20 LATERCERA Lunes 22 de agosto de 2016 Nacional “La mayoría de las veces los niños están con dolor, y traerles un cuento y mostrarles que puedes abrir el mundo es maravilloso”, dice Carmen Bórquez. El potenciamiento de estos servicios ha sido posible por la implementación del Hospital Amigable. RR Voluntarias de Giracuentos en una sesión en el Hospital Calvo Mackenna. FOTO: RICHARD ULLOA El agrado de ver la sonrisa en el rostro de los niños es el principal motivador que tienen quienes realizan voluntariados. Por Judith Herrera C. Recreación y amistad en los hospitales ¿Tía, me cuenta un cuento?”, pregunta curiosa Aracely (7) a Carmen Bórquez, una de las voluntarias que de lunes a viernes va al Hospital de Pediatría Luis Calvo Mackenna, en Providencia, a narrar historias a los niños que se atienden ahí. Se trata de Giracuentos, un voluntariado que tiene como objetivo acercarles la lectura a los pequeños, fortaleciendo su imaginación y gra- “ tificando su ambiente. “La mayoría de las veces están con dolor, y traerles un cuento y mostrarles que puedes abrir el mundo es maravilloso”, manifiesta Carmen. Aracely juega tranquila, pero concentrada en el cuento que la “tía” lee. “Me gusta, es bien entretenido”, dice tímida. La pequeña fue operada de peritonitis, luego que un cuadro de apendicitis se le complicara. “Caminamos por el hospital con unos canastos con campanitas que anuncian que llegan los cuentos, y los niños que nos conocen nos llaman, y si no, vamos entrando sala por sala, buscando cuentos para cada uno de los niños según lo que necesitan”, señala Carolina Valenzuela, miembro del directorio de Giracuentos. En el hospital son 19 los voluntariados que trabajan. Abrazos del Alma es otro de ellos, y su fundadora, Eugenia Navarrete, cuenta que hacen “un trabajo social y espiritual en acompañamiento tanto de los papás como de los niños. Oramos por ellos, les llevamos cositas para que se entretengan. Vamos los días viernes y, por ejemplo, les llevamos una once a los papás de oncología”. El potenciamiento de estos servicios ha sido posible por la implementación del Hospital Amigable, una iniciativa que desde 2008 funciona en el Calvo Mackenna. Un proyecto que busca generar atención que incorpore la dimensión socioemocional, enfocada principalmente en el bienestar del niño. María Luz Mora, jefa del Departamento Psicosocial, explica que la idea es recibida de forma positiva por niños y familias, y que “ha sido ayudada por la comunidad. Giracuentos y otros grupos vienen a acompañar a los niños, disfrazados, trayendo juegos, y el valor de eso se nota cada día”. En el caso del Hospital de Niños Exequiel González Cortés, en San Miguel, desde hace 51 años que la organización Damas de Calipso colabora en acompañamiento y cuidados. “Hacemos todo lo que se pueda por las familias, no sólo los niños. Ayudamos a traer medicinas, leches, y le damos colaciones a los papás que están gran parte del día en el hospital, y en las tardes realizamos diversiones a los niños hospitalizados”, señala Adriana Manzanet, miembro del voluntariado. Para la directora del establecimiento, María Begoña Yarza, el aporte es fundamental: “Han podido adaptarse a los nuevos desafíos. De ser unas damas que acompañaban a los pacientes, hoy también apoyan las necesidades de las familias, en facilitar informaciones, en conseguirse insumos y en entregar un valor humano”. En el Hospital Carlos van Buren, de la Región de Valparaíso, Trinidad Silva, presidenta de la Asociación de Voluntariados, cuenta que “cada grupo tiene a cargo una sección del hospital, por ejemplo, hay un grupo que ayuda en diálisis, otro en la posta. Nos dividimos por colores para destinarnos la ayuda”. Añade que, por ejemplo, las Damas de la Posta ven el lazo entre el paciente y la familia, ya que “a veces no hay mucho tiempo para saber bien los detalles de las atenciones, así que nosotras nos encargamos de explicar a las familias de manera lúdica, lo mismo con los pacientes”. El director del hospital, Juan Patricio Castro, destaca “la labor que realizan, porque aportan y apoyan a nuestros pacientes, especialmente a los que tienen un índice de vulnerabilidad”. Para la narradora de Giracuentos Carmen Bórquez, la gratificación de los voluntariados está en las sonrisas de los pacientes y en su compañía: “Esa es una de las motivaciones, acompañarlos y mostrarles que no están solos”.b HAZTE SOCIO www.hogardecristo.cl