CONDUCTO COLECTIVO

CONDUCTO COLECTIVO
El sistema de conducto colectivo para la evacuación de los gases producto de la combustión, se
basa en los más elementales principios físicos.
De tal forma, este tipo de conductos es un sistema presostático, lo que significa que trabaja por
diferencia de las presiones de los gases, sin máquina forzadora de ningún tipo.
La física moderna estudia el comportamiento de los gases dentro de un conducto desde el punto
de vista microscópico, solamente de forma estadística, ya que aún hoy, no es posible estudiar el
movimiento y comportamiento de las moléculas de dichos gases debido a su cantidad (en el orden
de 102 por cm3), ya que se requieren al menos 6 posiciones coordenadas a fin de ubicar a cada una
de esos millones de moléculas mecánicamente en el espacio y a cada instante.
Por ello, la termodinámica nos explica el comportamiento de esos gases, con todas las salvedades
que deberemos tomar en cuenta a fin de garantizar, en este caso, la seguridad de las personas
(véase la toxicidad del monóxido de carbono CO), variables como:
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Temperatura interior del conducto secundario
Temperatura interior del conducto primario
Temperatura exterior del sistema
Æt° entre t° -int y t° -ext
Incidencia de vientos en el remate
Índice de aspiración estática del remate
Índice de aceleración lineal de los gases en función de otras tantas variables, etc.
Como vemos, las variables a las que se encuentra expuesto un conducto de evacuación son
múltiples, y cambiantes con las condiciones meteorológicas (presión atmosférica, etc).
Un conducto de evacuación de gases producto de la combustión, tiene por objeto transportar
fuera del ambiente los residuos producidos por la combustión de un hidrocarburo.
Sabemos que el gas natural suministrado actualmente por redes es un combustible (básicamente
metano) compuesto por hidrógeno y carbono (por su origen orgánico), cuya fórmula química es
CH4 (un átomo de carbono y 4 de hidrógeno), que se encuentra en yacimientos gasíferos y sobre
los yacimientos de petróleo, y que también es un derivado de la destilación del petróleo.
Los conductos de éste tipo están destinados a cargar artefactos de cámara abierta, de tiro natural
(presostáticos), y su funcionamiento requiere que el primero cuente con una reposición en su
nacimiento, con un mínimo de 3 metros de aceleración lineal antes del vuelco del primer
secundario, a fin de que produzca la aceleración necesaria en su interior.
Como ha quedado expuesto, los conductos están sujetos a un sinfín de variables que pueden
alterar su funcionamiento, y lo único que se puede asegurar desde el punto de vista práctico es
que lo mejor será facilitar en la mayor medida posible la aceleración vertical de los gases, la puesta
en régimen del conducto y la mejor salida posible de los mismos. Para ello debemos garantizar:
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Verticalidad
Ausencia de rugosidad que provoque turbulencias
Igual sección en todo el recorrido
La mayor aislación de temperatura exterior
Más aún cuando ese conducto puede poner en riesgo la vida de las personas debido a la toxicidad
del monóxido.