ARTÍCULO CIENTÍFICO VISION ECOLÓGICO-CULTURAL EN EL HUAYNO AYACUCHANO AUTOR José Pío Rodríguez Berrocal Instituto de investigación de la Facultad de Ciencias de la Educación Programa de Investigación Literaria Correo electrónico piisimo @ hotmail.com RESUMEN Está referido a destacar las visiones del mundo existentes en el discurso ambiental y cultural que expresa el huayno ayacuchano. Este refleja una llamativa preocupación ambiental: a) la unidad entre hombre y naturaleza es irrenunciable; b) la naturaleza presiente y siente, tal como el hombre. Es así, que los huaynos ayacuchanos, permiten vislumbrar tópicos concretos en los que el autor adopta una actitud dialogante con cada uno de los elementos que constituyen el paisaje, su dolor por los desplazamientos poblacionales, por la violencia sistemática ejercida al hombre, por la pobreza y la injusticia. De igual manera, la valoración de la identidad cultural andina, la importancia de los vínculos emocionales hacia la tierra, las amonestaciones y criticas a los hombres por su actitud individualista y negligente hacia su entorno. Palabras clave: huayno, visión, ecología, cosmovisión ABSTRACT Refers to highlight the existing world views environmental and cultural discourse that expresses the huayno Ayacucho. This reflects a striking environmental concern: a) the unity between man and nature is inalienable; b) the nature senses and feels, such as man. Thus, the huaynos Ayacucho, glimpses of concrete topics where the author adopts a dialogue with each of the elements of the landscape, its sorrow for the population movements, systematic violence exercised by men, by poverty and injustice. Similarly, the valuation of the Andean cultural identity, the importance of emotional ties to the land, the warnings and criticisms of men for their negligent attitude towards Keywords: huayno, vision, ecology, cosmology individualism and its environment. INTRODUCCIÓN Este artículo tiene las intenciones de establecer un breve marco teórico del huayno ayacuchano; luego, describir y caracterizar este a través del fundamento teórico de la Ecología Cultural, que estudia las relaciones entre una sociedad dada y su medio ambiente, las formas de vida y los ecosistemas que dan soporte a sus modos de vida (Marzal, 1997). Este marco teórico es útil para la explicación y análisis de los tópicos planteados. Además, destacar la cosmovisión andina y sus características, luego los principios de la racionalidad andina, para, finalmente, ingresar al estudio de los rasgos ecológicos y culturales que se manifiestan en el huayno ayacuchano. El huayno tiene origen prehispánico; constituía el entretenimiento preferido de los indígenas en las grandes festividades comunales. En el siglo XVII, dos famosos lingüistas, Ludovico Bertonio (1612) y Diego González Holguín (1608), ya lo definían como una “danza o baile”, cuya característica era que se hacía en parejas, agarrado de las manos. El huayno llegó a tener gran importancia en el Imperio Incaico, depurándolo en razón de su carácter de danza colectiva y popular, además que fusionaba tres dimensiones artísticas: música, danza y poesía. Durante el Coloniaje fue un baile sólo del grupo indígena, mirado despectivamente por los españoles peninsulares y criollos. Recién a fines del siglo XVIII fue penetrando en las esferas criollas, a través de la adaptación de pasos y figuras, hasta constituirse en el vínculo cultural más sólido entre criollos, mestizos e indígenas y, a la vez, tomando su configuración peculiar: el sincretismo lingüístico-cultural manifiesto en las composiciones. El huayno peruano actual resulta de la fusión de varios ritmos, por influjos internos y externos, empero, sin perder el toque y tono característicos. Esto hace que los huaynos de cada provincia tienen un aire particular que les distingue de otros. El huayno, como patrimonio cultural andino, es parte de una memoria colectiva: representa el conocimiento y los saberes sociohistóricos del pueblo indígena quechua (en particular) y citadinas, sus usos y costumbres locales; describe los acontecimientos ocurridos entre el ser humano y la Pachamama (o madre tierra); vehicula el espíritu indígena en una cohesión comunitaria con valores ancestrales de reciprocidad, del ayni, la minka, entre otros. El huayno transmite mensajes de amor y respeto entre los seres humanos, así como ternura y cariño por la naturaleza, constante que refleja el carácter intrínseco del indígena quechua. Los valores culturales que encierra el huayno (en tanto danza, poesía y canto) permiten expresar emociones, pensamientos, una forma de vivir y una determinada concepción del mundo. El huayno es, de hecho, “canto universal del [...] indio y mestizo, [que] ha sido su voz y su expresión más legítima a través de todos los tiempos” (Arguedas, 1985), el mismo que está vinculado a un sinnúmero de simbolismos multifuncionales “íntimamente ligados a contextos específicos, como por ejemplo los funerales, al matrimonio, al trabajo de la tierra y a determinadas ocasiones festivas” (Romero, 1998). Por otro lado, el huayno ayacuchano tiene una “personalidad” propia que lo hace diferente de las otras variedades. El huayno ayacuchano se ha constituido en un género musical que ha sido apropiado por diversas agrupaciones, tanto citadinas como campesinas, que encuentran un canal para expresar y narrar sus vidas, anhelos, sentimientos, amores y razonamientos. Las formas artísticas que expresa la música ayacuchana reflejan la voz cultural de las diferentes capas sociales, la presencia de un pasado, los aconteceres y preocupaciones del presente, en el marco de un discurso sobre lo cotidiano. Las canciones ayacuchanas están vinculadas al rico universo de la etno-musicología. En dicho ambiente, estos cantos son como patrones de conducta aprendida que expresan los valores de un pueblo, sus visiones de mundo, sentimientos, organización social, relaciones sociales de producción y dimensiones ambientales. Finalmente, cabe señalar que el objetivo central de la investigación fue determinar y analizar las visiones ecológico-culturales, plasmadas en el discurso ambiental y cultural que expresa la música ayacuchana (género huayno) en las composiciones de diversos autores, a través de su devenir histórico. MATERIALES Y MÉTODOS La investigación es de tipo Exploratorio-descriptivo. Es decir investigar los corpus musicales existentes en la región. Señalando sus características e importancia. El nivel de investigación es descriptivo-explicativo; es así que algunos corpus musicales (huaynos), en primera instancia han sido sometidos a la descripción de su temática y lenguaje artístico y de uso. Se empleó el método semiótico, en sus niveles narrativo, discursivo y lógico-semántico, para el análisis e interpretación del corpus. Todo esto bajo los cánones teórico- metodológicos de la Ecología Cultural (Steward, 1993). El corpus estuvo constituido por los huaynos compuestos por: a) autores de ayer: Alejandro Vivanco, Saturnino Almonacid, Hermanos García Zárate, Trío Ayacucho; b) autores de hoy: Ranulfo Fuentes Rojas, Carlos Huamán López y Felipe calderón Quispe. El análisis de la frecuencia de asociaciones de conceptos en las canciones, sirvió para la confección de modelos de asociación para las categorías centrales o temáticas, en los cuales la asociación es el resultado del análisis semiótico, mientras la concatenación de los conceptos fue obtenida por medio del análisis de canciones tipo. Por otro lado, aplicando los conceptos teóricos de la Ecología Cultural se tipificaron a los huaynos ayacuchanos, partiendo de la exanimación de dos casos interesantes; el primero de ellos pertenece a la relación sentimiento/naturaleza del hombre andino; mientras que el segundo trata los asuntos sociales y ecológicos que trae consigo los rasgos de la identidad cultural ayacuchana RESULTADOS La siguiente exposición de los resultados de la investigación es ilustrada con una serie de huaynos que permitirán conocer los rasgos del huayno ayacuchano, teniendo en cuenta los principios de la Ecología Cultural: Sentido del huayno ayacuchano El huayno ayacuchano tiene un mundo narrativo sui generis y significativo de carácter ambiental y con importantes referentes a la identidad cultural de los mundos rurales y citadinos. En muchas de estas canciones, se reflejan la intención de promover los valores campesinos, su visibilización y el reconocimiento del mundo rural andino. Entre los mensajes que expresa el huayno ayacuchano están referidos a: a) la riqueza y las bondades de la madre naturaleza (universo campesino); b) la actitud dialogante con cada uno de los elementos que constituyen la naturaleza; c) su valoración de la identidad cultural y ambiental campesina; d) su dolor por los desplazamientos del campesino a la ciudad; e) la importancia de los vínculos emocionales hacia la tierra; f) las críticas y sanciones al hombre de la ciudad por su actitud individualista, consumista y negligente hacia el entorno ecológico y cultural. El huayno ayacuchano mantiene una conexión con una tradición campesina tanto en el plano del discurso (los temas narrativos y su oralidad) como en el plano del meta-discurso (la música y sus géneros musicales). La narrativa de los huaynos descubre y reconoce aspectos del conflicto ambiental y social por el que han pasado las sociedades campesinas de la región Ayacucho; los seres y objetos que se reconocen expresan una sensibilidad realista, lúdica y esperanzadora que tiene la capacidad de criticar elementos injustos del mundo contemporáneo en el horizonte de la remembranza cultural, del paisaje cultural o natural, que se expresa con modismos peculiares, donde el uso del diminutivos es frecuente (=chunkullay sunqu suwa, alcanforcito, naranjitaschallay… ). Como expresión realista, el compositor-narrador plantea, en medio de los problemas mayúsculos que se viven, un metadiscurso esperanzador y optimista. Esto es, la ética de la destrucción da paso a una ética de la construcción, que implica una estrecha relación con la naturaleza que se percibe como parte del sujeto humano. La concepción del mundo andino tiene capacidad para descubrir, reconocer e identificarse con un universo donde se respetan y valoran los animales, los vegetales y los elementos nobióticos (cerros, lagunas, ríos, etc.) que configuran el orden de la realidad cosmogónica, en condiciones que el ser humano tiene que respetar. Esta concepción, se refleja en que el huayno ayacuchano, “Busca cerros, árboles, ríos, nubes, abismos y animales para, en magníficas prosopopeyas o personificaciones, expresar sentimientos…” (Parra, 1940). Las historias de vida de la gente han estado marcadas por la imposición que obliga a cambiar estilos de vida. Sin embargo, no se extingue la capacidad de criticar lo acontecido, como expresión de la violencia ejercida tanto hacia el mundo humano, como hacia el mundo no humano, que como se entiende, están estrechamente vinculados y afectados por un sistema cultural, dominado por el Estado, la urbe, los impuestos, los adeudos y las desigualdades sociales tan marcadas, a pesar de que: La música ayacuchana es de por sí sentimental porque expresa dolor, tristeza y amargura. Es alegre cuando el amor y la esperanza trastocan el más puro sentimiento. Sus ecos parecen desgarrar los corazones de cualquiera de sus manifestaciones, haciendo cavilantes las distraídas y despejadas mentalidades. Sus melodías son voces que descienden de los Andes, al igual que los cientos fríos… Son voces que aran surcos que aún quedan como ecos silenciosos agitando las entrañas. Y poco a poco van germinando en su regazo las semillas que mitigarán para siempre el sufrimiento humano (Vergara, 1995). Los códigos y el universo de temas son variados y complejos: se nutre de valores provenientes del mundo campesino andino, como de ejes que evolucionan de un marco social más amplio. Los valores en las canciones se expresan con fuerza y recrean diversos sentimientos, argumentos y condiciones mentales con capacidad para educar, significar, generar conocimiento, reconocer y valorar las características singulares del mundo natural de la región ayacuchana. Racionalidad occidental y andina en el huayno ayacuchano El proceso socio-histórico-cultural peruano ha sido una constante imbricación de poderes políticos y económicos. En este orden de cosas, en los tiempos actuales encontramos que el occidental prefiere lo general porque eso lo acerca al conocimiento de leyes o regularidades universales que le permiten el control y el dominio de la realidad. El andino busca más bien la convivencia con la naturaleza y la inmersión en su seno como fuente de vida y renovación. El universo ayacuchano, como producto cultural, y en particular las composiciones musicales en su conjunto, sintetizan toda una serie de relacionamientos epistemológicos apropiados por el compositor-autor en el marco de su historia de vida y la de su comunidad. El acto creativo personal o colectivo, en el huayno ayacuchano, tiene relevancia, ya que expresa una redundancia comunicativa surgida de la hibridación fecunda dada por la comunicación de valores urbanos y rurales que son vividos, sentidos y experimentados por la comunidad. El proceso del mestizaje tuvo como resultado importante la fusión de valores socioculturales en el entorno ayacuchano; es así que el huayno ayacuchano se expresa con rotunda riqueza poética en español y quechua, “que convencen hasta el delirio, mucho más cuando se manifiesta en el quechua, tan rotundo y tan dulce, que muchas veces no se puede traducir al castellano, porque Dios lo ha hecho, especialmente, para que hablen los corazones” (Parra, 1940): Con el mayor cariño Con el mayor aprecio Ñuqallay qamta kuyarqayki Ñuqallay qamta wayllurqayki (Trío Ayacucho. Subrayado nuestro) En los versos anteriores destacan la forma introductoria (“Con el mayor cariño…”) expresada en español; mientras el sentimiento amoroso se expresa rotundamente en quechua. Este rasgo es muy peculiar en el huayno ayacuchano: una de sus esencias inconfundibles. De similar manera, en la siguiente canción hay una alternancia lingüística típica: Marqay hunta rosasmanta (quechua) A ti sola te escogí (español) Kuyakuq kaspay (quechua) (Trío Ayacucho) En el huayno Flor de violeta wayta encontramos rasgos simbólicos característicos, Flor de violeta wayta amayá waqachiwaychu Flor de violeta wayta amayá llakichiwaychu Wasiki punkuchallampi wiqillay qucharayachkan (Hnos. García Zárate. Subrayado nuestro) En primera instancia impresiona el color de la flor como elemento cromático, ¿por qué violeta y no un color diferente? En el mundo andino, el color violeta, gama del azul, se considera como significativo de grandes sufrimientos; en el mundo occidental católico es insignia de penitencia. En efecto, el individuo expresa su dolor, tristeza y martirio (=Flor de violeta wayta// amayá waqachiwaychu… llakichiwaychu). En segunda, la metáfora “Flor de violeta” (=elemento natural) refiere a la mujer que, siendo hermosa flor, atrae, crea falsa ilusión y atormenta hasta el llanto amargo e inconsolable. En tercera, la puerta es símbolo y metáfora de frontera, que es imposible traspasar, en suma es un amor imposible. En el huayno ayacuchano aparecen elementos de la naturaleza que reflejan sus cualidades intrínsecas. Uno de los rasgos de las composiciones, es que los elementos naturales se mencionan con un propósito definido; por ejemplo, el romero (cura el dolor de cabeza, el mal aire), la verbena (los golpes, las contusiones, la fiebre), la valeriana (contra el insomnio): Verbenita, verbena verde ¡Ay, vidallay! Por qué no vienes a verme (Verbenita. Hnos. García Zárate). En la canción, el amado clama y reclama por la ausencia de la amada joven (=verbenita verde), que si viene calmará sus penas y sufrimientos, es decir, calmará la “fiebre” que causa el amor puro, casto e incomprendido. Por otro lado, la simbología de los colores tiene diferentes sentidos, por ejemplo el negro (yana) en el mundo andino está asociado a la plataforma cósmica del mal, simboliza la noche y la oscuridad, la brujería, los espíritus del mal y la muerte, de manera similar en el mundo occidental. Sin embargo, Yana, como sustantivo, significa “Mujer que es pretendida por un hombre, o viceversa” y por extensión “persona que está bajo la absoluta dependencia de otra, o que está bajo la dominación de alguno” (Guzmán, 2010). También, significa: templado, enamorado, cautivo de amor, sea varón o mujer. Yana tiene su equivalencia española “sombra” (=sumbray): Ñam rumitaraq tapullachkani Maypiraq yanay, maypiraq sumbray Ñam qaqataraq tapullachkani Maypiraq yanay, maypiraq sumbray (Pedernal. Huamán. Subrayado nuestro) El juego de los opuestos encuentra su manifestación en el tratamiento cromático a través de la oposición dicotómica luz/ sombra, Gentil gaviota que por las mañanas Tiendes tus alas de blanco tul […] Blanca azucena del valle umbrío Ternura y vida perfume y luz […] (Gentil gaviota. Almonacid. Subrayado nuestro) En este huayno hay un evidente contraste de colores, que significan la incesante contradicción entre el bien/luz, claridad, y el mal/oscuro, sin luz. “Tiendes tus alas de blanco tul” y la “Blanca azucena” (=luz, claridad, pureza) contrasta con “Valle umbrío” (=oscuridad, sombra). En suma, son elementos naturales que simbolizan las categorías filosóficas que rigen el modus vivendi del hombre andino. El huayno ayacuchano: sentimiento ecológico y cultural El lirismo característico del huayno ayacuchano nos permite sentir la presencia clara de la cultura andina, de la cosmovisión del hombre del Ande. Los compositores ayacuchanos logran pintar el universo andino a través de la descripción de la naturaleza, a través de los cantos, los bailes, los sentimientos tan delicados de amor adolescente y los odios no resueltos de los personajes, los presagios trágicos y la magia, la injusticia social contra los hombres andinos. La inspiración musical andina es el resultado de la convivencia armónica con la naturaleza. Es la combinación de sonidos y la voz para producir melodías que expresan los sentimientos humanos de acuerdo con los ritmos propios de los instrumentos y voces característicos de cada medio geográfico. Es así que se observan en estos cantos una vinculación muy estrecha del hombre con el paisaje, una relación armoniosa del ser humano con su hábitat natural: Ripunay qasapi michq masillay Wayllallay ichullay Qamñama vidallay chay yanallayta Ripukuchkaniñam Qamñama vidallay chay urpillayta pasakuchkaniñam. (Wayllallay ichullay, Almonacid. Subrayado nuestro) Los términos Wayllallay ichullay son alusiones a la naturaleza. En este caso el hombre encarga a los elementos de la naturaleza como vigilantes de la amada quien se queda triste y solitaria. El hombre andino tomando a su entorno natural como pretexto, expresa su sentimiento y, lo más importante, a través de ésta, señala su identidad; primero, con la naturaleza; luego, con sus patrones y valores culturales. Parionita, parionita Qucha patampi parionita Asuykamuway asuykullasayqayki Iskaychallanchik parischakuykusun. (Parionita, DR. Subrayado nuestro) Otra vez la naturaleza es reflejada por los términos Parionita, parionita1. En realidad es el canto de la juventud inmaculada, no violentada, más bien inocente e íntegra. Sin embargo, en el cuarto verso hay una clara súplica al amor iluso, imposible, tal vez no aceptado. Por otro lado, la soledad, el abandono por el ser amado no encuentra siquiera a quien solicitar protección, ayuda, consejo, consuelo, resignación. Es decir, no hay autoridad humana quien medie en la solución del problema. Ante este gran vacío, se invoca, pues, a una autoridad natural, sin nombre: Belén patapi Alaymuska rumi Ama hina kaspa Waqaykaysillaway. (Belen patapi, DR. Subrayado nuestro) El elemento natural a quien se solicita ayuda es el Alaymuska rumi, solo este brindará consuelo, compañía para el corazón sufriente: Ama hina kaspa//Waqaykaysillaway. La piedra, en el mundo andino también es sacralizada se le reconoce cualidades 1 Pariona, parihuana. Es el flamenco andino de plumaje blanco y rojo que habita en las lagunas andinas. extraordinarias y se les llama "encanto rumi”. El Alaymuska rumi, en Ayacucho, tiene historia mítica que genera respeto y temor en la población y por esta razón es necesario "estar en armonía" y compartir con él nuestros sentimientos. O cuando se implora al elemento natural, en este caso animal, cuando se halla perdido, sin rumbo ni camino conocido, tal vez producto de una decepción amorosa, o el enamorado en busca de su amada: mejor si el Killinchu2 (cernícalo) o Wamancha (halcón) orienten su rumbo: Killinchallay, wamanchallay Alaykipi apakuway, Rikraykipi apawaspa Ñanchallaman churaykullaway. Chaymantaqa ripusaqmi Chaymantaqa pasasaqmi (Killinchallay, wamanchallay, Meneses. Subrayado nuestro) En otros casos la naturaleza, según la cosmovisión andina, es quien presagia o decide la suerte del hombre en su derrotero: Coca kintucha hoja redonda Qamsi yachanki ñuqapa vidayta Runapa wasimpi waqasqallayta Runapa llaqtampi llakisqallayta. (Coca kintucha, Vivanco. Subrayado nuestro) La coca Kintu es la hoja de forma ovalada y entera y un poco más grande que la hoja mallki, esta hoja es más apreciada por sus fines simbólicos y rituales. Se le atribuyen una serie de funciones de carácter ritual como “seguimiento” que consiste en el manejo de las probabilidades para adivinar el pasado, el presente y el futuro de una persona, cosas, divinidades, fenómenos sociales o naturales. Sobre la base anterior, el autor, que en este caso es un migrante, suplica a la coca y deja en sus manos su destino en tierras extrañas. 2 En el aspecto social. el killlinchu representa al hombre enfrentado a la dureza del tiempo, situación sicológica o social que los somete. El killinchu-hombre es el que está "calmado" y espera el momento para liberarse de sus ataduras y representa la agilidad de éstos para esquivar las contrariedades de la vida. Además, el killinchu es ave de buen agüero, seguro de conducir al hombre hacia mundos acertados. El hombre ayacuchano, parte del mundo andino, se compara o desea tener las cualidades de la naturaleza, para soportar las malas acciones de las personas o el ser amado. Adoptando estas cualidades logra enfrentar o evadir la tortuosa realidad que lo envuelve: Wayrallachus ñuqallay kayman silbaristin ripukunaypaq llapa sachapa purullanta kurkuykachispa muchaykunaypaq allpata altuman quqaristin ñuqallay wakcha pasakunaypaq qam rumisunqu kuyanaytaqa. (Mana waylluna, Calderón. Subrayado nuestro) Felipe Calderón, en esta trascendental composición, refleja el sentir huamanguino. Cuando dice Wayrallachus ñuqallay kayman, desea tener las cualidades del fenómeno natural (=viento), para huir de este mundo de ingratitudes y desavenencias: qam rumisunqu kuyanaytaqa. Cuando el ser amado no corresponde a tanto cariño es mejor alejarse silbando como el viento. El viento es la fuerza natural en quien se deposita los valores de la libertad y la paz. En esta canción no solo se menciona al viento, sino también al mayu(=río), que semejante al viento cuando se va ya no vuelve, asimismo es mejor el viaje sin retorno para olvidar corazones indolentes: Mayullachus ñuqallay kayman qaparistin ripukunaypaq ¡Ay! muyuristin pasakunaypaq Kichkapa sachapa sapillanta Mayllastin ¡ay! Muchallastin Mana muchana muchanaytaqa Mana waylluna wayllunaytaqa (Ibíd. Subrayado nuestro) El río dentro de la naturaleza, es un lugar paternal, o de maestro: suscita las reflexiones y enseña los misterios más profundos del cosmos; este enseña, al hombre, todo lo que necesita saber, todo lo que busca. A la vez lo aleja de un mundo de dolor, oscuro y sórdido, y del sufrimiento terrible que atormenta al que sabe amar. DISCUSIÓN La dialéctica entre hombre y naturaleza supone un tipo de intercambio de energía en el cual, el poder transformador del hombre sobre ésta última, opera simultáneamente con la capacidad que ella posee para condicionar los procesos culturales. De ésta manera, el vínculo entre el individuo concreto y su medio biótico constituye un proceso dinámico, en el que la separación entre naturaleza y cultura resulta verdaderamente imposible (Huamán, 2006). En buena medida, los huaynos reflejan la unidad entre el hombre y la naturaleza. Muchos huaynos toman, desde el comienzo, la forma de una invocación a un elemento de la naturaleza (generalmente una planta, un animal, una piedra). Se dedican a mostrar al hombre amenazado de orfandad o a un huérfano soñando con la recuperación de su estatus de hijo natural. En algunos casos expresa la “crisis” —una crisis duradera— en la relación entre el hombre y la sociedad (y el cosmos). Por lo tanto, lo que anhela el yo poético es el restablecimiento de esta relación. En los huaynos estudiados, la desestructuración del mundo aparece como un hecho indiscutible. La orfandad del yo, tanto como producto del amor u otros sentimientos, no es una amenaza, sino una triste realidad presente. No un suceso, sino un elemento “estructural”. Toda esta gama de sentimientos se manifiesta a través de los elementos naturales que se presentan como una cascada de imágenes cuya honda impresión en el receptor puede ayudarle a intuir la sublime experiencia que intenta describir el compositor. Por otro lado, el hombre a través de los animales las plantas se dirige a los seres queridos, manifestando su desgracia, su triste destino, sus decepciones amorosas, su pobreza su desdicha y otros fenómenos. Pero, todo esto en estrecha comunión con la naturaleza, asemejándose a ella: “Wayrallachus ñuqallay kayman// silbaristin ripukunaypaq […] Mayullachus ñuqallay kayman qaparistin ripukunaypaq// ¡ay! muyuristin pasakunaypaq. El autor juega con los sonidos de la naturaleza, imitando al viento: Wayrallachus (-chusss…), silvaristin (sssilva-rissss…) de esta manera se identifica con el viento y plasma la unidad entre la naturaleza y el hombre. El discurso en los huaynos ayacuchanos se identifica con valores relacionales que parten del reconocimiento y respeto de la biodiversidad natural, del reconocimiento de atributos axiológicos en el paisaje rural y urbano, en un plano de crítica y denuncia. Los remedios para muchos de los males que aquejan a los hombres están en la propia “madre” naturaleza El huayno ayacuchano, en su proceso de desarrollo, ha recibido diversas influencias. Por influencia entiéndase el soporte lógico, cognitivo, histórico, cultural, económico y político que generó las condiciones para la apropiación y transmisión del canal y medio meta narrativo y discursivo de la música ayacuchana. Sin embargo, el huayno ayacuchano tiene su propia esencia fundamental, peculiar e incontrastable: la visión ecológico-cultural del mundo que refleja. AGRADECIMIENTOS A la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga por su apoyo económico. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA Arguedas, José María (1985). 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