El lobo gris mexicano - UAM-I

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Historia, biolog¶³a y conservaci¶on de un s¶³mbolo olvidado de M¶exico:
El lobo gris mexicano
Rosa Carolina Alvarez Villanueva1, Ricardo Gonz¶alez G¶omez2 ,
Lourdes Y¶an
~ ez L.3 y Miguel A. Armella1 .
1
Departamento de Biolog¶³a, 2 Maestr¶³a en Biolog¶³a
y 3 Departamento de Biotecnolog¶³a, UAM-I e-mail [email protected]
Introducci¶
on
El Lobo Gris Mexicano Canis lupus baileyi, fue descrito por Nelson y Goldman en 1929 (Ram¶³rezPulido et al, 2000), fue considerado por los ganaderos del Norte de M¶exico como el m¶
as importante depredador de ganado, siendo eliminado de los Estados Unidos a mediados de 1900 mediante un agresivo programa de control de depredadores implementado tanto por el Gobierno Federal Mexicano como el de Estados Unidos (Colleen, 1999). Los m¶etodos utilizados incluyeron el uso de trampas, destrucci¶
on de madrigueras, cacer¶³a excesiva y el uso del veneno conocido como 1080 (mono°uoroacetato de sodio); los pretextos usados para esta destrucci¶on fueron: la existencia de la rabia silvestre y da~
nos graves a la ganader¶³a (Villa, 1960). La matanza de estos animales fue tan exitosa que para 1950 los estados de Arizona, Nuevo M¶exico y Texas fueron considerados libres de lobos (Reyna et al, 1993).
Recibido: 19 de diciembre de 2002.
Aceptado: 28 de marzo de 2003.
Resumen
El lobo mexicano es una de las especies nativas m¶
as
desconocidas de nuestro pa¶³s, al igual que en todo el
mundo ha sido considerado como uno de los depredadores m¶
as temidos, existen leyendas e historias que
lo describen como un animal nocivo, esta gran carga cultural ha producido que las poblaciones de este carn¶³voro hayan decrecido de manera considerable
en los u
¶ltimos a~
nos como resultado de su caza, aunado a esto la destrucci¶on de bosques que son su habitat y la transformaci¶on de los mismos en ¶
areas para ganado y cultivos.
El conocer su biolog¶³a, conducta e historia, nos permite tener un panorama general sobre la subespecie, con esta informaci¶on se pueden predecir aquellos requerimientos necesarios para brindarle a estos individuos las condiciones ¶optimas para su desarrollo, sin afectar a los sistemas de producci¶
on.
En 1971, el United States Fish and Wildlife Servicie (USFWS), contrat¶
o a Roy McBride, famoso
trampero que particip¶
o en las campa~
nas de erradicaci¶
on, pero ahora con la ¯nalidad de atrapar ejemplares vivos; con el tiempo lleg¶
o a capturar a cinco lobos en la regi¶
on de Durango, estos individuos
posteriormente se convirtieron en pie de cr¶³a, formando lo que se conoce como \Linaje McBride"
(INE, 2000).
Abstract
Mexican gray wolf is one of Mexican native species about we know almost nothing, as in many other parts of the world wolves have been considered as one of most dangerous predators. Many histories, myths and legends describing wolves as vicious and bad animal. This terrible cultural baggage has been re°ected in hunting and killings, these
actions along to habitat destruction took wolves populations almost to extinction.
En 1979 el USFWS (1982), crea el Equipo para la
Recuperaci¶
on del lobo mexicano (Mexican Wolf Recovery Team) a partir del cual se origina el Proyecto Binacional (M¶exico- Estados Unidos) para la recuperaci¶
on de la subespecie, el cu¶
al tiene como objetivo, reproducir ejemplares certi¯cados aptos, para ser liberados en zonas consideradas dentro de su
area de distribuci¶
¶
on hist¶
orica (INE, 2000).
Knowing their biology, behavior and history would
help to understand the general scenario about this
subspecies. This information may help to predict basic requirement to recover populations without a®ecting human production systems.
49
50
En M¶exico este programa aglutina aproximadamente 17 instituciones como zool¶ogicos, universidades,
instituciones de Investigaci¶on, organizaciones no gubernamentales e incluso particulares con el principal objetivo de reproducir y conservar esta subespecie. Este esfuerzo con la esperanza de poder restablecer poblaciones en lo que una vez fue su h¶
abitat natural.
Uno de los principales problemas al que se enfrenta dicho proyecto, es el de hallar ¶areas o zonas adecuadas para las posibles liberaciones, para esto, existen propuestas de ambos pa¶³ses. Estados Unidos por
su parte ha ya liberado animales en el \Blue Ranch",
y el \Gila National Forests" ¶areas naturales protegidas en la frontera entre Nuevo M¶exico y Arizona, en las que a la fecha se han liberado varias manadas, la mayor¶³a de los individuos portan un collar que
permite localizarlos en dondequiera que est¶en (datos a julio de 2002). Estas reintroducciones han sido mas o menos exitosas, algunos ejemplares fueron muertos por granjeros (uno atropellado) y algunos tuvieron que ser removidos por comprobarse que estaban cerca del ganado dom¶estico.
Por su parte en M¶exico, Baker y Villa (1959), mencionan que esta subespecie estar¶³a bien protegida en
las partes monta~
nosas del Noreste de M¶exico, en el
Estado de Chihuahua, en las partes altas del estado
de Nuevo Le¶
on, San Luis Potos¶³, en la Sierra de Durango y Zacatecas y en especial en la Sierra del Carmen en el estado de Coahuila (Weber, 1994). Algunas de estas zonas est¶an siendo consideradas a¶
un como posibles lugares para la reintroducci¶on en M¶exico (INE, 2000).
A pesar de estos esfuerzos, el lobo mexicano es una
de las tantas especies que se encuentran en peligro
de extinci¶
on en M¶exico, incluida tanto en el Acta de
Especies en Peligro de Extinci¶on. como en la Norma O¯cial Mexicana, NOM-059-ECOL-2001, Ap II
CITES, de acuerdo con el Comit¶e T¶ecnico Consultivo para la Conservaci¶on y Recuperaci¶on del Lobo Gris Mexicano. Tanto el Acta como la Norma
O¯cial obligan a los gobiernos federales de Estados Unidos y M¶exico a implementar proyectos para la recuperaci¶
on y conservaci¶on de esta subespecie
(INE, 2000).
Pero >qui¶en es el lobo mexicano? >y como lleg¶
o a ser
una especie tan importante que mereci¶o la atenci¶
on
de los gobiernos de dos pa¶³ses para lograr que se
disminuyera y despu¶es para lograr su recuperaci¶
on?
ContactoS 48, 49{55 (2003)
Para contestar estas preguntas debemos analizar la
vida de esta especie, sus ancestros y familiares.
Biolog¶³a del lobo (Canis lupus)
Evoluci¶
on
La historia evolutiva del orden carn¶³vora es muy antigua pues se remonta al Paleoceno con la aparici¶on
de un grupo primitivo denominado CREODONTOS
(Figura 1), el cual se cree que tuvo su origen en el Hemisferio Norte (Matthew, 1930 en Mech, 1970), posteriormente en el Eoceno surge un mam¶³fero con especializaci¶
on parcial hacia dientes carn¶³voros (Miacidae) y durante los siguientes 10 millones de a~
nos
se origin¶
o un grupo representado por el g¶enero Miacis, a partir del cual surgen todas las actuales familias de carn¶³voros (Mech, 1970). El predecesor de la
familia de los c¶
anidos fue el Cyanodictis, posteriormente este grupo evolucion¶
o hacia Cyanodesmus y ¯nalmente a Tomarctus, es a partir de este grupo que
se originaron todos los actuales miembros de la familia Canidae (Mech, 1970).
Tradicionalmente se reconocen 24 subespecies de Canis lupus en Norteam¶erica (Goldman 1937; Hall,
1981), sin embargo Nowak (1983) realiza una profunda revisi¶
on taxon¶
omica y de distribuci¶
on geogr¶a¯ca
de las subespecies reconocidas por Goldman (1937),
y a trav¶es de an¶
alisis multivariados de cr¶
aneos depositados en colecciones cient¶³¯cas de Norteam¶erica, logra hacer una reclasi¯caci¶
on taxon¶
omica del lobo, los resultados encontrados acent¶
uan la importancia evolutiva del lobo mexicano (Canis lupus baileyi), ya que en su an¶
alisis reconoce 5 grandes grupos o poblaciones de lobos entre las 24 subespecies
propuestas por Goldman, quien estableci¶
o la clasi¯caci¶
on de subespecies, con par¶
ametros morfol¶ogicos actualmente poco usados en taxonom¶³a. Los grupos reconocidos por Nowak son: 1) el grupo del norte de Alaska, 2) el grupo del este de los Estados Unidos, 3) el grupo del norte de Groenlandia, 4) el del
noroeste de los Estados Unidos y 5) el del suroeste de Norteam¶erica o Lobo Mexicano (C. l. baileyi) (Serv¶³n, 1993).
Posteriormente Bogan y Melhop (1983) obtuvieron
resultados parecidos y por lo tanto hicieron conclusiones similares al analizar cr¶
aneos exclusivamente
de C. l. baileyi, C. l. monstrabilis y C. l. mogollonensis, llegando a la conclusi¶
on de que no existen diferencias signi¯cativas entre las tres subespecies del suroeste de Norteam¶erica y que se consideran a¯nes.
Esto rasgos relativamente recientes, destacan la importancia del lobo mexicano debido a que ¶este se
aisl¶
o y posiblemente, su adaptaci¶
on fue muy diferente a la de sus parientes del norte, de los cuales s¶³ se
Historia, biolog¶³a. . . Rosa C. Alvarez, Ricardo Gonz¶
alez, Lourdes Y¶
an
~ez y Miguel Armella
51
Figura 1. Representaci¶
on esquem¶
atica de la evoluci¶
on de la familia Canidae y grupos cercanos a partir de los Creodontos
y Miacidos
ha logrado obtener una mayor cantidad de informaci¶
on biol¶
ogica (Serv¶³n, 1993).
Los c¶
anidos est¶an bien adaptados a la carrera, su estructura ¶
osea re°eja un bajo grado de especializaci¶
on, siendo particularmente mayor la longitud de
sus patas comparadas con el resto del cuerpo, los
c¶
anidos caminan sobre sus dedos (debido a esto se
les denomina digit¶³grados), poseen un equipo dental formado por 42 piezas. La caracter¶³stica m¶
as distintiva de los c¶anidos es el largo y puntiagudo diente
canino, llamado colmillo, adem¶as de sus cuatro cortantes premolares superiores y sus primeros molares inferiores los cuales son usados para romper y triturar el alimento que acostumbran tragar en grande trozos, los dientes caninos inferiores est¶
an dispuestos de tal modo que encajan con los huecos cercanos a los correspondientes a la mand¶³bula superior cuando la boca se cierra, los incisivos, ligeramente curvados hacia adentro y situados entre los caninos, al frente de la boca, son usados para asir las
presas y desprender de ella piezas peque~
nas de tejido (INE, 2000).
Generalidades sobre la subespecie
C. l. baileyi
Canis lupus baileyi es considerada como la subespecie m¶
as peque~
na y gen¶eticamente distinguible de lobo, su tama~
no corporal se incrementa de sur a norte y de este a oeste dentro de su ¶
ambito de distribuci¶
on (Bernal, et al, 1990), los machos adultos tienen un peso promedio de 33 Kg, variando desde los
28.8 Kg, hasta los 38.5 Kg, mientras que las hembras
adultas presentan un promedio de 27 Kg, con un rango de variaci¶
on que va de 22.9 a 31.4 Kg. Sus medidas var¶³an entre los 130 y los 180 cm del hocico a la cola.
Su altura a la cruz va de 60 a 80 cm, su cabeza es angosta, sus orejas son grandes de 111 mm en promedio, gruesas y redondeadas en la punta, las patas son grandes y los cojinetes anchos, cuya super¯cie promedio es de 100 mm x 85 mm (Serv¶³n, 1993).
La cola var¶³a de 25 a 45 cm y est¶
a cubierta por pelo largo y denso, el pelo entre los hombros y en la
parte anterior de la espalda es m¶
as largo que el resto y forma una especie de melena (INE, 2000), los
hombros y el lomo son m¶
as obscuros que las regiones interiores (Bernal et al, 1990) los colores predominantes de esta subespecie son ante o leonado
52
(ocr¶
aceo), p¶
alido amarillo sucio con sombreados negros en el pelo de la espalda y en las partes superiores de los °ancos, la garganta suele mostrar un collar de color negro con las puntas de los pelo de color oscuro (INE, 2000).
Distribuci¶
on geogr¶
a¯ca
La distribuci¶
on de esta subespecie abarcaba desde el sur-centro de los EUA, comprendiendo Texas, Nuevo M¶exico y Arizona (USFWS, 1982), hasta
los estados de Sonora, Chihuahua, parte de Coahuila extendi¶endose hacia el sur de la Sierra Madre
Occidental, pasando por los estados de Durango,
Zacatecas, Sonora y San Luis Potos¶³, continuando
por la parte central de la Rep¶
ublica y el Eje Neovolc¶
anico hasta los estado de Oaxaca, Michoac¶
an
y Puebla (Figura 2) (Serv¶³n, 1984; Serv¶³n, 1993;
Bernal, 1989).
Conformaci¶
on de grupo y din¶
amica
poblacional
El lobo es el u
¶nico miembro de los c¶anidos americanos que tiene un comportamiento social de¯nido y
asociaciones en manadas, tiende a formar n¶
ucleos familiares m¶
as peque~
nos y cerrados que los de las manadas de los lobos del norte (INE, 2000), estos peque~
nos grupos incluyen a la pareja reproductora, la
camada de crianza y a uno o m¶as ejemplares a~
niles,
te¶
oricamente el tama~
no de la unidad social depende del acceso al alimento, los recursos y las posibilidades de apareamiento (Berdnarz, 1988; McBride, 1980; Mech, 1970).
Berdnarz (1988) menciona que los lobos son mon¶
ogamos y algunos investigadores, han observado que
despu¶es del reemplazamiento de un lobo reproductor
por un lobo disperso, el integrante de la pareja original muere, posteriormente dicho animal es sustituido por un ejemplar criado en la manada, asumiendo
la posici¶
on reproductiva, este efecto le permite heredar a un lobo su territorio natural, los cruzamientos
entre padres e hijos no han sido observados en condiciones silvestres y aparentemente este hecho u
¶nicamente puede registrarse cuando se incluyen variables
arti¯ciales principalmente resultantes del cautiverio
(Bernal et al, 1990).
El lobo es un animal territorial, los animales adultos recorren las fronteras de su territorio y las de¯enden, la super¯cie del territorio var¶³a mucho y puede
extenderse desde ¶ambitos de seis a quince kil¶ometros
cuadrados hasta varios cientos de kil¶ometros cuadrados (INE, 2000); seg¶
un Mech, (1974) el ¶ambito hogare~
no del lobo puede ir desde 130 hasta los 5000
Km2 , el territorio es la parte del ¶ambito hogare~
no
que de¯enden activamente dependiendo de las presas
(INE, 2000).
ContactoS 48, 49{55 (2003)
En general existen varias razones que empujan a los
animales a la defensa de su territorio, las dos m¶
as comunes son: un territorio que permita el cortejo y el
apareamiento sin interferencia de otros individuos;
asimismo el territorio sirve para almacenar alimentos y distribuirlo y es la cantidad del mismo que un
animal puede defender por s¶³ solo. Estos son dos factores que poseen una profunda in°uencia en la determinaci¶
on de la estructura social (INE, 2000).
Dominancia
Un interesante rasgo de la dominancia es que el individuo alpha de¯ende siempre a los restantes del
grupo, el beta a todos menos al alfa y as¶³ sucesivamente, a trav¶es de una jerarqu¶³a perfectamente establecida, una vez establecida la jerarqu¶³a se sostiene m¶
as por una diferencia de los subordinados que a
trav¶es de la lucha, los individuos dominantes suelen
ser los m¶
as viejos o bien aquellos que son m¶
as grandes o fuertes, ya que en caso de entablarse una lucha pueden vencer con facilidad (Slater, 1988).
Por su parte Serv¶³n (1984), considera que el macho alpha, no es aquel animal m¶
as fuerte y robusto del grupo, sino que es el individuo que re¶
une ciertas caracter¶³sticas, como, ser el centro de las actividades del grupo, el que encabeza los coros de aullidos, durante el celo es el animal con m¶
as posibilidades de montar a la hembra reproductiva, es el lobo
que come primero junto con su pareja y lo m¶
as importante, mantiene junta y en cohesi¶
on social a la
manada, emite contactos sociales neutros con todos
los miembros de la manada, adem¶
as de ser muy tolerante con los subordinados, evitando emitir conductas agresivas severas y reprimiendo a individuos en
con°icto.
Dieta
El lobo es un animal instintivamente cazador, no
obstante debe en algunas circunstancias diversi¯car
sus fuentes de alimentaci¶
on para asegurar su supervivencia seg¶
un el territorio en el que se encuentre,
de ah¶³ la extremada variedad de su dieta que va desde insectos, ratones, conejos, liebres, jabal¶³, borrego silvestre, berrendo, venado y aves (Camps, 1994;
McBride, 1980; Leopold, 1977), se ha reportado que
en ciertas ¶epocas del a~
no consume algunos vegetales, principalmente la vaina del mezquite por su fructuosa (Bernal, 1989), y tambi¶en frutos de t¶
azcate Juniperus deppeana (Serv¶³n, 1983), la biomasa requerida y estipulada por el Mexican Recovery Team para el mantenimiento de una poblaci¶
on de C. l. baileyi, corresponde a 12.5 venados / 2.59 Km2 o de 4,560
Kg / 100 Km2 a 27,788/ 100 Km2 (Bernal, 1989).
En los Zool¶
ogicos y Centros de Conservaci¶
on de la
Fauna Silvestre, la alimentaci¶
on de los animales es
Historia, biolog¶³a. . . Rosa C. Alvarez, Ricardo Gonz¶
alez, Lourdes Y¶
an
~ez y Miguel Armella
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Figura 2. Distribuci¶
on Hist¶
orica del Canis lupus baileyi.
muy variada y puede ir desde pollo, carne de caballo, aves de corral, conejos hasta croquetas; sin embargo (Gonz¶alez et al, 2000), reporto haber observado dentro del encierro restos de presas peque~
nas tales como conejos silvestres, ardillas y zorrillos.
Reproducci¶
on
C. l. baileyi, presenta una longevidad en cautiverio de 15 a~
nos, mientras que en estado silvestre se
presume alcanza entre 7 y 8 a~
nos, se reproduce solo una vez al a~
no (Serv¶³n, 1993).
Los machos alcanzan su madurez sexual a los tres
a~
nos y las hembras a los dos (Mendoza, 1997), las
hembras entran en per¶³odo de receptividad sexual
entre los meses de febrero y marzo, a partir del mes
de noviembre o diciembre, puede hablarse de la existencia de un per¶³odo de estabilizaci¶on y formaci¶
on
de la pareja, el per¶³odo estral es relativamente corto con una duraci¶on de 3 a 5 d¶³as, los partos se presentan al ¯nal del mes de abril y principios del mes
de mayo (Bernal et al, 1990).
El periodo de gestaci¶on varia de 60 a 63 d¶³as (Mech,
1970; Serv¶³n, 1997), el tama~
no promedio de la camada es de una a nueve cr¶³as, con una media de
4.34 y una moda de 4 en una poblaci¶on cautiva desde 1970 a 1998, la proporci¶on de sexos no es signi¯cativamente diferente de 1:1 (Serv¶³n, 1997).
Las madrigueras (una para parto y otra para la fase ¯nal de la lactancia), son construidas principalmente por la hembra, usualmente la madriguera consiste en un t¶
unel subterr¶
aneo excavado en pendiente sirviendo troncos y piedras como techo o soporte del mismo (Bernal et al, 1990).
Al nacimiento, las cr¶³as son ciegas y sordas, la coloraci¶
on del pelo es muy oscura, tienen la cabeza peque~
na y proporcionalmente m¶
as grande con respecto
al cuerpo, sus orejas son peque~
nas, sus funciones motoras se limitan exclusivamente a mamar, arrastrarse y lamer, alrededor de los 11 y los 18 d¶³as, abren los
ojos y ya son capaces de pararse, comienzan a brotar los dientes incisivos, la coloraci¶
on del pelo cambia, a los 22 d¶³as los cachorros inspeccionan la madriguera, el desarrollo posterior procede r¶
apidamente, a las cuatro semanas su dentadura ya est¶a completa, el tipo de alimentaci¶
on est¶
a relacionado con
la aparici¶
on de las piezas dentales, ya que al principio los padres les regurgitan el alimento, la lactancia se extiende de 34 a 50 d¶³as despu¶es de la fecha del parto, los lobos j¶
ovenes que se encuentran
en periodo de aprendizaje se llaman lobatos (Bernal, 1989; Camps, 1994; Serv¶³n, 1997).
54
Comunicaci¶
on
Los lobos usan varios tipos de comunicaci¶on para intercambiar informaci¶on: comunicaci¶on corporal, en
este tipo de comunicaci¶on existe un intercambio de
conductas entre miembros de la manada, la cual es
transmitida a trav¶es de posturas de algunas partes
del cuerpo, movimiento de orejas, posici¶on y movimiento de cola, posici¶on de las patas, gesticulaciones,
todas juegan un papel muy importante en la transmisi¶
on de los estados de ¶animo de un lobo la vista tambi¶en juega un papel importante en la emisi¶
on y recepci¶
on de conductas (Serv¶³n, 1984).
Auditiva: los aullidos son considerados tambi¶en como otra forma de comunicaci¶on, ¶estos pueden escucharse perfectamente a una distancia de 2 Km,
se han tenido registros de que existe una alta correlaci¶
on entre la frecuencia de aullar y la posici¶
on
jer¶
arquica que ocupa dicho individuo, esto es, el lobo dominante a¶
ulla con mayor frecuencia (Bernal et
al, 1990). Serv¶³n (2000), reporta que los aullidos en
grupo son m¶
as comunes durante el periodo de apareamiento (enero/febrero), los cuales tienden a escucharse en el amanecer y anochecer, durante la temporada de apareamiento, encontr¶o un promedio de
2.3 aullidos por d¶³a, la duraci¶on de los coros var¶³a
de manera signi¯cativa en el a~
no, siendo m¶
as largos a principios del invierno y muy cortos a ¯nales del verano.
Qu¶³mica: existen cuatro diferentes tipos de marcaje
qu¶³mico:
ContactoS 48, 49{55 (2003)
la abundancia de estas especies tiene in°uencia sobre las plantas de las cuales dependen, por lo tanto se puede inferir que los carn¶³voros tienen un efecto interdependiente que puede afectar la biodiversidad de todo el ecosistema (INE, 2000).
La prevenci¶
on de la extinci¶
on del Canis lupus
baileyi ha requerido de un serio planteamiento, asignaci¶
on y manejo cuidadoso del aprovechamiento de los recursos naturales y econ¶
omicos, con el apoyo de una preservaci¶
on in situ en ¶
areas protegidas o potencialmente protegidas, y una protecci¶
on ex situ en parques
zool¶
ogicos, en las zonas protegidas ha sido posible preservar m¶
as especies y variedades silvestres que en los sistemas de protecci¶
on ex situ, en el caso del lobo, ambas forman parte integral de un manejo racional, el cual incluye conocimientos relacionados con su comportamiento, este manejo racional engloba la protecci¶
on contra otras amenazas adem¶
as del deterioro y la destrucci¶
on del medio, el abuso de la explotaci¶
on (tanto intencional como fortuita), y los efectos producidos por las especies ex¶
oticas introducidas en el medio
(Bernal, 1989).
Siminski (2002), reporta para ese a~
no un total de
801 individuos, de los cuales 371 son machos, 306
hembras y 124 defunciones tanto en M¶exico como
en los Estados Unidos.
iii. Defecar
La visi¶
on de largo plazo del Proyecto de Recuperaci¶
on del lobo mexicano tiene como objetivo lograr la
reintroducci¶
on de grupos familiares de lobos mexicanos en varios bosques del pa¶³s, que constituyan el
n¶
ucleo de poblaciones silvestres viables y sanas para lograr la permanencia a largo plazo de esta subespecie en territorio mexicano (INE, 2000).
iv. Orinar y posteriormente rascar la super¯cie con
las extremidades posteriores
Para esto es necesario abarcar tres aspectos de manera simult¶
anea:
De estos cuatro diferentes tipos de marcaje qu¶³mico el macho dominante realiza con mayor frecuencia el i y el iv, se ha registrado que casi un 100 %
de los casos el orinar levantando una de las extremidades posteriores se dirige a un objeto en particular, las marcas de orina, brindan una gran cantidad de informaci¶on referida principalmente a la delimitaci¶
on del territorio, el sexo del individuo y su posici¶
on dentro de la escala jer¶arquica (Bernal et al,
1990).
a) Continuar con el programa de reproducci¶
on en
cautiverio para lograr el m¶
aximo n¶
umero de individuos y de esta manera evitar la endogamia.
i. Orinar levantando una de las extremidades
ii. Orinar descendiendo
Conservaci¶
on del lobo Cannis lupus baileyi
La conservaci¶
on juega un papel preponderante en
la composici¶
on de los sistemas naturales, la importancia de los carn¶³voros radica en el efecto que tienen sobre la abundancia y mejora del acervo gen¶etico de las especies que conforman su dieta, a su vez
b) Continuar con la b¶
usqueda de sitios id¶
oneos para la reintroducci¶
on en el mediano plazo, procurando tambi¶en la restauraci¶
on integral del h¶
abitat, particularmente la salud, abundancia y la diversidad de
las comunidades de herb¶³voros silvestres.
c) Establecer un programa de educaci¶
on ambiental
enfocado al papel que desempe~
nan los depredadores
en el medio silvestre (INE, 2000).
La comprensi¶
on y apoyo de la sociedad civil en su
conjunto bajo la consideraci¶
on de que no es posible mantener el ecosistema sin la totalidad de
sus componentes har¶
a posible que uno de los m¶as
Historia, biolog¶³a. . . Rosa C. Alvarez, Ricardo Gonz¶
alez, Lourdes Y¶
an
~ez y Miguel Armella
distinguibles elementos de la fauna nacional \El
Lobo Gris Mexicano" vuelva a aullar en nuestros
bosques ocupando el lugar que la naturaleza le
concedi¶
o.
55
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