50 l CULTURA&OCIO Martes 10 de mayo de 2016 l Heraldo de Aragón Nuria Labari «Quería contar cómo se llega de lo universal al yo» Cela Conde libera al Nobel de «su coraza» y descubre a un ser «inseguro y que pide socorro» so de Marta del Castillo, pero también en una cena de NaviLa escritora cántabra dad, en nuestra casa, con un padre que es un maltratador y ya lleva cinco ediciono lo parecía, con un hijo que nes de ‘Cosas que bries un alienígena. A la realidad llan cuando están le ponemos unos paños de rotas’ (Círculo de tiza), contención que me temo que nos terminan estallando en la novela del 11-M que nuestra casa, en nuestro salón, presentó en Cálamo en la pareja… Llama la atención que tenienNo le ha resultado nada fácil a do una historia tan poderosa Nuria Labari (Santander, 1979) le haya dado tanta importanpublicar ‘Cosas que brillan cia a la historia de Eva, Eric y cuando están rotas’ (Círculo su hija Clara. ¿Por qué lo hizo? de tiza), una novela sobre la Me parecía que la literatura se descomposición de una pare- estaba llenando de mucha auja que coincide con los aten- toficción, de casos personales tados del 11 de marzo de 2004 que intentan llegar a lo univeren Madrid, que ella vivió acti- sal, y yo me propuse realizar el vamente para el diario ‘El viaje inverso. De lo universal Mundo’. Se pasó 72 al yo. Cómo nos llega horas en la calle: en a la intimidad lo que los hospitales, en la es de todos. El 11-M morgue, hablando aparece ahí porque con familiares y alleyo tenía un material gados de los 190 excelente, algo que muertos. El libro lletodos hemos tenido va cinco ediciones. que conjugar. Quería ¿Qué tenía en la casaber cómo se desbeza ante el 11-M, componía esta pareNuria Labari. qué quería hacer? ja, sin que hubiera ni No quería hacer un GUILLERMOMESTRE una infidelidad, ni reportaje novelado. una tragedia, ni una Quería contar cómo nos rela- pérdida de empleo. cionamos con el horror uni- ¿Cuánto tiempo se necesita versal, con el dolor social, y para que olvidemos el hocómo trenzamos ese caos del rror? mundo con el caos cotidiano: El horror es lo que no tiene pair al trabajo cada día, ser res- labras. Pero sin palabras no ponsables, confiar en el siste- hay memoria. El horror te dema tal y como es con todo lo ja mudo. Es muy difícil tratar que supone, mientras sabe- con él, crear personajes alremos cuál es la trastienda de dedor de él y por eso se demoese relato convencional. ró la novela, ella sola se tomó ¿Ha sacado conclusiones? mucho tiempo porque, por Quería indagar en cómo nos otra parte, yo tenía que ser fiel relacionamos con la falta de y meticulosa con una cronosentido de nuestras vidas. La logía de los hechos que todo falta de sentido la vemos en el mundo conocía y que era unos atentados como los de muy exigente. Todos tenemos marzo de 2004, o los de ahora una experiencia del 11-M. ANTÓN CASTRO mismo en Francia, o en el caENTREVISTA CRÍTICA DE MÚSICA Juan Carlos Galtier Un Rioja joven El penúltimo concierto del ciclo de Jóvenes Orquestas de la Universidad de Zaragoza demostró de nuevo su capacidad para hacer eso de lo que tantos hablan y tan pocos consiguen que es llegar a nuevos públicos. La sala Mozart registró una muy buena entrada en una tarde desapacible con un público del no habitual en otros ciclos. Si este es uno de los objetivos de la Universidad en este ciclo, es evidente que con el paso de los años lo está logrando y no debe cejar en su empeño dejando claro su compromiso con la El centenario del nacimiento del escritor se conmemora mañana. Su hijo publica un libro que ahonda en su figura MADRID. Camilo José Cela, (Iria Flavia, 1916–Madrid, 2002) se refugió en varios personajes. Entre todos, se impuso el más odioso. El del ogro que rugía y escandalizaba con sus soeces exabruptos y excentricidades. Era solo una coraza, una fachada tras la que se ocultaba y protegía un ser «angustiado, inseguro, muy contradictorio y que pedía socorro». Así lo sostiene su hijo, Camilo José Cela Conde (Madrid, 1949), que en la víspera del centenario del nacimiento de su progenitor y premio Nobel de Literatura –se cumple mañana– le quita ese escudo. Lo libera de sus máscaras para ofrecer al lector ‘Cela, piel adentro’ (Destino). «Si he acertado –dice– tendremos el retrato cabal del hombre que dábamos por perdido». Traza ese retrato literario a partir de las cartas que Camilo José Cela envió a su esposa, Rosario Conde. Fueron más de un millar «y se irán publicando poco a poco», dice Cela Conde de un material inédito que su madre le legó tras la muerte de su padre. Unos papeles que dotan de una nueva dimensión al genio, el autor de ‘La colmena’, a quien su hijo define como «un clásico raro». «Para Charo, mi madre, la única persona que conoció al Cela de piel adentro» es la dedicatoria de un libro que desvela a un Cela desconocido. «Acaso en las antípodas de su personaje», aventura su hijo, que ya trazó una aproximación a la caleidoscópica y compleja figura de su progenitor en ‘Cela, mi padre’. Que nadie busque en esta obra mala baba, ajustes de cuentas o afán de venganza por los ‘años oscuros’ en los que Cela, casado en segundas nupcias con Marina Castaño, cortó amarras con su familia y entró en un burbuja. Recibió Cela hijo un cajón con cartas, artículos y documentos, incluida una comedia inacabada, cuya existencia desconocía. Su lectura le reveló a un joven Cela enamoradísimo de su madre, carcomido por las dudas, la inseguridad, el temor al fracaso y las contradicciones. Alguien que mientras escribe ‘Pascual Duarte’ es capaz de proponerse como censor franquista o de pedir a su tío que le ponga un bar. «Un Cela que no cuadra con el que conocemos y que quizá está en sus antípodas» insiste su hijo. «Muy alejado de ese personaje tremendo, procaz y dominador que parecía desayunar un niño crudo cada mañana y capaz de arrojar a la piscina a una reportera ante las cámaras». «Yo no sabía que hubiera existido un Cela tan diferente, y no fui capaz de verlo en el primer libro, que ahora me parece un fracaso» confiesa Cela Conde. ¿Fue el personaje de Cela una fiera que lo devoró? Su hijo pensó durante mucho tiempo que HA DICHO Camilo José Cela Conde ESCRITOR «A mi padre celebrar su centenario le habría parecido una gilipollez, pero estaría encantado de ver cómo se buscan sus libros» «Aquí hay un Cela alejado de ese que parecía desayunar un niño crudo cada mañana» educación en la cultura. La Joven Orquesta Collegium Musicum La Rioja presentaba en Zaragoza un programa tan atractivo como arriesgado y lo hacía con atriles de unas edades muy dispares. La primera parte la ocupó el Triple Concierto de Beethoven, obra de gran dificultad. La orquesta empezó con problemas serios en la introducción, pero poco a poco la cosa se encauzó. Los solistas cumplieron con dignidad su papel, lo que no es decir poco, sobre todo en el caso del violonchelo de Elisa Aylón que logró cantar con afinación correcta y musicalidad sobre todo en las preciosas frases que dan inicio al largo central al que se unieron con igual musicalidad el violín de Abel Urzanqui y el piano de Elvira Guarás. La segunda parte hacía un recorrido por clásicos populares, empezando por el propio Beetho- sí. Pero hoy cree que, «huyendo de ese personaje entró en una espiral». «Se deslizó por un pendiente resbaladiza que se hizo más aguda tras recibir el Nobel, pero de la que acertó a salir». Y fue gracias a «un as que tenía en la manga», ‘Madera de boj’, «un libro con el que logró volver al Cela de ‘Mrs. Caldwell habla con su hijo’». Un personaje en sí mismo «Celebrar su centenario le habría parecido una gilipollez, por decirlo con sus propias palabras, pero estaría encantado de ver cómo se buscan sus libros», dice su hijo, que lamenta también que a cien años de su muerte «haya quedado en el olvido para mucha gente». «La obra de un escritor está viva mientras se lee y a Cela se le lee, aunque no lo suficiente. Pero su resurrección llegará poco a poco. Para bien y para mal, se ha convertido en un clásico; un clásico raro, como Quevedo, y como Cervantes, en alguna medida, aunque dé vértigo decirlo en el cuarto centenario de su muerte». En el centenario «no habrá inéditos». Aunque reconoce Cela Conde que dispone de poemas y textos casi desconocidos, como el manuscrito de Cela en defensa de Fernando Arrabal, «no hay una nueva novela y no creo que la haya». Lo que no descarta es otro libro sobre su padre. «Debería seguirle, con ayuda de los materiales nuevos, un tercer libro, ‘Cela el hombre’: ese hombre que murió hace más de una docena de años y cuyo centenario se celebra ahora. Ese escritor real que nadie conoció (tal vez ni siquiera él mismo, de tanto afanarse por ocultarlo)», escribe Cela hijo. MIGUEL LORENCI ven y su obertura ‘Coriolano’. Beethoven es un compositor nada fácil de tocar y aquí tenemos que valorar más el ejercicio que supone tocarlo para una orquesta como esta que los propios resultados. A partir de este ‘Coriolano’, el programa discurrió por obras de carácter vistoso pero sin las complicaciones que tiene Beethoven, y todo se puso al servicio de que este público no habitual disfrutara de la música y saliera de la sala Mozart con ganas de repetir. Ese, y no otro, es el objetivo. JOVEN ORQUESTA COLLEGIUM MUSICUM LA RIOJA A. Urzanqui, violín; E. Aylón, chelo; E. Guarás, piano. A. Rodríguez, director. Obras de Beethoven, Saint Saens, Elgar y Márquez. XVI Ciclo Internacional de Jóvenes Orquestas de la Universidad de Zaragoza. Auditorio de Zaragoza. Sala Mozart. Domingo, 8 de mayo. Unas 1.200 personas.