teatro barroco - Arroba Visual

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TEATRO BARROCO
En el período Barroco el género teatral se convirtió en uno de los más
representativos.
El teatro tenía el suficiente poder como para promover la unión y así
provocar un comportamiento de defensa para el gobernante.
En el S.XVIII se continúa con esta corriente manipuladora pero con un
fin reformador, promoviendo esta vez la educación de la gente para una
vida más recomendable, proporcionando al pueblo una manera de
pensar: vivir ajeno a él.
Durante el barroco el teatro fue el gran aliado de la monarquía y el
absolutismo.
El teatro se hizo más profesional y comercial. Las compañías montaban
espectáculos para ganar dinero.
Existían tres tipos de teatro:
1. Teatro religioso: estaba formado por Autos Sacramentales, son
obras de un acto con personajes alegóricos que desarrollan un tema
relacionado con la redención. Se representaban durante la
celebración del corpus, en una carreta decorada lujosamente y al
aire libre.
2. Teatro cortesano: se representaba en ambientes nobles. Son
representaciones ostentosas llenas de adelantos traídos desde Italia
para demostrar el gran poder económico de las clases más altas.
Suelen tener temas fantásticos y magia.
3. Teatro popular: recopila la tradición medieval, renacentista,
convirtiéndolo en un arte que conmueve divierte y estimula.
Frecuentemente combina la realidad con la ficción, y la comedia con
la tragedia. La temática era bastante variada: el honor, sentimiento
muy arraigado en la sociedad de la época; la religión; como
posiblitador de solución de problemas (hecho no aceptado por la
Iglesia); la tradición nacional, a través de batallas de la época,
historia de la calle, etc.; el amor, protagonizado por dos jóvenes que
deberán superar obstáculos para conseguir que triunfen sus
sentimientos.
El teatro barroco es un teatro de acción, y no de personajes. Por eso se
crean estereotipos que aparecen en todas las obras: el galán, la dama,
el gracioso, el malo poderoso, el rey, etc. Cada personaje habla de
acuerdo a su clase, intercalando canciones con texto.
Las obras más representativas eran las comedias. Brindaban mensajes
para cada clase social: los nobles debían entender que la figura del rey
se imponía siempre, los ricos encontrarían la paz de la vida moral solo
dentro de su clase social, al pueblo se le garantizaba defensa y
protección bajo la figura del rey.
El iniciador del teatro barroco fue LOPE DE VEGA (Madrid, 1562-1635):
- Poeta y dramaturgo del Siglo de Oro español.
- Fue también uno de los grandes líricos de la lengua castellana y
autor de muchas novelas.
- Se le atribuyen: 3.000 sonetos, 3 novelas, 4 novelas cortas, 9
epopeyas, 3 poemas didácticos, y varios centenares de comedias.
- Sus obras siguen representándose en la actualidad y constituyen
una de las más altas cotas alcanzadas en la literatura y las artes
españolas.
- Su obra “El arte de hacer comedias” dio las pautas del nuevo
teatro que iba a llegar.
- Introdujo renovaciones: mezcla lo cómico y lo trágico, a los
plebeyos y nobles, mezcla diferentes tipos de versos, el diálogo es
rápido y el monólogo apenas se usa.
- Obras más destacadas: “El perro del hortelano”, “Fuenteovejuna”,
“El castigo sin vergüenza”.
ORÍGEN DE LA ÓPERA
El término “ópera” es una palabra italiana que significa “obra”. Como
abreviación de “opéra in música” (obra musical), se utilizó por primera
vez en Italia durante el S. XVII para designar los dramas musicales en
que los cantantes disfrazados representaban una historia con un
acompañamiento musical.
El elemento narrativo fue lo que diferenció estas piezas de las primeras
formas de diversión, llamados “intermedi” (“entremeses”) compuestas
para celebrar bodas, aniversarios y otros eventos similares en la corte
italiana.
En el año 1637 en Venecia emergió la idea de “temporada” de óperas
de asistencia abierta a todo público, financiada por la venta de entradas.
Las primeras obras de arte autenticas de este género son del
compositor veneciano CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643):
- Compositor italiano de óperas, madrigales (para varias voces) y
música sacra. Han sobrevivido sólo tres de doce óperas que
realizo, las cuales se caracterizan por: mezcla de exquisita textura
orquestal, recitativos de dramatismo efectivo y composiciones de
canciones y coros.
- Sus obras más destacadas fueron: “Orfeo”(1607), “El retorno de
Ulises”(1640) y “La coronación de Popea”(1642), dónde logró
sacar progresivamente la ópera de la corte y la llevó al dominio
público con una música de gran belleza y complejidad.
En las primeras óperas barrocas se combinaba la comedia con
elementos trágicos de manera tal que desataba una amplia sensibilidad,
lo cual inició el primero de muchos movimientos reformistas de la ópera.
PARTES DE UNA ÓPERA:
Las partes melódicas de una ópera están compuestas por: arias
(canciones para solos, basado en la emoción), dúos, tríos, quintetos,
coro, y los recitativos declamados (palabras acompañadas de música, su
contenido está basado en la acción y no son melódicas).
Partes:
- Obertura/Preludio: parte instrumental que la precede.
- Partes cantadas.
- Interludios: partes instrumentales que se intercalan entre las
partes cantadas.
ÓPERA BARROCA
La ópera barroca fue un espectáculo diseñado para atraer tanto a la
vista como al oído.
Se difundió por toda Europa.
Era de estilo realista. Se imponía la verosimilitud, a partir de que los
personajes dejaban de ser figuras rígidas estereotipadas.
La ópera barroca se organizaba de acuerdo a un esquema.
Casi todas las óperas de la época representaron celebridades
cortesanas, en particular bodas de príncipes. De los emperadores y los
reyes se exaltaban sus virtudes y se mostraba su magnificencia.
El decorado, la tramoya y los efectos escénicos se desplegaban
buscando el mayor efectismo.
Con el rey francés Luis XIV (el “Rey Sol”) la ópera se convirtió en el
escaparate teatral del gobernante absoluto.
En 1671 se fundó la “Academie Royale de Musiqué”. En donde se
introdujo el ballet, en buena medida porque el propio rey era un
entusiasta bailarín. La danza siguió siendo un rasgo característico de la
ópera francesa.
El músico JEAN BAPTISTE LULLY (1632-1687) creó una forma local de
la ópera francesa. Combinó la comedia, la música y la danza. Las formas
estilísticas de Lully fueron la base para la música escénica del
compositor y teórico JEAN-PHILIPPE RAMEAU (1683-1767): sus
argumentos los tomó de la antigüedad heroica, alternando montajes
escénicos de marcados contrastes, y donde el ballet era la pieza clave
del espectáculo. La música tenía un efecto ilustrativo, imitando a la
naturaleza, en línea con los dogmas del racionalismo.
El compositor inglés más destacado fue HENRY PURCELL (1659-1695):
en sus odas, música para teatro, música sacra, fantasías y sonatas para
instrumentos de cuerda, su estilo combina un don sublime para la
melodía, la creación armónica y un dominio absoluto del contrapunto. La
obra más conocida es la ópera “Dido y Eneas”.
En 1710, desde Italia el compositor GEORGE FRIEDRICH HAENDEL
(1685-1759) llega a Londres, donde la ópera se había convertido en un
género más formal. La ópera de Haendel se caracteriza por presentar
figuras de la mitología y la historia antiguas, finamente delineadas
contra un decorado que es suntuoso y en ocasiones de carácter oriental.
La ÓPERA BUFFA aportó al teatro musical una mirada introspectiva en
la naturaleza humana, con sus debilidades, frustraciones y conflictos.
Sensualidad, ingenio y comedia, hicieron de la ópera Buffa napolitana un
modelo que perduró hasta WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791),
GIACCHINO ROSSINI (1792-1868), GAETANO DONIZETTI (1797-1848).
El término ÓPERA SERIA se aplicó estrictamente a las óperas cuyo tema
provenía de la historia clásica y medieval. Pero también admite, en
términos más amplios, las óperas de temas mitológicos. Habían escenas
corales pero pocas de conjunto. Los recitativos y las arias determinaban
el curso de la ópera. La acción en sí misma era desarrollada por un
predominante recitativo “secco” (se le llama así porque solo era
acompañado por el clave y los instrumentos bajos).
El mérito especial del estilo italiano meridional fue su ligazón con la
“Commedia dell’arte” que aportó un esfuerzo hacia el realismo y la
introspección psicológica, de modo que las figuras estereotipadas
resultaron más humanas y aportaban más encanto sensual hacia la
melodía y el color tonal.
Al estar más cercana a la realidad, la ÓPERA BUFFA empezó a
destacarse, en tanto que la ÓPERA SERIA se fue esclerotizando
gradualmente hasta convertirse en el arte de prestigio de las cortes.
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