Mujery OtrosdePoemas Piedra Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otr os P oemas Otros Poemas Marvin Chamorro Nicaragua Centro América 2005 CONTENIDO MUJER DE PIEDRA. ......................................................3 FILOSOFÍA .....................................................................4 ? .........................................................................................4 LA URNA GRIEGA .........................................................4 LA NUEZ DE LA INSENSATEZ(ANTE El SEVERO JUEZ) ........................................................................5 AUSENCIA DEL ARTE ..................................................6 ADIVINANZA .................................................................7 EN LA MIRADA ..............................................................8 SALMO ............................................................................9 LA LENGUA DEL RUISEÑOR ...................................10 CANCIÓN DE CUNA PARA LA NIÑA ARTISTA DE CINE .......................................................................11 ALMAS CARITATIVAS ...............................................13 ENCUENTRO CON EUNICE O EL DEMONIO ENAMORADO .......................................................15 ESCARABAJOS AMARRADOS A UN HILO ...........16 HABLANDO CON FRUTAS O DE LA VIDA PUTA .........16 GRANDE DE PEQUEÑAS COSAS ...........................18 ¿APERTURE? ...............................................................24 ÉXODO ..........................................................................25 EL ÁRBOL .....................................................................25 ¡PARA MORIR ASÍ ENTRE TUS LLAMAS! ............26 ALGUIEN MUY LUMINOSO .....................................27 EVOCACIÓN DE ABRIL .............................................28 LA BARCA NEGRA .....................................................29 DE LOS QUEBRANTOS DE CARPANTA I ..............30 PLEXUS .........................................................................31 ¿QUÉ ES EL OCASO? .................................................32 LAS SOMBRAS ............................................................33 EL TURCO ....................................................................34 DESCANSO DEL GUERRERO ..................................35 ABANDONADO ............................................................37 ANAGKE .......................................................................38 BLANCA MARIPOSA DE LA NOCHE ......................38 SIN TÍTULO ..................................................................39 DEDICATORIA .............................................................41 PARA LOS QUE ME PIDEN UN CANTO DE PROTESTA ......................................................42 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro MUJER DE PIEDR A PIEDRA “Sentada en esa esquina del Paseo República de Chile, eras como de piedra.” ME rresultar esultar on amar gos tus besos y letales; esultaron amargos fue besarte y per der me para siempr perder derme siempree en el delirio; fue amarte a toda hora sin descanso ni alivio hasta per der la cuenta de los días. perder Mi patrón, mi medida, mi única rrefer efer encia eferencia fue la hondura de tu boca húmeda y cálida, dulce-ácida-grieta-abismo -insondable-infier no -cielo. dulce-ácida-grieta-abismo-insondable-infier -insondable-infierno no-cielo. ¡A y!, de los que hablar on de pasión sin conocerte, ¡Ay!, hablaron sin vagar como yo por la bondades de tu cuerpo enor me y eextendido xtendido como un valle. enorme Yo sí que te anduve hasta los límites, te cabalgué ávido y pur o hasta secar me, puro secarme, te amé con car ne y huesos, te liberé mis pájar os carne pájaros como flechas de plata, como pequeñas llamas, como par das saetas, encendidas, certeras pardas hiriéndote en el blanco. Yo te amé hasta el temblor temblor,, hasta flaquear flaquear,, hasta rromper omper me. omperme. 3 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro I FIL OSOFÍA FILOSOFÍA HEINE vio la FFilosofía ilosofía en la cola de la lagartija.1 Hoy sobra quien la mir miree en alas de cucaracha. II ? OH Musa, ¿qué bicho es ese que osa inj... uriarte?2 -L a cucaracha. -La III LA URNA GRIEGA ¿QUÉ descubrier on los rastacuer os descubrieron rastacueros dentr o de la ur na que inspiró tanto dentro urna al eexquisito xquisito poeta inglés?3 -P etrificados, los eex xcr ementos de -Petrificados, crementos (cucaracha. Enrique Heine, Cuadros de viaje (1830). Italia, la ciudad de Luca. Caps. I, II. A.R.:”Un día senté a la Belleza en mis rodillas y la encontré amarga: y la injurié”. En Tragedia de Jean Arthur Rimbaud, de Manolo Cuadra. 3 Juan Keats (1795-1821) Oda sobre una urna griega, exponente de su filosofía poética: “Belleza es verdad, verdad, belleza; esto es todo lo que sabéis sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber”. 1 2 4 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro LA NUEZ DE L A INSENS ATEZ LA INSENSA (ANTE El SEVERO JUEZ) “Yo sólo soy un cangrejo que pasea al borde de La Estigia” (Mensaje encontrado en una botella) Porfirio García Romano. AMONTONÉ palabras sin or den ni concierto orden en tor no a una nuez. torno Semilla pr odigiosa, prodigiosa, le diste vida vaga a mi locura y aun le tejiste un manto tejido con los hilos de los sueños que llenar on mis horas juveniles. llenaron Er ré Erré buscando la deslumbrante novedad, insolado bajo el sonriente sol que se burlaba de mi fútil empeño. Fuego FFatuo atuo fue toda mi eexistencia, xistencia, nada esa abundante necedad, aquel ir y venir venir,, aquella angustia. ¡Qué destino más triste el que her edé! heredé! Me enr edó en el rrelumbrón elumbrón de este mundo enredó engañoso, me imbuí de cosas vanas, no viví más que de quimeras, de puritos pr oyectos. proyectos. ¡Y qué fue lo que gané con tanto afán de pr oyectar mendaces aleteos? proyectar 5 Mujer de Piedra y Otros poemas Quizás engañé a dos, a tr es... tres... a cuatr o de la media docena cuatro de los que me leyer on. leyeron. Alter né con la habitual holganza Alterné la poesía. ¿Qué otr os caminos podrían llevar me otros llevarme sin mayor dilación hasta la negra orilla? AUSENCIA DEL AR TE ARTE A: Iván Uriarte IGNOR AR que eexiste xiste el arte, IGNORAR la poesía es signo degenerativo de la vida. Es tener un alma ciega, áptera, tullida. Es ser esclavo de br utales pasiones instintivas. brutales Donde está ausente el arte, el goce es la avaricia, el se xo... la por nografía. sex pornografía. No hay elevación. V acía, Vacía, sin dimensión humana la conciencia está muda; como entr entree el caracol, aletar gada. aletargada. 6 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Sólo el arte despierta el alma y la sensibiliza. Amor a la belleza, a la poesía, es matriz de her mosos gestos hermosos en la vida. Obras así en el arte: en la pintura y en cualquier modalidad de la poesía. ¿O serán obras de condición muy alta? ¿L a inspiración genial será que sobra? ¿La ¿El sentido común será que falta? ADIVINANZA A Danika Centeno Molina, L a Divina. DE entr ras entree las oscuras par parras alza majestuosa el águila su siempr siempree imponente vuelo, y las escindidas vides lanzan sus ver des destellos. verdes Cuando en dulce movimiento el globo gira en el sueño y la noche acude alada como en tor os torrrentes liger ligeros lucen sus rrubios ubios saríes y sus caprichosos velos las dos niñas nacaradas. 7 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Al sur de los pensamientos respira el oasis bello una inefable alegría entr ubor entree angélico rrubor que acentúa el már mol rregio. egio. mármol dido confín Luego el per perdido que apunta al tímido seno descansa en las confidentes nubes aladas del sueño. EN L A MIR AD A LA MIRAD ADA “¡Ah, no abras los ojos!” (Maldoror) ELL A tenía unos ojos ver daderamente eextraor xtraor dinarios ELLA verdaderamente xtraordinarios dinarios.. Había en ellos una brisa de melancolía. Eran como dos mar es pr ofundos, como dos ansias que lanzaban mares profundos, destellos y se empapaban de lágrimas a través de las que vi., por tanto tiempo, un universo lleno de misterio, un universo oscur o y solitario. oscuro Cada tar de me sentaba fr ente a sus ojos como quien tarde frente se sienta fr ente al mar a disfr utar cr epúsculos. En frente disfrutar crepúsculos. las cálidas y tier nas noches de verano eran como dos tiernas cristales oscur os y her mosos; per o llegado el invier no, oscuros hermosos; pero invierno, sus ojos oceánicos se tor naban lóbr egos; se llenaban tornaban lóbregos; de aves que emigraban; se llenaban de tor menta, de tormenta, bor rasca. R elámpagos ar dientes iluminaban de rrepente epente borrasca. Relámpagos ardientes aquella mirada; por unos segundos, era como un cielo en llamas; después de todo, era más oscur o, oscuro, 8 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro espesamente oscur o. Una tar de inver nal, cr eí adivinar oscuro. tarde invernal, creí entr entree el amor y el mar de sus pupilas, la silueta de un hombr menta en una playa hombree que vagaba bajo la tor tormenta remota, persiguiendo las huellas de las gaviotas que gaban infinitamente. Me acer qué lo más que se alar alargaban acerqué o cristal negr o y vi mi pr opio rrostr ostr o en el pude al dur ostro duro negro propio r ostr o espectral de aquel hombr ostro hombree que ahora se asomaba ansioso entr entree la penumbra. De más está decir que no pude soportar la impr esión del misterio. impresión Ella tenía unos ojos ver daderamente verdaderamente extraor dinarios y ahora yo estaría en ellos para xtraordinarios siempr e. siempre. SALMO YA no quier quiero o salir a la calle, allí el malo hace de las suyas. La otra noche querían matar me matarme y Dios, al mirar me tan débil mirarme e indefenso, me tomó entr entree sus brazos y me dio pr otección. ¡Oh, Dios mío! protección. ¿P or qué no cr eo en ti? ¿Por creo Ahora siento frío, estoy solo y llorando y Dios está allá afuera cuidando mi puerta. Yo no le abr o ni el entra. abro Él está pr eocupado por mí. preocupado 9 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro LA LENGU A DEL RUISEÑOR LENGUA “Él le cortó la lengua al ruiseñor para escribir con su sangre un poema de amor sobre la piel del Alba.” «ALBA estaba dor mida, dor mía desnuda dormida, dormía y soñaba que era acariciada, era un sueño lar go y pr ofundo del que no largo profundo podía despertar despertar.. Cuando al fin despertó se sintió angustiada y luego descubrió que todo su cuerpo estaba lleno de versos, escritos con sangr sangree y con cierto desor den. Así angustiada desorden. consiguió bor rarse en el baño el eexxborrarse traño y sangriento poema. Mas se dio cuenta entonces que su cuerpo también había sido besado mientras dor mía, y esos besos no condormía, siguió jamás bor rar con nada» borrar Indagación de la íntima gar garganta, ganta, de la cueva, de la poza espesa, pr ofunda, acuosa, oscura cavidad, profunda, grieta feliz, caver na al ciega, lar ga ida por el cálido caverna larga tacto hacia horizontes donde se ter minan todos los terminan caminos, donde se empieza el cír culo vital de círculo ar arrr emetidas, donde confluyen los misterios del gusano, donde sucumbe la primitiva sierpe y el pájar o pájaro echa a volar hacia ninguna parte, vuela en todas dir ecciones el albedrío como el can de caza tras la liebr direcciones liebree va veloz e iracundo, per o la liebr pero liebree inasible del deseo escarba en su hoyo y se dirige al corazón del mundo. Pueriles embestidas en desor den, acompasado desorden, vaivén del madur o ejecutante del viejo arte, y joven maduro 10 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro vigor oso, que encar vios hasta al más vigoroso, encarrr uja los ner nervios pintado, que cr epita la piel al fuego de sus besos. L os crepita Los chasquidos del se x o hacen música con los sex borborigmos, polifor me bailete, fiesta de lanza en poliforme ristr e, de ter ciopelo y panes, caramelos, de pugidos ristre, terciopelo elamidas hondas, abrasivas. sin ley ley,, de rrelamidas Ah, la lengua era un lampazo haciendo su labor a la entrada del palacio del placer placer.. Cómo brilla el camino de la car ne, del labio, del beso, del ar dor carne, ardor dor.. Qué acogedor inmueble nos invita a adentrar nos en su mágico adentrarnos mundo de secr etos; Qué rregio egio rrecinto ecinto no hospeda, secretos; ¡húmedos ámbitos ador nados de original flor esta! Ah, adornados floresta! la casa del delirio nos convida, nos ofr ece suculento ofrece banquete, qué sabr osos manjar es se nos rregalan egalan al sabrosos manjares hambriento paladar del amor es saturados de amor.. Qué air aires mar hinchan nuestras ar dientes velas. ¡L as ardientes mandrágoras eexhalan xhalan sus ar omas eexquisitos! xquisitos! Es la aromas estación en que toda la naturaleza da sus mejor es mejores fr utos. L os ríos se desbor dan bañando con sus aguas frutos. Los desbordan ger minales el vientr ofundo y ávido del Alba. germinales vientree pr profundo CANCIÓN DE CUNA P AR AL A NIÑA AR TIST A DE CINE PAR ARA LA ARTIST TISTA PORQUE las canciones más bonitas las que llegan al alma las que hier en el alma hieren las que hieden el alma son como las mujer es mujeres que mean sentadas 11 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro y sentadas cr uzan las pier nitas cruzan piernitas para que no se les vea las muy discr etas discretas Las palabras pr osaicas prosaicas el verso antojadizo el misántr opo, el meteco y el advenedizo misántropo, Desayuno: dos tortillas de a peso y huevos con chorizo Los poemas sin pies, cien-pies, escolopendra el lobo sedentario, la niña caprichosa la mecedora y el guindo al lado los lápices sin punta en la última gaveta las aladas palabras el ciego, el divinal rapsoda, Pr ometeo Prometeo la maraña, abracadabra el libr o más pijudo, peje libro mar y cielo Marisol con las nalgas peladas el gran solazo, el ar dor en la espalda ardor la pelleja, peloevieja, costillera niños jugando tr ompo, las tr ompadas trompo, trompadas el juguete nuevo, dar umasan darumasan y dale y dale hasta pelar sin ton ni son para nunca acabar guaicaipur o lameda vendepatria guaicaipuro los yank es son malditos yankes las puertas de la iglesia están en pampa y el diablo está rrezando ezando en el altar mayor las rimas de Rimbaud eulenspiegel 12 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro rotkappchen derkleineprinz Y para ter minar la andanada terminar quier o decir dos cosas, tr es: quiero tres: los poetas son gente vanidosa la giocondabelli «no tiene talento o es buena moza» per pero me gusta la tecate con limón. ALMAS CARIT ATIV AS CARITA TIVAS AGR ADEZCO la caridad humana GRADEZCO en los bar riles de la basura, barriles en las cunetas de las calles con alguna moneda, en los periódicos que ya nadie lee en las noches frías de las paradas de bus con sus bancas acogedoras. Agradezco la caridad humana en lo que botar on y a mí me sir vió botaron sirvió para vestir mir vestir,, para comer comer,, para dor dormir mir,, para vivir ... vivir... lejos de las necesidades cr eadas por la pr opaganda, creadas propaganda, del mark eting, de la televisión marketing, y sus telenovelas. Yo soy un hombr hombree libr libree leer.. no sé leer La cultura para mí es este viejo par de calcetines. 13 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Cuando me muera iré a un nicho temporal, a la fosa común como mi padr e, como mi abuelo padre, que murió en el atrio de una iglesia. ¡Ah! mi abuelo par ecía un ángel, parecía un pr ofeta, con su barba blanca profeta, y su camisón sucio. Muerto fue her moso, más que cuando vivo. hermoso, ¡P ar ecía un Moisés, un Jesús... muerto! ¡Par arecía Talvez nadie lo sepa, cuando muera y me encuentr en ya con mis gusanos encuentren hartándoseme las or ejas. orejas. Talvez me echen cal para que no apeste a las almas caritativas que me rregalan egalan los periódicos viejos con los que ahora hago estos sombr eritos, sombreritos, con barbuquejo o sin barbuquejo, al gusto de los chavalos que me rrodean odean en el par que central parque y me hincan las espaldas diciéndome: ¡viejo loco, viejo loco! Y yo, un cínico, un filósofo, un místico con mi botella de «cicuta». 14 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro ENCUENTRO CON EUNICE O EL DEMONIO ENAMOR ADO ENAMORADO PAR A serles cierto ARA no hace mucho que la conocí, per o he quedado ir pero irrremeDIABLEmente enamorado de ella. Fue en una calle que ahora no encuentr o en mi per dida encuentro perdida memoria de las cosas. Después del aguacer o aguacero brillaba al air airee húmedo, empapada, y me la quedé viendo fijamente al tur gente pecho, turgente pude ver como latía su tier no corazón. tierno La miré toda y era como la encar nación de la belleza, encarnación toda luz y ener gía, energía, era sincera. Debo haberla asustado, con estos ojos desorbitados, locos, con mi pelo rrevuelto, evuelto, mi vestido de harapos. Por que luego cor rió sin detenerse orque corrió dejando una estela de ar omas mujeriles, aromas ah, y una sandalia que guar dó mi esperanza guardó de otr o encuentr o. otro encuentro. ¡Como si fuera yo el Príncipe Azul! 15 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro ES CAR ABAJOS AMARR ADOS A UN HIL O ESCAR CARABAJOS AMARRADOS HILO A don P ablito Quiñones (q.e.p.d.) Pablito EST A mañana vagando por las calles de Altagracia ESTA me di cuenta de que me estoy volviendo viejo, y los viejos de ayer se están muriendo. V eo a la gente que Veo conocí entera hecha pedazos, tr opezando, olvidando tropezando, dos, ciegos, tanteando las par edes, las cosas, sor sordos, paredes, revolviendo en la oscuridad de las memorias, buscando sin saber saber,, hasta dar en la muerte. Y yo con ellos cada día caminando al abismo, sin poder tor cer este camino, torcer ine xorable el rrumbo umbo de la- vida- se- acaba sin poder inex retr oceder cuanto quisiera, volver me en dos monazos etroceder volverme a la infancia con los pies en el polvo de «El Edén», escarabajos amar rados a un hilo, la ar ena fina de los amarrados arena caminos en el «R eparto Shick» de 1974. L a tía Máxima «Reparto La y su risa alegr dad, el Compadr oteo alegree de ver verdad, Compadree Dor Doroteo Acevedo, mi padrino, un Guar dia Nacional al que Guardia nunca ascendier on... era bueno. ascendieron... Todo va desapar eciendo por eso me afer desapareciendo aferrro a los recuer dos, que cada día se van haciendo mas pálidos ecuerdos, y confusos, huidizos, arbitrarios, como los escarabajos amar rados a un hilo, de la infancia. amarrados HABL ANDO CON FRUT AS O DE L A VID A PUT A HABLANDO FRUTAS LA VIDA PUTA SO Y un mango podrido en la basura SOY junto a otr os mangos podridos otros y naranjas podridas y limones y tomates y toda suerte de fr utas frutas 16 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro magulladas y podridas y papeles con mier da y machos sanguinosos. mierda Soy un mango podrido en el infier no infierno de la hediondera, en la basura. Si al menos me volaran a la tier ra tierra me nacería un palo en la mollera y yo daría mangos en la semana santa y se me subirían los chavalos a cortar me los mangos celeques, cortarme le daría que hartarse a toda clase de gente de mis mangos madur os y aguados maduros como chichas de vieja, de mis mangos sazones, dulces-ácidos. Per o mi suerte es pura mier da ero mierda y aquí me estoy pudriendo en la basura en el estañón que vino con petróleo desde-quién-sabe-dónde-hijueputa. Mi suerte es no verte más, fr esita, fresita, no comerte con mi boca sucia, decirte adiós desde la gusanera, soñarte una última vez, hacér mela en tu nombr me la pus, hacérmela nombree y sacar sacarme toda la pur ulencia del deseo. purulencia ¡A y, fr esita!, si te agar rara te embebería ¡Ay fresita!, agarrara la manchita como jugando tr ompo. trompo. Per o aquí me deshago en la basura, ero me deshago, solo, soñando tu piel dulce sin poder atipujarte en mi guayaba. Adiós, fr utitas delicadas que no me comí, frutitas ya no me las voy a comer comer,, me estoy pudriendo. Adiós, ber enjenita que pasabas al colegio berenjenita moviendo el fundillito rreluciente, eluciente, a tus dieciséis años, lozano bananote 17 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro de esos para la eexportación, xportación, que les ponen una calcomanía en el pr epucio. prepucio. Allá las esper o en la semilla rrecóndita ecóndita espero donde no hay industria de sabor es artificiales, sabores o en la flor las esper espero flor,, en el capullo, en la xisto, miel, meciéndome en la idea mientras no eexisto, sin car ne, sin color carne, color,, sin cáscara, sin nada, a la par de Platón, entr os mamones entree otr otros y jocotes y almendras, a la espera del V iaje Viaje que nos rredime edime de la podr e. Amén. podre. GR ANDE DE PEQUEÑAS COS AS GRANDE COSAS «El amor me mueve, él me hace hablar» (Dante) SENT ADO a la ventana SENTADO contemplo la tar de tarde cayendo transida, gris como una capa. Cuánto duele rrecor ecor dar ecordar dar,, a veces, cómo es grata la memoria que nos trae historias olvidadas. Cómo cr ece el amor crece Grande de pequeñas cosas. Ahora que tu rrostr ostr o ostro pasa fr ente a mis ojos frente flotando en el rrecuer ecuer do ecuerdo 18 Mujer de Piedra y Otros poemas sonrío y a la vez vierto una lágrima. ¿P or qué he de sonr eír ¿Por sonreír eír,, si tanto daño te hice? ¿Qué razón en llorar llorar,, si tanto amor me diste? Ahora que no estás No quisiera fallarte, ¿y qué caso tiene? Yo que no fui capaz de quedar me a tu lado quedarme aquella otra tar de, tarde, más bien te dije adiós y fue sin dar me cuenta, darme para siempr e. siempre. También han de ser vir me servir virme los rrepr epr oches eproches para dar me a entender darme que el amor cr ece crece y está lleno de er es errror ores y eso duele. Las ver edas de ayer veredas se han transfor mado transformado ya no es el mismo ambiente. Per o lejanamente ero como entr entree un caracol escucho voces, risas, gritos alegr es alegres reviviendo algún tiempo feliz. ¡Ah, el mar!, los ojos clar os de Alba claros 19 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas sonriendo al horizonte. Nosotr os tendidos en la ar ena, Nosotros arena, amodor rados, amodorrados, después de haber visto toda la noche las estr ellas, estrellas, llenos de sal y sílices, riendo como unos ebrios, suspendidos de las pr eocupaciones cotidianas. preocupaciones Las nubes cobran distintas for mas: formas: son manadas de ovejas, olas de mar mar,, bar cos de vela navegando barcos en una azul inmensidad. ¡Qué vaguedad de nubes que mueve a rrecor ecor dar! ecordar! Ver la vida pasar y dar nos cuenta darnos que el amor va cr eciendo creciendo con nosotr os. nosotros. Que el amor que sentimos ahora se ha venido sumando día tras día con tu risa y mi ausencia con tu mano en mi mano, con tu parte de engaño y desengaño, con nuestra fantasía, los deseos muy altos, los sueños malogrados, los rreclamos. eclamos. Y si alguna inicial antipatía 20 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas se tr ocó luego en añeja amistad trocó fue para nosotr os gran suceso nosotros a pesar de que no fuera novedad. encias, Nuestras difer diferencias, nuestras riñas hoy también me hablan de ese gran amor que se ha ido sumando hasta elevarse a una altura tal que nos daría vértigo si antes no nos hubiese adaptado a sus vuelos. Cuántas veces nos separamos, cada quien por su lado. Y cuántas veces nos buscamos tan ur gidos de abrazar nos, urgidos abrazarnos, de pedir nos per dón, de compartir pedirnos perdón, compartir.. Y fue halagar nos y halagar nos halagarnos halagarnos toda una tar de, todo un día tarde, para luego rreñir eñir otra vez y caminar en sentidos opuestos pensándonos con rabia, mas queriéndonos. Per o es que éramos apenas ero unos niños. Sopla el viento de abril agitando los menudos detalles ya de aquella despedida, ya de aquel rreencuentr eencuentr o, eencuentro, 21 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas y rrelucen elucen tu sonrisa y tus manos rrecibiéndome. ecibiéndome. Un pañuelo de seda en tu pelo, tu vestido de flor es, flores, tus sandalias, tus pies leves, perfectos. os La costa azul lejana, los rrostr ostr ostros van per diéndose perdiéndose a través de las lágrimas y aquel sabor salado sobr sobree el labio. ¡V olveré pr onto! ¡Volveré pronto! Y el «pr onto» se alar gó «pronto» alargó yéndose lejos. Por eso ahora sé que nada está segur o seguro cuando nos separamos. Pr onto puede valer Pronto por mucho tiempo. Y, de segur o, sé también seguro, que un lar go tiempo largo bien puede ser salvado con un beso. Un invier no, un verano invierno, y otr o invier no otro invierno y al amor vi pasar a mi lado, indifer entes. indiferentes. ¿Indifer entes? ¿Indiferentes? Fingían y me hirier on, hirieron, y así, herido, escribí mis tristes versos. Era joven y er ré. erré. 22 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas Qué tonto fue negar el sentimiento que nos hace llorar sin motivo apar ente aparente y nos hace rreír eír como niños; que nos hace sufrir sin quer er o queriendo; querer que nos par ece inútil parece y es tan fuerte, tan fuerte per o a la vez pero tan frágil, que se va de las manos liger o como un pez ligero y a veces vuelve agitado y brillante a escarbar nos muy dentr o, escarbarnos dentro, a dejar nos sin nada, dejarnos a llenar nos de cosas eextrañas, xtrañas, llenarnos de gestos, de sabor es, sabores, de miradas. Es como una pradera el amor amor,, como una mesa con un jar rón de flor es jarrón flores en el centr o. centro. Oasis de espejismos, quimeras, algo cierto. Es el viento en el rrostr ostr o ostro durante un lar go viaje. largo El camino más corto y más dulce y un dulce tor mento. tormento. Es la paz, el sosiego, 23 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas total incertidumbr e. incertidumbre. Es mentira, es ver dad verdad y se mueve y rrespira espira y es cr uel, cruel, nos golpea con fuego. Que es humano el amor amor,, divinamente humano. Nos ofr ece alegría y placer ofrece placer,, es razón de la vida. Per o no nace grande, ero va cr eciendo en nosotr os, creciendo nosotros, es un niño, es un joven, un hombr e, una mujer hombre, mujer,, algo maravilloso. ¿APER TURE? ¿APERTURE? EN el inmenso mur o de la noche muro una ventana abierta hacia la vida una ventana abierta hacia el amor una ventana abierta hacia el olvido -r encor una ventana abierta al no -rencor no-r una ventana abierta al no -castigo no-castigo una ventana abierta hacia el per dón perdón but, it is an open window and nothing mor e. more. 24 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas ÉX ODO ÉXODO LEJOS de ti mi vida se hizo bar barrro en los caminos, en eextraños xtraños e inhóspitos parajes. ¿Quién hiciera de ese eexistir xistir lejano una ocarina sólo para tus labios y volver? EL ÁRB OL ÁRBOL Nelson Brizuela, en memoria. EMPINADO en la colina, el árbol. Ar raigado fir memente a la tier ra. Arraigado firmemente tierra. Se eleva hasta besar el cielo. ¡Ah, copa air osa! airosa! Y sabia ar riba arriba cor corrren sus palabras desbor dadas, fr utales, luminosas. frutales, desbordadas, Liberados los versos en el air airee limpio; el árbol declama su poema llamando a mayo tor de. torrrencial y ver verde. El árbol canta con voces de pájar os pájaros y baila y gime abrazado del viento. Es rrefugio efugio feliz de las palomas y amigo pr otector del caminante. protector El árbol está solo en la colina, monumento de la naturaleza. 25 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro ¡P AR A MORIR ASÍ ENTRE TUS LL AMAS! ¡PAR ARA LLAMAS! ATESOR A la luz que hay en tu fr ente casta, TESORA frente no dejes que se escape la inocencia, devuélvele a las rrosas osas su fragancia, recuer da que tu esencia es pura y vasta; ecuerda evita las pasiones y las ansias, acude a mi jar dín, ven y descansa. jardín, mis ojos húmedos vigilarán tu sueño enhebrando visiones sonr osadas: sonrosadas: zagalas de angélicas facciones a tus pies dor mirán acomodadas. dormirán Rindiéndote un tributo mer ecido merecido enar ca el albo cuello el cisne olímpico enarca y cantan aves raras y eexquisitas xquisitas negándole al silencio espacio y tiempo. Amapola lozana, como ha dicho el poeta, destellas como un sol, todo iluminas; esplendes con tal luz que al sol opacas. La luz que ir radias tú es tan her mosa, irradias hermosa, tan pura, tan sin par par,, tan elevada... Admira, pues, que seas sólo humana. Me veo yo en tu luz iluminado, ar diendo con el fuego de tu encanto. ardiendo Reina de esta rregión egión inmaculada, inspira, por favor favor,, mi humilde flauta. No me niegues el don para cantarte de este único modo que conozco o abrázame en un fuego calcinante... ¡para morir así entr entree tus llamas! El T amarindo, León de Nicaragua, 14VII-2001) Tamarindo, 14-VII-2001) 26 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro ALGUIEN MUY L UMINOSO LUMINOSO ENCONTRÉ un compañer compañero quieree o que quier que me dice palabras cariñosas. Yo paseo con él todas las tar des tardes sabor eando los besos de su boca. saboreando A veces es tan triste su mirada; Y otras, es tan intensamente alegr e; alegre; Que hace sentir mi alma emocionada cuando enar ca las cejas al mirar me. enarca mirarme. Sus palabras tan dulces me ador mecen, adormecen, su amor es una dr oga que me calma. droga Y alojado en la cámara de mi alma me está viendo morir y él no envejece. Siempr o Siempree que busco amor cor corrro a su encuentr encuentro ecibe siempr siempree cariñoso; y él me rrecibe Haciéndonos pasar dulces momentos le ha rregalado egalado a mi alma el albor ozo. alborozo. No quier o estar sin él ni un solo día; quiero por no sufrir su falta y mi amar gura, amargura, sin él sólo hay angustia y desventura, quier o morir cuando decline el día. quiero 27 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro EV OCA CIÓN DE ABRIL EVOCA OCACIÓN RECUERD AS RECUERDAS el verano, las gaviotas, el mar mar,, las caracolas hablándote al oído mullo de la con su voz nacarada; aquel dulce mur murmullo brisa marina envolviéndolo todo, la tar de deslizándose tan tarde suavemente que ni nos per catamos percatamos cuando llegó la noche y fuimos abrazados en sus sombras. ¡Ah, el temblor pudor oso de tu cuerpo! pudoroso Tibia el agua del mar te besaba los pies. Y yo besé tus párpados sorbiendo ar oma y sílices aroma de tus ojo perfectos. —¡Y cómo pasa el tiempo que de pr onto son años! pronto Estoy solo no. invierno. es invier Es en la luz difusa de esta tar de tarde que veo dibujarse estas imágenes como viejas postales de aquel tiempo feliz cuando las caracolas te hablaban al oído con su voz nacarada y el dulce mur mullo murmullo 28 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro de la brisa marina envolvíalo todo. La tar de se deslizaba suavemente tarde en las alas de las gaviotas, y el mar ar rastraba en sus oscuras ondas arrastraba su música ancestral. Nosotr os esa noche de abril Nosotros nos abrazamos temblando entr entree las sombras. Pensábamos acaso que en un momento eter no eterno nuestras almas se unían junto con nuestr os cuerpos. nuestros P er o el amor acaba, Per ero ¡ya lo ves! Y quizás hoy hoy,, tú no seas capaz de evocar como yo aquel abril. Que me llenó de mier da mierda para siempr e. siempre. LA BAR CA NEGR A BARCA NEGRA HERMANO os HERMANO,, estoy de prisa. Me voy para otr otros mundos de donde no ha podido nunca nadie volver volver.. La bar ca negra espera y no admite rretraso etraso barca como tampoco admite viajar más de una vez. 29 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Ignor o qué horizontes, qué oscuras lejanías Ignoro cr uzaré, ni qué abismos tendré que rrecor ecor er.. cruzaré, ecorrrer El corazón dejara — ¡OH mano! —entr ¡OH,, her hermano! —entree tus manos, per o es cosa vedada por infle xible ley pero inflexible ley.. Quedan entr entree las zar zarzas zas de este mundo engañoso delirios de grandeza que también yo sufrí; quiméricas fantasmas que poblar on mis sueños poblaron y entr dí. entree angustias y empeños, el tiempo que per perdí. DE L OS QUEBR ANTOS DE CARP ANT AI LOS QUEBRANTOS CARPANT ANTA “El elefanta se deja acariciar, el piojo no.” (Maldoror 2:9.) NO tenia nombr raban todas las nombree ni familia. Se le cer cerraban puertas, aun algunas calles. Deambulaba por las avenidas de la capital, entr entree la basura, buscando algo de pan. Y era más dura su mirada al contemplar de lejos “las colinas”. Andaba con las manos crispadas, con el vestido rroto, oto, dando vueltas y vueltas por la plaza vacía. Se sentaba en la banca de algún par que a ver caer las parque hojas y los días. Y un “buen día”, el pobr ambién quiso volar pobree se inventó unas alas. T También volar,, como un moder no Ícar o hasta el sol. Cr eyó, por un momento, moderno Ícaro Creyó, que podía evadirse de su pr oletaria condición. proletaria 30 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Miraba fijamente la tor torrre de color ter terrroso de la catedral, alzándose como falo acechante sobr sobree el himen ileso de cielo, una tar de de abril. tarde Y ter minó ar terminó arrrollado por un coche. gue, y luego a un nicho temporal Fue a parar a la mor morgue, del viejo cementerio, sin identificar gaba identificar,, pues no car cargaba ni la obligada cedula de identidad, que acaso habría quedado flotando sobr sobree el disputado andamio de los días del hambr e. hambre. PLEXUS Al poeta Manuel Aragón Buitrago. “Un enjambre de cosas que sucede en millares de vidas ignoradas.” L A vida esta llena de cabos sueltos. A tarlos sería Atarlos resolverla. L a vida se tor na un lar go viaje; como para dar torna largo oportunidad de atar todos los cabos. P er o a la vez te Per ero da una frágil nave y una tempestad, un ebrio timonel... Ni brújula, ni se xtante, ni áncora, ni rremo. emo. Entonces, sextante, es un naufragio la vida. Un enjambr enjambree de cosas que suceden. Y un vacío siempr siempree (que no se llena nunca) nos espera en el sombrío horizonte. Yo partí del más her moso puerto de la más her mosa hermoso hermosa y rica ciudad, con ansias de conocer el mundo, de dominarlo todo. Mas naufragué en un desconocido y 31 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro pr oceloso mar proceloso mar.. Y aún no sé qué dios, graciosamente acaso, me tiene vivo y confinado en esta rremota emota isla de la desesperanza. Cuántos tristes marinos como yo, yacen olvidados en las ignotas e insospechadas islas del mundo, de la vida y la muerte, del espanto, de la melancolía, de la siniestra soledad, de la locura. No lo sé eexactamente. xactamente. Per o somos ya muchos. ero ¿QUÉ ES EL OCASO? UN día me pr eguntaste. preguntaste. Y descubrí en tus ojos este poema: — ¿Qué es el ocaso? — Es el agua cantando desde la acequia, el sol rrojo ojo en lo ver de verde de la pradera, el cr oar de las ranas croar entr entree la hierba, es la luz titilante de las estr ellas, estrellas, hadas rrubias ubias que traen en la melena flor es de siempr e-vivas flores siempre-vivas y madr e-selvas, madre-selvas, son los tier nos efluvios tiernos con que nos llena de su amor oso aliento amoroso 32 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro la primavera, y una dulce nostalgia donde se abr evan abrevan nuestr os dos corazones, nuestros ea. mi dulce Andr Andrea. ¿Qué es el ocaso? Niña, tu piel mor ena, morena, tu boca hecha sonrisa, tus lindas cejas, tu pelo que es tan suave como la seda. ¡T oda tú er es ocaso! ¡Toda eres Te me penetras con tus ojos de asombr o asombro en este poema. Mi corazón te busca, quier o estar cer ca quiero cerca de ti, eter namente, eternamente, mi dulce Andr ea. Andrea. LAS SOMBR AS SOMBRAS “Oh, si no me fuera vedado manifestar los secretos de la prisión en que habito,... pero estos eternos misterios no son para los oídos humanos.” (Hamlet. Act.I, Esc.XII) ¿QUIENES eran hombr es o dioses? P ensando cosas hombres Pensando infer nales que hacen poner los pelos de punta, el rrostr ostr o infernales ostro pálido y helada la sangr e. Que le hacen sentir a uno el sangre. vaho de la muerte rrespirándole espirándole cer ca del rrostr ostr o. cerca ostro. 33 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Una luz eextraña xtraña que ciega ter riblemente la razón nos terriblemente hunde en macabr os pensamientos, en la nevasca de macabros un sueño infer nal. Espadas de fuego que nos amenazan, ángeles funestos que nos hacen muecas de dolor y de angustia y de otras tantas indescriptibles emociones. Palabras, palabras que cobran aliento de no se que hor osa sustancia sonando sentenciosas a nuestr os horrror orosa nuestros oídos, y los índices abundantes acusando nuestras íntimas culpas flor ecen como “dedos de muerto florecen muerto”” en temor es, aflicciones, atur dimientos, melancolías sobr temores, aturdimientos, sobree las pr ofusas e incontables manchas de nuestras almas. profusas EL TUR CO TURCO (R efle xiones per egrinas al lado de mi padr e) (Refle eflexiones peregrinas padre) ¡PUUUT A padr e! ¡PUUUTA padre! eza me deprime. pobreza La pobr Y pensar que sólo saldr emos de ella saldremos cuando Jehová se apiade de nosotr os, nosotros, ey einar Yo nací para ser rrey ey,, para rreinar einar,, vo para ser vir No sir sirvo servir vir,, soy un inútil, un parásito, un bur gués, un vividor burgués, con mi gran bocota hecha para comer opíparamente y beber como vikingo. No sé cómo fui a nacer aquí e hijo de ti ¿P or qué nos apestó tanto el destino? ¿Por La pobr eza nos obliga al celibato pobreza 34 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro y al salibato. Si al menos hubiese nacido tur co con petróleo turco yo tendría un har em. harem. La colección de coños más bellos del mundo para darles ver ga y no otra cosa. verga Comería nacatamal todos los días y vaho humeante y chiludo. Bebería sopa de rres es y de mondongo y guar os de los mejor es, guaros mejores, no de esos que joden el or ganismo organismo ¡Juepuuuta, padr e! padre! ¡Cómo -estamos-hechos-ver ga! ¡Cómo-estamos-hechos-ver -estamos-hechos-verga! Contengamos el aliento un poco más con la lengua pegada al paladar paladar.. Así, sin rrespirar espirar espirar.. Dejadme soñar que soy el tur co turco y que mi tur ca en su paradisíaca abundancia turca no sufr ne. sufree más el hambr hambree de la car carne. DES CANSO DEL GUERRERO DESCANSO NO puedo amarte más hasta aquí llego. El amor es finito y pr onto acaba pronto se consume veloz cuanto más fuerte. ¿Qué más podría hacerte? reír -llora-brincar -pujar eír-llora-brincar -llora-brincar-pujar como animal eextraño xtraño 35 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro como niño. ¿Qué poses no he estudiado? ¿Qué dulces gr oserías no he inventado? groserías para hacerte feliz ¿Qué cosas, qué palabras no te he dicho al oído para ver de tus ojos la dulzura de luz? ¡A y, mi bestia chúcara encabritada ¡Ay y cor coveante! corcoveante! Ay, mi potranca briosa de fir mes ancas! firmes ¡Y a me la hiciste ver color de hor miga! ¡Ya hormiga! Que casi eexpir xpir o en tus brazos, xpiro entr entree tu pecho hondo y palpitante. En tu car ne maciza de ébano carne el ajetr eo loco de mis huesos ajetreo horadando mis ner vios nervios hasta hacer me un manojo. hacerme Ar rancándote melodías y vellos Arrancándote te besé las axilas, me rrecr ecr eé en la poza de tu ombligo ecreé con mi lengua de ofidio. Ahora dejame, dejame descansar de la ter rible guer ra que me has hecho. terrible guerra 36 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro ABANDONADO “Y me dejaste solo, a la deriva, al garete en las revueltas aguas de la locura. Sin brújula y sin nada hasta sin nao. Huérfano esquife, pálido buzo ciego, desventurado náufrago. Y cuando me sorprendió el ahogo ahí donde este mar se hace infinito, ¡zas!, un madre pez, enorme, gigantesco me ha tragado enterito. No sé cuántos días tengo de andar dentro de la ballena. Mi trabajo es ahora memorizar los versos; porque es insoportable el tufo en el corazón del Leviatán.” LA VI salir de mí, desaforada. Iba a toda car carrrera, o que no me haya abandonado aun ¡Raro indetenible. ¡Rar antes! Apurados sus pies ni se miraban entr entree el polvazal. — ¡A diós!, —me decía con ambas manos y había entr ¡Adiós!, entree sus dedos blancos, muy bien aseados algún viejo rencor encor.. Su cara un poco rígida como de quien ha padecido parálisis facial, su boca br eve, altanera la breve, fr ente. T oda ella un tanto hombr una, atlética... En frente. Toda hombruna, realidad es una mujer fea L a Razón. La Iba a toda car xplicó nada, carrrera, indetenible y no me eexplicó ¡sólo me dijo A diós! Allá dobló en la esquina... Adiós! ¡Pues que le vaya bien, la muy jodida! 37 Mujer de Piedra y Otros poemas ANA GKE ANAGKE “Por el vino de ser solitario” VOY con pasos tortuosos y lentos avanzando al final del camino, ya mis sueños y “grandes pr oezas” proezas” los cobija, tan cr uel, el olvido. cruel, No hay mañanas ni amor ni palabras que hagan eco en mi alma cer cada cercada por la negra amar gura en que vivo, amargura por lo oscur o de un torpe destino. oscuro Ya no quier o seguir dibujando quiero es de angustia fantasmas colores con color que han poblado mi ser estos días. Ya no quier o seguir escribiendo quiero con veneno de espanto la historia “triste y dulce” y fatal de mi vida. BL ANCA MARIPOS A DE L A NOCHE BLANCA MARIPOSA LA ME encontré una zagala una noche de estas. Era la media noche y ella brillaba en la oscuridad como un her moso lucer o. hermoso lucero. dé, le dije que era bella La abor abordé, o como un astr astro 38 Marvin Chamorro Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro y me hacía temblar su piel de nieve y sus pequeños senos de pezones mor enos. morenos. Le pedí que se acer cara un poco más acercara y ella muy obediente me rregaló egaló el calor de sus dos manos. er o es que er es tan linda!, le dije, ¡P ¡Per ero eres ¿me dejas te dé un beso? y ella me rrespondió: espondió: —Con una condición... (¡Cualquier cosa!, pensé) ...Déjame que te clave mi puñal en tu pecho! Y la linda zagala de piel de nieve y brillo de lucer o lucero la bella y blanca mariposa de la media noche desapar eció desapareció tras la sutil neblina del misterio ante mi vista atónita y febril. SIN TÍTUL O TÍTULO Al poeta L uis Gustavo V ega Morán. Luis Vega manito gentil!, ¡A Y, her ¡AY hermanito ¿Qué te me has hecho? ¿Dónde están tus or ejitas? orejitas? Quier o poner en ellas mi ber Quiero berrreo... der o, mi aullido de lobo... y de cor corder dero, mi canción cenagosa, 39 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro mi oración vir ulenta, virulenta, mi acento quejumbr oso. quejumbroso. Y si me invade el llanto oh, her mano ten paciencia hermano y navegue tu bar ca barca por el salado océano eñas salvando los escollos y las br breñas del dolor que es mi dolor y tuyo y de la tier ra. tierra. Por que yo he perseguido una quimera orque que ya de otr os ha sido perseguida otros y seguida será cuanto es eter na eterna y tiene el rrostr ostr o bello, tal que par ece buena ostro parece y su pelo es de sierpes cual gor gona gorgona y tiene de sibila y de sir ena sirena y la hijueputa es cr uel cruel si te ve tan pendejo como yo —Has de mor der el polvo de la tier ra —ríe, morder tierra y sin pensar dos veces descar ga su mandar ria en tu cabeza descarga mandarria y ya te quedas loco para siempr siempree jamás, es la condena. Quier o contarte un cuento Quiero mas no de amor amor,, de pena. Quier o decirte un verso Quiero ni meloso ni dulce, de amar gura y tristeza. amargura ¿Qué será que no amaina, qué será que no mengua, dentr o de mi pobr menta? dentro pobree alma la tor tormenta? Ya tengo el alma rrota ota ya casi no me queda alma 40 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro sólo añicos de lo que fuera acaso primavera. Así que con cuidado ve rrecogiendo, ecogiendo, her mano —los heridos— hermano los hirientes pedazos “de quien en vida fuera” tu her mano, este pobr hermano, pobree mendigo, este veleta. DEDICA TORIA DEDICATORIA “¡Ay, de mí! Al presente canto para una multitud que no me comprende; sus alabanzas lastiman mi corazón; si algunos quedan de aquellos que escuchaban con buena voluntad mis poesías, errantes y dispersos andan por el mundo.” (Fausto) CARÍSIMOS vates, cuartos bates del alcohol, guar dadme estos primor es. Os los dedico, a vosotr os guardadme primores. vosotros que conmigo pulsasteis algún DIA la desgraciada lira. rio, qué gran ¡Oh, lirófor os, aedos de las calles, del bar liróforos, barrio, falta me hacéis! dadme aquestos malhadados rrenglones englones cortiGuar Guardadme lar gos, mis famélicas pr osas. Si serán poesía ello no largos, prosas. me desvela. Con el velo del tiempo y el silencio les he dado cobijo, los he llevado en mi seno, en el calor de mi sangr sangree divertida. Hijos son de mi escaso talento. Hijos del desar raigo. Pr oductos de una vida echada a desarraigo. Productos per der encia. Son todo lo perder der.. No los miréis con indifer indiferencia. que yo pude dar dar.. Estos partos inmundos me han 41 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro quitado la vida, ¡Ah, la vida que per dí para vivir en perdí ellos! Mamad mi muerta tinta poetas, chupadla de mis venas, de putas arterias. Per donadme si no me eexpr xpr eso en el alturado modo en erdonadme xpreso que debiera. Eso tampoco me desvela, pues, con el velo de la vulgaridad he disfrazado muchas veces mi er o, ¿quién soy yo? ¿Quién?, sino un triste fábula. P Per ero, pajar raco, el espantapájar os, el coco, el graznante y pajarraco, espantapájaros, maldecido cuer vo, la cor neja, la gallina que cacar ea cuervo, corneja, cacarea en medio de la noche llena de sombras. Un T ersites Tersites moder no destacado en las huestes de los más hechos moderno ver ga. Y o soy el apr endiz de nigr omante, el antipoeta. verga. Yo aprendiz nigromante, El hombr hombree sentado en una esquina obscura, ese que escupe orina y caga por la boca... y os da un beso!!! PAR AL OS QUE ME PIDEN UN CANTO DE ARA LOS PROTEST A PROTESTA ¿QUÉ voy a pr otestar? protestar? Si yo estoy pr otestando desde hace mucho tiempo. protestando Con los ojos cansados, agotados de tanta desgracia, ver des de espanto y de miseria tanta. verdes Con la mano eextendida xtendida pidiendo una limosna, un mendr ugo de pan. mendrugo Con los pies descalzos en la frías baldosas de mi calabozo. Con los labios rresecos esecos en mi boca hambrienta, en mi estomago partido y torturado, en mis pier nas enclenques, en mis rótulas que piernas tr uenan truenan en la artritis, en la fiebr no fiebree y el frío de este invier invierno 42 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro —Que ojalá fuera el último— ¿Qué voy a pr otestar manos míos? protestar otestar,, her hermanos Si yo he vivido en la pr otesta, en la rrebelión ebelión sin protesta, tiempo, eter na, sin nombr e, en la rrebelión ebelión íntima que her edé heredé eterna, nombre, de mis padr es, de mis padr es que murier on en la murieron padres, padres revolución de las rrevoluciones. evoluciones. ¿Qué voy a pr otestar? protestar? Si vengo levantando mi bandera solitaria, mi fusil o xidado, oxidado, y he salido herido en todas las batallas, he muerto de estudiante, he sido rreprimido eprimido en cada (huelga obr era. obrera. He vivido en el amar go eexilio xilio de mi her mano amargo hermano que se fue al Salvador Salvador,, a Guatemala a México a Costa (Rica a Estados Unidos, a la chingada grande en busca del futur o que soñamos. futuro ¿Qué voy a pr otestar manos míos? protestar otestar,, her hermanos Si soy la bar ricada, el silbo de la bala, barricada, el humo de la pólvora, fogata en la oscurana, la voz de la metralla, la montaña y las sombras, el pájar o y la espiga, la huella fugitiva, pájaro la trampa y la esperanza, la celada, la emboscada, el combate, la sangr e, sangree fuerte y libr libre, un grito que yer ra en las calles bajo el estado de yerra sitio y yo sé bien lo que dice ese grito estentór eo, estentóreo, pues es mi voz cantando esta canción amar ga amarga 43 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro Para los que me piden un canto de pr otesta. protesta. Así que no me jodan!! Si soy huraño y loco si me encier encierrro si mis poemas hablan y hablan del amor o del miedo, de la angustia de estarse solo, de saberse solo, íngrimo como per perrro sin dueño per o más ver dader o que nunca pero verdader dadero por que yo fui el primer o que pegó el grito al cielo porque primero cuando ar dier on las milpas. ardier dieron II A veces el silencio es mi pr otesta protesta mi callar no le otor ga mi per miso al bandido, otorga permiso es una rrefle efle xión, mi silencio al ampar o eflexión, amparo de los añosos árboles donde he grabado mis iniciales y las tuyas con el cuchillo que per dí hace tiempo. perdí Cuando la pr otesta se hizo moda protesta yo me quedé callado cavilando: ¿Dónde poner la bala? ¿Dónde hacer el dispar o? disparo? Confundido entr entree el pueblo se paseaba el tirano, y algunos se empeñar on en que hablara. empeñaron ¡Cuidado! ¿Qué voy a pr otestar manos míos? protestar otestar,, her hermanos Si yo pr otesté primer o protesté primero cuando todos estaban engañados y sigo pr otestando protestando y voy a pr otestar toda la vida protestar contra las injusticias 44 Mujer de Piedra y Otros poemas Marvin Chamorro per o todas pero contra el lobo rapaz que hay en nosotr os nosotros contra el hambr hambree voraz que nos devora contra el tiempo infinito de las desigualdades contra toda la escoria hacinada en el mundo contra el yanqui animal que es un fastidio y contra el abandono y contra el odio contra la pr ecisión del certer o mor disco precisión certero mordisco de la sierpe que acecha en el negr o cubil de los negro oportunismos contra la mier docracia— como ha dicho algún mierdocracia— poeta— contra la hijueputencia contra el chicle de la espina dorsal contra la lengua lar ga, contra el cuento larga, contra la poesía que no cr ea crea que en sí misma se muer mueree en su eextensa xtensa agonía de polución y anemia de vicio y avaricia de languidez del alma ador mecida y áptera y dopada adormecida contra el verso que se desnuda y baila o baila y se desnuda en el bur del burdel del boom publicitario... Julio Julio--Agosto de 2004 45 Nicaragua, Centro América