TIPIFICACIÓN DE LAS MASAS DE AGUA FLUVIALES EN LA VERTIENTE NORTE DE CANTABRIA PABLO UGARTE HDEZ. DE LA TORRE, JOSÉ BARQUÍN ORTIZ, JOSÉ A. REVILLA CORTEZÓN, CÉSAR ÁLVAREZ DÍAZ, ARACELI PUENTE TRUEBA, ANDRÉS GARCÍA GÓMEZ, JOSÉ A. JUANES DE LA PEÑA Grupo de Emisarios Submarinos e Hidráulica Ambiental. Dpto. de Ciencias y Técnicas del Agua y del Medio Ambiente. Universidad de Cantabria RESUMEN La aplicación de la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE (DMA) requiere la definición de tipos para cada categoría de masa de agua superficial (ríos, lagos, aguas de transición y aguas costeras), así como el establecimiento de las condiciones de referencia específicas del tipo que servirán para evaluar el Estado Ecológico de las diferentes masas de agua. Con este objetivo se ha llevado a cabo la regionalización de las masas de agua fluviales de la vertiente norte de Cantabria como fase previa para realizar la caracterización de las mismas. Dicha regionalización se ha efectuado tomando como unidades de estudio 61 subcuencas de la vertiente norte de Cantabria, las cuales se han caracterizado atendiendo a una serie de variables hidrológicas, climáticas, morfométricas y litológicas. Para establecer y seleccionar los distintos tipos se ha utilizado un cluster k-means, que permite diferenciar grupos homogéneos o tipos de subcuencas. Finalmente, se han obtenido cuatro regiones que se corresponden con los tramos fluviales de cabecera, las cuencas medias más caudalosas, las cuencas litorales de los ríos principales y las cuencas litorales de los ríos de menor recorrido. 1. INTRODUCCIÓN De acuerdo con la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE (DMA), la gestión integrada de los diferentes sistemas acuáticos, requiere el reconocimiento y caracterización de aquellas unidades que, desde el punto de vista de sus características físicas, constituyan espacios homogéneos, con una determinada potencialidad para el desarrollo de asociaciones vegetales y animales características. En los sistemas fluviales esto es lo que se conoce como caracterización tipológica de las redes hidrográficas. El establecimiento de unas determinadas tipologías en la red hidrográfica de Cantabria tiene una gran importancia para la gestión de las masas de agua debido a que, a partir del establecimiento de estas tipologías, se establecerán las condiciones de referencia específicas de cada tipo a partir de las cuales se evalúa el Estado Ecológico de las masas de agua. La Directiva establece, en su Anexo II, las especificaciones técnicas básicas para llevar a cabo la tipificación de los sistemas fluviales. Una vez definida la red hidrográfica hay que establecer las tipologías de la misma, para lo cual la DMA ofrece dos posibles sistemas de clasificación: 1 • Sistema A: basado en las ecorregiones, este sistema plantea un procedimiento de división jerárquica que, inicialmente, distingue tres clases, en función de la altitud, luego divide cada clase obtenida en función de la superficie de cuenca y, finalmente, vuelve a dividir cada clase obtenida en función del sustrato geológico (Tabla 1). Tabla 1. Criterios especificados en la DMA para establecer tipos según el sistema A Descriptores del Sistema A Alto: >800 m Altitud Altura media: 200-800 m Tierras bajas: <200 m Pequeña: 10-100 Km2 Mediana: >100-1000 Km2 Tamaño de la cuenca Grande: >1000-10000 Km2 Muy grande: >10000 Km2 Calcáreo Silíceo Orgánico Geología • Sistema B: este sistema permite establecer los distintos tipos en función de una serie de parámetros geomorfológicos, climáticos e hidrológicos. Este sistema incluye una serie de factores obligatorios, semejantes a los del Sistema A, y otros optativos. Con este sistema se debe llegar, como mínimo, al mismo grado de discriminación que con el sistema A (Tabla 2). Tabla 2. Criterios especificados en la DMA para establecer tipos según el sistema B Descriptores del Sistema B Altitud Latitud Longitud Obligatorios Geología Tamaño de la cuenca Optativos Distancia desde el nacimiento del río Energía de flujo Anchura media del agua Profundidad media del agua Pendiente media del agua Forma y configuración del cauce Categoría del caudal (orden) Forma del valle Transporte de sólidos Capacidad de neutralización de ácidos Composición media del sustrato Cloruros Oscilación de la temperatura del aire Temperatura media del aire Precipitaciones La importancia de una tipificación de este tipo en un territorio como Cantabria reside en las peculiaridades de su territorio (orografía singular) y en los usos del agua e infraestructuras 2 hidrológicas (inexistentes reservas hídricas). Por ello se cree necesaria una tipificación de los sistemas fluviales con un mayor nivel de detalle, con el objetivo de poder mejorar la gestión del agua en Cantabria. 2. METODOLOGÍA 2.1 Bases metodológicas La primera tarea que hay que realizar para llevar a cabo la tipificación es la definición de la red hidrográfica objeto de estudio. Siguiendo los criterios de la DMA, ésta define, en su artículo 2, el término río como masa de agua continental que fluye en su mayor parte sobre la superficie del suelo, pero que puede fluir bajo tierra en parte de su curso. Lejos de aportar elementos que permitan acotar la red hidrográfica objeto de estudio, esta definición deja abierta su delimitación a todos los espacios acuáticos que se encuentra hasta el comienzo de las aguas de transición, es decir, hasta donde comienza la zona de influencia mareal. Con el objeto de precisar dicha definición, la Unión Europea, a través de los documentos guía para la aplicación de la DMA, y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), organismo encargado de la interpretación y adaptación al ámbito estatal, han establecido unos criterios de extensión mínima, con los cuales se puede delimitar la red hidrográfica objeto de estudio. Los criterios que debe cumplir cualquier río de forma simultánea son dos: 15 km de longitud y 10 km2 de cuenca vertiente. Esto no quiere decir que los arroyos y pequeños tributarios no se tengan en cuenta, sino que sus cursos se asocian a los ríos incluidos dentro de la red establecida en base a los criterios definidos. No obstante, la problemática de la gestión de los sistemas fluviales y de los recursos hídricos en Cantabria presenta una serie de particularidades que, en algunos casos requiere una mayor precisión, aspecto que ha motivado la necesidad de completar la red hidrográfica objeto de este trabajo con la inclusión de zonas fluviales que no cumplen alguno o los dos criterios. Por ejemplo, se han incluido ríos que tienen una gran importancia debido a su uso como toma de abastecimiento, o por pertenecer a sistemas sometidos a regulaciones especiales de recursos (Bitrasvase Ebro-Besaya). A cada uno de estos ríos se les ha asignado una superficie de cuenca vertiente determinada , que es lo que se denomina como subcuenca. De este modo, cada río está representado por al menos una subcuenca, y la red hidrográfica está representada por el conjunto de subcuencas asociadas a los distintos ríos incluidos en el estudio. Estas subcuencas son las unidades que se han empleado para realizar la tipificación. En un análisis preliminar de las 2 aproximaciones propuestas por la DMA (Sistemas A y B), se consideró que: 1) toda la Península Ibérica excepto la zona de Pirineos pertenece a una misma ecorregión, siendo muy distintos los ríos mediterráneos de los cantábricos; y 2) los descriptores del sistema A no pueden reflejar toda la variabilidad existente en un territorio de pequeñas dimensiones como Cantabria. Además, debido a la mayor variedad de descriptores, el sistema B tiene un mayor poder de discriminación de las distintas subcuencas definidas en la red hidrográfica. A partir del análisis de los diferentes desarrollos metodológicos llevados a cabo en otros trabajos, como los realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro, CHE [4, 15], por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras públicas, CEDEX [3], por la Confederación Hidrográfica del Norte, CHN [5] y por la Comunidad Autónoma del País Vasco, CAPV [6, 7] y, sobre todo, 3 teniendo en cuenta el conocimiento actual sobre las características de nuestros sistemas acuáticos, se ha optado por abordar la tipificación de los sistemas fluviales de Cantabria mediante una metodología basada en el Sistema B y orientada a las características de los ríos presentes en la vertiente norte de Cantabria. 2.2 Variables analizadas A la hora de caracterizar las subcuencas hay que elegir un conjunto de variables que representen lo mejor posible la realidad física, fisiográfica y ambiental de las subcuencas, pero, al mismo tiempo, que maximicen la diferencia entre subcuencas. A partir de la relación preliminar de variables se realizaron correlaciones para descartar aquéllas que aportan una información redundante. En cualquier caso, las variables seleccionadas no deben estar influenciadas por la actividad humana, ya que la caracterización debe estar basada en criterios lo más naturales posibles, sin alteraciones. Las variables empleadas en la caracterización se agrupan en cuatro tipos: • Las variables hidrológicas son fundamentales a la hora de establecer diferencias entre distintos sistemas fluviales. Dentro de este tipo de variables se han seleccionado las más representativas del caudal medio y aquéllas que reflejan la variabilidad que puede experimentar el tránsito fluvial a lo largo del ciclo anual. Las variables hidrológicas analizadas para la caracterización de los sistemas fluviales de Cantabria han sido: − Caudal medio anual (QMed, m3/s): es el caudal medio anual en el punto de desagüe de cada subcuenca. − Caudal Q90 anual o de estiaje (Q90, m3/s): es el caudal de estiaje o caudal percentil 90, es decir, el caudal superado el 90% de los días del año. − Caudal medio específico anual (QEsp, l/s*km2): es el caudal medio anual por unidad de superficie. Representa el caudal medio anual generado por cada km2 de cuenca vertiente. − Caudal específico de estiaje (QEspEst, l/s*km2): es el caudal específico representativo en la época de estiaje (junio, julio, agosto y septiembre). − Amplitud de caudal (QAmp, %): representa la variabilidad de caudales derivada de la relación entre el caudal medio y el caudal de estiaje. Se expresa como el porcentaje de la diferencia entre el caudal medio y el caudal de estiaje respecto al caudal medio. QAmp= (QMed-Q90)/QMed − Coeficiente de escorrentía (CEsc): mide la relación entre la aportación anual de un río en el punto de desagüe de una determinada subcuenca y la precipitación anual caída sobre la misma. CEsc=Aportación/Precipitación Esta variable viene a relacionar el agua que se pierde en una subcuenca desde que se incorpora a ésta en forma de precipitación hasta que se transforma en caudal circulante por el río. Desde el punto de vista metodológico, se debería contar con registros de estaciones de aforo durante un periodo más o menos prolongado (mínimo de 5 años) en todas las subcuencas delimitadas. Sin embargo, la red de estaciones de aforo en Cantabria no es 4 tan extensa. Por ello, los datos hidrológicos se han tomado del “Estudio de Recursos de los Ríos de la Vertiente Norte de Cantabria”, considerando la serie histórica para el periodo 1970-2003 de caudales naturales simulados para cada subcuenca. En el caso de las subcuencas litorales, los datos hidrológicos se han generado a partir de una aproximación de la aportación de las subcuencas más cercanas a éstas. • La información litológica se obtuvo a partir del mapa temático a escala 1:50.000 del Departamento de Ciencias de la Tierra y de la Materia Condensada de la Universidad de Cantabria en formato digital. Este mapa clasifica el territorio de Cantabria en función de una caracterización dentro de una de las 79 clases litológicas diferenciadas. Dada la gran diversidad de clases litológicas reflejada en dicho mapa, se ha procedido a realizar una reclasificación simplificada para realizar la caracterización de las subcuencas. Fruto de esta labor de homogeneización se definieron las 4 clases litológicas que se muestran a continuación: − Aluviones y derrubios (%) − Margas y calizas (%) − Rocas detríticas (%) − Rocas ígneas (%) A partir de la información temática correspondiente a las características litológicas de cada subcuenca se ha calculado la extensión relativa de cada tipo (en porcentaje) con respecto al la superficie total. Los cálculos se han realizado directamente en un Sistema de Información Geográfica (SIG, ArcView 3.2). • Las variables morfométricas aportan información acerca de cómo son los valles y las subcuencas. Las variables morfométricas se calcularon por medio del SIG (ArcView 3.2). Se seleccionaron las siguientes: − Área de la cuenca vertiente (A, km2): esta variable es importante porque determina algunos parámetros hidrológicos como el caudal, el volumen de precipitación, etc. La estimación de estas superficies se realizó, como en el caso de la litología. − Altitud media de la subcuenca (Alt, m): para el cálculo de esta variable se ha empleado el Modelo Digital del Terreno (MDT) a escala 1:5.000 proporcionado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en formato “Grid” y con una resolución de 50x50 m. El programa calcula la altitud media de una superficie determinada (subcuenca). − Pendiente media (P, %): esta variable hace referencia al incremento relativo de altitud entre el punto inicial y final del río en una determinada subcuenca. Se calcula también a partir del MDT. − Orden del río (Or): una red hidrográfica está compuesta por al menos un río principal y una serie de tributarios, cuyas ramificaciones se extienden hacia los cursos altos de la cuenca. El orden del río mide el grado de ramificación dentro de la red hidrográfica definida anteriormente. Para este estudio se ha empleado el método de Strahler (1964), según el cual un tributario que no reciba ningún aporte es de orden 1, dos tributarios de orden 1 forman ríos de orden 2 y así sucesivamente. Según esto, para ascender un grado en el orden del río tienen que juntarse dos tributarios del mismo orden. • Finalmente, se han empleado variables de tipo climático para la caracterización de las subcuencas de la vertiente norte de Cantabria. Las variables climáticas empleadas han sido las siguientes: − Precipitación media anual (Precip, mm): hace referencia a la cantidad de lluvia que cae sobre una determinada subcuenca. Los datos de precipitación se han extraído del 5 “Estudio de Recursos Hídricos de los Ríos de la Vertiente Norte de Cantabria”, especificados para cada una de las subcuencas. − Temperatura media anual (Tª, ºC): para la cuantificación de esta variable en el ámbito espacial de cada subcuenca, se ha utilizado la información incluida en la Tesis Doctoral “Análisis de las variaciones climáticas holocenas en la región cantábrica a partir de estudios palinológicos; influencia de la degradación diferencial del polen en las interpretaciones paleoclimáticas” (Luis Salas Gómez, Santander y Zaragoza, 1993). Para ello se emplearon los mapas de isotermas a escala 1:500.000 como información básica para la estimación de la temperatura media ponderada de cada subcuenca, en función de la superficie situada dentro de los diferentes rangos. 2.3 Tratamiento de los datos Con el fin de realizar una tipificación objetiva de los sistemas fluviales, pero adaptada a la realidad fisiográfica del territorio estudiado, se han realizado diversas aproximaciones metodológicas y se ha escogido la que mejor representaba dicha realidad. Se parte de una matriz de datos en la que se encuentran caracterizadas cada una de las subcuencas de la vertiente norte, siendo el objetivo el agrupamiento de éstas en grupos homogéneos o tipos. Para ellos se ha realizado un análisis clúster no jerarquizado (k-means) sobre la matriz de datos estandarizada. Se trata de un método estadístico multivariante de clasificación de los datos en un número de grupos preestablecidos. El objetivo de este tipo de análisis es la formación de “k” grupos, siendo “k” un número fijado previamente. Este método parte de unas medias arbitrarias, que mediante pruebas sucesivas, contrasta el efecto que tiene sobre la varianza residual la asignación de cada caso a cada uno de los grupos. El valor de mínima varianza determina los grupos finales. Minimizar la varianza residual equivale a hacer mínima la suma de las distancias al cuadrado de los casos a la media del clúster al que se asignan. Para este estudio el número “k” se fijó en 3, 4 y 5 grupos, siendo k=3 la opción que mejor se adapta a la realidad fisiográfica del territorio según la opinión de los expertos. Una vez que se han obtenido estos grupos homogéneos se han representado espacialmente los resultados en un mapa en el que cada subcuenca pertenece al tipo designado en el análisis clúster. De este modo se puede observar la distribución de tipos. A partir de la propuesta preliminar de tipos y de la representación espacial se debe proceder a analizar en detalle una asignación diferente en aquellos casos en los que se producen discontinuidades o en los que se detecte la asignación indefinida a dos tipos distintos. Se trata de intentar asignar la tipología más adecuada a las subcuencas que se encuentran en el límite entre dos tipos distintos. Este proceso es lo que se ha denominado como homogeneización. Para realizarlo se han analizado los datos de las variables de cada una de las subcuencas propuestas para el cambio de tipología con las medias de las variables en cada grupo obtenido, analizando las posibles consecuencias de la modificación planteada. Una vez terminado este proceso se representan de nuevo los resultados espacialmente para comprobar que no existen las citadas discontinuidades, ni asignaciones de tipologías ambiguas o dudosas, tras lo cual ya se dispone de una tipificación final. 6 3. RESULTADOS Dentro del territorio de Cantabria se incluyen sistemas fluviales pertenecientes a tres cuencas hidrográficas que se corresponden, a su vez, con las tres cuencas vertientes: cantábrica, mediterránea y atlántica. En este estudio tan solo se ha tenido en cuenta la red hidrográfica de la vertiente norte de Cantabria. Dentro de ésta y bajo los criterios especificados anteriormente (y sus excepciones) se ha acotado la red hidrográfica. Esta red se ha dividido en subcuencas de forma que éstas integran sus características hidrológicas, fisiográficas, climatológicas y geológicas (Figura 1). Figura 1. Red hidrográfica considerada y subcuencas asociadas a ésta Los ríos incluidos en la red hidrográfica objeto de estudio, de oeste a este han sido los siguientes (Tabla 3): Deva, Quiviesa, Frío, Bullón (cuenca del Deva), Nansa, Lamasón (cuenca del Nansa), Escudo (cuenca del Escudo), Saja, Argonza, Besaya, Irvienza, Torina (cuenca del Saja-Besaya), Pas, Magdalena, Pisueña (cuenca del Pas), Miera, Entrambasaguas (cuenca del Miera), Campiazo (cuenca del Campiazo), Asón, Gándara, Calera, Carranza (cuenca del Asón), Agüera (cuenca del Agüera) y Sámano (cuenca del Sámano). 7 Tabla 3. Ríos de la vertiente norte de Cantabria considerados Cuenca Deva Nansa Escudo Saja-Besaya Pas Miera Campiazo Asón Agüera Sámano Río Deva Quiviesa Frío Bullón Nansa Lamasón Escudo Saja Argoza Besaya Irvienza Torina Pas Magdalena Pisueña Miera Entrambasaguas Campiazo Asón Gándara Calera Carranza Agüera Sámano Longitud (Km) 60.4 18.8 12.6 24.5 51.2 17.2 20.0 55.7 22.2 46.9 8.9 6.7 52.5 15.8 34.1 40.0 15.8 22.7 39.1 18.4 16.1 18.6 26.4 6.2 Superficie (Km2) 643.92 414.12 71.93 483.21 486.46 620.40 296.39 65.48 524.50 135.30 30.63 Entre estos ríos figuran 4 que representan las excepciones al modelo general de selección, y han sido incluidos dentro de la red hidrográfica definida por diferentes motivos. Así, nos encontramos con el río Frío, que se ha incluido por considerar importante su aportación a la cuenca del Deva. Por otro lado están el Irvienza y el Torina, que se han incluido por pertenecer a una infraestructura especial como es el Bitrasvase. Finalmente se ha incluido también el río Sámano debido a la problemática hidrológica que presenta, principalmente en época de estiaje. Tras el análisis de los resultados obtenidos en el clúster k-means para k=3, 4 y 5, se optó por la agrupación de las subcuencas en 3 tipos, descartándose las agrupaciones en 4 y 5 tipos. De este modo, el clúster asigna a cada subcuenca uno de los tres tipos según la semejanza de éstas a uno u otro. La distribución espacial de tipos en la vertiente norte de Cantabria obtenida mediante el cluster seleccionado se representa en el mapa de la Figura 2. 8 Figura 2. Tipificación preliminar seleccionada tras realizar el análisis cluster k-means (k=3) Las 3 tipologías obtenidas al realizar el proceso de tipificación en la vertiente cantábrica, tal y como se muestra en la Figura 3, se han denominado del siguiente modo: • • • Cuencas de montaña cantábrica Cuencas medias Cuencas litorales Se ha realizado un análisis de las medias y de la varianza con el objeto de identificar las variables que contribuyen en mayor medida a formar cada grupo y, además, obtener los valores medios que caracterizan a cada uno de los tipos preliminares establecidos (Tabla 4). Tanto las medias de cada variable como el valor de la “F” del análisis de la varianza son indicadores de la importancia de cada variable a la hora de discriminar entre los distintos grupos obtenidos. En este caso cabe destacar la importancia a la hora de discriminar entre tipos a variables como la temperatura, la altitud , el caudal de estiaje, el área de la cuenca vertiente y el caudal medio. En un segundo orden de importancia se encuentran variables el orden del río, la pendiente media y el porcentaje de aluviones y derrubios. 9 Tabla 4. Análisis de las medias dentro de cada tipo y de la varianza Valores medios ANOVA Cuencas litorales Cuencas medias Montaña cantábrica F2,59 3.144 14.611 3.433 45.6 Variables QMed (m3/s) Q90 (m3/s) 0.282 1.564 0.348 58.31 QEsp (l/s*km ) 25.034 26.667 28.100 4.22 2 2.212 90.97 0.57 115.2 198.9 23.0 2 12.7 1302.3 3.45 46.88 49.58 0.10 2.920 89.07 0.59 529.0 256.3 24.4 4 12.3 1286.2 9.17 27.07 62.31 1.46 2.773 90.17 0.63 123.9 838.7 39.0 2 10.0 1397.2 8.78 25.15 65.35 0.71 11.38 6.49 9.34 47.82 71.79 24.14 24.58 99.38 3.83 20.73 9.86 5.7 4.18 2 QEspEst (l/s*km ) QAmp (%) CEsc Área (km2) Altitud (m) Pendiente (%) Orden Temperatura (ºC) Precipitación (mm) Aluviones y derribos (%) Margas y calizas (%) Rocas detríticas (%) Rocas ígneas (%) Tras analizar los resultados obtenidos y su representación espacial, se han observado discontinuidades y asignaciones de subcuencas a tipos no esperadas. Por tanto se han propuesto una serie de cambios en la tipología de algunas de las subcuencas, ya que se considera que pueden pertenecer a otro tipo distinto. Para realizar el análisis y llevar a cabo el cambio de tipología se han comparado los datos de las variables de estas subcuencas con los datos obtenidos en el análisis de la varianza y de las medias de cada tipo. Cabe señalar que se trata de subcuencas que se encuentran cercanas al límite entre dos tipologías distintas y en las que hay unas variables que indican que pertenecen a una tipología y otras variables indican que pertenecen a otra distinta. En función del peso de dichas variables en la discriminación y del conocimiento de la zona implicada, se han realizado los cambios de tipología señalados en las subcuencas que se muestran en la Tabla 5. Tabla 5. Subcuencas sometidas a un posible cambio de tipología Código subcuenca Ag 01 Ag 02 As 05 Mi 02 Ns 03 Tipología original Tipología definitiva Cuencas litorales Cuencas litorales Cuencas litorales Cuencas litorales Montaña cantábrica Montaña cantábrica Cuencas medias Montaña cantábrica Cuencas medias Cuencas medias Además de estos cambios se ha considerado un subtipo dentro de las cuencas medias para diferenciar las subcuencas litorales de los ríos más importantes del resto de subcuencas medias. Este subtipo se correspondería principalmente con las cuencas medias que aparecen pegadas a la costa, que de oeste a este serían las de los ríos Deva, Nansa, Saja-Besaya, Pas y Asón. A éstas se han añadido las del los ríos Miera y Agüera por considerarles como ríos de entidad dentro del territorio de Cantabria. 10 Una vez realizados todos estos cambios se obtiene un mapa de tipificación final de la vertiente norte de los ríos de Cantabria (Figura 3). Figura 3. Tipificación final obtenida en la vertiente norte de Cantabria De las 61 subcuencas delimitadas, un 36% pertenecen a la tipología de Montaña cantábrica, un 26% a las Cuencas medias, un 16% a las Cuencas litorales de los ejes principales y un 21% a las Cuencas litorales. Tabla 6. Distribución de las subcuencas en las distintas tipologías Tipología Montaña cantábrica Cuencas medias Cuencas litorales ríos principales Cuencas litorales ríos principales Total Nº de subcuencas 22 16 10 13 61 Porcentaje (%) 36.1 26.2 16.4 21.3 100 Una vez concluido el proceso de asignación de tipologías a las diferentes subcuencas de los sistemas fluviales de la vertiente norte de Cantabria se procede a caracterizar dichas tipologías en función de los valores medios de las variables de las subcuencas pertenecientes a cada una de las tipologías (Tabla 7). 11 Tabla 7. Caracterización final de los tipos obtenidos Valores medios Cuencas litorales Cuencas litorales Cuencas medias Montaña cantábrica ríos principales 1.704 13.588 10.130 3.192 Variables QMed (m3/s) Q90 (m3/s) 0.179 1.406 1.100 0.303 QEsp (l/s*km ) 22.363 27.080 27.329 28.379 2 2.263 89.89 0.55 71.7 169.6 21.8 2 12.8 1261.8 3.14 46.42 50.39 0.05 2.647 90.22 0.57 453.0 115.1 17.4 3 12.9 1269.9 6.19 37.29 55.82 0.70 2.905 89.35 0.59 377.1 342.3 28.8 3 11.9 1327.3 8.81 28.95 60.98 1.26 2.628 90.72 0.63 114.1 808.6 38.2 2 10.2 1405.3 8.31 27.80 63.21 0.68 2 QEspEst (l/s*km ) QAmp (%) CEsc Área (km2) Altitud (m) Pendiente (%) Orden Temperatura (ºC) Precipitación (mm) Aluviones y derribos (%) Margas y calizas (%) Rocas detríticas (%) Rocas ígneas (%) 4. CONCLUSIONES La tipificación inicial realizada, a pesar de sufrir algunas modificaciones, parece bastante acertada en lo que se refiere a la distribución geográfica los ecotipos generales de la vertiente norte de Cantabria. No obstante, los cambios realizados parecen representar de una forma más adecuada la realidad fisiográfica de la zona estudiada. Las variables que han determinado la discriminación de subcuencas hacia un tipo u otro han sido la temperatura, la altitud, el caudal de estiaje, el área de la cuenca vertiente y el caudal medio. No obstante, hay otras variables que también han contribuido, aunque en menor medida, a la formación de los distintos tipos. Entre éstas se encuentran el orden del río, la pendiente, el porcentaje de aluviones y derrubios y el caudal específico de estiaje. Las variables más importantes a la hora de discriminar entre los distintos grupos están en mayor o menor media relacionadas con la altitud y el caudal, algo que parece bastante lógico en un territorio pequeño y con una orografía peculiar como es la vertiente norte de Cantabria. La altitud es importante porque se trata de ríos de pequeño recorrido, que nunca superan los 70 km desde su nacimiento (alguno a 1400 m de altitud) hasta su desembocadura debido a que la cadena montañosa se encuentra relativamente cerca de la costa. Del mismo modo, el caudal es indicativo de si se trata de zonas altas o de cabecera, medias o bajas. La metodología seguida en la tipificación ha conseguido una buena y sencilla representación de la realidad fisiográfica de la vertiente norte de Cantabria en las tipologías finalmente seleccionadas, aunque hay aspectos en los que se podría mejorar el proceso de tipificación. Algunas de las mejoras que se podrían introducir a la hora de realizar el proceso de tipificación serían: • Conseguir mejorar la calidad y la precisión de los datos empleados (por ejemplo, los datos climáticos, los hidrológicos y los litológicos). 12 • • Conseguir datos nuevos que en este proceso no han podido utilizarse (por ejemplo, vegetación potencial). Realizar el proceso de tipificación por medio de la caracterización de tramos de río en vez de subcuencas siempre y cuando se disponga de la información necesaria para ello. De este modo, el proceso de tipificación queda abierto a posibles actualizaciones y mejoras en un futuro para conseguir una mejor gestión tanto de las masas de agua como del medio ambiente en el territorio de Cantabria. 13 BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Almagro Costa, F., y Cebrián del Moral, M. 2004. “Trabajos previos para la implantación de la directiva Marco del Agua en la cuenca del Segura”. Confederación Hidrográfica el Segura (CHS) e Infraestructura & Ecología S.L. Bonada, N., Prat, N., Munné, A., Rieradevall, M., Alba-Tercedor, J., Álvarez, M., Avilés, J., Casa, J., Jáimez-Cuéllar, P., Mellado, A., Moyá, G., Pardo, I., Robles, S., Ramon, G., Suárez, M. L., Toro, M., Vidal-Abarca, M. 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