Visión de Don Rodrigo y el reino perdido

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Visión de don Rodrigo y el reino perdido
Este romance llamado `Visión de don Rodrigo y el reino perdido' narra como el rey está dormido en su
lujosa tienda y no percibe el escándalo que hay a su alrededor (vientos contrarios, la luna crecida, el mal
tiempo, etc.). Fortuna, una de las 100 doncellas que acompañaban a Rodrigo, se acerca para hablar con el
rey y advertirle de lo que pasará si no despierta. Cuando este despierta, uno de sus hombres le avisa que el
conde Julián está destruyendo sus tierras.
AsÃ− que rápidamente coge su caballo para luchar contra Julián, pero es inútil, son demasiados. AsÃ−
que Rodrigo no tiene más remedio que abandonar sus tierras y lamentarse viendo como Julián arrasa con
ellas.
El romance, pertenece a la parte del Ciclo en que el conde Julián, gobernador de Ceuta, abre las puertas de la
penÃ−nsula a los árabes para provocar la destrucción del reino de Rodrigo.
Es un romance relato o cuento, ya que narra la pérdida de las tierras de Don Rodrigo. Se puede dividir en
tres partes:
-Contiene una introducción, donde cuenta como y donde está el Rey (durmiendo junto a Cava dentro de
una tienda decorada con oro) y la situación exterior de la escena (los vientos contrarios, la luna crecida, el
mal tiempo, etc.)
-Un nudo o cuerpo, donde se narra el hecho principal (el ataque del conde Julián a las tierras del Rey) y que
este no puede hacer nada al respecto.
-I un desenlace, en el cual cuenta como Rodrigo tiene que huir mientras se lamenta de la situación que ve:
Sus tierras destruidas y arrasadas por las tropas de Don Julián.
En el romance, se pueden ver varios elementos que anuncian los malos presagios ante lo que va a ocurrir. Y se
pueden ver en los versos 1 y 2, dónde los elementos naturales están alterados, asÃ− mostrando una
situación de inestabilidad.
Del verso 4 al 8, el ambiente es muy distinto al del resto del poema:
“Dentro de una rica tienda de oro bien guarnecida;
Trecientas cuerdas de plata que la tienda sostenÃ−an
Dentro habÃ−a cien doncellas vestidas a maravilla;
Las cincuenta están tañendo con muy estraña armonÃ−a,
Las cincuenta están cantando con muy dulce melodÃ−a.”
Estos versos contienen un alto grado de tranquilidad y belleza.
Se puede ver como esta estrofa no tiene nada que ver con el resto del romance. En ella se ve reflejado el
estado del Rey, un estado de felicidad, ya que está en una lujosa tienda junto a Cava y 100 doncellas más.
En cambio en el resto del romance se narra como sufre y se lamenta viendo a Julián destruir sus tierras.
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Esta imagen puede hacer referencia a las diferencias que puede haber en una misma escena y en un momento
determinado, es decir, dentro de la tienda se puede ver reflejado lo que serÃ−a el paraÃ−so (oro, lujos,
doncellas, etc.) y fuera de ella una escena totalmente caótica que podrÃ−a referirse al infierno (tierras
destruidas, gente prisionera, etc.)
Del verso 24 al 42, narra una progresiva destrucción del reino:
Del verso 24 al 28 muestra como Rodrigo contempla atónito esa situación y actúa de una manera rápida:
dejando sus tierras al ver que no podÃ−a luchar contra Julián.
Del verso 29 al 36 hace una descripción del estado fÃ−sico y psÃ−quico del rey: el cansancio de su caballo,
está muerto de sed y hambre, lleva las armas abolladas, etc.
Y del verso 37 al 42 explica la situación que contempla desde el cerro al que se ha subido: ve como sus
banderas están pisoteadas y cubiertas por tierra, como sus campos están cubiertos de sangre, etc.
Expresiones, sustantivos o adjetivos como `el rey va tan desmayado', `muerto va de sed y de hambre', `las
armas lleva abolladas', `la cara lleva hinchada', etc. nos muestran el estado en el que se encuentra Don
Rodrigo y los numerosos verbos en condicional perfecto expresan una acción futura en relación con un
pasado que se considera punto de partida de la acción.
También podemos encontrar varios elementos intensificadores, como podrÃ−an ser vocativos, repeticiones,
imperativos, exclamaciones retóricas, etc.
En el verso 10 se puede ver un vocativo, ya que está diciendo el nombre de don Rodrigo cuando sabemos
perfectamente que va dirigido a el.
En los versos 11,12 y 13 se puede ver una polisÃ−ndeton, ya que se repite en numeradas ocasiones la
conjunción `y'. Como está haciendo una enumeración podrÃ−a sustituir la `y' por comas, en cambio no lo
hace para dar más intensidad a lo que está narrando.
En el verso 15, `yo muy bien te lo dirÃ−a'. Aparece un pronombre tónico que se sobreentiende.
Y para acabar, en los versos 52 y 53, una exclamación retórica, ya que se está dirigiendo a la muerte y
esta no le va a contestar, y una interjección (`Oh').
A parte de los elementos intensificadores, también se pueden ver varios arcaÃ−smos gramaticales:
Conservación de formas latinas, como `crescida' en el verso 1 y `aquesto'en el verso 44.
En el verso 17, 20 y 54 los apócopes d'ella, d'esta y d'este.
Y también un pronombre enclÃ−tico en el verso 38 (subióse).
También encontramos varios formulismos tÃ−picos, como puede ser la forma de presentación: `AllÃ−
habló una doncella' en el verso 9. Localización espacial y presencia de elementos situacionales: verso 1 y 2.
Y también números, en los versos 5 (trecientas cuerdas de plata), 6 (cien doncellas) 7 y 8 (cincuenta
doncellas).
Y para acabar, la métrica de este romance se define como una tirada de versos monorrimos, dividido en dos
hemistiquios, con rima asonante predominante, aunque también se pueden localizar algunas rimas
2
consonantes.
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