La Sala Fundación Vital recorre la historia del

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Permanecerá abierta al público hasta el próximo 18 de septiembre
La Sala Fundación Vital recorre la historia del cartelismo
desde sus orígenes a finales del siglo XIX
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‘Mensajes desde la pared. Carteles en la colección del Museo de Bellas Artes de
Bilbao (1886-1975)’ exhibirá más de 200 piezas
Vitoria-Gasteiz, 23 de junio de 2016 – La Sala Fundación Vital (Postas 13-15, VitoriaGasteiz) acoge desde hoy ‘Mensajes desde la pared. Carteles en la colección del
Museo de Bellas Artes de Bilbao (1886-1975)’. Esta muestra, que se podrá visitar hasta
el 18 de septiembre, permitirá conocer la evolución del cartelismo desde sus orígenes a
través de más de doscientas piezas.
El origen del cartel se remonta a finales del siglo XIX, un periodo de grandes cambios
económicos, políticos y sociales que propiciaron un nuevo modo de reclamar la atención de
consumidores y ciudadanos. El cartel se convirtió en un modo de difusión de ideas
políticas, acontecimientos de todo tipo, promoción de productos e incluso de destinos
turísticos de una manera diferente y muy llamativa. A través de ‘Mensajes desde la pared.
Carteles en la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao (1886-1975)’ se podrá
apreciar esa evolución y los diferentes lenguajes artísticos empleados.
La muestra de la sala Fundación Vital, que está comisariada por Mikel Bilbao y cuenta con
la coordinación y el diseño expositivo de Fernando Martínez de Viñaspre, se ha organizado
en torno a siete áreas temáticas. Con el cartel turístico se apreciará cómo el desarrollo del
capitalismo, la consolidación de la burguesía y la revolución en los transportes propiciaron
la aparición del turismo, ámbito en el que el cartel fue un soporte fundamental. A finales del
siglo XIX, el afán higienista de la época determinó el fomento de los enclaves con baños de
mar y las instalaciones balnearias, mientras que otros destinos, promocionados por las
compañías ferroviarias, sentaron las bases para diseños basados en el paisaje, la riqueza
patrimonial, los tipos o las costumbres populares.
El cartel taurino es la más genuina aportación española a esta disciplina, y algunos de los
más antiguos son vinculados a esta fiesta. A diferencia de otros carteles, el taurino es
fundamentalmente explicativo (fecha, lugar, hora, matadores, ganaderías…), por lo que los
elementos tipográficos adquieren protagonismo.
La segunda industrialización de finales del XIX provocó el desarrollo del comercio
internacional y un mayor acceso a los bienes de consumo. En este contexto, el cartel
comercial resultó fundamental para dar a conocer las marcas. Es, pues, el momento de los
pioneros de la publicidad, que trataban de captar la atención de los potenciales
consumidores a través de este elemento.
Habrá también ejemplos del cartel deportivo, y es que la práctica deportiva reglamentada
se desarrolló durante el XIX, por lo que los afiches contribuyeron a su impulso y a su
conversión en un espectáculo de masas. Se promovió el deporte de competición a través
de la organización de grandes eventos deportivos, a los que los carteles contribuyeron
decisivamente como elemento de comunicación.
Como no podía ser de otra forma, la muestra se completa con carteles políticos y
bélicos, cuyos primeros ejemplos destacables datan de comienzos del XX. La Primera
Guerra Mundial fue un punto de inflexión en el que se puso en marcha el aparato
propagandístico de los gobiernos. La defensa de la patria y el reclamo a la solidaridad son
los grandes temas de este cartel de guerra.
Habrá, además, carteles de exposiciones, ferias y congresos. Fruto del los avances
tecnológicos, científicos y comerciales del siglo XIX, comenzaron a organizarse grandes
eventos en los que se materializaba esta idea de progreso. Entre ellos las grandes
exposiciones universales y las muestras y ferias internacionales, que también tuvieron su
reflejo en el cartelismo.
Y por último, carteles de cultura y entretenimiento, especialmente en la segunda mitad
del siglo XX con el desarrollo de las industrias discográfica y cinematográfica. Desde el
cabaret hasta la música pop, este tipo de cartel pone de relieve el nacimiento de una
naciente industria del entretenimiento, a la que el pujante consumidor podía dedicar tiempo
y dinero.
Las piezas proceden del fondo de carteles antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao, la
Fundación Sancho el Sabio, el Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz Pilar Aróstegui y del
Archivo del Territorio Histórico. Las fechas de la muestra se corresponden con las del cartel
más antiguo creado por Adolfo Guiard en 1886 y las de varios carteles de 1975 entre los
que está Victory 1945, del prestigioso diseñador gráfico Shigeo Fukuda.
Se exponen obras de pioneros del cartel moderno como Jules Chéret, Théophile Alexandre
Steinlen o Eugène Grasset, así como de grandes diseñadores de renombre internacional
como Leonetto Cappiello, Paul Colin, Jean Carlu, Charles Loupot, Ludwig Hohlwein,
Raymond Savignac, Saul Bass, Milton Glaser, Roman Cieslewicz, Giovanni Pintori, Jan
Lenica, Armando Testa o Shigeo Fukuda, entre otros. A ellos se suman los nombres de
grandes dibujantes españoles como Rafael de Penagos, Federico Ribas, Emilio Ferrer i
Espel, Josep Morell, Manolo Prieto o Josep Artigas, entre otros.
Dibujantes vascos
La muestra incluye una significativa representación del cartelismo vasco, en la que se
aprecia el trabajo que llevaron a cabo en el ámbito publicitario importantes pintores como
Adolfo Guiard, Aurelio Arteta, Antonio de Guezala o Elías Salaverría. La representación
alavesa cuenta con nombres como Obdulio López de Uralde o Carlos Sáez de Tejada,
además de muchas litografías realizadas en la fábrica de Fournier.
Origen, apogeo y declive del cartel
Se acepta de forma generalizada que la historia del cartel comenzó a finales del siglo XIX.
Esta fecha coincide con el nuevo proyecto urbanístico para París promovido por Napoléon
III, que consistía en derribar una gran parte de los edificios antiguos de la ciudad para
sustituirlos por otros nuevos y crear amplios bulevares. Su objetivo no era otro que la
artillería pudiera entrar fácilmente en la ciudad y controlar las posibles revueltas fruto del
desarrollo de las sociedades industrializadas. Por primera vez, y de forma inesperada, el
arte se presentó directamente al espectador en un espacio público, al margen de galerías y
museos, que eran los lugares en los que tradicionalmente se había expuesto.
Como consecuencia de la Revolución Industrial, a lo largo del siglo XIX se da la formación
de ciudades modernas, populosas e industriales, y será en ellas donde surge una nueva
costumbre, la del paseo urbano. Las calles se van a convertir en el espacio donde se
desarrolla la vida social y donde se integran el comercio y el ocio. Se trata del lugar idóneo
para que se instale una nueva forma de comunicación con la sociedad, el cartel moderno,
que forma parte de espectáculo visual de las calles y ocupa cada vez más espacio.
Será a partir de 1890 cuando el cartel conoció un apogeo internacional que se mantuvo
durante las cuatro primeras décadas del siglo XX debido, entre otras razones, a que se
había convertido en el mejor vehículo para transmitir al público ideas de toda clase,
comerciales o políticas, pero todas renovadoras. Pero a partir de los años 70 del siglo
pasado comienza el declive del cartel a favor de nuevos medios de comunicación como la
televisión o internet. En la actualidad apenas tiene presencia en su vertiente comercial,
pero sí mantiene vigencia en el ámbito de la promoción cultural y, de manera notable, en el
del activismo político y social.
‘Mensajes desde la pared. Carteles en la colección del Museo de Bellas Artes de
Bilbao (1886-1975)’ permanecerá abierta al público en Sala Fundación Vital (Postas 13-15)
hasta el próximo 18 de septiembre de lunes a sábado de 18:00 a 20:30 horas, y los
domingos y festivos de 12 a 14 horas y de 18 a 20:30. La entrada es libre.
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