La Madre de todas las ensaimadas

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Sábado, 4 de febrero de 2006
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Diario de Mallorca 33
S O C I E D A D
La madre de todas las ensaimadas
La pequeña ciudad de San Pedro, al norte de la
provincia de Buenos Aires, acoge cada verano una
multitudinaria fiesta con sabor a cocina tradicional
mallorquina, dedicada al postre por excelencia
carrera, aún tuvo tiempo de conoAl otro lado del Atlántico, en las cer algunas historias simpáticas de
vastas llanuras de la Pampa, a ori- este peculiar enclave sudamericallas del río Paraná, se alza San Pe- no. “Lo primero que me llamó la
dro, localidad de apenas 50.000 atención fueron los carteles de
habitantes que se precia de ser la venta de ensaimadas situados a la
única ciudad, al menos de Argenti- entrada del pueblo”, recuerda el
na y América, organizadora de la chico.
Fiesta de la Ensaimada. Tal como
suena. Este cada vez más concu- Vaya descubrimiento
rrido evento, una auténtica algazara para residentes y forasteros, se A mucha distancia del archipiélacelebra cada verano ante el entu- go existía esa misma tira de pasta
siasmo general. Y no terminan ahí hojaldrada revuelta en espiral que
los lazos de hermanamiento gas- adoran los turistas europeos. Pero
tronómico y cultural con Mallorca no había que buscar tres pies al gaporque, además, la misma pobla- to, pues la cosa tenía una explicación mantiene viva la llama de la ción sencilla. “San Pedro constitucrema del dimoni,
yó una de las maotro de los símboyores colonias de
los del costumbrisemigrantes mallormo insular.
quines, hasta el exNo se trata del
tremo de que se inargumento de la
trodujo sin ninguna
última película de
dificultad este proEduardo Mignogducto típico de la
na, sino de una reisla”, explica Alealidad palpable.
xander. Todo coLo pudo compromenzó cuando el
bar sobre el terrefelanitxer
Joan
no Alexander Villa
Puig, ya fallecido,
Wendt, diplomado
se trasladó a Aren Ciencias Em- La ensaimada ‘argentina’.
gentina en 1951
presariales por la
con el propósito de
Universitat de les
ahorrar el suficienIlles Balears (UIB), quien acaba te dinero para volver a su tierra y
de regresar del viaje de sus sue- montar una panadería: “Aprendió
ños, el que le llevó precisamente a el oficio de confitero durante el
seguir la estela marcada por los servicio militar. Como estaba romiles de emigrantes de Balears deado de paisanos, un buen día se
que se vieron obligados a abando- le ocurrió elaborar una ensaimada
nar su hogar en pos de mejores para un amigo y, dado el éxito obcondiciones de vida. El investiga- tenido, empezó a prepararlas de
dor santaeulaliense analiza las re- modo industrial. Ahora es posible
percusiones económicas y demo- adquirirlas en cualquier horno de
gráficas derivadas de la llegada, la ciudad”, señala.
también masiva, de ibicencos y
A fin de rendir homenaje al seformenterenses a tan lejanos con- ñor Puig, un discípulo suyo, Pablo
fines. Mientras recababa informa- Castillo, se animó a emular al mación para su proyecto de final de estro y en 2003 preparó la que has-
Entre 1887 y 1910
emigraron 33.195
mallorquines a Argentina
Santa Eulària.
Según los datos aportados
por Ana Jofre, catedrática de
Geografía Humana, durante
el período comprendido entre 1887 y 1910 emigraron
con destino a Argentina
33.195 mallorquines, originarios en su mayoría de la
Part Forana y también de las
barriadas más pobres de Palma. En 1930 todavía quedaban unos 20.000, el 5,5 por
ciento de la población global
de la comunidad autónoma.
La patria de Maradona y el
tango cuentan hoy con once
casals de Balears. La agrupación de San Pedro, refundada en 1966, ya supera el centenar de socios.
X. LLUY.
XICU LLUY. Santa Eulària (Eivissa)
Los emigrantes baleares son los impulsores de la Fiesta de la Ensaimada.
La familia mallorquina de San Pedro.
ta la fecha se considera la ensaimada más grande del mundo, con
diez metros de anchura. De ello se
vanaglorian los artífices del impresionante reto. Necesitaron 100
kilos de harina, 80 de azúcar, 50
de manteca y 1.300 huevos. Desde
entonces, a mediados del mes de
agosto, la feria de San Pedro invita a degustar el pastel más famoso
de Mallorca, cocinado de acuerdo
a la receta clásica, aunque adap-
CRÍTICA
tándola a las características autóctonas. Habida cuenta la climatología y el tipo de suelo de aquella
zona, que no favorecen el cultivo
de la calabaza, se acostumbra a
sustituir el cabello de ángel por
nata o dulce de leche, cuyo aroma
de caramelo no hace añorar el relleno original.
Alrededor de 12.000 personas
acudieron a la pasada convocatoria, la tercera, de la Fiesta de la
Ensaimada. “Se ha convertido en
un verdadero acontecimiento social”, afirma Villa Wendt. Asimismo, la crema del dimoni rubrica
un solsticio, el de Sant Joan, que,
en el caso de este país del Hemisferio Sur, representa la noche más
larga del año, y con temperaturas
para echarse a temblar. “Resulta
gracioso ver a la gente tan abrigada en pleno junio”, indica el joven, que se muestra “agradecido
de todo corazón” por el trato que
le dispensaron tanto los emigrantes de Balears como sus familiares. “Mallorca está muy presente
en San Pedro, nadie puede negarlo”.
AGUILÓ DE CÁCERES
MÚSICA
Schumann salvó la encrucijada
Concierto de “Sa Simfònica”
Obras de Beethoven, Schumann y Berstein
Piano solista: Ilan Rogof. Dtor: Philippe Bender
Lugar : Auditórium de Palma
Fecha: 2 de febrero.
Un concierto deliberadamente contrastado llenó la noche sinfónica de una “Ciudad de Palma” que por cierto no disimuló
al final la vorágine del ruido, con las “Danzas Sinfónicas” de
la popularísima “West Side Story”, de Leonard Berstein. Recuerdo que hace años su puesta en escena, incluidos sus gritos de “¡Mambo!¡Mambo!, provocó el unánime revulsivo
entre los miembros electores de la programación, y se quedó
para vestir santos. Pero Philippe Bender guarda un incomprensible afecto a esta obra y ha conseguido injertarla sin venir a cuento. Es uno de los frutos, supongo, que facilita el
“savoir faire” y la simpatía de una batuta, a pesar de que la
presencia en el programa de esta composición, resulte a todas
luces delirante, y aparte no olvidar el regusto de la sección
percusionista que principalmente la exhibe, así como la del
Salutación final. FOTO: ULPINO
podium que la dirige.
En realidad el concierto tuvo en su mitad el espacio más
feliz. Fue a costa de Schumann y de su concierto en La, para
piano y orquesta, famoso donde los haya, envidiable de fondo y forma, una joya de poética recreación que asume el pianista como un regalo de los cielos. Su popularidad no le ha
restado méritos y se mantiene en su categoría como ejemplo
de obra extraordinaria y perfecta. De éste su mundo mágico
se impregnó el solista Ilan Rogof al interpretarla, acompañado de un conjunto eficaz, bajo una dirección de nivel, y sensibilizada por las sutilezas del romántico pentagrama. La ejecución pianística no rehuyó el menor matiz ni su alcance virtuosístico, al resguardo del Steinway que le tocó en suerte
arpegiar y frasear, limitándose, tras su actuación, obligado
por el aplauso, a recurrir silente a un poético tango de Piazzolla. A partir de ahí, mejor es tratar en silencio la obra que
inició y completa el repertorio: la “Séptima Sinfonía”, de Beethoven, que más que una “apoteosis de la danza” como definió Wagner, resultó ser la apoteosis de una desgana, tanto por
su falta de lograda plenitud, como por su color tonal diluido.
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