III Foro de innovación científica en salud: medicina

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III FORO DE INNOVACIÓN CIENTÍFICA EN SALUD: MEDICINA PERSONALIZADA
Bogotá D.C., 23 de septiembre de 2014
Relatoría
Asistentes: Pedro Medellín, asesor editorial de revista SEMANA; Carlos Estrada, gerente general
de productos Roche; Elicia Penuel, científica en el área de desarrollo de biomarcadores de
oncología en Genentech; Carlos Francisco Fernández, asesor médico Casa Editorial El Tiempo
(moderador); Jaime Castellanos, gestor del programa nacional de ciencia tecnología e innovación
en salud; Andrés Felipe Cardona, oncólogo clínico de la Fundación Santa Fe; Fabio Ancízar
Aristizábal Gutiérrez, director del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia
(IBUN).
Introducción
El pasado 23 de septiembre se realizó en Bogotá, el III Foro de Innovación Científica en Salud:
Medicina Personalizada, con el auspicio de la revista Semana y Laboratorios Roche. El evento se
desarrolló en el Gran Salón del Club El Nogal.
1. Palabras de Bienvenida.
a. Pedro Medellín, asesor editorial de la revista Semana.
El catedrático reconoció el desafío que para Publicaciones Semana significa adelantar este foro
sobre medicina personalizada por el nivel de conciencia que se ha alcanzado acerca de la dimensión
del tema. Aunque valoró el impacto favorable de estos adelantos en Colombia, no ocultó su
preocupación por que actualmente se presentan problemas para hacer investigación científica en
salud.
Planteó una reflexión sobre el verdadero nivel de preparación del país para afrontar su ingreso en la
etapa de la medicina personalizada, modelo que se prevé asegurará una mejor atención médica. “No
se puede negar el esfuerzo que están haciendo los equipos de investigación, pero a veces no
encuentran el eco de bienestar social que debería alcanzarse”, explicó.
Medellín instó a la comunidad científica de Colombia a plantearle al Gobierno nacional lo
fundamental que es para el país tener esta clase de medicina. “Lo más importante es que sea
democratizada y pueda llegar a todos y no solamente a aquellos que tienen los recursos”, sostuvo el
representante de la Casa Editorial.
b. Carlos Estrada, gerente general de Productos Roche.
Relató que hace cerca de 10 años se empezó a trabajar en el concepto de medicina personalizada y
que, gracias a la investigación y al desarrollo científico, se logró entender que el enfoque de la
medicina tradicional debía dar un giro. “Se debe cambiar. De tratar pacientes con una enfermedad
con el mismo medicamento y a considerar al paciente como una persona única”, planteó.
Explicó que la esencia de la medicina personalizada es que a los pacientes les realicen diagnósticos
de calidad y tratamientos individuales, pero sobre todo “que se ajuste a lo que sus marcadores
biológicos dicen en relación con la enfermedad” y para que de la misma forma se desarrollen
tratamientos específicos, dirigidos a cada paciente en particular.
Según su visión, llegar a este punto fue posible por los diferentes desarrollos científicos alcanzados
en áreas como la genética y la genómica, entre otras. “El propósito de Roche siempre ha sido el
hacer hoy, lo que los pacientes van a necesitar mañana”, aseguró el Directivo de Roche.
Estrada exaltó el trabajo de las dos divisiones de la compañía: diagnóstico y farmacéutica y señaló
que los avances en estas áreas les ha permitido buscar “esa sinergia que logra desarrollar productos
dentro del contexto de la medicina personalizada”.
Hizo un balance y señaló que la compañía cuenta hoy en el contexto global con más de 250
proyectos que buscan implementar el concepto de medicina personalizada y desarrolla
medicamentos “eficaces y seguros” para el bienestar de las personas gracias al combate a
enfermedades con impacto mundial como el cáncer y el alzhéimer.
2. Conferencia Central.
a. Elicia Penuel, científica en el área de Desarrollo de Biomarcadores de
Oncología en Genentech.
La experta subrayó que cuando se refiere al tema de biomarcadores en sus trabajos en Oncología
destaca como aspecto fundamental el programa de acompañamiento y diagnóstico. De esta forma,
según dijo, han logrado precisar la identificación plena de los biomarcadores. “Es una evaluación
muy importante para el desarrollo de la droga en una etapa temprana”.
Seguidamente, explicó que un biomarcador es una sustancia que indica un estado biológico,
morfológico o del orden fisiológico. “Es cualquier característica para definir una enfermedad y para
poder evaluar cualquier proceso de una respuesta farmacológica o una intervención terapéutica en
el futuro”, explicó.
Relató que uno de los primeros biomarcadores descubiertos fue la denominada cadena ligera -con
amplio uso en la actualidad-, pero que más adelante lograron reconocer la existencia de unos
biomarcadores adicionales que permitían predecir una respuesta.
Penuel explicó que el pronóstico predictivo y de seguridad son biomarcadores que observan los
diferentes ensayos clínicos y que darán la posibilidad de advertir el posible decurso de una anomalía
o enfermedad.
Sin embargo, agregó esto puede variar y que algunos pacientes pueden responder
independientemente. “Nosotros tenemos que identificar los predictivos para poder tener una
respuesta con un medicamento específico”, afirmó.
La PHD en Biología Molecular de la Universidad de Berkeley en California (Estados Unidos) dijo que
los biomarcadores pueden ayudar a “predecir enfermedades futuras de la humanidad”. La gran
diferencia, según argumentó, “es que hoy evolucionamos porque pasamos de mirar solamente las
proteínas a mirar el material genético”.
Por último, comentó algunos aspectos de su experiencia clínica al separar el cáncer de seno en los
diferentes tipos “lo que -según agregó- marcaría el estudio futuro de esos biomarcadores
personalizados y monitoreables como es el caso actual en el estudio de cáncer de pulmón”.
3. Panel I: Colombia y la medicina personalizada, ¿cómo enfrentar el reto?
Jaime Castellanos, gestor del programa nacional de ciencia tecnología e innovación en salud, hizo
mención a que los mayores desarrollos en salud pública previos al siglo pasado y antepasado fueron
definidos por “pequeños cambios en temas esenciales” como la introducción del acueducto,
alcantarillado y el manejo de basuras que significaron un gran impacto en la salud de las
poblaciones.
Recordó la generación de un “cambio abrupto” en la actividad médica debido al avance “tan abrupto”
del conocimiento científico en el mundo que ha generado, entre otras dinámicas, la necesidad de
utilizar la información adecuada para también tomar decisiones acertadas.
Según afirmó, la medicina personalizada puede representar para un paciente, “simplemente tener la
posibilidad de tener un escáner o una tomografía muy específica” para detectar cuáles son sus
imágenes y pueden facilitar un acertado diagnóstico.
Andrés Felipe Cardona, oncólogo clínico de la Fundación Santa Fe, expuso que, pese al inmenso
volumen de información sobre temas de salud dispuesto en la actualidad, la mayoría de las personas
del común “no entienden” lo que es la medicina personalizada.
Según su análisis, mientras entre 1952 y 2000 se produjo un volumen de información equivalente a
una tonelada, en la última década fueron cerca de 500 toneladas de datos. “Hay patologías que han
cambiado de manera tan dramática que el conocimiento de los últimos tres años ha variado cerca de
un 1.500 ciento”, puntualizó.
Por lugar de origen y manejo de la información, el oncólogo alertó sobre su concentración en pocas
zonas del mundo: el 97 por ciento en EEUU, Europa y Japón. “Nosotros tan solo generamos el 0,17
por ciento del 1 por ciento de toda la información mundial, lo que significa que nosotros somos
absolutamente ignorantes en el tema de cómo se produce y se controla el cáncer”.
Hizo un llamado al gremio a utilizar la medicina personalizada en el entorno local y los invitó a
quitarse “esa tara” que pregona que hacer medicina correcta seleccionando bien a los pacientes “es
malo para la economía de Colombia. Eso no es cierto. Lo que tenemos que hacer es trabajar para
permitirle vivir más y mejor a la gente”.
Fabio Ancízar Aristizábal, director del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de
Colombia (IBUN), recordó la advertencia hecha con antelación de que la medicina personalizada es
demasiado cara e impagable y seguramente “va acabar con el sistema de salud”.
Desde su punto de vista, el problema es de equidad. Dijo que todas las iniciativas son notables para
Colombia, pero destacó la necesidad de que estas sean accesibles para todo el público. “Así se
podría racionalizar y tener más éxito en la fase terapéutica”, dijo.
El científico de la Nacional aseveró que esta puede ser la oportunidad para quitar una gran cantidad
de halos, “como eso de que hay medicamentos malos y buenos”. Recomendó tener las bases de la
información para que esta aplicación se produzca de manera correcta.
4. Panel II: Colombia y la innovación científica en la salud. Articuladores del bienestar y
la calidad de vida.
Alejandra Toro, directora de relaciones públicas y cuidado al paciente de la Fundación Ámese, hizo
un balance histórico e informó que, en ocho años de actividades, este organismo ha atendido a más
de 4.000 pacientes.
Aunque valoró la importancia de la medicina personalizada, afirmó que es “mucho más vital” saber
qué oportunidad tienen los pacientes de tener un diagnóstico temprano y las posibilidades de acceso
a los medicamentos de calidad.
De acuerdo con su experiencia clínica, “muchos pacientes no se mueren por la falta de herramientas
para tratarlos sino por la falta de acceso a los tratamientos”.
Si bien destacó que en Colombia se “habla mucho” de campañas y de educación para que se
detecte a tiempo el cáncer de mama, denunció que muchas de las mujeres que llegan a Ámese “por
más que lo encuentran a tiempo, pueden pasar nueve meses para que les diagnostiquen su
enfermedad y otros cinco meses para que empiecen un tratamiento”
Andrés Felipe Cardona, oncólogo clínico de la Fundación Santa Fe, lanzó críticas a la costumbre
colombiana de medir el acceso a la salud por el indicador del número de pacientes inscritos en una
EPS. “Ese es un error enorme”, aseguró.
Agregó el especialista en cáncer que el acceso en salud se mide con la calidad de la atención y los
desenlaces finales que se obtiene con cada una de las patologías. Pero recordó que “en oncología
es fatal. No se puede decir que es equitativo, ni homogéneo y ni funcional”.
Francisco de Paula Gómez Vélez, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de
Investigación y Desarrollo (Afidro), hizo claridad respecto del tiempo de duración e impacto de la
innovación en el campo de la medicina. “Es un proceso largo que puede requerir de mucho tiempo
de trabajo”, afirmó.
Destacó los “notables desarrollos” que se vienen alcanzando en múltiples áreas relacionadas con las
enfermedades que aquejan a los seres humanos donde el desarrollo del conocimiento “usualmente
es como un círculo que se expande en todas las direcciones”, pero advirtió que “innovar tiene su
dificultad”.
De acuerdo con Gustavo Enrique Morales, superintendente Nacional de Salud, lograr que las
innovaciones “avancen, se propaguen y se democraticen” implica asegurar el acceso a esta
información en toda Colombia y que “las historias clínicas se saquen del ámbito de lo privado”.
El funcionario reiteró que estas historias deben ser “un documento público, pero obviamente muy
bien regulado”. Reseñó que la introducción de mecanismos como el Habeas Data y la privacidad en
el manejo de esto temas, “está dificultando mucho la supervisión y el avance tecnológico”.
Juan Carlos López, actual vicepresidente y presidente electo de la Asociación Colombiana de
Sociedades Científicas, planteó la necesidad actual de “colocar en una balanza” tanto la implicación
de estar actualizado en salud, los procesos de investigación y tratamientos, “contra el costo que esto
puede representar”.
López aseguró que, aunque en este momento puede ser un “poco costoso” para Colombia, al final
del proceso, “cuando los tengamos debidamente estandarizados, sin duda, que esto va a ser mucho
más económico que lo que estamos haciendo ahora”.
(Fin/jlb/care)
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