CHAMORRO Marvin (2005) Mujer de Piedra y otros - Bio

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Mujery OtrosdePoemas
Piedra
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra
y Otr
os P
oemas
Otros
Poemas
Marvin Chamorro
Nicaragua
Centro América
2005
CONTENIDO
MUJER DE PIEDRA. ......................................................3
FILOSOFÍA .....................................................................4
? .........................................................................................4
LA URNA GRIEGA .........................................................4
LA NUEZ DE LA INSENSATEZ(ANTE El SEVERO
JUEZ) ........................................................................5
AUSENCIA DEL ARTE ..................................................6
ADIVINANZA .................................................................7
EN LA MIRADA ..............................................................8
SALMO ............................................................................9
LA LENGUA DEL RUISEÑOR ...................................10
CANCIÓN DE CUNA PARA LA NIÑA ARTISTA DE
CINE .......................................................................11
ALMAS CARITATIVAS ...............................................13
ENCUENTRO CON EUNICE O EL DEMONIO
ENAMORADO .......................................................15
ESCARABAJOS AMARRADOS A UN HILO ...........16
HABLANDO CON FRUTAS O DE LA VIDA PUTA .........16
GRANDE DE PEQUEÑAS COSAS ...........................18
¿APERTURE? ...............................................................24
ÉXODO ..........................................................................25
EL ÁRBOL .....................................................................25
¡PARA MORIR ASÍ ENTRE TUS LLAMAS! ............26
ALGUIEN MUY LUMINOSO .....................................27
EVOCACIÓN DE ABRIL .............................................28
LA BARCA NEGRA .....................................................29
DE LOS QUEBRANTOS DE CARPANTA I ..............30
PLEXUS .........................................................................31
¿QUÉ ES EL OCASO? .................................................32
LAS SOMBRAS ............................................................33
EL TURCO ....................................................................34
DESCANSO DEL GUERRERO ..................................35
ABANDONADO ............................................................37
ANAGKE .......................................................................38
BLANCA MARIPOSA DE LA NOCHE ......................38
SIN TÍTULO ..................................................................39
DEDICATORIA .............................................................41
PARA LOS QUE ME PIDEN UN CANTO DE
PROTESTA ......................................................42
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
MUJER DE PIEDR
A
PIEDRA
“Sentada en esa esquina del Paseo República de Chile,
eras como de piedra.”
ME rresultar
esultar
on amar
gos tus besos y letales;
esultaron
amargos
fue besarte y per
der
me para siempr
perder
derme
siempree en el delirio;
fue amarte a toda hora sin descanso ni alivio
hasta per
der la cuenta de los días.
perder
Mi patrón, mi medida, mi única rrefer
efer
encia
eferencia
fue la hondura de tu boca húmeda y cálida,
dulce-ácida-grieta-abismo
-insondable-infier
no
-cielo.
dulce-ácida-grieta-abismo-insondable-infier
-insondable-infierno
no-cielo.
¡A
y!, de los que hablar
on de pasión sin conocerte,
¡Ay!,
hablaron
sin vagar como yo por la bondades de tu cuerpo
enor
me y eextendido
xtendido como un valle.
enorme
Yo sí que te anduve hasta los límites,
te cabalgué ávido y pur
o hasta secar
me,
puro
secarme,
te amé con car
ne y huesos, te liberé mis pájar
os
carne
pájaros
como flechas de plata, como pequeñas llamas,
como par
das saetas, encendidas, certeras
pardas
hiriéndote en el blanco.
Yo te amé hasta el temblor
temblor,, hasta flaquear
flaquear,,
hasta rromper
omper
me.
omperme.
3
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
I
FIL
OSOFÍA
FILOSOFÍA
HEINE vio la FFilosofía
ilosofía
en la cola de la lagartija.1
Hoy sobra quien la mir
miree
en alas de cucaracha.
II
?
OH Musa,
¿qué bicho es ese
que osa inj... uriarte?2
-L
a cucaracha.
-La
III
LA URNA GRIEGA
¿QUÉ descubrier
on los rastacuer
os
descubrieron
rastacueros
dentr
o de la ur
na que inspiró tanto
dentro
urna
al eexquisito
xquisito poeta inglés?3
-P
etrificados, los eex
xcr
ementos de
-Petrificados,
crementos
(cucaracha.
Enrique Heine, Cuadros de viaje (1830). Italia, la ciudad de Luca. Caps. I, II.
A.R.:”Un día senté a la Belleza en mis rodillas y la encontré amarga: y la
injurié”. En Tragedia de Jean Arthur Rimbaud, de Manolo Cuadra.
3
Juan Keats (1795-1821) Oda sobre una urna griega, exponente de su filosofía
poética: “Belleza es verdad, verdad, belleza; esto es todo lo que sabéis sobre la
tierra, y todo lo que necesitas saber”.
1
2
4
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
LA NUEZ DE L
A INSENS
ATEZ
LA
INSENSA
(ANTE El SEVERO JUEZ)
“Yo sólo soy un cangrejo que pasea
al borde de La Estigia”
(Mensaje encontrado en una botella)
Porfirio García Romano.
AMONTONÉ palabras
sin or
den ni concierto
orden
en tor
no a una nuez.
torno
Semilla pr
odigiosa,
prodigiosa,
le diste vida vaga
a mi locura
y aun le tejiste un manto
tejido con los hilos
de los sueños
que llenar
on mis horas juveniles.
llenaron
Er
ré
Erré
buscando la deslumbrante novedad,
insolado bajo el sonriente sol
que se burlaba de mi fútil empeño.
Fuego FFatuo
atuo fue toda mi eexistencia,
xistencia,
nada esa abundante necedad,
aquel ir y venir
venir,, aquella angustia.
¡Qué destino más triste el que her
edé!
heredé!
Me enr
edó en el rrelumbrón
elumbrón de este mundo
enredó
engañoso, me imbuí de cosas vanas,
no viví más que de quimeras,
de puritos pr
oyectos.
proyectos.
¡Y qué fue lo que gané
con tanto afán
de pr
oyectar mendaces aleteos?
proyectar
5
Mujer de Piedra y Otros poemas
Quizás engañé a dos, a tr
es...
tres...
a cuatr
o de la media docena
cuatro
de los que me leyer
on.
leyeron.
Alter
né con la habitual holganza
Alterné
la poesía.
¿Qué otr
os caminos podrían llevar
me
otros
llevarme
sin mayor dilación
hasta la negra orilla?
AUSENCIA DEL AR
TE
ARTE
A: Iván Uriarte
IGNOR
AR que eexiste
xiste el arte,
IGNORAR
la poesía
es
signo degenerativo de la vida.
Es tener un alma ciega,
áptera, tullida.
Es ser esclavo
de br
utales pasiones instintivas.
brutales
Donde está ausente el arte,
el goce es la avaricia,
el se
xo... la por
nografía.
sex
pornografía.
No hay elevación. V
acía,
Vacía,
sin dimensión humana la conciencia
está muda; como entr
entree el caracol,
aletar
gada.
aletargada.
6
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Sólo el arte despierta el alma
y la sensibiliza.
Amor a la belleza, a la poesía,
es matriz de her
mosos gestos
hermosos
en la vida.
Obras así en el arte: en la pintura
y en cualquier modalidad de la poesía.
¿O serán obras
de condición muy alta?
¿L
a inspiración genial será que sobra?
¿La
¿El sentido común será que falta?
ADIVINANZA
A Danika Centeno Molina,
L a Divina.
DE entr
ras
entree las oscuras par
parras
alza majestuosa el águila
su siempr
siempree imponente vuelo,
y las escindidas vides
lanzan sus ver
des destellos.
verdes
Cuando en dulce movimiento
el globo gira en el sueño
y la noche acude alada
como en tor
os
torrrentes liger
ligeros
lucen sus rrubios
ubios saríes
y sus caprichosos velos
las dos niñas nacaradas.
7
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Al sur de los pensamientos
respira el oasis bello
una inefable alegría
entr
ubor
entree angélico rrubor
que acentúa el már
mol rregio.
egio.
mármol
dido confín
Luego el per
perdido
que apunta al tímido seno
descansa en las confidentes
nubes aladas del sueño.
EN L
A MIR
AD
A
LA
MIRAD
ADA
“¡Ah, no abras los ojos!”
(Maldoror)
ELL
A tenía unos ojos ver
daderamente eextraor
xtraor
dinarios
ELLA
verdaderamente
xtraordinarios
dinarios..
Había en ellos una brisa de melancolía. Eran como
dos mar
es pr
ofundos, como dos ansias que lanzaban
mares
profundos,
destellos y se empapaban de lágrimas a través de las
que vi., por tanto tiempo, un universo lleno de
misterio, un universo oscur
o y solitario.
oscuro
Cada tar
de me sentaba fr
ente a sus ojos como quien
tarde
frente
se sienta fr
ente al mar a disfr
utar cr
epúsculos. En
frente
disfrutar
crepúsculos.
las cálidas y tier
nas noches de verano eran como dos
tiernas
cristales oscur
os y her
mosos; per
o llegado el invier
no,
oscuros
hermosos;
pero
invierno,
sus ojos oceánicos se tor
naban lóbr
egos; se llenaban
tornaban
lóbregos;
de aves que emigraban; se llenaban de tor
menta, de
tormenta,
bor
rasca. R
elámpagos ar
dientes iluminaban de rrepente
epente
borrasca.
Relámpagos
ardientes
aquella mirada; por unos segundos, era como un cielo
en llamas; después de todo, era más oscur
o,
oscuro,
8
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
espesamente oscur
o. Una tar
de inver
nal, cr
eí adivinar
oscuro.
tarde
invernal,
creí
entr
entree el amor y el mar de sus pupilas, la silueta de
un hombr
menta en una playa
hombree que vagaba bajo la tor
tormenta
remota, persiguiendo las huellas de las gaviotas que
gaban infinitamente. Me acer
qué lo más que
se alar
alargaban
acerqué
o cristal negr
o y vi mi pr
opio rrostr
ostr
o en el
pude al dur
ostro
duro
negro
propio
r ostr
o espectral de aquel hombr
ostro
hombree que ahora se
asomaba ansioso entr
entree la penumbra. De más está
decir que no pude soportar la impr
esión del misterio.
impresión
Ella tenía unos ojos ver
daderamente
verdaderamente
extraor
dinarios y ahora yo estaría en ellos para
xtraordinarios
siempr
e.
siempre.
SALMO
YA no quier
quiero
o salir a la calle,
allí el malo hace de las suyas.
La otra noche querían matar
me
matarme
y Dios, al mirar
me tan débil
mirarme
e indefenso,
me tomó entr
entree sus brazos
y me dio pr
otección. ¡Oh, Dios mío!
protección.
¿P
or qué no cr
eo en ti?
¿Por
creo
Ahora siento frío,
estoy solo y llorando
y Dios está allá afuera
cuidando mi puerta.
Yo no le abr
o ni el entra.
abro
Él está pr
eocupado por mí.
preocupado
9
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
LA LENGU
A DEL RUISEÑOR
LENGUA
“Él le cortó la lengua al ruiseñor
para escribir con su sangre un poema
de amor sobre la piel del Alba.”
«ALBA estaba dor
mida, dor
mía desnuda
dormida,
dormía
y soñaba que era acariciada, era un
sueño lar
go y pr
ofundo del que no
largo
profundo
podía despertar
despertar.. Cuando al fin
despertó se sintió angustiada y luego
descubrió que todo su cuerpo estaba
lleno de versos, escritos con sangr
sangree
y con cierto desor
den. Así angustiada
desorden.
consiguió bor
rarse en el baño el eexxborrarse
traño y sangriento poema.
Mas se dio cuenta entonces que su
cuerpo también había sido besado
mientras dor
mía, y esos besos no condormía,
siguió jamás bor
rar con nada»
borrar
Indagación de la íntima gar
garganta,
ganta, de la cueva, de
la poza espesa, pr
ofunda, acuosa, oscura cavidad,
profunda,
grieta feliz, caver
na al ciega, lar
ga ida por el cálido
caverna
larga
tacto hacia horizontes donde se ter
minan todos los
terminan
caminos, donde se empieza el cír
culo vital de
círculo
ar
arrr emetidas, donde confluyen los misterios del
gusano, donde sucumbe la primitiva sierpe y el pájar
o
pájaro
echa a volar hacia ninguna parte, vuela en todas
dir
ecciones el albedrío como el can de caza tras la liebr
direcciones
liebree
va veloz e iracundo, per
o la liebr
pero
liebree inasible del deseo
escarba en su hoyo y se dirige al corazón del mundo.
Pueriles embestidas en desor
den, acompasado
desorden,
vaivén del madur
o ejecutante del viejo arte, y joven
maduro
10
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
vigor
oso, que encar
vios hasta al más
vigoroso,
encarrr uja los ner
nervios
pintado, que cr
epita la piel al fuego de sus besos. L
os
crepita
Los
chasquidos del se
x o hacen música con los
sex
borborigmos, polifor
me bailete, fiesta de lanza en
poliforme
ristr
e, de ter
ciopelo y panes, caramelos, de pugidos
ristre,
terciopelo
elamidas hondas, abrasivas.
sin ley
ley,, de rrelamidas
Ah, la lengua era un lampazo haciendo su labor a
la entrada del palacio del placer
placer.. Cómo brilla el camino
de la car
ne, del labio, del beso, del ar
dor
carne,
ardor
dor.. Qué acogedor
inmueble nos invita a adentrar
nos en su mágico
adentrarnos
mundo de secr
etos; Qué rregio
egio rrecinto
ecinto no hospeda,
secretos;
¡húmedos ámbitos ador
nados
de
original
flor
esta! Ah,
adornados
floresta!
la casa del delirio nos convida, nos ofr
ece suculento
ofrece
banquete, qué sabr
osos manjar
es se nos rregalan
egalan al
sabrosos
manjares
hambriento paladar del amor
es saturados de
amor.. Qué air
aires
mar hinchan nuestras ar
dientes velas. ¡L as
ardientes
mandrágoras eexhalan
xhalan sus ar
omas eexquisitos!
xquisitos! Es la
aromas
estación en que toda la naturaleza da sus mejor
es
mejores
fr
utos. L
os ríos se desbor
dan bañando con sus aguas
frutos.
Los
desbordan
ger
minales el vientr
ofundo y ávido del Alba.
germinales
vientree pr
profundo
CANCIÓN DE CUNA P
AR
AL
A NIÑA AR
TIST
A DE CINE
PAR
ARA
LA
ARTIST
TISTA
PORQUE las canciones más bonitas
las que llegan al alma
las que hier
en el alma
hieren
las que hieden el alma
son como las mujer
es
mujeres
que mean sentadas
11
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
y sentadas cr
uzan las pier
nitas
cruzan
piernitas
para que no se les vea
las muy discr
etas
discretas
Las palabras pr
osaicas
prosaicas
el verso antojadizo
el misántr
opo, el meteco y el advenedizo
misántropo,
Desayuno: dos tortillas de a peso
y huevos con chorizo
Los poemas sin pies, cien-pies, escolopendra
el lobo sedentario, la niña caprichosa
la mecedora y el guindo al lado
los lápices sin punta en la última gaveta
las aladas palabras
el ciego, el divinal rapsoda, Pr
ometeo
Prometeo
la maraña, abracadabra
el libr
o más pijudo, peje
libro
mar y cielo
Marisol con las nalgas peladas
el gran solazo, el ar
dor en la espalda
ardor
la pelleja, peloevieja, costillera
niños jugando tr
ompo, las tr
ompadas
trompo,
trompadas
el juguete nuevo, dar
umasan
darumasan
y dale y dale hasta pelar
sin ton ni son
para nunca acabar
guaicaipur
o lameda vendepatria
guaicaipuro
los yank
es son malditos
yankes
las puertas de la iglesia están en pampa
y el diablo está rrezando
ezando
en el altar mayor
las rimas de Rimbaud
eulenspiegel
12
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
rotkappchen
derkleineprinz
Y para ter
minar la andanada
terminar
quier
o decir dos cosas, tr
es:
quiero
tres:
los poetas son gente vanidosa
la giocondabelli «no tiene talento
o es buena moza»
per
pero
me gusta la tecate con limón.
ALMAS CARIT
ATIV
AS
CARITA
TIVAS
AGR
ADEZCO la caridad humana
GRADEZCO
en los bar
riles de la basura,
barriles
en las cunetas de las calles
con alguna moneda,
en los periódicos que ya nadie lee
en las noches frías de las paradas de bus
con sus bancas acogedoras.
Agradezco la caridad humana
en lo que botar
on y a mí me sir
vió
botaron
sirvió
para vestir
mir
vestir,, para comer
comer,, para dor
dormir
mir,,
para vivir
...
vivir...
lejos de las necesidades
cr
eadas por la pr
opaganda,
creadas
propaganda,
del mark
eting, de la televisión
marketing,
y sus telenovelas.
Yo soy un hombr
hombree libr
libree
leer..
no sé leer
La cultura para mí
es este viejo par de calcetines.
13
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Cuando me muera iré a un nicho temporal,
a la fosa común
como mi padr
e, como mi abuelo
padre,
que murió en el atrio de una iglesia.
¡Ah! mi abuelo par
ecía un ángel,
parecía
un pr
ofeta, con su barba blanca
profeta,
y su camisón sucio.
Muerto fue her
moso, más que cuando vivo.
hermoso,
¡P
ar
ecía un Moisés, un Jesús... muerto!
¡Par
arecía
Talvez nadie lo sepa, cuando muera
y me encuentr
en ya con mis gusanos
encuentren
hartándoseme las or
ejas.
orejas.
Talvez me echen cal
para que no apeste a las almas caritativas
que me rregalan
egalan los periódicos viejos
con los que ahora hago estos sombr
eritos,
sombreritos,
con barbuquejo o sin barbuquejo,
al gusto de los chavalos
que me rrodean
odean en el par
que central
parque
y me hincan las espaldas
diciéndome: ¡viejo loco, viejo loco!
Y yo, un cínico, un filósofo,
un místico con mi botella de «cicuta».
14
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
ENCUENTRO CON EUNICE O EL DEMONIO
ENAMOR
ADO
ENAMORADO
PAR
A serles cierto
ARA
no hace mucho que la conocí,
per
o he quedado ir
pero
irrremeDIABLEmente
enamorado de ella.
Fue en una calle que ahora
no encuentr
o en mi per
dida
encuentro
perdida
memoria de las cosas.
Después del aguacer
o
aguacero
brillaba al air
airee húmedo, empapada,
y me la quedé viendo fijamente
al tur
gente pecho,
turgente
pude ver como latía
su tier
no corazón.
tierno
La miré toda y era
como la encar
nación de la belleza,
encarnación
toda luz y ener
gía,
energía,
era sincera.
Debo haberla asustado,
con estos ojos desorbitados, locos,
con mi pelo rrevuelto,
evuelto,
mi vestido de harapos.
Por
que luego cor
rió sin detenerse
orque
corrió
dejando una estela de ar
omas mujeriles,
aromas
ah, y una sandalia
que guar
dó mi esperanza
guardó
de otr
o encuentr
o.
otro
encuentro.
¡Como si fuera yo
el Príncipe Azul!
15
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
ES
CAR
ABAJOS AMARR
ADOS A UN HIL
O
ESCAR
CARABAJOS
AMARRADOS
HILO
A don P
ablito Quiñones (q.e.p.d.)
Pablito
EST
A mañana vagando por las calles de Altagracia
ESTA
me di cuenta de que me estoy volviendo viejo, y los
viejos de ayer se están muriendo. V
eo a la gente que
Veo
conocí entera hecha pedazos, tr
opezando, olvidando
tropezando,
dos, ciegos, tanteando las par
edes,
las cosas, sor
sordos,
paredes,
revolviendo en la oscuridad de las memorias, buscando
sin saber
saber,, hasta dar en la muerte. Y yo con ellos cada
día caminando al abismo, sin poder tor
cer este camino,
torcer
ine
xorable el rrumbo
umbo de la- vida- se- acaba sin poder
inex
retr
oceder cuanto quisiera, volver
me en dos monazos
etroceder
volverme
a la infancia con los pies en el polvo de «El Edén»,
escarabajos amar
rados a un hilo, la ar
ena fina de los
amarrados
arena
caminos en el «R
eparto Shick» de 1974. L
a tía Máxima
«Reparto
La
y su risa alegr
dad, el Compadr
oteo
alegree de ver
verdad,
Compadree Dor
Doroteo
Acevedo, mi padrino, un Guar
dia Nacional al que
Guardia
nunca ascendier
on... era bueno.
ascendieron...
Todo va desapar
eciendo por eso me afer
desapareciendo
aferrro a los
recuer
dos, que cada día se van haciendo mas pálidos
ecuerdos,
y confusos, huidizos, arbitrarios, como los
escarabajos amar
rados a un hilo, de la infancia.
amarrados
HABL
ANDO CON FRUT
AS O DE L
A VID
A PUT
A
HABLANDO
FRUTAS
LA
VIDA
PUTA
SO
Y un mango podrido en la basura
SOY
junto a otr
os mangos podridos
otros
y naranjas podridas y limones
y tomates y toda suerte de fr
utas
frutas
16
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
magulladas y podridas
y papeles con mier
da y machos sanguinosos.
mierda
Soy un mango podrido en el infier
no
infierno
de la hediondera, en la basura.
Si al menos me volaran a la tier
ra
tierra
me nacería un palo en la mollera
y yo daría mangos en la semana santa
y se me subirían los chavalos
a cortar
me los mangos celeques,
cortarme
le daría que hartarse a toda clase de gente
de mis mangos madur
os y aguados
maduros
como chichas de vieja,
de mis mangos sazones, dulces-ácidos.
Per
o mi suerte es pura mier
da
ero
mierda
y aquí me estoy pudriendo en la basura
en el estañón que vino con petróleo
desde-quién-sabe-dónde-hijueputa.
Mi suerte es no verte más, fr
esita,
fresita,
no comerte con mi boca sucia,
decirte adiós desde la gusanera,
soñarte una última vez,
hacér
mela en tu nombr
me la pus,
hacérmela
nombree y sacar
sacarme
toda la pur
ulencia del deseo.
purulencia
¡A
y, fr
esita!, si te agar
rara te embebería
¡Ay
fresita!,
agarrara
la manchita como jugando tr
ompo.
trompo.
Per
o aquí me deshago en la basura,
ero
me deshago, solo, soñando tu piel dulce
sin poder atipujarte en mi guayaba.
Adiós, fr
utitas delicadas que no me comí,
frutitas
ya no me las voy a comer
comer,, me estoy pudriendo.
Adiós, ber
enjenita que pasabas al colegio
berenjenita
moviendo el fundillito rreluciente,
eluciente, a tus
dieciséis años, lozano bananote
17
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
de esos para la eexportación,
xportación, que les ponen
una calcomanía en el pr
epucio.
prepucio.
Allá las esper
o en la semilla rrecóndita
ecóndita
espero
donde no hay industria de sabor
es artificiales,
sabores
o en la flor
las esper
espero
flor,, en el capullo, en la
xisto,
miel, meciéndome en la idea mientras no eexisto,
sin car
ne, sin color
carne,
color,, sin cáscara, sin nada,
a la par de Platón, entr
os mamones
entree otr
otros
y jocotes y almendras, a la espera del V
iaje
Viaje
que nos rredime
edime de la podr
e. Amén.
podre.
GR
ANDE DE PEQUEÑAS COS
AS
GRANDE
COSAS
«El amor me mueve, él me hace hablar»
(Dante)
SENT
ADO a la ventana
SENTADO
contemplo la tar
de
tarde
cayendo transida,
gris como una capa.
Cuánto duele rrecor
ecor
dar
ecordar
dar,,
a veces,
cómo es grata
la memoria que nos trae
historias olvidadas.
Cómo cr
ece el amor
crece
Grande de pequeñas cosas.
Ahora que tu rrostr
ostr
o
ostro
pasa fr
ente a mis ojos
frente
flotando en el rrecuer
ecuer
do
ecuerdo
18
Mujer de Piedra y Otros poemas
sonrío y a la vez
vierto una lágrima.
¿P
or qué he de sonr
eír
¿Por
sonreír
eír,,
si tanto daño te hice?
¿Qué razón en llorar
llorar,,
si tanto amor me diste?
Ahora que no estás
No quisiera fallarte,
¿y qué caso tiene?
Yo que no fui capaz
de quedar
me a tu lado
quedarme
aquella otra tar
de,
tarde,
más bien te dije adiós
y fue sin dar
me cuenta,
darme
para siempr
e.
siempre.
También han de ser
vir
me
servir
virme
los rrepr
epr
oches
eproches
para dar
me a entender
darme
que el amor cr
ece
crece
y está lleno de er
es
errror
ores
y eso duele.
Las ver
edas de ayer
veredas
se han transfor
mado
transformado
ya no es el mismo ambiente.
Per
o lejanamente
ero
como entr
entree un caracol
escucho voces, risas,
gritos alegr
es
alegres
reviviendo algún tiempo feliz.
¡Ah, el mar!,
los ojos clar
os de Alba
claros
19
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
sonriendo al horizonte.
Nosotr
os tendidos en la ar
ena,
Nosotros
arena,
amodor
rados,
amodorrados,
después de haber visto
toda la noche las estr
ellas,
estrellas,
llenos de sal y sílices,
riendo como unos ebrios,
suspendidos
de las pr
eocupaciones cotidianas.
preocupaciones
Las nubes cobran distintas for
mas:
formas:
son manadas de ovejas, olas de mar
mar,,
bar
cos de vela navegando
barcos
en una azul inmensidad.
¡Qué vaguedad de nubes
que mueve a rrecor
ecor
dar!
ecordar!
Ver la vida pasar
y dar
nos cuenta
darnos
que el amor va cr
eciendo
creciendo
con nosotr
os.
nosotros.
Que el amor que sentimos ahora
se ha venido sumando
día tras día
con tu risa y mi ausencia
con tu mano en mi mano,
con tu parte de engaño
y desengaño,
con nuestra fantasía,
los deseos muy altos,
los sueños malogrados,
los rreclamos.
eclamos.
Y si alguna inicial antipatía
20
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
se tr
ocó luego en añeja amistad
trocó
fue para nosotr
os gran suceso
nosotros
a pesar de que no fuera novedad.
encias,
Nuestras difer
diferencias,
nuestras riñas
hoy también me hablan
de ese gran amor
que se ha ido sumando
hasta elevarse
a una altura tal
que nos daría vértigo
si antes no nos hubiese
adaptado a sus vuelos.
Cuántas veces nos separamos,
cada quien por su lado.
Y cuántas veces nos buscamos
tan ur
gidos de abrazar
nos,
urgidos
abrazarnos,
de pedir
nos per
dón, de compartir
pedirnos
perdón,
compartir..
Y fue halagar
nos y halagar
nos
halagarnos
halagarnos
toda una tar
de, todo un día
tarde,
para luego rreñir
eñir otra vez
y caminar en sentidos opuestos
pensándonos con rabia,
mas queriéndonos.
Per
o es que éramos apenas
ero
unos niños.
Sopla el viento de abril
agitando los menudos detalles
ya de aquella despedida,
ya de aquel rreencuentr
eencuentr
o,
eencuentro,
21
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
y rrelucen
elucen tu sonrisa
y tus manos rrecibiéndome.
ecibiéndome.
Un pañuelo de seda en tu pelo,
tu vestido de flor
es,
flores,
tus sandalias, tus pies leves,
perfectos.
os
La costa azul lejana, los rrostr
ostr
ostros
van per
diéndose
perdiéndose
a través de las lágrimas
y aquel sabor salado
sobr
sobree el labio.
¡V
olveré pr
onto!
¡Volveré
pronto!
Y el «pr
onto» se alar
gó
«pronto»
alargó
yéndose lejos.
Por eso ahora sé
que nada está segur
o
seguro
cuando nos separamos.
Pr
onto puede valer
Pronto
por mucho tiempo.
Y, de segur
o, sé también
seguro,
que un lar
go tiempo
largo
bien puede ser salvado
con un beso.
Un invier
no, un verano
invierno,
y otr
o invier
no
otro
invierno
y al amor vi pasar
a mi lado, indifer
entes.
indiferentes.
¿Indifer
entes?
¿Indiferentes?
Fingían y me hirier
on,
hirieron,
y así, herido, escribí
mis tristes versos.
Era joven y er
ré.
erré.
22
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
Qué tonto fue negar
el sentimiento
que nos hace llorar
sin motivo apar
ente
aparente
y nos hace rreír
eír
como niños;
que nos hace sufrir
sin quer
er o queriendo;
querer
que nos par
ece inútil
parece
y es tan fuerte,
tan fuerte per
o a la vez
pero
tan frágil,
que se va de las manos
liger
o como un pez
ligero
y a veces vuelve
agitado y brillante
a escarbar
nos muy dentr
o,
escarbarnos
dentro,
a dejar
nos sin nada,
dejarnos
a llenar
nos de cosas eextrañas,
xtrañas,
llenarnos
de gestos, de sabor
es,
sabores,
de miradas.
Es como una pradera el amor
amor,,
como una mesa
con un jar
rón de flor
es
jarrón
flores
en el centr
o.
centro.
Oasis de espejismos,
quimeras, algo cierto.
Es el viento en el rrostr
ostr
o
ostro
durante un lar
go viaje.
largo
El camino más corto y más dulce
y un dulce tor
mento.
tormento.
Es la paz, el sosiego,
23
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
total incertidumbr
e.
incertidumbre.
Es mentira, es ver
dad
verdad
y se mueve y rrespira
espira
y es cr
uel,
cruel,
nos golpea con fuego.
Que es humano el amor
amor,,
divinamente humano.
Nos ofr
ece alegría y placer
ofrece
placer,,
es razón de la vida.
Per
o no nace grande,
ero
va cr
eciendo en nosotr
os,
creciendo
nosotros,
es un niño, es un joven,
un hombr
e, una mujer
hombre,
mujer,,
algo maravilloso.
¿APER
TURE?
¿APERTURE?
EN el inmenso mur
o de la noche
muro
una ventana abierta hacia la vida
una ventana abierta hacia el amor
una ventana abierta hacia el olvido
-r
encor
una ventana abierta al no
-rencor
no-r
una ventana abierta al no
-castigo
no-castigo
una ventana abierta hacia el per
dón
perdón
but,
it is an open window
and nothing mor
e.
more.
24
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
ÉX
ODO
ÉXODO
LEJOS de ti
mi vida se hizo bar
barrro en los caminos,
en eextraños
xtraños e inhóspitos parajes.
¿Quién hiciera de ese eexistir
xistir lejano
una ocarina sólo para tus labios
y volver?
EL ÁRB
OL
ÁRBOL
Nelson Brizuela, en memoria.
EMPINADO en la colina, el árbol.
Ar
raigado fir
memente a la tier
ra.
Arraigado
firmemente
tierra.
Se eleva hasta besar el cielo.
¡Ah, copa air
osa!
airosa!
Y sabia ar
riba
arriba cor
corrren sus palabras
desbor
dadas, fr
utales, luminosas.
frutales,
desbordadas,
Liberados los versos en el air
airee limpio;
el árbol declama su poema
llamando a mayo tor
de.
torrrencial y ver
verde.
El árbol canta con voces de pájar
os
pájaros
y baila y gime abrazado del viento.
Es rrefugio
efugio feliz de las palomas
y amigo pr
otector del caminante.
protector
El árbol está solo en la colina,
monumento de la naturaleza.
25
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
¡P
AR
A MORIR ASÍ ENTRE TUS LL
AMAS!
¡PAR
ARA
LLAMAS!
ATESOR
A la luz que hay en tu fr
ente casta,
TESORA
frente
no dejes que se escape la inocencia,
devuélvele a las rrosas
osas su fragancia,
recuer
da que tu esencia es pura y vasta;
ecuerda
evita las pasiones y las ansias,
acude a mi jar
dín, ven y descansa.
jardín,
mis ojos húmedos vigilarán tu sueño
enhebrando visiones sonr
osadas:
sonrosadas:
zagalas de angélicas facciones
a tus pies dor
mirán acomodadas.
dormirán
Rindiéndote un tributo mer
ecido
merecido
enar
ca el albo cuello el cisne olímpico
enarca
y cantan aves raras y eexquisitas
xquisitas
negándole al silencio espacio y tiempo.
Amapola lozana, como ha dicho el poeta,
destellas como un sol, todo iluminas;
esplendes con tal luz que al sol opacas.
La luz que ir
radias tú es tan her
mosa,
irradias
hermosa,
tan pura, tan sin par
par,, tan elevada...
Admira, pues, que seas sólo humana.
Me veo yo en tu luz iluminado,
ar
diendo con el fuego de tu encanto.
ardiendo
Reina de esta rregión
egión inmaculada,
inspira, por favor
favor,, mi humilde flauta.
No me niegues el don para cantarte
de este único modo que conozco
o abrázame en un fuego calcinante...
¡para morir así entr
entree tus llamas!
El T
amarindo, León de Nicaragua, 14VII-2001)
Tamarindo,
14-VII-2001)
26
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
ALGUIEN MUY L
UMINOSO
LUMINOSO
ENCONTRÉ un compañer
compañero
quieree
o que quier
que me dice palabras cariñosas.
Yo paseo con él todas las tar
des
tardes
sabor
eando los besos de su boca.
saboreando
A veces es tan triste su mirada;
Y otras, es tan intensamente alegr
e;
alegre;
Que hace sentir mi alma emocionada
cuando enar
ca las cejas al mirar
me.
enarca
mirarme.
Sus palabras tan dulces me ador
mecen,
adormecen,
su amor es una dr
oga que me calma.
droga
Y alojado en la cámara de mi alma
me está viendo morir y él no envejece.
Siempr
o
Siempree que busco amor cor
corrro a su encuentr
encuentro
ecibe siempr
siempree cariñoso;
y él me rrecibe
Haciéndonos pasar dulces momentos
le ha rregalado
egalado a mi alma el albor
ozo.
alborozo.
No quier
o estar sin él ni un solo día;
quiero
por no sufrir su falta y mi amar
gura,
amargura,
sin él sólo hay angustia y desventura,
quier
o morir cuando decline el día.
quiero
27
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
EV
OCA
CIÓN DE ABRIL
EVOCA
OCACIÓN
RECUERD
AS
RECUERDAS
el verano,
las gaviotas,
el mar
mar,,
las caracolas hablándote al oído
mullo de la
con su voz nacarada; aquel dulce mur
murmullo
brisa marina
envolviéndolo todo, la tar
de deslizándose tan
tarde
suavemente
que ni nos per
catamos
percatamos
cuando llegó la noche
y fuimos abrazados en sus sombras.
¡Ah, el temblor pudor
oso de tu cuerpo!
pudoroso
Tibia el agua del mar
te besaba los pies.
Y yo besé tus párpados sorbiendo ar
oma y sílices
aroma
de tus ojo perfectos.
—¡Y cómo pasa el tiempo
que de pr
onto son años!
pronto
Estoy solo
no.
invierno.
es invier
Es en la luz difusa de esta tar
de
tarde
que veo dibujarse
estas imágenes
como viejas postales
de aquel tiempo feliz
cuando las caracolas
te hablaban al oído
con su voz nacarada
y el dulce mur
mullo
murmullo
28
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
de la brisa marina
envolvíalo todo.
La tar
de se deslizaba suavemente
tarde
en las alas de las gaviotas,
y el mar ar
rastraba en sus oscuras ondas
arrastraba
su música ancestral.
Nosotr
os esa noche de abril
Nosotros
nos abrazamos
temblando entr
entree las sombras.
Pensábamos acaso
que en un momento eter
no
eterno
nuestras almas se unían
junto con nuestr
os cuerpos.
nuestros
P
er
o el amor acaba,
Per
ero
¡ya lo ves!
Y quizás hoy
hoy,,
tú no seas capaz
de evocar como yo aquel abril.
Que me llenó de mier
da
mierda
para siempr
e.
siempre.
LA BAR
CA NEGR
A
BARCA
NEGRA
HERMANO
os
HERMANO,, estoy de prisa. Me voy para otr
otros
mundos
de donde no ha podido nunca nadie volver
volver..
La bar
ca negra espera y no admite rretraso
etraso
barca
como tampoco admite viajar más de una vez.
29
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Ignor
o qué horizontes, qué oscuras lejanías
Ignoro
cr
uzaré, ni qué abismos tendré que rrecor
ecor
er..
cruzaré,
ecorrrer
El corazón dejara — ¡OH
mano! —entr
¡OH,, her
hermano!
—entree tus
manos,
per
o es cosa vedada por infle
xible ley
pero
inflexible
ley..
Quedan entr
entree las zar
zarzas
zas de este mundo engañoso
delirios de grandeza que también yo sufrí;
quiméricas fantasmas que poblar
on mis sueños
poblaron
y entr
dí.
entree angustias y empeños, el tiempo que per
perdí.
DE L
OS QUEBR
ANTOS DE CARP
ANT
AI
LOS
QUEBRANTOS
CARPANT
ANTA
“El elefanta se deja acariciar,
el piojo no.”
(Maldoror 2:9.)
NO tenia nombr
raban todas las
nombree ni familia. Se le cer
cerraban
puertas, aun algunas calles.
Deambulaba por las avenidas de la capital, entr
entree la
basura, buscando algo de pan.
Y era más dura su mirada al contemplar de lejos “las
colinas”.
Andaba con las manos crispadas, con el vestido rroto,
oto,
dando vueltas y vueltas por la plaza vacía.
Se sentaba en la banca de algún par
que a ver caer las
parque
hojas y los días.
Y un “buen día”,
el pobr
ambién quiso volar
pobree se inventó unas alas. T
También
volar,, como
un moder
no Ícar
o hasta el sol. Cr
eyó, por un momento,
moderno
Ícaro
Creyó,
que podía evadirse de su pr
oletaria condición.
proletaria
30
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Miraba fijamente la tor
torrre de color ter
terrroso de la
catedral, alzándose como falo acechante sobr
sobree el himen
ileso de cielo, una tar
de de abril.
tarde
Y ter
minó ar
terminó
arrrollado por un coche.
gue, y luego a un nicho temporal
Fue a parar a la mor
morgue,
del viejo cementerio, sin identificar
gaba
identificar,, pues no car
cargaba
ni la obligada cedula de identidad, que acaso habría
quedado flotando sobr
sobree el disputado andamio de los
días del hambr
e.
hambre.
PLEXUS
Al poeta Manuel Aragón Buitrago.
“Un enjambre de cosas que sucede
en millares de vidas ignoradas.”
L A vida esta llena de cabos sueltos. A
tarlos sería
Atarlos
resolverla.
L a vida se tor
na un lar
go viaje; como para dar
torna
largo
oportunidad de atar todos los cabos. P
er
o a la vez te
Per
ero
da una frágil nave y una tempestad, un ebrio
timonel...
Ni brújula, ni se
xtante, ni áncora, ni rremo.
emo. Entonces,
sextante,
es un naufragio la vida.
Un enjambr
enjambree de cosas que suceden. Y un vacío
siempr
siempree (que no se llena nunca) nos espera en el
sombrío horizonte.
Yo partí del más her
moso puerto de la más her
mosa
hermoso
hermosa
y rica ciudad, con ansias de conocer el mundo, de
dominarlo todo. Mas naufragué en un desconocido y
31
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
pr
oceloso mar
proceloso
mar.. Y aún no sé qué dios, graciosamente
acaso, me tiene vivo y confinado en esta rremota
emota isla
de la desesperanza.
Cuántos tristes marinos como yo, yacen olvidados
en las ignotas e insospechadas islas del mundo, de la
vida y la muerte, del espanto, de la melancolía, de la
siniestra soledad, de la locura. No lo sé eexactamente.
xactamente.
Per
o somos ya muchos.
ero
¿QUÉ ES EL OCASO?
UN día me pr
eguntaste.
preguntaste.
Y descubrí en tus ojos
este poema:
— ¿Qué es el ocaso?
— Es el agua cantando
desde la acequia,
el sol rrojo
ojo en lo ver
de
verde
de la pradera,
el cr
oar de las ranas
croar
entr
entree la hierba,
es la luz titilante
de las estr
ellas,
estrellas,
hadas rrubias
ubias que traen
en la melena
flor
es de siempr
e-vivas
flores
siempre-vivas
y madr
e-selvas,
madre-selvas,
son los tier
nos efluvios
tiernos
con que nos llena
de su amor
oso aliento
amoroso
32
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
la primavera,
y una dulce nostalgia
donde se abr
evan
abrevan
nuestr
os dos corazones,
nuestros
ea.
mi dulce Andr
Andrea.
¿Qué es el ocaso? Niña,
tu piel mor
ena,
morena,
tu boca hecha sonrisa,
tus lindas cejas,
tu pelo que es tan suave
como la seda.
¡T
oda tú er
es ocaso!
¡Toda
eres
Te me penetras
con tus ojos de asombr
o
asombro
en este poema.
Mi corazón te busca,
quier
o estar cer
ca
quiero
cerca
de ti, eter
namente,
eternamente,
mi dulce Andr
ea.
Andrea.
LAS SOMBR
AS
SOMBRAS
“Oh, si no me fuera vedado manifestar los secretos de la prisión en que
habito,...
pero estos eternos misterios no son para los oídos humanos.”
(Hamlet. Act.I, Esc.XII)
¿QUIENES eran hombr
es o dioses? P
ensando cosas
hombres
Pensando
infer
nales que hacen poner los pelos de punta, el rrostr
ostr
o
infernales
ostro
pálido y helada la sangr
e. Que le hacen sentir a uno el
sangre.
vaho de la muerte rrespirándole
espirándole cer
ca del rrostr
ostr
o.
cerca
ostro.
33
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Una luz eextraña
xtraña que ciega ter
riblemente la razón nos
terriblemente
hunde en macabr
os pensamientos, en la nevasca de
macabros
un sueño infer nal. Espadas de fuego que nos
amenazan, ángeles funestos que nos hacen muecas
de dolor y de angustia y de otras tantas indescriptibles
emociones.
Palabras, palabras que cobran aliento de no se que
hor
osa sustancia sonando sentenciosas a nuestr
os
horrror
orosa
nuestros
oídos, y los índices abundantes acusando nuestras
íntimas culpas flor
ecen como “dedos de muerto
florecen
muerto”” en
temor
es, aflicciones, atur
dimientos, melancolías sobr
temores,
aturdimientos,
sobree
las pr
ofusas e incontables manchas de nuestras almas.
profusas
EL TUR
CO
TURCO
(R
efle
xiones per
egrinas al lado de mi padr
e)
(Refle
eflexiones
peregrinas
padre)
¡PUUUT
A padr
e!
¡PUUUTA
padre!
eza me deprime.
pobreza
La pobr
Y pensar que sólo saldr
emos de ella
saldremos
cuando Jehová se apiade de nosotr
os,
nosotros,
ey
einar
Yo nací para ser rrey
ey,, para rreinar
einar,,
vo para ser
vir
No sir
sirvo
servir
vir,, soy un inútil,
un parásito, un bur
gués, un vividor
burgués,
con mi gran bocota hecha para comer opíparamente
y beber como vikingo.
No sé cómo fui a nacer aquí
e hijo de ti
¿P
or qué nos apestó tanto el destino?
¿Por
La pobr
eza nos obliga al celibato
pobreza
34
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
y al salibato.
Si al menos hubiese nacido tur
co con petróleo
turco
yo tendría un har
em.
harem.
La colección de coños más bellos del mundo
para darles ver
ga y no otra cosa.
verga
Comería nacatamal todos los días
y vaho humeante y chiludo.
Bebería sopa de rres
es y de mondongo
y guar
os de los mejor
es,
guaros
mejores,
no de esos que joden el or
ganismo
organismo
¡Juepuuuta, padr
e!
padre!
¡Cómo
-estamos-hechos-ver
ga!
¡Cómo-estamos-hechos-ver
-estamos-hechos-verga!
Contengamos el aliento un poco más
con la lengua pegada al paladar
paladar..
Así, sin rrespirar
espirar
espirar..
Dejadme soñar que soy el tur
co
turco
y que mi tur
ca en su paradisíaca abundancia
turca
no sufr
ne.
sufree más el hambr
hambree de la car
carne.
DES
CANSO DEL GUERRERO
DESCANSO
NO puedo amarte más
hasta aquí llego.
El amor es finito
y pr
onto acaba
pronto
se consume veloz
cuanto más fuerte.
¿Qué más podría hacerte?
reír
-llora-brincar
-pujar
eír-llora-brincar
-llora-brincar-pujar
como animal eextraño
xtraño
35
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
como niño.
¿Qué poses no he estudiado?
¿Qué dulces gr
oserías no he inventado?
groserías
para hacerte feliz
¿Qué cosas, qué palabras
no te he dicho al oído
para ver de tus ojos la dulzura de luz?
¡A
y, mi bestia chúcara encabritada
¡Ay
y cor
coveante!
corcoveante!
Ay, mi potranca briosa de fir
mes ancas!
firmes
¡Y
a me la hiciste ver color de hor
miga!
¡Ya
hormiga!
Que casi eexpir
xpir
o en tus brazos,
xpiro
entr
entree tu pecho hondo y palpitante.
En tu car
ne maciza de ébano
carne
el ajetr
eo loco de mis huesos
ajetreo
horadando mis ner
vios
nervios
hasta hacer
me un manojo.
hacerme
Ar
rancándote melodías y vellos
Arrancándote
te besé las axilas,
me rrecr
ecr
eé en la poza de tu ombligo
ecreé
con mi lengua de ofidio.
Ahora dejame,
dejame descansar
de la ter
rible guer
ra que me has hecho.
terrible
guerra
36
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
ABANDONADO
“Y me dejaste solo, a la deriva, al garete
en las revueltas aguas de la locura. Sin
brújula y sin nada hasta sin nao. Huérfano
esquife, pálido buzo ciego, desventurado
náufrago. Y cuando me sorprendió el ahogo
ahí donde este mar se hace infinito, ¡zas!,
un madre pez, enorme, gigantesco me
ha tragado enterito. No sé cuántos días
tengo de andar dentro de la ballena. Mi
trabajo es ahora memorizar los versos;
porque es insoportable el tufo en el
corazón del Leviatán.”
LA VI salir de mí, desaforada. Iba a toda car
carrrera,
o que no me haya abandonado aun
¡Raro
indetenible. ¡Rar
antes! Apurados sus pies ni se miraban entr
entree el
polvazal.
— ¡A
diós!, —me decía con ambas manos y había entr
¡Adiós!,
entree
sus dedos blancos, muy bien aseados algún viejo
rencor
encor.. Su cara un poco rígida como de quien ha
padecido parálisis facial, su boca br
eve, altanera la
breve,
fr
ente. T
oda ella un tanto hombr
una, atlética... En
frente.
Toda
hombruna,
realidad es una mujer fea L
a Razón.
La
Iba a toda car
xplicó nada,
carrrera, indetenible y no me eexplicó
¡sólo me dijo A
diós! Allá dobló en la esquina...
Adiós!
¡Pues que le vaya bien, la muy jodida!
37
Mujer de Piedra y Otros poemas
ANA
GKE
ANAGKE
“Por el vino de ser solitario”
VOY con pasos tortuosos y lentos
avanzando al final del camino,
ya mis sueños y “grandes pr
oezas”
proezas”
los cobija, tan cr
uel, el olvido.
cruel,
No hay mañanas ni amor ni palabras
que hagan eco en mi alma cer
cada
cercada
por la negra amar
gura en que vivo,
amargura
por lo oscur
o de un torpe destino.
oscuro
Ya no quier
o seguir dibujando
quiero
es de angustia fantasmas
colores
con color
que han poblado mi ser estos días.
Ya no quier
o seguir escribiendo
quiero
con veneno de espanto la historia
“triste y dulce” y fatal de mi vida.
BL
ANCA MARIPOS
A DE L
A NOCHE
BLANCA
MARIPOSA
LA
ME encontré una zagala
una noche de estas.
Era la media noche
y ella brillaba en la oscuridad
como un her
moso lucer
o.
hermoso
lucero.
dé, le dije que era bella
La abor
abordé,
o
como un astr
astro
38
Marvin Chamorro
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
y me hacía temblar su piel de nieve
y sus pequeños senos de pezones mor
enos.
morenos.
Le pedí que se acer
cara un poco más
acercara
y ella muy obediente
me rregaló
egaló el calor de sus dos manos.
er
o es que er
es tan linda!, le dije,
¡P
¡Per
ero
eres
¿me dejas te dé un beso?
y ella me rrespondió:
espondió:
—Con una condición...
(¡Cualquier cosa!, pensé)
...Déjame que te clave
mi puñal en tu pecho!
Y la linda zagala de piel de nieve
y brillo de lucer
o
lucero
la bella y blanca mariposa
de la media noche
desapar
eció
desapareció
tras la sutil neblina del misterio
ante mi vista atónita y febril.
SIN TÍTUL
O
TÍTULO
Al poeta L
uis Gustavo V
ega Morán.
Luis
Vega
manito gentil!,
¡A
Y, her
¡AY
hermanito
¿Qué te me has hecho?
¿Dónde están tus or
ejitas?
orejitas?
Quier
o poner en ellas mi ber
Quiero
berrreo...
der
o,
mi aullido de lobo... y de cor
corder
dero,
mi canción cenagosa,
39
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
mi oración vir
ulenta,
virulenta,
mi acento quejumbr
oso.
quejumbroso.
Y si me invade el llanto
oh, her
mano ten paciencia
hermano
y navegue tu bar
ca
barca
por el salado océano
eñas
salvando los escollos y las br
breñas
del dolor
que es mi dolor y tuyo y de la tier
ra.
tierra.
Por
que yo he perseguido una quimera
orque
que ya de otr
os ha sido perseguida
otros
y seguida será cuanto es eter
na
eterna
y tiene el rrostr
ostr
o bello, tal que par
ece buena
ostro
parece
y su pelo es de sierpes cual gor
gona
gorgona
y tiene de sibila y de sir
ena
sirena
y la hijueputa es cr
uel
cruel
si te ve tan pendejo como yo
—Has de mor
der el polvo de la tier
ra —ríe,
morder
tierra
y sin pensar dos veces
descar
ga su mandar
ria en tu cabeza
descarga
mandarria
y ya te quedas loco para siempr
siempree jamás,
es la condena.
Quier
o contarte un cuento
Quiero
mas no de amor
amor,, de pena.
Quier
o decirte un verso
Quiero
ni meloso ni dulce, de amar
gura y tristeza.
amargura
¿Qué será que no amaina,
qué será que no mengua,
dentr
o de mi pobr
menta?
dentro
pobree alma la tor
tormenta?
Ya tengo el alma rrota
ota
ya casi no me queda
alma
40
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
sólo añicos
de lo que fuera acaso primavera.
Así que con cuidado
ve rrecogiendo,
ecogiendo, her
mano —los heridos—
hermano
los hirientes pedazos
“de quien en vida fuera”
tu her
mano, este pobr
hermano,
pobree mendigo,
este veleta.
DEDICA
TORIA
DEDICATORIA
“¡Ay, de mí! Al presente canto para una multitud que no me
comprende; sus alabanzas lastiman mi corazón; si algunos
quedan de aquellos que escuchaban con buena voluntad mis
poesías, errantes y dispersos andan por el mundo.”
(Fausto)
CARÍSIMOS vates, cuartos bates del alcohol,
guar
dadme estos primor
es. Os los dedico, a vosotr
os
guardadme
primores.
vosotros
que conmigo pulsasteis algún DIA la desgraciada lira.
rio, qué gran
¡Oh, lirófor
os, aedos de las calles, del bar
liróforos,
barrio,
falta me hacéis!
dadme aquestos malhadados rrenglones
englones cortiGuar
Guardadme
lar
gos, mis famélicas pr
osas. Si serán poesía ello no
largos,
prosas.
me desvela. Con el velo del tiempo y el silencio les he
dado cobijo, los he llevado en mi seno, en el calor de
mi sangr
sangree divertida. Hijos son de mi escaso talento.
Hijos del desar
raigo. Pr
oductos de una vida echada a
desarraigo.
Productos
per
der
encia. Son todo lo
perder
der.. No los miréis con indifer
indiferencia.
que yo pude dar
dar.. Estos partos inmundos me han
41
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
quitado la vida, ¡Ah, la vida que per
dí para vivir en
perdí
ellos! Mamad mi muerta tinta poetas, chupadla de
mis venas, de putas arterias.
Per
donadme si no me eexpr
xpr
eso en el alturado modo en
erdonadme
xpreso
que debiera. Eso tampoco me desvela, pues, con el
velo de la vulgaridad he disfrazado muchas veces mi
er
o, ¿quién soy yo? ¿Quién?, sino un triste
fábula. P
Per
ero,
pajar
raco, el espantapájar
os, el coco, el graznante y
pajarraco,
espantapájaros,
maldecido cuer
vo, la cor
neja, la gallina que cacar
ea
cuervo,
corneja,
cacarea
en medio de la noche llena de sombras. Un T
ersites
Tersites
moder
no destacado en las huestes de los más hechos
moderno
ver
ga. Y
o soy el apr
endiz de nigr
omante, el antipoeta.
verga.
Yo
aprendiz
nigromante,
El hombr
hombree sentado en una esquina obscura, ese que
escupe orina y caga por la boca... y os da un beso!!!
PAR
AL
OS QUE ME PIDEN UN CANTO DE
ARA
LOS
PROTEST
A
PROTESTA
¿QUÉ voy a pr
otestar?
protestar?
Si yo estoy pr
otestando desde hace mucho tiempo.
protestando
Con los ojos cansados, agotados de tanta desgracia,
ver
des de espanto y de miseria tanta.
verdes
Con la mano eextendida
xtendida pidiendo una limosna,
un mendr
ugo de pan.
mendrugo
Con los pies descalzos en la frías baldosas de mi calabozo.
Con los labios rresecos
esecos en mi boca hambrienta,
en mi estomago partido y torturado,
en mis pier
nas enclenques, en mis rótulas que
piernas
tr
uenan
truenan
en la artritis, en la fiebr
no
fiebree y el frío de este invier
invierno
42
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
—Que ojalá fuera el último—
¿Qué voy a pr
otestar
manos míos?
protestar
otestar,, her
hermanos
Si yo he vivido en la pr
otesta, en la rrebelión
ebelión sin
protesta,
tiempo,
eter
na, sin nombr
e, en la rrebelión
ebelión íntima que her
edé
heredé
eterna,
nombre,
de mis padr
es, de mis padr
es que murier
on en la
murieron
padres,
padres
revolución
de las rrevoluciones.
evoluciones.
¿Qué voy a pr
otestar?
protestar?
Si vengo levantando mi bandera solitaria,
mi fusil o
xidado,
oxidado,
y he salido herido en todas las batallas,
he muerto de estudiante, he sido rreprimido
eprimido en cada
(huelga
obr
era.
obrera.
He vivido en el amar
go eexilio
xilio de mi her
mano
amargo
hermano
que se fue al Salvador
Salvador,, a Guatemala a México a
Costa
(Rica a Estados
Unidos,
a la chingada grande
en busca del futur
o que soñamos.
futuro
¿Qué voy a pr
otestar
manos míos?
protestar
otestar,, her
hermanos
Si soy la bar
ricada, el silbo de la bala,
barricada,
el humo de la pólvora, fogata en la oscurana,
la voz de la metralla, la montaña y las sombras,
el pájar
o y la espiga, la huella fugitiva,
pájaro
la trampa y la esperanza, la celada, la emboscada,
el combate, la sangr
e,
sangree fuerte y libr
libre,
un grito que yer
ra en las calles bajo el estado de
yerra
sitio
y yo sé bien lo que dice ese grito estentór
eo,
estentóreo,
pues es mi voz cantando esta canción amar
ga
amarga
43
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
Para los que me piden un canto de pr
otesta.
protesta.
Así que no me jodan!!
Si soy huraño y loco
si me encier
encierrro
si mis poemas hablan y hablan del amor
o del miedo, de la angustia
de estarse solo, de saberse solo, íngrimo
como per
perrro sin dueño
per
o más ver
dader
o que nunca
pero
verdader
dadero
por
que yo fui el primer
o que pegó el grito al cielo
porque
primero
cuando ar
dier
on las milpas.
ardier
dieron
II
A veces el silencio es mi pr
otesta
protesta
mi callar no le otor
ga mi per
miso al bandido,
otorga
permiso
es una rrefle
efle
xión, mi silencio al ampar
o
eflexión,
amparo
de los añosos árboles
donde he grabado mis iniciales y las tuyas
con el cuchillo que per
dí hace tiempo.
perdí
Cuando la pr
otesta se hizo moda
protesta
yo me quedé callado cavilando:
¿Dónde poner la bala? ¿Dónde hacer el dispar
o?
disparo?
Confundido entr
entree el pueblo se paseaba el tirano,
y algunos se empeñar
on en que hablara.
empeñaron
¡Cuidado!
¿Qué voy a pr
otestar
manos míos?
protestar
otestar,, her
hermanos
Si yo pr
otesté primer
o
protesté
primero
cuando todos estaban engañados
y sigo pr
otestando
protestando
y voy a pr
otestar toda la vida
protestar
contra las injusticias
44
Mujer de Piedra y Otros poemas
Marvin Chamorro
per
o todas
pero
contra el lobo rapaz que hay en nosotr
os
nosotros
contra el hambr
hambree voraz que nos devora
contra el tiempo infinito de las desigualdades
contra toda la escoria hacinada en el mundo
contra el yanqui animal que es un fastidio
y contra el abandono y contra el odio
contra la pr
ecisión del certer
o mor
disco
precisión
certero
mordisco
de la sierpe que acecha en el negr
o cubil de los
negro
oportunismos
contra la mier
docracia— como ha dicho algún
mierdocracia—
poeta—
contra la hijueputencia
contra el chicle de la espina dorsal
contra la lengua lar
ga, contra el cuento
larga,
contra la poesía que no cr
ea
crea
que en sí misma se muer
mueree
en su eextensa
xtensa agonía de polución y anemia
de vicio y avaricia
de languidez del alma
ador
mecida y áptera y dopada
adormecida
contra el verso que se desnuda y baila
o baila y se desnuda en el bur
del
burdel
del boom publicitario...
Julio
Julio--Agosto de 2004
45
Nicaragua, Centro América
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