DPG LEGAL obtiene una nueva Sentencia estableciendo la nulidad de la compra de acciones en la OPV y consigue la devolución de la inversión a su cliente. El equipo jurídico formado por el procurador, D. Miguel Marcote, y el letrado de DPG LEGAL, D. Juan Molina, han obtenido una nueva Sentencia de nulidad de la compra de acciones de uno de sus clientes, consiguiendo la devolución de la cantidad invertida por valor de 6.000 €, más los intereses legales (que hasta la fecha actual suponen cerca de 1.000 € mas), y además, los gastos por la prestación de nuestros servicios serán abonados también por Bankia con la imposición de las costas con cargo a BANKIA. El procedimiento ha obtenido una resolución fulgurante. La demanda de nuestro cliente se interpuso en fecha 27 de febrero. La Sentencia que da la razón se ha dictado en fecha 27 de marzo. Es decir, que a través de nuestro esfuerzo y trabajo, en un plazo de 3 meses nuestro cliente ha visto su pretensión resuelta. El pasado día 27 de mayo de 2.015, la Jueza del Juzgado de Primera Instancia nº 72 de Madrid procedió al dictado de la Sentencia nº 144/15 cuyo fallo estableció: “Que estimando la demanda presentada por el Procurador Sr. Rodríguez Marcote contra BANKIA S.A., debo declarar y declaró la nulidad de la orden de suscripción de acciones Bankia SA, efectuada por el demandante,…, debiendo la demandada (BANKIA) restituir al actor el capital invertido en la cantidad de SEIS MIL EUROS (6.000 €) más los intereses legales desde la suscripción de las acciones hasta el día que definitivamente se restituya el importe entonces pagado, reintegrando el actor a Bankia las acciones adquiridas más los dividendos, en su caso obtenidos, más intereses legales desde la fecha del cobro; todo ello con expresa imposición de las costas procesales a la demanda”. Para llegar a esta decisión, la jueza considera que el error que invalida el pleno consentimiento del inversor se centra en la situación económica financiera de BANKIA, la cual se presentó a los inversores en su momento de captación de clientes no reflejando la realidad de sus cuentas en el momento de la salida a bolsa, ni en las cuentas anuales de 2.011 (con beneficios), presentadas en 2.012; ya que posteriormente se reformularon las cuentas de 2.011 indicando que existían pérdidas por valor de 2.979 millones de euros. Esta situación de supuesta solvencia inicial fue la que determinó la voluntad de compra de las acciones. De haber conocido el inversor la situación real de pérdidas en las cuentas de BANKIA, no habría comprado las acciones. En último lugar, y cumpliendo con la normativa de Protección de Datos, procedemos a exponer la sentencia indicada para demostrar la realidad de nuestros esfuerzos con los inversores estafados por Bankia en la salida a bolsa y para demostrar que realmente merece la pena luchar por recuperar la inversión.