Repositorio Institucional de la Universidad Veracruzana

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA
FACULTAD DE FILOSOFÍA
EXISTENCIA HUMANA COMO CARIDAD: LA ÉTICA CRISTIANA EN LA
FILOSOFÍA DE ANTONIO CASO
TESIS
Que para obtener el título de
LICENCIADA EN FILOSOFÍA
Presenta:
BANI YARED ESQUEDA HUERTA
Director de Tesis:
MTRO. VÍCTOR GONZÁLEZ OSORNO
XALAPA-ENRÍQUEZ, VER.
JULIO DE 2015
0
Contenido
AGRADECIMIENTOS ...............................................................................................1
Introducción ...............................................................................................................3
CAPÍTULO I ......................................................................................................... 11
ANTONIO CASO, FILÓSOFO MEXICANO ......................................................... 11
1.1. La filosofía de Antonio Caso ...................................................................... 11
1.2. La existencia como economía y como desinterés ..................................... 19
CAPÍTULO II ........................................................................................................ 29
CRISTIANISMO Y HEROÍSMO ........................................................................... 29
2.1 Caso, Carlyle y Emerson, sobre el héroe, hombre representativo y el
caritativo. .......................................................................................................... 29
2.2. La figura del héroe en Carlyle y el Hombre representativo de Emerson .... 32
2.3. La figura del héroe en Caso ....................................................................... 35
2.4. La defensa de un verdadero cristianismo .................................................. 39
CAPÍTULO III ....................................................................................................... 48
EL CULMEN DE LA FILOSOFÍA DE CASO: LA EXISTENCIA COMO CARIDAD
............................................................................................................................. 48
3.1 Cómo asumir la existencia de los héroes a lo largo de la historia .............. 48
3.2 La figura de Cristo....................................................................................... 51
3.3 Una Ética Cristiana ..................................................................................... 54
Conclusiones ........................................................................................................... 60
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA .............................................................................. 64
AGRADECIMIENTOS
“Doy gracias al que me fortaleció, a
Cristo Jesús nuestro Señor…”
1ª de Timoteo 1:12
Hay una enseñanza muy antigua de nuestros antepasados prehispánicos, la ley
que se les daba a los niños para instruirlos se resumía en tres principios básicos y
fundamentales, estos eran: Ama, Respeta y Agradece. Si estos tres principios eran
llevados a la práctica, no se podía esperar nada más que un individuo capaz de
vivir armónicamente con todo su entorno. Ser agradecido es una cualidad de los
seres vivos, pero más aún de los seres humanos. Por alguna razón los principios o
reglas, o éticas que hay en todo el mundo apuntan a mandatos o principios
similares a estos.
Ser agradecido se nos enseña desde que somos pequeños y es una virtud
del ser humano, se demuestra con hechos o con palabras hacia quienes han hecho
algo por nosotros, e incluso a quienes no. Es por ello que cada vez que logramos
algo, sabemos que no lo hicimos solos, sino que hubo quienes estuvieron con
nosotros ayudándonos y apoyándonos en todo momento, no ser agradecido
demostraría egoísmo y vanidad, el creernos capaces de lograr todo sin ayuda de
los demás.
A DIOS
Porque, a pesar de ser una idea confusa para muchos, para mí eres una Verdad de
la cual he tenido experiencia vívida.
A MIS PADRES
Leticia Huerta y José Luis Esqueda, siempre han estado ahí a pesar de todo, como
ejemplo de vida, de esfuerzo y amor, les agradezco infinitamente su amor y
paciencia hacia mí.
A MI FAMILIA
Mis hermanos Dan y Abdiel, que siempre han estado como compañeros, cómplices
y amigos de travesuras, los amo. Primo Adán, eres como un hermano.
Abuelita Lupe, este trabajo es para ti, te agradezco por cada peso regalado para el
autobús o para mis copias. Tío Miguel Ángel, tía Rosa Elia, tía Eli, mi más grande
afecto, admiración, cariño, aprecio y amor es para ustedes, no tengo con qué
1
pagarles su apoyo, su amor sincero y desinteresado, las atenciones para conmigo
desde que supieron que llegaría a este mundo, mil gracias por enseñarme la
calidez de un hogar y el amor infinito de una familia, a pesar de todo.
A mis tías Mary y Chely y mi abuelita Yuya, por preocuparse siempre, ayudarme
con Jarv y compartirme algo de su mesa.
A MI DIRECTOR DE TESIS
Maestro Víctor González Osorno, porque este trabajo no se habría logrado sin su
apoyo, ayuda y paciencia. Gracias por sus consejos y por su tiempo dedicado.
Porque aparte de ser un maestro y guía para mí, ha sido mi amigo. Mil gracias por
todo.
A MIS SINODALES
Mtro. Luis Antonio Romero García y Mtro. Enrique Sánchez Ballesteros les
agradezco que accedieran a leer este trabajo. Mi más profunda admiración y
respeto.
A MIS AMIGOS Y COMPAÑEROS
¿Qué sería del hombre sin amigos?
Con quienes he aprendido a disfrutar de las alegrías de la vida y a enfrentar los
sinsabores de ella misma.
Alí Mayo, mi mejor amigo en la carrera, confidente, compañero de risas, lágrimas,
tristezas y logros, gracias. Mis amigos: Luisa, Alejandra, Jaziel, Josefina, César,
Artemio, fueron compañeros de la carrera, pero lo más importante fueron mis
verdaderos amigos. Enrique y Gabriela, a pesar de no ser de la misma carrera
compartimos viajes, sueños y anhelos. Jacqueline, por convertirte en mi amiga en
cuestión de meses gracias al amor por la filosofía, a la inclinación por autores
mexicanos y el sufrimiento de la redacción de tesis. Berenice, mi mejor amiga y
confidente de años, siempre has estado ahí, pase lo que pase. Benjamín, porque
sólo tú sabes lo que significa para mí escribir tu nombre en estas líneas.
A todos ustedes ¡Mil gracias! Mi cariño, aprecio y admiración siempre.
Bani Yared Esqueda Huerta
Julio de 2015
Introducción
La filosofía es la explicación de la existencia.
ANTONIO CASO1
Conocer y asumir el hecho de una filosofía de lo mexicano puede resultar algo
confusa para un estudiante de filosofía, pero, es necesario conocer la filosofía
hecha por mexicanos. ¿Qué quiero decir con esto? En general, más allá de asumir
la presencia de la filosofía como disciplina, el verdadero interés debe surgir en si la
filosofía se ha utilizado para reflexión y planteamiento de soluciones a problemas
competentes al país.
Es fácil deducir que las causas del descuido de una filosofía puramente
mexicana son la falta de originalidad y el repetido uso de filosofías y propuestas
procedentes de Europa, es por eso que a través de esta investigación me he
decidido hacer una invitación para abrirnos a la reflexión y dejar en claro qué es lo
que realmente nos interesa, así como el llamado a reconocer nuestra situación,
reconocer que somos mexicanos y como tales tenemos una historia; queramos o
no, pertenecemos a una sociedad llena de problemas y conflictos que requieren ser
llevados a la reflexión, al análisis, a la filosofía.
Sabemos que es imposible partir de cero, con el hecho de ser originales,
pues la filosofía en sí es una disciplina nacida en la Grecia antigua, situación que
no tiene por qué cerrarnos las puertas, ni asumir que por haber surgido en otro
continente debemos sujetarnos a problemas a los que se enfrentaron los primeros
grandes filósofos, en absoluto. Lo que intento plantear o proponer es una abertura
al uso de la filosofía, la cual a grandes rasgos, es acto puro de la reflexión, ¿no es
acaso la filosofía el amor a la sabiduría? Es esa búsqueda que no se queda
recluida en Grecia, ni en toda Europa, se da en el hombre, sin excepción de
nacionalidad.
1
Con esta frase el autor culmina la introducción de su representativa obra La existencia como
economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la Secretaría de Educación Pública,
México D.F. 1989, Primera Edición, p. 21.
Por tanto, es importante que llevemos a cabo la siguiente reflexión, los
grandes e importantes sistemas filosóficos han surgido en Europa, y principalmente
en Alemania, demostrado a lo largo de la historia, pero no por ello estamos sujetos
a éstos, ni dependen nuestras concepciones de las propuestas que tales han
hecho; antes, es muy importante conocerlas, comprenderlas y estudiarlas, pero no
estamos obligados a adoptarlas como pensamientos propios, ni mucho menos a
hacernos esclavos de ellas, en el sentido de dogmatizarlas. Antes, es necesario
centrarnos a una sencilla y simple situación: nuestro origen [nuestra circunstancia].
No somos alemanes ni españoles, mucho menos griegos, ¿es posible
cuestionarnos algo tan utilizado como lo que es el Ser, desde una perspectiva
mexicana?
Quizá es difícil asumir esto ya que la historia que se tiene del México
antiguo revela una inmensa cantidad de mitología con la que los ancestros trataban
de dar respuesta al mundo que les rodeaba, pero ¿acaso los griegos no fueron
así? Los griegos poseyeron una innumerable cantidad de mitos con los que
trataban de dar una explicación al mundo, curiosamente el pueblo tolteca se
caracteriza por poseer una cosmovisión similar a la de los griegos.
Mi intención no es explayarme en una serie de defensas de si hubo o no un
genuino pensamiento en los antiguos mexicanos; quiero dejar en claro que el gran
aporte de los griegos, representado en el pensamiento de Platón, Aristóteles y
muchos más, es importante como ya he mencionado conocerlo, apreciarlo, pero no
por ello subestimar el aporte del pensamiento de filósofos mexicanos; ¿por qué no
darle valor a su pensamiento? Después de todo, como se ha demostrado a lo largo
de la historia de nuestro país desde años atrás ha habido y se ha dado esa
búsqueda y cuestión de Ser, del saber, ese constante asombro hacia el mundo y
las cosas. Si la filosofía no comienza con eso, entonces no puede ser considerada
como tal; Antonio Caso ya nos da luz al respecto:
¿Qué es la filosofía?, la respuesta a esto es una doble pregunta. ¿Qué es la
existencia? Y ¿qué valor tiene la existencia? Pero la primera cuestión se subordina
para la acción, el entendimiento a la voluntad. La filosofía es la teoría de la dicha,
de la felicidad, de la beatitud. Saber es poco aunque sea algo.2
Hagamos filosofía, partiendo desde nuestras raíces, partiendo con la pregunta de
nuestra existencia.
¿Por qué hablar de Antonio Caso en la actualidad?
Caso, es reconocido por su trabajo ejemplar en favor de la mejora del país, y su
filosofía se caracteriza e incluso llega a ser criticada, por una inclinación a lo que es
un tipo de cristianismo, sin embargo tal se puede considerar un cristianismo con
tintes filosóficos; cuando pareciera que hablar de filosofía con religión es como
hablar de contrarios como blanco y negro, peleadas de por vida, Caso logra
desprender los tradicionalismos y formalismos de las iglesias que ejercían el
cristianismo (muy a su manera), quedándose únicamente con lo más básico,
primordial y esencial de éste.
Las convicciones de Caso, en torno a la idea de una religión ideal han
quedado claras, ya que en ese campo se han llevado a cabo diversas
investigaciones y análisis por parte de muchos lectores, críticos y comentadores.
Caso no se alejó de sus convicciones cristianas a pesar de sus estudios filosóficos,
aunque, a diferencia de la filosofía Tomista, rechazó la posibilidad de demostrar
mediante silogismos y argumentos la existencia de Dios, tales desacreditan a la
razón, considerada incapaz de ―probar‖ la existencia de Dios, ya que dice: ―lo que
ella no puede la fe lo puede‖3 Con tal afirmación se abandona el intento de los
medievales de querer dar explicación a lo divino mediante el uso de la filosofía, al
igual que Kant: ―…Jamás los materialistas y empiristas nos podrán arrebatar el
Ideal Divino. El argumento ontológico no demuestra la existencia de Dios, pero en
2
Antonio Caso, Historia y antología del pensamiento filosófico, México, Secretaría de Educación
Pública, 1927, p. 17.
3
Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de
la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición. P. 195, IX.
la Idea de Dios, la fe se inserta y, con la voluntad inspirada por el ideal, dice: creo,
amo y espero….‖4
Caso se muestra pertinente al asumir una imposibilidad de demostrar la
existencia de Dios por medio de un método. Aunque pareciese que su conclusión
se cierra a la idea de una plena confianza en la fe, la verdad es que Caso apuesta
a algo más que un cegamiento y simple dogmatismo, su concepción de humano
parece ser un complejo de organismo biológico. Sin duda, en el hombre hay algo
divino y debe quedar claro que no es un sentimentalismo. También es importante
mencionar que la ciencias en general no fueron descartadas por el autor, es más
para él no hay que oponer la religión de las ciencias, él mismo propone que existen
tres tipos de verdades: La Científica, considerada como abstracta y utilitaria; La
Artística, con una visión ontológica, entrega el ser de las cosas; y por último, La
Religiosa, específicamente humana y que la cual añade ―el bien inspira, no manda‖.
De tal manera que por su parte la fe descansa en la religión5 y por otra parte
las ciencias acuden a la razón, podemos hablar prácticamente de una especie de
armonía lo que Caso pretende establecer. En Caso podemos encontrar un ejemplo
de pensamiento libre, original y reformador; su influencia en el pensamiento
mexicano movió no sólo a uno, sino a muchos pensadores. Además de esto, es de
respetar su intención e interés no sólo por un pensamiento práctico en el hombre,
sino su consideración de hombre como un compuesto, claro su adhesión del
concepto de espíritu:
Debe enfatizarse de modo claro que filósofo no es solamente el hombre capaz de
crear una doctrina filosófica original sino aquél que puede reproducir con
profundidad y dar una nueva vida en su espíritu a las diferentes doctrinas
filosóficas…6
Una de las características que es posible rastrear en el pensamiento de Caso es su
preocupación por una gran variedad de temas y problemas que para él es
4
Ibid p. 196, IX.
Cuando se habla de religión en Caso, se debe entender al cristianismo como desvinculado de la
institución católica, protestante, etc., pues sólo se refiere a la práctica sincera y desinteresada del
evangelio cristiano, que se encuentra más detallado en el libro de San Juan.
6
Biblioteca del Estudiante Universitario, Antología Filosófica, México D.F., Imprenta Universitaria,
1957, (fragmento del Prólogo de Samuel Ramos), XII.
5
necesario retomar, replantear y resolver, así es como llegó a hacer trabajos desde
antropología hasta estética, sin embargo el germen de su filosofía yace en una
cuestión y se ve reflejada en su obra máxima: La existencia como economía, como
desinterés y como caridad, en esta obra se ve reflejada y sintetizada su más
grande preocupación, la cual surge de la cuestión de ¿quién es el mexicano?
Llevándolo a una esfera más universal: ¿quién es el humano? La escasez de un
ideal en su México contemporáneo lo llevó a realizar su propia búsqueda y
planteamiento de una definición de ¿quién soy? ¿Quiénes somos? Y no sólo eso,
¿qué valor tiene la existencia del hombre? Que a su vez va de la mano con la
pregunta básica moral: ¿cómo se debe vivir? ¿Cómo ejercer nuestra existencia?
Dice Abelardo Villegas: ―Caso postula una moral antes que una cosmología, la
primera cuestión se subordina a la segunda, como se subordina para la acción el
pensamiento a la voluntad‖7.
El pensamiento de Caso, a pesar de ser variado, y a pesar de tratar miles de
temas no pierde de base la preocupación por la existencia de lo humano, la
necesidad de rescatar lo humano dentro de tanto pensamiento egoísta, científico y
progresista, el cual no tacha de inservible ni tampoco lo niega, tampoco desacreditó
los sistemas, ni el orden, en lo absoluto; el problema que él logró detectar fue el
dogma, la rigidez con la que se estaba tratando de manejar el rumbo del país como
el de cada uno de sus habitantes.
A Caso le urge reivindicar el rumbo y así hace un llamado a despertar de
este pensamiento tan ―ordenado y sistemático‖, y de aquella actitud económica que
predominaba, enfrentando
con sus ideas nada pretensiosas y más que nada
humildes, pues bien su filosofía se reduce a la búsqueda de la existencia no como
economía, ni como desinterés, sino como caridad. Caso es un modelo y ejemplo de
pensador, maestro y filósofo.
Alfonso Reyes también hará su propia descripción acerca de la importancia que
representa la obra de Caso para la formación de una nueva cultura:
7
Cfr. Villegas, Abelardo, La filosofía de lo mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México,
1988, p. 77
La filosofía positivista mexicana habría de desvanecerse bajo la palabra elocuente
de Antonio Caso, quien difundiría por las aulas las nuevas verdades. No hay una
teoría, una afirmación o una duda que él no haya hecho suya siquiera un instante,
para penetrarlas con aquel íntimo conocimiento que es el amor intelectual. La
historia de la filosofía, él ha querido y ha sabido vivirla. Con tal experiencia de las
ideas, y el vigor lógico que las organiza, su cátedra, sería más tarde el orgullo de
nuestro mundo universitario. Su elocuencia, su eficacia mental, su naturaleza
irresistible, lo convertirían en el director público de la juventud.8
Así, podemos resumir que la filosofía de Caso se dedica a buscar un ideal universal
al cual se pueda aspirar, y principalmente la juventud. Caso asume que el tiempo
en el que vive es uno de los más amargos de la historia del mundo, por ello creo
que es importante retomar sus propuestas, su pensamiento y su inconformidad,
pues es posible traer a colación esos problemas, se mantienen vigentes, no
importa el transcurrir el pasar de los años, este problema es presente puede
debatirse sobre ello, aunque fue un problema contemporáneo para Caso y los a
demás ateneístas implicaba más que sólo debates, ellos buscaban resultados, por
ello que la ética en Caso resulte una alternativa para poder llegar a cumplir un ideal
que garantice la realización no sólo de unos ni de uno, sino la realización del
humano como tal, para de ahí partir a una realización nacional, que posteriormente
se vuelva universal.
Esta investigación también abarca la reflexión y análisis de la persona de
Cristo como modelo arquetípico e ideal desde la postura de Antonio Caso, para dar
respuesta a la preocupación de una falta de identidad del pueblo o sociedad
mexicana, y principalmente a lo que parece rastrear como una escasez de
moralidad, pérdida de valores humanos, de lo cual, Caso supone, es resultado de
la ejercitación de la corriente positivista, ante ello su preocupación radica en
postular una ética que haga despertar a la sociedad mexica, pero, ¿por qué la
figura de Cristo? ¿Cómo es que llega a semejante conclusión?
Debe quedar claro que esta investigación está desligada del plano religioso
en el sentido tradicional; es decir, no abordaré problemas como la divinidad, la
naturaleza (divina o humana) o las condiciones poco certeras del nacimiento o
8
Reyes, Alfonso, en "Pasado inmediato" en, Obras Completas XII, Fondo de Cultura Económica,
México, D.F., p.198-199.
muerte de Cristo; sino solamente desde una perspectiva meramente conceptual:
Cristo quizá como personificación de la Caridad. Esta última consideración quedará
quizá como posible investigación futura al desarrollo de una temática alterna: ¿se
puede hablar de ontología cristiana?
El desarrollo de este trabajo de investigación se encuentra distribuido de la
siguiente manera: En el capítulo uno realizo una contextualización temporal y
descriptiva por la que se desarrolló Caso, con la finalidad de comprender el
proceso de su pensamiento y en especial a la clarificación del concepto existencia
y caridad, en especial la existencia como caridad; también, en especial hago
énfasis en la posición crítica de Caso frente al positivismo y, por tanto, una
contrastación que resulta muy interesante: la ―Ley de los Tres Estados del
positivismo, que se adaptó para representar por etapas el progreso de la nación
mexicana,‖9 los cuales son: el teológico, el metafísico y el positivo. Precisamente
frente a éstos, pareciera que Caso propone una superación que va del estado
económico al desinteresado, para acabar con el estado caritativo; estos tres
quieren dar respuesta al sentido de la existencia del pueblo mexicano, que estaba
embelesado en el incremento y progreso económico, industrial, etcétera.
En el segundo capítulo abordo dos conceptos clave para este trabajo:
heroísmo, en especial el concepto de héroe desde tres perspectivas de los autores,
Carlyle, Emerson y Caso, de los dos primeros Caso se sirve para retomar el peso e
importancia del concepto ―Héroe‖ para después postular el suyo como el más
acertado y con el mayor potencial para ser considerado ideal de existencia o
modelo arquetípico que, como ya mencioné, concluye con la figura de Cristo; no
como un personaje con poderes sobrenaturales. Debe quedar claro que Caso lo
retoma como la historia lo ha marcado: como un hombre significativo y reconocido
históricamente por las obras que llevó a cabo, de las cuales, los evangelios son el
único relato escrito.
9
Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana. Fondo de Cultura Económica, México,
D.F., 1985, p. 49.
Reitero, se parte de una preocupación por la situación tanto social,
económica, académica y moral por la que atraviesa el México de principios del siglo
XX; posteriormente, él mismo surge con una idea de reforma o revolución a ciertas
prácticas erróneas de la doctrina positivista. ¿Cómo lo hace? Postulando su propia
visión de la necesidad de replantear los ideales del país, las aspiraciones a ser un
pueblo dotado de cultura, superación y antes que nada, que tenga fijo un modelo
ideal al que se pueda aspirar.
Es en eso donde radica lo novedoso en Caso, aunque no responda a todo
ello de una manera original, lo importante es cómo y cuál es la vía que él considera
viable, en este caso, es donde surge y sitúa la figura del héroe para responder a
ese ideal. Tal figura se ve representada perfectamente para él como Cristo, pues
es mediante la práctica de un cristianismo verdadero como se puede dar respuesta
a un sentido de la existencia y un desencadenamiento de la vida como mero interés
egoísta y desinteresado, como estaba ocurriendo en el país. Es por ello que el
apartado dos es necesario, se necesita de un ideal que marque diferencia y al que
todos puedan aspirar. La práctica de una ética cristiana, que radica en rasgos
generales, en la ejercitación de la caridad; es mediante ella, así como otros
elementos que Caso considera, como se comienza a trazar la vía por la que el
pueblo podría encontrarse con su identidad como mexicanos, y por tanto, como
seres humanos.
Por último, en el capítulo tres abordaré la defensa de por qué es válido y
vigente asumir la práctica o aplicación de una ética cristiana, y qué consecuencias
tiene para nuestra actualidad, y de cómo es que la figura de Cristo puede ser
asumida como modelo ideal para todos los hombres y por consiguiente, el
cristianismo podría ser considerado como una buena vía hacia la perfección.
CAPÌTULO I
ANTONIO CASO, FILÓSOFO MEXICANO
Sangre de indio y sangre española es la
mía. Pero soy un mexicano de pasiones
serenas. Mi amor por la patria no me
inspiró la profesión de político ni soldado.
Mi ideal fue el estudio, los libros, el arte,
la filosofía […]10
ANTONIO CASO
En este primer capítulo hago una contextualización de la vida y obra de Antonio
Caso, comienzo describiendo en qué consiste su filosofía y en especial, hago un
análisis de su problema con la doctrina y educación positivista, la cual se mantuvo
vigente hasta las décadas finales del siglo XIX. La finalidad es comprender tanto el
germen como el proceso de su pensamiento, donde interviene fuertemente el
positivismo como doctrina y forma de vida de la época. En especial se trata de dar
luz respecto de la clasificación que hace de la existencia, clave para entender toda
su obra: la existencia como economía, la existencia como desinterés y la existencia
como caridad.
1.1. La filosofía de Antonio Caso
Es necesario llevar a cabo una descripción de la historia, del contexto y todas las
vivencias de cualquier personaje a quien queramos aludir, si no es así resultaría
muy difícil comprender y encontrar cierto sentido a lo que el autor quiere compartir,
e incluso criticar lo que se ha atrevido en la cual es fácil distinguir la humildad de un
pensador, dedicado y, antes que nada, definido en cuanto a su origen, su
aceptación. Como se mencionó al principio, Caso no da vueltas al asunto ni se
10
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, Universidad Autónoma de México. México D.F.,
Dirección General de Publicaciones, 1961., p.20.
plantea un posible problema con respecto a considerarse un ―indio‖ o un español; lo
deja muy claro: ―Soy un Mexicano‖, sin decir más.
Antonio Caso Andrade nació en la ciudad de México, el 19 de diciembre de
1883; su padre fue un liberal y positivista, mientras que su madre una profunda
católica; situación que lo llevó a hacer cierta unión de ambas posturas: por un lado,
abrazó el cristianismo pero no se convirtió al catolicismo, rechazó los dogmas de la
Iglesia, no se convirtió tampoco al protestantismo; en simples palabras fue sólo
cristiano, el ejemplo de Cristo lo proclamó en su vida y obras.
Molesto por la decadente y opresiva educación impartida en su época, Caso
se dedicó al estudio del Derecho pero ejerció la Filosofía y se inclinó siempre al
campo de las humanidades; respecto a ello, es importante mencionar la influencia
que tuvo en él el pensamiento de Justo Sierra, gran pensador, historiador y
humanista quien presentó las primeras inconformidades con la doctrina ejercida en
el país, que era el positivismo. Así, apostó sus ideales por el rescate de un
humanismo. Muchos autores le reconocen y manifiestan admiración hacia su
trabajo y esfuerzo dentro de los muchos campos que abordó, Samuel Ramos lo
reconoce de la siguiente manera:
Antonio Caso no fue una individualidad aislada en la vida espiritual de arte de un
grupo selecto, fue parte de una élite dentro de la cual se incubaron las
direcciones literarias y filosóficas de la época.11
A pesar de que a la fecha se han realizado investigaciones y recopilaciones del
trabajo de Antonio Caso, concuerdo con la historiadora y compiladora Rosa Krauze
de Kolteniuk, experta en la vida, obra y labor del autor ya mencionado, quien
plantea la idea de que la filosofía de Caso no ha sido estudiada lo suficiente, pues
quizá es reconocido como un autor sobresaliente, e incluso se ha trabajado sobre
los tres conceptos de existencia que él maneja, y también se ha tomado el
problema de la muerte en su pensamiento, pero con todo esto se tiene la sospecha
de que no se ha ahondado en su propuesta que comprende desde preocupaciones
por el hombre hasta un sistema o proyecto de ideal sobre lo humano. Esto último
11
Caso, Antonio, Antología Filosófica Biblioteca del Estudiante Universitario, México D.F., Imprenta
Universitaria, 1957, (fragmento del Prólogo de Samuel Ramos) XII.
es una consideración de Abelardo Villegas quien también trata al autor y desglosa
grosso modo su filosofía en algunos de sus textos, principalmente en La filosofía
de lo mexicano.
Pues bien, para hablar del trabajo filosófico de un autor necesario es
comenzar con un panorama y contexto histórico en el cual se desenvolvió, pues es
la raíz de la cual surge su preocupación y su filosofía. Samuel Ramos, dentro de su
texto breve La filosofía de Antonio Caso, habla de dos tipos de realizaciones de
filosofía:
Hay quienes son genios de la filosofía y han logrado conformar y crear obras
originales que se enfrentan a ciertos problemas, por otra parte, existen las obras
que sin traer aportación nueva, son interpretaciones personales de una doctrina
original, que surgen por la necesidad de difundir su aplicación a lugares y
circunstancias distintas a las que dieron origen.12
Aunque el trabajo de Caso se conforma por principios que logran ordenar un
sistema filosófico —sigue diciendo Ramos— ―su filosofía no es original, pero en la
interpretación de las ideas, (…) en la forma de exponerlas, de acogerlas o
rechazarlas, se pone de manifiesto una acusada personalidad‖13. Quizá la forma en
la que comienza y desemboca su trabajo filosófico no son originales, sin embargo,
Ramos lo expresa concreta y correctamente, lo interesante y aplaudible en Caso es
la vía de respuesta que traza en torno a un problema y que considera urgente
tratar.
La Revolución Mexicana vino a desencadenarse en el país por respuesta a
las injusticias de una clase sobre otra, por ello se da un levantamiento de armas,
para exigir al gobierno que resuelva tal situación. Hablando del lado intelectual,
Caso se levanta a exigir que la liberación del empobrecimiento académico, cultural
y hasta espiritual de su México, que para él radicaba en la ejercitación errónea de
un positivismo anticuado y dañino para la sociedad. Muchas lecturas y autores
fueron incentivos en su pensamiento, tales como Schopenhauer, Bergson, Husserl,
12
Ramos, Samuel, Ramos, Samuel, Veinte años de educación en México, Obras completas, Tomo
II, México, UNAM. 1976., p. 129
13
Íbid., p.130.
etc. Sin embargo, a pesar de la influencia de ellos en su pensamiento, no hay en su
propuesta ninguna base fundada ni dogmatizada.
1.1.1. Caso y el Positivismo
Caso ya no vivió el esplendor del porfirismo, de hecho se desarrolló
académicamente cuando ya en el país surgieron los levantamientos contra el
régimen. Había descontento de parte del pueblo, había ―paz‖ pero la libertad de
expresión se encontraba reprimida por el gobierno; la Iglesia aún se mantenía
alejada de los asuntos de la educación y el gobierno, gracias al juarismo, y el
positivismo, importado a México en 1867 con la reforma educativa de Gabino
Barreda (enviado a estudiar a Francia con August Comte), se mantenía como la
doctrina ejercida por el país, que sólo iba en busca del progreso y bienestar. Esta
corriente tenía como objetivo acabar con las tradiciones y formas educativas
impartidas por España, así como suprimir las diferencias políticas y religiosas con
un criterio ―neutral‖: el Científico, que a su vez se consideraba ―criterio de verdad‖ y
así establecer a las nuevas generaciones este único criterio.14
Resulta interesante cómo es que Caso, al principio de su vida intelectual fue
influido por el pensamiento de Ezequiel Chávez, destacado positivista, sin embargo
también influye en él la postura de Justo Sierra, quien es el primero en sopesar y
rechazar tajantemente la doctrina positivista. En 1897, Caso ingresa a la Escuela
Nacional Preparatoria. Al finalizar sus estudios comenzó a sentir cierta
insatisfacción e incluso comenzó desarrollando ciertas dudas respecto a la relación
con el positivismo dogmático imperante.
Gabino Barreda fue colaborador del Presidente Juárez y también de
Sebastián Lerdo de Tejada, se mantuvo ocupado de los programas de estudio del
país y se mantuvo por mucho tiempo. Posterior a ello Díaz lo envía a Alemania y
Francia. Mientras esto sucede, surge lo que se conoce en la historia de la cultura
mexicana como el Ateneo de la Juventud. Este grupo, al que pertenecía Caso, al
14
Cfr. Con Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010,
p.101-102.
lado de sus compañeros y cómplices de pensamientos similares (José
Vasconcelos, Alfonso Reyes, el dominicano Pedro Henríquez Ureña, entre los más
representativos), inició en México el rechazo e incluso ataque contra el positivismo,
considerando a éste como ―opresor del espíritu humano‖15. Principalmente Caso lo
hizo desde la influencia de Sierra, quien criticó fuertemente al positivismo,
especialmente en el pensamiento metafísico y religioso, éstas dos, en especial
eran las primeras excluidas de las aulas, primero porque la religión era una fase ya
superada en el entendimiento del hombre pues el culto a lo desconocido fue
abandonado gracias al surgimiento de leyes científicas.
La principal crítica que abordaré es la que se presenta Caso frente al
positivismo, una contrastación que resulta muy interesante: la ―Ley de los Tres
Estados del positivismo, que se adaptó para representar por etapas el progreso de
la nación mexicana,‖16 los cuales son: el teológico, el metafísico y el positivo”,
frente a éstos, pareciera que Caso propone lo que es el estado, económico, el
desinteresado y el caritativo.
En la doctrina positivista, el hombre de ciencia ya no se preocupa por el
―más allá‖, es decir las ideas de Dios y alma son consideradas meras ―hipótesis,
vicios tradicionales.‖17 Si bien es verdad que el progreso sí se reflejó en la sociedad
mexicana, porque había estabilidad económica y política, aun así faltaba algo. Las
humanidades, la religión y la metafísica suprimidas impedían un verdadero alcance
intelectual. No había originalidad, sólo había imitación de la vida europea.
Caso, fue el más brillante y más agudo polemista perteneciente al grupo de los
Ateneístas, y consideraba al positivismo como una filosofía de mediocres, de
irresponsables; llama a positivismo una doctrina que ―ahorraba el pensar‖18.
Para tener un mayor panorama histórico es necesario dejar en claro qué es o cómo
se define el positivismo, a grandes rasgos, y posteriormente aclarar la corriente
15
Rosa Krauze, en La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 64.
16
Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana. Fondo de Cultura Económica, México,
D.F., 1985, p. 49.
17
Interpretación de Gabino Barreda
18
Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México,
D.F., 1975, p. 30.
positivista en México, pues tal doctrina se adaptó para el país y el tipo de gobierno
de ese entonces, los intereses intelectuales querían unificarse en la Ciencia.
El positivismo es un concepto que expresa un conjunto de ideas, las cuales, al igual
que muchos otros muchos sistemas filosóficos, pretenden o han pretendido poseer
un valor universal. Es decir, pretenden valer como soluciones a los problemas que
se plantea el hombre, cualquiera que sea su situación espacial o temporal, gráfica o
histórica19.
En México se recurrió a esta doctrina, ya no como una cátedra a estudiar, sino que
se le adoptó como sistema para dirigir al país, y antes que nada, continúa diciendo
Zea:
―Se trata de una doctrina puesta al servicio de un determinado grupo de
mexicanos. Una doctrina filosófica y de un determinado grupo social, los
positivistas mexicanos eran muy conscientes de este carácter instrumental de su
filosofía‖20.
Es obvio que la mayoría de las interpretaciones que se dieron del positivismo
fueron determinadas por la posición social e inclinadas a las ideas políticas y
religiosas de quienes les convenía. Los positivistas mexicanos consideraban el
método positivo y la filosofía positiva como los métodos verdaderos, considerando
a las demás filosofías como el producto de conciencias no emancipadas.
El positivismo será una doctrina con pretensión universal, pero la forma en que ha
sido interpretada y utilizada por los mexicanos, es mexicana. Para poder saber lo
que de mexicano hay en esta interpretación, es menester ir a nuestra historia, a la
historia de los hombres que se sirvieron del positivismo para justificar ciertos
intereses, que no son los mismos de los positivistas creadores del sistema.21
Los positivistas, a su defensa postulaban: ―no hay mayor potencia moralizadora
que las ciencias, el verdadero peligro para la moral está en la ignorancia‖ 22. Justo
Sierra desarrolló una especie de escepticismo y negó que la ciencia fuera
realmente vehículo de paz. Tras esto, muchos jóvenes le siguieron, entre ellos
Caso.
19
Ibid., p. 17.
Ibid., p. 28.
21
Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica, México,
D.F., 1975, p. 27.
22
Cfr. Íbid, p. 70.
20
Conocer la situación que se presentó históricamente en el país resulta
necesario para comprender lo que radica o se refiere al problema de la educación
y formación dentro de las aulas en las que se desenvolvía Antonio Caso, y de
donde parte su descontento por la forma de educación y formación de la juventud.
Criticó la pobreza en la instrucción de las humanidades y la ausencia de filosofía. A
pesar de que hasta cierto punto no se opuso a la desaparición de la enseñanza
religiosa, pues siempre declaró que la religión es un asunto personal, lo que sí
rechazó fue la imposición dogmática de cualquier doctrina, pues la fe había
cambiado de pertenecer a la religión a la ciencia.23 El orden que ofrecía la filosofía
positiva de Comte y su cambio de religión, a una religión de la humanidad no era
sólo una utopía, o un sueño se consideró como un ideal de orden social para ser
implementado en México; el principal problema es que no se dio en todos los
mexicanos, sino sólo en un grupo de mexicanos.
Es por ello que Caso insiste en que el Ateneo abandone el positivismo y
aspire a un ideal, y no sólo el grupo de pensadores, sino toda la sociedad
mexicana. ¿Cómo sustenta esto? Por medio del concepto de intuición. Caso busca
relacionar las ciencias y la filosofía, lo hace gracias a la conjunción de las filosofías
de Husserl y Bergson. La intuición, concepto que lo lleva a tomar una actitud
metafísica, también es factor para alejarlo de lo que era el positivismo: ―Señalará
que las ciencias por sí solas no llenan las aspiraciones humanas, porque el hombre
busca refugio en lo sobrenatural, en la metafísica‖.
24
Acepta la importancia de la ciencia, y no se la niega al positivismo, pero
asume que: ―la ciencia es verdadera si no la queremos divinizar: si la respetamos
como cosa humana, cambiante, inestable, perfectible, pero no absoluta, no
perfecta, no dogmática ni sagrada.‖25
Ante los tres estados del positivismo mexicano: el estado teológico, el
metafísico y el positivo, se contraponen los tres estados de existencia que Caso
postula en su filosofía: economía, desinterés y caridad. Los positivistas mexicanos,
siguiendo la tesis de Comte asumieron que el progreso de la historia del país
23
Cfr. Íbid, p. 44.
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 75.
25
Caso, Antonio, Obras Completas, t. IX, México D.F, UNAM, 1976., p.81.
24
estaba representado en esas tres etapas, consideración que se asimila a la de
Caso, con la diferencia que él parece no asumirlo como progreso, pero si como
etapas.
Expondré lo que se entiende por los tres estados en el positivismo mexicano
y después aquellos que Caso contrapone. El primer estado, el teológico, se asume
como la etapa en la que el país se mantiene en un dominio social de la política, es
decir, cuando el clero y la milicia eran lo único a lo que se debía obedecer. Para los
positivistas mexicanos este estado es el más retardado en cuanto a un progreso de
la humanidad. Según Barreda:
No se le aborrece pero se debe procurar superar e iluminar esta etapa y conducirse
al camino del progreso y la emancipación… La filosofía positiva, entre todas las
escuelas emancipadoras, es la única que ha sabido reconocer y proclamar los
inmensos servicios prestados a la humanidad por la teología bajo todas sus
formas.26
Ahora, a este estado le sigue el llamado metafísico, en él, se da un cambio y una
destrucción de lo teológico, se refiere a la etapa en la que en México se dan las
luchas de independencia, de liberales contra conservadores que culmina con el
triunfo de los primeros y el surgimiento de la Reforma. Este estado transitorio sólo
sirve para dirigir inmediatamente o aspira al estado positivo, del que Barreda se
encarga, y que se da a la tarea de dar a conocer a la sociedad mexicana el inicio
de una nueva era, de orden y superación de un ―oscurantismo teológico‖, que ya
no apela a la divinidad ni la voluntad divina, y tampoco en la voluntad del militar. Se
trataba de una era en la cual el desorden desaparece gracias al orden positivo que
llegó a sustituir el orden teológico y el desorden metafísico.27
Resulta interesante cómo estos estadios proclamados por el positivismo
mexicano comparten características en común con los estadios de existencia que
Caso postula en su máxima obra filosófica. Tanto el estado de existencia
económico, desinteresado y caritativo tienen referencia con los estados antes
mencionados, pero, ¿esto qué tan importante resulta? Si lo vemos en niveles de
26
Barreda, Gabino, ―Rectificaciones Históricas‖, en Opúsculos, discusiones y discursos, UNAM,
México, D.F., 1983, p. 221.
27
Cfr. Con Zea, Leopoldo, El positivismo y la circunstancia mexicana, Fondo de Cultura Económica,
México, D.F., 1975, p. 49.
escala de superación de la existencia o progreso, para Caso viene a ser
completamente lo opuesto a lo que Barreda y los demás positivistas postulan.
En Caso hay que considerar que el estado de existencia económico
equivaldría al estado positivo. ¿Por qué? Porque para Caso, la idea de progreso
iba de la mano de los ideales burgueses, donde dominaba el interés personal e
individual, lo cual desaprueba y abandona tajantemente. Por otro lado, el estado
metafísico en Caso es considerado como el estado de existencia como desinterés,
porque hay un estancamiento, no hay ni un avance pero tampoco hay un retroceso,
el desinteresado es el iluso, romántico que quizá no muestra un lado egoísta, ni
únicamente biológico, su existencia recae en mera contemplación, sin práctica ni
mucho menos aspiración a algo mejor. Todo esto dirige a los dos últimos estados,
el teológico y el caritativo; el primero, visto desde el positivismo es el estado más
retardado, inservible y causante de la falta de progreso de la nación, pero en Caso,
la caridad se asimila a este estado teológico, no por la visión de un dominio del
clero y la milicia, sino porque es estado caritativo alude a la práctica de una
ejercitación de buenas obras y el rechazo del beneficio y bienestar propio.
Puede decirse que el estadio teológico aspira a un modo de vida
desinteresado de progreso material, pero interesado en un progreso supra material,
y es en esta esfera en la que Caso ve la necesidad de ejercitar la existencia. En el
siguiente apartado retomaré los tres estados de existencia propuestos por Caso.
Comienzo tratando los dos primeros, de los cuales Caso no está convencido y que
propone como estados transitorios para el ser humano, ya que el verdadero estado
al que debe aspirar el hombre es el caritativo.
1.2. La existencia como economía y como desinterés
Como ya se planteó, la labor filosófica de Caso, y en ello concuerdan sus lectores e
investigadores, se resume en su obra máxima: La existencia como economía,
como desinterés y como caridad, es en ella donde deja plasmadas sus
convicciones y donde concluye su filosofía. Esta investigación tiene a fin rastrear la
posibilidad de una ética cristiana dentro del pensamiento casiano y para ello veo
necesario realizar una puntual descripción de lo que el autor entiende y afirma
como existencia: existencia económica, existencia desinteresada y existencia
caritativa, esta última la desprenderé de las dos primeras y la desglosaré de
manera más detallada en un subtema aparte.
Caso comienza su obra con un análisis o compendio de aquellos que, para
él, fueron las figuras más representativas que ejercieron el cristianismo de una
manera heroica.28 Este estudio preliminar que realiza no es más que una síntesis
de lo que es el cristianismo, un ―ensayo de cosmovisión cristiana‖. El autor parte de
la figura de Juan ―El Bautista‖, primer precursor y creyente del cristianismo, a quien
Caso llama ―recia figura histórica‖. El segundo personaje es el Apóstol Pablo, a
quien considera figura trascendente por su trabajo evangelizador, a pesar de que
en sus primeros años se le conoció como inquisidor de la primitiva Iglesia Cristiana.
Su conversión y su obra, según Caso, son dignas de alabar y reconocer, pues es
por Pablo que la palabra ―cristiano‖ se fue dando a conocer de manera universal.
Posterior a Pablo nos dirige a san Agustín, filósofo medieval y Padre de la Iglesia.
¿Por qué considerarlo figura representativa? Porque es él quien logra una alianza
entre las letras humanas (Filosofía) y la cultura clásica y la inspiración Divina; en
resumidas cuentas, es quien logra hacer una síntesis. Carlo Magno sigue en la
lista, ya que confirma el régimen católico-feudal, la Noche Buena en el año 800; y
tras él Caso nombra a Gregorio VII, a quien considera el más grande Papa de la
historia. Caso nos hace mención de otros personajes: Francisco de Asís, Santa
Teresa, Kierkegaard, Lutero, Tolstoi y Pascal.
Caso establece cuáles serán los puntos a revisar de su texto. Lo primero es
el problema: Asumir que el tiempo en el que se vive es uno de los más amargos de
la historia del mundo, lo segundo, establecer cuáles son los estados de la
existencia del hombre, que son evidentes y demostrables. Se pueden rastrear tres
estados de existencia, los cuales son:
1. Existencia como Economía, que es egoísta.
2. Existencia como Desinterés, se asume como la vida artística.
28
Este concepto o idea de Héroe tiene cierto peso y lo sustrae de la obra de Thomas Carlyle y R.W.
Emerson De los héroes, el culto a los héroes y Hombres representativos. Tema que se tratará en el
siguiente capítulo.
3. Existencia como Caridad, vista desde los principios cristianos. Esta última
para Caso es la única que lleva a la plenitud del Bien.
Posteriormente a esta exposición el autor describe el fin último de su obra: la
exaltación sistemática de la vida sobre la caridad: ―Empeñarse en hacer una
apología de la caridad ante la vida sería inútil, si no hubiera razones filosóficas para
sostener ante el egoísmo vital, el altruismo cristiano‖29
Podría llegarse a considerar el pensamiento de Caso, con un tono un poco
atrevido, como un ―cristianismo filosófico‖, al cual se puede considerar como
principal arma frente a la corriente positivista, la cual para nuestro autor no era más
que la máxima expresión del Egoísmo. Como se revisó anteriormente, el
positivismo declaraba que el (conocimiento) debía fundamentarse en las leyes
naturales de la realidad, ante esto Caso parece no estar de acuerdo, e incluso
asume aunque después matiza un poco la idea de que la ciencia era egoísmo puro.
Según Gaos, la obra de Caso representa ―la preocupación por excelencia de
toda su vida‖. Y su propósito final, una interpretación de la esencia del cristianismo.
Aunado a esto en el autor había una preocupación por el estatus político, social y
económico de México e incluso los conflictos internacionales, en especial la
Primera Guerra Mundial que lo conmovió, así como las locales. Para él ninguna
cultura tiene que imponerse a otra, y mucho menos por medio de la guerra, la cual
es la suprema incultura. Al respecto, cita a Tolstoi: ―la guerra es consecuencia de la
irreligiosidad habitual de los hombres modernos, de su olvido del Evangelio, de la
sumisión de las masas a los políticos. No se mejorará, el ambiente social y moral
del mundo por obra de la política y la diplomacia, sino por el retorno a la religión y
moral cristianas.30
Caso asume en el existir del humano como una finalidad inmanente de
acaparamiento, la vida es biológica y sustentada por un principio egoísta de la
Economía. Lo que vive en su totalidad, según Caso, es reproducción y
29
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad. Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 199, XI.
30
Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de
la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 179, XI.
acaparamiento (nutrición), por la cual el hombre llega a su conservación inicial. Es
así que logra su fin egoísta de la vida. El egoísta está estrechamente vinculado a
sus instintos biológicos, la nutrición, la reproducción y supervivencia. Tanto los
animales como el ser humano son egoístas. Lo que se afirma o pretende decir en
Caso es que el egoísmo ha pasado a convertirse en la forma de existencia más
común y necesaria, cuando no es así; es básica y necesaria, pero en el humano
debe ser superada, no es posible mantenerse en ella si se quiere aspirar a un
perfeccionamiento, la actividad egoísta (existencia como economía) se debe
superar.
Vinculado al pensamiento de Henri Bergson, se asume que no existe el
desorden en el mundo, sino diversos órdenes, el sacrificio es el desorden de la vida
ya que ésta es Economía pura. Se pueden hallar tintes de la filosofía bergsoniana
en Caso con respecto a la consideración de lo que es el egoísmo, el conocimiento
era siempre interesado, así pues, consideran el egoísmo como el actuar de las
personas al sustituir el ser por el tener, por las cosas materiales. Por otro lado, la
obra de Caso apunta o da tintes de la obra El mundo como voluntad y
representación, al menos por las dos primeras fases del texto.
―La existencia…concuerda con el desinterés artístico de Schopenhauer, así como
con las ideas estéticas de Bergson, la filosofía de Caso se encontró influida por el
pensamiento de Schopenhauer, Bergson, Husserl e incluso hasta Nietzsche31.
Caso señala que el hombre, al ejercer su libertad, lo hace inclinándose a una de
estas dos voluntades las cuales son: la egoísta o la caritativa (buena voluntad).
Quien se decida por la primera, dice Caso, nunca se satisface en forma plena, pues
nunca tendrá suficiente, siempre se quiere más, se busca el más grande provecho
sin haberse esforzado lo suficiente (lado Económico). El ser humano que se dirige
a la primera voluntad cae ―prisionero‖ del mal, asumiendo pues aquí al egoísmo
como ―el mal‖. Al caer en esto, el egoísta cae en una esclavitud, pierde su libertad,
se vuele en esclavo de sus apetitos, los cuales son instintos biológicos. Ya no es
31
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 85.
capaz de realizar actos altruistas, ya no concibe ayudar a quien lo necesita, mucho
menos a quien no.
Todas estas actitudes o acciones se resaltan en el ámbito social. El hombre
convierte su accionar en una de esas formas: o esclavos del trabajo o esclavos del
amor. Tenemos entonces que:
 El egoísta es quien no sigue la doctrina moral de Jesús, ya que obra mal
hacia sus prójimos, hacia sus semejantes.
 Se ocupa sólo de sí mismo, en su persona, e incluso no le importa perjudicar
a los demás con tal de lograr sus objetivos.
 Es injusto.
 El egoísta va guiando su existencia, hacia la mortalidad, sus propias
acciones lo llevarán a ser para la muerte.
Desde el enfoque biológico, los hombres y animales se inclinan por el egoísmo,
son egoístas, sin embargo, lo que diferencia al hombre del animal es que el
humano puede guiarse por el Bien, el camino de la salvación que es el de la
Caridad. Se distinguen entonces dos clases de egoísmo:
1. La conservación individual: se refiere al beneficio personal que siempre
quiere obtener el hombre económico, no hay un interés en si perjudica o no
los demás con tal de lograr sus objetivos.
2. La reproducción: origen solidario, pero cuando se percata que debe convivir
con otras personas, le da la espalda a la ‗soledad‘ y para reproducirse, se
acomoda dentro de una vida social, una vida que lo llevará a ser mortal, un
cadáver.
Pareciese que Caso condena al egoísta, pues para él sólo le espera la pérdida
absoluta de su vida terrena e incluso la siguiente (idea presente en el pensamiento
Casiano y que se vincula a los conceptos de esperanza y trascendencia)32.
32
Toda esta sección es una interpretación y descripción con mis propias palabras de la lectura de la
Historia y antología del pensamiento filosófico. Sociedad de Edición y Librería Franco Americana, S.
A., México, 1926, p. 506-508.
1.2.1. La existencia como desinterés
Para Caso, el arte es puro. En ninguna forma se subordina a lo Biológico, es por
ello que la existencia como desinterés es completamente lo opuesto a la existencia
como economía, pues el arte no se subordina a los intereses biológicos. El artista
renuncia a poseer y se inclina a la contemplación, contempla aquello que lo nutre,
desarrolla su actividad artística. Al mostrar la contemplación excesiva (actividad
desinteresada), el arte se vuelve un conocimiento inaccesible para el egoísta. El
actuar del artista es contemplativo, al apartarse de los fines biológicos, se
desinteresa y despreocupa de todo aquello que no es actividad artística. El interés
único y pleno es lo artístico, esto no quiere decir que su desinterés sea
despreocupación por lo artístico, sino únicamente por aquello que no sea bello.
El artista se deja llevar por una Intuición, por su intuición estética, su
desinterés es el ―placer‖ estético. Arte es desaparición definitiva del egoísmo. Dado
esto, podemos asumir al artista como:
 Diferente del egoísta, pues el artista se aleja del querer egoísta, material.
 El arte reclama un esfuerzo constante y su resultado se torna inútil.
 Artista=desinteresado.
Es posible rastrear en Caso una ―división del espíritu humano‖: Intuición y Razón.
La intuición en el artista es desinteresada al buscar el aspecto estético, el artista no
generaliza ni relaciona, se deja llevar por ello.
El arte es un intermedio entre la vida egoísta y la vida del bien (caritativa).
Según Caso, el arte es el descubrimiento de un divino punto neutro de la
existencia. Como el artista es quien contempla el mundo en forma desinteresada
por el gusto interior de ―ver por ver‖, sólo ve y oye a través de su naturaleza innata
y no se sujeta a reglas elaboradas ni a la vía de la experiencia por teóricos y
académicos33. Arte= fruto social, personal que parte de una intuición de lo concreto
individual.
33
Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de
la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 72, XI.
Aun así para Caso, el artista no puede alcanzar la jerarquía de la Caridad.
¿Por qué? Porque a pesar de que el artista deja de mirar los objetos con una
finalidad práctica, no es suficiente, pues el arte es de menor compromiso e
importancia. Un artista únicamente trasciende por sus obras de arte, será
recordado por la mente de los demás, pero hasta ahí se queda. Y, al igual que el
egoísta, le espera la nada, en la cuestión contemplativa su elección no lo llevará a
la infinitud, ―su hermosa‖ vida no se compara a lo que conduce el más pequeño
acto de caridad.
El artista no realiza actos caritativos, se arraiga mucho a la perfección
terrenal, pero eso no es suficiente.
1.2.3. La existencia como caridad
Ya revisadas las dos formas de existencia para Caso no es difícil describir qué es
la caridad, o qué es la existencia como caridad. La caridad es la negadora, o mejor
dicho es quien niega el egoísmo por excelencia, es el valor apto para la realización
completa de la existencia del hombre; es sinónimo de la filosofía casiana.
La caridad también es práctica, como el artista no invirtió la fórmula del
egoísmo no imitó el modelo que reúne las más altos valores, se quedó inmerso en
su contemplación. El caritativo o quien elige el camino de la caridad se convertirá
en un ser inmortal, a él le espera la bienaventuranza, es decir, una vida eterna, la
promesa que tanto pregona el cristianismo: ―empeñarse en hacer la apología de la
caridad ante la vida sería inútil, si no hubiera excelentes razones filosóficas para
sostener ante el egoísmo vital, el altruismo cristiano.‖
Ser caritativo apunta a un estado de reconocimiento del prójimo, es el
desarraigo del egoísmo y la búsqueda del bienestar único y propio y el
acercamiento al otro, la preocupación por el otro. Caso se encontraba preocupado
por la situación del país de la decadencia el ámbito moral de la sociedad, de la
pérdida de los valores, y primordialmente para él y su concepción, son los valores
cristianos y en específico la ejercitación de éste el camino más viable y capaz de
cambiar el rumbo egoísta y desinteresado por el que marchaba el país.
Moralmente, somos tan inferiores como siempre. Progresan los sistemas,
las instituciones que pretenden vencer el mal con la violencia o la
persuasión; pero el sentido, la conciencia moral, no progresa. Hoy es tan
mala y tan buena la humanidad como el primer día.34
Y más adelante Caso presenta lo que son los ―progresos‖ actualmente, y dice:
En lo que sí progresamos, sin disputa, es en la industria, en la ciencia, en lo
económico e interesado de la vida, en lo que aumenta nuestro dolor, nuestra
avidez. Progresamos en aumentar nuestras relaciones utilitarias con las
cosas, en procurarnos nuestros nuevos deseos insaciables; ¿pero tal
progreso es un bien?35
Con base en estas citas puedo afirmar que para él lo importante y lo que se plantea
y busca con su propuesta de existencia es desembocar en la idea de que el
verdadero progreso de los mexicanos y más aún de los seres humanos, es lograr
una verdadera identidad de sujeto con el sujeto, es decir, con el otro; este
encuentro se desarrolla por medio de la caridad. La idea de caridad en Caso se
puede ver resumida cuando afirma que:
Cuando se trata de la caridad, se piensa generalmente en el alivio que recibe el
débil por la acción del caritativo; mas no en la explosión de fuerza que implica el
sentimiento de caridad, al vencer las resistencias del egoísmo y brotar del alma del
fuerte. La caridad es indisolublemente fuerza y bondad porque es fuerza; porque es
virtud, no conforme al estilo del Renacimiento (virtú), como decía Nietzsche; ni a la
griega, ni a la oriental, ni a la romana; sino virtud a secas, sin forma histórica
demasiado humana36.
Con base en esto puedo afirmar que la pertinencia de la moral propuesta por
Antonio Caso se deriva de la necesidad, de ésta en el desarrollo científico, sobre
todo si tomamos como origen directriz la concepción hegeliana que dice: El
progreso de la ley física está relacionado con el progreso moral. Al llevar a cabo o
más bien cuando hacemos práctica de la caridad, el individuo ya está en potencia
de llegar al ideal marcado por
Caso, ese ideal de humano llevado desde un
particular, que es partiendo de la respuesta del sentido de la existencia, conduce al
34
Caso, Antonio. La existencia como economía, como desinterés y como caridad. Ed. Ediciones de
la secretaría de educación y como caridad. Pág. 15.
35
Ibid Pg. 152
36
Ibid Pg. 156
acto, y por tanto a llevar una vida cristiana pura, que se resume en dos sencillos
mandatos que son: el amor a Dios y el amor al prójimo.
La nueva religión estará fundada en la experiencia religiosa de cada quien, algo de
la convicción universal de que el único remedio de los males públicos será la moral
cristiana. 37
La propuesta que Caso nos está haciendo no es otra más que seguir con el
camino marcado por Cristo, seguir sus enseñanzas, no inventando formas de
comportarnos con los otros, respetando, simple y sencillamente siguiendo su gran
ejemplo, así es posible lograr una vida plena y satisfecha:
Pero, si amaba a Jesús, lo desvinculó de los dogmas de la iglesia. El cristianismo,
para él era el cristianismo de los evangelios, y sobre todo el del evangelio de san
Juan… si se despoja a todo el aluvión de ideas que el catolicismo y el
protestantismo le han incorporado a lo largo de los siglos. El cristianismo queda
reducido a dos enseñanzas predilectas: el amor al prójimo y la vida eterna…38
Hasta este momento, de acuerdo a esta investigación parece certero o dogmático
asumir al cristianismo como única vía a la vida plena y virtuosa; es más, pareciese
que todo ese rechazo que hizo Caso a la doctrina positivista sólo fue un arrebato
para desembocar en un pensamiento igual o peor. Sin embargo, mi intención es
reflexionar, analizar y sopesar por qué la caridad es el camino que puede conducir
y dar sentido a la existencia del humano, es más, a continuación abordaré una
explicación de lo que es el Cristianismo en Caso, así como la elucidación de un
concepto clave en su filosofía, el concepto de Heroísmo, ambos van de la mano y
son aunados para nada separados de lo que es la Caridad, punto germen en la
filosofía del autor en cuestión.
En el siguiente capítulo abordaré primeramente los conceptos de héroe,
hombre representativo y hombre caritativo, los dos primeros conceptos pertenecen
a dos autores respectivamente, Thomas Carlyle y R.W. Emerson, de los cuales
Caso, pareciera que se ayuda para matizar ciertos conceptos y derivar el
planteamiento de una cuestión: ¿Cómo se es caritativo? Y ¿Qué características
tendría que cumplir? Por ello la necesidad de plantear una figura, modelo de
37
Caso, Antonio, en El Universal, 3 de mayo de 1917.
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 109.
38
hombre al que se deba aspirar, los dos primeros conceptos parecen ser de ayuda
para Caso, que posteriormente postula la figura de Cristo como modelo arquetípico,
partiendo de su forma simple de hombre, como practicante de la caridad. Luego de
hacer esta descripción paso a realizar un análisis somero y claro del tipo de
cristianismo que se está proponiendo y qué tan importante es reconocerlo como
una religión deslindada de instituciones, pues, pareciese que es ahí donde también
radica la esencia de la práctica de la Caridad.
CAPÍTULO II
CRISTIANISMO Y HEROÍSMO
En este capítulo, abordo dos conceptos que vienen de la mano con la filosofía de
Caso y que son necesarios para reforzar el tema del que se ha de hablar en el
último apartado, tales conceptos son: héroe y cristianismo. Comienzo con el
concepto de héroe primeramente visto desde una interpretación de Carlyle así
como las paridades con la noción de hombre representativo de R. W. Emerson 39.
La pregunta es ¿Por qué estos dos autores?, pues bien, en especial Carlyle,
propicia en Caso un análisis, reflexión y punto de partida para lo que él ve
necesario para crear un modelo ideal de hombre; dadas estas dos posturas paso a
exponer la posición de Caso.
2.1 Caso, Carlyle y Emerson, sobre el héroe, hombre representativo y el caritativo.
La figura del héroe en Caso no ha sido tratada por otros autores, y si han llegado a
rozar tal tema sólo se ha hecho mención del heroísmo filosófico, sin embargo, la
manera en la que el autor trabaja el concepto héroe parte de la influencia que tuvo
por parte del ensayista Carlyle, y es desde su propia interpretación como él va
perfilando lo que después se podría concebir como el modelo ideal de hombre. Los
tintes que él hace se inclinan a la figura de Cristo, por ello es necesario dejar clara
la idea que trabaja sobre un cristianismo desvinculado de las instituciones. Dentro
de este capítulo también se procura responder a las siguientes cuestiones: ¿Cómo
sustenta Caso el modelo ideal de los hombres representado en la figura de Cristo?
¿A qué se refiere un verdadero cristianismo? ¿Cómo se es caritativo? ¿Qué se
necesita?
39
Thomas Carlyle con su obra De los héroes, el culto de los héroes y lo heroico en la historia y Los
hombres representativos de R.W. Emerson. Ambas obras, a pesar de compartir ciertas similitudes
toman una perspectiva de las grandes figuras humanas e incluso ficticias grabadas en la historia de
la humanidad; ante el concepto héroe Emerson propone el de hombre representativo, de ambos,
Caso, el autor de interés dentro de esta investigación, asume una nueva visión de héroe además de
los que se citan en lista dentro de Carlye y Emerson, la figura del filósofo como héroe se debe
considerar pero sobre esta, aparece una más importante la figura de Cristo, el verdadero héroe, o
más bien el arquetipo de hombre a seguir.
Es importante seguir con el punto clave de este trabajo, la preocupación por
el autor por reivindicar el rumbo que llevaba el país respecto al ámbito cultural y
social, la idea de héroe es su primer propuesta y va dirigida principalmente a la
juventud del país, su plan, insertar ese ímpetu por el quehacer filosófico, por
incitarles a pensar y descubrir el sentido y explicación de su existencia40.
Repensar el concepto de héroe a lo largo de la historia no es algo nuevo, sin
embargo, pareciese que nunca es suficiente una explicación, concepto, definición o
idea de algo. Esta investigación, como ya se mencionó, se enfoca en el autor y
filósofo Antonio Caso, y en el análisis y propuesta de su trabajo filosófico, como el
mismo título lo menciona una Ética cristiana, pero, para hablar de tal y cumplir con
el proyecto de investigación, es necesario llevar cierta secuencia así como
responder a ciertas preguntas que son fundamento y clave para esclarecer, en
mayor medida de lo posible este problema de interés.
Miles de civilizaciones, pueblos, ciudades, reinos tienen relatos tanto
verdaderos como meros inventos donde aluden su razón de ser, de existir a figuras
máximas que salvaron y, o marcaron un cambio radical en su historia y su
transcurrir, estas figuras llevan el nombre de héroes.
Este concepto es muy utilizado en la historia, tiene un enorme peso ya que
el héroe es una figura literaria que roza con las esferas de la filosofía y de la
historia. Un claro y muy conocido ejemplo es la mitología griega (que es en su
caso, de las más conocidas y contadas), en ella destacan los mitos, cuentos,
epopeyas y las grandes aventuras de personajes tanto reales como ficticios. Pero,
¿qué es lo que hace ser a un héroe? O en otras palabras, ¿cómo se define un
héroe? Del lat. heros, -ōis, se entiende como un varón ilustre y famoso por sus
hazañas o virtudes. Hombre que lleva a cabo una acción heroica. Nombre dado a
por los griegos a los semidioses o a los grandes hombres divinizados. El que se
distingue por sus cualidades o acciones extraordinarias, particularmente en la
40
Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, dentro del
apartado Preliminar, s/n. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989,
primera edición.
guerra. Principal personaje de una aventura o acontecimiento histórico, dotado de
gran valor y sentimientos nobles y elevados.
Todas las clases de héroes están hechas intrínsecamente del mismo material;
aquél que se entrega a una gran alma, abierto al significado divino de la vida y que
después se otorga a un hombre a quien se considera apto para que hable de ello,
entone canciones, luche y trabaje por ello, de un modo excelente, victorioso y
eterno. Esto es lo que se le ha concedido al héroe, cuya apariencia externa
dependerá del tiempo y del entorno donde se encuentre.41
Un héroe no puede considerarse una persona común, para obtener tal título es
necesario cumplir con ciertas características. Ahora bien, es sabido o conocido que
hay miles de tribus, civilizaciones, pueblos que dejaron plasmado, conforme a su
ingenio, algún nuevo conocimiento o hallazgo que cambió el rumbo no sólo de
cada una de ellas sino que, al interactuar con otras se transmiten tal información,
hallazgo o conocimiento, el cual parece ser el devenir en las sociedades, el
intercambio de conocimientos, el surgimiento de los relatos, la herencia de
tradiciones e incluso dogmas.
El héroe resulta ser aquello que los ateneístas buscaban, no un libertador,
o insurgente que moviera al pueblo con levantamiento de armas, sino que
revolucione el pensamiento, las ideas, es la importancia clave en Caso y esta idea
no es algo original de él, antes, se refiere a la obra y concepción de héroe en
Carlyle, es por ello que partiré desde esa noción para después contrastarla con la
idea de hombres representativos de Emerson, y dados estos matices ya abordar la
visión de Caso.
41
Carlyle, Thomas, De los héroes, El culto a los héroes y lo heroico en la historia, Editorial Cumbre
S.A, Décimo sexta edición, 1981, México, p.115.
2.2. La figura del héroe en Carlyle y el Hombre representativo de Emerson
Cuando un hombre ocupa su lugar es
constructivo, fértil, magnético, inunda a las
muchedumbres con su voluntad, que de este
modo se cumple.
Emerson42
La obra de Carlyle es considerada excepcional por su compendio de las figuras
heroicas en la historia de la humanidad. Dentro de ella, parte de lo que se
considera el héroe desde una concepción meramente mitológica y llena de fantasía
hasta llegar a una visión del héroe como el mismo poeta. El autor, en su labor de
sociólogo, historiador y literato asume que la historia universal es el relato de lo que
ha hecho el hombre en el mundo. ―Los Grandes hombres -dice- moldearon la
historia del mundo‖43.
La obra se compone de seis conferencias, en cada una de ellas reúne a
quienes para él son los cimientos de la cultura occidental, las figuras más
representativas y emblemáticas que han cambiado el curso de la historia
universal44. Carlyle fue un historiador y crítico social, perteneció a una familia
calvinista y estudió teología, pero no estando convencido de ser sacerdote la
abandonó y renunció a todo pensamiento religioso aunque no descalificó ni negó
los valores que le fueron inculcando, e incluso mantuvo una concepción muy
peculiar de la divinidad. Amó la filosofía y cultura alemana, y se fascinó por las
obras de Fichte y Goethe.
El héroe para él debe tener un resplandor capaz de comunicar a las almas ―un
sentimiento de cordialidad para todas las cosas‖, propugnaba el culto a los héroes y
desde el principio valoraba una cualidad esencial que atribuye a Odín (primera
conferencia), la invención de las Runas, el alfabeto escandinavo y la creación de la
poesía. Así pues, ya en la mitología escandinava surge un Dios heroico, como
42
Emerson, R. W, Hombres representativos, Ed. Cumbre, S.A. Decimosexta edición. 1981, Grolier
Internacional, México, p.230.
43
Carlyle, Thomas, De los héroes, El culto a los héroes y lo heroico en la historia, Editorial Cumbre
S.A, Décimo sexta edición, 1981, México, p. 8.
44
Caso toma esta idea, y realiza un ensayo pero en lugar de reunir a las figuras emblemáticas de
México o de América lo hace de los cristianos más representativos e importantes para él.
hacedor de la literatura, un poeta, un escritor; idea relacionada con la concepción
prometeica del poeta tan afín del Romanticismo45.
Tal parece que el pensamiento de Carlyle produce en Caso, principalmente con la
obra De los héroes…, la aceptación de que el avance de la civilización se debe a
los hechos de individuos excepcionales y no de las masas. Para Carlyle el
ambiente social y sus condiciones son consecuencia de la acción de los héroes, y
se mantienen por la inercia de la historia hasta que un nuevo héroe sacude y
remueve todo, iniciando una nueva época. Los planteamientos de Carlyle atribuyen
el discurrir de la historia al poder creativo de los individuos e ignoran la fuerza de
las circunstancias.
El historiador escocés creía que nuestros actos y decisiones son tan libres
como la libertad misma, y que se alzan sobre los condicionamientos económicos,
morales y políticos: ―la mejor característica de una obra literaria es que provoque
reacciones en el lector y lo empuje a actuar‖. Los poetas y los profetas son
susceptibles de ser considerados héroes, en cuanto a que intentan acercar a los
hombres a la Verdad. Para él, son los héroes quienes logran hacer responder y
despertar al pueblo, no es que marque una línea de exclusividad, para él, en el
fondo todos estamos hechos de la misma sustancia que el héroe, nuestro material
genético es el mismo, la única diferencia es que el pueblo –la muchedumbre diría
Emerson– regularmente, necesita que el héroe despierte un entusiasmo noble:
Invita a salir de un estado de la frivolidad y caos.
Así, quienes reconocen esta llamada del héroe se convierten también en
héroes, aunque sean anónimos. Pero también hay héroes que equivocan su
destino, pues anteponen su vanidad y la fe en su capacidad de acción a la elevada
tarea para la que fueron enviados. En este autor pareciese que hay cierta
tolerancia a ellos, a diferencia en Caso quien parece reprobar tal acción, es por ello
que para él, el verdadero héroe no vive de la vanidad ni el reconocimiento que a fin
de cuentas vendría a ser lo que le da sentido a su existencia, para él, el verdadero
45
Ibáñez, María Teresa, El concepto de héroe y su desarrollo en la literatura española actual,
Phillipps Universität (Marbug). Artículo Web. PDF. 2 de mayo de 2015.
héroe es aquél que conoce el sentido de su existencia y por ello sabe a lo que es
enviado, está listo para darse a los demás.
Por otro lado, Ralph Waldo Emerson fue un ensayista estadounidense muy
famoso, compartió con Carlyle una amistad de por vida, lo admiró demasiado y
compartió con él ideas e ideales. Emerson al igual que Carlyle realizó una obra en
la cual rescata la idea de hacer un rescate de la importancia de reconocer a las
figuras humanas más representativas en la historia, aquellas que han dejado
huella, sin embargo, a pesar de coincidir en ciertos parámetros, Emerson tiene una
inclinación a la naturaleza.
Este autor asume que los hombres son representativos, tanto de cosas
como de ideas, y la relación que el hombre tiene con ella, para él el hombre es un
centro de la naturaleza, que sirve para relacionar todo lo existente, lo fluido y
sólido, material y elemental.46 Emerson habla de los Hombres Representativos,
aunque pareciera una obra casi idéntica a la de Carlyle, su postura resulta ser más
sobria y no tiende a un romanticismo como lo hace Carlyle, si bien las Grandes
figuras humanas merecen su reconocimiento, sin embargo no los asume como
héroes y mucho menos habla de un culto a ellos, antes, a cada hombre le es
necesario ir en búsqueda del coraje propio. Hay quienes han sobresalido a lo largo
de la historia, y que han realizado actos dignos de reconocimiento, pero no asume
que sea imposible ser una figura representativa, no es un misterio ni imposibilidad
ser genio, como lo aísla Kant:
El secreto de ser genio es no permitir que exista una ficción alguna para nosotros,
comprobar todo lo que sabemos, exigir buena fe, realidad y un propósito en el alto
refinamiento de nuestro tiempo, en las artes, en las ciencias, en los libros y en los
hombres; y ante todo, después de todo, mientras tanto y siempre, honrar toda
verdad, practicándola.47
Con respecto a esto, podemos establecer más similitud con la postura de Caso ya
que se abre más la posibilidad de asumirse como un hombre representativo y que
esto se puede lograr gracias a la práctica de la verdad, muy similar al quehacer
46
Emerson, R. W, Hombres representativos, Ed. Cumbre, S.A. Decimosexta edición. 1981, Grolier
Internacional, México, p.230.
47
Íbid., p.399.
filosófico. Sin embargo no logra culminar en ello, ya que como la figura de héroe en
Carlyle se necesita de un actuar para dar sentido a la existencia, llevando a la
satisfacción personal, pues, ambos autores hablan mucho de la necesidad de
actuar para sí mismo y después ser ejemplo a los demás, lo que en Caso es
contrario, se tiene la convicción y el sentido de la existencia, la misión que se tiene,
la cual es llevar a cabo actos de caridad, por tanto es capaz de ser modelo para los
otros. Para Caso, parece que a Carlyle le faltó hablar sobre otro tipo de heroísmo,
el heroísmo filosófico.
Según Abelardo Villegas, Caso y Vasconcelos coinciden en que ―…es
menester un nuevo tipo de hombre, una nueva forma de vida‖48, es por ello que en
Caso es tan importante la figura del héroe, quizá no como la toman Carlyle y
Emerson pero rescata de ellos cierta idea de la importancia de estas figuras y más
que nada cómo es que gracias a ellas es posible cambiar, no sólo la visión de un
pueblo sino de la humanidad.
Es verdad, el pensamiento de los ateneístas, siendo específicos con los más
representativos ya mencionados, su trabajo y actuar filosófico tiende a un
romanticismo y la búsqueda de una utopía, incluso hasta ha sido tachado por
irracional, sin embargo considero prudente considerar tales propuestas como una
respuesta a la situación decadente por la que atravesaba el país; y tales proyectos
sólo pretendían regresar o ir en búsqueda de eso humano que en su tiempo veían
escaso o prácticamente desaparecido en la sociedad en la que se desenvolvieron,
había que despertar a la juventud principalmente y hacer un llamado, por ello la
idea necesaria de los héroes.
2.3. La figura del héroe en Caso
Muchos autores coinciden en que la filosofía de Caso recupera una visión de la
actitud heroica del filósofo, es más, es muy similar a la visión de Platón
considerando al filósofo como único capaz de educar, de formar y moldear
hombres capaces de vivir en armonía con la sociedad. Eso lo deja claro cuando se
48
Cfr, Villegas, Abelardo, Filosofía de lo mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México,
1988, P. 77.
dedica a estudiar el problema de la educación en el país. Estaba convencido de
que el único capaz de educar es el filósofo y no el pedagogo:
El filósofo ya sabe, por propia reflexión lo que debe pretender del educando, sabe
que al educarlo va a cooperar en la formación de un hombre, va a moldearlo y a
enseñarle a vivir, y sabe, además, qué es un hombre y cómo ha de realizarse para
vivir plenamente. De ahí que no pueda ser buen educador el que no es filósofo.49
Desafortunadamente ha sido escaso el estudio o enfoque que se hace con
respecto al interés por esclarecer la idea de héroe como filósofo y la idea de Cristo
como ideal o arquetipo de los hombres dentro del pensamiento de Caso, fue por
ello que asumí como un problema interesante de tratar e incluso importante
contrastar tales ideas con Carlyle y Emerson y su concepción de héroes y hombres
representativos. ¿Por qué? Pues es que en Caso hay cierta aprobación de la
importancia del estudio y reconocimiento a los héroes a lo largo de la historia de la
humanidad, pero no es tanta su aprobación a asumir ciertas figuras como heroicas,
dentro de una selección de la obra de Caso titulado Antología Filosófica se asume
lo siguiente: ―Falta en el célebre libro de Carlyle, consagrado al culto de los héroes
y lo heroico en la historia, un tipo de excepción, el del heroísmo filosófico.
Silencioso arquetipo de actitud discreta y apasionada‖.50
Es más, sí es necesaria una figura o un ejemplo arquetípico, pues hay que
recordar su gran preocupación contextual con respecto a lo que se vivía en el país
y la urgencia que tanto él como sus compañeros ateneístas tanto anhelaban un
modelo de identidad, un ideal, una figura capaz de imitar que trajera un cambio en
cada individuo, que por consiguiente traería una modificación en
la forma de
pensar y actuar mexicana de esa época y posterior a esto un expansión en toda
América, y así por expansión traerá un cambio tales diferencias que asuman un
sentido a su existencia. Pero este asume que, si bien la obra del historiador
Carlyle51 compendia excepcionalmente la figura de los héroes y lo heroico a lo
largo de la historia de la humanidad falta considerar dentro de la lista al héroe como
49
Caso, Antonio, Conferencia reproducida en Ensayos Críticos y polémicos. Ob. Completas., vol.
IV, p. 6.
50
Biblioteca del Estudiante Universitario Antología Filosófica: Antonio Caso. México D.F., Imprenta
Universitaria, 2010, Quinta edición, p. 8.
51
Se mencionó en el apartado anterior.
filósofo y/o el heroísmo filosófico, pues para él, el filósofo así como los reyes, los
grandes guerreros, las figuras míticas relatadas y retratadas como grandes
ejemplos de personalidad por sus actos de valentía y trascendencia es pues digno
de ser considerado héroe o heroico.
El filósofo es capaz de ser un ejemplo pues su vida está en la constante
búsqueda por el conocer la Verdad, es la pasión constante, ―el espíritu filosófico es
un ánimo constante que tiene mucho de heroico‖52.
Aunado a lo anterior asume que el filósofo es el único capaz de formar
verdaderos seres humanos, no porque haya una fórmula única que sólo él sabe,
sino porque lo considera como dotado de capacidad de guiar, instruir y mostrar el
camino a lo justo, y de mostrar cuál es el sentido de la existencia. Es en este
campo donde se ve desarrollada su inclinación a la propuesta de un modelo ideal,
la figura del héroe en Caso se ve defendida en la imagen de Cristo53, quien, a lo
largo de la historia surge como una respuesta a la necesidad del ser humano por
tener un líder, o bien, un ejemplo a seguir.
Abelardo Villegas, dentro de su análisis del pensamiento mexicano, en
especial respecto del Ateneo de la Juventud, dice que el propósito o finalidad que
tiene cada uno de sus integrantes y que incluso compartieron fue la visión de un
Ideal de hombre mexicano que pudiese elevarse o convertirse en un ideal
universal. Principalmente Caso y Vasconcelos demarcan bien su preocupación e
incluso, establecen las características que debe cumplir tal figura ideal para
conseguir lograr una estabilidad y/o armonía social.
Y es que la filosofía arranca como análisis reflexivo de la propia existencia,
trayendo consigo una fase de concepción de uno mismo, por ello es heroica,
permite liberar las cadenas tradicionales, de las cargas y arquetipos ilusorios. Para
52
Biblioteca del Estudiante Universitario Antología Filosófica: Antonio Caso. México D.F., Imprenta
Universitaria, 2010, Quinta edición, p. 14.
53
Como se menciona al inicio de este texto, la figura de Cristo tomada o asumida no en la totalidad
divina que se le atribuye, antes, como ejemplo de vida humana que si bien, se puede asumir que
tiene una aspiración a lo divino, sin embargo su actuar se reduce a una ejercitación de dos
principios natos en el ser humano, estos son: amor al prójimo y la caridad, los cuales no requieren
de un estatus de divinidad o trance para llevarse a cabo. Es mera práxis.
Caso, hay un nivel superior al heroísmo filosófico, a la labor filosófica y este
desemboca en un Cristianismo. Asume que es necesario ejercer la filosofía de
manera discreta y heroica, con ímpetu y convicción, ese es un buen camino hacia
el hallazgo del sentido de la existencia.
Su preocupación fue la vida misma y trató de comprenderla e interpretarla con un
criterio moral; estaba convencido de que el saber que no sirve a la vida es simple
vanidad humana: saber estéril que no cumple los altos fines que tiene destinados.
Y así concibió la existencia como economía, desinterés y como caridad; se ocupó
de los principales problemas de la filosofía, y fue uno de los primeros filósofos
mexicanos que trataron de comprender su circunstancia: los problemas culturales,
políticos y sociales de su patria.54
La filosofía de Caso es sin dudas una filosofía de acción, en eso todos quienes han
estudiado su trabajo y quehacer han coincidido. Su molestia por la situación por la
que atravesaba el país, es decir el desorden social, económico, y sobre todo la falta
de moralidad lo lleva a formar y proponer esta figura arquetípica de ser humano. Su
preocupación de toda la vida lo lleva no sólo a escribir sino a practicar aquello de lo
que está convencido.
Caso necesita servirse de algo para despertar y hacer un llamado a la
sociedad mexicana, por ello es que la figura de héroe resulta clave, más que nada
el discurso de Caso se dirige en especial a la juventud del país, por ello era
necesario tomar una bandera que representara los ideales para dirigir al país a un
mejor rumbo. La obra de Carlyle, Sobre los héroes y Los hombres representativos
de Emerson le sirven para partir con su idea del arquetipo o ideal para la sociedad
mexicana. Es por ello que primero hay analizar qué tomó de estos dos autores, por
qué y a diferencia de ellos, qué propuso él. El heroísmo filosófico en Caso se
asume como una forma de existencia conveniente que supera el carácter
desinteresado y egoísta del ser humano. Estas dos esferas son insuficientes para
otorgarle al hombre una vida plena y virtuosa55.
54
Krauze, Rosa, Op. Cit p.41.
Al referirme a vida plena y virtuosa hablo de la realización máxima del ser humano como prójimo,
es el cumplimiento de llegar a ser, Caso hace hincapié en muchas ocasiones que los hombres
(hablando de su época) han confundido el tener con el ser, lo cual viene a ser el primer problema a
remediar, el hombre no puede definirse ni reducirse a mera posesión, la existencia no puede
considerarse únicamente como el tener. Para Caso eso es lo que hay que trabajar, más que nada
con la juventud; devolver a ellos la pasión por una existencia que supere el ámbito egoísta y
55
2.4. La defensa de un verdadero cristianismo
Hay pocos cristianos verdaderos, lo digo
incluso en cuestión de fe. Los hay que creen,
pero por superstición. Los hay que no creen por
irreligiosidad: pocos hay entre estos dos
extremos. No incluyo en esto a aquellos que
practican la verdadera piedad de las
costumbres y a todos aquellos que creen por
un impulso del corazón.
Blaise Pascal56
Heterodoxo, es el título que se da a quien se opone o no coincide con las ideas de
la Iglesia ortodoxa, pues bien tal etiqueta no fue molestia para Caso, él mismo se
consideró siempre un cristiano sin iglesia, no le era necesario formar parte de una
congregación, a pesar de las enseñanzas católicas de su madre, mantuvo una
distancia y se centró a la búsqueda esencial del cristianismo: ―mientras que los
escolásticos tomistas restringen el campo inmenso de la fe, los heterodoxos lo
ampliamos, inmensamente. Creer en Dios no es obra de razonamiento puro, sino
acción conjunta del entendimiento y voluntad‖.57
A pesar de que Caso admiraba mucho a Nietzsche, no podía aceptar su
anticristianismo, si bien mucho de la filosofía nietzscheana había sido causa de
admiración e inspiración por su instinto de superación. Sin embargo, la debilidad
que percibe en ellos es su abnegación y desinterés por una autosuficiencia y
prosperidad o desarrollo, el interés que prestan al prójimo y la idea de que ésta es
sólo una vida pasajera la cual se terminará y que por tanto, lo más importante es
llegar a un es esforzarse por ser el mejor para con los otros, todo esto parece
patético para el autor alemán.
La visión de hombre heroico en Nietzsche parece ser una tal y como es el
egoísta para Caso, que sólo busca el beneficio propio, personal, con una finalidad
simple y biológica que permita y asegure el bienestar físico y que, es más, se
únicamente biológico que va en búsqueda de un beneficio único y propio, la aparición del amor, la
sincera comprensión y la pasión
56
Pascal, Blaise, Obras, Versión de Carlos R. de Dampierre, Alfaguara, Madrid, 1981.
57
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.195.
propone y exige ser mejor que los demás, que no muestra interés más que por sí
mismo, con el fin de simple y sencillamente subsistir y sobrevivir 58. Ante esto, se
podría decir que Vasconcelos aún, consigue dar cabida a tal concepción, ya que
considera necesario ese estadio del hombre, es parte de él, pero no el más
importante, se debe saber armonizar y conducir. Caso no asume esa vía; sí, el
hombre nace con esas necesidades básicas de supervivencia, sin embargo
conforme a su transcurrir debe trabajar para erradicar cualquier interés egoísta,
orgánico y simple. El hombre debe tender a lo divino siempre.
Hablar de un verdadero cristianismo, tanto en los años de Antonio Caso
como en la actualidad pareciera algo ilusorio, utópico e inexistente, ¿por qué? No
se rechaza lo que se considera un cristianismo ejercido como tal, lo que se rechaza
es lo que corrompe a éste; todo recae en la Institución personas que identificados
con nombres ostentosos, se presentan como la ―verdadera Iglesia de Cristo‖; pero,
en realidad, ¿qué son?, ¿qué es lo que se predica allí? o ¿cuál es el fin último de
dichas iglesias? Estas cuestiones se relacionan y van de la mano con este trabajo,
recordemos que todo radica en fijar a la sociedad mexicana de su época un
arquetipo de hombre, al cual sea posible imitar y que propicie un cambio en el
ideal, no sólo de un individuo, sino de la sociedad entera, esa figura a la cual se
siga tras asumir el sentido de la existencia.
2.4.1. Sobre el cristianismo auténtico
Debe quedar claro que se entiende por cristianismo a la doctrina predicada por
Jesús, el hombre de Nazaret. Dicha doctrina transmitida en los evangelios 59 puede
ser resumida en: ―amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón, toda el alma y con
todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo.‖60 Esta expresión resume de manera
58
Cfr. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 97.
59
Nótese que los evangelios no son reportes biográficos de la vida de Jesús, ni son resultado de un
trabajo metódico, sino que son las experiencias de los mismos escritores (evangelistas) sobre lo que
sucedió en esa época.
60
Lucas 10:27
sucinta lo que Jesús predicó, y que a la fecha es la menos tomada en cuenta por
quienes se autodenominan ―herederos‖ de la doctrina de Jesús.
Como puede verse en la expresión ―amarás al Señor tu Dios, con todo tu
corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu
prójimo como a ti mismo,” la nota particular o el elemento ontológico al cual se
hace referencia es el Amor, pero, ¿qué se entiende por amor o qué es lo que este
implica?
Podemos poseer diversas formas o maneras de amar así como varios tipos
de amor, el amor a los padres, a la familia, a los amigos, el amor a la pareja,
etcétera. Sin embargo, no es ese tipo el de amor al que aquí me refiero, es más
bien el amor entendido como el sometimiento de la voluntad a los designios divinos
y como la valoración intrínseca del ―otro‖, es decir tratarle con una dignidad que le
es propia por ser persona (prójimo).
La nota que diferencia al cristianismo de lo que se denomina o concibe como
cristiandad es el amor, pues en el evangelio según Mateo: ―Oyeron ustedes que se
dijo: Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo, sin embargo, yo les digo:
Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen‖.61
Caso define la esencia del cristianismo de la siguiente manera:
La esencia del cristianismo es la caridad, virtud que es fe y esperanza
indisolublemente, amor que es ciencia y anhelo a la vez, pero amor divino en su
raíz, porque si entregar lo propio podría explicarse en razón de la propia estupidez,
amar a los enemigos y orar por quienes nos calumnian y persiguen ya solamente
puede ser obra de la gracia, como dice San Agustín.62
La Cristiandad (concepto utilizado por el filósofo existencialista Sören Kierkegaard)
consiste fundamentalmente en pertenecer a una comunidad eclesial (entiéndase
por tal, como Institución); en tal afirmación específicamente se estaba refiriendo a
la Iglesia Luterana de Dinamarca, la cual se llamaba representante del ―orden
61
Mateo 5:43. 44
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.187.
62
establecido‖. Título que en la actualidad muchos grupos toman y se jactan de ser
los depositarios de proclamar el ―evangelio verdadero‖.
Cristiandad no envuelve un modo determinado de vida, es decir, se es
cristiano porque ha sido bautizado desde que era niño, porque va a la iglesia el
domingo, escucha el sermón del pastor y canta himnos. Pero aquello que el
―cristiano‖ escucha el domingo no influye en su vida del lunes siguiente 63. La
cristiandad para Kierkegaard es sólo una ilusión, así que, el filósofo danés se
propone una labor: descubrir esa ilusión y ese engaño de la cristiandad, y presentar
el verdadero cristianismo, el cual a manera muy general, no es una doctrina para
ser expuesta sino para ser vivida.64
El meollo del asunto y donde radica la preocupación tanto de Caso como
del autor danés se encuentra en cuanto a la corrupción de las buenas intenciones.
Al formar grupos y fundaciones, y se comienza a perder el sentido, por el cual se
integró,
y
desgraciadamente
desembocando
en
actos
ruines
y
desafortunadamente repugnantes, la vida como economía se ve en su máximo
esplendor.
Caso aceptó el cristianismo y lo aprendió de su madre, quien fuera una
devota católica, sin embargo rechazó el catolicismo, su amor y admiración siempre
recayeron en un cristianismo novísimo:
Pero es posible aún otro cristianismo, más perfectamente esencial, una religión en
la que cuanto no forma parte de su íntima naturaleza ha desaparecido; religión
desligada del aluvión de incorporaciones accesorias. La historia de la humanidad va
depurando el contenido del cristianismo, volviéndolo cada vez más espiritual, más
profundo y exclusivamente religioso. Toda acción contingente o accidental
desaparece, y sólo queda el fondo irreductible. Cristianismo novísimo y eterno,
único y triunfante; cristianismo de Juan, con sus dos enseñanzas predilectas: el
amor al prójimo y la vida eterna, es decir, las tres virtudes divinas que son una sola
virtud; porque como dice San Juan: ―el que no ama no conoce a Dios. Dios es
caridad‖.65
63
Cfr. Anti-Climaco, Ejercicio del Cristianismo. Editado por S. Kierkegaard. Trad. de Demetrio G.
Rivero. Se considera que Kierkegaard publicaba con seudónimos.
64
Cfr. Kierkegaard, Soren, Mi punto de vista, Aguilar, Madrid 1988. Traducción de José Miguel
Velloso.
65
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.188.
Mencionar a cada momento su satisfacción y embelesamiento hacia la figura de
Cristo, siempre fue algo que le pareció a Caso hacer saber: ―Soy Cristiano y devoto
del Evangelio; no me refiero a ninguna Iglesia ni a ninguna comunión…‖.66
Es por ello considerable, desde mi particular análisis, considerar una
propuesta de un cristianismo profesado tal cual, pero alejado de una Institución,
alejado de una iglesia en específico, creo pues necesario en este apartado rescatar
y retomarlo.
Debe quedar claro que cuando hago referencia al término institución, hablo
del hecho de muchos grupos de personas que convienen en la unión, y asociación
que comprenden una serie de formalismos, reglas y dogmas para ―guiar de manera
correcta la vida espiritual de los seres humanos‖, sin embargo estas asociaciones,
sectas definidas incorrectamente como religiones poseen, como dice Caso, la
desventaja de ser corruptoras del verdadero y auténtico Cristianismo, la mayoría de
estas denominaciones termina cometiendo lucro, así se den cuenta los creyentes o
lo pasen desapercibido. Rosa Krauze, toca este tema, cuando habla de la postura
religiosa de Caso frente a la ciencia:
Las evidencias místicas no las ha procreado la razón, cuando la fe es sólida ya
pueden sumar y combinarse los argumentos en su contra; nada la conmueve, su
fortaleza se nutre día a día en la contemplación pura y desinteresada de Dios […]
Caso sabía que esto hacía imposible toda presencia de universalidad en las
religiones. Si la fe no se puede racionalizar, no hay manera de hacerla llegar a
todos los hombres […] pero él no pretendió que la fe tuviera alcance universal, por
eso quizá no fue católico, cualquier fe le pareció valiosa y respetable, a pesar, como
él mismo dijo de sus propias creencias cristianas.67
Son estas afirmaciones las que hacen llegar a la conclusión de que Caso, a pesar
de su respeto con todas las religiones y grupos, no podía aceptarlas tal cual, si
bien, lo que al parecer a él más le interesaba era lo siguiente: ―no debe hablarse de
teologías sino de religiones, y, más bien que de religiones, de religiosidad personal,
66
En una entrevista. La Crónica, Lima, (Perú), 16 de julio de 1921.
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 70.
67
como dice Kierkegaard, la religión personal, es más fundamental que la teología y
su organización eclesiástica‖.68
Es el acto, es llevar una vida cristiana, más que en una organización,
institución y asociación, es llevar el ejemplo de Cristo, poner en práctica sus
enseñanzas: ―la nueva religión estará fundada en la experiencia religiosa de cada
quien, algo de la convicción universal de que el único remedio de los males
públicos será la moral cristiana”.69
Lo que está asumiendo en menos palabras es el siguiente razonamiento:
Cristo mandó amar a Dios y después de eso, amar al prójimo, como a sí mismo;
ahora quiero reflexionar un poco, si se siente amor, si se ama a alguien
necesariamente se le respeta, pues el respeto se deriva del afecto, y de este el
amor; una persona que engaña a otra deja en claro su falta de amor, que es el
problema de muchas instituciones religiosas, el constante uso del engaño y la
persuasión para atraer a la gente, ¿para qué?, no me atreveré a afirmar que toda la
gente sabe que el fin de la mayoría de los grupos ―religiosos‖ tienden a engañar.
Caso absolutamente no puede soportar esa situación, coincido con él, en
ninguna de las enseñanzas de un cristiano aparece la mentira ni mucho menos la
búsqueda del beneficio propio; la Verdadera Iglesia se ha de llevar en el alma, en
los actos y en las obras, en la negación del egoísmo y el interés.
2.4.2. ¿Cómo se llega a ser caritativo?
No hay que olvidar que para el autor hay tres formas de existencia, las cuales están
bien definidas en La existencia como economía, como desinterés y como caridad;
estas formas no se derivan unas de otras, las dos primeras formas, nos dice, se
definen como egoístas, mientras que la Caridad es lo opuesto; en el momento en
que se deja de obrar por egoísmo y desinterés y surge el actuar por Caridad, se da
68
Caso, Antonio, La perennidad del pensamiento religioso y especulativo, Revista Moderna de
México, octubre de 1909, p.70.
69
Caso, Antonio, en El Universal, 3 de mayo de 1917.
un alejamiento de la vida económica y banal, por tanto, es posible abandonar una
vida materialista y encontrarse con una vida espiritual: una vida de amor para con
los otros, una vida como la de Jesús.
Caridad
proviene
del
latín
caritatem.
Significa amor a Dios y al prójimo; virtud cristiana opuesta a la envidia y a la
animadversión. Limosna o auxilio que se ofrece a los necesitados.
A lo largo de la historia han aparecido y sobresalido grandes figuras,
grandes hombres que han dejado huella por sus enseñanzas, por su ejemplo, tal y
como ha quedado claro con los dos apartados anteriores: los héroes; pero a pesar
de la gran cantidad de personajes, siempre ha sobresalido uno. Caso siempre se
refirió a él en particular: Cristo. La fe que el propone no es más que obra del amor
de él hacia Cristo, de su inmensa admiración por su vida y obras, así como la
enseñanzas que hasta ahora son conocidas y practicadas, principalmente su
sacrificio. Claro, hay mucha cabida para lanzar críticas pero no se debe ignorar que
ya Caso se ha encargado de ello al poner en su lugar a la fe y a la razón:
La intuición religiosa nos alumbra, si la razón no puede captar su objeto por la
superioridad infinita que se ofrece en su meditación…Lo Incomprensible es Dios
mismo en su manifestación, la inefable Presencia divina, patente en Jesucristo.
Jesús es el paradigma de las cosas humanas que aspiran a ser divinas.70
Yo querría que Jesús no hubiera existido nunca, o si hubiera existido, no se hubiera
sacrificado, o que se manifestara como ángel, o genio, o aparición natural, pero fue
hombre, y entonces si somos hombres habrá que ser como él. 71
La figura de Cristo como persona es lo único que a Caso le interesa y de la cual
tenemos mejor ejemplo, y a pesar de esa inclinación, en ningún momento se habla
de un dogma, ni una imposición, ni mucho menos el único camino existente, eficaz
y veraz. Más bien es una respuesta al análisis de toda una vida y una experiencia
vivida:
70
Cfr. Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de
la Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición., p. 197-199, XI. Se respeta
el uso de mayúsculas del texto original, tanto en Incomprensible y Presencia, por ser conceptos que
el autor maneja con cierta importancia.
71
Caso, Antonio, Ensayos críticos y polémicos, p. 94 México D.F., Porrúa. Imp. Manuel León
Sánchez. 1922.
Cristo pudo realizar por completo su personalidad en la cruz. Por esto es el modelo
de los hombres. ¡Por esto hace siglos se va en busca y no se le acaba de
encontrar; porque para hallarlo hay que ser como Él!72
Para llegar a ser caritativo se debe practicar, asumir un proceso de individualidad,
dice Caso: ―las, cosas, los seres y las almas son siempre individuales; lo cual no
significa, por supuesto que dejen de parecerse entre sí, pero la semejanza se liga
indisolublemente a la diferencia‖73. Pero a Caso de nada le sirve una sociedad
donde cada individuo posea características únicas y se mantenga en plena
contemplación, sin eficacia para la práctica. Así pues le parece más viable referirse
a lo general y colectiva, así la existencia pasa a ser entendida por el hombre. ¿Por
qué? Porque la individualidad, dice Caso, que no tiene conciencia de sí, propia, es
simple individualidad… El pensamiento, la conciencia, hacen de la individualidad
algo más individual todavía: la personalidad. Ser personal es poder decir: yo. El yo
se opone a todo lo demás, destacase brillantemente sobre el no-yo. La
personalidad es una individualidad que sabe que lo es.
El personalismo descansa fundamentalmente en la diferencia entre lo que es
la persona, el individuo y la cosa, estos son grados del ser para Caso, y se da por
medio de un proceso de ascendencia, desde los seres inanimados hasta la
culminación en lo Divino, en Dios. La vía de ascendencia es sencilla de
comprender, pues bien se parte de aquellas cosas escazas de vida, objetos físicos,
después de tales cosas están los individuos, que ya comprenden una conformación
de lo físico y lo orgánico, aquí entran los animales, y parte de ellos es el hombre,
pero su superioridad radica en su naturaleza intelectual y moral, lo cual lo convierte
en una persona, lo que lo lleva a ser el único ser sociable. Sólo el humano, en su
existencia, es capaz de ser caritativo: ―somos libres, cuando nos negamos a
nosotros mismos, en un movimiento centrífugo, cuando abdicamos heroicamente
de nuestra prerrogativa individual‖.74
72
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, primera edición. p. 199, IX.
73
Ibid, p.184.
74
Caso, Antonio, Op. Cit. P. 186
Ser y actuar como Cristo es mucho mejor que aparentar serlo, es necesario
de un esfuerzo, y al llevar a la práctica el amor para con los demás, nos servimos
de una moralidad, dejamos de ser egoístas, para entonces volvernos caritativos,
desprendidos de nuestras pertenencias. No es algo imposible para Caso, él lo dice:
―el ser humano es un ser espiritual, un creador de valores‖. Se llega a ser caritativo
por esta vía de reconocimiento, ‗lo que buscamos es lo único que da sentido a la
existencia, existir es buscar, ambicionar, aspirar.‘75 ¿A qué aspirar? Pues al ideal
de los hombres, el acto puro de caridad, que es la figura de Cristo.
Toda la variedad de obras que Antonio Caso publicó tiene que ver entre sí, y
llevan bien marcado el personalismo que profesaba76 todos sus escritos sobre
sociología, política, estética, economía, etc. Nunca estuvo su mirada fuera de su
ideal, su anhelo por llegar a ser
plenamente moral y libre: ―…tal vez podría
suprimirse la ética como filosofía especulativa, y decir a los individuos y las
naciones, ésta palabra única: ¡Imitad a Jesús!, así de sencillo77.
75
El Universal, 31 de marzo de 1944. Obras Completas, vol. III, p. 166.
Cfr. Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 223
77
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199.
76
CAPÍTULO III
EL CULMEN DE LA FILOSOFÍA DE CASO: LA EXISTENCIA COMO
CARIDAD
La caridad es indisolublemente fuerza y
bondad, fuerza porque es bondad, y bondad
porque es fuerza; porque es virtud, no
conforme al estilo del Renacimiento (virtú)…
Sino Virtud a secas. Virtud eterna, única,
divina,
sin
gazmoñería…
¡Caridad,
simplemente sólo caridad!
ANTONIO CASO78
Se retoma ahora la concepción de la existencia como caridad para abordarla como
parte del proyecto ideal dentro de la filosofía Caso. Primero, me centraré en el
proyecto de Caso y sus compañeros por su gran preocupación de introducir este
concepto de héroe y heroísmo para despertar a la juventud de su época. Cabe
demarcar que no me refiero a las concepciones superficiales de los autores Carlyle
y Emerson, sólo me centraré en Caso, ya que su idea de heroísmo y concepción de
Cristo como Modelo arquetípico resulta más completa y dirigirá al segundo
apartado, en donde Caso defiende frente a Nietzsche la visión del superhombre y
su visión errada (según Caso) acerca de la práctica del cristianismo. Una vez
aclarados esos dos apartados concluyo con mi concepción de una Ética cristiana
en la filosofía de Antonio Caso.
3.1 Cómo asumir la existencia de los héroes a lo largo de la historia
A pesar de escuchar la palabra héroe, y conocerla, es poco común que realmente
usemos ese título para una persona, así sea muy admirada por nosotros, pareciera
que nadie es digno de definirse como héroe. Quizá de vez en cuando lo leamos en
el periódico, o cuando nos enteramos que alguien rescató a otro u otros de algún
accidente o de la muerte.
78
Íbid., p.156.
Desafortunadamente, muy pocos son reconocidos por su labor intelectual,
aquellos quienes se han preocupado por despertar a la sociedad de su
adormecimiento y conformismo. Las dos figuras más representativas en el campo
de la filosofía a principios del siglo XX fueron la de Antonio Caso y José
Vasconcelos, claro ambos influenciados por sus respectivos maestros, el más
reconocido de su tiempo don Justo Sierra quien frente al positivismo instaurado por
Gabino Barreda en el México previo a la revolución insertó esa semilla de duda, de
inconformidad, de cuestionamiento. Ambos, mediante sus propias vías, no alejadas
de la filosofía aplicaron la formulación de un proyecto que culminó en la propuesta
de un Ideal, en este caso, un modelo de Ideal Humano.
Caso propone un Ideal de Hombre a grandes rasgos abarcando a todo
hombre, pues a pesar de que su preocupación se daba por la situación de su país y
su tiempo, asumió un modelo de hombre ideal universal, que empezara con una
concepción de existencia, con el reconocimiento como hombres personales, como
mexicanos y como humanos; se amparó o basó en una propuesta de Ética en la
práctica de las enseñanzas de la figura histórica más representante de Occidente,
la figura de Cristo.
Este proyecto de ideal que traza hasta desembocar en un cristianismo puede
ser considerado como no original o al menos no del todo original. Sin embargo
maneja ciertos conceptos que sí proponen una vía y respuesta ingeniosa, además
de problemática. Su posición frente a la situación del país se vio recia y decidida,
quizá no a sacar de los planes de estudio el pensamiento científico y pragmático,
pero si ponerlas en su lugar y traer de vuelta las artes y todas aquellas materias
discriminadas. Las humanidades que habían sido suprimidas en los planes de
estudio cuando se instauró el positivismo en el país, debían ser rescatadas.
Abelardo Villegas dice acerca de Caso y sus compañeros:
Lo cierto es que Caso universaliza situaciones que no nos son propias sin una
explicación que lo justifique plenamente. Lo que hay en él es lo mismo que se
encuentra en Justo Sierra, en Reyes, en Vasconcelos, en Ramos, en Zea, etc., un
afán de universalizar nuestra personalidad, que supone precisamente individual y
definida. 79
En Caso es claro detectar una preocupación por la sociedad mexicana, pero no
sólo se queda allí, su preocupación engloba a la humanidad, ve necesario hacer
algo por rescatar lo humano en los hombres, la cuestión era, ¿cómo hacerlo? La
vía que utiliza es primero que nada el quehacer filosófico, para él la filosofía tenía
un verdadero encanto, dice Rosa Krauze. Y es que en la labor del filósofo se da un
tipo de heroísmo que él denomina filosófico. Lo que hace la filosofía al hombre es
despertarlo, lo conduce a conocer el sentido de su existencia, a investigar más y
más, pero no por beneficio propio o sólo por adquirir conocimiento sino que tiene
un fin, ese fin es enseñar a los demás. El filósofo tiene una misión y es educar y
formar hombres de bien, conducirlos al camino de la búsqueda de lo bueno, lo
virtuoso, y la búsqueda de la verdad. Aquél que sigue ese camino ya ha avanzado,
pero no es todo, hay en Caso un nivel aún más sublime y este es el del caritativo,
que es en lo que se resume el cristiano.
La forma de existencia caritativa es en Caso lo más cercano a lo místico. A
diferencia de los héroes de Carlyle y Emerson, el héroe en Caso es quien se
decide abandonar el egoísmo y el desinterés, no necesita obrar para darle sentido
a su existencia, no existe en él vanidad ni necesidad de reconocimiento, pues él
sabe cuál es el sentido de su existencia, se ha reconocido y se da a los demás. El
caritativo no puede ser considerado débil.
La importancia de reconocer a quienes han marcado un cambio en el rumbo
de la historia debe seguir vigente, y no sólo eso, es necesario que existan a cada
momento nuevos ejemplos de vida y obras. Hemos sido testigos de que los héroes,
los hombres ejemplares no siempre son personajes ficticios, ni guerreros o
generales. Los ateneístas fueron revolucionarios de ideas y gracias a ellos las artes
y las humanidades siguen siendo parte del plan de estudio de nuestro país, era
necesario recobrar la cultura, lo sensible en la sociedad mexicana, sacarlo de un
campo meramente científico, frívolo, egoísta, con la vista únicamente en la
79
Villegas, Abelardo, Filosofía de lo mexicano, UNAM, México, D.F, 1988, p. 36.
sentencia: máximo de provecho con el mínimo de esfuerzo. Villegas dice también:
―México era un pueblo con falta de ideología, un pueblo ciego que no ha sabido ver
su camino ni ha sabido tener ideales‖80.
3.2 La figura de Cristo
En el capítulo 2 donde retomé el tema de Heroísmo y Cristianismo presenté las tres
posturas de los autores Caso, Carlyle y Emerson con respecto al concepto de
héroe. La conclusión a la que llegué es que la idea que comparten tanto Emerson y
Carlyle es superficial, que incluso recae en el campo de lo que Caso llama o
denomina egoísmo. Quizá los actos que han realizado estas figuras han tenido una
finalidad buena, sin embargo no logran dar con el sentido de su existencia para ser
para los demás y darse. En cambio, la figura que Caso propone es primero la del
filósofo que se aventura conocerse a sí mismo y una vez que ha logrado eso,
concluye encontrando el verdadero sentido a su existencia. Aquí comienza el lado
místico de Caso: hay una figura aún más importante que la del filósofo, el cristiano,
o sea, el Caritativo. Cristo fue la caridad encarnada, vino a enseñar a vivir.
El filósofo ya es en parte heroico al decidirse buscar la verdad, y a
conocerse y reconocerse como lo que es:
Filósofo no es solamente el hombre capaz de crear la doctrina filosófica original
sino todo aquel que puede reproducir con profundidad y dar nueva vida en su
espíritu a las diferentes doctrinas filosóficas. El espíritu filosófico no es un atributo,
exclusivo de los grandes filósofos; pueden alentar también con igual hondura y
lucidez en hombres que no fueron dotados para la invención de doctrinas originales.
En el proceso histórico de la filosofía estos hombres son tan indispensables para su
aplicación, como los otros lo son en su marcha progresiva. Estos conceptos deben
tenerse presentes siempre que se trate de juzgar y valorizar a los filósofos y
doctrinas que han surgido en los países de América, cuya cultura ha sido la
derivación de la cultura europea. 81
80
81
Íbid, p. 29.
Samuel Ramos, Prólogo, en Antonio Caso, Antología Filosófica, México, UNAM, Biblioteca del
estudiante universitario, 2010, p. X.
Ahora, el concepto de personalismo tiene mucha importancia en cuanto a los
niveles de ascendencia, cuando el hombre se reconoce como persona entonces
puede aspirar a algo aún más divino. Pero la figura de Cristo es el máximo al cual
se debe aspirar, es el modelo arquetípico. Caso habla de una tabla de valores de la
humanidad y la presenta como esta: ―mientras más se sacrifica y más difícil mete
se efectúa el sacrificio de la vida meramente animal a fines desinteresados, hasta
llegar –desde la contemplación estética y las más buenas acciones– a la acción
heroica, se es más noble.‖82
El desinterés, la caridad, el sacrificio, son lo irreductible a la economía de la
Naturaleza. Si en mundo sólo fuera voluntad como dice Schopenhauer, sería
inexplicable que la voluntad se negase a sí misma en el sacrificio. El mundo es la
voluntad del egoísmo y la buena voluntad, además de irreductible, contradictoria
con la primera. Lo que prueba, experimentalmente, que hay otro orden y otra vida
que rige férreamente el bárbaro imperativo de Darwin.83
A diferencia de la fórmula básica de la vida biológica y egoísta que se resume en:
máximo de provecho con el mínimo esfuerzo, Caso presenta: sacrificio= máximum
de esfuerzo con mínimum de provecho84. Caso culmina su obra con la frase:
―Imitad a Cristo‖, pero creo que hay más que sólo una concepción religiosa,
primero: la ética que se propone se puede resumir en una sola acción: <<Ser
caritativo>>. La figura de Cristo para Caso no tiene igual, sus enseñanzas fueron
sencillas y atinentes, cobran sentido con la existencia del hombre. A diferencia de
Nietzsche, Caso defiende que el cristianismo no es una apología de la debilidad,
cuando el ―ama a tu prójimo como a ti mismo‖ sea una realidad, entonces habrá
nacido el superhombre85.
Y la caridad es fortaleza. El débil, el que ha sido incapaz de vencer su egoísmo, no
puede ser caritativo. El cristianismo no es apología de la debilidad, como algunos
contemporáneos lo creen, sino de la fuerza moral más pura, de la energía que se
opone al mal sin usar de sus medios para vencerlo. Virtud débil es una
82
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.153.
83
Ibid., p.154.
84
Íbid., p.154.
85
Cfr. Con Margarita Vera, Antonio Caso: La revolución mexicana y la construcción del hombre
nuevo, en Filosofía de la cultura en México. Plaza y Valdes. Michoacán. 1997, p. 179.
contradicción patente… El cristiano, el apóstol, el héroe, el asceta, el mártir, tiene
virtud que ha realizado las hazañas de la historia.86
Porque el acto de caridad no sólo lo implica el alivio del semejante, sino ―Una
explosión de fuerza capaz de vencer las resistencias del egoísmo‖87. La diferencia
que dice Caso que hay en el campo egoísta es que su punto de acción es
centrípeta y la del caritativo, es todo lo contrario, es centrífuga. Quienes son los
verdaderos débiles para caso son aquellos que no son capaces de dar. Sólo
quieren más y más. El cristiano en cambio ya no pretende tener más, o ser fuerte,
pues esta sabido que lo está, pues antes de llegar a vivir una vida como la de
Cristo tuvo que hacer un acto de verdadero heroísmo. Para ser cristiano se
requiere primero actuar caritativamente.
La caridad, además de propiciar al hombre la libertad, pues ya no obra en
provecho propio, se niega a sí mismo en un acto centrífugo, y así afirma con más
energía su personalidad. Pues la personalidad es una individualidad que está cierta
de lo que es, y cuando se reconoce se determina así misma, es ahí donde surge o
se da el acto de caridad. Dentro de estas concepciones radica ya la carga mística
de Caso, así como su aceptación de que el hombre definitivamente posee algo
divino, es por ello que la caridad conduce y guía a la esperanza. Se ve a la figura
de Cristo como ejemplo de acción, no de palabra o testimonio, ni escritura, de nada
sirve hablar sin actuar, son palabras que resuenan, pero no provocan nada.
Ninguna vida más ejemplar que la de Jesús. Él es el ―paradigma de las cosas
humanas que aspiran a ser divinas‖… Él fundó realmente la Ética, porque ―mientras
un hombre no se sacrificó por el ideal del sacrificio, la ética fue una teoría, un
metafisiqueo ingenioso, profundo, pero completamente teórico. Sócrates murió por
no ser inconsecuente consigo mismo. Jesús murió por espontánea inspiración; no
hacía silogismos, vivía‖.88
86
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 98.
87
Íbid., p.15.
88
Caso, Antonio, Mi convicción filosófica, en Ensayos críticos y polémicos, p.74, Obras completas,
Vol. III, p.38.
La existencia en Caso, no se asume como algo trágico en muchos otros autores,
―lo que se destruye a sí mismo por su propia naturaleza no puede ser un fin en
sí‖89.
3.3 Una Ética Cristiana
La obra La existencia como economía, como desinterés y caridad, dice Mario
Magallón, es la convicción ética más fuerte de Antonio Caso. Podemos afirmar que
él cree lo que allí dice. La filosofía adquiere en esta obra una definición que la
coloca por encima de las ciencias naturales y de las matemáticas.‖90
El hombre es hoy tan miserable y tan grande como lo fue siempre, si sufrir es un
mal, sufrir muchos males no puede ser la circunstancia atenuante. El progreso (pro,
hacia adelante, y gressus, marcha), no puede afirmarse como la ley de la
humanidad. Progresamos, si lo hacemos realmente, en los siguientes órdenes: el
físico, el mortal, el intelectual y el estético. El progreso físico no existe… No existe
un progreso físico, sino diversos estados progresivos, en diferentes tiempos y
lugares de la historia.91
Para Caso, lo moral pertenece, no al orden de la existencia como economía,
pertenece a otro orden de la existencia, el cual es creado por la humanidad, y como
algo exclusivo de ella, esta, la diferencia de los demás seres vivos, como la vida no
es un fin en sí misma, cualquier moral que quiera permanecer en la vida biológica
fracasará. La moral, es resultado de un orden que sobrepasa a la naturaleza para
colocarse por encima de ésta, es un orden sobrenatural, por medio o a través de
este el hombre se encamina a la inmortalidad.92
Hay una enorme preocupación por la situación por la situación decadente
en la época de Caso, la revolución no tenía marcha atrás, había inconformidad por
89
Íbid., p. 150
Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, p. 115
91
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.150.
92
Cfr. Con Magallón, Mario, Filósofos mexicanos del Siglo XX, Ed. Eón, UNAM, México, 2010, p.118
90
todos lados, las conveniencias siempre se han dado, los beneficiados unos pocos,
campesinos molestos, y profesionistas que no poseían enseñanza humanista.
Para Caso, la inferioridad moral era evidente.
Moralmente somos tan inferiores como siempre. Progresan los sistemas, las
instituciones que pretenden vencer el mal con la violencia o la persuasión; pero el
sentido, la conciencia moral, no progresa. Hoy es tan mala la humanidad como el
primer día. Somos más hábiles, quizá, para engañarnos, pero no más buenos; y si
algunas virtudes prosperan y algunos vicios declinan, otras virtudes se ahuyentan y
nuevos vicios medran.93
El ideal de Caso, que se apega a una ética meramente cristiana, responde al
imperativo de crear un hombre purificado del egoísmo, de lo banal, de lo ajeno, de
lo perecedero, de las teorías egoístas y vitalistas, pues bien sus principios éticos no
son más que la dádiva del amor y el sacrificio. Si es posible lograr esto, podemos
aspirar a un cambio en la historia de la humanidad.
Las tres leyes clásicas virtudes del cristianismo son de obvia aceptación. La caridad
no se demuestra ni colige. Es la experiencia fundamental religiosa y moral. Consiste
en salir de uno mismo, en darse a los demás, en brindarse y prodigarse sin miedo
de sufrir agotamiento. Esto es en esencia lo cristiano94.
Consideremos ahora las siguientes cuestiones:
 ¿Cómo combatir, según Caso, la existencia como economía, que es
evidente, real y fuerte?
Para Caso es evidente que la existencia como economía se presenta en todos los
seres vivos, por tanto, en los humanos es inevitable nacer con tal, pero no es
necesaria, e incluso, la misión que tiene el hombre es superar ese estadio natural y
básico, pues se debe tender o aspirar a una perfección de la existencia. ¿Cómo?
Caso, asume que la mejor manera de superar ese estadio se debe partir de un
reconocimiento, la asimilación que más allá de una simple tendencia natural y
biológica poseemos una inspiración de algo bueno, aquí entra un poco en juego la
93
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.151.
94
Íbid., p. 155.
idea de intuición, y en este campo se puede rastrear y asumir cierto misticismo en
la filosofía de Caso, por su constante aceptación de la aspiración a la divinidad:
En efecto –en el sentir de Caso– la persona humana no puede menos de referirse a
la persona divina. El hombre es el único ser que sabe que siente misterio de existir
en el mundo, el único ―a cuya perfección le falta alguna cosa‖, por eso será siempre
un ser insatisfecho. En los otros seres no hay perplejidad, ni enojo, ni voluntad, ni
volubilidad, ni insatisfacción. Sólo el hombre ambiciona una felicidad que no
alcanza; sólo él conoce su finitud y su imperfección, por eso aspira a lo perfecto, a
lo infinito a lo absoluto.95
Cuando el ser humano cae en el reconocimiento de su circunstancia y su
reconocimiento puede entonces asumirse como un ser personal, no individual ni
tampoco como una mera cosa, un ser personal se asume como ser espiritual,
creador de valores y dotado de capacidad consciente, inteligente y libre de
desarrollo sin transformación:
Cada personalidad es única, peculiar y ninguna ―puede saciarse‖ sino con la
postulación de la persona más amante, más inteligente, libre y desinteresada. ―Esta
persona que postula el ideal humano, es la síntesis del ser y el ideal, es Dios.‖96
Con esta cita se abre una reflexión muy importante en Caso, y su ética propuesta
pues al hablarnos de ese ideal que recae en Dios, se refleja lo que se ha venido
buscando conforme a la aspiración a la figura de Cristo, que es el paradigma de las
cosas humanas que aspiran a ser divinas, ―prácticamente entre Él y Dios no hay
diferencia; porque, ¿quién sabe lo que es Dios? –por una parte; y, ¿quién sábelo
que es el hombre?– por otra‖.97
La expresión ―el verbo hecho carne‖ viene a cobrar sentido, y a dar paso a
una comprensión de que lo divino es también parte de lo humano, he ahí la cabida
del concepto de humanidad dentro de la filosofía de Caso. Pues bien, tal parece
que este paso conduce al hombre a reconocer y abandonar el egoísmo, pues el
reconocimiento de humano trae consigo a considerar la existencia del otro, o los
otros, y no solo considerar, estar al tanto de esa existencia. La aspiración a la
perfección se da considerando al otro, en la práctica de ser mejor para con el otro.
95
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 224.
96
Íbid., p. 224.
97
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199.
 El paso hacia la ética como la propone Caso, ¿es un salto o es un proceso?
Después de lo revisado en este trabajo de investigación, y tras el análisis de la obra
de Caso se puede considerar que el paso hacia la ética no puede ser considerado
como salto, pues no es algo que surja instantáneamente, y tal como lo expone el
autor, es cuestión del transcurrir de la vida del humano. El hombre no puede evitar
nacer egoísta, con necesidades básicas de supervivencia, la vida económica o
egoísta se reduce a eso, pero no es lo conveniente ni lo mejor, pero es una etapa
que se asume y que se debe superar:
―Todo ser vivo es egoísta. Desde que la vida apareció como fenómeno terrestre,
actúa en ella una energía diversa de las físico-químicas; la voluntad de poder, el
egoísmo, inconsciente en la bestia, pero plenamente consciente en el hombre‖98.
Es por ello que se puede dar un paso al hombre, a diferencia de todos los demás
seres, se le pueden atribuir los conceptos de bien y mal, pues pertenecen al campo
de la ética y ésta es exclusiva de los hombres, eso lo lleva a avanzar, a dar un
paso más en la búsqueda de perfeccionamiento.
Desde el punto de vista biológico, hombres y animales son egoístas, aunque el
egoísmo no adopte en el hombre formas más sutiles, formas que ya no se reducen a la
biología, sino inciden en su afán de conocerse a sí mismo y explicar el mundo que lo
rodea.99
La ciencia y el arte dan al hombre una comodidad de entender hechos, situaciones
que parecen difíciles; el estado de contemplación resulta una vía cómoda de
existencia sin embargo, a pesar de que la vida desinteresada le da esa comodidad
al hombre, para Caso, no es más que una actividad sin mayor finalidad práctica,
quizá si abandona la actitud egoísta de cierta manera, pero no del todo. Sí, se
desprende de los fines biológicos, y por todo lo que no sea actividad artística, punto
que tampoco es del todo correcta en Caso pues el desinterés debe superar el
estado de contemplación y dar paso a la práctica. Dado esto, se puede seguir que
para llegar a la ética propuesta se da por medio de un proceso, del cumplimiento
de etapas, y como ya mencioné, por la búsqueda de un perfeccionamiento, del ser
caritativos, que es en lo que se resume su ética:
98
Krauze, Rosa, La filosofía de Antonio Caso, México D.F., Dirección General de Publicaciones,
1961, p. 89.
99
Íbid., p. 90.
Sed perfectos, es decir: sed activos, caritativos. Perfecto significa acabado de
hacer, cumplido, realizado. Significa todo in actu, nada in potentia. Dios, según
Aristóteles y Santo Tomás, es acto puro. Sed como Él. Enseña el versículo. Sed
actos puros; perfectos en el cumplimiento de vuestros fines, dentro de vuestra
perfección limitada. No os quedéis con algo virtual. Vivid en vuestras obras,
proyectaos en acción caritativa constante, como vuestro padre que está en los
cielos es perfecto y trabaja todavía, según dijo Jesús.100
 ¿Cuál sería la diferencia o diferencias con el cristianismo?
Considerando lo que retomé en el capítulo segundo, el tipo de cristianismo que
Caso pregona no es más que quien se reduce a la práctica del amor a Dios antes
que nada ni nadie, e inmediatamente el amor al prójimo. Es este cristianismo sin
formalismos, es el que se diferencia de los innumerables cristianismos inventados
en la actualidad e incluso en la misma época de Caso. La mayor diferencia que hay
entre la filosofía y ética cristiana que el autor propone y el cristianismo formal y
dogmático que presentan las diversas denominaciones religiosas es que Caso
hace una extracción del germen del cristianismo, no alude a la práctica de ritos, de
costumbres, de prácticas acostumbradas, ni discursos memorizados, es más, dice:
Sólo la Biblia de Israel contiene la substancia eterna del monoteísmo y el camino
para hallarlo: la Caridad… Dios es amor. La esencia del cristianismo es la caridad,
virtud que es fe y esperanza indisolublemente, amor que es ciencia entregar lo
propio podría explicarse en razón de la propia estupidez, amar a los enemigos y
orar por los que nos calumnian y persiguen ya solamente puede ser obra de la
gracia.101
Ahora, Caso toma las bases y la esencia del cristianismo, sin embargo no lo asume
como la única vía de salvación en sentido de dogma tradicional católico, tampoco
condena a aquellos que se inclinen por otra religión, es por ello su interés en
plantear una ética cristiana.
La figura de Cristo y las bases del cristianismo resultan para él la vía más
segura para aspirar a la perfección, para dar sentido a la existencia; no
necesariamente con la idea de asumir un dogma tras otro, ni imposiciones, o
100
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.170.
101
Íbid., p.187.
sistemas, pues él mismo rechazaba eso. La creación de sistemas no funciona ya
que pretenden dar una solución absoluta a problemas que quizá se puedan
enfrentar de otras maneras. Hay que recordar que la pretensión de Caso es
presentar un modelo de ideal para la sociedad mexicana de su época, y que sin
duda se puede asumir en nuestros días
como una preocupación vigente; se
requiere entonces de ese ideal de forma de existencia que ofrezca tanto a los
mexicanos, como al ser humano la posibilidad de poder encontrar y dar sentido a la
existencia. El positivismo no pudo dar respuesta a esta necesidad de arquetipo, por
ello Caso, junto con sus compañeros ateneístas se dieron a esa tarea; y casi todos
compartieron la idea de la necesidad de encontrar esa figura heroica a la cual se le
pueda ver como un ejemplo a seguir.
Este ser, este individuo, esta persona, el más real de todos los seres, el más
individual de todos los individuos, el ser supremo, es Dios. Su individualidad será
pura creación, pura libertad, pura bondad. Si fuere real, sólo puede ser Providencia,
Caridad, Entusiasmo. Su esencia consistirá en su acción clemente, benéfica y
heroica. Su virtud será la fuerza omnipotente de dar. Tendrá realidad, en cuanto
fuere como nosotros al cumplir actos heroicos.102
Con esta cita debe quedar claro que Caso asume la figura de Cristo semejante a
Dios, es más, puntualiza que entre ambos no hay diferencia alguna, salvo que el
acto que llevó a cabo Cristo se hizo mientras Él fue hecho hombre, por tanto, nos
muestra que si él fue capaz de llevar a cabo tales actos de caridad, cualquier otro
puede aspirar a hacer lo mismo.
102
Íbid., p.186.
Conclusiones
No más Cristo pudo realizar por completo su
personalidad en la Cruz. Por esto es el modelo
de los hombres. ¡Por esto hace siglos se va en
su busca y no se le acaba de encontrar; porque
para hallarlo hay que ser como El!
ANTONIO CASO103
Si quisiésemos resumir el trabajo de Caso a su más simple expresión considero
que se le consideraría como una práctica de lo que es el cristianismo, o una ética
cristiana y que tal, fue la vía que utilizó para oponerse a los pensamientos
filosóficos, políticos y religiosos que circulaban durante la primera mitad del siglo
XX en México, tema ya revisado en los capítulos 1 y 2.
El positivismo fue lo que se conoce como incentivo para despertar en el
autor un descontento y desapruebo con la educación mexicana y la decadencia de
valores y actitudes humanas entre la sociedad. En el contexto posrevolucionario,
los argumentos de Caso son, en algunos aspectos, continuación de una
confrontación que se venía dando desde finales del siglo XIX entre las posturas
"materialistas y las religiosas".
Tomado y convencido de los postulados cristianos se dio a la tarea de
determinar una salida definitiva, tanto de un liberalismo extremo como de un
catolicismo como fe hegemónica. Ayudado de las filosofías en boga: el
personalismo y el intuicionismo, propone que la sociedad debe ser concebida como
relación interpersonal, que debe tener como fin el perfeccionamiento de los sujetos
que las constituyen, para ello se necesitaba de una figura arquetípica, un modelo a
seguir, el ideal que tanto se necesitaba.
103
Caso, Antonio, La existencia como economía, como desinterés y como caridad, Ediciones de la
Secretaría de Educación Pública, México D.F. 1989, p.199.
Para Antonio Caso la figura de Cristo es ese ideal al que se puede aspirar y
que en ningún momento se postula como único camino o vía a una vida plena. Sin
embargo logra comprender en esa propuesta de ética cristiana aquello que se
resume en la ejercitación de la existencia como caridad. Su trabajo trajo como
resultado una síntesis y un proceso que resume las tres formas de existencia del
ser o seres humanos que se logran superar gracias a un proceso de comprensión,
de aceptación las circunstancias, etcétera. De acuerdo al aspecto religioso, propició
una transformación de la espiritualidad en México, el abandono a cualquier doctrina
impuesta trajo una nueva visión para el país y para el pensamiento de la nueva
juventud, no sólo de su época respectiva, sino de nuestra actualidad.
Desde el siglo XIX la convivencia del liberalismo y el positivismo con otras
formas de pensamiento como el panteísmo y el krausismo, fue preparando el
terreno a la aparición de una fe personal, no institucional, pero no por ello no
dogmática. De esta manera, el supuesto anti dogmatismo positivista se mostraba
como una estrategia ideológica que no fue posible seguir sosteniendo. En suma, la
caridad cristiana, dirigida a lo social, le permitió al filósofo mexicano participar y
proponer una salida a los grandes problemas mundiales y nacionales.
 ¿Qué tan vigente es este tema? Y ¿Qué puede aportar a la actualidad?
La importancia de esta investigación radica en dar a conocer el trabajo de un
filósofo mexicano, así como su propuesta que, como en un inicio se apuntó, no es
del
todo
original,
sin
embargo
la
manera
de
abordar
los
problemas
correspondientes a su actualidad y la preocupación por dar respuesta a ellos, si lo
es. Es original. Es reconocido por su manera de enfrentar muchos temas, tanto
filosóficos como sociológicos e históricos. Representa la figura de un hombre que
puede considerarse como ejemplo de vida y reflexión filosófica, pues comprendió,
analizó y difundió lo más importante respecto a su época; su filosofía se opone a
toda aquella que quiera hacerse llamar única, verdadera u oficial, porqué pues
porque cualquiera que se defina de alguna de estas maneras no puede ser llamada
filosofía.
En la actualidad, este trabajo puede aportar, como Caso podría considerarlo,
un cambio de panorama a las doctrinas cerradas, dogmáticas y más aún inmorales,
ya que pareciese que en la actualidad cada vez se dan más las situaciones
desagradables hablando de los problemas de política, económica y sociológica.
La obra: La existencia como economía, como desinterés y como caridad, se
resume en el trabajo y preocupación de Caso, en especial la existencia como
caridad que se postula como la forma de existencia pura y que es idónea para
dirigir a cualquiera para alcanzar una forma de vida sensata, pura y beata.
No se habla de una ley que se deba acatar, ni una orden, pues se
encontraría en gran contradicción con las doctrinas con las que se discutió; por
tanto, es necesario antes que nada el reconocimiento de la situación personal,
social y común que cada persona tiene. Es cuestión de un proceso no de un salto.
El estudio de Caso, no es anticuado, no es algo que otros hayan dicho; es
por ello mi interés de tomarlo, investigarlo y reflexionarlo. Vale la pena considerar
su filosofía, pues nos invita a reconocernos como mexicanos, a partir de nuestra
circunstancia y a aspirar a algo mejor, a considerar al otro, así como plantearnos la
idea de los héroes a lo largo de la historia, pues son ellos ejemplos de vida y
enseñanzas que guían al hombre a ser mejor, a querer ser mejor, la aspiración a la
perfección. Su filosofía bien puede considerarse un humanismo, a ser para el otro,
pues en eso radica la práctica de la caridad.
Finalmente, se puede concluir que Caso proyecta la ética cristiana como la
posibilidad de solución a la crisis de la sociedad mexicana, a la práctica de la
existencia personal; y que incluso puede considerarse aplicable
a todas las
sociedades del mundo. Ejercer la existencia como caridad es en lo que se resume
la ética cristiana y a ella se logra llegar por medio de un proceso de reconocimiento
humano, de lo que somos. Parece que si reducimos tal propuesta llegamos a la
noción de un humanismo, el cual permaneció olvidado por la práctica del
positivismo y que en nuestros días parece ser desplazado por otros intereses. Sin
embargo, debe quedar claro que en ningún momento se puede asumir esta
propuesta como la única vía que permite dar sentido a la existencia del ser
humano, no es un sistema, tampoco una doctrina o un dogma, es una propuesta
que es sustentada en una ejercitación de dos principios básicos que no exigen más
Como resultado de esta investigación se ha logrado retomar la necesidad de
reflexionar ¿Cuál es la situación actual de nuestro país? ¿Es correcta la manera en
que dirigimos nuestra existencia? ¿Qué tan necesario sería a seguir un modelo con
las características de Cristo para nuestra actualidad? O ¿Qué tan acertado sería?
Estas cuestiones surgen de un tipo de reflexión o pensamiento, la filosofía nos
ayuda a ello, por eso la necesidad de la ejercitación de ella. El heroísmo filosófico
es el primer paso para comprender cuál es el sentido de nuestra existencia, una
vez que lo asumimos podemos entonces llevar a cabo una reflexión aún más
profunda. Si analizamos si hemos recaído en un tipo de vida o existencia
económica, o sólo desinteresada, ¿qué de parecido tiene con la situación actual en
nuestra sociedad?, y si hubiese un parecido, la ética cristiana parece ofrecer una
redención a tal situación. Nos ofrece como seres humanos reconocernos como
personas, distintas, es verdad, pero reconocidas como humanos, nos permite
brindarnos para el prójimo. En el momento en el que se abandona el carácter o
actitud egoísta o desinteresada surge un ser con la capacidad de brindarse para la
ayuda del otro dando lugar a la posibilidad de estabilidad general. Situación que
trae beneficio incluso a la sociedad, pues cuando se abandona el egoísmo, el
hombre quien quiera que sea, es capaz de tender a un perfeccionamiento
espiritual, moral e incluso material.
También podemos indicar que el análisis de la ética cristiana en Caso no es
un tema concluido, pues, como mencioné en la introducción de este trabajo el
quehacer filosófico es acto de reflexión, y tal, demanda un re-pensar, un redescubrir constante, y con ello, una práctica constante.
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