177. "El buen periodista debe ser incómodo" Manu Brabo, Premio

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'El buen periodista debe ser incómodo'.
Manu Brabo, Premio Pulitzer.
Escrito por Lupercio González, Revista Fusión, 06 Febrero 2014
Es el segundo Premio Pulitzer que recae en España y, curiosamente, también en
Asturias. Con crudeza y con franqueza, Manu Brabo habla de su trabajo como
fotoperiodista especializado en las situaciones más duras del planeta.
Dice que el premio Pulitzer "está bien", aunque no es un tema al que dé mucha
importancia. Este reconocimiento, en cualquier caso, sirve para dar más difusión a su
trabajo y para escuchar la voz de alguien que prefiere usar la imagen para comunicarse.
A su pesar, Brabo no era un desconocido por el gran público: en 2011 estuvo
secuestrado en Libia, lo que impulsó una movilización ciudadana para pedir su
liberación. Una vez libre volvió a España, dio las gracias, descansó unos días, y
enseguida volvió a Libia a hacer lo que mejor sabe: su trabajo. Países como Kosovo,
Haití, Palestina o Egipto, entre otros, han pasado por su objetivo. Imágenes duras que
alguien tiene que mostrar.
-¿Para qué sirve un Premio Pulitzer?
-No lo sé. Nos han dado un premio por un trabajo que ya está hecho, así que lo que
queda es seguir trabajando. Está bien la palmadita en la espalda aunque uno no hace
nunca el trabajo con esa intención, pero ya pasó. Este año habrá nuevos premios
Pulitzer, diecisiete en realidad, que incluso pueden ser compartidos como es mi caso.
-Las fotos con las que conseguiste el
galardón, ¿son personalmente las
imágenes que más te han impactado?
-No sé si las que más, pero sí que en el
momento en el que ves la imagen en el
visor de la cámara, porque ahora podemos
hacer eso, sí que dices "ahí hay algo".
Quizá hay fotos que me hayan impactado
más, pero esta imagen funciona y resume
un poco lo que se está viviendo, y se debe
seguir viviendo, en Alepo.
-Como fotoperiodista has sido testigo de muchos de los conflictos sociales y bélicos
de los últimos años. ¿Qué te ha supuesto como experiencia y qué huella deja en tu
corazón?
-Esto es algo que yo hablo mucho con compañeros, y creo que dentro de esta profesión,
esta ala específica en la que yo me muevo, cansa. Así que es fundamental descansar,
hacer los parones cuando toca, mantener los anclajes a una vida normal, a mi familia, a
mis amigos. Porque si no al final uno pierde un poco el sentido de las cosas y termina
convirtíendose en la coraza que se pone para no andar sufriendo. Yo creo que nadie está
preparado para ver o para vivir determinadas circunstancias de continuo. O paras, o te
quedas K.O.
-De todos los lugares donde has estado, ¿en dónde has sentido que tu presencia
como fotoperiodista era más incómoda?
-Creo que esa presencia es muy incómoda en casi en cualquier lado que vayas, de hecho
creo que ése es un problema del buen periodista. Supongo que en casi todos los países o
estados hay mucho que tapar, y cuando la gente es consciente de eso, vas a encontrar
problemas. Yo he visto en manifestaciones aquí, en España, el mismo comportamiento
que en El Cairo por parte de la policía o de los Cuerpos de Seguridad del Estado. Como
dicen en mi tierra, en todos los sitios cuecen habas y en mi casa, calderadas.
-Estuviste seis semanas secuestrado en Libia en 2011. Después del paso del tiempo,
¿qué recuerdos te quedan de aquellos momentos?
-Pues la verdad es que a toro pasado todo son buenos recuerdos. Es esa fabulosa
facultad que tiene nuestra cabeza para hacer que cualquier experiencia, por puta que
haya sido, con el tiempo se vea de otro color. Aparte de todas las cosas incómodas que
alguien se puede imaginar de estar preso, pues yo ahora voy a Libia y tengo buenos
colegas, también es una experiencia que te hace enfrentarte a ti mismo, conocer tus
miedos, tus límites o tus no límites... Y luego venir aquí y darte cuenta de que hay
trescientas personas, incluyendo a amigos y familia, dando voces en la calle para que te
liberen. Esas cosas, quieras que no, te llenan. Puedes quedarte en eso o puedes quedarte
en el día que te apresaron, te dieron de ostias, etc. Al final yo creo que, como toda
experiencia, depende del enfoque que le quieras dar. Yo prefiero estar en el lado
positivo.
-Regresaste poco tiempo después a Libia. ¿Querías demostrar algo?
-A mí me daba más miedo no poder volver a trabajar que me volvieran a meter preso.
-¿Sentir miedo te ayuda a sobrevivir?
-Es que si no sientes miedo eres un inconsciente o estás como una regadera. O eres
tonto. El miedo está ahí cada día que vas a trabajar, pero aunque lo sientas no te puedes
paralizar. Lo dejas ahí, tiras adelante con ello y ya está.
-Egipto es uno de los últimos escenarios en los que has estado. ¿Cómo traducirías
lo que está ocurriendo allí?
-La verdad es que no sé como contestar a eso. No es un golpe de Estado, porque la
mitad de la población lo apoya, pero la otra mitad no, así que es una situación muy
compleja que se torna violenta. Me llevaría muchas horas de conversación describir lo
que pasa. Lo que está claro, por hacer un resumen muy rápido, es que al final no deja de
ser un estado militar, con las características de un estado militarista clásico, como lo
hemos entendido durante todo el siglo XX. A mí al menos no me parece que traiga nada
nuevo.
-Siria es uno de los destinos que
reconoces como más duros. ¿No sentías
impotencia ante lo que presenciabas allí
y la respuesta internacional al conflicto?
-En Siria llegué a sentir tanta impotencia
que me tuve que ir del país. Yo pensaba:
toda esta mierda va a acabar conmigo, me
voy a volver loco, o voy a acabar
pegándole una patada a la cámara y
comprándome un fusil. Y así dicho queda
más o menos bien, pero es que las
situaciones eran durísimas. Al final son
casi cinco meses trabajando dentro del
país, y las cosas no cambian nada, y la
guerra es cada vez más puta. Son de estas
cosas que te hacen enfrentarte con las
grietas ideológicas que tiene este oficio.
-De hecho en el informe de 2013 de
Reporteros Sin Fronteras, Siria está
catalogado como uno de los lugares más
peligrosos para ejercer esta profesión.
-Yo creo que es el país en el que he perdido
más amigos.
-No deja de ser curioso que los periodistas españoles más reconocidos o premiados
trabajen para medios extranjeros. ¿Obligación o elección?
-En este caso concreto para que te den el Pulitzer tienes que estar publicando en medios
estadounidenses, pero lo que sí es cierto es que en este país falla algo en la base, en el
estado del periodismo, en la manera en que se trata a los profesionales e incluso en los
estudios de periodismo. Yo creo que hasta que el consumidor en este país no reclame el
periodismo que quiere, y no se ponga incluso un poco "borde" pidiéndolo, aquí no va a
cambiar nada. A ver: si a ti te sirven un plato de mierda y luego te vas a dormir la siesta
sonriendo, ¿para qué te voy a hacer un asado de cordero, si así ya estás contento?
-¿Trabajar para una agencia condiciona un trabajo tan instintivo como éste?
-Es como todo, la fotografía periodística es muy amplia. En mi caso, en una agencia de
noticias diarias como puede ser AP, hay determinadas reglas, desde visuales hasta
éticas; si las aceptas trabajas con ellos y si no, no. Yo tengo mi trabajo para la agencia y
tengo mi trabajo personal, hay cosas que sé que no van a entrar en la agencia y me las
guardo para mí, y al revés: material que yo no quiero para nada pero que sé que a ellos
les va bien. Al final eres un currante.
-¿Has dejado alguna foto por hacer por cuestiones de conciencia?
-Muchas. En ocasiones, cuando vas a hacer una foto, se empieza a sumar gente para
salir. Pues no. En fin, es una cosa con la que te tropiezas casi cada día en este trabajo. Δ
El Premio Pulitzer a la categoría Breaking News Photography se otorgó a la cobertura
gráfica de la guerra civil de Siria llevada a cabo por el equipo de fotorreporteros de la
agencia Associated Press, entre los que se cuenta Manu Brabo. Junto a él estaban
Narciso Contreras, Rodrigo Abd, Khalil Hamra y Mohamed Muheisen. Una de las
imágenes más conocidas es la del hombre que llora mientras sostiene el cuerpo de su
hijo, asesinado por el ejército sirio, en Alepo. Esta imagen sirvió también para ilustrar el
17 Encuentro Internacional de Fotoperiodismo en Gijón coordinado por el otro premio
Pulitzer español, Javier Bauluz, en el marco de la Semana Negra.
Tomado de: http://www.revistafusion.com/201402062893/Entrevistas/Entrevistas/el-buenperiodista-debe-ser-incomodo-manu-brabo-premio-pulitzer.htm
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