TESIS DE MAESTRÍA “La influencia del liderazgo de Margaret

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MAESTRIA EN ESTRATEGIA Y GEOPOLITICA
IESE
Instituto de Enseñanza Superior del Ejército
Instituto Universitario Art.77 - Ley 24.521
Escuela Superior de Guerra
“Tte. Grl. Luis María Campos”
TESIS DE MAESTRÍA
“La influencia del liderazgo de Margaret Thatcher en el proceso de toma de
decisiones en la crisis del conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas de 1982”.
Autora: Dra. Andrea Rivas
Que para acceder al título de Magister en Estrategia y Geopolítica presenta la Maestranda
Dra. Andrea Rivas, para cumplir con las exigencias del Reglamento de la Maestría de
Estrategia y Geopolítica.
Director de Tesis: Cnel. Justino M. Bertotto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 14 de Abril de 2015
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a mi familia, quienes con su incondicional amor me han apoyado en
esta investigación académica. Me han acompañado con mucha paciencia durante el
tiempo que me demando hacer este trabajo. Sin ese apoyo este trabajo no hubiera sido
posible.
Un especial agradecimiento se lo debo a mi tutor de tesis el Coronel Justino Bertotto,
quien con su excelencia académica y amplia experiencia me ha guiado durante todo el
proceso de estudio y elaboración de la presente tesis. Me ha dado valiosos consejos y
siempre me señalo el camino para que llegara a buen puerto.
También quiero agradecer a mis compañeros de militancia de la comuna 9 quienes con
una generosidad muy grande me escucharon, mostraron mucho interés en el tema de
esta tesis y con alegría me animaban a seguir adelante.
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ABSTRACT
La guerra de Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña tuvo lugar en las Islas Malvinas,
Georgias del Sur, y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril de
1982, día del desembarco de tropas argentinas en las islas, y el 14 de junio de 1982,
fecha del cese de hostilidades entre ambos países. Siendo la victoria para Gran Bretaña.
La ocupación por parte de tropas argentinas buscaba lograr de alguna manera, la
soberanía argentina sobre el territorio de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del
Sur.
La posición del gobierno británico y su toma de decisiones fue crítica para como
finalmente se desarrolló y finalizo el conflicto. Un rol aún más importante tuvo la
Primer Ministro Margaret Thatcher quien impuso su liderazgo político influenciando a
los miembros del Gabinete de Guerra, quienes terminaron por acceder a su inclinación
por resolver la crisis con el factor militar.
Nos podemos preguntar, entre otras cosas, ¿cómo se organizó Gran Bretaña para la
toma de decisiones en la crisis? ¿Cómo manejo Thatcher a su Gabinete, a la opinión
pública, al Parlamento y a otros actores decisivos en esta crisis? ¿Cómo impuso su
liderazgo político? Thatcher, ¿tenía inclinación por alguna vía en especial para resolver
el conflicto? ¿Cambio su posición durante el desarrollo del conflicto?
El presente trabajo realiza un análisis del proceso de toma de decisiones del cuerpo
gubernamental que manejo la crisis en Gran Bretaña, esto es, del Gabinete de Guerra y
la influencia que sobre este tuvo la Primer Ministro Margaret Thatcher. Se trata de
distinguir, comprender y analizar las decisiones estratégicas de Gran Bretaña en la
escalada del conflicto bélico de Islas Malvinas en 1982.
Este trabajo también contribuye a desarrollar el estado del arte respecto al tema
planteado, toda vez que su análisis y comprensión lejos están de estar agotados,
teniendo en cuenta que la guerra fue reciente para un estudio más objetivo de sus
causas. Muchos documentos fueron desclasificados al cumplirse los 30 años del
conflicto armado, lo que hace que contemos con mayor documentación para poder
comprender más acabadamente los hechos tal como sucedieron. Este trabajo se apoya
en estos documentos y los analiza para poder comprender la toma de decisiones del
gabinete de Guerra y el rol de Margaret Thatcher en el Gabinete de Guerra y en la
manera en que se resolvió el conflicto.
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INDICE DE CONTENIDOS Y ANEXOS
AGRADECIMIENTOS............................................................................................................ 1
ABSTRACT ............................................................................................................................ 2
INDICE DE CONTENIDOS Y ANEXOS ................................................................................ 3
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 6
1.
Antecedentes. ............................................................................................................... 6
2.
Justificación. ................................................................................................................ 6
3.
Planteo del Problema. ................................................................................................... 7
4.
Objetivos de la Investigación. ....................................................................................... 8
A.
Objetivo General: ..................................................................................................... 8
B.
Objetivos Particulares: .............................................................................................. 8
5.
Marco teórico. .............................................................................................................. 8
6.
Metodología a emplear. ...............................................................................................10
7.
Hipótesis planteada. .....................................................................................................10
CAPÍTULO I. El inicio de la crisis y las primeras decisiones. .................................................11
1.
El incidente de las Islas Georgias del Sur. ....................................................................11
2.
Las decisiones de armar y de enviar la fuerza de tareas. ...............................................14
3.
El Gabinete de Guerra. La creación del gabinete de Guerra. Su composición. ...............19
4.
Los integrantes del Gabinete de Guerra. .......................................................................21
5.
El rol del Gabinete de Guerra. ......................................................................................23
6.
La Zona Marítima de Exclusión. ..................................................................................24
Capitulo II. El uso de la Diplomacia. .......................................................................................26
1.
La primera etapa de la mediación de Haig. ...................................................................26
2.
La decisión para ejecutar la Operación Paraquet...........................................................36
3.
El uso de la diplomacia: La segunda etapa de la mediación de Haig. ............................40
4.
El fin de la mediación de Haig. ....................................................................................49
Página 3 de 178
La decisión de establecer una Zona Total de Exclusión. ...............................................54
5.
Conclusión parcial:..............................................................................................................60
Capitulo III. Decisiones militares con costo político. ...............................................................67
1. La decisión de que el 25 de Mayo podía ser hundido y la decisión del hundimiento del
General Belgrano. ...............................................................................................................67
La mediación ante las Naciones Unidas y la Operación Sutton. ....................................77
2.
Conclusión Parcial ..............................................................................................................91
Capitulo IV. Estados Unidos: La influencia de la relación especial. .........................................96
1.
¿Qué significa esta relación especial? ..........................................................................96
2.
La posición de los Estados Unidos durante la crisis del Atlántico Sur. ..........................98
3.
Del 7 al 29 de Abril de 1982: los intentos de Haig. .....................................................104
4.
30 de Abril de 1982: la decisión de apoyar al Reino Unido.........................................104
Conclusión Parcial ............................................................................................................107
Conclusión Final. ..................................................................................................................109
A. Las decisiones claves del Reino Unido en el conflicto del Atlántico Sur de 1982...........109
1.
Organización y enviar una fuerza de tareas a la zona de conflicto: ..........................109
2.
La Resolución 502/1982: .......................................................................................111
3.
La creación del gabinete de Guerra. .......................................................................112
4.
La Zona Marítima de Exclusión. ............................................................................114
5.
Decisiones en la Primera etapa de la mediación de Haig: ........................................114
6.
La decisión para ejecutar la Operación Paraquet: ....................................................116
7.
Las decisiones tomadas en la segunda etapa de la mediación de Haig: ....................117
8.
La decisión de establecer una Zona Total de Exclusión: .........................................118
9. La decisión de que el 25 de Mayo podía ser hundido y la decisión del hundimiento del
General Belgrano...........................................................................................................121
10.
La mediación ante las Naciones Unidas y la Operación Sutton. ..........................123
B. Influencia del liderazgo político de Margaret Thatcher en la toma de decisiones del
Gabinete de Guerra............................................................................................................127
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BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................................132
ANEXO A - Cronología De Eventos ....................................................................................135
ANEXO B - Decisiones Políticas Del Gabinete De Guerra ....................................................138
ANEXO C – Documento presentado por Pym al Gabinete de Guerra.....................................164
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INTRODUCCIÓN
1. Antecedentes.
El conflicto bélico entre Argentina y Gran Bretaña por la disputa de la soberanía de las
Islas Malvinas y Georgias del Sur de 1982 ha generado una vasta bibliografía. Se ha
estudiado la crisis desde el punto de vista de muchas disciplinas, por ejemplo desde lo
histórico, lo político, lo periodístico, entre otras. Cabe destacar el trabajo desde la teoría
de la decisión que ha realizado Patricia Bonatti1. Pero faltaba un análisis del proceso de
toma de decisiones del cuerpo gubernamental que manejo la crisis en Gran Bretaña, esto
es, del Gabinete de Guerra y la influencia que sobre este tuvo la Primer Ministro
Margaret Thatcher.
2. Justificación.
El impacto de la guerra en la sociedad argentina, sus consecuencias sociales y políticas,
así como también el cambio de escenario que significo al reclamo de la soberanía
argentina sobre las Islas Malvinas justifican su estudio académico.
Para lograr dicho estudio, se pretende mediante este trabajo distinguir, comprender y
analizar las decisiones estratégicas de Gran Bretaña en la escalada del conflicto bélico
de Islas Malvinas en 1982.
La presente Tesis se propone contribuir a desarrollar el estado del arte respecto al tema
planteado, toda vez que su análisis y comprensión lejos están de estar agotados,
teniendo en cuenta que la guerra fue reciente para un estudio más objetivo de sus
causas. Muchos documentos fueron desclasificados al cumplirse los 30 años del
conflicto armado, lo que hace que contemos con mayor documentación para poder
comprender más acabadamente los hechos tal como sucedieron. Este trabajo se apoya
en estos documentos y los analiza para poder comprender la toma de decisiones del
gabinete de Guerra y el rol de Margaret Thatcher en el Gabinete de Guerra y en la
manera en que se resolvió el conflicto.
La crisis de las Islas Malvinas fue uno de los mayores problemas de política exterior
que enfrento Margaret Thatcher como Primera Ministro de Inglaterra. Expresó lo que
para ella estaba en juego en este conflicto, en estos términos: “el significado de la
Guerra de las Malvinas fue enorme, tanto para la autoconfianza de Gran Bretaña como
para nuestra posición en el mundo. Desde el fiasco de Suez en 1956, la política exterior
británica había estado en una larga retirada. El supuesto tácito hecho por los
gobiernos británicos y extranjeros por igual, era que nuestro papel en el mundo estaba
condenado a disminuir constantemente. Habíamos llegado a ser vistos por amigos y
1
Bonatti, Patricia, La ocupación de las Islas Malvinas- Análisis desde la Teoría de la Decisión”- Cuadernos
de Argentina Reciente Cuaderno Nro. 4- Julio-Agosto 2007
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enemigos como una Nación que carecía de la voluntad y la capacidad de defender sus
intereses en la paz, y era dejada sola en la guerra.”2
En el presente trabajo se analizara el modo en como Margaret Thatcher tomo algunas de
las decisiones más importantes de la crisis y como su estilo de liderazgo influencio en
cada una de ellas. Y como su inclinación por resolver el conflicto por el factor militar
estuvo presente desde el inicio de la misma y fue como efectivamente se resolvió la
crisis.
Su manera de interpretar los acontecimientos y su modo de ver el mundo en amigos o
enemigos, en lo bueno y malo, y su inflexibilidad de cambiar de postura son elementos
presentes en la toma de decisiones durante toda la guerra.
3. Planteo del Problema.
La disputa por el no ejercicio de la soberanía de Argentina en las Islas Malvinas (y en
consecuencia de ello la no explotación de sus recursos naturales) se origina en 1833 y
continúa sin resolución alguna.
En plena Guerra Fría, se produce un conflicto armado entre dos naciones occidentales,
Argentina y Gran Bretaña. Estados Unidos así como la Organización de Naciones
Unidas no pudieron evitarlo.
La guerra de Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña tuvo lugar en las Islas Malvinas,
Georgias del Sur, y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril de
1982, día del desembarco de tropas argentinas en las islas, y el 14 de junio de 1982,
fecha del cese de hostilidades entre ambos países. Siendo la victoria para Gran Bretaña.
La ocupación por parte de tropas argentinas buscaba lograr de alguna manera, la
soberanía argentina sobre el territorio de las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del
Sur.
La posición del gobierno británico y su toma de decisiones fue crítica para como
finalmente se desarrolló y finalizo el conflicto. Un rol aún más importante tuvo la
Primer Ministro Margaret Thatcher quien impuso su liderazgo político influenciando a
los miembros del Gabinete de Guerra, quienes terminaron por acceder a su inclinación
por resolver la crisis con el factor militar.
Nos podemos preguntar, entre otras cosas, ¿cómo se organizó Gran Bretaña para la
toma de decisiones en la crisis? ¿Cómo manejo Thatcher a su Gabinete, a la opinión
pública, al Parlamento y a otros actores decisivos en esta crisis? ¿Cómo impuso su
liderazgo político? Thatcher, ¿tenía inclinación por alguna vía en especial para resolver
el conflicto? ¿Cambio su posición durante el desarrollo del conflicto?
El presente trabajo de investigación académica aborda estas cuestiones.
2
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers Collins, 2010.
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4. Objetivos de la Investigación.
A. Objetivo General: Analizar las decisiones estratégicas tomadas por el Gabinete
de Guerra de Gran Bretaña, que fue el cuerpo conformado ad hoc para la toma
de decisiones y manejo de la crisis entre Argentina y Gran Bretaña por la
disputa de la soberanía de las Islas Malvinas y Georgias del Sur de 1982 para
conocer el grado de influencia que tuvo Margaret Thatcher y cómo ejerció el
poder en la toma de
decisiones de dicho Gabinete.
B. Objetivos Particulares:
(i) Identificar cuáles fueron las decisiones estratégicas de Gran Bretaña en la
situación de crisis.
(ii) Determinar cuál fue la influencia del liderazgo político de Margaret Thatcher
en la toma de decisiones del Gabinete de Guerra.
(iii) Determinar si Margaret Thatcher tenía una inclinación por alguna vía para
resolver el conflicto.
5. Marco teórico.
La elaboración del marco teórico para la presente tesis tiene como objeto analizar las
teorías más relevantes que tratan de explicar la conducta de un decisor y la elección de
la acción a una situación estratégica determinada.
La teoría general expresada en la obra de la Escuela Superior de Guerra “Bases para el
Pensamiento Estratégico Tomo I – Estrategia General, ESG Buenos Aires, 1994, será
tomada como punto de partida general.
También se ha tomado en consideración el trabajo de Neustad, Richard E y May, Ernest
R sobre “Los usos de la historia en la toma de decisiones”, que hace un análisis
detallado de las decisiones que se tomaron en casos reales en aspectos importantes de la
historia norteamericana, tales como el caso de bahía Cochinos, la norteamericación dela
guerra de Vietnam.
Han sido considerados también tres trabajos de Patricia Bonatti, a quien se ha
entrevistado para esta Tesis. El primero de ellos “Propuesta de un enfoque integrador en
teoría de la decisión” presenta un modelo integrador que pretende vincular el modelo
normativo de decisión a la situación emocional del Decisor, tomando en cuenta que el
decisor puede tener una visión errónea del mundo que lo rodea, producto de sus propios
sesgos, de sus propias particularidades pisco-físicas, que presentan trampas a la hora de
decidir. Bonatti llega a esta propuesta justamente de una investigación efectuada en el
marco de la tesis doctoral que realizó en el área administración y que convalidó en un
ejemplo de decisión perteneciente a la historia argentina que fue la decisión de la
ocupación de las Islas Malvinas por parte dela Junta Militar. En este trabajo la autora
manifiesta que: “La premisa básica operacional debe ser la consigna de la
subjetividad, la realidad nunca será transparente, estará siempre relacionada con el
sujeto que la percibe. Cuando estamos imaginando posibles estrategias, cursos de
acción, estamos limitados por nuestra habilidad en comprenderlos y en nuestra
incapacidad de comprender la situación misma. La actuación determinante de las
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variables subjetivas y psicológicas fueron las causas principales en el fracaso de esta
decisión. Esto originó la idea de elaborar un modelo omni-comprensivo con múltiples
variables e interrelaciones que conjugan en un único aspecto todos los elementos que,
de una u otra manera, influencian en mayor y en menor medida la elección final.”
El esquema integrador propuesto tiene 3 fases bien diferenciadas:
1. Una fase subjetiva, cognitiva y emocional, que le permite al decisor antes de describir
el mundo objeto de la decisión, eliminar y/o minimizar los sesgos y las fallas presentes
en su propia mente, cumpliendo diversas técnicas.
2. Una fase objetiva, normativa, que es la aplicación de la metodología de la Teoría de
Decisión.
3. Una fase de revisión final, con el objetivo de detectar incongruencias en las fases
anteriores y/o la necesidad de volver hacia atrás para modificar una definición o rescatar
un dato abandonado, o tener en cuenta nuevos datos del mundo que rodea la decisión.
El otro trabajo de Bonatti considerado en esta tesis es “Los sesgos y las trampas en la
toma de las decisiones” que trata de las fallas que están presentes en la toma de
decisiones y que provienen de la mente del decisor y efectos que se dan en forma
sistemática y que se potencian en su interacción.
La autora analiza las distorsiones, fallas en la percepción, defectos que actúan de
manera silenciosa e invisible y que se denominan “sesgos”. El último de los trabajos de
esta autora que se ha tomado en consideración es el de “La ocupación de las Islas
Malvinas- Análisis desde la Teoría de la Decisión”- Cuadernos de Argentina Reciente
Cuaderno Nro. 4- Julio-Agosto 2007, que aplica los sesgos a la ocupación de Malvinas
por parte de la Junta Militar de Argentina.
También se tomó en cuenta la obra “La esencia de la decisión” de Graham Allison. Con
el fin de precisar las características del modelo I, del actor racional, el autor formula un
“paradigma analítico” del mismo. Cuando este modelo analiza determinados
acontecimientos de los asuntos internacionales los considera como acciones elegidas por
la nación o el gobierno, que maximiza ciertos fines u objetivos estratégicos. El actor
racional, conforme Allison, en la toma de decisiones es la nación o el gobierno. El actor,
que tiene fines estratégicos, percibe un conjunto de opciones y hace una valoración
única de cada una de las consecuencias que se siguen de cada alternativa. Ante un
problema estratégico que se le presenta a una nación o gobierno, la acción que se elige
es la respuesta a ese problema. La acción es entendida como una elección racional del
actor, a la que ha llegado de manera ordenada. De esta manera, los fines estratégicos se
encuentran subordinados a la seguridad nacional y a los intereses nacionales. Al actor
racional se le presenta una serie de opciones para poder resolver el problema
estratégico, cada una de ellas tiene determinadas consecuencias. La elección racional
tiene en cuenta la maximización de valores, esto significa que se opta por elegir aquella
alternativa cuyas consecuencias estén a nivel más alto dentro de la escala de los
beneficios o réditos que pueda obtener quien toma las decisiones.
El modelo II, es el del proceso organizacional. Este modelo trata de entender la
conducta gubernamental no como un conjunto de elecciones de acciones deliberadas
son como los outputs de grandes organizaciones que responden a patrones
estandarizados de conducta. Todo gobierno está compuesta por organizaciones
existentes. Cada una de ellas tiene un sistema de procedimientos y programas operativos
estandarizados para realizar cada una de sus funciones. Esto significa que hay una rutina
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pre establecida para actuar frente a cada situación que es competencia de esa
organización, dicha conducta puede surgir de un proceso escrito o no. Se tiene en cuenta
también que las organizaciones están sujetas a cambios, pero sean como estos se den,
están influidos por los procedimientos existentes.
Allison formula un paradigma del proceso organizacional para la política exterior y las
relaciones internacionales. Según este paradigma la acción gubernamental es analizada
como un output organizacional. Las decisiones del conductor gubernamental están
sustentada en rutinas o procesos organizacionales, las que a su vez son el rango de
elección efectiva que tiene el decisor. Cuando se analiza la decisión gubernamental se
atiende a la información provista y las opciones ya definidas en la organización, así
como las capacidades organizacionales existentes, este marco limita y agota las
opciones de elección que tiene a su disposición el decisor. Para este modelo el actor no
es una “nación” o un gobierno, sino que está representado por la totalidad de las
organizaciones que están lideradas por los conductores gubernamentales. El modelo III,
de política gubernamental analizado por el autor ve en el gobierno nacional un
organismo complejo donde se despliega e influye el juego intra nacional. Allison
explica: “el Modelo de la Política Gubernamental (o burocrática) no considera a un
actor unitario sino a varios actores como jugadores, jugadores que no solo atienden
cuestiones estratégicas especificas sino también diversos problemas intra nacionales;
jugadores que actúan no en base a un conjunto consistente de objetivos estratégicos,
sino de acuerdo a variadas concepciones relativas a fines nacionales, organizacionales
y personales; jugadores que toman decisiones gubernamentales no a través de una
elección única y racional, sino atreves del tira y afloja característico de la política.”
Este modelo primero identifica el juego, los jugadores, las alianzas, pactos y
compromisos entre estos a fin de luego poder comprender por qué se tomó determinada
decisión gubernamental o surgió un parámetro de conducta específico. Este modelo
toma en cuenta las relaciones intra nacionales a fin de ver como su entrecruzamiento
influye en las relaciones internacionales.
6. Metodología a emplear.
Utilicé un método hipotético deductivo con recurrencia a inducciones (ejemplo
histórico) y con recurrencia a la analogía de manera intuitiva. El diseño es explicativo.
7. Hipótesis planteada.
Margaret Thatcher estaba determinada desde el inicio de la crisis de soberanía de las
Islas Malvinas y Georgias del Sur de 1982 a resolverla por el uso del factor militar para
cuyo fin utilizo su liderazgo político sobre el Gabinete de Guerra.
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CAPÍTULO I. El inicio de la crisis y las primeras decisiones.
1. El incidente de las Islas Georgias del Sur.
El incidente de las Islas Georgias del Sur se presenta como el evento desencadenante del
conflicto armado de 1982. El mismo no puede estudiarse de forma aislada, sino que
debe ser estudiado dentro del contexto político en el que se produce, toda vez que el
desarrollo de las negociaciones diplomáticas entre ambas partes incidió en la
interpretación que se le dio a ese incidente.
Apenas asumido su cargo como Ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina,
Costa Méndez había recibido la directiva de la Junta de aumentar la presión diplomática
a fin de lograr reactivar las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas en la
próxima ronda de negociaciones a realizarse en la ciudad de New York en Febrero de
1982.
La propuesta argentina entregada en Enero de 1982 a Williams, el embajador británico
en Buenos Aires, consistía en formular un nuevo procedimiento de las negociaciones
mediante el establecimiento de una comisión negociadora permanente que se debería
reunir en las primeras semanas de cada mes en cada capital. Su responsabilidad sería la
de mantener la continuidad de las negociaciones sin tener que depender de encuentros
esporádicos sin objetivos claros ni resultados concretos. La Comisión tendría una
duración de 1 año y podría ser denunciada por cualquiera de las partes previa
advertencia a la otra.
El baut de papier entregado hacía hincapié en que el reconocimiento de la soberanía
argentina sobre las islas en la condición sine – qua – non para la solución del conflicto
Asimismo solicitaba seriedad y profundidad en las negociaciones a desarrollarse con el
fin de llegar a una solución en un tiempo razonable, ya que las pasadas negociaciones
no habían producido ningún progreso concreto en este sentido. Sostenía que se debían
respetar los intereses de los isleños en vez de sus deseos.
La respuesta británica sostuvo que no tenía dudas sobre la soberanía británica sobre las
islas por ello no podía aceptar la suposición argentina de que el propósito de las
negociaciones era un eventual reconocimiento por parte de Gran Bretaña de la soberanía
argentina sobre el área. Sostuvo que las negociaciones siempre fueron conducidas sobre
la base de que la posición de soberanía de cada parte no sea prejuiciada y sobre esa base
es que manifestaba la voluntad de continuar el proceso de negociaciones a llevarse a
cabo en New York los días 26 y 27 de Febrero, en donde se discutiría en detalle el
establecimiento de grupos de trabajo para examinar los aspectos particulares de la
disputa.
Por otro lado, Costa Méndez había sido informado recién en la segunda quincena de
Febrero de que se estaba analizando la posibilidad de una ocupación militar de las islas.
En la ronda de negociaciones de New York de los días 26 y 27 de Febrero, la delegación
argentina estaba integrada por Enrique Ros, secretario de Relaciones Exteriores, Carlos
Luca Blanco, Director del Departamento de Malvinas y Antártida, de Londres había
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llegado el embajador Ortiz de Rozas junto con Atilio Molteni. La delegación británica
estaba integrada por Richard Luce, Ministro del Foreign Office, el embajador británico
en Buenos Aires Anthony Williams, Robin Fearn, jefe del Departamento Sudamericano
del Foreign Office, y dos miembros de Consejo Legislativo de las Islas Malvinas,
Gerald Cheek y Anthony Blake.
La propuesta argentina en el punto de establecer una comisión negociadora permanente
le resultaba viable a la delegación británica. La delegación argentina acepto que su
propuesta sea puesta ad referéndum a los ministros británicos, pero hizo énfasis en
recibir una respuesta definitiva a la brevedad. Luce se comprometió a recomendar la
propuesta a sus colegas. En el mismo sentido los concejales isleños recomendarían a sus
pares la aceptación de la misma.
Se acordó emitir un comunicado conjunto el 1 de Marzo, que decía: “La reunión tuvo
lugar en un clima cordial y positivo. Las dos partes reafirmaron su decisión de hallar
una solución a la disputa de la soberanía y consideraron en detalle una propuesta
argentina sobre procedimientos para lograr mayores progresos en este sentido.
Acordaron informar a sus gobiernos al respecto.”3
En Buenos Aires se vio como inadecuado el comunicado conjunto, y es así como Costa
Méndez emitió un comunicado unilateral, que fue aprobado por el Poder Ejecutivo, que
decía: “La Argentina ha negociado con Gran Bretaña con paciencia, lealtad y buena fe,
durante más de 15 años, en el marco señalado por las resoluciones pertinentes de la
O.N.U, la resolución de la disputa de la soberanía sobre esas islas. El nuevo sistema
constituye un paso eficaz para la pronta solución de esa disputa. Por lo demás, si eso
no ocurriera, la Argentina mantiene el derecho de poner término al funcionamiento de
ese mecanismo y de elegir libremente el procedimiento que mejor consulte a sus
intereses.”
El comunicado unilateral del gobierno argentino, junto con artículos periodísticos de la
prensa argentina que especulaban con una posible acción militar de Argentina antes de
la fecha histórica de Enero de 1983, alarmaron a Thatcher, quien escribió : “debemos
hacer planes de contingencia” sobre la copia del informe de Williams enviado desde
Buenos Aires respecto del comunicado unilateral. No obstante Thatcher reconoció que
no esperaba que el conflicto escalara al punto de una invasión4, había pedido el 8 de
marzo a Nott, Ministro de Defensa, que le informe cuanto tiempo necesitaban los barcos
de la Royal Navy para arribar a las Islas.
En este estado de situación va a cobrar total relevancia una operación comercial privada
que debía desarrollarse en el territorio de las Georgias del Sur. Constantino Davidoff
había firmado un contrato con la empresa británica “Christian Salvesen Co”, cuyo
objeto consistía en que Davidoff se comprometía a retirar la chatarra de los puestos
balleneros en Leith, Stromness y Hucvik en la Isla Georgias del Sur. La vigencia del
contrato era hasta el 31 de Marzo de 1983. La empresa de Davidoff para realizar este
3
Informe Final de la Comisión Rattenbach I parte pag. 18.
4
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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trabajo se denominaba “Islas Georgias del Sur Sociedad Anónima”. Davidoff había
contratado al A.R.A Almirante Irizar para que lo transporte hasta las Georgias del Sur,
que donde iba a hacer una evaluación de los trabajos que debía realizar. Es así que el
A.R.A Almirante Irizar zarpo el 15 de diciembre de 1981 de Buenos Aires, arribando a
Bahía Stromness el 18 de diciembre. Si bien Davidoff había solicitado autorización a la
embajada británica en Buenos Aires, no había pedido autorización diplomática para el
Almirante Irizar y la mencionada carta llego a su remitente luego de que Davidoff
hubiera zarpado. El embajador Williams presento una queja formal toda vez que
interpretaba que al no haber pasado por King Edward Point, Grytviken, lugar de entrada
oficial, se había violado la soberanía británica. Dicha queja fue rechaza por el
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Davidoff decidió retornar a las Georgias del Sur, y se acordó que se transportaría en un
navío de la Armada Argentina, el Bahía Buen Suceso. El día 9 de Marzo de 1982
Davidoff presento por ante la Embajada británica en Buenos Aires el detalle del
personal que iba a transportarse a Puerto Leith y también había gestionado las
denominadas “tarjetas blancas” que eran certificados provisorios para quienes viajaran
desde y hacia Malvinas, previstos la Declaración Conjunta de Buenos Aires de 1971, y
que le fueron entregados por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El 18 de Marzo el navío Bahía Buen Suceso llego a Leith, el grupo de trabajo fue visto
por un grupo de la Exploración Antártica británica, que dio aviso a King Edward Point.
La embajada británica en Buenos Aires cumplió la orden de comunicar al Ministerio de
Relaciones Exteriores que el incidente era serio para Gran Bretaña y que si el Bahía
Buen Suceso y su tripulación no se retiraban se tomarían las acciones que se
considerasen necesarias.
Margaret Thatcher fue informada en fecha 20 de Marzo del desembarco del Bahía Buen
Suceso, su primer decisión tomada en forma bilateral junto a Carrington fue la de enviar
el HMS Endurance a Georgias del Sur a fin de que sacara a los argentinos de allí.
Mientras tanto se intentaría resolver el incidente mediante una negociación para lo cual
se instruyó al HMS Endurance para que proceda para hacía la base de Grytviken, en vez
de dirigirse a Leith a fin de evacuar a los obreros que estaban allí.
El 28 de Marzo Costa Méndez envió un mensaje a Carrington donde manifestó que en
el contexto dado los trabajadores argentinos en Georgias del Sur debían permanecer allí
ya que se les había dado la documentación necesaria para ello. Remarco que la presente
situación era el resultado directo de la falta de reconocimiento del gobierno británico de
los títulos de soberanía que tenía la Argentina sobre las Malvinas, las Georgias y
Sándwich del Sur. Para resolver la presente situación consideraba necesario que ambas
partes negociaran no solo el presente problema sino también la disputa sobre la
soberanía del área.
El 29 de Marzo Margaret Thatcher, nuevamente de manera bilateral con Carrington,
mientras se encontraban en camino a Bruselas para la reunión del Consejo Europeo,
acordaron enviar un submarino con poder nuclear para reforzar al HMS Endurance y
hacer las preparaciones pertinentes para enviar un segundo submarino. También habían
decidido involucrar por primera vez a Estados Unidos en el asunto , para el 28 de Marzo
Carrington ya había tomado el primer contacto con Alexander Haig, Secretario de
Estado, a fin de que presionara una resolución al incidente.
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La Foreign Office tanto como el Ministerio de Defensa ya había estado trabajando en
actualizar y revisar las opciones militares y diplomáticas. La información recibida de
inteligencia era que el gobierno argentino estaba explorando las reacciones del
británico, y no se esperaba una invasión inmediata de las Malvinas.
El proceso de decisiones en este momento de la crisis se resolvía de manera bilateral
Thatcher – Carrington.
2. Las decisiones de armar y de enviar la fuerza de tareas.
El miércoles 31 de Marzo Margaret Thatcher estaba en su oficina de la Cámara de los
Comunes cuando le comunicaron que John Nott requería una reunión urgente con ella
para discutir el tema Malvinas. La Primer Ministro armo una reunión con Humphrey
Atkins y Richard Luce, en representación de la Foreign Office, ya que Carrington estaba
ausente, y con oficiales del Ministerio de Defensa, ya que el Jefe del Departamento de
Defensa también estaba afuera, en Nueva Zelanda. Se había recibido información de
inteligencia que aseguraba que una flota argentina que ya se encontraba navegando
aparentaba tener intenciones de invadir las Malvinas. La inmediata reacción de
Margaret Thatcher fue decir que si las islas eran invadidas debían ser recuperadas.5 Es
decisiva la presencia de Henry Leach, Jefe de Operaciones navales, que se unió más
tarde a la reunión, quien recuerda haber tenido el siguiente dialogo con Thatcher:
“Primer Ministro: ¿Podemos recapturar las Islas si son invadidas?
Leach: Si podemos y a mi criterio (aunque no sea de mi incumbencia) debemos
recapturarlas.
Primer Ministro: ¿Por qué dice eso?
Leach: Porque si no lo hacemos, o damos vueltas al asunto y no logramos un éxito
total, en unos meses estaremos viviendo en un país diferente donde nuestra palabra no
contara mucho.”6
Por su parte Thatcher recuerda que cuando Leach fue consultado por ella sobre que
podían hacer, la respuesta fue: “Puedo armar una fuerza de tareas de destructores,
fragatas, lanchas de desembarco, buques de apoyo que será dirigido por el HMS
Hermes y HMS Invincible. Puede estar lista para salir en 48 horas.”7
El resto de los presentes estaban inclinados a actuar con mayor cautela. Incluso Nott
tenía la impresión de que Leach “no era un hombre muy cerebral”8.
5
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
6
Leach, Sir Henry, Endure, No Makeshifts: Some Naval Recollections, Londres, Casamate, 1993, pag. 221
7
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
8
Nott, John, Here today, gone tomorrow: Memoirs
Página 14 de 178
Thatcher recuerda en sus memorias9 que Leach creía que la fuerza de tareas podía re
capturar las Islas y que solo necesitaba su autorización para ensamblarla, por lo tanto se
la dio y reservo para que el Gabinete decidiera si se usaría y en su caso cuando.
También recuerda Thatcher que Leach le hizo creer que Gran Bretaña estaba realmente
preparada para pelear y ganar y que su deber como Primer Ministro era que las fuerzas
recibieran todo el apoyo político que necesitaban. Luego intento detener la toma de las
Islas por parte de los Argentinos buscando la intervención personal de Ronald Reagan.
Como resultado de esta reunión se toman dos decisiones políticas, por un lado y en
primer lugar Thatcher ordena a Leach que organice la fuerza de tareas, por el otro se
redactó un mensaje que fue enviado al Presidente Ronald Reagan solicitándole que
presionara a Galtieri para abandonar sus planes.
Thatcher adopta en esta reunión una postura que no va a cambiar en ningún momento en
todo el transcurso de la crisis: la toma argentina de las islas es inaceptable y Gran
Bretaña tendrá que tomar medidas de fuerza para recobrarlas. También mantendrá la
misma interacción con los militares, ya que se mostrara más dispuesta a aceptar los
consejos militares por sobre los diplomáticos.
A las 9.30 am del jueves 1 de abril Thatcher mantiene una reunión con el Gabinete
completo de manera que luego pueda reunirse con el Comité del Extranjero y de
Defensa (Overseas and Defense Committee of the Cabinet) donde informa que la
situación es bastante grave y que la mayor esperanza de evitar una confrontación queda
en manos de la influencia del Gobierno de Estados Unidos. En ninguna de las dos
reuniones es totalmente transparente ya que no revela que el informe de inteligencia dijo
que la invasión era altamente probable. De la lectura de la minuta de la reunión del 1°
de Abril del Gabinete surge que se comunica que existe un informe de que fuerzas
navales argentinas se estarían desplegando por la zona de Malvinas, habiendo sido
tomadas precaución.10
Más tarde mantuvo una reunión ad hoc con quienes luego integrarían el “Cabinet War”,
el grupo central de toma de decisiones en el transcurso de toda la guerra. La decisión a
la que se llego es que se le diera la orden a la fuerza de tareas de estar alerta y a la
espera de la orden de zarpar.
En las primeras horas del 2 de Abril le informan el resultado de la comunicación de
Reagan con Galtieri, El mensaje que le envió Reagan a Thatcher fue que se había
podido comunicar con Galtieri a quien le transmite su preocupación personal por la
posibilidad de una invasión Argentina a las Malvinas y que el inició de operaciones
militares en las islas comprometería las relaciones entre Argentina y Estados Unidos.
Asimismo Reagan ofreció sus buenos oficios y su disposición para enviar un
representante que asistiera a ambas partes en resolver el problema. Galtieri no le dejo
ninguna duda de que se había embarcado en el curso de un conflicto armado. Reagan le
hizo saber a Thatcher que Estados Unidos mantendría su política de neutralidad en el
9
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
10
Minuta de la reunión del Gabinete complete de fecha 1° de Abril de 1982,
http://www.margaretthatcher.org/document/122267.
Página 15 de 178
tema de la soberanía pero no sería neutral en el caso de que Argentina hiciera uso de la
fuerza militar.
En la reunión de la mañana del 2 de Abril del Gabinete, Thatcher informo que la
invasión de fuerza argentinas en las Malvinas era inminente. Thatcher ya tenía en claro
que se debía hacer desde su punto de vista, o sea enviar la fuerza de tareas, pero si
quería resolver el cómo lo haría. Nott explicó la decisión de mantener una fuerza de
tareas en estado de alerta en Gran Bretaña, mientras que 22 marinos que estaban en
Georgia del Sur habían recibido la orden de resistir el ataque argentino. Sostuvo que la
fuerza de tareas que estaría en 3 semanas en las Malvinas sería lo suficientemente fuerte
para manejar con éxito la situación en caso de una invasión Argentina. Por su parte
Carrington expuso al gabinete las acciones diplomáticas que se estaban llevado a cabo:
los representantes permanentes del Reino Unido ante las Naciones Unidas recibieron la
orden de llamar a una reunión urgente del Consejo de Seguridad, el Secretario General
del Commonwealth estaba tratando de obtener el apoyo de todas las naciones del
Commonwealth, especialmente de Canadá, Australia y Nueva Zelanda. También
anunció que una vez que se produjera la invasión las relaciones con Argentina se
romperían. Thatcher cerró la reunión recapitulando que: la decisión de instruir a la
fuerza naval de zarpar se tomaría más tarde conforme la apreciación militar de la
situación. Anunció que un pequeño grupo compuesto por ella, William Whitelaw, Lord
Carrington, Francis Pym y John Nott se reuniría durante el fin de semana.11
La segunda reunión de Gabinete completo el día 2 de abril se llevó a cabo a las 7.30 pm
con la información de que Argentina había invadido las Islas Malvinas. Es en esta
reunión donde se toma la decisión de enviar la fuerza tareas apenas estuviera preparada
para zarpar. La Primer Ministro dijo que iba a anunciar esta decisión en el debate en la
Casa de los Comunes al día siguiente. Las opciones de cómo se utilizaría se dejarían
abiertas para ser evaluadas más adelante. 12
El patrón de buscar la aprobación del Gabinete completo para las decisiones más
importantes pero con las mismas ya elaboradas en grupos ad hoc, se va a reiterar
también en todo el transcurso del conflicto.
El hecho de que las decisiones en su mayoría se llevaran a cabo en reuniones ad hoc
implico que el servicio civil del gobierno, o sea la parte administrativa, no estuviera
involucrado de manera regular. John Nott vio esto como un beneficio: “Fue en parte
debido a que el “Whitehall” estaba virtualmente en suspenso, aturdido e inútil, de que
no surgieron obstáculos en poner la flota en el mar.”13
Debe destacarse que la flota partió sin que haya existido un informe detallado de los
riesgos que tendría que afrontar. No fue hasta varias semanas después de haber zarpado
11
Minuta de la reunión del Gabinete completo en fecha 2 de abril de 1982 9.45 am.
http://www.margaretthatcher.org/document/122268
12
Minuta de la reunión del Gabinete completo en fecha 2 de Abril de 1982, 7.30 pm.
http://www.margaretthatcher.org/document/122269
13
Nott, 279
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que el Gabinete de Guerra fue debidamente informado de las perdidas y riesgos que
podrían ocurrir.
También en esta etapa Thatcher confirma su preferencia por la institución militar por
sobre la Foreign Office: “También fue el viernes 02 de abril que recibí el
asesoramiento del Foreign Office, donde resume la flexibilidad que caracteriza a ese
departamento. Me fueron presentados los peligros de una reacción en contra de los
expatriados británicos en Argentina, los problemas acerca de cómo obtener apoyo en el
Consejo de Seguridad de la ONU, la falta de confianza que podríamos colocar en la
Comunidad Europea o los Estados Unidos, los riesgos de que los soviéticos se
involucraran, la desventaja de vernos como una potencia colonial. Todas estas
consideraciones eran bastante justas. Pero cuando se está en guerra no se puede
permitir que las dificultades dominen el pensamiento, uno tiene que fijarse una
voluntad de hierro para superarlos. Y de todos modos cual la alternativa? Que un
dictador ordinario gobernase a los sujetos de la Reina y que prevaleciera por el fraude
y la violencia? No mientras yo fuera Primer Ministro”14
Thatcher estableció un objetivo en el corto plazo en el ámbito del Consejo de Seguridad
de la ONU. Sabía que si conseguía una resolución favorable a la posición británica le
resultaría más fácil ganar el apoyo de otras naciones con el fin de que le impusieran
sanciones a Argentina. Pero a largo plazo sabía que tenía que evitar mantener al
Consejo de Seguridad el mayor tiempo posible fuera del asunto, ya que podría
imponerle a Gran Bretaña condiciones no satisfactorias para resolver la disputa, por
supuesto que contaba con la posibilidad del veto, pero ejercerla significaría limitar el
apoyo internacional de su posición. El segundo objetivo que estableció a largo plazo y a
nivel internacional fue el de tratar de conseguir el máximo apoyo posible de sus aliados
para imponer sanciones a la Argentina, este último le sería más difícil manejarlo.
Es así como el 3 de Abril el Consejo de Seguridad se reunió para tratar el proyecto de
resolución propuesto por Gran Bretaña. Fue aprobada como la Resolución 502/1982,
con diez países a favor: Estados Unidos, Francia, Guayana, Irlanda, Japón, Jordania,
Reino Unido, Togo, Uganda y Zaire; con un voto en contra de Panamá, y cuatro
abstenciones de: China, Unión Soviética, Polonia y España.
El texto de la mencionada Resolución es el siguiente: “El Consejo de Seguridad,
Recordando la declaración formulada por el Presidente del Consejo de Seguridad en
día 23 45a. Sesión del Consejo de Seguridad, celebrada el 1º de abril de 1982
(S/14944), en la que se instaba a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que se abstuvieran del uso o la amenaza de la
fuerza en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
Profundamente preocupado por los informes acerca de una invasión por parte de las
fuerzas armadas de la Argentina el 2 de abril de 1982,
Declarando que existe un quebrantamiento de la paz en la región de las Islas Malvinas
(Falkland),
1. Exige la cesación inmediata de las hostilidades.
14
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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2. Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas
(Falkland).
3. Exhorta a los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una
solución diplomática a sus diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y
principios de la Carta de las Naciones Unidas.15
Esta decisión estratégica fue esencial para Thatcher. Se le pedía solo a Argentina el
retiro de la fuerza y no un retiro bilateral. Gran Bretaña logra justificar y validar un
posible uso de la fuerza en caso de que Argentina desobedeciera actuar en los términos
de la Resolución 502/1982.”
Ese mismo día, sábado 3 de abril, Thatcher enfrentaba a la Cámara de Los Comunes,
donde tenía que convencer a los parlamentarios de que Gran Bretaña debía responder
frente a la invasión Argentina con medidas de fuerza y efectividad. Cuando anunció
que una fuerza de tarea estaba lista para dirigirse a las Islas, consiguió un fuerte apoyo.
Pero como ella misma recuerda, no todos estaban apoyando lo mismo: “Algunos vieron
la fuerza de tareas como una maniobra puramente diplomática que conseguiría que los
argentinos vuelvan a la mesa de negociaciones. Ellos nunca tuvieron la intención de
que en realidad se llegara a luchar. Pero necesitaba su apoyo durante el mayor tiempo
posible, ya que necesitábamos demostrar una voluntad a nivel nacional unida tanto al
enemigo como a nuestros aliados. Yo estaba convencida que los argentinos no se
retirarían sin luchar, y menos que un retiro era inaceptable para el país y ciertamente
para mí.”16 Otros integrantes de la Cámara de los comunes compartían el punto de vista
de la Primer Ministro en el sentido de que la fuerza de tareas iba a efectivamente usarse,
pero dudaban de que su gobierno fuera capaz de hacerlo.
Thatcher recuerda en sus memorias17 que logro obtener el apoyo de los dos grupos de
diputados, o sea de los de su partido conservador y también de los de la oposición
mediante las medidas que anuncio de enviar la fuerza de tareas y de los objetivos que se
había propuesto su gobierno de liberar a las Islas de esta ocupación y de que volvieran a
tener una administración británica. Thatcher obtuvo un apoyo casi unánime sobre la
política de gobierno anunciada mientras que el juicio sobre la performance del gobierno
fue dejada de lado por el momento. Thatcher sabía que este grado de adhesión iba a ser
difícil de mantener durante toda la crisis. Ella sabía que había dificultades militares
prácticas que tendría que superar la fuerza de tareas, esta información por el momento
no la tenían los miembros del Parlamento, suponía que cuando tuvieran más
información al respecto se estarían preguntando si valía la pena seguir adelante con esta
política. Pero estaba satisfecha de que había obtenido el apoyo del Parlamento completo
para el envío de la fuerza de tareas.
De la lectura del debate surge que casi con unanimidad los miembros sentían que Gran
Bretaña había sido humillada, y que su honor estaba en juego. Varios miembros
15
Resoluciones del Consejo de Seguridad 1982, www.un.org
16
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
17
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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reprocharon al Gobierno falta de reacción frente al incidente de Georgias del Sur
durante los meses de Febrero y Marzo, otro cuestionamiento fue la falta de inteligencia
para conocer los planes de Argentina y los recortes al presupuesto de Defensa.
Inmediatamente después de obtener este segundo logro, Thatcher enfrento una crisis
importante dentro de su gobierno, que cambiaría los actores del proceso de toma de
decisiones.
En ese mismo debate de la Cámara de los Comunes no le fue tan bien a dos de sus
Ministros: Carrington y Nott. John Nott tuvo un desempeño pobre en su discurso frente
a los parlamentarios, quienes lo atacaron fuertemente responsabilizándolo del informe
de Defensa que él había dado. Por su lado, Carrington fue atacado fuertemente en una
reunión de backbenchers del partido conservador, que se realizó luego del debate de la
Cámara de los Comunes. El tenor de este encuentro fue uno de los mayores factores en
la decisión de Carrington a dimitir. También entendía Carrington que el partido
conservador no se uniría lo suficiente para atravesar esta crisis si el continuaba en el
cargo. Otros dos oficiales experimentados también renunciaron: Humphrey Atkins y
Richard Luce.
John Nott también quiso renunciar, Thatcher logro convencerlo de que no lo haga bajo
la condición de que el presentaría su renuncia públicamente y ella también la rechazaría
públicamente.
Ahora Thatcher tenía que nombrar un nuevo ministro al frente de la Foreign Office. El
único candidato con experiencia suficiente y con apoyo del partido conservador era
Francis Pym, la Primer Ministro tuvo que optar por él, sin tener mucha más alternativa.
La relación entre Francis Pym y Margaret Thatcher era muy pobre, y se terminó de
deteriorar en el transcurso de la crisis.
Francis Pym se convirtió en ministro de Asuntos Exteriores el lunes 5 de abril .Por lo
que a partir de este momento en el grupo central de toma de decisiones habrá una mala
relación entre dos de sus actores principales y dos posturas muy diferentes: Thatcher
seguirá apegada a su inclinación por resolver la disputa usando la fuerza y Pym estará
comprometido personalmente a intentar que la disputa se resuelva vía negociación.
3. El Gabinete de Guerra. La creación del gabinete de Guerra. Su
composición.
Superada la crisis y reorganizado el gobierno, Thatcher tomo la decisión de crear un
grupo de ministros que manejarían la crisis.
Es axiomático que grandes cuerpos deliberativos no pueden manejar una guerra o un
conflicto armado, ya que se necesitan decisiones rápidas y control. El Gabinete
Británico en 1982 estaba compuesto por 22 miembros y obedecía a razones políticas.
Durante el conflicto Margaret Thatcher designo un “Gabinete de Guerra”, tal como en
otras ocasiones, por ejemplo para el conflicto de Suez se lo llamo el “Egypt Committee”,
también conocido como el “Inner Cabinet” o “the Suez Group of Ministers”, o para el
conflicto armado de Korea.
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El Gabinete de Guerra designado para el conflicto armado de las Islas Malvinas siguió
el modelo de los Gabinetes designados para Suez y Persia. Existió acción militar desde
el inicio pero se necesitaba tiempo lo que hizo que una solución por vía diplomática
fuera ensayada. Las primeras reuniones ad hoc fueron hechas unas 48 horas antes de
que Argentina tomara las Islas Malvinas. La primera de estas reuniones fue el 31 de
Marzo por la tarde, conto con la presencia del Foreign Office, el Ministerio de Defensa,
Thatcher y oficiales.
En la primera reunión del Gabinete completo llevada a cabo el 2 de abril se estableció
que un grupo pequeño de Ministros compuesto por la Primer Ministro, el Home
Secretary (William Whitelaw), el Ministro de Asuntos Exteriores (Carrington), el
Ministro de Defensa (Nott) y el Lord President of the Council (Francis Pym) se reunirán
lo necesario durante el fin de semana.
El 3 de Abril Robert Armstrong le envía una nota18 a Margaret Thatcher en la cual
manifiesta que se debía ordenar el proceso de toma de decisiones. Sugirió que el
Gabinete o el Comité de Políticas para la Defensa y el Extranjero debían tomar
decisiones de importancia. Sugirió también que durante esta etapa el Jefe de Estado
Mayor y el Jefe Naval debían ser invitados al Comité de Políticas para la Defensa y el
Extranjero. Asimismo sostuvo que el pequeño grupo ya designado por la Primer
Ministro debía mantenerse. Sostuvo que se necesitaría de coordinación e instrucciones y
para hacer esto de manera formal se podía convertir al pequeño grupo en un subcomité
del Comité de Políticas para la Defensa y el Extranjero bajo la presidencia de Margaret
Thatcher. Sugirió los siguientes integrantes: el Ministro del Interior (Whitelaw), el
Ministro de Asuntos Exteriores (Carrington), el Ministro de Defensa (Nott) y el Lord
President (Pym). Como grupo de contención sugirió que se podía incluir al Chancellor
of the Exchequer y tal vez al Ministro de Comercio. Thatcher le hace llegar su
contestación diciéndole que está de acuerdo en que las decisiones más importantes
deben ser tomadas por el Gabinete completo o por el Comité de Políticas para la
Defensa y el Extranjero. También presta su acuerdo sobre la invitación a que participen
el Jefe del Estado Mayor y el Jefe Naval. Expresa que quiere mantener el pequeño
grupo de Ministros ya designados como el cuerpo que tomara las decisiones más
urgentes. Pero modifica su composición por la siguiente: Primera Ministro, Ministro del
Interior (Whitelaw), Ministro de Asuntos Exteriores (Carrington), Ministro de Defensa
(Nott) y Paymaster General (Parkinson). También está de acuerdo en que este cuerpo se
forme como subcomité del Comité de Políticas para la Defensa y el Extranjero.
Thatcher cambia a Pym por Parkinson, luego por cuestiones de supervivencia y
conveniencia política debió volverlo a designar pero como Ministro de Relaciones
Exteriores.
Es así que en la reunión de Gabinete del 6 de Abril Thatcher anunció la creación de un
sub grupo del “Overseas Defense Cabinet Comittee” que sería el encargado de manejar
la crisis, y sería el “Overseas Defense Comittee for the South Atlantic” (ODSA),
rápidamente conocido como el gabinete de guerra (War Cabinet). No todos sus
miembros eran miembros del Overseas Defense Comittee, la composición de sus
integrantes y su procedimiento estuvo directamente influido por una reunión que
mantuvo Thatcher con Harold Macmillan (ex Primer Ministro durante el periodo de
18
http://www.margaretthatcher.org/document/135195
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1957-1963). Fue quien le recomendó que el integrante del Tesoro (Geoffrey Howe) no
formara parte del Gabinete de Guerra, para no comprometer la seguridad de las fuerzas
por razones financieras.
Conforme la reunión del 6 de abril19 la composición del Gabinete de Guerra fue la
siguiente: Margaret Thatcher, Primer Ministro, Francis Pym, ministro del Foreign
Office, John Nott, Ministro de defensa, William Whitelaw, viceprimer ministro, Cecil
Parkinson, presidente del partido conservador, como integrantes del Secretariado: Sir
Robert Amstrong, RL Wade – Gery, RLL Facer, y el Almirante Terence Lewin, Jefe
del Estado Mayor.
4. Los integrantes del Gabinete de Guerra.
Whithelaw, un estadista de experiencia y asistente de Thatcher, fue una designación
esperada y hasta lógica desde el punto de vista de que su función era mantener la
confianza del Gabinete completo y de los miembros del parlamento en que el Gabinete
de Guerra estaba manejando bien el conflicto armado. William Whitelaw, fue un
miembro prominente del partido conservador. Después de las primeras derrotas como
candidato para el distrito electoral de East Dunbartonshire, se convirtió en miembro del
Parlamento (MP) para Penrith y la frontera en la elección general de 1955, y representó
a ese distrito electoral durante 28 años. Tuvo sus primeros puestos en el gobierno bajo
Harold Macmillan y luego bajo Sir Alec Douglas-Home. Cuando los conservadores
volvieron al poder en 1970 bajo Edward Heath, Whitelaw fue designado Señor
Presidente del Consejo y Presidente de la Cámara de los Comunes, con un puesto en el
gabinete. Se convirtió en el primer Secretario de Estado para Irlanda del Norte después
de la imposición de un gobierno directo en marzo de 1972 y se desempeñó en ese cargo
hasta noviembre de 1973 para luego convertirse en Secretario de Estado de Empleo.
Poco después de que el Partido Laborista de Harold Wilson volviera al gobierno, Heath
designó a Whitelaw como diputado líder de la oposición y presidente del Partido
Conservador. Después de una segunda derrota en la elección general de octubre de 1974
- Heath se vio obligado a convocar a una elección interna de liderazgo en 1975.
Whitelaw se negó a competir contra Heath por lealtad. Sin embargo, y para sorpresa
general, Margaret Thatcher derrotó por estrecho margen a Heath en la primera ronda.
Whitelaw fue en lugar de Heath en la segunda vuelta perdiendo contra Thatcher.
Whitelaw logró mantener su posición como líder adjunto hasta las elecciones generales
de 1979, cuando fue nombrado Ministro del Interior y viceprimer ministro en el nuevo
gobierno de Thatcher. Thatcher era una seguidora de Whitelaw, lo nombro Ministro del
Interior en su primer Consejo de Ministros. Manifestó de él que: “Willie es un gran
hombre de carácter como físicamente. Quería el éxito del Gobierno, aceptó desde el
principio que sería guiado por mi filosofía general. Una vez que había prometido su
lealtad, él nunca la retiró".
Una de las ventajas de la designación de Pym, es que tenía reputación de ser sensible a
los puntos de vista de los miembros del Parlamento. Luego de haber comenzado como
hombre de negocios, en 1961, y a los 39 años de edad, Pym fue seleccionado para
pelear una elección parcial de Cambridgeshire y ganó cómodamente. Ocupó el cargo
hasta 1983. Fue nombrado un “whip” en 1962 y se mantuvo en ese puesto durante los
19
http://www.margaretthatcher.org/document/122371
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próximos 11 años. Se convirtió en el Jefe adjunto de los “whip” en 1967 (el Jefe de los
“whip” era William Whitelaw, un amigo cercano) y cuando Edward Heath formó su
gobierno conservador en 1970, hizo a Pym su jefe de “whip”.
En noviembre de 1973 Pym reemplazó a Whitelaw como Secretario de Irlanda del
Norte y se convirtió en miembro del Gabinete de Ministros. En octubre de 1978 se
convirtió en “shadow” Secretario de Relaciones Exteriores. Pero cuando Thatcher
eligió su primer gabinete en mayo de 1979, se sobrepuso a las preocupaciones de que
Lord Carrington no era diputado y lo convirtió en secretario de Relaciones Exteriores.
Pym decepcionado fue a Defensa. Pronto tendría motivos para lamentar el movimiento
de Pym a Defensa porque él demostró ser un defensor valiente de su presupuesto de
cara a las demandas del Tesoro para los cortes; a finales de 1980, amenazó con
renunciar. Respaldado por su formidable Secretario Permanente, Sir Frank Cooper, y los
jefes de Estado Mayor, que insistían en una reunión personal con la señora Thatcher.
Desconforme con la posición que Pym había tomado en Defensa, decidió reemplazarlo
con alguien que insistiría en relación calidad-precio. En una restructuración del
Gabinete hecha en enero de 1981 se le sustituyó por John Nott, y nombró a Pym como
Líder de los Comunes y, en un principio, Canciller del Ducado de Lancaster y Lord
Presidente del Consejo.
En Defensa Nott hizo los recortes que Thatcher quería. Incluyeron la decisión simbólica
de retirar el barco Endurance, el último buque de la Armada británica en el Atlántico
Sur. Irónicamente, esto llevara a que Thatcher luego tenga que nombrar a Pym como
Secretario de Relaciones Exteriores.
La renuncia de Lord Carrington como Secretario de Relaciones Exteriores el 5 de abril
de 1982, después de la toma argentina de las Malvinas, se presentó a Thatcher como un
problema. Necesitaba una persona de peso, pero ella no quería una restructuración
mayor del Gabinete de Ministros. Los “whip” la convencieron de que Pym era la
elección obvia.
La inclusión de Parkinson fue sorpresiva ya que era un miembro bastante Junior del
Gabinete. Había sido nombrado como Chairman of the Conservaty party en Septiembre
de 1981 y como Ministro (Paymaster General). Había asistido regularmente al Gabinete
pero su designación formal fue luego de la renuncia de Carrignton, donde tomo el
puesto extra de Chancellor of the Duchy of the Lancaster. Al principio su designación
paso desaparecibida hasta que fue noticia el 19 de Abril en la BBC que había sido
llamado a formar parte del círculo íntimo de Ministros. Su responsabilidad fue la de
mantener al partido y al público al tanto de la política del Gobierno. Se recuerda que su
nombramiento en realidad obedeció por ser un aliado de Thatcher, pedido especialmente
por Nott para el caso de que Pym o Whitelaw se unieran para no ser leales a Thatcher.
La versión oficial de la inclusión de Cecil Parkinson fue que dado su cargo de jefe del
Partido Conservador sería quien mantendría la unidad del partido durante la crisis,
informando al partido del desarrollo de la crisis y a su vez transmitiendo el ánimo del
partido al Gabinete de Guerra. Sin embargo, también se sostiene que su inclusión
obedeció a que Nott estaba preocupado de que Pym y Whitelaw, quienes eran
considerados institucionalmente inclinados al modo de pensamiento del Foreign Office,
formaran una alianza. Entonces habría pedido la inclusión de Parkinson ya que Nott
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sentía que entendía las necesidades del Ministerio de Defensa. La alianza de Pym y
Whitelaw nunca llego a concretarse.
Nott fue miembro del Parlamento por St Ives en Cornualles, de 1966 a 1983. Pertenecía
a los liberales nacionales, que fueron absorbidos formalmente por los conservadores en
1968.
Nott se desempeñó, en la década de 1970, bajo el gobierno del Primer Ministro Ted
Heath como ministro de Hacienda junior. Se incorporó al “Shadow cabinet” en 1976 y
al gabinete de Ministros, cuando Margaret Thatcher ganó las elecciones generales de
1979. Con este nombramiento en el gabinete, fue nombrado consejero privado. Se
desempeñó primero como Secretario de Estado de Comercio y se trasladó a Defensa en
la remodelación de enero de 1981. Allí fue muy criticado por los jefes de la Marina
Real respecto al Libro Blanco de la Defensa 1981 por su decisión de recortar el gasto
naval durante la severa recesión económica de la década de 1980; los cortes incluidos
originalmente preveían el retiro de la nave de patrulla antártica HMS Endurance y la
retirada de numerosos buques de superficie importantes, incluyendo portaaviones, poco
antes del estallido de la Guerra de las Malvinas.
El Gabinete de Guerra tuvo una composición eminentemente política y se puede decir
que no fue un instrumento personal de Margaret Thatcher tal como si se puede decir del
gabinete de guerra designado para el conflicto de Suez que era un instrumento personal
de Eden. Durante el conflicto su número y composición no fluctuó ni creció. Si tuvo un
gran número de asesores involucrados diariamente durante la crisis: además del
Cherman of the Chiefs of Staff, Admiral Lewin, era Secretario del Gabinete de Guerra
Sir Robert Armstrong, Antony Ancland y su predecesor Michael Palliser quien renunció
al principio de la crisis, asesoraba también el Director del Ministerio de Defensa Sir
Frank Cooper, el Attorney General Michale Havers, el asesor legal del Foreign Office
Sir Ian Sibclair, quien asistía cuando era requerido, también lo hacía de esta manera
antes de la crisis del Gabinete John Biffen, Ministro de Comercio e Industria.
5. El rol del Gabinete de Guerra.
El Gabinete de Guerra sería el organismo central de toma de decisiones durante la crisis,
muy pocas veces buscaría la aprobación del Gabinete completo. La inclusión de
funcionarios del servicio administrativo del gobierno, “civil servant”, garantizó que el
Gabinete de Guerra funcionara con ayuda profesional de la administración pública. En
la elección de la maquinaria para el control político del conflicto armado la Primer
Ministro utilizo un comité pequeño de ministros, con balance de los requerimientos
políticos y militares. Thatcher tenía que mostrar estabilidad y resolución mientras su
nuevo Ministro de Asuntos Exteriores se ajustaba a su nuevo puesto y Nott, su Ministro
de Defensa se recuperaba de una performance desastrosa en la Cámara de los Comunes
en el día que la Argentina tomo las Islas. Fue decisivo para Thatcher contar con el
apoyo de la oposición en el Parlamento. Thatcher tenía que evitar perder el gran apoyo
que tenía en el Parlamento. De esta manera el Gabinete de Guerra podía inclinarse a
consideraciones más técnicas y militares.
Una vez elegido el instrumento por el cual se manejaría la crisis, ¿Cuánto poder se le
daría? ¿Cómo fue la relación del Gabinete de Guerra con el Gabinete en pleno? Según
Geoffrey Smith: “Muchas de las decisiones son hechas por el pequeño grupo que
maneja el tema de Malvinas, pero esto no es resentido por el resto de los Ministros que
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aceptan que la gestión de la crisis no puede ser conducida eficientemente por un gran
número de personas y que por seguridad las evaluaciones táctico militares no pueden ir
y venir en la administración”20. El gabinete de guerra se reunía por lo menos una vez al
día mientras duro la crisis. Thatcher le dijo al periodista Young de la BBC que sus
miembros realmente debatían y que la división más común se daba entre ella, Nott,
Parkinson por un lado y Whitelaw y Pym por el otro. Una vez resuelto entre ellos, no
parece que se haya dado un debate o discusión con el Gabinete completo. Hastings y
Jenkins sintetizan la situación de la siguiente manera: “El Gabinete era informado cada
martes del progreso de la fuerza de tareas, pero era mantenido en ignorancia de
cualquier información que de filtrarse pudiera costar vidas. Reuniones especiales
fueron convocadas en Downing Street cuando el Gabinete de Guerra sintió que
necesitaba su apoyo: el 2 de Abril antes de que la fuerza de tareas partiera, el 5 de
Mayo para aprobar las propuestas de Perú, y el 18 de Mayo para recibir las
presentaciones de los Chiefs of Staff, 3 días antes del desembarco de San Carlos. Pero
el Gabinete no escuchaba nada de las diferentes opiniones que se expresaban en el
Gabinete de Guerra (excepto por lo escuchado por radio pasillo) y tampoco
cuestionaba sus puntos de vista.”
Peter Henessey en una entrevista en Radio 4 de la BBC sostuvo la misma posición que
Hastings y Jenkins pero le da un papel menos pasivo al Gabinete completo. El rol del
Gabinete queda confirmado con los documentos desclasificados.
Michael Stewart, que fuera Ministro de Asuntos Exteriores remarco que difícilmente se
pueda llegar a una decisión diferente si en el Gabinete de Guerra está constituido por un
grupo cuyos miembros son el Primer Ministro, el Ministro de Asuntos Exteriores, el
Ministro de Defensa y el Home Secretary (Secretario del Interior).
6. La Zona Marítima de Exclusión.
El 6 de abril Pym hizo circular en el Gabinete de Guerra un memorándum donde
detallaba las acciones diplomáticas inmediatamente tomadas luego de la recuperación
Argentina de las Islas Malvinas, allí sostiene que todas las medidas tomadas para
presionar a la Argentina serían reforzadas en el momento oportuno por la declaración de
una zona de exclusión de 200 millas náuticas alrededor de las Malvinas, que iba a ser
requerida como parte de las opciones militares. Sostuvo que esta medida sería
justificable por el derecho internacional en el contexto del ejercicio del derecho
inherente del Reino Unido a la legítima defensa. Advirtió que esa medida sería
interpretada como antecedente de una acción naval por lo que se debía considerar con
mucho cuidado el momento de hacerlo ya que podía disparar un recurso ante el Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas por Argentina o por alguno de sus aliados, algo
que se quería evitar. 21
Ese mismo día Nott también circulo un memorándum sobre las acciones militares donde
preveía la declaración de una zona de exclusión marítima de 200 millas.22
20
The Times, 24 de Abril 1982
21
http://www.margaretthatcher.org/document/122372
22
http://www.margaretthatcher.org/document/122373
Página 24 de 178
En las dos reuniones mantenidas por el Gabinete de Guerra el 7 de Abril el tema tratado
fue la declaración de la zona marítima de exclusión de 200 millas. Estaba claro para el
Sub Comité la medida, lo que les resultaba difícil era establecer cuando hacer el anuncio
y cuando tendría que entrar en vigencia. Se decidió que el anuncio se haría antes de que
terminara el debate Parlamentario de esa noche y que la zona entraría en vigencia a
partir de las 00 horas del 12 de abril, también se acordó que previo a hacer el anuncio
ante el Parlamento se le comunicaría la decisión a Al Haig.
De la lectura de las primeras decisiones del Gabinete de Guerra así como de los
Memorándums de las reuniones del Secretariado del mencionado Gabinete que
analizaba las implicancias de las medidas económicas y financieras adoptadas contra
Argentina, se desprende que el Reino Unido se estaba preparando para un conflicto
armado.
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Capitulo II. El uso de la Diplomacia.
1. La primera etapa de la mediación de Haig.
Nos proponemos analizar algunos de los interrogantes que surgen respecto al papel que
ocupo la diplomacia en este conflicto y en especial que lugar le dio el cuerpo
gubernamental que tomaba las decisiones políticas en Gran Bretaña.
¿Cómo se usó la diplomacia durante el conflicto? ¿Qué fin tenía para Margaret Thatcher
y para el Gabinete de guerra la diplomacia? ¿Se estaba buscando llegar a una solución
diplomática?
Ya mencionamos la opinión personal que tenía la Primer Ministro de la Foreign Office,
también la crisis interna de su gabinete cuyo resultado fue que debió nombrar a un
Secretario de Asuntos Exteriores que ciertamente no apreciaba y con ideas y objetivos
diferentes a los de ella.
En sus memorias Margaret Thatcher habla de la inter relación de la diplomacia y del
factor militar, al decir: “En este sentido la acción en el frente diplomático apoyaba los
objetivos de nuestra fuerza de tareas mientras navegaba hacia el Atlántico Sur. Y, por
supuesto, que una diplomacia efectiva hubiese sido imposible sin el envío de la fuerza
de tareas. Como una vez señaló Federico el Grande, “la diplomacia sin armas es como
la música sin instrumentos”.
El jueves 8 de Abril Alex Haig, Secretario de Estado de los Estados Unidos, llega por
primera vez a Londres iniciando un periodo de negociaciones conducido por él como
mediador.
En la reunión 3° del Gabinete de Guerra del 8 de Abril23 lo primero que se trata son las
reglas de combate propuestas para los submarinos dentro del área de la crisis. Una vez
que se termina dicha discusión se pasa a tratar los términos en los cuales se abordara a
Alex Haig, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, quien mantendría una reunión
esa tarde con Thatcher, Pym y Nott. La Primer Ministro deja en claro que los
requerimientos inmediatos de Gran Bretaña son: que las tropas argentinas dejen las Islas
Malvinas y que la administración británica sea restablecida. Thatcher no se moverá de
estos dos requerimientos y como ella misma recuerda en sus memorias sabía que era
casi imposible que la Junta Militar aceptase retirarse. Luego de cumplido esto Gran
Bretaña estaría dispuesta a reanudar las negociaciones pero las mismas estarán guiadas
por los deseos de los isleños. Asimismo consideran que deberán dar mayor reflexión a
las opciones políticas y diplomáticas que pueden ser posibles en el futuro y dejan para
que la Primer Ministro y Pym decidan más adelante si será necesario que se convoque
temporariamente y a tiempo completo a un asesor especializado con este propósito. En
esta reunión de Gabinete se toman dos decisiones: se aprueban las reglas de combate
para los submarinos británicos en el área de la crisis y se aprueba los términos en que se
mantendrán las futuras discusiones con Haig y que fueron sugeridos por Margaret
Thatcher.
23
http://www.margaretthatcher.org/document/122306
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Conforme Thatcher manifestó en sus memorias24 ella había tenido un avance detallado
de cuáles serían las propuestas que Haig haría. Desde el principio Thatcher le dejo en
claro a Haig que lo recibía como un aliado y no como un mediador y que entendía que
se encontraba allí para discutir en qué modo los Estados Unidos podían brindar un
apoyo efectivo a los esfuerzos británicos para garantizar el retiro de las fuerzas
argentinas de las Islas Malvinas. Haig sostuvo que los Estados Unidos no eran imparcial
pero debía cuidar de su perfil, según él Costa Méndez le había advertido que Argentina
podía aceptar ayuda soviética.
El equipo de Haig estaba integrado por Ed Streator de la Embajada de los Estados
Unidos en Londres, el General Vernon Walters, que era el asistente especial de Haig y
Thomas Enders, a cargo del Departamento de Asuntos de Latinoamérica en el
Departamento de Estado de Estados Unidos. El equipo británico, liderado por Thatcher
estaba integrado por Pym, Nott, Terry Lewin (Jefe del Estado Mayor de Defensa),
Anthony Acland (Jefe de la Foreign Office) y Clive Whitemore el secretario privado de
Thatcher.
La Primer Ministro le dio a Haig su visión de las implicancias internacionales que tenía
el conflicto del Atlántico Sur y que impactaba directamente en la toma de decisiones.
Para ella el uso de la fuerza para tomar territorios en disputa era un precedente peligroso
y sostuvo que en este sentido, las Islas Malvinas eran importantes para varios países
tales como Alemania por Berlín Oeste, para Francia por sus posesiones coloniales, para
Guayana por la porción de territorio que le reclamaba Venezuela. Puso bastante presión
sobre Haig y le dejo totalmente en claro que el retiro de fuerzas era una condición
prioritaria. Thatcher no estaba de acuerdo con la idea de Haig sobre una administración
interina ya que comprometía su promesa política de que se iba a restablecer la
administración británica. Para ella una administración interina con participación incluso
de los Estados Unidos o de Canadá significaba que Argentina ganaba el conflicto por el
uso de la fuerza.
Thatcher, como desde el principio de la crisis, no estaba dispuesta a hacer concesiones
que no significaran volver al statu quo ante bellum.
Haig parte de Londres a Buenos Aires. Su retorno a Londres fue el 12 de Abril.
En la cuarta reunión del Gabinete de Guerra llevada a cabo el 11 de Abril a las 7.00 pm
Thatcher informa que ella, Pym y Nott se reunieran con Haig el 12 de Abril a las 9.30
am y que se acordara con él entrar en una recesión alrededor de las 10.30 am para que el
Gabinete de Guerra pueda considerar las propuestas que Haig vaya a presentar con el fin
de reanudar las conversaciones con Haig en horas del almuerzo. Thatcher sostiene que
los elementos esenciales de la postura del gobierno británico tienen que seguir siendo
que las tropas argentinas deben retirarse de las Islas antes de cualquier tipo de
negociación pueda llegar a tener lugar y que a partir de entonces los deseos de los
isleños se mantendrán como primordiales. Frente a una posible presión de Haig de una
suspensión de la zona de exclusión se consideró que había posibilidad de hacerlo pero
de manera limitada en el tiempo mientras la fuerza de tareas continuaba acercándose. En
esta reunión se tomaron varias decisiones, a saber, el Gabinete:
24
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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1) Aprueba la recomendación del párrafo 13 de OD (SA) (82) 6.
2) Solicita al Ministro de Defensa que revise los actuales preparativos respecto del
estado de disposición de las armas nucleares de los barcos de la la marina real y de los
aviones de la fuerza aérea real.
3) Se acuerda que no se deben hacer arreglos en la presente coyuntura para que el
Gobernador de las Islas (Hunt) se una a la fuerza de tareas.
4) Solicita al Secretario de Asuntos Exteriores a que circule memos sobre las
consecuencias legales de una posible declaración de guerra de Argentina, y de las bases
legales de los títulos de soberanía de Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas, Georgia del
Sur y Sándwich del Sur.
5) Acuerdan reanudar su discusión a las 10.30 del 12 de Abril con el fin de considerar
las posibles propuestas que Haig fuera a presentar.
6) Solicitan al Ministro de Defensa que arregle para que el 13 de abril a las 11.00 am el
Jefe del Estado Mayo brinde un informe militar completo al Gabinete de Guerra.
7) Se toma nota de que la Primer Ministro arreglara que el Parlamento se reúna el 14 de
Abril.
8) Solicitan al Secretario de Defensa que presente propuestas de las reglas de combate
ante el Gabinete de Guerra antes de que estas sean requeridas.
Cuando Haig retornó a Londres el 12 de Abril hizo un adelanto verbal de las
conversaciones que había mantenido en Buenos Aires. Le menciono a Thatcher que
había notado diferentes puntos de vista entre las distintas fuerzas que integraban la
junta militar argentina: para Haig la armada quería pelear, las fuerzas aéreas no y el
ejército estaba en una posición intermedia. Los americanos presentaron sus propuestas y
se retiraron por unos noventa minutos a fin de que el Gabinete de Guerra discutiera las
mismas.
El borrador original de las propuestas presentadas por Haig a los británicos el 12 de
Abril25 consistían en:
1. “Sobre la base de la Resolución N° 502 del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y recordando las resoluciones pertinentes de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, la Argentina y el Reino Unido se han puesto de
acuerdo sobre los siguientes pasos que forman un todo integrado.
2. Todas las fuerzas militares y de seguridad deberán ser retiradas de las islas y de
las áreas circundantes acordadas dentro de un corto período de tiempo, pero
no más tarde de dos semanas a partir de la fecha del presente acuerdo.
3. Después de la fecha de este acuerdo y en espera de una solución definitiva,
ninguna fuerza militar o de seguridad será introducidas en las islas o en las
áreas circundantes. Todas las fuerzas que se han desplegado en relación con la
actual controversia retornarán a sus áreas operativas normales.
25
OD (SA) (82) 9
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4. El Reino Unido, Argentina y Estados Unidos designarán cada uno a un
representante para constituir una Comisión Especial encargada de proveer
observadores para verificar el cumplimiento de las obligaciones establecidas en
los párrafos anteriores.
5. Con carácter temporal, todas las decisiones, leyes y regulaciones adoptadas por
la administración local en las islas se presentarán a la Comisión Especial y
serán ratificadas expeditamente por ella, salvo en el caso de que la Comisión
Especial considere que las decisiones, leyes o reglamentos sean incompatibles
con el propósito del presente acuerdo o su implementación. La administración
local tradicional continuará, incluyendo los Consejos Legislativos y Ejecutivo,
los cuales se ampliarán para incluir a representantes de la población argentina
residente en las islas. La Comisión Especial enarbolará en su sede el pabellón
de cada uno de sus miembros constituyentes.
6. De ahora en adelante los viajes, el transporte, la comunicación y los
intercambios comerciales entre el continente y las islas serán facilitados y
promovidos, y la Comisión Especial formulará recomendaciones específicas.
7. Dentro de un corto período de tiempo, pero no más tarde de dos semanas a
partir de la fecha de este acuerdo, se tomarán las medidas necesarias para
poner fin a las medidas económicas y financieras adoptadas en relación con la
controversia actual, incluidas las restricciones relativas a viajes, transporte,
comunicaciones, y transferencias de fondos entre los dos países. Asimismo, el
Reino Unido solicitará a terceros países que hayan adoptado medidas similares
que pongan fin a las mismas para esa fecha.
8. El 31 de diciembre de 1982, concluirá el período de transición, y durante este
período se negociarán las condiciones de la situación definitiva de las islas, de
acuerdo con el propósito y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.”
En la 5° reunión del Gabinete de Guerra del 12 de Abril de las 11.00 am26 Thatcher
sostuvo que si bien las iniciativas de Haig para llegar a un acuerdo diplomático eran
bienvenidas y podían defenderse en el Paramento, se debían realizar modificaciones en
varios puntos y que debían ser aceptadas por Haig. Cito como ejemplo: que las áreas de
militarizadas debían ser definidas con mayor precisión; la policía local no debía estar
incluida en la de militarización; el número total de los integrantes cada Comisión
Especial debía ser limitado; el número de representantes argentinos en el Ejecutivo y en
el Consejo Legislativo de las Islas debía ser proporcional a la cantidad de población
argentina en las Islas, sujeto a que no tengan menos de un representante en cada
Consejo; que se debía tener cuidado de preservar el principio por el cual las propuestas
de la Comisión Especial en viajes, transporte, comunicaciones y comercio debían
mantener el estatus de recomendación y las decisiones no debían tomarse sin el
consentimiento del gobierno británico ni del argentino o (según lo apropiado) por el
Ejecutivo y Consejo Legislativo de las Islas. Thatcher manifestó que respecto a la fuerza
de tareas en viaje al Atlántico Sur no se haría ninguna promesa de que se detenga y
menos que regrese durante el periodo de retiro de fuerzas del área, una vez concluido
este periodo se podía acordar que la fuerza de tareas vuelva a sus tareas normales, lo
26
http://www.margaretthatcher.org/document/122308
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que no excluye que se queden en el Atlántico Sur si el Gobierno así lo desea. Thatcher
también señalo que si bien el concepto de frenar la fuerza de tareas no surgía del
borrador que Haig había presentado, alguno de sus asesores ya había pensado en esto
como un quid pro quo esencial para el retiro de las fuerzas por parte de Argentina. Por
otro lado Haig le había mencionado que la decisión de enviar la fuerza de tareas era
buena ya que junto con las sanciones económicas establecidas por la Comunidad
Europea eran los dos factores más importantes para influenciar al gobierno argentino de
aceptar un acuerdo que incluya el retiro de sus fuerzas.
Thatcher sostuvo que debía llegarse a un acuerdo con Haig teniendo en cuenta las
consideraciones mencionadas por ella, el Gabinete de Guerra aprobó su sugerencia y
decidió que ella conduciría las negociaciones con Haig. La segunda decisión tomada en
esa reunión es la de suspender provisionalmente el informe militar que le iba a dar el
Jefe del Estado Mayor al Gabinete de Guerra.
Para Thatcher había grandes dificultades en aceptar las propuestas de Haig. Luego de
que el Gabinete de Guerra analizara las propuestas de los americanos, Thatcher, Pym y
Nott se reunieron con Haig. Thatcher le pregunto a Haig que preveían los americanos si
para el 31 de diciembre de 1982 no se llegaba a un acuerdo, conforme lo manifestado
por ella su objetivo en preguntar esto era descubrir si los Estados Unidos estaban
preparados para dar una garantía. Una respuesta que no encontró. También sostuvo que
se debía enfatizar la importancia del principio de auto determinación, que también era
perseguido por el Parlamento. Por ello pidió que se pusieran específicas referencias al
artículo 1(2) y 73 de la Carta de las Naciones Unidas. Haig acepto. Respecto de la
bandera Thatcher dijo que podía flamear en cualquier lado menos en la casa del
Gobernador. Haig le dijo que este punto era importante para los Argentinos quienes
querían mantener como comisionado al Gobernador que habían designado en las Islas,
Thatcher dijo que si querían esto entonces Hunt sería designado comisionado británico.
Pero el problema principal para Thatcher era militar: la fuerza de tareas seguiría su
curso hacia el Atlántico Sur sin entrar a la zona de militarizada, la única concesión que
estaba dispuesta a hacer era la de mantener a las fuerzas británicas a una distancia igual
de cerca de las Malvinas que las mantenidas por las fuerzas argentinas.
Durante un receso en las negociaciones Haig hablo con la Casa Blanca y también con
Costa Méndez ya que se había enterado que el New York Times había publicado los
términos del documento que este le había entregado a Haig en el aeropuerto antes de
partir a Londres y que eran inconsistentes con lo que se estaba discutiendo con los
británicos.
El equipo británico y el americano se volvieron a reunir, para Thatcher el punto más
importante era que la fuerza de tareas siguiera avanzando hacia el Atlántico Sur si se
llegaba a un acuerdo solo daría la orden de detenerla una vez que el retiro de las fuerzas
argentinas de las Islas estuviera concluido. Predomina el factor militar y Thatcher se
garantiza que nada diplomático entorpezca la misión de la fuerza de tareas.
Como resultado de esas negociaciones se redactó una versión revisada 27de dichas
propuestas que fueron acordados entre Haig y los ministros británicos al concluir las
conversaciones del 12 de abril, cuyo contenido es el siguiente:
27
OD (SA) (82) 10
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“Propuesta de Memorándum Acordado
1. Sobre la base de la Resolución N° 502 del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y señalando las resoluciones pertinentes de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, la Argentina y el Reino Unido se han puesto de
acuerdo sobre los siguientes pasos que forman un todo integrado:
2. Todas las fuerzas militares y de seguridad que no sean de la policía local se
retiren en un corto período de tiempo, pero no más tarde de dos semanas a
partir de la fecha del presente acuerdo, de tres zonas definidas por los círculos
de 150 millas náuticas de radio desde los siguientes puntos de coordenadas:
(a) Lat.
51° 40’ Sur
Long. 59° 30’ Oeste [Islas Malvinas]
(b) Lat.
54° 20’ Sur
Long. 36° 40’ Oeste [Georgias del Sur]
(c) Lat.
57° 40’ Sur
Long. 26° 30’ Oeste [Islas Sándwich del Sur]
3. Después de la fecha de este acuerdo y en espera de una solución definitiva,
ninguna fuerza militar o de seguridad serán introducidas en las áreas definidas
en el párrafo 2. Al finalizar el retiro especificado en el párrafo 2, todas las
fuerzas que se han desplegado en relación con la actual controversia retornarán
a sus áreas operativas normales.
4. El Reino Unido, Argentina cada uno designaran, y los Estados Unidos aceptan
designar, un representante para constituir una Comisión Especial [provisional]
que proveerá observadores para verificar el cumplimiento de las obligaciones
establecidas en los párrafos anteriores. Cada Comisionado podrá ser apoyado
por un equipo de no más de diez personas.
5. Con carácter temporal, todas las decisiones, leyes y regulaciones adoptadas por
la administración local en las islas se presentarán a la Comisión Especial
[provisional] y serán ratificadas expeditamente por ella, salvo en el caso de que
la Comisión Especial [provisional] considere que las decisiones, leyes o
reglamentos sean incompatibles con el propósito del presente acuerdo o su
implementación. La administración local tradicional continuará, incluyendo los
Consejos Legislativos y Ejecutivo, los cuales se ampliarán para incluir a
representantes de la población argentina residente en las islas cuyo periodo de
residencia sea igual a aquel requerido a otros para tener derecho a
representación. Tales representantes serán en proporción a esa población
siempre que exista al menos un representante en cada Consejo. La Comisión
Especial [provisional] enarbolará en su sede el pabellón de cada uno de sus
miembros constituyentes.
6. La Comisión Especial [provisional] hará recomendaciones específicas a los dos
gobiernos o a los Concejos Ejecutivo y Legislativo, para facilitar y promover los
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viajes, el transporte, la comunicación y los intercambios comerciales entre el
continente y las islas.
7. Dentro de un corto período de tiempo, pero no más tarde de dos semanas a
partir de la fecha de este acuerdo, se tomarán los pasos para poner fin a las
medidas económicas y financieras adoptadas en relación con la controversia
actual, incluidas las restricciones relativas a viajes, transporte,
comunicaciones, y transferencias de fondos entre los dos países. Asimismo, el
Reino Unido solicitará a terceros países que hayan adoptado medidas similares
que pongan fin a las mismas para esa fecha.
8. El 31 de diciembre de 1982, concluirá el período de transición, y durante este
período se negociarán las condiciones de la situación definitiva de las islas, de
acuerdo con el propósito y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.”
El mismo lunes 12 de Abril por la noche luego de concluidas estas negociaciones Haig
recibió un llamado de Costa Méndez por el cual le transmitía que no veía la razón para
que regresará a Buenos Aires si en el acuerdo no se incluía que el gobernador de las
Islas fuera designado por el gobierno argentino y que la bandera argentina flameara allí,
así como también que al final de las negociaciones hubiera un reconocimiento de Gran
Bretaña de que la soberanía de las Islas pertenecía a la Argentina.
Thatcher manifiesta28 que le dijo que Haig que no debía volver a Buenos Aires pero que
debía hacer público que los argentinos habían puestos estas condiciones y que eran ellos
los que habían dicho que Haig no podía volver a Buenos Aires y como esas condiciones
no se podían conseguir no se retornaba a Buenos Aires.
Los Americanos pidieron una nueva reunión con los británicos en la mañana del 13 de
Abril donde Haig les entregó un documento con cinco puntos que Haig entendía que
eran esenciales para la Argentina. En sus memorias Margaret Thatcher dijo: “Me
estaba poniendo impaciente con todo esto. Dije que era esencialmente un tema de la
dictadura versus la democracia. Galtieri quería poder cantar victoria mediante el uso
de la fuerza. La cuestión ahora era si podía ser desviado de su curso de acción
mediante las sanciones económicas o, como lo sospeche durante todo este tiempo, solo
por el uso del factor militar. Haig me respondió que le había dejado bien claro a la
Argentina que si el conflicto escalaba los Estados Unidos se pondrían del lado
británico. Pero, ¿realmente deseábamos llevar a las negociaciones a un final hoy? Él
podía decir públicamente que suspendía sus esfuerzos personales, dejando en claro que
se debían a la intransigencia de Argentina. Pero si lo hacia otras personas menos útiles
tratarían de intervenir. Yo estaba profundamente consiente de esto y también sentía que
la opinión publica requería que aún no abandonáramos las negociaciones.”29
En estas declaraciones Thatcher muestra el uso que le daba a la diplomacia, que era
funcional a la misión militar y el rol que ella entendía que jugaba Estados Unidos, era
28
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
29
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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un aliado con el que tenía intereses muy cercanos y su intervención era controlable y
deseada.
Hubo un nuevo giro en las negociaciones por parte de Argentina el 12 de Abril. . Haig
le dijo a Pym que Costa Méndez lo había llamado ese día para decirle que desistían sus
cinco demandas.
En la 6° reunión del Gabinete de Guerra, que se realizó el 13 de abril a las 4.20 pm, el
Secretarios de Asuntos exteriores dijo que acababa de regresar de una reunión con el
Secretario de Estado de Estados Unidos, el Sr. Haig, quien en breve abandonaría
Londres. Él diría públicamente antes de su partida que había recibido nuevas ideas que
las partes estaban considerando, que mientras tanto él volvería a Washington para
informar al Presidente Reagan; y que estaría visitando Buenos Aires poco después. En
la reunión el Sr. Haig le había dicho que en el transcurso del día había persuadido a los
argentinos a abandonar las cinco demandas que él había informado a la Primer Ministro
esa mañana. También parecían dispuestos a aceptar el quinto párrafo crucial del
proyecto de Memorando Acordado elaborado por la Primer Ministro y el señor Haig el
día anterior (OD (SA) (82) 10). Pero ellos insistían en modificar su octavo párrafo. Para
cumplir con esto, el Sr. Haig estaba considerando la siguiente formulación posible:
"8. 31 de diciembre 1982, concluirá el período de transición y, durante este período, los
firmantes deben negociar las condiciones de la descolonización y el estatus definitivo
de las islas, de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de la ONU, de
la Resolución 1514 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Informe
1964 de la Comisión Especial de la Asamblea General sobre la situación con respecto
a la aplicación de la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y
pueblos coloniales. "
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que una nueva redacción con la
alternativa británica del párrafo 8 del proyecto de Memorando Acordado ahora debía
prepararse para la pronta consideración por el Subcomité. Esto debería cubrir cuestiones
de importancia para el Reino Unido, tales como la posibilidad de que las negociaciones
propuestas podrían no llegar a un acuerdo sobre una solución definitiva para finales de
1982, así como el nuevo punto ahora planteado por los norteamericanos. Si hubiera una
nueva crisis a finales de 1982, podría ser necesario disponer que los observadores de los
Estados Unidos fueran reforzados y capacitados para asumir un papel militar en la
vigilancia de la pista de aterrizaje de Puerto Argentino.
Conforme Thatcher la referencia a la descolonización en el último borrador de los
norteamericanos no sería fácil de aceptar. El término no podría ciertamente ser utilizado
por los voceros del gobierno en el curso del debate cuando el Parlamento volviera a
reunirse en sesión de emergencia el 14 de abril. Ella necesitaba darle mayor
consideración a la postura del Gobierno en esa ocasión, en consulta con el Secretario de
Asuntos Externos y de la Mancomunidad de Naciones y el Secretario de Defensa. No
sería posible describir la situación diplomática en detalle, y tendría que quedar claro
cuán fluido se mantendría esto. Pero habría que volver a insistir en que la retirada de las
fuerzas argentinas y la preeminencia de los deseos de los isleños eran centrales para la
posición del gobierno. Probablemente sería necesario también dejar claro que el
gobierno seguiría tratando de obtener el restablecimiento de la administración británica,
pero se necesitaría poner atención a la manera en que esto se expresaría, dado que la
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restauración prevista en el proyecto de Memorando Acordado no se extendería al
regreso del gobernador británico con poderes normales. En el aspecto militar, sería útil
para llamar la atención del Parlamento sobre ciertas medidas que se estaban adoptando
para reforzar la fuerza aérea y la capacidad anfibia del Grupo de Tareas británico.
El Subcomité:
1. Invitó al Secretario de Asuntos Externos y de la Mancomunidad de Naciones
para que preparara una o más redacciones del párrafo 8 del proyecto de
Memorando adjunto a OD (SA) (82) 10.
2. Tomó nota que la Primer Ministro le daría mayor consideración a la postura que
el Gobierno adoptaría en el Parlamento el 14 de abril.
3. Acordó reanudar sus discusiones el 15 de abril a las 9.30 de la mañana.
El 14 de Abril fue circulado al Gabinete de Guerra un nuevo borrador del párrafo final
del borrador del memorándum acordado30, cuyo texto es el siguiente:
“Párrafo final del proyecto de Memorándum Acordado
Nota de los Secretarios
1. A la luz de la discusión del Subcomité en su reunión del 13 de abril (OD (SA)
(82) 6 ° Reunión) de la nueva redacción del párrafo 8 del Proyecto de
Memorándum
Acordado (OD (SA) (82) 10) propuesta por el Sr. Haig, funcionarios de la
Oficina de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones y de la
Oficina de Gabinete han preparado las reformulaciones alternativas adjuntas
en el Anexo A. El Subcomité desea que se considere si una o ambas deben ser
enviadas al Sr. Haig los días 15-16 de abril.
2. Ninguna alternativa contiene la palabra "descolonización", a la que los
estadounidenses atribuyen claramente importancia. Ambas sí incluyen una
referencia a la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas
1514 (XV) de 1960 (que se adjunta en el Anexo B), pero ambas equilibran
esto con una referencia complementaria a la Resolución 2625 (XXV) de 1970
(que se adjunta en el Anexo C). El Reino Unido se ha abstenido en la primera
y apoyó la segunda. Argentina apoyó ambas.
3. La Resolución de 1960 proclama la necesidad de poner fin al colonialismo;
también declara que los pueblos no deben ser sometidos a "subyugación
extranjera ", que tienen "el derecho a la autodeterminación" y que es
contrario a la Carta de las Naciones Unidas tratar de interrumpir "la
integridad territorial de un país". En el contexto actual, la primera y la última
de estas disposiciones favorecen Argentina, y las dos del medio favorecen a
Gran Bretaña.
4. La Resolución de 1970 es un documento más equilibrado diseñado para
elaborar los principios jurídicos fundamentales consagrados en la Carta de
30
OD (SA) (82) 12
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las Naciones Unidas. Un breve pasaje se refiere a poner fin al colonialismo,
pero sólo "teniendo debidamente en cuenta la voluntad libremente expresada
de los pueblos interesados”. También hay referencias a la integridad
territorial. Pero hay toda una sección dedicada al derecho a la libre
determinación. Esto incluye una disposición que, además de la independencia,
la libre asociación e integración, "la emergencia en cualquier otra condición
política libremente decidida por el pueblo" se considerará una manera de
ejercer el derecho de autodeterminación. Además, el documento se opone a
"subyugación extranjera " y el uso de la fuerza para resolver disputas
internacionales.
5. La Alternativa 1 se refiere a la posibilidad de un sondeo de opinión local.
Esto recoge la sugerencia hecha por el Sr. Haig el 13 de abril, aunque en el
contexto de incluir también una referencia a la "descolonización". También
incluye una prórroga limitada del plazo de diciembre del acuerdo, lo que
podría allanar el camino para futuras ampliaciones.
6. En Alternativa II la frase "las disposiciones de la Carta de las Naciones
Unidas relacionados con los territorios no autónomos" se refiere al artículo
73 de la Carta, que entre otras cosas, reconoce el principio de que "el interés
de los habitantes" de esos territorios "son de suma importancia"
En la séptima reunión del Gabinete de Guerra llevada a cabo el 15 de Abril, Thatcher
anuncia que Pym le va a enviar a Haig un mensaje urgente sobre dos temas: el primero
debe subrayar la necesidad de que los Estados Unidos juegue un rol especial asegurando
tanto el cumplimiento del acuerdo propuesto durante el periodo interino (incluida la
exclusión de las fuerzas militares Argentinas) así como la seguridad de las islas luego de
terminado este periodo (incluido el campo de aviación, ya que es el lugar más probable
de entrada de una segunda invasión Argentina), esto involucrara el despliegue de
fuerzas americanas en el lugar. El segundo mensaje era proponerle a Haig un nuevo
borrador alternativo del párrafo 8 del borrador del Memorándum, que consistía en la
siguiente redacción:
“El 31 de diciembre de 1982 concluirá el período de transición. Durante este período,
los firmantes negociarán con miras a determinar el futuro estatus definitivo de cada
uno de los tres grupos de islas, en el marco de las disposiciones de la Carta de la ONU
relativos a los territorios no autónomos, y en consonancia con el propósito y principios
de la Carta de las Naciones Unidas, Resoluciones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas 1514 (XV) y 2625 (XXV) y, en lo que se refiere a las islas con una
población sedentaria, de acuerdo con sus deseos e intereses, cosa que serán
determinadas por sondeo de su opinión que será supervisado por la Comisión Especial.
Si no es posible completar los procesos previstos en el presente apartado para el 31 de
Diciembre de 1982, el período transitorio podrá ser prorrogado por tres meses por
acuerdo entre las partes.”
En la misma reunión se consideró que se debía establecer si el Ejecutivo y el Consejo
Legislativo de las Islas Malvinas habían tenido alguna responsabilidad por las Georgias
del Sur y por las Sándwich del Sur, que fueron administradas como dependencias de las
Islas Malvinas pero que no necesariamente debían ser tratadas de la misma manera en
un acuerdo a largo plazo ya que tenían una importancia propia en relación a los
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reclamos de la Antártida. También se decidido que con el fin de aumentar las
posibilidades militares se necesitaba reforzar la fuerza de tareas con un batallón de
tropas y barcos adicionales, en los cuales se podía incluir al HMS Intrepid. Y se
estableció que las reglas de combate debían ser consideradas por el Gabinete de Guerra
al día siguiente.
Thatcher recuerda en sus memorias31 de esa reunión del Gabinete de Guerra que lo más
importante de todo era que los Ministros recibieran un informe completo de las
realidades militares del conflicto. Ahora estaba claro que la fuerza de tareas tendría un
periodo de dos a tres semanas para poder desembarcar con pocas bajas. Para Thatcher
las decisiones en las que se debía concentrar el Gabinete de Guerra era respecto de
cuanto más equipo, aeronaves y tropas se debían enviar, como se lidiaría con los
prisioneros de guerra, qué hacer con las Georgias del Sur y cuando. Thatcher manifestó
que todos sus colegas a excepción de Nott que manejaba información militar de
antemano, parecían sorprendidos y tuvo la impresión de que todo esto era mucho para
ellos.
Ese mismo día, 15 de abril, Haig voló de Washington a Buenos Aires para continuar
con su mediación.
2. La decisión para ejecutar la Operación Paraquet.
Siguiendo las instrucciones dadas en la 7° reunión del Gabinete de Guerra, el mismo se
volvió a reunir el viernes 16 de Abril al mediodía en lo que fue su octava reunión. En
esa reunión se aprobaron las reglas de combate propuestas para llevar a cabo la
Operación Paraquet.
El borrador que se presentó ante el Gabinete de Guerra y que fue aprobado, cubría tres
conjuntos de instrucciones que se necesitaban acordar para los barcos involucrados en la
Operación Paraquet y eran:
a) El tránsito hacia las Georgias del Sur en alta mar fuera de cualquier zona
declarada.
b) El transito dentro de la Zona de Defensa Argentina de 200 millas náuticas
alrededor de las Gerogias del Sur.
c) La Ejecución de la Operación Paraquet dentro de esa Zona.
Respecto de la primera fase de la operación consistente en el tránsito hacia las Georgias
del Sur se estableció como objetivo primordial el evitar provocaciones pero se podía
responder a la agresión con firmeza. El objetivo era lograr un tránsito seguro hasta las
Georgias del Sur y las Islas Malvinas. La política recomendada era mantener el statu
quo. Los barcos de superficie deberían usar mínima fuerza para responder a cualquier
intento de establecer combate. Se había advertido que cualquier uso excesivo de la
fuerza podía tener serias consecuencias militares y políticas. Todas las unidades podían
asistir en defensa de cualquier unidad que fuera atacada. El Derecho Internacional del
Mar no debía ser violado excepto si era necesario para cumplir el objetivo principal.
Para el caso de los submarinos nucleares se estableció que la vigilancia debía ser
31
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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cubierta y evadir en el caso de ser detectada. El combate con el enemigo solo se podía
establecer si se era atacado primero.
Respecto de la segunda fase de la operación que comprendía el transito dentro de la
“Zona de Defensa” Argentina, cuyos límites de áreas eran 200 millas náuticas desde la
costa de Georgias del Sur y Sándwich del Sur, el objetivo era mostrar una fuerza
suficiente para disuadir a las unidades Argentinas de hacer respetar su Zona de Defensa.
La política recomendada era escalar si había un intento Argentino de hacer respetar la
mencionada zona. Para los barcos de superficie se estableció que, con el fin de lograr el
tránsito hasta las Georgias del Sur, podían tomar cualquier acción necesaria contra
barcos argentinos. En el caso de barcos mercantes, en principio debían dar una
advertencia. Podían atacar cualquier submarino que demostrara intentos hostiles.
Respecto de la auto defensa se estableció que el ataque en una unidad podía ser
considerado como un ataque a todas las unidades de la compañía. El Derecho
Internacional del Mar no debía ser violado excepto si era necesario para cumplir el
objetivo principal. Las reglas de combate para los submarinos nucleares en esta fase
fueron las siguientes: cualquier submarino convencional que fuera detectado en la zona
debía presumirse argentino y podía ser atacado. Todos los barcos de guerra y auxiliares
navales identificados positivamente como argentinos podían ser atacados.
Respecto de la tercera y última fase de la Operación Paraquet que era su ejecución, el
objetivo era recuperar la posesión de las Islas Georgias del Sur. Para el caso de barcos y
aeronaves se estableció que podían tomar cualquier medida necesaria para lograr el
objetivo contra barcos o aeronaves identificadas como argentinas. Podían atacar
cualquier submarino que demostrara un intento hostil. Las reglas de combate para los
submarinos nucleares en esta fase fueron las mismas que la fase dos.
Una vez que el Jefe del Estado Mayor explico en la octava reunión del Gabinete de
Guerra las reglas de combate propuestas paras las tres fases de la Operación Paraquet, la
Primer Ministro dijo que las reglas de la primer etapa entrarían en vigencia apenas
aprobadas, las de la segunda etapa entrarían en vigencia una vez que las fuerzas
británicas entrasen a la Zona de Defensa Argentina de 200 millas náuticas alrededor de
las Georgias del Sur, lo que pasaría posiblemente el 20 de abril. Las reglas de combate
de la fase tres entrarían en vigencia solo cuando las fuerzas británicas comenzaran la
Operación Paraquet, lo que se esperaba que fuera en las primeras horas del 21 de abril,
pero se debía tener al autorización previa del Gabinete de Guerra. En esa reunión de
Gabinete quedaron aprobadas las reglas de combate establecidas conforme lo indico
Margaret Thatcher.
El Sábado 17 de Abril Thatcher recibió una llamada de Reagan en donde este le expreso
que no era razonable que Gran Bretaña cediera más ante la posición Argentina. El
Domingo 18 mantuvo una reunión ad – hoc con Nott donde discutió la situación militar
y diplomática. Ese mismo día Thatcher llamó por teléfono a Tony Parsons para discutir
lo que debían hacer ante Naciones Unidas: frente a los hechos de que las iniciativas de
Haig se diluían y un conflicto militar estaba en puerta, Thatcher quería evitar que otro
actor presentara otra iniciativa y los dejará en una situación difícil y defensiva en el
Consejo de Seguridad. Acordaron que lo mejor para la posición británica era
mantenerse igual, o sea no hacer nada nuevo y resistir la presión. También ese mismo
día en el Atlántico Sur los HMS Hermes, Invincible, Glamorgan, Boradword,
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Yarmouth, Alacrity y los auxiliares navales Olmeda y Resource partieron de Ascensión
al Sur.
Mientras Thatcher hacía que la Operación Paraquet avanzara, también empezaba a
mostrar una desconformidad muy intensa con las negociaciones conducidas por Haig.
Las dos reuniones del Gabinete de Guerra del 19 de Abril son un claro ejemplo de ello.
Hay una inclinación muy fuerte por el factor militar en detrimento del factor
diplomático.
En la primera de las reuniones de ese día, la novena del Gabinete de Guerra, la Primer
Ministro dijo que Haig en su último mensaje al Ministro de Asuntos Exteriores fue
inquietante. Sostuvo que existía el peligro de que haya sido persuadido por los
argentinos de hacer concesiones inaceptables para Gran Bretaña, la que luego será
culpada si las negociaciones fracasan. Indico que se debía enviar un fuerte mensaje a
Haig diciéndole: la Argentina fue el agresor, que el Presidente Reagan le dijo a la
Primer Ministro durante una conversación telefónica que tuvieron el 17/04 que no sería
razonable pedirle al Reino Unido que ceda más, que Haig se había comprometido a
consultar a Gran Bretaña antes de dejar la Argentina ya sea para Londres o Washington
por lo que debía enviar lo más rápido posible un detalle completo de cómo se
encontraba la situación y en especial el texto bajo discusión en Bs.As. Luego la Primer
Ministro manifestó que si las negociaciones de Haig fracasaban el Gabinete de Guerra
debía tener en cuenta cuidadosamente varios factores que estarían involucrados en
cualquier recurso próximo ante las Naciones Unidas, había presión por parte del partido
laborista al respecto. Thatcher indico que dado el gran acogimiento de la Resolución
502 cualquier otra acción ante las Naciones Unidas podría hacer más daño que bien a la
posición británica y a los intereses occidentales. Inmediatamente después paso a tratar
cuestiones militares, informando que mientras sucedía todo esto las fuerzas británicas se
estaban acercándose a las Georgias del Sur y que ya estaban en condiciones de cruzar
las 200 millas náuticas de la Zona de Defensa Argentina, cambiando sus reglas de
combate apropiadamente. También se refirió a las otras fuerzas británicas que se
encontraban en el Atlántica Sur las que debían ahora adoptar las reglas de combate que
fueron acordadas para las fuerzas dirigiéndose a las Georgias del Sur mientras están en
alta mar. Señalo que el Gabinete de Guerra tenía que ser nuevamente convocado cuando
fuese necesaria tomar la decisión de reposición de las Georgias del Sur. Y sugirió que
sería necesario convocar a una reunión del Gabinete completo para obtener un balance.
Informo que el Secretario de Asuntos Exteriores debía viajar a Bruselas con el fin de
informar brevemente a sus colegas de la Comunidad Europea sobra la crisis de
Malvinas.
Por lo tanto las decisiones adoptadas en esta reunión fueron las siguientes: 1. Invitar a
que el Ministro de Asuntos Exteriores responda urgente el último mensaje de Haig en
los términos señalados por la Primer Ministro. 2. Se acuerda que las fuerzas británicas
designadas para la operación Paraquet debían entrar a la Zona de Defensa Argentina de
200 millas náuticas alrededor de las Georgias del Sur y por lo tanto debían operar bajo
las reglas de combate aprobadas para esta etapa y que el submarino británico que ya se
encontraba en la zona ya tenía que estar operando bajo dichas reglas. 3. Se acordó que
todas las otras fuerzas británicas que ya estaban o que fueran a estar en el futuro al sur
de la latitud 35° Sur debían operar bajo las reglas de combate aprobadas para la primera
etapa de la Operación Paraquet. 4. Volverse a reunir el 20 de Abril a las 9.15 am.
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Pero la siguiente reunión del Gabinete de Guerra se convocó el mismo día a las 10.00
pm. En esta reunión, la décima, la Primer Ministro dijo que las últimas propuestas de
Haig eran decepcionantes y que no salvaguardaban los intereses y principios británicos
en las áreas claves tales como el retiro de tropas, la administración transitoria y el
acuerdo a largo plazo. El tema más vital era la necesidad de mantener el principio de
que los deseos de los isleños fueran primordiales. Indico que se debía enviar un mensaje
de respuesta a Haig en el cual se reconozcan los esfuerzos de Haig pero que se señale
que los Ministros se encuentran decepcionados, se debe enfatizar que Argentina es
intransigente pretendiendo conservar lo que tomo por la fuerza, que las propuestas
fueron inadecuadas en los temas claves; se necesita presionar más a los Argentinos y
que Haig debe retornar a Washington en vez de a Londres.
Las decisiones tomadas en esta reunión fueron las siguientes: 1) Se invita al Ministro de
Asuntos Exteriores para que envíe un mensaje a Haig indicando lo manifestado por la
Primer Ministro. 2) Se tomó nota de que la Primer Ministro hará los arreglos necesarios
para emitir inmediatamente la siguiente nota de guía para la prensa: "Acabamos de
recibir las propuestas que Haig trajo de Bs.As. Son complejas y difíciles, y a primera
vista no cumplen con los requisitos exigidos fuertemente por el Parlamento,
particularmente en la necesidad de considerar primordiales los deseos de los isleños. 3)
Instruir al Secretario del Gabinete para que prepare un borrador sobre las propuestas de
Haig que será usado por la Primer Ministro en la reunión del Gabinete completo el
20/04. 4) Se invita al Ministro de Asuntos Exteriores a preparar de manera urgente un
borrador que comente las propuestas de Haig y sea apropiado para mandárselo a él en
Washington, y otro borrador para ser usado en caso de que las propuestas fueran
publicadas. 5) Acuerdan que, excepto que tomen una decisión en contrario en el curso
del día 20/04, la Operación Paraquet se debe poner en efecto para una pronta reposición
de las Georgias del Sur; que las fuerzas británicas involucradas deben aplicar las reglas
de combate ya establecidas para la última fase de la Operación y que Haig no debe ser
informado con antelación.
El día 20 de Abril el Gabinete de Guerra se vuelve a reunir dos veces. En la primera
reunión de ese día en horas del mediodía, y que fue la 11° del Gabinete de Guerra, Pym
se encontraba en Bruselas. Se trataron dos temas básicamente: la decisión de enviar a
Pym a Washington entre los días 22-23 de Abril para que discuta con Haig un borrador
británico de las propuestas realizadas por Haig a fin de que pueda negociar con los
argentinos. Thatcher menciono que Haig había advertido que más acciones militares
tendrían consecuencias adversas en la OEA pero también había enfatizado que se debía
mantener la presión militar por parte de Gran Bretaña. Thatcher sostuvo que entonces
era razonable seguir adelante con la Operación Paraquet. El segundo tema que se trató
fueron las instrucciones dadas al Oficial a cargo de la Operación Paraquet, a quien se le
ordeno que dada las circunstancias políticas era necesario que la operación tuviera los
mínimos prisioneros y mínimas bajas. En la segunda reunión del día que tuvo lugar a
las 6.30 pm y que fue la decimosegunda del Gabinete de Guerra, la Primer Ministro dijo
que el embajador británico en Washington había sido consultado confidencialmente
sobre la implementación de la Operación Paraquet. Según manifestó Thatcher, el
Embajador informo que era poco probable que hubiera una reacción adversa de la
opinión pública americana, del Congreso o del Gobierno Americano sobre la Operación,
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pero sostuvo que era probable que Haig sintiera que era necesario expresar
preocupación por el uso de la fuerza mientras las negociaciones estaban en curso. Por
lo que Thatcher manifestó que no habia aparentemente nada que alterara la decisión de
ejecutar la Operación Paraquet. También Thatcher hacía saber a los Ministros que esa
Operación a esta altura se convertía en irreversible aunque recién se terminara de
completar en varios días. Como el Embajador británico en Washington recomendó
fuertemente que se advirtiera por adelantado a Haig sobre la Operación, Thatcher
señalo que esto se haría lo más rápido posible en las primeras horas del 21 de Abril,
pero como esto sería posible antes de las 12.00 GMT, ya no habría posibilidad de
suspender la acción. Pero indico que a Haig no se le deberían dar detalles de la
Operación. Las decisiones tomadas en esa reunión fueron las siguientes: 1) se invita al
Ministro de Defensa a poner en efecto la Operación Paraquet para una temprana
reposesión de las Georgias del Sur. 2) Se invita al Ministro de Asuntos Exteriores para
que informe a Haig de la Operación Paraquet en las primeras horas del 21 de Abril. 3)
Acuerdan reanudar la discusión el 21 de Abril a las 09.30 hs. 4) Se invita al Ministro de
Defensa para que le ordene al Jefe de Estado Mayor a dar un informe militar de la
situación al Gabinete de Guerra el 22/04.
El 25 de Abril Nott anunció que las tropas británicas habían desembarcado en las Islas
Georgias del Sur por la tarde (4 pm hora de Londres), habían tomado control de
Grytviken y las fuerzas argentinas se habían rendido.
3. El uso de la diplomacia: La segunda etapa de la mediación de Haig.
Mientras se tomaban las decisiones que permitirían ejecutar la Operación Paraquet,
Thatcher atacaba las propuestas que presentaba Haig, en esta etapa también enfrento
una crisis interna dentro de su Gabinete de Guerra, la cual pudo manejar en su favor.
Como surge de las reuniones 9° y 10° del Gabinete de Guerra realizadas ambas el 19 de
Abril, Thatcher expresa fuertemente su desconformidad con las propuestas que Haig
estaba discutiendo en Buenos Aires. Tanto es así que se le solcito que no pasara por
Londres y que fuera directamente a Washington. Para Thatcher Argentina estaba:
tratando de quedarse con lo que había obtenido por la fuerza, obtener una ventaja militar
tratando de mantener las fuerzas británicas lejos de las Islas, intentando cambiar la
administración tradicional que las Islas habían tenido hasta ese momento insistiendo en
que dos representantes del gobierno argentino tenían que estar en el Consejo de las
Islas, querían cambiar la naturaleza de su población tratando de que los argentinas
pudieran instalarse y ser propietarios en las Islas. En estas reuniones se decidió se
autorizaría la Operación Paraquet y se pondría presión sobre Haig.
La propuesta que tanto molesto a Thatcher fue la siguiente:
“Proyectos de propuestas para un acuerdo sobre la disputa recibidos del Secretario de
Estado de los Estados Unidos después de su más reciente visita a Buenos Aires.
Sobre la base de la Resolución N° 502 del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas y el deseo de la República Argentina y el Reino Unido de resolver la
controversia, al cual ellos han arribado renunciando al uso de la fuerza, ambos
gobiernos se han puesto de acuerdo sobre los siguientes pasos que forman un todo
integrado:
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9. Con efecto desde la firma de este acuerdo por ambos gobiernos, habrá un cese
inmediato de las hostilidades.
10. Comenzando a las 0000 horas del día siguiente a la fecha en que este acuerdo
se firmó este acuerdo, la República de Argentina y el Reino Unido no
introducirán ni desplegarán fuerzas en las zonas (en adelante, “zonas”)
definidas por los círculos de 150 millas náuticas de radio desde los siguientes
puntos de coordenadas (en adelante, “los puntos de coordenadas”):
(d) LAT.
51° DEG 40’ S
LONG. 59° DEG 30’O
(e) LAT.
54° DEG 20’ SLONG. 36° DEG 40’ O
(f) LAT.
57° DEG 40’ S
LONG. 26° DEG 30’ O
2.1.
rescindirá
2.2.
Unido
Dentro de las 24 horas de la fecha de este acuerdo, el Reino Unido
su
zona de exclusión y la Argentina no llevará a cabo operaciones en las zonas.
Dentro de las 24 horas de la fecha de este acuerdo Argentina y el Reino
comenzarán el retiro de sus fuerzas de acuerdo con los siguientes detalles.
2.2.1. Dentro de los siete días de la fecha de este acuerdo, Argentina habrá retirado
la
mitad de sus fuerzas militares y de seguridad, incluyendo equipos y
armamentos.
Dentro del mismo periodo de tiempo, el Reino Unido habrá completado el
retiro
de todas sus fuerzas de las zonas y el Grupo de Tareas Naval del Reino Unido
se
mantendrá a una distancia de al menos 1.750 millas náuticas desde
cualquiera
de
los puntos de coordenadas.
2.2.2. Dentro de los 15 días de la fecha de este acuerdo, Argentina removerá todas
sus
fuerzas, equipos y armamentos remanentes de las zonas. Dentro del mismo
periodo de tiempo, las unidades del Grupo de Tareas Naval y los submarinos
del
Reino Unido deberán volver a las bases o áreas de operaciones habituales.
3. Después de 15 días después de la fecha de la firma de este acuerdo y en espera de
una solución definitiva, ninguna fuerza militar o de seguridad serán introducidas por
los signatarios en cualquiera de las zonas definidas por los círculos de 150 millas
náuticas de radio desde los puntos de coordenadas.
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4. A partir de la fecha de este acuerdo, los dos gobiernos darán los pasos para poner
fin al mismo tiempo, sin demora, las medidas económicas y financieras adoptadas en
relación con la controversia actual, incluidas las restricciones relativas a los viajes, el
transporte, las comunicaciones y las transferencias de fondos entre los dos países. El
Reino Unido sin demora deberá pedir a la Comunidad Europea y a los terceros países
que hubieran adoptado medidas similares que pongan fin a ellas.
5. El Reino Unido y la Argentina designarán cada uno, y Estados Unidos ha
manifestado su acuerdo para designar a un representante para constituir una
autoridad interina especial que deberá aportar observadores para verificar el
cumplimiento de las obligaciones establecidas en este acuerdo.
6.A) Encontrándose pendiente una solución definitiva, todas las decisiones, leyes y
reglamentos que pueda aprobar en adelante la administración local de las Islas se
presentarán y serán ratificadas expeditivamente por la autoridad interina especial,
excepto en el caso de que la autoridad interina especial considere dichas decisiones,
leyes o reglamentos incompatibles con los propósitos y las disposiciones de este
acuerdo o su puesta en práctica. La administración local tradicional continuará a
través de los Consejos Ejecutivo y Legislativos que se ampliarán de la siguiente
forma: el Gobierno Argentino designará dos representantes, que servirán en cada
consejo; la población argentina cuyo período de residencia en las Islas sea igual al
que se exige a los demás con derecho a representación elegirá representantes ante cada
Consejo en proporción a su población, siempre que exista al menos un representante
en cada Consejo. La policía local continuará bajo la administración de los Consejos,
con representación de la población argentina residente, y estará sujeta a la supervisión
de la autoridad interina especial. Las banderas de cada uno de los miembros
constituyentes de la autoridad interina especial se izarán en su sede.
6.B) Encontrándose pendiente una solución definitiva, ningún gobierno tomará
cualquier
acción que sea incompatible con los propósitos y disposiciones de este acuerdo o su
aplicación.
7.A) Encontrándose pendiente una solución definitiva, los viajes, el transporte del
movimiento de personas y que, pueden estar relacionados al mismo, la residencia y la
propiedad y la disposición de los bienes, las comunicaciones y el comercio entre el
continente y las islas serán, en igualdad de condiciones, promovidos y facilitados. La
autoridad interina especial propondrá la adopción de medidas apropiadas en tales
asuntos, incluidos los posibles arreglos para las compensaciones de los isleños que no
deseen permanecer. Los dos firmantes se comprometen a responder con prontitud a
este tipo de propuestas. La autoridad interina especial vigilará el cumplimiento de
todas las propuestas adoptadas.
7.B) Encontrándose pendiente una solución definitiva, se respetarán los derechos y
garantías que hasta ahora han sido disfrutados por los habitantes de las islas, en
igualdad de condiciones, en particular los derechos relacionados con la libertad de
opinión, de religión, de expresión, de enseñanza, de movimiento, de propiedad,
de empleo, de familia, de costumbres, y lazos culturales con los países de origen.
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8.A) El 31 de diciembre de 1982 concluirá el período de transición durante el cual los
firmantes deberán concluir las negociaciones sobre las modalidades para la
eliminación de las Islas de la lista de territorios no autónomos bajo el Capítulo XI de la
Carta de las Naciones Unidas y en las condiciones mutuamente acordadas para su
estado definitivo, incluyendo la debida atención a los derechos de los habitantes y al
principio de la integridad territorial aplicable a esta controversia, de conformidad con
los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y la Resolución 1514
(XV) y 2065 (XX) y a la luz de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de
las Naciones Unidas sobre la “Cuestión de las Islas Malvinas (Falkland) “. Las
negociaciones mencionadas aquí con anterioridad comenzarán dentro de los quince
días siguientes a la firma del presente acuerdo.
8.B) El Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica ha manifestado, a
requerimiento
de los dos gobiernos, que estará dispuesto a asistirlos a que sus negociaciones lleguen
a un acuerdo mutuamente satisfactorio a la fecha estipulada en el subpárrafo (A).”
Haig acompaño las propuestas con un mensaje de presentación dirigido a Pym. Allí el
mismo Haig señala que: “Mi propia decepción con este texto me impide tratar de influir
en usted de alguna manera. Como verá, hay pasos significativos hacia atrás con
respecto al texto que usted y yo discutimos en Londres en cada una de las áreas de
mayor importancia: las negociaciones a largo plazo, la administración provisional, y la
retirada.” También le señala a Pym en un el mismo tono de decepción lo siguiente:
“Francis, no sé si se les puede exprimir algo más a los argentinos. No está claro quién
está a cargo aquí, tanto como 50 personas, entre ellos los comandantes de cuerpo,
pueden estar ejerciendo vetos. Ciertamente, no puedo hacer nada mejor en este
momento.”
En esos puntos que levantaba Argentina era donde Thatcher se puso inflexible. La
retirada de las fuerzas era un tema clave para ella. Otro tema clave que le resultaba
inaceptable era el tema de la residencia de argentinos en las Islas y la adquisición de
propiedades por parte de ellos. Como explicaba la nota de Estados Unidos comentando
el proyecto de propuestas sobre este punto: “El párrafo 7 (A). Amplía al tema contenido
del párrafo 6 del texto trabajado en Londres, incluyendo la residencia y circulación de
personas y cuestiones de propiedad relacionadas, y contiene una obligación general de
promover y facilitar este tipo de vínculos en igualdad de condiciones. Sin embargo, las
medidas específicas se mantienen en forma de recomendaciones de la Autoridad
Especial. El ámbito de aplicación de dichas recomendaciones incluiría posibles
acuerdos para la compensación a los isleños que deseen irse.”
En esa misma nota se da cuenta de las modificaciones sufridas por el párrafo 8 sobre el
tema de las negociaciones, de la siguiente amanera: “Párrafo 8 (Negociaciones). Este
párrafo ha sido testigo de una serie de cambios. El “período de transición” ahora ha
sido claramente vinculado al proceso de negociaciones en un intento de permitir que
otras disposiciones de fondo potencialmente sobrevivan al 31 de diciembre. El texto
describe el objetivo de un acuerdo sobre las “modalidades” en que las Islas podrían
suprimirse de la lista del Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas (a raíz de una
sugerencia de Reino Unido), y a las condiciones mutuamente convenidas con respecto a
su estado definitivo. La referencia a la “Descolonización” en teoría no impediría
cualquier tipo de estado futuro de las islas, a excepción probablemente de la situación
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anterior. El mutuo acuerdo fue visto como un elemento importante por los argentinos
para impedir medidas unilaterales. Las condiciones se establecen para incluir “la
debida atención” –lo que obviamente variará de peso a los ojos de los dos firmantespor el derecho de los habitantes y el principio de la integridad territorial “aplicable a
esta disputa”. Los argentinos argumentarán que los derechos de los habitantes se
refieren sólo a los derechos individuales, y no un derecho “colectivo” de
autodeterminación. Los argentinos argumentarán que aplica un principio de integridad
territorial con el continente; la referencia igualmente podría argumentar en el sentido
de las Islas no deben ser divididas o desmembradas en el proceso de cambio de estado.
Estas referencias en efecto recuerdan las diferentes posiciones de las dos partes a lo
largo de la presente disputa. La autodeterminación se ve reforzada por las referencias
a la Carta de las Naciones Unidas y a la Resolución 1514; los argentinos citan la
integridad territorial en el lenguaje de la 1514 e insistieron en referenciar a las
resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las Islas. La
referencia explícita a 2065 se conserva (el Reino Unido aceptó dicha referencia en el
Acuerdo de 1971 con Argentina sobre las islas), pero hay referencia general
subordinada general a las otras (incluyendo la Resolución 31/49 a la que el Reino
Unido se opuso). Estas resoluciones son descriptas por el título del Programa de las
Naciones Unidas en las que aparecen, entre comillas y que incluye nombres
alternativos de las Malvinas. El párrafo 8(B) responde a la preocupación argentina que
las negociaciones de buena fe pudieran no ocurrir para producir un resultado en fecha
límite. La asistencia de Estados Unidos a las negociaciones sería condicionada a una
solicitud de ambos gobiernos.
Sacar a las Islas de la lista bajo el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas era
interpretado por Thatcher como denegar a los isleños de elegir libremente la forma de
gobierno bajo la cual querían vivir.
Los funcionarios de la Oficina de Asuntos Exteriores compararon los proyectos de
propuestas acordadas entre el señor Haig y el Subcomité el 13 de abril antes de su
reciente visita a Buenos Aires (documento (OD (SA) (82) 10) y los proyectos de
propuestas recibidas del Sr. Haig después de su visita el 19 de abril (documento (OD
(SA) (82) 16). 32
Las más diferencias más importantes entre ambos proyectos de acuerdo encontradas por
los funcionarios fueron:
(a) Retirada. En la versión anterior, ésta se llevaría a cabo tanto por el Reino Unido
y como por Argentina dentro de dos semanas. En el proyecto posterior, la
Argentina tendría dos para retirarse, pero el Reino Unido tendría sólo una. Por
otra parte la Fuerzas de Tarea, pero no los submarinos británicos, tendría que
hacerlo, a partir del séptimo día, permaneciendo a 1.750 millas náuticas de
distancia. Después de 15 días las "unidades de" las Fuerzas de Tarea y los
submarinos tendrían que volver a las "bases o zonas de operación habituales". El
Reino Unido también estaría obligado a levantar la Zona Marítima de Exclusión
dentro del plazo de 24 horas del acuerdo.
(b) Administración. El proyecto anterior prevé la introducción de dos candidatos del
Gobierno argentino en los Consejos Legislativo y Ejecutivo, además de al menos
32
OD(SA)(82) 18
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un representante de los habitantes argentinos de las islas en cada Consejo. Esta
ampliación daría a Argentina un control efectivo sobre 3 de los 9 miembros del
futuro Consejo Ejecutivo y sobre 3 de los 12 miembros del futuro Consejo
Legislativo. (Por otra parte debe tenerse en cuenta que dos miembros del
Consejo Ejecutivo son actualmente designados por el Gobernador; Argentina
podría en el futuro tener el poder de determinar la elección de cualquiera de
estos a través de la Autoridad Provisional Especial).
(c) Sanciones Económicas. El proyecto posterior requiere que se tomen "medidas"
para levantar las sanciones tan pronto como sea posible. Esto significa que
podrían ser levantadas antes que la retirada argentina se hubiera completado. Sin
embargo, la disposición de que deben ser levantadas simultáneamente le daría al
Reino Unido cierto control sobre el tiempo real.
(d) Relaciones con el Continente. Las disposiciones del proyecto posterior para las
relaciones económicas y de otro tipo con Argentina son mucho más amplias que
antes. Ellas le permitirían a Argentina reclamar que sus ciudadanos deben tener
igualdad de derechos para la compra de propiedades, establecer negocios, vivir
en las islas y así sucesivamente. El propósito de esto queda subrayado por la
introducción en el mismo párrafo de una mención de la posibilidad de
compensación para los isleños que deseen irse.
(e) Futuras Negociaciones. El tema de las futuras negociaciones se indica de una
manera que excluye una vuelta a la situación anterior a la invasión y está
fuertemente inclinado a favor de una transferencia de la soberanía a Argentina.
Los funcionarios también señalaron las principales razones por las cuales el proyecto
posterior es mucho más difícil de aceptar que el anterior para el Reino Unido, y ellas
eran a su entender las siguientes:
(a) “Retirada. Las medidas propuestas son desiguales y en gran medida a favor
del agresor. Para la segunda semana después de la firma del acuerdo
Argentina tendría varios miles de tropas con armas en las Islas Malvinas,
mientras que las fuerzas más cercanas Reino Unido, nuestros submarinos,
podrían estar a siete horas de distancia. La disposición sobre que nuestras
fuerzas regresen a sus bases o áreas de operaciones habituales, después de
15 días parece excluir la mayoría de los despliegues en el Atlántico Sur.
(b) Administración. La introducción de los candidatos del Gobierno argentino
en los Consejos en las Malvinas sería antidemocrático en el caso del
Consejo Legislativo y desproporcionado en el caso del Consejo Ejecutivo.
El Gobierno en la esfera administrativa, así como en la Autoridad
Provisional Especial, sería en efecto compartida entre el Reino Unido y
Argentina. El grado en que administración británica sería restablecida sería
mucho menor que en el marco del proyecto de acuerdo anterior.
(c) Sanciones Económicas. La perspectiva de que sean levantadas antes de la
finalización de la retirada argentina va en contra de la posición del
Gobierno de su Majestad de que la retirada es el primer requisito.
(d) Relaciones con el Continente. El proyecto posterior abre la posibilidad de
un influjo de personas y negocios argentinos mientras que alienta a los
malvinenses a irse. (El Gobierno de su Majestad aparentemente aun tendría
el derecho de bloquear las propuestas de la Autoridad Provisional de
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Especial en este ámbito, pero el principio de facilitar los contactos se
concede independientemente de esto en el proyecto posterior).
(e) Futras Negociaciones. La exclusión de la situación anterior a la invasión de
los posibles resultados de las negociaciones no conserva la libertad de
elección de los isleños. Aunque el Reino Unido tendría la libertad de
rechazar la aceptación de cualquier resultado de las negociaciones que
fuera inaceptable para los isleños, nuestra libertad para presionar por un
resultado que no implique una transferencia temprana de la soberanía se ve
limitada por el sesgo del apartado correspondiente del proyecto posterior.
Para que el proyecto de acuerdo sea aceptable para el Reino Unido,
probablemente se necesiten enmiendas que tengan en cuenta los párrafos
precedentes, y una especie de garantía de seguridad de los Estados Unidos de
respecto de más agresión argentina.”
Se decidió en la reunión 11° del Gabinete de Guerra del 20 de Abril que Pym accediera
al pedido de Haig de ir a Washington para discutir los puntos de vistas británicos sobre
los textos que surgían de Buenos Aires.
Al día siguiente Pym respondiendo preguntas de los Comunes dio a entender que la
fuerza no sería usada mientras las negociaciones continuaran. Thatcher lo hizo regresar
a los Comunes y retirar sus dichos.
El jueves 22 de Abril Pym se encontraba en Washington discutiendo las propuestas
británicas con Haig. Ese mismo día las fuerzas británicas habían desembarcado en las
Georgias del Sur, en una operación que se complicó mucho al principio con la pérdida
de dos helicópteros y con malas condiciones meteorológicas.
Tal como lo reconoce Thatcher el Sábado 24 de Abril fue un día crucial tanto para ella
como para la historia y desarrollo del conflicto. Mantuvo por la mañana una reunión ad
hoc con Pym, quien le conto los resultados de sus esfuerzos diplomáticos en
Washington. En los términos de Thatcher el documento que trajo Pym de Washington
era lo mismo que rendirse. Tuvo una fuerte discusión con Pym, ya que para Thatcher
era inaceptable esa propuesta y Pym sostenía lo contrario. Para Thatcher significaba un
robo de la libertad de los isleños y un robo del honor y respeto de Gran Bretaña.
Se programó una reunión del gabinete de Guerra para horas de la tarde del 24 de Abril.
Thatcher comparo los cuatro textos más importantes de toda esta negociación, a saber:
A) las propuestas que Haig discutió con los británicos y se llevó a Buenos Aires el 12 de
Abril, Thatcher reconoce que la actitud británica a para con estas propuestas fue
deliberadamente vaga. B) Las propuestas traídas por Haig en su primer visita a Buenos
Aires el 19 de Abril, las que fueron rechazadas por Thatcher y el Gabinete de Guerra. C)
El 22 de Abril estas propuestas fueron enmendadas en términos aceptables para los
británicos y bajo estas bases Pym fue instruido para negociar por el Gabinete de Guerra.
D) El texto traído por Pym de Washington el 24 de Abril.
Thatcher se oponía firmemente a: 1) Cuestionaba cuán lejos y cuándo se debían retirar
las fuerzas británicas de la zona de conflicto. Para ella el texto que Pym trajo de
Washington dejaba a las fuerzas británicas aún más alejadas que el texto de Buenos
Aires. Se pedía que las fuerzas británicas abandonaran las zonas definidas en siete días,
dejando a Gran Bretaña sin influencia militar durante el proceso de retiro de fuerzas. 2)
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Las sanciones contra la Argentina tenía que ser abandonadas una vez firmado el acuerdo
y no al momento del retiro de las fuerzas conforme lo habia contra propuesto Gran
Bretaña. 3) Se proponía dos representantes argentinos en el Consejo de las Islas y al
menos un representante local de la población argentina de las Islas. Se permitía la
residencia de argentinos y que estos pudieran adquirir propiedades en las Islas.
A pesar de la fuerte oposición de Thatcher a las propuestas traídas por Pym de
Washington, este las sometió a consideración del Gabinete de Guerra sugiriendo su
aceptación. Thatcher hizo un trabajo de comparación de todas las propuestas para
repasar clausula por clausula con el fin de convencer al resto del Gabinete de Guerra
que no podían aceptar estas propuestas.
La reunión del Gabinete de Guerra estaba programada para las 6.00 pm del 24 de Abril.
Thatcher encontró a Pym un poco antes de las 6.00 haciendo lobby a su favor fuera del
Cabinet Room. Thatcher tuvo una reunión bilateral con Whitelaw a fin de que apoyara
su postura en contra de las propuestas, lo que logro.
La reunión comenzó con Pym recomendando aceptar las propuestas que habia traído de
Washington.
En el memorándum presentado por Pym ante sus colegas del Gabinete de Guerra
explicaba sus conversaciones con Haig y sus recomendaciones de la siguiente manera:
“Visité Washington el 22 y 23 de abril. Casi todo el tiempo fue utilizado para discutir
con el Sr. Haig y sus funcionarios el proyecto de un Acuerdo de Argentina / Reino
Unido para asegurar la retirada argentina de las Malvinas: los EE.UU. no firmaría,
pero estaría muy involucrado. El texto que el Sr. Haig había traído de Buenos Aires el
19 de abril, y nuestros comentarios sobre el mismo, fueron la base de nuestras
discusiones. Haig sostuvo que, dado el movimiento de las fuerzas armadas británicas y
argentinas y la posibilidad de hostilidades tempranas, nuestras discusiones
constituirían la última oportunidad para alcanzar soluciones políticas. El programa
que él me esbozó fue que debíamos darle nuestros comentarios finales y responder
sobre su último proyecto (Anexo A)33 para el mediodía, hora de Washington, del
domingo 25 de abril (ahora se adelantó para el anochecer de hoy, hora de
Washington). Él entonces le daría al ministro de Relaciones Exteriores de Argentina
como su propia propuesta final, el 25 de abril en Washington, donde Costa Méndez
estará para la reunión de la OEA el 26 de abril (Simultáneamente enviará el texto al
presidente Galtieri a Buenos Aires. (También nos enviaría formalmente los proyectos a
nosotros –por el bien de las formas- para evitar dar la impresión de que ellos son una
preparación anglo-estadounidense). Tendría la intención de darle a los argentinos 48
horas para aceptar estas propuestas tal como están, dejando en claro que no serían
posibles más retrasos o discusiones. Añadiría que si los argentinos rechazaran las
propuestas, los EE.UU. considerarían que su papel de pacificador habría terminado y a
partir de entonces apoyarían política, económica y –sugirió- militarmente al Reino
Unido. Haig sostuvo que su propuesta de acuerdo sería sacar a los argentinos de las
Islas, evitar las hostilidades, establecer un régimen provisional viable y allanar el
camino para una solución a más largo plazo. Argumentó que no necesitamos estar
demasiado preocupados por los detalles de las disposiciones relativas a la retirada de
33
Ver Anexos
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Argentina: la garantía real sería la participación sustancial de los Estados Unidos;
cualquier violación argentina a las disposiciones de la retirada los dejaría "mirando el
cañón de la pistola de los Estados Unidos". Le di un texto propuesto (Anexo B)34 para
una carta de garantía de Norteamérica, y su reacción personal fue de simpatía. Por
otro lado, si la solución diplomática no fracasara no porque los argentinos hubieran
rechazado el texto, sino porque nosotros no hubiéramos aceptado el texto que él podría
presentarles, Haig insinuó que podríamos estar por nuestra cuenta. A pesar de que no
estaba de acuerdo con ellos, muchos en Washington podrían argumentar que los
Estados Unidos deberían mantenerse en reserva para jugar un papel en un esfuerzo
pacificador posterior. Él era escéptico sobre las perspectivas de que Gran Bretaña
alcanzara una solución militar rápida y satisfactoria. Pensaba que el apoyo político
internacional comenzaría a evaporarse rápidamente después de cualquier acción
militar británica. Por otra parte la victoria aún nos dejaría con la necesidad ya sea de
mantener una presencia militar permanente en la zona o bien buscar una solución
política más que no sería más fácil que la de la propuesta actual. El presidente Reagan
fue consultado en varias ocasiones por Haig durante mi visita y las propuestas actuales
se describieron como que disfrutan del respaldo de Reagan. Haig me aseguró que
ningún otro esquema político -como la idea de que la tutela territorial de Estados
Unidos flotara brevemente por el Juez Clark- tendría más probabilidades que las
presentes propuestas para lograr una solución pacífica en el breve tiempo aún
disponible. En la discusión Haig puso gran énfasis en la necesidad de presentar a los
argentinos un texto que si ellos lo rechazaran (a su juicio el resultado mucho más
probable), dejaría al mundo sin dudas en cuanto a donde yacía la culpa. Él no estaba
dispuesto a presentarles un texto en el que él no creyera que fuera verdad. A pesar de
que yo pude persuadirlo para que modificara su posición en algunos aspectos
importantes durante los dos días de conversaciones, su proyecto final todavía se queda
corto en varios lugares de lo que hemos considerado como aceptable, sobre todo en
materia de la representación argentina en los consejos de las islas (párrafo 6), el
alcance de la influencia argentina en las esferas económica y relacionadas (párrafo 7),
y en impedir la continuación del actual estado colonial (párrafo 8). Presioné a Haig
fuertemente sobre estos puntos. Se resistió a hacer nuevas modificaciones sobre la base
de que en la práctica la participación de Estados Unidos, junto con la presencia
británica, serían suficientes para evitar que Argentina hiciera de las suyas. Hizo
hincapié en que las propuestas tendrían que ser presentadas a los argentinos como un
todo integrado, incluyendo la incorporación de las Dependencias dentro del ámbito del
Acuerdo. El Anexo C35 comenta con más detalle sobre las características del nuevo
proyecto. Le dejé en claro que el párrafo 2 del proyecto, que se ocupa de los arreglos
para la retirada, necesita ser escudriñado por los expertos militares.
RECOMENDACIONES
No obstante las objeciones obvias de principio y el problema que éstos crearán con el
Parlamento y la opinión pública, creo que el arreglo propuesto por los EE.UU. ofrece
la mejor oportunidad de una solución pacífica, que es claramente preferible a la
34
Ver Anexos
35
Ver Anexos
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alternativa militar y debe ser aceptado. Por tanto, recomiendo que se me autorice a
informar al Sr. Haig que, tras haber consultado a mis colegas aquí, puedo estar de
acuerdo con el plan y el proyecto que me presentó en Washington sujeto a:
a. los cambios en el párrafo 6 y 7 del proyecto de que se muestran en el anexo
D.
b. la confirmación de que las intenciones del Gobierno de los Estados Unidos
son como se describen en el párrafo 2 anterior.
c. una respuesta positiva del presidente Reagan a la sugerencia de una carta
de garantía en línea con el proyecto británico del Anexo B.”
Thatcher ataco clausula por clausula, inquiriendo a Pym sobre cuál era el real
significado de cada uno de los temas acordados, cómo podrían aceptar ahora algo que
ya habían rechazado anteriormente, o porque no había insistido en un mínimo de auto
determinación para los isleños. Thatcher logro que el resto del Gabinete de Guerra la
apoyara. Pero ahora debían resolver como le contestaban a Haig luego de la
intervención de Pym. Y esto lo soluciono John Nott, quien propuso que no debían hacer
ningún comentario sobre el borrador en su lugar debían solicitar a Haig que lo pusiera a
consideración de los Argentinos primero. Si los argentinos lo aceptaban el Gabinete de
Guerra iba a estar en problemas, podrían resolverlo poniendo el tema a consideración
del Parlamento. Pero si los argentinos lo rechazaban (y se inclinaban a que iba a pasar
esto) podían pedirle a los americanos que apoyaran firmemente a Gran Bretaña debido a
la intransigencia argentina, de este modo en apariencia no quebraban las negociaciones,
la culpa la asumiría la Argentina. Por lo que el Gabinete de Guerra decidió que la
Primer Ministro le enviara el siguiente mensaje a Haig:
“Gracias por su mensaje dándonos sus comentarios sobre sus largas discusiones con
Francis Pym. Mis colegas más cercanos y yo ahora tenemos un reporte completo por
parte de él. Seguimos siendo muy agradecidos por sus esfuerzos continuos.
Usted me pidió que le envié una reacción esta noche. Toda esta situación comenzó con
una agresión de la Argentina. Desde ese entonces nuestro propósito juntos ha sido el de
asegurar el retiro temprano de la Argentina de conformidad con la Resolución del
Consejo de Seguridad. Nosotros pensamos que el próximo paso debería ser que usted
ponga a consideración de ellos sus últimas ideas. Espero que usted busque el punto de
vista del gobierno argentino mañana y establezca de manera urgente si ellos pueden
aceptarlas. El conocimiento de la actitud de ellos será importante para la
consideración de sus ideas por parte del Gabinete británico.”
4. El fin de la mediación de Haig.
Ya en la 16° reunión del Gabinete de Guerra del 25 de Abril Thatcher manifestó que
habia recibido una respuesta satisfactoria del Secretario de Estado de los Estados
Unidos, Sr. Haig, respecto del mensaje que ella le habia enviado la noche anterior y que
ahora, él estaría sometiendo a consideración del gobierno argentino sus últimas ideas.
En la 17° reunión del Gabinete de Guerra del 26 de Abril, Thatcher dijo que había
recibido un acercamiento indirecto pero de ayuda del Presidente de México López
Portillo., luego manifestó que era su opinión que los eventos de las últimas 24 horas
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sugerían que podría ser posible lanzar una nueva iniciativa diplomática, siempre que
pudiera hacerse con rapidez y sencillez suficiente. Señaló que el Ministro de Asuntos
Exteriores debía mandar un mensaje al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Sr.
Haig, con el siguiente contenido:
“Nuestra reposesión de las Islas Georgias del Sur ha cambiado radicalmente la
situación. En particular nos permite hacer frente a las Islas Malvinas solamente.
Igualmente debe llevar a la Argentina a tener interés en negociar un acuerdo
seriamente. Pero el tiempo es muy corto. Nuestra fuerza de tareas se está acercando a
la Zona Marítima de Exclusión alrededor de las Islas, y la próxima fase de la operación
deberá empezar muy pronto.
Podemos ahora ser capaces de convertir la reunión de la OEA esta tarde en nuestra
ventaja. Pero esto requiere un enfoque más simple. Ahora no es el momento para
negociar en detalle.
Lo que tenemos en mente es lo siguiente. Si los argentinos retiran sus fuerzas de las
Islas Malvinas, haremos que nuestra fuerza de tareas se detenga y vuelva una vez que
la retirada argentina este completa, siempre que a partir de ese momento en adelante,
los Estados Unidos garanticen militarmente la seguridad de las Islas Malvinas. Esto
sería asegurar la retirada de las fuerzas argentinas de conformidad con la Resolución
502 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y despejar el camino para las
negociaciones inmediatas en un congreso con el fin de resolver la disputa. Mientras
tanto, la administración tradicional se restauraría a las Islas Malvinas, pero por el
momento debemos estar preparados para no enviar de vuelta al Gobernador, y para
nombrar en su lugar a un oficial para administrar el gobierno. Debemos estar
preparados durante ese tiempo para tener un residente argentino en Puerto Argentino
para cuidar de los intereses de los argentinos que viven en las Islas Malvinas.
Si esta propuesta es recomendada por usted mismo, tenemos que decidir la forma en
que debería ponerse en marcha. Necesitaría su propio acuerdo y el respaldo de todo
corazón, pero podría ser ventajoso conseguir a alguien más para tomar la iniciativa.
Hemos tenido algunos indicios de que al Presidente López Portillo le gustaría ser útil.
Por tanto, los mexicanos podrían ser invitados a someter la propuesta, con su y nuestro
acuerdo, a la reunión de la OEA el día de hoy. Los mexicanos podrían incluso estar
preparados para suministrar el lugar de celebración del congreso. "
Paralelamente en esa misma reunión se aprobaron las reglas de combate aplicables a la
Zona de Exclusión Total, también se aprobó el texto que anunciaba a la mencionada
Zona y la convocatoria a tropas de reservistas.
La Primer Ministro, en la siguiente reunión del Gabinete de Guerra, que tuvo lugar el
informo de Abril por la mañana, dijo que la propuesta británica acordada por el
Subcomité el día anterior había sido rechazada por el Secretario de Estado de los
Estados Unidos, el Sr. Haig. Con acuerdo británico, por lo tanto, Mr. Haig ahora estaba
poniendo al gobierno argentino sus propias propuestas. Haig insistía en una clara
respuesta afirmativa o negativa antes de la medianoche, hora de Buenos Aires del 27/28
de Abril; serían aceptadas sin enmiendas; y excepto que sea rechazada por Argentina las
propuestas no serán publicadas sin consultar con Londres. Thatcher dijo que si los
argentinos no respondían positivamente a este enfoque, sería importante establecer con
Haig que sus propuestas han sido definitivamente rechazadas; sostuvo que esto sería
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crucial para las decisiones militares difíciles con las que el Subcomité se enfrentaría el
28 de Abril.
En la reunión 19° del Gabinete de Guerra del 28 de Abril el Secretario de Relaciones
Exteriores, dijo que el Secretario de Estado de Estados Unidos, el Sr. Haig, había
presentado sus propuestas al Gobierno Argentino el día anterior, como estaba planeado,
con una fecha límite para la aceptación (sin modificaciones) o rechazo antes de la
medianoche, hora de Buenos Aires en 27/28 de Abril. Manifestó que ese plazo ya había
pasado y no había recibido respuesta alguna y que las propuestas también se habían
comunicado formalmente al Gobierno Británico. La Primer Ministro, resumiendo el
debate, dijo que el texto de las propuestas del Sr. Haig deberá distribuirse a todos los
miembros del Gabinete en la tarde, en el más estricto secreto, para que puedan
examinarlo en su reunión del 29 de Abril, si para entonces los argentinos habían
aceptado. Si los argentinos rechazaron las propuestas, era probable que Haig las
publique sin demora y no se necesitaría ninguna discusión de Gabinete. Mientras tanto,
ella se encargaría de que se le dijera a la prensa que el gobierno ahora habia sido
notificado formalmente de las propuestas de los Estados Unidos y que estaban siendo
consideradas cuidadosamente. Advirtió sobre la posibilidad de que el Subcomité podría
ser que necesite volver a reunirse ese mismo día, cuando se conozca la respuesta
argentina, que bien podría no ser el sí o no claro que el señor Haig había exigido.
El 29 de Abril Pym hizo circular al Gabinete de Guerra las alternativas para una
solución diplomática frente al fracaso de las negociaciones de Haig. Pym entendía que
esto era necesario por tres razones principalmente, a saber: (a) mantener las iniciativas
inaceptables fuera de juego; (b) mantener el apoyo a la posición británica, en el país
como en el extranjero, a medida que avanzaran hacia una nueva fase militar; y (c)
proporcionar un mecanismo a través del cual se pueda progresar para el caso de que los
argentinos se empiezan a agrietar.
Sostuvo que las principales opciones desde el punto del procedimiento eran:
(a) Solicitar a los americanos que vuelvan a intentarlo. Pym entendía que los
americanos son los mejor situados para lograr una solución negociada, pero su papel
continuado como pacificadores les negaría la posibilidad de obtener el peso total de la
ayuda de Estados Unidos, y de la presión de Estados Unidos a través de sanciones
económicas, así como políticamente.
(b) Dar de alta a los buenos oficios del Secretario General de la ONU. Las desventajas
son que aquí cualquier mandato del Secretario General tendría que ser negociado a
través del Consejo de seguridad que los expondría a las iniciativas de los demás.
Tendrían que aceptar que las próximas acciones de la Fuerza de Tarea, una vez que
cualquier iniciativa se haya puesto en marcha a través de la ONU o del Secretario
General, los pondría en una posición muy difícil.
(c) Buscar el nombramiento como mediador de otra figura internacional respetada, por
ejemplo, el Secretario General de la Commonwealth, o de un grupo de hombres o de
Estados, por ejemplo, Estados Unidos, uno europeo y otro latinoamericano. Para Pym
esto podía consumir mucho tiempo y cualquier grupo querría imponer sus propias
condiciones.
(d) Hacer una propuesta sobre nuestra propia cuenta.
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Respecto a la sustancia de la solución Pym presento un abanico da varias propuestas:
“3. La primera decisión a tomar es si debemos simplemente reiterar las exigencias
británicas, o propuestas presentadas que considera que tienen alguna posibilidad de
ser negociable con los argentinos en circunstancias de creciente presión sobre ellos,
por supuesto siempre que nuestros principios esenciales se cumplieron. No hay ninguna
dificultad sobre reiterando nuestras exigencias, pero hay que reconocer que no serán
aceptados a menos que hayamos llegado al punto eran total de la capitulación
argentina está a la mano, si a continuación.
4. Si se deseaba presentar propuestas que posiblemente podría inducir al gobierno
argentino a responder, estas propuestas tendrían que ofrecerles una salida muy por
debajo de la humillación total. Las posibilidades incluyen:
(a) inmediatas negociaciones bilaterales para un acuerdo definitivo, posiblemente bajo
el patrocinio de un tercer partido, que tendrá lugar inmediatamente después de la
finalización de la retirada argentina de las Malvinas y la restauración de la
administración tradicional en las islas (ya sea o no incluido el gobernador) es decir,
para mover la situación hacía el tercer requisito de la Resolución del Consejo de
Seguridad N ° 502. Se podrían ofrecer como incentivos:
(i) entrar en estas negociaciones sobre la base del reconocimiento de que el gobierno
argentino tiene un interés legítimo en el futuro de las Islas Malvinas.
(ii) que las fuerzas británicas volverían a sus tareas habituales al final del
cumplimiento de la retirada argentina (sujeto a haber obtenido que los americanos
proporcionarían una garantía segura sobre las Islas Malvinas y dependencias durante
el periodo de negociación para un acuerdo definitivo).
(iii) Que durante las negociaciones habría representación oficial en las islas Malvinas
tanto de los argentinos como de los americanos.
(b) Una variante de (a) anterior en la forma de una conferencia internacional, bajo la
presidencia de los Estados Unidos u otro tercero. Esto ofrece a los argentinos un cierto
estatus junto con una ligera mayor seguridad de que las negociaciones no resulten
excesivamente prolongadas, ya que se llevarían a cabo en vista internacional.
(c) Una simplificación drástica de las propuestas de Haig, pero con una serie de
adiciones inobjetables, cosa que podría incluir, por ejemplo: (i) presidencia que rotara
en la autoridad provisional especial. (ii) a nivel internacional un estudio patrocinado
de los recursos económicos en los alrededores de las islas, y los métodos de explotación
de ellos, tal vez el realizado por el Banco Mundial.
5. Supuestos: los siguientes supuestos están hechos: a) Que cualquier opción que se
termine eligiendo debemos reafirmar nuestra exigencia de que los deseos de los isleños
se respeten plenamente en cualquier solución definitiva. (b) que los estadounidenses
querrán tratar de mantener un papel mediador. (c) que los americanos van a ser
receptivos a las sugerencias de que deben proporcionar garantías sobre la seguridad
de las islas a la espera de la negociación. (d) que cualquier referencia a la Corte
Internacional de Justicia o a un tribunal arbitral ad hoc sería para ser considerada
durante las negociaciones en lugar de la etapa actual.”
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La conclusión de Pym fue que debían ir a por una oferta de negociación inmediata en
las líneas del párrafo 4 (a) o (b) anterior, previa consulta urgente con los americanos.
En la 21° reunión del Gabinete de guerra se discutió este documento circulado por Pym.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que se debe observar estricto secreto
hasta que se hubiera hecho la declaración del Sr. Haig. El Secretario de Relaciones
Exteriores estaría dando una conferencia de prensa después. Él debía anunciar su
intención de visitar los Estados Unidos al día siguiente, para mantener conversaciones
tanto con el Sr. Haig y con el Secretario General de las Naciones Unidas Pérez de
Cuéllar. Mientras tanto iba a tratar de aclarar la posición precisa de la respuesta
argentina dada al señor Haig sobre la soberanía y la administración de las islas; y
consideraría persuadir al Sr. Haig para reformular la referencia en su declaración ante la
actitud británica hacia sus propuestas y sobre la actitud estadounidense hacia el uso de
la fuerza en un conflicto. Al hablar tanto a Haig y Pérez de Cuéllar se guiaría por las
amplias propuestas de su memorándum sobre la futura acción diplomática, es decir, los
párrafos 3-5 de OD (SA) (82) 35; pero se debe tener cuidado sobre cualquier referencia
a las futuras negociaciones bilaterales, y por esta razón la propuesta en su párrafo 4 b
podría ser preferible que en el párrafo 4 a. También, por supuesto, debería discutir con
el señor Haig cómo concertar presiones económicas y otras para Argentina.
El 29 de Abril la Primer Ministro envió el siguiente mensaje al Presidente Reagan:
“Querido Ron,
El Gabinete consideró las propuestas actuales de Al Haig sobre las Islas Malvinas, por
primera vez esta mañana. Estábamos todos muy agradecidos por sus esfuerzos
incansables.
Le expliqué a mis colegas que Al había presentado sus propuestas al Gobierno de
Argentina recién el 27 de abril; que, como dejó claro a Francis Pym, él les había dado
una fecha límite para la aceptación de las propuestas sin modificación o su rechazo; y
este plazo ha pasado hace más de 24 horas sin respuesta argentina.
Desde el punto de vista del Gabinete, las propuestas deben ahora ser consideradas
como que han sido rechazadas por los argentinos, que han ignorado el plazo y
declararon públicamente que no están dispuestos a modificar su posición sobre la
soberanía.
Al dejó en claro a Francis la semana pasada que, si Argentina rechazaba las
propuestas, los EE.UU. considerarían sus esfuerzo de paz como terminados y darían a
partir de entonces el apoyo público total a Gran Bretaña.
Desde el punto de vista del Gabinete, ahora se ha llegado a este punto. No puedo
ocultar a usted cuan profundamente decepcionados nos sentiríamos mis colegas y yo si
en estas circunstancias los EE.UU. no estuvieran ahora para darnos su total apoyo.
Usted recordará cuando hablamos por teléfono el 17 de abril, sobre las propuestas
anteriores en las que Al y nosotros trabajamos en Londres el 12 de abril, que me dijo
que en su opinión habíamos sido tan servicial como podríamos haber sido y que sería
razonable que se nos pidiera ir más allá. En este contexto, no se sorprenderá al saber
que el Consejo de Ministros vio dificultades fundamentales desde el punto de vista de
Gran Bretaña en las últimas propuestas de Al las que consideramos Argentina ha
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rechazado ahora. Estas dificultades yacían en las áreas esenciales donde las últimas
propuestas diferían de las propuestas del 12 de abril. Era, por supuesto, sólo estas
áreas las que Francis discutió tan a fondo con Al en Washington la semana pasada. En
esta etapa, el esfuerzo por resolver esta crisis ahora ha terminado. Me parece esencial
que, al entrar en la siguiente fase, los EE.UU. y Gran Bretaña deben ser vistos
inequívocamente en el mismo lado, defendiendo incondicionalmente esos valores en los
cuales el modo de vida occidental depende,
Saludos cordiales,
Margaret.”
La respuesta de Reagan no se hace esperar y llega ese mismo día expresándole a
Thatcher sus puntos de vista y manifestando como los Estados Unidos iban a proceder a
partir de ahora. Reagan le informa a Thatcher que ahora habían recibido la respuesta
Argentina a las propuestas de Haig, rechazándolas. Hizo énfasis en que ahora ambos
países debían dejar en claro que se habían hecho todos los esfuerzos posibles para
lograr una solución pacífica y que el Gobierno Argentino habia tenido la posibilidad de
elegir entre una solución pacifica o más hostilidades. Por lo que manifestó que los
Estados Unidos haría una descripción publica de los esfuerzos realizados y de la
propuesta en términos generales, pero no la publicaría para no causarle inconvenientes a
Thatcher. Menciono expresamente que si bien Thatcher habia visto grandes dificultades
en la propuesta no la habia rechazado. Reagan le dijo a Thatcher que iba a dejar en claro
públicamente que Gran Bretaña habia colaborado con Estados Unidos y no habia tenido
otra opción que proceder militarmente sobra la base de su derechos de legítima defensa.
Pero le señalo que seguía siendo importante preservar las bases para una solución
negociada y le manifestó que Estados Unidos seguiría trabajando en este sentido pero
dejando en claro de qué lado estaba. Por último le expreso a Thatcher que podían contar
con el total apoyo de Estados Unidos en cualquier foro que este asunto sea debatido y
con su asistencia.
El 30 de Abril Estados Unidos hizo pública su inclinación por Gran Bretaña.
5. La decisión de establecer una Zona Total de Exclusión.
En la 16° reunión del Gabinete de Guerra del 25 de Abril36 la Primer Ministro,
resumiendo la discusión, dijo que la siguiente adición a las reglas de combate fue
acordada: “En alta mar, cualquier avión militar argentino identificado positivamente, o
aeronaves civiles argentinas identificadas positivamente aparentemente involucradas
en vigilancia, llegando a 40 millas de las fuerzas británicas y sin responder al
hostigamiento, pueden ser derribadas.” Fuera de esto ningún cambio en las reglas de
combate vigentes fue sugerido por el momento. Pero Thatcher señaló que en las
próximas semanas se requerirá tomar decisiones en varias cuestiones de importancia.
Esto incluirá el llamado a ciertos reservistas, el anuncio y cumplimiento de la Zona
Total de Exclusión, que incluye consecuencias sobre el aeropuerto de Puerto Argentino,
el posible uso de fuerzas especiales, y el movimiento del Grupo Anfibio Británico que
se encontraba en ese momento en Isla Ascensión. Sostuvo que se necesitaría mayor
consideración a las circunstancias en las que podría ser necesario atacar la Armada
36
http://www.margaretthatcher.org/document/122319
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Argentina fuera de la Zona de Exclusión Total, de las reglas de combate necesarias para
ello y la posibilidad de advertir que no se mueva más allá de ciertos límites
geográficos. Recalco que se necesitaba hacer un esfuerzo político especial para asegurar
que la necesidad y la justificación de las acciones británicas sean totalmente
comprendidas por la opinión pública. Por lo tanto el Gabinete de Guerra termino
decidiendo que el Ministro de Defensa arregle que las fuerzas británicas apliquen
inmediatamente las reglas de combate adicionales que fueron indicadas por la Primer
Ministro en su resumen. En la misma reunión se invitó al Ministro de Defensa para que
informe sobre las reglas de combate apropiadas para el caso de que sea necesario atacar
a la Armada Argentina fuerza de la Zona Total de Exclusión y la posibilidad de advertir
que no se mueva más allá de ciertos límites geográficos como fue indicado por la
Primer Ministro.
Hasta el 26 de Abril el Gabinete de Guerra había aprobado las siguientes Reglas de
Combate:
a) Para los Submarinos nucleares dentro de la Zona de Exclusión marítima de 200
millas náuticas alrededor de las Islas Malvinas eran las siguientes:
1.- Cualquier buque que fuera positivamente identificado dentro de la Zona de
Exclusión como barco de guerra argentino, submarino o auxiliar naval puede ser
atacado.
2.- Después del primer ataque exitoso, se debe retirar de la escena de acción y reportar.
Una vez que haya reportado o si no se puede borrar el informe luego de 12 horas, debe
continuar patrullando.
3.- La situación a informar debe ser hecha a discreción lo más rápido posible luego de
cualquier ataque exitoso en todas las unidades argentinas detectadas.
4.- Si son atacados en uso de defensa propia pueden tomar represalias tanto fuera como
dentro de la Zona de exclusión.
b) 1.- Para el tránsito de la Fuerza de Tareas para el área al norte del 35° Sur, tiene
el siguiente objetivo: evitar provocaciones pero responder a la agresión con
suficiente firmeza para asegurar el tránsito. Y las instrucciones dadas para este
caso fueron que, con el fin de lograr el transito podían atacar a cualquier barco
naval, aeronave de combate o submarino identificado positivamente como
argentino y que demostrara un intento hostil al acercarse dentro de 25 millas a
una unidad británica. Se debía usa mínima fuerza. Todas las unidades podían
asistir en la defensa de cualquier unidad que fuera atacada. Los buques
mercantes no podían ser atacados. El derecho internacional del mar no debía ser
violado excepto que fuera necesario para lograr el objetivo.
2.- Una vez que la fuerza de tarea haya pasado el 35° Sur el objetivo es: tomar acción
suficiente para asegurar el tránsito hacia la Zona de Exclusión Marítima británica
alrededor de las Islas Malvinas. Las instrucciones eran las mismas que las detalladas
arriba en el punto b) 1.c) Se autorizarían reglas de combate apropiadas para la Operación Paraquet.
Se esperaba que los primeros buques de superficie entraran a la Zona Marítima de
Exclusión el 29 de Abril, por lo que a partir de ese momento se podía establecer y hacer
cumplir una Zona Total de Exclusión. Los Secretarios del Gabinete de Guerra
sugirieron que para que se pudiera hacer cumplir adecuadamente la misma era necesario
autorizar reglas de combate apropiadas para el 26 de Abril, también se sugirió que se
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debía hacer un anuncio público respecto de su implementación37. Conforme lo que
informaron los secretarios del Gabinete de Guerra la Zona Total de exclusión tenía dos
objetivos, uno diplomático y el otro militar. En términos diplomáticos demostraría la
resolución británica de usar el mínimo de fuerza mientras las negociaciones ofrecían la
prospectiva de una resolución pacífica. Para los secretarios un exitoso cumplimiento de
la Zona Total de Exclusión podría proporcionar capacidad de negociación mientras
Gran Bretaña mantuviera un grado de apoyo internacional a su posición. También
entendían que la mencionada Zona proporcionaría una oportunidad a largo plazo para
debilitar la capacidad de la moral y de lucha de la guarnición argentina en las Malvinas
al negar alimentos y suministros. Entendían que si los argentinos fueran incapaces o no
estuvieran dispuestos a romper este bloqueo, podría surgir presión interna en su
gobierno a negociar.
Ya en ese momento los secretarios sostuvieron que para un efectivo bloqueo era
necesario tomar medidas para neutralizar el aeropuerto de Puerto Argentino y prevenir a
cualquier aeronave o buque proveer suministros a la guarnición argentina. Para lo cual
propusieron que el Gabinete de Guerra autorizara las siguientes reglas de combate para
el cumplimiento de la Zona Total de Exclusión: el objetivo era el de establecer un
bloqueo que prevenga la entrada o salida de todos los barcos de superficie argentinos
(excepto aquellos que están designados como hospitales), submarinos y aeronaves así
como otros barcos mercantes o aviones civiles que parecieran constituir una amenaza
actuando en apoyo de las fuerzas argentinas en las Islas Malvinas o demostrando
intentos hostiles. El objetivo incluía a todos los barcos navales, aeronaves militares y
submarinos identificados como argentinos, todo tipo de aviones (incluidos si fuera
necesario aquellos que no fueran argentinos) que fueran identificados como
transportando suministros militares o personal, toda aeronave en las Islas Malvinas, toda
aeronave que no pueda ser identificada en la noche o bajo condiciones de poca
visibilidad. Las instalaciones del aeropuerto de Puerto Argentino podrían ser atacadas.
Se debía usar fuerza mínima. Para el caso de los buques mercantes o de aeronaves
comerciales que no transportaban suministros militares o personal se establecía que
previo a iniciar un ataque se los advirtiera; podían ser atacados pero como último
recurso. Por otro lado se estableció que las instrucciones vigentes para todas las
unidades al Sur 35 ° Sur se aplicarán, con una disposición adicional, que cualquier
avión de combate argentino a 40 millas de una unidad del Reino Unido se considerará
que demuestra una intención hostil. Esto se consideró necesario ya que la fuerza entra
dentro del alcance de las aeronaves Super Etendard que llevaban misiles Exocet. El
ámbito geográfico de las reglas de combate propuestas es más amplio que la Zona de
Exclusión Total, a fin de permitir los ataques contra objetivos dentro de la Zona pero
que se lanzarán desde fuera de ella.
En la reunión 17° del Gabinete de Guerra38 llevada a cabo el 26 de Abril por la mañana
se aprobaron las Reglas de Combate propuestas por los Secretarios para la Zona Total
de Exclusión. Un anuncio público de la Zona Total de Exclusión fue aprobado en los
siguientes términos:
37
http://www.margaretthatcher.org/document/122391
38
http://www.margaretthatcher.org/document/122320
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“Desde ( ) GMT hasta (
) 1982, una Zona de Exclusión Total se establecerá en
torno a las Islas Malvinas. El límite exterior de esta zona es el mismo que el de la zona
de exclusión marítima establecida el lunes 12 abril 1982, es decir, un círculo de 200
millas náuticas de radio de la latitud 51 grados 40 minutos Sur y 59 grados 30 minutos
Oeste. Desde el momento indicado, la zona de exclusión se aplicará no sólo a los
buques de guerra argentinos y las unidades navales auxiliares argentinas, sino también
a cualquier otro buque, siendo buque de la marina o también mercante y, que esté
operando en apoyo de la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por las fuerzas
argentinas. La Zona de Exclusión Total también se aplicará a cualquier aeronave, sean
militares o civiles, y que esté operando en apoyo de la ocupación ilegal. Por tanto,
cualquier barco y cualquier aeronave sea militar o civil, que se encuentre dentro de
esta zona sin debida autorización del Ministerio de Defensa en Londres serán
considerados como hostiles y susceptibles de ser atacados por las fuerzas británicas.
También desde el tiempo indicado, el aeropuerto de Puerto Argentino estará cerrado;
y cualquier aeronave en tierra en las islas Malvinas será considerada como presente en
apoyo de la ocupación ilegal y en consecuencia es sensible al ataque. Estas medidas
son tomadas sin perjuicio del derecho del Reino Unido a adoptar las medidas
adicionales que puedan ser necesarias en el ejercicio de su derecho de legítima
defensa, en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.”
Pero no se habia tomado la decisión de si o cuándo anunciar e implementar la Zona de
Exclusión Total.
En la siguiente reunión del Gabinete de Guerra, la número 18 llevada a cabo el 27 de
Abril Thatcher sostuvo que ninguna acción se debía tomar, antes de la reunión del Sub
Comité el 28 de abril, respecto de informar al Sr. Haig del probable anuncio de una
Zona de Exclusión Total más tarde ese día. El 28 de Abril el Subcomité necesitara
abordar decisiones sobre:
(a) si, y en qué momento una zona de exclusión total alrededor de las islas Malvinas
debe ser anunciada el 28 de abril y ejecutada el 29 de abril;
(b) si el aeropuerto de Puerto Argentino debe ser destruido;
(c) si los comandantes militares deben recibir discreción para utilizar aviones Vulcan
en el contexto de (b);
(d) si las fuerzas especiales ahora se deben insertar en las Islas Malvinas.
(e) si el Grupo Anfibio, ahora en Ascensión debe navegar hacia el Sur.
También sostuvo que se debería tener en cuenta a las Reglas de Combate para
responder a una amenaza desde el portaaviones argentino (u otros buques de la Armada
Argentina) en alta mar; y a la posibilidad de advertir formalmente a los argentinos de no
sobrepasar ciertos límites geográficos. Señalo que el Gabinete se reuniría el 28 de Abril
y debía ser informado si el anuncio de la zona de exclusión total era inminente. Así que
las decisiones militares de esa reunión fueron, por un lado, que el Ministro de Defensa
autorice el apoyo de los Hércules a los Vulcan y el despliegue de los Vulcan hacia
Ascensión para que tuviera lugar el 28 de Abril y por otro que, el Ministro de Defensa
ponga en efecto inmediato la modificación de las Reglas de Combate revisadas para los
submarinos británicos que operan en la Zona de Exclusión Marítima, que según lo
indicado por la Primer Ministro era que los submarinos pudieran tener autoridad para
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atacar a cualquier submarino convencional que pudieran detectar, siendo que este o no
dentro de la Zona.
En la 19° reunión del Gabinete de Guerra39 del 28 de Abril se tomaron decisiones
militares muy importantes.
El Subcomité tuvo ante sí una nota de los Secretarios (OD (SA) (82) 30) sobre el
tratamiento de los buques mercantes argentinos en alta mar; y una nota de los
Secretarios (OD (SA) (82) 29) que circulaban propuestas del Ministerio de Defensa
sobre el uso de las fuerzas especiales. El Jefe de Estado Mayor Naval que estuvo
presente en dicha reunión, dijo que debido al mal tiempo no era probable que la fuerza
de tareas británica pudiera ahora llegar a la zona de las Islas Malvinas antes del 30 de
Abril. La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el anuncio sobre la creación
de una Zona de Exclusión Total alrededor de las Islas Malvinas se debía hacer al
mediodía, hora de Londres ese día, en los términos acordados por el Subcomité en su
reunión del 26 de abril; Este anuncio debía dejar claro que la Zona de Exclusión Total
era establecida 48 horas más tarde, el 30 de abril. Las Reglas de Combate para la
aplicación de la Zona de Exclusión Total deberían ser las convenidas por el Subcomité
en la misma reunión, con la suspensión por el momento de la autoridad para atacar a las
aeronaves en tierra, a fugitivos, a defensas de aeródromos y demás instalaciones
aeroportuarias en las Islas Malvinas. También Thatcher señalo que los aviones Vulcan
podrían desplegarse en la Isla Ascensión en la tarde del 28 de abril; pero no se adoptaría
ninguna decisión sobre su uso operativo antes de que el Subcomité se reuniera el 29 de
Abril. Indico que fuerzas especiales podrían ser insertadas en las Islas Malvinas para la
recolección de inteligencia a discreción del Comandante de la Fuerza después del
anuncio de la Zona de Exclusión Total; su utilización para operaciones ofensivas contra
objetivos militares en las Islas aún no había sido autorizada y dijo que se iba a
considerar más sobre el 29 o 30 de Abril. También señalo que el grupo anfibio debía
navegar desde la Isla Ascensión el 29 de abril antes de la medianoche, hora de Londres
el 28/29 de Abril, plazo que podía ser prorrogado por algunas horas si el Jefe del
Estado Mayor de Defensa advertía que esto podría hacerse sin perjuicio de los planes
del Grupo. Por último indico que luego de una advertencia que fue dada a los
argentinos, a través del gobierno suizo, las reglas de combate de las fuerzas británicas
en el Atlántico Sur debían modificarse para que pudieran advertir a los buques
argentinos que aparentemente se dedican a la vigilancia, y, si se ignora la advertencia,
para tomar las medidas adicionales que fueran necesarias contra ellos, de conformidad
con las sucesivas etapas descritas por el Jefe del Estado Mayor de Defensa, en la octava
reunión del Subcomité el 16 de abril. Por lo tanto el Sub Comité:
1.-Invitó al Secretario de Defensa para organizar la Zona de Exclusión Total alrededor
de las Islas Malvinas para ser anunciada y establecida conforme lo indicado por
Thatcher.
2.- Invitó al Secretario de Defensa, para suspender del cumplimiento de la Zona de
Exclusión Total por el momento el sufijo Sierra y el sufijo Tango detalladas en el
Anexo A del documento OD (SA) (82) 24.
39
http://www.margaretthatcher.org/document/122322
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3.-Invitó al Secretario de Defensa para confirmar la autoridad provisional ya dada para
el despliegue de aviones Vulcan a la Isla Ascensión.
4.-Invitó al Secretario de Defensa para autorizar la inserción de las Fuerzas Especiales
como se propone en el apartado 6 bis del OD (SA) (82) 29.
5.-Invitó al Secretario de Defensa para autorizar la navegación del Grupo Anfibio desde
la Isla de Ascensión el 29 de abril, sin perjuicio de la posibilidad de que esto sea
derogado por instrucciones de la Primer Ministro, a más tardar para la medianoche del
28/29 Abril o cualquier subsiguiente fecha límite recomendada por el Jefe del Estado
Mayor de Defensa.
6.-Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores y para concertar una advertencia que
debe darse al Gobierno argentino sobre la vigilancia de los buques mercantes, como se
propone en OD (SA) (82) 30; e invitó al Secretario de Defensa, para modificar las reglas
de combate para las fuerzas británicas, como fue indicado por Thatcher.
El 29 de Abril Nott hizo circular al Gabinete de Guerra el memorándum OD (SA) (82)
32, sobre el cumplimiento de la Zona Total de Exclusión.
Allí, Nott manifestaba que se esperaba que los principales elementos de la fuerza de
tareas estuvieran en posición para hacer cumplir la Zona de Exclusión Total cuando la
misma entrara en vigor al mediodía, hora de verano británica del viernes 30 de Abril,
pero daba cuenta al Gabinete de Guerra que la Fuerza de Tareas se había retrasado por
el mal tiempo y ahora se esperaba que llegasen el domingo 02 de Mayo. Señalo que su
objetivo será lograr el control aéreo y marítimo completo de la zona, aislando así a la
guarnición argentina y la reducción de su voluntad y capacidad para presentarse de
nuevo a un asalto anfibio determinado. Con esta acción se esperaba que la presión sobre
la Junta fuera aumentando progresivamente. Se entendía que la aplicación exitosa de la
Zona de Exclusión en sí misma podría tener un impacto significativo en el resultado de
la crisis; en cualquier caso, era un precursor necesario para otras opciones militares.
Nott manifestó que si bien era imposible predecir cuándo la aplicación con éxito de la
Zona de Exclusión podría comenzar a afectar la guarnición, pero se esperaba que la
voluntad de la guarnición de resistir podría comenzar a desmoronarse a partir de
mediados de mayo en adelante. Sin embargo, advirtió que otras decisiones debían
tomarse si se pretendía que la fuerza de tareas tuviese la mejor posibilidad oportunidad
posible de lograr este objetivo. Es entonces que comenzó a explicar que la
neutralización del aeropuerto de Puerto Argentino impediría el reabastecimiento y
negaría a las fuerzas aéreas argentinas una base avanzada en la cual mantener las
operaciones dentro de la Zona de Exclusión. Nott evaluó que el aeropuerto de Puerto
Argentino era más vulnerable a los ataques aéreos, informo que los Harriers se habían
embarcado en Invencible y Hermes con altas probabilidades de ser usados para la
aplicación de la Zona de Exclusión, luego señalo que el campo de aviación podría ser
atacado por los Vulcan que operarían desde la isla de Ascensión. Se pensaba que habia
una alta probabilidad de que una sola incursión de aeronaves causaría un daño
significativo a la pista y las instalaciones del aeropuerto sin dañar a la ciudad de Puerto
Argentino. Como consecuencia de esta apreciación Nott recomendó lo siguiente al
Gabinete de Guerra: a) autorizar el uso inmediato de los sufijos SIERRA y TANGO a
las Reglas de Combate 123, permitiendo así los ataques contra el campo de aviación y
sus instalaciones los que se iniciarían sin demora, incluyendo el uso inmediato de
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Vulcano; b) permitir que el comandante de la fuerza de tareas tenga discreción para
lograr el objetivo de neutralizar el aeropuerto de Puerto Argentino y sus instalaciones, y
la destrucción de los aviones o helicópteros que están basados allí, utilizando todos los
medios a su disposición.
La Regla de Combate 123 establecía la posibilidad de realizar ataques a blancos
designados con armas convencionales y era aplicable a blancos dentro de la zona de
exclusión solamente. El sufijo SIERRA se refería a todas las aeronaves que estuvieran
en el suelo de las Islas Malvinas y el sufijo TANGO se refería a los fugitivos y a las
instalaciones aeroportuarias, incluyendo defensas del campo de aviación en las Islas
Malvinas.
En la 21° reunión del gabinete de guerra del 30 de Abril se trató este tema. El
Subcomité tuvo ante sí los memorandos del Secretario de Defensa (OD (SA) (82) 32
sobre la aplicación de la Zona de Exclusión Total y sobre operaciones de acción directa
por las fuerzas especiales. La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que la Zona
de Exclusión Total ahora debía ser ejecutada en la forma propuesta. Esto implicaría el
levantamiento de la restricción de atacar el aeropuerto de Puerto Argentino y dando
discreción al Comandante de la fuerza de usar aviones Vulcan para tal fin, así como
Harriers. Sostuvo que el Comandante de la fuerza también debía tener discreción para
montar operaciones de las fuerzas especiales contra instalaciones militares en las Islas
Malvinas; se aceptó que esta, al igual que otras medidas autorizadas, podría involucrar
bajas argentinas. Ya en esa reunión se mencionó que se tendría que dar más
consideración al problema del portaaviones argentino y sobre la navegación de los
grandes buques del Grupo Anfibio desde isla Ascensión. El Subcomité: aprobó las
recomendaciones dadas por Nott (párrafo 4 del OD (SA) (82) 32).
Conclusión parcial:
En la reunión del Gabinete de Guerra del 8 de Abril, la primera en que se va a tratar la
actitud a seguir y donde se van a trazar los lineamientos para que Gran Bretaña se
maneje en la mediación encarada por Haig, Thatcher deja en claro dos requerimientos
para ella esenciales: que las tropas argentinas dejen las islas y se restablezca la
administración británica.
Cuando llega Haig a Londres por primera vez Thatcher es contundente en expresarle
que para ella él viene como representante de un aliado, y ciertamente esto era así. No
estaba equivocada. La mediación de Haig le garantizaba a Thatcher dar la apariencia de
estar buscando una solución diplomática y pacífica a la crisis con un aliado con el cual
tenía amplio margen de maniobra y con cuyo Presidente tenía una relación excelente.
Esto dejaba bien posicionada a Gran Bretaña en la comunidad internacional sin perder
el control de la mediación encarada.
Para la primer reunión que mantiene Thatcher con Haig, ella ya tenía un buen adelanto
de cuáles eran las ideas que este iba a presentar. Este paso adelante de Thatcher en cada
una de las etapas y situaciones de la crisis será una constante. Respondía a una
característica de su personalidad y de su actuar como política, siempre se preparaba en
extremo y trataba de anticiparse a los acontecimientos con el fin de tener mayor margen
de maniobra.
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En esa primera reunión Thatcher le dio una significancia con implicancias
internacionales a la crisis, algo que en el contexto de la guerra fría en que se daba,
interesaba a Haig. Para ella si Argentina lograba aun una mínima concesión por el uso
de la fuerza, el precedente iba a impactar negativamente en otras situaciones similares.
Y para Thatcher la idea de administración interina, no solo comprometía su promesa
política de que se iba a restablecer la administración británica, sino que también
significa que Argentina ganaba una ventaja en el conflicto por el uso de la fuerza.
Thatcher desde el principio de la crisis, no estaba dispuesta a hacer concesiones que no
significaran volver al statu quo antes de la invasión. Y tuvo posturas inflexibles desde el
inicio de la crisis, como por ejemplo la cuestión del retiro de las fuerzas.
Por ello en la reunión del Gabinete de Guerra del 11 de Abril, previo a la llegada de
Haig de Buenos Aires a Londres, Thatcher volvió a sostener que los elementos
esenciales de la postura del gobierno británico tenían que seguir siendo que las tropas
argentinas debían retirarse de las Islas antes de cualquier tipo de negociación pueda
llegar a tener lugar y que a partir de entonces los deseos de los isleños se mantendrán
como primordiales. Thatcher era consciente de que era casi imposible de que la Junta
Militar acepte estos requerimientos.
Una vez presentado el primer borrador de las propuestas de Haig, Thatcher indico una
serie de modificaciones que hacían más complejo el documento ya que tendían a que el
mismo tuviera mayos especificidad. Lo más importante que decidió y que fue
inamovible durante toda la crisis fue que la fuerza de tareas no se iba a detener ni iba a
cambiar su calendario por ninguna tratativa diplomática. La condición sine qua non para
que esto pasara era que las fuerzas argentinas se retiraran primero. El factor militar no
se iba a subordinar al diplomático.
Otra decisión importante fue que para este encuentro ella misma conduciría las
negociaciones con Haig. En este estadio temprano de las negociaciones de Haig,
Thatcher introdujo la cuestión de que Estados Unidos estaba dispuestos a garantizar el
acuerdo, lo que incluía obviamente la garantía militar. Jamás encontraría una respuesta
positiva.
Se llega así a la propuesta del Memorando Acordado, que receptaba la mayoría de las
observaciones que Thatcher le había formulado. La actitud de la Junta ciertamente
colaboro con Thatcher. El grave problema de la Junta Militar para la toma de
decisiones, su irracionalidad y falta de plan, se hicieron notar desde inicios de la crisis.
Thatcher aprendió el patrón de conducta que tenía su adversario y de allí en más lo uso
en su favor.
Como ya mencionamos, Thatcher en sus memorias dijo de este momento: “La cuestión
ahora era si podía ser desviado (Galtieri) de su curso de acción mediante las sanciones
económicas o, como lo sospeche durante todo este tiempo, solo por el uso del factor
militar. Haig me respondió que le había dejado bien claro a la Argentina que si el
conflicto escalaba los Estados Unidos se pondrían del lado británico. Pero, ¿realmente
deseábamos llevar a las negociaciones a un final hoy? Él podía decir públicamente que
suspendía sus esfuerzos personales, dejando en claro que se debían a la intransigencia
de Argentina. Pero si lo hacia otras personas menos útiles tratarían de intervenir. Yo
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estaba profundamente consiente de esto y también sentía que la opinión publica
requería que aún no abandonáramos las negociaciones.”40
Este párrafo transmite muy claramente que desde comienzos de la crisis Thatcher ya
tenía delineado como iba a resolver este conflicto. Ya tenía la solución. Solo le falta
esperar el momento política y estratégicamente oportuno.
El viernes 16 de Abril el Gabinete de Guerra aprobó el conjunto de reglas de combate
necesarias para poder ejecutar la denominada Operación Paraquet, que consistía en la
reposesión por el factor militar de las Islas Georgias del Sur, la que se esperaba que
fuera en las primeras horas del día 21 de Abril, con autorización previa del Gabinete de
Guerra. El sábado 17 de abril Thatcher recibió una llamada de Reagan en la cual le
expresaba que no era razonable que Gran Bretaña cediera más en la negociación. El
contenido de esta conversación será usado fuertemente por Thatcher para confrontar las
propuestas de Haig. El Domingo 18 de Abril Thatcher mantuvo una reunión ad hoc con
Nott para tratar cuestiones militares y diplomáticas, luego se comunicó con Antony
Parsons el representante británico en las Naciones Unidas, para que ayudara a evitar que
ante un debilitamiento de las negociaciones de Haig otro actor presentara iniciativas y
complicara la situación británica por ante el Consejo de Seguridad. Ese mismo día una
gran parte de la fuerza de tareas partía de la Isla Ascensión al Sur.
Thatcher se concentró en hacer avanzar la operación Paraquet y busco que el frente
diplomático que le podía traer más riesgos, esto es en las Naciones Unidas con algún
otro actor que no fuera Estados Unidos, estuviera bajo control.
Paralelamente Thatcher mientras hacía avanzar las operaciones militares mostraba una
gran disconformidad con las negociaciones de Haig. Esto quedó evidenciado en las
reuniones del Gabinete de Guerra del 19 de Abril, en ambas reuniones cuestiono y
criticó fuertemente a las propuestas de Haig y puso presión sobre él ya que se decidió
enviar mensajes fuertes mostrando la disconformidad de la posición británica. Y en la
reunión de las 10.00 pm de ese día el Gabinete de Guerra tomo la decisión de que la
Operación Paraquet se ejecute. El día 20 de Abril el Gabinete de Guerra se reunió dos
veces básicamente para evaluar que no hubiera nada que alterara la decisión de ejecutar
la operación militar. Y allí también se decidió que Haig debía ser advertido por
adelantado de la operación y que Pym debía viajar a Washington entre el 22-23 de Abril
para discutir con Haig un borrador británico de las propuestas realizadas por Haig.
Antes de que Pym partiera para Washington, se vio obligado, bajo cierta presión de
Thatcher, a retractarse de una declaración que había hecho en la Cámara de los
Comunes que implicaba que la fuerza no se utilizaría mientras las negociaciones
continuaban.
Con Pym y Haig, en Washington, el Gabinete completo se informó el 22 de abril de que
las operaciones para recuperar las Georgias del Sur habían comenzado. Nott recuerda
que esto fue como un "shock" al pleno del gabinete, que no había sido consultado con
antelación. Dos miembros del Gabinete, Jim Prior y Peter Walker, expresaron su
preocupación de que el Reino Unido estuviera tomando acciones militares mientras se
realizaban las negociaciones. Sin embargo, como había sido el caso con la decisión de
40
Thatcher, Margaret, Thatcher, Margeret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres,
Inglaterra, Harpers Collins, 2010.
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enviar la fuerza de tareas, el pleno del gabinete fue informado del asunto cuando era un
hecho consumado. Con Pym, que era el defensor más alto de las negociaciones ausente
en Washington, la disidencia fue silenciada. Solo se puede especular si la discusión
hubiese sido más amplia y con una salida política diferente si hubiera sido consultado
el pleno del Gabinete antes, o de hecho Pym hubiera estado presente y su voz se hubiese
sumado a la de Prior y Walker. Antes de que la operación Paraquet estuviera terminada
el Gabinete de Guerra el 23 de abril consideró las reglas bajo las cuales la fuerza de
tareas podría involucrar a las unidades argentinas. Las normas restrictivas de combate
que se habían acordado el 16 de abril, fueron ampliadas y se realizó una advertencia al
Gobierno Argentino mediante el Gobierno Suizo, de que las fuerzas argentinas podían
ser atacadas si interferían con la fuerzas de tareas británicas.
El éxito de la operación Paraquet fortaleció la postura y el liderazgo de Thatcher
respecto de la crisis. La diplomacia nuevamente estuvo al servicio del calendario de las
operaciones militares.
Y si bien Haig fue informado antes de que se terminara de ejecutar la operación, es muy
improbable que a nivel presidencial no se hubiera discutido esta decisión entre Reagan y
Thatcher.
Mientras se tomaban las decisiones que permitirían ejecutar la Operación Paraquet,
Thatcher atacaba las propuestas que presentaba Haig, en esta etapa también enfrento
una crisis interna dentro de su Gabinete de Guerra, la cual pudo manejar en su favor.
Tal como lo reconoce Thatcher el Sábado 24 de Abril fue un día crucial tanto para ella
como para la historia y desarrollo del conflicto.
Pym regresó de Washington con nuevas propuestas de Haig. Como ahora se había
convertido en costumbre, Thatcher las encontró inaceptables, pero Pym anunció que iba
a recomendar su aceptación al Gabinete de Guerra, que se iba a reunir esa tarde.
Thatcher consideró el documento que Pym había producido como "una rendición
condicional", y como resultado la Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Exteriores
fueron enfrentados a la reunión de Gabinete de Guerra.
Thatcher pasó el tiempo antes de que el Gabinete de Guerra se reuniera en una
preparación cuidadosa. Ella llamó a Fiscal General y pasó varias horas explorando las
lagunas en el texto. Inmediatamente antes de que el Gabinete de Guerra se reuniera,
convocó a Willie Whitelaw para su estudio y buscó la seguridad de que iba a apoyar el
rechazo de las propuestas. Cecil Parkinson comentó que "me había dado cuenta de que
este tipo de reuniones siempre parecía que se celebrará justo antes de algún tema muy
polémico se iba a poner ante el Gabinete”41. Pym, por su lado había hecho lobby.
Thatcher recuerda que los ministros y funcionarios se reunieron fuera de la sala del
gabinete antes de la reunión de las 18:00 horas y que Pym estaba allí tratando de
conseguir el apoyo de ellos.
41
Sharp, Paul
Thatcher´s Diplomacy. The revival of British foreign policy, Primera Edición, Londres,
Inglaterra, Macmillan Press LTD, 1999.
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Parkinson confirma que Pym se acercó personalmente a él. En la reunión del Gabinete
de Guerra, Pym presentó las propuestas y con fuerza argumentó para su aceptación.
Thatcher hizo uso de su tiempo de preparación y refutó punto por punto. La mayor parte
del Gabinete de Guerra se inclinaba al lado de Thatcher, aunque no podía simplemente
ignorar la posición de Pym, ni podía correr el riesgo de la renuncia de otro secretario de
Relaciones Exteriores. Finalmente, John Nott sugirió que las propuestas se someterán a
la Junta a través de Haig, con la creencia de que las propuestas serían tan inaceptables
para el gobierno argentino como lo fueron para los británicos. Por tanto, los británicos
podrían afirmar que fueron los argentinos, y no ellos, los que había demostrado
intransigencia. El Subcomité estuvo de acuerdo. El plazo que se le dio a la parte
Argentina para que respondiera venció sin una respuesta, pero a última hora del 29 de
abril el gobierno argentino rechazó formalmente las propuestas. Esto precipitó una
"inclinación" oficial de Estados Unidos hacia Gran Bretaña el 30 de Abril. Pym partió
hacia los EE.UU. de nuevo a consultar con Haig. Thatcher, sin embargo, continuó
mostrando una visión negativa e instrumental del esfuerzo de negociación en su
conjunto, sólo permitía que la diplomacia continuara debido a las presiones de los
norteamericanos, la opinión internacional, y a su utilidad para el calendario de las
operaciones militares. Lo que fue el patrón de conducta de su toma de decisiones y en el
sentido que ejerció su influencia y liderazgo político.
Mientras tanto Argentina como Gran Bretaña crearon lo que cada beligerante afirmó ser
sus zonas de guerra de defensa en el conflicto de las Islas Malvinas. Los Estados
declaran zonas de exclusión marítima ofensivamente cuando tratan de prohibir el envío
a un país o puerto de destino con el fin de embargar el comercio de un país, sobre todo
su comercio de material de guerra y de alimentos. Se declara que la zona marítima de
exclusión es defensiva cuando tratan de interceptar el envío, o tipos de envío
seleccionado (por ejemplo, buques de guerra y buques mercantes que transportaban
suministros militares, o que actúan como auxiliares de los buques de guerra), de entrar o
aproximarse al territorio que están defendiendo de la invasión.
En el conflicto de las Islas Malvinas 1982 se proclamó una serie de zonas de exclusión
(siete en total). Las declaraciones británicas y las dos primeras zonas argentinas reflejan
el deseo de ambas partes de limitar el conflicto a las fuerzas de combate que se había
comprometido a la lucha, a las islas, y los mares alrededor de ellos. El complejo
británico de zonas de exclusión marítima respondía a su persistente estrategia de
combate de retomar y defender las islas, y se ve desde el inicio de la crisis. Por otra
parte, la invocación Argentina de dichas zonas (excepto la tercera, el 11 de Mayo 1982,
la proclamación de la "Zona de Guerra del Atlántico Sur") fue con el propósito de
reforzar sus tácticas persistentes una vez que su estrategia de incursión le había dado el
control sobre la Islas Malvinas. Este parecía ser un corolario de la afirmación de que
cada una de las partes sostenía, a saber, que sólo estaba ejerciendo su derecho a la
defensa propia, y se limita su uso de la fuerza para expulsar a su adversario de las islas,
o para prevenir que ese adversario se establezca permanentemente su soberanía
territorial sobre ellos.
El primer anuncio británico de una zona de exclusión marítima (MEZ), entró en vigor el
12 de abril de 1982. Se estableció la zona prohibida como 200 millas náuticas radio
desde un punto aproximadamente en el centro de las Islas Malvinas. Bajo esta
promulgación sólo los buques de guerra argentinos y las unidades navales auxiliares que
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se encuentran dentro de esta zona eran susceptibles de ser atacados. Al día siguiente
Argentina respondió mediante el establecimiento de una zona de 200 millas frente a su
costa y alrededor de las Islas Malvinas. Se ha mencionado que como la flota británica
estaba todavía a cierta distancia de las Islas, la eficacia, para la primera semana más o
menos, de la declaración de la zona de exclusión marítima británica tuvo el efecto,
como un ardid de guerra, de reforzar una creencia infundada de que el submarino
nuclear HMS Superb estaba en la zona de Puerto Belgrano y las Malvinas. El hecho de
que el submarino en ese momento estaba en Escocia da lugar a la preguntarse si el
"bloqueo" británico cumplió con la declaración de París. El artículo 4 de dicho Tratado
establece que: “Los bloqueos, para obligar, deben ser efectivos, es decir, mantenidos
por una fuerza suficiente para impedir realmente el acceso a la costa enemiga.”
En este punto Levie ha comentado42: "la declaración británica no era realmente un
bloqueo, como buques mercantes y buques neutrales no fueron excluidos de la zona de
exclusión, sino que sólo se aplica a los buques de guerra enemigos Era, por lo tanto, no
más que una advertencia infundada a las fuerzas navales argentinas".
El 23 de Abril, el Gobierno emitió una advertencia al Gobierno Argentino que fue
transmitida a ellos por los suizos. Su texto es el siguiente: “Al anunciar la creación de
una zona de exclusión marítima alrededor de las Islas Malvinas, el Gobierno de Su
Majestad dejó claro que esta medida era sin perjuicio del derecho del Reino Unido a
adoptar todas las medidas adicionales que pueden ser necesarias en el ejercicio de su
derecho a la legítima defensa en virtud del artículo '51 de la Carta de las Naciones
Unidas. En este sentido, el Gobierno de Su Majestad ahora desea dejar en claro que
cualquier acercamiento por parte de los buques de guerra argentinos, incluyendo
submarinos, unidades navales auxiliares, o aeronaves militares que podría ascender a
una amenaza para interferir con la misión de las fuerzas británicas en el Atlántico Sur
encontraran la respuesta apropiada. Todos los aviones argentinos incluyendo
aeronaves civiles que participen en la vigilancia de las fuerzas británicas será
considerado como hostil y son susceptibles de ser tratados en consecuencia.”
El 28 de Abril el Gobierno Británico anunció su Zona de Exclusión Total (TEZ), que
entrará en vigor el 30 de abril de 1982. Mientras que ocupan la misma zona que la Zona
Marítima de Exclusión (MEZ de 12 de abril), esta zona también abarca "cualquier...
avión, ya sea militar o civil que está operando en apoyo de la ocupación ilegal "de las
Islas Malvinas. Continuó con una mayor advertencia de que: "cualquier barco y
cualquier aeronave, sea militar o civil, que se encuentra dentro de esta zona sin la
debida autorización del Ministerio de Defensa en Londres se considerará como
operando en apoyo de la ocupación ilegal y por lo tanto ser considerada como hostil...
"
Cabe señalar que en todos sus anuncios de la delimitación de sus zonas específicas
Gran Bretaña siguió insistiendo en las establecía sin perjuicio de su derecho general de
legítima defensa en el marco del Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas. Esto
trataba de proporcionar una justificación legal en una interpretación amplia de dicho
42
Levie, Howard. “The Falklands crisis and the law of war.” En el libro de Coll, Alberto R y Arend,
Anthony C, The Falklands War: Lessons for strategy, diplomacy and international law (Boston, George
Allen & Unwin, 1985), pag. 64 a 76.
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Artículo para aquellas acciones militares fuera de esas zonas, tal como sucedió con el
hundimiento del General Belgrano.
El Ministerio de Defensa británico hizo un anunció sobre una declaración política
importante: el 7 de Mayo dijo que, debido a las fuerzas hostiles "pueden cubrir, sin ser
detectados, sobre todo por la noche y con mal tiempo", las distancias involucradas en el
reabastecimiento de las fuerzas argentinas en las Malvinas, o tomar cualquier otra
acción hostil ", cualquier buque de guerra argentino o aviones militares que se
encuentran a más de 12 millas de la costa argentina serán considerados como hostiles".
La Unión Soviética, sin protestar la creación de una zona de exclusión, en principio,
manifestó al Gobierno Británico que consideraba esta última declaración de la política
ilegal, ya que arbitrariamente proclamó vastas extensiones de alta mar cercanos a los
buques y embarcaciones de otros países. En este aspecto Levie en la obra citada ha
comentado: "Por supuesto, un bloqueo siempre niega el uso de parte de la alta mar a
otros países. Mientras que el Unión Soviética podría haber cuestionado la extensión del
área bloqueo como excesiva, si el bloqueo fue efectivo (y parece haber pocas dudas de
que era), fue un bloqueo válido en virtud de la declaración de 1856 de París, de la cual
Rusia fue uno de las partes originales ".
Argentina proclamó, el 11 de Mayo una Zona de Guerra del Atlántico Sur. Esta
declaración ha sido la ocasión de un litigio bien conocido. El “Amerada Hess Shipping
Corp contra República Argentina”, la empresa actora demandó a la Argentina por la
pérdida de su gran petrolero Hércules como resultado de tres ataques aéreos sucesivos
por aviones argentinos que utilizaban bombas y misiles de aire a superficie. En el
momento del ataque el Hércules estaba "cerca de 600 millas de la costa argentina y
cerca de 500 millas de las Islas Malvinas.” El tribunal añadió que el Hércules se
encontraba en aguas internacionales y fuera de las zonas de exclusión declarados por las
partes en conflicto.
Después de que las fuerzas argentinas en las Islas Malvinas se habían rendido, Gran
Bretaña levantó la Zona de Exclusión Total (22 de julio 1982), pero, al mismo tiempo,
pidió al Gobierno Argentino (a través del Gobierno Suizo) no permitir que sus aviones
militares o buques de guerra estén dentro de un zona de medición de 150 millas
marinas de radio alrededor de las Islas Malvinas. Del mismo modo Argentina fue
advertida de que no se permitiría que sus aeronaves civiles y el transporte marítimo
dentro de esa zona sin el acuerdo previo del Gobierno británico.
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Capitulo III. Decisiones militares con costo político.
1. La decisión de que el 25 de Mayo podía ser hundido y la decisión del
hundimiento del General Belgrano.
El 30 de Abril el Ministerio de Defensa hizo circular una nota al Gabinete de Guerra en
la que se identificaban las amenazas militares que ofrecía el portaviones 25 de mayo
para las fuerzas británicas y formulaba opciones para eliminar dicha amenaza. De
acuerdo esta nota lo que estaba amenazado por el portaviones 25 de mayo era: la fuerza
de tareas anfibia en su paso desde Isla Ascensión, la que estaría ligeramente escoltada
por barcos de guerra de la Royal Navy y aeronaves; las fuerzas encargadas de hacer
cumplir la Zona de exclusión Total; los barcos involucrados en la cadena de suministro
desde Ascensión y aeronaves que cubrieran operaciones marítimas u de otro tipo al sur
de Ascensión. La mejor defensa militar según este informe era neutralizar a la amenaza,
o sea al portaviones, y para ello se presentó las siguientes opciones:
a) Hundir el portaviones lo antes posible, dondequiera que esté en alta mar. Esta
acción contra el portaviones podría ser tomada por buques de superficie,
submarinos o Harriers. El ataque se haría sin previo aviso, aunque podría ser
emitido si políticamente fuera deseable. Bajo esta opción, se preveía que el
portaviones podía ser neutralizado antes de que se convirtiera en una amenaza
para las fuerzas británicas, y la amenaza sería eliminada de forma permanente.
Esta opción sería, por lo tanto, desde el punto de vista militar la más segura y la
más económica aunque seguramente no la más atractiva en términos legales o
políticos.
b) Hundir el portaviones en caso de que el ataque fuera hecho a las fuerzas
británicas navales o aéreas por cualquier unidad Argentina en cualquier lugar. Se
podría permitir a una gran amenaza para las fuerzas británicas para que el
portaviones fuese removido permanentemente de inmediato frente a cualquier
ataque argentino. Esto tendría que ser antes de que el portaaviones fuera capaz
de entregar un ataque.
c) Inducir al portaviones a retornar al puerto y quedarse ahí. En esta opción se
consideraba que se podía emitir una advertencia a la Argentina a retirar el 25 de
mayo a puerto dentro de las 48 horas. Después de ese tiempo, si se quedaba en el
mar, o si se hacía a la mar de nuevo, podría ser atacado donde fuera encontrado
por las fuerzas británicas. Militarmente, esta opción era menos atractiva que las
dos anteriores porque no podían estar seguros de hacerlo cumplir, e incluso si lo
hicieran, el portaviones seguirá siendo una amenaza potencial.
d) Inducir al 25 de mayo a permanecer dentro de las aguas territoriales argentinas
dentro de las 12 millas náuticas de la costa, y al norte de 43 ° S. Se consideraba
a esta opción de difícil cumplimiento y que el portaviones seguiría siendo una
amenaza potencial.
e) Confinar al portaviones a un área desde la cual no pueda hacer ataques a las
fuerzas británicas amenazadas. Se consideraba a esta opción también de muy
difícil cumplimiento y que se iba a depender de inteligencia para saber de los
movimientos del portaviones. Se establecería un límite que el portaviones no
debería cruzar y se necesitaría un ataque si el portaviones se transgrediera ese
límite
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En la 22° reunión del Gabinete de Guerra el Subcomité tuvo ante sí la mencionada43. El
Sr. Freeland, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que actuando
sobre la base del derecho inherente de legítima defensa en virtud del artículo 51 de la
Carta de las Naciones Unidas, Gran Bretaña estaba legalmente autorizada a utilizar la
fuerza contra unidades navales argentinas que constituyan una amenaza real para las
fuerzas británicas o su territorio. La actualidad de tal amenaza se podría demostrar
fácilmente si, por ejemplo, el portaaviones argentino estuviese lo suficientemente cerca
de cualquier unidad británica como para poder ser atacados con su avión. Pero sería
difícil construir alguna justificación legal para el uso de la fuerza, donde la realidad de
la amenaza no se ha podido demostrar. El jefe del Estado Mayor de Defensa dijo que la
advertencia transmitida al Gobierno Argentino a través de los suizos el 23 de abril había
dejado claro que cualquier acercamiento por parte del buque de guerra argentino podría
ascender a una amenaza para interferir con la misión de las fuerzas británicas en el
Atlántico sur y ser considerada como hostil y por tanto ser tratado en consecuencia. Se
sostuvo que militarmente el portaaviones argentino podría ascender a tal amenaza desde
prácticamente cualquier posición en alta mar, para sostener esto, se argumentó: que no
siempre se sabría dónde estaba, era capaz de cubrir 500 millas en un día, y podía llevar
a la aeronave con un radio de acción de otros 500 kilómetros y la línea de suministro de
las fuerzas británicas se encadenan vulnerablemente entre la isla de Ascensión y las
Malvinas. Militarmente, por lo tanto, la opción (a) de la nota del Ministerio de Defensa
era preferible.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que después de la consideración más
cuidadosa de las cuestiones jurídicas, militares y políticas involucradas el Subcomité
opinaba en unanimidad que, sujetas a una limitación, las fuerzas británicas deberían ser
autorizadas a atacar el portaviones argentino lo antes posible siempre que estuviera en
alta mar. Ninguna otra advertencia tiene por qué darse. La limitación fue que no debía
ser atacada si estaba al norte de la latitud 35 ° sur y oeste de la longitud 48 oeste (o sea
al norte de un triángulo cercano a la costa uruguaya) o dentro de las 12 millas náuticas
de la costa argentina; en alta mar debía ser entendido en el sentido de fuera de las aguas
territoriales internacionalmente reconocidas de 12 millas náuticas de ancho. Thatcher
dijo que no debería haber ninguna dificultad en demostrar que un ataque dentro de esta
limitación era justificable en términos del artículo 51 de la Carta de las Naciones
Unidas, teniendo en cuenta la amenaza militar que el portaaviones representaba para las
fuerzas británicas en el Atlántico Sur. Luego dijo que las naves restantes del grupo
anfibio estaban autorizadas a navegar desde la Isla Ascensión, a discreción Comandante
de la Fuerza. Más tarde se refirió a si Port Argentino fuera atacado, debía hacerse una
breve declaración pública en términos generales tan pronto como se sepa que esto se
había hecho. Por lo tanto en esa reunión el Sub Comité aprobó la opción a de la nota del
Ministerio de Defensa, se invitó al Secretario de Defensa a que haga los arreglos para
que el comandante de la fuerza que tenga discreción para navegar las naves restantes del
Grupo Anfibio de la isla Ascensión y para que se hagan las declaraciones públicas tras
un ataque en aeropuerto de Puerto Argentino.
43
(OD (SA) (82) 36)
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El día 1 de Mayo, Pym le envió una carta a Thatcher44 sobre el ataque al portaviones
argentino decidido en la reunión del Gabinete de Guerra el día anterior. Para Pym la
posición británica se vería fortalecida si se daba una advertencia al portaviones para
permanecer dentro de un área geográfica restringida o dentro de las aguas territoriales
de argentina, y adjunto un borrador en el que habia redactado la posible advertencia al
gobierno argentino para ser transmitida mediante el gobierno suizo. Esta propuesta no
fue considerada
El texto del mensaje del 23 de abril al Gobierno Argentino, transmitido por los suizos,
fue el siguiente: “Al anunciar la creación de una zona de exclusión marítima alrededor
de las Islas Malvinas, el Gobierno de Su Majestad dejó claro que esta medida era sin
perjuicio del derecho del Reino Unido a adoptar todas las medidas adicionales que
pueden ser necesarias en el ejercicio de su derecho a la legítima defensa en virtud del
artículo '51 de la Carta de las Naciones Unidas. En este sentido, el Gobierno de Su
Majestad ahora desea dejar en claro que cualquier acercamiento por parte de los
buques de guerra argentinos, incluyendo submarinos, unidades navales auxiliares, o
aeronaves militares que podría ascender a una amenaza para interferir con la misión
de las fuerzas británicas en el Atlántico Sur encontraran la respuesta apropiada. Todos
los aviones argentinos incluyendo aeronaves civiles que participen en la vigilancia de
las fuerzas británicas será considerado como hostil y son susceptibles de ser tratados
en consecuencia.”
El 25 de Mayo fue perdido de vista y el ataque no se pudo concretar.
La decisión de hundir el Belgrano fue tomada en Chequers el domingo 2 de Mayo. La
primer Ministro mantuvo una reunión ad hoc a las 12.45 con las siguiente personas:
William Whitelaw, Secretario de Asuntos Interiores; John Nott, Secretario de Defensa;
Terence Lewin, Almirante de la Flota y Jefe de Defensa; Michael Havers, Fiscal
General; Cecil Parkinson, Canciller del Ducado de Lancaster y Tesorero General;
Anthony Acland, en representación de la Foreing Office, (Pym se encontraba en
Washington) y John Fieldhouse, Comandante en Jefe de la Flota.
En esta reunión se consideró que a la luz de la última información de inteligencia sobre
los movimientos e intenciones de la flota argentina, y de la nueva situación creada por
los acontecimientos militares de 01 de mayo, se acordó que las fuerzas británicas de
inmediato debían ser autorizadas a atacar a cualquier buque de guerra argentino (pero
no unidades navales auxiliares) en las mismas condiciones que habían sido aprobadas
por el Subcomité el 29 de abril en el caso del portaaviones argentino conforme la 22 °
reunión, conclusión 1). El Fiscal General señaló el punto de que tal ataque sería más
difícil de justificar si se lleva a cabo lejos de Zona de Exclusión Total; el Almirante
Fieldhouse dijo que las zonas de patrulla de las unidades británicas involucradas hacían
que eso fuera muy poco probable de suceder.
Una reunión del Gabinete de Guerra fue mantenida luego a las 14.30, también en
Chequers. Estuvieron presentes las personas ante nombradas y además: el Almirante
Henry Leach, Jefe de la Fuerza Naval; el general Edwin Bramall, Jefe del Estado Mayor
General; Michael Beetham, Jefe de la Fuerza Aérea; Frank Cooper, del Ministerio de
44
http://www.margaretthatcher.org/document/124147
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Defensa; Michael Palliser, asesor ad hoc del Gabinete de Guerra; y los Secretarios del
gabinete de Guerra: Jim Eyre, Robert Armstrong y Wade-Gery.
En la reunión 23° del Gabinete de Guerra llevada a cabo el Domingo 2 de mayo a las
2.30 pm en Chequers, la Primer Ministro al resumir la discusión de las cuestiones
militares informo de la decisión que había sido tomada anteriormente por la reunión ad
hoc, de lo cual el Gabinete tomo nota y acordó un avance más: se facultaba al Secretario
de Defensa a que decidiera a su discreción la posibilidad de que los auxiliares
Argentinos pudieran ser atacados bajo las mismas bases que podían serlo los buques
navales. La cuestión política que se trató en esa reunión fue los procedimientos y
consecuencias de una posible declaración de guerra por parte de Argentina. Y se invitó
al Secretario de Asuntos Exteriores a que considere cómo se iba a disponer de los
futuros prisioneros argentinos.
¿Cuáles eran los motivos que hicieron que se tomara esta decisión? Conforme lo
registrado en los documentos desclasificados, Gran Bretaña había recibido información
de inteligencia45 a través de la oficina del Departamento de Estado de Estados Unidos
que detallaba los movimientos navales Argentinos (esta información en particular sigue
sin desclasificarse), y también había obtenido información de inteligencia de dichos del
Brigadier Mayor Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Juan García, quien
habría dicho que descartaba un ataque preventivo importante contra la flota británica y
reiteraba que los argentinos no podían presentar un plan de paz a su gente sin que se
garantizara la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. También habría dicho que:
Argentina no sería la primera en abrir fuego, la respuesta militar argentina será gradual
dependiendo de la naturaleza y escala del ataque británico, un ataque a Puerto Argentino
va a disparar un ataque a escala total en la flota británica y que cualquier enfrentamiento
llevara a una escalada rápida. Respecto de estas afirmaciones se obtuvo también
inteligencia de la Embajada de Buenos Aires que manifestó que la información de que
Argentina no iba a iniciar fuego era una línea oficial, pero informaba que habia grandes
presiones sobre la Armada Argentina para que atacara a las unidades británicas antes
que llegaran a la escena. Se informó que un funcionario de Cancillería habría dicho que
si los buques británicos se acercaban mucho a las islas, Argentina abriría fuego. En este
sentido se habría interceptado a las 22.13 hora de Londres del 1° de Mayo un mensaje
enviado por el Almirante Lombardo a todas las unidades para coordinar un ataque en
contra del grupo de tareas británico.
Margaret Thatcher explicó: “El crucero tenía importante poder de fuego proveído por
seis cañones con un alcance de 13 millas y misiles antiaéreos. Fuimos avisados que
podía estar transportando misiles Exocet, y que sus dos destructores escoltas los
estarían transportando. Todo el grupo estaba navegando en el límite de la zona de
exclusión. Recibimos un mensaje de inteligencia sobre las intenciones agresivas de la
flota Argentina. Había habido un extenso ataque aéreo hacia nuestros barcos el día
anterior y el Almirante Woodward, en comando de la fuerza de tareas, tenía toda la
razón en creer que un ataque a escala total se estaba desarrollando. El portaviones
argentina 25 de mayo había sido visto poco tiempo antes y habíamos acordado cambiar
las reglas del combate para lidiar con la amenaza que él significaba. Sin embargo,
45
http://www.margaretthatcher.org/document/114343
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nuestro submarino había perdido contacto con el portaviones que se había deslizado
hacia el norte. Existía una importante posibilidad que el Conqueror también perdiera
contacto con el grupo Belgrano… Woodward… concluyó que el 25 de Mayo y el grupo
Belgrano estaban comprometidos en el clásico movimiento de pinza en contra de
nuestra fuerza de tareas”.46
Nuevamente Thatcher hace prevalecer el consejo militar sobre los esfuerzos
diplomáticos que estaba llevando a cabo Pym en Washington. El Belgrano fue
bombardeado para las ocho de la noche de Londres de ese mismo día.
Fue la decisión más polémica que tomó el War Cabinet durante toda la Guerra.
Margaret Thatcher siempre defendió su decisión basándola en razones estrictamente
militares y no políticas, por lo que ella entiende que, el reclamo que se hizo de que
estaban tratando de sabotear la propuesta de paz peruana es inviable. Asimismo, niega
que los decisores presentes en Chequers tuvieran conocimiento de la propuesta peruana,
pero señala que la misma era muy similar a la de Haig que ya había sido rechazada. Los
documentos desclasificados en el 2012 demuestran que había un conocimiento de la
propuesta peruana por el gobierno inglés.
Tam Dalyell, laborista y miembro del Parlamento sostuvo que Thatcher actuó de
manera fría y consciente al dar la orden de hundir al Belgrano de que se frustrarían la
iniciativa de paz peruana.
La iniciativa peruana habia surgido luego del vuelco del 30 de Abril de los Estados
Unidos a favor de Gran Bretaña. El presidente peruano Belaúnde Terry preocupado con
la escalada bélica del 1 de mayo promovió su propia iniciativa. Tomo contacto con Haig
para poner en claro los puntos esenciales para cada parte. Elaboro una propuesta de 7
puntos, estaba muy influenciada por las propuestas recientes de Haig pero simplificadas
y eran:
1.
2.
3.
4.
Cesación inmediata de hostilidades.
Retiro de las fuerzas de ambas partes.
Introducción de ambas partes para gobernar las islas.
Los gobiernos reconocen la existencia de puntos de vista conflictivos respecto de
las islas.
5. Los gobiernos reconocen la necesidad de tener en cuenta los puntos de vista y
los intereses de los isleños en la solución final.
6. Las terceras partes o el grupo de contacto estaría compuesto por Brasil, Perú,
República Federal de Alemania y los Estados Unidos de América.
7. Una solución final debería alcanzarse antes del 30 de abril de 1983, con garantía
del grupo de contacto.
Desde el lado Argentino habia muy buena disposición para considerar esta propuesta. El
2 de mayo Haig se reunió con Pym en Washington y le hablo sobre el plan peruano.
Pym expreso que necesitaba más tiempo y que a su regreso a Londres pondría la
propuesta británica a consideración de sus colegas. Es poco creíble y difícil imaginar
que Pym no hubiera comunicado a Londres la existencia de esta iniciativa. De la lectura
46
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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de los documentos desclasificados surge que Thatcher siempre tenía información de
primera mano y a primera hora sobre todo lo que pudiera afectar la situación en el
Atlántico Sur.
La noticia del hundimiento en Argentina coincidió con el comienzo de la reunión para
analizar la propuesta. De esta manera, la Argentina dejo de lado definitivamente la
propuesta de acuerdo peruana.
Aquí se comprueba, en la decisión de la junta militar el sesgo de los costos hundidos.
Como explica Patricia Bonatti:47 “Las personas tenemos la inclinación a adoptar
decisiones que justifiquen nuestras propias decisiones anteriores, aunque éstas ya no
resulten válidas. Si nos detenemos a pensar un minuto, es fácil entender que los costos
irrecuperables son irrelevantes para las decisiones actuales; sin embargo, nos afectan
y nos llevan a tomar decisiones erróneas. Es natural comprometerse con la decisión
que uno toma y querer que resulte exitosa. Se trata de la negativa a abandonar un
proyecto que ya resulta inútil, porque se ha invertido mucho en él (dinero, vidas,
etcétera).” La mencionada autora señala que este sesgo estuvo presente desde que fue
modificado el plan original hasta el 14 de junio, y fue significativo al momento del
hundimiento del General Belgrano, en donde su influencia fue determinante.
Para Rattenbach48 Gran Bretaña en realidad no habría aceptado la propuesta peruana, ya
que le habría introducido modificaciones que alteraban su espíritu original, hundió el
Belgrano en circunstancias en que no puede descartarse que dicha actitud guardase
relación con la propuesta peruana, y termino apoyándose en la mencionada propuesta
cuando mediación del Secretario General de las Naciones Unidas se mostraba como una
alternativa muy probable. Para la actitud tomada por Argentina, señala Rattenbach que
no se le otorgo la importancia que tenía a la propuesta peruana, su rechazo si bien no fue
categórico estuvo influido por el impacto que probó el hundimiento del General
Belgrano, por lo que la decisión estuvo basada en factores emocionales.
La decisión de hundir el Belgrano fue tomada excluyendo a actores que probablemente
hubieran objetado la misma, ya que terminó con todas las posibilidades reales de llegar
a un acuerdo negociado.
Nuevamente Francis Pym se encontraba ausente cuando una ampliación de las reglas de
combate fue decidida. Pym se encontraba en Washington realizando esfuerzos
diplomáticos y jamás fue consultado previo a la toma de la decisión. Ante la comisión
que investigó estos eventos para el informe Franks, Pym declaró que el War Cabinet
tomó la decisión en su ausencia y se la comunicó cuando ya la había tomado. De todas
maneras, declaró que de haber estado presente, hubiera apoyado la misma y sostuvo que
no transmitió el documento peruano al War Cabinet en Chequers, y que para ese
momento no se podía hablar de una real propuesta.
47
Bonatti, Patricia. La ocupación de las islas Malvinas. Análisis desde la teoría de la decisión. Cuadernos
Argentina reciente. N°4 Julio- Agosto 2007.
48
Informe rattenbach, Parte I, pagina 117/118
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También se encontraba ausente el “Mandarins Committee”, que se ocupaba de
supervisar la ejecución de las decisiones del War Cabinet. Dicho comité, siempre había
estado presente cuando las reglas de combate se habían modificado, y se podría haber
esperado que asesoraran sobre los riesgos legales en atacar al General Belgrano
mientras se estaba alejando de la fuerza de tareas y adentrando en aguas internacionales.
El comité de investigación de asuntos exteriores, informó: “La reunión decisiva que
cambió las reglas de combate para poder hundir al Belgrano, no fue una reunión
formal del War Cabinet, sino que fue un encuentro informal antes del almuerzo de
aquellos que habían sido convocados para la reunión dl War Cabinet del día… Los
consejos del Mandarins Committee usados en cada reunión donde se cambiaron las
reglas de combate no fueron considerados.” 49
La línea que bajo el gobierno británico en un primer momento fue la de minimizar el
hecho de que el crucero general Belgrano haya sido bombardeado fuera de la Zona de
Exclusión Total. Nott sostuvo en el Parlamento el 4 de Mayo que el crucero fue atacado
debido a que el grupo fuertemente armado de buques de guerra del que era parte estaba
cerrando sobre los elementos de nuestra fuerza de tareas y representaba una grave
amenaza para las naves británicas. Por lo tanto, dijo que fue atacado bajo los términos
del aviso que los británicos habían transmitido a los argentinos el 23 de abril conforme
el cual: "... cualquier acercamiento por parte de los buques de guerra argentinos,
incluyendo submarinos, unidades navales auxiliares u aviones militares podría
constituir una amenaza para interferir con la misión de las fuerzas británicas en el
Atlántico Sur y encontrará la respuesta adecuada”. En su declaración del 4 de Mayo
Nott dijo que "la amenaza de la fuerza de tarea fue tal que el comandante de la fuerza
solo podía ignorarla bajo su propio riesgo." La línea que bajo el gobierno como
posición británica sostuvo que la intención hostil de las fuerzas argentinas se ha
demostrado repetidamente por sus ataques contra las naves británicas en los últimos días
y la potencia de sus armas ahora se ha demostrado trágicamente por la pérdida del
Sheffield. También se sostuvo que se creía que los destructores que acompañaban al
General Belgrano tenían misiles Exocet similar al usado para bombardear el Sheffield.
Se argumentó que al atacar la nave central, el Belgrano, el submarino británico habia
destruido el comando y el control de la fuerza argentina y con esto habia eliminado la
amenaza que representaba la totalidad del grupo de buques de guerra. No había, por
tanto, necesidad de atacar a los buques argentinos restantes y el submarino se retiró de
manera que podrían haber sido capaces de ir a la ayuda del crucero dañado. Respecto a
la reacción internacional la línea ideada para la posición británica fue la siguiente: “no
es en absoluto sorprendente que algunos de nuestros amigos y aliados han expresado
su preocupación por la pérdida de vidas. No hay duda de que sigue habiendo un apoyo
muy amplio (de la CE, la mancomunidad y muchos otros países) para nuestro objetivo
de obtener por las presiones políticas, económicas y militares, la aplicación de la
Resolución 502 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es decir, una
49
Third Report from The Foreign Affairs Committee. Session 1984-85. Events surrounding the weekend
of 1-2 May 1982.
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retirada Argentina y, posteriormente, una solución negociada. La intransigencia es en
Buenos Aires no en Londres50".
En la reunión 25° del Gabinete de Guerra llevada a cabo en la fecha 4 de mayo el
Secretario de Relaciones Exteriores dijo que deseaba enviar al Secretario de Estado de
Estados Unidos, el Sr. Haig, el acuerdo de mensaje y el proyecto que sugirió en una
carta circulada al Gabinete. Sostuvo que esto era necesario con el fin de llenar el vacío
diplomático identificado por el Subcomité en su reunión anterior. El proyecto de
acuerdo fue una adaptación de las propuestas de Estados Unidos / Peruanas. La primer
Ministro, resumiendo el debate, dijo que los términos del enfoque propuesto para el Sr.
Haig fueron aprobados para un cambio. El párrafo 5 del proyecto de acuerdo debe
modificarse para que diga: Los dos gobiernos están de acuerdo en que las opiniones de
los isleños deben ser determinados, y que sus intereses y sus deseos deben ser
respetados en la solución definitiva de la situación de las islas.
De esta manera los puntos presentados a Haig el 4 de Mayo por el Secretario de
Relaciones Exteriores fueron los siguientes:
“1. Un alto el fuego inmediato, concurrente con:
2. Retirada mutua de fuerzas: a) Argentina y las fuerzas Británicas comenzaran de
inmediato a retirarse a una zona de 200 millas náuticas de radio de las Islas Malvinas
y deberán abstenerse de introducir cualquier fuerza en esa zona. b) el Reino Unido va a
garantizar el paso seguro de la guarnición argentina al continente. c) todas las fuerzas
británicas y argentinas serán retiradas dentro de los 7 días de la zona de 200 millas de
radio de las Malvinas y permanecerán fuera de esa zona.
3. La introducción inmediata de un Grupo de Contacto integrado por Brasil, Perú, la
República Federal de Alemania y los Estados Unidos en las islas Malvinas por un
acuerdo sobre una base temporal hasta lograr un acuerdo definitivo, serán tareas del
Grupo: a) verificar la retirada; b) para garantizar que no se están tomando acciones
en las islas, por la administración restaurada o de otra manera, que vaya en contra de
este acuerdo interino.
4. Gran Bretaña y Argentina reconocen la existencia de puntos de vista diferentes y
contradictorios con respecto a la situación de las islas Malvinas.
5. Los dos Gobiernos están de acuerdo en que las opiniones de los isleños deben ser
determinados, y que sus intereses y sus deseos deben ser respetados en la solución
definitiva de la situación de las islas.
6. Los dos Gobiernos harán todos los esfuerzos posibles de buena fe para llegar a un
acuerdo definitivo antes del 30 de abril de 1983. Los países representados en el Grupo
de Contacto darán toda clase de ayuda en esto.”
En la reunión del Gabinete completo llevada a cabo el 5 de mayo a las 11.45 am, y
donde se trató exclusivamente el tema de las Islas Malvinas, Pym, dijo que el señor
Haig era de la opinión de que el proyecto de acuerdo presentado por Gran Bretaña el 4
50
http://www.margaretthatcher.org/document/124026
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de mayo no tenía ninguna posibilidad de ser aceptado por el Gobierno Peruano, y menos
aún el Gobierno Argentino. Manifestó que el Gobierno de los Estados Unidos creía que,
si la lucha continuaba en el Atlántico Sur, el Reino Unido perdería cada vez más apoyo
internacional; por ello concedían la mayor importancia a un alto el fuego temprano,
pero reconocieron que un procedimiento debía garantizar la retirada inmediata de
Argentina. Pym dijo al Gabinete completo que las nuevas propuestas de Haig eran más
favorables a los intereses británicos que las propuestas americanas anteriores. Paso a
explicarlas detallando que ahora se proporcionaba un alto el fuego inmediato,
simultáneo con la retirada mutua y la no reintroducción de fuerzas de acuerdo con un
calendario que establecerá un Grupo de Contacto integrado por Brasil, Perú, la
República Federal de Alemania y los Estados Unidos. El Grupo de Contacto asumiría
responsabilidad de verificar la retirada, de asegurar que el Reino Unido y Argentina
llegaron a un acuerdo sobre el estado de las islas antes del 30 de abril de 1983. El Grupo
de Contacto también sería responsable de asegurar que no se tomen acciones en las Islas
por la administración local que pudieran contravenir el acuerdo provisional propuesto.
Las propuestas también prevén que los dos Gobiernos reconocen que las aspiraciones e
intereses de los isleños se incluirían en la solución definitiva de la situación de las islas.
Para Pym esto tenía la ventaja para gran Bretaña de dejar la cuestión de la soberanía sin
prejuicios. La principal dificultad con las propuestas, dijo Pym, radicaba en la
ambigüedad de las disposiciones relativas a la administración provisional. Haig había
pedido una respuesta británica por las 5.00 pm, hora de Londres ese día; si esta
respuesta era afirmativa, el Gobierno de los Estados Unidos buscaría la aceptación del
Gobierno Peruano, quien, sin duda, consultaría a los argentinos de manera informal. Si
la respuesta peruana era positiva Haig esperaba que las propuestas podrían ser
transmitidos formalmente el 6 de mayo en el Reino Unido y se requeriría al Gobiernos
Argentino su aprobación dentro de las 48 horas. También manifestó Pym que tal como
lo había reconocido el Gobierno de los Estados Unidos, las propuestas no eran
totalmente satisfactorias desde el punto de vista británico. En todas las circunstancias,
sin embargo, Haig no dudaba en recomendar que Gran Bretaña debería aceptarlas. No
era de ninguna manera cierto que Argentina también lo haría, pero la aceptación
británica sería mejorar la postura internacional del Reino Unido y garantizar la
continuidad del apoyo americano.
En el debate de la reunión se señaló que, si bien cierta ambigüedad en las propuestas
para una solución definitiva de la disputa era aceptable como el precio del acuerdo
argentino, la ambigüedad no era una ventaja en aquellas partes de las propuestas
relativas a la retirada de las fuerzas y la administración interina. Para los Ministros los
intereses británicos se verían afectados seriamente si ambas partes aceptan las
propuestas y el acuerdo era roto antes de que la retirada argentina fuera completa, toda
vez que en esas circunstancias no sería factible restaurar la presión militar para Gran
Bretaña. Por ello los Ministros consideraron que era importante establecer que las
propuestas proporcionan las previsiones suficientes para la retirada de todas las fuerzas
argentinas; y también insistieron en que las propuestas solo cubrían las islas Malvinas y
no las dependencias, incluyendo Georgia del Sur. Otro punto que señalaron era que
debía quedar en claro que la referencia a la administración local no significaba la
administración introducida por los argentinos después del 2 de abril. Por otro lado, no
sería conveniente llamar la atención argentina sobre la omisión de las dependencias.
Opinaron que dado que en el señor Haig veía que no había posibilidad de que los
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argentinos acepten un restablecimiento de la administración británica, pensaron que
sería mejor proporcionar al grupo de contacto para asumir las funciones que tenía el
gobernador y si es posible para asegurar que su responsabilidad para la administración
local sea ejercida en consulta con los isleños mediante sus representantes electos.
Destacaron que también era importante obtener un compromiso del Sr. Haig para que en
esta ocasión fuese firme con una fecha límite para una respuesta formal del Gobierno
Argentino y no les permitiría proponer enmiendas al texto y sostuvieron que debía
considerarse que Argentina ha rechazado las propuestas si no hubiera aceptado las
mismas sin ambigüedades vencido el plazo establecido. Se detuvieron a analizar el
tema del alto al fuego y concluyeron que no sería aconsejable que un alto el fuego entre
en vigor hasta que el Gobierno Argentino hubiera claramente aceptado la propuesta. Era
opinión de los Ministros que si Gran Bretaña las rechazaba, sería severamente criticada
por la opinión internacional, cosa que ya se estaba aconteciendo en su contra a raíz del
hundimiento del Belgrano. Gran parte del apoyo interno del Gobierno también se
perdería. La alternativa sería continuar las hostilidades sin un total apoyo internacional,
y en particular de los Estados Unidos; mientras que consideraban que la pérdida del
HMS Sheffield no había afectado a las perspectivas de éxito militar. Consideraron que
era esencial para mantener la credibilidad del Gobierno británico la búsqueda de una
solución negociada, y cualquier acuerdo que lograra la retirada de las fuerzas argentinas
de las islas habría sido un logro considerable. Sostuvieron que el apoyo continuo
americano era vital y también que habia sido útil que fuera conocido que el gobierno
británico estaba considerando una nueva iniciativa diplomática antes de la pérdida del
HMS Sheffield, ya que no podían ser acusados ahora de reaccionar a ese evento. La
Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que los elementos de las últimas propuestas
del Sr. Haig que se ocupan de la administración provisional representan alguna
desviación de los principios que el gobierno ha adherido firmemente. Por lo tanto, dijo
que Pym debía buscar el acuerdo del Gobierno de los Estados Unidos de forma que el
grupo de contacto pueda asumir las funciones de gobernador, y si es posible actuar en
consulta con los representantes electos de los isleños. También dijo que él debía buscar
además establecer, tal vez por un título adecuado para el acuerdo propuesto, que
abarcaba las islas Malvinas, y no las dependencias. Señalo que también era importante
asegurar que los Estados Unidos garantizaran la seguridad de las Islas. Thatcher sabía
que Haig no estaba dispuesto a aceptar modificaciones sustanciales pero insistió en que
debía ser modificado para aclarar la posición en las dependencias y en la administración
provisional y estas modificaciones debían ser aceptadas por Haig. Thatcher destaco que
acepten o no los argentinos estas propuestas lo importante era que Gran Bretaña sería
vista como que siempre busco la manera más responsable en cada oportunidad de poner
fin al conflicto y asegurar un acuerdo.
El Gabinete de Guerra el miércoles 05 de mayo aceptó las revisiones de los Estados
Unidos (es decir, abandonó la insistencia sobre la autodeterminación) y el Gabinete en
pleno, apresuradamente convocado, hizo suya esa decisión y facultó a Pym para que se
lo comunique a Haig, cosa que hizo. Thatcher no estaba satisfecha con este resultado y
redactó una larga carta al Presidente Reagan51. En esa carta se ve claramente la
51
http://09b37156ee7ea2a93a5e6db7349bced3b64202e14ff100a12173.r35.cf1.rackcdn.com/PREM19/1982/PREM19-0624tna.pdf
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disconformidad de Thatcher por la decisión de aceptar estas propuestas, se puede decir
que está casi apelando contra su propio gobierno en esta carta, y en contra de Haig
también. Se refiere a que las propuestas no son claras respecto al derecho de
autodeterminación, lo que ella había pedido y que Haig le habia respondido que sería
rechazado por los Argentinos. Por lo que Thatcher le explica a Reagan que trato de
atemperar las propuestas de Haig pidiendo que mínimamente la administración
transitoria consulte sus decisiones con los representantes locales. Dice: “no es mucho
que pedir, y pienso que usted no lo va a rechazar”. Thatcher le bajo el tono a la carta
luego de consultar con sus colegas. De todos modos, la carta en su forma final se envió
demasiado tarde para hacer una diferencia, los estadounidenses ya habían recibido el
mensaje de Pym y lo habían respondido. Reagan no respondió a su carta. Tal vez eso es
porque los argentinos rechazaron las propuestas, la mejor que se ofreció durante todo el
conflicto. Pero aunque sólo sea por un breve tiempo, Thatcher habia perdido el control
efectivo de la diplomacia en Pym.
El 5 de Mayo Haig había informado al Gobierno Peruano de la aceptación con algunas
modificaciones de la propuesta peruana por parte del Gobierno Británico. Ese mismo
día Argentina habia aceptado la intervención del Secretario General de las Naciones
Unidas e hizo saber al Presidente del Perú que llevaría las negociaciones por ante ese
foro.
2. La mediación ante las Naciones Unidas y la Operación Sutton.
Luego de establecer el 7 de mayo una nueva Zona de Exclusión, el Gabinete de Guerra
en su 29° reunión llevada a cabo el 9 de Mayo trato por primera vez las negociaciones
ante las Naciones Unidas que se estaban iniciando. La Primer Ministro, resumiendo el
debate, dijo que tras el colapso de la iniciativa peruana la posibilidad de una solución
negociada estaba en la actualidad centrada en las Naciones Unidas. Se aprobó un
borrador de telegrama con instrucciones a Sir Anthony Parsons en Nueva York.
Thatcher manifestó al Gabinete de Guerra que era importante adoptar una postura
positiva hacia las negociaciones en curso en las Naciones Unidas, las que tendrían que
llegar a una conclusión dentro de aproximadamente una semana. Pero sostuvo que habia
algunos puntos en los cuales no se podrían hacer concesiones y sería necesario examinar
más a fondo, tal vez el 11 de mayo, cuáles eran los requisitos mínimos de Gran Bretaña
en cualquier arreglo provisional bajo auspicios de las Naciones Unidas. También podría
ser conveniente enviar a alguien de Londres que podría informar oralmente a Parsons
sobre la manera de pensar de los Ministros respecto de los temas involucrados. Por lo
que respecto de las cuestiones diplomáticas se decidió enviar instrucciones urgentes a
Parsons. Luego se pasó a tratar las cuestiones militares. Se decidió solicitar al secretario
de defensa a que formulara propuestas para ver como lidiaban con las aeronaves
argentinas que no eran de combate y que estaban comprometidas en vigilancia
marítima de las unidades británicas cuando no se podía recurrir a una cobertura aérea
por parte de las fuerzas británicas. El segundo tema tratado fue el de autorizar reglas de
combate para la defensa aérea de la Isla Ascensión bajo las cuales toda aeronave que se
aproximase a la Ascensión no identificada podría ser identificada por los medios
disponibles; cualquier aeronave que cometa un acto hostil puede ser destruida;
cualquier avión de combate Argentino a 100 millas náuticas de la Ascensión también
podría ser destruido, pero un avión argentino no combatiente podría ser destruido si se
dirigía a Ascensión y estando a 25 millas del Aeródromo Wideawake, no cumplió con
las señales de interceptación visual y disparos de advertencia ignorados. La siguiente
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reunión del Gabinete de Guerra, la número 30 del lunes 10 de Mayo, estuvo dominada
por cuestiones militares. Se autorizaron reglas de combate contra aeronaves de
vigilancia conforme el párrafo 10 del documento OD (SA) (82) 45. Se solicitó al
Secretario de Defensa que mantuviera una reunión con los editores de la prensa toda vez
que los corresponsales que estaban con la fuerza de tareas se estaban quejándose que
habia censura y por otro lado no se quería que determinado información trascendiera a
los argentinos. Y por último se solicitó al Secretario de Defensa que informara al
Gabinete el 13 de Mayo sobre los planes para un desembarco en las Islas Malvinas.
En la reunión 31° del Gabinete de Guerra llevada a cabo el 11 de Mayo, la Primer
Ministro, resumiendo el debate dijo, que el representante británico en la ONU, Sir
Antony Parsons, estaba claramente en lo cierto al presionar en la cuestión clave de si la
Argentina estaba dispuesta a abandonar sin prejuzgamientos, en un acuerdo provisional,
la cuestión a largo plazo de la soberanía. Para Thatcher esto debería ayudar a establecer
si los argentinos estaban negociando de buena fe y con mala intención y quedarían
expuestos en público si no lo fueran. En cuanto a otras cuestiones pendientes, dijo
Thatcher que Parsons debía ver con buenos ojos la propuesta del Secretario de las
naciones Unidas sobre que los Consejos Legislativos debían ser retenidos en calidad de
asesores; sostuvo que Parsons debía seguir insistiendo en la exclusión de las
dependencias; asimismo dijo que Parsons no debería en esta etapa aceptar las fuerzas
británicas deberían retirarse más de 200 millas, aunque una cifra algo mayor (por
ejemplo, 350 millas) en la práctica podría ser aceptable; sostuvo que también debía
rechazar las propuestas de los argentinos a la libertad de residencia y adoptar una actitud
cautelosa hacia sus propuestas sobre los observadores y banderas. El documento de
posición presentado por la Argentina en New York no representaba para Thatcher un
compromiso serio de negociar. Thatcher manifestó que las operaciones militares y las
decisiones no pueden ser detenidas mientras que las negociaciones de las Naciones
Unidas continuasen, informo que el riesgo de este tipo de operaciones precipitara una
crisis diplomática no era mucha en el futuro inmediato. Por lo tanto, Thatcher sugirió
que no se le pediría a Parsons ni acelerar las negociaciones ni hacerlas más lentas, lo
que debería facilitar sus esfuerzos para garantizar que cualquier falla en las
negociaciones se vea claramente como culpa de Argentina. Estas instrucciones fueron
las aprobadas por el Gabinete de Guerra para que Parsons actué en la mediación ante las
Naciones Unidas. Aquí se ve claramente la posición de Thatcher respecto a la
preeminencia que tenían las operaciones militares por sobre la diplomacia y el intento
británico de mostrar a la Argentina como la única parte intransigente.
Parsons solicito instrucciones urgentes del Gabinete de Guerra en los siguientes puntos:
(a) Proyectos de texto en: (i). las resoluciones pasadas de las Naciones Unidas. (ii).
No prejuzgamiento en la cuestión de la soberanía.
(b) Distancias de retiro de las fuerzas.
(c) Administración provisional luego de 1982.
(d) El rol del Ejecutivo y del Consejo Legislativo en la administración provisoria.
(e) Inmigración y adquisición de la propiedad durante el periodo previsional.
(f) Las dependencias.
El Gabinete de Guerra trato el tema en su reunión 32° del día 12 de Mayo. En el debate
se sugirió que se ser posible se realizarían algunos intercambios entre una concesión
británica en las dependencias y concesiones argentinas en la administración provisional.
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Se manifestó que la retirada militar de las Georgia del Sur sería tanto política como
militarmente difícil para que Gran Bretaña pudiera acordar; por tanto, se necesitarían
mayores ganancias de compensación en otros temas si dicha retirada iba a ser
contemplada. Los Ministros pensaron que tal vez sea posible acordar en que el futuro
de las Georgia del Sur sea resuelto por separado; pensaban que ninguna de las partes
estaba lista para continuar las hostilidades solo por las Georgia del Sur. También se
habló que se debería poner cierta limitación en el poder administrador de las Naciones
Unidas para alterar las leyes vigentes, que debería estar obligado a consultar a los
Consejos Ejecutivo y Legislativo. Por otro lado se evaluó que si no se ha llegado a
ningún acuerdo a largo plazo la administración provisional tendría que continuar
después de 1982, siempre que el Consejo de Seguridad (donde Gran Bretaña y sus
aliados tienen poder de veto) no hubieran votado para llevarlo a su fin. Los arreglos
sobre la retirada militar deben ser iguales entre las fuerzas británicas y argentinas. Un
proyecto de texto respecto de no prejuzgar la cuestión de la soberanía fue un gran
avance en la posición argentina anterior pero todavía implicar problemas políticos reales
de Gran Bretaña. Las referencias a las resoluciones de las Naciones Unidas no eran
bienvenidos, pero probablemente podrían ser aceptados como parte de un paquete.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que las instrucciones a Parsons debían
redactarse teniendo en cuenta las opiniones del Subcomité, dijo también que se debía
dar mayor consideración a la futura administración de las Georgia del Sur; y de la
posibilidad de que cualquier acuerdo debía ser garantizado militarmente, ya sea por los
Estados Unidos o por una fuerza multinacional. Para Thatcher alguna forma de garantía
se necesitaba ya que no sería posible para Gran Bretaña repetir sus actuales despliegues
militares.
En la reunión 34° del Gabinete de Guerra llevada a cabo el viernes 14 de mayo por la
mañana el secretario de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad, dijo que el
representante británico en la ONU, Sir Antony Parsons, había jugado con habilidad para
ganar tiempo el 13 de mayo, sobre la base de las instrucciones enviadas a él después de
la reunión anterior del Subcomité; pero consideraba que nada se ganaría con la
presentación de las sugerencias que habían sido autorizadas a formular sobre las
cuestiones clave de Georgia del Sur y la administración provisional de las Malvinas.
Según Pym las opciones británicas en las negociaciones se fueron reduciendo y ahora
sólo tres posibilidades se mantenían, a saber:
i. No se enviarían más instrucciones a Sir Antony Parsons. Esto significaría una ruptura
temprana de las negociaciones, por la cual Gran Bretaña era probable que recibiera la
mayor parte de la culpa; y una pronta reunión del Consejo de Seguridad.
ii. Sir Antony Parsons podría estar autorizado a hacer lo que él consideraba como
concesiones mínimas a fin de mantener las negociaciones en marcha. Esto implicaría
concesiones por Gran Bretaña en Georgia del Sur y posiblemente también de la
administración provisional.
iii. Sir Antony Parsons podría recurrir a Londres para consultas tempranas. Esto podría
detener la posición en Nueva York, hasta su regreso allí. En esa etapa podría ser
apropiado para él presentar un documento que indique hasta qué punto Gran Bretaña
está preparada para avanzar. Esto podría preparar mejor el terreno para una posterior
ruptura.
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La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el debate del día anterior en el
Parlamento había dejado en claro que las concesiones en Georgia del Sur o la
administración provisional no serían aceptables para los partidarios del Gobierno. Dijo
que el final del camino, por lo tanto parecía haber sido alcanzado en las negociaciones
en New York. Thatcher manifestó que ahora quedaba el objetivo importante de
garantizar que cuando se rompieran las negociaciones Argentina debería ser vista como
la culpable. Propuso que con este fin Sir Antony Parsons debía recurrir con urgencia
para hacer consultas. Sugirió la idea de tener en cuenta la posibilidad de presentar un
documento en el tipo de acuerdo que Gran Bretaña estaba dispuesta a aceptar, con el fin
de ayudar a presentar la posición Británica internacionalmente cuando se produzca la
ruptura; pero, advirtió que, también podría resultar en indeseables divisiones en
términos de opinión nacional. Por tanto, ordeno que un posible proyecto debía ser
preparado para la reunión del Subcomité el 16 de mayo, a la que, se debía invitar tanto
Sir Antony Parsons y al Embajador británico en Washington, Sir Nicholas Henderson a
asistir. Adelanto que si un documento británico se decidía a presentarse en esta reunión,
probablemente tenga que ser presentado al Consejo de Ministros para su aprobación, tal
vez en el 18 de mayo. Sostuvo que mientras tanto cada esfuerzo debía ser hecho para
disuadir a Pérez de Cuellar de proponer formalmente las propuestas propias, lo que sin
duda resultaba inaceptable para Thatcher. Manifestó que cuando llegue la ruptura será
importante para Gran Bretaña ser capaz de demostrar que la misma se debía a la
indiferencia de la Argentina por la democracia y por la ley. Para ello señalo que la
cuestión sobre la administración provisional era esencialmente una de democracia; la
cuestión sobre las Georgia del Sur fue sobre la ley. Respecto de este último punto dijo
Thatcher que se podría hacer aún más claro si Gran Bretaña ofreciera someter el caso a
la Corte Internacional de Justicia. Dijo que se debía sostener de manera más general
que la Argentina había burlado el derecho internacional, tanto por su invasión original y
por su negativa a cumplir con la Resolución del Consejo no. 502.
Siguiendo las instrucciones y postura de Thatcher, el Gabinete de Guerra acordó
reunirse en Chequers el 16 de mayo para elaborar el documento que representara la
propuesta final de Gran Bretaña en las negociaciones de New York., a la que tenían que
asistir Sir Antony Parsons y Sir Nicholas Henderson. También se le solicito a Pym que
preparara para esa reunión un proyecto de documento que establezca la posición de
negociación final de Gran Bretaña, para su posible presentación en Nueva York y la
publicación subsecuente.
Pym elaboro un proyecto de documento, tal como se lo rodeno el Gabinete de Guerra,
que contuviera la posición final y máxima de Gran Bretaña en las negociaciones de New
York. Fue elaborado con el propósito deliberado y calculado de que la Argentina lo
rechace. Y como desde un principio se pensó en su publicación apenas las
negociaciones se rompieran, Pym puso atención y cuidado en demostrar: “a) a la
opinión pública y parlamentaria británica que la posición del Gobierno ha
salvaguardado debidamente los intereses británicos; y b) a nuestros socios
estadounidenses y europeos, a la Comunidad y para la comunidad internacional en
general que habíamos negociado razonable y de buena fe.”52
El primer borrador de acuerdo provisorio, elaborado por Pym, estableció:
52
http://www.margaretthatcher.org/document/122414
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“El Gobierno de la República de Argentina y el Gobierno del Reino Unido de Gran
Bretaña y de Irlanda del norte.
En respuesta a la Resolución 502 (1982) del Consejo de Seguridad, adoptada el 3 de
abril de 1982 bajo el artículo 40 de la Carta de las Naciones Unidas, después de haber
entrado en negociaciones a través de los buenos oficios del Secretario General de las
Naciones Unidas en favor de un acuerdo interino sobre las Islas Malvinas (Falkland
Islands), en adelante denominados “las Islas”, teniendo en cuenta las obligaciones en
lo que respecta a los territorios no autónomos establecidos en el artículo 73 de la Carta
de las Naciones Unidas,
Han convenido en lo siguiente:
Artículo 1
(1) Ninguna disposición del presente Acuerdo Interino en modo alguno ira en
detrimento de los derechos, reclamos y posiciones de cualquiera de las Partes en la
última solución pacífica de la controversia sobre las Islas.
(2) Ningún acto o actividad que tenga lugar mientras este Acuerdo provisional se
encuentre en vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una
reclamación de soberanía territorial sobre las Islas, ni para crear derechos de
soberanía sobre ellos.”
En las notas de explicación del presente documento Pym manifestaba respecto de la
redacción de este artículo: “La expresión "Falkland Islands (Islas Malvinas)" se refiere
a las Islas Malvinas en sí mismos y excluye las Dependencias. Esta exclusión fue
inaceptable para a la Argentina. El artículo 73 de la Carta de la ONU dice que los
intereses de los habitantes de los territorios no autónomos son de suma importancia. El
efecto del artículo 1, es excluir cualquier debilitamiento de la soberanía británica por
el Acuerdo interino o mientras esté en vigor. Este artículo no fue aceptado por la
Argentina.”
La intención de incorporar una redacción y contenido que la Argentina iba a rechazar
en esta etapa de la toma de decisiones del Gabinete de Guerra es altamente manifiesta.
“Artículo 2
(1) Con efecto a partir de una hora determinada, las 24 horas después de la firma del
presente Acuerdo (en lo sucesivo, el tiempo "T"), cada Parte se compromete a cesar y,
posteriormente, a abstenerse de todo tipo de fuego y otras acciones hostiles.
(2) Argentina se compromete
(A) Para iniciar la retirada de sus Fuerzas Armadas de las Islas a partir del momento
“T1”;
(B) Para retirar la mitad de sus Fuerzas Armadas a por lo menos 150 millas náuticas
de distancia de cualquier punto de las Islas para el tiempo “T” + 7 días; y,
(C) Para completar su retirada a por lo menos 150 millas náuticas de distancia para el
tiempo “T” + 14 días.
(3) El Reino Unido se compromete a:
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(A) para comenzar la retirada de sus fuerzas armadas de las Islas a partir del momento
“T”;
(B) Para retirar la mitad de sus fuerzas armadas por lo menos a 150 millas náuticas de
distancia desde cualquier punto de las Islas para el tiempo “T” + 7 días ; y,
(C) Para completar su retirada, al menos a 150 millas náuticas de distancia para el
tiempo "T" + 14 días.”
Respecto del Artículo 2 Pym elaboro que el retiro de fuerzas fuera igual para ambas
partes, a sabiendas de que Argentina quería que las fuerza británicas se retiraran a
sus áreas de operaciones usuales por lo que no aceptarían este artículo.
“Artículo 3
A partir del tiempo de 'T', cada Parte se compromete a levantar las zonas de exclusión,
las advertencias y medidas similares que se ha impuesto en la región.
Artículo 4
En la realización de los pasos para la retirada especificada en el artículo 2, cada Parte
se compromete a abstenerse de cualquier reintroducción de las Fuerzas Armadas en las
islas o dentro de 150 millas náuticas de la misma.
Artículo 5
Cada Parte se compromete a levantar con efectos a partir del momento "T" las medidas
económicas que ha adoptado contra la otra y buscar el levantamiento de las medidas
similares adoptadas por parte de terceros.
Artículo 6
(1) Inmediatamente después de la firma del presente Acuerdo, la Argentina y el Reino
Unido podrán patrocinar conjuntamente un proyecto de resolución en las Naciones
Unidas en virtud de los términos de los cuales el Consejo de Seguridad podría tomar
nota del presente Acuerdo, reconocer el papel que le confiere al Secretario General de
las Naciones Unidas en el mismo, y le autoriza a llevar a cabo las tareas que se le
encomiendan en el mismo.
(2) Inmediatamente después de la adopción de la Resolución mencionada en el párrafo
(1) del presente artículo, un administrador de las Naciones Unidas, siendo una persona
aceptable para la Argentina y el Reino Unido, será nombrado por el Secretario
General y será el funcionario oficial de la administración del gobierno de las Islas.
(3) El Administrador de las Naciones Unidas tendrá la autoridad bajo la dirección del
Secretario General para asegurar la continua administración del gobierno de las Islas.
Él desempeñará sus funciones en consulta con los Consejos Ejecutivo y Legislativo de
las Islas y actuará a través de los funcionarios y las instituciones competentes de la
administración tradicional de la zona. Los Consejos Ejecutivo y Legislativo de las Islas
se ampliará con la incorporación de un representante argentino de entre la población
residente en las islas, que serán nombrados por el Administrador de las Naciones
Unidas. El administrador ejercerá sus atribuciones de acuerdo con los términos del
presente Acuerdo y de conformidad con el espíritu de las leyes y las prácticas
observadas previamente por la administración local tradicional.
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(4) El Administrador de las Naciones Unidas verificará la retirada de todas las fuerzas
armadas de las islas, así como su falta de reintroducción.
(5) El Administrador de las Naciones Unidas tendrá el número de personal que sea
acordado por la Argentina y el Reino Unido que sean necesarios para el desempeño de
sus funciones en virtud del presente Acuerdo.”
Pym explico en sus notas que una resolución del Consejo de seguridad era un
procedimiento necesario para que el Secretario General nombre un Administrador de
las Naciones Unidas. El Artículo 6 (3), a excepción de la primera frase, era inaceptable
para la Argentina, que quería eliminar toda la estructura de la administración
tradicional y hacer disposiciones que permitieran a las personas y las empresas
argentinas que se asienten en las Islas sin límite.
Habría de ser, por lo tanto, de 10 miembros del Consejo Ejecutivo y 7 del Consejo
Legislativo, un miembro de cada uno sería de entre la población argentina de las islas.
La última frase del artículo 6 (3) se aseguraría de que el carácter del gobierno y de la
sociedad en las Islas no se podía cambiar, mientras que el Acuerdo Provisional
estuviera en vigor, por ejemplo, por la afluencia de personas o empresas de fuera.
Respecto de 6 (4), dijo Pym, que el método de verificación se discutió con el Secretario
General. El Reino Unido estaba dispuesto a aceptar que la vigilancia de terceros
países, como los Estados Unidos, podría ser utilizada.
“Artículo 7
Salvo que se acuerde otra cosa entre ellos, las Partes, durante la vigencia de este
Acuerdo, podrán reactivar el canje de notas del 5 agosto de 1971, junto con la
Declaración Conjunta sobre las Comunicaciones entre las islas y el territorio
continental argentino a que se refiere el mismo. Las Partes en consecuencia podran
tomar medidas adecuadas para establecer un comité consultivo especial para que lleve
a cabo las funciones encomendadas a la Comisión Especial de Consulta a que se
refiere la Declaración Conjunta.”
En este caso Pym incluyo el artículo 7 ya que abría el camino para el restablecimiento
de los acuerdo s existentes antes de la toma de las Islas por Argentina para el turismo,
transporte, correo, etc. Era necesario un nuevo comité consultivo porque el anterior fue
atendido por la Embajada Británica en Buenos Aires y se encontraba cerrado.
“Artículo 8
Las Partes se comprometen a iniciar negociaciones de buena fe, bajo los auspicios del
Secretario General de las Naciones Unidas para la solución pacífica de la controversia
y de buscar, con un sentido de urgencia, la conclusión de estas negociaciones antes del
31 de diciembre de 1982. Estas negociaciones se iniciarán sin perjuicio de los
derechos, las reclamaciones o las posiciones de las Partes y sin prejuzgar sobre el
resultado.
Artículo 9
Este Acuerdo provisional entrará en vigor a su firma y permanecerá en vigor hasta que
se haya alcanzado y puesto en práctica por las Partes a un acuerdo definitivo sobre el
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futuro de las islas. El Secretario General comunicará inmediatamente su texto al
Consejo de Seguridad, el que será registrarlo de conformidad con el artículo 102 de la
Carta de las Naciones Unidas.”
Conforme la explicación de Pym lo que se buscaba con el Artículo 9, segunda mitad de
la primera frase es que habría mantenido las disposiciones provisionales en vigor
después de 31 de diciembre 1982, incluso si un acuerdo final no se habría acordado para
esa fecha. Esta posición era inaceptable para Argentina.
En la reunión del Gabinete de Guerra del Domingo 16 de Mayo en Chequers,
finalmente se aprobó el documento que habia preparado Pym aunque revisado y
modificado, conteniendo la posición final de Gran Bretaña. Durante esa reunión
Thatcher se enfrentó constantemente con los participantes de la Foreign Office.
Henderson dijo: “el problema era, por supuesto, que la Primer Ministro se desvió todo
el tiempo hacia ser inflexible, por lo que el resto de nosotros, y en particular, los
participantes FCO, se encontraban constantemente bajo el ataque de ella por ser tibios,
listo para vender, poco solidarios a los intereses británicos, etc.”53
Sir Antony Parsons dijo en la reunión de Ministros que el dispositivo de él recurriendo
para realizar consultas a Londres habia hasta ese momento el efecto deseado de retrasar
el clímax de las negociaciones de Nueva York y evitar una reunión del Consejo de
Seguridad. Pero, informo que la posición en Nueva York probablemente no podría
sostenerse más allá del 17 de Mayo. Para Parsons era importante mantener la buena
voluntad del Secretario General; para evitar que presentase propuestas propias
inaceptables y para demostrar a la opinión de las Naciones Unidas que Gran Bretaña
había estado negociando de buena fe. Por lo tanto, dio la bienvenida a la propuesta de
que Gran Bretaña presentase un proyecto de acuerdo que indique lo más lejos que
podía ir en la negociación de un acuerdo provisional. Según Parsons un proyecto de este
tipo podría servir de base para un acuerdo si Argentina realmente quería uno. Si no es
así, como le parecía más probable, el proyecto haría precipitar la ruptura de las
negociaciones; podría luego ser publicado, con el fin de demostrar que la posición de
Gran Bretaña había sido razonable y que la Argentina era la culpable de la ruptura.
Conforme Parsons si era para servir a ese propósito de manera satisfactoria, sus
disposiciones sobre la administración provisional de las Malvinas deberían poner más
énfasis en las instituciones representativas locales que en la restauración del régimen
colonial. Señalo que Gran Bretaña también sería vulnerable a las críticas si las
negociaciones se rompieran por la exclusión de Georgia del Sur del acuerdo; Por lo
tanto, el Gobierno de los Estados Unidos debería instar a presionar a los argentinos de
no presionar el asunto de Georgia del Sur. Dijo que esperaba poder entregar el proyecto
a la Secretaría General para el mediodía el 17 de mayo; y requerirle al Secretario
General a que lo transmita formalmente a los argentinos; E insistir en una respuesta en
el plazo de 48 horas. Estimo que sobre esta base, las negociaciones probablemente
llegarán a su fin el 19 de mayo. Sugirió que las principales operaciones militares no
deberían comenzar por un día o dos después de eso, debería ser menos peligroso para
Gran Bretaña aparecer como que hubiera socavado la posibilidad de un acuerdo
diplomático al optar precipitadamente por una solución militar.
53
Henderson, Nicholas. Mandarin. The diaries of Nicholas Henderson. Tercera edición. Weindenfeld and
Nicolson. Londres. Reino Unido.
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Sir Nicholas Henderson dijo que estas tácticas también deben servir para conservar la
buena voluntad de los americanos, que serían igualmente reacios a ver demasiado
énfasis puesto en la restauración del régimen colonial. Informo que el apoyo de Estados
Unidos a Gran Bretaña se mantenía fuerte, pero al mismo tiempo, otras influencias
estaban trabajando: los estadounidenses se alarmaron por el daño hecho a sus relaciones
con América Latina, y por el temor de que podrían tener que involucrarse militarmente
si las fuerzas británicas entraran en dificultades.
Por consiguiente, para Henderson, era esencial demostrar que Gran Bretaña era sincera
en su búsqueda de una solución diplomática y estaba preparada para ofrecer condiciones
razonables para un acuerdo. Entendía que el Secretario de Estado de los Estados
Unidos, el Sr. Haig, probablemente esté listo para cooperar en presionar a los argentinos
para que no presionen el asunto de las Georgia del Sur; él sería más renuente a
considerar cualquier forma de garantía de Estados Unidos para un acuerdo negociado,
pero el mejor enfoque para esta posibilidad podría ser a través de la participación
estadounidense en la verificación de la aplicación de las disposiciones de retirada militar
de un acuerdo provisional. Por último, Henderson menciono la posibilidad de que el
presidente Reagan cancele su visita a Gran Bretaña a principios de junio no podría
excluirse si las principales operaciones militares se encontraban en curso; y dijo que
mucho dependería del nivel de las bajas y el alcance de la crítica pública y
parlamentaria británica de los Estados Unidos.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el Subcomité había acordado una
versión revisada del proyecto de acuerdo, que es defendible, tanto en el Parlamento y
vis-a-vis en la opinión internacional. Y sostuvo que debía mostrarse al Consejo de
Ministros en su reunión del 18 de mayo. Mientras tanto, debía ser entregado al
Secretario General de las Naciones Unidas el 17 de mayo, para la transmisión formal al
Gobierno de la Argentina en virtud de un plazo hora 48 horas. Thatcher dijo que al
Secretario General también se le debe pedir reconocer una carta aparte que deje en
claro que las Georgia del Sur no están cubiertas por el acuerdo propuesto y una vez que
la fecha límite se haya pasado el Gobierno probablemente desee publicar el proyecto de
acuerdo. Subrayo con énfasis que mientras tanto, sería importante evitar fugas que
podrían precipitar un debate prematuro en el Parlamento. La existencia de una fecha
límite era especialmente sensible en ese contexto. Ordeno a Pym que no debía, por
tanto, informar a los socios europeos de Gran Bretaña sobre el documento; pero el
conocimiento de que Gran Bretaña estaba negociando con seriedad y urgencia una
solución diplomática debería ayudar en el proceso de persuadir a renovar las sanciones
económicas de la Comunidad Europea contra la Argentina. Thatcher informo que el
Secretario de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad estaría viendo al Sr. Haig
más tarde ese día y el 17 de mayo, en el marco de la Reunión Ministerial del Consejo
del Atlántico Norte en Luxemburgo, y le debía plantear, tanto la necesidad de disuadir a
los argentinos de presionar sobre la cuestión de las Georgia del Sur como la necesidad
de un compromiso por escrito acerca de la participación de Estados Unidos en la
verificación y garantía de un acuerdo. Thatcher indicó que para este propósito se le
tendría que mostrar a Haig el proyecto de acuerdo británico; pero de ser posible no se le
debería dar una copia del mismo, al menos hasta después de que Sir Antony Parsons lo
hubiera
entregado al señor Pérez de Cuéllar. Señalo que retener el apoyo
estadounidense seguía siendo un objetivo clave británico. Advirtió a los Ministros que
una vez que las principales operaciones militares comenzaran, la presión internacional
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para un alto el fuego sería muy fuerte. Por lo tanto, Thatcher manifestó la importancia
de asegurar que los argentinos fueron vistos como los culpables cuando las
negociaciones en Nueva York se rompieran. Por último dijo que era crucial para el
Gobierno retener el apoyo de la opinión pública británica; en ese contexto, la falta de
una referencia explícita a la libre determinación en el proyecto de acuerdo, sin duda
dará lugar a dificultades.
Por lo que el Subcomité solicito al Secretario de Relaciones Exteriores para concertar
negociaciones que se celebrarán con las Naciones Unidas, con los Estados Unidos y con
la Comunidad Europea sobre la base indicada por Thatcher en su resumen.
El 18 de Mayo en la 37° reunión del Gabinete de Guerra se tomó la decisión de
desembarcar las tropas en San Carlos y ejecutar la operación Sutton de reposesión de las
Islas Malvinas.
La Primer Ministro dijo en esa reunión que el Subcomité enfrentaba ahora una decisión
política importante: si autorizaba la recuperación militar de las Islas Malvinas, a
condición de que esto fuera militarmente factible y que ninguna solución diplomática
aceptable podría ser lograda. Thatcher aclaro que la posibilidad de una solución pacífica
se agotaría si la Argentina no había aceptado las propuestas británicas finales antes de
que expirara el plazo dado a las 5 pm, hora de Londres, el 19 de mayo. Los Jefes de
Estado Mayor habían asesorado sobre la viabilidad militar. En su informe militar antes
de su reunión del 14 de mayo, el Subcomité había sido informado de los planes del
comandante de la fuerza sobre un desembarco y posterior toma de posesión de las Islas
Malvinas. Thatcher explico que bajo este plan, el desembarco podría tener lugar en la
noche del 20/21 de Mayo (o tan pronto como el clima y otros factores locales lo
permitieran) siempre que fuera autorizado por el Subcomité en la presente reunión.
Luego de hacer la apertura de la reunión, Thatcher le cedió el lugar al asesoramiento
militar profesional de los Jefes de Estado Mayor que se refirieron a si la toma de
posesión de las Malvinas era militarmente factible y si el plan del Comandante de la
Fuerza era el mejor medio de lograrlo y tenía una buena oportunidad de éxito.
En este sentido, el Jefe del Estado Mayor de Defensa dijo que los Jefes de Estado
Mayor habían estado proporcionando las opciones militares contra el que los esfuerzos
diplomáticos para obtener una solución negociada podrían continuar. Ahora parecía que
una solución satisfactoria no podía ser negociada. Por lo que, la siguiente opción que
recomendaron era un desembarco para recuperar las islas, de acuerdo con el plan del
Comandante de la Fuerza. Apoyaron su opinión de que un largo bloqueo no era viable y
que, por tanto, recomendaba que el desembarco debería hacerse tan pronto como sea
posible. Una vez que las fuerzas británicas estuvieran en tierra deberían presionar por
delante con el fin de lograr condiciones satisfactorias, ya sea para un alto el fuego y la
retirada o la rendición de la guarnición argentina. Manifestó que había, por supuesto,
riesgos; de la flota argentina, incluyendo submarinos, y especialmente a partir de los
ataques aéreos. La deserción de las fuerzas argentinas había sido menos de lo esperada,
debido a que se habían quedado en o cerca de sus bases. Pero los jefes del Estado Mayor
y Comandante de la Fuerza creían que los riesgos eran militarmente aceptables, al igual
que las pérdidas que podrían razonablemente esperar, y que una vez en tierra la fuerza
de desembarco tendría una muy buena oportunidad de éxito. Por lo tanto buscaban
autorización política para proceder con el desembarco. Dijo que si esto se daba en la
presente reunión, el último momento en el que podría ser derogada sería por la tarde
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(hora de Londres) del 20 de mayo. A menos que la climatología imponga retrasos, las
fuerzas de desembarco estarían para entonces en el interior la Zona de Exclusión Total;
sostuvo que las naves involucradas van a estar muy cargadas para el desembarco, y si la
autorización de proceder fuera suspendida por un período significativo en esa etapa
tendría que retirarse y reagruparse.
El Jefe de la Fuerza Aérea dijo que, en ausencia de una retirada argentina negociada, la
fuerza militar tenía que ser utilizada. El Comandante de la Fuerza habia dejado en claro
que sería difícil de sostener un largo bloqueo. Por lo tanto, la única opción era un
desembarco. Su mayor preocupación acerca de un desembarco surgía de la Fuerza
Aérea Argentina que no habia comprometido su fuerza hasta ahora. Habían sufrido
pérdidas, pero no había sido ciertamente neutralizada. Informo que todavía tenían un
número significativo de Skyhawk Super Etendard y de aviones Mirage. También
informo que habían superado el problema de la localización de los barcos británicos en
movimiento, en la medida en que habían hundido uno de esos buques y casi hundido
otro. Dijo que una vez que comenzara el desembarco su tarea sería más fácil; los barcos
británicos estarían dentro del alcance y en posiciones conocidas. Advirtió que si se
ponía en marcha un esfuerzo total de aire, como su comandante ahora había amenazado
públicamente a hacer, la defensa aérea completa de las fuerzas británicas podría no estar
garantizada; algunos aviones podrían pasar y más barcos británicos podrían perderse.
Los barcos británicos estarían en su momento más vulnerable durante la fase de
desembarco, el Comandante de la Fuerza tendría que minimizar el tiempo de exposición
al tomar la máxima ventaja de la noche, cuando la amenaza del aire sería mucho menor.
Una vez que el desembarco de las fuerzas estuviera en tierra y fueran dispersadas serían
menos vulnerables, ya que los ataques aéreos en contra de ellos sería mucho más difícil
de montar. Los argentinos también tendrían dificultades en proveer sus propias fuerzas
con el apoyo aéreo cercano. Estaba confiando en que las fuerzas de desembarco podrían
alcanzar el éxito. Pero advirtió que focos de resistencia podrían prolongar la toma de
posesión total; y en ese caso las fuerzas británicas podrían tener problemas de desgaste
tanto en tierra como en el cumplimiento de la Zona Total de Exclusión para evitar el
reabastecimiento argentino. Para él se habia alcanzo punto de decisión. Manifestó que
un retraso sería posible, pero sólo con el riesgo de nuevas pérdidas. Aunque más tiempo
de ablandamiento sería una ventaja, el Comandante de la Fuerza en el balance
desaconsejado la espera. Los riesgos están implicados, al igual que con cualquier opción
militar; pero eran riesgos que había que tomar. Él creía que el desembarco debía ser
autorizado ahora, y el momento final debía ser dejado a discreción del Comandante de
la Fuerza.
El Jefe de Personal Naval dijo que apoyaba la apreciación del Jefe de Estado Mayor de
Defensa. Las fuerzas británicas se enfrentarían a cuatro amenazas. En orden ascendente
de severidad éstas eran las fuerzas argentinas en las Islas; fuerzas navales de superficie;
submarinos; y las aeronaves, tanto con base en portaaviones y basados en la costa.
Estaba seguro de que las dos primeras amenazas podrían ser neutralizadas
efectivamente. La amenaza de submarinos sería más difícil de alcanzar y el riesgo era
mucho mayor. Pero manifestó que las fuerzas británicas tenían extensos activos antisubmarinos y a la luz del esbozo de plan para su uso se mostró confiado de una
neutralización efectiva de la amenaza submarina, aunque tal vez con alguna pérdida.
Debido a que la superioridad aérea todavía no se había establecido realmente sobre el
área de trabajo (aunque dijo que esto podría cambiar antes de que el desembarco se
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llevara a cabo) advirtió que era probable tener algunas pérdidas por ataque aéreo. Pero
a su juicio el nivel de esta amenaza era un riesgo de guerra aceptable, dada la cabeza de
playa seleccionada, activos antiaéreos británicos, su despliegue previsto y el uso sensato
de la oscuridad. Otros dos factores eran importantes. Cuanto más se retrasaran las
fuerzas británicas mayor sería el desgaste que sufrirían, sobre todo por causas
accidentales. Y dijo que si Gran Bretaña se queda atrás ahora, la erosión de su posición
nacional, tanto en general como en lo relativo a las negociaciones en la crisis actual,
sería profunda y de largo plazo. Él llegó a la conclusión de que las ventajas que Gran
Bretaña podría obtener superaban a los riesgos y las pérdidas probables involucrados y
por lo tanto el desembarco debería proceder.
El Jefe de Estado Mayor General dijo que él se asociaba con los comentarios del Jefe
Mayor de la Defensa. Él creía que ya no había más remedio que montar un desembarco.
El desgaste de los activos argentinos por vía aérea y otros medios fue muy importante.
Teniendo en cuenta la suerte, la que sin duda sería necesaria, la operación para
recuperar la posesión de las islas podría llegar a ser un gran éxito. En ese caso, el estado
de Gran Bretaña en el mundo, el respeto mostrado hacia ella, la fuerza y la credibilidad
de su propia estrategia de disuasión sería reforzada en los próximos años. En última
instancia, pasara lo que pasara, él creía que las fuerzas británicas podrían ganar. Todas
las acciones llevadas a cabo hasta el momento presente, desde la salida de la Fuerza de
Tarea en adelante, habían sido apropiadas y correctamente calculadas. El último acto de
toma de posesión tendría , a su juicio, que producir riesgos más grandes, en particular
respecto de la amenaza aérea y en las etapas iniciales (es decir, el desembarco y la
acumulación de tropas antes de que estén firmemente establecidos en tierra), lo que
normalmente se han considerado apropiado en una operación de la presente clase.
Manifestó que la superioridad aérea era, después de todo, uno de los principios
modernos de la guerra y aún no se había logrado. Pero él cree que en las circunstancias,
en ausencia de cualquier alternativa, esos riesgos tendrían que ser tomados y las bajas
que resulten de las tropas y buques deberían ser aceptados. Una vez que se haya tomado
la decisión, tenía plena confianza en que el plan del Comandante de la Fuerza, reduciría
los riesgos al mínimo, se abriría paso por todas las filas de la Fuerza de Tarea británica
con la mayor resolución, coraje y habilidad.
Dijo que una vez que las tropas estuvieran en tierra, los riesgos se reducirían
notablemente. En algún momento, debería ser posible usar lo que se espera que sea una
presencia formidable y un seguro en tierra como medio de lograr los objetivos
británicos y conseguir una solución duradera. Él espera que esto se pueda hacer sin
involucrar necesariamente un mayor derramamiento de sangre alrededor de Puerto
Argentino o el estacionamiento permanente de fuerzas terrestres y navales en lo que él
consideraba estratégicamente como la parte equivocada del mundo.
El Ministro de Justicia dijo que, desde que territorio británico estuvo involucrado, las
operaciones militares ahora contempladas eran legalmente compatibles con las
disposiciones de autodefensa del artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas y con la
Resolución del Consejo de Seguridad no. 502. Esta compatibilidad también se
extendería a las operaciones en otros lugares siempre y cuando fueran en respuesta a
una grave amenaza para las fuerzas británicas.
En la discusión, todos los miembros del Subcomité expresaron su apoyo a seguir
adelante con las operaciones de desembarco y reposesión en consideración, a menos que
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por la tarde de 20 de Mayo estuviera claro que una solución diplomática aceptable
estaba disponible.
En un nuevo debate, se señalaron los siguientes puntos:
a. La amenaza del aire fue un factor más peligroso de lo que generalmente se pensó.
Esto tendría que quedar claro ante el Consejo de Ministros.
b. Las bajas fueron imposibles de predecir. La opinión pública británica estaría más
preocupadas por la pérdida de la vida británica que por la pérdida de buques o equipos.
c. A pesar de que los Jefes de Estado Mayor esperaban que el uso de la fuerza militar
para completar la toma de posesión de las islas podría evitarse, una vez el desembarco
se haya logrado de forma segura, estarían satisfechos de que tal recuperación sería
militarmente posible.
d. Una vez que comenzaran las operaciones de desembarco y recuperación, las
presiones internacionales y de otro tipo para un alto el fuego se convertirían en intensas.
Cuanto más tiempo tomen tales operaciones más difíciles se volvería conseguir los
objetivos deseados.
e. Debido a la importancia militar crucial de confinar el conocimiento de la propuesta de
desembarco para el más estrecho círculo posible, sería preferible no informar al Consejo
de Ministros antes del 20 de mayo.
f. Una operación de radiodifusión del Ministerio de Defensa para la guarnición
argentina en las Malvinas, era probable de ser repudiada y criticada públicamente por la
British Broadcasting Corporation. Pero podría tener un efecto psicológico importante en
la guarnición y, por tanto, podría salvar vidas británicas.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el Subcomité fue unánime en la
autorización de las operaciones de desembarco y reposesión previstas en el plan
presentado por el Comandante la Fuerza y de la aprobación de los Jefes de Estado
Mayor. Por tanto, las operaciones deben continuar, a menos que el Subcomité tome una
decisión específica en contrario, a más tardar en la tarde del 20 de mayo. Dijo que
quedaría en manos del Comandante de la Fuerza el decidir a la luz de las
consideraciones locales, si el desembarco se debía hacer en la noche del 20/21 de mayo
o más tarde. Se aprobó la propuesta de una amplia radiofusión para la guarnición
argentina.
Por lo tanto el Subcomité adopto las siguientes medidas: Invitó al Secretario de
Defensa para autorizar al Comandante de la Fuerza para proceder con las operaciones
de desembarco y reposesión él había propuesto, en la base indicada por la primer
ministro en su resumen, invitó al Secretario de Defensa a que haga los arreglos para la
ejecución de la propuesta de radiodifusión.
Luego de tener resultas las cuestiones militares se trataron los asuntos diplomáticos.
El texto del proyecto de acuerdo interino habia sido entregado en mano el 17 de mayo
al Secretario General de las Naciones Unidas, el señor Pérez de Cuéllar por el
representante británico Sir Antony Parsons. Pym informo al Gabinete de Guerra que la
reacción del señor Pérez de Cuéllar al proyecto británico había sido razonablemente
alentadora. También se le había dado la carta aparte explicando la exclusión de las
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Georgia del Sur. El señor Pérez de Cuéllar había visto al vicecanciller de la Argentina;
pero no estaba del todo claro si le había entregado el texto del documento británico, y
esto estaba siendo revisado con urgencia. Pym dijo que el Señor Pérez de Cuéllar no
había revelado públicamente la existencia de cualquiera de los documentos o de la fecha
límite; esto era bienvenido.
Pym manifestó que tendría que haber más consultas con él acerca de cómo iba a
proceder una vez que haya pasado la fecha límite. Dijo que hasta ahora los argentinos
no habían presentado ningún documento propio. Mientras tanto, el Secretario de Estado
de los Estados Unidos, Sr. Haig, había indicado en privado en Luxemburgo que no
podía prever que los Estados Unidos por sí solo fueran a verificar ni garantizar un
acuerdo; que consideraría más adelante si articulaciones con otros países, como Brasil,
Perú o Francia, podrían ser posible; y que confiaba en que Argentina no invadiría de
nuevo una vez que se había llegado a un acuerdo.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que en su reunión de ese día al Consejo
de Ministros se le mostraría el texto del proyecto de acuerdo británico; se les diría que el
señor Pérez de Cuellar espera respuesta de la Argentina a más tardar el 19 de mayo. En
respuesta a un enfoque del líder de la oposición, ella podría sugerir un debate
parlamentario sobre la crisis el 20 de mayo; este se centraría en el proyecto de acuerdo
británico, que debe ser presentado en el Parlamento ese mismo día. Ella y el Secretario
de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad serían los oradores principales, y no se
daría ninguna respuesta a las preguntas sobre las operaciones militares. Si los
argentinos no habían aceptado el documento británico iba a dejar en claro ante el
Parlamento que la oferta contenida había caducado. De lo cual el Subcomité tomó nota.
En la reunión 38° del Gabinete de Guerra llevada a cabo el 19 de Mayo la Primer
Ministro, resumiendo el debate, dijo que se había confirmado que el Secretario General
había transmitido debidamente a los argentinos el 17 de Mayo el proyecto de acuerdo
interino que incorpora la oferta final de Gran Bretaña. Dijo que en respuesta ahora los
argentinos habían dado al Secretario General un documento que contiene observaciones
y propuestas que eran claramente inaceptables y por tanto ascendían según ella a un
rechazo del proyecto británico. Manifestó nuevamente que las negociaciones en Nueva
York estaban ahora cerca de su final, pero tendrían que ser manejadas con cuidado las
etapas finales. Dijo que se ser posible, se harían arreglos para que la noticia de la
ruptura definitiva sea lanzada en Nueva York a las 11 pm, hora de Londres esa noche.
El proyecto británico podría entonces ser presentado en el Parlamento en el mediodía
del 20 de mayo. Thatcher dijo que debía ir acompañado de un comentario dejando en
claro que la oferta británica había sido un intento sincero de llegar a un acuerdo que
evitaría más derramamiento de sangre; a tal fin, no había insistido en lo que de otro
modo habría sido justas demandas de Gran Bretaña; pero había implicado que no se
comprometiera el Estado de Derecho y las instituciones representativas en las Malvinas
durante el período provisional, y no prejuzgar sobre un acuerdo a más largo plazo.
Manifestó que para lidiar con la irracionalidad de la actitud argentina era deseable que
esto sea documentado explícitamente como sea posible. La etapa de este modo se
establecería para el debate propuesto en el Parlamento en la noche del 20 de Mayo.
Mientras tanto Sir Antony Parsons necesitaría instrucciones adecuadas para su trato
tanto con el Secretario General y con la prensa; y para la tramitación de los
procedimientos subsiguientes en el Consejo de Seguridad.
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En la siguiente reunión del Gabinete de Guerra, llevada a cabo el 20 de mayo el
Secretario de Asuntos Exteriores dijo que había similitudes considerables entre la
propuesta final de Gran Bretaña y de la que ahora fue presentada por el Secretario
General. Pym dijo que la opinión mundial, así como algunos sectores de la opinión
nacional no entenderían si Gran Bretaña basa su caso de nuevas medidas militares en las
diferencias entre las dos propuestas. Por lo tanto, es un importante interés británico no
aparecer rechazando las propuestas del Secretario General. Era igualmente importante
frustrar las tácticas dilatorias de Argentina, las que podrían ahora estar basadas en
pretender aceptar las propuestas que sirvan de base para la negociación.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que no podía haber ningún
cuestionamiento para detener el calendario de operaciones militares. Las propuestas del
Secretario General son incompletas y oscuras en varios aspectos. Por tanto, la reacción
británica a ellos debe basarse en la recomendación de Sir Parsons en su ningún
telegrama. 793. Debe quedar claro que las propuestas no fueron totalmente resueltas;
que ellas presentan aspectos positivos, así como diferencias importantes de la oferta
final de Gran Bretaña; que diferían mucho más marcadamente de última posición de la
Argentina; que cualquier supuesta disposición a considerarlas, por tanto, seguramente
dirigida sólo a la dilación; que la exploración de las propuestas iba a tomar un tiempo
considerable; que Gran Bretaña había hecho propuestas claras con un plazo claro; y que
los planes militares británicos no podían ahora ser afectados. Por lo que el Subcomité,
liderado por Thatcher rechazo la opinión de Pym y lo invito a que se guie por el
resumen de la Primer Ministro en la presentación de su ponencia en el Parlamento y se
envió instrucciones a Sir Antony Parsons en el mismo sentido.
El antagonismo constante entre Pym y Thatcher fue un denominador común dentro del
cuerpo de toma de decisiones de la crisis. La postura dura e inflexible de Thatcher
inclinada por resolver el conflicto por el factor militar desde el principio de la crisis
chocaba con la posición más moderada de Pym. En esta reunión se ve claramente este
antagonismo y las diferentes posturas. También se ve como prevalece el liderazgo
político de Thatcher.
Conclusión Parcial
He tratado las decisiones que el Gabinete de Guerra tomo respecto del portaviones
argentino 25 de mayo y General Belgrano porque entiendo que las misas están
relacionadas en una clara inclinación del Gabinete de Guerra hacia el factor militar que
se va haciendo más significativo a medida que pasan los días desde que la crisis en el
Atlántico Sur se desencadeno.
Como he manifestado, el 30 de Abril el Ministerio de Defensa hizo circular una nota al
Gabinete de Guerra en la que se identificaban las amenazas militares que ofrecía el
portaviones 25 de mayo para las fuerzas británicas y formulaba opciones para eliminar
dicha amenaza. La mejor defensa militar según este informe era neutralizar a la
amenaza, o sea al portaviones. La opción militar por excelencia era hundir el
portaviones lo antes posible dondequiera que se encontrare en alta mar. El razonamiento
de esta acción militar entendía que lo mejor era realizar el ataque sin previo aviso pero
también preveía que podría ser emitido si políticamente fuera deseable. Bajo esta
opción, lo que se quería era eliminar el portaviones antes de que se convirtiera en una
amenaza para las fuerzas británicas, y la amenaza sería eliminada de forma permanente.
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Y específicamente se mencionaba en la nota que “Esta opción sería, por lo tanto, desde
el punto de vista militar la más segura y la más económica aunque seguramente no la
más atractiva en términos legales o políticos.”
Cuando el Gabinete de Guerra discute las opciones militares presentadas por el
Ministerio de Defensa para neutralizar al portaviones argentino el representante de la
Foreign Office manifiesta las dificultades que justificar un ataque sin que se demuestre
una amenaza actual y real. Por su parte el jefe del Estado Mayor de Defensa manifestó
que la advertencia transmitida al Gobierno Argentino a través de los suizos el 23 de
abril había dejado claro que cualquier acercamiento por parte del buque de guerra
argentino podría ascender a una amenaza para interferir con la misión de las fuerzas
británicas en el Atlántico sur y ser considerada como hostil y por tanto ser tratado en
consecuencia. Asimismo sostuvo que militarmente el portaaviones argentino podría
ascender a tal amenaza desde prácticamente cualquier posición en alta mar por su
alcance de fuego.
En esta reunión se ve claramente las diferentes posiciones que informaron a los
Ministros para su toma de decisiones. La Foreign Office veía muchas limitaciones
políticas y legales para poder justificar esta decisión. Por otro lado había una fuerte
presión por parte de los Jefes militares y del Ministerio de Defensa en que se eligiera la
mejor opción militar y se asumiera su costo político.
En esta reunión los ministros contaron con asesoramiento adecuado sobre las
consecuencias políticas de su decisión. Y se inclinaron por eliminar la amenaza lo más
rápido posible y de forma permanente, autorizando un ataque en cualquier lado que se
encontrara el portaviones. Y se decidió seguir las recomendaciones militares en el
sentido de que era mejor no dar ningún tipo de aviso. Tampoco Thatcher dio curso a una
propuesta de Pym de que se debía dar previo aviso.
Por lo expuesto, la decisión de eliminar una unidad Argentina donde fuera que se
encontrara en alta mar y sin previo aviso, asumiendo el costo político y conociendo las
posibles consecuencias de dicha acción, ya estaba tomada días antes de los
acontecimientos que hicieron que esta misma decisión se adoptara para el crucero
General Belgrano.
Explica Berazategui54: “el mismo día que entraba en vigor la declaración pública
estableciendo la zona de exclusión total, anunciada dos días antes, el Gabinete de
Guerra aceptó la propuesta del Jefe del Estado Mayor de defensa de modificar las
reglas de empeñamiento, autorizando a todas las fuerzas británicas (no solamente los
submarinos) a atacar el ARA 25 de Mayo fuera de la zona de exclusión total, aún si no
hubieran sido atacadas previamente, excepto que se encontrara a menos de 12 millas
náuticas de la costa argentina o al Norte de un triángulo cercano a la costa uruguaya.
No se estimó necesario informar a la Argentina, por interpretarse que la advertencia
del 23 de Abril, relativa a la “aproximación” de unidades argentinas a la Fuerza de
Tareas sería suficiente. Teniendo en cuenta que las reglas de empeñamiento tienen
carácter confidencial, a diferencia de la declaración pública sobre la zona total de
54
Berazategui, Vicente E; Malvinas diplomacia y conflicto armado. Comentarios a la historia oficial
británica. Primera Edición. Buenos Aires. American Editores, 2011
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exclusión total limitada a 200 millas náuticas, es difícil imaginar un caso más patente
de duplicidad en la conducción de un conflicto armado.”
En el caso del General Belgrano el Gabinete de Guerra actuó decidiendo bajo la misma
lógica que había adoptado para la toma de decisión respecto al ataque del ARA 25 de
Mayo. La amenaza debía ser neutralizada y eliminada de manera permanente. Los
fundamentos son los mismos. La reunión ad hoc con un grupo de los ministro del
Gabinete de Guerra y los Jefes militares, brevemente antes de que una reunión formal
del Gabinete de Guerra se estuviera por llevar a cabo fue una diferencia importante. En
mi opinión la motivación de esta manera en tomar la decisión se debió a que se
necesitaba rapidez en ejecutar el hundimiento y Thatcher solo compartió con algunos
ministros la información de inteligencia que tenía.
Respecto del conocimiento por parte de Thatcher y los ministros que tomaron la
decisión de la iniciativa peruana, es poco probable que no hayan tenido la información
de que Haig estaba promoviendo esta iniciativa y manteniendo conversaciones con
Pym. Henderson envió el 2 de mayo dos telegramas que llegaron a Londres sobre el
tema.
Pero el hundimiento del Belgrano ¿fue una decisión política para bombardear la
iniciativa de paz peruana porque se sabía que habia grandes chances de que Argentina
aceptara? Personalmente no creo que haya sido exclusivamente el motivo que haya
definido la decisión de hundir el Belgrano. Como mencione ya se pensaba hacer algo
similar con el ARA 25 de Mayo, también es un hecho que Gran Bretaña obtuvo
inteligencia sobre movimientos militares de la Argentina. Thatcher y su Gabinete de
Guerra habían ya decidido el lugar que tenía la mejor opción militar: era central. Ahora
bien, la iniciativa de paz peruana indudablemente fue un elemento que estuvo presente,
tal vez donde haya jugado un papel importante es en haber apresurado la toma de
decisión del hundimiento. Y digo esto ya que lo que más llama la atención es la
coincidencia del momento de toma de decisión del hundimiento con el momento en que
la Junta militar estaba analizando la propuesta de paz peruana. No solo Gran Bretaña
contaba con inteligencia sobre los movimientos militares, parece también que contaba
con inteligencia de los movimientos de la Junta Militar.
La decisiones de cambiar las reglas de combate para atacar al ARA 25 de Mayo y su
extensión al General Belgrano, en el contexto en que se tomaron estas decisiones, son la
más importante de las evidencias de la inclinación de Thatcher de resolver el conflicto
por la vía militar por sobre la diplomática. Una conducta que adopto desde el inicio de
la crisis.
Cuando el Gabinete de Guerra y en pleno termina aceptando las propuestas hechas por
Haig con algunas modificaciones, la disconformidad de Thatcher se evidencia en su
primera carta a Reagan, la que finalmente no fue enviada.
El manejo del Gobierno Británico no fue transparente y resulto en un importante
escándalo en su momento. El 4 de Mayo, John Nott describe a la Casa de los Comunes
sobre las circunstancias del ataque al Belgrano, diciendo que el Belgrano se había
detectado a las 8 pm el 2 de mayo, cuando el grupo de naves de la que ella era una parte
estaba cerrando sobre los elementos de la fuerza de tareas británica. Tanto el Libro
Blanco sobre la campaña de las Islas Malvinas como el despacho oficial del almirante
Sir John Fieldhouse se refirieron a la detección del Belgrano el 2 de mayo. Sabemos
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que, de hecho, el Belgrano fue visto el 1 de Mayo. Michael Haseltine, el Secretario de
Defensa en 1984, se dirigió a la Casa de los Comunes en febrero de 1985, cuando se
trató el tema del hundimiento del Belgrano y la desinformación y encubrimiento al
Parlamento y al público en general. Allí explico en estos términos como la Primer
Ministro y él habían abordado este error en Marzo de ese año: “El Primer Ministro en
su carta al Honorable. Miembro de Plymouth, Devonport (Dr. Owen) ha explicado
completamente los antecedentes de la declaración de Sir John Nott, el 4 de mayo. El
interés en estas y otras preguntas se acentuó por la publicación de un libro sobre el
hundimiento del General Belgrano por los señores Gayshon y Rice. Desde el momento
de la publicación, en marzo 1984. Dos cuestiones concretas surgieron: en primer lugar,
la fecha en que se detectó el Belgrano; en segundo lugar, el curso del Belgrano y las
órdenes en las que estaba operando desde el momento en que fue visto por primera vez
por el HMS Conqueror hasta que fue hundido. El miembro de Llanelli escribió en
nombre del Shadow Cabinet a la Primer Ministro el 6 de marzo de 1984. Su carta se
centró principalmente en la cuestión de cuándo el Belgrano habia sido localizado por
primera vez, pero también se le preguntó sobre el rumbo del barco cuando fue hundido.
Su carta fue remitida al Sr. Ponting como el jefe de la división apropiada para el
asesoramiento y para un proyecto de respuesta. Personalmente no le di ninguna
orientación al Sr. Ponting sobre el consejo que debe proporcionar. El Ministro de
Estado de las Fuerzas Armadas fue más allá y pidió que la opción de admitir por
primera vez que el Belgrano fue avistado el 1 de mayo y no el 02 de mayo debía
abordarse.” A raíz de este pedido, Ponting hace dos borradores, uno de ellos donde se
admite que el Belgrano fue visto el 1 de Mayo y otro que sigue la original línea bajada
por el Gobierno Británico. Conforme la declaración de Haseltine el asesoro a Thatcher
para que contestara la carta del miembro de Lanelli confirmando que el Belgrano había
sido visto el 1 de mayo. Más tarde Ponting filtro más información sobre el hundimiento.
Lo que provoco una investigación sobre estos hechos.
Las negociaciones de New York fueron encaradas desde el lado británico para ser
llevadas al fracaso. Desde que Gran Bretaña acepto, por presión internacional,
someterse a la mediación de Pérez de Cuellar, se estableció claramente que la misma no
podía durar más de una semana, o sea estaba al servicio del calendario que marcaban las
operaciones militares. Se ideo un dispositivo por el cual el representante británico ante
las Naciones Unidas dilataba el avance de las negociaciones y cuando se necesitó
ponerles un final la solución que se encontró fue preparar un documento con la posición
final de Gran Bretaña redactado de tal manera que se garantizaba el rechazo de la
Argentina con condiciones que ya de antemano se sabía que no iban a ser aceptadas,
pero al mismo tiempo se cuidó la imagen pública de Gran Bretaña, la que no debía bajo
ningún punto de vista aparecer responsable por la ruptura de las negociaciones. Hubo en
esta etapa del conflicto una doble política muy marcada, la política privada británica
bajo el liderazgo de su Primer Ministro se habia decidido por la opción militar y se
elaboró la política pública para servir y ser funcional a esta objetivo. De esta manera la
imagen de Gran Bretaña para la comunidad internacional, para su opinión publica
doméstica, para quienes apoyaban el Gobierno de Thatcher y también para el
Parlamento fue mostrar una apariencia de que se habia buscado y explorado hasta la
última posibilidad una solución pacífica y razonable al conflicto. Para esta política
pública la otra parte era la irracional, la otra parte era la inflexible. Sin lugar a dudas en
la Junta militar existieron elementos de irracionalidad y grandes errores en el proceso de
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toma de decisiones, que fue aprovechado y manejado por Thatcher, quien los exacerbo
para que le resultaran funcionales a sus objetivos.
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Capitulo IV. Estados Unidos: La influencia de la relación especial.
1. ¿Qué significa esta relación especial?
La denominada relación especial entre el Reino Unido y Estados Unidos fue enfatizada
por Winston Churchill en la Segunda Guerra Mundial. La misma funciona de manera
tal que el Reino Unido y Estados Unidos se reconocen y relacionan a nivel político,
diplomático, cultural y militar como algo más que aliados. Ambos gobiernos definen
sus intereses y la respuesta que darán a ellos de manera similar y compatible en
determinados problemas internacionales. La relación especial se puede observar al
examinar cómo los intereses de ambos países terminan por definirse en los términos de
ayudarse el uno al otro. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la diplomacia
británica trabajo para tener a Estados Unidos comprometido en mantener el orden
mundial, tratando de maximizar su influencia en el modo en que los americanos ejercían
su liderazgo y explotando los recursos militares y diplomáticos de Estados Unidos. Para
lograr esto Gran Bretaña se mostró siempre como una fuente valiosa de apoyo a nivel
político y operacional para los Estados Unidos.
Cuando Margaret Thatcher llegó al gobierno en 1979, los temas de seguridad
internacional eran dominados por el bilateralismo de los súper poderes USA - Unión
Soviética, mientras que los problemas económicos se daban en negociaciones
multilaterales entre los países ricos y entre estos y los países pobres.
En aquel momento, James Carter era el Presidente de los Estados Unidos. En un nivel
personal, Thatcher apreciaba a Carter, lo reconocía como un cristiano comprometido y
con una gran capacidad intelectual sin embargo su opinión de Carter era muy diferente
respecto a su desempeño como Presidente de Estados Unidos. Para Thatcher, Carter
había llegado al gobierno como consecuencia de haber sido beneficiado por el
Watergate, más que por sus habilidades políticas, decía que tenía un manejo inseguro en
temas económicos dejándose influenciar por intervencionismos ad hoc, y que, en temas
de relaciones exteriores, también se encontraba influenciado por doctrinas que
circulaban dentro del Partido Demócrata, que restaban importancia a la amenaza del
comunismo soviético. Y sostuvo: “Además de estas fallas políticas, era personalmente
poco indicado para la presidencia, angustiado respecto a grandes decisiones y
demasiado preocupado con los detalles."55
Thatcher expresa su apoyo al liderazgo americano en su primera visita a los Estados
Unidos como Primer Ministro en Diciembre de 1979. La visita coincidía con la reciente
victoria diplomática del Reino Unido en el acuerdo de Zimbabwe- Rhodesia, mientras
que su anfitrión estaba atravesando la crisis de la toma de rehenes de la embajada
Americana en Teheran.
En el discurso dado por Thatcher en la cena ofrecida en su honor en la Casa Blanca,
brindo su total apoyo a los Estados Unidos; dijo en aquella oportunidad: “Los Estados
Unidos es nuestro amigo, nuestro aliado y nuestro socio de larga tradición en la paz y
la guerra. La historia y el destino de nuestros países han sido y siempre serán
inextricablemente entrelazados. Nuestra amistad se remonta a un largo camino. Somos,
55
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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después de todo, uno de los pocos países en el mundo cuyas constituciones y sus
identidades nacionales se han mantenido intactos a lo largo de dos siglos.”56
El comienzo de la relación especial entre Thatcher y los Estados Unidos, no fue fácil.
Justamente en torno al problema de los rehenes de Teherán, los americanos habían
pedido a sus aliados la imposición de sanciones económicas en el Consejo de seguridad
de la ONU en contra de Irán. Thatcher dio un fuerte apoyo a esta medida.
Sin embargo el gobierno de Carter no sintió que la ayuda fuera lo suficientemente
fuerte, el Reino Unido no pudo cumplir con el pedido americano de congelar los activos
financieros iraníes en el Reino Unido. Cuando la Unión Soviética invadió Afganistán,
Carter trato de boicotear las Olimpiadas a realizarse en Moscú y solicito que los atletas
británicos no participaran, a Thatcher le parecía buena idea tratar de persuadir a los
atletas para que no fueran pero no les impuso ninguna prohibición, por el contrario, dejo
que los atletas tomaran la decisión por sí mismos.
Este tipo de dificultades que se le presentaron no fueron razón suficiente para que dejara
de hacer fuertes declaraciones públicas en favor de los Estados Unidos, por el contrario,
una vez que Ronald Reagan llego al poder, sus declaraciones se hicieron aún más
fuertes.
Al poco tiempo de que Reagan había asumido como Presidente, en el discurso que dio
en la cena de Pilgrim, Thatcher sostuvo: “Las fuerzas convencionales del Pacto de
Varsovia son mucho más numerosas que las nuestras. Su equipamiento mejora año tras
año y sus armas nucleares son totalmente comparables con aquellas del Oeste. Y su
alcance hoy es mundial. Enfrentados con este cambio en el balance de poder, la Alianza
del Atlántico tiene que volverse más decidida y más unida aún. Por supuesto, Señor
Presidente, nos mantenemos listos para responder a la evidencia de un real interés de
los soviéticos en una auténtica distensión. Pero, en la actualidad, no veo ninguna. Y
mientras tanto nosotros debemos mantener nuestra fortaleza. El Presidente Reagan y su
Administración han comprendido el desafío y la necesidad de liderazgo. Ellos están
respondiendo. Y nosotros en Europa debemos también mostrar que comprendemos el
desafío y la necesidad de cumplirlo. Como un primer paso nosotros debemos darle un
mayor reconocimiento al esfuerzo estadounidense que diariamente garantiza nuestra
libertad. Si nosotros estamos seguros hoy, es porque Estados Unidos ha estado a
nuestro lado. Si nosotros nos mantendremos seguros mañana, será porque Estado
Unidos se mantiene poderoso y seguro de sí mismo. Los retrocesos para ellos (para
Estados Unidos) son retrocesos para nosotros. Entonces, cuando los norteamericanos
enfrentan a dificultades nosotros necesitamos decir más claramente: estamos a su
lado”.57
Reagan y Thatcher se conocieron en 1975, cuando ella era líder de la oposición en el
Parlamento. Reagan, ex gobernador de California, con aspiraciones electorales, fue
invitado por el Secretario de Asuntos Exteriores, en aquel entonces, James Callaghan,
56
Discurso de Margaret Thatcher en la cena ofrecida en su honor en la casa Blanca el 17/12/79. Fuente:
Margaret Thatcher Foundation. Ubicación on line: http://www.margaretthatcher.org/document/104197
57
Discurso de Margaret Thatcher en la cena de Pilgrim del 29 de Enero de 1981. Fuente: Margaret
Thatcher Foundation. Ubicación on line: http://www.margaretthatcher.org/document/104557
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que al poco tiempo se convertiría en el siguiente Primer Ministro Británico. No
obstante la invitación, al arribo de Reagan al Reino Unido, no fue tratado por sus
anfitriones como un candidato a la presidencia de Estados Unidos, quienes subestimaron
sus chances de ganar las elecciones. Más tarde, al reunirse con Margaret Thatcher, se
sintió lo suficientemente bien reconocido, algo que Reagan siempre valoraría. De hecho,
Margaret Thatcher, fue una de las primeras mandatarias extranjeras en ser invitada por
Reagan al llegar a la Casa Blanca en 1981.
Al conocerse, el agrado de uno por el otro fue inmediato, se dieron cuenta de que tenían
en común el mismo núcleo básico de principios en lo político, económico y religioso
también. Thatcher sostuvo que: “Yo sabía que estaba hablando con alguien que
instintivamente sentía y pensaba como yo, no solo sobre política sino sobre la filosofía
de gobierno, sobre el concepto de la naturaleza humana, sobre todos los altos ideales y
valores que tiene ( o debe tener) cualquier político que tenga la ambición de dirigir su
país.”58
Para Margaret Thatcher la elección de Reagan como presidente de los Estados Unidos
fue “de inmediata y fundamental importancia, ya que demostraba que los Estados
Unidos, la mayor fuerza para la libertad que el mundo haya conocido, estaba por
reafirmar su liderazgo en temas internacionales.”
2. La posición de los Estados Unidos durante la crisis del Atlántico Sur.
La relación especial entre ambos líderes y países enfrentó uno de sus momentos más
tensos durante la crisis de las Islas Malvinas, no obstante tuvo una dinámica particular
que benefició la posición que desde un principio adoptó Margaret Thatcher.
La situación, de que para la última semana de Marzo de 1982, el incidente de las
Georgias del Sur seguía sin resolverse había puesto muy ansiosa a Thatcher. El 28 de
Marzo Thatcher llamo a Carrington, el Secretario de Asuntos Exteriores, quien le
aseguro que ya se había contactado con Al Haig, Secretario de Estado de los Estados
Unidos, para que pusiera presión sobre el asunto.
Al día siguiente Thatcher y Carrington se reunieron mientras iban al Consejo Europeo
en Bruselas, y discutieron las próximas medidas a tomar. Acordaron enviar un
submarino nuclear para reforzar al HMS Endurance y preparar un segundo submarino.
Esta medida se filtró en la prensa. No obstante esta situación, Carrington viajo a Israel.
El miércoles 31 de Marzo John Nott, Ministro de Defensa Británico, solicito una
reunión urgente a Thatcher respecto al tema de las Islas Malvinas. En ausencia de Peter
Carrington, concurrieron Humphrey Atkins y Richard Luce en representación del
Foreign Office. John Nott estaba preocupado ya que había sido informado por el
servicio de inteligencia de que un flota argentina, ya en el mar, parecía que iba a tomar
las Islas Malvinas el viernes 2 de Abril. Thatcher recuerda en sus memorias que dijo
instantáneamente: “Si las invaden, las debemos recuperar”. En esa reunión, Henry
Leach, Jefe Naval, le dijo a Thatcher que podía armar una fuerza de tareas en 48 horas,
y creía que dicha fuerza de tareas era capaz de recuperar las islas en caso de ser
58
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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invadidas. Thatcher, le dio su autorización y reservo para que el Gabinete decidiera si
sería necesario enviar la fuerza de tareas y en caso afirmativo cuando.
No consta que Margaret Thatcher haya consultado con Ronald Reagan antes de dar su
autorización para armar la fuerza de tareas y tampoco antes de efectivamente mandarla,
sin embargo iba a necesitar su ayuda, sin lugar a dudas Thatcher estaba contando que
iba a obtener la ayuda que requiriera de Reagan, en base a su amistad y sociedad
política.
Ese mismo día, Thatcher, inmediatamente luego de considerar la alternativa de enviar
una fuerza de tareas a las Islas, en la misma reunión, preparó el borrador del mensaje de
ayuda a Reagan, mediante el cual se le solicitaba que presionara a Galtieri para que
abandonara sus planes militares. Para Thatcher, los americanos, “como amigos y
aliados”59 eran los únicos a los que Galtieri podía llegar a escuchar.
En el mensaje, Thatcher deja en claro que no va a consentir ninguna ocupación
argentina, sosteniendo que los isleños ya habían dejado en claro sus deseos de seguir
siendo británicos. Asimismo solicita a Reagan que Galtieri le asegure que no autorizará
ningún desembarco y que abandonara las hostilidades bajo el compromiso del Reino
Unido de que no escalaran el conflicto. En este estado de los acontecimientos, Thatcher
le informa a Reagan que mientras el intenta persuadir a Galtieri, el Reino Unido
intentara conseguir una solución diplomática al conflicto, también solicitando la ayuda
de Estados Unidos en esta campo. 60
El 1° de Abril, llego la respuesta de Reagan al pedido de Thatcher. Le prometió que iba
a tomar contacto con el Gobierno Argentino, en el caso con Galtieri, a fin de persuadirlo
de que no tome ninguna medida militar, lo que en su opinión agravaría una posible
solución del conflicto. Asimismo, en respuesta a un requerimiento de Thatcher, también
buscaría que el Gobierno Argentino garantizara el no inicio de hostilidades.61
Luego de que Reagan se comunicara con Galtieri, le informo a Thatcher sobre el
resultado de la conversación.
En dicha conversación Reagan le había hecho llegar a Galtieri su preocupación sobre la
posibilidad de una invasión Argentina a las Islas Malvinas, le dijo que las relaciones
entre USA y Argentina se verían seriamente dañadas de iniciarse una operación militar
en las Islas. Asimismo ofreció los buenos oficios de su país y el envió inmediato de un
representante personal para asistir en la resolución del conflicto. Reagan informo a
Thatcher que Galtieri no obstante haber escuchado su mensaje no se comprometió a
acceder a sus pedidos, por el contrario se manifestó en términos de ultimátum y dejo a
Reagan con la certeza de que se había embarcado en un conflicto armado.
59
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
60
Documento de Archivo. Fuente: PREM19/657 f18 (T55/82). Declasificado en 2012.
61
Documento de Archivo. Fuente: Reagan Library: NSA Head of State File (Thatcher: Cables [1]) Box 34.
Ubicación on line: http://www.margaretthatcher.org/document/109265
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En este mismo mensaje a Thatcher, Reagan se comprometió a seguir cooperando con el
Reino Unido para resolver el conflicto, tanto para evitar las hostilidades como en el caso
de que las mismas se produjeran para detenerlas. Y manifestó que si bien su país tenía
una posición de neutralidad respecto a la soberanía de las Islas, no permanecerían
neutrales en el caso de que Argentina utilizara la fuerza militar. 62
Para el Gobierno Americano no era una sorpresa la inclinación de Thatcher al uso de la
fuerza, ya daba cuenta de esto el primer reporte de situación del Directorio de
Inteligencia de la CIA de fecha 2 de Abril de 1982. Al analizar la posible respuesta del
gobierno británico frente a la invasión, sostuvo que: “El gobierno Británico rompió
relaciones diplomáticas ayer con Argentina y mañana la Primer Ministro Thatcher
hará una declaración en el Parlamento en la primer sesión de crisis a realizarse en un
fin de semana desde la crisis de Suez en 1956. Probablemente llame a una solución
pacifica pero solo si Argentina se retira de las Islas. A la luz de posibles bajas de
personal británico y debido a la fuerte presión de los miembros del Parlamento,
reafirmara la determinación de Londres de responder a la invasión Argentina con el
uso de la fuerza, de ser necesario. De lo contrario provocara una revuelta dentro del
Partido Conservador, una gran crítica de la oposición y una protesta pública, cuya
combinación hará caer al gobierno.”63
La continuidad de Margaret Thatcher como Primer Ministro estaba en juego si no se
resolvía de manera positiva para el Reino Unido la crisis de las Islas Malvinas. Reagan
también veía en peligro la continuidad de su socia y aliada. Tanto era así que casi
inmediatamente de instalada la crisis por el conflicto en el Atlántico Sur Thatcher tuvo
que enfrentar una crisis en su propio Gabinete. Fue duramente atacado John Nott, a
quien los legisladores lo responsabilizaron de los recortes en el presupuesto de Defensa,
que incluía la venta del HMS Invencible para 1983. Pero fue Peter Carrington, que
estaba a cargo del Foreign Office, quien renunció, su salida sirvió para que el partido
Conservador se mantuviera unido y fue quien asumió el costo político de no haber
prevenido la toma de Argentina de las Islas Malvinas. Junto con Carrington renunciaron
otros dos funcionarios senior del Foreign Office: Humphrey Atkins y Richard Luce.
La renuncia de Carrington ayudo por un lado a que el gobierno de Thatcher atravesará
la crisis política, pero por el otro lado Carrington y Thatcher mantenían una excelente
relación y su reemplazo, Francis Pym, iba a generar tensiones importantes ya que
persiguió llegar a un acuerdo de manera incansable, cuando Thatcher siempre se inclinó
por el uso de la fuerza.
Por su parte, Estados Unidos adoptó una doble política: una política pública que
consistió en asumir un rol de mediador neutral y una política privada que consistió en
brindar desde los primeros días de la crisis todo el apoyo práctico y militar que el Reino
Unido solicitaba.
62
Documento de Archivo. Fuente: Departamento de Estado USA. Desclasificado en el año 2001.
Ubicado on line en: http://www.margaretthatcher.org/document/109401
63
Reporte de Situación N°1 de la CIA. Fuente: CIA Records Search Tool (the "CREST database") at National
Archives II in College Park. Ubicación on line: http://www.margaretthatcher.org/document/114290.
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La respuesta Americana en este sentido se debió en parte a que los Americanos no
querían que se supiera especialmente en Argentina y Latinoamérica que se estaba
ayudando y cuanto al Reino Unido, asimismo la opción de un acuerdo originado en la
mediación de los Estados Unidos iba a evitarle tener que elegir tomar partido
públicamente a favor de una de las partes y lo dejaba bien posicionado frente a sus
intereses en Latinoamérica. Pero por el otro lado, la administración americana se
encontraba dividida desde el comienzo del conflicto respecto a la política pública y
privada que debía tomar.
En primera instancia Reagan había elegido al Vicepresidente George Bush para poner
un poco de presión sobre Galtieri. Finalmente fue Haig el designado ya que Galtieri
rechazo tratar con Bush. 64
Según el relato de Smith65 de los hechos, Haig le comunico a Reagan su deseo de
encabezar una mediación. La decisión de enviar a Haig como mediador habría surgido
de una reunión del Grupo de Planificación Nacional de Seguridad (National Security
Planning Group). 66
La lógica de la operación se basaba en evitar un enfrentamiento armado, evitando que
Estados Unidos tomara parte como aliado y si de su intervención se lograra un acuerdo
quedaría bien posicionado tanto en la región como con su aliado de la OTAN. Parte del
staff de la Casa Blanca desconfiaba de las verdaderas intenciones de Haig, entendían
que estaba buscando un éxito diplomático para beneficiar su carrera política. No tuvo
autoridad total para conducir la negociación, Reagan insistió en que los canales
normales de aprobación debían mantenerse. Por lo que mantuvo una comunicación
fluida con Reagan y las novedades y guía de negociación eran discutidas en el Grupo de
Planificación Nacional de Seguridad (National Security Planning Group).
El lunes 5 de abril y el martes 6 de abril las primeras tropas de la fuerza de tareas
partieron de Portsmouth y de Southampton iniciando su travesía hacia el Atlántico Sur.
La política pública que mostraba Estados Unidos era la de mediador, la de un actor
supuestamente neutral, amigo de ambos países, que iba a hacer todo lo posible para
evitar un conflicto armado con su consecuente derramamiento de sangre, manteniendo
la paz en el continente. Al mismo tiempo existía una política privada muy diferente,
como ya se dijo, que consistía en proveer de ayuda militar en todo lo posible al Reino
Unido. Entonces, mientras Haig iba y venía de Londres a Buenos Aires y viceversa,
Caspar Weinberger, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, se encontraba en el
Pentágono acelerando el proceso de suministro de ayuda militar para la fuerza de tareas.
El 5 de Abril, se organizó un pequeño comité en el Pentágono a cargo de Dov Zakheim
para evitar los procedimientos normales de suministro. 67 Este comité trabajaba
64
Henderson, Nicholas Mandarin: The Diaries of an Ambassador 1969-1982
65
Smith, Geoffrey. Reagan and Thatcher. W.W Norton & Company, IC. New York, 1991. Primera Edición
66
Rentschler, Jim (Responsable de los asuntos europeos en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados
Unidos, Diario, http://www.margaretthatcher.org/document/114320
67
Smith, Geoffrey. Reagan and Thatcher. W.W Norton & Company, IC. New York, 1991. Primera Edición
Página 101 de 178
conjuntamente con la Casa Blanca, con el jefe de Gabinete y el sector político militar
del Departamento de Estado. Se tomaron decisiones críticas, tales como que el Reino
Unido podría usar de base a Isla Ascensión, que se suministraría combustible de origen
americano, que el Reino Unido podría obtener todo tipo de artículos militares de
Estados Unidos que necesitara para la campaña y se haría un arreglo especial para el
pago de los mismos.
Nicholas Henderson, embajador británico en Washington sostuvo en sus memorias que
Gran Bretaña estaba mal equipada para ir a una guerra en el Atlántico Sur pero que
Weinberger y los Estados Unidos estaban listos para llenar los vacíos de manera
inmediata. Sostuvo que, fue gracias a los cercanos contactos entre las fuerzas marítimas
de ambos países y a Weinberger, que una avalancha de suministros llegaba a Ascensión,
como por ejemplo combustible para aviones, misiles SideWinder, misiles Stinger, todo
tipo de armas y municiones. “Es imposible exagerar la contribución que hizo
Weinberger a nuestra causa. Apenas la decisión de enviar la fuerza de tareas fue
tomada (y un mes antes de que Estados Unidos declarara abiertamente su apoyo a
Gran Bretaña), Weinberger, tal como escribió en sus memorias, “dejo en claro que les
suministraremos con todo lo que necesiten.”68
En efecto, en sus memorias, Weinberger, manifiesta que apenas se enteró de la
recuperación de las Islas Malvinas por parte de Argentina, ordeno al Departamento de
Defensa que todos los pedidos existentes del Reino Unido de equipamiento militar
fueran cumplidos de inmediato y que si lo británicos hacían nuevos pedidos también
debían ser concedidos y cumplidos de inmediato69. Weinberger comprendió que la
rapidez de la entrega de la ayuda material solicitada por los británicos era vital para la
operación militar que estaban preparando. La posición de Weinberger, desde el inicio
de la crisis, fue pro británica. Incluso manifestó en varios foros y en las reuniones del
Consejo de Seguridad Nacional que, en su opinión, no habría una reacción negativa del
resto de los países de Latinoamérica en el caso de que Estados Unidos ayudara al Reino
Unido, que por el contrario habría furia en los países integrantes de la OTAN y los
aliados del Pacifico si los Estados Unidos se mantenían neutrales en el conflicto.
También en sus memorias, dice Weinberger, que este era el pensamiento del Presidente
Reagan, pensamiento que pudo hacer público el 30 de Abril. A partir de ese día la ayuda
suministrada por los americanos pudo hacerse de manera más abierta y aún con mayor
velocidad.
La actitud de Reagan fue decisiva para definir ambas políticas. Dentro del círculo
íntimo del Presidente Reagan había diferentes posiciones respecto a cómo se debía
actuar.
El Grupo de Planificación Nacional de Seguridad (National Security Planning Group) se
reunían en la “Situation Room” de la Casa Blanca y discutía los temas más importantes
de asuntos exteriores, estaba compuesto por: Reagan, el Vicepresidente George Bush, el
Consejero en Seguridad Nacional Judge Clark, el Secretario de Estado Alexander Haig,
68
Henderson, Nicholas Mandarin: The Diaries of an Ambassador 1969-1982.
69
Weinberger, Caspar W, Fighting for Peace. Seven Critical Years in the Pentagon. Warner Bros, 1990,
First Edition.
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el Secretario de Defensa Caspar Weinberger, el Director de la CIA William Casey, la
Embajadora en las Naciones Unidas Jeane Kirkpatrick, el jefe del Estado Mayor
Conjunto General David Jones, y el triunvirato de asesores de Reagan compuesto por
James Baker, Ed Meese, Michael Deaver.
En líneas generales, Casey apoyaba a Gran Bretaña pero no quería dañar las relaciones
con Kirkpatrick. Clark simpatizaba con el punto de vista de Kirkpatrick pero su mayor
preocupación era mantener al Grupo unido. El Jefe del Estado Mayor Conjunto se
inclinaba por favorecer los intereses británicos.
Jeane Kirkpatrick, la embajadora de Estados Unidos por ante las Naciones Unidas,
prefería que su país se mantuviera al margen de la crisis preservando su amistad con
Argentina. De hecho, Kirkpatrick hizo enfurecer a Thatcher, ya que el 2 de Abril
mientras Argentina recuperaba las Islas Malvinas, ella estaba en una cena en la
Embajada Argentina en Washington que se realizaba en su honor. Kirkpatrick siempre
sostuvo que nunca supo de los planes de Argentina, lo que le importo poco a Thatcher.
También estaba de acuerdo con Kirkpatrick, Tom Enders, funcionario senior del sector
de asuntos latinoamericanos para el Departamento de Estado.
Fue gracias a Caspar Weiberger que la ayuda práctica que recibió el Reino Unido fue
masiva y rápida. No solo incluyo el uso de la Isla Ascensión y combustible para
aviones, sino también una gran variedad de suministros tales como armas, municiones,
equipo, etc.
No solo se compartió la información de inteligencia sino que también se le dejo usar al
Reino Unido los canales de comunicación satelitales, que contribuyeron para una vital
comunicación entre la fuerza de tareas y la oficina central en Inglaterra.
Todo esto solo pudo realizarlo Weinberger con la autorización de Reagan. Esto no
significa que Reagan haya dado una autorización especial para cada uno de los
suministros, ya que su estilo de administración no era así, delegaba mucho. Lo que hizo
Reagan fue autorizar de manera general esta ayuda y Weinberger lo interpreto de la
manera más conveniente para los intereses británicos.
Pese a que esta ayuda se encuentra aceptada y hasta detallada por distintos funcionarios
de la administración Reagan, entre ellos el mismo Weinberger, tanto Reagan como
Thatcher lo negaron.
Reagan sostuvo en su biografía: “Pese a las noticias sosteniendo lo contrario en The
Washington Post y en otros lugares, nosotros mantuvimos una genuina neutralidad
oficial durante este periodo. Aunque Londres haya utilizado uno de nuestros satélites
para comunicarse con la flota que se dirigía a las Malvinas, esto fue hecho bajo un
acuerdo que estaba en vigencia mucho tiempo antes de la crisis. No proporcionamos de
ninguna otra ayuda militar a los británicos. Sin embargo, una vez iniciado el
enfrentamiento, luego de que los Argentinos repetidamente rechazaron ofertas de
acuerdos razonables, declaramos nuestro total apoyo a Gran Bretaña y le
proporcionamos cualquier tipo de ayuda que necesitara.”70
70
Reagan Ronald, An American Life. Kindle Edition.
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Por su parte, Thatcher sostuvo. “Desde el comienzo de la crisis los Estados Unidos no
accedieron a solicitudes que iban más allá del alcance de los procesos habituales de
cooperación. Esa seguiría siendo su postura mientras los esfuerzos de paz estaban en
marcha. El uso de las instalaciones de Ascensión fueron restringidas en
consecuencia.”71
Según Weinberger, apenas los americanos decidieron inequívocamente ayudar a los
británicos, los pedidos de estos últimos solicitando materiales y suministros comenzaron
a llegar al Pentágono. En el transcurso normal de los acontecimientos dichos pedidos
hubieran sido sometidos a una rutina ya establecida, que consistía en que se examinaba
el pedido de manera cuidadosa incluso por varios oficiales y los americanos hacían una
evaluación propia.
3. Del 7 al 29 de Abril de 1982: los intentos de Haig.
La Administración Reagan decidió en una reunión del 7 de abril que Haig hiciera un
intento de mediación entre las dos partes. La diplomacia al estilo Kissinger que encaro
Haig tuvo lugar durante tres semanas mientras la fuerza de tareas inglesa se dirigía al
Atlántico Sur. Las propuestas de Haig fueron variando en el transcurso del tiempo que
duro su gestión, pero estaban orientadas en tres temas:
a) El retiro de las fuerzas Argentinas.
b) La creación de algún tipo de administración interina internacional para las Islas.
c) La soberanía sería negociada a largo plazo.
Las propuestas en el fondo siempre fueron poco claras y esto fue deliberado. No era
claro quien terminaría teniendo las islas. El lado Británico sostenía que el principio de
auto determinación debía estar contenido. Argentina lo rechazaba, no negociaba la
soberanía de las Islas. Haig nunca pudo resolver esto.
El Gobierno Argentino tenía un problema grave en el mecanismo de toma de decisiones.
Incluso comandantes de segunda línea mantenían un veto efectivo en las decisiones de
la Junta. Por otra parte, si Argentina aceptaba alguna de las propuestas hubiera
significado una enorme presión para Margaret Thatcher y una amenaza importante para
su supervivencia política. Gran Bretaña era muy consciente de esto a la hora de
negociar estas propuestas. El fracaso parecía anunciado.
4. 30 de Abril de 1982: la decisión de apoyar al Reino Unido.
El 30 de Abril Estados Unidos anunció públicamente su total apoyo al Reino Unido.
Ese día se llevó a cabo una reunión del Consejo nacional de Seguridad (National
Security Council) en la cual se escucharía un informe de Haig y se tomaría una decisión
basada en un documento elaborado por el Departamento de Estado intitulado: “Los
siguientes pasos en Falklands72”. Los objetivos establecidos en este documento son:
dejar en claro el apoyo americano a la posición británica, preservar la habilidad para
71
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
72
Documento desclasificado. Ubicación online: http://www.margaretthatcher.org/document/114273
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mediar, utilizar la escalada militar del conflicto para flexibilizar ambos bandos,
especialmente a Argentina, proveer de seguridad a los funcionarios americanos y a los
ciudadanos americanos que estuvieran en Argentina, minimizar el impacto adverso de
la decisión de apoyar al Reino Unido en los intereses americanos en Latinoamérica.
Luego analiza las acciones a tomar para apoyar al Reino Unido, para proteger a los
ciudadanos americanos y por último determina opciones de alto costo y riesgo, tales
como importantes sanciones económicas, movimiento de fuerzas navales al área de
conflicto. Cuando se analizan los próximos pasos pata apoyar al Reino Unido se
establece el principio de que las acciones americanas deben evitar alimentar la
percepción que hay en Argentina como en cualquier otro lugar de que se encuentran
directamente involucrados en la acción militar del Reino Unido.
Era sabido que ninguno de los pasos propuestos (el más duro era suspender la venta de
armas) tendría un efecto material significativo en Argentina. El elemento más concreto
era la declaración pública del apoyo americano al Reino Unido, del cual se
culpabilizaba a la intransigencia Argentina.
Abrió la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, 73 Bud McFarlane, Consejero de
Seguridad Nacional, quien declaro que ambas partes del conflicto habían llegado a su
entender a un punto de inflexión, solicito que el Almirante Bobby Inman, Director de la
CIA, diera un informe actualizado de inteligencia, luego de ello solicito que Haig diera
su informe.
Inman había antagonizado con Kirkpatrick en la reunión del Consejo del 7 de Abril que
autorizo la mediación de Haig. No estaba de acuerdo con esta decisión ya que
consideraba que los Estados Unidos debían apoyar totalmente y sin lugar a dudas al
Reino Unido, por sus fuertes lazos de lenguaje, cultura, alianza, tradición y también
entendía que era lo más conveniente estratégicamente. Pero esta vez Inman estaba
tranquilo ya que la política se encaminaba a su posición.
Inman comenzó refiriéndose a la situación de las fuerzas británicas en el área del
conflicto. Dijo que el mayor problema para los británicos era tratar de hacer inoperable
el aeropuerto de Puerto Argentino, asimismo dijo que un desembarco a gran escala no
era inminente, pero que los ingleses estaban preparados para esperar. No obstante la
posición inglesa se vería complicada por las condiciones climáticas que estaban
empeorando. Luego informo de la posición de las fuerzas Argentinas. Dijo que su plan
era mantenerse fuera de la Zona Militar de Exclusión y proteger su fuerza naval
mediante su aviación. Sugirió que los soviéticos habían puesto en órbita un nuevo
satélite, el ELINT, que junto con el TU-95 en Angola, podían rastrear la fuerza de tareas
británica. Sostuvo que la fuerza aérea Argentina que estaba en las bases del sur podía
ser utilizada para atacar a la fuerza de tareas. Estimo la fuerza Argentina en las Islas
entre unos 7.000 a 8.000 soldados, con la posibilidad de llegar a un máximo de fuerza
en 13.000 tropas. Respecto de la parte política, sostuvo que en Inglaterra los diputados
del partido laborista apoyaban a Margaret Thatcher y que su apoyo general era fuerte. Y
que ante la ausencia de una salida diplomática ella perseguiría la acción militar. No
obstante si comenzaban a sumarse muchas bajas inglesas podría comenzar a perder
73
Documento desclasificado: minuta de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional del 30 de Abril de
1982. Ubicación online: http://www.margaretthatcher.org/document/114329
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apoyo. En Argentina sostuvo que el apoyo a Galtieri se estaba reduciendo y que tenía
poca libertad de maniobra, incluso menos que Thatcher.
Luego Haig conto la historia del fracaso de su mediación, que puso en cabeza de la
Argentina. Sostuvo que la situación era trágica para ambas partes del conflicto, hizo una
analogía diciendo que era similar a una persona demente lista para saltar pidiendo ayuda
pero incapaz para tomar la mano que se le extendía. Sostuvo que el plan de la mediación
que él había conducido tendría como efecto dar la soberanía a la Argentina pero
mediante condiciones que iban a ir evolucionando a fin de que los isleños terminaran
aceptándolo. Como los isleños terminarían por aceptar esto no fue explicado. Luego
sostuvo que el gobierno de Argentina está compuesto por muchas partes conflictivas y
que no hubieran aceptado el plan. Dijo que en ese sentido Argentina era lo opuesto a un
gobierno pluralista y democrático, donde el mínimo común denominador es el
consenso. Para Haig en Argentina el mínimo común denominador era el extremismo.
Luego explico como la fuerza naval tenía veto en las decisiones de la Junta y que había
endurecido su postura luego de la perdida de las Georgias del Sur. Haig dijo que no se
debía
Luego la discusión de la reunión giro en torno de la posibilidad de los ciudadanos
americanos de ser evacuados de Argentina. Se le pregunto al Secretario de Defensa,
Weinberger, sobre los pedidos de ayuda militar solicitados por los británicos. Contesto
que nada estaba pendiente, pero pensaba que se iba a pedir más combustible para
Ascensión. Reagan hizo una intervención sobre este tema, dijo que no tenía ningún
problema en que se le diera apoyo material al Reino Unido pero se preguntaba si esto no
significaba cortar cualquier posibilidad para un futuro rol de mediador de los Estados
Unidos. Haig respondió que los argentinos estaban avisados de lo que pasaría si
rechazaban la última propuesta de negociación.
Del documento desclasificado se confirma algo que ya se sospechaba en la época del
conflicto: los Estados Unidos habían roto los códigos argentinos y estaban leyendo las
comunicaciones militares. Este dato se había filtrado a la prensa y llevaron a que la
Argentina cambie su clave. El Almirante Inman da cuenta de que esta situación se está
tratando de solucionar, de manera tal que se violen los códigos de comunicación
nuevamente.
La reunión del Consejo finalizaba con la aprobación de Reagan de las medidas de apoyo
al Reino Unido, luego de un intercambio de ideas entre Kirkpatrick y Haig.
Por un lado Kirkpatrick pensaba que los Argentinos tratarían de buscar una solución
pacífica en Naciones Unidas, por el otro Haig sostuvo que si no flexibilizaban su
postura sobre la soberanía, el Reino Unido seguiría adelante y les infligiría daños. Para
este momento, en el área del conflicto, el crucero General Belgrano ya estaba en la mira
del submarino nuclear HMS Conqueror. Hay posibilidades de que Inman y Weinberger
ya lo supieran.
Una vez que la posición de Estados Unidos se hizo pública la ayuda a los británicos
aumento. Hasta llego a existir una oferta de Weinberger hecha a Henderson de ver la
posibilidad de enviar un portaviones americano al Atlántico Sur, hasta le dijo que tenía
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en vista al Eisenhower, y que demoraría 15 días en llegar, dijo que no significaría que
tropas americanas pelearían contra las argentinas, sino solo el uso del portaviones. 74
La mayoría de las opiniones de quienes estuvieron directamente involucrados en la
campaña de Malvinas, de periodistas e historiadores coinciden en que sin la ayuda
Americana no hubiese sido posible para Gran Bretaña conseguir la victoria. Thatcher
escribió “…sin los Harriers… usando la última versión de los
SideWinder…suministrados por Weingerber, no podríamos haber retomado las
Malvinas”. 75 Lo mismo opinó Nicholas Henderson. 76 Weinberger sostuvo que lo
decisivo fue la inmediata y firme decisión de Thatcher de recuperar las Islas, pero
reconoce la ayuda sustancial de los Estados Unidos en suministrar recursos con la
mayor velocidad posible. Se le ha dicho a Weinberger que ni siquiera en la Segunda
Guerra Mundial los americanos respondieron tan rápido a las solicitudes de asistencia
militar, él reconoce que la mayoría de las solicitudes de los británicos eran aprobadas y
enviadas dentro de las 24 horas de solicitadas. Una de sus solicitudes fueron receptores
de radio para hablar a fuentes de inteligencia y los americanos la cumplieron en 6 horas.
77
Haig también sostuvo que sin la ayuda Americana, Gran Bretaña hubiera ganado de
todas maneras pero de una manera más ajustada y agonizante. Lo que no se puede
discutir es que fue del máximo beneficio para Gran Bretaña, sin esta ayuda se hubiera
encontrado en grandes dificultades.
Conclusión Parcial
Si bien surge de la documentación que Thatcher no habría consultado con Reagan la
decisión de armar y enviar una fuerza de tareas, daba por descontada la ayuda de
Estados Unidos. Sea por la relación especial entre ambos países y por su amistad
personal con Reagan, sea porque con esa decisión presionaba a Estados Unidos a tomar
una posición de aliado.
Estados Unidos mantuvo una política pública y otra política privada desde el comienzo
de la crisis. Respecto de su política pública de actuar como supuesto mediador entre
ambos países se puede decir que era una política de pantalla para mantener las
relaciones con los países latinoamericanos en buenos términos. Si de la mediación se
lograba un acuerdo satisfactorio para Gran Bretaña y fundamentalmente que garantizara
la continuidad de Thatcher en el gobierno, era una salida aceptable para los intereses de
Estados Unidos. Pero desde los primeros días de la crisis se conocía la posición
intransigente de Thatcher.
74
Telegrama de Henderson a Downing Street del 3 de mayo de 1982.
http://www.margaretthatcher.org/document/123958
75
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
76
Henderson, Nicholas Mandarin: The Diaries of an Ambassador 1969-1982
77
Weinberger, Caspar W, Fighting for Peace. Seven Critical Years in the Pentagon. Warner Bros, 1990,
First Edition.
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La ayuda militar de Estados Unidos hacia Gran Bretaña comenzó en los primeros días
de iniciada la crisis, alrededor del 5 de abril, cuando recién el 30 de abril Estados
Unidos apoyaría públicamente a Gran Bretaña. Por lo que en ese periodo la mediación
conducida por Estados Unidos como un supuesto neutral, lo fue en realidad como un
aliado de Gran Bretaña. En los hechos la mediación sirvió para los intereses de Estados
Unidos y también para los de Gran Bretaña. Para el primero fue un recurso para evitar
el apoyo público a Gran Bretaña, y sirvió para cubrir su imagen internacional. Para el
segundo le consiguió el tiempo necesario para poder llevar a término la operación
militar planificada y dejar una falsa imagen en la comunidad internacional de haber
intentado negociar y llegar a un acuerdo, dejando a la Argentina como el actor
intransigente e inflexible.
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Conclusión Final.
A. Las decisiones claves del Reino Unido en el conflicto del Atlántico Sur de 1982.
1. Organización y enviar una fuerza de tareas a la zona de conflicto:
Apenas Margaret Thatcher se entera el 31 de Marzo de la información de inteligencia
que sostenía que una flota argentina estaba navegando hacia las Islas Malvinas con la
intención de tomar las Islas arma una reunión ad hoc de urgencia. Participaron de esa
reunión: John Nott, Humphrey Atkins y Richard Luce, en representación de la Foreign
Office, ya que Carrington estaba ausente, y con oficiales del Ministerio de Defensa, ya
que el Jefe del Departamento de Defensa también estaba afuera, en Nueva Zelanda. La
inmediata reacción de Margaret Thatcher fue decir que si las islas eran invadidas debían
ser recuperadas.78 Es decisiva la presencia de Henry Leach, Jefe de Operaciones
navales, quien le asegura a Thatcher que puede tener armada una fuerza de tareas capaz
de recapturar las Islas en 48 horas. El resto de los presentes estaban inclinados a actuar
con mayor cautela. Incluso Nott tenía la impresión de que Leach “no era un hombre
muy cerebral”79.
Como resultado de esta reunión se toman dos decisiones políticas, por un lado y en
primer lugar Thatcher ordena a Leach que organice la fuerza de tareas, por el otro se
redactó un mensaje que fue enviado al Presidente Ronald Reagan solicitándole que
presionara a Galtieri para abandonar sus planes.
Thatcher adopta en esta reunión una postura que no va a cambiar en ningún momento en
todo el transcurso de la crisis: la toma argentina de las islas es inaceptable para ella y
Gran Bretaña tendrá que tomar medidas de fuerza para recobrarlas. También mantendrá
la misma interacción con los militares, ya que se mostrara más dispuesta a aceptar los
consejos militares por sobre los diplomáticos.
A las 9.30 am del jueves 1 de abril Thatcher mantiene una reunión con el Gabinete
completo de manera que luego pueda reunirse con el Comité del Extranjero y de
Defensa (Overseas and Defense Committee of the Cabinet) donde informa que la
situación es bastante grave y que la mayor esperanza de evitar una confrontación queda
en manos de la influencia del Gobierno de Estados Unidos. En ninguna de las dos
reuniones es totalmente transparente ya que no revela que el informe de inteligencia dijo
que la invasión era altamente probable. De la lectura de la minuta de la reunión del 1°
de Abril del Gabinete surge que se comunica que existe un informe de que fuerzas
navales argentinas se estarían desplegando por la zona de Malvinas, habiendo sido
tomada precaución.80
78
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.n
79
Nott, John, Here today, gone tomorrow: Memoirs
80
Minuta de la reunión del Gabinete complete de fecha 1° de Abril de 1982,
http://www.margaretthatcher.org/document/122267.
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Más tarde mantuvo una reunión ad hoc con quienes luego integrarían el “Cabinet
War”, el grupo central de toma de decisiones en el transcurso de toda la guerra. La
decisión a la que se llego es que se le diera la orden a la fuerza de tareas de estar alerta y
a la espera de la orden de zarpar.
En las primeras horas del 2 de Abril le informan el resultado negativo a sus intereses de
la comunicación de Reagan con Galtieri, En la reunión de la mañana del 2 de Abril del
Gabinete, Thatcher informo que la toma por fuerza argentinas de las Malvinas era
inminente. Thatcher ya tenía en claro que se debía hacer desde su punto de vista, o sea
enviar la fuerza de tareas, pero si quería resolver el cómo lo haría. Nott explicó la
decisión de mantener una fuerza de tareas en estado de alerta en Gran Bretaña, mientras
que 22 marinos que estaban en Georgia del Sur habían recibido la orden de resistir el
ataque argentino. Sostuvo que la fuerza de tareas que estaría en 3 semanas en las
Malvinas sería lo suficientemente fuerte para manejar con éxito la situación en caso de
que las Islas fueran tomadas por Argentina. Por su parte Carrington expuso al gabinete
las acciones diplomáticas que se estaban llevado a cabo: los representantes permanentes
del Reino Unido ante las Naciones Unidas recibieron la orden de llamar a una reunión
urgente del Consejo de Seguridad, el Secretario General del Commonwealth estaba
tratando de obtener el apoyo de todas las naciones del Commonwealth, especialmente
de Canadá, Australia y Nueva Zelanda. También anunció que una vez que se produjera
la toma de las Islas por parte de Argentina las relaciones se romperían. Thatcher cerró
la reunión recapitulando que: la decisión de instruir a la fuerza naval de zarpar se
tomaría más tarde conforme la apreciación militar de la situación. Anunció que un
pequeño grupo compuesto por ella, William Whitelaw, Lord Carrington, Francis Pym y
John Nott se reuniría durante el fin de semana.81
La segunda reunión de Gabinete completo el día 2 de abril se llevó a cabo a las 7.30 pm
con la información de que Argentina había tomado las Islas Malvinas. Es en esta
reunión donde se toma la decisión de enviar la fuerza tareas apenas estuviera preparada
para zarpar. La Primer Ministro dijo que iba a anunciar esta decisión en el debate en la
Casa de los Comunes al día siguiente. Las opciones de cómo se utilizaría se dejarían
abiertas para ser evaluadas más adelante. 82
El patrón de buscar la aprobación del Gabinete completo para las decisiones más
importantes pero con las mismas ya elaboradas en grupos ad hoc, se va a reiterar
también en todo el transcurso del conflicto.
El hecho de que las decisiones en su mayoría se llevaran a cabo en reuniones ad hoc
implico que el servicio civil del gobierno, o sea la parte administrativa, no estuviera
involucrado de manera regular. John Nott vio esto como un beneficio: “Fue en parte
81
Minuta de la reunión del Gabinete completo en fecha 2 de abril de 1982 9.45 am.
http://www.margaretthatcher.org/document/122268
82
Minuta de la reunión del Gabinete completo en fecha 2 de Abril de 1982, 7.30 pm.
http://www.margaretthatcher.org/document/122269
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debido a que el “Whitehall” estaba virtualmente en suspenso, aturdido e inútil, de que
no surgieron obstáculos en poner la flota en el mar.”83
Debe destacarse que la flota partió sin que haya existido un informe detallado de los
riesgos que tendría que afrontar. No fue hasta varias semanas después de haber zarpado
que el Gabinete de Guerra fue debidamente informado de las perdidas y riesgos que
podrían ocurrir. En esta etapa Thatcher confirma su preferencia por la institución
militar por sobre la Foreign Office: “También fue el viernes 02 de abril que recibí el
asesoramiento del Foreign Office, donde resume la flexibilidad que caracteriza a ese
departamento. Me fueron presentados los peligros de una reacción en contra de los
expatriados británicos en Argentina, los problemas acerca de cómo obtener apoyo en el
Consejo de Seguridad de la ONU, la falta de confianza que podríamos colocar en la
Comunidad Europea o los Estados Unidos, los riesgos de que los soviéticos se
involucraran, la desventaja de vernos como una potencia colonial. Todas estas
consideraciones eran bastante justas. Pero cuando se está en guerra no se puede
permitir que las dificultades dominen el pensamiento, uno tiene que fijarse una
voluntad de hierro para superarlos. Y de todos modos cual era la alternativa? Que un
dictador ordinario gobernase a los sujetos de la Reina y que prevaleciera por el fraude
y la violencia? No mientras yo fuera Primer Ministro”84
2. La Resolución 502/1982:
Thatcher estableció un objetivo en el corto plazo en el ámbito del Consejo de Seguridad
de la ONU. Sabía que si conseguía una resolución favorable a la posición británica le
resultaría más fácil ganar el apoyo de otras naciones con el fin de que le impusieran
sanciones a Argentina. Pero a largo plazo sabía que tenía que evitar mantener al
Consejo de Seguridad el mayor tiempo posible fuera del asunto, ya que podría
imponerle a Gran Bretaña condiciones no satisfactorias para resolver la disputa, por
supuesto que contaba con la posibilidad del veto, pero ejercerla significaría limitar el
apoyo internacional de su posición. El segundo objetivo que estableció a largo plazo y a
nivel internacional fue el de tratar de conseguir el máximo apoyo posible de sus aliados
para imponer sanciones a la Argentina, este último le sería más difícil manejarlo.
Es así como el 3 de Abril el Consejo de Seguridad se reunió para tratar el proyecto de
resolución propuesto por Gran Bretaña. Fue aprobada como la Resolución 502/1982,
con diez países a favor: Estados Unidos, Francia, Guayana, Irlanda, Japón, Jordania,
Reino Unido, Togo, Uganda y Zaire; con un voto en contra de Panamá, y cuatro
abstenciones de: China, Unión Soviética, Polonia y España. La Resolución tiene dos
exigencias claves para Thatcher: 1. Exige la cesación inmediata de las hostilidades y 2.
Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas
(Falkland), al mismo tiempo que exhorta
83
Nott, 279
84
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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a los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución
diplomática a sus diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y principios de
la Carta de las Naciones Unidas.85
Esta decisión estratégica fue esencial para Thatcher. Se le pedía solo a Argentina el
retiro de la fuerza y no un retiro bilateral. Gran Bretaña logra justificar y validar un
posible uso de la fuerza en caso de que Argentina desobedeciera actuar en los términos
de la Resolución 502/1982
3. La creación del gabinete de Guerra.
Superada la crisis interna que sufrió el Gobierno de Thatcher con la renuncia de
Carrington y reorganizado el gobierno con la incorporación de Pym, Thatcher tomó la
decisión de crear un grupo de ministros que manejarían la crisis.
Es axiomático que grandes cuerpos deliberativos no pueden manejar una guerra o un
conflicto armado, ya que se necesitan decisiones rápidas y control. El Gabinete
Británico en 1982 estaba compuesto por 22 miembros y obedecía a razones políticas.
Durante el conflicto Margaret Thatcher designo un “Gabinete de Guerra”, tal como en
otras ocasiones, por ejemplo para el conflicto de Suez se lo llamo el “Egypt Committee”,
también conocido como el “Inner Cabinet” o “the Suez Group of Ministers”, o para el
conflicto armado de Korea.
En la primera reunión del Gabinete completo llevada a cabo el 2 de abril se estableció
que un grupo pequeño de Ministros compuesto por la Primer Ministro, el Home
Secretary (William Whitelaw), el Ministro de Asuntos Exteriores (Carrington), el
Ministro de Defensa (Nott) y el Lord President of the Council (Francis Pym) se reunirán
lo necesario durante el fin de semana. En la reunión de Gabinete del 6 de Abril
Thatcher anunció la creación de un sub grupo del “Overseas Defense Cabinet Comittee”
que sería el encargado de manejar la crisis, y sería el “Overseas Defense Comittee for
the South Atlantic” (ODSA), rápidamente conocido como el gabinete de guerra (War
Cabinet). No todos sus miembros eran miembros del Overseas Defense Comittee, la
composición de sus integrantes y su procedimiento estuvo directamente influido por una
reunión que mantuvo Thatcher con Harold Macmillan (ex Primer Ministro durante el
periodo de 1957-1963). Fue quien le recomendó que el integrante del Tesoro (Geoffrey
Howe) no formara parte del Gabinete de Guerra, para no comprometer la seguridad de
las fuerzas por razones financieras.
Conforme la reunión del 6 de abril86 la composición del Gabinete de Guerra fue la
siguiente: Margaret Thatcher, Primer Ministro, Francis Pym, ministro del Foreign
Office, John Nott, Ministro de defensa, William Whitelaw, viceprimer ministro, Cecil
Parkinson, presidente del partido conservador, como integrantes del Secretariado: Sir
Robert Amstrong, RL Wade – Gery, RLL Facer, y el Almirante Terence Lewin, Jefe
del Estado Mayor.
El Gabinete de Guerra tuvo una composición eminentemente política y se puede decir
que no fue un instrumento personal de Margaret Thatcher tal como si se puede decir del
85
Resoluciones del Consejo de Seguridad 1982, www.un.org
86
http://www.margaretthatcher.org/document/122371
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gabinete de guerra designado para el conflicto de Suez que era un instrumento personal
de Eden. Durante el conflicto su número y composición no fluctuó ni creció. Si tuvo un
gran número de asesores involucrados diariamente durante la crisis: además del
Cherman of the Chiefs of Staff, Admiral Lewin, era Secretario del Gabinete de Guerra
Sir Robert Armstrong, Antony Ancland y su predecesor Michael Palliser quien renunció
al principio de la crisis, asesoraba también el Director del Ministerio de Defensa Sir
Frank Cooper, el Attorney General Michale Havers, el asesor legal del Foreign Office
Sir Ian Sibclair, quien asistía cuando era requerido, también lo hacía de esta manera
antes de la crisis del Gabinete John Biffen, Ministro de Comercio e Industria.
El Gabinete de Guerra fue el organismo central de toma de decisiones durante la crisis,
muy pocas veces buscaría la aprobación del Gabinete completo. La inclusión de
funcionarios del servicio administrativo del gobierno, “civil servant”, garantizó que el
Gabinete de Guerra funcionara con ayuda profesional de la administración pública. En
la elección de la maquinaria para el control político del conflicto armado la Primer
Ministro utilizo un comité pequeño de ministros, con balance de los requerimientos
políticos y militares. Thatcher tenía que mostrar estabilidad y resolución mientras su
nuevo Ministro de Asuntos Exteriores se ajustaba a su nuevo puesto y Nott, su Ministro
de Defensa ser recuperaba de una performance desastrosa en la Cámara de los Comunes
en el día que la Argentina tomo las Islas. Fue decisivo para Thatcher contar con el
apoyo de la oposición en el Parlamento. Thatcher tenía que evitar perder el gran apoyo
que tenía en el Parlamento. De esta manera el Gabinete de Guerra podía inclinarse a
consideraciones más técnicas y militares.
Una vez elegido el instrumento por el cual se manejaría la crisis, ¿Cuánto poder se le
daría? ¿Cómo fue la relación del Gabinete de Guerra con el Gabinete en pleno? Según
Geoffrey Smith: “Muchas de las decisiones son hechas por el pequeño grupo que
maneja el tema de Malvinas, pero esto no es resentido por el resto de los Ministros que
aceptan que la gestión de la crisis no puede ser conducida eficientemente por un gran
número de personas y que por seguridad las evaluaciones táctico militares no pueden ir
y venir en la administración”87. El gabinete de guerra se reunía por lo menos una vez al
día mientras duro la crisis. Thatcher le dijo al periodista Young de la BBC que sus
miembros realmente debatían y que la división más común se daba entre ella, Nott,
Parkinson por un lado y Whitelaw y Pym por el otro. Una vez resuelto entre ellos, no
parece que se haya dado un debate o discusión con el Gabinete completo. Hastings y
Jenkins sintetizan la situación de la siguiente manera: “El Gabinete era informado cada
martes del progreso de la fuerza de tareas, pero era mantenido en ignorancia de
cualquier información que de filtrarse pudiera costar vidas. Reuniones especiales
fueron convocadas en Downing Street cuando el Gabinete de Guerra sintió que
necesitaba su apoyo: el 2 de Abril antes de que la fuerza de tareas partiera, el 5 de
Mayo para aprobar las propuestas de Perú, y el 18 de Mayo para recibir las
presentaciones de los Chiefs of Staff, 3 días antes del desembarco de San Carlos. Pero
el Gabinete no escuchaba nada de las diferentes opiniones que se expresaban en el
Gabinete de Guerra (excepto por lo escuchado por radio pasillo) y tampoco
cuestionaba sus puntos de vista.”
87
The Times, 24 de Abril 1982
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Peter Henessey en una entrevista en Radio 4 de la BBC sostuvo la misma posición que
Hastings y Jenkins pero le da un papel menos pasivo al Gabinete completo. El rol del
Gabinete queda confirmado con los documentos desclasificados.
Michael Stewart, que fuera Ministro de Asuntos Exteriores en el periodo () remarco que
difícilmente se pueda llegar a una decisión diferente si en el Gabinete de Guerra está
constituido por un grupo cuyos miembros son el Primer Ministro, el Ministro de
Asuntos Exteriores, el Ministro de Defensa y el Home Secretary.
4. La Zona Marítima de Exclusión.
En las dos reuniones mantenidas por el Gabinete de Guerra el 7 de Abril el tema tratado
fue la declaración de una zona marítima de exclusión de 200 millas. Estaba claro para el
Sub Comité la medida, lo que les resultaba difícil era establecer cuando hacer el anuncio
y cuando tendría que entrar en vigencia. Se decidió que el anuncio se haría antes de que
terminara el debate Parlamentario de esa noche y que la zona entraría en vigencia a
partir de las 00 horas del 12 de abril, también se acordó que previo a hacer el anuncio
ante el Parlamento se le comunicaría la decisión a Al Haig.
De la lectura de las primeras decisiones del Gabinete de Guerra así como de los
Memorándums de las reuniones del Secretariado del mencionado Gabinete que
analizaba las implicancias de las medidas económicas y financieras adoptadas contra
Argentina, se desprende que el Reino Unido se estaba preparando para un conflicto
armado.
5. Decisiones en la Primera etapa de la mediación de Haig:
En la reunión del Gabinete de Guerra del 8 de Abril, la primera en que se va a tratar la
actitud a seguir y donde se van a trazar los lineamientos para que Gran Bretaña se
maneje en la mediación encarada por Haig, Thatcher deja en claro dos requerimientos
para ella esenciales: que las tropas argentinas dejen las islas y se restablezca la
administración británica.
Cuando llega Haig a Londres por primera vez Thatcher es contundente en expresarle
que para ella él viene como representante de un aliado, y ciertamente esto era así. No
estaba equivocada. La mediación de Haig le garantizaba a Thatcher dar la apariencia de
estar buscando una solución diplomática y pacífica a la crisis con un aliado con el cual
tenía amplio margen de maniobra y con cuyo Presidente tenía una relación excelente.
Esto dejaba bien posicionada a Gran Bretaña en la comunidad internacional sin perder
el control de la mediación encarada.
Para la primer reunión que mantiene Thatcher con Haig, ella ya tenía un buen adelanto
de cuáles eran las ideas que este iba a presentar. Este paso adelante de Thatcher en cada
una de las etapas y situaciones de la crisis será una constante. Respondía a una
característica de su personalidad y de su actuar como política, siempre se preparaba en
extremo y trataba de anticiparse a los acontecimientos con el fin de tener mayor margen
de maniobra.
En esa primera reunión Thatcher le da una significancia con implicancias
internacionales a la crisis, algo que en el contexto de la guerra fría en que se daba,
interesaba a Haig. Para ella si Argentina lograba aun una mínima concesión por el uso
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de la fuerza, el precedente iba a impactar negativamente en otras situaciones similares.
Y para Thatcher la idea de administración interina, no solo comprometía su promesa
política de que se iba a restablecer la administración británica, sino que también
significa que Argentina ganaba una ventaja en el conflicto por el uso de la fuerza.
Thatcher desde el principio de la crisis, no estaba dispuesta a hacer concesiones que no
significaran volver al statu quo antes de la invasión. Y tuvo posturas inflexibles desde el
inicio de la crisis, como por ejemplo la cuestión del retiro de las fuerzas.
Por ello en la reunión del Gabinete de Guerra del 11 de Abril, previo a la llegada de
Haig de Buenos Aires a Londres, Thatcher volvió a sostener que los elementos
esenciales de la postura del gobierno británico tenían que seguir siendo que las tropas
argentinas debían retirarse de las Islas antes de cualquier tipo de negociación pueda
llegar a tener lugar y que a partir de entonces los deseos de los isleños se mantendrán
como primordiales. Thatcher era consciente de que era casi imposible de que la Junta
Militar acepte estos requerimientos.
Una vez presentado el primer borrador de las propuestas de Haig, Thatcher indico una
serie de modificaciones que hacían más complejo el documento ya que tendían a que el
mismo tuviera mayor especificidad. Lo más importante que decidió y que fue
inamovible durante toda la crisis fue que la fuerza de tareas no se iba a detener ni iba a
cambiar su calendario por ninguna tratativa diplomática. La condición sine qua non para
que esto pasara era que las fuerzas argentinas se retiraran primero. El factor militar no
se iba a subordinar al diplomático.
Otra decisión importante fue que para este encuentro ella misma conduciría las
negociaciones con Haig. En este estadio temprano de las negociaciones de Haig,
Thatcher introdujo la cuestión de que quería que Estados Unidos garantizara el posible
acuerdo, lo que incluía obviamente la garantía militar. Jamás encontraría una respuesta
positiva.
Se llega así a la propuesta del Memorando Acordado, que receptaba la mayoría de las
observaciones que Thatcher le había formulado. La actitud de la Junta ciertamente
colaboro con Thatcher. El grave problema de la Junta Militar para la toma de
decisiones, su irracionalidad y falta de plan, se hicieron notar desde inicios de la crisis.
Thatcher aprendió el patrón de conducta que tenía su adversario y de allí en más lo uso
en su favor.
Como ya mencionamos, Thatcher en sus memorias dijo de este momento: “La cuestión
ahora era si podía ser desviado (Galtieri) de su curso de acción mediante las sanciones
económicas o, como lo sospeche durante todo este tiempo, solo por el uso del factor
militar. Haig me respondió que le había dejado bien claro a la Argentina que si el
conflicto escalaba los Estados Unidos se pondrían del lado británico. Pero, ¿realmente
deseábamos llevar a las negociaciones a un final hoy? Él podía decir públicamente que
suspendía sus esfuerzos personales, dejando en claro que se debían a la intransigencia
de Argentina. Pero si lo hacia otras personas menos útiles tratarían de intervenir. Yo
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estaba profundamente consiente de esto y también sentía que la opinión publica requería
que aún no abandonáramos las negociaciones.”88
Este párrafo transmite muy claramente que desde comienzos de la crisis Thatcher ya
tenía delineado como iba a resolver este conflicto. Ya tenía la solución. Solo le falta
esperar el momento política y estratégicamente oportuno.
6. La decisión para ejecutar la Operación Paraquet:
El viernes 16 de Abril el Gabinete de Guerra aprobó el conjunto de reglas de combate
necesarias para poder ejecutar la denominada Operación Paraquet, que consistía en la
reposesión por el factor militar de las Islas Georgias del Sur, la que se esperaba que
fuera en las primeras horas del día 21 de Abril, con autorización previa del Gabinete de
Guerra. El sábado 17 de abril Thatcher recibió una llamada de Reagan en la cual le
expresaba que no era razonable que Gran Bretaña cediera más en la negociación. El
contenido de esta conversación será usado fuertemente por Thatcher para confrontar las
propuestas de Haig. El Domingo 18 de Abril Thatcher mantuvo una reunión ad hoc con
Nott para tratar cuestiones militares y diplomáticas, luego se comunicó con Antony
Parsons el representante británico en las Naciones Unidas, para que ayudara a evitar que
ante un debilitamiento de las negociaciones de Haig otro actor presentara iniciativas y
complicara la situación británica por ante el Consejo de Seguridad. Ese mismo día una
gran parte de la fuerza de tareas partía de la Isla Ascensión al Sur.
Thatcher se concentró en hacer avanzar la operación Paraquet y busco que el frente
diplomático que le podía traer más riesgos, esto es en las Naciones Unidas con algún
otro actor que no fuera Estados Unidos, estuviera bajo control.
Paralelamente Thatcher mientras hacía avanzar las operaciones militares mostraba una
gran disconformidad con las negociaciones de Haig. Esto quedó evidenciado en las
reuniones del Gabinete de Guerra del 19 de Abril, en ambas reuniones cuestiono y
criticó fuertemente a las propuestas de Haig y puso presión sobre él ya que se decidió
enviar mensajes fuertes mostrando la disconformidad de la posición británica. Y en la
reunión de las 10.00 pm de ese día el Gabinete de Guerra tomo la decisión de que la
Operación Paraquet se ejecute. El día 20 de Abril el Gabinete de Guerra se reunió dos
veces básicamente para evaluar que no hubiera nada que alterara la decisión de ejecutar
la operación militar. Y allí también se decidió que Haig debía ser advertido por
adelantado de la operación y que Pym debía viajar a Washington entre el 22-23 de Abril
para discutir con Haig un borrador británico de las propuestas realizadas por Haig.
Antes de que Pym partiera para Washington, se vio obligado, bajo cierta presión de
Thatcher, a retractarse de una declaración que había hecho en la Cámara de los
Comunes que implicaba que la fuerza no se utilizaría mientras las negociaciones
continuaban.
Con Pym y Haig, en Washington, el Gabinete completo se informó el 22 de abril de que
las operaciones para recuperar las Georgias del Sur habían comenzado. Nott recuerda
88
Thatcher, Margaret, Downing Streets years, Chapter VII, Epub Edition, Londres, Inglaterra, Harpers
Collins, 2010.
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que esto fue como un "shock" al pleno del gabinete, que no había sido consultado con
antelación. Dos miembros del Gabinete, Jim Prior y Peter Walker, expresaron su
preocupación de que el Reino Unido estuviera tomando acciones militares mientras se
realizaban las negociaciones. Sin embargo, como había sido el caso con la decisión de
enviar la fuerza de tareas, el pleno del gabinete fue informado del asunto cuando era un
hecho consumado. Con Pym, que era el defensor más alto de las negociaciones ausente
en Washington, la disidencia fue silenciada. Solo se puede especular si la discusión
hubiese sido más amplia y con una salida política diferente si hubiera sido consultado
el pleno del Gabinete antes, o de hecho Pym hubiera estado presente y su voz se hubiese
sumado a la de Prior y Walker. Antes de que la operación Paraquet estuviera terminada
el Gabinete de Guerra el 23 de abril consideró las reglas bajo las cuales la fuerza de
tareas podría involucrar a las unidades argentinas. Las normas restrictivas de combate
que se habían acordado el 16 de abril, fueron ampliadas y se realizó una advertencia al
Gobierno Argentino mediante el Gobierno Suizo, de que las fuerzas argentinas podían
ser atacadas si interferían con la fuerzas de tareas británicas.
El éxito de la operación Paraquet fortaleció la postura y el liderazgo de Thatcher
respecto de la crisis. La diplomacia nuevamente estuvo al servicio del calendario de las
operaciones militares.
Y si bien Haig fue informado antes de que se terminara de ejecutar la operación, es muy
improbable que a nivel presidencial no se hubiera discutido esta decisión entre Reagan y
Thatcher.
7. Las decisiones tomadas en la segunda etapa de la mediación de Haig:
Mientras se tomaban las decisiones que permitirían ejecutar la Operación Paraquet,
Thatcher atacaba las propuestas que presentaba Haig, en esta etapa también enfrento
una crisis interna dentro de su Gabinete de Guerra, la cual pudo manejar en su favor.
Tal como lo reconoce Thatcher el Sábado 24 de Abril fue un día crucial tanto para ella
como para la historia y desarrollo del conflicto.
Pym regresó de Washington con nuevas propuestas de Haig. Como ahora se había
convertido en costumbre, Thatcher las encontró inaceptables, pero Pym anunció que iba
a recomendar su aceptación al Gabinete de Guerra, que se iba a reunir esa tarde.
Thatcher consideró el documento que Pym había producido como "una rendición
condicional", y como resultado la Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Exteriores
fueron enfrentados a la reunión de Gabinete de Guerra.
Thatcher pasó el tiempo antes de que el Gabinete de Guerra se reuniera en una
preparación cuidadosa. Ella llamó a Fiscal General y pasó varias horas explorando las
lagunas en el texto. Inmediatamente antes de que el Gabinete de Guerra se reuniera,
convocó a Willie Whitelaw para su estudio y buscó la seguridad de que iba a apoyar el
rechazo de las propuestas. Cecil Parkinson comentó que "me había dado cuenta de que
este tipo de reuniones siempre parecía que se celebrará justo antes de algún tema muy
polémico se iba a poner ante el Gabinete”89. Pym, por su lado había hecho lobby.
89
Sharp, Paul
Thatcher´s Diplomacy. The revival of British foreign policy, Primera Edición, Londres,
Inglaterra, Macmillan Press LTD, 1999.
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Thatcher recuerda que los ministros y funcionarios se reunieron fuera de la sala del
gabinete antes de la reunión de las 18:00 horas y que Pym estaba allí tratando de
conseguir el apoyo de ellos.
Parkinson confirma que Pym se acercó personalmente a él. En la reunión del Gabinete
de Guerra, Pym presentó las propuestas y con fuerza argumentó para su aceptación.
Thatcher hizo uso de su tiempo de preparación y refutó punto por punto. La mayor parte
del Gabinete de Guerra se inclinaba al lado de Thatcher, aunque no podía simplemente
ignorar la posición de Pym, ni podía correr el riesgo de la renuncia de otro secretario de
Relaciones Exteriores. Finalmente, John Nott sugirió que las propuestas se someterán a
la Junta a través de Haig, con la creencia de que las propuestas serían tan inaceptables
para el gobierno argentino como lo fueron para los británicos. Por tanto, los británicos
podrían afirmar que fueron los argentinos, y no ellos, los que había demostrado
intransigencia. El Subcomité estuvo de acuerdo. El plazo que se le dio a la parte
Argentina para que respondiera venció sin una respuesta, pero a última hora del 29 de
abril el gobierno argentino rechazó formalmente las propuestas. Esto precipitó una
"inclinación" oficial de Estados Unidos hacia Gran Bretaña el 30 de Abril. Pym partió
hacia los EE.UU. de nuevo a consultar con Haig. Thatcher, sin embargo, continuó
mostrando una visión negativa e instrumental del esfuerzo de negociación en su
conjunto, sólo permitía que la diplomacia continuara debido a las presiones de los
norteamericanos, la opinión internacional, y a su utilidad para el calendario de las
operaciones militares. Lo que fue el patrón de conducta de su toma de decisiones y en el
sentido que ejerció su influencia y liderazgo político.
8. La decisión de establecer una Zona Total de Exclusión:
En la 16° reunión del Gabinete de Guerra del 25 de Abril90 la Primer Ministro,
resumiendo la discusión, dijo que la siguiente adición a las reglas de combate fue
acordada: “En alta mar, cualquier avión militar argentino identificado positivamente, o
aeronaves civiles argentinas identificadas positivamente aparentemente involucradas
en vigilancia, llegando a 40 millas de las fuerzas británicas y sin responder al
hostigamiento, pueden ser derribadas.”
Hasta el 26 de Abril el Gabinete de Guerra había aprobado las siguientes Reglas de
Combate:
a) Para los Submarinos nucleares dentro de la Zona de Exclusión marítima de 200
millas náuticas alrededor de las Islas Malvinas eran las siguientes:
1.- Cualquier buque que fuera positivamente identificado dentro de la Zona de
Exclusión como barco de guerra argentino, submarino o auxiliar naval puede ser
atacado.
2.- Después del primer ataque exitoso, se debe retirar de la escena de acción y reportar.
Una vez que haya reportado o si no se puede borrar el informe luego de 12 horas, debe
continuar patrullando.
90
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3.- La situación a informar debe ser hecha a discreción lo más rápido posible luego de
cualquier ataque exitoso en todas las unidades argentinas detectadas.
4.- Si son atacados en uso de defensa propia pueden tomar represalias tanto fuera como
dentro de la Zona de exclusión.
b) 1.- Para el tránsito de la Fuerza de Tareas para el área al norte del 35° Sur, tiene
el siguiente objetivo: evitar provocaciones pero responder a la agresión con
suficiente firmeza para asegurar el tránsito. Y las instrucciones dadas para este
caso fueron que, con el fin de lograr el transito podían atacar a cualquier barco
naval, aeronave de combate o submarino identificado positivamente como
argentino y que demostrara un intento hostil al acercarse dentro de 25 millas a
una unidad británica. Se debía usa mínima fuerza. Todas las unidades podían
asistir en la defensa de cualquier unidad que fuera atacada. Los buques
mercantes no podían ser atacados. El derecho internacional del mar no debía ser
violado excepto que fuera necesario para lograr el objetivo.
2.- Una vez que la fuerza de tarea haya pasado el 35° Sur el objetivo es: tomar acción
suficiente para asegurar el tránsito hacia la Zona de Exclusión Marítima británica
alrededor de las Islas Malvinas. Las instrucciones eran las mismas que las detalladas
arriba en el punto b) 1.c) Se autorizarían reglas de combate apropiadas para la Operación Paraquet.
Se esperaba que los primeros buques de superficie entraran a la Zona Marítima de
Exclusión el 29 de Abril, por lo que a partir de ese momento se podía establecer y hacer
cumplir una Zona Total de Exclusión. Los Secretarios del Gabinete de Guerra
sugirieron que para que se pudiera hacer cumplir adecuadamente la misma era necesario
autorizar reglas de combate apropiadas para el 26 de Abril, también se sugirió que se
debía hacer un anuncio público respecto de su implementación91. Ya en ese momento
los secretarios sostuvieron que para un efectivo bloqueo era necesario tomar medidas
para neutralizar el aeropuerto de Puerto Argentino y prevenir a cualquier aeronave o
buque proveer suministros a la guarnición argentina. Para lo cual propusieron que el
Gabinete de Guerra autorizara las siguientes reglas de combate para el cumplimiento de
la Zona Total de Exclusión: el objetivo era el de establecer un bloqueo que prevenga la
entrada o salida de todos los barcos de superficie argentinos (excepto aquellos que están
designados como hospitales), submarinos y aeronaves así como otros barcos mercantes
o aviones civiles que parecieran constituir una amenaza actuando en apoyo de las
fuerzas argentinas en las Islas Malvinas o demostrando intentos hostiles. El objetivo
incluía a todos los barcos navales, aeronaves militares y submarinos identificados como
argentinos, todo tipo de aviones (incluidos si fuera necesario aquellos que no fueran
argentinos) que fueran identificados como transportando suministros militares o
personal, toda aeronave en las Islas Malvinas, toda aeronave que no pueda ser
identificada en la noche o bajo condiciones de poca visibilidad. Las instalaciones del
aeropuerto de Puerto Argentino podrían ser atacadas. Se debía usar fuerza mínima. Para
el caso de los buques mercantes o de aeronaves comerciales que no transportaban
suministros militares o personal se establecía que previo a iniciar un ataque se los
advirtiera; podían ser atacados pero como último recurso. Por otro lado se estableció
91
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que las instrucciones vigentes para todas las unidades al Sur 35 ° Sur se aplicarán, con
una disposición adicional, que cualquier avión de combate argentino a 40 millas de una
unidad del Reino Unido se considerará que demuestra una intención hostil. Esto se
consideró necesario ya que la fuerza entra dentro del alcance de las aeronaves Super
Etendard que llevaban misiles Exocet. El ámbito geográfico de las reglas de combate
propuestas es más amplio que la Zona de Exclusión Total, a fin de permitir los ataques
contra objetivos dentro de la Zona pero que se lanzarán desde fuera de ella.
En la reunión 17° del Gabinete de Guerra92 llevada a cabo el 26 de Abril por la mañana
se aprobaron las Reglas de Combate propuestas por los Secretarios para la Zona Total
de Exclusión. El anuncio público de la Zona Total de Exclusión aprobado sostenía que:
“Zona de Exclusión Total se establecerá en torno a las Islas Malvinas. El límite exterior
de esta zona es el mismo que el de la zona de exclusión marítima establecida el lunes 12
abril 1982, es decir, un círculo de 200 millas náuticas de radio de la latitud 51 grados
40 minutos Sur y 59 grados 30 minutos Oeste. Desde el momento indicado, la zona de
exclusión se aplicará no sólo a los buques de guerra argentinos y las unidades navales
auxiliares argentinas, sino también a cualquier otro buque, siendo buque de la marina
o también mercante y, que esté operando en apoyo de la ocupación ilegal de las Islas
Malvinas por las fuerzas argentinas. La Zona de Exclusión Total también se aplicará a
cualquier aeronave, sean militares o civiles, y que esté operando en apoyo de la
ocupación ilegal. Por tanto, cualquier barco y cualquier aeronave sea militar o civil,
que se encuentre dentro de esta zona sin debida autorización del Ministerio de Defensa
en Londres serán considerados como hostiles y susceptibles de ser atacados por las
fuerzas británicas. También desde el tiempo indicado, el aeropuerto de Puerto
Argentino estará cerrado; y cualquier aeronave en tierra en las islas Malvinas será
considerada como presente en apoyo de la ocupación ilegal y en consecuencia es
sensible al ataque. Estas medidas son tomadas sin perjuicio del derecho del Reino
Unido a adoptar las medidas adicionales que puedan ser necesarias en el ejercicio de
su derecho de legítima defensa, en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones
Unidas.” En la 19° reunión del Gabinete de Guerra93 del 28 de Abril Thatcher dijo que
el anuncio sobre la creación de una Zona de Exclusión Total alrededor de las Islas
Malvinas se debía hacer al mediodía, hora de Londres ese día, en los términos
acordados por el Subcomité en su reunión del 26 de abril; Este anuncio debía dejar claro
que la Zona de Exclusión Total era establecida 48 horas más tarde, el 30 de abril.
También en esta reunión se autorizó la navegación del Grupo Anfibio desde la Isla de
Ascensión el 29 de abril.
El 29 de Abril Nott hizo circular al Gabinete de Guerra el memorándum OD (SA) (82)
32, sobre el cumplimiento de la Zona Total de Exclusión. Allí, Nott manifestaba que se
esperaba que los principales elementos de la fuerza de tareas estuvieran en posición para
hacer cumplir la Zona de Exclusión Total cuando la misma entrara en vigor al mediodía,
hora de verano británica del viernes 30 de Abril, pero daba cuenta al Gabinete de Guerra
que la Fuerza de Tareas se había retrasado por el mal tiempo y ahora se esperaba que
llegasen el domingo 02 de Mayo. Señalo que su objetivo será lograr el control aéreo y
92
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93
http://www.margaretthatcher.org/document/122322
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marítimo completo de la zona, aislando así a la guarnición argentina y la reducción de
su voluntad y capacidad para presentarse de nuevo a un asalto anfibio determinado. Con
esta acción se esperaba que la presión sobre la Junta fuera aumentando
progresivamente. Se entendía que la aplicación exitosa de la Zona de Exclusión en sí
misma podría tener un impacto significativo en el resultado de la crisis; en cualquier
caso, era un precursor necesario para otras opciones militares. En la 21° reunión del
gabinete de guerra del 30 de Abril se trató este tema. El Subcomité tuvo ante sí los
memorandos del Secretario de Defensa (OD (SA) (82) 32 sobre la aplicación de la Zona
de Exclusión Total y sobre operaciones de acción directa por las fuerzas especiales. La
Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que la Zona de Exclusión Total ahora debía
ser ejecutada en la forma propuesta. Esto implicaría el levantamiento de la restricción de
atacar el aeropuerto de Puerto Argentino y dando discreción al Comandante de la fuerza
de usar aviones Vulcan para tal fin, así como Harriers. Sostuvo que el Comandante de la
fuerza también debía tener discreción para montar operaciones de las fuerzas especiales
contra instalaciones militares en las Islas Malvinas; se aceptó que esta, al igual que otras
medidas autorizadas, podría involucrar bajas argentinas.
9. La decisión de que el 25 de Mayo podía ser hundido y la decisión del
hundimiento del General Belgrano.
El 30 de Abril el Ministerio de Defensa hizo circular una nota al Gabinete de Guerra en
la que se identificaban las amenazas militares que ofrecía el portaviones 25 de mayo
para las fuerzas británicas y formulaba opciones para eliminar dicha amenaza. La
opción más segura y económica desde el punto de vista militar según este informe era la
de hundir el portaviones lo antes posible, dondequiera que esté en alta mar. En la 22°
reunión del Gabinete de Guerra, Thatcher dijo que el Subcomité opinaba en
unanimidad que, sujetas a una limitación, las fuerzas británicas deberían ser autorizadas
a atacar el portaviones argentino lo antes posible siempre que estuviera en alta mar.
Sostuvo que ninguna otra advertencia tenía por qué darse. La limitación fue que no
debía ser atacada si estaba al norte de la latitud 35 ° sur y oeste de la longitud 48 oeste
(o sea al norte de un triángulo cercano a la costa uruguaya) o dentro de las 12 millas
náuticas de la costa argentina; en alta mar debía ser entendido en el sentido de fuera de
las aguas territoriales internacionalmente reconocidas de 12 millas náuticas de ancho.
Thatcher dijo que no debería haber ninguna dificultad en demostrar que un ataque
dentro de esta limitación era justificable en términos del artículo 51 de la Carta de las
Naciones Unidas, teniendo en cuenta la amenaza militar que el portaaviones
representaba para las fuerzas británicas en el Atlántico Sur.
En esta reunión de Gabinete se expresan claramente por un lado la posición del Foreign
Office, cuyo representante dijo que Gran Bretaña estaba legalmente autorizada a utilizar
la fuerza contra unidades navales argentinas que constituyan una amenaza real para las
fuerzas británicas o su territorio. El problema iba a ser demostrar la actualidad de la
amenaza. Si la realidad de la amenaza no podía demostrarse iba a ser difícil, según su
opinión, justificar el uso de la fuerza.
La otra postura, de los asesores militares, particularmente del jefe del Estado Mayor de
Defensa era que la advertencia transmitida al Gobierno Argentino a través de los suizos
el 23 de abril había dejado claro que cualquier acercamiento por parte del buque de
guerra argentino podría ascender a una amenaza para interferir con la misión de las
fuerzas británicas en el Atlántico sur y ser considerada como hostil y por tanto ser
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tratado en consecuencia. Se sostuvo que militarmente el portaaviones argentino podría
ascender a tal amenaza desde prácticamente cualquier posición en alta mar, para
sostener esto, se argumentó: que no siempre se sabría dónde estaba, era capaz de cubrir
500 millas en un día, y podía llevar a la aeronave con un radio de acción de otros 500
kilómetros y la línea de suministro de las fuerzas británicas se encadenan
vulnerablemente entre la isla de Ascensión y las Malvinas. Militarmente, por lo tanto, la
opción de hundir al Portaviones en cualquier lado de alta mar era preferible.
Se repite el patrón de toma de decisiones del conflicto: Thatcher se inclinaba a favor de
la opinión militar. También no era considerada una propuesta de Pym que le hiciera
llegar en una a Thatcher94 sobre el ataque al portaviones argentino decidido en la
reunión del Gabinete de Guerra el día anterior. Para Pym la posición británica se vería
fortalecida si se daba una advertencia al portaviones para permanecer dentro de un área
geográfica restringida o dentro de las aguas territoriales de argentina, y adjunto un
borrador en el que habia redactado la posible advertencia al gobierno argentino para ser
transmitida mediante el gobierno suizo.
El ataque el 25 de mayo no se pudo materializar ya que el mismo fue perdido de vista
pero el antecedente de la acción decidida sería usado inmediatamente.
La decisión de hundir el Belgrano fue tomada en Chequers el domingo 2 de Mayo. La
primer Ministro mantuvo una reunión ad hoc a las 12.45 con las siguiente personas:
William Whitelaw, Secretario de Asuntos Interiores; John Nott, Secretario de Defensa;
Terence Lewin, Almirante de la Flota y Jefe de Defensa; Michael Havers, Fiscal
General; Cecil Parkinson, Canciller del Ducado de Lancaster y Tesorero General;
Anthony Acland, en representación de la Foreing Office, (Pym se encontraba en
Washington) y John Fieldhouse, Comandante en Jefe de la Flota.
En la reunión 23° del Gabinete de Guerra llevada a cabo el Domingo 2 de mayo a las
2.30 pm en Chequers, la Primer Ministro al resumir la discusión de las cuestiones
militares informo de la decisión que había sido tomada anteriormente por la reunión ad
hoc, de lo cual el Gabinete tomo nota y acordó un avance más: se facultaba al Secretario
de Defensa a que decidiera a su discreción la posibilidad de que los auxiliares
Argentinos pudieran ser atacados bajo las mismas bases que podían serlo los buques
navales. La cuestión política que se trató en esa reunión fue los procedimientos y
consecuencias de una posible declaración de guerra por parte de Argentina. Y se invitó
al Secretario de Asuntos Exteriores a que considere cómo se iba a disponer de los
futuros prisioneros argentinos.
Nuevamente Thatcher hace prevalecer el consejo militar sobre los esfuerzos
diplomáticos que estaba llevando a cabo Pym en Washington. El Belgrano fue
bombardeado para las ocho de la noche de Londres de ese mismo día.
Fue la decisión más polémica que tomó el War Cabinet durante toda la Guerra.
Margaret Thatcher siempre defendió su decisión basándola en razones estrictamente
militares y no políticas.
94
http://www.margaretthatcher.org/document/124147
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Comparto la opinión de Rattenbach95, quien entiende que Gran Bretaña en realidad no
habría aceptado la propuesta peruana, ya que le habría introducido modificaciones que
alteraban su espíritu original y hundió el Belgrano en circunstancias en que no puede
descartarse que dicha actitud guardase relación con la propuesta peruana. y termino
apoyándose en la mencionada propuesta cuando mediación del Secretario General de las
Naciones Unidas se mostraba como una alternativa muy probable. Para la actitud
tomada por Argentina, señala Rattenbach que no se le otorgo la importancia que tenía a
la propuesta peruana, su rechazo si bien no fue categórico estuvo influido por el impacto
que probó el hundimiento del General Belgrano, por lo que la decisión estuvo basada en
factores emocionales.
La decisión de hundir el Belgrano fue tomada excluyendo a actores que probablemente
hubieran objetado la misma, ya que terminó con todas las posibilidades reales de llegar
a un acuerdo negociado. Otra vez Pym no estaba presente para la toma de decisión, se
encontraba en Washington realizando esfuerzos diplomáticos y jamás fue consultado
previo a la toma de la decisión. Ante la comisión que investigó estos eventos para el
informe Franks, Pym declaró que el War Cabinet tomó la decisión en su ausencia y se la
comunicó cuando ya la había tomado. También se encontraba ausente el “Mandarins
Committee”. El comité de investigación de asuntos exteriores, informó: “La reunión
decisiva que cambió las reglas de combate para poder hundir al Belgrano, no fue una
reunión formal del War Cabinet, sino que fue un encuentro informal antes del almuerzo
de aquellos que habían sido convocados para la reunión dl War Cabinet del día… Los
consejos del Mandarins Committee usados en cada reunión donde se cambiaron las
reglas de combate no fueron considerados.”
En mi opinión la motivación de esta manera en tomar la decisión se debió a que se
necesitaba rapidez en ejecutar el hundimiento y Thatcher solo compartió con algunos
ministros la información de inteligencia que tenía.
Respecto del conocimiento por parte de Thatcher y los ministros que tomaron la
decisión de la iniciativa peruana, es poco probable que no hayan tenido la información
de que Haig estaba promoviendo esta iniciativa y manteniendo conversaciones con
Pym. Henderson envió el 2 de mayo dos telegramas que llegaron a Londres sobre el
tema. La decisiones de cambiar las reglas de combate para atacar al ARA 25 de Mayo y
su extensión al General Belgrano, en el contexto en que se tomaron estas decisiones, son
la más importante de las evidencias de la inclinación de Thatcher de resolver el
conflicto por la vía militar por sobre la diplomática. Una conducta que adopto desde el
inicio de la crisis.
Cuando el Gabinete de Guerra y en pleno termina aceptando las propuestas hechas por
Haig con algunas modificaciones, la disconformidad de Thatcher se evidencia en su
primera carta a Reagan, la que finalmente no fue enviada.
10. La mediación ante las Naciones Unidas y la Operación Sutton.
Desde que Gran Bretaña acepto, por presión internacional, someterse a la mediación de
Pérez de Cuellar, se estableció claramente que la misma no podía durar más de una
95
Informe rattenbach, Parte I, pagina 117/118
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semana, o sea estaba al servicio del calendario que marcaban las operaciones militares.
Se ideo un dispositivo por el cual el representante británico ante las Naciones Unidas
dilataba el avance de las negociaciones y cuando se necesitó ponerles un final la
solución que se encontró fue preparar un documento con la posición final de Gran
Bretaña redactado de tal manera que se garantizaba el rechazo de la Argentina con
condiciones que ya de antemano se sabía que no iban a ser aceptadas, pero al mismo
tiempo se cuidó la imagen pública de Gran Bretaña, la que no debía bajo ningún punto
de vista aparecer responsable por la ruptura de las negociaciones. Hubo en esta etapa del
conflicto una doble política muy marcada, la política privada británica bajo el liderazgo
de su Primer Ministro se habia decidido por la opción militar y se elaboró la política
pública para servir y ser funcional a esta objetivo. De esta manera la imagen de Gran
Bretaña para la comunidad internacional, para su opinión publica doméstica, para
quienes apoyaban el Gobierno de Thatcher y también para el Parlamento fue mostrar
una apariencia de que se habia buscado y explorado hasta la última posibilidad una
solución pacífica y razonable al conflicto.
Luego de establecer el 7 de mayo una nueva Zona de Exclusión, el Gabinete de Guerra
en su 29° reunión llevada a cabo el 9 de Mayo trato por primera vez las negociaciones
ante las Naciones Unidas que se estaban iniciando. Thatcher manifestó al Gabinete de
Guerra que era importante adoptar una postura positiva hacia las negociaciones en curso
en las Naciones Unidas, las que tendrían que llegar a una conclusión dentro de
aproximadamente una semana. Pero sostuvo que habia algunos puntos en los cuales no
se podrían hacer concesiones y sería necesario examinar más a fondo, tal vez el 11 de
mayo, cuáles eran los requisitos mínimos de Gran Bretaña en cualquier arreglo
provisional bajo auspicios de las Naciones Unidas. Esta primera vez ya dejaba bien
establecida la línea que se iba a adoptar. En la reunión 31° del Gabinete de Guerra
llevada a cabo el 11 de Mayo. Thatcher manifestó que las operaciones militares y las
decisiones no pueden ser detenidas mientras que las negociaciones de las Naciones
Unidas continuasen. Lo que quería Thatcher era que Parsons pusiera sus esfuerzos en
garantizar que cualquier falla en las negociaciones se vea claramente como culpa de
Argentina. Y esto fue lo aprobado por el Gabinete de Guerra. En la reunión 34° del
Gabinete de Guerra llevada a cabo el viernes 14 de mayo por la mañana La Primer
Ministro, resumiendo el debate, dijo que el debate del día anterior en el Parlamento
había dejado en claro que las concesiones en Georgia del Sur o la administración
provisional no serían aceptables para los partidarios del Gobierno. Dijo que el final del
camino, por lo tanto parecía haber sido alcanzado en las negociaciones en New York.
Thatcher manifestó que ahora quedaba el objetivo importante de garantizar que cuando
se rompieran las negociaciones Argentina debería ser vista como la culpable. Por tanto,
ordeno que un posible proyecto debía ser preparado para la reunión del Subcomité el 16
de mayo, a la que, se debía invitar tanto Sir Antony Parsons y al Embajador británico en
Washington, Sir Nicholas Henderson a asistir. Adelanto que si un documento británico
se decidía a presentarse en esta reunión, probablemente tenga que ser presentado al
Consejo de Ministros para su aprobación, tal vez en el 18 de mayo. Siguiendo las
instrucciones y postura de Thatcher, el Gabinete de Guerra acordó reunirse en Chequers
el 16 de mayo para elaborar el documento que representara la propuesta final de Gran
Bretaña en las negociaciones de New York., a la que tenían que asistir Sir Antony
Parsons y Sir Nicholas Henderson. También se le solicito a Pym que preparara para esa
reunión un proyecto de documento que establezca la posición de negociación final de
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Gran Bretaña, para su posible presentación en Nueva York y la publicación
subsecuente.
Pym elaboro un proyecto de documento, tal como se lo rodeno el Gabinete de Guerra,
que contuviera la posición final y máxima de Gran Bretaña en las negociaciones de New
York. Fue elaborado con el propósito deliberado y calculado de que la Argentina lo
rechace. Y como desde un principio se pensó en su publicación apenas las
negociaciones se rompieran, Pym puso atención y cuidado en demostrar: “a) a la
opinión pública y parlamentaria británica que la posición del Gobierno ha
salvaguardado debidamente los intereses británicos; y b) a nuestros socios
estadounidenses y europeos, a la Comunidad y para la comunidad internacional en
general que habíamos negociado razonable y de buena fe.”96
En la reunión del Gabinete de Guerra del Domingo 16 de Mayo en Chequers,
finalmente se aprobó el documento que habia preparado Pym aunque revisado y
modificado, conteniendo la posición final de Gran Bretaña. Durante esa reunión
Thatcher se enfrentó constantemente con los participantes de la Foreign Office.
Henderson dijo: “el problema era, por supuesto, que la Primer Ministro se desvió todo
el tiempo hacia ser inflexible, por lo que el resto de nosotros, y en particular, los
participantes FCO, se encontraban constantemente bajo el ataque de ella por ser tibios,
listo para vender, poco solidarios a los intereses británicos, etc.”97
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el Subcomité había acordado una
versión revisada del proyecto de acuerdo, que es defendible, tanto en el Parlamento y
vis-a-vis en la opinión internacional. Y sostuvo que debía mostrarse al Consejo de
Ministros en su reunión del 18 de mayo. Mientras tanto, debía ser entregado al
Secretario General de las Naciones Unidas el 17 de mayo, para la transmisión formal al
Gobierno de la Argentina en virtud de un plazo hora 48 horas.
El 18 de Mayo en la 37° reunión del Gabinete de Guerra se tomó la decisión de
desembarcar las tropas en San Carlos y ejecutar la operación Sutton de reposesión de las
Islas Malvinas.
La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que el Subcomité fue unánime en la
autorización de las operaciones de desembarco y reposesión previstas en el plan
presentado por el Comandante la Fuerza y de la aprobación de los Jefes de Estado
Mayor. Por tanto, las operaciones deben continuar, a menos que el Subcomité tome una
decisión específica en contrario, a más tardar en la tarde del 20 de mayo. Dijo que
quedaría en manos del Comandante de la Fuerza el decidir a la luz de las
consideraciones locales, si el desembarco se debía hacer en la noche del 20/21 de mayo
o más tarde. Se aprobó la propuesta de una amplia radiofusión para la guarnición
argentina. Resueltas las cuestiones militares se pasó a tratar las cuestiones diplomáticas.
96
http://www.margaretthatcher.org/document/122414
97
Henderson, Nicholas, Mandarin, The Diaries of an ambassador, Primera Edición, Londres, Inglaterra,
Weindenfel and Nicolson, 1994.
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La Primer Ministro, resumiendo el debate, dijo que en su reunión de ese día al Consejo
de Ministros se le mostraría el texto del proyecto de acuerdo británico; se les diría que el
señor Pérez de Cuellar espera respuesta de la Argentina a más tardar el 19 de mayo. En
respuesta a un enfoque del líder de la oposición, ella podría sugerir un debate
parlamentario sobre la crisis el 20 de mayo; este se centraría en el proyecto de acuerdo
británico, que debe ser presentado en el Parlamento ese mismo día. Ella y el Secretario
de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad serían los oradores principales, y no se
daría ninguna respuesta a las preguntas sobre las operaciones militares. Si los argentinos
no habían aceptado el documento británico iba a dejar en claro ante el Parlamento que la
oferta contenida había caducado. De lo cual el Subcomité tomó nota. En la reunión 38°
del Gabinete de Guerra llevada a cabo el 19 de Mayo la Primer Ministro, resumiendo el
debate, dijo que se había confirmado que el Secretario General había transmitido
debidamente a los argentinos el 17 de Mayo el proyecto de acuerdo interino que
incorpora la oferta final de Gran Bretaña. Dijo que en respuesta ahora los argentinos
habían dado al Secretario General un documento que contiene observaciones y
propuestas que eran claramente inaceptables y por tanto ascendían según ella a un
rechazo del proyecto británico. Dijo que se ser posible, se harían arreglos para que la
noticia de la ruptura definitiva sea lanzada en Nueva York a las 11 pm, hora de Londres
esa noche. El proyecto británico podría entonces ser presentado en el Parlamento en el
mediodía del 20 de mayo. Thatcher dijo que debía ir acompañado de un comentario
dejando en claro que la oferta británica había sido un intento sincero de llegar a un
acuerdo que evitaría más derramamiento de sangre.
En la siguiente reunión del Gabinete de Guerra, llevada a cabo el 20 de mayo el
Secretario de Asuntos Exteriores dijo que había similitudes considerables entre la
propuesta final de Gran Bretaña y de la que ahora fue presentada por el Secretario
General. Pym dijo que la opinión mundial, así como algunos sectores de la opinión
nacional no entenderían si Gran Bretaña basa su caso de nuevas medidas militares en las
diferencias entre las dos propuestas. Por lo tanto, es un importante interés británico no
aparecer rechazando las propuestas del Secretario General. La Primer Ministro,
resumiendo el debate, dijo que no podía haber ningún cuestionamiento para detener el
calendario de operaciones militares. Las propuestas del Secretario General son
incompletas y oscuras en varios aspectos, que cualquier supuesta disposición a
considerarlas, por tanto, seguramente dirigida sólo a la dilación; que la exploración de
las propuestas iba a tomar un tiempo considerable; que Gran Bretaña había hecho
propuestas claras con un plazo claro; y que los planes militares británicos no podían
ahora ser afectados. Por lo que el Subcomité, liderado por Thatcher rechazo la opinión
de Pym y lo invito a que se guie por el resumen de la Primer Ministro en la presentación
de su ponencia en el Parlamento y se envió instrucciones a Sir Antony Parsons en el
mismo sentido.
El antagonismo constante entre Pym y Thatcher fue un denominador común dentro del
cuerpo de toma de decisiones de la crisis. La postura dura e inflexible de Thatcher
inclinada por resolver el conflicto por el factor militar desde el principio de la crisis
chocaba con la posición más moderada de Pym. En esta reunión se ve claramente este
antagonismo y las diferentes posturas. También se ve como prevalece el liderazgo
político de Thatcher.
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B. Influencia del liderazgo político de Margaret Thatcher en la toma de decisiones
del Gabinete de Guerra.
Thatcher hizo prevalecer su liderazgo político durante toda la crisis del conflicto armado
por la soberanía de las Islas Malvinas.
Las principales características de la toma de decisiones de la crisis son:
Toma de las decisiones más importantes en reuniones ad hoc de Thatcher con diversos
miembros del Gabinete de Guerra para luego buscar la aprobación del Gabinete
completo. Evidencia de esto podemos encontrar en las decisiones de primero armar una
fuerza de tareas y luego ponerla en estado de alerta en el 31 de marzo y 2 de abril
respectivamente. Con Pym y Haig, en Washington, el Gabinete completo se informó el
22 de abril de que las operaciones para recuperar las Georgias del Sur habían
comenzado. Nott recuerda que esto fue como un "shock" al pleno del gabinete, que no
había sido consultado con antelación. Dos miembros del Gabinete, Jim Prior y Peter
Walker, expresaron su preocupación de que el Reino Unido estuviera tomando acciones
militares mientras se realizaban las negociaciones. Sin embargo, como había sido el
caso con la decisión de enviar la fuerza de tareas, el pleno del gabinete fue informado
del asunto cuando era un hecho consumado. La decisión de hundir el General Belgrano
siguió el mismo patrón.
Inclinación de Thatcher por el factor militar: la determinación de las zonas de exclusión,
la rápida operación Paraquet, las decisiones de eliminar al ARA 25 de mayo y el
hundimiento del Belgrano son claros ejemplos de que Thatcher se inclinaba fuertemente
por las recomendaciones del factor militar y tenía, tal como ella lo reconoce, la certeza
de que el conflicto se iba a resolver por el uso de este factor.
La diplomacia era funcional al calendario de operaciones militares: la mediación de
Haig fue utilizada por Thatcher para ganar tiempo para la fuerza de tareas, también fue
utilizada para la imagen pública de Gran Bretaña para la comunidad internacional y para
sus aliados, su objetivo consistió siempre en querer mostrar como inflexible a la
Argentina. El ejemplo más claro de la funcionalidad de la diplomacia para con el
calendario militar lo fue la parodia de mediación ante las Naciones Unidas. Thatcher
estableció que esta etapa de negociación no podía durar más de una semana, que se
debía elaborar un documento con la posición final de Gran Bretaña redactado de tal
manera que se garantizara el rechazo de Argentina. Y por sobre todas las cosas cuando
se decidiera romper con estas negociaciones se tenía que poner la culpa de ello en
Argentina sin que quedara lugar a dudas. Mientras se decidía recuperar militarmente las
Islas Malvinas.
Neutralizó a Pym, ya que era su adversario en relación a que prevalezca el factor
militar. Una manera de neutralizar a Pym era tomar decisiones de ampliación de reglas
de combate cuando él estaba ausente y la otra fue imponiendo su liderazgo político para
descartar sus propuestas y opiniones. El jueves 22 de Abril Pym se encontraba en
Washington discutiendo las propuestas británicas con Haig. Ese mismo día las fuerzas
británicas habían desembarcado en las Georgias del Sur. El Sábado 24 de Abril fue un
día crucial tanto para ella como para la historia y desarrollo del conflicto. Mantuvo por
la mañana una reunión ad hoc con Pym, quien le conto los resultados de sus esfuerzos
diplomáticos en Washington. En los términos de Thatcher el documento que trajo Pym
de Washington era lo mismo que rendirse. Tuvo una fuerte discusión con Pym, ya que
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para Thatcher era inaceptable esa propuesta y Pym sostenía lo contrario. A pesar de la
fuerte oposición de Thatcher a las propuestas traídas por Pym de Washington, este las
sometió a consideración del Gabinete de Guerra sugiriendo su aceptación. Thatcher hizo
un trabajo de comparación de todas las propuestas para repasar clausula por clausula
con el fin de convencer al resto del Gabinete de Guerra que no podían aceptar estas
propuestas. La reunión del Gabinete de Guerra estaba programada para las 6.00 pm del
24 de Abril. Thatcher encontró a Pym un poco antes de las 6.00 haciendo lobby a su
favor fuera del Cabinet Room. Thatcher tuvo una reunión bilateral con Whitelaw a fin
de que apoyara su postura en contra de las propuestas, lo que logro. La reunión
comenzó con Pym recomendando aceptar las propuestas que habia traído de
Washington. Thatcher ataco clausula por clausula, inquiriendo a Pym sobre cuál era el
real significado de cada uno de los temas acordados, cómo podrían aceptar ahora algo
que ya habían rechazado anteriormente, o porque no había insistido en un mínimo de
auto determinación para los isleños. Thatcher logro que el resto del Gabinete de Guerra
la apoyara. Pero ahora debían resolver como le contestaban a Haig luego de la
intervención de Pym. Y esto lo soluciono John Nott, quien propuso que no debían hacer
ningún comentario sobre el borrador en su lugar debían solicitar a Haig que lo pusiera a
consideración de los Argentinos primero. Si los argentinos lo aceptaban el Gabinete de
Guerra iba a estar en problemas, podrían resolverlo poniendo el tema a consideración
del Parlamento. Pero si los argentinos lo rechazaban (y se inclinaban a que iba a pasar
esto) podían pedirle a los americanos que apoyaran firmemente a Gran Bretaña debido a
la intransigencia argentina, de este modo en apariencia no quebraban las negociaciones,
la culpa la asumiría la Argentina.
Flexibilización de las reglas de combate cuando Pym estaba ausente: Antes de que la
operación Paraquet estuviera terminada el Gabinete de Guerra el 23 de abril consideró
las reglas bajo las cuales la fuerza de tareas podría involucrar a las unidades argentinas.
Las normas restrictivas de combate que se habían acordado el 16 de abril, fueron
ampliadas y se realizó una advertencia al Gobierno Argentino mediante el Gobierno
Suizo, de que las fuerzas argentinas podían ser atacadas si interferían con la fuerzas de
tareas británicas. Pym se encontraba en Washington. La modificación de las reglas de
combate que permitió el hundimiento del General Belgrano se decidió con ausencia de
Pym, quien se encontraba en Washington realizando esfuerzos diplomáticos y jamás fue
consultado previo a la toma de la decisión.
Razones políticas de Thatcher para recuperar las Islas mediante el factor militar:
La supervivencia de su gobierno y de su carrera política: La preocupación más
apremiante de la conducción política del gobierno para empezar era su propia
supervivencia. El público en general, la oposición política e incluso los propios
seguidores de Thatcher estaban horrorizados ante lo que entendían que eran las
circunstancias de la pérdida de las Islas Malvinas, y la opinión informada estaba
dividida sólo sobre si el gobierno debería dimitir inmediatamente o sólo si no
recuperaba las Islas. Como Enoch Powell dijo a la Cámara de los Comunes el día
después de la invasión, que mientras Thatcher disfrutó de ser conocida como la dama de
hierro, ella aprendería en las próximas semanas de que metal estaba efectivamente
Página 128 de 178
hecha. Más que la pérdida de las islas, o incluso de la humillación nacional que
representó en un momento de fracaso general, alimentado los ataques. La personalidad
de Thatcher le había garantizado muchos enemigos en su propio partido y había añadido
mucho rechazo en los ataques de la oposición por sus políticas internas. Por una
variedad de motivos, por lo tanto, personal, político y patriótico, muchas personas
vieron a la pérdida de las islas como una oportunidad para deshacerse de Thatcher, y
ella, siendo quien era respondió en especie a esta amenaza a su vida política. Thatcher
recuperaría las islas, estaba preparada para librar una guerra. Ella fue interpelada, no
sólo por Buenos Aires, sino también en Londres, y ella respondió de una manera que
confirmó la imagen que los opositores tenían de ella, lanzando una guerra para asegurar
la supervivencia. La verdadera crisis se mantuvo también a nivel internacional, y en
relación con esto, cabe señalar que Thatcher también estuvo de acuerdo con sus
opositores en el sentido de que o recuperaba las islas o estaba de salida. Incluso ella
pensaba que si no podía recuperarlas no solo tenía que irse sino que debía hacerlo. En
sus memorias, ella dice que habría renunciado si hubiera sido presionada de manera que
debiera aceptar un acuerdo que hubiera impedido a Gran Bretaña restablecer el estatus
quo ante bellum, lo que para ella era visto como una rendición condicional y resultaba
totalmente inaceptable. Y esta esta postura la que desde el inicio de la crisis mantendrá
Thatcher, lo hará de manera inflexible y sabiendo que el factor militar se lo garantizaba.
La reputación y posición internacional de Gran Bretaña estaba en juego: Cuando
Thatcher anunció en el Parlamento que iba a enviar una fuerza de tareas, tuvo una fuerte
adhesión. Una semana después de que el grupo de tareas había navegado, la magnitud
del desafío militar comenzó a quedar claro y las primeras dudas se expresaron, incluso
entre los que habían apoyado el envío de la flota. Thatcher, sin embargo, no se inmutó.
La operación tenía que seguir adelante, dijo, "porque la reputación de Gran Bretaña
está en juego" y por lo tanto, añadió en términos de anti thatcherismo: "no podemos
mirarlo sobre la base de, precisamente, cuánto va a costar". Otros partidarios del
gobierno se situaban en un panorama más amplio de Gran Bretaña y sus compromisos
internacionales. Desde este punto de vista se entendía que si Gran Bretaña seguía siendo
una gran potencia, si quería mantener algún tipo de acción independiente y tener peso
en cuestiones importantes así como resguardar su credibilidad como un aliado, entonces
la actitud de Argentina tenía que encontrar una respuesta adecuada. Sin lugar a dudas
Thatcher pensaba que Gran Bretaña debía mantener su status internacional el cual era
parte de su identidad como nación. Y para Thatcher ser un gran poder implicaba
también compartir responsabilidades internacionales en mantener determinadas reglas e
instituciones del orden internacional que debían imponer. Y por eso para ella también
era importante que la actitud de Argentina fuera castigada.
Vencer a su adversario interno y consolidación de su liderazgo: Pero para poder
cumplir su intención de utilizar la fuerza de tareas para recuperar las Islas Thatcher tuvo
que lidiar con Pym dentro de su Gabinete de Guerra. Este fue su mayor problema.
Durante la crisis Thatcher logro mantener el apoyo del Parlamento y de la opinión
pública, manejo con habilidad la presión de la comunidad internacional y la relación con
Estados Unidos, pero lo que realmente le daba problemas era Pym. Las diferencias entre
ambos fueron muy importantes. La determinante vez fue el lugar que ocupaba el factor
militar en la política británica durante la crisis. A lo largo de la crisis, Thatcher se
mostró escéptica sobre la capacidad de las medidas económicas o de una solución
Página 129 de 178
diplomática para resolver el problema. Desde el inicio de la crisis ella estaba convencida
de que la solución tenía que ser resuelta por el factor militar. Como lo demuestran las
decisiones tomadas por el Gabinete de Guerra la diplomacia para Thatcher era funcional
al calendario que tenían las operaciones militares. Y esta postura de Thatcher se ve aún
con más claridad cuando las operaciones militares estaban en curso. En esos momentos
Thatcher intensificaba su ataque a las propuestas diplomáticas que se estaban trabajando
o como en el caso de la operación Sutton directamente el uso de la diplomacia era un
elemento calculadamente puesto al servicio de las operaciones militares en curso. Por lo
tanto el conflicto se resolvió por el uso de la fuerza. Por el contrario Pym entendía el
uso de la fuerza como un instrumento de la diplomacia. Nunca dejo de reiterar su
preferencia por un acuerdo negociado y trabajo mucho en ese sentido, lo que lo hizo
confrontar constantemente con Thatcher. El 21 de Abril, antes de hacer su primer visita
a los Estados Unidos, a Pym dijo en el Parlamento: “Estoy haciendo todo lo que
humanamente se puede para tratar de lograr una solución pacífica, pero tenemos que
ser realistas ya que en un esfuerzo por apoyar la libertad de los pueblos, de defender la
libertad de los pueblos, a veces, por desgracia, en la historia del estado fue necesario
recurrir a medios militares. Nadie quiere que eso suceda, pero no podemos excluir esa
posibilidad. Pero voy a excluirlo, siempre y cuando las negociaciones están en juego.
Queremos hacer todo lo posible para lograr un resultado pacífico. Eso es por lo que yo
puedo ir.” Sin embargo las operaciones militares ya estaban autorizadas para la
reposición de las Georgias del Sur y Thatcher obligo a Pym a volver al Parlamento para
aclarar que el uso de la fuerza no podía ser excluido. Esta característica también de
Pym de reiterar incluso en exceso el supuesto compromiso de Gran Bretaña hacia las
negociaciones irritaba a Thatcher. El punto máximo de enfrentamiento entre Pym y
Thatcher se produjo el 24 de Abril. Pym y Thatcher se habían reunido para analizar los
resultados del viaje a Washington de Pym. Para Thatcher el documento que trajo Pym
de Washington era lo mismo que rendirse. Tuvo una fuerte discusión con Pym, quien en
contra de las ordenes de Thatcher, presento su documento por ante el gabinete y trato de
hacer lobby en su contra. Thatcher gano la pulseada. También Thatcher gano la
pulseada para lograr poner a Estados Unidos de su lado desde el comienzo de la crisis.
La mediación de Haig le fue muy funcional a sus objetivos consiguiendo el tiempo
necesario para que las operaciones militares se pudieran ejecutar mientras se controlaba
la presión internacional respecto de una posible negociación. Toda vez que la ayuda
militar de Estados Unidos comenzó los primeros días de Abril la actuación de este actor
fue la de un aliado al servicio de los intereses británicos. Los resultados de las encuestas
dan cuenta de un cambio importante. Era de esperar, y así lo hizo el Gabinete de Guerra,
que al principio de la crisis la opinión pública apoyaría la decisión del gobierno de
enviar la fuerza de tareas pero luego y fundamentalmente cuando las pérdidas de vida
humana se concretaran este apoyo bajaría considerablemente. Pero esto no resulto así.
El apoyo a los conservadores en la primer semana del conflicto fue de hasta 32 a 34,
después, a 31,5 de nuevo. Esta tendencia se mantuvo durante las negociaciones de Haig.
Todo cambió cuando comenzaron los enfrentamientos. Hay un desplazamiento mayor
en apoyo de los conservadores: 31,5-37 (del 26 de abril al 03 de mayo, la semana que
abarca de la reposición de las Islas Georgias del Sur y el hundimiento del General
Belgrano. Tampoco esta tendencia se invirtió cuando comenzaron las pérdidas
británicas: hubo una gran subida aún más la semana siguiente, cuando el HMS Sheffield
fue golpeado (37 hasta 41,5). En el momento del desembarco, el 21 de mayo, los
conservadores habían llegado a 45% del apoyo y alcanzo su punto máximo histórico,
Página 130 de 178
en el momento de la victoria, con el 49%. La posición personal de Thatcher vario de
manera similar, cuando comenzó el uso de las fuerzas armadas alcanzó un máximo de
55% de aprobación (16/21 de junio). Las encuestas revelaron que habia un fuerte apoyo
para el uso de la fuerza, aunque con algunas reservas - esencialmente la fuerza utilizada
como una necesidad.
Por lo expuesto queda corroborada la hipótesis planteada de que Margaret Thatcher
estaba determinada desde el inicio de la crisis de soberanía de las Islas Malvinas y
Georgias del Sur de 1982 a resolverla por el uso del factor militar para cuyo fin utilizo
su liderazgo político sobre el Gabinete de Guerra.
Evidencia:
Las conclusiones que corroboran la hipótesis planteada se apoyan en la evidencia que
aportan las minutas de las reuniones del Gabinete de Guerra que han sido
desclasificados y que se han resumido en el Anexo B.
Página 131 de 178
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Página 134 de 178
ANEXO A - Cronología De Eventos
Página 135 de 178
CRONOLOGIA DE EVENTOS DE LA CRISIS EN LAS MALVINAS
#
Fe cha
Eventos principale s
Interacción de l nucleo eje cutivo de
Gobierno
De cisión Política
1
31-mar
Reunión Ad Hoc: Thatcher, Nott, Richard
Luce, Humphrey Atkins y Henry Leach
Instrucción a Henry Leach de armar la fuerza de
tareas.
2
01-abr
1/4: Reunión de Gabinete. 1/4: Reunión del
Comité de Defensa del Extranjero. 4/1:
Decisión preliminar de enviar la fuerza de tareas.
reunión ad hoc de un grupo de ministros.
3
2/04-6/04
2/4 Recuperación Argentina de las
4/2: Dos reuniones del Gabinete.
Islas Malvinas. 3/4 Las Naciones
4/4: Reunión Bilateral entre Thatcher y
Unidas adopta la resolución 502
Carrington.
solicitabdo a la Argentina que se retire
4/4: Reunión Bilateral entre Thatcher y Nott.
de las Islas.
4
6/04 - 8/04
5/04: La fuerza de tareas zarpa de
Portsmouth a las Malvinas.
6/04: Reunión del Gabinete. 7/04: Dos
reuniones del Gabinete de Guerra.
5
8/04 - 10/04
8/04 Haig llega a Londres. 10/04
Haig va a Buenos Aires.
8/04 Reunión del Gabinete de Guerra +
Thatcher le recalco a Haig la determinación Britanica
Haig. 9/04 Reunión Ad Hoc. 10/04 Reunión de recuperar las Islas y ofrecio poco espacio para
Ad Hoc.
negociar.
6
12/04 - 13/04
12/04: La Zona Maritima de
Exclusión de 200 millas entra en
vigencia. 12/04: Haig esta de vuelta
en Londres.
12/04: Reunión del Gabinete de Guerra +
Haig.
El Gabinete de Guerra considera la propuesta
Argentina que es transmitida por Haig. La
encuentran no satisfactoria.
7
14-abr
14/04: Haig en Washington.
14/04: reunión bilateral entre Thatcher y
Pym
Se considera la declaración de Haig sobre la
situación.
8
15-abr
15/04: Haig vuelve a Buenos Aires
15/04: Reunión del Gabinete de Guerra
El Gabinete de Guerra recibe por primera vez una
evaluación detallada de los riesgos militares que
implica la operación naval.
9
17-04: Se le presenta a la Junta
16/04 - 18/04 Argentina un plan de negociación de
Haig de 5 puntos.
10
19/04: La propuesta de Haig
modificada por la Junta Argentina es
19/04 - 21/04 entregada al Gobierno Britanico.
19/04: Reunión del Gabinete de Guerra.
21/04: operación para recuperar las
Georgias del Sur.
11
22-abr
22/04: Reunión Ad Hoc Thatcher-Pym.
22/04: Reunión del Gabinete.
Pym viaja a Washington para negociar con haig
nuevas propuestas.
12
23-abr
23/04: Reunión del Gabinete de Guerra.
Cambio de las reglas de combate.
13
24/04 - 25/04
Decisión final de enviar la fuerza tareas. Carrington
renuncia, Nott intenta renunciar pero Thatcher se
niega. Se establece el ODSA "War Cabinet",
(Gabinete de Guerra)
Decisión de establecer la Zona Maritima de
Exclusión (200 millas).
16/04: Reunión del Gabinete de Guerra.
Se establecen las reglas de combate de la fuerza de
18/04: Reuniones bilaterales: Thatcher-Nott,
tareas.
Thatcher -Parsons.
25/04: Recuperación de las Georgias 24/04: Reunión bilateral Thatcher-Pym.
del Sur por Gran Bretaña.
24/04: Reunión del Gabinete de Guerra.
Página 136 de 178
Decisión para autorizar el desembarco para la
recuperación de las Georgias del Sur.
Rechazo de las propuestas traidas por Pym
CRONOLOGIA DE EVENTOS DE LA CRISIS EN LAS MALVINAS
26/04: Reunión del Gabinete de Guerra.
Se acuerda la Zona Total de Exclusión de 200
millas.
27/04: Nuevas propuestas de Haig
presentadas al Gobierno Britanico.
29/04: Reunión del gabinete
Mensaje enviado a Regan manifestando que en la
opinión del Gobierno Britanico, la Argentina habia
rechazado la propuesta de paz de Haig.
30-abr
30/04: La fuerza de tareas esta en
posición, la Zona Total de Exclusión
entra en vigencia, USA se inclina
públicamente a favor de Gran
Bretaña.
30/04: Reunión del gabinete de Guerra.
Decisión de hundir al 25 de Mayo si es visto.
17
1/05 - 2/05
1/05: se inicia una nueva iniciativa de
paz por el Presidente de Perú. 2/05:
2/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
Hundimiento del crucero ARA
General Belgrano.
Se cambian las reglas de combate para permitir el
hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
18
3/05 - 4/05
3/05: Galtieri rechaza la propuesta de
4/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
paz del Presidente Peruano.
Se consideran las acciones diplomaticas a tomar a la
luz del hundimiento del Belgrano y del ataque al
Sheffield.
19
05-may
Pym presenta nuevas propuestas de negociación, las
5/05: Reunión del Gabinete de Guerra. 5/05:
que son rechazadas por el Gabinete de Guerra, que
Reunión del Gabinete completo.
sigue el liderazgo de Thatcher.
20
6/05 - 8/05
8/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
Decisión de enviar la fuerza de desembarco al sur de
la Isla Ascensión.
21
14-may
14/05: 2 Reuniónes del Gabinete de Guerra.
Se acuerda poner un últimatum al gobierno
Argentino.
22
16-may
16/05: Ultimatum britanico para el
Gobierno de Argentina.
16/05: Reunión Gabinete de Guerra +
reunión en Chequers.
Thatcher tiene un enfrentamiento con funcionarios
del Foreign Office por las negociaciones.
23
18/05 - 19/05
18/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
18/05: La Junta rechaza el últimatum
18/05: Reunión del Gabinete completo.
britanico.
19/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
Se acuerda el plan para desembarcar en las Islas
Malvinas.
Pym solicita que se acepte la nueva propuesta de
negociación del Secretario General de Naciones
Unidas. Thatcher no esta de acuerdo y lidera el
Gabinete.
Los ministros presionan a los jefes militares para
avanzar fuera de la zona de la cabeza de playa.
14
26-abr
15
27/04 - 29/04
16
24
20-may
20/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
20/05: Reunión del Gabinete completo.
25
21/05 - 22/05 21/05: Desembarco en San Carlos
22/05: Reunión del Gabinete de Guerra.
26
25/05: Hundimiento del HMS
23/05 - 1/06 Coventry y HMS Atlantic Conveyor. 1/06: Reunión del Gabinete de Guerra.
28/05: Batalla de Pradera de Ganso.
27
3/06 - 4/06
4/06: Gran Bretaña veta la Resolución
3/06: Thatcher en Versalles, el Presidente
de alto el fuego del Consejo de
Reagan presenta nueva propuesta de paz.
Seguridad de la ONU.
Página 137 de 178
Discusión de los esfuerzo diplomaticos
internacionales.
Rechazo de la propuesta de negociación.
ANEXO B - Decisiones Políticas Del Gabinete De Guerra
Página 138 de 178
#
FECHA
DECISIÓN POLÍTICA
1
1. invitado, el Secretario de Asuntos Exteriores a informar al
Secretario de Estado de los Estados Unidos que iba a ser muy
bienvenidos a visitar Londres al día siguiente, sobre la base indicada
por la primer ministro, que fue: que no vendría como un posible
mediador,
sino
como
un
amigo
y
aliado
7 de Abril a las 2. encargó al Secretario del Consejo de Ministros a hacer los
9.00 am
arreglos para la redacción de un posible borrador para anunciar la
creación de una zona exclusiva en torno a las Islas Malvinas.
3. invitó al Secretario de Estado de Defensa para manejar alguna
pregunta acerca de las armas nucleares en las líneas sugeridas: no
dar información pública sobre armas nucleares britanicas.
4 acordaron reanudar su discusión a las 7 Pm esa noche.
2
1. invitó al Secretario de Defensa de anunciar, en el transcurso de su
discurso en el debate parlamentario, el establecimiento de la Zona de
Exclusión de 200 millas se debe establecer en torno a las Islas
Malvinas . 2. Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores, a su
discreción, para informar a la Secretaria de Estado de Estados
7 de Abril a las
Unidos de este anuncio antes de que se haga. 3. Invitó al Secretario
7.00 pm
de Relaciones Exteriores, en consulta con el Secretario de Defensa, a
que haga los arreglos para el establecimiento de la zona de exclusión
y que se le notifique formalmente, tras el anuncio y en términos
identicos, a los gobiernos extranjeros y otras partes interesadas. 4.
acordaron reanudar su discusión a las 11 am del día siguiente.
3
1) Aprueban las reglas de combate propuestas para los submarinos
britanicos en OD(SA) (82) 5. 2) El Gabinete de Guerra toma nota
8 de Abril a las
con aprobación de los terminos en los cuales se mantendran las
11.00 am
futuras discusiones con Haig y que fueron sugeridas por Margaret
Thatcher.
Página 139 de 178
1) Aprueba la recomendación del parrafo 13 de OD (SA) (82) 6.
2) Solicita al Ministro de Defensa que revise los actuales
preparativos respecto del estado de disposición de las armas
nucleares de los barcos de la la marina real y de los aviones de la
fuerza
aerea
real.
3) Se acuerda que no se deben hacer arreglos en la presente
coyuntura para que el Gobernador de las Islas (Hunt) se una a la
fuerza
de
tareas.
4) Solicita al Ministro de Asuntos Exteriores a que circule memos
sobre las consecuencias legales de una posible declaración de guerra
de Argentina, y de las bases legales de los títulos de soberania de
a
Gran Breteña sobre las Islas malvinas, Gerogias del Sur y Sandwich
del Sur. 5) Acuerdan reanudar su discusión a las 10.30 del 12 de
Abril con el fin de considerar las posibles propuestas que Haig fuera
a
presentar.
6) Solicitan al Ministro de Defensa que arregle para que el 13 de
abril a las 11.00 am el Jefe del Estado Mayo brinde un informe
militar
completo
al
Gabinete
de
Guerra.
7) Se toma nota de que la Primer Minsitro arreglara que el
Parlamento
se
reuna
el
14
de
Abril.
8) Solicitan al Ministro de Defensa que presente propuestas de las
reglas de combate ante el Gabinete de Guerra antes de que estas sean
requeridas.
4
11 de abril
las 7.00 pm
5
Thatcher sostuvo que se debian hacer modificaciones a las propuetas
presentadas por Haig: las áreas de militarizadas debían ser definidas
con mayor precisión; la policía local no debía estar incluida en la de
militarización; el número total de los integrantes cada Comisión
Especial debía ser limitado; el número de representantes argentinos
en el Ejecutivo y en el Consejo Legislativo de las Islas debía ser
proporcional a la cantidad de población argentina en las Islas, sujeto
a que no tengan menos de un representante en cada Consejo; las
12 de Abril a propuestas de la Comisón especial en viajes, transporte,
las 11.00 am
comunicaciones y comercio debían mantener el estatus de
recomendación y las decisiones no debían tomarse sin el
consentimiento del gobierno británico ni del argentino o (según lo
apropiado) por el Ejecutivo y Consejo Legislativo de las Islas. La
fuerza de tareas seguiría su curso hacia el Atlantico Sur. El Gabinete
decidió: 1) que Thatcher continuera las negociaciones con Haig
conforme las consideraciones hechas y 2) Suspender
provisionalmente el informe militar que le iba a dar el Jefe del
estado Mayor al Gabinete de Guerra.
6
1. Invitó al Secretario de Asuntos Externos y de la Mancomunidad
de Naciones para que preparara una o más no o más nuevas
redacciones del párrafo 8 del proyecto de Memorando adjunto a OD
13 de Abril a (SA)
(82)
10.
las 4.20 pm
2. Tomó nota que la Primer Ministro le daría mayor consideración a
la postura que el Gobierno adoptaría en el Parlamento el 14 de abril.
3. Acordó reanudar sus discusiones el 15 de abril a las 9.30 de la
mañana.
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7
El Gabinete de Guerra recibe por primera vez una evaluación
detallada de los riesgos militares que podia enfrentar la fuerza de
tareas. Decisiones: 1) Que el Ministro de Asuntos Exteriores le
mande un mensaje urgente a Haig solicitando que Estados Unidos
garantice el cumplimiento del acuerdo durante el periodo interino y
luego de este, lo que involucra el despliegue de fuerzas americanas
en el lugar. El mensaje debe tener también el nuevo borrador
alternativo del parrafo 8 del borrador del Memorandum. 2) Que el
15 de Abril a
Ministro de Asuntos Exteriores le de mayor estudio a un segundo
las 10.15 am
borrador alternativo del parrafo 8 del borrador del Memorandum y al
estatus legal de las Georgias y Sandwich del Sur. 3) La Primer
Ministro hara los arreglos necesarios para evaluar las posibilidad de
promulgar una ley de poderes de emergencia. 4) Que el Ministro de
Defensa haga los arreglos necesarios para que la fuerza de tareas sea
reforzada con un battalon de tropas y más barcos. 5) Reanudar la
discusión del Gabinete de Guerra el 16 de Abril a las 9,30 am para
tratar las reglas de combate de la fuerza de tareas.
8
Aprueba las reglas de combate propuestas en los anexos A-C del
documento OD(SA)(82) 13, de acuerdo a las bases indicadas por la
Primer Ministro, que fueron: las reglas de la primer etapa entrarían
en vigencia apenas aprobadas, las de la segunda etapa entrarían en
vigencia una vez que las fuerzas británicas entrasen a la Zona de
16 de Abril a
Defensa Argentina de 200 millas náuticas alrededor de las Georgias
las 12.00
del Sur, lo que pasaría posiblemente el 20 de abril. Las reglas de
combate de la fase tres entrarían en vigencia solo cuando las fuerzas
británicas comenzaran la Operación Paraquet, lo que se esperaba que
fuera en las primeras horas del 21 de abril, pero se debía tener al
autorización previa del Gabinete de Guerra.
9
1. Invitar a que el Ministro de Asuntos Exteriores responda urgente
el último mensaje de Haig señalando que: la Argentina fue el
agresor, que el Presidente Reagan le dijo a la Primer Ministro
durante una conversación telefonica que tuvieron el 17/04 que no
sería razonable pedirle al Reino Unido que ceda más, que haig se
habia comprometido a consultar a Gran Bretaña antes de dejar la
Argentina ya sea para Londres o Washington por lo que debía enviar
lo más rápido posible un detalle completo de como se encontraba la
situación y en especial el texto bajo discusión en Bs.As. 2. Se
19 de Abril a
acuerda que las fuerzas britanicas designadas para la operación
las 11.15 am
Paraquet debián entrar a la Zona de Defensa Argentina de 200 millas
nauticas alrededor de las Georgias del Sur y por lo tanto debián
operar bajo las reglas de combate aprobadas para esta etapa y que el
submarino britanico que ya se encontraba en la zona ya tenía que
estar operando bajo dichas reglas. 3. Se acordo que todas las otras
fuerzas britanicas que ya estaban o que fuerana estar en el futuro al
sur de lalatitud 35° Sur debián operar bajo las reglas de combate
aprobadas para la primer etapa de la Operación Paraquet. 4.
Volverse a reunir el 20 de Abril a las 9.15 am.
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10
1) Se invita al Ministro de Asuntos Exteriores para que envie un
mensaje a Haig indicando lo manifestado por la Primer Ministro, que
fue lo siguiente: que se reconozcan los esfuerzos de Haig pero que se
señale que los Ministros se encuentran decepcionados, se debe
enfatizar que Argentina es intransigente pretendiendo conservar lo
que tomo por la fuerza, que las propuestas fueron inadecuadas en los
temas claves; se necesita presionar más a los Argentinos y que Haig
debe retornar a Washington en vez de a Londres. 2) Se tomo nota de
que la Primer Ministro hara los arreglos necesarios para emitir
inmediatamente la siguiente nota de guia para la prensa: "Acabamos
de recibir las propuestas que Haig trajo de Bs.As. Son complejas y
dificiles, y a primera vista no cumplen con los requisitos exigidos
19 de Abril a fuertemente por el Parlamento, particularmente en la necesidad de
las 10.00 pm
considerar primordiales los deseos de los isleños. 3) Instruir al
Secretario del Gabinete para que prepare un borrador sobre las
propuestas de Haig que sera usado por la Primer Ministro en la
reunión del Gabinete completo el 20/04. 4) Se invita al Ministro de
Asuntos Exteriores a preparar de manera urgente un borrador que
comente las propuestas de Haig y sea apropiado para mandarselo a
él en Washington, y otro borrador para ser usado en caso de que las
propuestas fueran publicadas. 5) Acuerdan que, excepto que tomen
una decisión en contrario en el curso del día 20/04, la Operación
Paraquet se debe poner en efecto para una pronta reposición de las
Georgias del Sur; que las fuerzas britanicas involucradas deben
aplicar las reglas de combate ya establecidas para la última fase de la
Operación y que Haig no debe ser informado con antelación.
11
1. Se toma nota de que la Primer Ministro informara al Parlamento
20 de abril a las de la visita que el Ministro de Asuntos Exteriores realizara a
12.00 hs
Washington entre el 22-23 de Abril. 2. Acuerdan reanudar su
discusiónese mismo día a las 18.30.
12
1) se invita al Ministro de Defensa a poner en efecto la Operación
Paraquet para una temprana reposesión de las Georgias del Sur. 2)
Se invita al Ministro de Asuntos Exteriores para que informe a Haig
20 de Abril a de la Operación Paraquet en las primeras horas del 21 de Abril. 3)
las 6.30 pm
Acuerdan reanudar la discusión el 21 de Abril a las 09.30 hs. 4) Se
invita al Ministro de Defensa para que le ordene al Jefe de Estado
Mayor a dar un informe militar de la situación al Gabinete de Guerra
el 22/04.
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13
1.- Invitar al Ministro de Asuntos Exteriores a guiarse durante sus
conversaciones en Washington por las sugerencias del documento
OD (SA) (82) 20) y por las otras consideraciones efectuadas por la
Primer Ministro en su resumen, que fueron: sugerir a Haig un nuevo
texto para el borrador acordado donde se establezcan medidas para
una garantía americana tanto para el cumplimiento del acuerdo
propuesto durante el periodo de transición (que incluya la seguridad
del aeropuerto de Stanley) y también para la seguridad de las Islas
21 de Abril a luego de ese periodo; la alternativa de una garantía de las Naciones
las 9.30 am
Unidas en lugar de la de Estados Unidos, que puede involucrar la
presencia de las fuerzas de las Naciones Unidas; también la
realización de una prueba de la opinión local antes de que termine el
año 1982 bajo el auspicio americano o de las Naciones Unidas. 2.Instruir a Sir Michael Palliser, en su tarea como Consejero Especial
del gabinete de Guerra, que prepare un estudio de los objetivos
británicos en relación a un acuerdo de larga duración. 3.- Invitar al
Ministro de Defensa a que el Gabinete sea informado en la situación
militar en la reunión del 22 de Abril.
14
1.- Invitar al Ministro de Asuntos Exteriores a discutir de manera
urgente con los americanos el uso de las instalaciones de la Isla
22 de Abril a
Ascensión. 2.- Acuerdan reanudar sui discusión a las 10.30 am del
las 10.00 am
25 de Abril. 3.- Invitar al Ministro de Defensa para que instruya al
Jefe de Estado Mayor para que de un informe militar en esa ocasión.
15
1. situación Diplomatica: El Gabinete de Guerra toma nota de que la
Primer Ministro enviara la siguiente respuesta a Haig sobre las
propuestas traidas de Washington por Pym: “Gracias por su mensaje
dándonos sus comentarios sobre sus largas discusiones con Francis
Pym. Mis colegas más cercanos y yo ahora tenemos un reporte
completo por parte de él. Seguimos siendo muy agradecidos por sus
esfuerzos
continuos.
Usted me pidió que le envié una reacción esta noche. Toda esta
situación comenzó con una agresión de la Argentina. Desde ese
24 de Abril a
entonces nuestro propósito juntos ha sido el de asegurar el retiro
las 6.15 pm
temprano de la Argentina de conformidad con la Resolución del
Consejo de Seguridad. Nosotros pensamos que el próximo paso
debería ser que usted ponga a consideración de ellos sus últimas
ideas. Espero que usted busque el punto de vista del gobierno
argentino mañana y establezca de manera urgente si ellos pueden
aceptarlas. El conocimiento de la actitud de ellos será importante
para la consideración de sus ideas por parte del Gabinete británico.”
2. Situación Militar: el Gabinete es informado de las últimas
novedades sobre la situación militar.
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16
1. Cuestiones Militares: 1.- Se Invitó al Ministro de Defensa para
que arregle que las fuerzas británicas apliquen inmediatamente las
reglas de combate adicionales que fueron indicadas por la Primer
Ministro
en
su
resumen.
2.- Se Invitó al Ministro de Defensa para que informe sobre las
reglas de combate apropiadas necesarias para el caso de que sea
necesario atacar a la Armada Argentina fuerza de la Zona Total de
Exclusión y la posibilidad de advertir que no se mueva más allá de
25 de Abril a
ciertos límites geográficos como fue indicado por la Primer
las 2.45 pm
Ministro.
3.- Se invitó al Canciller del Ducado de Lancaster (Cecil Parkinson)
para llevar a cabo la supervisión ministerial de la unidad de
presentación
Atlántico
Sur.
4.- Acuerdan reanudar su discusión el 26 de Abril a las 11.15 am.
2. Cuestiones Políticas: Se invitó al Ministro de Asuntos Exteriores
a que informe sobre posibles medidas que se puedan tomar para
sostener la moral de los Isleños.
17
1.- Cuestiones Diplomáticas:Invitó al Ministro de Asuntos
Exteriores a que envié un mensaje urgente a Haig conforme lo
indicado por la Primer Ministro. 2. Cuestiones Militares: 1.-Invitó al
Ministro de Defensa para anunciar la llamada selectiva de reservista
como sfue propuesto. 2.-Se aprueban las reglas de combate de la
26 de Abril a exclusión total de zona figura en el anexo A a la OD (SA) (82) 24.
las 11.15 am
3.- Se aprobaron los términos de un anuncio sobre una Zona de
Exclusión Total. 4.-Se acordó reanudar la discusión en su reunión
del 28 de abril de si y cuando una Zona de Exclusión Total debe ser
anunciada y presentada. 5.-Se acordó seguir examinando, en su
reunión del 27 de abril, si los aviones Vulcan deberían desplegarse a
Ascensión
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18
1.- Cuestiones Diplomáticas: Thatcher dijo que la propuesta
británica acordada por el Subcomité el día anterior había sido
rechazada por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, el Sr.
Haig. Con acuerdo británico, por lo tanto, Mr. Haig ahora estaba
poniendo al gobierno argentino sus propias propuestas, las que
figuran en el OD (SA) (82) 25. Haig insistía en una clara respuesta
afirmativa o negativa antes de la medianoche, hora de Buenos Aires
del 27/28 de Abril; serían aceptadas sin enmiendas; y excepto que
sea rechazada por Argentina las propuestas no serán publicadas sin
consultar con Londres. Si los argentinos no responden positivamente
a este enfoque, sería importante establecer que con Haig que sus
propuestas han sido definitivamente rechazadas; esto sería crucial
27 de Abril a para las decisiones militares difíciles con las que el Subcomité se
enfrentara el 28 de Abril. El Subcomité tomó nota. 2. Cuestiones
las 9.00 am
Militares: 1.-Invitó al Ministro de Defensa para autorizar el apoyo a
los Vulcan y el despliegue de los Vulcan hacia Ascensión.
2.-Invitó al Ministro de Defensa para poner en efecto inmediato las
Reglas de Combate revisadas para los submarinos británicos que
operan en la zona de exclusión marítima: Las Reglas de Combate
para los submarinos británicos en la zona de exclusión marítima
deben modificarse de inmediato para que tengan autoridad para
atacar a cualquier submarino convencional que pudieran detectar,
siendo
que
este
o
no
dentro
de
la
Zona.
3.-Acordaron reanudar su discusión a las 9.00 de la mañana del 28
de Abril.
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19
1.- Cuestiones Diplomáticas: El Subcomité: instruyó al Secretario
del Gabinete para que haga circular las propuestas de los Estados
Unidos a todos los miembros del Consejo de Ministros con carácter
estrictamente personal. 2.- Cuestiones Militares: 1.-Invitó al
Secretario de Defensa para organizar una zona de exclusión total
alrededor de las islas Malvinas. el anuncio sobre su creación se debe
hacer al mediodía, hora de Londres ese día, en los términos
acordados por el Subcomité en su reunión del 26 de abril; Este
anuncio debe dejar claro que la Zona de Exclusión Total será
establecida 48 horas más tarde, el 30 de abril.
2.-Invita al Secretario de Defensa, en la autorización de las normas
de intervención, para la ejecución de la Zona de Exclusión Total,
para suspender por el momento el sufijo Sierra y el sufijo Tango en
Anexo A de OD (SA) (82) 24. Esto es que las Reglas de Combate
28 de Abril a
para la aplicación de la Zona de Exclusión Total deberían ser las
las 9.00 am
convenidas por el Subcomité en la misma reunión, a reserva de la
suspensión por el momento de la autoridad para atacar a las
aeronaves en tierra, a fugitivos, a defensas de aeródromos y demás
instalaciones aeroportuarias en las Islas Malvinas. 3.-Invitó al
Secretario de Defensa para confirmar la autoridad provisional ya
dada para el despliegue de aviones Vulcan a la Isla Ascensión.
4.-Invitó al Secretario de Defensa para autorizar la inserción de las
Fuerzas Especiales como se propone en el apartado 6 bis del OD
(SA) (82) 29. Esto es que Fuerzas especiales podrían ser insertadas
en las Islas Malvinas para la recolección de inteligencia a discreción
del Comandante de la Fuerza después del anuncio de la Zona de
Exclusión Total; su utilización para operaciones ofensivas contra
objetivos militares en las Islas aún no fue autorizada y se considerara
más sobre el 29 o 30 de Abril.
20
Thatcher dijo que no se nesesitaba tomar decisiones en esta reunión.
Por lo que el Sub Comité: 1.- Tomó nota de que el Secretario de
Defensa había autorizado la navegación de los barcos más pequeños
29 de Abril a
del Grupo Anfibio de la isla de Ascensión, el 29 de abril. 2.- Invitó
las 9.00 am
al Secretario de Relaciones Exteriores, en consulta con el Secretario
de Defensa, a considerar la posición de los helicópteros utilizados
por el servicio médico en las Islas Malvinas.
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21
Cuestiones Politicas: 1.- Invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores para proceder como Thatcher había indicado en su
resumen, esto es: que luego de que Haig anunciara que la Argentina
habia rechazado sus propuestas, Pym debia dar una conferencia de
prensa donde debia anunciar su intención de visitar los Estados
Unidos para mantener conversaciones con Haig y también con el
Secretario de las naciones Unidas, Perz de Cuellar. Mientras tanto
debía clarificar cual habia sido la respuesta argentina dada a Haig
30 de Abril a sobre la soberania y la administración de las islas. También se le
las 9.45 am
solicito que trate presuadir a Haig de reformular en su declaración la
referencia sobre la actitud britanica hacia las propuestas y de la
posición americana hacia el uso de la fuerza en la disputa. 2.- Invitó
al Secretario de Relaciones Exteriores a que considere de manera
urgente la posibilidad de una presencia de la Cruz Roja Internacional
en la Isla de Malvinas y de la posición del periodista británico
detenido en Argentina. 3.- Tomó nota de la invitación que la Primer
Ministro estaría extendiendo a los líderes de los partidos nacionales
de la oposición en el Parlamento.
22
1. Refrendó la opción del apartado 5 (a) del documento 0D (SA) (82)
36, esto es que autorizo a las fuerzas británicas a atacar al
portaviones argentino tan pronto como sea posible dondequiera que
estuviera en alta mar, con una limitación: no debe ser atacado si esta
a la vez al norte de la latitud 35 ° sur y oeste de la longitud 48 Oeste.
2.El resto de los buques del Grupo Anfibio fueron autorizados a
30 de Abril a navegar desde la Isla Ascensión a discreción del Comandante de la
las 2.30 pm
Fuerza. 3. Si fue atacado aeropuerto de Puerto Stanley, como ya se
ha autorizada, debe hacerse una declaración pública en breve en
términos generales tan pronto como se sepa que esto se ha hecho;
una declaración más completa podría hacerse más tarde, cuando los
resultados obtenidos fueran más claros, pero no debe ser específico
sobre el método preciso de ataque. 4. Acordaron volver a reunirse en
la tarde del 2 de mayo.
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23
1. CUESTIONES MILITARES: 1. a la luz de la última información
de inteligencia sobre los movimientos e intenciones de la flota
argentina y de la nueva situación creada por los acontecimientos
militares de 01 de mayo, las fuerzas británicas de inmediato deben
ser autorizadas a atacar a cualquier buque de guerra argentino (pero
no las unidades navales auxiliares) en la misma base que había sido
aprobado en el caso del portaaviones argentino (0D (SA) (82) 22
Reunión, Conclusión 1), es decir, que podrían atacar a cualquier
buque a menos que estuviesen dentro de las aguas territoriales
internacionalmente reconocidas de 12 millas náuticas o ambas al
norte de la latitud 35 ° sur y al oeste del meridiano 48 ° Oeste. 2.
invitó al Secretario de Defensa para decidir a su discreción la
posibilidad de ampliar esta autorización para cubrir también las
02 de mayo a
unidades navales auxiliares argentinos. 3. invitó al Secretario de
las 2.30 pm
Defensa para hacer los arreglos para los refuerzos y la requisa del
barco asociado sobre la base propuesta en 0D (SA) (82) 39 y- 40. 2.
ASPECTOS POLÍTICOS: 1. Se tomo nota del documento (0D (SA)
(82) 41) que cubre una nota de la Oficina de Relaciones Exteriores y
de la Mancomunidad en la respuesta a una posible declaración de
guerra de Argentina. 2. Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores
y de la Mancomunidada examinar la cuestión de las emisiones a la
Argentina y las Islas Malvinas sobre la base indicada por el primer
ministro en su resumen. 3. Invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores y de la mancomunidad, en consulta con el Secretario de
Defensa, para estudiar la forma de disponer de los futuros
prisioneros argentinos, según lo indicado por el primer ministro en
su resumen. 4. acordaron reanudar su debate a las 9.00 el 4 de mayo
24
1. invitó al Secretario de Relaciones Exteriores y de la
mancomunidad para presentar ante el Subcomité la consideración de
04 de mayo a
propuestas para una nueva iniciativa diplomática con el fin de llenar
las 9.00 am
el vacio diplomatico actual. 2. Decidieron reanudar su debate esa
misma tarde a las 18.00 hs.
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25
Cuestiones Militares: el Subcomité tomo nota de lo informado por la
Primer Ministro: que un avión Harrier se había perdido en la acción
sobre las Malvinas y que el Sheffield había sido alcanzado por un
misil de lanzamiento aéreo Exocet y prendido fuego. Un problema
difícil plantea la posibilidad de que el portaaviones argentino fue
localizado por un submarino británico en una posición vulnerable
frente a las costas de Argentina, ya que podría estar situado fuera de
lo que Gran Bretaña reconocería como aguas territoriales, pero en
una bahía que los argentinos afirman que está dentro de las aguas
territoriales de base. Ella se encargaría de este problema para que
fuera considerado por el Comité de Política de Defensa y de
04 de Mayo a
Ultramar más tarde esa noche, cuando el Fiscal General habría
las 6.00 pm
tenido tiempo de considerar la posición jurídica más plenamente.
Asuntos politicos: se Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores
para comunicarse con el Sr. Haig a fin de presentarle el borrador de
acuerdo revisado que era una adaptación de las propuestas peruanas
y de los Estados Unidos. se aprobó con sujeción a un cambio: El
párrafo 5 del proyecto de acuerdo debe modificarse para que diga:
Los dos Gobiernos están de acuerdo en que las opiniones de los
isleños deben ser determinadas, y que sus intereses y sus deseos
deben ser respetados en la solución definitiva de la situación de las
Islas.El párrafo 2 b del proyecto de acuerdo que podría omitirse en
una etapa posterior.
26
Cuestiones Militares: Invitó al Secretario de Defensa para
proporcionar el Comandante de la Fuerza la siguiente orientación en
la toma de prisioneros por las fuerzas especiales británicas: Las
Fuerzas Especiales no deben montar específicamente las operaciones
con el propósito de tomar prisioneros a fin de proporcionar una
fuente de inteligencia. Pero no habría supuesto ninguna objeción si
tomaban prisioneros donde esto fuera militarmente apropiado con el
fin de proteger a la misión en la mano. Asuntos Diplomaticos: Se
tomo nota de lo siguiente: EL Secretario de Asuntos Exteriores, dijo
que deseaba comentar a sus colegas el proyecto de acuerdo que
ahora propone el Sr. Haig. El punto de vista de los asesores legales
05 de Mayo a
de la Oficina de Relaciones Exteriores fue que los términos del
las 9.00 am
proyecto excluían a las Georgias del Sur. Sería muy perjudicial
rechazar la propuesta del señor Haig, dado el nivel de la lucha que
ahora se había desarrollado en el Atlántico Sur y las actitudes
cambiantes de los socios europeos de Gran Bretaña. La PRIMER
MINISTRO, resumiendo el debate, dijo que iba a organizar una
reunión del Consejo de Ministros más tarde esa misma mañana para
considerar la propuesta del señor Haig. Las principales áreas de
preocupación era probable que fueran en relación con las Georgia
del Sur; la disposición ambigua acerca de la administración local de
las Malvinas; y la falta de cualquier referencia a los deseos de los
habitantes o a la libre determinación.
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27
Cuestiones militares: 1. Se invitó al Secretario de Defensa para
organizar que las fuerzas británicas sean instruidas de no atacar el
portaaviones argentino dentro del área al norte del paralelo 44° sur y
al oeste de una línea paralela a la costa argentina a una distancia de
quizás 50 o 100 millas náuticas. 2. invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores para informar al Sr. Haig de esta decisión y para llamar su
atención sobre los elementos de inteligencia que daban cuenta de
actitudes argentinas en las operaciones militares. 3. invitó al
Secretario de Defensa para estudiar la mejor manera de contrarrestar
la tergiversación pública de la capacidad de defensa aérea de la
06 de Mayo a
Fuerza de Tarea británica circulada por los medios de comunicación
las 9.00 am
que decian que las fuerzas británicas no tenían ningún medio de
defensa contra ataques con misiles argentinos de la clase que había
destruido el HMS Sheffield. Asuntos Diplomaticos: 1. Se invitó al
Secretario de Relaciones Exteriores a consultar con el Sr. Haig y el
señor Pérez de Cuéllar respecto de las propuestas tanto americana
como de las Naciones Unidas y, posteriormente, asesorar a la primer
ministro en la línea que debe tomar en el Parlamento sobre las
propuestas de las Naciones Unidas. 2. Se invitó al Secretario de
Relaciones Exteriores a reflexionar más a fondo las formas en que
una retirada acordada de las tropas argentinas podría llevarse a cabo.
28
1. Aprobación de los términos de la declaración parlamentaria del
Secretario de Relaciones Exteriores ese día. 2. invitó al Secretario
de Defensa para autorizar las operaciones de acción directa de las
fuerzas especiales contra los objetivos en las 3 categorías
identificadas en 0D (SA) (82) 33. 3. invitó al Secretario de Defensa,
en consulta con el Secretario de Relaciones Exteriores y el Fiscal
General, para preparar y promulgar un anuncio de advertencia acerca
de los buques de guerra y aeronaves militares argentinos en estas
lineas: recordar las advertencias anteriores del Gobierno los días 23
y 29 de abril y los términos del anuncio de la Zona total Exclusión y
debe dejar claro que, debido a la proximidad de las bases argentinas
07 de Mayo a y las distancias que las fuerzas hostiles podrían cubrir sin detectar
las 9.45 am
todo por la noche y con mal tiempo, un buque de guerra o aeronave
militar argentina que se encontrara a más de 12 millas náuticas de la
costa argentina serían considerados como hostiles y era susceptible
de ser tratado en consecuencia . 4. invitó al Secretario de Defensa, en
consulta con el Secretario de Relaciones Exteriores, para decidir qué
tan pronto después del anuncio de alerta las fuerzas británicas
podrían ser autorizados a atacar a cualquier barco de guerra
argentino o aeronaves militares encontrados a más de 12 millas
náuticas de la costa de Argentina, y hacer arreglos para que sean
autorizados para ello. 5. invitó al Secretario de Defensa para
examinar más a fondo la sesión informativa de los expertos militares
no gubernamentales con fines de relaciones públicas.
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29
Los asuntos diplomáticos: Invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores para enviar instrucciones urgentes al representante
británico en las Naciones Unidas sobre las siguiente lineas: Era
importante adoptar una postura positiva hacia las negociaciones en
curso en las Naciones Unidas. Tendrían que ser llevadas a una
conclusión dentro de aproximadamente una semana. Pero hay
claramente algunos puntos en los que sería posible hacer
concesiones. Sería necesario examinar más a fondo, tal vez el 11 de
mayo, cuáles eran los requisitos mínimos de Gran Bretaña en
cualquier arreglo provisional bajo los auspicios de las Naciones
Unidas. Cuestiones Militares: 1. Se Invitó al Secretario de Defensa
para que examine las propuestas sobre cómo tratar a los aviones
09 de Mayo a
argentinos que no sean de combate dedicados a la vigilancia
las 3.00 pm
marítima de las unidades británicas cuando la cobertura aérea
británica no estaba disponible. 2. se invitó al Secretario de Defensa
para autorizar Reglas de Combate para la defensa aérea de la isla de
Ascensión. Bajo las mismas toda aeronave no identificada que se
aproxima a la Islas Ascensión se identificaría por cualquier medio
disponible; cualquier aeronave que cometa un acto hostil será
destruida; cualquier avión de combate argentino a 100 millas
náuticas de la Isla Ascensión también será destruido; pero los
aviones argentinos que no son de combate sólo pueden ser
destruidos si se dirigían a la Isla Ascensión, y estaban a 25 millas del
Aeródromo Wideawake, y no cumplió con las señales de
interceptación visual y los disparos de advertencia fueron ignorados.
30
Cuestiones militares: 1. Se invitó al Secretario de Defensa para
autorizar las reglas de combate sobre la base propuesta en el
párrafo 10 de la nota adjunta a 0D (SA) (82) 45, que son: las fuerzas
británicas tenían derecho a tratar como hostil a cualquier aeronave
argentina que fuera identificada por al menos sus características de
radar y trayectoria de vuelo que se dediquen a la vigilancia de las
unidades británicas. Si la cobertura aérea británica no estaba
disponible para la interceptación de la Royal Navy no tendría más
remedio que buscar destruir cada aeronave sin previo aviso, por
ejemplo, por los misiles. 2. Se invitó al Secretario de Defensa para
10 de Mayo a
organizar un enfoque temprano a los editores de medios de
las 10.30 am
comunicación por las filtraciones o incluso la especulación en los
medios de comunicación podrían contribuir a los esfuerzos militares
de la Argentina. 3. invitó al Secretario de Defensa de los arreglos
para que los miembros del Subcomité sean cuidadosamente
informados el 13 de mayo sobre los planes y perspectivas para un
desembarco británico en vigor en las Islas Malvinas. Asuntos
Diplomaticos: Thathcer manifesto que Sir Antony Parsons, había
identificado correctamente los puntos de mayor dificultad en las
negociaciones en curso en Nueva York. Y para hacer un seguimiento
Acordaron reanudar su debate en 09. 30 el 11 de mayo.
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31
Cuestiones Militares: 1. Invitó al canciller del ducado de Lancaster,
en consulta con el Ministro del Interior, con el de de Relaciones
Exteriores y el Secretario de Defensa, para hacer propuestas sobre la
presentación pública de la política del Gobierno. 2. Tomó nota de
que el Secretario de Defensa había aprobado las reglas de combate
en relación con los buques de vigilancia argentinos, tal como se
establece en la carta que su secretario privado había enviado a la
primer ministro el 10 de mayo. Asuntos diplomaticos: Invitó al
Secretario de Relaciones Exteriores, a que envíe las siguiente
instrucciones a Sir Antony Parsons: debe acoger la propuesta de la
Secretaría de las Naciones Unidas de que los Consejos Ejecutivo y
11 de Mayo a Legislativo deberían mantenerse en calidad de asesores; él debe
las 9.30 am
seguir insistiendo en la exclusión de las dependencias; él no debe en
esta etapa acordar que las fuerzas británicas deban retirarse a más de
200 millas, aunque una cifra algo mayor (por ejemplo, 350 millas)
en la práctica podría ser aceptable; él debe rechazar la propuesta
sobre la libertad de residencia de los argentinos; y él debe adoptar
una actitud cautelosa hacia sus propuestas sobre los observadores y
las banderas . Asuntos a largo plazo: el Subcomite debatió un
memorando por Sir Michael Palliser con objetivos británicos en
relación con un acuerdo a largo plazo en las Malvinas; no se
concluyo nada ya que Thatcher dijo que necesitaría darse mayor
consideración a los objetivos e intereses de Gran Bretaña en relación
con un acuerdo a largo plazo
32
Cuestiones Militares: 1. se encargó al Secretario del Consejo de
Ministros que haga los arreglos para el examen interdepartamental
de las propuestas de racioanlización de las reglas de combate
conforme el documento 0D (SA) (82) 46. 2. invitó al Secretario de
Defensa para organizar su conferencia sobre un desembarco en las
Malvinas el 14 de mayo a las 8.00 am. Asuntos diplomáticos: 1.
Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores
para preparar
instrucciones de Sir Antony Parsons conforme las siguientes bases:
Tal vez sea posible llegar a un acuerdo de que el futuro de las
Georgia del Sur deba ser resuelto por separado Podría tener que ser
colocada alguna limitación cuidadosamente redactada al poder del
12 de Mayo a
administrador de las Naciones Unidas para alterar las leyes vigentes.
las 9.30 am
Él debería estar obligado a consultar a los Consejos Ejecutivo y
Legislativo. La bandera de las Naciones Unidas, sin duda, debe
flamear, pero podría ser mejor que no se mencione en ningún
acuerdo. Si no se ha llegado a ningún acuerdo a largo plazo la
administración provisional tendría que continuar después de 1982,
siempre que el Consejo de Seguridad (donde Gran Bretaña y su
aliados tienen vetos) no hubieran votado para llevarlo a su fin. Los
arreglos sobre la retirada militar no debería ser peor que una
ecuanimidad entre fuerzas británicas y argentinas. Y la posibilidad
de cualquier acuerdo de ser militarmente garantizado, ya sea por los
Estados Unidos o por una fuerza multinacional.
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33
34
Cuestiones Militares: 1. Invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores, en consulta con el Secretario de Defensa, para concertar
el caso del capitán de corbeta Astiz para ser manejado de la
siguiente manera: el capitán de corbeta Astiz no debe ser repatriado
hasta que se le haya preguntado si él estaría dispuesto a ser
cuestionado por los franceses y suecos. Pero si él se negase, lo que
era probable y era su derecho, su repatriación entonces debía
proceder.
Asuntos diplomaticos: 1. Invitó al Secretario de
Relaciones Exteriores para enviar nuevas instrucciones a Sir Antony
Parsons sobre la base indicada por la primer ministro conforme las
cuales: el objetivo del Gobierno debe ser mantener las negociaciones
de Nueva York por el momento, sin hacer concesiones importantes,
y para asegurar que un posterior derrumbe fuese visto como una falla
13 de Mayo a
de la de Argentina . Tácticas para este fin tendrían que ser discutidas
las 9.30 am
con Sir Antony Parsons. Los puntos a tratar con el Secretario
General podrían incluir la reciente declaración pública por el
ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, el señor Costa
Mendez, que apareció después de todo prejuzgando sobre la
cuestión de la soberanía; el peligro que se plantea un vacío político
tras el período de transición; y la posibilidad de que Estados Unidos
ayude en la verificación de la retirada militar. La posibilidad de
añadir un residente argentino en las Islas en cada uno de los dos
Consejos no tiene por qué ser excluido de la administración
provisional. Refiriéndose a las Georgia del Sur también se podría
sugerir la Corte Internacional de Justicia. Mientras tanto, debe
quedar claro en el Parlamento que no hay decisiones militares
británicas que estén siendo retrasadas por razones diplomáticas.
TEMAS MILITARES: 1. invitó al Secretario de Defensa para
concertar una Declaración de Servicio Activo, esto significaría que
los civiles que acompañan a la fuerza de tareas británica estarán
sujetos
a
la
disciplina
de
servicio.
2. Acordó considerar el documento OD (SA) (82) 50 que cubre una
nota de funcionarios del Ministerio de defensa sobre la radiofusión
en español en la guarnición argentina en Malvinas.
14 de Mayo a
2. Los asuntos diplomáticos: 1. Acordaron reanudar su debate a las
las 10.00 am
10.00 horas el 16 de mayo, en Chequers para considerar la
posibilidad de presentar un documento en el tipo de acuerdo que
Gran Bretaña estaba dispuesta a aceptar y su contenido.
2. Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores y de la
Mancomunidad para organizar Sir Antony Parsons y Sir Nicholas
Henderson para asistir a esa reunión.
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35
CUESTIONES MILITARES: el Subcomité tomo nota de que el Jefe
del Estado Mayor de Defensa informó al Subcomité de la última
situación militar. 2. Asuntos diplomaticos: Invitó al Secretario de
Relaciones Exteriores
para concertar negociaciones que se
celebrarán con las Naciones Unidas, con los Estados Unidos y con la
Comunidad Europea sobre la siguiente base: se arobó un proyecto de
acuerdo provisional que sugiere adoptar una posición final para Gran
Bretaña con el fin de llevar las negociaciones a un punto crítico.
debe ser entregado al Secretario General de las Naciones Unidas el
16 de Mayo a 17 de mayo, para la transmisión formal al Gobierno de la Argentina
las 10.00 am
en virtud de un plazo hora 48 horas. Al Secretario General también
se le debe pedir reconocer una carta aparte que deje en claro que las
Georgia del Sur no están cubiertas por el acuerdo propuesto. El
Secretario de Relaciones Exteriores estaría viendo al Sr. Haig más
tarde ese día y el 17 de mayo, en el marco de la Reunión Ministerial
del Consejo del Atlántico Norte en Luxemburgo, y debe plantear con
él, tanto la necesidad de disuadir a los argentinos de presionar sobre
la cuestión de las Georgia del Sur como la necesidad de un
compromiso por escrito acerca de la participación de Estados Unidos
en la verificación y garantía de un acuerdo.
36
CUESTIONES MILITARES: el Subcomité tomo nota de que el Jefe
del Estado Mayor de Defensa informó al Subcomité de la última
situación militar. 2. Asuntos diplomaticos: Invitó al Secretario de
Relaciones Exteriores para dar mayor consideración a los puntos
planteados por el Primer Ministro, que fueron: la cooperación
estadounidense seguía siendo esencial. Además se debe considerar la
17 de Mayo a
posibilidad de ejercer presión sobre la Argentina a través de
las 10.00 am
intermediarios latinoamericanos adecuados, por ejemplo, Brasil y
México. La posibilidad de que el Papa cancele su visita pastoral
propuesta a Gran Bretaña no era bienvenida. La cancelación podría
parecer una victoria moral para la Argentina. Si sería útil para el
Vaticano, los ministros británicos podrían evitar la participación en
la visita.
37
Cuestiones Militares: 1. Invitó al Secretario de Defensa para
autorizar al Comandante de la Fuerza para proceder con las
operaciones de desembarco y reposesión militar de las Islas
Malvinas que él había propuesto. Las operaciones deben continuar, a
menos que el Sub-COMITÉ tome una decisión específica en
18 de Mayo a
contrario, a más tardar en la tarde del 20 de mayo. Sería para el
las 9.30 am
Comandante de la Fuerza de decidir a la luz de las consideraciones
locales, si el desembarco se debe hacer en la noche del 20/21 de
mayo
o
más
tarde
2. Iinvitó al Secretario de Defensa a que haga los arreglos para la
ejecución de la propuesta de radiodifusión en 0D (SA) (82) 50.
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38
1. TEMAS MILITARES: El Subcomité tomo nota de lo dicho por
Thatcher, que fue: El caso del teniente Astiz no fue fácil, en
términos de opinión pública, las relaciones anglo-francesas y
obligaciones de Gran Bretaña en virtud de los Convenios de Ginebra
sobre el trato a los prisioneros de guerra. El Fiscal General había
aconsejado que no podía haber ninguna duda de su extradición a
Francia o Suecia. Tendría que ser estudiado cuando sería repatriado
y por qué ruta. Mientras tanto se le pregunto a la Argentina, través
de Brasil como la potencia protectora, si consiente en que él deba
ser interrogado por las autoridades francesas y suecas, en su defecto
19 de Mayo a sería interrogado por las autoridades británicas en su nombre; pero
las 9.30 am
en cualquier caso era poco probable que vaya a responder a tal
cuestionamiento y no podía ser obligado a hacerlo. 2. Asuntos
Dipomaticos: Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores para ser
guiado por las instrucciones dada por la Primer Ministro en su
resumen en el envío de instrucciones a Sir Antony Parsons y en
hacer los arreglos para la presentación de documentos en el
Parlamento el 20 de mayo. Las instrucciones de Thatcher fueron:
Las negociaciones en Nueva York están ahora cerca de su final,
pero tendrían que ser manejadas con cuidado las etapas finales. Si es
posible, se harán arreglos para que la noticia de la ruptura definitiva
sea lanzada en Nueva York a las 11 pm, hora de Londres esa noche.
39
Cuestiones Militares: el Subcomité tomo nota de lo informado por la
Primer Ministro: aunque el clima seguía siendo un factor incierto, el
Comandante de la Fuerza no había cambiado su punto de vista sobre
el calendario de las operaciones militares. La autorización que le
habían dado seguía en pie. Asuntos Diplomaticos: Invitó al
Secretario de Relaciones Exteriores a ser guiados por el resumen de
la Primer Ministro en la presentación de su ponencia en el
Parlamento y en el envío de instrucciones a Sir Antony Parsons. El
resumen de Thatcher fue: que no podía haber ningún
cuestionamiento para detener el calendario de operaciones militares.
20 de Mayo a Las propuestas del Secretario General son incompletas y oscuras en
las 10,00 am
varios aspectos. Por tanto, la reacción británica a ellos debe basarse
en la recomendación de Sir Parsons en su ningún telegrama. 793.
Debe quedar claro que las propuestas no fueron totalmente resueltas;
que ellas presentan aspectos positivos, así como diferencias
importantes de la oferta final de Gran Bretaña; que diferían mucho
más marcadamente de última posición de la Argentina; que cualquier
supuesta disposición a considerarlas, por tanto, seguramente
dirigida sólo a la dilación; que la exploración de las propuestas iba a
tomar un tiempo considerable; que Gran Bretaña había hecho
propuestas claras con un plazo claro; y que los planes militares
británicos no podían ahora ser afectados.
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1. CUESTIONES MILITARES: 1. invitó al Secretario de Defensa,
en consulta con el Secretario de Asuntos Exteriores , para que
disponga que el capitán de corbeta Astiz fuera tratado de la siguiente
manera: dijo que el capitán Astiz no debía ser puesto en libertad por
el momento. Sería conveniente si pudiera ser trasladado por mar
desde la isla de Ascensión al Reino Unido entendiéndose que un
barco adecuado, en todo caso estaría haciendo ese viaje entre el 25
de mayo y el 5 de junio aproximadamente. La posibilidad de
repatriarlo podría considerarse a partir de entonces. Antes de la
repatriación, se debería permitir el acceso al Comité Internacional de
la Cruz Roja, y que se le preguntase si él estaría dispuesto a ser
interrogado por o en nombre de las autoridades francesas y suecas;
estas dos acciones podrían realizarse juntas, tal vez lo más
21 de MAYO
conveniente después de su llegada a Gran Bretaña.. 2. invitó al
de 1982 a las
Secretario de Defensa para manejar la presentación pública y
10.30 de la
parlamentaria de los desarrollos militares actuales conforme los
mañana
siguientes lineamientos:Ninguna declaración tendría que hacerse al
Parlamento acerca de las víctimas que, desgraciadamente, habían
resultado de un reciente accidente de helicóptero Rey del Mar. Una
declaración más general sobre la situación militar es casi seguro que
tuviera que ser realizada ante el Parlamento por el Secretario de
Defensa el 24 de mayo. Asuntos Diplomaticos: Aprobó la 0D (SA)
(82) 44 que dice que el Secretario de Finanzas de las Malvinas, señor
Rowlands, debería prestar juramentado como Oficial de la
Administración del Gobierno tan pronto como se restableciera el
dominio británico.El Subcomité cálidamente felicitó a la Primer
Ministro y al Secretario de Asuntos Exteriores y de la
Mancomunidad de Naciones por el éxito del debate en el Parlamento
el 20 de mayo.
41
1. ASUNTOS MILITARES: El Subcomité - Tomó nota de que el EL
SECRETARIO DE DEFENSA dijo que él iba a hacer una nueva
declaración a la prensa a eso de la 1 pm. El Jefe del Estado Mayor de
Defensa estaría presente.2. ASPECTOS POLÍTICOS: El Subcomité
22 de MAYO
tomo nota de que el Secretario de Asuntos Exteriores dijo que los
de 1982 a las
procedimientos en el Consejo de Seguridad habían ido
11
de
la
razonablemente bien hasta el momento. Se estaban tomando medidas
mañana
para garantizar que se publicara un texto correcto de las propuestas
argentinas finales al Secretario General de las Naciones Unidas; y
estimular y disponer bien a los estados para que se unan al debate del
Consejo de Seguridad.
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42
43
1. ASUNTOS MILITARES: Thatcher dijo que Hubo informes
inquietantes de que los suministros militares israelíes para Argentina
se continuarían y podrían intensificarse. Por lo tanto, habría que
ejercer sobre Israel por todos los medios adecuados, por ejemplo, a
través de la comunidad judía en Gran Bretaña y por medio de
periodismo de investigación. Por lo que el Subcomite Invitó al
Secretario de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de
Naciones para que ideara maneras de influir en los israelíes, como lo
24 de MAYO
indica la Primer Ministro en su resumen. 2. ASPECTOS
de 1982 a las
POLITICOS: 1. invitó al Secretario de Asuntos Exteriores y de la
10.30 de la
Mancomunidad de Naciones a instruir Sir Antony Parsons, de
mañana
acuerdo con el resumen del Primer Ministro, que dijo que: Él tendría
que seguir jugando su mano sobre la base de que la toma de
reposesión militar de las Malvinas estaba en progreso. La opinión en
Gran Bretaña sería insistir en que debía completarse. Mientras tanto,
ni un alto el fuego ni la intervención de un grupo de contacto
internacional serían aceptables. 2. invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones a reportar más sobre
las perspectivas y la política en relación con la visita papal.
1. ASUNTOS MILITARES: el Subcomité - Tomó nota de que el EL
SECRETARIO DE DEFENSA informó al Subcomité sobre la última
situación militar.2. ASPECTOS POLÍTICOS: 1 Se Invitó al
Secretario de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de
Naciones para que instruya a Sir Antony Parsons, de acuerdo con el
resumen de la Primer Ministro, que dijo:con respecto a las distintas
resoluciones posibles que actualmente se estaban sondeando en el
Consejo de Seguridad, que los borradores irlandeses y panameños
sin duda tendrían que ser vetados. El proyecto japonés sólo podría
aceptarse si se omitiera la referencia a los esfuerzos anteriores del
Secretario General, actualmente superados por los acontecimientos,
25 de MAYO
y si incluyera una convocatoria específica para una retirada
de 1982 a las
argentina, así como el cese de las hostilidades. La versión de los
10
de
la
estados no alineados revisión del proyecto irlandés podría ser
mañana
aceptada a condición de que el segundo párrafo dijera
"Solicita al Secretario General que, sobre la base de la presente
resolución, lleve a cabo una misión renovada de buenos oficios de
conformidad con la Resolución 502 del Consejo de Seguridad"
No debería haber ninguna referencia a la declaración del Secretario
General de 21 de mayo. Si es posible, también se debe omitir el
tercer párrafo del preámbulo. En la explicación de su voto Sir
Antony Parsons debe dejar en claro que, a los ojos de Gran Bretaña
una retirada argentina sería la única base aceptable para un alto el
fuego.
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44
1. ASUNTOS MILITARES: el Subcomité - Tomó nota de que el EL
SECRETARIO DE DEFENSA informó al Subcomité sobre la última
situación militar.2. ASPECTOS POLÍTICOS: El Subcomité - Tomó
26 de mayo de nota de lo siguiente: EL SECRETARIO de Asuntos Exteriores dijo
1982 a las 10 que la versión enmendada del proyecto de resolución irlandés había
de la mañana
sido objeto de nuevas modificaciones a petición británica y podría
ser apoyado por Sir Antony Parsons si se votara sobre ellas en su
forma actual. Pero la votación había sido retenida por los argentinos,
que podrían ahora proponer contra-enmiendas.
45
1. ASUNTOS MILITARES: El Subcomité, Tomó nota de lo
indicado por la Primer Ministro, que dijo: que era importante hacer
el avance lo más temprano posible con las operaciones en tierra. Las
decisiones operativas específicas, sin embargo, sólo podrían ser
tomadas por los comandantes militares. No podría haber objeción
alguna, si fuera necesario, para la transferencia de activos militares,
por ejemplo, los aviones Harrier, de Alemania hacia el Atlántico Sur.
2. ASUNTOS POLÍTICOS: 1 Invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones para que instruya a
Sir Antony Parsons, de acuerdo con el resumen de la Primer
Ministro, que dijo: que Sir Antony Parsons debería tratar de ganar
tiempo. Al hablar con el Secretario General podría subrayar la
flexibilidad británica en la negociación, por contraste con la
27 de mayo de
obstinación argentina. Él podría pedirle al Secretario General que
1982 a las 9.30
presione a los argentinos para llevar a cabo la Resolución N ° 502
de la mañana
mediante la retirada de las Islas; y podría dejar en claro que un
cambio en la posición de la Argentina en este tema central
transformaría toda la situación. Una forma de llevar adelante los
asuntos podría ser que el Secretario General enviara emisarios a
Buenos Aires y tal vez también a Londres. La posición esencial de
Gran Bretaña, sin embargo no era negociable. La administración
británica tendría que ser restaurada, después de lo cual el desarrollo
político en las Islas se podría llevar adelante de conformidad con el
artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas. Sería necesario
estudiar más a fondo con el Gobierno de los Estados Unidos los
arreglos de una garantía de seguridad internacional. 2. Acordó
reanudar el examen de las cuestiones y objetivos a largo plazo en su
reunión del 28 de mayo.
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46
47
1. ASUNTOS MILITARES: se discutió la amenaza que
representaban los buques de la armada argentina dentro de las 12
millas de la costa de Argentina. Thatcher dijo que la decisión
involucrada era una difícil que necesitaría un nuevo examen. El
Subcomité
Acordó reanudar la discusión del problema de las 12 millas a
principios de la semana siguiente. 2. ASUNTOS POLÍTICOS: El
Subcomité Tomó nota de EL SECRETARIO ASUNTOS
EXTERIORES Y DE LA MANCOMUNIDAD DE NACIONES,
dijo que el Secretario General de las Naciones Unidas, el señor Pérez
de Cuéllar, continuaba sus consultas de conformidad con la
Resolución del Consejo de Seguridad no. 505.3. ASUNTOS DE
LARGO PLAZO: 1. encargó al Secretario del Consejo de Ministros
28 de mayo de para que organice a los funcionarios para que informen sobre las
1982 a las 9.30 posibilidades y los gastos relacionados con las medidas de seguridad
en el corto plazo, las comunicaciones y la infraestructura económica,
de la mañana
como lo indica la Primer Ministro en su resumen de más arriba.
2. invitó al Secretario de Asuntos Exteriores para que organice el
pensamiento británico sobre una solución a más largo plazo,
incluyendo los acuerdos de seguridad internacionalizados, que ser
discutidos con el Secretario de Estado de los Estados Unidos de
conformidad con lo siguiente: El futuro probablemente reside en un
acuerdo que no supone ni la soberanía británica ni la argentina, pero
siempre por alguna forma de independencia o cuasi-independencia
para las Islas. Un condominio no sería concebible. Tampoco sería
prudente contemplar la ampliación del Tratado Antártico para cubrir
las Malvinas. Pero acuerdos de intercambio regionales para los
recursos locales no tienen que ser descartados.
1. ASUNTOS MILITARES: Invitó al Secretario de Defensa, en
consulta con el Secretario de Asuntos Exteriores, a tener en cuenta
las modalidades de una posible llamada de rendición de la
guarnición argentina en las Islas Malvinas. 2. ASUNTOS
POLÍTICOS: Invitó al Secretario de Asuntos Exteriores y de la
30 de mayo de
Mancomunidad de Naciones para que envié instrucciones a Sir
1982 a las 4.00
Antony Parsons, de acuerdo con el resumen de la Primer Ministro,
de la tarde
que dijo: que las condiciones argentinas para un alto el fuego eran
inaceptables. Sir Antony Parsons debe decirle el señor Pérez de
Cuéllar, que la posición del Reino Unido se mantiene como figura en
el mensaje del Secretario de Asuntos Exteriores a él (Telegrama de
la Oficina de Asuntos Exteriores no. 4750 Nueva York)
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48
1. ASUNTOS MILITARES: 1. Invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones, en consulta con el
Secretario de Defensa, organice una protesta adecuada para hacerle a
Argentina por el ataque al British Wye.2. invitó al Secretario de
Defensa a minutar a sus colegas sobre los pros y los contras de la
repatriación de los cuerpos de los muertos.3. invitó al Secretario de
Defensa a considerar los precedentes para la concesión de
gratificaciones a los dependientes.4. Invitó al Fiscal General para
examinar más a fondo la viabilidad jurídica de una acción contra
1 de junio de buques de guerra argentinos, como indica por la Primer Ministro en
1982 a las su resumen.2. ASUNTOS POLÍTICOS: 1. invitó al Secretario de
10.30 de la Asuntos Exteriores para tratar de arreglar el Sr. Haig para visitar
mañana
Londres el 2 de junio para expresarle el punto de vista britanico
sobre: La administración de las islas seguirá siendo una
responsabilidad británica hasta el momento en que la seguridad y el
futuro económico de las islas pudiera ser garantizada. La
administración británica necesitaría ser dirigida por alguien de
reconocido peso y experiencia:2. invitó al Secretario de Relaciones
Exteriores a considerar, en consulta con el Secretario de Defensa, si
las fuerzas británicas existentes en Belice pueden ser sustituidas por
los Estados Unidos,para compensar el aumento de la preocupación
militar británica con las Malvinas.
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1.ASUNTOS MILITARES: 1. Aprobó la 0D (SA) (82) 59 que es un
mensaje al comandante argentino sujeto a la supresión de la última
frase del penúltimo párrafo del mensaje adjunto (repatriación
temprana) 2. invitó al Secretario de Defensa, en consulta con el
Secretario de Asuntos Exteriores, para que hagan propuestas sobre el
manejo de los prisioneros de guerra argentinos y sobre las formas de
alcanzar un alto el fuego continental. 3. invitó al Secretario de
Defensa, en consulta con el Canciller del Ducado de Lancaster, a
considerar poner a disposición de la prensa el texto de los folletos
disponibles actualmente sobre repatriación para dejarlos caer a la
guarnición
argentina
en
Puerto
Argentino.
4 invitó al Secretario de Defensa para que organice las primeras
condecoraciones por valor en el Atlántico Sur que se publicará bajo
un embargo a las 12 de la noche el 3/4 junio.
49
50
2. ASUNTOS POLÍTICOS: 1. invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores para que envié instrucciones a Sir Anthony Parsons, de
conformidad con lo siguiente: una presencia de las Naciones Unidas
en las negociaciones entre los comandantes militares no serían
aceptables; tampoco sería admisible un pequeño núcleo de
observadores de las Naciones Unidas durante una retirada argentina.
2 de junio de El regreso del gobernador era una cuestión abierta; pero tendría que
1982 a las 9.30 ser un administrador civil británico, un gobernador militar no sería
de la mañana
apropiado. 2. encargó al Secretario del Consejo de Ministros para
que organice el trabajo ya en curso sobre el posible gasto futuro en
las Malvinas basándose en estos tres supuestos: (a) ningún alto el
fuego continental y la continuación del conflicto con la presente de
manera limitada; (b) la continuación de la hostilidad de Argentina,
sin el uso de la fuerza militar, pero sin la aquiescencia de Argentina
en la reposesión británica; y (c) la aquiescencia de Argentina a
regañadientes en la reposesión británica, con la posibilidad de alguna
cooperación argentina limitada, por ejemplo, en las comunicaciones
de operación a las islas. 3 Invitó al Secretario de Asuntos Exteriores
y de la Mancomunidad de Naciones para que presente propuestas en
cuanto a la forma que una administración británica restaurada de las
Islas Malvinas podría tomar. 4. Invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones a circular lo antes
posible los documentos que contienen (a) propuestas para la
restauración y el desarrollo de las relaciones del Reino Unido con los
países de América Latina, después de que las Malvinas hayan sido
reocupadas; y (b) un reporte de los esfuerzos realizados por el
Gobierno británico para fortalecer sus relaciones con América Latina
antes
del
comienzo
de
la
actual
crisis.
1. ASUNTOS MILITARES: Invitó a la Fiscalía General a que
considere la factibilidad de ofrecer el acceso a la Embajada de
3 de junio de
Francia al Teniente Comandante Astiz. 2. ASUNTOS POLÍTICOS:
1982 a las 9.45
el Subcomité tomo nota de lo que dijo Thatcher, que fue que el
de la mañana
Reino Unido estaría dispuesto, si fuera necesario, a vetar cualquier
resolución inaceptable.
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51
52
Cuestiones Militares: 1. invitó al Secretario de Defensa, en consulta
con el Secretario de Relaciones Exteriores para hacer los arreglos
para la pronta repatriación de los prisioneros de guerra ahora a bordo
de
MV
Norland.
2. invitó al Secretario de Relaciones Exteriores para hacer los
arreglos para que se le ofrezca al Gobierno de Suecia tener la
oportunidad de un número limitado de preguntas para el teniente
Cdr. Astiz en su nombre, al mismo tiempo que las preguntas se
pusieron
a
favor
de
los
franceses.
3. invitó al Secretario de Defensa, en consulta con el Secretario de
Relaciones Exterioresy el Fiscal General, para hacer los arreglos
para que los franceses y, en su caso, las preguntas de Suecia, se
presenten a Astiz, ya partir de entonces se organizara la repatriación
de
Astiz
a
Argentina.
4 de Junio a las
4. invitó al Secretario de Defensa para autorizar el suministro
9.15 am
continuo de repuestos de helicópteros Lynx a Brasil por Westlands
de conformidad con el contrato actual. Aspectos Politicos: 1. Tomó
nota de que la primer ministro discutirá el manejo del proyecto de
Resolución de las Naciones Unidas con el presidente Reagan y el
presidente Mitterrand en París para convencerlos de que apoyen un
veto
britanico.
2. invitó al Secretario de Relaciones Exteriores para preparar un
proyecto de instrucciones a Sir Anthcny Parsons enmiendas que
incorporen al proyecto de resolución sobre las líneas indicadas en la
primer ministro, esto es: . Si se decidiera a buscar nuevas enmiendas
al proyecto de resolución, éstos tendrían que estar en una forma que
limite de manera corta y sin ambiguedades una declaración de los
requisitos fundamentales británicos.
1. ASUNTOS MILITARES: 1. invitó al Secretario de Defensa a
elaborar y distribuir una nota adicional sobre el manejo y eventual
repatriación de los prisioneros de guerra argentinos.2. invitó al
Secretario de Defensa hiciera los arreglos para que el suministro de
piezas de repuesto para los helicópteros Lynx brasileños. 2.
ASUNTOS POLÍTICOS: 1. invitó al Secretario de Asuntos
Exteriores a concertar la acción diplomática con los gobiernos
aliados, y otros gobiernos amigables, para prepararlos para la
7 de junio de
necesidad de mantener las sanciones contra la Argentina hasta que el
1982 a las 9.30
cese completo de las hostilidades hubiera sido asegurado.2. Invitó al
de la mañana
Secretario de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de
Naciones, en consulta con el Secretario de Defensa, a seguir
examinando las modalidades y tácticas para lograr un cese completo
de las hostilidades,3 Invitó al Secretario de Asuntos Exteriores y de
la Mancomunidad de Naciones, en consulta con el Secretario de
Defensa y el Canciller del Ducado de Lancaster, a preparar una
forma de palabras sobre el futuro de las Islas Malvinas en las líneas
indicadas por la Primer Ministro en su resumen.
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53
ASUNTOS MILITARES: 1. invitó al Secretario de Defensa, en
consulta con el Secretario de Asuntos Exterioress, para que organice
los planes que se haga una visita de periodistas seleccionados a las
Malvinas y para que haga nuevas recomendaciones en cuanto a las
9 de junio de
modalidades.
1982 a las
2. invitó al Secretario de Defensa a preparar una nota de los hechos
10.30 de la
relacionados con la divulgación de información sobre la captura de
mañana
Darwin
y
Pradera
del
Ganso.
3. Invitó al Fiscal General, en consulta con el Secretario de Defensa,
a considerar la legalidad de una amenaza de colocar minas en
submarino.
54
Cuestiones Militares: 1. invitó al Secretario de Relaciones Exteriores
y de la Commonwealth, en consuta con el Secretario del Consejo de
Ministros, para hacer representaciones urgentes al Gobierno francés
11 de Junio a
para impedir el suministro de aviones Súper Etendard- a Perú. 2.
las 10.00 am
invitó al Secretario de Defensa para organizar la suministro de
piezas de repuesto para los helicópteros Lynx brasileños a
reanudarse.
55
1 Invitó al Secretario de Relaciones Exteriores, en consulta con el
Secretario de Defensa, para hacer los arreglos de contingencia para
el señor Rex Hunt, acompañado de dos Consejeros de las Islas
Malvinas en la actualidad en el Reino Unido, para volver a las Islas a
la mayor brevedad apropiada después de la ocupación británica de
Puerto Argentino. 2. invitó al Secretario de Relaciones Exteriores a
considerar cómo se deben definir las responsabilidades del Sr. Hunt
y con qué título se deben devolver, y para preparar un proyecto de
declaración para la Primer Ministro al Parlamento anunciando su
regreso y la base sobre la cual las Islas se administraran en el
14 de Junio a período inmediatamente posterior a la toma de posesión británica. 3las 11.30 am
Invitó al Fiscal General, en consulta con el Secretario de Relaciones
Exteriores para asesorar sobre los términos del Acta del Consejo que
tenía que poner los acuerdos precedentes en vigor. 4. Invitó al.
Secretario de Asuntos exteriores, en consulta con el Secretario de
Defensa, para iniciar conversaciones con las autoridades de Estados
Unidos sobre los arreglos para la repatriación de la mayoría de los
prisioneros de guerra argentinos. 5. Invitó al Secretario de
Relaciones Exteriores para enviar instrucciones al Embajador de Su
Majestad en París para refutar las sugerencias francesas de que sería
apropiado para el Reino Unido hacer concesiones al Gobierno
argentino sobre la cuestión de la soberanía.
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ANEXO C – Documento presentado por Pym al Gabinete de Guerra
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Sábado 24 de abril de 1982.
Archivo (TNA)
GABINETE. Nota de Armstrong, Wade-Gery y Colvin circulada al Comité OD (SA) OD (SA) (82) 25 (Islas Malvinas: Discusiones con el Sr. Haig en Washington)
[DESCLASIFICADO EN 2012]
Este documento es propiedad del Gobierno de su Majestad Británica
OD (SA) (82) 25
00023
24 de abril de 1982
Copia
N°
GABINETE
COMITÉ DE DEFENSA Y POLITICA EXTERIOR
SUBCOMITÉ SOBRE EL ATLÁNTICO SUR Y LAS ISLAS MALVINAS
___________
ISLAS MALVINAS: DISCUSIONES CON EL SR. HAIG EN WASHINGTON
Memorándum del Secretario de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones
__________
1. Visité Washington el 22 y 23 de abril. Casi todo el tiempo fue utilizado para
discutir con el Sr. Haig y sus funcionarios el proyecto de un Acuerdo de
Argentina / Reino Unido para asegurar la retirada argentina de las Malvinas: los
EE.UU. no firmaría, pero estaría muy involucrado. El texto que el Sr. Haig había
traído de Buenos Aires el 19 de abril, y nuestros comentarios sobre el mismo,
fueron la base de nuestras discusiones.
2. Haig sostuvo que, dado el movimiento de las fuerzas armadas británicas y
argentinas y la posibilidad de hostilidades tempranas, nuestras discusiones
constituirían la última oportunidad para alcanzar soluciones políticas. El
programa que él me esbozó fue que debíamos darle nuestros comentarios finales
y responder sobre su último proyecto (Anexo A) para el mediodía, hora de
Washington, del domingo 25 de abril (ahora se adelantó para el anochecer de
hoy, hora de Washington). Él entonces le daría al ministro de Relaciones
Exteriores de Argentina como su propia propuesta final, el 25 de abril en
Washington, donde Costa Méndez estará para la reunión de la OEA el 26 de
abril (Simultáneamente enviará el texto al presidente Galtieri a Buenos Aires.
(También nos enviaría formalmente los proyectos a nosotros –por el bien de las
formas- para evitar dar la impresión de que ellos son una preparación angloestadounidense). Tendría la intención de darle a los argentinos 48 horas para
aceptar estas propuestas tal como están, dejando en claro que no serían posibles
más retrasos o discusiones. Añadiría que si los argentinos rechazaran las
propuestas, los EE.UU. considerarían que su papel de pacificador habría
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terminado y a partir de entonces apoyarían política, económica y –sugiriómilitarmente al Reino Unido.
3. Haig sostuvo que su propuesta de acuerdo sería sacar a los argentinos de las
Islas, evitar las hostilidades, establecer un régimen provisional viable y allanar el
camino para una solución a más largo plazo. Argumentó que no necesitamos
estar demasiado preocupados por los detalles de las disposiciones relativas a la
retirada de Argentina: la garantía real sería la participación sustancial de los
Estados Unidos; cualquier violación argentina a las disposiciones de la retirada
los dejaría "mirando el cañón de la pistola de los Estados Unidos". Le di un texto
propuesto (Anexo B) para una carta de garantía de Norteamérica, y su reacción
personal fue de simpatía.
4. Por otro lado, si la solución diplomática no fracasara no porque los argentinos
hubieran rechazado el texto, sino porque nosotros no hubiéramos aceptado el
texto que él podría presentarles, Haig insinuó que podríamos estar por nuestra
cuenta. A pesar de que no estaba de acuerdo con ellos, muchos en Washington
podrían argumentar que los Estados Unidos deberían mantenerse en reserva para
jugar un papel en un esfuerzo pacificador posterior. Él era escéptico sobre las
perspectivas de que Gran Bretaña alcanzara una solución militar rápida y
satisfactoria. Pensaba que el apoyo político internacional comenzaría a
evaporarse rápidamente después de cualquier acción militar británica. Por otra
parte la victoria aún nos dejaría con la necesidad ya sea de mantener una
presencia militar permanente en la zona o bien buscar una solución política más
que no sería más fácil que la de la propuesta actual.
5. El presidente Reagan fue consultado en varias ocasiones por Haig durante mi
visita y las propuestas actuales se describieron como que disfrutan del respaldo
de Reagan. Haig me aseguró que ningún otro esquema político -como la idea de
que la tutela territorial de Estados Unidos flotara brevemente por el Juez Clarktendría más probabilidades que las presentes propuestas para lograr una solución
pacífica en el breve tiempo aún disponible.
6. En la discusión Haig puso gran énfasis en la necesidad de presentar a los
argentinos un texto que si ellos lo rechazaran (a su juicio el resultado mucho más
probable), dejaría al mundo sin dudas en cuanto a donde yacía la culpa. Él no
estaba dispuesto a presentarles un texto en el que él no creyera que fuera verdad.
A pesar de que yo pude persuadirlo para que modificara su posición en algunos
aspectos importantes durante los dos días de conversaciones, su proyecto final
todavía se queda corto en varios lugares de lo que hemos considerado como
aceptable, sobre todo en materia de la representación argentina en los consejos
de las islas (párrafo 6), el alcance de la influencia argentina en las esferas
económica y relacionadas (párrafo 7), y en impedir la continuación del actual
estado colonial (párrafo 8).
7. Presioné a Haig fuertemente sobre estos puntos. Se resistió a hacer nuevas
modificaciones sobre la base de que en la práctica la participación de Estados
Unidos, junto con la presencia británica, serían suficientes para evitar que
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Argentina hiciera de las suyas. Hizo hincapié en que las propuestas tendrían que
ser presentadas a los argentinos como un todo integrado, incluyendo la
incorporación de las Dependencias dentro del ámbito del Acuerdo. El Anexo C
comenta con más detalle sobre las características del nuevo proyecto. Le dejé en
claro que el párrafo 2 del proyecto, que se ocupa de los arreglos para la retirada,
necesita ser escudriñado por los expertos militares.
RECOMENDACIONES
8. No obstante las objeciones obvias de principio y el problema que éstos crearán
con el Parlamento y la opinión pública, creo que el arreglo propuesto por los
EE.UU. ofrece la mejor oportunidad de una solución pacífica, que es claramente
preferible a la alternativa militar y debe ser aceptado. Por tanto, recomiendo que
se me autorice a informar al Sr. Haig que, tras haber consultado a mis colegas
aquí, puedo estar de acuerdo con el plan y el proyecto que me presentó en
Washington sujeto a:
d. los cambios en el párrafo 6 y 7 del proyecto de que se muestran en el anexo
D.
e. la confirmación de que las intenciones del Gobierno de los Estados Unidos
son como se describen en el párrafo 2 anterior.
f. una respuesta positiva del presidente Reagan a la sugerencia de una carta de
garantía en línea con el proyecto británico del Anexo B.
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ANEXO A
SECRETO/SENSIBLE
PREÁMBULO:
Sobre la base de la Resolución N° 502 del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas y el deseo de la República Argentina y el Reino Unido de resolver la
controversia que ha surgido entre ellos, renunciando al uso de la fuerza ambos
gobiernos se han puesto de acuerdo sobre las siguientes medidas que forman un todo
integrado:
11. Con efecto desde la firma de este acuerdo por ambos gobiernos, habrá un cese
inmediato de las hostilidades.
PARAGRAPH 2
12. Comenzando a las 0000 horas hora local del día siguiente a la fecha en que este
acuerdo se firmó este acuerdo y encontrándose pendiente un arreglo definitivo,
la República de Argentina y el Reino Unido no introducirán ni desplegarán
fuerzas en las zonas (en adelante, “zonas”) definidas por los círculos de 150
millas náuticas de radio desde los siguientes puntos de coordenadas (en adelante,
“los puntos de coordenadas”):
(g) LAT. 51° DEG 40’ S
LONG. 59° DEG 30’O
(h) LAT. 54° DEG 20’ S
LONG.
36°
DEG
40’
O
(i) LAT. 57° DEG 40’ S
LONG. 26° DEG 30’ O
a. Dentro de las 24 horas de la fecha de este acuerdo, el Reino Unido suspenderá la
aplicación de su zona de exclusión y la Argentina suspenderá las operaciones
en las zonas.
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2.2.
Unido
Dentro de las 24 horas de la fecha de este acuerdo Argentina y el Reino
comenzarán la retirada de sus fuerzas de acuerdo con los siguientes detalles.
2.2.1. Dentro de los siete días de la fecha de este acuerdo, Argentina y el Reino
Unido
habrán retirado la mitad de sus fuerzas militares y de seguridad presentes en
las
zonas a la fecha de este acuerdo, incluyendo equipos y armamentos
relacionados.
Dentro del mismo periodo de tiempo, la fuerza de tarea naval del Reino
Unido
permanecerá a una distancia equivalente a 7 días de tiempo de
navegación (a 12 nudos) de cualquiera de los puntos de coordenadas y las
fuerzas argentinas que se hayan retirado se ubicaran en una condición tal que no
pudieran ser reinsertadas con su equipo y armamento en menos de 7 días.
2.2.2. Dentro de los 15 días de la fecha de este acuerdo, Argentina removerá todas sus
fuerzas remanentes y las reubicará en sus áreas de operaciones habituales u
obligaciones normales. Dentro del mismo periodo de tiempo, las unidades de
la fuerza de tarea naval y los submarinos del Reino Unido deberán reubicarse en
áreas de operaciones habituales u obligaciones normales.
2.3
Los Estados Unidos, dependiendo de su aceptación, verificarán el cumplimiento
de las disposiciones de 2 a 2.2.2.PÁRRAFO 3: Dado de baja.
PÁRRAFO 4
A partir de la fecha de este acuerdo, los dos gobiernos iniciarán los procedimientos
necesarios para poner fin simultáneamente, y sin demora, a las medidas económicas y
financieras adoptadas con relación con la controversia actual, incluidas las
restricciones
relativas a los viajes, el transporte, las comunicaciones y las transferencias de fondos
entre los dos países. El Reino Unido al mismo tiempo deberá pedir a la Comunidad
Europea y a los terceros países que hubieran adoptado medidas similares que pongan
fin a ellas.
PÁRRAFO 5
El Reino Unido y la Argentina designarán cada uno, y Estados Unidos ha manifestado
su acuerdo para designar, a un representante para constituir una autoridad interina
especial que deberá aportar observadores para verificar el cumplimiento de
las
obligaciones establecidas en este acuerdo. Cada representante podrá ser asistido en las
islas por una nómina de no más de 10 personas
PÁRRAFO 6
6.1
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Encontrándose pendiente una solución definitiva, todas las decisiones, leyes y
reglamentos que pueda aprobar en adelante la administración local de las Islas se
presentarán a y serán ratificadas expeditivamente por la autoridad interina especial,
excepto en el caso de que la autoridad interina especial considere dichas decisiones,
leyes o reglamentos inconsistentes con los propósitos y las disposiciones de este
acuerdo o su aplicación. La administración local tradicional continuará, excepto que
los Consejos Ejecutivo y Legislativos que se ampliarán para incluir: (a) dos
representantes designados por el gobierno argentino para servir en el Consejo
Ejecutivo; y (b) representantes en cada uno de los Consejos de la población argentina
cuyo período de residencia en las Islas sea igual al que se exige a los demás con
derecho a representación ______________________________________________
en proporción a su población, siempre que exista al menos un representante en cada
Consejo. Tales representantes de la población argentina residente serán designados por
la Autoridad Interina Especial. Las banderas de cada uno de los miembros
constituyentes de la Autoridad Interina Especial se izarán en su sede.
6.2
Encontrándose pendiente una solución definitiva, ningún gobierno tomará cualquier
acción que sea incompatible con los propósitos y disposiciones de este acuerdo o su
aplicación.
PÁRRAFO 7
7.1 Encontrándose pendiente una solución definitiva, los viajes, el transporte, el
movimiento de personas y que, pudieran estar relacionados a los mismos, la
residencia
y la propiedad y la disposición de los bienes, las comunicaciones y el comercio entre
el
continente y las islas serán, en igualdad de condiciones, promovidos y facilitados.
La
Autoridad Interina Especial les propondrá a los dos signatarios la adopción de
medidas
apropiadas en tales asuntos. Tales propuestas se transmitirán simultáneamente a los
Consejos Ejecutivo y Legislativo para que den su punto de vista. Los dos signatarios
se
comprometen a responder prontamente tales propuestas. La autoridad interina
especial
vigilará el cumplimiento de todas las propuestas adoptadas.
7.2 Las disposiciones del párrafo 7.1., de ninguna manera perjudicarán los derechos y
garantías que hasta ahora han sido disfrutados por los habitantes de las islas, en
particular los derechos relacionados con la libertad de opinión, de religión, de
expresión, de enseñanza, de movimiento, de propiedad, de empleo, de familia, de
costumbres, y lazos culturales con los países de origen.
8 El 31 de diciembre de 1982 concluirá el período de transición durante el cual los
firmantes deberán concluir las negociaciones sobre la remoción de las Islas de la lista
de territorios no autónomos bajo el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas y
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en
las condiciones mutuamente acordadas para su estado definitivo, incluyendo la
debida
atención a los derechos de los habitantes y al principio de la integridad territorial, de
conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y a
la
luz de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las
negociaciones arriba mencionadas comenzarán dentro de los quince días de la firma
del
presente acuerdo.
PÁRRAFO 9
9. Con el fin de ayudarlos a llevar sus negociaciones a una solución mutuamente
satisfactoria en la fecha estipulada en el párrafo anterior, la Autoridad, previa
consulta con el Consejo Ejecutivo, hará propuestas concretas y recomendaciones
tan pronto como sea posible a los dos firmantes, incluidas propuestas y
recomendaciones sobre:
9.1.
La manera de tener en cuenta los deseos y el interés de los isleños, en la
medida en que se refiere a las islas con una población asentada, con base en los
resultados de un sondeo de opinión de los habitantes, con respecto a cuestiones
relacionadas con las negociaciones, y llevadas a cabo de la manera que la
Autoridad determine;
9.2.
Las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los recursos de las islas,
incluyendo las oportunidades para la cooperación conjunta y el papel de la
Compañía de las Islas Malvinas; y
9.3 Las demás cuestiones que los dos signatarios pudieran solicitar, incluyendo
posibles acuerdos para la compensación de los isleños, o asuntos sobre los
cuales
la
Autoridad podría desear comentar a la luz de su experiencia en el desempeño de
sus
responsabilidades en virtud del presente Acuerdo.
9.4 Los firmantes han acordado el procedimiento del subpárrafo 9.1 sin perjuicio de
sus
respectivas posiciones sobre el peso legal que se conceda a dicha opinión para
llegar
a una solución definitiva.
PÁRRAFO 10.
10. Si los firmantes, no obstante, no pudieran alcanzar las negociaciones antes del
31 de diciembre de 1982, los Estados Unidos han indicado que, a petición de
ambos signatarios, estarían preparados en ese momento a tratar de solucionar la
controversia dentro de los seis meses de la fecha de la petición haciendo
propuestas concretas para un acuerdo y conduciendo directamente las
negociaciones entre las partes firmantes, sobre la base de los procedimientos que
formule. Los dos firmantes se comprometen a responder dentro de un mes las
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propuestas formales o recomendaciones que les sean presentadas por los Estados
Unidos.
PÁRRAFO 11.
11. Este acuerdo entrará en vigencia en la fecha de su firma.
ANEXO B
PUNTOS A SER INCLUIDOS EN UNA CARTA DEL PRESIDENTE REAGAN A
LA PRIMER MINISTRO.
(i) Estoy contento de que parece que vamos a poder llegar a un acuerdo.
(ii) Entiendo, a la luz de los acontecimientos recientes, que el Gobierno británico
podría requerir cierta seguridad de que el Gobierno argentino va a respetar
sus obligaciones de buena fe y, en particular, se abstendrá de cualquier uso
de la fuerza contra las islas.
(iii)
No tengo ninguna duda de que la presencia de Estados Unidos en las Islas
durante el período interino servirá como una garantía eficaz de la aplicación
del acuerdo y en contra de cualquier uso de la fuerza para frustrarlo. Sin
ninguna duda dejaremos a los argentinos ante cualquier desafío a las
disposiciones del acuerdo, en particular las relativas a la retirada de las
fuerzas argentinas y a su no reintroducción, lo será visto como un desafío
para el Gobierno de los Estados Unidos y éste responderá en consecuencia.
(iv)Una vez que las negociaciones entre las partes hayan concluido y la solución
definitiva se haya logrado, los Estados Unidos sólo tendrán
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responsabilidades con respecto a la implementación de esa solución
definitiva, como se habrá aceptado específicamente en respuesta a las
peticiones de los dos firmantes. Estará, sin embargo, preparado para
responder de manera positiva a cualquiera de estas solicitudes; y sin
perjuicio de lo anterior, considerará cualquier uso de la fuerza para frustrar o
anular las disposiciones de la solución definitiva como un desafío al
gobierno de Estados Unidos que se responderá en consecuencia.
ANEXO C
COMENTARIOS AL PROYECTO DE ACUERDO DE LOS ESTADOS UNIDOS
DEL 23 DE ABRIL
Preámbulo y Párrafo 1.
No tienen cambios con respecto al proyecto de Buenos Aires del 19 de abril. Nosotros
no hicimos contrapropuestas.
Párrafo 2.
Esencialmente sin cambio con respecto a texto anteriores. Es una amalgama del texto de
Haig del 13 de abril (párrafo 2 y la primer oración del párrafo 3) y el texto de Buenos
Aires del 19 de abril. La incorporación de la frase “encontrándose pendiente una
solución definitiva” ha permitido dispensar el párrafo 3 de los textos anteriores.
Párrafo 2.1.
Nuestra contrapropuesta ha sido aceptada, pero se ha hecho una modificación más para
imponerle a la Argentina la correspondiente obligación. (La posibilidad de que
Argentina continúe operaciones alrededor de las islas Georgia del Sur y Sándwich del
Sur debería ser excluida por el párrafo 2.)
Párrafo 2.2.
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Sin cambio con respecto al texto de Buenos Aires. Nosotros no hemos hecho
contrapropuestas.
Párrafo 2.2.1
Esto constituye un cambio radical con respecto a los textos anteriores en la dirección de
la paridad de la oportunidad y la distancia de retirada. En comparación con el texto de
Buenos Aires, tanto el Reino Unido como la Argentina tienen ahora la obligación de
retirar la mitad de sus fuerzas de las zonas en el primer período de siete días; en el texto
de Buenos Aires, el Reino Unido tendría que haber retirado todas sus fuerzas de las
zonas en este período, mientras que la Argentina sólo estaría obligada a retirar la mitad
de sus fuerzas. La distancia de retirada ahora no se expresa (en la medida que al Reino
Unido le preocupa) en términos de una cifra absoluta, sino en términos de tantos días de
tiempo navegación. Esto se equilibra para el lado argentino con una referencia a la
cantidad de días que le llevaría a los argentinos reinsertar sus fuerzas en las Islas
Malvinas, con el debido descuento del tiempo de carga.
El párrafo 2.2.2
Este es una amalgama de la disposición correspondiente del texto Buenos Aires y
nuestras contrapropuestas. Una vez más se ha hecho el intento para moverse en
dirección a la igualdad de obligaciones. Si bien la noción de reubicación "a su áreas
operativas habituales o deberes normales” es declaradamente ambigua, la frase de
cualquier manera preserva la libre circulación de la Fuerza de Tarea.
Párrafo 2.3
Este es nuevo. Los Estados Unidos se comprometen a verificar el cumplimiento de las
disposiciones de la retirada. No se dan más detalles. Tentativamente se prevé que los
observadores de los Estados Unidos pueden tener que hacer visitas regulares a los
puertos del territorio continental argentino y que (suponiendo que los argentinos insistan
en la igualdad de trato) aeronaves de los Estados Unidos puedan tener que hacer
sobrevuelos ocasionales de la Fuerza de Tarea.
Párrafo 4
Este ha sido redactado nuevamente para tomar en cuenta algo (pero no totalmente) de
nuestras propuestas. La obligación corre desde la fecha de la firma, pero es, sin
embargo, sólo una obligación “de iniciar los procedimientos necesarios para poner fin al
mismo tiempo, y sin demora" las medidas económicas y financieras. Este lenguaje, en la
práctica nos daría el control sobre la fecha en que las medidas finalizaran en realidad.
Párrafo 5
Nuestra contrapropuesta a tener un límite máximo de 10 personas en el personal de cada
representante ha sido en principio aceptado. Sin embargo, se han añadido las palabras
"en las islas”. Los estadounidenses prevén claramente que cada representante tendrá que
ser apoyado por una dotación de personal algo mayor para cumplir con las tareas
adicionales impuestas a la Autoridad en otras partes del proyecto de acuerdo (por
ejemplo, el párrafo 9), pero han aceptado el punto de que la Autoridad deba tener una
presencia limitada en las islas.
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Párrafo 6.1
La primera frase queda como estaba en el texto de Buenos Aires que, en este punto,
sustancialmente no tuvo cambios con respecto al texto anterior de Haig. La segunda
frase se ha mejorado en un aspecto con relación a la disposición correspondiente en el
texto de Buenos Aires; el concepto de que la administración local tradicional continúe 'a
través de' los Consejos Ejecutivo y Legislativo ha desaparecido. Sin embargo, el
número y método de nombramiento de los miembros argentinos a los Consejos sigue
abierta a objeción. El Gobierno argentino tendrá derecho a designar a dos representantes
para servir en el Consejo Ejecutivo; y habrá un tercer miembro de Argentina en el
Consejo Ejecutivo que será designado por la Autoridad de entre la población argentina
local. A pesar de la sobreponderación de la representación argentina en el Consejo
Ejecutivo, todavía habrá una clara mayoría de Reino Unido y representantes isleños en
el Consejo ampliado (6 de 9). Hay una mejora con el texto de Buenos Aires en la
medida en lo que el Consejo Legislativo se refiere, ya que sólo se ampliará para incluir
a un representante de la población argentina local a ser nominada por la Autoridad.
Nuestra contra-propuesta de suprimir la objetable frase objetable del texto de Buenos
Aires acerca de la policía ha sido aceptada.
Párrafo 6.2
Sin cambios con respecto al texto de Buenos Aires. No hicimos contrapropuestas. Párrafos 7.1 y 7.2
Estos tienen que ser leídos en conjunto. La primera frase del párrafo 7.1, leídas de forma
aislada, es inaceptable, sobre todo con la referencia a la “residencia y la propiedad y
disposición de los bienes” gobernada por la frase “en igualdad de condiciones" (que, se
explicó, significa de manera no discriminatoria). Sin embargo, el párrafo 7.2 ahora ha
sido vuelto a redactar como una clara salvaguardia para los derechos de los isleños.
Nótese que la frase "en igualdad de condiciones" no aparece en el apartado 7.2 y que,
por esta razón, las referencias a la propiedad y la enseñanza han sido reintegradas.
Volviendo al apartado 7.1, los dos gobiernos todavía tienen que aprobar las medidas
propuestas por la Autoridad, de modo que el Reino Unido aún puede ejercer un derecho
de veto sobre las propuestas objetables. Nótese también que la disposición de nuestras
contra-propuestas de que los Consejos Ejecutivo y Legislativo deben ser consultados
sobre estas propuestas se ha incorporado en el proyecto.
Párrafo 8
Conserva la mayor parte de los conceptos básicos del texto de Buenos Aires, pero en un
lenguaje que no se incline en la dirección de una solución que implica la soberanía
argentina sobre las islas. "La eliminación de las islas de la lista de territorios no
autónomos bajo el Capítulo XI de la Carta de la ONU" excluiría la situación anterior
como una solución definitiva, pero no excluiría cualquier otra opción por ejemplo, la
independencia o asociación con el Reino Unido (los Estados Asociados de las Indias
Occidentales fueron eliminados de la lista cuando alcanzaron la condición de “ estado
asociado "). Hay equilibrio entre “los derechos de los habitantes” y “el principio de la
integridad territorial” (pero, significativamente, no se dice, como se hacía en el texto de
Buenos Aires, que el principio de la integridad territorial es "aplicable a esta disputa”).
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Las referencias en los textos anteriores a resoluciones específicas (y objetables) de la
Asamblea General ahora se han sacado a favor de una referencia más anodina a “las
resoluciones pertinentes de la Asamblea General de las Naciones Unidas”. Todavía no
está del todo claro lo que se entiende por las «islas» en este párrafo, aunque la clara
implicación es que la frase abarca tanto las Islas Malvinas y las dependencias; sin
embargo, la solución definitiva podría incluir arreglos diferentes para las Dependencias
-el lenguaje utilizado no lo excluye.
Párrafo 9
Este es totalmente nuevo y está diseñado a fin de cuentas para que nos sea útil a
nosotros (aunque hay algunas disposiciones bastante inútiles). El apartado 9.1 se refiere
al sondeo de opinión local y es claramente útil como una glosa en el párrafo 8. El
párrafo 9.2 es menos útil, especialmente la referencia al papel de la Compañía de las
Islas Malvinas. La referencia a "posibles acuerdos para la compensación de los isleños"
en el párrafo 9.3 no es bienvenida; pero "se expresa en términos generales y no se limita
a los isleños que no desean permanecer. El apartado 9.4 está diseñado para preservar la
posición de ambas partes sobre la importancia de un sondeo de opinión local en el
contexto de la disputa.
Párrafo 10
Este es totalmente nuevo y prevé un papel conciliador o mediador de Estados Unidos
por un período adicional de seis meses más allá de 31 de diciembre 1982 si las
negociaciones no se han completado para esa fecha. Los arreglos del período interino
continuarían operando durante este período, ya que se ha expresado que se aplican
"encontrándose pendiente una solución definitiva".
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ANEXO D
MODIFICACIONES PROPUESTAS AL PROYECTO DE ACUERDO DEL 23 DE
ABRIL
PARR 2
Cualquier cambio se considera esencial por razones militares.
PARR 6.1.
Punto (a) para que diga:
“(a) dos representantes nombrados por la Autoridad Interina Especial sobre el
nombramiento del representante de la Argentina en la Autoridad de entre la población
argentina residente en las islas para servir en el Consejo Ejecutivo, "
PARR 7.1.
La primera frase después de "continente" para que diga:
“continente y las islas se promoverán y facilitaran sobre la base de medidas no
discriminatorias que se propondrán a los dos firmantes por la Autoridad Interina
Especial."
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