Arte Goya Goya: Uno de los fenómenos más

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Arte
Goya
Goya:
Uno de los fenómenos más sorprendentes de la pintura es la aparición de Francisco de
Goya. Sorprendente porque surge en el ámbito más decaído de nuestra tradición
pictórica, dominada por un anodino neoclasicismo. En 1771 se hallaba en Zaragoza
donde pinta una bóveda para el Pilar, se traslada a Madrid, donde contra matrimonio
con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu (pintor de cámara).
Trabajó primero como cartonista de
tapices. En las tapicerías se nota
ostensiblemente la evolución que va
sufriendo la pintura de Goya. Sacó a
relucir la frescura de los temas
populares, siguiendo la tradición de
Teniers.
De 1786 son los cartones de "las
cuatro estaciones", entre los que
resalta el de "La Vendimia". El cartón
de "La Gallina Ciega" es modelo de
gracia, rico colorido y bella
agrupación. En la parte de la derecha
podemos observar "La boda", que es
un cartón para tapiz, en el que se
satirizan las bodas desiguales, hechas
por interés. Todas estas obras nos
hablan de un Goya apacible y risueño,
que pinta la vida con los aires
amables, algo rococó, del siglo XVIII.
En 1788 muere Carlos III, a quien retratara Goya, y su sucesor le nombra pintor de
Cámara al año siguiente, iniciando ahora la espléndida serie de retratos de la familia
real.
La primera crisis.- en 1793 Goya enferma de gravedad; lucha durante meses entre la
vida y la muerte, pero por fin su fuerte naturaleza triunfa. Sin embargo, la enfermedad
se llevo su trofeo: Goya se quedó sordo. No encaja el golpe con resignación ecuánime,
sino que protesta contra la desgracia; como todo sorgo, Goya se torna desconfiado. Su
pintura excava ahora profundamente en el espíritu de los hombres. El grabado es para
Goya desahogo de males.
De 1797 a 1799 hace la serie titulada "Los Caprichos",
satirizando los aspectos de la sociedad de su tiempo. Como
ejemplo tenemos "El sueño de la razón produce monstruos"
(ver fotografía de la derecha). Cada grabado lleva una
leyenda que explica irónicamente el contenido. Explaya su
fantasía en unos cuadros de pequeño tamaño, que
representan "El entierro de la sardina", "Los disciplinantes",
"El tribunal de la Inquisición", una "Corrida de toros" y una
"Casa de locos". Representan visiones de la vida española,
expresadas por un pincel lleno de imaginación, que no se
refrena
ante
lo
más
repulsivo.
"La
profesión
de
disciplinantes" constituye una imagen verídica, pues está
comprobado que los asistentes se iban flagelando
mutuamente, hasta cubrir de sangre el pavimento.
El retrato alcanza ahora una gran madurez. Entre sus
obras están: "La Duquesa de Alba", "La Condesa de
Chinchón", "La Marquesa de Santa Cruz", "La maja
vestida" y "La maja desnuda".
En 1789 decoró la bóveda de San Antonio de la
Florida (ver fotografía del margen izquierdo), con
bellísimos ángeles y figuras llenas de naturalismo y
picardía, parece manifestarse como un expresionista.
Pintor de Cámara, retrata sin descanso a la familia
real. El gran cuadro conjunto de toda la familia,
documento histórico de incalculable valor. Se debe
ello al profundo estudio psicológico de los
personajes. Este cuadro titulado "La familia de Carlos
IV" (ver fotografía de abajo), pintado por Goya en
1800, es un evidente deseo de emular las "Meninas"
de Velázquez.
La segunda crisis. - En el apogeo de
su actividad artística, Goya se ve
sorprendido por la invasión francesa
de 1808.
Los horrores de la guerra, con las
violaciones, fusilamientos, robos,
sacrilegios, fueron pábulo propicio
para una mente tan inclinada a la
exaltación. Lo que impresionó a
Goya fueron los horrores. Goya pinta
una guerra distinta, un cúmulo de
tragedias. El pintor tiene una
mentalidad pesimista, pero muy
moderna. Realiza una serie de
grabados titulados "Los desastres
de la guerra", obra de Goya,
concluida en 1816; como ejemplo,
de uno de estos grabados, tenemos
la "Carretada al cementerio" (ver
Ya pasado el conflicto, 1814 Goya pinto dos cuadros monumentales: "El dos de
mayo" y "Los fusilamientos". Los Fusilamientos, pintado en 1815, constituyen toda
una obra simbólica. Hay en el cuadro todo un enfrentamiento de fuerzas. De un lado
el grupo de franceses, que actúan en forma arrolladora, como símbolo de la
opresión (ver fotografía de la derecha).
Un gran dramatismo se percibe en los cuadros de la "Oración del huerto" y "La
ultima comunión de San José de Calasanz". Goya acertó al expresar su honda
Goya
castizamente
español,
inmortaliza la fiesta de los toros en
una
serie
de
grabados
-La
Tauromaquia- (ver foto de la
derecha).
Pero la inclinación a lo macabro le
domina. Prueba de ello son las
grisáceas pinturas de la Quinta del
Sordo, en la que viviera Goya. La
pincelada es larga y gruesa. Hay un
terrible expresionismo en todo este
arte. Brujas, hechiceras, viejas y
desdentadas, la fealdad hecha arte,
todos los males de la tierra
encarnados en la mujer, que para
Goya es el incentivo del mal. Como
se ve. Goya estaba en franca ruptura
con el pasado.
Luego vino otra serie de grabados: "Los disparates", que representan la obra más
personalista de este pintor. Aquí el artista recurre a lo monstruoso y deforme, creando
seres embrionarios, a medio constituir, o constituidos con dos o tres caras.
Hastiado y abandonado por sus amigos, pasa Goya a Francia, estableciéndose en
Burdeos, donde pintara "La lechera de Burdeos".
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