Quinta semana - Diócesis de Barbastro

Anuncio
Diócesis de Barbastro-Monzón
«Contaron cómo había abierto a
los gentiles la puerta de la fe»
(Hch 14, 27)
Celebración comunitaria
del Sacramento del Perdón
5
Quinta Semana de Cuaresma
Celebración comunitaria
Monición inicial
Durante el camino de esta Cuaresma hemos
rezado juntos pensando en nuestro encuentro con
Jesucristo, en el don de la fe, en la alegría de creer y
en cómo todos los bautizados estamos llamados al
apostolado y a dar en el mundo testimonio de nuestra fe. Ahora, juntos también y como comunidad
cristiana, vamos a celebrar el sacramento de la
misericordia de Dios y a pedirle perdón por nuestros
pecados. Él puede sanar nuestra vida, perdonarla,
hacerla nueva y darnos su paz.
Le pedimos que nos mire compasivamente y nos
devuelva la alegría de una vida renovada.
Canto de entrada
Vengo ante ti, mi Señor,
reconociendo mi culpa,
con la fe puesta en tu amor
que tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas quiero llenarme de ti.
Que tu Espíritu, Señor,
abrase todo mi ser,
hazme dócil a tu voz,
transforma mi vida entera.
Puesto en tus manos, Señor,
siento que soy pobre y débil,
mas tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo.
2
del Sacramento del Perdón
Padre, en mi debilidad, tú me das la fortaleza,
amas al hombre sencillo, le das tu paz y perdón.
Saludo del que preside
+ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Que el amor de Dios Padre, la paz de Jesucristo, y la
vida del Espíritu Santo, estén siempre con vosotros.
Oremos
Oh Dios de la misericordia y del perdón, tú conoces lo que hay en el corazón de cada ser humano:
concédenos un sincero arrepentimiento de nuestros
pecados y, por intercesión de Santa María, Madre de
tu Hijo y madre nuestra, concédenos tu gracia y tu
paz.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén
Lectura de los hechos de los Apóstoles (1, 3-8)
Se les presentó él mismo después de su pasión,
dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo,
apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les
ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino “aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que
me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con
agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu
Santo dentro de no muchos días”. Los que se habí-
3
Celebración comunitaria
an reunido, le preguntaron, diciendo: “Señor, ¿es
ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?”.
Les dijo: “No os toca a vosotros conocer los tiempos
o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del
Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis
mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría
y hasta el confín de la tierra”.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
4
del Sacramento del Perdón
Lectura del Santo Evangelio según San Juan
(1, 35-42a. 43-45)
Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos
y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: “Este es el
Cordero de Dios”. Los dos discípulos oyeron sus
palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al
ver que lo seguían, les pregunta: “¿Qué buscáis?”
Ellos le contestaron: “Maestro, ¿dónde vives?”. Él les
dijo: “Venid y lo veréis”. Entonces fueron, vieron
dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían
como las cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los
dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: “Hemos
encontrado al Mesías (que significa Cristo)”. Y lo
llevó a Jesús.
Al día siguiente, determinó Jesús salir para
Galilea; encuentra a Felipe y le dice: “Sígueme”.
Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro.
Felipe encuentra a Natanael y le dice: “Aquel de
quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo
hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret”.
Palabra del Señor.
Homilía seguida de un tiempo de silencio
Invitación a examinar la conciencia
siguiendo la siguiente pauta:
5
Celebración comunitaria
Mi relación con Dios:
– ¿Tengo presente a Dios en mi vida, le amo y me
siento verdaderamente hijo suyo?
– ¿Rezo cada día? ¿Valoro en mi vida la presencia
de Dios?
– ¿Participo en la Eucaristía dominical o dejo de
asistir a ella por cualquier motivo?
– ¿Comulgo habitualmente cuando participo en la
Eucaristía? ¿Me preparo para recibir dignamente
al Señor? ¿Celebro con frecuencia el Sacramento
del perdón?
– ¿Digo blasfemias o palabras injuriosas contra
Dios, la Virgen, los santos o las cosas santas?
Mi relación con los demás:
– ¿Cómo trato a los demás? ¿Tengo buen corazón o
me considero egoísta y más preocupado por lo
mío que por lo que afecta a los otros?
– ¿Soy capaz de perdonar o conservo el rencor en el
corazón?
– ¿Manifiesto enfado, mal genio, palabras injuriosas o vengativas hacia los demás?
– ¿Hablo mal del prójimo y lo juzgo negativamente
en mi interior? ¿He revelado secretos o defectos
del prójimo? En tal caso, ¿he procurado reparar
su fama?
– ¿Procuro poner un clima de paz en mi familia y
ambiente? ¿Respeto los derechos de los demás?
– ¿Cultivo la disposición al diálogo? ¿Soy tolerante
6
del Sacramento del Perdón
–
–
–
–
–
con los demás, empezando por los de mi propia
familia?
¿Cumplo las normas del tráfico o conduzco con
imprudencia?
¿He robado? En tal caso, ¿lo he restituido? ¿Soy
honrado en el pago de los impuestos? ¿He mentido causando daño al prójimo?
¿Tengo espíritu de colaboración con la Iglesia, con
la parroquia, con otras instituciones sociales?
¿Comparto mis bienes con los necesitados?
¿Procuro no dar mal ejemplo ni escandalizar?
Mi relación conmigo mismo:
– ¿Reconozco mis errores y pecados?
– ¿Soy responsable en el trabajo? ¿Cumplo con mis
deberes y obligaciones?
– ¿Soy fiel a las promesas del matrimonio? ¿Me preocupo de educar a mis hijos en la fe?
– ¿Soy limpio de corazón o me engaño a mí mismo
buscando lecturas o imágenes contrarias a la verdad de la sexualidad y del amor humano?
– ¿Me dejo arrastrar fácilmente por los criterios del
mundo?
– ¿Me dejo llevar por el consumismo sin tener en
cuenta las necesidades de tantas personas?
– ¿Abuso de la comida, del alcohol, etc. y me dejo
llevar por adicciones perniciosas?
7
Celebración comunitaria
Petición comunitaria de perdón
v Por no acoger cada día la vida como regalo y vocación de Dios Padre y Creador; por no respetar y
defender la vida en mí, en los demás y en la naturaleza; por nuestra negligencia para profesar y
profundizar la fe; por preferir nuestra voluntad a
la tuya.
– Señor, ten piedad.
v Porque no hemos guardado el debido respeto a tu
santo nombre; por nuestro olvido y pereza para
orar; por nuestras conversaciones, lecturas y actividades irreverentes en relación con la fe.
– Señor, ten piedad.
v Por no hacer verdaderamente del domingo el día
del Señor; por participar en la Misa dejándonos
conducir por la rutina; por dejar de participar en
la Eucaristía dominical; por no valorar los sacramentos de la Iglesia.
– Señor, ten piedad.
v Por las faltas de respeto y caridad en la familia;
por nuestra negligencia en honrar, comprender y
atender a nuestros mayores; por la dureza e
incomprensión con quienes convivo; por no esforzarme en hacer más agradable la vida de los míos.
– Señor, ten piedad.
v Por el daño que hemos hecho a los demás en sus
personas o en sus cosas; por no prestar ayuda a
8
del Sacramento del Perdón
los necesitados o no interesarnos por ellos; por
nuestros enfados, odios y rencores.
– Señor, ten piedad.
v Por nuestras hipocresías y respetos humanos, por
nuestras murmuraciones y críticas; por la facilidad con la que juzgamos a los demás.
– Señor, ten piedad.
v Por nuestros pecados personales y colectivos contra la virtud de la castidad; por nuestro desmedido afán de confort y comodidad; por la parte que
nos corresponde en la crisis de los valores y en la
pérdida de las buenas costumbres.
– Señor, ten piedad.
v Por nuestra indiferencia ante las necesidades de
la Iglesia; por el poco apostolado que hacemos;
por vivir una fe apagada; por no poner nuestra
esperanza en Ti; por no vivir tu amor.
– Señor, ten piedad.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor.
9
Celebración comunitaria
v Dios, Padre de misericordia, tenga piedad de
todos nosotros, perdone nuestros pecados y nos
lleve a la vida eterna. Amén.
Tiempo para la confesión y absolución individual.
El penitente confiesa sus pecados.
Terminada la confesión reza la siguiente oración:
Señor Jesús,
tú que devolviste la vista a los ciegos,
sanaste a los enfermos,
perdonaste a la mujer pecadora
y confirmaste a Pedro en tu amor
después de su caída,
recibe ahora mi súplica:
perdona todos mis pecados,
renuévame en tu amor,
concédeme vivir en fraterna unión
con mis hermanos,
para que pueda anunciar tu salvación.
El ministro del Sacramento le impone las manos
y lo absuelve
Concluidas las confesiones, el Presidente dice:
v Demos gracias a Dios por su misericordia. Vamos
a rezar el Padre Nuestro recordando aquella recomendación del Apóstol: “El Señor os ha perdonado, haced vosotros lo mismo”. En señal de nuestro agradecimiento por la paz que ha llegado a
10
del Sacramento del Perdón
nuestro corazón, también nos daremos fraternalmente la paz.
Oremos, pues, como Jesús nos enseñó: Padre
nuestro...
– Daos fraternalmente la paz.
Oremos
Padre, tú nos has renovado y nos has manifestado, en el Sacramento del perdón, tu gracia y tu
misericordia. Concédenos tu ayuda para que podamos ser siempre testigos de tu amor en el mundo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Bendición final
– El Señor esté con vosotros.
– Y con tu espíritu.
– La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y
Espíritu Santo descienda sobre vosotros.
– Amén.
Canto de despedida
Mientras recorres la vida / tú nunca solo estás,
contigo por el camino, / Santa María va.
Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven (bis)
Aunque te digan algunos / que nada puede cambiar,
lucha por un mundo nuevo, / lucha por la verdad.
Ven con nosotros...
11
Guía para orar durante la Cuaresma
Para la quinta semana y la Semana Santa
Del 17 al 30 de marzo
Lecturas para orar con el Evangelio:
Durante la quinta semana, leer los capítulos 5,
6 y 7 del evangelio según San Mateo.
Durante la Semana Santa:
Domingo de Ramos:
Lucas 19, 28-40
Lunes santo:
Juan 12, 1-11
Martes santo:
Juan 13, 21-33
Miércoles santo:
Mateo 26, 14-25
Jueves santo:
Juan 13, 1-20
Viernes santo: Pasión de N.S.J.C.: Mt, 26-27.
Mc 14-15
Lc 22-23
Jn 18-19
Sábado santo:
Lucas 1, 26-38.
Oración para esta semana:
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí!: ¡qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
“Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía”!
¡Y cuántas, hermosura soberana:
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!
(Lope de Vega)
Descargar