de mejorar nuestros ganados

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SOBRE LOS MEDIOS
DE MEJORAR NUESTROS GANADOS,
AFINAR SUS LANAS,
DEL METODO DE ALIMENTARLOS, MAS
ECONOMICO
Y
PRACTI-
CABLE EN ESPAÑA, Y DE LOS MEDIOS DE LIBRARLOS DE CONTAGIOS Y
EPIZOOTIAS.
SU AUTOR
Vecino de Murcia, Médico y Cirujano, profesor de Agricultura,
subdelegado de Medicina y Grujía, individuo de la Academia
de Emulación de ciencias médicas, socio de la Sociedad Económica de Madrid, de la de Valencia,
&c.
presentada
á la Asociación de Ganaderos en el mes de Enero de 1841.
MADRID:
Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos.
1841.
ft *
i ì ^ l
NIHIL
INDUSTRI.®
IMPOSSIBILE.
P.
E l ganado lanar ha formado la principal riqueza del
hombre, y casi todos los reyes se han interesado en su multiplicación. Job creia ser un soberano porque tenia siete
mil ovejas. Mil anos antes de la E . C. los campos de la
Arcadia estaban ya llenos de numerosos ganados*. Los romanos apenas concluyeron de edificar sus soberbias murallas se dedicaron al cuidado de sus reses, y hasta el crimen de homicidio se expiaba con el pago de un carnero.
Columela, en tiempo del emperador Claudio, no cesaba de
echar en cara á las damas romanas el abandono en que
estaba el ganado lanar, y el olvido del ejemplo de la esposa de Lucio Tarquino Prisco que hilaba y tegia con
sus mismas manos la lana para los vestidos reales. Estos
se depositaron en el templo de la Fortuna y su huso en el
Sancus. Decretaron en su honor que las jóvenes al casarse se presentaran delante de sus esposos con el huso en la
manó y* que adornasen las puertas de sus casas con copos,
de lana. Los vestidos formados de esta materia siempre
han sido muy estimados, y aunque la seda y el algodon
han disminuido su valor, como estos no son de un uso tán
*
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general ni defienden al hombre tanto de la intemperie, no
se ha dejado de propagar el animar que la produce y de
perfeccionar su raza y condicion. Y a el mismo Columela,
según asegura su sobrino, compro unos carneros recien venidos de Africa, y consígalo mejorar la casta española, en
seguida cruzo esta con ovejas de Tárenlo, y las lanas de
sus hijos sacaron la finura de sus madres y el excelente
color de los padres. Siempre han sido los españoles infatigables en estender este ramo de economía industrial, y todos los reyes desde Sisenando lo han tomado bajo su protección. El rey Alfonso X I % m o á todos los ganados de
España» Cabana real, cuyos privilegios y prerogativas i n dican el interés que se ha tomado en favor de los ganados. La España seria una nación poderosa si hubiera continuado en su mejora y estorbado que los estrangeros nos
robaran tan rico tesoro.
Las naciones de Europa nos han arrebatado nuestros
merinos que desde tiempo inmemorial nos pertenecen tanto que los mismos estrangeros los llaman ganado español,
los han aclimatado en su pais y mejorado sus lanas de un
modo tan admirable que son las mas estimadas en los mercados. Eduardo I V , Enrique V I I I , é Isabel de Inglaterra
los llevaron á su pais, y con el sistema de no v i a j a r , con
un buen régimen, y prados artificiales han conseguido que
nuestros merinos ganen alli en la longitud de la l a n a , no
perdiendo casi nada de su primitiva finura, y siendo mas
apta para mayor número de tejidos. Los franceses por uno
de los artículos secretos del tratado de Bale, nos llevaron
cuatro mil ovejas y mil carneros que formaron un establecimiento nacional junto á Perpiñan. Luis X V I compro el
terreno de Kambouilles para establecer una caba»a de merinos españoles, y a'pesar .de una revolución tan borrascosa como la francesa, prosperaron nuestros merinos mejorándose extraordinariamente sus lanas; se hicieron mas
largas sin perder la finura, nervio y suavidad, con muy po-
e
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eos pelos jarres ó llamados de cabra o' perro; el vellón no
.bajaba en limpio de 10 libras y 15 en sucio. Trasladados nuestros merinos á Sajonia han adquirido una celebridad superior á la de los demás países, alli producen una
lana mas larga, mas sedosa, se peina mejor y forma los
tejidos mas finos que se conocen Por Lisboa se han embarcado también nuestros merinos para la nueva Holanda,
y como su parte austral se halla precisamente á la misma
distancia del Ecuador que la provincia de Estremadura, y
goza del mismo clima, se han aclimatado y estendido en
aquellas vastas comarcas en unos te'rminos, que han de
echar por tierra todas las lanas de Europa, amenazando á
las mismas de Sajonia que son las de mas repufacion. Solo
la España pudiera muy bien sostenerse al nivel dé las de
Holanda y aun superarlas si adopta los medios que reclama
la necesidad de mejorarlas, siendo estos los que los mismos
estrangeros nos están enseñando, pero aquí del resultado
mas seguro por el templado clima y la bondad del suelo,
¿y que' nación podría competir con la española si esta llegara á manufacturar sus lanas renovando las antiguas y
célebres fábricas de paños de G r a n a d a , de Sevilla y de Segovia á las que no han igualado ni Londres, ni P a r í s , ni
León ?
*
Años hace se está declamando contra el abandono y deterioro de nuestras lanas, hasla el Gobierno ha tomado
parte en ¿u favor, pero han sido inútiles sus esfuerzos, y
hubiera desaparecido hasta la primitiva raza si la patriótica Asociación de ganaderos cumpliendo con los deberes de
su instituto , no fuera celoso é incesante salvaguardia. E s ta benemérita»corporacion , de la que son enemigos tan
solo los que no pertenecen á ella, siempre que las circunstancias se lo han permitido, ha procurado el fomento
y perfección del ganado trashumante; ahora mismo ofrece el premio mas honorífico que puede darse invitando á
todos los españoles inteligentes en la materia á que escriban
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y comuniquen cuantos procedimientos se tengan que emplear para la perfección de las lanas hasta llenar los deseos
de tan filantrópica Corporacion.
No me hallo adornado de las luces suficientes para satisfacerlos como quisiera, y solo me propongo al escribir
esta memoria llamar la atención de otros que con mas acierto resuelvan las proposiciones siguientes:
1.a Medios para mejorar nuestros ganados, afinar sus
lanas hasta hacerlas superiores á las mejores de Europa.
2. a Me'todo de alimentar los ganados del modo mas
económico practicable en España.
3.a Medios de librarlos de los contagios y epizootias.
PROPOSICION 1.a
En la misma lana se hallan los principios de su mejora: su belleza y hermosura depende como lo vamos á probar de una acertada elección de reses para padres del clima en que habiten, del re'gimen que se emplee, de la clase
de pastos, no reparando en gastos anticipados por la seguridad que hay de ser recompensados con usuna. Estos tres
puntos se hallan tan íntimamente unidos entre sí, que de
nada serviría dilucidar cualquiera de ellos aisladamente.
Los medios dependientes del cuidado y esmero del propietario, la vigilancia de los pastores en proporcionar buenos
pastos, clima y localidades preferibles, se inuLilizarian sino
se tratara de mantener las reses en la salud mas completa.
El primer medio para perfeccionar la lana »consiste en la
elección d^e las reses destinadas á la propagación, se buscarán en el carnero y la oveja ademas de la finura y abundancia de su vellón, las mas bellas formas, se traerán de
los parages de mas fama, entresacando de una misma cabana aquellas reses particulares que presenten una superio-
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íidad bien conocida sobre las demás, El abandono de este
procedimiento, y la ignorancia de su poderoso influjo , es
la principal causa del deterioro de nuestras lanas. Todos los
animales sometidos al poder del bombre han variado y variarán en adelante en razón directa de los medios que se
empleen para domesticarlos.
El carnero y la oveja se elegirán de las castas mas sobresalientes, el morueco será de una talla mediana de la
primitiva raza de nuestros meninos que tenga los ojos negros y grandes, en estremo vivos, cabeza larga y aplastad a , frente elevada y ancha, orejas cortas cubiertas de-lana,
cuernos de bastante espesor largos y revueltos en espiral,
cerviz gruesa con una especie de collar formado de pliegues,
cuello con papada bien manifiesta y colgante, hombros anchos, pecho espacioso, cola ancha y gruesa, cuerpo cachigordo cubierto de una lana muy fina, apretada, rizada, espesa é impregnada de una grasa aceitosa mas abundante
que en las demás castas-, refleja un color pardusco debido
al polvo y cuerpos estraños que se unen á la grasa, y forma una costra parda que apartada con la mang se advierte blanca como la nieve, ensortijada, y tanto mas tupida
cnanto mas fina, presentando la piel un color sonrosado.
Debe tener los testículos gruesos, pendientes y separados
por una línea de intersección bien marcada que indican la
mayor aptitud para la generación. Han de ser los carneros
vigorosos, atrevidos, dispuestos al combate, sobre lodo que
no tenga su vellón los pelos de cabra ó jarres de los que
desgraciadamente abundan nuestros ganados lanares, sus
movimientos que sean prontos, su marcha libre y desembarazada , su planta como la del caballo y el toro y la de casi todos los animales de la Península que se conocen por su
elegante postura y aptitud al pararse , de la que solo vie'ndolo, se podrá formar idea: se evitará la menor tacha para que no se comunique por la generación. La oveja debe
ser de cuello ancho y erguido; como el del caballo, cuerpo
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y vientre gruesos, ancas redondas y grandes, largas tetas,
vellón fino que no lleve el menor vacío, que seria señal de
adolecer de algún vicio interior morbífico, piernas delgadas
y cortas, cola espesa, y por el hábito esterior de su cuerpo se saca el eslado de su salud. Si al tomar el animal por
las piernas las retira dando prontas, bruscas y fuertes sacudidas, no hay necesidad de mas examen para saber si está robusta y sana; si por el contrario se observára el animal detenida y escrupulosamente, se colocará entre piernas
se le abrirán los parpados, y si el blanco del ojo está in-*
yectado de vasos sanguíneos bien manifiestos está buena: si
se halla de un color pálido y azulado, estará enferma y
con lesión de alguna consideración en una entraña. Se f u n dará mas, si apoyando la mano sobre las ancas se cae al
instante. Bien sabido es cuanto influyen los padres en la
fuerza, temperamento, duración de la vida y enfermedades hereditarias, por lo que carnero y oveja han de reunir las mejores cualidades. La semejanza de los hijos á los
padres se trasmite tanto mejor cuanta mayor sea la actividad de las partes encargadas de la reproducción. Los animales nacidos de padres débiles viejos ó enfermizos , solo
tienen una vida precaria ya gastada antes de gozar de ella.
La naturaleza que aspira siempre á la perfección de la especie, ha decretado que el mas fuerte sea preferido; por eso
el animal, el mas humilde cual es el cordero, se vuelve
alentado y belicoso cuando se dispone á la propagación,
y toma la hembra si se ha hecho digno de ella ganándola
en los combates con sus compañeros. Las mismas hembras inclusa la oveja buscan los machos mas vigorosos y robustos.
La edad de los animales mas apropo'sito á la propagación, se toma por regla general para todos los mamíferos,
á la sesta parte de la vida total de cada especie. El carnero podrá procrear al fin del segundo año, al llegar al úllimo grado de su crecimiento, y goza de esta facultad has-
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ta los 8 o' 10 años, y fecunda i 5 a 20 y aun 25 á 3o
hembras. En cuanto á estas se esperará á la edad adulta,
conciben de 10 á 11 meses, pero sus producciones no son
tan buenas como á los tres años, al fin del segundo año
son capaces de dar corderos fuertes y nutridos: sise quedan
preñadas siendo muy jóvenes, se les quita los corderos apenas nacen. La gestación no pierde la robustez de las ovejas
sino la lactancia: deben parir todas en una misma estación,
variará el tiempo según el clima, el estado de las ovejas y
medios de nutrición, siendo mas tarde cuanto mas frió baga, teniendo presente que la preñez dura cinco meses. IXo
se dejarán muchos moruecos porque pelean con vigor y agotan sus fuerzas inútilmente, la plenitud del vientre y rigidez de las tetas indican el estado de preñez, y entonces se
separan de las que no lo esten y se pondrán á pacer en buenos pastos. Los corderos mamarán cuanto quieran, y si una
oveja tuviere dos se matará uno para que el otro engorde.
Si el rebaño de ovejas es muy numeroso, se dejan algunos
moruecos con ellas por unos dias, y luego se sacan para ser
reemplazados por otros. Mientras la preñez, se las vigilará para que no aborten, lo que independiente de las causas
de su constitución sanguínea o débil puede sobrevenir de
otras accidentales como una marcha forzada y acelerada,
una nutrición abundante o' insuficiente, el mal tiempo, los
golpes, algunas plantas como la sabina, la artemisa , el espanto, el subir por una pendiente, el salir ó entrar de tropel por las puertas estrechas de algún redil. Se separarán
cuando se aproxima el parto que se conoce por la plenitud
del vientre, por los pezones que se llenan de leche, por la
hinchazón de las partes genitales y salida por ellas de un
flujo mucoso. Estos signos preceden 25 dias, un mes o
seis semanas. E l parto generalmente es natural, si fuese
laborioso y exigiere algunos socorros, estos serán según la
causa: si absolutamente no puede parir ccn los esfuerzos
naturales, se sacará el feto con el fórceps ó tenaza cuidando
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no coger algún pellizco que dañe la matriz: mientras la
lactancia con buenos y escogidos pastos, tendrán las ovejas
abundante leche, asi los corderos se criarán robustos y crecerán pronto. E n algunas partes ordeñan las ovejas para
hacer quesos, pero solo se hará despues del destete, sino
los corderos se crian desmedrados. Se destetarán á los cuatro o' cinco meses, cuando puedan comer la yerba de los
campos, y se apartarán de las madres, porque sino las cubren , se debilitan y fatigan y las ovejas dan débiles engendros. A los dos meses se les cortará la cola para que
cuando tienen diarrea, como sucede si comen yerba tierna,
no manchen la lana de los muslos y la de la misma cola,
ni se agarre el barro al pacer por los campos. Las ovejas
que tienen la cola cortada reciben mejor el macho y paren
sin que se les enrede el cordon umbilical. La operacion de
cortar la cola se reduce á cojer el animal entre piernas,
y con un cuchillo separarla á cuatro dedos del nacimiento; luego se deja suelta la res sin poner nada en la herida
que sangrada se cicatriza. Los cuernos que la naturaleza
ha dado á los moruecos para defenderse les son inútiles
porque no tienen que hacer uso de ellos, y suelen serles
perjudiciales, estorban para comer en los establos, hieren
á las ovejas al entrar por las puertas, Ies incomodan cuando pastan por bosques en donde hay arbustos y matorrales,
y son funestos á sí mismos en sus peleas quedando algunos
muertos en el campo. Dos métodos hay de cortar los cuernos con la sierra ó con. el escoplo, este es malísimo por la
conmocion o sacudimiento que produce en el cerebro con
sus golpes; la sierra es preferible y principalmente si es
inglesa y de puño. Al año se hace esta operacion, y no es
raro que salgan despues cuernos que se cortarán por segunda vez si llevan una dirección viciosa. Para evitar la
confusion de los ganados, se marcarán las reses en la cara , jamas en la lana porque las manchas se quitan con dificultad.
A
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Si la elección de buenos padres es lo primero que se
La de tener presente al tratar de la perfección y mejora de
la lana, no es de menos Ínteres el siguiente método que La
dado los resultados mas satisfactorios en los países en que
le siguen. Consiste en el cruzamiento de las castas, estas
son en España tres en general, merinas, riberiegas y churras, en otras naciones hay muchas variedades. Hemos dicho la necesidad que hay de elegir entre los merinos morueco y oveja los mas perfectos y superiores: este segundo
procedimiento consiste en escoger un carnero merino de los
mas sobresalientes y unirlo con una oveja de otra casta que
en su clase reúna las condiciones de larga y abundante lana,
buena talla y robustez. Los antiguos conocían las ventajas
del cruzamiento aunque no lo practicaban, pero en nuestros
dias en otras naciones lo siguen con ardor. Tomando carneros merinos y mezclándolos sucesivamente con ovejas de
otra casta se llega lentamente á la perfección de la lana
mas pronto cuanto mas perfectos sean en su clase cada uno
de los anímales. Se buscará una oveja que este cubierta de una
lana espesa, fuerte y de suavidad y finura superiores á las
de su raza. Regla general, á la cuarta o lo mas á la quinta
generación se llega á la excelencia de la lana merina con la
ventaja de ser mas larga que la que resulta de legítimos
merinos. L a razón ademas de que la experiencia lo ha confirmado es que la hembra se considera el centro de la especie y el macho la circunferencia por lo que los mestizos
participan mas del padre en su exterior y de la madre en
su interior. Los machos cabrios de Angora y los carneros
merinos engendrando en hembras de raza mas común han
dado hijos mas robustos de mayor finura en su piel, y se
ha ennoblecido hasta la misma especie que llega á reunir
todos los caracteres de perfección y de superioridad de arabas castas.
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Be la influencia de la trashumacion en la perfección de
las lanas.
Cuestión importantísima; algunos atribuyen á su influjo
la belleza de nuestras lanas merinas creyéndola de tal necesidad que ban hecho sinónimos los nombres de ganado trashumante y merino. Hay quien niega tal poder á esta inveterada costumbre de trasladar Jos rebaños de un punto á otro
y aun le atribuye el descrédito de nuestras lanas.
La transmigración de un pais á otro quedese en hora buena á los animales qué abandonados á la naturaleza y
fuera de la mano del hombre solo son dirigidos por su instinto; pero el carnero y la oveja son animales domésticos,
estoes, han sufrido una modificación en su organización,
hábitos y costumbre, por los que se hallan muy distantes del
estado natural. No se hallan carneros ni ovejas salvages y
si salieran de la tutela y vigilancia del hombre muy pronto
serian presa de las fieras carnívoras. El estado primitivo de
estos animales se ha perdido, ni se sabe como pudieron subsistir al principio. El hombre ha hecho esta conquista á la
naturaleza que no podrá recobrar: el carnero y la oveja de
ahora no tiene armas ofensivas, su debilidad y estolidez son
proverbiales, si el macho esta armado, sus armas le son
inútiles, es mas tímido que la hembra, se reúne con frecuencia por el temor, cualquiera ruido extraordinario le aterra
y le precipita á estrecharse con sus compañeros de modo que
no saben huir. En la situación en que los sorprende una
lluvia, nieve ó escarcha á si se quedan, si se les quiere dar
una dirección mas conveniente necesiten su guia cuyas huellas sigan y aun este mismo quedaría inmóvil sino fuera
regido por un pastor. Son los animales que menos instinto
tienen y carecen de todo recurso, su temperamento es débil, no pueden andar mucho tiempo sin fatigarse, si empiezan á correr les falta el aliento, el calor, el frío y la h u -
J5
medad escesiva les dañan, y son causas abonadas para desarrollar en ellos enfermedades de consideración. T a l es el
animal que según algunos debe vivir á la intemperie, como si la oveja de ahora fuera la misma que la naturaleza
dejo abandonada en los bosques á solos sus esfuerzos.
La trasbumacion de los ganados lanares fue ya usada
por los romanos y protegida por sus leyes y á ella se debe
según dicen la celebridad de nuestras lanas merinas. Pero
expliquemos como influye la trasbumacion y veamos si se
La de seguir como hasta aqui o si del todo puede ser abandonada. El ganado merino necesita para la conservación de
su fina lana disfrutar de un clina templado é igual y de
unos pastos abundantes y sabrosos. ]No pudiendo subsistir
en donde un invierno riguroso acababa con las plantas, ni
sufrir las consecuencias de un frió escesivo y continuado,
los alejaban de aquel punió y se dirigían á otra parte á gozar de una temperatura mas suave y de un alimento adecuado, para eso á la aproximación de la estación fria se
trasladaban los ganados á países mas meridionales. Cuando los ardientes rayos del sol agostaban los campos de estos y empezaban á aparecer enfermedades se dirigian hacia
las elevadas montañas á buscar un clima dulce y yerbas
que entonces vegetaban. De este modo con fa trashumacion combinaban las estaciones y los pastos disfrutando el
ganado merino todo el ario de una agradable primavera y
de yerbas frescas y sabrosas. Las altas montañas de León y
de Asturias y otros parages de esta naturaleza no pueden
sostener en invierno numerosos ganadosporqug se cubren de
nieve, ni la Extremadura mantenerlos en sus dilatadas dehesas cuando un sol abrasador las tiene esteriles y secas,
esta es la razón porque se ha introducido la trashumacíon
en España , y tendrá que seguir mientras no varié en general
el sistema actual de ganadería. ¿Pedriamos de algún modo
abandonar esta inveterada costumbre? Las naciones que nos
aventajan en la superioridad de las lanas no sugetan susga-
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nados á la trasliumacion. La Inglaterra, la Francia y Sajonía, con nuestros mismos merinos han llevado este ramo de
industria á un grado de perfección á que estamos muy distantes de llegar y son unos países menos favorecidos por
la naturaleza que la España, en donde para conservar las
reses en estado de salud y robustez Ies hacen pasar su vida
en espaciosos establos construidos para ellos, y los cuidan
con el mayor esmero, porque su constitución de'bil los expone á mil enfermedades, y porque la experiencia les ha enseñado que la lana se mejora á proporcion del buen régimen. El carnero y la oveja necesitan los mas esquisitos cuidados con preferencia á todos los animales domésticos incluso el mismo caballo. Con la trashumacion no se les puede dar, la verificaban en otoño y primavera, estaciones las
mas desfavorables por la inconstancia de su temperatura y
por las abundantes lluvias que por entonces sobrevienen. L a
diferencia que hay en dichas épocas entre el calor del día y
de la noche es muy grande y las reses lanares no pueden
impunemente resistir las transiciones súbitas del calor al
frió y al contrarío. El calor hace mas activa la circulación
de la sangre, esta acude en mayor cantidad á la piel, promueve la transpiración en abundancia que sobrecogida por
el frió de la noche, o' por una lluvia se suprime siendo el gérmen de una infinidad de epizootias. Es imposible que un animal doméstico como la oveja viva de un
modo montaraz y agreste y si sigue tal método de vida
embastecerá sus lanas, y sino compárese un caballo
cuidado en una cuadra con todo regalo y sujeto á la
vigilancia de su amo con otro que sea hijo de las selvas, y
se notará el lustre y suavidad del pelo del primero y la r i gidez y aspereza en el segundo: véase la diferencia de la
piel de un hombre campesino expuesto siempre al aire, al
frió, al calor; con otro criado en la ciudad sin haberle dado
jamas el sol. Prescindiendo de las muchas incomodidades
de un largo viage, de la falta de alimento que en su mar-
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cha puede ocurrir hay otros inconvenientes en la trasliumacion. Los pastores suelen llevar sus ganados de prisa, lo
que daría á las hembras principalmente si están preñadas,
las dirigen por bosques y matorrales que no solo destrozan
y rasgan su lana, sino que maltratan el cuerpo de la misma res, y en las cicatrices de las heridas ó rasguños salen
los pelos de cabra que tanto rebajan el valor de nuestras
lanas.' Los corderos recien nacidos o de poco tiempo no pueden soportar las penosas marchas, y su piel casi desnudase
halla expuesta á las lluvias y escarchas tan frecuentes cuando se trashuma. E n el transito por los caminos los vellones se llenan de polvo que lleva sales calcoreas, con el agua
de la lluvia forma una costra que da rigidez y poca flexibilidad de que adolecen nuestras lanas merinas, la trashumacion ha proporcionado al ganado merino un clima igual y
constante y unos pastos acomodados á las diversas e'pocas
del año, no tiene otra influencia en la perfección de la lana que la que se deriva de aquellas circunstancias. L a i n dustria del hombre puede suministrarle mas ventajas poniéndolo á cubierto de sus necesidades y de la intemperie;
lo tendrá encerrado en establos construidos al efecto o libre
por el campo cuando el tiempo sea favorable mantenido en
prados compuestos de las plantas mas selectas. Los defensores de la trashumacion dicen que la organización de la
lana hace susceptibles á los ganados de soportar los frios
mas rigurosos, y que si llueve sacuden fácilmente el agua.
V a es tiempo que nos dejemos de razones frivolas y de preocupaciones y sigamos la experiencia que nunca engaña, é
imitemos á esas naciones que nos aventajan en esta materia.
E n corroboracion de la necesidad que hay que el ganado
viva en establos y si posible fuera con todas las comodidades imaginables á cubierto del rigor de las estaciones, citare' los esperimentos que se han hecho en el Museo de historia natural de P a r i s bajo la dirección de Tessier, T h o nin y otros. Cubrieron con telas cierto número de reses por
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espacio cíe un año garantidas de todas las influencias exteriores, y dieron una lana de belleza y blancura admirables, larga, fina y tupida y con ella se tegieron chales magníficos de
gran valor. De toda esta doctrina se deduce que la trashumacion pudo servir en algún tiempo pero en el dia se debe
abandonar como un obstáculo á la perfección de las lanas.
Adoptemos el'sistema de mantener los ganados en prados
que se siembren con plantas escogidas, sostenerlos en los establos cuando la-estación o' el dia lo exija con forrages verdes ó secos. Este regimen en España no puede ser tan riguroso porque el clima es templado y aun en medio del
invierno hay dias que pueden salir á pacer libremente por
los campos.
Del lavado de la res en vivo.
Dos cualidades elevan el me'rito y precio de las lanas, su
finura, y su limpieza ó blancura; las dos puede obtener el
propietario, la primera por las continuas atenciones en la
propagación, pasíosy climas, la segunda por operaciones sucesivas que se hagan en la lana antes y después de esquilada. Una de ellas es lavar la res en vivo cuyos efectos son
bien conocidos aunque hasta ahora mal explicados. E n F r a n cia desde tiempo inmemorial ponían las reses á la caida
del agua de algún molino sin duda para quitar las demasiadas suciedades. E n Sajonia y en otros países en que se
conocen las lanas por superiores lavan las reses antes de esquilarlas. Y han conocido notables ventajas estando ya la
experiencia á favor de esta operacion. En España se ensayó el lavado en vivo pero los resultados no fueron tan satisfactorios como se esperaba debido á un accidente imprevisto
que no tiene relación con el lavado; apesar de esto no se
reiteró la prueba. He aqui como se hizo , primero metieron
la res en agua caliente y la tuvieron buen rato para que
se ablandará la broza, luego la trasladaban á una tina
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cíe agua templada en donde dos hombres la sugetaban y estregaban basta soltar la broza y demás inmundicias, en seguida la conducían al agua corriente y después de bien
lavada y seca se ecbaba al prado, se la ponía en continuo
movimiento y egercicío para que sudara y prestara jugo á
la lana sin dejarla ecbar en el suelo. No hay duda,que seria
ventajoso el uso del baño en la res viva pero metodizándola, fijar el grado de calor que debe ser de 24. á 26 grados
del termómetro de R. y su duración de unos diez minutos,
estregada la lana y libre toda broza se pasará la res al
agua f r í a , cuyo transito debe necesariamente disminuir la
transpiración, si el paso fuese de una agua demasiado caliente á fria perjudicaría á la salud del animal. La lana
por el primer baño se queda sin broza é inmundicia y sin
el polvo que incrustaba sus fdamentos, pierde la parte jabonosa que constituía el sudor, quedando solo aun después
del segundo baño la materia aceytosa que es la que la da
suavidad y flexibilidad. E n el instante que se seca la res
se sugeta á la operacion del esquileo para que no vuelva á
sudar y se pierdan los buenos efectos del lavado. Entre este
y el esquileo no median por lo regular mas que dos á tres
dias, rara vez mas porque el tiempo de estas operaciones es
siempre favorable. ]No se les dejará ir por todas partes para que no se inutilice el lavado, ni se esquilará la lana húmeda, porque el agua y materia aceytosa que queda lleva en
si un principio de corrupción que engendra infinidad de
gusanos imperceptibles que corroen el vellón. El lavado según lo que acabamos de explicar produce algo mas que
quitar la inmundicia, y debieran repetirse sus ensayos. Se
ha observado que el lavarla re's en vivo da sobre el lavado
ordinario lo menos un 1 4. por 100 de ventaja, no hay duda resta estudiar su influjo sobre el sudor que componiéndose de una parte jabonosa y otra aceytosa despoja á la lana de la primera y de las sustancias te'rreas permaneciendo
la segunda que es precisamente la que dá la suavidad.
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Esquileo.
El fin principal que se propone al multiplicar los ganados es aprovecharse del producto de la lana, de modo que
el esquileo es una verdadera siega para los amos. Lavada
la res en vivo y enjuta se esquila variando la época de estas operaciones según el clima, la edad de las reses y otras
circunstancias; mas pronto en los climas calientes y templados que en los fríos. Es una preocupación cuyo yugo es
preciso sacudir el fijar el dia para el esquileo. Se deben
examinar las practicas admitidas para seguirlas ó dejarlas
según lo indique la razón regida por buenos principios.
Si e! tiempo se adelanta siendo favorable se aprovecha de él
y si es malo, se retrasa, esperando á que se mejore. Se esquilarán primero las reses adultas, y los corderos al último
para que su lana adquiera mayor longitud y haga mas calor. Los grandes calores y las lluvias principalmente si son
frias perjudican á los ganados en los ocho primeros días que
siguen al esquileo, y sobre todo á los que están acostumbrados á vivir en los establos. Danbeuton y otros antes que él
han creído que el momento de elección para esquilares aquel
en que la naturaleza indicaba su necesidad, decían que los
ganados experimentaban como los pájaros una especie de muda. Se fundan en que muchas reses sino se las esquila pierden
porciones de lana que parece son arrojadas por la que va saliendo. Según la experiencia esto es accidental y propio de
individuos enfermos y mal nutridos. Se han conservado merinos con sus vellones tres anos y no se ha disminuido su
producto sino que han dado al tercer año á un solo golpe
de ligera tanta lana como la que se hubiera sacado en los
tres corles anuales con la ventaja de mas longitud. Esta prueba se lía hecho en Francia y si se contínuára obtendríamos
lana larga útil para ciertos artefactos.
E l tiempo de despojar los ganados de su bello produc-
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to es en algunos países una fiesta á donde acuden amigos y
parientes de los amos. La víspera del esquileo meten los ganados en los encerraderos que sen unas habitaciones que
caben de 8 á 10 mil cabezas. Del encerradero las pasan
ál sudadero que es un cuarto muy estrecho en que están las
reses apiñadas y comprimidas con el objeto sin duda de aumentar la transpiración, y que la lana se impregne de
abundante sudor, y se corte con mas facilidad. Los sudaderos son unos cuartos de techo bajo en donde ni los hombres
pueden parar por el escesivo calor, mientras permanecen no
comen las reses y sale cada una á la casualidad reemplazada en el momento por otra; sucediendo con frecuencia que algunas eslen mas tiempo y mueran sofocadas con grave perjuicio de los ganaderos.. El animal que no muere, enferma
porque reconcentrado el calor en el sudadero, transpira en
abundancia á expensas del círculo de la sangre extraordinariamente acelerado acudiendo con mayor cantidad y fuerza
á los órganos delicados principalmente la cabeza de lo que
queda resentido propenso á los vértigos, sin contar otros
daños provenientes de un ayre viciado 6 inservible á la respiración. Y a es tiempo que la antorcha de las ciencias y el
egemplo de otras naciones nos convenzan de la necesidad
de seguir el orden marcado por la naturaleza y nos hagan
ver lo absurdo y barba.ro (Le ^semejante procedimiento. P a r a
que el esquilador obre con mas comodidad y soltura , colocará la res sobre una mesa llena de agujeros á los lados
para atar la cuerda que la han de sugetar, sí es morueco se
ligará un asta. Después de esquilarla de un lado se vuelve del otro, principiase por la cola para que si el animal
escreta no ensucie la lana. Praclíquese la operación bajo
la vigilancia del amo o de un encargado que cuiden no se
hagan rasguños, cortaduras o heridas porque los esquiladores
no son de profesión ni tienen ligeras apropósito que debieran traerse de Inglaterra, Francia ó Alemania. Son muchos
los daños que.vienen de lo mal qne se hace el esquileo: se
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pueden calcular aproximadamente que mueren un 2 por 100
de reses por el inicuo trato, se las ala de un modo tan brusco
que cuando las sueltan no pueden andar y salen llenas de
rasguños, heridas, torceduras &c. Las malas tigeras ademas
de dichos dafios traen un desperdicio de lana lo menos del
canto de un duro que será una trige'sima ó cuadragésima
parte del produelo total, como se puede observar en el lavado cuando la arrastran las aguas. De la practica actual
de esquilar resulta lo basto de los panos tegidos con nuestras lanas La lana es una série de hilos o filamentos que
del conjunto de muchos cardados y peinados forman
una hebra mas o' menos larga que será tanto mejor
cuanto mas en longitud y lisura sea igual y semejante á
la de seda. Si por el mal corte unos filamentos son largos
y oíros coi tos en la trama de los tejidos presentarán una
especie de borra ó tropiezo, y con tal lana no se harán j^mas los finísimos paños extranjeros. U n buen esquilador
cortará lo mas cerca de la piel con la igualdad posible sin
herir la res, si apesar de su mucho cuidado resultase algún rasguño, le aplicará polvos de carbón; al dia cada uno
podrá esquilar de i 5 á 20 carneros merinos, y de ovejas
de 20 á 24? mas no, porque su lana es mas tupida y
abundante que en las demás castas. Esquilado el vellón se
pliega colocando" dentro de él lojinalo, y á la res se la debe llevar debajo de cubierto con el suelo lleno de paja para que al frotarse no se haga rasguños o heridas de cuyas
cicatrices salen los pelos de cabra. Los perjuicios que vienen en un solo dia de la ignorancia de los esquiladores,
equivalen á los gastos de muchos tiempos. Se ha intentado
esquilar las reses dos veces al año, y aseguran que cuanto
mas se corta la lana mas fina sale. Todo el afan de antes
era por lanas largas, ahora al revés : en Francia se vende
al mismo precio la de cordero que la de carnero y oveja.
Seria muy conveniente se hicieran ensayos sobre las ventajas de un doble esquileo, la mayor dificulta4 es elegir las
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estaciones favorables que en nuestro país podían ser en los
meses de abril y octubre, tomando unas precauciones que
serian fáciles en el caso de admitir otro sistema de ganadería, y calculando los gastos con los productos, teniendo presente que á las reses recien esquiladas el calor les quema
la piel, y causa insolaciones en sus cabezas, las lluvias desarrollan catarros pulmonales é irritaciones de los órganos
de la digestión que vienen á ser unas epizootias de mucha
gravedad. La venta de la lana regularmente se contrata á
vellón redondo, es decir, tomando lo bueno y lo malo. P a r a
que pese mas, antes del esquileo ponen de intento los ganados con la fuerza del calor en los campos recien arados,
o los hacen dormir en una majada para que se impregnen
del polvo y del estiercol, y luego en los sudaderos reconcentradas todas estas inmundicias, aumentan en efecto el
peso, pero comunican una rigidez mayor que en las mas
bastas. Por un engaño semejante, perdimos el lucrativo comercio de las barrillas de Alicante que producían á España 4 o millones anuales.
Lavado de los vellones.Las lanas se conservan mas tiempo en sucio que lavadas. Al ganadero le seria mas ventajoso venderlas sucias
porque al limpiarlas pierden , según cálculo una de'cima
parte de su peso: ganaría el comprador porque contaría
con mas grasa para su completo blanqueo. Mr. Pioard, director de una fábrica de paños de Paris, ba probado que
las lanas desengrasadas dos veces no quedan tan blancas, ni
toman el tinte como cuando lo ban sido por una sola operación ; y sí se conservan mejor sucias, convendría que los
ganaderos desistieran del lavado de los vellones; dejándolo
á los fabricantes que haciéndola en pequeño en su establemíento, saldría mejor, y por el intcre's en perfeccionarla,
trabajarían en ello incesantemente. Si el fin del lavado es
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despojar á la lana de toda inmundicia, y blanquearla quitándola basta el sudor de que se halla impregnada; veamos
como se ha de hacer. E l sudor es difícil de soltarse, se
compone de una substancia jabonosa y de un aceite, soluble aquella en agua caliente, y este solo cede á los álcalis,
como estos atacan y destruyen la lana, se debe buscar otra
substancia con quien se una que puede ser el jabón, pero
cuesta mucho y debe reemplazarse por el mismo sudor o
la orina. Lavada la lana en agua mezclada con el mismo
sudor, y macerada.después por 24. horas en otra en que se
disuelva 57 de jabón queda perfectamente blanca, y el olor
desaparece esponiéndola al aire. Todo lavado se funda en
estos principios: haremos una reseña del método que se sigue en España y el de las naciones estrangeras , y compararemos para ver cual sea mas conforme con la doctrina
emitida.
Se principia en todas partes por separar las diversas
especies de lana que las distinguen por práctica. Se divide
en superior y se designa con la letra mayúscula R . de segunda suerte con la S. y la tercera con F . , la inferior se
llama Caída, y ademas hay una quinta dicha
Recitarlo,
que consiste en toda la inmundicia; todas estas se hallan
en un mismo vellón, Cada especie se pone en su tina con
agua caliente y un poco.de jabón si está muy puerca, aumentando en tal caso.los grados del calor del agua, se menea mucho teniéndola como media hora, se saca y se echa
en unos cestos en que se comprime y prensa hasta que se
escurre toda la inmundicia, se pone en seguida en el suelo y se ahueca y se lleva al pozo en donde se lava perfectamente , y luego se coloca en algún punto para que
se seque generalmente al sol. Este es en sucinto el método de los españoles , para ello tenemos magníficos y
costosos lavaderos, pero al lavado le falla mucho para hallarse conforme con los verdaderos principios en que se
funda.
Método de otras naciones en que sus lanas superan á
las nuestras. Hedía le correspondiente separación de las diversas especies, ponen cada una sobre zarzos, y la limpian
á mano de la broza, pajas y basta de las vedijas borrosas,
luego la colocan en tofieies, cubos ú otras vasijas de conveniente capacidad, llenándolas de agua caliente de 3o á 4.0
grados, en donde queda sumergida por 18 á 2 4 horas.
Esta agua se carga de la grasa o sudor de la lana, y es la
causa principal del desengrase, se echa en calderas y se calienta de 5o á 60 grados del C . , menos calor no basta,
se conoce si los tiene sin necesidad de toprnometrO en que
introduciendo la mano no puede resistir. Si se aumentaran mas los grados de calor, la lana se encresparía, se endurecería y se haria quebradiza. Cuando el agua se halla
en tal estado, se sumerje la lana, se mueve con un palo sin
darle vueltas porque se acordonaría. Algunos minutos despues se saca y se pone en un canasto, y este sobre un caldero para que al escurrirse el agua no se pierda nada de
grasa. Si esta aguase hace cenagosa, se arroja y reemplaza por otra que se saca de los cubos o' toneles. La lana
que sale de la caldera se lleva á lavar al agua corriente en
dos canastos, uno encima del otro, y se pasa alternativamente pero sin revolverla. Si el agua que sobrenada está
en forma de nube, y la que gotea es clara, el lavado está
bien hecho. Antes de secarla la prensan un poco , basta que
dos hombres vigorosos la tuerzan, y luego la colocan en
zarzos esponiéndola al aire, no al sol, porque tiene muchos
inconvenientes este modo de enjugarla: después de empeorar la lana disminuye su cantidad: el desperdicio de los
feos no es mas que los filamentos quemados por la acción
del sol. Empeora la restante porque el tránsito del frió al
calor causa en los cuerpos de origen orgánico cierta rigidez ó aspereza. Se disminuye la cantidad porque los rayos
del sol reconcentrados en las gotas de rocío ó agua que cayeron por la noche sobre la lana que se puso á enjugar,
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obrando como en un espejo ustorio, quema sus filamentos,
los convierte en ceniza, en carbón sensible á la vista y se
ve una pelotilla sumamente áspera como si el pelo se abrasase. Corno todo lo malo no se puede separar, es una gran
pe'rdida para el amo en la cantidad y en la calidad. E n
el comercio se dividen las lanas en sucias y lavadas, y se
debe añadir las de reses vivas y las de muertas, diferencia
del mayor Ínteres. Se ba esperimentado que sujetándolas
al tinte, no todas toman igual intensidad de color. Se le
dieron al director de la fábrica de Gobelins en Paris lanas
esquiladas de re<§es muertas, de enfermas y de sanas y robustas, y se observo' que las últimas sacaban un color subido, las segundas débil, y las primeras muy bajo. U n fabricante podrá comprar de todas clases según el color que
se proponga. Estos esperimentos los repitió la Academia
de ciencias de Paris, y quedó confirmada la necesidad de
hacer dicha distinción.
Cuando las lanas se han de guardar largo tiempo, son
atacadas de las polillas que son unas mariposas de unas
tres líneas de longitud y de un color amarillo reluciente.
Se ven revolotear desde fines de abril hasta principios de
octubre mas temprano ó mas tarde según la estación. Durante todo este tiempo ponen las mariposas sobre lás lanas
sus huevos imperceptibles que se avivan por octubre, noviembre y diciembre, y salen unas orugas muy pequeñas,
con el frió crecen poco, y si es escesivo están entorpecidas
hasta fines de marzo ó principios de abril que se desarrollan pronto y cortan un número muy grande de filamentos
de lana para alimentarse y vestirse. Se conoce su existencia en que sobre los vellones se advierten unos canutillos
de una línea de diámetro, y cuatro, cinco y rara vez mas
de seis líneas de longitud. JLos canutillos están un poco ensanchados por medio y abiertos por las estremidades: dentro de cada uno hay una oruga, saca un tercio de la longitud de su cuerpo por uno ú otro estremo, y en su para-
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ge mas ensanchado puede volverse y revolverse, sale casi
enteramente dejando dentro tan solo la parle posterior de
su cuerpo, y con las dos patas de atras se agarra á su tubo y le arrastra tras sí cuando anda. Se alimenta de lana
y su .misma morada se compone de sus filamentos. Han
existido y duran aun las polillas cuando se observan sus escrementos sobre los vellones, que son unos granitos menudos, áridos, angulosos y pardos en la lana blanca y negruzcos en la negra. Al adquirir la oruga todo su crecimiento, deja por lo común los vellones para retirarse á los
parages obscuros del almacén á encerrarse en su canuto y
convertirse en cripsalida, en cuyo estado permanece unas
tres semanas, y luego salen en forma de mariposa taladrando la estremidad de la cubierta mas inmediata á la cabeza. Ko se ha encontrado hasta ahora un específico que
destruya tan dañino insecto, pero se previenen en parte sus
estragos enluciendo y blanqueando bien las paredes y techos para perseguir las mariposas que descansan en ellos.
Pónganse las lanas sobre zarzos sostenidos al aire como un
pie sobre el piso, y con un bastón cuya estremidad termine por un grueso boton, se golpean los zarzos al entrar en
el almacén para que salgan Jas mariposas que vuelan á situarse sobre las paredes en donde se las mata con el mismo
bastón. Repitiendo á menudo la visita del almacén desde
fines de abril hasta principios de octubre, se destruye un número grande de mariposas que no llegando á ovificar, hay
al año siguiente una diminución considerable de orugas que
roan la lana; un muchacho puede encargarse de esta operación. Las lanas se conservan mejor en sucio que lavadas,
asi en cada almacén se pone una poca limpia y blanca á
la que acuden con preferencia las polillas, y cuando esté
bien cargada se-quema, el mejor medio para esterminar
este insecto. La lana se guarda muy bien en sacos de papel, porque las orugas no pueden atravesarlos, y mueren
aun antes de convertirse en mariposas. Todos los demás re-
4-
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cursos que se proponen contra la polilla o son inútiles o
perjudiciales.
No he tratado de presentar en e.sta memoria todo lo
que corresponde a la cria y régimen de los ganados, en tal
caso no haria mas que repetir lo mucho que hay escrito
en algunas obras, solo he procurado ventilar aquellas
cuestiones que dilucidadas con el raciocinio y la espericncia
contribuyan al fin que nos proponemos que es la perfección
y mejora de las lanas.
Método de alimentar los ganados, del modo mas
mico y practicable en España.
econó-
No debe repararse en gastos anticipados cuando se trata de la mejora y perfección de un ramo de nuestra industria y principalmente cuando se tiene evidencia que de ello
ha de venir para lo sucesivo una notable economía. La belleza de las lanas depende, según se ha manifestado, de las
reses que se eligen para la propagación, del clima en que
habiten, de las operaciones que se hagan sobre los vellones,
y sobre todo de la clase de pastos y método que se emplee
en su alimentación. El autor de la naturaleza siempre admirable en su prevision infinita, ha dividido los pastos para cada animal, y si se le deja buscar libremente guiado
por solo su instinto, se conocerá al instante que localidad le
es mas saludable y qué alimento es mas conforme á su naturaleza. El ganado lanar, débil, flojo, se dirige á los parages mas elevados y montañosos, sirviendo lo mismo las
extensas llanuras no bajas ni húmedas , en donde respire un
aire puro y embalsamado de los aromáticos perfumes que
se exhalan de las plantas, y encuentre al mismo tiempo
una yerba nada aguosa, de jugos elaborados, con cuyos
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pastos 110 solo la lana es mas fina, sino basta la carne es
mas sabrosa y delicada. Extensos e' incultos terrenos hay en
el dia destinados á la manutención de los rebaños lanares
que no tienen ni la abundancia de pastos de que son capaces, ni estos son de las cualidades que debieran. Un terreno
entregado á sí mismo dejado á la casualidad, solo da un alimento mezquino y miserable; el ganadero jamas podrá calcular el número de reses que ha de sostener, y la extensión
desmedida de nuestras dehesas, dará por resultado la escasez
de nuestros ganados. Al reconocer los botánicos los inmensos pastos naturales, han encontrado que de 4-2 plantas
criadas en las laderas de los montes, 16 eran útiles, y las
restantes o inútiles o dañosas; en las alturas, de 38 hay 8
buenas, y por último en las llanuras solo cuatro son comestibles. Calcúlese ahora el aumento que tendrían las
plantas útiles , si la mano del hombre esparciese sus semillas en todo el vasto terreno que ocupan las malas, y que
arrancadas estas fuesen reemplazadas por las primeras. U n
rebaño numeroso pastaría en donde ahora con trabajo se
mantienen una docena de reses. Si las yerbas inútiles y malas se hallan mas abundantes en las dehesas que las buenas,
los animales impelidos del hambre las comerán alguna vez
y no influirán poco en el deterioro de nuestras lanas, porque un mal alimento trae siempre fatales consecuencias. La
clase de comida puede modificar hábitos, costumbres y hasta la organización de los animales. De aqui se deduce la necesidad que hay de introducir en nuestra España los prados que sembrados una vez por la mano del hombre en
tierras preparadas al efecto, siguen sin mas cultivo una porcion de años suministrando yerbas jugosas saludables y las
mas adecuadas al ganado merino. Pastos que también han
probado en Europa y que deben darse mejor en España.
Nuestro propio Ínteres reclama imperiosamente dirigir la
atención hácia una fuente de prosperidad como seria el multiplicar en una determinada estension de terreno las plan-
tas que la esperiencia lia confirmado ser preferibles al ganado merino. No hay otro medio mas económico, mas espedilo ni mas practicable en España que sugetar á cultivo
las dilatadas dehesas que tenemos, introduciendo los prados que sembrados una vez con elegidos vegetales, no ne•f-n cesiten por muchos mas atenciones. Eslo es mas fácil
aqui que en otras partes y con menos gastos, sin tantos
dispendios y trabajos lo podemos conseguir, y aunque al
principio cueste algo romper los terrenos y prepararlos, es
un inmenso recurso para la ganadería, y ya no hay mas
remedio que adoptar dichos pastos. Inútil seria probar
m a s í a s ventajas de los prados, principalmente los que no
exigen mas cultivo que en el primer ano sin 'que desechemos los de aquellos vegetales que duran uno ó dos, porque
el ganado merino gusta de la variedad de las plantas. Veamos cuales son las que deben componerlos y con que método
se han de alimentar los ganados según las partes que con
mas gusto los nutren.
El ganado merino pertenece á los animales rumiantes
herbívoros, esto es, que hallan su alimento en las diferentes partes de la planta desde la semilla mas seca hasta la
raiz mas suculenta. Los vegetales que forman los prados de
los estrangeros están es per i mentad os como los mejores dados en verde ó en seco, según el régimen que se observe
en su nutrición. Los merinos comen todas las plantas que
convienen á otras castas, y se sacan de los cereales, leguminosas y de las que tienen raices alimenticias, pero hay entre estas algunas preferibles á las demás. De las primeras
centenos, avenas, cañuelas, cinocuros, poas gramas de olor,
y otras según el clima que si es lluvioso, será mayor el número; pero indicaremos con especialidad las que son mas
acomodadas á un pais seco y árido corrio generalmente es
España, y á los terrenos arenosos y gredosos, que en los fértiles y buenos cualquiera planta se puede cultivar. Entre
las segundas arvejas, almortas, mielgas, de los géneros gui-
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sante y haba, &c. de raices, navos, patatas, y sobre todo
patacas, &c.: me abstengo de poner los nombres técnicos
botánicos porque no son tan conocidos.
Sobresale como mas recomendable y excelente entre todas las plantas admitidas para pastos hasta el dia y cuya
utilidad han confirmado las naciones que la cultivan la llamada Pipirigallo ó Esparceta (hedysarum onobrychis) reúne todas las condiciones, ser el mejor y mas sabroso alimento para los merinos y que con mucha facilidad y aprovechamiento puede formar los prados en nuestra península.
E l pipirigallo es un rico presente de la naturaleza para los
paises en que faltan pastos, porque reemplaza á los vegetales de poco mérito que indebidamente ocupaban sus campos. Tiene la propiedad decrecer en los suelos mas ingratos
y lo debe á sus raices que son capaces de profundizar según
Toull hasta 3 o pies y según Gilbert en general á seis y medio, penetra las rocas calcáreas, se introduce en sus sinuosidades y vive en donde no hay mas que dos o tres pulgadas
de tierra, resiste mas que ninguna otra planta los calores
intensos y las prolongadas sequedades, los terrenos mas áridos y las exposiciones mas abrasadoras; crece en los terrenos arcillosos cuando no hay mucha humedad. A r t h u r
Young nos da importantes noticias de la estimación que se
hace de ella en Inglaterra. "Provincias enteras, dice, han
cambiado de aspecto solo con la introducción del pipirigallo
en sus pastos." Es menos abundante que los tréboles y que
la alfalfa pero mas substancial y su calidad compensa su cantidad. Hacia el medio dia de Francia la dan dos o tres cortes anuales y han experimentado que en verde o seco es el
alimento que con mas gusto come el ganado lanar, una vez
sembrado dura de i o á i 5 años, algo menos en los terrenos áridos, cuando conviene prolongar su duración se siega al entrar en flor. Las colinas que miran al medio dia
son su verdadera localidad, el abono del yeso le causa buenos efectos, aunque inferiores á la alfalfa, el heno que se sa-
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ca de ella rara vez se recalienta, ni se enmohece, ni se p a dre, y estratificado con la paja la comunica un olor, y aun
un poco de sabor que los animales apetecen. El pipirigallo
es originario de las mas altas montañas en donde crece sobre rocas desnudas y estériles, expuesto á todo el rigor de
las estaciones, se puede dar en cualquier estado, sin tantas
precauciones como otras plantas, porque su abuso no produce las funestas consecuencios que provienen del escesivo
alimento, el calor y la luz le son absolutamente necesarios
á su calidad, por eso es tan superior en los parages descubiertos. Es un excelente forrage de invierno, cuando por el
mal tiempo los ganados no pueden salir de sus establos. Contra el mantenimiento doméstico dicen, que la salud del ganado exige que pasten libremente por los campos" en atención á que la libertad es su estado primitivo: el que asi raciocina no reflexiona que la oveja de la naturaleza ha sido domesticada por el hombre, la ha convertido de dura y fuerte que debió ser en débil, floja, y perecería al instante que se
la dejara sin guarda ni protector. Los merinos requieren
los pastos de mejor calidad, y el pipirigallo después de ser
el mas sabroso, prospera en los parages mas sanos, pero no
tanto en donde se crian romazas, brezos y retamas. Hay otra
planta que llena las veces de la anterior pertenece al mismo
género, se cultiva en la Calabria y Malta parala manutención de los ganados, la llaman Pipirigallo de España ó
Sulla. (Hedisarum coronarium.) El designarla con tal nombre los cstrangeros indica á no dudarlo que es oriunda de
nuestro pais. Se hallan otras especies como la de montaña
que se cria en los elevados Alpes, la supina, y la de las
rocas que se hallan sobre las colinas mas pedregosas.
Gusta el ganado lanar de variar de alimento, y no solo las plantas citadas han de constituir su nutrición, sino
que cambiará según las circunstancias, estación, temperatura, hora del dia, edad de las reses, y el régimen que se
siga. Tal pedazo de tierra la recorrerá ligeramente: este pa-
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ralos dias húmedos; aquel en las grandes sequedades, los
prados de yerbas tiernas para las reses jóvenes y para las
adultas plantas menos aguosas y de jugos mas elaborados. Penetrados de esta verdad que vale mas muchos pastos, que muchos ganados, acrecentaremos los medios de su subsistencia
introduciendo en los prados todas las plantas que la experiencia ha enseñado ser apetecidas de ellos para evitar á todo trance las enfadosas consecuencias de la escasez. Las naciones cuyo ejemplo hemos de imitar han dado la preferencia á dichos vegetales porque en verde o en seco es un alimento abundante y saludable y crece en las tierras flacas
resistiendo á sequedades duraderas. Nunca estará demás que
haya cieitos terrenos ocupados con plantas de lasque hemos
nombrado mas arriba perteneciente á las leguminosas, y si
hubiera prados de tréboles y alfalfas, es preciso desconfiar
de ellos porque causan el meteorismo o hinchazón del vientre que hace perecer las reses en pocas horas, y si alguna
vez nos viéramos precisados á llevarlas á ellos, será de paso y pocos instantes. Los cereales como cebadas, centeno^,
av.enas pueden darnos abundantes granos para la manutención de los ganados en invierno , remediando el inconveniente de secos y enteros moliéndolos, o hacer pan sin cerner, o
bien cocer los mismos granos con agua y dejarlos fermentar, se hacen mas voluminosos, mas sabrosos, mas nutritivos
y los digieren muy bien. Este es un buen recurso para un
apuro de escasez, y se darán mezclados con plantas de diversas familias porque el ganado lanar gusta como hemos dicho de variar de alimento. Las raices de algunas plantas entran en el número de las substancias idóneas para el sosten de
los merinos, su uso es económico enesiremo, y son muy productivas porque todas ellas son materia alimenticia y las hay
propias de diversos terrenos. Mezcladas con el forrage seco
prolongan los efectos del verde y conservan las reses en todo
su vigor y salud, requisitos necesarios para la perfección de
su producto: su cultivo en grande dá la probabilidad desa-
32
car en una pequeña estension de terreno una masa enorme
de alimento, y el que introdugese la practica de darlas en
invierno á sus ganados, no la abandonaria en vista de sus
grandes beneficios. Aprovecbe'monos de este recurso; las raices son mas permanentes que la yerba, esta aunque se coja
sin humedad suele llegar á ser detestable. La patata cruda
o' cocida es muy buena engañándose los que creen que cociéndola revestida de su piel en estado de integridad sea
mas acuosa,.con la acción del calor su agua de vegetación
se combina con la fécula que encierra y es mas nutritiva.
Pero en todas las raices la preferible y cuyo cultivo debiera
extenderse por toda España es la pataca, ó sean los tubérculos del (helianthus annuus) planta bien común, es un alimento sabroso que apetecen con ansia los merinos, y la recomienda muchísimo Dauventon. Hace 5o años que en
Inglaterra se valen de unos nabos como un medio económico para mantener los ganados lanares en inviernos cuancfo
libres de la intemperie lo pasen recogidos en los establos.
El único cuidado que ahora se tiene de los merinos es conducirles á los países frios á pasar el verano, y á la aproximación del invierno á los meredionales, una sola vez se
ponen á cubierto que es en tiempo del esquileo. Esta conducta es tanto mas reprensible porque se verifica en las estaciones en que sufren mas los animales. E n las dilatadas dehesas se ven reducidos algunos anos á no hallar el suficiente alimento; la helada de la noche, las lluvias siempre constantes
por primavera y otoño, tiempo en que trashuman, los vientos frios y la irregularidad de estas estaciones desarrollan
infinidad de enfermedades. Con tal sistema de ganadería
será mas difícil introducir en España el método económico
y practicable de los pastos sembrados por la mano industriosa del hombre. Hay inmensos terrenos, que despues de
rozados y humedecidos por otoño se pueden aplicar las labores que venzan su tenacidad, y esparciendo en seguida
las semillas de las plantas propuestas formen Jos mejores
oo
prados de,Europa. Mientras la estación sea favorable recorrerán los ganados estos campos paciendo las yerbas en donde la naturaleza las presenta, gozando del aire libre, del
ejercicio y de sus expeditos movimientos; pero cuando no
puedan ir á los pastos y vivan en los establos, no ban de
estar hambrientos y abandonados á su suerte, sino que se
recogerá la yerba y se guardará. La importante operacion
de la recolección no esta sugeta al calendario; el momento
mas favorable será cuando las plantas lleguen á su madurez, esto es, al entraren flor, sin aguardará su fructificación
sino pierden sus jugos, su sabor, y su folla ge. Escusado es
advertir que los vegetales que se lian de sugetar al corle
son los pipirigallos, eligiendo buen tiempo para que su beno conserve su bondad. Se segará lo mas cerca posible de
la tierra repitiendo la operacion dos o tres veces al año según la fecundidad del suelo. Las cualidades de la yerba que
se ba de guardar son color bastante verde, buen olor, y una
desecación proporcionada ; si esta demasiado seca vá despojada de una parte de su mucílago, y si húmeda sufre en el
henil una gran fermentación. El modo de conservar el heno es en heniles ó herberos construidos de fábrica, o en cobertizos y tinglados, o en hacinas o balagueros. El primer
método debe desecharse porque el heno pierde su olor y sabor y no exhalándose bien los gases se altera en su consecuencia la yerba, ademas tales heniles no serian muy económicos. Si para mayor seguridad se quiere colocar bajo
edificio se harán cobertizos o tinglados con tablas, y en el
suelo se hará una cama de paja larga, ramaje seco o piedras.
Encerrada la yerba se aprieta todo lo posible, si fermenta
toma un color pardo mas o menos intenso, y para conocerlo se valen los holandeses de una aguja larga de hierro en
cuya punta adaptan una poca lana blanca , la introducen en
el monton 'y si toma un color amarillo es cierta la fermentación y en tal caso se extiende para que se airee. Se evita
el esceso de humedad estratificándola con paja, esto es, colo-
5
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candólas por capas alternativamente. L a experiencia ha manifestado que el me'todo preferible y mejor para la conservación de la yerba es en balagueros en que pierde fácilmente su humedad. E n Inglaterra creen distinguir por solo el
olor el heno de las hacinas del conservado en los herberos,
y pagan mas caro el primero. Hay varios modos de hacer
balagueros que se diferencian en lo mas ó menos prolijo de
la operacion el usado por los holandeses y franceses es el
admisible. E n un terreno igual y seco por la naturaleza
trazan un circulo de seis varas poco mas ó menos de diámetro, y sobre este forman con maderos del grueso de una
tercia cada uno dos galerias transversales que se cruzan en
ángulo recto coincidiendo su centro con el círculo. Los cuatro segúrenlos que resultan los llenan de paja ó ramaje, cubriendo la parte superior de la galería con ramas alrededor
del centro, ejecutando todo esto de modo que presente una
base solida y horizontal quedando libre paso al aire exterior
preserve el mismo la yerba de la humedad. E n el centro se
coloca un cilindro de mimbre , o de una madera poco pesada de una tercia de diámetro , y dos de altura que ha de servir para abrir un conducto vertical en comunicación con las
galerias, y para guiar la formación del balaguero. A este
fin tiene dos asas en su parte superior destinadas pafa levantarlo á medida que se agranda y una cruz formada con
dos palos á cuyo centro se cuelga una cuerdecita para servir de plomada, y reconocer si el balaguero va ó no vertical. Con otra cuerda sugela á lo mas central de su estremidad superior, se cercioran de la redondez déla obra sirviéndose de ella como de compás, tienen mucho cuidado de apretar bien con los pies la yerba, y terminan los balagueros á
la altura de doce á trece varas y en forma encorvada para
que arroje á fuera las aguas. Pasados quince dias despues
de construida una hacina, cuando la consideran bastante
resudada y sin fermentación cubren con paja larga todo su
vértice, y el agujero perpendicular. Haciendo de esta ma-
55
ñera los balagueros dice Bosc, que la yerba conserva su
color verde, su perfume y todas sus cualidades nutritivas.
Se debe á M. Huiller una memoria inserta en los anales de
Agricultura de Francia en que demuestra que si se encierra húmeda se calienta, y pudre, si muy seca, pierde su sabor aroma y hojuelas, y emplea la siguiente y sencilla operacion para que tome el mejor estado. Medio seca la yerba
la echa en un gran monton en forma de circulo. Al dia siguiente á cada diez pasos divide el monton en otros pequenos procurando que queden redondeadas las cimas, asi los
deja seis días, y luego recoge su heno que queda verde conservando su olor, sabor y hojuelas, y sin estar sugelo á fermentación por haberla sufrida ya. El heno generalmente es
menos provechoso que la yerba verde porque en la desecación pierde su aroma como es fácil conocer por el olfato, el
agua de vegetación, y otras alteraciones sino se toman las
precauciones dichas. Un grado medio de sequedad seria lo
mejor y lo mas nutritivo, porque si es verdad que las reses
aman el verde, también lo es que este tiene mucho aire y
humedad, e' ingerido en el estomago, el calor lo hace fermentar y sobreviene la terrible enfermedad llamada meteorismo o hinchazón de vientre de la que son victimas á
millares sino se tiene cuidado en los pactos. Según la sequedad del heno se moderará con la mezcla de algunos vegetales
principalmente con raices suculentas que las comen con ansia los ganados lanares. Unas dos libras y media poco mas
ó menos de heno será una ración suficiente al dia para cada
res que equivale á ocho libras en verde. Si el tiempo fuere
lluvioso se puede mezclar con paja. El alimenlo seco se dará á los ganados cuando por el mal tiempo no puedan
vivir al raso y se les tenga encerrados en establos en donde
no permanecerán tanto como en otros paises porque este clima es muy benigno y templado, y aun en lo mas riguroso
del invierno aparecen dias en que libremente pueden pacer
por los campos con la precaución de guarecerlos bajo techo
5G
por la noche. Si por casualidad han estado encerrados m u chos dias en los establos se hallan fatigados del forrage seco
y suspiran por el verde; los mismos pastores no lo desean
menos y despreciando todas las precauciones tan necesarias
en un momento de crisis en que van á cambiar de regimen
los sacan y abandonan en los pastos á los que se arrojan las
reses con avidez, y contraen una infinidad de enfermedades como hinchazones de vientre, colicos &c. cuyas dolencias
podremos evitar, dando la mezcla de forrage seco con raices
y aun con verde unos dias antes de salir de los establos; y
si sobrevienen no serán tan temibles como en otras naciones
por no ser tan continuado este método alimenticio. El ganado lanar es ávido de las plantas chicoraceas, y si las comen en los primeros dias de primavera obran como un libero purgante, siendo á la vez alimento y medicamento, su
uso desvanece los malos efectos de la nutrición seca. Se variará de pastos cuanto se pueda, conduciendo el ganado alternativamente unas veces á los campos de esposicion al
Sur. También se atenderá á la temperatura del dia y de la
misma hora en que haya de pacer el ganado, obrando, una
multitud de circunstancias, y se tendrán presentes los abrigos, los parages frescos y las localidades en que haya en toda la comarca. El cultivo de las plantas que hemos enumerado y otras que pertenecen á las mismas familias en los inmensos terrenos que hay incultos y que con facilidad dejarían de serlo es el medio mas económico y practicable en
España de mantener los ganados. No hay sitio en que no
pueda colocarse algún vegetal, hasta en los terrenos mas ingratos prosperan las vides, recurso e c o n ó m i c o y practicable
para alimentarlos con su hoja en arios y estaciones en que
no se hallarán yerbas. Su plantío es muy fácil, y no necesita mas cuidados, cuando se la destina á dicho objeto se puede hacer en cualquier parage capaz de un hoyo en que quepa un sarmiento. En los climas templados y cálidos verificada su plantación en octubre no solo se asegura su arraigo
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sino se adelanta su vegetación. Todo terreno por esle'ril que
sea puede criar algunos vegetales, solo resta saber para que
clase los destina la naturaleza, y esto lo conoce el que baya
estudiado geografía vegetal.
P R O P O S I C I O N
5.a
Medios de librarlos de los contagios y
enfermedades.
Es una verdad inconcusa que existen mas recursos para precaver las enfermedades que para combatirlas y curarlas. Esta es la razón porque debemos confiar mas en los
medios preservativos ó profilácticos que en los medicamentos, mas en la higiene que en la terape'utica. Los remedios
despues de ser complicados y de aplicación embarazosa y
difícil, suelen costar mas que el animal que se quiere cur a r , los cuidados que exige una medicación principiada son
tan dispendiosos que nos.harian renunciar á ella. Medicamentos específicos que ataquen directamente una dolencia
esto es, que de un modo cierto y seguro la destruyan, solo se bailan en las obras de algunos autores que les prodigan un me'rilo que no tienen, y que la esperiencia ba desmentido claramente. Llevado de estos principios, me ba
parecido que el mejor específico es el buen uso de todas las
cosas que los antiguos llamaban no naturales á las que es
preciso acudir antes que á los medicamentos. Es decir que
me propongo presentar la higiene del ganado lanar, y no
un tratado de cada una de las enfermedades contagiosas ó
epizoóticas. Examinemos ante todas cosas la naturaleza é
índole de las dolencias de que se quiere libertar, averiguaremos sus causas , circunstancias en que obran, y no
de otro modo neutralizaremos su acción. Enfermedades
epizoóticas són aquellas que vienen de una causa general
que obra á la vez sobre muchos individuos, y al mismo
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tiempo se Iiallan acometidos en gran número; de aqui toman el nombre porque epizootia quiere decir sobre muchos
animales. Sus causas son siempre dependientes de la atmosfera, del re'gimen de vida, y de los alimentos. Las epizootias pueden ser fiebres, catarros, esquinancias, inflamaciones de cabeza, pecho o' vientre, hematurias o sea flujos de
sangre por las vias urinarias, diarreas, disenterias, &c.
Contagiosas son las que reconocen por causa un virus específico transmisible por contacto mediato o inmediato, como la peste, viruelas, sarna, carbunclo &c. Toda enfermedad
epizoótica es decir que invade muchos animales á la vez,
desarrolla un foco de infección que emponzoña la atmosfera
con los gases y miasmas que se desprenden de los atacados,
y cuya esfera de actividad será mas o' menos extensa según
el número y la malignidad del mal, y llevan riesgo de contraerla cuantos se expongan á la acción de tales miasmas
sin necesidad de que haya contacto con el enfermo. Asi las
precauciones para evitar una epizootia serán las mismas que
para el contagio, aunque menos seguras y eficaces contra
aquella. Las enfermedades de suyo sencillas y al principio
esporádicas, y de índole benigna se convierten también en
malignas, y llaman entonces la atención tanto como una
epizootia; una fiebre inflamatoria o gastrica se pueden hacer pútridas, una esquinancia sencilla gangrenosa, una perineumonía complicarse eon una calentura maligna, y en
tal caso las reses que padezcan tales dolencias que no eran
epizootias desarrollan alrededor de si un foco de infección
que comunica el mal á cuantos animales se pongan bajo su
influencia, y las precauciones que se tomen contra ellas serán iguales que para las epizootias y contagios. Tratando de
oponernos á la aparición de esta clase de enfermedades, procuraremos evitar las causas que las determinan, esto nos
lo enseñará el estudio de la higiene, con el basta para contrarrestar males tan desoladores. El ganado debe vivir al
aire libre siempre que el tiempo lo permita, mas cuando es-
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te fuere desfavorable sea de noche o de día ha de estar bajo techo á salvo de las vicisitudes atmosféricas en la morada
que se le destine para este objeto, siendo la primera atención del ganadero su buena construcción para que no se
convierta en origen de los mismos males que quiera precaver. Afortunadamente oirás naciones han trabajado sobre
este punto y ofrecen ya á sus reses una habitación conforme á su constitución física y hábitos, separándolos del estado salvage La Sociedad de Agricu ltura del Departamento
del Sena es la primera que ha tenido la gloria de ocuparse
en perfeccionar el arte de los edificios para los ganados, y
de hacerlo el objeto de un premio que se adjudico á Mr.
Pcrthuis, cuya obra merecía estar en las manos de todos
los ganaderos. También los Ingleses han reunido una multitud de memorias sobre este asunto en un solo tomo, cuya
obra ha sido traducida al francés por Mr. Lasteyrie que la
ha enriquecido con notas muy instructivas; hasta los alemanes han publicado un tratado de los edificios o alojamientos para los animales dome'sticos. Pso entraré c-n su detalle,
el arquitecto que haya de dirigir las obras de los establos
que se intenten edificar; acudirá á dichos autores limitándome á manifestar, cuan necesario seria que lo interior de
las habitaciones en que se alojen las reses, esten arregladas al número que han de contener, no debíenda pasar de
mil á dos mil lo mas, que sea de tal capacidad que cada
animal goce de todo el espacio necesario á sus libres movimientos y para acostarse sin incomodar á la inmediata; que
se pueda renovar fácilmente el aire interior y equilibrarse
cuando se quiera con el de la atmosfera, y por fin que los
que cuiden desde un punto vigilen hasla el ultimo rincón
del establo. Este ha de ser en pais frío de mas conveniencias, las habitaciones tendrán varias aberturas en la partes
bajas, y ventanas en las superiores , por estas se renuevan
las capas superficiales del aire pero las reses morirían sofocadas si no hubiera por donde salir los gases que se despren-
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cien de los animales y de sus escrementos, que como mas pesados que el aire común, no pueden salir por las ventanas
hechas en la parte alta, estas estarán con rejas y se cerraran por la noche con encerados. Se establece la mayor luz
y limpieza posibles porque los ratones, ratas é insectos que
atormentan las reses buscan los parages mas obscuros. No
basta que la morada sea co'moda y sana, sino que conviene que se halle en tal estado de limpieza que no se infecten
asi mismos. Cuando los ganados salgan á pacer se abriran
puertas y ventanas, y se les limpiará la cama sacando toda
inmundicia. No hagamos por una economía mal entendida
los establos en las peores localidades, en donde los caminos
que dirigen á ellos sean obstruidos, ni se ha de aguardar
á que las paredes del edificio se llenen de agujeros, resquebrajo y polvo. Se mudaran con frecuencia las camas para
que no se acuesten los animales en el fango, en el foco de
la putrefacción de las materias excretadas que muy pronto
se alteran por ser alli la temperatura mas elevada, y por
muy robustos que sean tienen que degenerar. Mucha precaución al sacarles de esta especie de estufa, cuyo paso
brusco de un aire caliente y emponzoñado á otro frío y puro suprime repentinamente la transpiración origen de multitud de males. Se cree que los animales viven impunemente en una atmosfera viciada, que sus drganos no se afectan
de tales emanaciones, y que la suciedad no les es perjudicial
bajo ningún aspecto, y que para obtener buenos abonos es
preciso que se pudrán las camas estando ellos encima. Experiencias multiplicadas no permiten dudar que los animales gustan reposar en un lugar limpio y aseado, que tienen
repugnancia á los malos olores, aun al cerdo que es el mas
sucio es preciso limpiarle si se quiere que prospere y engorde. El mismo Dauventon admite la necesidad de poner en
algunas ocasiones los ganados á cubierto y propone unos
corrales espaciosos (que solo serán aplicables, en mi concepto á los paises calientes) al rededor de ellos se constru-
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y en unos cobertizos o tinglados elevados, ccn comunicación
al exterior, con ventanas para que el aire corra en todas direcciones, habrá en el interior un gran patio para que libremente silgan á pasearse las reses. En los rediles de esta
clase encuentran en donde guarecerse de la lluvia de un sol
ardiente y del fresco de la noche. Los cambios atmosféricos
de calor á frió y viceversa tan frecuentes en España son
causas determinantes de muchas epizootias que teniendo una
causa común presentan en su aparición, curso y progreso
una semejanza sorprendente, y todas ellas requieren el mismo método curativo, pero se evitan poniendo los ganados en
los establos garantidos de tan terribles agentes.
La clase de pastos, el regimen que se siga en los establos o en los prados, la escasez, y el esceso de nutrición son
causa de epizootias, parte después de muchos dias de encierro sino han tomado mas que seco y el paso súbito de este al
verde que siempre será por grados si se quiere oponer á
sus consecuencias. El uso del heno será tan solo para el
tiempo en que los ganados absolutamente no puedan salir
al campo, sacandolo de las plantas que hemos propuesto en
el capítulo anterior, Se desecharán la paja y el heno que
padezcan la roya. Cuando se lleven á los prados se tomarán algunas precauciones, que sea buen tiempo-, que se haya disipado el rocío, que no entren demasiado hambrientos
á pacer; pocos pastores tendrán estos cuidados, por el temor que sufran hambre los dejan abandonados devorar con
ansia cuantas plantas encuentran indistintamente sean malas o cargadas de rocío cuya nutrición ocasiona el engrasamiento de la res y la alteración dje sus humores. La yerba
mojada, la de sitios húmedos bajos o elevados producen los
mismos efectos, principalmente si hay retama o brezos. Si
las plantas están algo secas puede el ganado pacer por la
mañana, desconfiando mucho de los prados abundantes y
ricos que causan.el meteorismo que les hace perecer e'n pocas horas, si fuera forzoso que coman sera pocos instan-
42
tes. En tiempos secos y calientes se impedirá que pasten
plantas aromáticas que causan enfermedades de índole inflamatoria. U n buen pastor guiado de estos principios bailará la conducta que debe seguir para la conservación de
los rebaños. El régimen es lo mas importante y eficaz, con
él no solo se precaven las epizootias, sino que se curan las
enfermedades crónicas que padezcan las reses.
El agua es su bebida ordinaria: los tiempos y maneras
de abrevar los ganados son interesantes á su salud, no se
llevarán sofocados ni por medio de un egercicio violento para
que no tomen el agua demasiado fria relativamente al calor
del animal que puede estar sudando. No beberán mas que
dos veces al dia manaba y tarde, y menos si hace demasiado calor, y con escasez en los terrenos áridos, años secos,
y dias cálidos, que no vayan á a b r e v a r atormentados de sed
para que no tomen con esceso el agua , la prclerible es la
corriente sino las que haya con tal que no sea corrompida,
si fuera de pozo se echará en artesas llenándolas algún
tiempo antes para que se airee y equilibre con el calor de
la atmosfera. Que no beban en donde hayan embalsado
lino o cáñamo, ó lavado lanas, ni en donde lo hacen vacas
y bueyes. Muchas mortandades llamadas epizootias reconocen por causa las malas aguas.
E! gusto que los animales tienen por la sal es uno de
los cebos de que se valen los salvages para hacerles salir de
las bosques y cogerlos. Las ovejas lamen todos los cuerpos
impregnadas de ella, y asi dan tono á su estomago, reaniman su acción, y los alegra cuando están tristes. Desenvuelve la sal el gusto de las substancias con que se unen, activa la circulación sanguínea, sostiene la acción vital de sus órganos y. según su composicion química se opone á la putrefacción de las materias ingeridas en su estomago. La sal
tiene una virtud tónica por cuya razón seda en tierras frias
en tiempo del invernadero, y se asegura que en el verano
y tierras c a l i d a s ni aprovecha ni la quiere el ganado, de mo-
/
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do que dada como conviene y en determinadas circunstancias es un preservativo de enfermedades. Se da á los moruecos antes de echarlos á las hembras, y cuando se debilitan. Se usa de tres maneras, sola en estado natural, mezclada, ci disuelta en agua. Los pastores del ganado trashumante la ponen sobre piedras lisas y llanas para que la
lama: los de otras'castas la dan en todos tiempos con mas
o' menos abundancia de diversos modos, unos á mano, que
es coger las res por el cuello colocarla entre los muslos y
abrirla la boca y se la echa un puñado de sal, y encima un
poco de vinagre aguado. El suspender la sal en sacos á la
puerta del establo es malísimo, deposita cada res su saliva
que chupa la que viene detras, y si alguna por casualidad
tiene el germen de una enfermedad o vicio humoral puede
comunicarlo á las demás. Debemos substituir á lodos los métodos usados de dar la sal otro mas sencillo y económico,
que consiste en que una persona se ponga á la puerta del
establo por la tarde cuando venga el ganado de pacer o
abrevar, y se da á cada animal unos pedazos de pan de cebada de centeno espolvoreados de sal. Probada la necesidad
de introducir el sistema de prados artificiales, algunas gramíneas de las que hablamos deberán ocupar una dada extensión de terreno- Debe darse la sal de tres en tres dia.?
proporcionando á cada res una cantidad regular, gastando
al ario para mil reses lo mas quince fanegas. Es le medio
regocija al animal, purifica la boca para la masticación y
previene las malas digestiones. La dosis de sal sera mayor,
si las yerbas son aguosas y los pastos húmedos, es inútil en
las provincias inmediatas al mar á dos o' tres leguas. En
el establecimiento nacional de Fxambouillet en Francia no
toman los ganados sal y están buenos. La sal no hay duda
que disipa la humedad superabundante y escita el apetito;
casi todos los guisos del hombre están salados hasla el pan
¿ y como habia de ser un uso tan general entre todas las
naciones, si la experiencia de muchos siglos no hubiera demostrado su necesidad
:
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Siempre que el tiempo lo permita se sacarán los ganados de los establos á pacer y gozar de un egercicio moderado tan saludable á tocio animal. Con la falta de egercicio
los cuerpos pierden su actividad , todas sus funciones las verifican con mas lentitud y trabajo, se crian enfermizos, y
contribuye á la degeneración de las castas. Los rumiantes
no necesitan un egercicio tan activo como otros, moderado
Jes robustece y es un antídoto contra las enfermedades, si
es escesivo les daña. Cuando un ganado merino llega á un
rio y hace demasiado calor, o bien reina en la comarca enfermedades de naturaleza inflamatoria, o una grande sequedad deberá bañarse, nada Jes limpia ni favorece mejor la
transpiración. La alegría que manifiestan las reses al salir
del agua , prueba cuan saludable son los baños, sobre todo si los tornan sin agitación y corto tiempo. Las epizootias,
hemos dicho que tienen su origen en las variaciones atmosféricas en la clase de pastos y mal re'gimen, en las malas
aguas, en comer plantas venenosas o' poco favorables arrastrados del hambre, y todas se previenen con la rígida observancia de las reglas de la higiene. Hay otras dolencias
cuyo desarrollo favorecen la inobservancia y olvido de los
preceptos higiénicos, pero roconoceri por causa un virus, un
ge'rmen especifico transmisible por el contacto de "uno res
con otra, o con las cosas que haya tocado la infectada, se
las llama contagiosa. Los ganados invadidos de una epizootia desenvuelven al rededor de si un foco de infección mas
o menos grande según el número de enfermos y comunicarán el mismo mal á cuantas reses se pongan bajo su influencia por lo que epizootias y contagios se pueden remediar
con los proceptos de la higiene.
.
Las epizootias comprenden un número considerable de
enfermedades; el de las contagiosas es muy reducido , conviene distinguirlos porque los contagios se cortan con facilidad matando en el instante las reses contagiadas si son
pocas, o' Hoyando las sanas á otros sitios. Quiza algún dia
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se hallen específicos para detener con buen éxito estos males, pero se obtendrán cuando personas mas inteligentes se
hallen al frente de los ganados. E l resultado de los preservativos, y de los. remedios dependerán de su instrucción y
del cumjffímiento de los deberes. E l Propietario dividirá
los ganados en rebaños del número de mil reses, y cada
uno tendrá un mayoral, un ayudante y un zagal. A los pastores la costumbre de estar siempre en medio de ellos les
ensena á conocer al primer golpe de vista que res está enferma , y debieran saber aquellas señales que con precisión
preceden á epizootias y contagios o á lo menos distinguir los
anuncios de una dolencia sospechosa de la que no lo es, solo
asi se podrian socorrer con oportunidad. Hay un Ínteres en
elegir para estos empleos hombres que conozcan la importancia de las ordenes que los amos les prescriban; y que
las e g e c u t e n puntualmente. Sí los propietarios se penetraran
del valor de los cuidados que se han de tener con el ganado,
y se persuadieran que nada importa tanto para los mejores
resultados que la acertada elección de aquellos á quienes se
confia su guarda, algo mas prudentes andarían en buscarlo«. A lo menos se pondrá todo el conato en buscar un mayoral que sepa leer y escribir, que anote todas sus operaciones y cuanto observe. La mayor parte de las enfermedades
son en su principio de fácil curación, una sangría, unas
fricciones, unas incisiones, baños calientes y fríos las duchas,
el buen uso del verde o seco, el reposo, la dieta, el distinguir los pastos tónicos de los qpe son relajantes bastan para contener una mortandad. Debe tener un libro de ganadería y un tratado especial de cada una de las enfermedades que padecen las reses para que puedan con oportunidad
oponerse al progreso de la que quiera aparecer. Los ganaderos promoverán la emulación entre los pastores con alguna recompensa cuando por su vigilancia han evitado alguna desgracia, los tratarán familiarmente procurando grangearse su voluntad, los instruirán en lo posible, y se les
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hara ver que el estado de los rebaños depende de ellos. Los
pastores deben ser robustos, madrugadores, alegres por carácter, buenos por sentimientos, aficionados á los animales,
y á los intereses de su amo: el mal trato de un pastor inútil iza todos los esfuerzos que se hagan en favor efe los ganados y de la perfección de la lana.
Siendo -el mas fuerte preservativo y mejor específico
contra epizootias y contagios ademas de lo dicho la observancia-de un reglamento sagitario lo expondremos, bien
persuadidos, que sino se evitan ton los medios que proponemos á lo menos contrarestaremos sus funestas consecuencias.
Antes de fijar la morada de un ganado en un punto se
tomará una relación circunstanciada de las lagunas perenes
ó estacionales, de los pantanos, charcos ó raudales, y sitios
insalubres por cualquiera causa que haya en aquel termino
enterándose de las enfermedades reynantes de cada estación
tanto en los animales como en los hombres.
E n todos los sitios húmedos, y en los que se suelen formar pantanos se fyromoverán plantíos de árboles que ademas de purificar el aire presten su hoja para alimento á las
ganados: Según Daubenton los mejores son alisos, álamos,
sauces, fresno y la robinia pseudo acasia o falsa acasia.
Todo dueño ó guarda de ganado dará parle al Alcalde
del término en que se halle el rebaño siempre que alguna
res enfermase de mal contagioso o que indugera sospecha,
para que envie un inteligente.
Antes que este visite el pais o sitio en que aparezca alguna res atacada, si se conociera ó temiera que podia comunicar el mal se matará al instante.
Conviene alejar las reses sanas de los lugares presenciados por las contagiadas.
No se alojarán en los rediles animales sin saber su procedencia.
Se dejaran á parte las reses enfermas sea la que fuere
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su dolencia, y si esta fuese eminentemente contagiosa, y lasatacadas pocas se matarán al momento.
Impedir la entrada en los establos á los que se dicen
curanderos, y á todo viagero o mendigo.
Se auyentarán los perros estranos y se asegurarán los
suyos.
Se enterrarán lasreses muertas profundamente y ágran
distancia de donde cslcn los ganados sin consentir que les
quiten la piel.
Se quemará el estiercol y paja en donde hubiere habido enfermos o muertos.
Durante una epizootia o contagio no se consentirán ferias en la comarca en que aquellas aparecieren.
Hay dos medios poderosos para neutralizar los malos
efectos de una infección d contagio, el blanqueo o lavado
con cal de todo lo que haya en el lugar del mal, y el uso de
las fumigaciones del cloro.
Muchas mortandades se han desarrollado y estendido
por la mas leve falta en los anteriores preceptos.
La mejora de nuestras lanas será una verdadera fuente
de prosperidad nacional, en algún tiempo gozaron de grande
estimación en los mercados de Europa pero ahora son vendidas á precio muy bajo. ¿ Y en adelante desatenderemos
nuestros verdaderos intereses, y abandonaremos este ramo
de industria tan productivo contando con los mejores elementos para darle un nuevo impulso? El benigno clima
de España, sus estensos terrenos que no esperan mas que
la mano del hombre para cubrirse de abundantes y sabrosos pastos, el poseer la primitiva raza de merinos y el egemplo de la que han hecho otras naciones nos brindan, mas
bien deben estimularnos ó ello. Si con esta mal trazada
memoria consigo llamar la atención hacia un asunto de tanta importancia como es la perfección de nuestras lanas,
justo será que se me disimule la severa crítica que merezco por el atrevimiento de haberla escrito.
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