Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 7 La Guerra de Yom Kippur y el Nacionalismo Israelí Por María Eugenia Cruset* Este año se cumplieron treinta años de la Guerra del Yom Kippur. Esto motivó que se escribiera mucho sobre ella. Su importancia para el contexto mundial, la introducción del petróleo como variable estratégica, su relevancia para el mundo árabe. Nosotros, sin embargo, queremos abordarla desde otra perspectiva. Nos interesa analizar que significado tuvo para la política interna del Estado de Israel. Pero no en un contexto coyuntural, sino dentro de un proceso de más larga duración: la estrategia del Estado para lograr una nación integrada y unida. Para hacerlo nos fundamentaremos en el estudio del “problema nacional”. Estudiaremos sus vertientes y aplicaciones a nuestro caso concreto. Nuestra hipótesis es que, para ciertas corrientes nacionalistas, un guerra puede ser el mejor camino para lograr una Nación fuerte y unificada. Y, aunque desde el punto de vista de la humanidad toda guerra es una tragedia, desde el punto de vista político puede ser un gran logro. La guerra puede ser un catalizador que acelere un proceso largo y logre objetivos a corto plazo. La Guerra del Jom Kipur, con el enorme contenido simbólico que tiene, es idea1l. La Guerra de Yom Kippur El 6 de octubre de 1973, fiesta del Yom Kippur para el pueblo judío y, por lo tanto, día de recogimiento y oración, Egipto cruza el Canal de Suez para recuperar la península del Sinaí En el norte Siria avanza sobre la meseta del Golán. Los dos territorios estaban bajo dominio israelí desde el fin de la Guerra de los Seis Días en 1967. La sorpresa causada por el ataque hizo que los primeros días tuviera una actitud defensiva. Pero movilizó sus reservas y logró rechazar a los agresores y llevar los combates dentro de los territorios de Siria y Egipto. Dos semanas más tarde el Consejo de Seguridad de las naciones Unidas adoptó la Resolución 338 que pedía el alto al fuego. * Licenciada en Historia, Maestrando de la Maestría en Relaciones Internacionales, Miembro del Departamento de Historia de las Relaciones Internacionales del IRI. 1 El Yom Kippur o Día del Perdón, es una de las fiestas más importantes del calendario religioso judío. Es el día del arrepentimiento. Esto implica una actitud de recogimiento y oración. Al ser atacados en esa fecha refuerza el sentimiento de originalidad nacional y la necesidad de unidad frente al enemigo común. Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 8 El Nacionalismo El Nacionalismo como tema de estudio es relativamente reciente. Surge como objeto en el período de entre guerras y se afirma en la segunda postguerra. Los tristes episodios ocurridos en los Balcanes en la década de 1990 dieron un impulso nuevo a estos estudios. Lo sucedido entonces debía ser explicado y esa explicación debía provenir del estudio del problema nacional. La mayor dificultad que tiene el nacionalismo es la de definir que es una nación. Qué hace que un grupo de personas se diferencie de otras hasta el punto de formar una comunidad distinta. Es evidente que a la hora de buscar esta diferenciación elementos como la lengua, la religión, el origen étnico, la historia en común son variables determinantes. No es un elemento sólo lo que marca la diferencia es, más bien, la combinación original que cada pueblo realiza entre ellos. Hosbawn en la introducción a su libro Naciones y Nacionalismo desde 1780, plantea de forma muy gráfica y, hay que decirlo también, con una buena dosis de fino humor inglés, las enormes dificultades que existen para descubrir la esencia de las nacionalidades. “Supongamos que un día, después de una guerra nuclear, un historiador intergaláctico aterriza en un planeta muerto con el propósito de investigar la causa de la lejana y pequeña catástrofe que han registrado los sensores de su galaxia... Nuestro observador, después de estudiar un poco, sacará la conclusión de que los últimos dos siglos de historia humana del planeta Tierra son incomprensibles si no se entiende un poco el término “nación”... Este término parece expresar algo importante en los asuntos humanos. Pero, ¿exactamente qué?. Ahí radica el misterio.”2 Teniendo en mente esta gran dificultad debemos seguir avanzando para tratar de comprender como es que se forman esas naciones. Es decir, dejamos paso al tema sobre la esencia de una nación para avanzar hacia el modo de su formación. Nosotros creemos que existen dos grandes vías las cuales se pueden dar en estado puro pero también en diferentes combinaciones: Por un lado está lo que algunos autores llaman el “nacionalismo genealógico”3 y que nosotros llamamos “nacionalismo romántico”. Es el concepto surgido a partir de este movimiento filosófico-cultural en Europa en la década de 1830. Para estos intelectuales la vuelta a los sentimientos, a las raíces más puras del ser nacional. La esencia del Romanticismo era la exaltación de los instintos y emociones en oposición al racionalismo exagerado de la Ilustración. Incluía otros elementos como el amor a la naturaleza, la informalidad, el amor sentimental. En 2 HOBSBAWM, ERIC. Naciones y Nacionalismo desde 1780. Barcelona, Ed. Crítica, 1995. Pág.9. 3 PALTI, Elías. La nación como problema. Argentina, Fondo de Cultura Económica, 2002. Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 9 Alemania el fenómeno se transforma en el Idealismo Romántico de filósofos como Hegel y Kant y presentó el contexto ideológico para las reivindicaciones nacionales. El Idealismo Romántico debe su nombre a la combinación de la teoría romántica con la concepción idealista del universo. Creían que el hombre carece de importancia si no forma parte de un grupo social. Por lo tanto, se debía procurar el bien del grupo primero y así el individuo podrá alcanzar también beneficios. La sociedad y el estado son organismos sociales, producto de la evolución natural. Surge de la idea herderiana de Volksgeist o “espíritu del pueblo”. Concibe a la nación como una entidad objetiva independiente de la voluntad de sus miembros. Por el otro lado tenemos el “nacionalismo civilista” o “nacionalismo jacobino” Este concepto correspondería a la Ilustración y tendría un carácter artificial basado en un vínculo contractual. Según este concepto todos los nacionales de un país son ciudadanos. La ciudadanía iguala y unifica. Todos son iguales ante la ley sin importar su procedencia, lengua materna o religión. El estado se compromete a tratar a todos por igual: les brinda un sistema educativo en la lengua nacional (por lo general es un sistema escolar obligatorio en los primeros años), separa la Iglesia del Estado y tiende a ser laico. Por un lado vemos un nacionalismo “de abajo”, es el pueblo que toma conciencia de su ser nacional y reclama- con éxito a veces-, su estado nacional. Son naciones sin estado que buscan un sitio, generalmente el pedido es sobre la tierra de sus ancestros, donde poder desarrollar sus originalidades religiosas, lingüísticas, etc. Por el otro lado tenemos los “estados sin nación”, donde el movimiento es de arriba hacia abajo. El Estado cumple la función de unificar e igualar. Sionismo El origen de la palabra “sionismo” deviene del término bíblico “Tzion”, usado como sinónimo de “Jerusalém” y de la “Eretz Israel”- Tierra de Israel. El movimiento, como corriente política de corte nacionalista, nace en Europa a fines del siglo XIX entre la intelectualidad juvenil judía. Al vincular sus aspiraciones con Sión, no solo logran una ubicación física a sus anhelos sino que le imprimen una legitimidad histórica a sus reclamos. En ambos casos lo que consiguen son situaciones problemáticas a largo plazo. Al remontar sus reivindicaciones por el retorno a su patria al exilio que sufrieron en Babilonia hacia el 500 A.C. están, por lo menos, forzando un poco la verdad. Si bien es cierto que los judíos se han reconocido siempre como un pueblo identitariamente distinto y, aún superior – “el pueblo elegido”-, y que han mantenido sus tradiciones y costumbres de forma endógena. Parecería no existir Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 10 un deseo serio de un estado judío hasta el surgimiento de los movimientos nacionalistas en Europa Occidental de mediados del siglo XIX. El famoso historiador inglés Hobsbawm hace un comentario muy gráfico y crítico a la vez sobre este tema: “ Es totalmente ilegítimo identificar los vínculos judíos con la tierra ancestral de Israel, cuyo mérito se deriva de las peregrinaciones a dicha tierra...Sería lo mismo que argüir que los buenos musulmanes, cuya mayor ambición es peregrinar a La Meca, lo que pretenden realmente al peregrinar allí es declararse ciudadanos de lo que ahora es la Arabia Saudí”.4 La ubicación geográfica que los jóvenes sionistas eligen para la creación del estado nacional judío es uno de los problemas más violentos y difíciles de resolver de la política internacional de los estados centrales. Mucho tuvo que ver el desconocimiento de la región y, tal vez, un cierto “contagio” de las ideas imperialistas de la época. Los militantes de la Yishuv5 crecieron viendo como Francia, Inglaterra, Alemania conquistaban enormes extensiones de tierras, con multitudes de pueblos en ellas, sin que fuese un obstáculo moral. Más aún, su formación estaba repleta de conceptos como “civilizados” y “bárbaros” y como los primeros tenían el “deber moral” de subyugar a los segundos “por su bien”. Si la región de Palestina era un territorio deshabitado mejor pero, si no era así, tampoco era un gran problema para sus conciencias occidentales. Theodor Herzl: Padre del Sionismo Político Theodor Herzl nación en Budapest en 1860, en una familia sefardí que, desde España, pasando por el imperio Otomano, llegó a Hungría. Sus padres poseían una buena posición económica y un buen nivel cultural. Hacia 1878 se mudan a Viena donde Theodor se gradúa de abogado y, al poco tiempo, se casa. Las leyes no serán su fuerte y sí lo va a ser el periodismo. Como corresponsal del diario “Neue Freie Presse” (Nueva prensa libre), vive en España y Francia por varios años. Hasta su muerte trabaja en este diario como redactor. Justamente en Francia va a presenciar un hecho que le marcaría la vida: el caso Dreyfus. Alfred Dreyfus era un militar ,de origen judío, de alto rango en el ejército francés. Fue acusado injustamente de espionaje y encerrado en la famosa prisión de la Isla del Diablo (Guyana francesa) por un tiempo hasta que se descubrió su inocencia. Esta situación le marca a Herzl la realidad del 4 HOBSBAWM, Eric .Naciones y Nacionalismo desde 1780. Barcelona, Ed. Crítica, 1995. Pag.56 y 57. 5 Asentamiento judío en Palestina. Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 11 antisemitismo incluso en la civilizada Francia y la necesidad de una respuesta a la cuestión judía. Aún antes que él lo planteara había una vaga noción de nacionalismo judío. En 1885 el cirujano Leib Pinsker fundó en Odesa una organización llamada “Jovevei Zion” que procuraba la inmigración paulatina y en pequeña escala, a Palestina de aquellos sectores perseguidos. Sin embargo, solo su propuesta va a tener un ideario concreto y práctico. Sus conceptos fundamentales están expresados en su libro “El Estado Judío” ahí dice: “ La cuestión judía es una cuestión nacional; para solucionarla tenemos que hacer de ella, ante todo, una cuestión mundial que ha de ser resuelta en un Consejo de naciones civilizadas.” Para lograr sus objetivos funda en 1897 el diario Die Welt (El Mundo) y convoca, ese mismo año, al Primer Congreso Sionista en Basilea, Suiza. El programa que allí surge es el de crear un hogar en Palestina para el pueblo judío. En 1904 Herzl muere a los cuarenta y cuatro años. Si bien él no llegó a ver plasmados sus ideales dejó sentadas las bases para que se llegara a crear el estado de Israel. Palestina Hasta la Primer Guerra Mundial el territorio de Palestina constituía una provincia de Turquía. Su población era 70 por ciento árabe y 30 por ciento judía y cristiana. La relación entre las tres comunidades era buena. Con la derrota de Turquía en 1918, se creó un mandato de la Liga de las Naciones, bajo la tutela de Gran Bretaña. Al mismo tiempo los jóvenes sionistas de Inglaterra y Estados Unidos, presionaban a la opinión pública y a sus gobiernos para que se convirtiera a Palestina en el estado nacional judío. La respuesta a esto fue la Declaración Balfour según la cual, el gobierno británico se comprometía a favorecer la creación del hogar nacional judío y, al mismo tiempo, proteger los intereses de las comunidades no judías en la región. Palestina prosperó bajo la protección del mandato inglés y, salvo el motín en Jaffa en 1921, las relaciones entre los distintos grupos era muy buena y pacífica. Hacia 1930 la composición de la población cambió y el equilibrio reinante hasta ese momento también. Los judíos provenientes de Europa y Norte América tenían una mejor educación y mayores recursos económicos. Con el tiempo fueron apropiándose, por medio de la compra, de mayores extensiones de tierra. Cuando el contexto económico mundial entra en crisis en la década del ’30 por el quiebre de la Bolsa de Wall Street, la competencia entre la población árabe y Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 12 judía se agudiza. En 1929, 1930 y 1931 tuvieron lugar ataques armados contra establecimientos judíos, seguidos por asesinatos terroristas. Con la llegada al poder de Hitler a Alemania y su persecución antisemita, los cupos de ingreso de inmigrantes judíos a Palestina se acrecentaron. Legal o ilegalmente llegaron al territorio más de 130.000 inmigrantes. Desde ese momento el equilibrio étnico se rompe y la convivencia pacífica desaparece. Poco antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra dio a conocer el llamado “Libro Blanco” (1939). Este era un proyecto del gobierno por el cual, en el término de diez años, se crearía un estado palestino independiente. Con un gobierno compartido por árabes y judíos, y la protección a los intereses vitales de ambos grupos. Sin embargo, el plan fue rechazado por las partes interesadas. Poco después grupos terroristas de ambos bandos se dedicarían al saqueo, incendio y asesinato. Creación del Estado de Israel En abril de1947 el gobierno británico anunció a las Naciones Unidas que en un año más daría por finalizado su mandato y abandonaría la zona. El 15 de mayo de 1948 llegó a su fin el mandato. Ese mismo día un gobierno provisional judío proclamó el establecimiento de un estado independiente en Israel. Se efectuaron elecciones para la creación de una Asamblea Nacional Constituyente. La Constitución emanada de esta Asamblea contemplaba un presidente débil, un gabinete fuerte y un parlamento poderoso. Era claro que el Gabinete y el Parlamento serían los verdaderos gobernantes del país. El Gabinete era investido con la dirección del proceso legislativo y tenía la autoridad ejecutiva. El Parlamento, Knesset, ejercería un poder legislativo independiente y podría derribar gabinetes cuando éstos no contaran con su confianza. La Constitución preveía la representación proporcional, un parlamento unicameral y el sufragio universal tanto para judíos como para árabes. Un elemento único en el sistema era la estrecha asociación entre la religión y el estado. El matrimonio y el divorcio eran colocados bajo la jurisdicción de las cortes religiosas: judía, cristiana o musulmana. El Nacionalismo Israelí El Nacionalismo del Estado de Israel es original en muchas formas. Su fundamento ideológico es el Sionismo y, por lo tanto, se lo podría clasificar como un “nacionalismo genealógico” o “de abajo”. De hecho, la ley de ciudadanía que permite un movimiento inmigratorio importante, es una de las más amplias que se pueden concebir. Esta ley llamada “Ley de Retorno”, dice en sus artículos más importantes: Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 13 1) Todo judío tiene derecho a hacer Alia (inmigrar) a Israel.” “4) a) a) Los derechos de un judío según esta ley y los derechos del Olé (inmigrante) según la Ley de Ciudadanía (1952), así como los derechos del Ole según cualquier otra legislación, serán otorgados también al hijo y al nieto de un judío, a la pareja de un judío, y a la pareja del hijo y nieto de un judío, exceptuando a quien era judío.” b) A los fines de esta ley, "judío" es todo aquel nacido de madre judía o convertido al Judaísmo y que no es miembro de otra religión.” 6 Es este concepto tan flexible de ciudadanía el que ha permitido una inmigración numerosa y variada. Hoy en día los grupos más importantes que conforman la población son: Estos son los principales grupos que conviven en Israel: • Askenazíes Proceden de Europa central y oriental. Hablan yidish (judeoalemán). Son de tendencia socializante y laicista. Forman la élite del país. • Sefardíes Son descendientes de los judíos que vivieron en la Península Ibérica hasta que fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1942. Proceden sobre todo de países árabes y del norte de África. Hablan el ladino (judeoespañol). Son muy religiosos y más radicales que los askenazíes con los que difieren también en leyes, costumbres y liturgia. • Judíos rusos Son los nuevos inmigrantes, llegados tras el hundimiento de la URSS y ascienden a casi 1 millón. Comparten con los askenazíes su origen europeo y su laicismo pero son de ideología conservadora. • Judíos etíopes Unas 75.000 personas. Sufren el racismo de los demás grupos, la política los ignora y sus jefes tribales no son reconocidos por los rabinos. 6 El texto completo de la Ley está disponible en Internet. Sección: Historia Revista Relaciones Internacionales – Nº 25 (Segmento Digital) Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) – Segundo semestre de 2003 14 Estas características inmigratorias han forzado al estado a buscar caminos de integración y homogeneización, del mismo modo que los “Nacionalismos Civilistas” o “De arriba”. De todas las medidas que ha debido tomar, ninguna más exitosa que la del Servicio Militar Obligatorio7. La población en Israel debe servir en el Ejército a partir de los 18 años, hombres y mujeres-, los varones tres años y las mujeres dos. Finalizado este período quedan en la reserva del ejército hasta los 51 años los varones y hasta los 24 las mujeres solteras. Las función integradora y asimiladora que tiene el servicio militar obligatorio es conocida. Sin embargo, pocos países la han utilizado de una forma tan exigente y extendida. El fundamento para esto es la situación de riesgo en la cual se encuentra el estado de Israel frente a sus vecinos,- y enemigos-, árabes. Es en este contexto que podemos afirmar que el estado de amenaza permanente facilita la integración y cohesión interna del país. Sin embargo, un sentimiento de temor en la población sólo puede mantenerse a largo plazo si es real. Por eso, la Guerra del ´73 fue beneficiosa para Israel en términos de política interna. Toda guerra es en sí misma un fracaso para la humanidad pero nadie puede dudar que en ciertos momentos de la historia pueden ser ventajosas para algunos estados. Alemania tal vez no hubiera llegado a unificarse si no hubiera existido la Guerra Franco-Prusiana. Israel tal vez no hubiera prosperado, a largo plazo, sin las numerosas guerras que le sucedieron a su creación. 7 Para ver como se ha utilizado el Servicio Militar Obligatorio como instrumento de las “naciones civilistas” para la homogeneización del país: el caso de Argentina en: CRUSET, María Eugenia. Nacionalismo e Inmigración. II Taller de Interculturalidad. Santiago de Chile, 2003. Sección: Historia