La gestión y el tratamiento de la información hipermedia en las instituciones: organización del conocimiento e información electrónica. Antonio García Jiménez Universidad Europea de Madrid-CEES [email protected] Resumen. Se pretende ofrecer propuestas para la gestión y el tratamiento de la información hipermedia en las instituciones. A tal efecto, se analiza el nuevo rol del profesional, el usuario, las necesidades de información, los cambios producidos en la concepción del documento al convertirse en documento electrónico, la empresa y la propia recuperación de información en un marco de trabajo concreto: una intranet. Mediante la asimilación de las aportaciones de las áreas del saber adyacentes y de la propia Documentación y desde una perspectiva teórico-práctica, se ofrecen criterios y mecanismos para la creación de enlaces y metadatos, siempre alrededor del contenido. Descriptores: Organización del Conocimiento, Empresa, Gestión de la Información, Hipermedia, Intranet, Enlace. 0. Introducción. Esta comunicación tiene por objetivo presentar un marco teórico y práctico que permita conocer mejor los mecanismos informativos en las instituciones, en general, y en las empresas, en particular. Parte de la existencia de una gran cantidad de variables de estudio, lo que exige que las aproximaciones a este tema deban de ser parciales, si bien deben tomar en consideración el conjunto de los elementos. La principal preocupación se centra en que tanto los mecanismos y procesos como los problemas que se plantean y la soluciones que se proponen sean objetivados alrededor del contenido y del usuario como pilares básicos sobre los que asienta el acceso efectivo a la información. De esta forma, se entiende el apartado tecnológico como un instrumento sin la sobrevaloración actual, hecho que se demuestra en la vinculación casi exclusiva del concepto de sistema de información al ámbito informático. Igualmente, hacemos depender este objetivo de la transformación de la información en conocimiento, apostando por el desarrollo personal y el institucional, en un nuevo marco de trabajo: la empresa inteligente y, más específicamente, en un sistema de información de carácter interno. 1. El recorte epistemológico. Los procesos estudiados tienen como característica fundamental su interdisciplinariedad, de modo que resulta vital extraer las aportaciones de aquellas áreas del saber implicadas. En primer lugar, adquiere una gran relevancia la Psicología y en especial lo que se ha denominado la Psicología Cognitiva. En este dominio, destaca la Psicología de la memoria (Ruiz-Vargas, 1994) dada su preocupación por el procesamiento de la información y por el estudio de los mecanismos mentales y de la representación del conocimiento. Conceptos como el de memoria semántica, que se incorpora a los sistemas expertos con vistas a la generación y manejo de la información a partir de su capacidad inferencial, o como el de red semántica, que siendo definida por el conjunto de relaciones entre conceptos, puede ser aplicada a la creación de enlaces o a los nuevos modelos de lenguajes documentales, son muestras de este hecho. Lo mismo se puede decir de la teoría de los esquemas, en tanto que representaciones mentales con diferenciación en cada ámbito cognitivo, y de los estudios de compresión de textos en función de los esquemas, categorías, gramáticas e inferencias. Por su parte, también los estudios en el campo de la Psicología de la atención (García Sevilla, 1997) adquieren una gran transcendencia en el dominio electrónico, puesto que es necesario extrapolar su experiencia en el terreno de los procesos selectivos, de distribución, de mantenimiento y sostenimiento de la atención. En segundo lugar, el mundo de la empresa y los negocios. Así, entre otros aspectos se pueden aprovechar los modelos económicos de evaluación de las necesidades de información y de su impacto; así como diversos aspectos de la teoría de la organización. En tercer lugar, es obvia la trascendencia de la Informática y los sistemas expertos en la aplicación de nuevas posibilidades en la recuperación de información y de las nuevas vías que las redes ofrecen. A su vez, mientras la Estadística sirve de ciencia auxiliar en la realización de estudios de usuarios o en la delimitación de muestras, la Teoría de la Comunicación aparece como dominio relevante en una doble vertiente, al considerar el proceso documental como un proceso comunicativo y al permitir analizar la procesos comunicativos en el seno de la organización. Por su parte, la Lingüística, la Semántica, el Análisis del discurso y Análisis del contenido aportan propuestas de esquemas de comprensión y producción de documentos, y, por ende, modos objetivados de organizar el conocimiento. La Teoría General de Sistemas, se ha demostrado también válida como marco de estudio para las bases de datos y los sistemas documentales. Además, de la Lógica formal y general se pueden extraer criterios y fórmulas de representación de enunciados, lo que hace posible la comunicación entre los tecnólogos y los profesionales de la información. Finalmente, la Teoría del Conocimiento y la Sociología del Conocimiento nos mostrarán cómo se construye el conocimiento. 2. La Documentación. Una de las ideas que pretendemos aplicar es la de que tanto la reflexión como los instrumentos propios de las Ciencias de la Documentación pueden desplegarse en la gestión de la información en las empresas y, más específicamente, en el dominio hipermedia. Desde nuestro punto de vista, las experiencias sobre la selección de información, toda la tradición de estudios en el campo de los documentos atendiendo a factores como sus características o la estructura, el quehacer cotidiano en la descripción bibliográfica y la descripción del contenido tienen cabida en este nuevo contexto. Otro tanto ocurre con la creación y el mantenimiento de las bases de datos, con las diferentes fórmulas de evaluación y de difusión de la información, con la gestión y las políticas de las unidades de información y, por último, con los estudios del usuario. En este caso, interesan varias aplicaciones: la capacidad de los lenguajes documentales, en sus distintas variantes estructurales, en tareas de descripción de los documentos hipermedia, en la adscripción temática o en la propuesta de los enlaces a partir de las relaciones propias de los tesauros (bien desde una perspectiva tradicional o normativa, bien desde los nuevos modelos de lenguajes documentales que proponen nuevos tipos de relaciones semánticas en función de cuestiones como el tipo de discurso o las características del usuario (García Jiménez, 1995)). En segundo lugar, son también evidentes las conexiones en lo que respecta a la formulación de los metadatos y el planteamiento de las bases de datos documentales y del Análisis Documental. Precisamente resaltamos de éste último su faceta más conceptual, de la que se extrapolarán los intentos por objetivar, explicitar y parametrizar los procedimientos de lectura documental siempre en conexión con nuevos productos documentales permitidos por los sistemas expertos y que vienen planteados al amparo de las variables propias de cada dominio, de lo que tenemos una buena muestra en García Gutiérrez (1992). 3. El marco teórico-práctico. 3.1. El profesional. Nos ocupamos del profesional más desde las funciones, retos y nuevos ámbitos de actuación que desde temas como la denominación o la situación real en el seno de las organizaciones. La idea que subyace es que el dominio hipermedia puede ofrecer diferentes oportunidades para el ámbito de trabajo de los tradicionales documentalistasbibliotecarios. Emerge un profesional que tiene su razón de ser en el crecimiento de la cantidad de la información y en lo que de eficacia y competitividad se desprende de ella. Así pues, en la línea de lo que señalan tanto Hernández y García Moreno (1997) como Van der Walt y Van Brakel (1997), entre sus funciones estarán: a) Selección de información: tareas, normalmente en colaboración, de selección de los documentos que deben ser incorporados y mantenidos en el sistema, así como de determinación de conexiones con el exterior. También realizará pruebas ya sean directas o indirectas sobre la fiabilidad de las fuentes para lo que mantendrá una continua comunicación con los responsables y especialistas de cada sector. b) Tratamiento y almacenamiento de la información: coordinar y colaborar en la elaboración de los documentos para la mejora en la recuperación de información. Podrá formular propuestas de arquitectura de los documentos, por ejemplo en lo que respecta a la creación de enlaces (aspecto que también tiene que ver con el acceso, la recuperación y la difusión de información), así como en la organización y análisis de la información, creando, diseñando y actualizando los metadatos, sin olvidar el mantenimiento y la adecuación de colecciones de documentos y de las bases de datos. c) Edición, distribución y difusión: evaluación y creación de enlaces a fuentes de información externas o internas, como pueden ser revistas electrónicas o resúmenes propios. Otras labores son la creación de productos documentales, (por ejemplo, una bibliografía a partir de una cuestión), la agrupación de documentos bajo distintas perspectivas, así como el control sobre la actualización de la información, sobre las publicaciones existentes en el sistema y sobre sus diferentes versiones. También le incumben la incorporación de nuevas referencias, la determinación de niveles de interés para la distribución de información, así como la redacción de anotaciones, esquemas y resúmenes sobre la información, ya sea interna o externa. d) Recuperación de información: colaboración con los usuarios en el diagnóstico de motores de búsqueda en función, por ejemplo, de la cobertura temática; aplicación de las diferentes técnicas y procedimientos documentales de búsqueda de información y su consiguiente normalización; colaboración en la construcción y en el mantenimiento de los instrumentos de recuperación; obtención, verificación y representación de datos; creación de enlaces a resultados de búsqueda y aplicación de mecanismos que faciliten la entrega de documentos. e) Relación con el usuario: enseñanza a los usuarios para que tengan el mayor margen de independencia tecnológica en la recuperación de información; concienciación sobre los usos de la información; establecimiento de líneas de comunicación en las que se discutirán aspectos como la validez de las fuentes de información. Este mecanismo, entre otros, permitirá obtener un mayor número de datos sobre el comportamiento de los usuarios. f) Relación con la tecnología: ayudar en la instalación y gestión de programas relacionados con la información y colaborar en el diseño e instalación del propio sistema. Identificación y evaluación de las tecnologías según los parámetros informacionales. g) Relación con la empresa: coordinación de los departamentos que procesan información tanto en un nivel interno como externo y colaboración con los directivos en el diseño, puesta en funcionamiento y mantenimiento del sistema global de inteligencia. Siguiendo a Cornellá (1994), entendemos que como consecuencia de estas funciones, el nuevo profesional de la información debe ser formado en cuestiones de diversa índole: empresariales (conocimiento en el medio que se mueve, bien en un organización concreta, bien en función del sector en el que se sitúa), relativas a la información (conocimientos de los diferentes discursos, análisis semánticos, lógica, sistemas de recuperación) y tecnológicas (inteligencia artificial, softwares, redes). 3.2. La organización, la empresa inteligente y la gestión del conocimiento. El sistema de información debe responder a las peculiaridades de cada institución. Cuestiones como el producto, sus objetivos, su ubicación, la cultura corporativa y el tamaño son de especial relevancia. Queda, para futuros trabajos, precisar todas las variables que afectan a esta cuestión y el modo en que se insertan en un modelo de estudio global. El contexto organizativo seleccionado aquí es el de las empresas inteligentes, entendiendo por tales aquellas en donde la información y el conocimiento forma parte importante de la mismas. Precisamente es en este marco donde adquiere mayor sentido una correcta gestión de la información. La información se ha de convertir en conocimiento, es decir, nuevos pensamientos, nuevas ideas. Por tanto, es pertinente la conexión con la Gestión del Conocimiento, un nuevo enfoque centrado en que las organizaciones aumenten su conocimiento y lo exploten para una obtener una mayor competividad. En consecuencia, se distinguen los instrumentos que faciliten el acceso a la información como son los mapas de conocimiento, una tecnológica adecuada y los diferentes métodos de reconocimiento de las fuentes de información de valor en función de las categorías de conocimiento válidas para cada institución. Se trata de un conocimiento que debe generalizarse, que debe estar orientado a la investigación, la experimentación y el debate. Y que pueda ser transferido a través de todo tipo de documentos en los que se expongan los saberes adquiridos por los profesionales, implicados en el descubrimiento de la soluciones a todos los problemas propios del funcionamiento de una organización (Cayuela y Guerra, 1997). De la interrelación entre la Gestión del Conocimiento, como orientación implícita para la gestión de la información, y la misma información resulta una serie de implicaciones que pueden cristalizar en un modelo de conocimiento, que en este caso ha sido vinculado a otro de calidad en las empresas presentado por Muñoz y Riverola (1997): 1) Resolución de problemas. El sistema debe permitir dar respuestas para la descomposición de cuestiones o, al mismo tiempo, conocer un campo específico con el objetivo de solventar aquellas cuestiones que se puedan plantear sobre un aspecto cualquiera. 2) Creatividad. La información debe colaborar en el crecimiento de las habilidades creativas, es decir, permitir el desarrollo de la creatividad, hecho que se demuestra en cuestiones como la transformación mental de estructuras existentes. 3) Asignación de retos. Se debe conocer los datos relevantes del personal, definiendo y estudiando su perfil, además de precisar los posibles cambios en función de las innovaciones. 4) Relevancia. Disposición del sistema para conocer la voz del cliente, la misión de la institución, mediante herramientas a disposición para su nivel de conocimientos y capacidades. 5) Importancia. Consistente en los puntos de contacto del cliente con el proceso de operaciones de la empresa, lo que exige la conexión a cuestionarios, a evaluaciones postservicio, a paneles de clientes, con objeto de efectuar un diagnóstico del servicio. 6) Información. No es extraño que dentro del modelo sobre el que planteamos la orientación global del sistema, se trate la información como un factor clave en la correcta gestión del conocimiento. Se despliega para tratar el conocimiento percepcional (resultado de la acumulación de experiencias), por ejemplo, a través del almacenamiento y de la potencial recuperación de casos "similares", la recuperación de estructuras en la creatividad, la recuperación para la solución de problemas, así como la identificación de formas de comportamiento y de experiencias archivadas. De otro lado, está presente en el conocimiento abstracto (compuesto por reglas sobre el comportamiento de los elementos de un problema y por los efectos de los distintos tipos de acciones sobre la solución de éste), donde tienen cabida los sistemas expertos habida cuenta de que se trata de recuperar información del tipo -condiciones- entonces -resultados o acciones-. Del mismo modo, parece obligado presentar mecanismos de lectura y de descubrimiento de estructuras a partir de una gran cantidad de datos e información, situación típica de las actuales empresas (por ejemplo, la posibilidad de reconocer las causas en situaciones complejas). De igual forma, una correcta gestión de la información propicia la anticipación mediante la conexión a modelos simbólicos y estimula la capacidad para definir la importancia de una acción y la percepción de sus resultados. 7) Formación. La información también debe estar orientada, como uno de los elementos claves de las empresas inteligentes, a todo tipo de datos sobre cursos, sobre determinados requisitos formativos, sobre los problemas en el aprendizaje y todo tipo de innovaciones. Como se ha señalado con anterioridad el marco seleccionado es el de la empresa inteligente. Sin entrar a estimar la validez de la denominación, creemos que con este nombre se deja claro las características que forman el perfil de una institución de esa categoría, tal y como indican García Echevarría y Val Nuñez (1995): una organización que gira en torno a los equipos de trabajo (visión compartida), a la implicación de los profesionales en una cultura corporativa innovadora e integrada en la sociedad, donde priman factores como el "just in time", la calidad, la eficacia, la continua mejora en los procesos y donde la información, la comunicación y el pensamiento ocupan un lugar predominante. En efecto, no es ajena al aprovechamiento racional de los recursos humanos, la flexibilidad y la tensión creativa. 3.3. El documento. Gran parte de las decisiones que se han de tomar en relación con el sistema depende de las diferentes perspectivas desde las que se estudia el documento: según la naturaleza de la información (si es textual, audiovisual...), según las variaciones que se producen ante una nueva realidad, el documento hipermedia y, finalmente, el documento en tanto que son manejados en las instituciones. 3.3.1. Según la forma. Este apartado con cierta frecuencia pasa inadvertido. En nuestro caso, hacemos depender el procesamiento, el tratamiento y la recuperación de la información de las formas en que se presenta, ya sea una pieza musical o una parte de un vídeo corporativo. Llevarlo a cabo de forma correcta incidirá de forma directa en la efectiva recuperación de información. Con ánimo de generalizar, se puede decir que falta aún mucho camino por recorrer en la aplicación de los principios de objetivación, parametrización y explicitación en el análisis de la información, no sólo en lo que se refiere a las imágenes o al reconocimiento del habla (cuestión poco tratada desde la línea de trabajo documentológica) sino en lo que afecta a la información textual, pese a que es la más estudiada. La pretensión es comprender cómo "lee" el usuario a través de modelos que pueden proceder del Análisis de Contenido o de la Semántica. 3.3.2. El documento electrónico. Las características del documento electrónico deben ser tomadas en consideración en todas las fases de implantación y mantenimiento del sistema en general y de cada elemento en particular. Desde una perspectiva general y sin ánimo de exhaustividad, es evidente que el documento hipermedia presenta problemas de definición. Todavía no se ha establecido una tipología; tampoco se conocen con exactitud las modificaciones de los documentos "tradicionales" después de su conversión. Se plantean cuestiones tales como qué es un documento hipermedia, hasta dónde llegan sus límites, las implicaciones de la falta de la percepción física, la autoría, y la potencial formación de documentos alrededor del seguimiento de enlaces, de la información contextual, de la elección del usuario, de la utilidad y de la colaboración (Schamber, 1996). En general, se fundamenta en la combinación de las diferentes unidades de información (texto, imagen fija, en movimiento, voz, gráficos), es enlazable, es factible su transformación de forma rápida, ofrece altas posibilidades para la búsqueda y la recuperación, es fácilmente transportable y da lugar a infinitas réplicas hasta la saciedad. Además, admite múltiples formatos de lectura, estructurales y estéticos. Es fácilmente manipulable, particularidad que se explota mediante la capacidad para resaltar un dato sobre otro, para presentar mensajes de ayuda, para realizar anotaciones (por el responsable o por el usuario), o para introducir indicaciones señalando por ejemplo si una información es urgente, de lectura obligada, si es reservada o si se trata de información adicional. También puede incorporar instrumentos que faciliten la identificación y la unificación de documentos, de formatos o de zonas de la pantalla. Otro aspecto que se ha de cuidar es el del lenguaje y la arquitectura sobre los que se construye las páginas, los documentos. Todo parece indicar que el futuro pasa por el XML (Extensible Markup Language), lenguaje que permite que un grupo concreto de personas organice su propio lenguaje de etiquetas para intercambiar información en un campo determinado. Hace factible el diseño de documentos característicos, que ofrece mayor flexibilidad que HTML (HyperText Markup Language), mayor habilidad hipertextual, con enlaces bidireccionales, multicaminos o dirigidos a fragmentos de texto, y sin la complejidad del SGML (Standard Generalized Markup Language) (Flynn, 1998). Parece probado que mejora en lo referente a la identificación de determinadas partes de un documento o a la búsqueda seleccionada de datos. 3.3.3. El documento de empresa. No existe el documento de empresa. O lo que es lo mismo, no existe un sólo tipo de documento de empresa. Así pues, resulta necesario conocer y delimitar previamente su tipología según estructuras, modos de producción, pertenencia a un discurso del saber, potenciales modos de agrupación, control, perspectivas que introduce o tipos de tratamiento. Entendemos que cada tipo de documento requiere una determinada orientación documental en función del tipo de usuario, de su estructura, de sus funciones, de la importancia que tenga y de su valoración. No es lo mismo un revista profesional que una científica, o los documentos que traten la publicidad de la competencia, los informes, la memoria de empresa, una patente, una entrevista, los directorios, los informes de agencias gubernamentales, los estudios de mercado, los estudios sociológicos, las bases de clientes o clientes potenciales, la información sobre productos, los informes sobre exportación o importación, el correo electrónico, etc. En un nivel especulativo, nos inclinamos a pensar que la investigación deba ir de la mano de la variedad tipológica discursiva. Así, se podría hacer referencia al discurso científicotécnico (que giraría entorno a aquel área de la realidad de la institución), el discurso comunicativo (formado por los documentos que tengan que ver con cuestiones como la comunicación interna), el discurso económico-empresarial (alrededor de informaciones de carácter económico como los datos sobre la división accionarial de una empresa), o el discurso jurídico-reglamentario. No obstante, también cabrían otras formulaciones como la existencia de un discurso enciclopédico, otro lógico-formal, otro estético, etc. 3.4. Las necesidades de información. Son muchos los trabajos que sobre el particular existen, en su mayoría vinculados a una perspectiva tecnológico-empresarial. Algunos realizan el análisis en función no tanto del rendimiento sino de la consecución de los objetivos previamente definidos. Dentro de esta clase, encontramos procedimientos que van desde el análisis de los procesos de la empresa y del modo en que fluye la información, hasta la valoración de cómo se estructura en función del mercado, el el producto o el servicio, así como las entradas que se deben obtener, los recursos corporativos, el rendimiento de la empresa y los procesos corporativos. Otros métodos evalúan la posición de la empresa dentro de un sector en términos de oportunidades y de riesgos: la matriz del Boston Consulting Group se ocupa de las necesidades de información al cambiar durante el ciclo de vida del producto; el modelo de las cinco fuerzas de Porter pretende asegurar que las inversiones en los sistemas de información se orienten a su posición competitiva; por su parte, el análisis de la cadena del valor estima el papel que desempeña la información en la industria, en las relaciones entre sus agentes y en la propia empresa, ayudando a establecer la posición relativa de los clientes, proveedores y competidores y, al mismo tiempo, de qué forma se puede mejorar y sostener esa posición dentro de la estructura del sector (Edward, 1998). Finalmente, otros, desde un prisma innovador, hacen depender el estudio de las necesidades de información de la capacidad de la empresa para crear riqueza. 3.5. El usuario. Tanto en este caso como en el anterior, más que explicar cuáles son las características del elemento en cuestión, optamos por precisar cuál es su situación y las líneas de investigación que se perfilan. Las variables de estudio son, entre otras, las funciones, la capacidad personal, la formación, la situación en la empresa, el sector, el equipo de trabajo en el que se sitúe y el departamento al que pertenece. Pero el objetivo de conocer al usuario choca con un gran número de dificultades como son el gran número de alternativas que se presentan y la dificultad de insertar la información en esquemas de conocimiento. En consecuencia, es necesario implantar instrumentos que adviertan la utilización o no de enlaces, el uso de fuentes, de anotaciones, el uso de determinados términos de recuperación, de un determinada herramienta de búsqueda, de un servicio concreto, de un revista electrónica, de una determinada página. 3.6. Bases de datos y sistemas de recuperación de información. Deben ser objeto de estudio las tendencias y las bases lógicas sobre las que se construyen los programas. Es un momento caracterizado por la utilización tanto de Sistemas de Gestión de Bases de Datos Multimedia, de hiperbases, de bases de datos relacionales como de Sistemas de Gestión de Bases de Datos Orientadas a Objeto, habida cuenta de la composición de los documentos HTML. Por otra parte, la recuperación de información presenta multitud de caminos: a) Los motores de búsqueda, tales como el EWS (Excite for Web Servers), ser entendidos como otra prueba de utilización de algoritmos matemáticos, en definitiva de técnicas estadísticas, a los que se deberían sumar procedimientos lógico-lingüísticos. b) Utilización de agentes inteligentes. Programas que permiten la distribución de información, muy cercana a veces a la utópica difusión selectiva de información, a partir de perfiles de usuario. c) Se produce una incorporación paulatina de los sistemas expertos, acompañada de los resultados que se están produciendo bajo el Procesamiento del Lenguaje Natural en los niveles sintáctico y semántico. Destacamos también aquellas propuestas que intentan aplicar los principios de relevancia y retroalimentación. d) Una realidad nueva que es la del acceso de la información a través de las capacidades hipertextuales: los enlaces. 4. Un caso concreto: la intranet. Situamos nuestro trabajo en un contexto concreto: una Intranet, percibida como una red corporativa que aprovecha la "tecnología Internet", si bien no incorporamos aspectos como los sistemas de comunicación de empresa a empresa (EDI, Intercambio Electrónico de Datos) o el comercio electrónico, como ya ha quedado reflejado hasta el momento. Son necesarios programas de gestión de páginas Web, de control de acceso, de autentificación, de búsqueda documental. Hay que considerar la puesta en funcionamiento de los propios servidores, los lenguajes de programación como Java o ActiveX, los mecanismos de conectividad, los navegadores, los sistemas de gestión del Data Warehouse, del Worflow. La implementación de estas herramientas (de usuario, de recuperación de información, de aplicación, de archivo, de publicación, de caja de útiles, de soporte, de gestión) hacen posible completar, según señala la literatura al uso, las distintas funciones que puede desempeñar (Siminiani, 1997): 1. Aplicaciones de obtención, archivo y divulgación de textos que no necesitan modificación, (la divulgación de un manual o de datos e imágenes de clientes). 2. Aplicaciones de apoyo al trabajo de equipos y discusión de asuntos. Por ejemplo, el soporte documental a la fabricación; la ayuda a los procesos de toma de decisiones; celebración y organización de foros, charlas y conferencias; puesta en funcionamiento de lugares donde se comparte el trabajo, observaciones, etc. 3. Gestión documental como soporte al flujo de trabajo administrativo dependiente, (la redacción de ofertas). 4. Gestión de documentos comunes a varias aplicaciones: por ejemplo, el mantenimiento del archivo histórico de mensajes importantes de correo electrónico. 5. Apoyo a la actualización de los documentos variables: por ejemplo, la divulgación de instrucciones variables. 5. El tratamiento: los enlaces y los metadatos. A nuestro juicio, la formulación de los enlaces ha de responder a varios criterios (se puede ver aspectos relacionados en Blustein, Webber y Tague-Sutcliffe, 1997): - Principio de no saturación: se ha de restringir el número de enlaces, para no provocar incertidumbre en la toma de decisiones. - Principio de explicación y explicitación: se debe articular mecanismos que permitan al usuario conocer el tipo de enlace o el tipo de relación al que pertenece. - Principio de objetivación: se deben acudir a métodos y mecanismos objetivados de elección de enlaces en todas las fases implicadas. Se supone que mediante los mismos, se encontrarán enlaces de cercanía semántica, por lo que se evita la dispersión que distintos analistas pueden provocar. - Principio de adecuación: su planteamiento se debe realizar conforme al resto de elementos del sistema. - Principio de efectividad: se ha de procurar que las cadenas de enlaces no sean muy largas para encontrar un documento. - Principios de ordenación: la disposición de los enlaces ha de estar ordenada. - Principio de oportunidad: se ha de tender a cubrir todas las posibilidades de creación de enlaces sin entrar en contradicción con el principio de no saturación. Al mismo tiempo, se debe explotar al máximo la variedad tipológica señalada para poder cumplir todas las fases de creación de los enlaces, es decir, la delimitación de los elementos enlazados, la definición del criterio y la identificación de los nodos relacionados (Agosti, Crestani y Melucci, 1997): - Enlace estructural: que permite la conexión de nodos que están relacionados por la estructura de los documentos. En consecuencia, variará en función del tipo de documento, es decir, según los capítulos, las secciones, etc. Este apartado está entroncado con el sistema de secuenciación general empleado, bien anárquico, bien en parrilla, que en principio parece más adecuado para una información establecida bien o jerárquico, más adecuado en formas de información más complejas. - Enlace referencial: aquel que relaciona un documento y aquel al que cita. - Enlace asociativo: enlace cuyo origen se sitúa entre fragmentos de la misma colección. En este punto, la aproximación que se propone se centra en la aplicación de relaciones que vengan derivadas de las condiciones de producción-comprensión de cada discurso, cruzadas con una tipología de preguntas modelo. - Enlace agregado: conexión entre nodos que juntos formen un nuevo tipo de nodo. En segundo lugar, en lo que atañe a los metadatos (datos acerca de los datos), y a pesar de la infinidad de proyectos que se están llevando a cabo, nos inclinamos por una aproximación que radique en su vinculación con los recursos de información, es decir, se trata de ir más allá de una hipotética descripción básica: es importante detectar el grado de utilidad, la procedencia, la historia, la integridad y autenticidad, su relación con otras fuentes. Existe una clara necesidad de saber los derechos de autor, los niveles de uso (tipo, instrumentos, disponibilidad para la extracción de contenidos), los términos y las condiciones sobre los que está disponible, los interfaces técnicos, los protocolos de acceso y los formatos que soporta. Su análisis también puede proceder de la localización, de la capacidad de uso, del acceso a la información y de la posibilidad de transferencia. O bien a partir de las categorías de estudio empleadas por Dempsey y Heery (1998): tipo de usos, método de creación y de actualización, variedad de posibilidad en función de la localización, la selección, la evaluación, el análisis, el descubrimiento, la documentación y los protocolos de búsqueda asociados. A esto se puede sumar la aplicación de modelos previos como pueden ser el del libro, o de modelos procedentes de las bases de datos documentales (Codina, 1997a, 1997b) o del propio del Análisis Documental. Interesados por todo aquello que esté ligado al contenido, insistimos en la aplicación de modelos lógico-lingüísticos de "lectura documental" que superen los descriptores y los resúmenes en favor de nuevos productos documentales que aparecen con las nuevas tecnologías. Otro aspecto digno de mención, es el de la inclusión de criterios de valoración. Este examen podría establecerse en los términos presentados por Amstrong (1997) al conectar, eso sí, un entorno más amplio, los PICS (Platform for Internet Content Selection) con la calidad, de tal modo que se medirían puntos como la cantidad y calidad de las referencias, el nivel de los datos y de las fuentes usadas, la validez del contenido, el formato, la imparcialidad, etc. 6. Una propuesta concreta. Para ilustrar la aplicación del modelo propuesto y de sus implicaciones, trataremos el diseño de un comunicado interno electrónico, aunque sin afán de exhaustividad: - El profesional de la información supervisa su construcción, por ejemplo, en lo concerniente a la propuesta de enlazado. También colabora en su distribución, en su inclusión, en el mantenimiento en el fondo correspondiente y en el control de su actualización. - La Institución impone, directa o indirectamente las líneas de actuación en lo que a la seguridad se refiere, entre otros puntos. De ahí, se extraen los principios de la cultura corporativa, las líneas de comunicación, los objetivos de la misma empresa. - El documento. Se incluyen objetos y elementos que proceden del servicio de documentación solicitados por el creador. Asimismo, hará explícito a qué tipo de documento pertenece, conforme a los criterios predeterminados, tanto en términos técnicos como en términos comprensibles para todos los trabajadores. - Apoyo al conocimiento. A tal efecto, se establecen conexiones con aquellos documentos internos que tengan una relación directa con el asunto tratado o la perspectiva incorporada. Además se habilitará un lugar de anotaciones, junto a conexiones con documentos que ofrezcan situaciones similares o experiencias anteriores o bien con aquellos que planteen soluciones a los problemas implícitos y explícitos. Se establecen nexos con personas relevantes, responsables o especialistas, con todos los actantes, con otros compañeros, con foros de debate, con datos de clientes que puedan estar relacionados. No faltarán tampoco indicaciones en diversas partes de la página, así como una conexión con esquemas de explicación y conocimiento. - El usuario. Empleado como parámetro para conocer los niveles de difusión y de posible lectura del documento, está implicado en el contenido de las anotaciones así como en la actualización de los metadatos donde la valoración de los documentos son incluidos. También se confrontará su perfil con los esquemas que delimiten el Análisis Documental y la propuesta de enlaces. - Recuperación de información. Se desplegarán herramientas de apoyo a la búsqueda desde la página, con acceso al buscador, a un índice, a un mapa cognitivo, a bases de datos relacionadas, a mensajes de ayuda o a un plano de situación. - Análisis. El documento vendrá enlazado en función de los perfiles del usuario y del discurso en el que sitúe, en este caso el discurso periodístico. Se plantea como hipótesis de trabajo la validez de los nuevos modos estructurantes (por ejemplo, el modelo de casos de Fillmore y Pottier) como base para su creación. Por otra parte, los metadatos, planteados desde la perspectiva aquí propuesta, permiten la incorporación de los resultados del análisis mediante un modelo de compresión objetivado (por ejemplo el de Lasswell). En la misma línea se debe profundizar en los problemas que el tratamiento de la imagen y el sonido presenta. 7. Conclusiones y líneas de investigación. En primer lugar, se constata que hay que seguir estudiando las distintas variables de estudio (el profesional, el usuario y las necesidades de información, el documento, el sistema de recuperación, la colección, la institución), con acciones objetivadas y parametrizadas y mediante el aprovechamiento de las áreas del saber adyacentes y de la propia tradición documentológica. En segundo lugar, la Gestión del Conocimiento se perfila como un área del saber que sirve de orientación para la gestión y el tratamiento de la información. Los contenidos, como eje fundamental, se deben implicar en el aumento del conocimiento tanto en un sentido colectivo como en un sentido individual. En tercer lugar, se hace evidente la necesidad de más estudios sobre la dispersión léxica, sobre la delimitación profesional, sobre la efectividad de los procesos de información y sobre la estimación económica del correcto aprovechamiento de los recursos de información. Por último, y después del desarrollo teórico, el método de estudio es el empírico tanto en situaciones reales o mediante modelos que las simulen. Bibliografía. - Agosti, Maristella; Crestani, Fabio y Melucci, Massimo. (1997). On the use of information retrieval techniques for the automatic construction of hypertext. Information Processing & Management, 1997, vol. 33, nº 2, p. 133-144. - Armstrong, C.J. (1997). Metadata, PICS, and quality. Online & CDROM Review, 1997, vol. 21, nº 4, p. 217-222. - Blustein, James; Webber, Robert E.; Tague-Sutcliffe, Jean. (1997). 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