La cena de los acusados

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Revista Terral nº21 – Editorial-Índice -
Editorial
www.revistaterral.com
Acudo al folio en blanco con las trágicas noticias de un nuevo atentado. “Ahora ha
golpeado al corazón de Europa”, escucho en las noticias. Y añado: "y de nuevo, a
hombres y mujeres que nada tienen que ver con los entramados de la política, ni con
la firma de tratados que solo alcanzan a definir la enfermedad, pero que no aciertan
con el diagnóstico ni con la medicina.”
En lo concerniente a nuestro país –tras este paréntesis vacacional–, preparémonos
para los acuerdos y desacuerdos a los que nuestros políticos nos tienen
acostumbrados, y que, me temo, seguirán protagonizando con
resultados tan
imprevisibles como la lluvia primaveral.
Concluyo esta triste editorial, uniéndome, junto al equipo de Terral, al sentimiento de
dolor que aflige a tanta gente que ha visto destrozada su vida por la sin razón de la
barbarie, del fanatismo, de la intolerancia, de la inacción…
¡Ojalá pueda empezar la próxima editorial con la esperanza de que otro mundo sea
posible!
La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero
(Mahatma Ghandi)
Lola Buendía López– Directora de la Revista Terral - ISSN 2253-9018
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Revista Terral nº21 – Editorial-Índice -
Revista Terral Número 21
©Todos los derechos reservados - ISSN 2253-9018
Edición: Lola Buendía López – Enrique Bodero Moral
Equipo de redacción: Ramón Alcaraz – Enrique Bodero – Lola Buendía – Erena Burattini
Diseño de portada: Enrique Bodero.
Imagen de portada: Main. Grabado. Autor: Dante de Virginy.
http://dantedevirginy.com/
Editorial y maquetación: Lola Buendía – Juan Canales
Colaboradores en este número:
Cine:
Ramón Alcaraz – ¿Sabías que la actriz Bette Davis pidió trabajo
anunciándose en prensa?
Ricardo J. Gómez Tovar – La sombra de Nick Charles
Ángel Silvelo – Carol, de Todd Haynes: La mirada del otro y el deseo en un
mundo infeliz
Opinión/ Reflexiones:
Erena B. Burattini – Misceláneas de Chile
Crítica literaria:
Ricardo Guadalupe – El Rey de La Habana, de Pedro Juan Gutiérrez
Anna Rossell - Renovarse o morir. Lenguaje cinematográfico y holocausto
Revista Terral nº21 – Editorial-Índice -
Poesía: Coordina: Aurora Gámez Enríquez (ALAS)
Poetas: Manuel Gahete –José Sarriá–Pilar Quirosa Cheyrouze–Rachida Gharrafi-
Nisrin Ibn Larbi–Sali Fares–Oldubai–Aurora Gámez
Relatos:
Isabel Jiménez Romero – El lugar más bonito del mundo
Mar Solana – Fortepiano
Francisco Martos – Noche de reyes
Ser escritora:
Mar Solana – Los personajes de un escritor: Los Malos (III)
Flamenco:
Rafael Silva Martínez – Sobre el origen de la denominación “Flamenco” (V)
El viajero:
Pepa J. Calero – Tromso, Noruega. La puerta del Ártico
Emy Luna – Un paseo por la sierra de Monchique. El Algarve, Portugal
Arte:
José Manuel Velasco - Arte para recomendar
La otra realidad:
Mariano J. Vázquez – Figuras históricas del esoterismo (III):
“El enigmático conde de Saint – Germain”
Diseño web: Juan Canales Molina
Revista Terral nº21 – Cine -
Cinexplicable
Ramón Alcaraz García
www.tallerliterario.net
¿Sabías que la actriz Bette Davis
pidió trabajo anunciándose en
prensa?
Y no, esto no sucedió cuando empezaba, sino en sus últimos años de vida.
Su nombre en realidad era Ruth Elizabeth Davis. Ha sido considerada la
segunda mejor actriz de la historia del cine, detrás de Katherine Hepburn.
También fue la primera mujer presidenta de la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas de Estados Unidos.
Nació en 1908, descendiente de familia de ascendientes ingleses, galeses
y franceses. Se puso Bette por la novela de Honoré de Balzac titulada La prima
Bette. Su infancia fue muy dura, sus padres se separaron cuando ella tenía 7
años y fue internada 6 años con su hermana en un severo internado, hasta que
su madre se las llevó a Nueva York.
Su vocación como actriz nació por influencia de Rodolfo Valentino y Mary
Pickford; pero sobre todo cuando con 18 años asistió a la representación de la
obra teatral El pato silvestre de Henrik Ibsen, que despertó por completo su
vocación. Se presentó a pruebas y actúo con pequeños papeles en algunas
películas, hasta que obtuvo un papel en La oculta providencia. Después, vio su
oportunidad en papeles que rechazaba la mayoría de actrices, los de personajes
de mujeres antipáticas, atormentadas, perversas, perturbadas…. Ganó dos
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Oscar, con las películas Peligrosa y Jezabel: 1935 y 1938. Siempre dijo que a
las estatuillas las llamaban Oscar por un comentario suyo, cuando dijo que la
parte trasera de la figura se parecía a su entonces marido Harmon Oscar Nelson;
pero sobre eso sigue habiendo debate.
Superó la participación en 100 películas, además de 50 papeles en
televisión, y eso que en cine rechazó muchos.
Fue famosa su enemistad con
Joan Crawford, especialmente a partir
de la película ¿Qué fue de baby Jane?
Como el marido de Crawford era un alto
ejecutivo de Pepsi Cola, Bette exigió
que
le
instalaran
una
máquina
expendedora de coca colas. En la
escena de la pelea, a Crawford le tuvieron que poner puntos de sutura; y se
vengó cargándose de pesas en los bolsillos en la escena en que Bette la tenía
que arrastrar. A Crawford le dedicó algunas frases, entre ellas: “Uno nunca debe
decir cosas malas sobre los muertos, sólo se deben decir cosas buenas... Joan
Crawford está muerta, ¡qué bien!".
Pese a su fama de “malvada” en sus películas, y su rivalidad con Crawford, fue
una gran persona en la vida real. Durante la Segunda Guerra Mundial, frente al
inmovilismo y la falta de implicación de algunos magnates de las productoras,
vendió bonos de guerra, visitó fábricas de armamento y animó a los trabajadores
y a las tropas. En solo dos días recaudó más de 2 millones de dólares en bonos.
Además, fue cofundadora de lo que se llamó la Cantina de Hollywood, un antiguo
club donde se animaba a los militares con la presencia de estrellas del cine y
cantantes. Realizó una gran labor hasta que finalizó la guerra, e inspiró la
película del mismo nombre, La cantina de Hollywood, interpretada también por
ella misma. En 1980 recibió la Medalla al Servicio Civil del Ejército, uno de los
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más grandes reconocimientos que un civil puede obtener. También obtuvo otros
muy importantes, entre ellos nada menos que la Legión de Honor de Francia.
Tuvo el valor al inicio de su carrera para enfrentarse nada menos que a la
Warner Bross, incumpliendo un contrato que ella calificó de “esclavitud”. Rodó
en Londres dos películas incumpliendo su contrato y huyó a Canadá para evitar
las citaciones judiciales, por eso la Warner llevó su demanda a los tribunales del
Reino Unido. Durante el juicio, recibió el apoyo de la prensa inglesa. Bette volvió
a Estados Unidos endeudada y sin ingresos, pero libre las “películas mediocres”
de la Warner, que se vio obligada a darle grandes papeles. A partir de 1949, inició
una carrea independiente de gran éxito. Fue la primera actriz en tener 10
nominaciones a los Oscar.
Fue una persona de altibajos, con una vida muy intensa tanto en lo personal
como en lo laboral. En un momento de declive, puso el siguiente anuncio en
prensa: "Se ofrece actriz con 30 años de experiencia en el cine y todavía
animosa. Con dos Oscar".
Suyas son otras frases célebres:
“He llegado a la cumbre a fuerza de mucho arañar, e incluso habría
recurrido al asesinato para conseguirlo".
"Hollywood siempre me quiso para que fuese bella, pero yo luché por el
realismo".
"Yo fui el Marlon Brando de mi generación".
"La televisión es maravillosa. No sólo nos produce dolor de cabeza, sino
que además en su publicidad encontramos las pastillas que nos aliviarán".
"No me retiraré mientras siga manteniendo mis piernas y mi caja de
maquillaje".
Y en su epitafio dice: “Lo hizo a la manera difícil”.
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Cine
LA SOMBRA DE NICK CHARLES
Ricardo J. Gómez Tovar
http://www.ricardogomeztovar.blogspot.com/
Decía Paul Valéry que “lo negro no es tan negro”. Esta aseveración se revaloriza tras el
visionado de cualquiera
de
las
películas
que
integran la serie La cena
de los acusados (The
Thin
Man),
brillante
adaptación
cinematográfica
de las
andanzas del detective
creado por el novelista
Dashiel
Hammett
a
principios de los años 30.
Lejos
del
violentísimo
panorama que ofrecían las películas de gángsters pre-código más populares del momento,
como Scarface, El enemigo público o Hampa dorada, la llegada a las pantallas de La cena
de los acusados en 1934 introduce una nota de alta comedia en las bases argumentales
del cine negro, sin que de ello se resienta el enredo policiaco que se plantea a los
espectadores. El tándem detectivesco que forman Nick y Nora Charles, interpretado con
perfecta química de celuloide por William Powell y Myrna Loy, un encantador matrimonio
que se desplaza continuamente entre San Francisco y Nueva York para resolver casos
criminales, la mayor parte de ellos mientras se encuentran de vacaciones, resulta de una
eficacia irresistible gracias a su intercambio de diálogos chispeantes y su afición a degustar
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Martinis y otros cócteles en suntuosos decorados art Déco. Pero los acaudalados Charles
no están solos en sus quehaceres de investigación. Les acompaña en todo momento un
perro de raza Terrier llamado Asta a quien tratan como un miembro más de la familia, y que
se encarga de aportar el toque de diversión familiar que diferenciaría a la serie de la
“negrura” vertida en otras producciones del género. La tercera entrega, Otra reunión de
acusados (1939), añadiría una grata sorpresa a la trama: la irrupción en escena de Nicky,
el retoño nacido del matrimonio de sabuesos, quien vendría a confirmar definitivamente el
sello “para todos los públicos” que la Warner Bros quería imprimir a estas aventuras
policiacas sin precedentes. El éxito de La cena de los acusados daría origen a otras 5
entregas protagonizadas por la “divina pareja”, la última de ellas estrenada en 1947 con el
título La ruleta de la muerte (Song of the Thin Man). Todas ellas contaron con la estilizada
dirección de W. S. Van Dyke, excepto las dos últimas, que firmaron Richard Thorpe y
Edward Buzzell con no menos notables resultados. Tampoco debe caer en el olvido la
estupenda serie de TV homónima (titulada en español Ella, él y Asta), basada en los
personajes del film original, que la MGM emitió entre 1957 y 1959 con protagonismo de
Peter Lawford y Phyllis Kirk, y en cuyo episodio piloto aparecía el famoso robot Robby del
clásico de ciencia ficción Planeta prohibido.
El estilo interpretativo del actor William Powell, con su elegancia relajada, su sonrisa
jovial y su divertido bigotillo, se ajustaría como un guante a las características del personaje
concebido por Hammett. Un ex detective de renombre, casado con una esposa rica, que, a
pesar de dedicar buena parte del metraje de la película a trasegar bebidas alcohólicas,
nunca pierde esa lucidez que consigue revelarle finalmente, para asombro de la policía, la
identidad del culpable en los complejos casos de asesinato que se le presentan. Hay quien
dijo acertadamente de Powell que era el “Astaire de los diálogos”, y a juzgar por la ligereza
con que soluciona entuertos en plena era del jazz, da la sensación de que obedece a
movimientos coreografiados. Por su parte, Myrna Loy, apodada la “Reina de Hollywood”, y
con quien Powell rodaría hasta 14 películas, prestaría sus agraciadas facciones a la
heredera de la alta sociedad que se las ingenia como puede para no quedarse al margen
de las actividades de su marido, muchas veces no exentas de verdadero peligro, mientras
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muestra una actitud permisiva ante los (inofensivos) flirteos de Nick o enseña su lado más
snob cuando aquel le presenta a sus viejos amigos, casi todos ellos relacionados con el
mundo del hampa. Y es que Nick se codea con las altas esferas, pero prefiere contar con
la cooperación de personajes de dudosa reputación a los que envió a la cárcel tiempo atrás
y que, actualmente arrepentidos o en vías de arrepentimiento, se muestran ansiosos de
prestarle sus servicios al otro lado de la ley.
El hedonismo del matrimonio Charles, a quien vemos mezclar una sucesión de
burbujeantes combinados mientras no cesan de recibir visitas, bienvenidas o no, armadas
con pistolas cargadas o botellas de champán, en su lujoso ático de Manhattan es un
poderoso
“negrura”,
antídoto
la
contra
provocada
la
otra
por
las
consecuencias del Crack de 1929. Su
glamuroso estilo de vida y el ocurrente
sentido del humor que hilvana todas
sus
conversaciones
ejercerían,
además, una palpable influencia en
posteriores experimentos de parejas
detectivescas,
como
las
series
televisivas McMillan y esposa, con
Rock Hudson y Susan Saint James, o
Hart y Hart, con Robert Wagner y Stephanie Powers, que estuvieron en antena en las
décadas de los 70 y 80. La sombra de Nick y Nora Charles sigue siendo alargada
transcurridas más de ocho décadas desde su debut. Si os encontráis en Manhattan y paráis
un taxi, tened bien abiertos los ojos. Puede que salga de su interior un simpático Terrier
seguido de sus dueños: el hombre del bigotillo y la mujer de nariz respingona y sombrero
chic.
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Cine
CAROL, DE TODD HAYNES: LA MIRADA Y EL DESEO EN UN MUNDO INFELIZ
Ángel Silvelo Gabriel
Una de las válvulas de escape de la naturaleza humana es el deseo, ese incómodo
compañero de viaje que nos dibuja líneas en nuestro interior sin pedírselo, y que nadie
entiende más que uno mismo. Ese gen inspirador de la felicidad y
el tormento, de la lujuria y la pasión, del cielo y el infierno, se puede
sustentar en múltiples manifestaciones, y una de ellas es la mirada;
una mirada que es un perfecto cómplice del juego de lo invisible,
pues invisible es el deseo, sobre todo, en un mundo infeliz en el
que ya casi nadie entiende de aquello que no es obvio y banal. El
deseo se convierte así en un territorio virgen donde poder explorar
nuestra propia libertad, y ahí, donde cada uno de nosotros debe enfrentarse a sí mismo
para llegar a conocerse mejor, es donde surge la inestabilidad de nuestros sentimientos y
el miedo a romper esos hilos que, nos mantienen unidos, a un universo tan frío como
desalentador. Todd Haynes conoce todo esto muy bien, pues sustenta su película, Carol,
en la mirada y el deseo en un mundo infeliz. La sociedad americana de principios de los
cincuenta no se caracterizaba, precisamente, por ser un espacio de libertades, aunque
caminaba poco a poco hacia esa universal proclama de los derechos civiles que, a pesar
de su importancia, aún no ha conseguido derribar una buena parte de sus barreras raciales
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y sociales. Esta circunstancia, como tantas otras, está presente en Carol de una forma muy
sutil —si exceptuamos los comportamientos del marido de Carol—, pues Todd Haynes ha
tratado de llevar al cine la novela de Patricia Highsmith mediante leves pinceladas donde
lo más importante es sugerir a imponer, en contraposición con la atmósfera exterior que lo
circunda todo, porque Carol, es la invitación a un viaje de experiencias interiores basadas
en la intensidad de aquello que no se dice, de ahí, la importancia de las miradas; un juego
donde Rooney Mara gana por goleada a Cate Blanchett.
Carol es un juego inocente, pero sólo en apariencia; un juego donde además subyace
una vez más el concepto de viaje como sinónimo de huida, pues es fuera de nuestro hábitat
cotidiano, donde somos más propensos a manifestar esa necesidad de libertad en un
mundo cerrado por los convencionalismos, y, que todavía, en la década de los cincuenta,
no estaba preparado para asumir la carga moral que entonces conllevaba aceptar la
relación amorosa entre dos mujeres. En este juego soterrado del deseo sin más, Todd
Haynes ha adoptado la decisión de mostrárnoslo bajo la omnipresente lupa de los primeros
planos de dos actrices que ejecutan muy bien ese doble reflejo que representan, la
seductora (Carol), y la exploradora de nuevas sensaciones (Rooney), pues en ningún caso
estamos ante un juego de sumisión, sino más bien de necesidad de encontrarse a sí
mismas, en ambos casos. Para ello, Haynes utiliza el poder de una fotografía granulada y
casi obsesiva en el rodaje de los interiores, con la que intenta reflejar esa nebulosa de una
luz que se posa sobre los personajes como una manta de papel cebolla. Esa forma opresiva
de expresión, se realza todavía más por la contraposición que supone la intensidad de la
luz con la que están rodados los exteriores, como si Haynes, jugara con el espectador de
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cara a resaltar las habilidades de un hábil fotógrafo, lo que unido a su forma de narrarnos
la historia, donde el flashback es su mejor arma, hacen de Carol una experiencia diferente,
pues estamos ante una película en ocasiones lenta y de cortos diálogos para la forma de
entender el cine en la actualidad, lo que la convierten en un rara avis de la industria de
Hollywood, cada día más pendiente de las catástrofes y las muertes colectivas sin sentido.
Sin embargo, el gran hecho anecdótico que planea sobre Carol está directamente
relacionado con la autora del mismo, Patricia Highsmith, pues esta historia de amor entre
dos mujeres, está basada en un hecho real que le aconteció a la propia autora de la novela
en su juventud, y que bajo el seudónimo de Claire Morgan, publicó esta novela por primera
con el título de El precio de sal —vendiendo un millón de ejemplares de la misma—, no
siendo hasta treinta años más tarde, cuando se volvió a editar con el título de Carol,
revelándose en su epílogo las verdaderas razones de su anonimato inicial. Además, se dice
que era el único libro de Patricia Highsmith en el que no había un muerto, pero no es así,
pues a los tres meses después de su publicación, murió la mujer coprotagonista de esta
historia lésbica.
Sea como fuere, la adaptación cinematográfica de Carol, es la necesidad de encontrar
el deseo en un mundo infeliz; un deseo sustentado mediante un profundo juego de miradas
que siempre nos invitan al misterio y al desconcierto, como la búsqueda de la propia
libertad.
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Opinión
Misceláneas de Chile
Erena B. Burattini
Cada año viajo a mi tierra, Chile, para escaparme del frío del invierno, lo que solo consigo
a lo largo del día: el clima es continental y por las noches las mínimas estivales son similares
a las mínimas malagueñas invernales aunque en Santiago las diurnas sobrepasen los 30º.
En la sureña Región de los Ríos donde nací, a unos 850km de la capital, llueve menos que
antes por el cambio climático, donde con temperaturas inferiores a 30º el calor se puede
hacer insoportable, con unas noches bastante gélidas debido a la gran variación térmica.
Por supuesto que no solo esto es Chile, esa larga y estrecha franja de tierra, que por el
norte arde de calor y por el sur tirita de frío.
Leo la prensa chilena, escucho
comentarios y me siento como en casa,
España: el tema de la corruptela, los
privilegios
de
los
políticos,
la
problemática de la educación, de la
sanidad,
en
fin,
estos
temas
recurrentes, son los mismos solo que a
menor escala. No hay tanta riqueza para desviar con disimulo.
De aeropuertos sin aviones, ni de autopistas solitarias no he oído, pero sí se da el
caso de un puente convertido en monumento de interés turístico en la sureña ciudad de
Valdivia. Un puente levadizo, que debía evitar los atascos de entrada a la ciudad rodeada
por ríos, al tiempo que dejar paso a los barcos de la naviera cercana. La constructora
española Azvi, debió terminarlo hace dos años, pero ¡ay!, qué despiste, los dos brazos del
puente fueron puestos al revés, más otros errores tan sutiles como éste. Discovery Channel
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se enteró de este grave error de ingeniería y aprovechó para filmar un documental dando a
conocer urbi et orbe esta bochornosa situación. A la espera de que las demandas cruzadas
entre Ministerio de Obras Públicas y la constructora se resuelvan, los brazos del puente
permanecen alzados al cielo como pidiendo clemencia.
Eso sí, la fruta chilena sigue sabiendo a gloria: las sandías de Paine, jugosas y dulces
como la miel; los melocotones y las fresas me devuelven a mi juventud cuando los frutos
de la tierra no habían sido intervenidos todavía.
Siendo una ciudad pequeña, con un desarrollo económico limitado, Valdivia se
destaca por sus actividades culturales y científicas, campos que al parecer no son
rentables, al menos de momento. Cuenta con un Centro de Estudios Científicos (CECs)
independiente, sin fines de lucro, dedicado al desarrollo, fomento y difusión de la
investigación científica. Cuenta con 3 áreas: Biofísica y Fisiología Molecular, Física Teórica
y Glaciología y Cambio Climático. Hace unos años el científico Stephen Hawking honró con
su presencia este centro.
Unas palabras para el Metro de Santiago. Me parece admirable por su limpieza, con
una frecuencia de escasos minutos, y sus letreros con normas de seguridad, de civismo.
Sin embargo, en las horas punta se convierte en una lata de sardinas a presión.
A lo largo del tramo de la zona central de la antigua Panamericana, hoy Ruta Sur, se
mantienen los puestos que venden frutas tentando a los viajeros con esos productos
directos del agricultor y sus desgastados letreros que anuncian la refrescante tentación del
huesillo con mote (bebida o refresco -difícil de definir-, de melocotones secos y trigo hervido
con ceniza que recibe el nombre de mote). A pesar de las mejoras de la pseudo autopista
sin barreras continúan impertérritos estos puestos a pie de carretera.
La gente en Chile, país en vías de desarrollo, mantiene todavía una actitud humanista
que hace la vida agradable, a pesar de su mentalidad menos abierta, pero más confiada
que en grandes países desarrollados.
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Crítica Literaria
El Rey de La Habana, de Pedro Juan Gutiérrez
Ricardo Guadalupe
“Su suerte y su desgracia es que vivía exactamente en el minuto
presente. Olvidaba con precisión el minuto anterior y no se
anticipaba ni un segundo al minuto próximo. Hay quien vive al día.
Rey vivía al minuto. Sólo el momento exacto en que respiraba.
Aquello era decisivo para sobrevivir y al mismo tiempo lo
incapacitaba para proyectarse positivamente. Vivía del mismo
modo que lo hace el agua estancada en un charco, inmovilizada,
contaminada, evaporándose en medio de una pudrición
asqueante. Y desapareciendo”.
Rey es Reynaldo, “un mulato delgado, de estatura normal, ni feo ni bonito, no
recordaba haber comido carne jamás”. Criado en la calle San Lázaro, en Centro Habana,
un barrio que el autor conoce bien, pues allí es donde Pedro Juan Gutiérrez reside, y así
es como lo describió en una entrevista: “Es el downtown, una zona marginal, agresiva,
violenta. Me la conozco bien. Lo que he hecho es escribir de mis alrededores, de la gente
que me rodea, de mi propia vida aquí”. Lo cual viene a confirmar que la novela está basada
en hechos reales, por muy duro que signifique aceptarlo. Yo personalmente lo que recuerdo
de Centro Habana, recorriendo precisamente la calle San Lázaro, es la sensación de estar
cruzando una zona cero, esqueletos de edificios víctimas de un terremoto o un bombardeo.
Más tarde me informé de que San Lázaro también se llamó calle del Basurero, nombre
perfectamente adecuado para la idea que el protagonista de El Rey de la Habana tiene de
hogar.
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Hambre, mendicidad, jineteras, santería, droga, el “tanque” (la cárcel), peleas,
balseros, hurto, timo, mercado negro, “bisnecitos” ilegales, muerte violenta, mugre, miseria
congénita y sexo, mucho sexo. Todos ellos ingredientes de una novela representativa del
realismo sucio. Aderezada además con la jerga cubana de la calle: “Oye, acere, ¿qué
volá?”, “No es candanga, papito”, “Qué repinga te pasa”… De “pinga” es de lo único que
Rey puede presumir, con ella seduce a su amor, Magda, “una descraneá loca”, jinetera y
vendedora de maní.
El Rey de La Habana es un título que funciona como antítesis de la vida del joven
Reynaldo, a quien la peor de las suertes le lleva a ser un sin papeles fugado de un
correccional. Se le podría rebautizar como El Nihil (nada) de La Habana. No es nada, no es
nadie. Y su forma de pensar y actuar es del todo nihilista, niega un sentido superior de la
existencia: "¡Pinga Dios! ¡Pinga Dios! Dios no existe ni un cojón. Tú porque vives como una
reina. Claro que tienes que creer en todos esos santos y en tus barajas y toda esa mierda.
¡Yo no creo en nada! ¡No creo ni en mí!". En cambio sí es favorable, tal como plantea el
nihilismo, a las experiencias puramente lúdicas sin otra perspectiva que el ahora. Reynaldo
no sabe nunca en qué día vive. “¿A cómo estamos hoy?”, pregunta varias veces un día por
si acaso es su cumpleaños. Rey personifica la afirmación de Heráclito sobre el devenir:
panta rei (todo fluye).
De manera que esta novela se puede considerar una crítica social contraria a cualquier
tipo de autoridad o artículo de fe. Aunque de igual modo refleja el comportamiento
autodestructivo de sus personajes. Quizás sobre todo pretenda reivindicar a los nadie y
contradecir su última frase: “Y nadie supo nada jamás”.
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Crítica Literaria
RENOVARSE O MORIR. LENGUAJE CINEMÁTOGRÁFICO Y HOLOCAUSTO
Por © Anna Rossell
(Publicado en: Quimera. Revista de Literatura, núm. 386, enero 2016, p. 61)
Aarón Rodríguez Serrano,
Espejos en Auschwitz. Apuntes sobre cine y Holocausto
Libro de referencia este ensayo de Aarón Rodríguez Serrano, profesor de la Universidad
Jaime I (Castellón), especializado en comunicación audiovisual del Holocausto. Autor de
numerosos artículos sobre el tema, Rodríguez Serrano nos ofrece en este ensayo un
estudio serio y pormenorizado de la escritura audiovisual del genocidio nazi desde sus
comienzos en 1945, a partir de los documentales de los aliados sobre la liberación de los
campos de exterminio, pasando por el cine dentro de los campos, hasta nuestros días,
incorporando todo tipo de registros.
Partiendo de la famosa máxima de Adorno, “Escribir poesía después de Auschwitz es
una aberración”, que, aun rompiendo la prescripción, condicionó de modo extremo todos
los lenguajes de acercamiento a la representación del Holocausto en nombre de la ética
durante muchos años, Rodríguez Serrano hace un recorrido por la historia audiovisual
dedicada a la Shoa en todos los registros abordados.
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El libro no se limita a diseccionar asépticamente los íconos fílmicos relacionados con
el tema, sino que, al tiempo que lo hace, plantea su propia tesis relativa al carácter
(ir)representable del horror y nos obliga a reflexionar profundamente sobre una cuestión
difícilmente agotable. Poniendo el documental de Claude Lanzmann (Shoa, 1985) como
referente del purismo a ultranza de la representación holocáustica, Rodríguez Serrano
muestra la imposibilidad de mantenerse fiel a los propios principios teóricos de la ortodoxia
por la imposibilidad de sustraerse a la subjetividad. Especialmente interesante en este
sentido resulta el capítulo dedicado a la construcción de la figura del judío en la película
nazi El judío eterno (Fritz Hippler, 1940), en la que claramente se manipularon las imágenes
al servicio del tópico, pero también dos cintas sobre la liberación de los campos, rodadas
por los ejércitos aliados, Memory of the Camps (1985) y La liberación de Auschwitz (1986),
en el que se muestra el vínculo más o menos explotado, pero siempre existente, entre cine
e ideología, lo cual ha sabido aprovechar el negacionismo en beneficio propio. Destacable
también la disección que hace Rodríguez Serrano, en su defensa, de la película de Steven
Spielberg La lista de Schindler (1993): denostada por los defensores de la inefabilidad como
producto típicamente hollywoodiense por subjetiva y sensiblera, el autor muestra con
argumentos bien fundados y convincentes hasta qué punto Spielberg supo conseguir un
lenguaje cinematográfico-poético transmisor de verdad a través del montaje como técnica
para transmitirla.
La tesis que sostiene el ensayo es la de que, si bien la actitud purista de la inefabilidad
de los campos –aun insostenible en su momento- pudo servir a una generación
determinada para acercarse al Holocausto, el enrocamiento en ella estuvo a punto de
abortar para las generaciones más jóvenes el acceso a este horror histórico de mediados
del siglo XX, un horror al que ellas tienen el derecho de acceder y sus mayores el deber de
transmitirles. Rodríguez Serrano aborda en su libro la integración del tema holocáustico en
la cultura pop, en los videojuegos HBO, en los videoclips de YouTube y en las películas de
las Tortugas Ninja. Lejos de defender la banalización de aquel horror o de apostar por el
“todo vale”, el autor se muestra abierto al desarrollo de nuevos lenguajes para plasmar el
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Holocausto, como la única manera de mantener viva su herencia para las generaciones
posteriores, que deben tener la libertad de acercarse a aquellos aberrantes acontecimientos
históricos a partir de sus propios íconos culturales.
Espejos en Auschwitz es un ensayo de lectura obligada para todos aquellos que se
interesen no sólo por la relación entre cine y Holocausto, sino también para quien desee
reflexionar sobre la representación del horror en general. El libro está extraordinariamente
bien documentado, con remisión a textos especializados a través de numerosas notas a pie
de página y ofrece una amplísima bibliografía sobre el tema. Se echa de menos, al final del
libro, una relación de las películas visionadas y mencionadas.
POESÍA:
COORDINA: AURORA GÁMEZ
JOSÉ SARRIA
MANUEL GAHETE
CÓDEX
SILENCIOS
“El silencio es la más
elocuente manera de mentir”
(BEBE)
Cuando me haya de morir
pon en mi cuerpo de tierra
un beso de cera gris
y préndelo con tu fuego
para que quede de mí
la ceniza de tu aliento
cuando me haya de morir.
OFICIO DE ESCRIBIR
Escribo ser como si escribo nada,
con la sangre apretada por un puño
creciendo sobre el hueco de la carne.
Ella le preguntó
si aún la amaba.
Él traspasó con finos hilos de oro
sus labios para dar
aspecto de hermosura a su silencio.
NO DIJE QUE TUS LABIOS
No dije que tus labios
rimaran con los míos.
Tan solo aseguré
que los besos no saben
Escribo amor como si escribo lluvia
para saberme vivo y que tú existes
en el húmedo adiós del horizonte.
Escribo paz como si escribo llanto,
sé que la sed del labio no contiene
tanto dolor de un hombre a la deriva.
Escribo Dios como si escribo muerte
para sentir así que no estoy solo,
que funde el mar mi voz en lo infinito.
igual si no es tu boca
la que intenta en la mía
componer un poema.
PILAR QUIROSA-CHEYROUZE
gotas de azahar en la piel,
la más leve, la más dulce
DE ÁMBAR Y ALMIZCLE
Apareció, exhalando aromas de
sándalo,
al doblar la cintura por el esbelto
talle.
¡Cuántas veces me sirvió, aquella
oscura noche,
en agua cristalizada, rosas
líquidas!
(Al-Mu´tamid. Siglo XI)
para tus labios.
Dulzainas y rabeles
acompañaban las horas del gozo,
hábil regate al sueño, fértil deseo
desde el mirador de la aurora.
Acariciabas un tiempo
esplendoroso en el viaje, unido a su cintura,
traspasando planos, crecidos en la hoguera
Otrora encontraste
que unía, ya vencidas, vuestras sombras.
espacios gestados con sílabas de luz,
instantes revividos
Aquel dulce de almendra y miel
más allá de la memoria.
fusionado al calor de su mano,
Vigilabas la hoguera
mientras en la tuya crecía
en propuesta de sol,
el olor a canela y cilantro,
mientras Jasmina, solícita,
confituras cubiertas de alcorza.
acudía para adecentar la mesa,
Y ella, Jasmina, acrecentaba en el vientre
donde esperaban, suculentas,
la danza que evidenciaba el futuro,
las viandas y las rosas.
mientras el vino corría por la vereda
de los días, junto al manantial de agua,
Otrora también, hoy recuerdo,
que era mucho más veraz,
escanciabas el vino
más dulce y eterno,
y te miraras en sus ojos,
entrelazadas vuestras manos, cerca de la torre
henchidos de alegría.
alberrana, después del mediodía.
Era el sabor de otro tiempo
cuando los fogones respiraban
olor a yerbabuena y eneldo,
mientras degustabais
rellenos alcanciles
y tiernas promesas.
Las sábanas expandían
RACHIDA GHARRAFI
NISRIN IBN LARBI
EL FETICHISTA
LA MAR
Voló el pensamiento efímero
El mar, solo la mar
lánguido se posó en sus dulces piececitos
El mar nos nace libres
tal tintineo se escuchó
que ni las ricas mazurcas de un negro zumbón.
Anclados en las olas
somos bruma y jazmín blanco
El mar, solo la mar
Que no se rompa el hechizo, no.
El mar nos hace libres
Amarrados a un navío
Entre dedo y dedo, entre suaves suspiros
somos aire y espejo azul
cantan los rutilantes besos, su hálito.
El mar nos hace libres.
A tal cumbre ascendió, que en delirio se
El mar, solo la mar.
hundió.
Que no se rompa el hechizo, no
BÁILAME EL AGUA
Su adiestrada lengua en deliciosos empeines
se enrolló
y, por un instante, pareció que todo el azul
índigo del cielo
en éxtasis, le habló.
Báilame el agua y siente mis besos en tu piel.
Recuerda mis caricias. No las olvides.
Protégelas en tu piel.
Báilame el agua y siente mis suspiros en tu
boca.
Que no se rompa el hechizo, no.
Recuerda mis labios. No los olvides.
Bésalos hasta dejarme sin aliento.
Ya sólo cabe soñar
Báilame el agua y déjame morir en tus abrazos.
SALI FARES
Para un relato, un ensayo
O una novela.
AIT BEN HADU, LA CIUDAD FORTIFICADA
Permitir que el periódico se muera de
aburrimiento
Y el suelo se llene de noticias de otoño.
es allá donde se unen
riqueza, belleza y tradición
Aparecer en la tertulia sin haber terminado el
mi ciudad fortificada
libro
mi kasba Ait Ben Hadu , la señora
Ver desmayarse las hojas lacias
silenciosa fuerte: una rosa del Sahara
de las plantas con sed
rodeada de fina arena y una muralla
sufrir la muela
de arcilla, palmeras valles infinitos horizontes
sin tiempo de llamar al dentista
donde los vientos desvelan el secreto
misterioso escondido de las estrellas
Terminar cada día en números rojos.
saharianas y las esbeltas dunas
mis coloridos recuerdos
el dorado y el rosa beduino
¡acreditan mi suerte mi fortuna!
allá donde nací, el sur emite
al mundo magia paz y armonía
AURORA GÁMEZ
De “Haikus a tres voces”, versión inglesa de
Alba Mª González Gámez.
OLDUVAI
Perfil del aire
SUSPENSION DE PAGOS AL TIEMPO
amiga del silencio
espectadora
Vivir en déficit diario
Comenzar todos los días con deudas
No tener ropa planchada
Ni haber escrito ningún poema.
Dejar perder una idea
─que pudo ser grande, pudo ser buena─
The air’s silhouette
a companion of silence
quiet spectator
Revista Terral nº21 – Relato -
Relato
EL LUGAR MÁS BONITO DEL MUNDO
Isabel Jiménez Romero
Las bombas también han destruido la escuela. En medio de los escombros, asoma el mapa
del mundo. He cogido un trozo y me lo he guardado en el bolsillo. Samir no ha querido
nada; este año iría por primera vez a la escuela. Protesta. Yo le digo que esto pasa porque
estamos en guerra.
Al llegar a casa, mamá y papá nos reciben cariñosos. En el umbral se encuentran los
bultos. «¡Daos prisa, niños; se nos hace tarde!». Papá dice que debemos estar tranquilos
porque vamos a un país donde siempre hay bonitas escuelas, y cuenta maravillas de ese
país. Yo me lo imagino lleno de jardines y campos de futbol. Según mamá, dormiremos en
camas blanditas sin el ruido de los aviones. «Ya veréis, niños… es «el lugar más bonito del
mundo», repite. Me da pena tener que dejar nuestra casa y los libros que me regalan por
los cumpleaños. «No te preocupes, Lina: ¡vais a tener muchos libros interesantes!». Y de
pensar en los libros nuevos y en ese país tan bonito, casi se me olvida la escuela rota.
Mamá ha cogido en brazos a Samir. En cambio, yo, que soy mayor, debo portear un
hato. «Tú eres fuerte, Lina, seguro que podrás». Papá prefiere llegar a cualquier parte antes
de que aparezca la luna. Samir tiene suerte: al menos no tiene que llevar peso ni caminar
todo el tiempo.
Poco a poco nos vamos alejando… No me importa: ya no me gusta mi ciudad. Antes,
Revista Terral nº21 – Relato -
las personas bailaban y se gastaban bromas. Ahora… nadie pasea tranquilamente por las
calles, las tiendas están cerradas, los niños no juegan... Y, sin escuela, es una ciudad fea y
oscura.
* * *
El sol ha aparecido muchas mañanas y la luna se ha vuelto a esconder. Mamá se
queja de la espalda, y a mí me hacen daño los zapatos. Papá insiste en que no vale
quejarse porque así perdemos fuerza. Y sin fuerza no podemos pasar la frontera. Mi
hermanito duerme o llora según le viene; él no se imagina cómo es una frontera. Al fin
llegamos. Papá saca su dinero y se lo entrega a unos hombres. Y los hombres nos indican
hacia dónde tenemos que ir.
Seguimos caminando; no dejamos nunca de caminar…, hasta que mi hermano y yo
nos caemos de sueño. Y así un día tras otro. Cada mañana, al despertarme, lo primero que
hago es mirar el mapa que guardo en el bolsillo. «Mira, Lina, ves este puntito. Pues ahí se
encuentra el país adonde nos dirigimos», indica papá dibujando con su dedo una cruz sobre
el mapa. Por el camino nos unimos a otros hombres y mujeres y niños. Se nota que están
cansados, igual que nosotros.
«Papá, ¿por qué no cogemos el tren?»… «No preguntes, Lina, y haz lo que te digo».
Y él me ha ayudado a subir al camión. Los hombres se pelean apartando a los demás, y
las mujeres esperan cuidando de sus niños. Al final, hemos conseguido un espacio entre
las cajas. Papá se ha quedado fuera. «¡Papá, papá!», lo llamo. Huele mal: Samir tose.
Dentro está oscuro y casi no puedo respirar. Solo tengo ganas de salir, y ya no me interesa
ese país tan bonito.
Tan pronto se detiene el camión, doy un salto sin esperar a mamá. ¡Lina!, escucho
una voz: ¡es papá! Sucio, no parece él. No te asustes, solo tengo la cara tiznada. Me abraza
y me deja sus besos marcados. «He viajado en el motor», me revela al oído. Y enseguida
se pone a ayudar a los otros. Mamá baja con Samir en su regazo. No llora, pero su cara
Revista Terral nº21 – Relato -
está pálida. Papá se abraza a mamá y deja caer su cabeza sobre el pecho de Samir. «Ha
sido la voluntad de Dios», susurra mamá. Mamá no llora; se golpea el pecho y su cara se
ha vuelto blanca de luna.
«Saca tu mapa, Lina —me indica papá—. Ya solo nos queda este poquito…». Mamá
no pone atención ni se queja de su espalda, y yo no quiero saber nada de mapas ni de ese
país. Al final, se me han roto los zapatos y mamá me ha vendado los pies con las tiras
sacadas de su pañuelo. Papá camina delante. Mamá y yo lo seguimos, siempre mirando al
cielo; puede que por Samir aparezca entre las nubes, igual que hace el sol.
* * *
El sonido del tren viene de lejos, y el aire huele a hierba fresca. El tren nos espera.
Largo y de color azul, va sonando su silbato. «El tren con destino al país más bonito del
mundo permanece estacionado en vía tres…», se oye por el altavoz. De pronto, a mamá le
ha vuelto el color de sus mejillas, papá ha soltado un «viva». Y yo me encuentro alegre,
también por Samir.
El mapa es grande, es un mapa casi nuevo donde cabe todo el mundo. Me gusta la
pizarra y los pupitres y el patio y los demás niños y el maestro… Seguro que Samir estaría
contento de venir a un colegio como este. Y aunque yo también lo estoy, conservo mi trozo
de mapa por si algún día nos da por regresar a nuestra casa cuando la guerra haya
terminado. Y sin guerra y con escuelas para los niños, mi país volverá a ser «el lugar más
bonito del mundo».
Isabel Jiménez Romero
Revista Terral nº21 – Relato -
Relato
Fortepiano
Por Mar Solana
El día que la muerte llovió del cielo, Mariana acariciaba algunos acordes de su fortepiano,
lo único que hasta ahora permanecía en pie. Aquella mañana, muy temprano, avisaron del
ataque de los pájaros de acero, de las aves de hierro forjadas en el infierno. Mariana no
quiso huir al refugio cuando las sirenas comenzaron a ulular con urgencia y desaliento. No,
no lo iba a abandonar. Si su fortepiano caía, ella también…
El cielo se convirtió en un manto de plomo y la tierra empezó a temblar. Mariana lo
cubrió con la vieja y raída manta, se hizo un sitio debajo del teclado y se acurrucó. No, no
lo dejaría allí, al albur de un futuro que se derrumbaba. Había cuidado de ella como un
hermano; recordó aquella tarde, no muy lejana, la suavidad de su fuerza… Dos soldados,
igual que animales en celo, surgieron de la nada con los bajos instintos desatados. Mariana,
aterrorizada, se sentó al fortepiano y sus teclas comenzaron a repiquetear Mon grand
amour est près de. Mientras ella llevaba el alma a cada uno de sus trémulos dedos, los
soldados se alejaron de allí hipnotizados; uno de ellos lloraba sin consuelo y el otro se volvía
a mirar al instrumento como si estuviera endemoniado.
La tierra seguía temblando y, en la oscuridad de su pequeño refugio, Mariana pensó
que sus brazos eran los de su gran amor, la rodeaban para protegerla y por eso se prendió
a sí misma aún con más fuerza. ¿Y si todo era un mal sueño? Sí, quizás era eso, una
inoportuna y densa pesadilla. Su hermano Julio levantaría la manta y la encontraría allí,
aterida, con la frente perlada por el terror de tanta destrucción. «Vamos, pequeña, no tengas
miedo, el desayuno espera… Los malos sueños son como la mantequilla, Mariana, se
derriten con los primeros rayos del sol…». Pero hacía mucho tiempo que el sol no
Revista Terral nº21 – Relato -
descollaba por tan pardusco horizonte. Abrió los ojos, todo seguía oscuro y el temblor era
cada vez más fuerte y cercano…
¿Y si aquello era un tenaz y angustioso ensueño? Al despertar bajaría al comedor y
sentados a la mesa de haya estarían todos, esperándola para comenzar el desayuno. Su
madre y su hermana Rosa no habrían desaparecido en la cola del almacén donde aún se
conseguía algo de comida. No, nadie las había secuestrado, violado y torturado porque
estaban allí, sentadas a una mesa colmada de bollitos calientes, mantequilla y café. Le
sonreían, impacientes por el hambre, nimbadas por la claridad del más espléndido sol que
Mariana recordaba. La fuerte mirada azabache de su hermano Julio la invitaba a sentarse
a la mesa, mientras retiraba su silla con la suavidad de un soplo de aire. «Princesa, he aquí
su trono». Y todos prorrumpían en estridentes carcajadas mientras su padre le decía que
era más cursi que una niña. «Tú no tienes alma de soldado, hijo…», profería sin dejar de
reír…
Sí, su padre y su hermano Julio también seguían allí, no se los habían llevado a
empellones, con las armas en ristre, para alistarlos a las filas de la muerte con carácter
urgente y obligatorio. Todo seguía igual, se despertaría y nada habría cambiado.
De repente, Mariana sintió el impacto de algo muy pesado cerca de su fortepiano. Se
abrazó con tal fuerza que hundió las uñas en su espalda. No temía a la muerte, sólo le
horrorizaba que todo acabara de golpe, sin más, sin haber conocido al gran amor de su
vida: Mon grand amour est près de, la fuerza de sus abrazos, la suavidad de sus besos…
Tras un instante de oscuro y denso silencio que a Mariana le pareció una eternidad, abrió
los ojos… Una maraña de rizos del color del trigo en agosto la escrutaba con curiosidad.
«¿Quién era el caballero que la rescataba esta vez de sus malos sueños?»
—¿Estás bien? —le interrogó una voz que sonaba igual que su fortepiano. Una sonrisa
de arcoíris le tendía una delicada mano de dedos gráciles. Mariana se agarró a ella como
lo hacía con la de su hermano.
—Sí, creo que sí… ¿Y usted? ¿Quién es usted?
Revista Terral nº21 – Relato -
Mariana comprobó con alegría que su vetusto refugio de música, testigo incólume de
varias generaciones, seguía en pie. Parecía estar todo en su sitio; sin embargo, percibió
algo plúmbeo en el ambiente de la estancia. Se respiraba una terrible sensación fría y aquel
lugar aparecía teñido de un gris azulado y metálico. Sólo su fortepiano despedía una luz
intensa, un halo que resaltaba sus colores de forma especial, distinta…
—Perdone mis modales, mademoiselle; soy Eduardo Dreamen, de las primeras filas
de intendencia a las órdenes del general Vistela. Estaba en mi trinchera y… no sé… Sentí
una fuerte explosión… Y lo siguiente que recuerdo es su rostro, un piano reluciente… y este
extraño lugar, frío y gris. Pero no consigo recordar cómo se unen todas estas cosas de
forma ordenada. ¿Y usted?... disculpe mi indiscreción, ¿vivía aquí?
—Me llamo Mariana Fleaubert y… ya no sé lo que es real, ni siquiera si éste era mi
hogar—las últimas sílabas se quebraron como ramas secas y la muchacha rompió en
sollozos. Él se acercó y sin mediar palabra la abrazó, fuerte y suave, eran los acordes de
un espacio sin tiempo.
A lo lejos, muy distantes, llegaban sonidos de muy abajo o desde una frontera etérea,
fantasmagórica, infranqueable, quizás inexistente. Se escuchaban los ecos inmisericordes
de las explosiones, los silbidos de las balas, inevitables y certeros, cruzando la sinrazón de
las líneas de la muerte… Y el continuo ulular de las sirenas, siempre alertando de ese
peligro que aguardaba agazapado en cualquier esquina. El aire arrastraba un olor rancio a
humedad lejana y a sangre reseca… Y aunque todas esas sensaciones quedaban muy
atrás, la densidad del aquel frío lugar las seguía plasmando en los sentimientos.
De pronto, Mariana notó una mano grande y tibia en su cintura. Su hermano Julio la
cogía con dulzura por el talle: «Ven, hermanita, te estábamos esperando. Vaya, parece que
has traído a otro invitado a la mesa…». Y Mariana, sin soltar la delicada mano de su
caballero de rizos del color del trigo en agosto, vio a su madre, a su hermana Rosa y a su
padre sentados alrededor de la fragante mesa de haya; colmada de bollitos calientes,
mantequilla y café. Le sonreían, impacientes por su llegada y rodeados por una luz aún más
Revista Terral nº21 – Relato -
esplendorosa que cualquier recuerdo. La mirada segura y azabache de Julio la invitaba a
sentarse al fortepiano: «Princesa, deléitanos con L'enfer, les morts vivants… ahora que ya
sabes esos amargos acordes…, los de allá abajo…». Todos aplaudieron con entusiasmo.
Su padre se levantó y abrazó a su hijo mayor mientras susurraba: «Tu alma descansa en
la música, Julio, en su abrazo incondicional… Sólo el amor puede ayudarnos a nacer a esta
vida, la de verdad. Ahora tu hermana está con nosotros merced a este gentil caballero que
decidió acompañarla…».
Sin necesidad de rozar apenas las luminosas teclas de su fortepiano, Mariana
comenzó a moverse por ellas con una soltura inaudita; desconocía esa pieza, sin embargo
era como si la hubiera guardado siempre dentro de su memoria:
La muerte de los vivos, el despertar de los muertos… Tocan fúnebres acordes que
ignoran estar viviendo en el que creen su único mundo… Ellos… en realidad… son los
muertos.
Revista Terral nº 21 – Relato -
Relato
Noche de reyes
Francisco Marcos
Daniel salió de su casa a todo correr
bajarlas con sobrecogido respeto cuando
persiguiendo pensamientos. Surcó el
las tres figuras pasaron por su lado.
paseo de plátanos y acacias para después
torcer a la derecha por la Avenida del
Delante del altar, tres pomposos
Casino hasta el Paradero, bajar por la
sillones figurando tronos daban la espalda
Calle Mayor hasta la Plaza de España y
a las curiosas miradas. Una parte de su
luego torcer a la izquierda por la Calle de
capa, su pelo, sus coronas era todo lo que
las Damas, subir hasta la Plaza de la
los niños veían. No hubo discurso ni
Alhóndiga y por su lado más cercano
sonaron las palabras. Mosén Santiago
llegar hasta una breve calle en subida que
con respeto se sentó a un lado del altar.
le llevó a la Iglesia de San Pedro.
Pasados unos minutos las tres sombras
se levantaron y con andar majestuoso
El templo estaba oscuro, débilmente
volvieron sobre sus pasos. Nadie osó girar
iluminado, apenas las tres primeras
la cabeza, la ceremonia había terminado.
bancadas a cada lado del pasillo central
estaban ocupadas por chicos de su edad.
Daniel baja la calle, cruza la plaza,
Reinaba el silencio. Mosén Santiago
otra calle y otra plaza, de nuevo una calle
anunció la inminente llegada de los Reyes
y la avenida y el paseo, el cierzo en los
Magos. Pronto un rumor de túnicas, capas
plátanos, el cielo níveo estrellado y para
y pasos avanzaba por el eje de la nave
siempre en su pensamiento, débilmente
desde la entrada. Con timidez volvieron
iluminado, rumor de túnicas, capas y
los niños sus miradas para después
pasos.
Revista Terral nº21 – Ser escritora -
Ser escritora
Por qué (o para qué) Escribir sobre la Perversidad.
Las Catarsis del Escritor. Los Malos (III)
Mar Solana
http://marsolana.blogspot.com.es
«Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, los que no
componen música o pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror y el pánico inherente a la condición
humana.»Graham Greene
Y al prender su luz interior, el hombre descubrió que tenía una sombra atada a él mismo. Y al perderse entre las
sombras, descubrió que su luz interior brillaba como ninguna otra.
«El mal, acecha este mundo Abraham... en muchas formas. Algunas conocidas, otras no. Debes detenerlo...
todos debemos.»The Strain, Guillermo del Toro y Chuck Hogan.
El sibilino álter ego de sir Arthur Conan Doyle, presunto autor de El sabueso de los
Baskerville y padre del emblemático Sherlock Holmes, nos dejó pensativos en la anterior
entrega: « ¿será sir Arthur otro malo-malísimo escribiendo sobre malos?»
Todos portamos una parte sombría, el lado oscuro de la luna, que convive con aquella que
hemos pulido y abrillantado para movernos con fluidez entre otras «lunas» y lunáticos. Se
requiere
un
trabajo
paulatino
y
concienzudo para equilibrar ambas
partes, o como diría el maestro
Gurdjieff, para que nuestro único Yo
esencial, el que gobierna el Carruaje,
siga al mando de esas riendas sin
perder el control de la dirección.
Revista Terral nº21 – Ser escritora -
Es normal que a lo largo de nuestro recorrido vital se vayan sumando otros yoes (o
pasajeros) que, provenientes de nuestro montículo sombrío, deseen derrocar (o aniquilar)
al Dueño del Carruaje, al que lleva la batuta, para hacerse con el mando. Algunas veces
dejan al amo fuera de juego, secuestrado y sin trono, solo por un tiempo. Otras veces,
consiguen aniquilarlo de forma permanente inaugurando la locura o un estado de tiranía
sine die.
There Will Be Blood («Habrá sangre») —en español se tituló Pozos de Ambición—,
es una película estadounidense del año 2007, dirigida por Paul Thomas Anderson, y que
fue galardonada con numerosos premios. El desarrollo de la trama siguió un guión del
propio director basado en la novela Oil, escrita en 1927 por Upton Sinclair. Todavía bajo
las influencias del Lejano Oeste y ambientada en el estrellato del petróleo, en la frontera
californiana a principios del siglo XX, la historia nos cuenta el éxito de Daniel Plainview
(Daniel Day-Lewis), un minero pobre que cría a su hijo sin ninguna ayuda. En poco tiempo
Daniel se convierte en un magnate del petróleo en un pequeño y perdido pueblo del
Oeste. Allí conoce al carismático pastor Pentecostalista, Eli Sunday (Paul Dano), con el
que rivalizará de forma inmediata… A medida que el petróleo le va haciendo cada vez
más rico, emerge su umbría de corrupción, mentiras, envidia y egoísmo que pondrá en
serio peligro valores humanos como el amor, la esperanza, la solidaridad, la confianza y el
valioso vínculo entre padre e hijo. El Yo Esencial —el Cochero— del magnate es
derrocado y su Yo Sombrío se hace con la dirección, conduciéndole hacia un torbellino de
violencia y autodestrucción personal que terminará con el cruel asesinato del pastor
Sunday.
Y en medio de este frágil y milagroso equilibrio está el que crea malos-malísimos sin
perder el gobierno de su ser: escritores y actores, seres humanos que realizan una
verdadera catarsis cada vez que se meten en la piel o agarran los hilos del perverso de
turno. Porque en el acto de escribir o encarnar personajes y tramas oscuras, existe un
verdadero trasfondo afectivo encargado de mantener limpio el Carruaje. Y en lugar de
proyectar esa especie de oscura «indigestión» sobre el mundo, provocando daños
irreparables igual que una lengua de fuego, se producen las catarsis: el vómito de las
Revista Terral nº21 – Ser escritora -
vivencias que arrastran consigo esas emociones que moran en las simas más umbrías de
nuestro ser. Milan Kundera decía que «La Novela es una meditación sobre la existencia
vista a través de personajes imaginarios.»
Y es que cuando nos metemos en la piel o escribimos sobre el lado más oscuro de
la existencia, creamos al malo-malísimo para disfrute de otros y para provocar más
«limpiezas» y transformaciones. Facilitamos que otros Cocheros continúen al mando de
sus bridas, sacando a la superficie personajes y urdes oscuras que también viajan en el
Carruaje. Desfilan delante de nuestras narices, los arrostramos, pero no les permitimos
que depositen ni uno solo de sus tentáculos en nuestro timón, o que quizás sus lenguas
viscosas nos arrullen. Algunas veces—quiero pensar e imaginar que aún son minoría—,
estas creaciones constituyen alimento indiscutible de otras almas perversas que llevan
mucho tiempo viajando sin Cochero.
True Detective es una serie de televisión estadounidense dramática de género
policíaco. En España solo han emitido la primera temporada durante las tórridas noches
del verano pasado. La serie constituye un claro ejemplo de cómo puede campar el mal a
sus anchas a lo largo de casi dos décadas y traer a la poli de cabeza. Mediante varias
líneas de tiempo, se cuenta la historia de la caza durante diecisiete años de un asesino en
serie por una pareja de detectives, Martin Hart (Woody Harrelson) y Rustin "Rust" Cohle
(Matthew McConaughey),en la planicie costera del sur del estado de Luisiana. Los
dantescos asesinatos están ligados a supercheros rituales y elementos de brujería. Y lo
que en un principio parece culto, retorcido y elaborado, obra de un malo-malísimo
sofisticado y excéntrico, no es más que el trabajo de una perversa criatura corta de
hervores y sobrada de sordidez, y además con la suficiente pericia como para ocultar
durante tanto tiempo las piezas del más ruin de los puzles.
La gran mayoría de las veces las personas necesitamos hacer comparaciones para
comprender la realidad que nos rodea, sobre todo los conceptos más abstractos e
intangibles, esos que no podemos tipificar o, como diría un científico, «cosificar». Para
que una cualidad se desarrolle y evolucione necesita de su «contraria» en el ring. Es
decir, entiendo que algo es malo porque existe su contrario: el bien. ¿Cómo podríamos
Revista Terral nº21 – Ser escritora -
entender la bondad de algo si en el mundo solo existiera lo bueno, excelente, brillante o
inmejorable? Todo ello me lleva a afirmar que el malo-malísimo es un individuo nublado
que ha optado por olvidar la existencia del sol.
El equilibrio estriba en que los «espejos» sigan conformándose bajo el resuello de
una cadena artística y literaria. El arte es capaz de modular la ruindad humana. Leemos,
vemos películas u obras de teatro para experimentar nuestras propias catarsis al
identificar (confrontar) nuestras oscuridades con las de los personajes o argumentos de
turno. Nos evadimos de un entorno hostil al tiempo que estamos nutriendo nuestro ser
(Cochero) para estimular el proceso de escritura que podrá crear más catarsis en otros.
Es un hecho terapéutico, íntimo que, al tiempo que nos permite desahogarnos y curarnos
de un mundo irritante y bastardo, también facilita que otros lo hagan a través de nuestro
propio trasfondo emocional. Yo me nutro y así puedo nutrir. Somos madres e hijos, de
forma completa y alternativa. Por eso la literatura, el teatro y el cine han sido capaces de
sanar tantas heridas y de acunar tantas almas afligidas a lo largo de la historia del arte.
Como cualquier aspecto humano, el mal también está sujeto a evolución. Y lo que
quizás comenzó desarrollándose al estilo de un tumor, motu proprio, egoísta, alejado de
toda clase de gobierno y a la sombra de una tiranía demente y sin Cochero; poco a poco y
al contrario que el alma humana, va organizándose en numerosas recuas manejadas por
la única voluntad de un amo o Conductor perverso. Así nos lo ha querido transmitir
Guillermo del Toro, director de cine y escritor mexicano, cuando decidió convertir su
novela Nocturna (The Strain, de la Trilogía de La Oscuridad), coescrita con Chuck Hogan,
en una brillante serie sobre vampiros para televisión; mezclando el drama, el terror y la
ciencia ficción de forma magistral. The Strain (La Cepa en español) se estrenó en 2014 y
ya han emitido dos temporadas. Para el lector que guste de este género, creo que merece
la pena ver la serie completa.
Por mi parte, concluyo esta breve trilogía sobre «Los Malos», con la frase que abre la primera temporada de esta
magnífica serie de del Toro, The Strain: «El hambre —dijo una vez un poeta— es el deseo más intenso que conocemos,
la primera lección que aprendemos... pero el hambre puede calmarse fácilmente, saciarse con facilidad... existe otra
fuerza, un tipo diferente de hambre, una sed insaciable que nunca puede calmarse, su existencia misma es la que nos
define... la que nos hace humanos, esa fuerza es el amor.» Profesor Abraham Setrakian. New York, tiempo presente.
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Flamenco
Rafael Silva Martínez
SOBRE EL ORIGEN DE LA DENOMINACIÓN “FLAMENCO” (V)
Nos habíamos quedado en el número anterior planteando un
dilema aparentemente difícil de resolver, en el sentido de que
mediaba demasiado tiempo, en torno a unos tres siglos, entre la
entrada de los “flamencos” (de Flandes) y los “germanos” (de
Alemania) en nuestro territorio, y los primeros registros históricos
de la palabra “flamenco” asignado a nuestro arte andaluz. El
musicólogo Manuel García Matos lo explicaba en los siguientes
términos: “No aparece por ningún lado, en los primeros siglos del
gitanismo en nuestro suelo, el apelativo flamenco designando al
gitano. Mal pudo, pues, creer el pueblo español que las gentes de tal casta tuvieran nada
que ver con Flandes. ¿Y si dicho apelativo no surge, según todas las probabilidades hasta
fines del siglo XVIII o principios del XIX, qué pudo decidir al pueblo a sustituir
ocasionalmente el primitivo y tradicional nombre por aquél otro extraño? ¿Y cómo al
hacerlo pudo relacionarlo con Flandes o sus nativos, con el soldado que allí combatiera, o
con los árabes o los moros, si todo ello era ido hacía centurias y sólo lo recordaba la
historia impresa?”.
Como puede observarse, los términos e inquietudes que plantea García Matos se
parecen mucho a los expresados por Blas Infante. Por su parte, el investigador Pedro
Camacho abunda en las objeciones del mismo género: “La hipótesis podría tener
Revista Terral nº21 – Flamenco -
fundamento si no le salieran al paso objeciones serias entre las que destaca el hecho de
no haberse utilizado este epíteto –aplicado a los cantaores y al cante—sino hasta los
comienzos del siglo XIX o finales del XVIII, fecha muy posterior a la de la llegada de los
gitanos a España y a la de la convivencia del pueblo andaluz con las gentes de los Países
Bajos. Es difícil pensar que a más de tres siglos de distancia el pueblo se acordase de la
supuesta procedencia flamenca de los calés –que por otra parte se seguían llamando a sí
mismos gitanos o egipcianos y pregonaban su ascendencia egipcia—ni, menos,
recordase las características raciales de los verdaderos flamencos, para parangonarlos,
con afinidad o contraste, con aquéllos”. El problema, pues, creo que queda claro en sus
nítidos enunciados. Tenemos, dirémoslo así, un problema de correspondencia histórica,
en cuanto a la posibilidad de asignación de las diversas denominaciones y asociaciones
conceptuales, que nos tirarían por tierra todas las teorías que realizaban y explicaban
dicha asignación. Bien, ¿tenemos respuesta para dicho problema? Parece ser que sí. El
problema es cubrir una laguna temporal de unos tres siglos aproximadamente, y para ello,
vamos a exponer la teoría que nos sugiere un insigne investigador y flamencólogo, como
es Ángel Álvarez Caballero, recientemente fallecido.
Esta teoría está documentada en su obra enciclopédica “Arte Flamenco”, y en sus
diferentes obras relativas a la historia del cante flamenco, a las cuales remito a los
lectores interesados en obtener más información. Bien, vamos a continuación a exponer
el contexto histórico necesario para comprender la teoría de Álvarez Caballero: en 1767,
reinando ya en nuestro país Carlos III (quizá el mejor rey de su época) e imperando el
Despotismo Ilustrado, fue propiciada, al más alto nivel gubernamental, la colonización de
grandes zonas de nuestra geografía sureña virtualmente despobladas, en la operación
que se denominó como “Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía”.
Revista Terral nº21 – Flamenco -
Bajo este rimbombante nombre tuvo lugar una serie de asentamientos, adaptaciones
y recolonizaciones de nuestro territorio, por parte de habitantes traídos del extranjero, lo
cual es también origen y explicación para muchos fenómenos que se han dado
históricamente en nuestro pueblo, como la presencia de ciertos apellidos extraños entre
nuestro acervo cultural. Tal repoblación se hizo desde Almuradiel, en la provincia de
Ciudad Real, hasta La Luisiana, provincia de Sevilla, atravesando tierras de Jaén y
Córdoba, a lo largo del camino que comunicaba Madrid con Andalucía, “antiguos parajes
de la violencia, del saqueo y del asesinato” (en referencia al fenómeno del bandolerismo,
que estudiaremos próximamente), mediante bandas de bandoleros que practicaban el
pillaje de forma continua, y eran prácticamente los dueños de toda la región, ante la
impotencia de las autoridades para acabar con dicho fenómeno.
Esta vasta operación de recolonización poblacional supuso que fueran traídos un
total de 7.764 colonos extranjeros, de procedencia alemana, flamenca, suiza, alsaciana,
francesa e italiana, que fueron distribuidos –“a fin de que formasen grupos homogéneos,
se favoreciera entre ellos una mayor solidaridad y se les pudiera facilitar sacerdotes de su
propia lengua”—en cuatro naciones: suizos, saboyanos, alemanes y flamencos. Todo ello,
sin embargo, no fue rigurosamente cumplimentado, ya que Pedro de Olavide, el primer
intendente de las Nuevas Poblaciones, “tiene en su mente la idea de la más pronta
asimilación e hispanización de todos los nuevos pobladores”. La colonización, como es
lógico en un proceso de adaptación humana de estas características, se llevó a cabo con
no pocos problemas, debido principalmente a la mala fe de quienes obtuvieron las
diversas concesiones para localizar y traer a los colonos mediante el pago de una
cantidad por persona, el más notorio de los cuales fue un oficial de oscura biografía
llamado Juan Gaspar de Thurriegel. El escritor Palacio Atard señalaba que “entre los
individuos llegados a las Nuevas Poblaciones había un aluvión de desechos humanos
reclutados en cualquier parte”, y que por ello el visitador Pérez Valiente insistía en que
“Thurriegel ha inundado con un número muy considerable de tunantes toda la Baja
Andalucía”. Esta figura del “visitador” era como una especie de gestor institucional
delegado, que supervisaba y controlaba que los procesos de llegada, asentamiento,
Revista Terral nº21 – Flamenco -
convivencia y distribución del personal se realizaban conforme a los preceptos
establecidos para tal “experimento social”.
Tenemos diversos testimonios históricos que nos cuentan sus vivencias y
experiencias sobre lo que encontraron en estas “Nuevas Poblaciones”, como el viajero
Juan Francisco Peyron, quien anduvo por España entre 1772-1773, insistiendo
igualmente en que Thurriegel “había prometido cultivadores, y el mayor número de los
hombres que proporcionó eran vagabundos”. Otro problema fueron las bajas (hay autores
que recogen graves epidemias de tercianas) y las deserciones. Los huecos que dejaban
todas ellas fueron cubiertos por colonos españoles, pese a la prohibición expresa de los
primeros tiempos, con lo que surgieron rivalidades y conflictos entre nativos y extranjeros,
ya que éstos consideraban que las autoridades daban siempre un trato de favor a los
habitantes autóctonos. La situación social fue poco a poco agravándose, y los conflictos
enconándose hasta tal punto, que en el verano de 1777 se había pasado a la agresión
directa, al altercado y a la violencia física, todo lo cual culminó en graves revueltas
populares, como la sucedida en la localidad de Guarromán, donde ardió prácticamente
todo el pueblo.
Continuaremos en el próximo número.
Revista Terral nº21 – El viajero -
El viajero
Tromso, Noruega. La puerta del Ártico
Pepa Calero
http://www.pepajcalero.com/
La noche estaba encima cuando el avión
tomo tierra en Tromso. Eran las 16,45 de
la tarde de un jueves de febrero. Apenas
puedo ver las calles, los copos de nieve llenan el aire de suaves gotas de algodón.
Situada en una de las islas de los fiordos noruegos, muy cerca del círculo polar
ártico, antaño fue la capital de Noruega, durante la segunda guerra mundial. Hoy es una
de las ciudades más importantes y dinámicas del país, llena de universitarios que
conviven alegremente con los noruegos o los descendientes samis o aborígenes de
Scandinavia.
Amanece sobre las seis y media y el aire se llena de una tonalidad azulada que
envuelve el horizonte y el paisaje nevado como un abrazo. Una fría claridad que se irá
diluyendo conforme pasan las horas, hasta aparecer de nuevo como un hada madrina al
atardecer.
Hace frío, mucho frío, al menos para mí, que vengo del Mediterráneo. Sin embargo,
la ciudad de Tromso, con sus casitas bajas, sus gentes afables que amablemente me
acompañan cuando pregunto una dirección, sus cafeterías con sus velas encendidas y la
quietud nívea del paisaje, consigue que el ambiente resulte acogedor y hasta cálido.
Revista Terral nº21 – El viajero -
Aquí hoy es Día de la Madre. Ellos lo celebran el mismo día que los enamorados.
Qué gran verdad. A pocos metros de una tienda de lanas, unos pajaritos blancos y negros
de cola larga caminan por la nieve dando saltitos, danzando.
Pasear por sus calles es como
caminar sobre una postal navideña. Los
colores claros de sus casas;
verdes
pastel, rosa pálido, gris perla, beige,
amarillos
tibios,
salmón
cristalinos…
acompañan como una bella sinfonía el
paisaje nevado. Se respira orden y paz
por doquier. Hasta los coches circulan
con lentitud, deslizándose por las calles
nevadas, como patos sobre el agua. El centro es pequeño y acogedor. En la parte más
alta, una plaza abierta, la plaza principal o Torget, muestra su antiguo ayuntamiento del
siglo XIX, junto a un templete de música y la estatua del rey Haakon VII de Noruega,
conocido por su defensa de la libertad ante la invasión nazi. En medio de ella, la estatua
del cazador ártico o Fangstmonument; sobre un bote, armado con su arpón, observa a un
incansable turista tomar fotografías.
Los tejados cubiertos constantemente con un par de palmos de nieve parecen dar la
bienvenida a sus gentes enfundadas en ropas especiales. Pequeños trineos de madera
esperan en las puertas de las casas los fines de semana, momento en el que los niños
salen a jugar a la calle. Un lunes por la mañana pude contemplar una preciosa estampa;
un grupo de cinco niños pequeños jugando con unos diminutos esquís en el patio de la
guardería. Enternecedor.
Las gaviotas forman parte del paisaje blanco. Grandes bandadas vienen y van del
puerto a las calles, a pocos metros del mar. En la entrada de su espectacular biblioteca,
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bibliotek, una pareja de aves camina por el suelo limpio de nieve mirando a la gente entrar
y salir.
Dejo el acristalado edificio poblado de libros para acercarme hasta la casita blanca de
madera, sede del centro de información y turismo, junto al puerto. Diez minutos caminando.
Junto a ella, cubierta de nieve hasta las caderas, la estatua del explorador noruego Roald
Amundsen mira al mar y a la impresionante montaña nevada que parece querer escalar.
Cerca de la madrugada escucho un bello concierto de canciones populares noruegas y
música clásica en la Catedral del Ártico o Ishavskatedralen. Un imponente edificio blanco,
iglesia protestante, que sobresale elegante y majestuosa al otro lado del puente que cruza la
isla a la zona continental, donde se encuentra. Una asombrosa seña de identidad.
Caminando por sus calles alejadas del centro, donde vivo por unos días, tengo la
sensación de que en cualquier esquina voy a encontrarme con papá Noel y su mirada
afable, sus gestos bondadosos, su calma, sus manos enguantadas y esa paz inmensa
que irradia. Y realmente creo que lo he encontrado, lo he visto entre el calor de estas
gentes acogedoras y amables, cubiertas de gruesas ropas, que sueñan bajo un cielo
coloreado de auroras, un cielo que danza en la noche con un latido incesante de luces
verdes, un inimaginable cielo surcado de estrellas.
"Una isla emerge del crepúsculo que
avanza hacia nosotros en formidables
oscilaciones, serenas y orgullosas,
como únicamente una isla ancestral
puede ser. Ella nos contempla, reflexionando,
luego se detiene en absoluto silencio, como
únicamente una isla puede ser tan silente".
Isla, Jon Fosse
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El viajero
Un paseo por la sierra de Monchique. El Algarve, Portugal
Emy Luna
A medida que soy mayor, me resulta más necesario el contacto con la Naturaleza. De
entre todas las rutas campestres que he conocido últimamente, me ha gustado de manera
muy especial la que hemos hecho mi marido y yo el pasado fin de semana por la Sierra
de Monchique, en el Algarve portugués.
El primer acierto fue el hotel que elegimos,
Vilafoia, un edificio moderno de cemento, acero y
cristal, en el corazón de la sierra. Confieso que me
apasionan los Pousadas portuguesas, casi siempre
enclavadas en lugares magníficos en el centro de
las ciudades. Edificios con historia que nos
sumergen
con
sólo
atravesar
sus
puertas
señoriales, en otra época, otro mundo. Sin
embargo, he encontrado acertadísima la estética geométrica de este hotel y justificada,
aún más, si tenemos en cuenta que a veces es más conveniente sacrificar la estética en
beneficio de la comodidad. Un bloque de forma cúbica como caído del cielo en medio de
una naturaleza sobrecogedora en la que encaja a la perfección, sin agredir el medio
ambiente. Once habitaciones cálidas gracias al suelo radiante, con vistas al bosque en
primer término y con la silueta de la ciudad de Portimão, fundiéndose en la lejanía con el
Atlántico. Una vista maravillosa para disfrutar desde la terraza del hotel con una buena
copa de vino de Borba con el telón de fondo del gorjeo de los pajarillos que en cantidades
inimaginables pueblan las ramas de los alcornoques. El trato del personal del hotel es
acogedor y muy efectivo. Te dejan la llave de la puerta principal del hotel junto a la de tu
Revista Terral nº21 – El viajero -
habitación porque terminan muy temprano la jornada de trabajo. El desayuno es
magnífico y la habitación es confortable y funcional.
El viernes a mediodía comimos en un restaurante estupendo, El Charrette, donde
tomamos un bacalao grehlado regado con una buena cerveza del país, Sagres o Súper
Bock. Para los amantes de los dulces, recomendaré que no olviden terminar la comida
con cualquiera de los postres que ofrecen normalmente. La repostería portuguesa es
famosa en general por la materia prima que utiliza. Pocos ingredientes pero combinados
de manera magistral para conseguir resultados asombrosos. Famosos en la zona la torta
de almendra y el típico Morgado, un rico pastel de yema, calabaza
y almendra. Al
terminar la comida dimos un paseo por el pueblo de Monchique, disfrutando de la
amabilidad y la tranquilidad de sus gentes. No olvidemos que una de las cosas que mas
caracterizan al portugués es el reposo en su actitud, nunca tienen prisas, saborean la vida
en las cafeterías y en las terrazas de los bares como si el reloj no fuera con ellos. Y lo
bueno de esto es que, transcurridas unas horas desde nuestra llegada, también nosotros
nos contagiamos de esta tranquilidad.
El sábado desayunamos a las 9 de la mañana, que para los españoles son las 10.
Tengamos en cuenta que en Portugal llevan una hora de adelanto y que la jornada de
tarde termina sobre las 7. Después de esta hora, es como si el día hubiera tocado a su fin.
Cierran los comercios y las calles y las plazas se quedan vacías.
Comenzamos la mañana, después de un abundante y variado desayuno,
ascendiendo a la picota, el pico más alto de todo el Algarve y que está muy cerca del hotel
Vilafoia. Elegimos de entre las rutas más interesantes, una que duraba cuatro horas y que
tenía un nivel medio de dificultad. El día amaneció soleado y ligeramente frío y el camino
fue bastante variado. Atravesamos bosquecillos de eucaliptos, alcornoques y castaños,
zonas húmedas que acogían nuestros pasos entre alfombras de hojas y ramas
reblandecidas por las recientes lluvias. Subidas y bajadas que ofrecían vistas estupendas
de los pueblos de la costa, como Lagos y Portimão, y a veces del litoral Vicentino. Un
Revista Terral nº21 – El viajero -
paseo que nos permitió comprobar la amabilidad de las gentes sencillas de la zona, la
forma en que ordenan sus cultivos en terrazas verdes y frondosas, su amor al campo...
Una
mañana
entre
balidos
lejanos,
ladridos de perros en las granjas y el rumor de
algunos arroyos. Tranquilidad y satisfacción en
la quietud. Un silencio apenas interrumpido
por los zumbidos de los moscardones, los
cencerros de las cabras y el canturreo de
algún pájaro desde la umbría. A lo lejos, las
siluetas algodonosas de las montañas de la
sierra que se esconden tras unas nubes
límpidas y transparentes. Los alcornoques con
sus troncos manchados de musgo, el matorral
mediterráneo con la misma floresta que adorna nuestros bosques. El mismo olor a jara
silvestre y a lavanda. Higueras, naranjos, almendros y limoneros. Aromas a pino y a
eucalipto.
Tras una caminata que nos dejó exhaustos, tomamos rumbo a Lagos, una ciudad costera
alegre y bulliciosa en verano pero que ahora se presenta tranquila, disfrutando de un merecido
descanso en espera de que vuelvan los días de sol y playa. Después de un paseo y de visitar
sus atractivas tiendas, nos sentamos al sol, en la terraza del restaurante "Imperio do mar", lugar
muy aconsejable para tomar, también sin prisas, un buen pescado y un excelente arroz al
tamboril. Terminamos la estancia en Lagos con una excursión en coche a la playa de Santa
Ana donde, tras bajar una escalera de madera de cien escalones, recogimos conchas de
ostiones y caracolas. Acto seguido, iniciamos un fugaz recorrido por los alrededores hasta
llegar a, parada obligatoria, la Punta de la Piedad. Es quizás de los lugares más bellos que
haya visto jamás. Monumentales bloques de roca se levantan majestuosos sobre la arena,
creando fantasmales cuevas inundadas por el mar, dando lugar a un paisaje caprichoso e
inolvidable. Como enormes muelas de un gigante marino.
Revista Terral nº21 – El viajero -
Se acercaba la noche cuando iniciamos el camino de vuelta. Decidimos parar en
Silves, factoría fenicia y sujeta a la posterior romanización, con una catedral (Sé) en la
zona alta muy interesante. Era demasiado tarde para hacer un paseo cultural, por lo que
decidimos conocerla mejor en otro momento.
El domingo por la mañana emprendimos el viaje de vuelta a casa con la sonrisa en
los labios, sin prisas, parando en el camino para coger limones silvestres y trompetas del
campo. Calculando con el almanaque en la mano la próxima ocasión para organizar otra
excursión a Portugal. Aunque lo de volver a casa no es la expresión adecuada en este
caso, porque estar en Portugal es siempre como estar en casa.
Revista terral nº 21 – Arte -
Arte para recomendar
José Manuel Velasco
www.velascocom.com
[email protected]
Va a comenzar la primavera y todavía los políticos no se han puesto de acuerdo para
formar gobierno, el tiempo va pasando y a este paso está claro que habrá nuevas
elecciones en junio, espero que esta situación no afecte mucho a la cultura de este país,
que es lo que en este caso nos interesa. Viendo el aumento de visitantes y de volumen de
negocio de ARCO, parece que las buenas expectativas de compras realizadas antes del
inicio de la feria se han cumplido. Aunque, como en años anteriores, desde ARCO-Madrid,
no se ha aportado ninguna cifra de negocio, y han vuelto a emitir el ya clásico comunicado
que recoge impresiones y algunas informaciones relativas a quien ha comprado en la feria.
Este año ha habido un incremento de presencia latinoamericana con nada menos que 47
galerías de 10 países, que suponen el 26% del segmento internacional, lo que consolida
a ARCO como punto de encuentro e intercambio entre Europa y Latinoamérica. Con esto,
así como con la gran cantidad de ofertas culturales que se siguen ofreciendo por todos los
rincones de la geografía española, creo que no debemos preocuparnos. Aunque de forma
lenta, también en esto vamos mejorando poco a poco.
Así
que,
sin
dar
más
rodeos,
comenzaré
mis
recomendaciones por Madrid. En el museo Thyssen
Bornemisza
podemos admirad la gran exposición de
Andrew Wyeth (1917-2009) y su hijo Jamie (1946). Es la
primera retrospectiva que se hace en
Europa de estos representantes del realismo
americano del siglo XX. Se exponen más de 60 obras procedentes de instituciones
públicas y colecciones privadas, algunas de ellas nunca antes expuestas en público. En
ella se ofrece al visitante la oportunidad de conocer la obra de estos dos artistas, así
como detalles de su vida y de su capacidad creativa. Se podrá ver hasta el 19 de junio de
2016.
Revista terral nº 21 – Arte Además, coincidiendo con esta exposición, el Museo
Thyssen presenta la muestra The Secret Sits (Wyeth
Wonderland), de la fotógrafa francesa Joséphine Douet.
Seguidora de los pasos del pintor realista y regionalista
estadounidense Andrew Wyeth (es uno de los más
conocidos del siglo XX, comúnmente se le llama el "Pintor del Pueblo" debido a su
popularidad entre el público estadounidense)en el sentido de retratar los lugares y motivos
que le inspiraron en su ciudad natal (Chadds Ford, Pensilvania). Se muestra una
selección de 27 fotografías que constituyen una recreación de la producción del pintor y, a
la vez, una variación, ya que tanto la visión de lo cotidiano que plantea cada uno de los
artistas como los secretos que revelan en sus obras son diferentes. Se podrá ver hasta el
19 de junio.
Y
sin salir del Museo Thyssen tenemos una magnífica
oportunidad de deleitarnos con la exposición dedicada a un
grupo histórico de pintores y escultores realistas que han
vivido y trabajado en Madrid: Amalia Avia, Francisco López,
Julio López, María Moreno, Esperanza Parada, Isabel
Quintanilla y el propio Antonio López, que ya contó con una muestra monográfica en el
Museo en el año 2011, aquí presenta nuevas obras. La exposición incluye unas 90 piezas
entre óleos, esculturas, relieves y dibujos, procedentes de las colecciones de los propios
artistas, de instituciones internacionales y de colecciones particulares, sobre todo de
España. Se podrá ver hasta el 22 de mayo.
Y
desplazándonos
a otro de los vértices del
Triángulo de Oro de Madrid, en el Museo del Prado,
la pinacoteca madrileña ha conseguido reunir 31 obras
de Georges De La Tour (Vic-sur-Seille, 1593-Lunéville,
1652)
procedentes
internacionales
como
de
el
prestigiosas
instituciones
Museo
Louvre,
del
el
Metropolitan de Nueva York o el Fort Worth de Texas.
Georges De La Tour es uno de los grandes maestros del barroco y también, uno de los
más olvidados. Estas treinta y una obras son una suma extraordinaria, si pensamos que
solo se conservan 40 pinturas de su mano. Esta muestra permite escenificar la evolución
de su obra pictórica. Se podrá ver hasta Junio de 2016.
Revista terral nº 21 – Arte También decir que el Museo del Prado conmemora el
150 aniversario del nacimiento de Enrique Simonet
(Valencia, 1866-Madrid, 1927) con la presentación, de
una selección de obras donadas recientemente por la
familia, junto a la obra más destacada del artista
Flevitsuperillam. Se podrá ver hasta mayo de 2016.
Y sin salir de Madrid, otra exposición interesante que no debéis perderse es la exposición
“Miró y el objeto “, en Caixa Forum Madrid. La muestra explora, por primera vez de forma
específica, la presencia del objeto en la obra del artista,
revelando cómo Miró evoluciona desde la representación
pictórica del objeto hasta su incorporación física en la obra a
través
del
collage
y
el
assemblage
para
explorar,
posteriormente, nuevas técnicas como la cerámica o la
escultura. La exposición, presenta más de un centenar de obras entre pinturas, cerámicas
y esculturas, procedentes del fondo de la Fundación Joan Miró y de las principales
colecciones públicas y privadas de Europa y América, además de una selección de
objetos originales que el artista coleccionó a lo largo de su vida. Se podrá ver hasta el 22
de mayo.
Y, finalmente, en el Matadero de Madrid (Sala AVAM),
una interesante exposición cuyo título es “Mundo a la
deriva”, de Rufino de Mingo y de Carmen Pages. Ambos
abordan temas interesantes y actuales, apareciendo así,
vallas separadoras de seres humanos, desnudos
masculinos, llegadas de pateras etc... Según los autores este montaje es una reflexión
sobre una realidad trágica y cotidiana que no queremos ver ni analizar sumidos, como
estamos en un entorno consumista y frívolo.
Abandonamos Madrid y nos vamos al norte. En el Museo
de Bellas Artes de Bilbao se presenta la exposición “El
Divino Morales”, que profundiza en el trabajo de Luis de
Morales (1510/1511-1586) a través del núcleo de obras de
este autor y su taller pertenecientes a la colección del
Revista terral nº 21 – Arte Museo del Prado. Esta exposición ofrece a través de 54 obras una cuidada revisión de la
obra del Divino. Se podrá ver hasta el 16 de mayo.
Viramos el rumbo hacia el este y nos vamos a Teiá que es
un municipio
de la comarca del Maresme, provincia de
Barcelona. En el espacio cultural Ca L`Àntiga expone, bajo
el título“ Jocs de Llum”, un magnífico pintor y amigo, se trata
de Paulí Josa (Barcelona ,1963).Paulí Josa o Animal de
pintor cómo el mismo se cataloga es
profesor de la Facultat de Belles Arts de la
Universitat de Barcelona. Y el mismo nos comenta: “Una de las características principales
de mi obra es la consciencia absoluta de que los materiales son una expresión de los
sentimientos, y eso me lleva a la experimentación constante con nuevos materiales,
algunos recogidos en mis viajes y otros que conviven de manera permanente con
nosotros, pero que en muchas ocasiones nadie relacionaría con el arte”. Se podrá ver
hasta el 24 de abril de 2016.
Bajamos al sur, nos vamos a Andalucía para
recomendar
en
Contemporáneo
el
de
Centro
Málaga
de
la
Arte
primera
exposición individual en España del artista
camerunés Pascale Marthine Tayou, cuyo
título es “Miracle”. El artista reúne 24 trabajos
en los que se aprecian las diferencias culturales entre África y Europa, además de
emplear diferentes materiales: madera, acero, cristal, cerámica, incluso elementos
reciclados. En su obra, el artista enfrenta términos antagónicos: lujo/pobreza;
poder/sumisión; pureza/corrupción, etc... Se podrá ver hasta el 12 de junio de 2016.
Y para terminar
imprescindible:
Retrospectiva
una exposición
“Paco
(1960-2015)”,
Jurado
una
retrospectiva muy merecida en las
salas de La Coracha del Museo del
Patrimonio Municipal, del magnífico
creador y artista Paco Jurado. Esta
muestra está compuesta por más de
200 obras y recoge la evolución del
Revista terral nº 21 – Arte artista a lo largo de sus más de 50 años de trayectoria, donde se observan los estilos que
va tomando y el trabajo directo en hierro dentro de la escultura, de donde ha obtenido sus
mayores reconocimientos artísticos. Dibujos, carteles y esculturas en bronce, alpaca,
hierro y barro. Las obras están divididas en tres salas. En la primera se encuentran sus
esculturas más importantes, en la segunda bajo el título “Compartiendo” se encuentra el
detalle más peculiar de la exposición: 24 lienzos en blanco que pintarán compañeros de
generación de Paco Jurado. En la tercera sala hace un recorrido por la pintura desde sus
comienzos hasta sus trabajos más actuales. Se podrá ver hasta el 27 de marzo.
Me gustaría desde aquí agradecerle a Paco no solo su gran contribución al arte
malagueño sino también, desde su cargo como presidente de la asociación de artistas
plásticos (APLAMA), la gran labor de difusión, promoción y ayuda a los artistas de
Málaga. Gracias Paco.
Creo que este agradecimiento a un artista que lucha por el arte de todas las formas
a su alcance es el mejor final a esta pequeña aportación a la difusión del arte que yo
realizo, además de con mi obra, a través de mí arte para recomendar.
Revista Terral nº21 – La Otra Realidad -
La Otra realidad
Mariano José Vázquez-Alonso
Figuras históricas del esoterismo (III)
“El enigmático conde de Saint – Germain”
Continuando con las peripecias del inefable conde de Saint
Germain diremos que después del éxito obtenido ante Luis
XV, éste quedó convencido de las portentosas dotes del
misterioso conde. Para aprovechar semejantes capacidades
se le envió a Inglaterra en misión oficial, un cometido que no
llegó a cumplir satisfactoriamente en esta ocasión.
Tras esta misión, más o menos fallida, permaneció Saint Germain algún tiempo
en Holanda, protegido por sus compañeros rosacruces, dirigiéndose posteriormente
a Rusia. Se sabe con certeza que en 1762 se encontraba en San Petersburgo. Esta
etapa de su permanencia en el país de los zares está llena, una vez más, de
suposiciones fantásticas en las que se le hace participar en maquinaciones políticas
en las que, con toda seguridad, nada tuvo que ver.
Continuando sus andanzas europeas Saint Germain se instaló en la ciudad belga
de Tournai, en donde se hizo pasar por conde de Surmont. Protegido, una vez más, por
encumbrados aristócratas locales quiso dedicarse nuevamente al negocio de la tintura de
sedas, empresa a la que por segunda vez tuvo que renunciar, abandonando al mismo
tiempo Bélgica y partiendo hacia Italia. Tras una corta estancia en Venecia visitó
numerosas ciudades italianas y, posiblemente, también viajó a Malta.
Revista Terral nº21 – La Otra Realidad -
En el año 1773 se pierde su rastro. Varios de sus comentaristas aseguran que
en esta ocasión el viaje que emprendió Saint Germain fue a tierras mucho más
lejanas. Sin duda, Oriente; unas latitudes en las que, según afirmaba, ya había
estado.
Tres años después, en 1776, reapareció en Leipzig, tratando de llevar una
existencia que pasara desapercibida. A partir de ese momento parece ser que las
cosas no le rodaron muy bien. Terminó instalándose en Schleswig, buscando el
apoyo del príncipe Carlos de Hesse, con el que llegó a tener una buena relación.
Pero en 1783 se encontraba ya muy achacoso, falleciendo un año después.
Como suele ocurrir con ciertos personajes enigmáticos, que al parecer están
dotados de indiscutibles poderes paranormales, tras la muerte de Saint Germain se
creó una leyenda plagada de hechos fantásticos. Se dijo que el conde nunca había
muerto y que, simplemente, había desaparecido. Se afirmó también que sus
reapariciones fueron sonadas: las primeras algunos años después de su presunta
muerte, en otras, muchos años después. Se le "vio" en diversos lugares de Francia
entre 1835 y 1845, y hasta hubo quien aseguró haberle encontrado en Roma, en
1901. Incluso se llegó a decir que había participado en importantes sucesos políticos
anteriores a la Primera Guerra Mundial.
Del mismo modo se asoció al misterioso conde con personajes vinculados con
el hermetismo, que habían vivido muchos siglos antes que él.
Las leyendas sobre Saint Germain no parecen tener fin. Lo que sí es cierto es
que el hombre constituyó un personaje muy singular, dotado de indiscutible
capacidad para el hermetismo y, por supuesto, para la sugestión.
“Fin de las andanzas de este enigmático personaje”
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