EL AGUA - Colegio Richard Anderson

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EL AGUA ¡QUIÉN DIRÍA! UN EXTRAÑO LÍQUIDO
L a lluvia en el mar
L a sombra de dos
L as marcas del sol
U n R uiseñor
E l viento del sur
M emoria fugaz
O rilla de luz
E strella de sal
Fragmento de la canción C ircular
de
B ajofondo_ Presente.
Aunque nos parezca la cosa más común, y por tanto descontadamente conocida, nada
resulta más complejo y desconcertante que el agua.
El extraño elemento vital de toda forma de vida, posee propiedades físicas, químicas y
biológicas insólitas que le hacen una sustancia única y puede llamarse rara, al conocerla
en todas sus propiedades.
Su presencia constituyó desde siempre, enigma y desafío, además de los problemas
prácticos de su vital aprovechamiento, tan viejos, tan vigentes.
Fue en la Grecia Clásica donde primero, probablemente, se hayan planteado los dilemas
de su ciclo y naturaleza.
Sus grandes pensadores, que se apartaron de lo conocido buscando la razón de todas
las cosas, en vez de atribuir las causas a los dioses, trataron de desentrañarla con interpretaciones diversas. Sus concepciones dominarían el mundo durante dos mil años.
Uno de ellos fue el célebre Tales de Mileto, matemático, astrónomo y filósofo quien
aterrizó al mundo conocido al predecir el eclipse total de sol del 585 A. C.(autor del célebre Teorema geométrico). Conociendo su omnipresencia en el mar, tierra, subsuelo y
aire, supuso que todas las sustancias procedían del agua y volvían a adquirir esa forma
al desaparecer, en el primer intento de reducir, su asombrosa diversidad en un denominador común.
Sócrates creyó que en la materia no podían producirse transformaciones existiendo,
así desde la eternidad, idea fundamentalmente correcta del ciclo hídrico general.
El sol hace ascender el agua, de los océanos, que ocupan las tres cuartas partes de
la superficie de la Tierra, lo que forma la lluvia, que se acumula, en depósitos subterráneos de los que manan los ríos, los perennes de grandes acumulaciones, los efímeros de
pequeños cauces.
Platón, uno de los padres del pensamiento filosófico de Occidente, discípulo de
Sócrates y maestro de Aristóteles suponía al agua como una conexión de canales
subterráneos, que conducían a un vasto depósito en el interior de la tierra cuyo flujo
y reflujo perpetuos producía al caudal de mares y ríos.
Aristóteles -otro gigante- proyectó su pensamiento, mucho más lejos que su maestro.
Para él, el agua del mar se convertía en aire por el calor del Sol y el aire se volvía de
nuevo agua en las cavernas, condensándose a raíz del frío.
Su concepción del ciclo del agua no sería impugnada con éxito sino dos mil años
después, lapso donde no se dudó que el agua era un elemento simple.
En la Roma Imperial, bajo la influencia cultural griega, no progresaron los conceptos básicos, pero en cambio se estableció un excelente sistema de alcantarillado,
puentes y acueductos todavía en uso.
Extraordinarios ingenieros, los romanos crearon también una novedad: el suministro doméstico de agua, mediante tuberías.
En la Edad Media circularon versiones a veces fantásticas sobre el ciclo del
agua, pero tropezaban con la autoridad indiscutida del pensamiento de Aristóteles y
del dogma religioso, que en un pasaje del “Eclesiastés” interpreta que las aguas
oceánicas procedían de un caudal subterráneo del mar.
Recién en la segunda mitad del siglo XVII, un francés desconocido más allá
de quienes tratan la hidrología, Pierre Perrault, se dedicó tres años a medir las
precipitaciones del tramo superior de la cuenca del Sena, demostrando que era
seis veces mayor que el caudal, lo que publicó en 1674. Cualquiera pudo haberlo
hecho durante los siglos precedentes, pero la ciencia no tenía aún un desarrollo
que le llevara a comprobar sus propias hipótesis.
Ahora bien, el mérito y honor de haber comprendido, explicado y demostrado
la verdad, corresponde al célebre químico francés Antonio L. de la Lavoisier quien
el 24 de junio de 1783 logró una verdadera síntesis del agua a partir del oxígeno y
del hidrógeno.
Lavoisier, demostró que el agua se trata de un compuesto de ambos elementos,
descompuso el agua, obteniendo los mismos elementos, por lo cual no
cabía la menor duda. Por si algo faltara, dió al oxígeno y al hidrógeno, sus denominaciones actuales. La hazaña científica de Lavoisier fue seguida desde aquel día
por otros hombres de ciencia, que procuran hasta hoy, desentrañar la misteriosa naturaleza del agua, cuyo conocimiento se está muy lejos de saber en todas sus dimensiones.
Es recién después de él , que se estuvo en condiciones de penetrar en sus
extraordinarias propiedades naciendo la hidrología, vasta y compleja ciencia
multidisciplinaria, donde participan la física , química , biología y geología.
El comportamiento del agua, no es el que debería ser según su condición de
líquido, ésto es, se comporta de manera desconcertante según la reacción, de los otros
cuerpos.
A ver …comencemos por un ejemplo trivial, flota en forma de hielo
es decir en estado sólido. Normalmente cuando un líquido se enfría se contrae y
cuando pasa a la condición de sólido, se reduce más todavía. Por esa razón, es más
denso que en estado líquido y debiera no flotar. Pero el agua al enfriarse , se
contrae, hasta llegar a los 4º grados C , pero luego se dilata antes de transformarse en
hielo.
Examinemos su compresibilidad, reacción que experimenta, ante la propiedad de
los cuerpos de reducirse a un volumen, menor, por una acción externa que aproxime las
moléculas. El agua tiene muy poca compresibilidad, que todavía disminuye cuando la
temperatura, se eleva, de 0 a 50º C , exactamente al revés de lo que ocurre con los
otros líquidos.
Asimismo mientras en estos la viscosidad aumenta , cuando se eleva la
presión en el agua disminuye.
Otra extraña particularidad surge de compararla con otros compuestos donde
interviene el hidrógeno, como el azufre, o el selenio. De comportarse como éstos, se
darían estos singulares extremos: sería gaseosa a la temperatura normal, herviría a 90º
bajo cero, pero se daría el caso de transformarse en hielo a 10º más abajo, es decir
100º bajo cero.
Si así fuera la vida en la Tierra sería imposible tal como la concebimos.
Bastaría recordar que los líquidos de la constitución corporal de todos los seres
vivos organizados se basan en el agua, alcanzando del 40 al 80% de su peso vivo, y
constituyendo las dos terceras partes del hombre,
Como asombroso no es todo……
El agua posee otra propiedad, “ anormal” de suma trascendencia, su tendencia a
permanecer en estado líquido y su resistencia a cambiar demasiado de temperatura, es
decir pasar a sólido y a gas . Exige emplear una enorme cantidad comparativa de
energía debido a su “ calor latente”. Este factor es el “ calor” que se desprende o se
absorbe en todo cambio de estado, y puede ser de fusión , cuando pasa de sólido a
líquido o evaporación, cuando lo hace de líquido a gas.
Otra excepcional cualidad, es que requiere una energía considerable para que
varíe su temperatura, aún sin llegar a extremos hielo/ gas . De ahí que las enormes
masas de agua de los océanos, impidan grandes variaciones de temperatura, aún sin
llegar a extremos hielo /gas. De ahí también que las enormes masas de agua de los
océanos, impidan grandes variaciones de la temperatura entre el día y la noche, o verano
e invierno.
.
Lo que tiene decisiva influencia en toda la vida del planeta: el agua, el gran
regulador térmico de la Tierra.
La ciencia conoce hoy por hoy, el por qué de algunas sinrazones del agua, cuyo
análisis excede el carácter de esta humilde presentación.
Pero aún digamos que su
extraño comportamiento proviene de la estructura molecular y la manera que se juntan
sus átomos.
Consideremos que esta asociación muy “armoniosa” de electrones – llamada enlace de
covalencia- siendo una molécula difícil de disociar, explica porque durante siglos se le
considera un cuerpo simple.
En fin podríamos hablar y escribir mucho más sobre semejante molécula,
debemos saber que existen a nivel del laboratorio, por lo menos 8 tipos distintos de
hielo, obtenidos bajo presiones de hasta 20.000 kilos por cm cuadrado, más densos que
el agua y por tanto impedidos de flotar. Afortunadamente éstos no se hallan en la
naturaleza .
Qué ocurriría si el agua se transformara en uno de esos 8 tipos de hielo que en
vez de flotar en los polos , se hundieran amontonándose en el fondo de los océanos
congelándolos?.
En fin quedan otras “rarezas” sobre el agua . Pero agradezcamos al líquido éstas y
muchas otras “excentricidades”, precisamente las que han permitido y permiten la
vida, parte de una naturaleza integramente tallada por las gotas de agua.
Prof
Julieta Rodríguez Lagreca
CFE -CES- CTEP
Foto tomada por la autora: Cataratas del Iguazú.
Bibliografía consultada
Solomón Berg
Biología Educacion para la vida (Valli . Bustos)
Fernand Braudel: Bebidas excitantes.
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