Público Amnistía Internacional GUATEMALA ROMPER EL MURO DE LA IMPUNIDAD PROCESAMIENTOS POR CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD Junio del 2000 Índice AI: AMR 34/20/00/s Distr: Público SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDON WC1X 0DW, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL (EDAI), MADRID, ESPAÑA GUATEMALA Romper el muro de la impunidad Procesamientos por crímenes contra la humanidad Amnistía Internacional y la impunidad en Guatemala El principal interés de Amnistía Internacional en relación con Guatemala sigue siendo la batalla contra la impunidad, que hasta la fecha, y salvo en un reducido número de casos, viene prevaleciendo en las decenas de miles de violaciones de derechos humanos cometidas en las últimas tres décadas por los servicios de seguridad guatemaltecos. Amnistía Internacional ha documentado exhaustivamente estas violaciones a medida que se han ido produciendo 1, y también se han recopilado detalladamente en dos importantes informes publicados recientemente sobre los derechos humanos en Guatemala: el del Proyecto Diocesano de Recuperación de la Memoria Histórica (Proyecto Diocesano REMHI) presentado por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala con el título Recuperación de la Memoria Histórica. Guatemala: Nunca más, y el de la Comisión para el Esclarecimiento de las Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han Causado Sufrimiento a la Población Guatemalteca (Comisión de Esclarecimiento Histórico), creada en virtud del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, que con el patrocinio de las Naciones Unidas publicó el informe Guatemala: Memoria del Silencio.2 Las violaciones se cometieron en gran escala, especialmente durante los años en que el ejército aplicó una feroz política de contrainsurgencia en las altiplanicies de Guatemala, de población mayoritariamente indígena. Por su parte, la Comisión de Esclaracimiento Histórico, entre otras coclusiones, ha afirmado que el ejército cometió genocidio en cuatro áreas específicas del país. Sin embargo, hasta la fecha, y a pesar de la firma del Acuerdo de Paz con el que en diciembre de 1996 formalmente se puso fin al prolongado conflicto civil de Guatemala, y pese a la publicación también de las recomendaciones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico en febrero de 1999, poca o nula ha sido la justicia que se ha hecho a quienes fueron objeto de abusos en el contexto del conflicto civil guatemalteco, y, de entre los responsables de las violaciones cometidas en el pasado, pocos han sido los que han terminado en manos de la justicia. Más bien al contrario, testigos y otras personas implicadas en los escasos procesos judiciales emprendidos para intentar que se hiciera justicia por violaciones graves contra los derechos humanos, han sido objeto a su vez de actos de intimidación y de agresiones. Al asumir su cargo en enero de este año, el nuevo presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, anunció su intención de hacer del cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Véanse, por ejemplo, los documentos Guatemala: Ejecuciones extrajudiciales en gran escala en zonas rurales, bajo el gobierno de Efraín Ríos Montt (AMR 34/34/82/s), y Guatemala: Crónica de las violaciones de derechos humanos (AMR 34/04/87/s). En relación con la Comisión de Esclarecimiento Histórico, véase el artículo del Servicio de Noticias 41/99 de Índice AI: AMR 34/05/99/s. Amnistía Internacional Índice AI: AMR 34/20/00/s de Esclarecimiento Histórico un compromiso de Estado. Hasta la fecha, sin embargo, muy pocos son los indicios concretos que lleven a pensar que tenga intención de cumplir su promesa. Amnistía Internacional considera que el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de Esclaracimiento Histórico es un paso fundamental para lograr que se acabe con la impunidad en Guatemala. Por consiguiente, la organización sigue apoyando de diversos modos los esfuerzos para que se procese a los responsables de abusos cometidos en el pasado: ejerciendo presión constante sobre el gobierno para que así proceda; apoyando los esfuerzos para la exhumación de fosas comunes; enviando observadores a juicios clave relacionados con los derechos humanos; y apoyando iniciativas antiimpunidad. Amnistía Internacional está también apoyando los continuados esfuerzos que realizan los familiares para encontrar a sus seres queridos «desaparecidos». Las nuevas iniciativas en Guatemala se centran en los esfuerzos de progenitores por hallar a sus hijos pequeños «desaparecidos» durante el conflicto y que pudieron haber sido adoptados, y en otros grupos de adultos que eran niños cuando sus padres «desaparecieron» y que ahora se están organizando para exigir que se aclare la suerte de sus progenitores y que a los responsables se los haga rendir cuentas ante la justicia. Iniciativas judiciales para combatir la impunidad No ha sido sino hasta hace pocos años que las organizaciones no gubernamentales locales, las víctimas y sus partidarios se han considerado capaces de tratar de hacer que se procese a los responsables de estos gravísimos abusos. Para ello, han seguido tres vías: • mediante querellas presentadas en el extranjero por delitos para los que se aduce la jurisdicción universal (siguiendo el ejemplo del caso Pinochet en España), como la presentada por la Fundación Rigoberta Menchú ante la Audiencia Nacional española en diciembre de 1999 contra seis altos mandos militares y dos civiles por cargos de genocidio, tortura, terrorismo, asesinato y detención ilegal; • a través del sistema interamericano, que recientemente anunció que había llegado a «soluciones amistosas» con el gobierno de Guatemala en varios casos; • y mediante procesamientos en la propia Guatemala, como se ha hecho en varios casos individuales que Amnistía Internacional ha venido siguiendo muy de cerca, como el relativo a la ejecución extrajudicial en 1990 de Myrna Mack, los abusos perpetrados en Tululché por el ex comisionado militar a principios de los años ochenta, y las matanzas perpetradas por el ejército también a principios de los años ochenta en Las Dos Erres, Río Negro y Tululché. 3 Además de estas actuaciones judiciales particulares sobre casos concretos, el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), una de las más destacadas organizaciones no gubernamentales de Guatemala, ha prestado su asistencia recientemente a diversos sobrevivientes de matanzas de indígenas, agrupados en una nueva organización, la Asociación Reconciliación para la Justicia, en la presentación de querellas contra diversas ex autoridades del gobierno del general Fernando Romeo Lucas García (7 de julio de 1978 - 23 de marzo de 1982) por las matanzas en gran escala perpetradas durante ese periodo contra sus poblaciones. Véanse, por ejemplo, el documento de Índice AI: AMR 34/18/98/s, la Acción Urgente AMR 34/32/98/s y sus actualizaciones, y la Acción Urgente AMR 34/11/99/s y sus actualizaciones. Índice AI: AMR 34/20 /00/s Amnistía Internacional Guatemala: Romper el muro de la impunidad 3 La querella de la Asociación Reconciliación para la Justicia / CALDH El CALDH lleva trabajando con la Asociación Reconciliación para la Justicia desde hace ya tres años para preparar las pruebas que fundamenten la querella con la que lograr que miembros del Alto Mando del Ejército sean procesados por las matanzas de que fueron objeto nueve comunidades indígenas específicas del altiplano de Guatemala. La querella se anunció el 3 de mayo del 2000 en un acto público celebrado en la capital, Ciudad de Guatemala, en el que además se honró la memoria de las víctimas. Su presentación la formalizó la Asociación Reconciliación para la Justicia ese mismo día ante la Fiscalía General de la República con el respaldo jurídico del CALDH. En ella se nombra a tres de las personas que constituían el Alto Mando del Ejército de Guatemala durante el régimen militar de octubre de 1981 a marzo de 1982 como responsables de genocidio contra la población civil maya, de crímenes contra la humanidad y de violaciones del derecho internacional humanitario. Los acusados son Fernando Romeo Lucas García, presidente de la República de Guatemala del 7 de julio de 1978 al 23 de marzo de 1982; Luís Rene Mendoza Palomo, ministro de Defensa del 15 de agosto de 1981 al 23 de marzo de 1982; y Manuel Benedicto Lucas García, jefe del Estado Mayor General del Ejército desde aproximadamente el 15 de agosto de 1981 al 24 de marzo de 1982. Las pruebas que constituyen el fundamento de las acusaciones se recopilaron en relación con diez matanzas perpetradas contra nueve comunidades en cuatro regiones del país con una población mayoritariamente indígena (Rabinal, Baja Verapaz; San Martín Jilotepeque, Chimaltenango; Ixcán, El Quiché; y Triángulo Ixil, El Quiché). Esas matanzas se llevaron a cabo en un periodo de cuatro meses, a partir del mes de diciembre de 1981, y se cobraron la vida de más de 800 civiles indígenas. Otros sufrieron graves lesiones físicas y psíquicas, torturas, entre ellas la violación en grupo de mujeres, destrucción injustificada de cosechas y viviendas, y el desplazamiento y destrucción de sus comunidades. Las matanzas se perpetraron en el contexto de la política de tierra arrasada, campaña de contrainsurgencia emprendida por el gobierno de Lucas Amnistía Internacional Índice AI: AMR 34/20/00/s 4 Guatemala: Romper el muro de la impunidad García a fines de los años setenta y primeros ochenta, cuyo propósito fue la represión masiva de la población civil para la aniquilación de la base social de la guerrilla en las comunidades mayas rurales del oeste y noroeste del país. En el curso de esa campaña, millares de hombres, mujeres, niños y ancianos fueron víctimas de ejecución extrajudicial, multitud de matanzas y torturas, incluida la violación. La Comisión de Esclarecimiento Histórico concluyó que «agentes del Estado de Guatemala, en el marco de las operaciones contrainsurgentes realizadas entre los años 1981 y 1983, ejecutaron actos de genocidio en contra de grupos del pueblo maya que residía en las cuatro regiones analizadas (Norte de Huehuetenango; Ixil, Quiché; Maya-K'iche', en Quiché; y Rabinal; en Baja Verapaz)». La Comisión de Esclarecimiento Histórico reconoció la necesidad de «que los poderes del Estado cumplan y hagan cumplir en todos sus términos y en relación con el resto del ordenamiento jurídico guatemalteco la Ley de Reconciliación Nacional, persiguiendo, enjuiciando y castigando los delitos cuya responsabilidad penal no se extingue en virtud de dicha ley [...]». Índice AI: AMR 34/20 /00/s Amnistía Internacio Guatemala: Romper el muro de la impunidad Protección de testigos Dado que en el pasado los testigos que han intentado que se procese a los responsables de violaciones de los derechos humanos han sufrido amenazas y represalias,4 el CALDH y la Asociación Reconciliación para la Justicia han organizado, mientras dure esta iniciativa judicial, un proyecto de acompañamiento internacional para las comunidades que han presentado la querella, con objeto de impedir que sean objeto de represalias. El apoyo de AI a la querella de la Asociación Reconciliación para la Justicia y el CALDH y todas las demás iniciativas antiimpunidad Amnistía Inernacional está convencida de que es vital que los responsables de violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado en Guatemala sean procesados, y, por consiguiente, apoya todas las iniciativas antiimpunidad.5 En este contexto, la organización considera que la querella de la Asociación Reconciliación para la Justicia podría llegar a ser un elemento clave en la demolición del muro de impunidad que rodea Guatemala: - En primer lugar, se trata de la primera vez que miembros del Alto Mando del Ejército son acusados directamente de crímenes de genocidio en Guatemala. Por tanto, este juicio es posible porque, aunque el Congreso Nacional de la República aprobó en 1996 la Ley de Reconciliación Nacional como uno de los componentes del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, que de hecho es una ley de amnistía, aún así esa ley reconoce la imprescriptibilidad penal para ciertos delitos, a saber: «[...] Los delitos de genocidio [...] delitos que sean imprescriptibles o que no admitan la extinción de la responsabilidad penal [...]». Si este juicio se celebra en los tribunales nacionales de justicia guatemaltecos significará un enorme paso en el combate contra la impunidad en Guatemala y podría suponer el fortalecimiento de un sistema judicial hoy débil y corrupto. - En segundo lugar, se trata también de la primera vez que las víctimas de violaciones de derechos humanos generalizadas formalizan una actuación judicial contra los autores intelectuales de esos crímenes. Si prospera esta querella quedarán satisfechas la mayoría de las exigencias de justicia y reparación formuladas por la víctimas, lo que supondrá una contribución vital para una auténtica reconciliación nacional. Véanse, por ejemplo, la Acción Urgente de Índice AI: AMR 34/32/98/s y sus actualizaciones, y la Acción Urgente AMR 34/11/99/s y sus actualizaciones. Véanse, por ejemplo, los comunicados de prensa difundidos para manifestar el apoyo de AI a la querella presentada en España por la Fundación Rigoberta Menchú contra anteriores autoridades guatemaltecas a quienes se acusa de responsabilidad por delitos de genocidio, tortura, terrorismo, asesinato y detención ilegal (AMR 34/08/00/s, Servicio de Noticias 58/00, y AMR 34/10/00/s, Servicio de Noticias 67/00). Members of the Association for Reconciliation for Amnistía Internacional Justice, CALDH and AI during a press conference held 2 May 2000 to announce the suit. Índice AI: AMR 34/20/0 6 Guatemala: Romper el muro de la impunidad - En tercer lugar, un juicio de estas características podría tener una repercusión educativa enorme en Guatemala, informando a los ciudadanos de ese país sobre las normas nacionales e internacionales de protección a los derechos humanos, así como sobre su propia historia, y haciendo patente que el sistema judicial pude utilizarse para conseguir que se haga justicia y reparación por los delitos cometidos. Esta querella es asimismo consecuente con la resolución del Parlamento Europeo sobre Guatemala, del 18 de mayo del 2000, en la que el Parlamento «pide a las autoridades guatemaltecas que investiguen hasta el final los crímenes contra la humanidad cometidos en Guatemala durante la guerra civil y que procesen a los responsables de dichos crímenes», y «pide a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen las iniciativas en curso para procesar en Guatemala a los responsables de crímenes contra la humanidad». Con objeto de manifestar su apoyo a esta importante iniciativa, delegados de Amnistía Internacional participaron en el acto celebrado en mayo del 2000 en el que la Asociación Reconciliación para la Justicia y el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos anunciaron su querella contra el general Lucas García, Luis Mendoza Palomo y Manuel Lucas García. En el acto, Amnistía Internacional explicó su postura en relación con las cuestiones relativas a la impunidad y describió la información que había recopilado en relación con violaciones de los derechos humanos perpetradas durante el periodo pertinente y que, por consiguiente, respaldan la querella. Índice AI: AMR 34/20 /00/s Amnistía Internacio Guatemala: Romper el muro de la impunidad PALABRAS CLAVE: CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD1 MILITARES / HOSTIGAMIENTO / PUEBLOS INDÍGENAS Amnistía Internacional / INVESTIGACIÓN DE ABUSOS1 / IMPUNIDAD Índice AI: AMR 34/20/0