye también a otros sectores de la economía suiza, como la industria, los relojes y los bancos. (GLOBO RURAL: 2010) Por lo tanto, el reconocimiento de una indicación geográfica puede ayudar no sólo para la generación de riqueza, pero también notablemente a la preservación de las tradiciones culturales y la promoción de los activos intangibles como la imagen de una región, aunque no siempre se mide directamente, contribuyen para promover otros sectores económicos, como por ejemplo, el turismo. Estos productos, cuando adquieren la certificación de origen, en general se convierten en productos con mayor valor comercial, y por lo tanto, pueden obtener beneficios económicos más expresivos que los similares sin esa condición. En Brasil, debido a la amplia diversidad cultural y la riqueza de su biodiversidad, la indicación geográfica puede ser particularmente importante en la generación de valor añadido y reforzar las economías locales. En este sentido, Patricia Saraiva, Coordenadora de Incentivo à IG do Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento do Brasil (Coordinadora de Incentivos a las Denominaciones Territoriales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil), en una entrevista con el canal EPTV señala que: “Un producto con Indicación Geográfica (IG) logra un reconocimiento por su calidad superior, vinculada al territorio de producción o extracción y al conocimiento de los productores locales. Entre los beneficios directos de la IG, el diferencial en relación con similares, la agregación de valor y la organización social de los productores, que comienzan a actuar colectivamente como defensores de la IG contra el uso indebido de la denominación protegida. Indirectamente la región se beneficia del desarrollo económico en otros sectores de la economía, una vez que comienza a tener una difusión más amplia. Un ejemplo es la región del “Vale dos Vinhedos”, donde el turismo gira en torno a la producción de uvas y vinos”. (Traducción propia) Cabe señalar que a pesar del reconocimiento formal de la certificación de origen, el concepto de delimitación territorial y la georreferenciación se pueden trabajar para formar arreglos productivos locales con miras a la explotación comercial de los productos, que mismo que no sean tan singulares, tienen fuertes vínculos con la vocación económica y cultural de una región. Por ejemplo, el caju (anacardo), fruta típica del nordeste de Brasil, puede obtener un nuevo status cuando tratado como un producto regional y diferenciado, superando la condición actual de producto común y de bajo valor agregado. Otros productos de agricultura o ganadería, como el Capim dourado (hierba de oro, especie de hierba típica de la región de Jalapão, Estado de Tocantins, Medio Oeste brasileño), las frutas de la Amazonia y las variedades de café, entre otros, con características de la biodiversidad y la tradición cultural brasileña, se pueden, con el reconocimiento del resultado de una indicación geográfica convertirse en productos de valor añadido y con presencia comercial más fuerte, sea con producción a gran escala o dirigida a sectores específicos de mercado. Consideraciones finales Los asuntos discutidos en este artículo se refieren directamente a las explotaciones agrícolas familiares que pueden y deben especializarse en determinados productos ancladas en el territorio, cuando una gran empresa no puede competir, considerando la naturaleza de su negocio. Por lo tanto, es importante fomentar un círculo virtuoso que, para que se instale, depende de un esfuerzo concentrado en muchos frentes, dirigido a una cultura de innovación que valora el trabajo y el territorio, abriendo nuevas posibilidades para la creación de riqueza y trabajo decente. Uno de los más importantes de estos frentes son las IG que favorecen esta estrategia, ya que está directamente relacionada con las características tangibles ligadas al territorio: suelo, topografía, clima, así como el conocimiento del patrimonio cultural inmaterial que debe ser preservado, divulgado, pesquisado y generar riqueza para los ciudadanos que viven y trabajan allí. Esto contrasta con las grandes empresas agroindustriales se trasladó a saber, con los monocultivos, las economías de escala y de logística que se está redefiniendo las tecnologías de la información y la comunicación, lo que abre nuevos caminos a través de la fragmentación de las cadenas de producción y las nuevas formas de integración. El proceso de obtención y registro de una IG puede funcionar como dinamizador de las cooperativas y crear otras formas de integración, con mayor autonomía en relación a las grandes empresas agroindustriales. (Guedes y Rocío, 2011). En Brasil, aún no hay muchas experiencias con indicación geográfica y el conocimiento de los consumidores en general, es aún reducido o a veces inexistente en relación a este instrumento. Sin embargo, dado el gran tamaño del país, así como la enorme diversidad cultural y su biodiversidad, la adopción de estrategias específicas para posicionamiento de los productos en el mercado pueden contribuir para que ellos se conviertan en productos singulares, especialmente en los casos en que las economías de escala y la reducción de los costos sean estrategias inadecuadas para los productores que no tienen capital o infraestructura para la competición directa con los sectores económicos dominantes. En estos casos, la estrategia de diferenciación del producto, con la obtención de reconocimiento de la Indicación Geográfica puede ser una estrategia más apropiada para la obtención de beneficios más importantes debido al reconocimiento de la singularidad y la referencia territorial prevista por las denominaciones de origen territorial. Referencias BACHA, C. J. C. Economia e Política agrícola no Brasil. São Paulo: Atlas, 2004. GLOBO RURAL. Chocolate sustentável. 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