[ie 1226] (8 abril 1946)

Anuncio
Año LI
Pamplona 8 de abril de 1946
Núm. 1.220
Aval
ÓRGANO DE LA «BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA»
ADMINISTRACIÓN: ESTAFETA. 31
DIRECCIÓN: NAVAS DE TOLOSA. 21. 2.» izq
LA VERDADERA MAESTRA DE LA IIID3
L gran tribuno de la elocuencia romana, en una
frase feliz, que no pocos escritores han reproducido en sus obras y muchos oradores han repetido en sus discursos y que la oímos ya, cuando, jóvenes,
frecuentábamos las aulas del saber humano, dijo que la
Historia es la maestra de la vida. Sin desdeñar, ni, menos
aún, poner en duda la verdad de este dicho, ya que la
Historia, como ciencia de los hechos humanos, nos da a
conocer mucho de lo que hicieron nuestros antepasados,
y la Filosofía de la Historia
pone ante nuestros ojos sus
aciertos y éxitos y también,
en número mayor por des»
gracia, sus yerros y desatinos para que aprendiéramos
a seguir las huellas de los
protagonistas de los primeros y no caer en las abe*
rraciones de los otros, Pero creemos que mucho más
exacra que la expresión cice»
roniana es estotra: «La verdadera maestra de 'a vída es
la muerte.»
No se aprende más ni mejor que cuando uno, tremebundo y agitado, escucha la
voz agónica del moribundo,
más tremebunda y más agitada, porque su lecho de dolor, con serio y muy grande,
es también la cátedra insigne
de ía verdad, cátedra que Tiene la particularidad de enseñar, mucho más elocuentemente que lo hicieron los
más hábiles oradores, verdades escuetas y reales que allí
se palpan, cátedra universalísima en cuanto al tiempo y
al espacio, pues a lo largo
de la vida humana sobre la
tierra, ni existe un momento
en que no se dejen oír sus
lecciones, ni tampoco es posible encontrar sitio alguno
en el mundo donde no se haya erguido, autoritaria y dominante, cátedra tal.
sus rostros, paz en sus conciencias y hasta alegría en sus
almas. Para ellas y solamente para ellas están escritas por
e! dedo de Dios estas palabras: «es preciosa en la presencia de Dios la muerte de los justos», tan preciosa y tan
encantadora como lo fue la de Santa Escolástica, que al
dejar su alma la cárcel del cuerpo voló hasta los cíelos en
forma visible de paloma, tan preciosa y tan encantadora
como lo fue la de Santa Teresa de Jesús, que con su ú!t¡*
mo aliento hizo florecer un rosal y también cual candida
paloma buscó a su Amado en lo más alto de los cielos,
y como lo es la de no pocas almas que al arribar al puerto de la eternidad abandonan, contenías y satisfechas, la
nave en la que tantas marejadas y tempestades sufrieron durante su viaje.
Nos ha movido a escribir
las piesentes cuartillas una
frase caída, hace muy poco
tiempo, de los labics moribundos de D. Francisco Largo Caballero (que en paz
descanse) y qi¡e constituye
una lección bien soberana
por cierto.
Nuestros lectores conocen, al menos en sus rasgos
salientes, la vida de ese pobre descarriado de los caminos del cielo, y a todos
pedimos una oración per su
alma; pero no hemos de silenciar sus últimas enseñanzas, acaso y, sin acaso, las
únicas de su vida que merezcan nuestros plácemes.
' RELICARIO DE LA SANTA ESPINA
EN LA CATEDRAL DE PAMPLONA
Este artístico relicario de plata cincelada y dorada, que se
conserva en nuestra Catedral, contiene una de las espinas
que formaban la Corona que afligía a nuestro Redentor Jesús
en su Pasión y Muerte
San Luis, Rey de Francia, en el siglo XIII, quitó esa Santa
Espina de la Corona auténtica, que se veneraba en la grandiosa Abadía de San Dionisio, de París, y la regaló a don
Teobaldo II, Rey de Navarra, en el año 1258.
Millones de seres humanos se han sentado en ella,
siendo los voceros de sus
lecciones, los maestros de
sus enseñanzas... pero, ¡cuan
pocos han sido los discípulos aprovechados! Muy contado es el número de aquellas personas que voluntariamente estuvieron muertas durante su existencia a todo lo transitorio y rerreno, para poder dar la lección
de su muerte con la sonrisa en los labios, serenidad en
Cuando enfermo ya de
bastante gravedad lo habían
tratado las mayores eminencias médicas de la capital de
Francia, y conoció que su
dolencia no tenía curación
humana, dijo a uno de los
doctores que le visitaban:
*\Y para esto,,, tanto luchar
en la vída!» Palabras que
a! salir de sus labics gangre=»
nosos están destilando amargura, desengaño, desconsuelo, pesadumbre... Son indudablemente un eco de aquéllas de la Sagrada Escritura
nos, insensati.. pues en léxico real quiso decir nuestro maestro de hoy, el señor
Largo Caballero, lo siguiente: «Pero... ¡qué insersato he
sido! He luchado siguiendo
ideas erróneas, he consumido mí vida forcejeando para
conseguir adeptos, he trabajado febrilmente predicando
absurdos, sembré el suelo de mi patria de cadáveres... y
ahora veo que se entreabren las puertas de la eternidad,
y colocado ante ellas paréceme descubrir el rostro airado
de un Juez, insobornable y rectilíneo, al que tanto despre-
LA
AVALANCHA
cié en mi vida y al que hice le persiguieran mis secuaces... ¡Insensato! Mi! veces diré que he sido un insensato.»
Quiera el Señor, rico en misericordias, haberlas tenido
con este náufrago de la vida que en sus postreros momentos nos ha proporcionado una lección harto elocuente.
Aprendan y escarmienten los que, ciegamente, le siguieron en sus desvarios, y aprendamos rodos a vivir teniendo siempre presente que en este mundo somos peregrinos a los que nos acecha la muerte desde el primer
momento de nuestra existencia, la mejor maestra que nos
dice con San Agustín: «Vive bien, y morirás bien.»
MARCELO NÚÑRZ DE CEPEDA
EL CASTO DE A D O R A * A LA CRUZ
ADA hay en la tierra de más intensa emoción y sublime grandeza que acoger amorosamente e!
último suspiro del que muere,
envuelto en la postrer oración de
la liturgia cristiana, y percibir el
último latido de un corazón destrozado cuya palpiiación, como
ofrenda entera a Dios, en su imperceptible vibrar, dice el nombre
de Jesús. Momento el más grande y soberano, en que la criatura
comparece ante su Criador, enlazando el tiempo con la eternidad.
El arte más genial no pudo
cantar la sublimidad de la muerte cristiana en toda su
amplitud con un solo apunte, y hubo de contentarse con
subrayar algunos perfiles de su infinita grandeza.
Describir el úliimo momento de Jesús en medio de los
más angustiosos desamparos, es algo que no pudo tener
expresión adecuada en la más genial epifanía del arte.
Todavía brotan de aquellos labios divinos palabras de
perdón para los deicidas; palabra viva de inextinguible
amor y ternura es el testamento a la humanidad entregando a su Santísima Madre; voz divina la de Jesús en"
comendando su espíritu al Padre. No podía exhalar su
aliento ni dar su postrer latido aque! Corazón amorosísimo sin que los cielos negaran su luz, sin que los peñascos se partieran y sin que las montañas se conmovieran
ante Jesús que muere.
Y el pueblo deicida sigue su curso sin sentimientos de
amor, Ecce guomodo moritur justus, et fiemo percipit
corde.
Los evangelistas recogieron con sublime sencillez el
último momento de Jesús. Es sólo para gustarlo en la intimidad de naestro ser. San Mateo nos dice: emisit spiri*
tum. San Marcos y San Lucas: expiravit. San Juan: tra*
diBit spiritum.
La tradición litúrgica del canto gregoriano, en su admirable recitado del Pasionario, no lia expresado ninguna
cadencia especial para estas palabras citadas. Se meditan
con la emoción de lo sublime en nuestro corazón de cristianos.
Es de observar, sin embargo, que los polífonistas, singularmente de nuestras catedrales españolas, quisieron
hacer resaltar esta locución de la muerte de Cristo en los
pasos de turba, encomendados a las capillas musicales.
Habían de dar más solemne emorividad a este pasaje,
y cuando el pueblo y clero se arrodillan, el coro canta el
último suspiro de Jesús con el más patético acento en
suavísima dicción de un retardo, como si esperara apa*
garse y resolverse al caer de una lágrima.
Nos queda la Santa Cruz. Nos ha tocado a sus siervos el dulce leño, canta la Iglesia, y la Santa Cruz nos
ha libertado. El fruto de este árbol nos ha seducido, pues
nos ha redimido el Hijo de Dios.
Reina Jesús desde la Cruz, y desde entonces es el
«Eterno Procesado» por el tribunal de las pasiones desordenadas, escribió un ilustre Prelado, y disfrazadas con
el nombre de razón pública, prudencia, ciencia, progreso,
libertad y hasta religión.
Un Rey, cuyos enemigos en definitiva y de verdad son
las pasiones de los hombres, tiene que reinar por la Cruz,
y desde entonces, es esta Cruz que adoramos, el eje de
la vida religiosa, en torno del cual se desenvuelve el mismo ciclo litúrgico y todo el arte cristiano.
La misma 01 ienfación de los templos es obligatoria y
constante; el ábside al Oriente, para que el oficiante mire al lugar por donde nos vino la verdadera luz; y los
brazos de la Cruz y la cabecera de la planta arquitectónica están inclinados respecto al eje general, simbolizando
la inclinación del cuerpo de Cristo sobre el Santo Madero.
La adoración de la Cruz en la mañana del Parasceve
es uno de los actos litúrgicos de más soberana grandeza. «Tu Cruz adoramos, Señor», canta el coro, y se recuerdan al pueblo los beneficios que hizo Dios a su grey
escogida para lanzarle este amargo reproche de amor:
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he contristado?
Respóndeme: ¿Qué más debí hacer por ti que yo no hiciera?»
Muy de notar es la absoluta unanimidad de los cantorales catedralicios y misales de España consignando la
sublime entonación del Preste; Ecce íignum Crucis, con
la melodía gregoriana de los modernos libros restaurados.
A través de los siglos, salvo la variedad de grafía musical, aparece la misma melodía que para todas las Iglesias
y ritos monásticos tuvo idénticos encantos y sentimientos
de majestad insuperable. VED AQUÍ EL MADERO DE LA CRUZ,
EN DONDE ESTUVO PENDIENTE LA SALUD DEL MUNDO. VENID,
ADORÉMOSLE.
Hay una excepción digna de señalarse en el rito y canto de la adoración de la Cruz, del Misa! propio de la Orden cartusiana. Muertos al mundo estos admirables reli=»
giosos con constante soledad y penitencias, encuentran
siempre en sn austeridad la alegría saludable como perfume exhalado de la paz inalterable de sus almas. Dice así
la rúbrica de su Misal propio: «El diácono descubre la
Cruz preintonando la antífona Nos autem gforiari oportet, etc.» Debemos gloriarnos en la Cruz de Jesucristo
Nuestro Señor. «A cuyo canto, seguido por toda la Comunidad, se inclinan todos profundamente.» y la melodía
de esta antífona es la misma que ha querido conservar la
Iglesia en el actual Antifonario para la fiesta de la Exaltación, con el modo angélico, como una invitación al canto triunfal de la humanidad redimida, según el antiquísimo himno de Venancio Fortunato, que resuena en todos
los templos de la Cristiandad, después de los «improperios», en grito aclamatorio a la Caridad infinita de Cristo. «Canta, lengua, los lauros del glorioso certamen y
alaba el noble triunfo sobre el trofeo de la Cruz.»
Con sublimes e inconfundibles trazos de polifonía sacra, nos legó Victoria un motete para este acto, de rendimiento y unción mística insuperable, cuya versión al romance dice:
Oh, Jesús, Nuestro Señor,
te adoro en la Cruz llagado
entre amarguras sín fin.
Sean tu acerbo dolor
y la muerte que te han dado,
vida eterna para mí.
••
Todo en el canto litúrgico gira en torno de la Cruz.
Como ningún pueblo sintió España el dolor de la Pasión
de Cristo, de vigorosa manera plasmado en sus Salcíllos,
Montañés, Mena y Velázquez.
y la polifonía española tuvo sus inefables acentos de
Pasión en la misma Capilla Pontificia de Roma.
LEOCADIO HERNÁNDEZ ASCUNCE
LA AVALANCHA
LA IMAGEN DE LA DOLOROSA
D E
PA M PLO NA
Cuándo fue adquirida por el Ayuntamiento
y otros detalles.—La esculpió el artista barcelonés Rosendo Nobas.—Nuestra devoción a la Soledad
A la distinguida dama doña .Milagros
ftjiiz De Sola, que en .Madrid venera
con gran devoción, en su capilla particular, junto a un «Ecce Homo* de Juan de
•Mena, a nuestra'Virgen de loe Dolores.
escrito abundantemente sobre esta Virgen Dolorosa de Pamplona, y nunca se nos agotó el
tema al ocuparnos de esta Madre
amorosa que tiene en nuestro corazón un sitio escogido que rebosa los más puros afectos.
Aun cuando para muchos nada nuevo podamos revelar, permítasenos el regusto de hablar de
esta imagen, porque es posible,
además, que para otros tenga interés cuanto queremos decir; y
así, con eí desee» de encontrar
dates fidedignos referentes a la
preciosa escultura, propiedad del
Excmo. Ayuntamiento pamplonés—datos que nos informasen de su adquisición y de otros pormenores que pudieran ofrecer novedad para nuestros curiosos lectores—
nos dirigimos el otro día al Archivo Municipal, y registrando
documentos en bien ordenadas
carpetas, pudimos averiguar,
entre otras cosas menos importantes, que la preciosa efigie
de la Soledad la esculpió en el
ano 1883 el escultor catalán Rosendo Nobas, nacido en la propia Barcelona, y que fue discípulo muy aventajado de Vallmitjana, autor precisamente del
sepulcro de! Señor yacente que
figura en nuestra procesión del
Santo Entierro en el triste atar=
decer del Viernes Santo.
EMOS
Hemos averiguado también
que Rosendo Nobas ejecutó
numerosas obras, y que una de
sus más famosas fue la titulada Eftorero moribundo, que
mereció ser premiada en una de
las Exposiciones nacionales.
En cuanto a nuestra Doloro^
sa, es muy posible que sea la
producción más bella e interesante de Rosendo Nobas,- y así
parece deducirse de una opinión emitida por el célebre arqueólogo francés Marcel Dieulafoy, quien en 1895 envió desde
París una carta al Alcalde de
nuestra población, dicíéndole
en ella lo siguiente:
«En un reciente viaje por
España me fia ffamado ía
atención una «.Virgen de los Dofores» coíocada en
una capifía (7a primera, antrando a fa derecha, según
creo} de fa igfesia de San Lorenzo * San 'Fermín. Se
me fia dicho gue ía caBeza y fas manos fueron encar-
gadas por ef Ayuntamiento a un artista de Barcefo»
na, pero nadie fia podido darme otros datos. La figu*
ra de fa Virgen es muy interesante. Es, ciertamente,
una de fas manifestaciones más fefices y mejor es tu»
diadas de fa moderna estatuaria pofícroma. Agrade'
ceré mucho fa indicación def nombre y de fa dirección
def autor de esa oBra. Quiero dar cuenta de eíía a
mis compañeros def Instituto de 'Francia.*
¿Cuánto costaron esa cabeza y esas manos de nuestra
Virgen Dolorosa? Pues, sagún un recibo que el autor expidió a nombre del entonces concejal don Joaquín Rosich,
solamente cincuenta duros.
De manera que por tan escasa cantidad—¡qué barato
estaba en aquella época el Arte!—poseemos una verdadera maravilla escultórica cuya contemplación tanto nos
emociona y tanto nos conmueve.
Relativas a este escultor—que, por cierto, desempeñó
una clase en la Escuela de Bellas Artes de la capital de
Cataluña—hemos oído relatar dos versiones que, desde
luego, no hemos podido comprobar, y de las que, por lo
tanto, tampoco podemos responder. Es la primera, que
perdió la razón y que murió sin lograr recuperarla; y la
segunda, que nuestro Ayuntamiento pretendió que cambiase los ejes a la efigie y que el autor no solamente se
negó a ello, sino que exigió la devolución de la escultura.
No nos cabe duda que el problema se habría solucionado satisfactoríameme entre el Municipio pamplonés y
el eseulter catalán cuando la imagen continuó entre nosotros con les mismos ojos de expresión suplicante que
reflejan todo el sublime doler de una Madre ante el Hijo
querido, clavado y muerto en una cruz patibularia.
Digamos ahora algo de la deveción que les pamploneses profesamos a la Soledad.
Eladio Esparza, con frase lacerante, pero acertada,
llamó un día a nuestro glorioso Patrón San Fermín «El
Solitario de San Lcrerzo» y nesotros pudiérsmos parodiar al brillante escritor denominando a la Vitgen Dolorosa
«La Abandonada» de la misma iglesia, pues aun cuando
muchos veneramos con filial cariño a tan bendita Señora, y a
pesar de que en su capilla tienen establecida las Hermanas
de la Soledad veía diaria, no
obstante quizá nos sería fácil
controlar las personas que la
visitan durante el año ante su
altar de la citada Parroquia.
Todo el fervor que gran nú*
mero de pamploneses sienten
por esta Madre del Dolor, parece reducirse al acompaña*
miento que se le hace cuando
es trasladada a la Catedral para la celebración del Septenario
y cuando es devuelta a su templo después de la procesión del
Santo Entierro cu fa noche del
Viernes Santo, formando en
torno de Ella un cortejo magnífico de hijos suyos, con hachas
encendidas.
No pretendemos molestar a
nadie mencionando que acaso
estos desfiles tengan más de exhibicionistas que de piadosos;
pero sí hemos de proclamar que
esto es poco, muy poco, para
lo que se merece tan excelsa
Virgen.
Una imagen que es del pueblo; una imagen cuyo rostro, cuyos ojos y cuyas manos tan intensa emoción despiertan en nuestras almas; una imagen que no pueden mirar sin impresionarse y conmoverse profundamente cuan-
LA
AVALANCHA
tos de fuera vienen a contemplarla, bien acreedora es a
que de Ella nos acordemos, no solamente cuando las tristezas y las amarguras pesan con agobio sobre nuestros
corazones; no solamente cuando necesitamos pedirla consuelo para nuestras aflicciones y favor para nuestras desventuras, sino cuando la dicha y el bienestar nos llenan
de optimismo; cuando nos consideramos felices y hasta
orgullosos porque la vida nos sonríe con su generosidad
pasajera; cuando libres de preocupaciones y de pesadumbres debiéramos postrarnos a sus plantas, no para hacerla objeto de nuestros egoísmos pidiéndola mercedes y
más mercedes, sino para alabarla y bendecirla gozosamente, sin esperar ninguna recompensa, rezándola con
íntimo cariño Dios te safve, María, fíe na eres de gracia... esto que es como un himno de sentido elogio y de
homenaje encomiástico a su grandeza, a su virtud inmaculada, a sus incomparables dolores maternales.
Vamos a ver sí en este Año Mariano de Navarra se
extiende nuestra devoción a la Dolorosa de manera que
se haga más constante y desprendida, no circunscribiéndola a un día para olvidarla en todas las demás. Portémonos con Ella como buenos pamploneses amantes de
nuestras santas costumbres, de nuestras cristianas tradiciones y de nuestros tesoros celcsrialcs, |y qué mayor joya ni de más incalculable valor que esta imagen nuestra,
esta imagen que es del pueblo pamplonés!
Baldomero BARÓN.
Psicología de la magna Misión de Pamplona
V
oy a intentar ver de aclarar, o darme cuenta del
cómo y del por qué, la Misión de Pamplona no
ha sido lo mismo que otras Misiones, tanto en
su modus faciendi, como en los resultados conseguidos.
El modo propio de misionar de los PP. Paúles, yo lo
ignoro: a mis lectores no sé lo que les habrá pasado.
Quiero anticipar que en esta Misión se han dado circunstancias, elementos y factores que no son habituales
en esta clase de ejercicios; pero, además, me parece se
han dado motivos para un modus faciendi muy distinto
del corriente en Misiones.
No sé si habré captado todos los elementos que en esta Misión han podido influir y caracterizar las diferencias
que hemos observado.
Aunque sea adelantar impresiones, quiero hacer constar un elemento que a mi juicio marca la tónica de aquel
modo de misionar, que me llamó extraordinariamente la
atención.
Fue el modo de actuar del P. Misionero en su primer
sermón de la Catedral.
Un comienzo especial, como sí de antes, entre el Padre
Misionero y el auditorio, hubiera habido relación de camaradería.
Relación de obrero a obrero, de labrador a labrador,
con familiariaridad campechana, que a mí me gustó extraordinariamente.
Me figure que la mayor parte de los hombres a quienes
hablaba e! P. Misionero no eran señoritos ni intelectuales,
Me pareció que este modo de empezar a tratar al auditorio iba a ser la clave del modus faciendi que he llamado especial.
Este factor sería al fin lo que completará el intercambio de simpatía, fundamento luego de una sintonización
afectiva íntima entre Misionero y multitud.
A pesar de la sintonización afectiva entre el Predicador y multitud y quizás por ella misma, la famiíiaridad,
entre el Misionero y la multüud, cuando el Predicador
no es en todas las situaciones dueño de sí mismo, tiene el
peligro de censurar procederes de conducta circunstancial, que deben ser excluidos de la regla general.
Sobre todo, en los casos que median intereses materia-
les, el rigor de la conducta moral, obliga a conducirse
de un modo particular, distinto del de los casos generales.
Figurándome en el P. Misionero cualidades excelentes
para cuftivar intensamente aquella sintonización: con el
favor de Dios, voy a intentar desentrañar su psicología.
Esta Miüión, desde su anuncio hasta el fin, se ha desarrollado de un modo inusitado, es decir, de manera
muy distinta a como estamos habituados.
El señor Obispo ha sido, a mi juicio, el que ha dado
tonalidad especial"a la Misión.
Empezó preparando a Navarra para un Año Mariano
y coronación de la Virgen del Sagrario, estimulando a
todos sus diocesanos a una vida de religión más sentida.
Cuando el señor Obispo anunció la magna Misión,
dijo qne veinte Misioneros Padres Paúles actuarían al
mismo tiempo en todas las Parroquias con idéntico programa.
Desde un mes antes del Miércoles de Ceniza, venía repitiendo el señor Obispo la anunciada Misión, que los
periódicos y revistas locales difundieron, esperanzados en
un gran resultado.
De esta manera se preparó la Misión, en un amBiente
de grandeza tal, que iba a resultar un factor sugestivo
de trascendencia, psicológicamente considerado.
Aun en las masas físicas, la grandeza despierta admiración; y ruando, como en este ca&o, el señor Obispo
había sido ek-cto Arzobispo de Valencia, la grandeza
ambiental se fue elevando.
Luego, la grandeza moraf, que en sí lleva la finalidad
de enfoque sobrenatural de ponerse en gracia de Dios,
contrariando al mundo, al demonio y a la carne; frenadas las pasiones a los píes del psiguismo superior, tendremos un ambiente de una sugerencia enorme.
Pero hay más: la recepción de los PP. Misioneros fue
un espectáculo de enorme emotividad sugestiva.
Recepción presidida y dirigida por el señor Obispo y
autoridades, congregó una multitud heterogénea de sacerdotes, religiosos, religiosas, niños, jóvenes de uno y otro
sexo, edultos, ancianos.
Todo el mundo sin distinción de sexo, edad, condición
social e intelectual.
Veinte Padres fueron acompañados por aquella multitud que cantaba letrillas propias de Misión.
En la Catedral se cantó el Veni Creator, y luego eí
señor Obispo abrió la Misión,
Fíjense cómo va intensificándose el amBiente misionaí.
En seguida, uno de los Padres <a mi juicio el más sugerente), hizo el programa con una familiaridad encantadora.
La Catedral sería el único lugar de Misión para hombres y mujeres; en las demás Parroquias, los actos de
mañana y noche, para hombres solos.
Hizo saber además que habría otros actos misionales,
como el Rosario de la Aurora, y en días señalados previamente, actos de Misión para niños, jóvenes sirvientes,
muchachos y mujeres solas.
La multitud resultaría tan heterogénea, que era necesario dividirla para que las sugerencias fueran más apropiadas a cada clase y condición.
La grandeza espectacular y la actuación constante de
los PP. Paúles en (as calles, procesiones y en las iglesias,
con sermones e ininterrumpido uso de cantos en coros
de hombres y mujeres, estimulados a cantar todo», desde
los primeros días quedó la muchedumbre psicofógica»
mente afectada.
Esta afectividad fue un modo típico y específico de
reacción psíquica de la multitud.
No es un simpfe resuftado de los modos psíquicos
de reacción normaí y ordinaria de cada uno de los individuos, sino de algo que se ha originado en ía mufti*
tud, por haberse creado un YO específico de la colectividad que se suele llamar afma cofectiva.
Estado de afectividad y cofectividad sensiSifizada
para desarrollarse de sorprendente manera, porque los
individuos que la forman han adquirido pecufiares modos psicofógicos de reaccionar ante las sugestiones, su-
'
A
LA AVALANCHA
divina, han conseguido espléndido dominio intsíectwovoír'tivo sobre el psiguismo pastoríaf.
En términos de psicología, las saciaciones afectivas
han sido tantas y tan generalizadas que creo perdura*
rán con una mayor constancia.
Los directores de las masas de mitin o manifestación política, emplean modos parecidos de sugestión;
pero los inductores conducen a la masa enfocándola
hacia el psiquismo inferior
o anima f
Aquí, en esta Misión, la
finalidad santa se ha conseguido al final, imperando el
psiguismo superior con una
admirable cfaridad intefec*
tiva y un agradable deseo de
saciación voíitiva en la vofuntad de Dios.
Las representaciones mentales de ideas e imágenes sugeridas a fa muchedumbre
mis ion aí fian sido tan efi*
caces que la oía afectiva ha
corrido por el cauce de la
razón, iluminando el psiguismo superior y dotando a la inteligencia de claridad y a la voluntad de freno
para encarrilar las pasiones
y reducirlas al cauce de los
Porque, como dice el PaMandamientos
y Santos Sadre Laburu {«Psicología mécramentos.
dica», cap. XXV. Padre Laburu):
En nuestra manera de ser
«Cuanto mayor carga
psicológica, todo puede ser
afectiva, más exaltación afecelemento inductor de sugestiva individual proyectada en PAMPLONA. —El simulacro de «Los Azotes», sustituido el año tión; pero este modus fa'
(a colectividad, en la que se pasado por otro nuevo en nuestra severa procesión del Santo En- ciendi, casi casi sistematizasiente más fuerte que indivitierro, en la tarde de Viernes Santo,—(Foto. Gregorio.)
do a usar pocas verdades
dualmente.»
evangélicas y muchos elementos de afectivación, no lo había observado tan claraTantos factores inductores de la sugestión colectiva y
mente como en esta Misión me ha parecido observar.
tan insistentes, han cuítivado fa sugestiBifidad de la
muchedumbre en grado tal, que, ayudados de la gracia
Da. NAVARRO
gerencias, cantos y estímulos adaptados al genio de la co*
lectividad.
Los Misioneros, sosteniendo y cultivando este tono
afectivo, han conseguido no solo simpatizar, sino lo que
en términos psicológicos se
llama sintonizar en el tono
afectivo ya muy acentuado
de la multitud.
Los Predicadores, empleando todos los elementos
inductores adecuados a la
captación del afma colectiva, incluso el navarrismo
y el momento histórico mundiaf y local, y hasta el último período de estancia en
Pamplona del señor Obispo;
todo lo que antes hemos dicho de preparación ambiental y empleo de tantos estímulos sugestivos, hari producido en la Misión un intenso estado afectivo, en el
cual fácilmente han ingertado representaciones mentales con enfoque sobrenatural.
Este estado afectivo lo
han conseguido desde el primer momento, porque en el
decurso de los actos de Mi'
sión han imperado las cargas
afectivas en sermones, cantos y procesiones.
A
A D. Ramón Esparza,
en sus Bodas de Oro Sacerdotales
Las Bodas de Oro Sacerdotales
Dios os concede. Buen don Ramón,
fas Bodas de Oro para vos santas,
para vos ífenas de honda emoción.
¡OB cuántas veces en vuestras manos
se afzó de Cristo ía Sangre Reaf
y ef Cuerpo mismo def Dios def Cieío
y de ía Tierra soBre ef aftarl
¡Qué íarga estefa de apostoíado,
ffena de cfara y excelsa fuz,
para gue en todos ios corazones
Briffase ef Signo de nuestra Cruz!
/ Cuántos consuefos soBre fas afmas
atormentadas por ef dofor,
y cuántas penas y cuántas fágrimas
BaBéis cafmado con vuestro amor!
/En cuántos pechos atriBufados
por torpes dudas def no creer
BaBe'is afzado fas certidumBres
de fas doctrinas de nuestra Tef
En vuestros íaBios ef Evangefio
Safio efocuencias Beffas sin fin.
ganando fiefes para fa patria
de San ^Francisco y de San Termín.
¡Cuántos cristianos en este día
de su Buen Párroco se acordarán/
¡Que'gratitudes BaBrá en sus afmas
para guien diófes tanta Verdad/
/ Y cuántos poBres gue no ofvidaron
sus caridades ni su guerer,
hoy a ios ciefos sus oraciones
irán pidiendo por vuestro Bien/
En esta fecBa tan venturosa,
para vos ffena de gforia azuf,
os triSutamos este Bomenaje
entre pfegarias af Buen Jesús.
Que Dios os premie con abundancia
todas fas oBras gue por su Bonor
BaBe'is fogrado con cefo ardiente
en vuestro amado Cizur Mayor.
Dad por Bien BecBos ios sacrificios
de vuestra vida, para gue vos,
entre ios Santos más escogidos
gocéis por siempre. Buen don Ramón.
ROMEDOBAL
25 - marzo - 1946
54
LA
AVALANCHA
LAS CRUCES
Af recorrer pueBfos, caminos y aldeas, t>an desfi*
fando, señeros y múltiples, estos signos def Cristianismo, en cafvarios, ermitas y camposantos, fugares
cuya paz y siiencio, una vez sentidos, jamás se olvidan. Son símbolos de paz estas santas cruces de fos
cerros que otean desde la aftura ef verdor de fas praderas ribereñas. Son beffezas senciffas y profundas
fas de estas cruces que se ofrecen como jafones de
una senda de luz Ante los brazos eructa fes de fos
cerros abruptos, sofitarios y mefancóficos, en fa tarde pastoril y bucólica, el alma religiosa y mística se
postra con doloroso unción, creyendo en la Cruz re*
den tora y justiciera con fe inquebrantable.
Cruces de las callejas de los pueblos de Navarra,
cruces de entrada a las ciudades, cruces de los calvarios que bendicen el paisaje y que cortan los vientos con sus aspas divinas. En el escueto lenguaje de
sus brazos abiertos, de su soledad en el campo, dicen
palabras de fe y de aliento para el que camina meditando, recordando, esperando. Las cruces de la vía de
acceso a las cumbres de fos cafvarios son de vieja estampa romántica, son como un retazo de Bistoria, co-mo un jirón de feyenda. Por la tarde, fa penumbra de
fa bora Bace cabafgar sus vetos grises, apagados,
mortecinos, sobre ellas, la sombra se abraza af símbofo cristiano, y éste continúa teniendo, aun en fa noche, fa fuz misteriosa de sus Brazos abiertos.
En fos puebfos de Navarra tienen un carácter típi*
coy tradicionalestos cafoarios, evocando ef recuerdo de fa Vía Doforosa que Cristo siguió en su Pasión. Hay una emoción cnflada y subfime en estos
cafvarios; uno emeción que surge de su nombre, de
su significado', recuerdan aquel fa Santa Pasión def
Dios Hombre. Antes de ffegar af Cafvario, fas cruces puestas a fo fargo def camino simbolizan fos dofores de Jesús es su ruta Bacía fa muerte. Y en cada
una de effas (as gentes bucen estación en recuerdo de
fos divinos sufrimientos.
Af caminar por fos campos de Navarra se ofrecen,
de pronto, a veces, cruces sencillas, como senderos de
luz, que causan admirable emoción. Y lo propio sucede entre las sombras enmarañadas del bosque o en
la altura de la montaña; en las cercanías de la pacífica ildea o en las orillas del rio; conmemorando en
algunos casos un Becfio de recordación luctuosa o
marcando fa fínea divosoria entre dos comarcas dis"
tintas; o én fin, sirviendo de señal cierta para un iti=
nerario. Son fecciones perpetuamente vivas de fe y de
esperanza y de fiama da amorosa estas toscas cruces
que señalan al peregrino, como en las viejas leyendas,
ef camino per donde va, recordándole a fa vez un sendero eterno e inmutable de fuz. Dijeran se que son enBiestas espigas, granazón fecunda de fa semiffa def
CQ fvario. Asimismo se tropieza en fos caminos y despobfados con piedras cruciales rotuladas, solitarias
y siniestras, que impresionan como cruces del dofor
Bumano, indicando fos últimos momentos de alguien
que debió morir en aquel punto. Afgunas cruces de
término llevan grabadas toscas aristas de piedra, que
alzan sus brazos en los campos o en las proximidades de fa población, sugiriendo una extraña potencia
de veracidad espiritual. Es la cruz un sagrado lazo,
lazo de cruz, que nos une a todos los Bijas de la tierra.
Allá arriba, en la culminación de fas grandes obres
artísticas de fos tempfos, se alza fa cruz que dirige a
fa cltura la plegaria fervorosa y es el índice que Ba~
cia el cielo se levanta majestuoso y triunfal.
finalmente, en mucBos pueblos se cefebra fa fiesta
d<? las cruces de mayo, que son símBofos de resurrec*
ción de fa vida, porque su gracia es fa gracia de fa
Naturaleza que sonríe en moyo en fos firios y claveles, en el esplendor de las rosas y en la Bendita gracia de todas fas triunfantes corolas que Bordan estas
cruces de alegría con el esplendor de la Primavera.
• .
Migvel ANC1L.
(Jena sublime del crimor
¡De rodillas, cristianos,
'.
que los ángeles plegan sus alas,
al mirar desde el cielo asombrados
esta escena de amor sobreBumana!
/ Todo un Dios a los Bombres se entregal
¡Ese Dios que creara
esos mundos y soles que ruedan
del espacio en la esfera azulada,
se anonada, se aclima y se esconde
, en la Hostia Sagrada!
¡Por servir de alimento a los Bombres
que fueron la causa
j ' - de tanta amargura
que sintió su alma,
desde el día que vino a la tierra
a salvar esta raza malvada,
esta prole de Adán maldecida,
nuestra raza Bumana!
¡CeleBremos el triunfo amoroso
de la Cena sublime de Pascua,
y adoremos al Dics Bumillado
en la Hostia Sagradal
MESA REVUELTA
¡6.665 ESTABLECIMIENTOS
DE ESPECTÁCULOS!
.'
El «Boletín del Sindicato Nacional del Espectáculo»
publica el número de focales destinados a espectáculos
públicos que funcionan en España, y sen: 2.215 cinema*
tógrafos; 928 teatros-cineí; 298 teatros; 2.707 bailes; 263
plazas de toros; 105 frontones y 140 campos de deportes:
en total, 6.656 establecimientos de espectáculos.
'•
Y fíjense ustedes que todcs ellos llevan vida próspera;
y eso que gran parte del público que va a esos 6.665 es *
tabíecimientos se queja de hambre y de lo cara que está
la vida,
t
• •-•
EL ULTIMO DISCURSO DEL PAPA ,
No dudamos que nuestros queridos lectores habrán
leído con suma atención el impresionante discurso pronunciado desde el Vaticano por nuestro santísimo Padre
Pío Xíí en la tarde del día 4 del actual; pero será conveníeme repasarlo perqué en su dramática lectura hemos
de encontrar constante y profunda meditación sobre ¡os
grandes males que hoy atormentan al mundo y que sólo
tienen su remedio en la caridad ) en la fraternidad cristianas.
LA AVALANCHA posee un buen archivo de
clichés publicados que vende por la mitad de
su valor, como también cuantos vayan apareciendo en sus páginas.
LA AVALANCHA
Compañía nauarra finónos Químicos
55
H. DE MANTEROLA
FABRICA DE SUPERFOSFATOS
ABONOS COMPUESTOS
A TODOS LOS CULTIVOS
FÓRMULAS SIEMPRE EN BXISTENCIA
ESPECIAL
»
>
»
A . - Olivos, Vid, Frutales.
B. — Cereales.
C - Bimelichi, Palatal (Tnbérulos i Rale»).
D.— Alfalfa, Trébol, Leguminosas.
m
VELAS LITÚRGICAS PARA EL CULTO
=
CALIDADES
Fabricación rápida de cualquier compuesta segón fórmula del clisflti
AZKORIA
(ESTERCOLIZANTE
CASA
m
GARANTIZADAS
==
: Para las dos ralas de la Sania Misa j Elrio pascnl
=
: Para las demás Telas del altar
PATENTADO)
^=
Fabricadas según lo mandado por los Revereng § dísimos Prelados, intérpretes legítimos del Res^= cripto de la Sagrada Congregación de Ritos,
Ü l fecha 14 de diciembre de 1904.
UNZU
=
^^
^P
^
ALMACÉN DE GÉNEROS BLANCOS Y CAMISERÍA
Sábanas de Rentería, mantas de lana y de algodón, géeros de punto. Juegos de cristianar, Equipos para novia
¡amiserfa y Corbatería para caballero.
PÍDANSE PRECIOS Y MUESTRAS AL FABRICANTE =
CHOCOLATES - MANTBROLA - PAMPLONA
Mercaderes, 3, Pamplona
^
W
ir
••••••••«••••••••••••••••••••••••i
CAJA DE AHORROS MUNICIPAL
Lleva SETENTA anos recibiendo y administrando ahorros del país y tiene la garantía total y comprobada
¿el Excelentísimo Ayuntamiento de Pamplona
Cuentas corrientes , , .
Libretas
Imposiciones anuales . .
Imposiciones semaatrala*
0,50 pop 1OO anual
2.OO
3,OO
»
»
»
»
2,5O
»
»
OFICINAS: PASEO DE SARASATE, NÚM. 5
!)UOOOÚOUODoaDt1GDaDOaODQaOQQÜL
3ODDOQÜUun•OOODODDDDaD
CAJA DEAHORROS NAVARRA
9
lOQQOOC
QDUD OIMOOOnDaDOC OOaDÜOOOOOOO
iDcao oooDaoaDoaaa jDauoaaDaooa
a
a
COfi LA GARAHTJA TOTAL E ILIMITADA DE U E U M . DIPUTACIÓN
• I SOCIEDAD ANÓNIMA FUNDADA EN s B
PAMPLONA EN 1863
CAPITAL SOCIAL: 20.000.000 DF. PTAS.
Libretas ordinarias a la vista, de 1 a 10.000 pts. . 2 °¡o
Imposiciones anuales
Imposiciones semestrales
Cuentas corrientes a la vista
. .
. . . 3 */°
. . . 2 °/o
. . . . 1 o/o
Seguros ¿ocíales. —Pensiones a los 65, 60 o 55 años, a
capital cedido o capital reservado.—Rentas inmediatas.—Capitales herencia. — Dotes infantiles. — Homenaje a la vejez. — Bonificaciones a los imponentes
O FIC I NAS t
Cutral, en sa nueva edificio, Avenida de Carlos III (Huevo Ensanche)
Aoiz, Alsasua, Arriba*Atallo, Caparros o, Carcastilío, Cascante, Corella»
Echalar, Elizondo, Esteíla, Irurzun,
Isaba, Leízá, Lesaca» Lodosa, Los Arcos,
Marcílla, Sangüesa, Santesteban, Tafalla, Tíldela, Viana y Vera de Bídasoa.
Capital desembolsado 17-530.500 de pts.
fondas de reserva, 8.790.380 pts.
Capital desembolsado j reservas 26 320 880 pesetas
••••
• . .
COM SUCURSALES en Alsasua, Aoiz, Buñuel, Caparroso,
Cascante, Cintruénigo, Corella. Elizondo, Estella, Fitero,
Irurzun, Lumbier, Milagro, Ochagavia, Peralta, Puente la
Reina, Roncal, Sangüesa, Tafalla, Tudela, Vera de Bidasoa,
Viana y Villafranca
COMPLETA RED DE CORKESPÜNSALES EN ESPAÑA
Y EH EL EXTRANJERO
Giros, transferencias, negociación de efectos. Préstamos con
garantía de fondos públicos, valores, mercancías, etc. Préstamos hipotecarios y tode clase de operaciones boncarias
DEPARTAMENTO ESPECIAL DE COFRES DE ALQUILER, PROPIOS
PARA GUARDAR ALHAJAS, DOCUMENTOS, VALORES, ETC.
INTERESES QUE ABONA A SUS IMPONENTES
II I » t u n t a s e o r r i e n l s s ; d e p ó s i t o s a l a i l í t a
. . . .fl'50< • / „
I m p o s i c i o n e s a p l a z o s de tres m e s e s . . 2'00 °lo
I m p o s i c i o n e s a plazos de seis meses . . 2'50 °¡o
I m p o s i c i o n e s a plazo d e u n a ñ o . . . . 3 o/o
LIBRETAS EN CAJA DE AHORROS AL 2 POR 100
OOaoDDDoaoaaoannaoDOOacta oaonooaoooaoinrajonoDoaoroaaaaaaoauoa
oouuaoooaoooooooaooaaooooaoaocooüuQnatioQQaoaaOQQaaaQaacraoooo
LA AVALANCHA
±
Paquetería, Sedas
Hiloi, Algodones
Lanas
Botonería, Bisutería
Sogueta tía
Genero» de punió
Guantas
±
HIJOS DE DOMINGO SÁEZ
Quincalla, Mercería
Pasamanería
Petacas
Hu l e s , G e s t a s
Gepilkrla
Artículos para flore
y otros artículo»
(Antigua Casa de Jacinto Sáez)
Calceteros, 2Ot PAMPLONA
ALMACENES OYARZUN
LOS HAS IMPOSTANTES DE LA PROVINCIA
BN MERCERÍA QUINCALLA
GÉNEROS DE PUNTO
VENTAS EXCLUSIVAMENTE AL POR MAYOR
SOCIEDAD ANÓNIMA DE BANCA Y CRÉDITO
.
PAMPLONA
CAPITAL SOCIAL COMPLETAMENTE DESEMBOLSADO
15.800.108 de pesetas
A v e n i d a d e S. I g n a c i o , 14
Teléfono 2703
=
PAMPLOT7A
RESERVAS
2.525.000 de pesetas
Sucursales en las principales poblaciones de
Navarra.— Realiza toda clase de operaciones
bancarias.—Gofres de alquiler
¿QUIERE USTED CALZAR BIEN?
lo más variado, elegante y económico
encontrará V. en
CASA
REPARAZ
INTERESES QUE ABONA ESTA SOCIEDAD
Imposiciones de año al 3 °/ o anual.
Imposisiones al plazo de seis meses 2,50 ° 0 anual.
Cuentas corrientes y Depósitos en efectivo a la vista
0'50°' o anual.
Caja de Ahorros, establecida hace años, a! 2°/ o anual.
Eslava, 1, Pamplona
Teléfono 443
Academia de Comercio «Cándido ¡ñigo»
dirigida por Juan Iñigo García
Intendente Mercantil, Catedrático de Contabilidad y funcionario
de la Cajo de Ahorros Municipal
Aritmética comercial, Contabilidad, Catijr<irM, Mecanoynfia,
Dibujo lineal. Documentación y Correspondencia mercantil
Hura de cansalta sabré nr^ujcióQ de oficinas: De tres a cuatru de ¡a lard»
Calderería, 28, 2.° - PAMPLONA
ADVERTENCIA. —Por lógico ¡ncompotibiüdad ectua!. no admite esto
Academia, como olumnos, a qu enes FO sean de 10 Escuela P'cfes'onai
de Comercio de Pamplona.
LÁMPARA DE CERA " G A U N A * '
PARA EL ALUMBRADO DEL TABERNÁCULO
)• l li ís .itf .iarjción: fibrtci 1 i ¿on sujeción al C A N O N 1271
del vigente iJer^cfio Canónico
LIMPIEZA ABSOLUTA
TRANQUILINO COMPLETA
Se vende en caías de a 24 lámparas
MIJO QUINTÍN
RUIZ
VITORIA
OBRAS NUEVAS
• Hombres que vuelven a la Iglesia», S. Lamping; «Código
cristiano». P. Falld; «Tarjetario espiritual», P . Gil; «Una
fuente de energía», Heredia; «Pan de vida», Proaska; «El
alma eucarística», P. Castellmare; «El santo abandono».
Leodey; «Año cristiano», P. Pérez Urbel; «Ejercicios Espirituales», P . Oraá; «Corazón de cristal», P. Sobrino; «Ansias de Dios» y «El mandamiento difícil», P . Martindale;
«Camino hacia Cristo», Mr. Thot; «Arenas de oro», «Proyecciones evangélicas», etc.
—
Librería JESÚS GARCÍA
—
Estafeta, 31
' •
DE GAUNA
Teléfono 1541
PAMPLONA
PAMPLONA —Imprenta, Librería y Centro de suscripciones de Jeaú* García, caite de 1* Estafeta, númtr» 31
(ÁLAVA)
Descargar