los aforismos de kafka - Revista de la Universidad de México

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ún poeta humilde en el mejor sentido del
término, humilde en el dolor, limpio en el
goce. Un poeta de tono envidiable que
asume más el desconcierto que la duda,
más el goce que la alegría, más el dolor
que el lamento. Su poder evocativo, su
gracia para conseguir atmósferas intensas
deben prevalecer sobre la dispersión, mínima mancha que distrae de la belleza de
un lienzo tan radiante.
y es que es~ mancha, además, es el desaliño. No me refiero a las salidas de tono
que eventualmente se suceden y que más
acusan cierta falta de disciplina, injusta en
un poeta capaz de haber escrito, por ejemplo, las hermosas cuatro variaciones sobre
AI-Sharif Al Radi, resultado obvio de una
quieta dedicación, sino al desaliño del libro en el que se reúnen indiscriminadamente Poemas con poemas,' aforismos
(haciendo abstracción de su solvencia),
ensayos y ocurrencias en las que se erige
sobre los otros en lugar de acompañarse
de ellos. Gutiérrez Vega es un poeta que
puede y debe evitar el riesgo de convertirse
en uno de esos poetas sólo legibles en antologías, como decía Reyes, formando con
más disciplina sus libros y precisando sus
objetivos literarios. Nos ha dado buenas
muestras de lo que es capaz cuando lo
hace y no debe dejarse llevar por la precipitación aunque, como decía Stevens, los
actores sean autores y los libros teatros.
Con todo, el perro aquel ladra con mejor
timbre que muchos otros en lo que va de
la carnicería.
LOS AFORISMOS DE
KAFKA
Werner Hoffmann: Los aforismos de Kafka. F.C.E.,
México, 1979.
POR ANDRÉS DE LUNA
es
El reino idealista de los excluidos
la desesperanza, es el paisaje sombrío al que se
asciende para observar mejor el páramo
de los que se creen dichosos. Franz Kafka
fue un poblador perpetuo de estos confines, según se deja ver por una de sus anotaciones de 1910 en sus Diarios, ahí expresa: "es totalmente cierto que escribo esto
porque estoy desesperado a causa de mi
cuerpo y del futuro con este cuerpo". Los
pasajes para dar salida a ese desaliento se
manifiestan en sus sinuosos, iluminadores
y crípticos aforismos.
La labor del exégeta no es siempre grata, fácilmente se puede tropezar o morir
con las alondras (para utilizar las palabras
de Ungaretti): en el espejismo. Werner
Hoffmann, el autor de Los aforismos de
Kajka, de alguna manera ha caído en una
serie de interpretaciones filosóficoreligiosas que dan una visión sumamente
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LIBROS
limitada y fragmentaria del escritor judío
checo. En el primer capítulo de su breve libro se lee: "la cuestión de si la concepción
del mundo que se deduce de los aforismos
puede ayudar para interpretar la obra poética (de Kafka), no nos interesa por el momento" (p-16). ¿En un autor como el creador de El proceso y de La metamorfosis es
posible hacer ese corte entre experiencia
vital y experiencia literaria? En Kafka la
autobiografía fantástica se inscribe y aparece en la mayoría de sus textos, pues incluso algunos sueños están presentes en el
universo simbólico de su escritura; entonces, la afirmación de Hoffmann no es sólo
un contrasentido sino una miopía analítica.
Los aforismos de Kafka revelarán la crisis veraniega de 1917, a los treintaicuatro
años, cuando se le confirma su afección tuberculosa. Este hecho le creará un conflicto
emocional que lo marcará hasta la fecha de
su muerte, ocurrida en 1924. ¿Cómo se enfrenta un mal incurable cuando el
edén religioso ha quedado reducido a sus
quimeras? Kafka decía en su aforismo 84:
"Fuimos creados para vivir en el paraíso;
el paraíso estaba destinado a servirnos.
Nuesto destino ha sido modificado; que
esto haya ocurrido también con el destino
del paraíso, no se dice". La conciencia del
vacío es lo único que prevalece, las expectativas las ha corroído la misma realidad.
Kafka, entonces, se volverá un habitante
más de la soledad l1letajfsica: "A men udo
he pensado que la mejor vida para mí consistiría en recluirme con una lámpara y lo
necesario para escribir en el recinto más
profundo de un amplio sótano cerrado...
j y qué cosas escribiría entoncesj i De qué
abismos las arrancaría!" (Carta a Fellce
Bauer del 14 de enero).
Los aforismos son una expresión literaria que desplaza el "vapor y la apariencia"
de la vida atormentada de un Franz Kafka
que cada vez encuentra en los adjetivos
trágicos el mejor sentido de su transcurnr
histórico. El buscará una manera de remediar y rellenar su vacío religioso, y se sumergirá en las viejas tradiciones judías, en
las lecturas de la Cábala y en sus muy particulares interpretaciones. Entra en las
fronteras de la experiencia interior, ese vla-
je hasta los límites de lo posible con la autoconfrontación; es el choque y la desgarradura, la explosión que se confirma aunque sus humos la anunciaran mucho tiempo atrás. Kafka escucha del paríso celestiales solamente sus silencios: "El cielo es
mudo, sólo para el mudo es eco".
El escritor encuentra en sus "respuestas
finales" una serie de planteamientos que
se resumirán en sus aforismos. Hoffmann
procura encontrar las leyes de la producción de dichas fórmulas religiosas y filosó¡jcas, su intento es interesante pero su exégesis nubla las conexiones con el conjunto
de obras de Kafka. La ideología del escritor judío se plasma con la complejidad de
quien intenta penetrar un saber de por sí
oscuro y tenebroso, cuyas interpretacione~
están amparadas por los injinitos sentido.l.
Los textos religiosos no varían, son sincró·
nicos, sin que ello signifique que son estáticos, su movimiento se genera en el ahrir
de aquellos que dan nuevos planos en la
medida en que se acceda a ellos. Uno de
los mayores cabalistas de la actualidad.
Gershom Scholen, encuentra que "los escritos de FranL Kafka nos presentan los
impulsos místicos, por así decir. reducido~
al grado cero, y a ún en el grado cero ml~­
mo, en el que parecen desaparecer. con~er­
van una infinita eficacia". (La Cáhala r
su silllbolislllo, p-13).
Kafka no es un sacerdote ni se propone
serlo, el misticismo de los aforismos es una
lógica que traduce su imposibilidad por
resolver o dar un cauce adecuado a su desesperanza. La idea ahí contenida son los
vaivenes de un temor y un temblor que
todo lo avasalla: el descubrimiento de una
muerte que conduce a la nada.
1
LIBROS
rlancia en el libro re·
la elección (ordel)a-
p
4
investigación siempre inspiradas en
convicciones marxista . En e te contexto
es pertinente afirmar que uno de lo el~
mentas claves dentro de los escritos de
Mariátegui, es la importancia que le confiere a la variable Internacional pue e
ninguno de ellos (ya ean artículos periodísticos o charlas en la Universidad Pop .
lar) deja de inscribir el asunto que aborda
dentro de la problemática mundial, como
parte de un todo orgánicamente integrado
y no como un asunto que solamente atañe
a una sociedad específica (llamese ésta Perú, México, Italia, etc).
Es aquí donde el ordenamiento y cla ifi·
cación de los textos adquiere una enorme
importancia. Atinadamente el primer texto que se incluye es sobre la necesidad que
tiene el proletariado peruano de conocer
las circunstancias y características de la
"crisis mundial" (Primera Guerra Mundial y sus consecuencias), para mucho
restringida al ámbito europeo, dentro de
la cual es necesario situar a la sociedad pe.
ruana y sobre todo la lucha que sea capaz
de transformarla. A este texto (conferen·
cia), le siguen otros cuyos contenidos están llenos de importantes consideraciones
sobre las causas y efectos de la Primera
Guerra Mundial, escritos (pronunciados a
sólo cuatro años de haberse dado por ofi·
cialmente terminado el conflicto, cosa que
por ningún motivo invalida sus propo i·
ciones; por el contrario nos demuestra la
enorme capacidad de Mariátegui de dar
cuenta de tan complejo acontecimiento a
tan solo unos años de sucedido.
Los escritos reunidos en el libro tratan
una gran cantidad de asuntos específicos ~
no por esa razón deja de existir entre ello
una íntima relación que les confiere um·
dad. Este poder crítico, común a todos lo.
ensayos, no se conforma como tal sino qu
aspira a la "vulgarización" (término utili·
Lado por el propio Mariátegui) de su con·
tenido, esto es, a la popularización de lb
logros a través de un lenguaje sencillo ~
claro.
Mariátegui es un clásico, pero un c1á ¡.
ca del futuro que analiza un mundo no .
lo para introducirnos eñ su acontecimie·
tos sino para llevarnos desde ellos, par
pensar otro mundo." o ha hecho sin~
adentrársenos, dice de él Julio Ortega, er.
hacer suya la única realidad digna de
vivida: la realidad sublevada.'
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