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ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES
Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA
EN ESPAÑA (1893-1954)
GLORIA Q U m O G A VALLE
Universidad Carlos m de Madrid
RESUMEN
Este artículo muestra un estudio antropométrico de los reclutas españoles
entre 1893-1954, con el fin de explorar una aproxunacion a los niveles de
bienestar en España. Se señala la importancia de la estatura como mdicador
del nivel nutricional y epidemiológico, así como sus determmantes. Basándose
en las Hojas de Filiación de los reclutas españoles, se presentan las senes
de estatura media a nivel nacional, regional y socioprofesional. Los «sultados
indican cambios y diferencias en el bienestar de los españoles, una esttecha
correlación entre estatura, renta, condiciones sarntaruis, y como la estatura
puede ser un indicador de la evolución del grado de desigualdad en l-scondiciones materiales de vida, mostrando para España un diferente comportamiento espacial y sectorial.
ABSTRACT
This article applies an anthropometric study to Spamsh «:»°|«=«P"^f'*;°
1893-1954 in order to explore a proxy for living standards m Sp»"»-^^ fif »
part of the article introduces the importance of height as ««. «»*'«='!25 « ^ ¿ ^
of nutrition and epidemiological enviroment, and "» ¿«**5°^"°*''„]J„VaT^3
part uses the conscripts files to calcúlate average heights at « ° - « ° « ¿ ««^
regional level and by socio-professional categories. Tlus^ectu.n « ^ h o - ^ ^ » ^ » ;
« i d differences in Spanish üving standards. A --'^O^Í^^^^^^
S
correlation between height, income and sanitaiy ^ í
o Í T n i a h í v h,
can be used as an indicator of the evolution of the degree «/ « " « ^ " f ^ / »
material üving conditions which in the case of Spam shows a divergent bebaviour between regions and socio-professional categones.
~ ~ ^ T : ; ; ; o r a agradece todas las sugerencias de ^ ^ ^ ^ - Z : ' ^ l ^ : ^ X
pretacones en la Historia Econónuca fJ^^^^^^cZ^l
Sebastián Coll, Stefan
los comentarios rec b dos por parte de Jordi Falatox, Aioen <^<u
,
obstante
Houpt y los evaluadores atónimos han contribuido a mejorar el resultadofinal.No obstante,
toda la responsabilidad sobre los errores cometidos es exclusivamente mía.
Revista de Historia Económica
Año XIX, 2001. N" extraordinario.
175
GLORIA QUIROGA VALLE
INTRODUCCIÓN
La atención prestada por la Historia Económica a los niveles de vida
de las poblaciones en el pasado ha estado centrada habitualmente en los
indicadores tradicionales, especialmente renta por habitante y salarios reales. No obstante, el uso de estos indicadores económicos plantea problemas
tanto teóricos como empíricos relacionados con su construcción (bienes
incluidos y excluidos, ponderaciones utilizadas, no contabilización de algunas utilidades y servicios intangibles, etc.), y con la disponibilidad de fuentes
fiables para estas variables que sean a su vez representativas de todo el
espectro social'.
Ante esta situación, los científicos sociales y los organismos internacionales han intentado crear indicadores de desarrollo más universales y
fáciles de construir, sustituyendo así el concepto de nivel de vida por uno
más amplio como es el de bienestar y recurriendo para ello al uso de
nuevas variables ^. De este conjunto de nuevas variables destacan las medidas antropométricas. En especial la estatura, que es un excelente indicador
del estado nutricional, del nivel sanitario, del medio ambiente epidemiológico, del desgaste fi'sico, y en definitiva de las condiciones materiales
de vida para determinadas fases de desarrollo.
A la vez que la estatura contempla aspectos de las condiciones materiales de vida descuidados por los indicadores económicos, es posible que,
a propósito de determinadas sociedades del pasado, englobe a estos últimos.
El punto de partida de esta metodología es la idea de que el consumo
de alimentos en siglos pasados era el mayor componente de gasto familiar,
lo que convierte a la estatura posiblemente en el mejor indicador del nivel
nutricional de una población, y estrechamente emparentado con la renta
per cápita, siempre a propósito de ese tipo de economías ^.
Además, los datos sobre estatura presentan otras ventajas, como son
la abundancia y extensión sobre diferentes grupos socioeconómicos y áreas
' Véase CoU y Komlos (1998).
^ A modo de ejemplo, véase Nordhaus y Tobin (1973). Una revisión del tema aparece
en Offer (2000).
' Durante la etapa comprendida entre los siglos XV y xvili, la mayor parte de la sociedad
(«la masa de la pobreza») gastaba entre el 70 y el 80 por 1(X) de sus ingresos en su alimentación, que no dejaba de ser escasa. Véase Cipolla (1992). En general, para cualquier
tipo de economías, todos los factores que influyen en la estatura media de una población
operan a través de la enfermedad y especialmente de la nutrición, que a su vez depende
de los precios relativos de los alimentos, de los precios del resto de los bienes y especialmente,
de la renta familiar y de la distribución del ingreso. Steckel (1992) y (1995).
n(,
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA (1893-19,4)
geográficas; a su vez, pueden ser utiHzados para analizar mejoras en la
nutrición y comportamientos socioeconómicos (especialmente en la productividad del trabajo y en el declive de la mortaUdad) y, por últmio, pueden
aportar información útü para conocer la evolución de la desigualdad si
no en la distribución del ingreso, al menos en las condiciones materiales
de vida''.
,
,
i
•-
j
Estas ventajas han permitido que el estudio de la evolución de es a
variable se convierta en una línea de investigación muy fructífera en la
historia económica internacional, denominada Historia Antropométrica,
heredera de los estudios de economía del desarroUo Ugados a orgamsmos
internacionales que proüferaron a partir de 1960. El objeto de estudio
es la relación existente entre las medidas antropométncas y los mveles
de vida, planteando el empleo de las primeras como indicador de los progresos en el nivel de vida a propósito de aqueUos países en vías de desarrollo
para los cuales se carece de información directa sobre el producto per
cápita \ En reaUdad, estos estudios no hacían más que continuar, después
de un largo paréntesis, la línea abierta por los primeros investigadores de
la ciencia estadística a comienzos del siglo xix al estudiar as relaciones
existentes emre estatura, mortaHdad y condiciones materiales de vida .
Los historiadores económicos siguieron pronto el ejemplo, esta vez a
propósito de la época preindustrial, para la cual tampoco existen senes
que proporcionen información sobre los niveles y las condiciones matendes
de vida y a menudo tampoco la información de base para reconstruirlas
con garantías defiabiHdad.El impulso fundamental vino dado en la década
de los ochenta por Fogel y sus colaboradores que empezaron a trabajar
en diferentes países y para diferentes épocas y grupos sociales siguiendo
esta metodología. Así, destacan los estudios Uevados a cabo para el Imperio
Austro-húngaro, Inglaterra, Irlanda, Suecia y Estados Unidos que muestran primero, la existencia de ciclos en la estatura física, dependiendo
su evolución de factores medioambientales y aUmenticios; y segundo, la
" ^ La estatura es mejor indicador cuanto más atrasada es la sociedad objeto de estudio;
pero una vez que se ha sobrepasado este nivel, la estatura va perdiendo capacidad de reflejo
Te biTestar. Obviamente, la estatura no puede seguir aumentando al mismo ntmo que
lo hace la renta ni indefinidamente.
^ w Í f e ^ t l T L * Qu!!elet (1842) y (1871). Villermé (1829), Galton ,188^87). y
en España, Oloriz (1896), Figuerola (?).
177
GLORIA QUIROGA VALLE
divergencia, en ocasiones, de indicadores convencionales de bienestar económico y los indicadores antropométricos ''.
Un inconveniente de la estatura es, sin embargo, que resulta un indicador referido a períodos de tiempo bastante más largos que los usuales
en otros indicadores. En efecto, la estatura humana a una determinada
edad refleja el impacto acumulativo nutricional neto, es decir, la diferencia
entre los nutrientes ingeridos y el desgaste energético producido por el
mantenimiento del metabolismo basal, por el trabajo y la actividad física
y por la enfermedad, desde la etapa uterina hasta el período en el cual
el crecimiento físico se detiene. Este momento depende de cuándo se produzca el «estirón» adolescente.
El crecimiento humano sigue un patrón bien definido, denominado
curva de crecimiento, que acusa mayor velocidad durante los dos primeros
años de vida, declive durante la infancia, y crecimiento rápido durante
la adolescencia. Por tanto, la sensibilidad del crecimiento a la malnutrición
o a la enfermedad depende de la edad en la que éstas actúan.
No obstante, el patrón reflejado por el crecimiento parece ser causa
de las condiciones ambientales, que determinan, por ejemplo, la edad a
la que se produce el estirón adolescente o la edad a la que se detiene
el crecimiento. La literatura médica refleja que una malnutrición y/o unas
condiciones ambientales desfavorables en los primeros años de vida pueden
ser compensadas a lo largo de la infancia, mientras que si ésta ocurre
en la adolescencia, se provocará un retraso en el crecimiento y en la maduración ósea inhibiendo el crecimiento ^. En este caso, cuando el crecimiento
se produzca va a ser menor y no existen posteriormente «oportunidades
de recuperación» para conseguir la estatura final potencial, puesto que
el final de la etapa de crecimiento coincide con el final de la adolescencia,
y el único mecanismo de defensa es retrasar el período del «estirón». Obviamente el retraso no puede ser indefinido.
Por todo lo expuesto se desprende que la adolescencia es el período
más sensible al crecimiento y el más importante en la consecución de la
estatura final y que la edad a la que ésta se produce (entre los doce años
de la actualidad y los veinte de épocas pasadas) variará en función del
nivel nutricional y las condiciones ambientales a las que los individuos
estén expuestos, siguiendo el patrón de, a mejor alimentación y mejor
' Véase al respecto, entre otros, Komlos (1989), (1994) y (1995); Floud, Watcher y
Gregory (1990); Nicholas y Steckel (1991); Sandberg y Steckel (1980); Fogel y Engerman
(1982). Para un buen estado de la cuestión, véase Steckel (1995) y Martínez Carrión (1995).
" Wieringen (1978), Eveleth (1985).
178
ESTATURA. DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA I1893..954)
ambiente epidemiológico, el estirón adolescente se experimentará a edades
más tempranas, y viceversa.
El objetivo de este artículo es utilizar las medidas antropometncas,
en concreto la estatura, para arrojar información sobre la evolución durante
la primera mitad del siglo xx del estado de la población española masculina
desde los puntos de vista de la alimentación, samdad, bgiene. vivienda,
etc., componentes todos éstos de las condiciones matenales de vida, para
poder complementar y/o matizar a otros indicadores económicos. Aunque
la metodología no es nueva para el caso español, ya que existe el trab^o
pionero de Gómez Mendoza y Pérez Moreda o los realizados por Marünez
Carrión para el caso murciano, la principal aportación de este articulo se
basa en que por primera vez se presenta una sene «.ntrnua de estatura
para España y para todas sus regiones desde 1893 hasta 1954 extraída
a partir de las Hojas de Filiación de los reclutas españoles y que peíate
eidazar con las estadísticas publicadas por el Mmisteno de Defensa a partir
de 1955 hasta nuestros días '.
1. LAS HOJAS DE FILIACIÓN DE LOS RECLUTAS ESPAÑOLES
A comienzos de la década de 1860 se estableció que cada municipio
comenzara a recopUar sus propios Libros de Actas de Reclutamiento en
los cuales debía anotarse información de todos y cada uno de los jóvenes
que eran llamados a fdas, mientras pasaban su reconocimiento niedico.
Simultáneamente, se rellenaba un formulario, Uamado Ho,a de Filiación
que constituía la primera pieza del expediente mdividual del mozo^ En
dicha hoja se registraban, entre los datos personales, su estatura. Afortunadamente, el Ejército ha conservado todos
^^^'J-^^'^''''"rZ
lizándolos en el Archivo General Militar Sección de Tropa, donde se
encuentran unos dieciocho millones de expedientes militares con su Ho,a
de Filiación correspondiente, uno por cada mozo español que o bien fue
excluido o bien cumplió su Servicio MiHtar en el Ejercito de Tierra
Debido a la abundancia de datos que existe en el Archivo, tuvimos
que recurrir al muestreo para reducir la población estadisüca a una base
de datos más manejable. Para reaKzar este muestreo se distmguieron dos
Z
.. ,
r>i «, \A^rpAo (1985)- Martínez Carrión (1985), (1994) y (1995);
' Gómez Mendoza y P ^ ^ f . ^ o V ) El ¿abajo de Gómez Mendoza y Pérez Moreda
Martínez Carrión y Pérez Castejon (19^»). d traoaju uc
(1985) sólo abarcaba desde 1912 a 1929.
179
GLORIA QUIROGA VALLE
períodos: 1893-1910 y 1911-1954 '°. La línea divisoria de ambos períodos
viene dada porque en 1912 se instauró una nueva Ley de Reclutamiento
por la que el Servicio Militar pasaba a ser obligatorio para todos los varones
españoles ''. Con anterioridad, figuras como la redención en metálico o
el pago a un sustituto eran prácticas habituales entre las familias acomodadas, lo que implica que los expedientes anteriores a 1911 son una muestra
sesgada hacia la presencia de varones procedentes de familias con ingresos
bajos y menos representativa de la totalidad de la población española. Además, con anterioridad a 1911, sólo existen datos para algunas provincias
españolas, mientras que a partir de esta fecha, se dispone de una base
de datos prácticamente completa '^. Por tanto, se utilizó una muestra aleatoria para seleccionar los expedientes pxjsteriores a 1911, mientras que
para el período anterior, el muestreo tuvo que ser modificado para evitar
el sesgo.
Para el período 1893-1910, el método de muestreo no podía ser aleatorio, ya que se conocía la existencia de una sobre-representación de las
clases agrarias y de ingresos bajos. Sin embargo, y sorprendentemente,
observando los expedientes aparecieron ejemplos de estudiantes, profesionales o incluso rentistas, lo que permitió componer una muestra representativa con la condición de incluir a todos estos individuos. Así pues,
la muestra se tomó recogiendo aleatoriamente miembros de los grupos
de ingresos bajos y todos los individuos que pertenecieran a clases acomodadas, en igual número (veinte por grupo). A continuación, se ponderaron las medias correspondientes, usando como ponderación el número
de habitantes de cada grupo atribuido por el censo de población más próximo, con el fin de calcular una media lo más representativa posible, dentro
de todas estas limitaciones. Por ello, los resultados de este período deben
ser tomados con cautela.
Entre 1911 y 1954, debido tanto a la propia organización del archivo
como al deseo de poder establecer comparaciones regionales (se necesitaba
una muestra que garantizara, para cada año, la presencia de un número
suficiente de individuos pertenecientes a cada región), el muestreo fue
'" Las razones de comenzar el estudio en 1893 obedecen a que es el primer año del
que existen datos en el mencionado Archivo, y de terminar en 1954 es que a partir de
esta fecha ya existen datos de estatura publicados por el Ministerio de Defensa.
" Cuando se habla de año de reclutamiento, éste siempre es el anterior al de incorporación a filas; así, los tallados en 1911 ingresaron en el Ejército en 1912 y por ello fueron
los primeros en sufrir el nuevo reglamento.
" Las excepciones son Cantabria, Murcia y Asturias cuyas series comienzan hacia 1930,
lagunas debidas a la Guerra Civil, durante la cual se destruyó mucha información.
180
ESTATURA. DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVEIXS DE VIDA EN ESPAÑA (1893-1954)
aleatorio poUfásico resultando una muestra de 680 individuos por año,
recogidos de 107 legajos. El objetivo era tener para cada una de las diecisiete Comunidades Autónomas un número de individuos no mfenor a
treinta (el límite convencional para considerar como normal la distnbucion
muestran y que fuera representativo de toda la población española, ya
que «c post, la estatura media de cada provincia era ponderada por el
número de mozos que formaban el reemplazo correspondiente
La Habilidad del muestreo queda garantizada por las leyes de la teoría del muestreo y todos los resultados muestran que los errores estándar de la media
nacional estimada se encuentran en un orden de magnitud de unos 2,8 mm,
mientras que los errores típicos de las medias autonómicas estmiadas muestran unos valores del orden de 9,4 mm .
Otro factor que ha de tenerse en cuenta son los sucesivos cambios
en la edad de reclutamiento, que aparecen recogidos en la le^slaaon mibtar
correspondiente ''. Entre 1893 y 1907, la edad de talla de los reclutas
pasó de diecinueve años a veintiún años. Asimismo, existieron mulüples
alteraciones en la edad de reclutamiento producidas por la Guerra Cml
y la posguerra '*.
.
,.
• •
Antes de anaHzar los resultados, conviene hacer dos últmias precisiones:
cuando se habla de un determinado año, siempre nos referimos al ano
de reclutamiento y no al de nacimiento (para calcular este sólo hay que
restarle veintiuno a partir de 1907); y el criterio de clasificación de los
reclutas es el lugar de residencia y no el de nacimiento. La elección de
ambos criterios obedece, tal y como indica la literatura medica sobre el
crecimiento, a que lo realmente relevante es donde el mdividuo paso su
adolescencia, la cual tem'a más posibiUdades de haber transcumdo en el
lugar de reclutamiento que en el de nacimiento.
í^iThTcho de utiHzar la actual división administrativa en autonomías en lugar de las
r e g i o n e f L S c a s t d l L a q u e el objetivo fina, dd
hastalaactuaHdadyporeUoesm.sco^.-^^^^^^^^^
'" Para más información sobre su habiüdaü y la couu
' ^ ' " ™ ' : ; ' S ¿ - r c r i L Legisl-a dd Ejérdto de cada a«o y Quiroga (2001K
•^ S r a : ' t : ; ; ^ d a d . . ^ ^ . s .venes «an
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1900, se estableció ^ v ^ ^ J / . . ^ L ^ o a^^^^^^^^^
'^^""'°""
vemtiun anos. Durante la G"^^^« ^ ^ J ?
P^^„„ Uamados con veinte años, y lo mismo
L^^i^abrt^xr^rat^^^^
181
GLORIA QUIROGA VALLE
2. EVOLUCIÓN DE LA ESTATURA EN ESPAÑA, 1893-1954
El Gráfico 1 muestra la serie de la estatura media de los reclutas españoles en medias móviles trienales para evitar las fluctuaciones espúreas
que la muestra anual pueda presentar como consecuencia del error aleatorio
de las muestras, pero al mismo tiempo, intentando no perder mucha información sobre la evolución de la variable '^.
En el largo plazo, la serie de estatura media de los reclutas españoles
muestra un incremento de tres centímetros a lo largo de sesenta años (exactamente 30,82 mm). El crecimiento fue bastante modesto para un período
de tiempo tan largo, especialmente si se tiene en cuenta que en los cuarenta
y cinco años siguientes (1955-1999), el aumento ha sido de más de nueve
centímetros (95,21 mm) '*. Este escaso crecimiento contrasta con el experimentado por otros países europeos, como es el caso de Suecia que ve
GRÁFICO 1
Estatura media de los reclutas españoles, 1893-19^4 (en mm).
Medias móviles trienales
Año de nacimiento
1874
1.660H
1894
1904
1915
1925
Año de reclutamiento
FUENTE: Archivo General Militar.
No obstante, la serie anual aparece recogida en el Gráfico 2 (p. 184).
Quiroga (2001) a partir de la Estadística de Reclutamiento y Reemplazo, 1954-1999.
182
^^T^x,», ce Y
V SOCIALES
sririAI PS Y
NIVELES UL.
DE VIDA EN ESPAÑA (1893-1934)
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES
Y NIVCLEJ
Cómo su estatura media aumentó en el mismo período de tiempo en mas
de cinco centímetros (56,8 mm) o los 63,8 mm de Holanda entre 1893
y 1945. Solamente, existe similitud con el caso "abano que muestra un
aumento de dos centímetros (23,6 mm) entre 1893 y 1942 .
Haciendo un examen más atento de la evolución de la sene de estatura,
se pueden distinguir claramente seis fases. Así, existe un primer penodo
(1894-1908) en el que aparece concentrado el mayor aumento de k estat'^^^^^
media (14,6 mm), seguido de una larga fase de estancamiento (1909-1928)
a continuación (1929-1933), la serie de estatura - P - ™ " ^ ^ ^ / . ^ f ^ " ^ "
mayor incremento (13,29 mm), al que le sigue una ^^^^ ^ f ^ ^ ¿ ^ f ^ j ^ ^
importante descenso (8,51 mm) y otra de estancamiento (1940-^1945). pa^
culminar al final del período con un incremento (8,50 mm) que permite
que la serie alcance el mismo valor que tenía vemte anos antes
Por tanto existen tres períodos de crecimiento, dos de ellos muy miportant!s 1894-'l908; 19294933) y un tercero (1940-1953) m s rnodes^
que logra que la estatura de los españoles - " ! - - ^ ^ " i " ^/^^^^^^^^
etapas de estancamiento, una bastante P - l ^ ^ ' ^ ^ ^ f f . ^ f j / a s c e n s o
breve (1940-1945); y, por último, un penodo (934-1939) de descenso
delaestatura r^edia que supone retroceder a valores de una decada an' " La expücación de estasfluctuacionesen la serie de - t ^ ^ " - ^ " ^ ^ ^ ^
en los cambios de edad de reclutamiento, y - " y ^ ^ P ^ " f ^ ^ " l ' " ^ V S
ción socioeconómica derivada de los acontecimientos h^«^°"-J J ^ ^ ^ ^
España durante este período. Haciendo
-\-^^'''%^',^'^^^''^l^^^
nuestra serie de estatura con la de renta per cápita de P-dos de k E^osura
(Gráfico 2), se observa que el perfil de ambas es p r a c t — e idenüco,
si se aplica un gap temporal a la serie de renta de cuat « ^ - J ' - ^ ^
cuando los reclutas contaban con dieciséis-diecisiete
-^^^^^^Jl^^l
crecimiento adolescente) ''. Esta simiütud de ambas senes conobora la
crecimiento adoiescemc;
condiciones matenales
hipótes s de que la estatura es un retlejo ae las
de vida, uno de cuyos principales componentes, aunque no el umco, es
la renta.
nerfecta entre la evolución de
Asimismo, existe una conelacion casi pertecia c
la serie de e tatura y la de las tasas de supervivencia de cada cohorte
de edad,Ío q ^ r p L que la estatura es también un reflep de las condiciones sanitarias .
•^Udjus(1964); Brinkman, Drukker y Sl°t a988) C ^ ^ - (1948).
- Los datos de renta per cápita, en Prados de la Escosura (19V?).
'' Quiroga y CoU (2000).
183
GLORIA QUIROGA VALLE
GRÁFICO 2
Estatura media de los reclutas españoles (1893-1954) y Renta per cápita
al coste de los factores (1890-1949)
FUENTES: Archivo General Militar y Prados de la Escosura (1995).
El aumento de casi 1,5 cm que tuvo lugar durante la primera etapa
(1894-1908) pudo deberse en parte a los sucesivos cambios en la edad
de reclutamiento de los mozos españoles, que pasó de diecinueve a veintiún
años. Sin embargo, el segundo período de gran aumento (1929-1933), parece que debemos atribuirlo a la favorable coyuntura socioeconómica (crecimiento económico, aumento de la renta y mayor igualdad en la distribución de la renta) de la segunda parte de la década de los veinte ^^.
El período de descenso de la estatura media (1934-1939) y el de estancamiento que le sigue (1940-1945) coincide con hechos cruciales en la
historia de España: la depresión de los años treinta, el clima de enrarecimiento social, económico y poh'tico de los años de la 11 República,
la Guerra Civil, la posguerra española y las consecuencias para España
de los inicios de la 11 Guerra Mundial. También podría influir el hecho
de que durante este período se asiste a un adelantamiento en la edad
de reclutamiento; sin embargo, la reducción de las estaturas se observa
también en los años en los que el reclutamiento se efectuó en la edad
habitual, lo cual invita a pensar que hubo otras fuerzas actuando.
Quiroga y Coll (2000).
184
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA (1893-1954)
La última etapa (1946-1953), de tímida recuperación, refleja el imcio
del lento camino hacia el restablecimiento de la situación prebehca. Esta
recuperación contrasta con las estimaciones de la renta per capita para
el mismo período, en las que no se aprecia un gran aumento . Todo
eUo parece indicar que a pesar de que la renta no creció, las condiciones
materiales de vida de los españoles sí que mejoraron (probablemente por
el consumo de bienes no intercambiables, mejoras en las condiciones samtarias tras la Guerra Civil, etc.).
El diseño de la muestra permitió también construir senes regionales,
que muestran las importantes diferencias en las estaturas medms por regiones; estas diferencias se mantienen, a lo largo del tiempo, del orden de
24
. ,
unosis seis ceniimcirus
centímetros
De manera resumida, y sin intentar hacer un - ^ « ^ P«™3^^^^j°
de la evolución regional, todas las series muestran una " « f >- ^ ^ f ^^J^
en determinados movimientos a corto y -edioplazo hecho que interpretamos como indicativo de una aceptable fiabdidad de las - - s t - r^^o1 A
1 ^^rv,í^n7r.5 ¿e la serie la evolución es mas dispar
nales. Aunque en los comienzos ae la ^cllt
(quizás por'la peor caHdad del muestreo), la mayor parte ^ ^ ^ ^ ^ ^
m u e s t r a ™ tVndencia al alza - ^ o n las excepciones de CasüU Y León
y Extremadura, que se mantienen prácticamente estancadas a lo largo de
período-, una depresión en la segunda parte de la decada de los tremta
y una recuperación al final del período.
Además, destaca el hecho de que algunas regiones - - ¿ ^ r ^ - ¿ ^ 7
muy locaHzados en el tiempo, que hacen que su estatura
-^-^^^-^^¿^^^
Dios destacados son el caso catalán, con dos fases de crecmuento. una
" r i a t g ^ n ^ ^ ^ parte de la década de 1910 y una - y u n ^ ^ - ^
entre 924 1931- Castilla-La Mancha con otros dos momen os de crecientre 1924 1931 ^^^'^^
1926-1931; Madrid, a partir
miento, uno entre 1910-192U y otro cuuc
de 1910- Navarra con un crecimiento espectacular entre 918-1925, y
de lyiU INavarra, con u
, , .,
25 También existen cambios
Extremadura en la pnmera decada del siglo xx . 1^ p^r^marínra v Cande nivel importantes, pero de tendencia negauva, en Ex^emadur^y Can
tabria con k gran depresión que sufren a pnncipios de siglo xx. en el
" Prados de la Escosura (1995).
^^^
socioprofe" Las representaciones gráficas de las senes regional y y^
sionales se pueden ver en Q^^°«^\^^ll
j ,
entre 1924-1931, 24,0 Imm; Cas" Cataluña aumenta ^^"\\^^]-^l^%Z'l\^^l
1926-1931 de 23,09 mm; Madrid,
tilla-La Mancha, entre 1910-1920, de 22,49 "«"• / f"^ ^ , 43 JQ mm, y Extremadura,
entre 1909-1916, de 42,54 mm; Navarra, entre 191»-!^'^;'.
entre 1903-1911, de 67,80 mm.
185
GLORIA QUIROGA VALLE
País Vasco, entre 1910 y 1915; o en los años 1922-1926 y 1929-1933
en La Rioja ^^.
Mención especial merece el caso Cantabria, del que no se disponen
datos entre 1905-1930. Su evolución es muy peculiar, ya que muestra una
tendencia descendente desde 1893 que le hace situarse en 1904 en las
posiciones más bajas dentro del conjunto nacional; entre esta fecha y 1930
experimenta un crecimiento de más de seis centímetros (66,43 mm), dos
veces superior a la media nacional para todo el período. Este comportamiento de la estatura en Cantabria es muy acorde con la evolución económica
de la región: un declive a finales del siglo xix y un rápido crecimiento,
propiciado principalmente por la especialización lechera y la aparición de
núcleos industriales modernos, durante el cuarto de siglo siguiente ^^.
Analizando conjuntamente las tendencias a largo plazo de las series
autonómicas existen regiones que mantienen constantemente una estatura
baja, y regiones con una elevada estatura, mientras que otras ven cómo
su lugar dentro del conjunto nacional cambia a lo largo del tiempo, lo
que nos permitiría hablar de mayor o menor dinamismo regional (Cuadro 1) ^l
A finales del siglo xix, las regiones con una menor estatura eran Castilla
y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia. La característica
común de este grupo es que son regiones poco desarrolladas, aunque coexisten regiones agrícolas y secas, como son las dos Castillas y Extremadura,
con Galicia caracterizada por un sistema de propiedad muy fragmentada.
También destaca la escasa estatura de Madrid a comienzos del siglo xx;
la explicación puede encontrarse en la escasa estatura de la mayor parte
de sus inmigrantes, procedentes de ambas Castillas (los más «bajitos» del
país) y en que era una gran urbe con todavía un medioambiente epidemiológico desfavorable.
En el otro extremo, los españoles más altos de fines del xrx vivían
en Cataluña, el País Vasco y Canarias. Las dos primeras eran regiones
industrializadas y Canarias es un archipiélago de clima semi-tropical con
unas peculiaridades étnicas diferentes a las de la Península, ya que los
ancestros de esta población, los guanches, que habitaron las Islas hasta
el siglo XV, eran muy altos según muestran las evidencias arqueológicas ^'.
^'' Extremadura pierde entre 1896-1902, 29,81 nun; Cantabria, entre 1894-1903, 31,29
mm; el País Vasco, entre 1909-1915, 27,07 mm, y La Rioja, entre 1922-1926, 28,98 mm
y, entre 1929 y 1933, 21,67 mm.
" Domínguez y De la Puente (1997).
^* Las tasas de crecimiento calculadas son exponenciales.
" Hace 2 500 años presentaban una estatura de 1,70 cm para el caso masculino.
186
ESTATORA. DIFERENCIAS . . . . . . O M M P S V SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA (1893-19,4)
CUADRO 1
Ranking autonómico en orden creciente de estaturas y tasas de crecimiento
Tasa
)«Q? 7>?99
i6y}-io^y
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
La Rioja
Valencia
FUENTE: Archivo General Militar.
1920-1925 1949-1954 de crecimiento
JS93-I9J4
9
10
7
11
15
5
2
1
14
3
4
9
14
7
13
6
12
13
11
6
10
4
1
5
12
3
2
8
2
8
10
11
15
12
4
5
16
1
6
14
3
13
17
7
9
0,03
0,06
0,03
0,05
0,27
0,12
0,07
0,12
0,08
0,06
0,07
0,10
0,10
0,10
0,04
Por último, sorprende la elevada posición dentro del ranking autonómico
de Andalucía a finales del siglo XK.
T:^„„,O.Í„™
En 1954, las estaturas medias más bajas se situaban en E ^ - - « d u r a ,
Andalucía, Murcia y ambas CastiUas, y las más altas en el País Vasco,
Cataluña, Canarias y Madrid.
,
,
j i ,^^„r./.<: nn varía
A lo largo de estos sesenta años, el orden de las regiones no vana
A lo largo ae esi
Andalucía que expenmenconsiderablemente, salvo los casos ^^ Madno y
transformatan grandes cambios de posición, como consecuencia
dones en sus condiciones de vida. Madrid
'^-^'^1'1^'¿''"'^^¿^1
del siglo XX superar todos los obstáculos medioambientales y epidemio
aei siglo XX superar lou
ciudades decimonómcas y mejora
lógicos que caractemaban a las g^^^^e^^^^^^^^
^^„^„ j , ,u estatura
sus condiciones sanitanas, lo que conUevana un aume
media ^«. Por el contrario, Andalucía, una región de gran dinamismo eco
'" Reher (2000).
187
GLORIA QUIROGA VALLE
nómico a comienzos del siglo XDC, vio truncado su crecimiento en una
época posterior, hecho que posiblemente esté detrás de la pérdida de posiciones relativas que refleja el Cuadro 1.
En definitiva, y a la vista de los datos mostrados en el Cuadro 1, se
observa la existencia de regiones que podríamos denominar estáticas, es
decir, que mantienen un nivel similar a lo largo de todo el período, independientemente del lugar que ocupan en la clasificación; entre éstas destacarían Baleares, Canarias, Castilla y Léon, Cataluña, La Rioja y, en menor
medida, Galicia (ya que presenta una mejora importante a comienzos del
siglo xx). Por otro lado, estarían las regiones dinámicas, que ven cómo
su posición relativa varía durante estos sesenta años, tanto positivamente
(es el caso de Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid, y Navarra) como
negativamente (Andalucía, Valencia y, en menor medida, Extremadura y
Aragón).
Además de los datos relativos a su origen geográfico, las Hojas de
Filiación de cada recluta proporcionan información sobre la profesión de
los individuos, lo que ha permitido realizar la clasificación de los reclutas
por grupos socioprofesionales. La principal debilidad de esta clasificación
es que estamos hablando de la profesión del recluta y no de la de sus
progenitores, que probablemente fuera más importante a la hora de explicar
el nivel de renta y las condiciones medioambientales del recluta. Sin embargo, era una práctica bastante habitual anotar en la Hoja de Filiación la
profesión del padre, en lugar de la del recluta.
Como es de suponer, el abanico de profesiones era muy amplio. Las
cerca de setecientas que aparecieron registradas en la muestra fueron agrupadas en nueve categorías, con el objetivo de agregar sectorialmente y
por productividad del trabajo: propietarios agrícolas, trabajadores agrícolas,
artesanos, trabajadores industriales, trabajadores de la construcción, trabajadores de servicios tradicionales (peluqueros, sastres, porteros, etc.), trabajadores de servicios modernos (ferroviarios, mecánicos, tipógrafos, etc.),
empleados de cuello blanco, y profesionales y estudiantes).
En primer lugar, destacan dos hechos: la estabilidad de las categorías
dentro del ranking (Cuadro 2) y la persistencia de diferencias entre determinadas series de estatura por profesiones de entre tres y cinco centímetros
que, además, nunca convergen. No obstante, la evolución de las series
es desigual: hay grupos que experimentan un incremento importante en
su estatura media (empleados de cuello blanco con más de seis centímetros;
estudiantes y profesionales con casi cinco; y trabajadores de servicios
modernos e industriales con cuatro), y otros, como los trabajadores agrí188
ESTATURA, DIFERENCttS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VmA EN ESPAÑA (lg93-19;4)
CUADRO 2
Ranking socioprofesional en orden creciente de estaturas y tasas de crecimiento
1893-1899 1920-1925 1949-1934
Obrero agrícola
Propietario agrícola
Artesano
Obrero industrial
Servicios tradicionales
«jtiviviua
iiauít-i^jiiai^a
Servicios modernos
Cuello blanco
Profesional/Estudiante
Trabajador construcción
1
2
5
3
4•
^
7
9
6
1
2
3
5
4
8
7
9'
6
1
5
3
6
2
7
e8
9
4
Tasa
decrecimiento
1893-1954
0,08
0,09
0,08
0,09
0,10
« «Q
0,09
014
0,14
'
0,09
0,08
FUENTE: Archivo General Militar.
colas, de servicios tradicionales y artesanos que sólo aumentan su estatura
media en algo más de dos centímetros a lo largo de todo el penodo.
Mención aparte merece el caso de los propietarios agrícolas que mantienen a lo largo del penodo una trayectoria muy simÜar a la de los obreros
agrícolas, salvo en los últimos quince años, donde su estatura aumenta
de manera importante mientras los obreros ven cómo la suya se estanca.
Así, de los cuatro centímetros de aumento de esta categon'a, dos se consiguen a partir de 1941 " . Este aumento hace que la posición relaüva
de los propietarios mejore, tal y como muestra el Cuadro 2.
El grupo que muestra incrementos en sus estaturas esta fonnado fx^r
aquellos cuya alimentación es mejor, bien por su posición social (profesionales y empleados de cuello blanco) o bien porque su mvel de mgresos
se lo permitía al trabajar en actividades modertias (obreros mdustnales
y servicios modernos).
,
„ ii
Analizando por subpenodos, los empleados de cuello blanco expenmentan el crecimiento más pronunciado en el período antenor a la Guerta
Civil, a pesar del bache sufrido entre 1910-1915. En los años postenores
al conflicto béHco, el aumento se concentra en los profesionales y estudiantes, en los propietarios agrícolas y, nuevamente, en los empleados de
cueUo blanco. Finalmente, en la última etapa, la estatura de los trabajadores
" Quiroga (1997).
189
GLORIA QUIRCXJA VALLE
agrícolas, de la construcción y de los servicios tradicionales no muestra
aumento alguno.
Resumiendo, todo parece indicar que las profesiones que muestran
los mayores aumentos en su estatura podrían haber sido las que experimentaron un incremento más rápido en su productividad (y en sus salarios) además de tener una menor estacionalidad en el empleo y de habitar
en el mundo urbano, mientras que la estatura mejoró menos en aquellas
actividades caracterizadas por un bajo crecimiento en su productividad ^^.
3. EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LAS DESIGUALDADES
REGIONALES Y ENTRE GRUPOS SOCIOPROFESIONALES
DE LA ESTATURA
Partiendo de las series de estatura media por regiones y por categorías
socioprofesionales, se puede tratar de profundizar en el tema de las desigualdades regionales y de otro tipo en cuanto a condiciones materiales
de vida y a su evolución a lo largo del tiempo. Enlazando con el tema
sobre la convergencia entre países y/o regiones, se trata de ver qué puede
aportar al debate el estudio de las estaturas. De manera resumida se trataría
de averiguar si, durante el período analizado, se produjeron procesos de
convergencia y/o divergencia en las condiciones materiales de vida entre
regiones y entre grupos socioprofesionales, y, en caso afirmativo, qué fenómenos pueden explicar tales procesos.
Para obtener la primera de esas medidas, en cada año se ha calculado
la desviación típica de las medias anuales provinciales, para obtener una
serie temporal del coeficiente de variación. La segunda de las medidas
calculadas es el coeficiente de variación de las medias correspondientes
a los diferentes grupos socioprofesionales, cuya serie temporal se ha obtenido de manera análoga a la anterior. Además de los valores anuales, hemos
calculado medias móviles de nueve años de este coeficiente de variación
con el fin de evitar los movimientos erráticos imputables al error de muestreo que afecta a las medias provinciales, de suavizar su evolución en el
corto plazo y de constatar la existencia de etapas diferenciadas.
El Gráfico 3 muestra una tendencia prácticamente plana, lo que prueba
que, entre finales del siglo XDC y la primera mitad del xx, la desigualdad
regional de las estaturas se mantuvo estable. Esta tendencia plana del coe" Reher (2000).
190
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA 11893-1954)
GRÁFICO 3
Coeficientes de variación provinciales (1893-1954)
Año de reclutamiento
FUENTE: Archivo General Militar.
GRÁFICO 4
Coeficientes de variación provinciales.
Medias móviles en nueve años (1897-1950)
0.018
O.OIS-f
0.0134-
0.012
Í915
1»25
1935
1945
Ailo de recluumiento
FUENTE: Archivo General Militar.
191
GLORIA QUIROGA VALLE
fíciente de variación, unida a la no existencia de ciclos largos, queda corroborada por la ausencia de correlación entre las posiciones de las regiones
españolas dentro del ranking español a comienzos del período y las tasas
de crecimiento de cada una de ellas (Cuadro 1).
A la vista de todo ello, parece acertado concluir que estamos ante
una ausencia de convergencia o divergencia regional. La posible explicación
a este comportamiento reside en que los movimientos migratorios interregionales consiguieron equilibrar las condiciones materiales de vida de las
diferentes regiones españolas ^^. Obviamente, si estos movimientos no
hubieran existido, el resultado de este coeficiente de variación habría sido
muy diferente ^^.
Se ha repetido el mismo ejercicio para el caso de las estaturas por
categorías socioprofesionales (Gráficos 5 y 6), con el resultado de que
el coeficiente de variación de las estaturas por profesiones presenta una
tendencia ascendente. Ello parece indicar que, entre finales del siglo xrx
y la primera mitad del xx, aumentaron las desigualdades en cuanto a condiciones materiales de vida de los diferentes estratos de la sociedad. Además, el coeficiente de variación de las categorías socioprofesionales muestran cuatro fases bien diferenciadas ' ' (Gráfico 6).
De manera resumida, los datos apuntan una evolución diferente de
la desigualdad de las estaturas por provincias y por categorías socioprofesionales. Si la evolución de la desigualdad de las estaturas es un reflejo
de la desigualdad en las condiciones materiales de vida, íes consistente
la presencia de movimientos de convergencia/divergencia entre grupos
socioprofesionales y la ausencia de movimientos similares entre regiones?
La respuesta es, en nuestra opinión, afirmativa.
Según el enfoque neoclásico desarrollado en la teoría del crecimiento,
los países tienden a la convergencia '^. Sin embargo, esta caracterización
de la teoría neoclásica del crecimiento observable no lo es en la realidad.
" Quiroga (2001). Los datos muestran que aquellos reclutas que emigraron desde regiones más atrasadas hacia otras más desarrolladas presentan una estatura más elevada que
los que permanecieron en sus regiones de origen.
" Quiroga (2001). La simulación ha sido realizada considerando que no existen movimientos migratorios interregionales, es decir, utilizando la provincia de nacimiento en lugar
de la de reclutamiento.
" Sobre este punto, véase el trabajo de Quiroga y Coll (2000).
"• La explicación última reside en que los rendimientos del capital son decrecientes
en el margen. Es decir, cualquier incremento de igual magnitud en el stock de capital por
trabajador, tendría más efecto en los países o regiones atrasadas, por lo que éstos tenderían
a converger en niveles de renta con los más desarrollados. Para un buen estado de la cuestión,
véase Aghion, Caroli y García Peñalosa (1999).
192
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES D E VIDA EN ESPAÑA (1893-1954)
GRÁFICO 5
Coeficientes de variación de categorias socioprofesionales (1893-1954)
0.016-,
0,012-t-
.9;,3
1913
1923
1933
.943
Año de reclutamiento
FUENTE: Archivo General Militar.
No obstante, existe otra corriente en economía que sí se fija en las diferencias sectoriales de productividad, estudiando las tendencias en la distribución personal de la renta y la evolución en el üempo de estas en
los períodos de crecimiento económico (resumida en la famosa U mvertida
de Kuznets) " . Incluso hay autores que defienden que precisamente las
diferencias en la productividad del factor trabajo entre las diversas actividades económicas son las que explican la desigualdad en el mgreso .
Obviamente, en la medida en que las actividades económicas modernas
presenten una concentración regional, las tendencias en la distnbucion personal de la renta pueden tener un reflejo en la desigualdad de renta entre
regiones. No obstante, existen otras fiíerzas, tales como la emi^ación, que
pueden debilitar este reflejo, colaborando en la igualación de la renta
geográficamente.
, . .,
- •
Así pues, en los inicios de un proceso de modermzacion económica
se produce una clara divergencia sectorial de renta, motivada por el aumento de productividad (y, por ende, de salarios) de las profesiones del sector
Véase Kuznets (1955).
Por ejemplo, Williamson (1985).
193
GLORIA QUIROGA VALLE
GRÁFICO 6
Coeficientes de variación de categorías socioprofesionales.
Medias móviles de nueve años (1897-1950)
0.006--
0,004
1893
1904
1915
1925
1935
Año de reclutamiento
FUENTE: Archivo General Militar.
moderno, pero no obligatoriamente una divergencia espacial, ya que ésta
sólo se dará si el sector moderno se concentra en determinadas regiones
o si no existen otras fuerzas (como los movimientos migratorios) que permitan la igualación espacial de rentas.
Por tanto, la principal conclusión es que pueden existir procesos simultáneos de convergencia y/o divergencia entre sectores y entre segmentos
de la sociedad, y, simultáneamente, ausencia de procesos paralelos entre
regiones (tal y como muestran los coeficientes de variación de las estaturas
a nivel provincial y socioprofesional).
Hasta este momento toda la atención se ha puesto en la renta o en
el producto interior bruto per cápita para comprender la posible evolución
divergente de la desigualdad sectorial y espacial. Sin embargo, si pasamos
a hablar de las condiciones materiales de vida, que es lo que refleja la
estatura, a todos los motivos anteriores que contribuían a explicar la no
existencia de procesos simultáneos entre regiones y sectores, se le suman
otros, como pueden ser la existencia de diferencias en las condiciones sanitarias, en las tasas de fecundidad, entre barrios, entre campo y ciudad,
etc., que no supongan diferencias similares entre regiones.
294
ESTATURA, DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA (1893-1954)
GRÁFICO 7
Estatura media de los reclutas españoles por lugar de residencia (1893-1954).
Medias móviles trienales
Año de nacimiento
1894
1904
1915
1925
1914
Año de reclulamiento
I Capitales
Runü
FUENTE: Archivo General Militar.
Esta última puntuaUzación tiene su reflejo en la evolución de la estatura
media de los reclutas españoles por lugar de residencia (urbano/rural) que
muestra diferencias entre ambas categorías, menores al principio y al tinal
del período, pero importantes a lo largo de la primera mitad del siglo XX
(Gráfico 7). Estas diferencias se agudizan si, en lugar de considerar el
mundo urbano como la suma de capitales de provincias y ciudades, atendemos exclusivamente a las capitales, donde por lo menos, en el siglo yx,
el acceso a la sanidad y las condiciones de salubridad eran mayores .
" L a clasificación de zona urbana incluye a las ^ r ^ " , ^ P ~ ' , g o T ^
£
núcleos mayores de 10.000 habitantes hasta 1910 y más de 20.000 desde 1920, según
Censos de la Población Española.
, .,
i
.^t„;„^ nrKona en el
* Reher (2000) identifica el paso de la «penalizacón. a la
'Jf^lt^^.Z^
caso español hacia 1930, unas fechas Ugeramente más tardías que «" ^^ ^^^^^^^^''^^^^^
Sin embargo, afirma que en el mundo urbano se obtenían sálanos mayores y una menor
195
GLORIA QUIROGA VALLE
Lo más destacable de los gráficos es que en dos momentos las series
tienden a tocarse, entre 1905-1910 y a partir de 1950, mientras que en
el resto del período, las diferencias entre ambas son grandes. La explicación
a esta evolución pudiera residir tanto en las desigualdades sectoriales (concentración de actividades más productivas en el mundo urbano) como en
las mejoras producidas en las condiciones sanitarias, que obviamente afectaron en primer lugar a los centros urbanos, especialmente a las capitales
de provincia. En definitiva, lo que indican estos gráficos es la existencia
de movimientos de convergencia y divergencia, en cuanto a condiciones
materiales de vida, entre territorios diferentes —como son campo y ciudad—, que no tienen, sin embargo, un paralelo cuando tomamos como
unidad a las regiones.
CONCLUSIONES
A lo largo de este artículo se ha intentado mostrar cómo la estatura
puede ser utilizada como un indicador alternativo de mediciones de bienestar. Aunque por todas sus deficiencias no puede suplantar a las variables
de las cuentas nacionales, sí que puede ser utilizada como alternativa o
complemento para mejorar las deficiencias de medición del producto nacional como medida de bienestar o para conocer la calidad de vida en períodos
o en grupos para los cuales las medidas convencionales no pueden ser
calculadas.
Precisamente el caso español presenta estas deficiencias, y por ello el
uso de indicadores alternativos resulta muy útil. La riqueza de información
antropométrica es considerable y sus principales ventajas serían: la universalidad masculina —ya que existen datos de estatura para la práctica
totalidad de los varones españoles (excepto los prófugos, los que hicieron
la carrera militar y los que cumplieron su servicio militar en el Ejército
del Aire y en la Marina)—; la posibilidad de construir, entre otras, series
regionales, socioprofesionales y por lugar de residencia que permiten interesantes comparaciones, y el hecho de proporcionar información sobre
muchos aspectos diferentes a los habituales (es decir, nutrición y condiciones sanitarias), tales como productividad del factor trabajo, movilidad
interregional, niveles educativos, relación entre estatura y tasas de morestacionalidad en el empleo, lo que permitía unos niveles nutricionales mayores, que, junto
a unos niveles de vida mejores, favorecieron una mayor resistencia a la enfermedad.
196
ESTATURA. DIFERENCIAS REGIONALES Y SOCIALES Y NIVELES DE VIDA EN ESPAÑA (1893-1954)
talidad y/o de supervivencia, y sobre la desigualdad en los niveles de
bienestar.
Los resultados expuestos muestran, en primer lugar, la evolución de
la estatura media de los reclutas españoles a nivel nacional, regional y
socioprofesional. Sugieren una estrecha relación entre la estatura, la renta
y las condiciones medioambientales, y corroboran que la estatura es un
buen indicador de las condiciones materiales de vida. En segundo lugar,
muestran dos experiencias distintas entre la desigualdad de la estatura por
regiones y por grupos socioprofesionales, quedando clara la trayectona
ascendente de la desigualdad personal (que, además, muestra unas fases
muy diferenciadas) y no tan obvia la de la desigualdad regional.
No obstante, la reconciHación entre ambos comportamientos queda
expÜcada a la luz de la teoría neoclásica que identifica a las diferentes
tasas del crecimiento de la productividad por sectores como el prmcipd
factor a la hora de expUcar las tendencias en la distribución personal del
ingreso (o en nuestro caso, en las condiciones matenales de vida). Por
lo que respecta a las desigualdades regionales, los resultados parecen corroborar las conclusiones latentes en todos los enfoques basados en la función
de producción agregada. Aunque de este trabajo no se obtiene ninguna
conclusión con respecto a la convergencia o divergencia entre regiones,
la ausencia de tendencia en este terreno contrasta con el patrón, mas claro,
que se observa al comparar grupos socioprofesionales. Eso parece mdicar
que, en efecto, la convergencia o divergencia entre regiones parece depender más de fenómenos agregados que de las diferencias de productividades
entre sectores.
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