A la Comisión de Derechos Humanos de la H. Cámara de Diputados Testimonio de Sergio Aranibar Araya sobreviviente de accidente con munición militar abandonada por el Ejército en lugar público y abierto en la ciudad de Arica, ocurrido el 14 de noviembre de 1975 Señor Presidente, Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Diputados, sobreviví a la edad de ocho años a la detonación de una munición militar abandonada por el Ejército de Chile en un lugar público y abierto. En ese accidente murió mi hermano menor Nelson. A los años fallece mi otro hermano, Cristian, quien también sobrevivió a ese accidente, pero producto del trauma sicológico al ver a sus hermanos en condiciones que no es posible describir, no pudo recuperarse y se quito la vida. Más que contar mi tragedia personal y la de mis padres que perdieron a dos hijos, vengo representando al Grupo de Víctimas de Minas Terrestres y Municiones Militares, que fue creado en 1998. Nosotros hemos denunciado por más de quince años la existencia de víctimas civiles, especialmente niños, que han fallecido o sobrevivido con graves discapacidades y han tenido que sufrir más por la burocracia militar, la falta de servicio de la Comisión Nacional de Desminado y la falta de compromiso del Estado de Chile con nosotros. Señor Presidente, Comisión de Derechos Humanos. Existen víctimas civiles sobrevivientes de municiones militares abandonadas por el Ejército desde 1959 hasta el 2012, año que se registra el último caso y que a la fecha no ha recibido una sola visita de la Asistente Social de la Comisión Nacional de Desminado. Considerando que dichas víctimas viven en la Comuna de San Bernardo, a una hora de las oficinas de la Comisión Nacional de Desminado. Este proyecto de ley considera en parte las obligaciones que tiene el Estado de Chile al estar vigentes las Convenciones que este mismo Congreso Nacional ratifico. Digo en parte, porque no considera el daño moral, sicológico, producto del trauma sufrido por las víctimas y sus familias. Mucho menos el agravamiento de la situación de discapacidad por las décadas de falta de atención, que genero otros daños asociados al impacto principal. Tampoco establece claramente cuales serán los procedimientos y si seguiremos dependiendo de la burocracia militar en un asunto que debe ser resuelto y atendido cien por ciento por civiles. También es necesario considerar que los que nos provocaron estos daños, el Ejército, no tiene como función o rol el encargarse de temas de salud o asistencia social. Por ello y con mayor razón nuestros problemas deben ser atendidos por organismos y funcionarios civiles. Ha quedado demostrado que el “modelo” de la CNAD dirigida por militares no sirve. Sin embargo Sr. Presidente, reconocemos el hecho que se aceptara una propuesta realizada por nosotros, especialmente por Don Elir Rojas, que es la inclusión de víctimas de todo tipo de artefactos militares, minas terrestres, UXOs y municiones en racimo, en un solo instrumento como el actual. A este proyecto aún le faltan elementos para que cumpla con las normas internacionales, como lo dejo claramente establecido el Servicio Nacional de Discapacidad en el informe que entrego a la Comisión de Defensa Nacional de esta Honorable Cámara de Diputados. Además de las observaciones realizadas por el Contralor General de la República. Así y todo, reconocemos el esfuerzo y las mejoras que realizo el equipo de asesores del actual Ministro de Defensa Sr. Jorge Burgos. Bastante mejores a las presentadas por el ex Ministro Hinzpeter. Deseamos dejar constancia sobre una situación que nos preocupa: el Coronel Juan Mendoza y el funcionario de la Cancillería Sr. Julio Bravo, dijeron a la comunidad internacional el 26 de junio del presente año, en la 3º Conferencia de Revisión de la Convención de Ottawa, lo siguiente: “Chile ha dado muestras concretas de nuestro compromiso irrevocable con los propósitos de esta Convención”. Esa Convención esta vigente en Chile desde el 2002, es decir, después de 12 años ¿recién se están preocupando de las víctimas? El desminado en Chile Señor Presidente es una actividad militar que se convirtió en un negocio. Un ejemplo: El año 2008 la Comisión Nacional de Desminado compro 5 maquinas militares por 10 millones de dólares. Versus, cero para las víctimas. Pregunto a Ud. y por su intermedio a esta Comisión: ¿es decente decirle a la comunidad internacional que existe un compromiso irrevocable? ¿con quién? parece que ese compromiso es con los proveedores de pertrechos al Ejército. Señor Presidente, además la Cancillería y la Comisión Nacional de Desminado ofrecieron asumir la Presidencia de la Convención de Ottawa y ser la sede de la Reunión de Estados Parte para el año 2016, mencionando a la “sociedad civil” por su “experiencia y cooperación”. Señor Presidente, el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Desminado, Coronel Juan Mendoza, NUNCA ha convocado al Consejo Consultivo Civil creado el año 2005 y tampoco nunca convoco a las organizaciones de víctimas para analizar y desarrollar en conjunto el presente proyecto de ley. Solo se han verificado reuniones con los asesores civiles del Ministerio de Defensa. Es más, el ex Ministro de Defensa Sr. Andrés Allamand dio instrucciones en una reunión pública al Coronel Mendoza para integrar a las organizaciones civiles, sin embargo ello nunca ocurrió. Señor Presidente, pregunto nuevamente a esta Comisión: ¿cómo es posible que la Cancillería y un Coronel de Ejército ofrezcan al país como sede de tan importante conferencia mundial cuando la situación en estas materias es impresentable por la discriminación hacia las víctimas y la falta de transparencia? ¿A Ud. Sr Presidente y por su intermedio a esta Comisión, le dan garantías el hecho que el Ejército autocertifique sus procesos, Uds. ingresarían a un campo minado que el Ejército dice haber sacado todas las minas y que ellos mismos emiten la certificación? Y Uds. podrán comprobar que a la fecha el Ejército no cierra o señaliza todas las áreas que utiliza para contaminar con municiones militares de todo tipo. Más las extensas zonas contaminadas por municiones en racimo del Ejército que NO están debidamente cerradas y señalizadas de acuerdo a las obligaciones señaladas en la Convención de Oslo. Además que es imposible encontrar el 100% de las minas instaladas por el Ejército y las municiones que dejaron abandonadas y sin estallar en prácticamente todo el país. Es inmoral ir a las conferencias de la ONU a decir que existe un compromiso por un mundo libre de minas. Es inmoral que estemos después de ocho años viendo que un proyecto de ley que incluía una pensión para las víctimas sea eliminado como beneficio considerando los recursos que destina este país a las Fuerzas Armadas, es inmoral que seamos discriminados por la CNAD, es inmoral que un Coronel intente en forma permanente dividir a las organizaciones civiles de víctimas, violentando el Artículo 1º de la Constitución: “El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus fines específicos”. Señor Presidente, Honorable Comisión, solicitamos por su intermedio se requiera al Gobierno reponer el beneficio de la pensión vitalicia para los civiles y Soldados Conscriptos afectados por minas terrestres y municiones abandonadas del Ejército, porque el 90% de las víctimas civiles viven en línea de pobreza. Y también se informe sobre los resultados de la investigación que efectúa la Contraloría General de la República a la Comisión Nacional de Desminado. No es posible que este país sea sede de una Conferencia mundial de la Convención de Ottawa cuando existe una permanente y grave falta de transparencia de la Comisión Nacional de Desminado, la cual debe ser un organismo civil y no un negocio más de proveedores militares. Muchas gracias