STIGLITZ – CAPITULO 9 EL ANÁLISIS DE LA POLÍTICA DE GASTO El modelo expuesto no se trata de una simple fórmula, sino de dar un lista de cuestiones a las que se debe dar respuesta a la hora de emprender determinado programa público. Se divide el análisis del gasto público en 8 etapas: 1) Necesidad del Programa: Implica investigar su historia y las circunstancias en que surge, cuáles fueron las necesidades a satisfacer que lo hicieron surgir y quién o quiénes fueron aquellos que demandaron su aplicación. 2) Fallos de Mercado: Se trata de relacionar la necesidad que lo hizo aparecer con alguna posible falla de mercado: Bienes Públicos, Competencia Imperfecta, Externalidades, Mercados incompletos o Información imperfecta. También existen Bienes Preferentes, o como vimos, aún existiendo eficiencia en el sentido de Pareto puede justificarse la intervención por razones distributivas. 3) Distintas Formas de Intervención Estatal: Luego debe decidirse sobre toda una variedad de formas de intervención del Estado. Éstas pueden agruparse en tres grandes categorías: a)La producción pública; b) La producción privada con impuestos o subvenciones; c) La producción privada con regulación estatal. Aún si el estado decide conservar la responsabilidad de la producción, debe decidir si cobrará el bien al precio de mercado, a un precio similar al costo de producción o a un precio decididamente más bajo que el costo. Si el Estado se decide por la producción privada debe decidir si conserva la responsabilidad de la distribución, o bien entrega la distribución a las empresas privadas pero concede subvenciones a las mismas o a los destinatarios del bien. Es importante también la etapa de definición de los detalles concretos del programa público, por ejemplo la definición clara de quienes son destinatarios de una determinada subvención, o quienes son los que deben pagar determinado impuesto, de manera que los efectos del programa recaigan sobre aquellos que se pensó originalmente y no en otros. 4) Análisis de la eficiencia: Implica la evaluación del programa público en relación a sus efectos sobre la eficiencia, dado que la provisión de determinado bien por parte del Estado puede afectar significativamente los costos de producción y distribución. En primer lugar hay que tener en cuenta que las decisiones del Estado, en una economía mixta, afectan las decisiones de consumo, producción, inversión, etc. del sector privado (empresas e individuos). Las reacciones (cambios de comportamiento) del sector privado ante determinado programa, pueden eventualmente anular sus efectos, o bien hacer que el programa tenga efectos totalmente contrarios a los deseados. En muchos casos es útil distinguir entre los efectos sustitución y renta de un determinado programa: El efecto sustitución es aquel que afecta el precio de un determinado bien (por ejemplo un impuesto sobre las ventas como el caso del IVA). En este caso los individuos modifican sus conductas de gasto, generando así ineficiencias. El efecto renta, es aquel que no afecta a los precios, como por ejemplo los impuestos llamados de suma fija. En estos casos no se genera ineficiencia. 5) Consecuencias distributivas: Implica evaluar las consecuencias que un programa público tiene sobre la equidad. Como vimos, las consecuencias de los mismos son muy complejas, entre otras cosas porque es muy difícil prever como reaccionarán los individuos ante el programa. Esto hace que las consecuencias distributivas de un programa no sean obvias y directas y muchas veces programas pensados para beneficiar a determinados sectores, terminan sin embargo beneficiando a otros que no eran los destinatarios originales. 6) Equilibrio entre Eficiencia y Equidad: En muchos casos un programa público implica sacrificar eficiencia en aras de la equidad o viceversa. En muchos casos la discusió n no solo depende de las distintas valoraciones que se tengan respecto a estos dos conceptos sino también a las magnitudes de las pérdidas que hay que asumir. Por ejemplo medir si la pérdida de eficiencia que genera un determinado programa es poca o mucha en relación a lo que se gana en equidad. 7) Evaluación de los Programas: Implica medir el grado en que los distintos programas públicos cumplen con la variada gama de objetivos propuestos por el Estado. 8) Proceso Político: Implica analizar el proceso político por el que ha pasado un determinado programa (es decir, la serie de etapas de elaboración, discusión, negociación, etc. que el mismo ha sorteado hasta llegar a su aprobación). Esto permitirá conocer las razones profundas por las que un programa público es como es. En esta etapa entonces nos importará determinar como ha influido el proceso político en la conformación y ejecución del programa en cuestión.