PRD: de la caída al deslizadero El mandato La

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10/07/2009
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EDITORIALES |
Mirador
VIERNES 10 DE JULIO DE 2009
Armando Fuentes Aguirre
De quién es este gato? -pregunto en el Potrero.
¿
-Licenciado -me dice don Abundio-. Los perros tienen dueño; los gatos no.
He preguntado eso porque en la bodega chica una pareja de
golondrinas hizo nido, y tuvo su nidada. El gato ronda la bodega, amenazante, y no hay manera de hacerlo que se vaya.
He tratado de sobornarlo con leche, con comida...
Nada. El letal cazador fija sus ojos en las avecillas, y se relame por adelantado las fauces de tigre minimalista.
Don Abundio me sugiere:
-Deje usted que la vida siga su curso.
Pero eso es dejar que la muerte siga su curso. Y son tan hermosas las golondrinas, y tan frágiles...
¿De quién es este gato?
¡Hasta mañana!...
Aullidos
Rubén Cárdenas
PRD: de la caída
al deslizadero
uy distante de sus dos principales adversarios políticos, PAN y PRI, constituido como tercera fuerza electoral nacional con poco más de un 11 por
ciento de la votación del pasado domingo, el Partido de
la Revolución Democrática enfrenta un futuro más que
incierto.
Esta elección demostró que el PRD se encuentra muy
retirado de aquel escenario del 2006 en el que casi gana
la elección presidencial, con Andrés Manuel López
Obrador como máxima figura. Lo peor para este partido,
fundado apenas en 1989, es que la crisis, al parecer, va
para largo.
Para empezar, el capital político logrado este domingo
es muy probable que se reduzca. Es decir, los grupos todavía poderosos de izquierda no han terminado su autodestrucción, ni han resquebrajado del todo la sólida plataforma que los mantuvo en un nivel de alta competencia ante
priistas y panistas.
Para los perredistas, desde que terminó la elección presidencial del 2006, nada ha sido fácil. A partir de entonces,
muchas vicisitudes los han dividido y llegaron a esta última elección intermedia muy debilitados. Los constantes
pleitos internos propiciaron que apenas hayan conservado unas cincuenta y tantas diputaciones para el próximo
Congreso federal, que inicia operaciones en septiembre
próximo.
Sin embargo, la ruta del descenso que lleva el PRD en
el electorado mexicano no ha tocado fondo. La expectativa de la actual dirigencia nacional, encabezada por
Jesús Ortega, de que una vez terminado el proceso electoral expulsarían a Andrés Manuel López Obrador y se
reorganizaría el partido, se volvió un objetivo muy difícil de cumplir.
Ahora, el que está en riesgo de irse del partido del sol
azteca es el propio Jesús Ortega; de hecho, los tres gobernadores perredistas -Marcelo Ebrard, Amalia García y
Leonel Godoy, que en este proceso electoral tuvieron buenos resultados- ya cabildean posibles escenarios; uno, sin
la corriente de “los chuchos” en la dirigencia nacional y
otro, sin la influencia de López Obrador, a quien por cierto algunos acusan de traición al PRD.
Por eso, lo que produzca el cónclave perredista que se
verificará en unos cuantos días representa, al menos eso
se espera, la búsqueda de nuevos derroteros por los que
tendrá que transitar este partido que podría, si no logra
mantener unidas a las principales fuerzas de la izquierda
mexicana, dejar el campo libre hacia un claro bipartidismo, en el que sólo el PAN y PRI serían los partidos con posibilidad de triunfar.
En el ámbito local, los resultados para este partido fueron más que desalentadores. El esperado incremento en la
votación ante el supuesto número de cinco mil nuevos militantes y simpatizantes que arribaron a inicios del presente año, procedentes del Partido del Trabajo, para nada
se reflejó en los pasados comicios.
Aun cuando teóricamente, este año en Durango el PRD
se fortaleció en militancia, el domingo captó mucho menos
votos de lo previsto, al grado de ubicarse en la quinta fuerza electoral en el estado, por debajo del mismo Partido del
Trabajo y hasta del Verde Ecologista de México.
Su apariencia de un partido compuesto por dos corrientes diferentes, una representada por la dirigencia
estatal de Soledad Ruiz y la otra por los hermanos
Marcos y Juan Cruz Martínez, junto con los escasos recursos económicos para una campaña competitiva, constituyen tan sólo dos elementos por los que quedaron truncas sus expectativas.
Los acuerdos o desacuerdos al interior en el entorno
nacional perredista repercutirán a nivel local y definirán
con claridad la siguiente etapa, que por ahora no ha pasado de lo incipiente en Durango.
M
PEQUEÑOS AULLIDOS
LOS PEQUEÑOS DETALLES hacen un todo y si estamos
en un entorno de feria nacional, deberían corregir la nomenclatura en las instalaciones de la feria, que exhibe diversas fallas ortográficas. Un recinto ferial de tanta calidad necesita también contar con excelente presentación
en cada uno de sus espacios… RECIBIÓ AYER SU constancia de mayoría el ahora diputado electo Jorge Herrera
Caldera, que lo acredita como ganador absoluto del pasado
proceso electoral en el distrito 04, con asiento en esta capital. A partir de septiembre próximo, despachará en el
Palacio de San Lázaro… TAMBIÉN AYER JUEVES trascendió que el Partido Acción Nacional interpuso una nueva demanda por la presunta comisión de delitos electorales justamente en el distrito 04. Es probable que se haga
pública la presentación de esta denuncia este mismo fin de
semana.
De Política y Cosas Peores
ecía un señor: “Mi esposa es un objeto sexual. Cada
vez que le pido sexo, objeta”... La maestra Tetonia batallaba mucho en el salón de clases. Tenía abundante
busto, y cuando se acercaba al pizarrón borraba todo lo que
iba escribiendo en él... Babalucas le dice a un amigo: “Mi
perro es un problema. Persigue a todo el que pasa en una
bicicleta”. Le sugiere el amigo: “¿Por qué no lo encierras?”.
Contesta, pensativo, el badulaque: “Creo que más bien le
voy a quitar la bicicleta”... No se apagan todavía las furias
y el sonido de la elección pasada. A los resultados de la jornada electoral ha sucedido el coro lamentoso de los vencidos que a toda costa tratan de salvar la cara atribuyendo su
derrota a culpas ajenas antes que a deficiencias y errores
propios. También estamos viendo por doquier -y además en
todas partes- impugnaciones, reclamaciones, objeciones,
refutaciones, argumentaciones y reconvenciones de quienes piensan que el triunfo les fue arrebatado, y están dispuestos a defenderlo hasta la última gota de su saliva. Aun
en medio de esas pequeñas tempestades conviene hacer
una sincera admonición al partido que se alzó con la victoria, o sea al PRI. A él le digo: “Mira, PRI: que la corona de
laurel del vencedor no te caiga sobre los ojos y te ciegue. La
soberbia es mala consejera, y lleva al arrogante a despeñarse en el fatal abismo del error. (Nota: esta última frase no es
mía; la tomé de una novela del Padre Coloma). Ahora que
tendrás la mayoría en el Congreso no vayas a querer tomar
como rehén al Presidente. Los tremendos fracasos del PAN
en esta elección intermedia de ninguna manera constituyen un referéndum sobre Calderón, cuyo desempeño en la
Presidencia obtiene en lo general buenas calificaciones.
Aun encumbrado nuevamente por el voto de los ciudadanos, tú, PRI, debes actuar mirando en todo al bien comuni-
D
El mandato
n cualquier sistema electoral que se llame democrático
el triunfar en una elección no solamente tiene por mérito haber convencido al electorado de que las propuestas de determinado candidato son mejores que las de sus contrincantes. El triunfar en una elección también se convierte
en un mandato que los ciudadanos dan a quien eligen para
que abogue por las demandas que consideran justas y que
tienen un efecto en su vida diaria.
En nuestro sistema político, aquellos que ganan una elección muy frecuentemente olvidan esta segunda parte del
pacto que significan las elecciones. El candidato ganador no
solamente ofrece una plataforma o un programa, sino que
también recibe un mandato de sus electores para que los represente en la posición para la cual lo eligieron.
Hay muchos factores que están implicados en que este escenario no se lleve a cabo como en el mundo ideal que acabamos de describir. Para comenzar, en el caso de los diputados federales, no hay la posibilidad de que los electores califiquen en las urnas el trabajo de quienes terminan su periodo. Esto da incentivos fuertes para no responder a las demandas de los electores, no hay una sanción por no cumplir
con lo prometido a quienes lo eligieron. El mandato de los
electores en las urnas puede ser cambiado fácilmente por
demandas de coyuntura y no hay sanciones por los cambios
hechos. Otro factor importante que podemos mencionar es
el que tiene que ver con la disciplina partidista. En muchas
ocasiones es más importante obedecer la línea de quienes
definen las posiciones en cada partido que las demandas de
E
El Hombre es la Medida
| EL SIGLO DE DURANGO
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Catón
tario. Eso incluye dar tu apoyo a las iniciativas presidenciales, si de ellas deriva beneficio para la Nación. No seas
una mayoría prepotente, altanera, impositiva; vuélvete una
representación dialogante, negociadora, dispuesta a sacar
adelante las urgentes reformas que necesita este país. Con
eso, PRI, ganarás prestigio, credibilidad, y te pondrás en
buena posición ante los ojos de la ciudadanía para la elección que más importa: la del 2012, carrera en la cual has tomado ya ventaja. No quieras ser otra vez partido aplanadora. En el camino de la democracia no caben las aplanadoras. (Esta última frase sí es mía)... El cuento que sirve hoy
para bajar el telón de esta columnejilla presenta dos inconvenientes graves. El primero: su contenido histórico es
apócrifo, imposible de probar con documentos fehacientes
o testimonios válidos. El segundo inconveniente: dicho
cuento es de color subido; las personas de moral estricta no
lo deberían leer. Helo aquí... En tiempos pasados se juntaron en un chalet de caza los reyes de Alemania, Francia e
Inglaterra, cada uno con sus validos más cercanos. Hubo
copiosas libaciones, pues la jornada venatoria había sido
muy fructífera. Perdido ya el discernimiento por el vino,
obnubilado el juicio, los monarcas incurrieron en la necedad de discutir sobre cuál de ellos estaba mejor dotado en
la región de la entrepierna, para lo cual cruzaron apuestas,
lo mismo que sus cortesanos. Mostró su dotación el alemán, y quienes lo acompañaban gritaron con orgullo:
“Deutschland über alles!”. “¡Alemania sobre todos!”.
Presentó lo suyo el rey francés, y profirieron, ufanos, sus
amigos: “Vive la France!”. “¡Viva Francia!”. Seguidamente
el soberano inglés puso a la vista su real parte. La miraron
todos y exclamaron con azoro: “God save the Queen!”.
“¡Dios salve a la Reina!”... FIN.
Jesús Mena Vázquez
los ciudadanos que llevaron a una persona a ocupar un puesto de elección. Cualquier político, independientemente de
qué partido estemos hablando, sabe que su carrera está en
serio peligro si llega a desafiar alguna decisión importante
dentro de su partido; por ejemplo votar en contra del sentido de la bancada o no obedecer alguna orden expresa de su
dirigencia.
Éstos y otros factores han hecho que históricamente
aquellos que se convierten en representantes de los ciudadanos no lleven a cabo las demandas de sus electores.
En esta elección federal hay serias preocupaciones de los
ciudadanos, no sólo del estado, sino de todo el país con respecto a temas cruciales como la recesión económica y su consecuencia en la pérdida de empleos y la tan sentida inseguridad producto de la lucha contra el crimen organizado.
El mandato de los ciudadanos a aquellos que acaban de
ser electos en muchos sentidos tiene que ver con estos dos temas. Los nuevos diputados tienen la necesidad de encontrar
formas creativas para tratar de incentivar el crecimiento
económico mediante los instrumentos a su alcance y también la elaboración de leyes que nos permitan luchar de una
manera más efectiva contra el crimen organizado.
Los diputados federales que acaban de ser electos no sólo
llevan el mandato de sus electores de buscar más recursos
para sus entidades, que es de suyo una tarea encomiable,
sino también la urgente búsqueda de soluciones a los problemas comunes de todos los mexicanos.
email: [email protected]
Alejandro Serrato Luévanos
La pena de muerte
a cultura occidental es contradictoria. Viaja montada
en el carruaje del cristianismo y se ufana de ello; y, sin
embargo, es difícil encontrarle un solo signo de cristiandad. Nos queda a la medida la acusación de Isaías
(29:13) “este pueblo me honra con los labios pero su corazón
está lejos de mi”; pero más que quedarnos a la medida, se
nos convierte en definición cuando el Cristo la aplica contra los que transgreden la ley eterna amparándose en las
tradiciones. (Mateo 15:3-6) “y vosotros, ¿por qué traspasáis
el mandato, imponiendo la costumbre?”. Esto lo decía a
quienes se amparaban en las donaciones al templo para
evadir la manutención a sus padres, Y es que varias tradiciones erróneas se había insertado en la ley mosaica corrompiendo el proyecto humano bajo el engaño de que el
hombre se construye a sí mismo. Quizá siempre, pero ahora más, los falsos profetas adulan al hombre haciéndole creer que se autoconstruye cuando, en realidad, lo que hace es
responder (bien o mal) al amor que le da origen y destino.
El error es más grave de lo que parece, porque en lugar de
vivir en adoración gratitud vivimos en auto adoración y soberbia. En efecto: si tuviésemos la noción clara de haber
sido elegidos, dotados, y después restituidos en Cristo para
la vida, tendríamos la certeza de que la vida es intocable
por cuanto nos pone en relación directa con la eternidad.
Los insensatos pretenden estar en lo correcto cuando luchan por implantar la muerte como remedio a la miseria
inherente en la condición humana; hemos hecho institución de la “muerte disfrazada” para el no nacido cuando suponemos que amenaza nuestra economía, deseamos la propia muerte ante la amenaza de una enfermedad dolorosa,
usamos como oferta electoral el decreto de muerte contra
los que amenazan la estabilidad de un sistema que establecimos para, impunemente, ir sumiendo a los otros en la
muerte lenta de la pobreza, de la ignominia y la desesperanza. Somos muerte mientras que el Cristo nos llama a la
vida: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 1:9-10); algunos quieren confundirnos diciendo que esta vida no importa sino la vida eterna, y parecen
encontrar un argumento en otro texto: “Si el grano de trigo
no cae en tierra y muere quedará solo, pero si muere llevará mucho fruto; el que ama su vida la perderá, pero el que
desprecia su vida para este mundo, la gana para la eternidad” (Juan 12:24-25), de ninguna manera podemos encontrar ahí la cultura de la muerte. Ciertamente es críptico
este texto pero no hace otra cosa que mostrarnos la continuidad de la vida en sus grados análogos; no es lo mismo la
vida del cuerpo que la vida de la mente y quien se ahoga en
L
su propia corporeidad pierde la conciencia; pero quien menosprecia su brillo mental ante la fe, se gana a sí mismo,
para la eternidad. Tanto el ser, como la vida y la conciencia
se dan en grados, y a través de esos grados es como llega la
acción de Dios al mundo, porque Dios no puede operar en el
tiempo; esto es así, pero, miserable quien no vive constantemente bajo la acción de Dios, porque, si bien, Dios no opera
en el tiempo, la conciencia, en sus diferentes grados, se encarga de hacerlo presente por recepción y por testimonio.
Nos decimos cristianos y somos un eco confuso del dualismo persa. El Cristo no predica dos principios, occidente
vive sometido a dos principios. Para occidente existe el mal.
Para un cristiano verdadero el mal no es otra cosa que la
ausencia culpable de un bien que debiera existir. El Bien
existe (y vio Dios que el bien estaba hecho: Génesis 1:25);
Dios hizo la vida y el pecado quitó la vida causando la
muerte (Génesis 3:19; Romanos 5:12). Ni las tinieblas ni la
muerte ni mal alguno fue hecho, pero nuestra cultura no
sólo los acepta como hechos sino como hacedores igualados
a Dios. La muerte no es otra cosa que la ausencia de vida y
Dios es la vida “En Él está la vida y la vida es conciencia
para el hombre” (Juan 1:4); de manera que desear la muerte en cualquiera de sus niveles (cuerpo, mente, espíritu) es
renegar de Dios. Hoy nos ofrecen la muerte diciendo: “te
amamos y por eso pedimos la muerte para los secuestradores, violadores y asesinos”, pero también quienes caen en
estos errores están escuchando el “te amamos” y también
son llamados a la vida; ¿por qué escoger el camino corto de
la propia comodidad? Matamos al que estorba y seguimos
practicando el lucrativo negocio de someter en la ignominia a los otros. Todos sabemos que la delincuencia tiene su
origen en la injusticia social alarmante del liberalismo económico, en la falta sistemática de amor, que practican las
sociedades occidentales (también oriente ya se occidentalizó). ¿Por qué no corregimos nuestra codicia? Nos hace falta
regresar al Cristo (habéis oído que se os dijo “ojo por ojo,
diente por diente” pero yo os digo “si te pelean la túnica dales también la capa (Mateo 5:38); habéis oído que se os dijo
“no matarás, y quien matare se hará reo de muerte eterna”
(Mateo 5:21). La perfección no está en “no hacer a otro lo
que no queremos que nos hagan” sino en “amaos de la misma manera que yo os amé” (Juan 13:34). Toda la vida silenciosa del Cristo se resume en su preparación “El Niño crecía en edad, en sabiduría y en gracia, delante de Dios y de
los hombres”; nosotros, occidentales, crecemos en edad, en
papeles y en codicia delante de Dios y de los hombres.
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