Uso de Indicadores Clínicos de Riesgo para el Desarrollo Infantil – IRDI en la evaluación de bebés con sus padres: contribuciones y desafíos. Nathalia Teixeira Caldas Campana, Rogério Lerner, Ana Silvia de Morais, Andrea Bianchini Tocchio, Angela Flexa Di Paolo, Edna Márcia Koizume Bronzatto, Gabriela Xavier de Araújo 1 Resumen Serán utilizadas viñetas clínicas a fin de ilustrar el uso del protocolo de Indicadores Clínicos de Riesgo para el Desarrollo Infantil-IRDI, creado a partir de la articulación del psicoanálisis conla medicina y la psicología del desarrollo,en laevaluación de bebés y sus padres. Lasviñetasclínicas presentadas traen datos que extrapolanlos preceptos inicialmente previstos para la aplicación del IRDI, siendo estas observaciones fundamentales para elaborarel acompañamiento del desarrollo de los niñosy de la relación con sus cuidadores. Se concluye que el mejor uso del instrumento se daenel cuadro de una evaluación continuada yamplia que cuente conla observación clínica aliada con los aspectos apuntados por el IRDI. Descriptores:Desarrollo Temprano, Interdisciplina, Riesgo. Introducción La investigación de señales iniciales de problemas de desarrollo sufrió unincremento significativo en las dos últimas décadas,dado que intervenciones que inciden durante el período de instalación de uncuadro, antes de su plena configuraciónalrededorde los tres años de vida, son más favorables para la reversión o disminución de sus efectos nocivos para eldesarrollo que aquellas que incidendespués detal instalación(Kupfer et al., 2009; Lerner, 2011;Mariotto, 2009; Nogara, 2011). De este modo, diversos grupos deinvestigadores hanbuscado indicadores en momentos cada vez más iniciales de la vida. El protocolo de Indicadores Clínicos de Riesgo para el Desarrollo Infantil – IRDIestácompuesto por 31 indicadores de desarrollo cuya ausencia está significativamente asociada a problemas enniñosde 3 años (Kupfer et al, 2008). Se fundamenta a partir de la articulación del psicaonálisis con otros campos para ser 1 Los autores agradecen a FAPESP las bolsas y el auxilio a la investigación que permitieron la realización de este trabajo. 1 utilizado por profesionales en dispositivos de atención primaria, razón por la cual esinespecífico para diagnóstico. O IRDI fueconstruído a partir de 4 ejes fundamentales en torno a los cuales se organiza la subjetividad (Kupfer, 2009; Mariotto, 2009; Pesaro, 2010). Tales ejes aclaran de qué forma el lazo constitutivo se anuda ycómo eso puede ser verificado entre los bebés y sus cuidadores. La originalidad del protocolo reside enevaluar el desarrollo a partir del vínculo establecido entre los padres y el bebé. Desafíos en el uso del IRDI para la detección de señales de problema de desarrollo Por más importante que sea que existan instrumentos para detectar señales de problemas de desarrollo y profesionales formados para utilizarlos, la pretensión de que todas las formas de expresión sean garantizadamente detectadas es insostenible por motivos de diverso orden, que serán presentados seguidamentee ilustrados por viñetas oriundas de la aplicación del instrumento a bebés y sus cuidadores. 1. El uso de cualquier instrumento para cualquier finalidad está sujeto a unmargende error. Lo que se tiene es una media de desempeño de las varias veces en que el instrumento es usado para la cual losusos más o menos perfectos retroceden. 2. El desarrollo humano es complexo y amplio, lo que lleva a la consideración de que expresiones con alto grado de universalidad de transformaciones observables y mesurables, portanto parametrizables en pautas de desarrollo, ocurren junto con experiencias que tienen sentido singular para la persona que las vive. En última instancia, es solamente en la combinatoria de estos dos ejes que se puede valorar el desarrollo en cuanto a estar en riesgo para algún problema. 3. El desarrollo es siempre un conjunto de especulaciones a partir de las cuales son leídas las transformaciones observadas. Así, lo que se considera del desarrollo es siempre recortado por el abordaje de origen, que nunca recubre todas las posibilidades existentes. 4. La natureza de la especulaciónes teórica yla de la observaciónes empírica. Lo que se observa son expresiones posibles, gracias a ciertas contingencias, de 2 especulaciones oriundas delámbito teórico. A esto lollamamos indicador. En elcaso del IRDI, las especulaciones sonlas ideas contenidas en los cuatro ejes que orientaronla formulación de cada uno de los ítems. Dado que es imposible establecer una correlación absoluta entre una especulacióny una expresión empírica de la misma sobrela forma de algo observable, queda patente la limitación y parcialidad de cualquier indicador. 5. Cuando se trabaja con indicadores, el contexto en el que unítem será observado debe ser tenido en cuenta como un elemento contingencial, o sea, que permite en alguna medida la expresión del elemento observado. Si un contexto no permite la apariciónde unítem a ser observado, esto no quiere necessariamente decir que elítem no tiene valor semiológico. Júlia2: aplicación hasta la tercera franja, a los 11 meses Cuando lainvestigadora conoció a Julia y a su madre, la bebé estaba con 11 meses yllamóla atención por tener 5 indicadores ausentes en la terceira franja. En conversación con las otras investigadoras, se verificó que Julia ya tenía otros indicadores ausentes que persistían a lo largo del tiempo: no diferenciaba el día de la noche (ítem número 6 del IRDI) y no extrañaba personas desconocidas para ella (ítem número 18 del IRDI). En la consulta fue posible verificar que Julia no buscó activamente juegos amorosos con su madre (ítem número 15 del IRDI). Inclusocuando erallamada por su madre para el contacto, la bebé prefiriójugar conel propio zapato. Madre e hija no compartieron un lenguaje particular (ítem número 17 del IRDI). Julia no sólo no extrañaba personas desconocidas sino que parece preferirlas a su madre. La bebé exploróel ambiente sin ni siquieramirar para el adulto, o sea, sindudar(ítem número 21 del IRDI). No fueronsólolos indicadores ausentes que llamaron la atención. Los presentes también eran excesivos, o sea, el bebéhacía muchas gracias (ítem número 20 del IRDI) y, para demostrar que gustaba o no de alguna cosa (ítem número 16 del IRDI), ponía tanta fuerza en sus manifestaciones que parecía una 2 Todos los nomes son fictícios a fin de preservar la identidad de las personas envueltas. 3 cuestión de matar o morir. El exceso de independencia de Julia y su empeño para centrar la atención en otras personas que no fueran sumadresugiere una dificultad enel vínculo entre ambas. Apesar de este tipo de observación no estar presente en las directrices del IRDI, merece su atención. Melissa: aplicaciónhastala 3ª franja Melissa tenía cinco meses cuando comenzó a ser acompañada conel auxilio del IRDI. En su histórico, constaban algunas dificultades que justificavan una mirada a atenta a su desarrollo: su madre estaba hospitalizada debido a una infección hospitalar y una cirugía en los pies obligaba a Melissa a usar unyeso que interferia en sus movimentos y postura. En la primera aplicación, todos los ítens parecían estar presentes en la relación entre Melissa y sus cuidadores, pero levantavan dúdas en cuanto almodo como se presentaban. Tres ítems evidenciaban mayor fragilidad: ítem 7 (Laniña utiliza señales diferentes para expresar sus diferentes necesidades), ítem 10 (Laniña reacciona– mirando, sonriendo, balbuceando - cuando la madre u otra persona está dirigiéndose a ella) e ítem 11 (La niña buscaactivamente la mirada dela madre o cuidador). Se trataba, así, de esbozos de las expresiones fenoménicas del IRDI,lo que incitaba a una indagación: esas expresiones (señales, miradas, sonrisas, balbuceos) estarían aún en proceso de consolidación o de pérdida en la relación del bebé con sus cuidadores? Esta duda parecía situar un intervalo entre la presencia yla ausencia de unítem, asociadaa la distancia establecida entre esas opciones, conceptuales, ylo que se observaba empíricamente. A los ocho meses Melissa ya estava con su madre. Algunos de los ítems anteriores pasaron a aparecer con más fuerza, como las reaccionesa la hablaafetuosa de la madre. Sin embargo, se observó que Melissa no hacia gracias (ítem 20 de la tercera franja). Otros ítens del IRDI también no fueron verificados en la situación (ítens 15, 17 y 21), yel relato de los cuidadores, ambiguo, no aclaraba. En este momento, el padre relató estar preocupado conel 4 mayor interés de la hija en “pequeñas cosas en el suelo, objetos”, que por la interacción conlas personas a su alrededor. Pasó a ser considerado elencaminamiento auna intervención. El acompañamiento de un bebé con el IRDI a veces sólotiene sentido a lo largo del tiempo, visto quemarcaciones presentes pueden volverse ausentes, o lo contrario. Además, pone en relieveel momento de construcción de una ganancia por parte del bebé, que puede situarseen el intervalo entre dos posibles marcaciones del IRDI para una expressión fenoménica observada. Consideraciones Finales Un indicador debe siempre ser considerado como una posibilidad, y nunca como una necesidad, de asociación conla condición que pretende indicar. Más que invalidar el uso de indicadores, lo que se afirma esla validad de su uso dentro de condiciones posibles, consistente a partir del contexto que les sirve de recorte. Tal como la brújula indica aproximadamente el norte geográfico y se constituye como un instrumento para que un navegador llegue a seu destino, el IRDI proporciona datos estimativos relevantes respecto al desarrollo inicial de los bebés. Sin embargo, como cualquier protocolo, presenta limitaciones conceptuales y de aplicación. Los cuadros clínicos presentados traen datos que extrapolan os preceptos inicialmente previstos para la aplicación del IRDI, siendo esas observaciones fundamentales para componer el acompañamiento del desarrollo de los niños y de la relación con sus cuidadores. Lampreia (2003) afirma que, si por un lado instrumentos diagnósticos son más fiables cuando el profesional pasó por unentrenamiento especializado intensivo, por otro nada substituyela experiencia clínica. En el campo de lainvestigaciónen psicoanálisis nos encontramos en um terreno delicado donde los desafíos ylos cuestionamientos surgenen todo o momento. Pereira (2008) sitúa almenos uno de elloscuando afirma que el sujeto no puede ser traducido totalmente en el campo de la proposición lógico-formal, apesar de la exigencia de que las proposiciones sean validadas cientificamente en el campo empírico-experimental. 5 Así, establecer discusiones que tengan en cuenta los datos cuantitativos facilitadospor el IRDI ylos análisis cualitativos hechos porel aplicador permiten elestablecimento de uncuadro evaluativo más amplio, lo que insierela investigaciónen la tendencia científica actual. Es a partir de esta perspectiva teórico-metodológica que este trabajo se sitúa, junto con otros, en el grupo inscrito en el CNPq “Trastornos del espectro de autismo: detección de señales iniciales e intervención”. Referencias KUPFER, M.C.M et al. Valor preditivo de indicadores clínicos de risco para o desenvolvimento infantil: um estudo a partir da teoria psicanalítica. Latin Americano of Fundamental Psychopathology, Online, vol. VI, n. 1, p.48-68, maio de 2009. LAMPREIA, C. Avaliações quantitativa e qualitativa de um menino autista: uma análise crítica. Psicologia em Estudo. Maringá, v.8, n.1, p.57-65, jan./jun 2003. LERNER, R. Indicadores Clínicos de Risco para desenvolvimento Infantil – IRDI: verificação da capacidade discriminativa entre autismo, retardo mental e normalidade. Tese de livre-docência, IP-USP, 2011. MARIOTTO, R.M.M. Cuidar, educar e prevenir: as funções da creche na subjetivação de bebês. São Paulo: Escuta, 2009. NOGARA, L. O que podemos prevenir no atendimento institucional de bebês. In: Nogueira, F. (org) Entre o singular e o coletivo: o acolhimento de bebês em abrigos. São Paulo: Instituto Fazendo História, 2011. PESARO, M.E. Alcance e limites teórico-metodológicos da pesquisa multicêntrica de indicadores clínicos de risco para o desenvolvimento infantil. Dissertação de doutorado: IP-USP, 2010. PEREIRA, M. E. C.; LAZNIK, M. C. Discussão sobre a articulação entre psicanálise e pesquisa. In: Lerner, R.; Kupfer, M.C.M (org). Psicanálise com crianças: clínica e pesquisa. São Paulo: Escuta, 2008, pg. 15-48. 6