FUNDAMENTO ÉTICO DE LOS DERECHOS HUMANOS: LAS CONDICIONES BÁSICAS PARA UNA ÉTICA MUNDIAL DESDE LA PERSPECTIVA DE HANS KÜNG Por: José de Jesús Herrera Ospina1 RESUMEN Se presentará en esta ponencia los elementos básicos para la construcción de una ética mundial desde la perspectiva del filósofo y teólogo suizo Hans Küng. A partir de una lectura de su obra “Proyecto de una ética mundial” se rastrean los elementos básicos para su construcción, a saber: los componentes éticos fundamentales, la búsqueda de espacios de diálogo y tolerancia entre las culturas, específicamente entre las religiones. Las exigencias éticas a partir de la noción de persona, la libertad, la igualdad y la solidaridad entre los hombres. Las exigencias no sólo de libertad sino también de justicia, no sólo de igualdad sino también de pluralismo, no sólo de fraternidad sino también de hermandad, no sólo de coexistencia sino también de paz, no sólo de productividad sino también de solidaridad, no sólo de tolerancia sino también de ecumenismo. Palabras clave: Ecumenismo, Diálogo, Libertad, Pluralismo, Paz. ABSTRACT It is present in this paper the basic elements for building a global ethics from the perspective of the Swiss philosopher and theologian Hans Küng. From a reading of his "Project for a global ethic" will trace the basic elements for its construction, namely the fundamental ethical components, the search space for dialogue and tolerance between cultures, especially among the religions. The ethical demands from the notion of person, freedom, equality and solidarity among men. The demands of not only freedom but also of justice, not only equality but also of pluralism, not only but also of brotherhood fraternity, not only coexist but also peace, not only productivity but also of solidarity, not only tolerance but also ecumenism. Keywords: Ecumenism, Dialogue, Freedom, Pluralism, Peace. INTRODUCCIÓN 1 Doctor en Filosofía por la Universidad Pontificia Bolivariana. Docente de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Básicas, Sociales y Humanas del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid y catedrático de Filosofía Medieval del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. (Medellín-Colombia). E-mail: [email protected] El filósofo y teólogo suizo Hans Küng (1928- ) es quien acompañará esta reflexión sobre el fundamento ético de los derechos humanos. Se analizarán los elementos básicos o, mejor, las condiciones básicas, para construir una ética mundial, basada en su obra: “Proyecto para una ética mundial”. Esta obra escrita en 1991 se convierte en un referente importante para darle fundamentación teórica al discurso y a la práctica de los derechos humanos, tanto en el sentido clásico como en el moderno (o contemporáneo). Es de anotar que el principio fundamental de los derechos humanos es el concepto de dignidad de la persona humana, la cual conlleva el respeto por la libertad, la justicia y la paz.2 Esto está en la base de la reflexión propuesta por Küng y por ende se hace necesaria una lectura pormenorizada de su obra y una reflexión sobre puntos importantes que desarrolla. Aquí sólo se desarrollarán dos apartados con algunas reflexiones que se derivan de la obra de Küng. 2 Es necesario citar la Declaración Universal de los derechos Humanos de las Naciones Unidas del año 1948 en su Preámbulo: “Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana….” Y su artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros…” 1. LA FÓRMULA <NO HAY PAZ ENTRE LAS NACIONES SIN…> SE CONVIERTE EN IMPERATIVO ETICO La muy conocida fórmula küngiana “No hay paz entre las naciones sin….” se ha convertido en un eslogan muy importante para la reflexión en torno a la búsqueda de las condiciones mínimas para alcanzar la paz en el mundo. Esta búsqueda de la paz mundial tiene como base los valores fundamentales de la ética y la construcción conjunta de un imaginario de tolerancia y respeto entre las distintas culturas y particularmente entre las religiones. Para ello Küng afirma: 1.1. No hay paz entre las naciones sin un mínimo de componentes éticos fundamentales La reflexión se centra en los componentes de la ética desde los valores inmersos en ella. Dos caminos que llevan a esto son: la voluntad para resolver los conflictos sociales y el respeto por el orden. Küng (1992) afirma: “En nuestros días, podemos hablar ya de una amplia coincidencia: sin un consenso básico minimal sobre determinados valores, normas y actitudes, resulta imposible una convivencia humana digna, tanto en pequeñas como en grandes sociedades…” (p. 46) La sociedad debe ser ética por su naturaleza humana y social, más concretamente, por su naturaleza política. El hecho de ser ciudadanos, es decir, seres políticos (habitantes de la polis) debe llevar a la consideración que en lo más profundo del ser humano habita el valor de su dignidad humana, los principios éticos y también políticos.3 La convivencia política y social depende de los valores humanos integrados a ella. 1.2. No hay paz entre las naciones sin la búsqueda de espacios de tolerancia y respeto entre las culturas, especialmente de las religiones Uno de los aspectos importantes a valorar en el mundo actual es del multiculturalismo que se enfrenta comúnmente con el llamado etnocentrismo. Es necesario destacar que el multiculturalismo es: (Macionis y Plummer, 1999) “una corriente de pensamiento orientada hacia el reconocimiento de la diversidad cultural (tanto en el presente como en el pasado) y hacia la igualdad de todas las tradiciones culturales.” (p. 124). Se ha de entender la igualdad no como uniformidad de las culturas sino como el reconocimiento del derecho fundamental consignado en la Declaración de los Derechos Humanos, donde el principio fundamental estriba en el reconocimiento de que todos los hombres nacemos iguales en dignidad y respeto. Si esto es así, las culturas que están compuestas por seres humanos, son iguales en dignidad y respeto. Dentro de las culturas un espacio importante de reflexión son las religiones. Por ello… 3 A propósito los estudios sobre Aristóteles y sus reflexiones sobre la ética y política son ilustrativos sobre el tema. Cfr. Autores varios. Cuaderno de Humanidades 2. Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. Medellín, 2010. Bautista, Oscar D. Ética y política: valores para un buen gobierno. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 1.3. No hay paz entre las naciones sin diálogo entre las religiones Con esta frase terminan las obras que conforman la trilogía sobre las tres grandes religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam. Imperativo de gran importancia tanto por el pasado, presente y futuro de la humanidad. Se estaría hablando, incluso, ya no sólo de las tres grandes religiones monoteístas sino de todas las religiones del mundo, o sea, además de éstas, el budismo, el sintoísmo, el hinduismo, las religiones afroamericanas, entre otras. La cuestión es simple, se debe pasar del paradigma de Huntington (el choque de las civilizaciones) al paradigma de Küng (el diálogo entre las civilizaciones). ¿Cómo? A partir de una nueva conciencia ética, basada en el respeto por el otro, por sus diferencias, por sus creencias, por su intimidad, por su conciencia. Las religiones siempre han sido un motor de desarrollo de la historia, por ende, para que el desarrollo sea como lo afirma Max Neef 4, un verdadero desarrollo a escala humana, necesitamos, los fundamentos éticos, los valores de la ética, para garantizar el desarrollo real del hombre en sociedad. Dice Küng (1992): “Las religiones pueden…. actuar como instrumento de liberación, de orientación al futuro y de 4 El economista chileno Manfred Max Neef ha sido uno de los teóricos latinoamericanos que más ha insistido, en franca disputa con la concepción capitalista, concretamente neoliberalista del mercado, que el verdadero desarrollo humano sólo es posible de alcanzar con un criterio ético basado en la dignidad humana que sea columna vertebral del desarrollo social, económico y cultural. A propósito en el prólogo a su libro dice: (Max Neef, 1993) “Este trabajo propone, como perspectiva que permita abrir nuevas líneas de acción, un Desarrollo a Escala Humana. Tal desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de auto dependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la sociedad civil con el Estado.” (p. 30) fraternidad, y lo han hecho también con frecuencia; pueden extender la confianza en la vida, la magnanimidad, la tolerancia, la solidaridad, la creatividad, y el compromiso social; pueden fomentar la renovación espiritual, las reformas sociales y la paz mundial.” (p. 68). 1.4. Indisponibilidad de la persona humana La dignidad de la persona humana es un fin en sí misma, no un medio (Kant), no se acrecienta ni decrece, está dada desde nuestro momento de nacer, sólo que debe ser respetada en su integridad en todos los momentos de la vida hasta la muerte (De Roux:): “La dignidad, igual de todos los seres humanos, se da en cada persona como valor absoluto siempre. La dignidad no depende del sistema social y no se recibe del Estado, ni de ninguna institución nacional o global, religiosa o secular. La dignidad se tiene simplemente por ser humanos y no puede ser violada por ninguna institución. De esto se sigue como una norma ineludible el que toda persona, en todos los casos, debe ser reconocida como miembro por sí misma, e igualmente valiosa que cualquier otro miembro, de la comunidad humana universal e histórica. De esta forma, con la Declaración de Universal de los Derechos Humanos y los Convenios consecutivos, la comunidad internacional, implícitamente estableció las bases para la constitución de la ciudadanía global de todas las personas sobre el Planeta. Desde la perspectiva de Küng, la dignidad de la persona humana tiene las características antes descritas. Se podría decir que se convierte, como lo hemos advertido: (Kung, 1992): “…el principio ético fundamental debe quedar claro: el hombre –según la formulación kantiana del imperativo categórico- no podrá jamás convertirse en simple medio. Tendrá que seguir siendo siempre objetivo último, finalidad y criterio decisivos”. (p. 50) 1.5. Inviolable libertad del hombre La libertad del hombre es el presupuesto básico para hacer visible los derechos humanos. Y la libertad nace de la dignidad del hombre. A propósito, De Roux, F. afirma: La dignidad no puede hacerse crecer. La dignidad de las personas no aumenta por el crecimiento económico de un país, ni por los estudios que las personas hagan, ni por ser pobladores de una potencia internacional; ni es menor por ser poblador de un país pobre. La dignidad no puede ser desarrollada. Lo que se desarrolla son las condiciones para que cada persona pueda proteger y expresar libremente su propia dignidad, de la manera como quiere vivir este valor absoluto. Estas condiciones son los derechos económicos, sociales, culturales, medioambientales y de género convertidos en realidad, en la forma como la personas de una comunidad decidan”. Küng también es claro en afirmar que la necesidad de reconocimiento de la dignidad humana está basada en la libertad. Más aún, la sociedad (compuesta por individuos con dignidad y libertad), debe construir una verdadera comunidad de seres libres, a esto Küng llama <vínculos libres>. A propósito dice: (Küng 1992) Para que funcione la sociedad moderna, no hay que descuidar la cuestión de las finalidades, de las <ligaduras>, de los vínculos individuales, libremente elegidos. Por supuesto, no vínculos a grillos o cadenas, sino a algo que suponga ayuda y protección. En la vida humana es más decisiva que nunca la vinculación a orientaciones, valores, normas, actitudes y contenidos vitales, y todo ello -si los signos no nos engañan- a un nivel transnacional y transcultural. (p. 47). Nótese que el teólogo habla de finalidades, la libertad junto con la dignidad humana son fines en sí mismas, no medios, como hasta el cansancio se ha repetido. Sólo son medios aquellos instrumentos que nos permiten encontrar la verdadera libertad, verbi gratia, las condiciones sociales y económicas. 1.6. Igualdad fundamental de todos los hombres La igualdad no es uniformidad o identidad sino la posibilidad de ver al otro como persona, es decir, con la dignidad que le es inherente, como alter ego. El alter ego es un tema analizado profundamente por la filosofía francesa, particularmente por Emanuel Lévinas y en el contexto latinoamericano Enrique Dussel ha hecho aportes importantes sobre todo de lo que él ha denominado filosofía de la liberación. A propósito Serna Sánchez (2007) afirma: El principio central de la moral es el compromiso asimétrico de brindar al otro, en su menesterosidad ayuda ilimitada, compromiso que se abre a la dimensión de la bondad, si la bondad consiste, como dice Lévinas, en instalarse en el ser de modo que el otro cuente más que yo mismo. El yo se confirma ahora más bien en el prodigarse del descentramiento…” (p. 76) En consonancia con ello Küng, (1992) también propugna sobre este asunto: Hoy nadie necesita estar en contra de las <conquistas modernas>, de la libertad, la igualdad y la fraternidad, en contra de la democracia y los derechos humanos, por el hecho de creer en Dios…. Ciertamente, 200 años después de la Revolución francesa ya no bastan las ideas modernas de <libertad, igualdad y fraternidad> (con su falsa interpretación individualista y su aplicación unilateral). En la posmodernidad, necesitan un contrapunto dialéctico, un perfeccionamiento y una superación… (pp. 88-89) 1.7. Necesaria solidaridad La solidaridad es un elemento importante, digno a tener en cuenta, en la construcción de una sociedad justa y pacífica. Ser solidario significa tener una sensibilidad permanente por lo que le acontece al otro, como se decía anteriormente, como alter ego. La solidaridad, como afirma Yarce Maya (2010): “supone la determinación firme y perseverante de trabajar por el bien común, con un reconocimiento claro de que todos somos en verdad responsables de todos.” (p. 184). La verdadera solidaridad ayuda al otro sin condicionamientos y sin dejarse llevar por emociones pasajeras. Es permanente, transparente y constante. Y lo mejor, potencializa al ser humano a salir de las condiciones degradantes en las que se puede encontrar. Küng (1992), a propósito nos recuerda que: “la fe en que el amor, la compasión, el altruismo y la fuerza del Espíritu y de la veracidad interior son, en última instancia, muy superiores al odio, la enemistad y el egoísmo…” (p. 85). Esto se encuentra en relación con Declaración de la Conferencia Mundial de las religiones en favor de la paz, celebrada en el año 1970 en Kioto (Japón). 2. LAS EXIGENCIAS POSTMODERNAS PLANTEADAS POR KÜNG 2.1. NO SÓLO LIBERTAD SINO TAMBIÉN JUSTICIA: HACIA UN ORDEN SOCIAL Se podría sintetizar este ítem en las siguientes exigencias: Superación de las diferencias que separan ricos y pobres. Superación de las estructuras causantes del hambre, la miseria y la muerte. Superación de un mundo en que se lesionan los derechos humanos y en el que hombres y mujeres son torturados y aislados (Küng, 1992: 89) Se rescata de estas primeras exigencias: la utopía de la superación de la brecha entre ricos y pobres. Esto es aún posible en el mundo sólo que se necesitaría de la solidaridad entre los hombres, con un elemento de gran importancia, sentido de desapego de la riqueza que conlleve al compartir con los que no tienen aquello que se posee. 2.2. NO SÓLO IGUALDAD SINO TAMBIÉN PLURALISMO: HACIA UN ORDEN PLURAL Se podría sintetizar este ítem en las siguientes exigencias: Superación de las fronteras establecidas por la discriminación racial, étnica y cultural. Superación del desinterés y la marginación con respecto al Segundo y Tercer Mundo. Superación de la herencia antisemita en nuestras sociedades e iglesias. (Küng; 1992: 90). Es también posible superar las fronteras ideológicas, culturales y religiosas que se han construido en el mundo, sólo es menester poseer una mentalidad de apertura y lo más importante un corazón dispuesto a recibir al otro. 2.3. NO SÓLO FRATERNIDAD SINO TAMBIÉN HERMANDAD: HACIA UN ORDEN MUNDIAL DE COPARTICIPACIÓN Se podría sintetizar en los siguientes ítems: Superación de la división entre hombres y mujeres en la Iglesia y la sociedad. Superación de la minusvaloración del papel de la mujer. Superación de roles y estereotipos fijados ideológicamente para el hombre y la mujer. (Küng, 1992: 90) Continuando con el optimismo leibniziano, se considera que es posible, también, superar la división entre hombres y mujeres en la sociedad y en instituciones como la Iglesia. Prueba de ello, la participación de la mujer en no pocas iglesias cristianas, incluso, alcanzando dignidades, antes reservadas para hombres. 2.4. NO SÓLO COEXISTENCIA SINO TAMBIEN PAZ: HACIA UN ORDEN MUNDIAL PACIFICADOR Se rescatan las siguientes exigencias: Superación de la guerra y de las ideologías. Superación de las destructivas consecuencias del armamentismo en el mundo. Superación de una situación en la que parece necesaria la intervención militar o la amenaza de la misma para preservar o establecer los derechos humanos. (Küng, 1992: 90) ¿Cómo no va a ser posible la paz en el mundo?. Decía el profesor Villegas Botero (+) (2010) en una de sus últimas conferencias, dictadas en el II Encuentro de Humanidades, realizado en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid: “Somos más de siete mil millones de seres humanos en el mundo. Si todos o al menos la mayoría nos pusiéramos a pensar en la construcción de una sociedad más pacífica, acaso no se podría transformar este mundo de guerras en un mundo de paz. Acaso somos tan pobres mentalmente para no ser capaces de construir una sociedad mejor que la que tenemos. El siglo XXI no será el siglo de las guerras sino el de la paz”. 2.5. NO SÓLO PRODUCTIVIDAD SINO TAMBIÉN SOLIDARIDAD: HACIA UN ORDEN MUNDIAL RESPETUOSO DE LA NATURALEZA Los ítems serían: Superación de la división entre el hombre y el resto de la creación. Superación del imperio del hombre sobre la naturaleza. Superación de un estilo de vida y unas formas de producción que dañan a la naturaleza. Superación de un individualismo que lesiona la integridad de la naturaleza a favor de intereses particulares. (Küng, 1992: 91) ¡Por fin, una utopía que empieza a cumplirse!. O al menos esa es la mentalidad que se está formando en estos momentos. Conciencia ecológica, conciencia humana del respeto por la naturaleza, conciencia de que es posible salvar al planeta. ¿Falta algo más? Muchas cosas. Pero se empieza a gestar el futuro inmediato para nuestros descendientes. 2.6. NO SÓLO TOLERANCIA SINO TAMBIÉN ECUMENISMO: HACIA UN ORDEN MUNDIAL ECUMÉNICO Los ítems son: Superación de las diferencias que todavía dividen a las iglesias. Superación del anquilosador lastre del pasado. Superación de la intolerancia y de la reticencia en el reconocimiento de la libertad religiosa. (Küng, 1992: 91) Küng es claro en afirmar que sólo se podrían cumplir estas exigencias si existe perdón y renovación. Acaso este no es el tema principal de este congreso, una ética pensada para el perdón y la reconciliación de las víctimas con sus victimarios, de los victimarios con las víctimas, en definitiva, de los hermanos que se han herido y maltratado durante tanto tiempo. BIBLIOGRAFÍA: Bautista, O. (¿?) Ética y política: valores para un buen gobierno. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Declaración Universal de los Derechos Humanos. (1997). En: Constitución Política de Colombia. Bogotá: Ediciones ECOE. De Roux, F. (¿?). Dignidad humana, región, globalización y desarrollo. s.m.d. En: www.uca.edu.sv/.../ (recuperado el 8 de octubre de 2011). Herrera O, J. y otros. (2010). Cuaderno de Humanidades 2. Medellín: Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. Facultad de Ciencias Básicas, Sociales y Humanas. Küng, H. (1992). Proyecto de una ética mundial. Colección Estructuras y Procesos. Serie Religión. Tr. por Gilberto Canal Marcos. 2 ed. Madrid: Trotta. Macionis, J. J. y Plummer, K. (1999). Sociología. Madrid: Prentice Hall. Max Neef, M. (1993). Desarrollo a escala humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones. Montevideo: Nordan Comunidad Serna G, J.J. (2007). Emmanuel Lévinas y la utopía. Medellín: Divergráficas. Villegas B, F. (2010). Conferencia: ética y política. En: II Encuentro de Humanidades. Ética y Política. Medellín: Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. Facultad de Ciencias Básicas, Sociales y Humanas. Yarce M, J. (2010). Cuáles son tus valores. Los 40 principales. Bogotá: Panamericana.