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PALACIO DESENCANTADO
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MADRID:
Imprenta de F. Fuertes, Corredera de S. Pablo, 12.
1847.
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Hffilioteca de llusionismo. Fundación
Juan
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11,4 llegada á esta córte del
primer prestidigitador de
Europa Mister Macattister,, ha causado una especie
de revoluc ion en la sociedad madrildia : viejos y jóvenes, grandes y chicos, hombres y mugeres, pobres y opulentos, se vieron mágicamente sorprendidos con el talisman del tan celebre jugador de manos ; y ä la vez corrian en busca de una localidad
que los proporcionase el gusto de conocer á la notabilidad en moda. Pero lo mas triste era ver que gran
parte de los que querian ser espectadores tenia que
volverse triste á su casa por no haber podido hallar
billete ; estos eran los mas cautos, pues aun les quedaba esperanza de lograrlo al dia siguiente ; pero
otros ó mas ricos ó menos económicos, soltaban
40 rs. á un revendedor, instalándose en su luneta yf
alimentando de este modo el fraude y la codicia de'
los espendedores de billetes. De este m ovimiento, d e .
este anhelo, se sigue que 1VIr. M acallister era el objeto de todas las tertulias, de todas las conversaciones, alabando unos y , exagerando otros las sorprendentes suertes que solo ä él pertenecian. Alzóse por
fin el telon del primer sueno de Mr. Macallister,, y
el publico, dispuesto de antemano á ver cosas sorprendentes, se sorprendió y premió con sus aplausos al célebre prestidigitador estranjero que á fuerza
de estudios y desvelos ha conseguido llegar al 'piná7
culo de la 'ciencia.
ffilinteca de Idusionisme.Fundacion Juan Mara (Madrid)
La y oga de Maeallister fué creciendo ; el público
le anhelaba, el Régio alcázar le llamaba, y en medio de tan repetidas ovaciones, ha permanecido impávida, recogiendo aplausos y dinero en cambio de
algunas libras de pólvora y de dulces. Tanto talento, tanta ciencia, no pueden menos de ser elogiados, y asi nos hemos propuesto descorrer el velo
que ha existido entre Mr. Macallister y el público,
es decir ; esplicar clara y terminantemente los medios que este celebre y nunca bien ponderado ingeniero mecánico ha empleado para ofuscar ä sus espectadores, persuadidos de que nuestros lectores nos
lo agradecerán, pues apenas habrá uno ä quien no le
haga cosquillas alguna de las suertes que vió y no
comprendió.
Quisiéramos, sin embargo, ofrecer al público
una obra de mayor mérito considerada físicamente;
pero habiéndonos propuesto describir tan' solo las
que ha ejecutado en la corte el célebre ingeniero, tendremos el sentimiento de ofrecer al público ilustrado
muchas suertes de mal gusto, casi todas muy antiguas, y algunas de ellas ejecutadas al aire libre por
el jóven Isidoro en Chambery: (1) pero como forman
parte del repertorio Macallister,, repetimos que ä
fuer de exactos habremos de citarlas, tal como las
hemos comprendido de la simple espectacion desde
la luneta.
Fácil hubiera sido ä los editores de la presente
obra el publicarla hace algun tiempo ; pero ä fuer
de buenos espalioles no han querido hacerlo durante la permanencia del célebre Macallister en la córte
por no perjudicarle en sus intereses y tener ocasion
de dar una prueba de su caballerosidad.
(t) Pueblo naciente que con el tiempo vendrá á ser un arrabal de
Madrid : reunion dominguera de los criados, soldados, manolas , etc.
Teatro de los triunfos del ¿jo vivo.
Biblioteca de ilusionismo. Fundación Juan
Marck(Madrid
NUMERO 1.
1 escenario aparecerá con el gabinete mecánico
completamente d oscuras : se presentará Mister
Macallister, disparando un pistoletazo, y encenderá una infinidad de velas que estarán diseminadas por el tablado.
Esta recreacion , en la que ninguna parte tiene
la destreza ni el escamoteo, pertenece puramente al
dominio de la física esperimental en m'ion de la química; pues toda ella se reduce ä efectuar la cornbustion del gas hidrógeno por medio de la chispa
eléctrica; de modo que el pistoletazo que dispara el
celebre profesor solo sirve para alucinar al espectador; nada tiene que ver con la combustion.
La posicion en que coloca nuestro ingeniero mecánico las velas de su gabinete, ó sea palacio encantado, favorece mucho al buen éxito de la recreacion;
nuestros lectores recordarán que su posicion era horizontal, es decir en fila, aunque en varios escalones; pues los candelabros y demas luces que ocupan las mesas mecánicas , las presenta ya encendidas M.* Macallister, quien contribuye sobremanera
como en el curso de esta obrita se verá, al buen éxito y ejecucion de los juegos.
Una vez concebida la posicion de las velas, fácilmente se comprenderá, que establecida una corrienBIliateca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid
—8—
te de gas hidrógeno en cada ptivilo por medio de un
tubito de cristal, é inflamándole por medio de la chispa eléctrica, á cuyo efecto debe haber en la parte interior del teatro una máquina que la desprenda, fácilmente se comprenderá, repetirnos, que las velas
hayan de encenderse todas, y con una celeridad admirable.
Una cosa tan solo hay que observar, y es que la
persona que está oculta y tiene en su mano la botella de Leide cargada y dispuesta para comunicar la
electricidad, no hace uso de ella hasta oir la detonacion de la pistola; pues de lo contrario pudiera suceder que faltase el tiro y aparecieran encendidas
las velas, y' esta seria una pifia imperdonable al primer prestidigitador de Europa ú ä otro cualquiera.
NUMERO 2.
Papá, conejo y primo pichon.
Mr. Macallister ha ejecutado esta suerte de dos
modos; el primero consiste en colocar el jugador dos
mesitas peque :11as, una á cada lado del teatro; sobre
ellas pone dos cajas de madera ó sean dos cofrecitos
Ine Biblioteca
de Ilusionismo . Fundación Juan Mara (Madrid) —9—
construidos de modo que metiendo dentro un objeto
cualquiera desaparezca, y en su lugar se encuentre
otro. Oculto dentro de un cofrecito hay un conejo,
y dentro del otro un pichon; pone el primero sobre
la mesita de la derecha y el segundo sobre el de la
izquierda. M. Macallister le trae un pichon y un conejo vivos y enteramente iguales ä los que hay dentro de los cofrecitos. Mete el pichon en el de la derecha, donde está oculto el conejo, y el conejo en el
de la izquierda; tapa ambos cofrecitos, y como al
echar la llave se corre un cajoncito interior que tienen it impulsos de un muelle oculto en un lado del
cofre, resulta que papá conejo reemplazó It primo
pichon y vice-versa.
NUMERO 3.
Papá conejo y primo pichon.
Comienza el jugador lo mismo que antes, por colocar dos mesitas pequerias, una ä cada lado del teatro; en seguida saca un chisme redondo de hoja de
lata, que entre los jugadores lleva el nombre de miIcenesa y tiene esta figura: este chisme es un tubo de
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Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
nl
10 —
dimension suficiente para contener un conejo y un
pichon vivos: tiene otro fondo interior que puede el
jugador sacar ó no sacar segun convenga, por medio
de la tapa que sigue hasta dentro. Macallister presenta un conejo y un pichon, y metiéndolos en la
milanesa, en el hueco del centro los tapa.
Despues enseria una caja que los jugadores llaman caja de Escipion, y que hoy dia es ya muy vulgar en Madrid, pues hasta petacas de chasco se hacen por el mismo procedimiento: son de chasco porque el fumador ofrece un cigarro, enseria la caja llena, y cuando el convidado va ä tomarlo se encuentra
que la caja está vacia. Saca pues una caja de Escipion bastante grande para tener ocultos el conejo y
el pichon, y enseriando al público que nada contie-;
-
ne dice; que papá Conejo y primo pichon van á pasar ä la caja, lo cual verifica con solo ocultar los
animalitos en la milanesa y hacerlos aparecer en la
caja de Escipion.
lEUMEt10 4 .
Las cartas vivas.
El célebre ingeniero mecánico dä á escojer de una
baraja francesa cinco cartas forzadas, despues las
Bffilioteca de II.ionismo undación Juan March (Madrid)
— 11 --
mezcla con las denlas barajando y las coloca en una
cajita de esta forma ; esta cajita tiene por la parte
1111111111111111111111111111111111
trasera un doble fondo donde hay otras cinco cartas
iguales á las forzadas, y está dispuesto de manera
que las cartas van saliendo por medio de un movimiento de reloj que hay en la parte inferior de la caja, el cual tira de una cinta colocada entre las cartas de esta manera, interponiendo ä cada carta una
tablita ; de modo que 11 medida que la máquina va
tirando de la cinta y arrollándola en un cilindro interior, las cartas van saliendo por su Orden. Hace
Bffilicrleca de Ilusionismo. Fundación Juan Mara (Madrid)
-- -subir el profesor un chiquillo, que á propósito se
halla en la orquesta, le pone de espaldas al público,
y enganchándole la maquinita en el cuello de la chaqueta, toca a un muelle que bace andar la máquina
de reloj y ejecuta la suerte. Tambien puede hacerse
este juego sin máquina de reloj, y consiste en hacer
uso de una hebra larga de seda negra en vez de la
cinta ; en este caso tira la esposa del jugador do
la hebra y surte el mismo efecto. De este juego pasa
el famoso Macallister al de
NUMERO 5.
Las cartas obedientes.
Para no tenerse que cansar en dar otras cartas,
el presente juego viene ä ser una repeticion del anterior, solo que en vez de colgar la maquinita de la
chaqueta del chico, tiene otra igual puesta dentro
del cuello de una botella llena de agua y colocada sobre la mesa ; coje las cinco cartas que salieron de la
suerte anterior, las mezcla de nuevo en la baraja y
toda la coloca en la maquinita que está sobre la botella: en esta suerte hace una pequeña modiacacion
que el público madrileño le aplaude con entusiasmo,
y que en si no vale nada : consiste en que una de las
cinco cartas elegidas fué el as de pique (cartas francesas) y el caballero que la escojiö está de acuerdo
con Macallister para decir que se le ha olvidado la
carta que escojió pero que cree que era el as de pique, ä esto sale el as de pique, y cuando el jugador
se la enseña ä su compadre de la luneta dice: »ahora me acuerdo no era el as de pique sino el de coeur,»
no se ha perdido nada, contesta el ingeniero mecánico, sople V. y se volverá el as de mur : sopla el
individuo y le muestra la misma carta convertida
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
-- 13 —
en as de cceur : esto se hace cortando el corazoncito negro de un as de pique y pegándolo con un poco de azucar quemada encima del de coeur, claro está que con solo separar con el dedo el jugador aquel
pedacito pegado vuelve ä ser encarnado el corazon
del as en vez de ser negro. Tambien se hace esta
suerte pintando de nuevo de encarnado el corazon
de la carta y ehändole encima antes que seque, polvos de salvadera, los polvos hacen aparecer negro
el corazon , y una vez separados torna ä su antiguo
color. Este es uno de los escamoteos que hace con
mas limpieza el celebre Macallister: verdad es que
no tiene nada que hacer. A esta suerte sigue
NUMERO 6.
El florero mágico.
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Bffilioteca de Ilusionismo. Fundaeion Juan March Madrid)
— 14 —
Para no tenerse que cansar, el gran prestidigitador en dar ä elegir otras cinco cartas, el presente juego viene ä ser una repeticion del anterior, es
decir, que en el primer sueiio tuvo tres sueisios iguales el jugador 6 sean tres pesadillas. Coje un llorerito, por cierto no de muy buen gusto, pues en el
dibujo hemos procurado mejorarle , le coloca sobre
la mesa, y tocando un muellecito que sujeta las
cinco cartas por detras , hace que aparezcan en la
forma indicada en este grabado: por supuesto amenizando la suerte con un pistoletazo.
NUMERO 7.
Las seis coronas para las dantas
concurrentes,
Creiamos los inteligentes que nos iba ä presentar cinco coronas cada una con una de las cartas
hasta ahora empleadas , y ä las que parecia tener
tanta querencia, reservändose la sesta corona para
ponérsela él en la cabeza como digno premio ä sus
talentos, pero nos llevamos chasco: sin duda conoció que ya debia cambiar de rumbo , y tenia razon.
Pidió tres sombreros por supuesto, uno era de un
compadre suyo, para tomarse con él (el sombrero)
todo género de libertades, como pegarle trastazos,
darle cOrtes con un cuchillo, etc, luego que los tuvo,
puso uno sobre la mesa con la copa häcia abajo, y
otro encima de este con la copa häcia arriba, cojió
un dado muy grande cubierto con una caja que imi-
Bffilio teca de Ilusionismo. Fundación Juan
March (Madrid)
— 15 —
ta al mismo dado, metió todo junto en el sombrero
inferior, teniendo cuidado de dejar dentro el dado
macizo sin que lo vean los espectadores, y sacando
la cascara esterior enteramente parecida al dado; en
esta disposicion, tapa aquel sombrero con el otro, y
pone la cascarilla sobre la copa de este, á la vista
de todos, coje un cuchillo y dice que va á partir la
copa para que pase el dado, pero se contenta con
estropear un poco el sombrero de su compadre, tapa esa cascarilla con otra negra, y claro está que
apretando un poco levanta las dos juntas haciendo ver que no hay nada debajo, para que aparezca
el dado macizo en el sombrero inferior. Mientras el
ingeniero enseña al público el dado, su esposa, que
como ya hemos dicho, sabe cuando ha de andar lista, le sopla dentro de la copa de otro sombrero, las
tres coronas para las damas concurrentes, y en medio una especie de cazolita de hoja de lata redonda,
baja y ancha. Mister Macallister rompe tres huevos
crudos y finje echarlos dentro del sombrero, pero
realmente los echa dentro de la cazolita , despues
con un cuchillo echa tres poquitos de sal, y por último añade un poco cle agua: hace que lo bate todo
13ffiliotóta de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid
-- 1.6 —
junto, pero tiene buen cuidado de no tropezar con
la cazolita para que no se manche el forro del sombrero: el agua y la sal antes de echarla en el sombrero, la pone en una cazolita de hoja de lata pintada de blanco por la parte esterior para que parezca
de loza, lo bate bien con un cuchillo y lo vierte dentro del sombrero con los huevos; despues mete tambien la cazuela blanca, y apretando sin que lo vea
el espectador, se trae consigo la cazolita interior
donde están los huevos, porque la cazuela blanca
está hecha de manera que ajusta perfectamente sobre la otra y no permite que se vierta nada ; el espectador cree que no ha hecho nada, y de este modo se sorprende cuando en vez de huevos, sal y
agua, ve que saca el inglés tres coronas para las
.damas concurrentes: es decir, para tres de las damas que hay alli , no porque no haya mas que las
tres damas concurrentes.
11:
NUMERO 8.
Los dulces fantásticos.
iledúcese este juego á pedir un paíluelo, ponerle
sobre la mesa por la parte de atras donde tiene todas las trampas, dejando colgar una punta, dar dos
tres golpes con la mano sobre el pailuelo y la mesa, y meter con la otra mano unas 30 ó 40 almendras, que despues se dejan caer en una bandeja como si hubieran salido del paiiuelo que nada tenia.
Esta suerte es toda ilusion, porque en seguida saca
madama Macallister varias bandejas de dulces gordos, y no falta quien cree que todos aquellos dulces
Bffiliateca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Mad/id)
-- 17 —
i os sacó su esposo con la punta de los dedos de dentro del paiiuelo.
NUMERO 9
El pavo real.
Este es un pajarraco imitando muy bien ä un
pavo real; pues está vestido del plumaje natural: es
una pieza bien hecha; pero como juego de manos no
vale nada; pues madama IVIacallister mueve por debajo del tablado los resortes necesarios para que el
pavo salude , se rasque, abra la cola, etc. Tambien
come y bebe el pájaro, pero esto es mentira; porque
los caiiamones que le dä Macallister en una cajita,
se van ä la parte inferior y el pájaro no los traga,
y el agua que le dä en una copa se marcha por nn
agujero que tiene y cae al suelo, sino que la distancia que media entre el jugador y el público no permite ver ciertas cosas, que hechas en una sala particular serian notadas ; por eso repetimos que es
mas fácil trabajar en un teatro con nueve mesas mecánicas, escotillones, esposa, criado, chiquillos amaestrados, ó sean pequeiios payasos, y dos filas de lunetas de compadres, que no en una sala particular
donde el menor movimiento del jugador es observado por todos: allí se necesita destreza, aquí solo se
requiere tener máquinas y caer en gracia.
Con este pavo hace Macallister otra recreacion
que consiste en mandar escribir en un papel el nombre de una persona, el de una ciudad, y el de una
flor para que lo acierte el pavo. Coje el papelito escrito, lo cambia por otro que pone en el pico del pavo, y el verdadero se lo echa ä su esposa que está
debajo del tablado, hace que digan varios nombres
y al llegar al verdadero, v. gr. Londres, clavel y Pe-
Minera de
Jhe.—
Ilusionismo.
Fundación Juan
March
(Madrid
1/3 —
rico, el pavo responde Quaa.... es decir, un es el
pavo sino doisia Luisa.
NUMERO 10.
Los objetos hechizados.
Presenta Mister Nlacallister una cajita de marfil;
la da al público y encarga que metan dentro tres ä
cuatro cosas como sortijas, monedus , etc., esto lo
hace el público sin qne lo vea el jugador, y en seguida este pidiendo un palluelo coje la cajita con los
objetos, y la cambia por otra igual que mete dentro
de unpaiitielo , y dice ä un concurrente que lo tenga bien apretado, porque los objetos se van ä marchar. A. esto sube al tablado, deja la cajita con
los objetos, y cojo un anteojo largo, y mientras se
lo da ä otro espectador para que mire, su muger ha
cojido la cajita y se marcha adentro donde mira los
objetos, y los mete en un botecito que en seguida
deja sobre la mesa. Nlacallister sube al tablado por
el talisman, y su muger le dice bajito, v. gr. una sortija con camafeo : entonces el pregunta al del ari.
teojo si ha visto algo, le contesta que no, y cojiéndolo el prestidigitador, dice; si lo veo, es una sortija
con camafeo: vuelve arriba su muger,, le dice una
peseta ; y él repite: la otra cosa estar un pieseto.
¡Bravo ! esclama el público ; y la tercera vez su muger le dice un pendiente, y Macallister repite una
pendiento : ¡magnifico! repite el patio. El jugador
cojo el bote que dejó su muger sobre la mesa con las
tres cosas ; le coloca en el escenario sobre un tripode y lo tapa con un cubilete, baja ä las lunetas, y
cojiendo un pellizco del pañuelo que el espectador
cree tener asido con la caja y los objetos, dice uno,
dos, tres, pasa ; y se oye un ruidoque el público
Bililiolera de Iheionismo. Fundación Juan lilarth (Madrid)
— 19 -cree ser el del objeto que pasa, pero que realmente es producido por un garbanzo ó judia que el criado por la parte de adentro deja caer sobre un cubilete: hace lo mismo con los otros objetos; y por último dice que pase tambien la caja; lo cual ejecuta
quedándose con ella en la mano y sacudiendo el
palluelo para que crean se pasó tambien.
Esta es una figurita como de media vara representando á Mercurio con un libro en la mano izquierda y un martillo en la segunda que sirve para dar golpes sobre una campana de reloj que tiene colocada
debajo de aquel brazo. Este monigote se maneja como
el pavo real por debajo de la mesa mecánica par medio de puntas que le hacen saludar, tocar la campana, etc. ; por consiguiente tampoco es juego de destreza. Y á propósito de este juego, debemos dar á
Mr. Macallister un consejo de amigos, y es que suprima lo de que el Mercurio consigne cuál es la senorita mas enamorada de las concurrentes, pues COR
esta rancia ocurrencia, ademas de proporcionar un
mal rato al bello sexo, pone en evidencia ä una persona no debiendo ser, porque el público que paga
tiene un derecho á hacerse respetar, y paga con el
objeto de divertirse, no de fastidiarse. Esta es una
gracia . de mal tono, que tan solo se permite al manguito de los perros, cuyo público es muy distinto
del que ha engruesado los bolsillos del celebre ingeniero mecánico.
NUMERO 11.
Las píldoras del celebre Marisol'.
Saca el jugador dos bolas de madera macizas bastante gruesas, una encarnada y otra negra ; pide dos
pañuelos y mete una bola dentro de cada pañuelo,
eitándolas con una de sus puntas; en seguida las co.
LIliotec; de ilUSi011iSMO. Fundación Juan March elladrid)
— 20 —
loca sobre la mesa cambiándolas inmediatamente por
otros dos envoltorios parecidos á aquellos para lo
cual fácil es conocer que hubo de pedir pañuelos ya
preparados para que los envoltorios se parezcan. A
esto la diestra M. a Macallister coje los verdaderos, se
los lleva adentro, y coloca los pañuelos solos en un
bote cualquiera de doble fondo ; de modo que al enseiiar su esposo aquel bote al público parece que
nada contiene. Hecho esto, el célebre ingeniero mecánico presenta dos copas de madera iguales y de
esta forma, las cuales contienen cada una una bola
hueca tambien de madera dividida en dos mitades,
de las cuales una ajusta en la tapa y otra en la parte inferior de la copa ; de modo que puede hacerse
aparecer y desaparecer la bola siempre que se quiera. Presenta, pues, como hemos dicho estas dos copas al parecer vacias, las tapa, y colocando los envoltorios que parecen contener las dos bolas primitivas, los pone cada uno sobre cada una de las mesas laterales, que siempre están cubiertas con grandes tapetes ; tapa los envoltorios uno despues de otro
con dos cubilletes bastante grandes, y despues que
su criado ha entrado en las dos mesas por medio de
Bffiliotera
de
Ilusionismo undación Juan Mara (Madrid)
——
un escotillon del tablado, y quitado por una trampa
que hay practicada en la mesa los envoltorios, entonces el sabio Macallister levanta ambos tapetes para
que el público vea que no hay nadie debajo: esta
operacion la hace con una desenvoltura y aplomo
dignos del famoso Philippe. (1)
Dispuestas las cosas de esta manera, hace Macallister que desaparezcan las bolas y los pañuelos,
y pasen las primeras ä las copas de madera, y los
segundos al bote que su esposa dejó sobre la mesa.
NUMERO 12.
El paraguas diabólico.
Pide al público el prestidigitador cuatro pilluelos de seda, y los coloca sobre la mesa ; despues saca
un calion como de media vara ya cargado; le pone
sobre una mesa lateral , y mete dentro los cuatro pariuelos , los ataca con un atacador, y al hacer esta
operacion los empuja lácia la cureña, dando lugar
ä que su criado, que está oculto debajo de la mesa,
(ya hemos dicho que tienen estas mesas tapeta y
bien largo ) tire de ellos y se los lleve ä 111 Macallister,, la cual se entretiene allá adentro en colocarlos
sobre las varillas de un paraguas que no tiene tela.
Despues de esto, pone el célebre inglés el canon en
el suelo y llama al chiquillo de la orquesta; en seguida saca un paraguas cualquiera con una funda de
papel, le quita la funda y le abre enseñando al público que nada tiene ; y para poder asegurar mas la
identidad del paraguas, y que el espectador vea que
no le cambia, pide un pañuelo de batista ä una se(1) Célebre prestidigitador de París, ä quien es fama Macallister
sirvió de ayudante, y de quien aprendió.
ktioieca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
— 22 —
iiora de las lunetas, compinche suya, y le ata al
mango del poraguas ; cierra este, y vuelve ä ponerle
la funda de papel. A. esto su muger le trae una co-
lumna hueca de madera capaz para contener dentro
el paraguas ; la coloca su esposo en el centro del teatro encima de una trampa que hay en el tablado;
mete el paraguas dentro de la columna, y dice al
chico que prenda fuego á la mecha ; en el momento
de la esplosion le quitan por debajo del tablado el
paraguas que metió, y le dan otro con un paiiuelo
igual al que le dió la seiiora de la luneta, y ademas
los cuatro paíluelos que puso M. en las varillas; abre
el paraguas, y deja estupefacto al público haciéndole
creer que ha desaparecido el tafetan del paraguas, y
ha sido reemplazado por los cuatro paiiuelos.
NUMERO 13.
El sombrero sin fondo ó 300 regalos para los espectadores. Esta suerte que tantos aplausos y algo mas ha
Bffilinieca de Busionismo. Fundación Juan March (Madrid)
— 23
valido al seriar Macallister,, hace ya tiempo que la
hemos visto ejecutar en Madrid, y no siempre ä estranjeros ; pues el seiior Cerví la ejecutó en el teatro del Museo : pero como era español, por desgracia suya, no tuvo espectadores, y por consiguiente
ni ganó fama ni otra cosa mas positiva.
Consiste, pues, este juego, en pedir tres sombreros ä los espectadores, y colocando uno encima
de cada mesa, coger y. g. el de enmedio , y sacar de
dentro de la copa multitud de llores en ramilletes
pequeiios , carracas chicas, dulces, pitos, estampas,
y todo lo que se quiera, siendo objetos de poco yohimen, no porque no puedan sacarse objetos grandes, como despues se verá, sino porque siendo chicos se multiplican con mas facilidad; y ocupándose
el célebre Macallister en repartir cositas pasa el tiempo ä las mil maravillas, y parece que ha sacado
muchas mas cosas de las que fueron en realidad.
Coge, pues, el sombrero de en medio, y arrimándose con cualquier disculpa A la mesa lateral,
que está ä la derecha del espectador lleva el sombrero en la mano izquierda, y su criado /e coge y
le dá otro lleno de regalos, teniendo cuidado de meterle al mismo tiempo algunos cubiletes de hoja de
lata unos dentro de otros para que no ocupen y le
sirvan al célebre ingeniero de discnlpa para arrimarse á la mesa otra vez, so pretesto de ponerlos
encima de ella, y volver á cambiar el sombrero por
otro lleno : esta operacion la hace dos ó tres veces,
con la cual hay lo muy suficiente para estar repartiendo objetos durante media hora; hasta que por
último el criado le dá el primitivo sombrero bien
atestado de pluma fina, y muy apretada. Cuando ha
cogido este sombrero Mr. 1VIacallister, pone al chico
un capuchon de color de rosa, y colocándole de
frente al público, él se pone detras sobre una silla,
Ilioteca de Ilusionismo. Fruulación Juan Mara (Madrid)
— 24 —
y vä poco ä poco soltando la pluma de Modo que pa.,
rece una lluvia continua de pluma la que cae sobre
el pobre muchacho del capuchon. De vez en cuando
mueve Macallister el sombrero para hacer creer ä
los espectadores que no hay mas ; pero lo hace de
una manera estudiada, y de modo que nunca este
boca abajo para que no se caiga la pluma.
NUMERO I.
Las fuentes de Neptuno.
Esta suerte, ó sea la produccion acuática que
Mr. Macallister fué el primero que la hizo en público
en Madrid, y que tanto ha gustado por su novedad,
la practicó varias veces usando el trage de tonelete,
como el mas ä propósito para ella; hasta que habiendo oido si era ó no indispensable aquel trage
para dicha suerte, se arriesgó á ejecutarla de frac el
dia 25 de febrero, y mas valiera que no lo hubiera
hecho, pues aunque la moda de los faldones anchos
le favorecian bastante, no fué suficiente para que los
espectadores de las lunetas colocados en bajo trasluciésemos ciertas cosas.
Consiste, pues, esta suerte, en presentar al público un trípode . 6 sea velador, colocarle en medio
del escenario, y poniéndose el ingeniero mecánico
sobre un banquito, embozarse casi con im chal
grande, y hacer aparecer sobre el trípode dos ó
tres palanganas de cristal llenas de agua y aun con
peces.
El trípode y el banquito lo colocan 3I. a Macallister y su criado, y el primer prestidigitador de Europa se está por allá adentro largo rato; despues
aparece tapándose el cuerpo con el chal, y andando muy despacio hasta colocarse sobre el han-
Bililioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid
— —
guillo, alli mueve tambien muy despacio el chal hasta que echándose una punta ä un hombre y otra á
otro, tapa el trípode, y descolgándose de la cintura
una palangana que lleva oculta, la Coloca sobre el
trípode y la enseña despues al público quitándola
el chal que la cubria : en la primera palangana saca
un líquido que se inflama inmediatamente, y que
consiste en poner en contacto con el agua uu pedazo
de potasio, lo cual se inflama en el acto, y hace arder unas estopas que alli estan á prevencion.
Las palanganas son todas de cristal, redondas y
chatas, y tieney un borde en la parte superior que
permite atarlas una vejiga bien apretada para que
no se vierta el líquido, y atarla al dicho borde, cuyas vejigas se quitan con mucha facilidad debajo del
chal, sin que el público lo vea, arrollándolas despues dentro del mismo chal que arroja al suelo para
en seguida tomar otro que le dä su diestra esposa.
Segun nuestro parecer, no deberia hacer ese
cambio de chales, pues como ya hemos dicho, favorecido por la distancia, podia muy bien arrojar
las vejigas hechas unas pelotillas ä cualquier rincon
sin que nadie lo viera.
Segun hemos oido al serior Klichnique, pensaba
hacer esta suerte en el teatro del Instituto, vestido
de mono, al mismo tiempo que nuestro ingeniero
lo verificase en la cruz cou tonelete: pero habiCndole
sabido este, le rogó de tal manera para que no lo
hiciera, que aquel tuvo ä bien acceder á ello, privándonos de ver y aiiaclir una habilidad mas á las
muchas que le hemos visto ejecutar.
. NUMERO 15.
Ei menage egipcio.
Es una consecucion del juego anterior, pues en
la misma forma hace aparecer un gallo y dos galli¡Mulera de Ilusionismo. Fundación Juan
March (Madrid)
- 26
nas que lleva escondidas en los faldones y ä las que
ha tenido cuidado de apretar los picos con. una cuerda para que con su canto intempestivo no le vendan.
NUMERO 16.
El payaso y el ariequin en ei
II e
pantoninnieo.
Este es un juego que de puro sencillo y conocido
no debieramos hacer mencion de el , pero como nos
hemos propuesto no omitir nada de cuanto ha ejecutado el celebre prestidigitador, habremos de, ocuparnos de esta recreacion ä fuer de exactos si bien
lo hagamos someramente.
Consiste este juego en tener dos monitos de carton como de una cuarta de alto con las coyunturas
anudadas por el estilo de los que venden en tiempo
de ferias, y con los cuales se divierten los chicos tirando de un hilo y haciéndolos bailar. Hay sin embargo que advertir, como circunstancia indispensable, que en la cabeza han de tener un sombrero de
tres picos ó cualquier otro adorno que permita en-
Bililioteca de Ilusionismo. Fundación Juan Aiarch (Madrid)
— 27
gancharles en un hilo invisible que pasa de un candelero ä otro, y que tirando de él una segunda persona parezca que los monos de canon bailan solos
sobre la mesa.
NUMERO 17.
Los canarios que se con le ierten
huesos.
Presenta al público el jugador un chisme compuesto de un cerco de madera e) carton y una jaulita
'de alambre en su parte superior con dos canarios
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1101111
M11113111111111difill 11111111I
dentro; lo coloca en la mesa de enmedio y lo tapa
con un palluelo: al taparlo quita la jaulita y planta
otra con dos huevos : claro está que cuando el celebre Macallister levanta el pantuflo, se hallan los canarios convertidos en huevos. Facilmente comprenderá el lector que para esta suerte no necesita el
primer fisico de Europa poner en ejercicio todos sus
talentos. Debemos sin embargo hacer mencion del
escamoteo de los huevos, lo cual ejecuta del modo
siguiente. Despues de haber cubierto el aparato con
el cubilete, y mientras el individuo hace la operacion por debajo de la mesa, el jugador coje un huevo con la mano derecha, le pasa á la izquierda, y
dice que ya á pasar donde están los canarios; pero
ill
ioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
— 28 —
entonces no hace el escamoteo porque pasó efectivamente el huevo de una mano ä otra, enseña el liue
yo en la izquierda y le pasa de nuevo ¡á la derecha:
entonces hace qué le pasa á la izquierda . y sellándole en el cajon al tiempo de cojer el talisman que
está sobre la mesa, se da con él unos cuantos golpecitos sobre las uñas de la mano izquierda que figura tener el huevo; el ruido que producen esos golpechos quieren parecerse al del talisMan contra el
huevo, ó por lo menos aSi lo Creen los que no saben : de este modo abre la mano izquierda y hace
creer que pasó un huevo ; lo mismo hace con el otro,
y lo demas ya lo sabe el lector.
NUMERO 18.
La impresion improvisada
Pide un pañuelo blanco á una señora y da á escojer una carta de la baraja á otra persona; en seguida coje la carta y la mete dentro del pañuelo llevándosela al tablado, lo coloca sobre la mesa lateral, y
dándole unos cuantos golpes encima , se lo cambia
el individuo que está debajo por otro pañuelo que
tiene pintado al temple y en el centro la misma carta : y para que la persona que escojió v. gr. la sota
de copas bubiera d cojerla por fuerza, presenta el
célebre ingeniero una baraja que se compone toda
ella de sotas de copas: Luego que cambia el pañuelo,
le abre y enseña al público aquella impresion improvisada; pero como no le parece regular devolver
el pañuelo It la señora en el estado en que se encuentra, llama la un chiquillo, le hace que le ayude
ä tener el pañuelo, y con una vela quema el pañuelo por el centro haciéndole un agujero que pasa
el brazo : hecho esto, hace que se enfada con el
Biblioteca de IlusioniSmo. Fundacion Juan Mareh (Madrid)
— 29 --
chico, y cojiendo una botella de agua, le moja ä su
placer : despues va ä la mesa lateral y dändole unos
cuantos golpes como antes, se lo cambia por debajo el mismo zängano que anteriormente, pudiendo
en seguida devolverlo ä su dudio sano y salvo.
NOTA.—Esta suerte fue muy aplaudida.
NUMERO 19.
El naranjo del paraiso.
Pide Macallister una sortija y la mete en una
cajiia al subir al tablado cambia la cajita por otra
que tiene otra sortija, y su muger coje la buena y se la lleva : saca despues tres pedazos de cinta;
una blanca, otra encarnada, 'y otra azul; hace que
un compadre suyo que está en el palco de proscénio,
elija la cinta blanca, y á otras seiioritas que hay en
el otro palco de en frente las obliga ä que elijan la
azul; por consiguiente le queda la encarnada: saca
la sortija mala de la caja, y hace que una seriorita
la ate la cinta roja, y llamando al muchacho le dice
que la meta en la pistola, pero como no cabe en el
cation , le dice que la aplaste con los dientes, lo cual
hace el chico sin dificultad, por ser una sortija delfr Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
— 30 —
gada de cobre. A esto M. a Macallister ha metido ya
dentro de una naranja la verdadera sortija con otra
cinta roja, y trae el tiesto con varias naranjas; dispara el prestidigitador, y claro está que la sortija
aparece dentro de una naranja atada con la cinta
roja.
NUMERO O.
Nuevo método de hacer café,.
Presenta al público una caja maqueada bastante
grande, llena de caiiamones, y un bote de lata pintado esteriorrnente, alto poco mas de medio pie: le
enseña al público para que vea que está vacio, y
dice que le va á llenar de cariamones ; le mete efectivamente en la caja maqueada; pero en vez de llenarle de caiiamones, le pone, sin que lo vea el público, una tapa que viene perfectamente al bote, y
que tenia escondida entre los caiiamones , la tapa está hueca como un dedo, y Macallister llena todo ese
vacio con caiiamones de modo que parece estar He-
na
y no lo está. Hecho esto lo cubre con una tapa
tambien de lata, y le vuelve á destapar, llevándose
con la tapa en este movimiento, la especie de cazolila que contiene los caiianiones , y quedando por
Bffilioteca de Ilusionismo. Fundación Ju. March (Madrid)
-Consiguiente vacio el bote: en seguida coje otra tapa
igual en su esterior ä la primera, la cual tiene un
seno en la parte superior lleno de café caliente: este
seno tiene un agujero en la parte superior y otro en
la inferior, de manera que aunque el seno esté lleno
de líquido .no puede salir, porque el agujero superior se halla tapado con un pedazo de cera: coloca
Macallister esta tapadera sobre el bote, y quita la cera de modo que todo el café baja al bote. Descubre
el bote, y por consiguiente en vez de caiiamones contiene café liquido y caliente. Entre él y su muger
echan azúcar en algunas tazas, y el célebre profesor
se prepara ä la siguiente suerte.
NUMERO 21.
Receta para hacer leche.
Claro est ä que habiendo café falta leche, si es que
como Mr. Macallister se quiere hacer café con leche.
E Iliotera de ilusionismo undación
Juan Mara (Nliadrid)
32 —
Para esta suerte presenta otra caja maqueada como
la anterior llena de avichuelas , hace la misma operacion con otro bote como el anterior, lo tapa de la
misma manera, y convierte las avichuelas en leche.
Solo que esta suerte se la hemos visto hacer de dos
maneras, es decir ; que una vez le sirvió el mismo
procedimiento para el café y la leche, y otra varió
esta última, pues el bote contenia de antemano la
leche ; fingió llenarlo de avichuelas por medio de la
tapita ya indicada, robando esta tapita al cubrirla
con el cubilete ó tapadera grande. Este modo de operar le favorece mucho, pues al ir ä tapar el bote con
la tapadera grande, hace como se le ocurre enseiiarla ä los espectadores; y como realmente uo tiene
ninguna trampa, esta ocurrencia dä mayor realce
ä la suerte. Hecho esto, sirven el café con leche, y
se pasa media hora repartiendo tazas.
NUMERO 22.
De un simple lapiz saca 400 han,
deras que repartirá tí los con-
currentes.
Antes de hacer esta suerte se retira el seiior Macallister teniendo ä su disposicion todo el tiempo que
su esposa tarde en recoger las tazas, y empleándole
en llenarse la manga de pnntos que viste su brazo
izquierdo con sendos manojos de banderitas.
Estas banderitas son de tela de varios colores, y
pegadas todas en unas astitas de esparto taido 6 de
otra cualquier materia delgada y ligera : el modo de
hacer estos manojos es arrollar una bandera ä un
lado, y la otra que vä encima en distinta direccion , cuidando de ponerlas muy apretadas para
que no abulten; de modo que asi dispuestas puede
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación
J1.1.231
March (Madrid)
— 33 —
hacerse un manojo con muchas banderitas, y que
apenas ocupe espacio.
Cuando sale el distinguido profesor ä hacer esta
suerte se presenta al público trayendo un pañuelo
de seda agarrado por una punta con cada mano, de
modo que tape ä la vista del espectador el inmenso
bulto que ofrece el brazo izquierdo por estar lleno
de banderas. Enseiia el paiitielo por ambos lados, y
pidiendo un tapiz ä uno de los concurrentes, pone
los dos brazos en alto tapändolos con el pálielo , y
de dentro saca primero una bandera mucho mas
grande, la arroja, y en soguida vä sacando todos
los manojos de las pequelias.
NUMERO 23.
El arlequin ingles.
Este juego tiene el mismo mérito que el del pavo
real y el Mercurio galante, es decir; que su merito
es puramente mecánico, y como ta/ de ninguna
manera puede llamarse juego de manos ni de destreza. Consiste en un cajon cuadrilongo que puesto
3
BibUotee
de
Ilusionismo. Fundación Jean Mara (Madrid)
--- 34 -sobre la mesa mecánica del medio, se abre por impulso de una persona oculta, y aparece dentro un
arlequin que ejecuta varios ejercicios, y está asido
por las manos ä una barra hueca que le comunica
el movimiento. Este monigote, que repetimos, está
perfectamente hecho, fuma metiéndole Macallister
una pipa en la boca. y echando humo por dentro la
persona que lo maneja, que siempre lo es M. Macallister. Y finalmente, manda el profesor ä su arlequin que se quite la careta y lo ejecuta levantändose
esta hacia el sombrero, lo cual no deja de chocar,
pero es preciso hacerse cargo que el pobre no puede soltar las manos.
NUMERO 9.4.
Los anillos del Indostan.
Esta suerte, una de las mas brillantes y modernas del famoso Philippe de París, la vimos ejecutar
en Madrid por la ptimera vez á Mr. Pierre , el que
presentó al público un bonito teatro pintoresco. Entre todas las suertes que ejecutaba aquel estranjero,
la de los aros era la única que gustaba al público,
pues que casi todas las noches la pedia , y esta es la
ocasion de confesar en honor de la verdad, que ä
ningun prestidigitador se la hemos visto ejecutar con
mas aplomo y destreza que á Mr. Pierre. Sus otras
suertes eran de poca monta , pero la de los aros era
su capo d' oppera. Mr. Macallister,, it pesar de sus
talentos y de su reputacion europea, hace esta suerte con mucha precipitacion , echándolo todo ‚abarato,
como vulgarmente suele decirse: y esta misma precipitacion hace que el espectador no la aprecie y aun
se fastidie de aquel eterno ruido de aros enlazados
sin hilacion ni método. Para hacer esta suerte el eminente profesor comienza por sacar media docena de
Bffilioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
-- 35 --aros de laton, de los cuales cinco están completamente
soldados, y el sesto está abierto en esta forma ; es
decir, que en uno de los cabos de la abertura hay un
huequecito , y en el otro un piton ; de modo que por
la fuerza elástica se mantiene cerrado, pero se abre
con facilidad cuando se quiere para dar paso á otro.
Mr. Macallister dä ä reconocer los seis aros : pero
tiene buen cuidado de entregar el abierto ä un compadre suyo que tiene en la orquesta, y le elige en la
orquesta para que no pase ä manos del p úb lico; y
al subir la escalerilla, cuando ha recogido los que
andan por las lunetas, su compadre le da el del busilis: con este y otros dos empieza la suerte haciendo
que pasen unos dentro de otros, y luego coge sobre
la mesa un gran manojo de aros que tiene soldados
unos con otros, y alli es donde se está un buen rato
no haciendo mas que agarrarlos por distintas partes,
y bastante apartado del público.
NUMERO 25.
Los pichones viajeros.
Saca el jugador lo que en tízmino facultativo se
llama una milanesa que ya esplicamos anteriormente, y cubriéndola con una grande tapadera, roba
BIlioteca de Ilusionismo. Fundación Juan Mara (Madrid)
— 36
fácilmente el cubilete interior y los dos pichones vivos que mete Macallister. Despues saca un cajon
grandecito de caoba que a/ flempo de cerrarse levanta una tapa que cubre otros dos pichones iguales,
ocultos en su fondo. Hecha esta esplicacion no es dificil comprender cómo nuestro ingeniero mecänico
mete los pichones en el bote y hace que aparezcan
en la caja.
NUMERO 26.
El chapeo de la tatarabuela de
Mister Maeallister.
Esta suerte, parecida ä la del sombrero sin fondo,
es de bastante brillo y consiste toda ella en tener un
sombrero hecho á propósito, muy flexible, y con
fondo doble, y colocar en el hueco de ambos multitud de ramilletes de cuatro hojas, carracas, estampas, pitos, etc. El sombrero puede volverse lo de
dentro ä fuera, sin que nada revele su contenido; teniendo cuidado al sacar las flores, de introducir los
dedos por la abertura practicada al propósito. Ademas Mr. Macallister,, tan aficionado ä tener compadres en todas partes, no se contenta con los objetos
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
-- 37 -que buenamente puedan caber en el sombrero, sino
que tiene algunos diestros ocupados en las lunetas,
que al bajarse al suelo le llenan de nuevo el chapeo,
y siga la broma.
NUMERO 27.
Operacion de cortar la nariz á uno de los concurrentes, de manera que no quede duda alguna:
inmediatamente serci curado.
Esta suerte, tan antigua como desusada por su
vulgaridad, no tuvo Mr. Macallister inconveniente de
ejecutarla ante el respetable público de Madrid. Para
ello se vale el célebre y nunca bien ponderado profesor de un manolo, compadre suyo, pues de otra
manera no se comprende que un manolo aguarde
impávido la soba de un estrangis ante todo un público. El jugador enseria un cuchillo verdadero, y
cuando tiene ä su víctima sentada en una silla, le coloca un peinador para que se vea bien la sangre que
ha de salir : ä esto cambia el cuchillo por otro ; en
cuya muesca mete las narices del paciente, y al mismo tiempo oprime una esponja que tiene en la mano
izquierda empapada en color encarnado, y finje que
le corta las narices.
NUMERO 28.
La naranja encantada.
Pide el profesor un pañuelo blanco y dos monedas, las que ata á las puntas de aquel, haciéndolo
despues todo un buriiiio que pueda coger en una naranja, lo pone sobre la mesa, y M. a Macallister se lo
cambia por otro painielo parecido, llevándose el verdadero para meterlo dentro de una de las naranjas
de un tiesto de naranjo que despues presenta. Para
dar lugar á que la diestra profesora tenga allá dentro
B hliotec a de Ilusionismo. Fundacion Juan March (Madrid)
•••••
— 38
el tiempo suficiente para introducir el paíluelo en la
naranja vacia , su digno esposo pide mas pañuelos
de seda, los ata todos juntos con la punta de uno de
ellos, llama al chiquillo, le dice que abra la boca,
mete todos los pañuelos en una pistola de trompa,
le dice al chico que al salir el tiro le va It introducir
en la boca todos los pañuelos, pero nada de esto
ejecuta sino que lo hace para ganar tiempo en seguida deja la pistola de trompa sobre la mesa, y el individuo que está debajo le saca los pañuelos de un
golpe porque están atados, y le mete unos pedazos
de pañuelos que en la superficie aparentan ser los
verdaderos. Mientras el oculto ayudante hace esta
operacion, Macallister coge el panuelo blanco que le
dejó su muger con otras monedas metidas, le hace
al chico que le tenga, le moja todo con agua, y
esto su muger presenta el naranjo ; aqui Macallister
coje la pistola de trompa, hace como que ataca con
los pañuelos, y lo que hace en realidad es colocar
aquellas puntas qne figuran ser los pañuelos en un
escondite lateral que tiene la trompa, y donde el tiro
no puede dañarlas al salir, introduce en el mismo
escondite el pañuelo blanco mojado, suelta el tiro y
aparecen varias naranjas. Coje dos de entre ellas,
una se la regala al chico y la otra contiene el pañuelo blanco y las monedas.
NUMERO 29.
Los pañuelos en el pilon de azúcar.
Como en la suerte anterior pide varios pañuelos
de color y uno blanco, y durante toda ella solo dovuelve este últimó , resulta que falta entregar los de
color
El jugador presenta dos pilones de azúcar hechos
propósito, es decir; enteramente huecos pero forBlinde. de Ilusionismo m'ilación Juan Mazuh (Madrid)
--- 39 -rados de papel azul en su esterior como si fueran macizos, pregunta : ¿en cuál de los dos pilones quiere
el público que aparezcan los pariuelos? y donde quiera que se escoja alli estarán, porque todo consiste
en poner el pilan elegido sobre la trampa de la mesa
para que el ayudante movible los introduzca. En seguida rompe Macallister con un martillo y un desenfado estraordinario el pilon, y en su interior aparecen los pañuelos atados como él los habia puesto
en la pistola de trompa.
NUMERO 30.
Los dos relojes volantes.
Pide el jugador un pañuelo y dos relojes, mete
estos dentro de aquel, y haciéndole nn bururio lo
introduce todo en el trabuco de trompa, dejándole
sobre la mesa de la derecha : en seguida llama al
chico, le dice que abra bien la boca porque le vä ä
introducir con el tiro el pariuelo y les relojes: ä esto
ya ha habido tiempo suficiente para que su oculto
ayudante (que está debajo del tapete) le quite el pañuelo y los relojes, y le ponga un pedazo de tela parecido á aquellos. Coje nuestro ingeniero el trabuco,
y fingiendo que dispara al chico, y este por su parte
que tiene miedo, dä lugar para que Doña Luisa Macallister le traiga y ponga sobre la mesa de en medio una enorme cabeza de canon parecida á la que
vemos todos los dias ä la puerta de los tiroleses.
Viendo que el chico no quiere que le descerraje el
tiro, dispara su arma contra la cabeza, no sin haber
colocado el pedazo de tela eu el seno del trabuco
donde la pólvora no puede despedirlo. Sale el tiro,
y en cada ojo de la cabeza aparece un reloj, y en la
boca un pañuelo, lo cual ejecuta otro ayudante que
Ilioteco de Ilusionismo . Fundación Jumilllarch
•••••
— 40 —
(t. la esplosion no tiene mas que soltar un hilo que
sostiene los tres objetos.
NUMERO 31.
El plumero de Illustafia.
Saca el jugador un palluelo grande de señora,
bien lo pide si entre el público hay alguna que quiera prestarlo, pues cualquier paíluelo sirve : pide
tambien un duro, y haciendo que lo pone debajo del
paiiuelo, se queda con él, y en su lugar pone otro
duro que tiene prevenido, al cual se halla atado con
una cuerdecita un plumero verde de chacó de infan-,
tería , oculto todo en la manga izquierda del jugador.
esta operacion y escamoteo del duro es facil de ejecutar porque el chal grande lo tapa todo. En seguida
coje por fuera sujetándolo con el palluelo el duro
fingido, y dentro queda colgando el plumero : hace
subir al tablado ä uno de sus ayudantes, y le dice
que tenga el duro cubierto con el palluelo: despues
saca un tubo de lata capaz de contener el plumero:
este tubo el cailuto está hecho de manera que su tapa contiene un seno que despues de tapado el caliuto, puede destaparse y figurar que está dentro el plumero , aunque no lo esté, porque en el seno de la
tapa hay una tablita redonda con unas plumas verdes pegadas.
Enseiia pues el tubo, hace ver que está vacio , y
mete dentro un plumero igual al que tiene el ayudante debajo del palluelo grande : mete á la vista de
los espectadores el plumero y lo tapa dejándolo en
seguida sobre la mesa lateral. Es de advertir que el
caliuto está abierto por debajo de modo que dejándolo sobre la mesa, no falta una alma tun caritativa que quita el plumero del caíluto sin que lo vea
el público, quedando por consiguieute vacío. Para
Bffilioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
dar lugar ä que le quiten el plumero, se dirige nuestro célebre profesor al ayudante, y diciéndole cuatro
tonterías, anuncia al público que el plumero del tubo va ä desaparecer y se va á hallar debajo del paisiuelo en vez del duro. Luego se dirige á la mesa
donde está el canuto, y levantando la tapa fingida,
dice: oh el plumero está aqui , ahora pasar dientro de la paiiuela de esa caballera! Y levantando el
paiiuelo saca el plumero, teniendo cuidado de que
no vea el público el duro que tiene atado. Destapa
el cainito y está vacío. En seguida pide el duro al
ayudante, y como este contesta que no le tiene,
hace que se lo saca de las narices, para lo cual no
hay que ser un Pinetti , ni un Boston, pues el verdadero duro le tenia el guardado desde un principio.
Esta suerte, como otras muchas de las que ha
ejecutado Macallister en Madrid, tendria mas variedad y mérito si el duro apareciera donde estaba el
plumero, y este donde estaba aquel, por lo menos
asi lo hacen algunos aficionados de Madrid, los cuales á mas de tener que hacer los juegos sin recursos
del tablado, no tienen obligacion de saberlos ejecu-
1.0._ilietera de ilusionismo. Fundaeió, Juan Mark (Madrid)
--- 42 -Lar mejor que el que se dedica á este genero de ocupacion para ganarse la subsistencia.
NUMERO 32.
El robo deseubierto.
El célebre prestidigitador manda subir á la tabla
ä dos de los muchachos que siempre tiene apalabrados, y preguntando al público con cual de ellos quiere que haga la suerte, escoje el que le dice otro compadre que tiene en la platea ; hace que el otro se
marche, y al que queda le hace sentar de frente al
público en una silla que tiene ya dispuesta, le da
una baraja y le dice que escoja una carta y se la
guarde en el bolsillo, en la inteligencia que Macallister se va á meter adentro , y cuando vuelva ha de
adivinar el robo, vase efectivamente, y mientras
tanto el muchacho coje inedia baraja y se la mete en
el bolsillo en vez de una carta como se le dijo, (esto lo hace de acuerdo con Macallister) al volver el
profesor le dice : ¡ pero hombre si te has guardado
media baraja! no seiior,, responde el ensehado chico, no me he guardado mas que una sola carta. Eres
un embustero, contesta el maestro , y para probártelo, ahora verá el público si tengo ó no razon , y
diciendo y haciendo le saca del bolsillo muchas cartas mas de las que se metió, y ademas unas cuantas
palomas vivas. Las cartas que le saca de mas, las
lleva el chico ya en el bolsillo y otras que lleva Macallister y los pichones estan escondidos con mas
cartas detras del respaldo de la silla, por consiguiente el primer prestidigitador de Europa no tiene mucho que trabajar en este juego.
Bffilio teca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
--- 43 -NUMERO, 33.
La tienda chinesca.
Este es un juguete que representa una casita de
canon de la que salen un chino y una china sirviendo los dulces que piden los concurrentes elegidos
entre una lista que 'presenta el célebre ingeniero.
Colocado sobre la mesa mecánica del medio, no es
dificil concebir que una persona oculta pueda tocar
el resorte de los anises, almendras, grajea, etc. , segun lo pida el público, y aun oirse el ruido que produce al caer en el vaso que el mono tiene en la mano. Esta suerte, que tampoco podemos llamar juego de manos, estriba toda en su mecánica, y es mas
digna de figurar en la tienda de don Carlos Scropp,
donde sin disputa hay juguetes de mayor mérito que
no en el magnifico pabinete ó palacio encantado de
Macallister.
Eilioieca de Ilusionismo. Fundación Juan Maca (Madrid)
— 44 —
NUMERO 34.
Éseatnotage sorprendente.
Por la primera vez Mr. Macallister sacará de una
naranja natural una seiiora de cinco pies y tres
pulgadas de estatura.
Esta suerte anunciada con tanto estrépito por el
célebre profesor, produjo todo el efecto que su autor se esperaba en cuanto ä la parte pecuniaria, pues
el teatro estuvo lleno; pero por otro lado no produjo el menor efecto en el público , pues ademas de,
ser de suyo muy insulsa, todo el público se apercibió de la superchería. Consiste en presentar una
mesa ä propósito con un cajon disparatado y de
balancin, es decir, con un fuerte muelle que le
impele häcia arriba, dentro del cual debió estar
dona Luisa Macallister,, y ä fd ä fé que no muy
cómoda; coje el ingeniero una naranja, la coloca sobre aquella mesa, y bajando desde las bambalinas
un grande cubilete, tapa la naranja, y de alli ä podo
quita el cubilete y aparece en vez de la naranja madatna Macallister en un estado indecible de ajamiento: sus vestidos, su peinado y aun los fuertes colores que aparecen en su rostro, todo revela la dificil
y angustiosa posicion que aquella buena seiiora habia tenido dentro del cajon. Este se subió solo ä medida que doria Luisa salió d 'e dentro de él.
Lo cierto es que Mr. Macallister solo ha presentado una vez esta suerte al público de Madrid, y probablenaente habrä tenido para ello dos razones, la
primera que no gustó ä los concurrentes, y la segunda que sin duda la amabilidad de doiia Luisa no
llega basta el estremo de quererse encerrar todos los
dias en un dajon ä trueque de cojer una sofocacion
por agradar al público.
Bffilioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madiid)
— 45 —
NUMERO 35.
Los guantes en la nuez.
Pide un guante negro ä un compadre suyo, pre senta encima de la mesa una naranja, un limon, un
huevo y una nuez : es de advertir que la naranja
que presenta está ya preparada y tiene dentro otro
limon, otro huevo, otra nuez y otro guante igual
al del compadre. Dice Macallister que va ä pasar el
guante dentro de la nuez , y lo escamotea cual si
fuera una hola, despues dice que ya está el guante
dentro y que va ä hacer pasar la nuez dentro del
huevo, lo escamotea de la misma manera, dejando
caer el huevo en el cajon donde antes dejó caer la
nuez y por último hace lo mismo con el huevo y
el limon, hasta que cojiendo un cuchillo parte la naranja y se encuentran dentro todos los objetos.
NUMERO 36.
Una aventura de Guillermo Ten.
Presenta el profesor Macallister una bandejita con
varias balas verdaderas, hace que escojan una, y
un compadre suyo la señala con un cuchillo, la coje,
se la lleva al tablado, y la cambia por otra, hecha
con pólvora y goma, carga la pistola, finge que mete un taco y mete despues la bala de pólvora, resultando de esto que no puede matar á nadie.
Doiia Luisa le trae dos manzanas , manda escoger una (las dos estan preparadas, es decir, las dos
tienen un agujero hasta el medio) y se la da á su muger para que la tenga á la altura de la cabeza. A esto Mac,allister ha dado á su esposa la verdadera bala,
y como esta sabe tanto de escamoteo como su marido, la mete en el agujero que tiene la manzana.
1Mo-teca de Ilusionismo. Fundación Juan
March (1'Tadrid)
-- 4A --
Dispara el profesor su pistola, y la bala aparece dentro de la manzana.
Lo raro de este jilego es que teniendo la bala
bastante fuerza para llegar ä la manzana, no tenga
la suficiente para taladrarla de parte á parte, y eso
que dispara casi ä boca de jarro.
NUMERO 37.
La cocina diabólica.
Saca el jugador una caldera bastante grande, la
enseiia al publico para que vea que está vacía ; pero
es una caldera doble con comunicacion en el asa que
está hueca, y esta asa tiene un agujero en su parte
inferior : hace subir al tablado ä dos muchachos, ä
uno le viste de cocinero con gorro, mandil, chapeta, etc. , y al otro de cocinera con lo mismo y marmota : manda á su criado que le traiga unos cuantos
cubos de agua hasta llenar la caldera en colmo: 11.
esto los muchados estan en un lado del teatro ocupados en pelar un par de pichones. Entre Macallister , su criado y su muger, colocan la caldera en una
barra hueca que atraviesa el teatro; pero la coloca
cerca de un bastidor del teatro, y lo hace de modo
que el agujero del asa cae justo encima de otro agujero que hay en la barra hueca, y por medio de un
sifon se va chupando y desapareciendo toda el agua
de la caldera. Esta operacion requiere algun tiempo:
por eso Macallister entretiene ä los chicos, pelando
y fingiendo que hacen salsas: cuando están pelados
los pichones , los mete Macallister 6 los chicos dentro de la caldera, despues viene doiia Luisa y trae
una tapa que coloca encima de la caldera, esta tapa
deja caer un circulo de hierro y se detiene en el fondo de la caldera en un escaloncito que tiene, tapando de esta suerte los pichones muertos, y haciendo
Bffilio ter a de Elusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
— 41 —
a parecer en lugar del agua dos pichones vivos. Para
dar mas tiempo al sifon , Macallister se entretiene en
e ncender un hachon y hace que calienta la caldera
por debajo, destapändola de vez en cuando hasta ver
que toda el agua desapareció.
NUMERO 38.
Los pañuelos volantes.
Pide doce pañuelos, sube un chico al tablado y
el profesor coloca los pañuelos sobre la mesa; alli
hace que los envuelve en un papel, pero la verdad
,es que los mete por la trampa de donde los coje un
ayudante, y en lugar de los pañuelos mete en el papel como un par de libras de dulces. Pasa M. Luisa
con disimulo, coje los pañuelos y se los lleva
Macallister toma el envoltorio de papel que figura tener los pañuelos, y se lo pone al chico encima
de la cabeza, carga una pistola y dice al chico que
se este quieto, porque de un pistoletazo va á estampar los pañuelos y la cabeza en el bastidor. Dispara,
y los pañuelos aparecen todos atados por una punta colgando de las bambalinas. Desata el envoltorio
y reparte los dulces.
NUMERO 39.
Lis sarten
sombrero, ò el almneerzo.
Pide Macallister tres sombreros, uno de ellos se
lo da un compadre, coloca el del compadre en la
)-nesa de en medio, y los otros dos uno sobre cada
una de las mesas laterales. Coje uno de estos últimos
Y mete dentro un chisme de hoja de lata ; cuando
lo ha metido, sin que lo vea el público saca dos ó
tres huevos, los rompe y los echa al parecer den-
Zio teca de Ilusio nis m o. Fundación Juan March (Madrid)
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tro del sombrero, pero realmente caen dentro del
bocal; luego echa aceite y un poco de pävilo de una
luz : finalmente, hace que lo bate con una varita, y
pasa la copa del sombrero por cerca de una luz para
que se fria la tortilla, hasta que metiendo un chime
que ajusta sobre el otro que tiene los huevos crudos
hace como que vá á volver la tortilla, y sacándolo
todo junto, enseña una tortilla que estaba debajo del
bocal que metió en el sombrero : esta tortilla empero
ha de estar hecha con muy poco aceite, y despues
muy seca entre un paño para que la chupe toda la
grasa y no manche /a copa del sombrero.
Esta es otra de las suertes que se hacen en Chamball al aire libre : es una de las que contribuyen mas
ä la reputacion del jöven Teodoro. Los soldados, las
mauolas, las criadas y niñeras, todos aplauden en
coro á la sarten sombrero ó la merienda.
—
NUMERO 40.
El sombrero de Madrid en
1354.
Concluida la anterior suerte devuelve el sombrero á su dueño y coje el del compadre, que como
ya hemos dicho está en la mesa de en medio. Dice ä
su lacavote que lo devuelva á su dueño ; pero enterado de antemano el fámulo de lo que ha de hacer,
al bajar del tablado se escurre en la tabla que pasa
por la orquesta, y cayéndose aplasta con su enorme
peso el sombrero del caballero compadre. Finge que
se incomoda el célebre Macallister por la torpeza de
su criado, pero asegura al dueño del sombrero que
él lo compondrá. y aun se lo volverá á la usanza del
ario 1354. Para esto llama á un chico, le dice que
tenga el sombrero , y cogiendo un cuchillo le corta
el ala : vä ä devolvérselo al dueño, pero no le parece
Bffilioteca
de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
-- 49 -regular en aquel estado, coje una botella de espíritu
de vino, y le humedece de modo que arrimándole
una luz arde todo él, hasta que por último Doña
Luisa le trae una sombrerera de carton , la cual contiene un sombrero igual al primitivo, pero que el
público no lo v6; mete dentro el mal parado sombrero , y dándole unos golpes, vuelve ä levantar la
tapa y aparece el sombrero sano y salvo, y aun mas
nuevo que el otro, porque realmente este puede ser
un sombrero nuevo, y el otro sombrero víctima
uno viejo.
NUMERO 41.
Las llaves que pasan ä todas partes.
Pide Macallister cinco ó seis llaves pequeiias , y
otras tantas sortijas, las mete todas en un llavero,
despues dentro de un cofrecito que se abre por un costado; manda cerrar la llave un sugeto cualquiera, y
4
D'Uniera de Ilusionismo. Fundación Juan
March (Madrid
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cine se quede con ella; al subir al tablado abre la
trampa del cofre, saca las llaves, y despues de ha-
berle vuelto ä cerrar le coloca sobre la mesa, y deja
las llaves donde M. Macallister las pueda cojer y
meter dentro de un naranjo que en seguida presenta
al público, trayendo ademas un laurel , en el cual
hay tambien otro sortijero con otras llaves y sortijas.
Presenta nuestro ingeniero un trabuco de trompa, y
pregunta en cuäl de los dos tiestos se quiere que aparezcan las llaves y sortijas al disparar el tiro. Como
habiendo mucha concurrencia es muy fäcil que unos
digan en el naranjo y otros en el laurel, por esta
razon el Ulebre prestidigitador tiene las llaves verdaderas en uno y las falsas en otro. Asi, pues, cuando le dicen «en el naranjo)) «en el laurel» entonces
el dice ä lodos voy ä contestar: primero hace que
pasan al laurel ( donde están las falsas) dispara el
tiro, y aparecen las llaves en el laurel; abre la cajita el sugeto que tiene la llave, y el cofrecito está
vacio. Vuelve al tablado el profesor, y metiendo las
llaves falsas en otro trabuco, dispara y aparecen las
verdaderas en el naranjo.
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
51
NUMERO 42.
La botella infernal, que echa vino
y pañuelos tí, un tiempo.
Esta suerte la ejecuta siempre Mister Macallister
despues de los doce polluelos volantos ú otra cosa
análoga para poder quedarse con tres ó cuatro panuelos de compadre, y devolver los otros. Sabido
esto, Doña Luisa se lleva 011a dentro los tres õ cuatro polluelos de la suerte, y los mete dentro de una
botella que no tiene fondo, y que tiene tapado el
cuello por su parte inferior, de modo que entre el
tapon interior y el propio de la botella, hay un es-
pacio en el que cabe muy bien una copa de vino:
la botella es muy oscura, los polluelos los mete do• isla Luisa por debajo, y en esta disposicion presenta
la ,botella en la escena. El eminente profesor coja
otros polluelos iguales, y metiéndolos en un trabuco
de los consabidos, dice que al dispararlo van á pasar á la botella: antes de hacerlo coje un vaso y destapando la botella echa vino, y hace que lo beba su
ayudante ( un chiquillo) para que el público vea que
Ilio teca de ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
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la botella está llena, pero en realidad le dä el vino
que estaba en la cabidad indicada. Dispara el trabuco, rompe la botella, y aparecen los pañuelos
muy .secos, con grande admiracion de los que no le
comprendieron.
NUMERO 43.
Las monedas proféticas : suerte que ejecutará doña
Luisa Bous de Macallister.
Esta suerte tan manoseada ya por el célebre
Mantilla (célebre por su torpeza) consiste en tener
un vaso de cristal con un agujero en el fondo : se
piden dos duros ä los concurrentes, se meten dentro del vaso, y este se pone sobre la mesa, y sobre
una de las puntas mecánicas, claro está que meneando la punta una persona oculta, entrará por
el agujero del vaso; y dando un impulso ä los duros, estos bailarán al compás de lo que toque la orquesta, bien sea la polka bien las habas verdes.
A esto se reduce la suerte que ejecuta M. a Macallister, y á fé que pudiera haber desempeñado otros
de mas mérito, pues como ya hemos dicho, sabe escamotear mejor que su marido.
NUMERO 44.
Las piezas del diablo: suerte que ejecuta Mr. Macallister con dos de los concurrenies.
Esta suerte, que el español don Antonio Cervi
ejecuta con sorprendente destreza, consiste en sacar
un pañuelo y pedir otro á un compadre: en el suyo
tiene una peseta cosida en una punta, y tiene ademas un pedazo de pañuelo del mismo color que el
del compadre. Pide á uno de los concurrentes una
peseta y la pone en medio del pañuelo que es suyo,
pide ä otro un duro y lo pone sobre el otro pañuelo:
despues se dirige al pañuelo de la peseta y haciendo
que la pone dentro y retuerce el pañuelo, la saca
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
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sin que lo vean y en su lugar pone la que tiene cosida en una punta, lo entrega ä una señora y encarga que lo tenga apretado: despues se dirige al otro
pañuelo, y efectúa un escamoteo (el mejor que le hemos visto) del modo siguiente : la peseta que quitó
del otro pañuelo y el duro lo mete dentro del trapito
que tiene oculto , y reunéndolo con el centro del pañuelo lo retuerce y parece que es todo un pañuelo
con solo un duro dentro. Hecho esto entrega este
paiinelo á otra señora: en seguida dice que la peseta
que tiene la otra señora va á desaparecer y á reunirse con el duro que tiene esta, y dirigiéndose á la
de la peseta la dice que suelte el pañuelo, y como
la peseta que hacia el bulto está cosida á una punta,
el jugador sacude el pañuelo y ni cae nada ni nada
suena.
Despues se dirige ä la otra y trayendo unas tijeras y una bandejita, hace que caiga el duro y la
peseta, pues corta enteramente el pa ñ uelo, es decir,
el trapo : hecho esto coje el pañuelo y quitando los
recortes de tela que quedaron al cortar el trapito,
lo entrega sano y salvo á la persona.
Esta suerte es invencion de un tal Boston, célebre ingeniero mecánico, es decir, jugador de manos
inglés que ahora está en Alemania.
NUMERO 45.
El huevo vivo.
Llamaremos asi á una suerte que ejecuta Macalister,, pues hace que un huevo ande al rededor del
ala de un sombrero, y despues que corre por su brazo hasta el sombrero, etc. Esto consiste en vaciar un
huevo y meterle una cerda la cual se sujeta por
medio de una muletilla que entra dentro del huevo
y por la otra estremidad se lo ata el prestidigitador
á un boton. Claro está que llevando siempre el sombrero hácia donde termina la cerda, el huevo parede Ilusionismo. Fundación Juan Mara (Madrid)
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cerä andar ; y lo mismo con el brazo. Esta suerte es
muy sencilla!, pero hay que tenerla muy practicada,
pues de lo contrario suele acontecer que el huevo
se escurra y quede colgando del boton, lo cual equivale ä enseriar la punta de la oreja.
Hasta aqui todas las suertes que Macallister ha tenido el honor de ejecutar delante del público de Madrid'.
Si los lectores han podido echar de menos algunas, es porque dicho seiior tiene la costnmbre de
anunciarlas bajo otro nombre, sin dada con el inocente objeto de hacer aparecer mas vasto su repertorio: asi pues sepa el curioso lector que :
las llaves y los anillos encantados es la misma de
las llaves que pasan tí todas partes.
Los dos relojes volantes es la misma que la cabez a de Lucifer.
La pro duccion acuática es la misma que las fuentes de Neptuno.
El menage egipcio es el gallinero egipcio.
La nzetamórfosis de los viageros es lo mismo que
los pichones viageros.
La botella encantada tal como la botello infernal.
Y ä este tenor otras muchas que no recordarnos
en este momento.
Biblioteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Madrid)
• Caps.
INDICE.
Págs.
5
1. Preparativos de Mister Macallister.
2. Papá conejo y primo pichon.
8
9
3. Papá conejo y primo pichon.
4. Las cartas vivas.
10
5. Las cartas obedientes.
12
13
6. El florero mágico.
7. Las seis coronas para las damas concurrentes. 14
16
8. Los dulces fantásticos.
17
9. El pavo real.
18
10. Los objetos hechizados.
19
11. Las píldoras del ci'debre 1Vlorison. 21
12. El paraguas diabólico,
13. El sombrero sin fondo ó 300'regalos para los
espectadores.
22
24
14. Las fuentes de Neptuno.
25
15. El menaje egipcio.
16. El payaso y el arlequin en el baile pantomí26
mico.
17. Los canarios que se convierten en huevos. 27
18. La impresion improvisada.
28
29
19. El naranjo del paraiso.
30
20. Nuevo m&odo de hacer caK
31
21. Receta para hacer leche.
22. De un simple lapiz saca 400 banderas que
repartirá a los concurrentes.
32
23. El arlequin ingWs.
33
nidirnioteca de Ilusionismo undoción Juan Marrh (Madiid)
24.
25.
26.
27.
Los anillos del Indostan.
34
Los pichones viajeros.
35
El chapeo de la tatarabuela de Mr. Macallister. 36
Operacion de cortar la nariz ä uno de los
concurrentes de manera que no quede duda
37
alguna: inmediatamente será curado. 37
28. La naranja encantada.
38
29. Los paiMelos en el pilon de azúcar.
39
30. Los dos relojes volantes.
40
31. El plumero de Mustafa.
42
32. El robo descubierto.
43
33. La tienda chinesca.
44
34. Escamotage sorprendente.
45
35. Los guantes en la nuez.
45
36. Una aventura de Guillermo Tell.
46
37. La cocina diabólica.
47
38. Los paiiuelos volantes.
47
39. La sanen sombrero 6 el almuerzo.
48
40. Ei sombrero de Madrid en 1354. 49
41. Las llaves que pasan ä todas partes.
42: La botella infernal que echa vino j....pailue.`"ecii ‘, 51
los ä un tiempo.
43. Las monedas proféticas.
44. Las piezas del diablo.
ii 2
45. El huevo vivo.
Bffilioteea de Ilusionismo. Fundación Juan hlarrh (Madrid)
bteca de Ilusionismo. Fundación Juan March (Itdad/id)
Bffilioteca de Ilusionismo. Funduion Juan Manch (Madrid)
c a de Ilus ionis mo
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