Incidencia - Consejo Latinoamericano de Iglesias

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PERSPECTIVA ECUMENICA
DEL PARADIGMA DEL DESARROLLO
Análisis bíblico-teológico
y desde el Buen Vivir
MEMORIA
CONSULTA SOBRE INCIDENCIA Y PERSPECTIVA BIBLICO-TEOLOGICA
DEL PARADIGMA DEL DESARROLLO DESDE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Bogotá, Colombia. 13 y 14 de agosto de 2014
Milton Mejía, Compilador
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© CLAI 2016
ISBN 978-9978-91-080-1
Consejo Latinoamericano de Iglesias –CLAI
Departamento de Comunicaciones
Inglaterra N32-113 y Mariana de Jesús
Casilla 17-08-8522
Quito - Ecuador
Telf.: (593-2) 2504 377 / 2568 373
www.claiweb.org
Compilador: Milton Mejía
Revisión de texto: Rita Simons
Diagramación: Amparo Salazar Chacón
Quito, enero 2016
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CONTENIDO
PRESENTACION9
CARTA PASTORAL DE LA CONSULTA 13
CONSULTATION ON ADVOCACY
19
PALABRAS DE APERTURA: MEMORIA Y CAMINO DEL CLAI. Rev. Felipe Adolf, Presidente del CLAI
27
PRIMERA PARTE.
PERSPECTIVA HISTORICA Y CONTEXTO DEL DEBATE SOBRE DESARROLLO
PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL PARADIGMA DE DESARROLLO DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
33
Ángel F. Furlán, director del Programa Deuda Ilegítima y Justicia Ecológica de la FLM
ESTRATEGIA DE SUSTENTABIIDAD ECONOMICO-FINANCIERA
Nuevos Desafíos para el Desarrollo Institucional de las Organizaciones
Ecuménicas y Sociales en América Latina y Caribe. 38
Humberto Martín Shikiya, Director General CREAS
5
SEGUNDA PARTE
PERSPECTIVA BIBLICA TEOLOGICA DEL PARADIGMA DEL DESARROLLO
¿Y PARA QUE? PENSAR EL DESARROLLO DESDE UNA PERSPECTIVA BIBLICA
53
Rev. Dr. Darío Barolin, Secretario Ejecutivo de AIPRAL
La Oìkovomία de la Gracia
Rev. José Duques, pastor de la Iglesia Metodista Colombiana
65
DESARROLLO – UNA PERSPECTIVA TEOLÓGICA
75
Dr. René Krüger. Profesor titular del Instituto Universitario ISEDET y Profesor adjunto de la Pontificia Universidad Católica Argentina, Buenos Aires, Argentina.
La Economía de Vida: Una invitación a la reflexión teológica y la acción
97
Consejo Mundial de Iglesias. Consulta Teológica sobre la Economía de Vida. 27 al 30 de octubre de 2014, Chennai (India)
TERCERA PARTE
DEBATE SOBRE EL PARADIGMA DEL DESARROLLO DESDE UNA PERSPECTIVA ECUMENICA EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
ALTERNATIVAS AL DESARROLLO:
EXPERIENCIA EMERGENTES Y DESAFIOS PARA LAS IGLESIAS
Y EL MOVIMIENTO ECUMENICO EN AMERICA LATINA Adelaida Jiménez, directora del Programa de Teología de la CUR y
Milton Mejía, coordinador del Programa FEES del CLAI.
Desenvolvimento e bem viver:
complementaridade ou alternativa? Jorge Atilio Silva Iulianelli. Assessor de KOINONIA – Presença
Ecumênica e Serviço, Referente do FEES/CLAI na região Brasil
111
121
EL PARADIGMA DE DESARROLLO TRANSFORMADOR
129
Documento de ACT Alianza Aprobado por el Comité Ejecutivo de ACT. Enero de 2013.
6
CUARTA PARTE. EXPERIENCIA Y BUSQUEDA DE ALTERNATIVAS
Alternativas al paradigma del desarrollo desde América Latina y el Caribe y papel de las iglesias y el movimiento ecuménico: Una aproximación desde dos experiencias locales
179
Andrés Alba, coordinador programa de derechos humanos de la IELCO.
AVANCES Y PROPUESTAS SOBRE EL VIVIR BIEN CON ESPIRITUALIDAD DESDE BOLIVIA
185
Foro ACT Alianza en Bolivia
LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUDITORIA CIUDADANA DE LA DEUDA PÚBLICA A PARTIR DE LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL193
John Freddy Gómez – Camila Andrea Galindo, grupo de estudio economía digna.
ARTICULACION PARA LA INCIDENCIA PÚBLICA EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
203
PARTICIPANTES Y VISITAS
211
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PRESENTACIÓN
En esta publicación compartimos la memoria de la Consulta sobre Incidencia y
Perspectiva Bíblico-Teológica del Paradigma del Desarrollo desde América Latina y el
Caribe (ALC), realizada en el Colegio Americano de la ciudad de Bogotá, Colombia los
días 13 y 14 de agosto de 2014. Esta consulta se realizó como parte de un proceso que
se inició en noviembre de 2013 en Quito, Ecuador, donde representantes de diversas
organizaciones ecuménicas se reunieron para dialogar sobre la necesidad de promover
una articulación ecuménica en temas de economía y ecología en la región. Por esta
razón la consulta se convocó con los siguientes objetivos:
• Analizar desde la perspectiva bíblica, teológica y la realidad de ALC el modelo
económico de desarrollo que se ha implementado en nuestra región, para
reflexionar sobre el papel de las iglesias y los sectores ecuménicos, que permita
participar de experiencias y del debate sobre la construcción de alternativas que
se realizan entre sectores comunitarios, sociales y políticos en la región.
• Avanzar en la construcción de una propuesta ecuménica de incidencia que
permita articular estrategias y acciones conjuntas en temas de fe, economía,
ecología (cambio climático) y paz desde los sectores ecuménicos en ALC.
Para lograr estos objetivos se trabajó con una metodología que facilitó el compartir
y el diálogo de quienes participaron sobre el contexto regional, sus perspectivas y
experiencias en los temas de desarrollo e incidencia. De esta forma se contó con la
participación y aportes de representantes del Consejo Mundial de Iglesias para ALC,
ACT Alianza, Consejo Latinoamericano de Iglesias, Comunión Mundial de Iglesias
Reformadas y la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de ALC, Programa
de Deuda Ilegitima y Ecología en ALC, el Programa en Colombia de la Federación
Luterana Mundial, Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos en
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ALC, Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio, la Comisión Pentecostal
Latinoamericana y la Plataforma Ciudadana por la Auditoria a la Deuda Pública en
Colombia.
Quienes participaron en la consulta analizaron el contexto, la realidad del modelo
económico de desarrollo en la región y los actores que insisten en mantenerlo, para
crear alternativas. Para este análisis se revisaron los antecedentes históricos del modelo
económico, se reflexionó si en la biblia hay una idea de desarrollo y los desafíos para el
movimiento ecuménico. Además se compartieron las perspectivas de las organizaciones
ecuménicas y experiencias de alternativas que se están construyendo y sobre las cuales
se está debatiendo en la región. Como resultado del análisis y lo compartido se evidenció
que en la región se están produciendo cambios políticos, sociales y económicos, que
las iglesias y el movimiento ecuménico necesitan seguir analizando para actualizar el
compromiso y la acción profética que los ha caracterizado en ALC.
Por esta razón, en esta publicación se incluyen la declaración pastoral producto
de la consulta, aportes de los/as participantes, y los resultados de procesos que se
vienen realizando donde están involucradas iglesias y organizaciones ecuménicas.
El material que compartimos está organizado en cuatro secciones. En la primera se
incluye la perspectiva histórica y elementos de la forma como se viene proponiendo
la cooperación para el desarrollo desde sectores ecuménicos, en la segunda parte se
comparten aportes bíblicos y teológicos, la tercera sección aborda aspectos del debate
que se viene dando desde los sectores ecuménicos sobre el paradigma del desarrollo.
Finalmente se comparten algunas iniciativas donde participan o acompañan iglesias y
organizaciones ecuménicas en la región.
Para avanzar en el compromiso de seguir analizando nuestro contexto y fortalecer la
acción profética se acordó continuar con la articulación ecuménica para la incidencia
que se propuso en la reunión de Quito, Ecuador a finales de noviembre de 2013.
El compromiso con esta articulación fue reafirmado como una necesidad por los
representantes de las organizaciones ecuménicas participantes y tendrá como ejes los
temas de economía y deuda, el cambio climático y las migraciones desde un enfoque
en derechos humanos, la paz, el fortalecimiento de la participación ciudadana, el Buen
Vivir y la creación de alternativas en la realidad social y política de la región.
Al compartir esta memoria confiamos que los documentos que contiene sean
de ayuda para la reflexión y el estudio; tanto individual como en grupos en los
estudios bíblicos, en las escuelas dominicales de las iglesias y en las jornadas de
trabajo de las organizaciones ecuménicas. De esta forma deseamos animarlos para
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que se siga examinando el contexto y la realidad a nivel local y regional desde una
perspectiva bíblico-teológica y se fortalezca el trabajo de incidencia, la participación y
acompañamiento a los procesos sociales que construyen alternativas al desarrollo.
Finalmente deseamos agradecer a quienes participaron en la consulta por su tiempo,
aportes y compromiso en este proceso de construir una articulación ecuménica para la
incidencia en nuestra región, así como al Presbiterio Central de la Iglesia Presbiteriana
por facilitar sus instalaciones y el equipo de personas que apoyo el trabajo logístico para
lograr los objetivos planteados.
Milton Mejía
Secretario General
Consejo Latinoamericano de Iglesias
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CARTA PASTORAL
CONSULTA SOBRE INCIDENCIA Y PERSPECTIVA
BIBLICO-TEOLOGICA DEL PARADIGMA
DEL DESARROLLO DESDE AMERICA LATINA
Y EL CARIBE
Representantes del Consejo Mundial de Iglesias, ACT Alianza, Consejo
Latinoamericano de Iglesias, Federación Luterana Mundial –Programa Deuda y Servicio
Mundial– Colombia, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas-Alianza de Iglesias
Presbiterianas Reformadas de América Latina, Federación Universal de Movimientos
Estudiantiles Cristianos, Centro Regional Ecuménico de Asesoría y Servicio, Comisión
Pentecostal Latinoamericano y Plataforma Ciudadana por la Auditoria a la Deuda
Pública en Colombia, nos hemos reunido, en espíritu de apertura al Dios de la vida, a
la realidad de nuestra región y al mundo global en que vivimos, en la Consulta sobre
Incidencia y Perspectiva Bíblico-Teológica del Paradigma del Desarrollo desde América
Latina y el Caribe, en la ciudad de Bogotá los días 13 y 14 de agosto de 2014.
Durante la consulta analizamos la realidad del modelo de desarrollo en la región, los
actores que están disputando su control y la necesidad de crear alternativas. Para este
análisis se tuvieron en cuenta:
- los antecedentes históricos del modelo económico;
- lecturas bíblico-teológicas y los desafíos que enfrenta el movimiento ecuménico;
- las perspectivas de las organizaciones ecuménicas participantes; y
- los proyectos o experiencias alternativas que están emergiendo y sobre las cuales
se está debatiendo en la región.
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Nuestro propósito fue construir criterios y proponer desafíos sobre el papel de las
iglesias y los sectores ecuménicos frente al modelo de desarrollo en que vivimos a fin
de fortalecer nuestra capacidad de incidencia en la construcción de alternativas junto a
sectores comunitarios, sociales y políticos en la región.
En la región están aconteciendo cambios políticos, sociales y económicos, que
necesitamos analizar en profundidad para renovar y fortalecer el compromiso y la
acción profética que nos ha caracterizado como movimiento ecuménico.
De la misma forma en que el Espíritu de Dios nos ha iluminado y animado por
medio de la reflexión de la Palabra, la oración y el compartir de experiencias, queremos
hacer partícipes a nuestras iglesias y organizaciones ecuménicas de aquello que hemos
dialogado y vivido durante la consulta. Nuestra intención no es hacer afirmaciones
definitivas sino, más bien, seguir animando el diálogo y profundizando el análisis de la
realidad en medio de la cual Dios nos está llamando para que demos razón de nuestra
fe y esperanza.
Realidad del modelo económico de desarrollo en la región
Durante el 2013 se inició lo que se conoce como “la tercera ola democrática” en
la región. Nuestros países ya no sufren las dictaduras militares del siglo pasado y se
mantienen al frente de sus gobiernos personas elegidas por el voto de la ciudadanía.
Durante los últimos años sus economías han crecido y la mayoría de ellos han empezado
a ser considerados por la cooperación internacional para el desarrollo como países de
renta media. Las cifras oficiales de algunos países tienden a mostrar que la pobreza ha
disminuido debido a una mayor inversión social en educación, salud y vivienda.
Esta realidad, presentada por algunos sectores con mucho optimismo, no logra
revertir el hecho que somos el continente más desigual, con altos niveles de violencia
en algunos países y donde se mantiene la marginación que sufren los pueblos indígenas
y afros y el alto porcentaje de la población que vive en la pobreza. El modelo de
desarrollo que se aplica sigue centrado en una economía extractivista con énfasis en
la inversión en el sector minero-energético y en la producción agrícola basada en los
monocultivos. Se privilegia una inversión extranjera que no tiende al fortalecimiento
de las economías locales sino a las ganancias especulativas. Seguimos sometidos al
sistema del endeudamiento perpetuo. Nuestros países tienen que pagar altos intereses
por la deuda pública en detrimento del bienestar de su población y los fondos buitres,
que hoy tiene en su mira puesta en Argentina, vuelan amenazadores sobre la región. La
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codicia sin límites del sistema no repara en daños ni en las graves consecuencias para
los pueblos con tal de satisfacer su insaciable demanda de acumular más y más.
Hubo coincidencia entre muchos participantes en cuanto a que el incremento de la
pobreza, el deterioro ambiental, la marginación de amplios grupos sociales, la violencia
y la crisis de esperanza que vive nuestra sociedad no se soluciona haciendo ajustes o
poniéndole apellidos al modelo de desarrollo que se ha implementado en las últimas
décadas. La razón es que el modelo tiene como única lógica y horizonte el crecimiento
económico y para lograrlo necesita de trabajadores con bajos salarios, del despojo de las
comunidades y de la depredación de la naturaleza con tal de incrementar sus ganancias.
Se ha demostrado tanto teórica como empíricamente que cuando “mejor funciona” el
sistema económico mayor es la desigualdad.
Las iglesias y el movimiento ecuménico estamos llamados a reflexionar y
preguntarnos: ¿Hasta dónde estamos siendo influenciados por la forma de pensar que
nos impone el modelo económico de desarrollo que hoy funciona a nivel global?
Al mismo tiempo, en toda la región aparecen, nuevos y variados actores sociales
y políticos, incluyendo fundaciones dependientes del sector privado, que se disputan
el manejo de los recursos para el desarrollo, el control de Estado y la incidencia en las
políticas públicas. Las iglesias y el movimiento ecuménico, si deseamos hacer incidencia
pública, es necesario preguntarnos: ¿Cuál es nuestro rol? ¿Cómo ser relevantes en este
nuevo escenario? y ¿Con quienes se puede hacer alianzas estratégicas u operativas para
que el mensaje de una vida digna para todos los seres humanos y para la creación tenga
mayor impacto?
Nuevas cosmovisiones y experiencias
Ante la realidad de crisis social permanente que han vivido los sectores más
empobrecidos algunos pueblos ancestrales y movimientos sociales han empezado
a proponer alternativas al modelo de desarrollo imperante. Una de estas alternativas
emerge desde la cosmovisión del “Buen Vivir” proveniente del mundo indígena y
que ha sido introducida en las constituciones de Ecuador y Bolivia. Para quienes han
empezado a reivindicar esta cosmovisión más que una declaración constitucional el
“Buen Vivir” constituye una oportunidad para construir colectivamente un nuevo
modelo de relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza que rompa con el
modelo clásico de progreso ascendente, desarrollista, ilimitado e incontrolado que se
ha impuesto durante la modernidad. El “Buen Vivir” (Sumak Kawsay en Quechua y
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Suma Qamaña en Aymara) se presenta como una oportunidad para la construcción
colectiva de una nueva forma de pensar y estilo de vida individual, comunitario y social.
A partir de esta perspectiva, en la región se han iniciado una gran diversidad de
experiencias que buscan enseñar a vivir nuevas relaciones sociales y con la naturaleza.
Se busca una mayor articulación de la economía, el ambiente, la sociedad y la cultura
para dar cabida a la justicia social e intergeneracional y al reconocimiento de las
diferencias culturales y de género, posicionando la interculturalidad como principio
rector. De esta concepción nacen nuevos énfasis políticos–económicos, tales como la
soberanía alimentaria, la protección de la naturaleza y el derecho humano al agua. El
concepto de “Buen Vivir” que nace como parte de la cosmovisión indígena andina se
ve enriquecido por las corrientes críticas del pensamiento occidental y su objetivo es
influir en los debates regionales y globales sobre búsquedas de alternativas al modelo
de desarrollo imperante desde otras cosmovisiones, racionalidades, formas de vivir y
pensar.
Biblistas y teólogas/os de la región afirman que la cosmovisión de “Buen Vivir”
es muy cercana a la tradición y espiritualidad bíblica. Como iglesias y movimiento
ecuménico, se debería oír el llamado a dialogar con esta forma de pensamiento que
puede ayudar a renovar la forma de vivir.
Perspectivas bíblico-teológica y ecuménica
A través de la lectura de la Biblia se encuentra la invitación a renovar la manera
de pensar para no ajustarse al modelo de vida dominante de este mundo (Romanos
12:1-2). Por su parte la tradición profética y el mismo Jesús enfatizan una y otra vez
la intrínseca relación entre la opulencia de unos y la pobreza de otros y la opresión
de aquellos sobre éstos como causa fundamental del empobrecimiento. Por esta razón
la profesión de fe requiere el rechazo de las condiciones, estructuras y sistemas que
perpetúan la desigualad, la pobreza, la injusticia, el abuso de los derechos humanos y la
destrucción del medio ambiente.
Además de una acción profética contra las estructuras que perpetúan la desigualdad,
se necesita reconocer que la ideología dominante define y promociona a un ser
humano egoísta, insaciable e insatisfecho buscando el sentido de su propia existencia
en el consumo ilimitado. Esta lógica ha movido al corazón mismo del ser humano y su
comprensión de existencia y de relación con otros/as e inclusive con Dios mismo quien
es visto como un gran supermercado proveedor de necesidades.
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La oposición planteada por Lucas de servir a Dios o al mammón (Lucas 16:13) sigue
siendo fundamental y aún más drástica en este momento pues la ideología de mammón
exige sumisión y por lo tanto niega el lugar de Dios como centro único y organizador
de nuestra vida (Colosenses 3:5). Esta realidad no es ajena a nosotros/as sino que se
nos ha internalizado como valor de vida. El sistema económico dominante ha logrado
colonizar la mente, los sueños y esperanzas de grandes mayorías de la humanidad. Por
eso es necesario un doloroso y liberador proceso de “exorcismo” y liberación de los
valores y sueños del sistema. Así como Jesús sanó al endemoniado de Gerasa (Marcos
5:1-20), necesitamos pedir que Dios, por su gracia, nos transforme en hacedores de
justicia (Romanos 3:26).
En esta perspectiva necesitamos recuperar la enseñanza Bíblica que enfatiza
la dignidad de los/as pobres y la decidida acción de Dios en su favor, mostrando su
elección y el valor de las comunidades de resistencia que no viven de acuerdo con
el sistema dominante y procuran anticipar la esperanza cristiana. Esto, en razón de
que la dignidad del ser humano no se deriva de la cantidad de bienes acumulados,
ni consiste en llenarse de riquezas o codiciar lo imposible pasando por encima de las
necesidades del prójimo. La dignidad consiste en ser hija o hijo de Dios y en poner en
práctica el mandato del amor y la solidaridad del compartir. La convicción básica de
que todo ser humano es criatura e hijo-hija de Dios es el sentido más fuerte para la
decidida acción social y política de las Iglesias para participar en la construcción de
alternativas por una sociedad donde se haga justicia. Esto nos desafía a renovar nuestra
lectura e interpretación bíblica desde la realidad de un modelo económico que cada día
incrementa la desigualdad entre los seres humanos y la destrucción de la creación de
Dios.
Desafíos y tareas
Los y las participantes de la consulta vemos la necesidad que nuestras iglesias y
organizaciones ecuménicas sigan profundizando y actualizando el análisis de nuestra
realidad, la relectura de la Biblia para renovar nuestra forma de pensar, en el diálogo,
acompañamiento y aprendizaje de las experiencias que están construyendo alternativas
en nuestra región y a nivel global. Para lograr esto acordamos:
• Avanzar en el compromiso de seguir adelante con la articulación ecuménica
para la incidencia en América Latina y el Caribe que se propuso en la reunión
de Quito, Ecuador a finales de noviembre de 2013. Esta tendrá como propósito
la incidencia en los debates sociales y políticos que se realizan en la región y
también hacia el interior de nuestras iglesias y organizaciones ecuménicas a
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partir de los temas de economía y deuda, cambio climático y migraciones desde
un enfoque en los derechos humanos, el fortalecimiento de la participación
ciudadana, el “Buen Vivir” y la creación de alternativas en la realidad social y
política de la región.
• Desde esta iniciativa buscamos formar un liderazgo eclesial y ecuménico con
una nueva forma de pensar y vivir, con capacidades de análisis de la realidad,
partícipe y animador de procesos eclesiales y sociales de diálogo, alianzas y
cooperación para incidir en los debates y las experiencias de construcción de
alternativas que vienen emergiendo en la región.
El Espíritu de Dios que nos animó a compartir estas páginas, nos mueve a pedir
sus oraciones, participación y compromiso con este proceso de articulación que vemos
con mucha esperanza para mantener viva la tradición profética de anunciar las buenas
nuevas del Evangelio en América Latina y el Caribe.
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CONSULTATION ON ADVOCACY
AND BIBILIO-THEOLOGICAL PERSPECTIVES
REGARDING THE PARADIGM OF DEVELOPMENT
FROM THE PERSPECTIVE OF LATIN AMERICA
AND THE CARIBBEAN
Bogotá, Colombia, 13-14 August 2014
We are representatives of the World Council of Churches, ACT Alliance, the Latin
American Council of Churches, the Lutheran World Federation Program on Debt and
Global Service (Colombia), the Alliance of Presbyterian and Reformed Churches of
Latin America (AIPRAL) of the World Communion of Reformed Churches, the World
Student Christian Federation, the Regional Ecumenical Advisory and Service Centre
(CREAS), the Latin American Pentecostal Commission, and the Citizen Coalition for
an Audit of the Public Debt in Colombia. We met together in the spirit of openness
to the guidance of the God of Life, openness to the serious realities in our region, and
to the globalized world in which we live. We came together to hold a Consultation on
advocacy and biblical-theological perspectives regarding the paradigm of development
in Latin America and the Caribbean. This Consultation was held in the city of Bogotá
on the 13th and14th of August 2014.
In the course of the consultation we analyzed the realities of the development model
currently being applied in our region, the actors and forces which are disputing the
control of this model and this method of development, and the necessity to create
alternatives to this model. To carry out this analysis we took into account:
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-
-
-
-
The historical background of this development model;
The biblical-theological reading of this context and the challenges which
confront the ecumenical movement;
The perspectives of the participant ecumenical organizations; and
The projects and experience with alternative models which are emerging and
are under discussion in our region.
Our purpose in coming together was to construct a critical framework and put
forward challenges regarding the role of the churches and the ecumenical sector, as we
are all living under the onus of this model of development. We sought to strengthen our
capacity for advocacy and cooperation with various social and political and grassroots
organizations and sectors of the communities in the construction of alternatives in our
region.
There are significant political, social and economic changes happening in our region
which require us to carry such in-depth analysis, in order to renew and strengthen the
commitment and prophetic action which has characterized our ecumenical movement.
We have traditionally found our inspiration in the ways in which the Spirit of God
has illuminated our path and given us strength, through our reflection on the Word,
through prayer and through the sharing of our experience. In that same Spirit, we want
to inspire our churches and ecumenical organizations to become participants in the
dialogue and processes we have begun during the Consultation. Our intention is not
simply to make affirmative statements, but rather to continue to encourage dialogue,
continue to deepen the analysis of our reality. It is in the midst of this difficult reality
that God is indeed calling us to account for the faith and hope that is within us.
Realities of the economic model of development in the region
The year 2013 saw the beginning of what has come to be known as “the third
democratic wave” in our region. Our various countries no longer suffer under
the military dictatorships which were rife in the last century. Those who head our
governments have been duly elected by the citizens. Over the last number of years
the economies of many of our countries have grown; the majority of them are now
considered by international bodies as “middle income” states. Official statistics of some
states tend to support claims that poverty has been reduced because of greater social
investment in education, health and housing.
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This depiction of reality, which is hailed by some sectors with great optimism,
cannot alter the fact that ours is the continent with the most inequality, and with high
levels of violence in a number of its states. That the marginalization of our indigenous
and afro-descent peoples continues, that a high percentage of the population of our
various states lives in poverty. The development model in use continues to be centred
in a resource extraction economy with particular emphasis on the mining and energy
sector and on agricultural production based on monoculture crops for export. Special
incentives are given to foreign investment, which generally does not strengthen the
local economies but rather encourages speculative profit-making.
And we continue to be locked into a system of perpetual indebtedness. Our various
countries must pay the high interest rates set for servicing the public debt, to the
detriment of the general welfare of their populations and to the advantage of the vulture
fund scavengers. They have already set their sights on Argentina, and these carrion birds
are circling over the rest of our region. Unlimited greed is kept in place by this system;
it does not repair the damage it does, the grave consequences for ordinary people, but
rather operates to satisfy the insatiable demand of the few simply to accumulate more
and more.
Many of the participants in the Consultation agreed with the premise that increasing
poverty, environmental degradation, the marginalization of broad sectors of the society,
the violence and the crisis of the sense of hopelessness which we are experiencing, none
of these grave problems can be dealt with simply by putting new adjectives such as
“green” or “sustainable” on the development model which has been imposed on us
over the last number of decades. That is because the model has as its only logic and
goal economic growth. To follow this logic and achieve this goal, salaries for workers
must be kept low, communities must be dispossessed and natural resources must be
depleted all so that profits can increase. It has been demonstrated theoretically as well
as empirically that the “better” the economic system functions, the more inequality is
created.
We who are in the churches and part of the ecumenical movement are thus called
to reflect seriously and to ask ourselves: “How much are we being influenced by the
way of thinking about these things which is constantly imposed and reinforced by the
economic model of development which is now being applied on a global scale?”
At the same time that this model of development is proceeding apace, new and
different social and political actors are appearing on the scene, and these include
foundations dependent on the private sector for their funding. These new actors
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dispute the necessity to manage resources for development purposes, the control of
development by the State, and the place of advocacy and protest regarding public
policy. If we in the churches and the ecumenical movement want to carry out public
witness we must ask ourselves: “What is our role? How can our efforts be relevant in
this new scenario? We are called to share the unique message of the imperative of life
with dignity for all human beings and for God´s creation. With whom can we forge
strategic or functional alliances, so that our message can have a greater impact?”
New cosmovisions and experiences
Faced with the reality of a continuing social crisis which particularly affects the most
impoverished sectors of society, some of the traditional indigenous peoples and some
social movements have begun to propose alternatives to the prevailing development
model. One of these alternatives comes out of the concept of “Buen Vivir” (The main
form that this indigenous perspective seems to be taking is the presentation of a “model”
called “Live well, but not better”: Vivir Bien or Buen Vivir in Spanish, Sumak Kawsay in
Quechua and Suma Qamaña in Aymara) in the indigenous communities.
This concept has been formally included in the constitutions of Ecuador and Bolivia,
and provides us with a unique opportunity to construct collectively a new model of
relationships between human beings and between human beings and the natural world.
It provides an impetus to break away from the classic model of “progress” as necessarily
ever-increasing, as development and extraction of resources to the maximum, as
unlimited and uncontrolled growth, in short the model that has been imposed on
the world during the modern era. “Buen Vivir” comes to us as an opportunity to
build together a new way of thinking, as well as a new way of living, for individuals,
communities and society as a whole.
Informed by this perspective, groups in our region have begun a great diversity
of experiments with the goal of learning how to forge new social relationships and
a new way of relating to the natural world as well. They seek a better way to link
together the economy, the environment, the society and the culture so that social
and intergenerational just relationships and the recognition of cultural and gender
differences can all find an accommodation with one another, using interculturality as a
guiding principle.
New kinds of political and economic emphases flow from these concepts, for
example food sovereignty, the protection of nature and the basic human right to water.
And the concept of “Buen Vivir”, born out of the Andean indigenous cosmovision, is
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being enriched by recent critical trends in western thought, all this with the objective
of influencing regional and global discussion regarding the quest for alternatives to
the dominant development model. These new alternatives are coming from other
cosmovisions, from new rationales, new ways of thinking.
Biblical scholars and theologians in our region assert that the “Buen Vivir”
cosmovision is very much akin to the traditions and spirituality found in the Bible. As
churches and as the ecumenical movement we should heed the clear call to dialogue
with this reclaimed way of thinking which can help us to renew and reinvigorate our
way of understanding how we are meant to live in this world.
Biblical-Theological and Ecumenical Perspectives
When we read the Bible we encounter the invitation to renew and realign our way
of thinking of these matters, so that we may not conform to the dominant model in
our world (Romans 12: 1-2). The prophetic tradition and Jesus himself both emphasize
repeatedly the intrinsic relationship between the wealth and excess of some over
against the poverty of the many, and the oppression by those few of the many as the
fundamental cause of rampant impoverishment and suffering in our world. Therefore
our profession of faith requires the rejection of those conditions, structures and systems
which perpetuate this inequality, injustice, abuse of human rights and destruction of
the environment.
Further to our prophetic action in denouncing the structures which perpetuate
inequality we must also recognize and denounce the ways in which this dominant
ideology defines and pressures human beings to be egoistic, selfish, insatiable and
unsatisfied, seeking a sense meaning for existence in the unlimited consumption of
products and resources. This logic has entered into the very hearts of human beings and
their understanding of their existence, their reason for being, and of their relationships
with others. This includes their relationship even with God, who is perceived as a great
supermarket providing us the things we believe we need.
The contrast and challenge put forward by Luke, to serve God or Mammon (Luke
16:13) continues to be fundamental for us, and even more urgent at this time in history.
The ideology of Mammon requires submission, and thus usurps the place of God
as the one centre and organizing force in our lives (see Colossians 3:5). This reality,
this idolatry, is not distant from us; we have internalized it as a value in our lives. The
dominant economic system has succeeded in colonizing the very minds, the dreams
and hopes of the overwhelming majority of humanity.
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Therefore it has become imperative to mount a difficult and painful but ultimately
liberating process of “exorcism”, a liberation of the values and dreams of human beings
from that dominant system. As Jesus healed the Gerasene possessed by devils (Mark 5:
1-20), so we must ask God by grace to cast out these devils from us, and transform us
into doers and builders of justice.
Using this perspective, we must turn to the biblical teachings which emphasize
the dignity of the poor and the uncompromising action of God in their favour. God´s
preferential option for the poor is incarnated in the communities of resistance which
do not live in accordance with the dominant system, and which seek to model and
anticipate Christian hope.
Because the dignity of human beings is not derived from the quantity of possessions
they accumulate, this way of living does consist in filling one’s life with riches, nor
in lusting after things impossible to obtain while ignoring the needs of our fellow
human beings. Human dignity consists in being a child of God, and living out God’s
commandment to love one another and share with others in solidarity.
The basic tenet that every human being is a child of God is the motive force for our
determined social and political action in the churches, so that we may participate fully
in the construction of alternatives to the dominant model, and the construction of a
society in which justice is done. This motivating force challenges us to revisit and renew
our reading and interpretation the Bible in our present context, faced with the reality of
an economic model which day by day increases inequality between human beings and
day by day destroys more of God´s creation.
Challenges and Tasks
As participants in this Consultation, we are agreed upon the necessity for our
churches and organizations to continue to deepen and keep current this analysis of our
reality, using the re-reading of the Bible to reinvigorate our ways of thinking. We must
also rely on mutual dialogue, accompaniment and learning from the experience which
is being accumulated about new alternatives, both in our own region and globally. To
achieve these goals we agree:
• To move forward with our commitment to build ecumenical links for advocacy
in Latin America and the Caribbean, an action which was proposed in our
meeting in Quito, Ecuador at the end of November 2013. This linking of the
churches will facilitate joint advocacy in the social and political debates going
on in the region, and assist us as well in internal discussions in our various
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churches and ecumenical organizations regarding economy and the debt,
climate change, migration from the human rights perspective, strengthening
citizen participation, the guiding concept of “Buen Vivir” and the creation of
alternatives in the context of the social and political realities in our region.
• As part of this initiative, to foment denominational and ecumenical leadership,
involving persons versed in these new ways of thinking and acting, with the
skills to analyze the current changing reality, and committed to participate in
and facilitate dialogue in the churches and the society at large. Involving in
leadership persons who can build alliances and cooperation so as to have real
impact on discussions and to be able to lift up and use the experience being
acquired about alternative ways of living and working which are emerging across
our region.
The Spirit of the Living God which inspired us to share these discussions from our
Consultation moves us as well to ask for your prayers, your participation and your
commitment to this process of joint action. We view this initiative with much hope,
believing that it follows our prophetic tradition and calling to bring the Good News of
the Gospel to Latin America and the Caribbean.
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26
PALABRAS DE APERTURA
MEMORIA Y CAMINO DEL CLAI
Rev. Felipe Adolf, presidente del CLAI
Estimadas amigas y amigos,
Esta Consulta sobre Incidencia y Perspectiva Bíblica y Teológica del Paradigma
del desarrollo desde América Latina y el Caribe se enmarca en las mejores tradiciones
del Movimiento Ecuménico y sigue una línea histórica del CLAI: consultar a iglesias,
instituciones, referentes sobre temas de incidencia. Agradezco al Rev. Milton Mejía por
la iniciativa de tener la visión de convocar a esta consulta que por la calidad de los
convocados/as, no dudo que tendremos elementos importantes para seguir avanzando
en esta perspectiva.
Que esta consulta se realice en Colombia es una magnífica oportunidad para
conocer de cerca los avances en el proceso a la firma de los acuerdos que nos lleven a
vislumbrar nuevos caminos para una convivencia de una paz anhelada.
Quiero ubicar mi saludo para esta consulta en el marco histórico del largo camino
recorrido por el movimiento ecuménico en general y del CLAI en sus 30 y tantos años
y me pareció que el texto de la carta a los Corintios 3:5-9 donde el autor habla con la
comunidad local sobre roles, acciones y actitudes. Yo sembré, y Apolos regó, pero el
crecimiento lo ha dado Dios…
Cuando digo que esta consulta se enmarca en las mejores tradiciones del movimiento
ecuménico, quiero decir con ello que somos herederos de los que nos precedieron, a
muchos Pablos y Apolos conocimos, y otros y otras han regado –no pocas veces con
27
lágrimas– son ellos que nos permiten hoy reunirnos en un ambiente plural para seguir
construyendo comunidad.
Es en ese espíritu que quiero darles mi visión del movimiento ecuménico y
específicamente del CLAI.
El CLAI es producto de procesos anteriores que allanaron el camino, estas fueron
personas, iglesias y organismos. Recientemente logré a través de amigos dar con un
pequeño librito escrito por el Obispo Carlos Gattinoni de regreso de dos encuentros
ecuménicos en Oxford y Edimburgo en 1936. En esos dos encuentros se habló de las
posibilidades de crear un organismo ecuménico global. Las siguientes reuniones en
años posteriores concluyeron con la formación del Consejo Mundial de Iglesias. Otro
líder ecuménico Luis Odell, laico metodista, participó en un encuentro de jóvenes
evangélicos en 1939 en París, de ese y otros encuentros surge ULAJE en América
Latina. ISAL (Iglesia y Sociedad en América Latina); Celadec (Comisión Evangélica
Latinoamericana de Educación); FUMEC (Federación Universal de Movimientos de
Estudiantes Cristianos); UNELAM (Unidad Evangélica Latinoamericana). La lista es
sin duda incompleta, pero no podemos dejar de señalar el aporte de los Seminarios de
Teología, los Organismos de Derechos Humanos. Porque estos, plantaron y regaron es
que hoy estamos acá no comenzando un proceso sino edificando sobre cimientos que
otros sentaron las bases. Recordar la historia no es para mirar hacia atrás, sino para
caminar hacia delante con certeza. Cabe la pregunta, si hubiera sido posible la creación
del CLAI en 1978 sin que otros plantaran y regaran. Todos nosotros, instituciones y
personas somos deudores agradecidos a los que nos antecedieron con su trabajo y
esfuerzo. Que sería del movimiento ecuménico en América Latina sin el rol del Consejo
Mundial de Iglesias en su lucha firme contra el Apartheid en Sud África o defendiendo a
las víctimas de gobiernos opresores en nuestros países. O cuando la Alianza Reformada
separó a una iglesia miembro en Sud África por impedir por motivos raciales participar
de la Santa Cena. Por todo eso y mucho más estamos aquí en Bogotá. Permítanme
recordar también a personas de nuestras iglesias que han sembrado y regado muchas
veces en soledad.
A Juan Marcos Rivera, por su incansable trabajo a favor de la dignidad humana,
al Obispo Enrique Chávez Campos, por ser pionero de la participación Pentecostal
en el Movimiento Ecuménico, a Emilio Castro por enseñarnos que las relaciones
ecuménicas son esencialmente pastorales, al Obispo Gabriel Vaccaro por su liderazgo
y compromiso ecuménico, a Ernesto Barros Cardoso por poner su talento al servicio
de las iglesias, a Milton Schwantes por desafiarnos y motivarnos de nuevo con viejas
historias, a Juan Damián por confiar y construir a partir de las experiencias, a Exeario
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Sosa Luján por contagiarnos con su carisma de pastor, a Wilfrido Artús por su apoyo
desde UNELAM a la formación del CLAI, a Gerson Meyer por su vida dedicada al
movimiento ecuménico y un ejemplo como persona, a Ofelia Ortega por dedicar
su vida a la enseñanza, a José Miguez Bonino por su vida y por darle una salida a la
Asamblea de Oaxtepec, a Beatriz Ferrari por su incansable trabajo a favor de los niños,
niñas y mujeres y su cuidado a las y los ancianos, a Héctor Méndez por su trabajo en
la Junta Directiva y su trabajo pastoral, a Rafael Cepeda por su talento intelectual y
hombre de libros, a Walter Altmann por sus servicios a la causa ecuménica, a Pablo
Sosa por poner su talento musical al servicio de las iglesias, a Juan Schvindt por servir
al CLAI en varias funciones, a Luis Rivera Pagán por su compromiso con el CLAI.
Como no recordar a Julio de Santana, Jether Pereira Ramalh, Rubem Alves, Medardo
Gómez, Plutarco Bonilla, y si alguien que no puede faltar en este recuento incompleto
es Federico Pagura, hombre que traspasó las fronteras y que no exagero si digo que
Federico es el Obispo de América.
Hoy nos toca a todos mujeres y hombres a cobijarnos a la sombra de esos árboles
que otros sembraron en esta huerta de Dios mirando hacia adelante con fe y dejar
nuestros temores y atrevernos a transgredir como lo hicieron los que nos precedieron,
especialmente Jesús que no dejó de transgredir cuando del ser humano se trataba por
encima de estipulaciones reglamentarias que a veces nos paralizan.
Termino citando un párrafo de la carta de la Junta Directiva del CLAI de 1990 desde
Asunción del Paraguay : “Nos quieren manipular la esperanza. Es lo último que nos
pueden quitar, pero aquí y allá, en mayo o en septiembre, en julio o en enero, ella brota
siempre, renace, florece, como nuestras flores silvestres. Personas y grupos, iglesias y
organizaciones populares cuidan por la noche el fuego de la solidaridad, en la esperanza
del amanecer”(Comprometidos con el Reino).
Muchas gracias.
Nota: La lista de los que nos precedieron es incompleta, los invito a recordar y sumar
nombres. Faltan nombres de mujeres y muchos nombres más.
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PRIMERA PARTE
PERSPECTIVA HISTORICA Y
CONTEXTO DEL DEBATE SOBRE
EL PARADIGMA DE DESARROLLO
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32
PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL PARADIGMA
DE DESARROLLO DESDE AMÉRICA LATINA
Y EL CARIBE
Ángel F. Furlán, director del Programa Deuda Ilegítima en ALC de la FLM
El modelo de desarrollo imperante y la gran brecha entre países considerados
“desarrollados” y “subdesarrollados” tiene sus orígenes y sus primeras manifestaciones
con la revolución industrial, a mediados del siglo XVIII.
La revolución industrial fue un proceso global que produjo cambios profundos
tanto en los países centrales como en los periféricos (entendiendo “centro” y “periferia”
fundamentalmente como relaciones de poder), muchos de los cuales habían sido o
todavía eran colonias de los países que luego se convertirían en “desarrollados”. Es
muy importante destacar la relación entre el proceso de la revolución industrial y el
desarrollo de los países centrales con el sistema colonial. En realidad la brecha entre los
centros de poder y la periferia colonial no nace con la revolución industrial sino que
con ella se manifiesta en una nueva fase.
La industrialización produjo un proceso de acumulación de capital en los países
centrales. Como otra cara de la moneda, los países periféricos contribuyeron a la
revolución industrial como productores de materia prima e importadores de productos
manufacturados.
Es interesante que a fines del período en que la revolución industrial se afianza
en sus resultados, podríamos decir alrededor de 1820, comienzan también los
endeudamientos externos de América Latina. Tomemos como ejemplo el préstamo
Baring a la Argentina en 1824. Un préstamo por un valor nominal de un millón de
33
libras, de las cuales llegaron al país un poco más de noventa mil libras esterlinas oro
y por el cual se terminó devolviendo más de cuatro millones a través de las sucesivas
renegociaciones.
Hay una vinculación funcional económico-financiera entre el centro y la periferia
que va a facilitar que los países centrales se enriquezcan cada vez más y los periféricos
se empobrezcan cada vez más.
La genialidad de Eduardo Galeano, en “Las Venas Abiertas de América Latina”,
nos presenta una descripción magistral de esta vinculación cuyo centro ha sido y
continúa siendo el saqueo permanente de nuestros recursos a favor de los grandes
centros de poder. Desgraciadamente las venas continúan abiertas y nuestros pueblos
desangrándose.
El modelo de desarrollo nacido con la revolución industrial es el de una generación
de riqueza consistente en el uso (o más bien abuso) incontrolado de recursos naturales
unido al uso de energías altamente contaminantes, en su mayoría no renovables. Es un
desarrollo que produce enormes desigualdades y que condena a miles de millones de
seres humanos al hambre y la miseria.
Luego de la segunda guerra se instala la convicción de que los países latinoamericanos
tienen que industrializarse y crecer económicamente al estilo de las naciones centrales y
que ese será el único camino para obtener mejores condiciones de vida. En 1948 nace la
CEPAL (Comisión Económica para América Latina) que, se suponía, trabajaría a fin de
alcanzar para el continente una alta tasa de industrialización y desarrollo económico.
Al mismo tiempo, en muchos países latinoamericanos comienza, a partir de
mediados de la década del 40, un proceso de industrialización vernácula por sustitución
de importaciones. Luego, también en la mayoría de los países, a partir de la revolución
neoliberal de los años 70 al 90, se retrocede nuevamente a la exportación de materias
primas y la importación de productos manufacturados (un caso paradigmático en este
sentido es el de la Argentina).
Mientras tanto, los países centrales continúan durante este último período en un
proceso de desarrollo incontrolado, cada vez más devastador y contaminante y son
muchos los que aceptan la prédica de que el desarrollo de América Latina debe ser
semejante y estar en función del proceso en los países centrales.
Al mismo tiempo, también en las últimas décadas, surgen cada vez con más fuerza
los cuestionamientos al modelo de desarrollo. Se pone en duda si éste es el modelo
34
hacia el que debemos caminar y si es capaz de lograr el bienestar y la felicidad sostenida
de nuestros pueblos y de las futuras generaciones.
Hay innumerables razones para afirmar que el modelo imperante es inadecuado
y erróneo en su obsesión por el crecimiento económico, sin importar lo inequitativo
que éste sea ni el costo humano que signifique. Además es totalmente insostenible
desde el punto de vista ecológico y ambiental y, de seguir así, pone en riesgo la misma
supervivencia del ser humano sobre el planeta.
Son muchos los que en las últimas décadas plantean la necesidad de un replanteo
radical del concepto de desarrollo. Se propone, en su lugar, un enfoque ético que ponga
en el centro las necesidades humanas. La propuesta es pensar en un nuevo modelo
de desarrollo humano, un concepto total que apunte al ser humano en todas sus
dimensiones.
Este concepto de desarrollo humano ha sido definido como el proceso que conduce
a la mejora sustancial de las opciones y capacidades de las personas, es decir hacia la
libertad, y tiene entre los componentes necesarios los recursos para un nivel de vida
digno, la salud, la educación, etc.
La relación del concepto de desarrollo humano con la expansión de las libertades
reales de todas las personas ha sido desarrollado ampliamente por el economista indio
Amartya Sen quien insiste en que no puede haber desarrollo real sin una preocupación
por el proceso de aumento de las libertades individuales que signifique al mismo tiempo
un compromiso social para que éstas sean realmente efectivas.
Esto significa una concepción de la economía en su sentido etimológico de
“administración de la casa”, la casa en que vivimos, la casa común, para bien de los seres
humanos que la habitamos. Una casa de y para todos y todas.
Significa entender el desarrollo como el buen vivir y la felicidad sostenida y
sustentable de todos y todas los habitantes de la casa común. Un modelo de desarrollo
cuyo principal sujeto y gestor de sustentabilidad sea la misma comunidad y el Estado y
no las instituciones financieras y las grandes corporaciones transnacionales.
Los énfasis deben ser cambiados de acuerdo a una perspectiva ética:
- El desarrollo humano debe estar por encima del desarrollo económico.
- El crecimiento debe estar centrado en la vida y la dignidad de las personas y debe
ser igualitario/equitativo, democrático, estable y sustentable.
35
- La seguridad jurídica de los más vulnerables y la justicia social debe primar
sobre cualquier seguridad jurídica reclamada por el capital financiero y las
transnacionales.
Al pensar este modelo de desarrollo humano es necesario reconocer y enfatizar el
papel de las mujeres. El reconocimiento del liderazgo de las mujeres, su intervención
decisiva y protagonismo activo en cuestiones relacionadas con la economía, la política
y la sociedad en todos los niveles reviste una importancia fundamental.
Finalmente, hay una larga historia que nos anima en la lucha actual por un cambio
en América Latina. En esta historia es necesario señalar:
- Las gestas emancipadoras y los aportes a una concepción latinoamericanista
como los de San Martín y Bolívar y otros que en época más reciente, enfatizaron
la necesidad de la unidad latinoamericana. Juan Domingo Perón, en un célebre
discurso de 1953, afirmaba que el año 2000 nos encontraría unidos o dominados.
- La “Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo” en 1986.
Entre los requisitos básicos para el desarrollo la declaración menciona:
Situar a las personas en el centro.
Velar por su participación activa, libre y significativa.
Garantizar la no discriminación.
Distribuir equitativamente los beneficios del desarrollo.
Respetar la libre determinación y la soberanía sobre los recursos naturales.
Enmarcar todo ello en un proceso que promueva otros derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales.
- El énfasis en la educación popular, con su mayor exponente y promotor en Paulo
Freire, abriendo caminos para la concientización y la organización social para la
transformación de las estructuras.
- El desarrollo del estructuralismo latinoamericano que señala las causas y
las condiciones estructurales responsables del subdesarrollo y la teoría de la
dependencia con su análisis crítico y énfasis en la necesidad de independencia.
- La Teología de la Liberación, como una auténtica teología latinoamericana
opuesta a las teologías que legitiman el sistema.
- El involucramiento activo de iglesias e instituciones ecuménicas en el debate y la
búsqueda de alternativas.
- El Foro Social Mundial, como espacio de encuentro y de renovación de las
utopías.
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- Los cambios en las constituciones de algunos países (como Bolivia y Ecuador)
en los que se hace referencia al “buen vivir” y al “buen convivir” como modelo
de desarrollo. Basados en dos concepciones complementarias de los pueblos
originarios el Sumak Kawsay, (del quechua - Ecuador) que significa “vida buena”,
y el Suma Qamaña, (del aymara - Bolivia) que significa “buen convivir”.
- Los procesos de integración regional y el avance en nuevos sistemas financieros
alternativos. (Mercosur, Unasur, Banco del Sur, SUCRE, etc.)
En resumen, desde nuestra fe en el Dios de la Vida y desde un valioso patrimonio
latinoamericano que nos proporciona sustento y fortaleza animémonos unos a otros
para seguir en la lucha. Como dice el autor de la carta a los Hebreos, que recobren su
vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean y así sigamos con confianza
en la carrera que tenemos por delante. Otro mundo… otra América Latina es posible.
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ESTRATEGIA DE SUSTENTABILIDAD
ECONOMICO-FINANCIERA
Nuevos Desafíos para el Desarrollo Institucional
de las Organizaciones Ecuménicas y Sociales
en América Latina y el Caribe
Humberto Martín Shikiya, Director General CREAS
Marco referencial del desarrollo de la sustentabilidad económica-financiera
La sustentabilidad económica y financiera es comprendida como la capacidad
institucional de una organización de generar las condiciones favorables para su
viabilidad y desarrollo en el presente y en el futuro, evitando el agotamiento o la
sobrecarga de los recursos que la sustentan. La diversificación de recursos es una de
las condiciones que favorece tanto el no agotamiento como la sobrecarga que se intenta
evitar.
Como es sabido, cuando una organización decide diversificarse, los nuevos proyectos
en los que se compromete pueden o no guardar relaciones con los anteriores, de forma
que se suele distinguir entre diversificación relacionada y no relacionada, según se den
unas u otras circunstancias, respectivamente.
El enfoque de la Teoría de Recursos y Capacidades trata de explicar los motivos
por los cuales las organizaciones, que desarrollan su actividad en el mismo entorno y
que, estarían sujetas a los mismos factores de impacto en el sector social y económico,
obtienen niveles de resultados diferenciados.
39
Por lo tanto, el propósito del análisis de los recursos y capacidades es identificar
el potencial de la organización para establecer ventajas diferenciadas mediante la
identificación y valoración de los recursos y habilidades que posee o a los que puede
acceder, centrando su atención en el análisis de los recursos y capacidades que poseen
las organizaciones, así como en sus diferencias y en la importancia que éstas tienen para
explicar la evolución de sus resultados.
En general, se pueden considerar tres ideas básicas que sustentan el enfoque de
recursos y capacidades:
1. Las organizaciones son diferentes entre sí por razón de los recursos y capacidades
que poseen en un momento determinado, así como por las diferentes
características de los mismos (heterogeneidad).
2. Además, dichos recursos y capacidades no están a disposición de todas las
organizaciones en las mismas condiciones (imperfecta movilidad).
3. Esta doble consideración (heterogeneidad e imperfecta movilidad) permite
explicar la diferencia de resultados alcanzados entre las organizaciones, incluso
perteneciendo a un mismo sector.
El beneficio de una organización es consecuencia tanto de las características del
entorno (factores externos), como de la combinación de los recursos de que dispone
(factores internos). En general, este nuevo análisis de la organización no supone romper
con los modelos anteriores, sino superarlos.
De hecho, la organización pasa a ser considerada como un conjunto de tecnologías,
habilidades, conocimientos, etc., que se generan y amplían con el tiempo, es decir,
como una combinación única de recursos y capacidades heterogéneos lo que concede
a la organización una posición distinta y única en el contexto para poder producir
cambios o impacto.
La organización es más que una unidad de proyectos, es también una colección de
recursos productivos. Donde el desafío de los dirigentes será identificar, desarrollar,
proteger y desplegar recursos y capacidades en una forma que entregue a la organización
una ventaja competitiva sostenible y por lo tanto, un beneficio superior. En definitiva,
de la mejor forma como la organización despliegue sus recursos dependerá su posición
para disputar más beneficios y lograr mayor impacto.
En un primer nivel estarían los recursos o activos individuales y en un segundo nivel
aparecerían las capacidades, competencias o habilidades colectivas de la organización.
40
Mientras los recursos son cosas o elementos que se poseen o controlan y existen con
relativa independencia de su uso concreto, las capacidades representan formas de hacer
las actividades y de utilizar los recursos. Frente a las habilidades individuales de cada
persona, las capacidades sólo existen en la medida en que dichas personas colaboran
entre sí y se coordinan para resolver un problema o realizar una actividad.
El análisis de los recursos y capacidades de las organizaciones promueve el desarrollo
de capacidades en función de estrategias de diversificación de recursos para alcanzar un
modelo ideal de sustentabilidad basado en los cuatro pilares económicos que muchas
organizaciones desean:
Recursos
Privados
Recursos
Públicos
Recursos de la
Cooperación
Internacional
Recursos
Propios
Modelo de Sustentabilidad
Este modelo ideal a su vez conlleva la diversificación en los propios pilares para
mantener la estabilidad institucional y la permanencia de la organización:
Recursos
Posibilidades de diversificación
Propios
Financieros: aportes de los socios, venta de servicios y productos,
utilidades financieras, alquileres, etc.
No financieros: aportes en especie, voluntariado, etc.
Cooperación
internacional
Públicos del país
Financieros: donaciones sin designación, donaciones por proyectos,
legados, créditos, etc.
No financieros: aportes en especie, voluntariado, etc.
Financieros: Programas y Fondos del Estado: nacional, provincial,
municipal. Universidades.
No financieros: aportes en especie, auspicios, etc.
Privados
Financieros: donaciones sin designación, donaciones por proyectos,
legados, contribuciones individuales, créditos, etc.
No financieros: aportes en especie, auspicios, voluntariado, etc.
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Como puede observarse en el esquema anterior, existe una variedad de fuentes y
tipos de recursos a los cuales se podría acceder. La Diversificación de Recursos es la
capacidad de visualizar y acceder a una multiplicidad de recursos en función de la
viabilidad y perdurabilidad de una organización.
Algunos elementos que integran la estrategia de diversificación de recursos son:
• desarrollo de capacidades para mantenerse en el tiempo siendo relevante y
estratégico para el conjunto de la sociedad;
• utilización de recursos que puedan generar otros recursos;
• respuestas a la satisfacción de las necesidades de crecimiento; y
• compromiso por el futuro de las próximas generaciones.
La diversificación de recursos, sumada a la continuidad de los aportes y la renovación
del compromiso de quienes creen en la misión institucional, es lo que garantiza que una
organización permanezca en el tiempo. No puede cumplirse una misión gracias a una
sola fuente o pilar de recursos.
La teoría de la movilización de recursos original asignaba un peso importante
a las decisiones estratégicas, relativizaban las contingencias histórico-sociales, la
dimensión emotiva de los sujetos movilizados y el carácter interactivo de la política
de los movimientos y las organizaciones. Sin embargo, rescataron teóricamente la
relevancia de los procesos organizativos. Por ello, su principal preocupación es estudiar
la eficacia con que las distintas organizaciones, que juntas conforman un movimiento
social, hacen uso de los recursos disponibles para la consecución de objetivos. Dentro
de este énfasis organizacional, no es posible hablar de un movimiento social dado
42
como una entidad homogénea, sin considerar las distintas orientaciones ideológicas,
organizativas y/o estratégicas que conviven en su seno.
Dentro de esta teoría, el enfoque de las Oportunidades Políticas o del Proceso
Político tiene más en cuenta la interacción y los efectos del entorno político. En este
sentido, en el plano teórico, prioriza los incentivos sociales por sobre los individuales
para explicar la acción colectiva, dado que los individuos (sean personas o instituciones)
se suman a los movimientos sociales como respuesta a las oportunidades políticas, y
en su dinámica posterior crean nuevas oportunidades a través de la acción colectiva.
De hecho, los movimientos surgen cuando se amplían dichas oportunidades, cuando
se demuestra la existencia de aliados y cuando se pone de relieve la vulnerabilidad
de los oponentes. Estas oportunidades, que son evaluadas por los protagonistas y
constituyen los incentivos para actuar colectivamente, implican coyunturas que
reducen los costos de la acción colectiva, en la medida en que los actores descubren
aperturas institucionales, o sinergias con otros procesos sociales.
Además, la movilización tiene una dimensión cultural insoslayable, y que constituye
un proceso activo, creativo, constitutivo de la acción colectiva. Desde el enfoque del
Proceso Colectivo de Interpretación, las oportunidades políticas y la movilización social
son el resultado de un proceso de rupturas culturales que hacen aflorar a la superficie
contradicciones latentes, y que reformulan o cuestionan las definiciones estándar de la
situación social que es objeto de críticas por parte de los movimientos.
En síntesis, la evolución hasta la actualidad del paradigma analizado nos permite
sostener que la clave explicativa no se ubica, en los individuos sino en las redes de
interacción social, y que el escenario cultural e histórico afecta a los mecanismos de
la acción colectiva, a los actores, a la movilización, etc. En este marco, la explicación
sociológica consiste en identificar, dentro de los procesos o episodios históricos
analizados, cadenas causales formadas por mecanismos de acción que reaparecen en
una amplia variedad de escenarios, pero en secuencias y combinaciones distintas, y por
tanto con diferentes resultados colectivos.
En términos de las prácticas de las organizaciones sociales, la movilización de
recursos implica un conjunto de acciones que permite ampliar la participación de
una variedad de actores que se asocian a un propósito común. Desde una lógica de
esfuerzos compartidos, se promueve la gestión para el fortalecimiento de relaciones
y vínculos con diferentes actores propiciando su participación, y rindiendo cuentas
periódicamente de los resultados alcanzados y los cambios logrados.
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La movilización es una estrategia que nos permite ampliar la base de apoyo de
nuestras organizaciones para hacer más viables y sustentables nuestras propuestas en
el mediano y largo plazo, creando mejores condiciones para lograr incidencia públicopolítica e impacto. Animarnos a involucrar a distintos actores nos ayuda a ser más:
visibles, creíbles y confiables.
La economía política como ciencia social tiene por objeto el estudio del conjunto de
fenómenos que son relativos a la producción, la distribución y el consumo de los bienes
elaborados por una sociedad. Le corresponde el estudio de las necesidades materiales
de una organización social y su satisfacción, la organización de la producción, la
circulación de los bienes, la distribución de la riqueza, entre otros fenómenos.
También se denomina economía política al sistema que constituye el objeto de esta
ciencia, dicho de otro modo es la ciencia que estudia el conjunto de leyes y tendencias
que rigen la producción de mercancías y la acumulación de las riquezas en una sociedad
dada. Por lo tanto, es una disciplina que estudia las relaciones sociales de producción y
sus condicionantes así como el conjunto de las relaciones sociales que se llevan adelante
con relación a los procesos productivos.
En concreto, la economía política desarrolla sus postulados y análisis en dos
dimensiones:
–– El aumento de la producción, o el crecimiento económico.
–– La distribución de ese crecimiento económico.
El crecimiento económico establece un campo de relaciones entre los distintos
actores económicos que disputan la distribución de ese crecimiento. De hecho, se
establecen procesos de negociación entre partes a través de mediaciones acordadas en
principio entre las partes. Por ejemplo, los trabajadores disputan recursos a través de
los mecanismos de las paritarias, y los sectores “patronales”, sea el Estado o el sector
privado económico, ceden parte de sus recursos. No sólo los trabajadores disputan
recursos, los propios empresarios entran en esta disputa con el propio Estado cuando
aumenta la presión tributaria.
Los movimientos sociales, igual que los otros sectores, también han creado las
mediaciones necesarias para ser reconocidos como actores que disputan los recursos
y llegan a acuerdos con el Estado. La cuestión pendiente desde la sociedad civil, son
las llamadas organizaciones sociales u ONG que aun teniendo reconocimiento social
44
no han creado las condiciones para tener mediaciones reconocidas para disputar los
recursos, sea con el sector público y privado.
El desarrollo de estrategias de disputa de recursos con el sector público y privado
requiere de las organizaciones tener previamente elaboradas las estrategias de
diversificación y movilización de recursos, que permita conocer a quiénes dirigirse y
con quiénes negociar, con qué propuestas y qué beneficios para las partes involucradas,
para finalmente saber que se va a lograr con los recursos.
Contexto en perspectiva política/económica
El año 2013 ha sido un año decisivo para América Latina, tanto en el terreno
económico como en el político-electoral. Fue un año de alta densidad política. La región,
en su conjunto, ha permanecido en constante movimiento, cada vez más politizada,
sigue interpelando al orden internacional. América Latina sigue inmersa en una tensa
disputa interna sin poder quedar ajena a la actual transición geopolítica /geoeconómica
mundial que avanza hacia un mapa multipolar.
Plagada de importantes acontecimientos determinantes, podemos mencionar entre
ellos: la muerte de Hugo Chávez y la llegada de su sucesor, Nicolás Maduro, en elecciones
ajustadas y cuestionadas. La reelección de Rafael Correa en Ecuador y el regreso al poder
en Chile de Michelle Bachelet. La situación política se regularizó mediante elecciones
en Paraguay; sin embargo, la de Honduras (denuncia de fraude mediante) se volvió a
complicar. Daniel Ortega, con su reforma promueve un sistema de reelección sin límite.
Antes Fidel y ahora Raúl Castro siguen gobernando Cuba y ejerció la presidencia de la
CELAC, a partir de 2014 bajo la Presidencia Pro-Tempore de Costa Rica. Las reformas
estructurales en México y el proceso de paz en Colombia siguen vivos aunque preñados
de grandes desafíos. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró en la
OEA el fin de la Doctrina Monroe. Y, por primera vez en la historia, un latinoamericano
está al frente del Vaticano, el Papa Francisco, a quien la revista Time, en reconocimiento
a su liderazgo, lo designó el personaje del año.
Este año se cumplió el 35º aniversario del inicio de la Tercera Ola democrática en la
región y comenzó un nuevo ciclo electoral, dentro del cual, y hasta 2016, 17 de los 18
países de la región (salvo México) celebrarán comicios presidenciales.
Los cinco procesos electorales presidenciales de este año que termina se desarrollaron
en un contexto de desaceleración económica. Según la CEPAL, el crecimiento de
América Latina en 2013 resultó de sólo 3%. A ello hay que sumar un progresivo
malestar social que se expresa en un incremento de las demandas ciudadanas (sobre
45
todo de las emergentes y muy heterogéneas clases medias) en varios países de la región
que, si bien no rechazan “el sistema democrático”, sí muestran su insatisfacción hacia
el funcionamiento de este sistema, a la vez que demandan mejor representación, más
transparencia y rendición de cuentas, y, sobre todo, servicios públicos de mejor calidad
en materia de educación, salud, transporte y seguridad ciudadana.
Entre algunos de los indicadores más significativos del 2013 podemos mencionar:
• Inflación
Los países de la región con menor inflación, comparando la evolución de enero
a octubre de 2013 con igual período del año anterior, fueron El Salvador, con 0,5%;
Chile, con 1,5%; y Colombia, con 1,8%, según el Balance Preliminar 2013 de la CEPAL.
Los Estados con mayor inflación, y los únicos que superaron los dos dígitos en toda
América Latina, fueron Venezuela (52%) y Argentina (más del 25%).
• Desempleo
Perú fue el país que más redujo el desempleo, descendió un 1,2% entre los adultos
y 0,8% entre los jóvenes. Lo siguen Colombia, con una reducción de 0,6% y 1%; y
Chile, con 0,5% y 0,4%. Entre los jóvenes, Argentina fue el país en el que más creció el
desempleo: 1,7%. La siguen Uruguay, con 0,9%; y Honduras, con 0,8%.
Los países de mayor desempleo son Colombia (10,6%), Costa Rica (8,3%) y
Venezuela (7,8%).
• Crecimiento económico
Con un 13% de variación interanual, Paraguay fue el país que experimentó una
mayor tasa de crecimiento del PIB en el año, según la CEPAL. Lo siguieron Panamá,
con 7,5%; y Bolivia, con 6,4%. El que menos creció fue Venezuela, con un magro 1,2%.
Estuvo seguida por México, con 1,3%; y El Salvador, con 1,7%.
• Reservas Internacionales
Ecuador fue el país que más incrementó sus reservas internacionales, según datos
de la CEPAL. Entre octubre de 2012 y 2013, pasaron de 2.483 millones de dólares a
4.206 millones, lo que significó un aumento del 69%. Lo siguió Uruguay, cuyas reservas
pasaron de 13.605 millones de dólares a 16.117 millones, y crecieron un 18%.
Por el contrario, el país en el que más cayeron las reservas fue Venezuela, que empezó
el año con 29.891 millones de dólares y terminó octubre con 21.750 millones, lo que
implicó una contracción del 27%. Luego quedó Argentina, que pasó de 43.290 millones
de dólares a 33.232 millones, es decir, una reducción del 23%.
46
• Calidad educativa
Este año se publicó el Informe PISA 2012, que realiza la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cada tres años. Es una serie de
exámenes de matemática, lectura y ciencia, que se toma a jóvenes de 15 años que asisten
a la escuela. Con 423 puntos en matemática, 441 en lectura y 445 en ciencia, Chile fue
el país latinoamericano con mejor rendimiento. Argentina, Colombia y Perú fueron los
de resultados más pobres.
PISA no sólo sirve para estimar calidad. Como los exámenes se toman a jóvenes de
todos los estratos sociales, da mucha información sobre desigualdad educativa. Costa
Rica, México y Chile son los países con menor desigualdad ya que la brecha entre los
peores y los mejores estudiantes en las PISA fue más acotada que en el resto. Por el
contrario, Argentina, Perú y Uruguay son los que mostraron mayor desigualdad.
• Pobreza
A 164 millones de personas llega el número de latinoamericanos en situación de
pobreza en 2013 (27,9% de la población), de los cuales 68 millones se encuentran
en la extrema pobreza o indigencia (11,5%), según proyecciones entregadas por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. El aumento en la indigencia,
específicamente, ha sido causado por el incremento del costo de los alimentos por
encima de la inflación general. Ello conduce a preguntarse si las políticas públicas
destinadas a la superación de la pobreza están poniendo suficiente énfasis en el logro
de estándares mínimos.
Con lo expuesto hasta aquí, podemos ver que América Latina continúa sufriendo
una desigualdad profunda. Esta situación afecta directo al desarrollo porque daña el
progreso económico, debilita la vida democrática y amenaza la cohesión social. A pesar
de algunos indicios de convergencia, las disparidades dentro de un mismo país en
educación, salud y nutrición siguen siendo muy altas. La diferencia de ingresos es un
impulsor claro de la desigualdad en otros aspectos del bienestar material, aunque otros
factores, como la calidad de gobernanza, el gasto social y las normas sociales, también
son importantes. La reproducción de la desigualdad es la tendencia que debemos
contribuir a enderezar con más inclusión, más aumento de capacidades y más cultura
de paz.
La disputa de recursos económico – financieros
En el Informe de Perspectiva Económicas 2013 de la CEPAL se expresa que “Los países
de América Latina enfrentan un escenario económico complejo debido al debilitamiento
47
del crecimiento y a la incertidumbre prevaleciente en la economía internacional. Si bien los
fundamentos macroeconómicos de la región para enfrentar posibles caídas de la demanda
agregada en el corto plazo son sólidos, el escenario de mediano plazo es menos favorable
que en la última década. Debido al menor dinamismo de la demanda externa y a la
volatilidad en el precio de las materias primas, de las cuales los países latinoamericanos
siguen dependiendo en exceso, las debilidades estructurales impedirían alcanzar un
crecimiento económico mayor y más incluyente durante los próximos años.
Para afrontar estos retos y afianzar el progreso reciente, en especial en reducción de
la pobreza y las desigualdades, se requiere impulsar un cambio estructural que favorezca
la diversificación de la economía, incremente la productividad y reduzca las brechas
productivas y tecnológicas. Es aconsejable que, para lograr estos objetivos, los gobiernos de
la región redoblen sus esfuerzos en el diseño e implementación de más y mejores políticas
de desarrollo productivo, innovación, financiamiento y educación. La cooperación y la
integración económica entre los países pueden también ser instrumentos eficaces para
generar el aprendizaje mutuo y el dinamismo necesarios en el actual contexto.”
Aun cuando desde la CEPAL las perspectivas no sean de aumento sostenido de
la economía latinoamericana, ya está instalado el campo de disputa de recursos
económicos por la intervención social desde distintos actores y sectores. La cooperación
empresarial, según un artículo editorial de Luis Nieto Pereira del Observatorio de las
Multinacionales en América Latina (OMAL), expresa: “La agenda de la cooperación
internacional, que ha venido definiéndose a lo largo de la última década, viene hoy
marcada por un hecho decisivo: la toma en consideración de las grandes corporaciones
como uno de los sujetos principales para el diseño y la aplicación de las estrategias de
desarrollo. En este contexto, la cooperación empresarial aparece con fuerza como una
de las principales modalidades impulsadas por la nueva agenda global de desarrollo,
enmarcándose en ella todas las políticas de cooperación internacional que se orientan a
favorecer la expansión de los negocios de las compañías multinacionales.”
Por otro lado, las universidades tanto públicas como privadas han venido creciendo
tanto en términos de su matriculación como en el número de instituciones creadas
en la última década. Además se observa un crecimiento diversificado en términos
de carreras como de ofertas de modalidades nuevas, que a través de sus ciclos de
extensión, son en suma estrategias de aproximación e intervención social que en
décadas anteriores supieron estar en manos de las OSC. Para impulsar y ejecutar sus
programas, las universidades también se valen del desarrollo de recursos con fondos
públicos, privados y de la propia cooperación internacional.
48
Como se expresaba anteriormente, al mismo tiempo que se suceden estos cambios,
también la cooperación internacional ha sufrido modificaciones en sus tendencias y
formas de operar. El crecimiento de América Latina y la menor disposición de recursos
financieros en los últimos años, ha llevado a la cooperación internacional a limitar y
concentrar sus prioridades y acciones en la región. Al mismo tiempo, los gobiernos han
aumentado sus políticas públicas de inclusión a través de programas sociales basados
en un crecimiento de sus fondos como también el cambio de estrategias en las agencias
estatales de cooperación internacional.
Frente a estos cambios producidos, y teniendo en cuenta que el campo de disputa
de recursos no solo es financiero sino también político; las OSC tienen la necesidad
de replantear sus capacidades, desarrollar sus alianzas en sentidos más estratégicos,
generar las condiciones para crear mecanismos de acceso y desarrollo de recursos, y
equiparse tecnológica y humanamente a un campo de nuevos desafíos que les permitan
afianzar modelos de sustentabilidad a largo plazo.
Los desafíos de la sustentabilidad financiera
A manera de provocación a una primera reflexión colectiva desde el liderazgo de
las Organizaciones Ecuménicas y las OSC, y teniendo en cuenta el marco referencial y
a su vez el panorama social y político arriba puntualizado, surgen algunos elementos
que sin llegar a ser conclusivos o definitivos, podrían ser una hipótesis de trabajo para
la elaboración de estrategias de diversificación y movilización de recursos que generen
las condiciones para alcanzar un modelo de sustentabilidad para las organizaciones.
La relevancia de las organizaciones en contextos de complejidad
En determinados momentos de sus trayectorias, las organizaciones han tenido
una relevancia estratégica para su entorno, han vivido situaciones de “bonanza” con
certezas en sus proyecciones. Este rol de relevancia estuvo marcado generalmente por
factores externos, pero no se puede desconocer que también ha permitido crecer a
las organizaciones en términos cualitativos. Existen algunos indicadores que revelan
que las denominadas Organizaciones Ecuménicas y ONG tuvieron la consideración
pública y social, y en su momento también el reconocimiento indiscutible desde la
sociedad civil y de los Estados.
La situación actual atravesada por nuevos actores y sujetos sociales, culturales y
económicos, y también políticos; ha modificado los escenarios de certeza con que
las Organizaciones Ecuménicas y ONG se movían. Sobre lo qué ha sucedido se ha
analizado bastante, ahora las preguntas claves son:
49
–– ¿continúan siendo relevantes para los Estados, los movimientos sociales, el
público en general?,
–– ¿cuáles son los sentidos estratégicos de su actuación y en qué campos y temas
debería destacarse sus contribuciones distintivas y únicas?
La diversificación y movilización de recursos como estrategias de la sustentabilidad
política-institucional-financiera
Tres primeros mapeos resultan importantes para desarrollar antes de elaborar
algunas estrategias de disputas de recursos públicos y privados, y al mismo tiempo de
aumento de los recursos propios. Ello sin dejar de lado, el desafío de mantener y abrir
nuevos horizontes con la cooperación internacional.
–– ¿Cuáles son los recursos disponibles, propios y externos a la organización que
permitirían “palanquear” otros recursos?
–– ¿Cuáles son las capacidades, habilidades y tecnologías con que se cuenta para
desarrollar y gestionar recursos?
–– ¿Cuáles son los actores y sectores sociales, económicos privados, públicos, y
de la cooperación, a quienes consideran aliados estratégicos y cuáles otros son
simplemente fuentes de co-financiamiento?
Estas son algunas de las preguntas que permiten generar los insumos necesarios
para un primer plan de acción, y que también pueda dimensionar el desarrollo de
recursos para la sustentabilidad como un campo de incidencia público – política.
50
SEGUNDA PARTE
PERSPECTIVA BÍBLICA Y TEOLÓGICA
DEL PARADIGMA DEL DESARROLLO
51
52
¿Y PARA QUE? PENSAR EL DESARROLLO
DESDE UNA PERSPECTIVA BIBLICA
Por: Rev. Dr. Dario Barolin, Secretario Ejecutivo de AIPRAL
Introducción
Pensar la temática del desarrollo económico desde el punto de vista teológico es
necesario y pertinente. Pertinente pues el concepto de desarrollo económico no sólo
tiene que ver con la economía en sí misma ni queda enmarcado en su sólo campo de
injerencia. De hecho el concepto de desarrollo está determinado por la visión de futuro
que las sociedades humanas perciben y desean para sí. Alfonso Dubois comenta “Cuando
establecemos las prioridades de lo que entendemos por desarrollo, en última instancia, no
estamos sino afirmando cuál es nuestra visión de lo que queremos que sea nuestro futuro.”1
En tal sentido la teología es una parte necesaria de esta discusión pues si bien hay
aspectos técnicos de la economía que son ajenos a la teología como disciplina, la visión
del ser humano, su sentido de vida, su relación con el resto de la creación y su futuro
no lo son.
Por otro lado es necesario y relevante pues la visión del desarrollo económico es una
mirada que ha estado marcada por la visión dominante de los países del norte, europeos
y norteamericano, especialmente a partir de su propia experiencia, especialmente los
“años dorados” de la post-guerra.2
1
“Un concepto de desarrollo para el siglo XXI”: “El concepto de desarrollo se relaciona con la idea de futuro que
cada sociedad se propone como meta para el colectivo humano. El desarrollo hay que entenderlo como una categoría
futuro. Cuando establecemos las prioridades de lo que entendemos por desarrollo, en última instancia, no estamos
sino afirmando cuál es nuestra visión de lo que queremos en el futuro”.
2
Ver infra
53
Ahora bien, desde qué lugar la teología se posiciona para ser parte del debate
del desarrollo. Tanto Jorge Pixley3 como Jung Mo Sung4 advierten sobre algunas
aproximaciones inapropiadas a la discusión. La teología no puede acercarse desde
la Biblia con un recetario sobre cómo resolver los problemas de la economía que
básicamente son la producción de los bienes necesarios para su subsistencia y su
distribución. Tampoco se debe, como lo advierte Néstor Míguez “plantearse un
horizonte utópico y medir desde allí la posibilidad de una economía distinta”.5
Mi planteo es entonces mucho más modesto. Comenzaré mostrando algunos
elementos presentes en la concepción dominante del desarrollo económico y algunas
consideraciones que se desprenden del funcionamiento del sistema neoliberal,
especialmente en cuanto a la creciente inequidad. Como parte de este punto también
trataré de establecer la relación entre el sistema económico y la visión antropológica del
ser humano que se manifiesta en él.
En un segundo momento relevaré algunos aspectos de los textos bíblicos que me
parecen relevantes para la tarea teológica presente. Me centraré especialmente en
aquellos aspectos que nos ayudan a desenmascarar la negación de Dios que se realiza
al justificar el sacrificio humano como necesario. 6Por otro lado, los necesarios énfasis
de la fe cristiana que nos permita colocarnos en una dimensión más justa y solidaria.
¿Desarrollo?
Hay dos aspectos que se conjugan en la definición dominante de desarrollo. Por
un lado una visión norte y eurocéntrica del desarrollo donde se veía el propio proceso
alcanzando en los EEUU y Norteamérica el deseable para sí y para toda la humanidad.
Sin considerar siquiera que semejante “desarrollo” en el norte implicaba un constante
flujo de recursos desde los países colonizados del sur y hasta su propia pauperización.
Por otro, el concepto de desarrollo en buena medida estuvo inspirado y fundamentado
en la que se ha conocido como la “curva de Kuznets”. Éste economista en 1955
presentó un artículo denominado “Crecimiento económico e inequidad de Ingreso”7
3
Un llamado desde la Biblia: Luchar por una sociedad más justa” en Jorge Pixley (Coord), Por un mundo otro, Quito:
CLAI, 2003, p. 95.
4
“Religión y economía: interfaces” en Concilium 343, Noviembre 2011, pp. 13-19
5
Ribla 30, Quito: RECU/DEI, 1998, p. 6
6
Hugo Assmann defieniendo el concepto de idolatría dice: “... nos preocupa el sacrificio de vidas humanas legitimado
por concepciones idolátricas de los procesos económicos” La idolatría del mercado, San José: DEI, 1997, p. 15.
7
“Economic Growth and Income Inequality”, en The American Economic Review, Vol XLV, Marzo 1955, Nro. 1. Se
puede ver una versión digital en http://www.aeaweb.org/aer/top20/45.1.1-28.pdf. Este artículo es de alguna manera
una síntesis de su libro publicado 2 años antes Shares of Upper Income Groups in Income and Savings.
54
en medio de una visión altamente optimista del rumbo que la economía norteamericana
estaba tomando especialmente después de la segunda guerra mundial donde se daba
una fuerte reducción de las diferencias entre ricos y pobres. Su teoría básicamente
propone que se da un aumento de la inequidad en el proceso inicial de industrialización
de la economía para automáticamente luego comenzar un descenso. Entonces el nivel de
inequidad estaría marcado por una U invertida, crecería al comienzo para luego, decrecer.
En su teoría esto es lo que sucedía en los “países en vía de desarrollo” comparado con los
países “desarrollados” especialmente, los Estados Unidos. Thomas Piketti comenta: “The
sharp reduction in income inequality that we observe in almost all the rich countries
between 1914 and 1945 was due above all to the world wars and the violent economic
and political shocks they entailed (especially for people with large fortunes). It had little
to do with the tranquil process of intersectoral mobility described by Kuznets”.8
Por supuesto que hoy aquel concepto “duro” de desarrollo fue matizado por el
intento de la PNUD de reconocer que el desarrollo no implicaba necesariamente
bienestar. Entonces al ingreso per cápita o de riqueza se incorpora el de salud y el de
educación, además de otros sub-índices teniéndose el Índice de desarrollo humano.
No es un avance menor. En la misma línea la declaración de San Pablo recomienda la
incorporación de indicadores alternativos del bienestar económico.
Vinculado con esta misma percepción de la realidad debemos mencionar que el
“Informe del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo
Post-2015” se propone doce objetivos:
1) erradicar la pobreza;
2) empoderar a las niñas y mujeres y lograr la igualdad de género;
3) proporcionar educación de calidad y aprendizaje de por vida;
4) garantizar vidas saludables;
5) garantizar la seguridad alimentaria y una buena nutrición;
6) lograr el acceso universal a abastecimiento de agua y recogida de basura;
7) obtener energía sostenible;
8) crear empleos, medios de subsistencia sostenibles y crecimiento equitativo;
9) gestionar los recursos naturales de manera sostenible;
10)garantizar la buena gobernanza e instituciones eficaces;
11)garantizar sociedades estables y pacíficas; y
12)crear un entorno global favorable y catalizar la financiación a largo plazo.9
Capital in the Twenty-First Century, Cambridge/London: Harvard University Press, 2014, p. 15.
Una nueva alianza mundial: Erradicar la pobreza y transformar Las economías a través del desarrollo sostenible”
http:// www.post2015hlp.org/the-report/, p. 20
8
9
55
La propuesta no deja de ser loable y valdría la pena sumarse a un proyecto que tenga estos
objetivos como horizonte. Es más se plantea que “... es poco realista pensar que podemos
ayudar a otro billón de personas a salir de la pobreza haciendo crecer sus economías
nacionales sin hacer cambios estructurales en la economía mundial. Existe la urgente
necesidad de que los países desarrollados reinventen sus modelos de crecimiento.”10
Sin embargo en ningún momento se plantea una crítica al motor básico del sistema
capitalista, elevado hoy en su fase financiera a niveles impensados, que es la falacia
smithiana que la búsqueda del bienestar individual conducirá misteriosamente al
bienestar común.11
Esto es aún más urgente pues Thomas Piketty ha mostrado con más de doscientos
años de estadística en su magnífico libro Capital que cuando mejor funciona el sistema
capitalista mayor es el nivel de desigualdad. Su concepto básico es que mientras
hay fuerzas que pueden ser consideradas convergentes es decir que tienden a una
disminución de la brecha entre pobres y ricos, como la educación, la tecnología etc.,
hay fuerzas divergentes que son hoy por hoy infinitamente más poderosas y arrastran la
economía mundial a un nivel cada vez más de desigualdad. En su teoría se trata de que
cuanto mayor sea el ingreso que se percibe por capital, mayor será la ganancia de los
poseedores del capital en relación a la mano de obra. Si además, la tasa de rendimiento
del capital (r) es más alta que la tasa de crecimiento de la economía (g), la distancia
entre capital y mano de obra es cada vez mayor.12
El monumental trabajo estadístico de Piketty no hace más que convalidar lo que la
confesión de Accra señaló diez años atrás y fue vuelto a decirse el pasado mes de junio
en el encuentro de Barranquilla.
“El paso de los años y la crisis reciente del sistema económico actual, que afecta a los países
del norte, demuestra que su capacidad de producir pobreza no tiene límites. Por esto, hoy
podemos afirmar que la economía mundial presenta una realidad innegable: los ricos son
cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. No se requiere un tratado académico
para apreciar lo que sucede en América Latina, donde las brechas de ingreso y riqueza se
acrecientan de manera dramática cada día.”
Idem p. 6
Ver Franz Hinkelamert, “Pensar en alternativas: capitalismo, socialismo y la posibilidad de otro mundo” pp 13-17
en Jorge Pixley (coord.) Por un mundo otro.
12
Piketty, pp. 22-27. Su teoría es sintetizada en la fórmula: r>g.
10
11
56
Una perspectiva bíblica
En primer lugar vale la pena recordar lo que he dado en llamar “el sueño del
fundamentalista y la pesadilla de Dios”. Es decir la idea que existe un texto bíblico,
una frase que pueda definitivamente y sin mediación hermenéutica alguna orientar
la posición política sobre la economía. Hay un proceso de discernimiento y de toma
de postura que nosotros como cristianos debemos hacer. Es nuestra responsabilidad e
ineludible tarea.
Pobres tendrán siempre entre ustedes
Para ello es importante que reconozcamos la existencia de “trayectorias”13 distintas
en la tradición bíblica. Una arraigada es la tradición del éxodo y profética y que
decisivamente se encarna en el ministerio de Jesús y la radicalidad del apóstol Pablo.
Pero por otro lado, hay una tradición que lejos de clamar por una intervención divina
de transformación de la realidad presente, vive ésta como una bendición y designio
de Dios (Proverbios 10:22; Job 1:3 y 10) y la pobreza como una realidad. Al respecto,
Whybray concluye su estudio sobre riqueza y pobreza en el libro de Proverbios diciendo:
“No hay noción que la [pobreza] se debe a una falla en la organización de la sociedad
que debe ser corregida, ni percepción que las personas empobrecidas deberían ser
ayudadas de manera tal que se las restaure a la prosperidad y a un lugar apropiado en la
vida de la comunidad. La noción de reforma social no fue aparentemente pensada. La
preocupación por los pobres, entonces, fue necesariamente limitada en su expresión de
proteger a tales personas de la explotación y si es posible de su preservación del hambre
a través de actos de caridad.”14
Esta visión por un lado, contrasta radicalmente con la crítica profética que señala
claramente los mecanismos de explotación y pauperización, pero por otro lado, es
muy insistente en señalar el cuidado de quienes poseen para aquellos que carecen de
los bienes necesarios para su subsistencia (14,21.31; 17,5; 19,17; 21,13; 22, 9, 22-23;
28,27). Finalmente los libros de Job, mas incipientes, y Eclesiastés más radicalmente,
cuestionan varios aspectos de la justicia retributiva de Proverbios.
No obstante con esta visión de la pobreza, se comprende las palabras de Jesús
“Siempre tendréis a los pobres con vosotros” (Marcos 14:7) quedando entonces la caridad
como única acción posible para los creyentes.
13
Ver Walter Brueggeman, “Trajectories in the Old Testament Literature and the Sociology of Ancient Israel”, en JBL
98/2, (1979), pp. 161-185.
14
Wealth and Poverty in the Book of Proverbs, Sheffield: Sheffield Academic Press, 1990, p. 113.
57
Por supuesto que no comparto esta postura, sin embargo, debemos reconocer que
tiene cierto fundamento bíblico, es simple y debemos dar cuenta de ella y dialogar con
ella. En tal sentido quisiera mencionar el excelente trabajo de Elsa Tamez de haber hecho
una lectura de Proverbios planteando una mejor visión de la teología de Proverbios.15
La crítica profética
Por el contrario los profetas no se cansan de subrayar una y otra vez la intrínseca
relación entre la opulencia de unos y la pobreza de otros y la opresión de aquellos sobre
estos como causa fundamental del empobrecimiento.
Miqueas 2:1-2 “¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal,
y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2 Codician
las heredades, y las roban; y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su
heredad.”
Miqueas 3:1-3 “Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No
concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo
malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne
de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis
como para el caldero, y como carnes en olla.”
Amos 2:6-8 “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré
su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos. Pisotean
en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes;
y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre. Sobre las
ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en
la casa de sus dioses.”
Isaías 32:7 “Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a
los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.”
Es interesante en tal sentido ver el paralelismo de la opresión sufrida por Israel en
Egipto con la situación creada por Salomón con su sistema tributario (1Reyes 12). El
empobrecimiento no es “causa natural” sino consecuencia de la apropiación ilimitada
por parte del rey. También la historia de cómo el faraón se apropió y empobreció a su
pueblo al utilizar la “técnica” del almacenamiento, y la “información” proporcionada
por José como una máquina de pauperización y dominación de su pueblo (Gn. 47)
15
Ver también la lectura que Elsa Tamez hace de Proverbios en su artículo “La teología del éxito en un mundo
desigual. Relectura de Proverbios”, en RIBLA 30, 1998, pp. 25-34.
58
Enmarcándome en esta tradición hay algunos elementos que considero necesarios
trabajar en nuestra visión bíblica sobre este tema
1. La dignidad intrínseca de todo ser humano. Gen. 1:26 dice “hagamos al ser
humano a nuestro imagen y según nuestra semejanza” afirmando así su dignidad
inalienable como hija e hijo de Dios, dignidad que el mundo del antiguo cercano oriente
relegaba sólo al rey. Esta afirmación, que aparece como punto primero de la declaración
universal de los derechos humanos, es pervertida cuando detrás de la “humanidad”
desaparecen los seres humanos con rostros y nombres. Es imprescindible entonces
oponerse a cualquier propuesta de “desarrollo” o sistema económico y político que
en nombre del bien de la humanidad sacrifica a seres humanos concretos. Cualquier
actividad económica debe tener como punto de partida y objetivo principal el bienestar
de cada ser humano.
2. El ser humano creado desde y para la tierra. Uno de los aspectos críticos
del patriarcalismo es la consideración del otro, o la otra como un objeto para ser
dominado y hasta sojuzgado.16 El mandato que Dios da a la humanidad recién creada
de sojuzgar y enseñorearse del resto de la creación en Gn. 1:28 es uno de los textos
cruciales en esta dinámica que se ha vuelto constitutiva de la visión occidental sobre
su relación con la creación. Es cierto que este texto fue producido en un contexto
de apenas subsistencia que era característico de las sociedades de la época pero
aun así necesita ser revisado. En primer lugar el verbo sojuzgar (kabash) expresa
densamente una situación de dominación y hasta de violación (así aparece en Ester
7:8 y probablemente en Nehemías 5:5). No es novedad que esta comprensión del
lugar de la humanidad en relación al resto de la creación no nos conduce a buen
puerto. Carola Tron en su presentación “aportes teológicos sobre el agua” realizada
en la asamblea de AIPRAL (Guatemala 2011) propone revisar este texto a partir
del llamado de Jesús a sus discípulos a no enseñorearse y ejercer potestad sobre las
naciones como lo hacen los gobernantes (Marcos 10:28). Esta posibilidad es más que
valiosa como clave hermenéutica que si bien traspola el concepto de lo político-social
a lo ecológico da cuenta de la utilización del mismo verbo sojuzgar (katakurieuw).
16
Arturo Roig, filósofo argentino, señala al patriarcalismo como la base y fundamento de toda asimetría e inequidad
ya sea que se manifieste en la injusticia económica, social, de género, cultural, etc. En esta relación básica de señor
y siervo está la categoría fundamental de la opresión: “el señor juega como generador de un sistema categorial. En
la medida en que detenta el poder, es patriarca (páter-arjáios), y en cuanto lo ejerce, pone en acto el patriarcalismo.
Y de ese núcleo fundante se derivan luego todos los modos de ejercer la función de centro, es decir, de dominio, en
relación con los otros: logocentrismo, androcentrismo, etnocentrismo y hegemonismo”. Caminos de la filosofía latinoamericana, Zulia: Universidad de Zulia, 2001, p. 101
59
Por otro lado, el relato de la creación en Gen. 2 señala la profunda intimidad que
existe entre la creación, expresada en el suelo, y el ser humano. Éste (‘adam) es formado
desde el suelo (‘adamah) Gn 2:7. Es más el sentido de su existencia está dado por su
tarea vinculada al suelo (Gn. 2:4) y a una existencia en plenitud en medio del huerto
credo por Dios para su vida. En tal sentido, la fe cristiana debe desarrollar una mirada
de ternura, cuidado y de volverse parte del resto de la creación y alejarse así de esta
comprensión patriarcal que se ha desarrollado en la interpretación de Gn. 1:28. Estos
otros textos pueden ser algunos de los utilizados para repensar el lugar del ser humano.
Además, otras comprensiones del ser humano como parte y en comunión con toda la
creación, especialmente en el mundo indígena, pueden darnos luz en este aspecto.
3. La opresión humana y la destrucción de la creación. Vinculado al punto anterior
es necesario mostrar como el mismo proceso de apropiación, dominación y opresión
de seres humanos y creación están íntimamente ligadas. Isaías 14:5-8 “Quebrantó
Jehová el báculo de los impíos, el cetro de los señores; el que hería a los pueblos con furor,
con llaga permanente, el que se enseñoreaba de las naciones con ira, y las perseguía con
crueldad. Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. Aún los cipreses se
regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha
subido cortador contra nosotros.”
4. La creación es de Dios. Hay una comprensión básica y central que recorre la
tradición bíblica que la creación no es una pertenencia del ser humano sino de su creador.
Esto se expresa en la inexistencia del verbo “tener” en el hebreo bíblico. Esto exige que
ningún ser humano pueda arrogarse la propiedad de la creación y de sus frutos. Ésta es
de Dios y Dios la da (natan) al ser humano para su sustento. En la articulación litúrgica
de Dt. 26 se expresa cómo los frutos de la tierra son para compartirse con aquellos que
por su función (levitas) o por ser extranjeros no tienen parte en la tierra entregada por
Dios (Dt. 26:1ss). Verdaderamente “de Jehova es la tierra y su plenitud” (Salmo 24:1).
En esta comprensión básica se articulan varios aspectos.
4.1La propuesta del jubileo bíblico (Lev. 25:8-55) como un sistema que permite cada
50 años un recomienzo tiene como objetivo poner límite al enriquecimiento y
como contraparte necesaria un recomienzo para la descendencia quienes en los
años perdieron sus bienes de subsistencia.
4.2De esta concepción fundamental aparece el llamado a que los recursos son para
ser compartidos, especialmente con quienes lo necesitan. Así aparece en Lucas
16, en la parábola del rico y Lázaro.
5. Una economía, una teología, una ética de lo suficiente. Dr. Yvette NobleBloomfield, ha trabajado ya algunos aspectos bíblicos sobre una economía de lo
60
suficiente,17 similarmente la pastora Carola Tron hizo una presentación en la misma
línea hablando de una teología de lo suficiente.18 Leonardo Boff ha hablado también de
una ética de lo suficiente.19 Esto ha sido tomado en consideración en varios documentos
como la declaración de la asamblea de AIPRAL en Guatemala 2011, en la declaración
de San Pablo, 2012 y recientemente en Barranquilla al celebrar los diez años de Accra.
Este aspecto bíblico-teológico y ético es fundamental para pensar un mundo en el que
quepan todos. Juan Calvino en su comentario sobre Gn. 2:15 dice
“Moisés añade, que la custodia del jardín fue otorgada a Adán para mostrar que poseemos
las cosas que Dios ha confiado en nuestras manos, con la condición de contentarnos con
un uso frugal y moderado de ellas, hay que cuidar lo que debe permanecer. Quien posee un
campo, participe de sus frutos anuales sin que el suelo sufra daño por su negligencia; sino
que más bien se esfuerce para entregar a quienes lo siguen como lo ha recibido, incluso mejor
cultivado. Que se alimente de sus frutos que no disipa por lujo ni permite que se estropee o
arruine por su negligencia. Además, que esta economía y esta diligencia, con respecto a los
bienes que Dios nos ha dado para disfrutar, puedan florecer entre nosotros; que cada uno se
considere a sí mismo como mayordomo de Dios en todas las cosas que posee. Entonces, no
se comportará en forma disoluta, ni corrupto por abusar de las cosas que Dios requiere que
sean preservadas.”
6. No será así entre ustedes. La ideología dominante define y promociona a un ser
humano egoísta, insaciable e insatisfecho buscando el sentido de su propia existencia
en el consumo ilimitado. La relación de comprar-consumir-tirar no es un mero vínculo
con las cosas, que ya de por sí es destructivo. Esta lógica se ha movido al corazón mismo
del ser humano y su comprensión de existencia y de relación con otros/as e inclusive
con Dios mismo visto como un gran supermercado proveedor de mis necesidades. La
oposición planteada por Lucas de “servir a Dios o al mammón” (Lc. 16:3) sigue siendo
fundamental y aún más drástica en este momento pues la ideología el mammón exige
el servicio y por lo tanto niega el lugar de Dios como centro único y organizador de
nuestra vida.
La misma Biblia alerta sobre el poder que el dinero y las riquezas tienen de poseernos
y dominarnos. Por eso la avaricia es una idolatría (Col. 3:5).
Ahora bien esta realidad no es ajena a nosotros sino que se nos ha internalizado
como valor de vida. El imperio ha logrado colonizar la mente, los sueños y esperanzas
de grandes mayorías de la humanidad. Por eso es necesario un doloroso y liberador
17
“Bíbical Vision of an economy of enough” en Power to Resist and Courage to Hope. Caribbean Churches Living
Out the Accra Confesion, pp. 41-44.
18
“Aportes teológicos sobre el agua”, La Voz 55, 2011
19
“¿Vivir mejor o el ‘buen vivir’?, en http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=321
61
proceso de exorcización y liberación de los valores y sueños del imperio, como Jesús
sanó al endemoniado de Gerasa (Marcos 5:1-20). Dios en su gracia es capaz de
transformarnos en hacedores de justicia (Romanos 3:26).
Como diría Elsa Tamez: “Pablo opone el poder de Dios al poder del pecado
(hamartia) expresado en las injusticias (adikai) concretas de la historia. El evangelio
es un poder donde la justicia de Dios es expresada. Porque eso es el Evangelio, es
decir buena nueva para quienes están sedientos de esta justicia en un mundo lleno de
injusticias.”20
7. La esperanza del reino. Uno de los aspectos esenciales que aparecen en el
discurso económico actual es la afirmación que no hay otra alternativa. Este relato ha
hecho mella en la visión de muchos y muchas que sin dejar de ver las incoherencias,
injusticias y desastres causados por el sistema económico dominante no alcanzan a
vislumbrar una opción, la posibilidad que otro mundo es posible. El sistema neoliberal
presente se sustenta en su hybris, que es el verdadero primer pecado que relata la Biblia,
el de querer ser como dioses. Sin embargo, desde nuestra tradición bíblica debemos
afirmar con claridad que esta pretensión de eternidad, de único es pura y simplemente
idolatría es querer ser como Dios. En tal sentido no sólo vale recordar el relato de Gn.
3 que señala la imposibilidad de la eternidad para el ser humano o cualquiera de sus
obras. Justamente este anuncio de caducidad de los humanos significa para los pueblos
oprimidos su liberación (Isaías 40:6-8). Ver además Ezequiel 28:2ss.
Por lo tanto, “para no ser como los otros que no tienen esperanza” (1Tes. 4:13) es
esencial enfatizar la promesa de Dios de un tiempo nuevo porvenir anunciado en la
visión de Isaías 65:17-21 y en el anuncio del Reino de Dios, encarnado en la vida y
misión de Jesucristo.
8. Nosotros predicamos a un Cristo crucificado (1Cor. 1:23) nuestra visión del
ser humano y su sentido de vida no está en el consumo insaciable sino en el servicio.
Lo que nos hace grandes es el vínculo de amor y servicio no de competencia, uso y
riqueza (Lc. 12:15). Esa es una confrontación antropológica esencial con el modelo
neoliberal radical ya que su visión del ser humano, su aspiración, y lo que lo hace
grande es radicalmente opuesto a la que emana del modelo neoliberal. El sacramento
de la comunión, es un testimonio implacable de a quién seguimos. Nuestro sentido de
vida no está dado en la victoria del César oprimiendo y dominando pueblos sino en
Jesús de Nazaret que da su vida. La magistral oposición narrativa que Marcos realiza
20
Elsa Tamez, Contra toda condena. La justificación por la fe desde los excluidos. Costa Rica: DEI, 1993, p 113 (La
cita puede no ser literal que fue retraducida del inglés al español).
62
entre el banquete de Herodes, donde se pide la cabeza del profeta Juan, y el banquete
de Jesús, sus discípulos y la multitud (Mr. 6:14-44) es iluminador en el sentido de una
economía de lo suficiente y bienestar en el que caben todas/os.
9. El buen vivir. Finalmente, la vida en abundancia que Jesús nos brinda permite
abrir un diálogo con las visiones religiosas indígenas que Dios ha dado a los pueblos
indígenas en nuestra Abya Ayala, del “buen vivir” y que ya han encontrado su lugar en
las nuevas constituciones de Bolivia y Ecuador.
63
64
LA OìkOVOMία DE LA GRACIA
Por: Rev. José Duques, pastor de la Iglesia Metodista Colombiana
Introducción
La medicina integral actual considera que el diagnóstico y el tratamiento de una
enfermedad no pueden establecerse con rigor si no toma en cuenta el entorno social y
el medio ambiente natural del paciente. Este principio sobrepasa la medicina moderna
porque esta se focaliza exclusivamente en el cuerpo del paciente.
No voy a insistir aquí la alarmante enfermedad terminal, que según los expertos,
sufre en la actualidad nuestro mundo, es tan grave la situación de nuestra aldea global,
que algunos expertos la consideran una crisis generalizada, estructural y crónica,
sobre todo implican al sistema capitalista y la lógica moderna (Boff, 2010). Debido a la
hegemonía mundial y a la globalización neoliberal que este sistema dominante arrastra
al resto del mundo hacia un eminente colapso.
La avaricia, el lucro inescrupuloso, las ansias por el poder y la fama son la motivación
que mueve irracionalmente el mundo hacia la corrupción, el despilfarro, el fraude, la
ostentación, la malversación, el cinismo y la explotación irracional de la naturaleza.
El problema es grave porque se trata de una doble degradación: definitivamente es un
asunto sistémico pero también un asunto antropológico-teológico.
Al pensar en un paradigma de desarrollo alternativo para este mundo, ya no basta
limitarnos a señalar que el problema se reduce a las herramientas disponibles, ni a
las técnicas que están a nuestro alcance, ni a los recursos que poseemos, ni a las leyes
establecidas, ni siquiera a la capacidad profesional de los agentes que tienen que ejecutar
las obras. Todo lo anterior es parte del problema, pero necesitamos un diagnóstico
capaz de discernir la integralidad del problema.
65
Debido a la limitación de espacio que aquí tenemos, no podemos abundar en el
asunto, por ello, de una manera apenas esquemática, nos referiremos al inminente
colapso de nuestro planeta tierra, debido a que ya no funciona la matriz, el núcleo
duro y criterio de toda verdad, como hemos divinizado la lógica moderna. La cual
muestra signos fehacientes de agotamiento por una larga enfermedad, ya diagnosticada
como terminal, al borde del colapso sin haber podido realizar lo que en su propuesta
revolucionaria fundante tanto ilusionó a la humanidad (Ferguson N. 2013).
Sí, es un problema sistémico, pero el diagnóstico y su tratamiento nos obligan a tener
en cuenta al mismísimo agente de la modernidad. El grave problema de la inequidad,
de la injusticia, la marginación, la exclusión y la violencia que cruza e invade tanto lo
estructural como lo cotidiano, ciertamente es el efecto directo de una lógica sistémica,
pero a la vez, apunta a una complicidad antropológica. Es decir, la condición humana
es copartícipe del problema.
Si la sospecha es cierta, hay que insistir en el análisis estructural, en lo sistémico,
en lo paradigmático, pero simultáneamente pasar la mirada autocrítica a los mismos
agentes que tenemos la responsabilidad de pensar, planificar y desarrollar los modelos
alternativos como paradigma sobre la base del “buen vivir”. Es sintomático, que en la
versión resumida del excelente proyecto “Buen Vivir, Plan Nacional 2013-2017” del
Ecuador, no haya ni una sola mención autocrítica, ninguna advertencia ética hacia los
agentes que implementan el citado Plan. Por ello creo que el movimiento ecuménico
también es objeto de su propio discurso, buscando la coherencia, la orientación ética
para sí mismo, no solo contra los demás ni solo contra el sistema. Como la modernidad
misma se proclamó poseedora de toda la verdad, el mundo religioso también parece
inmune a su propio mensaje. Por ello, veo necesario la autocrítica iluminados por el
ethos del Evangelio de Jesús. Debemos ser hacedores y no solamente predicadores. El
mundo actual requiere la orientación ética y la coherencia entre discurso y práctica de
los agentes de cambio.
Tratando de lograr una reflexión que argumente lo que acabamos de sugerir,
reiteramos las bases de la modernidad y su crítica reciente, luego presentamos un
esbozo apretado sobre el concepto de economía de la Gracia, finalmente hacemos
memoria de lo más significante del ethos de la propuesta evangélica de Jesús.
1. La matriz base de la modernidad
a) Los paradigmas de desarrollo occidentales, es decir, los meta-relato que mejor
interpretaron y encontraron su lugar en la modernidad fueron el modelo
66
capitalista y el socialista. Estos dos modelos lograron asumir la lógica moderna
y llegaron a su máxima expresión en el siglo XX.
Solo para recordar, repito algunos de los fundamentos de la modernidad:
- La razón pura como primacía y absoluta para llegar al conocimiento.
- La separación sujeto - objeto.
- El progreso infinito.
- El individuo emancipado.
- La absoluta objetividad de la ciencia.
- Esto determinó la universalidad de la lógica moderna occidental, por lo tanto
de su ciencia, de su pensamiento, de su cultura, de su religión: Digamos de su
paradigma de desarrollo.
- La pretensión de universalidad impuso la lógica de totalidad (totalitarismo).
b) Desde entonces el mundo occidental piensa moderno.
- Aunque convive con una pluralidad de otras cosmovisiones: ancestrales, premodernas, pos-modernas, comunas libres etc. Su hegemonía se impone.
- Por ello en occidente, solo pensamos y orientamos el desarrollo humano,
construimos meta-relatos, imaginarios y cosmovisiones con la impronta
moderna.
- El último grito de la modernidad ha sido la globalización.
- La ideología, el mercado neo-liberal, la cultura, la religión, el ecumenismo,
los DDHH, aunque críticos, son parte integral de la civilización moderna.
- La modernidad, no solo incide sino que condiciona el sistema en su ideología
y en su estructura productiva.
c) Aunque efectivamente, la modernidad con el puntal de la razón contribuyó al
desarrollo de la ciencia y la tecnología, a las cuales en su momento se les dio
una falaz carga mesiánica; muy a pesar de su acento antropológico, la lógica
moderna fracasó en un desarrollo humano equitativo y justo, además porque
abrió la explotación irracional de la naturaleza poniéndola en serios riesgos de
aniquilación.
Hoy la modernidad está siendo objeto de profundas críticas debido a sus
eminentes signos de catástrofe que se manifiestan tanto en lo social como
en la naturaleza. El concepto de crisis atribuido a la modernidad y no solo al
capitalismo o al socialismo ya no es suficiente para expresar la gravedad de la
situación del mundo hoy y se está pasando a calificarlo como un colapso.
67
2. La oikonomία
Usualmente se ha traducido el término griego oìkovomία como mayordomía. El
problema es que el concepto mayordomía se ha reducido al manejo de finanzas, a
la administración de recursos y bienes materiales. Mayordomía se entiende en las
iglesias que se concentran en las finanzas como administración empresarial.
Sin embargo, la raíz gramatical de oìkovomία es oìkoς (casa) la cual sirve de raíz
de muchas otras palabras como economía, ecología y ecumenismo. Entonces,
oìkovomία podríamos entenderla como la mayordomía de la casa. Es un término
poco usado en el NT. Solo aparece unas seis veces y se refiere a algo mucho más que
administrar bienes.
Sorprendentemente, las referencias bíblicas sobre oìkovomία no indican
administración de finanzas, ni bienes materiales, ni estructuras, ni diezmos ni
ofrendas. No lo hacen por las simples dos razones: por un lado, posiblemente porque
las comunidades cristianas primitivas no tenían bienes, ni templos. Por otro lado,
el uso de este término en el NT tiene un alcance y un sentido mucho más amplio, el
cual queremos introducir a continuación.
Me introduzco preguntando ¿Qué entendemos por “Economía de Dios”? ¿Qué
significa la “economía de la Gracia”? Lamentablemente, hoy día la avaricia ha
contaminado muchos predicadores que asocian y utilizan estas expresiones solo con
ofrendas, diezmos, finanzas, riquezas y prosperidad económica. Hay en internet con
estas frases una serie de fórmulas y recetas respecto a la prosperidad, quizá sin saber
que las confunden o las sustituyen por la economía lucrativa del mundo capitalista
actual.
Creo que esta confusión de sentido, en muchos casos se trata de ignorancia y en
otros por un escondido espíritu de avaricia.
La economía de Dios o la economía de la Gracia, es una formulación teológica para
referirse a la Buena Noticia de salvación revelada en el proyecto de Dios a través de
la historia humana. El concepto “Proyecto de Dios” como un concepto abarcador
que condensa la voluntad o designios de Dios, los cuales deben ser discernidos e
interpretados por la iglesia en la específica administración de dones en la realidad
contextual.
Hemos insistido en que el Proyecto de Dios es tan universal como contextual, por
ello afirmamos que se revela en el quehacer de la historia de una manera específica y
68
particular. Cuando decimos Proyecto de Dios, estamos diciendo Voluntad de Dios,
designios de Dios, soberanía de Dios sobre la integridad de la creación.
Se trata de una visión soteriológica de la presencia de Dios, de sus epifanías entre
nosotros, con nosotros y en nosotros (JL Segundo). Pero para llegar al discernimiento
del proyecto de Dios, o como lo llamó Jesús el reinado de Dios, nos tenemos que
someter, como iglesia, a un proceso de deconstrucción tanto del punto de vista
del discurso como de nuestros propios hábitos. Un proceso de deconstrucción de
conceptos, actitudes, prácticas, espiritualidades, sistemas doctrinales, estructuras
eclesiásticas, centralismos ministeriales aprendidos por repetición y copiados de
otras experiencias.
Jesús mismo, el Mesías, el Hijo del humano (hombre), el Hijo de Dios, el Sumo
Sacerdote, pero no según el orden de Aarón, sino según el orden de Melquisedec
(Croatto), Jesucristo el salvador, es el prototipo de la encarnación en un contexto
específico espacial y temporal.
Ahora, cuando decimos economía de Dios o economía de la Gracia, nos estamos
refiriendo a un proceso de revelación progresiva del proyecto de Dios, que visto en
perspectiva teológica está condensada en la creación, la redención y la consumación
escatológica. Históricamente según Croatto, se desarrolla en tres etapas: en Israel,
en la encarnación de Jesús y en las comunidades Cristianas, es decir, en las iglesias
de hoy.
Esto significa, que aún hoy y entre nosotros se está revelando el Proyecto de Dios.
Pero en realidad ¿qué es lo que se nos revela? ¿A qué se refieren esas referencias
bíblicas? Veamos las siguientes citas donde aparece el término que traducimos por
mayordomía: Ef. 1:9, 3:2-6, I Co. 4:1-2, Tit. 1:7 (oikonomon), I P. 4:10.
Oìkovomία entonces, es un concepto que podemos entenderlo más cercano a
pastoreo, es como encargarse de la realización del proyecto de Dios y no tanto ni solo
de administrar bienes materiales. Se trata sobre todo de la continuidad de la misión
como voluntad de Dios para la integridad de la creación. Por ello se refieren más a
apostolado, ministerio, misterio, servicio, revelación y sabiduría, como también lo
podemos constatar en las siguientes citas: Rom.16:25, I Co. 2:9-10, Ef. 3:5-6.
También hay que destacar, que su sentido está en dirección opuesta al sentido de
mayordomía según la economía actual capitalista. En esta, la labor del mayordomo,
se tiene como administración, gerente de bienes materiales, o como producir bienes
69
y riquezas, extraer, acumular, resguardar bienes (bancos), pero de ninguna manera
es una función relativa a cuidar personas.
Pero al contrario, oikonomía según la economía de Dios, significa darse, servir,
entregarse, comprometerse a cuidar, como veremos a continuación. Se trata de
pastoreo, acompañamiento, cuidado ministerial de la economía de Dios para la
humanidad y la integridad de la creación. No solo para la iglesia sino para toda la
parroquia.
3. El ethos del cristianismo primitivo
Aquí entendemos ethos, siguiendo a G. Theissen, quien dice que es una moral, una
ética social que se identifica con un grupo. En este caso con el cristianismo primitivo.
Son como los principios guía, que orientaron y afirmaron las Comunidades
Domésticas (G.Theissen, 2000).
Estos valores tienen origen en el judaísmo del AT y son afinados y radicalizados
por el mensaje y vida de Jesús (Mt. 5:38-48, 22:39). Los cuales constituyen la base,
los criterios, que por sus prácticas le imprimen al cristianismo una determinada
identidad, según la βασiλεία (reino de Dios y su justicia (Mt. 6: 33).
Se dice que hay dos valores fundamentales que, proceden de la Torá, pero re-leídos
y radicalizados por Jesús: El amor al prójimo y la humildad o renuncia al status. Lo
cual sin duda, constituye una novedad para quienes no son judíos, para los gentiles
y recién convertidos al cristianismo. Es una noticia buena por cuanto es salvadora.
Veamos cada uno de estos valores por separado.
a) El amor al prójimo
El amor al prójimo es una exigencia en el “código de la santidad” en el AT
(Lev. 19:1-18). Aquí no podemos profundizar mucho su significado, pero en
general podemos decir que es un amor que busca la igualdad, la dignidad, y la
misericordia con el otro, la otra quienes parecieran personas débiles, frágiles,
marginadas, excluidas, es decir, se trata de personas no reconocidas dignamente
en la sociedad. Tal como era el caso con los extranjeros, las viudas, los huérfanos
(Lev. 19:34).
Esta propuesta de Jesús encuentra mucha respuesta en las nuevas comunidades
de fe debido a que en esa sociedad las relaciones con esta gente fueron
discriminatorias y excluyentes. Entre los sectores sociales dominantes se elogiaba
la desigualdad para afirmar la propia superioridad.
70
La primera nota de la radicalización, según Jesús, es que el amor también es para
los enemigos (Mt.5:43-45, Lc.6:27ss).
La segunda nota: el amor a Dios y al prójimo, el amor con este caído en
desgracia, es como la condición para heredar la vida eterna, según la parábola
del Samaritano (Lc.10:25ss).
Tercera nota: amor al pecador que reconoce su condición y se arrepiente
(Lc.7:36ss).
Cuarta nota: el valor del amor por la familia, no es, según la economía del
reinado de Dios, el valor supremo (Lc.14:26). El amor a las personas marginadas
(extranjeros, huérfanos, viudas), es una crítica al círculo cerrado de la familia,
no hay mérito en amar a quienes nos aman (Lc.6:32). Esto nos indica que la
economía de Dios es radicalmente inclusiva.
b) Humildad y renuncia al statu quo
El otro valor fundamental, es la renuncia al statu de superioridad, el cual
complementa el valor anterior. Se le conoce como humildad, aunque no se debe
entender como sumisión a otras autoridades, ante quienes se creen superiores.
Porque humildad, además de ser una conducta exterior es una actitud interna.
Significa que los superiores, los que creen poseer altos rangos que renuncien a
ellos, mientras los tenidos como inferiores sean elevados a un rango de iguales.
Digamos que la dignidad humana, según la Torá” no discrimina a nadie.
El status con aires de superioridad es un agregado cultural (mundano) que
desequilibra las relaciones humanas. Para las Comunidades Domésticas del NT,
la humildad es un valor que viene del Evangelio. El renunciar al status social,
económico, político o religioso, es la señal visible de la conversión de una vieja
vida a una nueva, con la cual se pasa a ser discípulo de Jesucristo. La usanza
mundana de buscar su propio beneficio, con sentido utilitarista para sobresalir,
el ostentar poder, riqueza o fama para sacar la mejor tajada; al contrario, el
cristiano se identifica por una actitud de humildad y servicio.
Primera nota de radicalización en la perspectiva de Jesús: los primeros serán
postreros (Mt. 19:30, 20: 16.
Segunda radicalización: quien se enaltece será humillado y quien se humilla será
enaltecido (Lc.14:11, Fil. 2: 1-11).
71
Tercera nota: nadie tiene mayor amor que este que uno ponga la vida por sus
amigos (Jn. 15:13).
Cuarta nota: entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse el grande
entre vosotros será vuestro servidor (Mt. 20:25-28, Lc.22:27).
La humildad en la comunidad de creyentes, al revés de lo que pasa en la sociedad,
se convierte en autoridad. Es coherencia, es actitud de servicio. Es ponerse en
disposición de entrega, donarse solidariamente por amor: “Nadie tiene mayor
amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn.15:13).
Debido a la teología de la elección, en el antiguo Israel, estos llegaron a ser valores
y prácticas nacionales, mientras que para el movimiento cristiano, estos valores y
prácticas se afirmaron como valores universales: todo el mundo está incluido en
ellos.
En fin, los valores exaltados por esa cultura contrastaban con los que se
anunciaban en el proyecto de Jesús: el reinado de Dios y su justicia. El honor
ya no es un valor elogioso sino una ostentación, según lo criticó Jesús: “no sean
como los escribas, que gustan andar con largas ropas, y aman las salutaciones
en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las
cenas;” (Mr. 12:38-39).
Otros valores de esa cultura eran el poder y la riqueza, Jesús los contrapone al
reinado de Dios (Mr.10:23). Como vemos, los valores del reino de Dios, son
contracultura, incluso hoy día. El reinado de Dios no es una institución, sino un
movimiento que busca incidir en la cultura, en la sociedad para la salvación de la
vida. Es un proyecto universal, orientado hacia la igualdad solidaria, promotora
del cambio social y al servicio de los “pequeñitos”, los más débiles, frágiles,
desamparados, discriminados y excluidos. Este es el ethos que define el juicio
de las naciones: “… en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mi lo hicisteis” (Mt. 25: 40).
Porque tuve hambre y me distes de comer…
Tuve sed y me distes de beber…
Fui forastero (extranjero) y me acogiste en tu casa…
Estuve desnudo y me vestiste…
Caí enfermo y me visitaste…
Estuve preso y viniste a visitarme…
72
Así que “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón… Amarás a tu prójimo
como a ti mismo: De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”
(Mt. 22: 37-40). Es el nudo, el núcleo, el corazón del proyecto de Dios, según
el reinado de Dios y su justicia: el evangelio, es decir la Buena noticia nos trae
el amor radical, la humildad, la modestia, la igualdad e inclusión. Esta es la
economía de Dios, la economía de la Gracia. Porque sabemos que el amor lleva
a la justicia y la justicia produce la paz.
c) La justicia radical
Añadimos a la propuesta de Theissen, un valor imprescindible. El ethos del
evangelio según la economía de Dios, incluye la justicia como valor igualmente
central, parte del nudo amarrado por el mismo Jesús.
El ministerio profético de Jesús el Cristo quedó calificado en la literatura de las
comunidades cristianas primitivas como la lucha: Por la justicia. Sin embargo,
no se trata del concepto de justicia legislada y consignada en la ley oficial. No se
trata de una justicia legal, estática y por lo tanto dogmatizada por los fariseos.
La justicia de la economía de Dios no satisface las reglas del juego social ni es
satisfecha por estas.
No es aquella justicia con la que los patronos y obreros cumplen con el contrato
pactado entre las dos partes, porque la redacción de dicho contrato, quienes
hacen las leyes no son los obreros y por ello puede ser desigual.
La justicia de la economía de Dios está cargada con la esperanza de alcanzar unas
relaciones humanas plenas, entre iguales pero priorizando a quienes quedan
desiguales, en desventaja. “Haced justicia al huérfano y a la viuda” (Dt.10:18)
es un imperativo defendido por la tradición profética, el cual tiene una carga
simbólica y real, por cuanto incluye criaturas de Dios desamparadas, quienes
no poseen ninguna significancia social pero que debido a esta declaración
imperativa quedan incluidos como miembros del pueblo de Dios y respaldados
por la Alianza, no por la ley (Duquoc, 1985,462ss). Las Bienaventuranzas (Mt.
5: 1-12), son una síntesis de la conducta, de los criterios y la orientación de la
economía de la Gracia.
73
Pistas conclusivas
Espero que estas notas esquemáticas contribuyan a la reflexión para pensar un
aporte bíblico y teológico en relación a un paradigma alternativo, que lo mejor ya no
será dentro la lógica moderna, sino que tenga en cuenta la integralidad de la creación y
no solo antropológica sino creación-céntrica como lo propone Leonardo Boff.
Pero también que la reflexión encuentre eco en nosotros, como agentes del
cambio, que seamos receptivos a la autocrítica. Porque no es suficiente el discurso que
predicamos, sino el testimonio que reflejamos con nuestra vida. La ética, la coherencia,
la fidelidad al proyecto de Dios es señal de hombres y mujeres nuevas para un mundo
nuevo.
74
DESARROLLO – UNA PERSPECTIVA TEOLÓGICA21
Por: Dr. René Krüger. Profesor titular del Instituto Universitario ISEDET,
Buenos Aires, Argentina. Profesor adjunto de la Pontificia Universidad Católica
Argentina, Buenos Aires, Argentina
El subdesarrollo y el desarrollismo
Durante décadas América Latina fue vista como un subcontinente subdesarrollado.
Las opiniones divergían en cuanto al análisis y el origen de este fenómeno, pero hasta
los años sesenta del siglo XX el subdesarrollo ha sido definido desde el punto de vista
de las clásicas teorías de crecimiento y modernización.
Se concebía el desarrollo como un proceso de crecimiento, definiéndose el nivel de
desarrollo en términos de ingreso por habitante y el proceso de crecimiento en términos
de tasa de crecimiento. Este criterio lleva a establecer nóminas de países ordenados
según el nivel de ingreso (supuestamente) medio por habitante, de donde se deduce que
aquellos que están por encima de cierto límite más o menos arbitrariamente escogido
serán considerados países desarrollados, y poco desarrollados los que están por debajo
de esa línea. Esta visión depende de las teorías macro dinámicas, corriente anglosajona
derivada fundamentalmente de John Maynard Keynes (1883-1946). Los autores
enmarcados en esta perspectiva centran su atención sobre cuestiones relacionadas
con la inversión y sus tasas, el financiamiento externo, los criterios de prioridad en la
asignación de recursos, la movilización de los ahorros internos, etc.
Ponencia presentada en la Consulta sobre desarrollo, realizada por las Iglesias miembro de la Federación Luterana
Mundial en América Latina y el Caribe, en noviembre de 2003 en Resistencia, Argentina y compartida como documento de preparación para la Consulta sobre Incidencia y Perspectiva Bíblico-Teológica del Paradigma del Desarrollo desde ALC, 13 y 14 de agosto de 2014, Bogotá, Colombia.
21
75
El problema del subdesarrollo se enfocó, pues, como un proceso de perfeccionamiento
desde formas primitivas de actividad del sistema económico hacia formas más
modernas y perfectas, como las que idealmente existen en los países desarrollados. Esta
corriente sostuvo que el objetivo del desarrollo es llegar a tener el mismo tipo de sistema
económico, social y político que el existente en los países de alto grado de desarrollo. Es
decir, concibió el desarrollo como un proceso de avance hacia el capitalismo moderno.
Una variante de este enfoque se hallaba en aquellos autores que concebían el
subdesarrollo como etapa, centrando su atención en alguna característica de las
economías subdesarrolladas y convirtiéndola en pilar de su interpretación y en la base
de su estrategia. A esta línea pertenecen los esfuerzos de modernización, concebidos
como cambios en el sistema, pero no del sistema, tales como los programas de desarrollo
de la comunidad, la racionalización de la administración pública, mayor productividad
de las empresas y el énfasis en el sistema de valores y actitudes.
Un rasgo común de todas estas explicaciones consistió en su carácter descriptivo y
la falta de capacidad analítica.
Durante muchos años, los modelos de ayuda para el desarrollo de los países
industrializados y las organizaciones internacionales se manejaban con un esquema
interpretativo de Rostow,22 que concebía el subdesarrollo como un fenómeno de atraso
en el que cayeron diversos países por la dominación colonial. Rostow entendía que se
trataba de una fase de transición histórica que se puede superar mediante un crecimiento
forzado y la modernización. Los documentos que sostuvieron estas ideas son los
Informes Rockefeller, Pearson, Peterson, Prebisch; las organizaciones sostenedoras
fueron el Banco Mundial, el BID, UNCTAD y sobre todo la Alianza para el Progreso,
fundada por Kennedy en 1961 en respuesta al proceso de la revolución cubana.
En la década del 50, había surgido el ideal de un desarrollo auto sustentado,
con crecimiento hacia afuera y un desarrollo hacia adentro; con la sustitución de
importaciones, la ampliación del mercado interno y la entrada a la industrialización. La
CEPAL (Comisión Económica para América Latina) adquirió particular importancia
por su fomento de este esquema.
Las categorías estructurales funcionalistas de este modelo concebían el proceso de
desarrollo a partir de una abstracción hecha de las modernas sociedades industriales,
22
W. W. Rostow, The Stages of Economic Growth. A Non-Communist Manifesto, Cambridge, 1960.
76
exigiendo a las naciones subdesarrolladas la repetición de la experiencia histórica de las
desarrolladas y afirmando una continuidad entre el subdesarrollo y el desarrollo.
Ahora bien, la experiencia histórica mostró que con este proceso de modernización
sólo se consolidó el sistema económico imperante, sin lograr introducir cambios
fundamentales. Se produjo el “desarrollo del subdesarrollo”.23 Quedó en evidencia que
el “desarrollismo” era insuficiente para interpretar la situación del continente e ineficaz
para producir cambios sustanciales, sobre todo por no tomar en cuenta los factores
políticos como también por yuxtaponer estáticamente las sociedades subdesarrolladas
a las desarrolladas.
La teoría de la dependencia
En contraste con lo anterior, llegó a formarse la teoría de la dependencia. La
formulación más sintética de las investigaciones hechas a partir de esta teoría es la
siguiente: el subdesarrollo es el subproducto histórico del desarrollo de otros países.
La dinámica del proceso capitalista llevó a la constitución de un centro y una
periferia, acumulándose en el primero, capital, progreso, desarrollo; y en el segundo,
pobreza y subdesarrollo. Se trata de las dos caras de un mismo proceso universal
que comenzó hace medio milenio, en las que las sociedades latinoamericanas fueron
introducidas a la dependencia del sistema universal bajo la conquista y la colonización
ibéricas y sus sucesoras. Esta dependencia es el elemento estructurante de América
Latina que configura su esquema social, económico, político y cultural a partir de la
expansión mercantilista del capitalismo surgido en el siglo XVI, con una economía
orientada hacia la exportación de materias primas y la importación de productos
manufacturados, estando este movimiento en manos extranjeras y/o de la oligarquía
nacional. En este medio milenio, América Latina pasó por tres épocas, siendo satélite,
respectivamente, de los tres imperios político-económicos: el ibérico, el británico y el
norteamericano.
A partir del esquema de la dependencia, los analistas explicaron también los fracasos
de los intentos del desarrollismo, relacionados fundamentalmente con la concentración
del poder en manos de la clase dominante y su manejo del poder político y económico
en defensa de sus privilegios. Es decir, el desarrollismo pecó de ingenuidad política.
André Gunder Frank, Kapitalismus und Unterentwicklung in Lateinamerika, Frankfurt, Europäische Verlagsanstalt, 1969, p. 316.
23
77
La teoría de la dependencia24 fue desarrollada a partir de la teoría del excedente
económico,25 según la cual el rasgo característico del sistema capitalista consiste en que
algunos elementos sociales (la metrópolis) se apropian del excedente económico creado
por otros (satélites). Ello es posible por la mayor capacidad productiva de la metrópolis
y por la concentración y mantención del poder en sus manos. Al desarrollarse el flujo
de excedente, se desarrolla el subdesarrollo de los satélites.
Este modelo fue profundizado por la teoría estructural del imperialismo,26 que
destaca que la dependencia se bifurca en una externa (entre los países) y una interna.
Hay así una dependencia de las naciones periféricas de las naciones del centro y a la vez
una dependencia interna dentro de las naciones periféricas entre los centros altamente
industrializados y las periferias rurales (que se proyectan a los ámbitos urbanos en
las villas de emergencia). El centro de las naciones centrales tiene su “puente” en la
dirigencia de las naciones dependientes. Esta teoría estructural del imperialismo
explica las complejas formas de la dependencia, cosa que no pueden hacer los modelos
economicistas.
La polarización internacional tiene como sujeto dominante la empresa multinacional,
el oligopolio industrial internacional; y últimamente el capital financiero especulativo
internacional.
Ante esta situación, los sectores críticos, el movimiento obrero y estudiantil y
diversos partidos políticos planteaban la necesidad de una clara oposición, levantando la
consigna opresión o liberación, concibiendo esta última como un cambio revolucionario
del sistema capitalista y la construcción de una sociedad igualitaria, independiente
y autónoma en sus decisiones; con ciertas herencias de los movimientos populistas
desarrollados a partir de los años treinta; con un esquema de inspiración socialista con
una serie de matices desde los diversos socialismos nacionales hasta un fuerte sector
trotskista, dejando “a la derecha” la línea pro-moscovita de los clásicos PC.
24
Representada sobre todo por Celso Furtado, Fernando Cardoso, Theotonio dos Santos, O. Sunkel; cf. H. Trevignani,
E. Bertoni y R. Carri, Análisis económico y político de la dependencia, Colección 4, Buenos Aires, 19742, en especial
cap. 5, Teoría de la dependencia, p. 32-36; Th. dos Santos, “Capitalismo colonial según A. G. Frank”, en: Monthly
Review, Nov. 1969, p. 17-27; C. Furtado y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América Latina. Ensayo de
interpretación sociológica, Buenos Aires, Siglo XXI, 19736.
25
Teoría desarrollada por André Gunder Frank; Paul Baran y P. M. Sweezy; cf. P. Baran, La economía política del
crecimiento, México, Fondo de Cultura Económica, 19695; y P. M. Sweezy, Teoría del desarrollo capitalista, México,
Fondo de Cultura Económica, 1973.
26
Desarrollada por John Galtung, Eine strukturelle Theorie des Imperialismus, en: D. Senghaas (Ed.), Imperialismus
und strukturelle Gewalt. Analysen über abhängige Reproduktion, Frankfurt, Suhrkamp, 1972, p. 29-104.
78
La imposición del neoliberalismo globalizado
Luego de las décadas de los setenta y los ochenta, en las que los diversos movimientos
de liberación intentaron sacar las consecuencias políticas de los postulados de la teoría
de la dependencia para producir cambios radicales de las estructuras socioeconómicas,
cayendo sobre este movimiento todo el peso de la represión estatal llevada a cabo
mediante el aparato militar, en la década de los noventa fue impuesto en toda América
Latina el sistema económico neoliberal globalizado, como fórmula “definitiva” para
lograr un desarrollo total que traería amplio bienestar a toda la población.
La estructura fundamental del neoliberalismo consiste en la absolutización del
mercado, lo cual se impone mediante la desregulación, la liberalización y la privatización
de todas sus esferas y el consiguiente retiro del control regulador del estado sobre la
economía.
Luego de una década de diligente aplicación de las recetas económicas neoliberales,
los países de América Latina y sobre todo la Argentina –que fue considerada alumna
ejemplar de la materia– sufren bajo la disolución de los tiernos brotes de un estado
social de beneficencia, la destrucción de la clase media, una deuda externa totalmente
impagable (que en parte es ilegítima y en parte ya ha sido pagada por los elevados
intereses), la reducción sistemática de la producción industrial, la paralización de la
agricultura, una desocupación cada vez mayor y un límite de pobreza que en la Argentina
llegó al 59% de la población en mayo de 2003. Se agregan el desmantelamiento de la
mayor parte de las redes sociales, la destrucción del medio ambiente, la venta de las
riquezas nacionales a empresas transnacionales, el derroche de las reservas estatales,
una corrupción inigualable, la inestabilidad económica y la total miserización de la
clase pobre.27
En la Argentina, la injusticia y la desesperación de la población alcanzó un tope
catastrófico y fatal, que coincidió con el largamente temido colapso de la economía
en diciembre de 2001, acompañado de inmediato por una explosión social. Ahora
bien, la crisis argentina con su ataque de rabia generalizada no es un caso excepcional,
27
Bajo miserización se comprende un proceso por el cual individuos, familias, grupos e incluso capas sociales
enteras de la población caen en un profundo estado de miseria, del cual ya no pueden salir. El ingrediente esencial
de la miserización es la exclusión definitiva del mundo laboral. La pérdida del lugar de trabajo y con ello, de todos
los ingresos, se combina con la imposibilidad de una nueva integración al mercado laboral. Esta imposibilidad
puede tener varias causas (que incluso se pueden combinar entre sí): eliminación del lugar de trabajo; despido
por racionalización, embarazo, edad, enfermedad; cierre del establecimiento por quiebra o traslado a otro país. La
experiencia evidencia que la mayoría de las personas, que una vez quedan excluidas de esta manera, queda hundida
en la miserización.
79
sino tan sólo el furúnculo reventado de una enfermedad global, sumamente profunda,
que consiste en el dominio de las naciones ricas, la acumulación, el capital financiero
internacional y los ricos en el Sur mismo sobre los países pobres y particularmente sobre
los pobres de estos países. El caso argentino, donde más de la mitad de la población vive
debajo del nivel de pobreza (cuando hace 25 años por lo menos el 60% de la población
pertenecía a la clase media y había tan sólo un 10% de pobres), evidencia a las claras el
fracaso de este modelo económico sin ningún tipo de control. La fuerte pugna entre l va
economía social de mercado y el neoliberalismo rabioso en el seno de las naciones ricas
indica que estos países también sufrirán la disgregación entre ricos y pobres.
Luego del colapso argentino, incluso muchos de los más ingenuos defensores del
neoliberalismo comenzaron a percatarse de que ese modelo económico, anunciado e
introducido a voz de cuello como la única solución para todos los males económicos
de la humanidad, no ha producido el bienestar prometido, sino que ha enriquecido tan
sólo una pequeña capa de la población, mientras que la gran mayoría se empobreció.
Esto vale para toda América Latina. Las promesas económicas y sociales con las
cuales ha sido introducido el sistema neoliberal se evidenciaron como totalmente falsas,
desleales, engañosas y fraudulentas; no sólo porque no se logró el desarrollo anunciado;
sino porque el sistema mismo parte de la falsa afirmación de la no intromisión del estado
en materia de control del mercado. Ello es falso porque las naciones ricas del Norte
protegen cuidadosamente su propia economía mediante subsidios, reglamentaciones
aduaneras y mecanismos de control, exigiendo en cambio libertad de mercado en el
Sur; es falso porque los poderosos de la economía y la especulación financiera en el Sur
saben aprovechar muy bien los órganos estatales para obtener pingües ganancias; y es
falso porque el estado imperial impone sus metas mediante el empleo de la violencia,
llevando con ello al absurdo el postulado de la libertad del mercado.
De esta manera, el neoliberalismo globalizado se evidencia como la mentira mejor
organizada de toda la historia: exige la libertad total del mercado prometiendo que de
esta manera se llegará al bienestar y la abundancia para toda la humanidad; y quienes
menos cumplen con este esquema son precisamente los que lo imponen.
Estamos viviendo claramente en una nueva fase del capitalismo que combina todas
las formas de poder y afecta todas las dimensiones de la vida.28 El sistema capitalista de
28
En esta síntesis incorporamos algunos pasajes de la DECLARACIÓN DE FE SOBRE LA CRISIS GLOBAL DE LA
VIDA, Forum Sur/Sur de las Iglesias Miembros de la Alianza Reformada Mundial: Confesión y Pacto sobre justicia
en la economía y la tierra (Processus confessionis); 22-26 de abril de 2003, Buenos Aires, Argentina ( http://www.
warc.ch/ pc/confess/01.html ).
80
producción cambió a un sistema financiero. También es nuevo en cuanto a su estrategia
de dominación de mucho alcance y abarcadora de la totalidad, en el cual el mercado
financiero global se ha transformado en un imperio y a la vez en un dios. Este imperio
financiero global es sostenido por el poder militar, político e ideológico; y sus fuerzas
determinan la supervivencia de los países y los pueblos en la periferia.
A través de la globalización neoliberal, la economía, diseñada para sostener la vida y
el bienestar de todos, se ha trasformado en un sistema totalitario de fe de acumulación
de riqueza para unos pocos, poniendo en peligro la vida en su totalidad en nuestro
planeta. Este sistema es un pecado estructural.
La característica más significativa es la dramática convergencia de las crisis para los países
del Sur. Los nuevos signos de los tiempos son la integración sin paralelos de la globalización
económica y de la geopolítica global, con los efectos negativos del FMI, el Banco Mundial, la
Organización Mundial del Comercio, la desregulación y las inversiones especulativas sobre
las economías nacionales del Sur. La tendencia actual de la militarización es una estrategia
de guerra total para asegurar el mercado global. Los corazones y las mentes son invadidos
y dominados por los medios impresos y electrónicos mediante una “colonización de las
conciencias”.
En lo económico, el mercado capitalista no está más al servicio del intercambio
de bienes y servicios para todos, ni está dispuesto a ajustarse en lo político y lo social
para ser de provecho para el bien común. Construido sobre la propiedad privada
exclusiva de una minoría de propietarios, el mercado totalmente desregulado tiene
una sola meta: maximizar la acumulación de riqueza para unos pocos, lo cual la Biblia
llama Mamón. Cada vez menos, el capital se destina a la producción sustentable de
bienes y servicios. En lugar de ello, el capital está concentrado en negocios financieros,
causando desempleo y degradación de las condiciones de trabajo e incrementando el
endeudamiento estructural. La naturaleza es considerada como mera materia prima
para la acumulación de riqueza. La tecnología sirve a los mismos propósitos, aún a
riesgo de causar peligros irreversibles en el caso de la biotecnología.
Con todo este panorama trágico, la economía y las finanzas se han convertido en un
paquete difícil que cuestiona profundamente nuestra fe en el Dios Trino.
El desafío diacónico
A lo largo de su historia en nuestros países, la mayoría de las congregaciones e iglesias
se percataron de que no sólo eran responsables por la mantención de sus servicios
pastorales de predicación, enseñanza, acompañamiento pastoral, sacramentos; sino
81
que también debían dar respuestas a las situaciones de necesidades “materiales” de
sus propios miembros y de las personas de su entorno. El hambre, las enfermedades,
la falta de trabajo y de vivienda, el alcoholismo, los atropellos de la dignidad y los
derechos humanos, las persecuciones, la situación de los niños de la calle y muchas
otras situaciones constituyen otros tantos desafíos que fueron asumidos por muchas
congregaciones, desarrollándose un amplio abanico de actividades diacónicas, como
pasos de solidaridad y de una fe vivida en la práctica del amor al prójimo.
Así se formaron hogares, centros sociales, acompañamiento de alcohólicos, asilos de
ancianos, proyectos con niños de la calle, guarderías, hospitales y puestos de salud. Se
crearon organizaciones ecuménicas para contener y resolver situaciones de necesidad,
discriminación, exilio y persecución política (CEAS, CAREF, MEDH, JUM y otras).
Las comunidades asumieron con fervor el rol del buen samaritano, que se interesa por
el asaltado y herido, le cura sus heridas y se preocupa por su recuperación.
La distribución de alimentos y medicamentos, el acompañamiento y el consuelo de
las víctimas, la creación de instituciones de asistencia, todas esas acciones constituyeron
contenidos importantes de la diaconía tradicional de nuestras iglesias en América Latina;
y debe reconocerse que esta contribución las estableció como comunidades sanadoras y
restauradoras, ejemplos y modelos para la sociedad entera. Con sus múltiples acciones
diacónicas, las congregaciones y las iglesias han demostrado que instituciones y grupos
minoritarios pueden asumir un rol protagónico en la búsqueda y la construcción de
alternativas, como también un activo rol de defensa de miembros débiles de la sociedad
y de minorías marginadas. Esta función es hoy más necesaria que nunca.
Ahora bien, todas estas obras apenas son unas gotas sobre una gigantesca roca
que arde. La imposición del sistema neoliberal globalizado, la total indigencia y
desprotección de la clase baja, la crisis progresiva de la clase media, los barrios
carenciados que crecen continuamente, la marginación de muchos sectores, el peso
de la deuda externa, la feminización de la pobreza, la destrucción del medio ambiente,
la corrupción en todos los niveles, la violencia incontrolable, todo ello constituye un
cuadro de imágenes apocalípticas con el cual nos vemos confrontados cada día y que
desafía nuestro trabajo pastoral y diacónico, sobrepasando con creces las posibilidades
de acción de las pequeñas comunidades evangélicas, afectadas a su vez profundamente
en su propio seno por la caída de la clase media y el aumento de la pobreza.
82
La urgencia de una toma de posición
Los desafíos que el proceso de globalización neoliberal plantea a las iglesias son
tantos que cabe aplicarles aquella respuesta de Marcos 5,9: Me llamo Legión, porque
somos muchos. Su listado y el correspondiente análisis llenan numerosos libros. Por otra
parte, hay numerosos textos bíblicos que toman muy claramente partido en el conflicto
planteado por la difícil relación entre pobres y ricos. Es imposible analizar todos esos
textos en el marco de esta presentación, pero es importante tratar las principales
enseñanzas bíblicas con relación a la temática socioeconómica y a una evaluación
teológica critica del neoliberalismo globalizado.
A nivel de la reflexión cotidiana, surge una pregunta candente: ¿Qué postura tomar frente
al proceso de empobrecimiento, la injusticia y la destrucción ecológica? ¿Habrá que confiar
en que las fuerzas ciegas del mercado producirán a la larga un mundo mejor, según la
versión que “vende” la propaganda del neoliberalismo? ¿Cómo evaluar desde la fe cristiana
el sistema neoliberal?
El sistema económico neoliberal globalizado produce un número creciente de
personas hambrientas, enfermas, marginadas, empobrecidas, perseguidas y otras
víctimas; de manera que no sólo se van agotando las posibilidades y los recursos de la
diaconía tradicional de las iglesias, sino que también va surgiendo cada vez con más
fuerza la pregunta acerca del sentido mismo de este servicio. Los ladrones, asaltantes
y asesinos se multiplicaron de tal manera, que los buenos samaritanos y las buenas
samaritanas ya no alcanzan para socorrer a todas las personas asaltadas, heridas y
tiradas al costado del camino.
Por ello se hace imperioso que la obra del buen samaritano se prolongue en la
búsqueda y el desenmascaramiento de las razones más profundas que producen esta
multiplicación de las víctimas. Ya no alcanza con curar a las víctimas. Hay que denunciar
y tratar de parar a quienes producen tantos mutilados, pues éstos ya no son ocasionales,
sino que son parte “calculada” del sistema. Para decirlo con dos imágenes bíblicas
superpuestas: el buen samaritano y la buena samaritana deben ponerse la armadura
espiritual, que les permitirá enfocar el punto crucial del desafío bíblico-teológico que
plantea el sistema neoliberal globalizado y les suministrará herramientas para enfrentar
a quienes causan “industrialmente” las lágrimas y las heridas.
La pretensión de dominio universal y el carácter absoluto que ha adquirido el
sistema globalizado colocan a las iglesias en una situación que apunta a la declaración
de un Status confessionis. Si bien aún estamos en medio de un proceso hacia esa toma
de posición (sintetizado en la fórmula Processus confessionis de la Alianza Reformada
83
Mundial), una serie de declaraciones de hecho ya constituyen declaraciones de Status
confessionis.
La necesidad de contar con una confesión clara y precisa comienza con el cristianismo
mismo. Esto no tiene nada que ver con el menosprecio de otras corrientes de fe o
religiones ni con las degeneraciones que se produjeron en las iglesias oficiales, imperiales,
estatales, que tenían el monopolio de la fe; sino que se deriva de la fidelidad al Evangelio
de Jesucristo y del mandamiento de amor al prójimo necesitado. Frecuentemente, las
iglesias pasaron por alto esta necesidad de una confesión precisa, porque ellas mismas
estaban involucradas en estructuras de poder y porque se aprovechaban de su propio
silencio frente a la injusticia y la explotación. La historia de América Latina ofrece
numerosos ejemplos de este silencio imperial vergonzoso.
¿Cómo evaluar, pues, desde la fe y teológicamente el panorama de la globalización
neoliberal? Esta pregunta nos lleva al corazón de la Biblia.
Un conflicto de interpretaciones
La Biblia contiene numerosos textos sobre la economía y las relaciones
socioeconómicas. El marco genérico de la Biblia ve estas esferas bajo la perspectiva de
pobres y ricos, pobreza y riqueza. Nos concentraremos aquí en una síntesis de algunos
conceptos básicos sobre el valor, los peligros y la función de los bienes y el dinero.
En el corazón teológico de la doctrina bíblica se hallan los conceptos de la
encarnación, la cruz y la resurrección; y en lo eclesiológico, el concepto del cuerpo
de Cristo. Al transferir estos conceptos al análisis de los sistemas y procesos sociales,
económicos y políticos, resulta que la evaluación de los mismos debe partir de los
miembros débiles, pequeños, excluidos y despreciados de la sociedad; planteando como
pregunta fundamental qué efectos tiene un determinado sistema para estos miembros
y quién se beneficia con ese sistema. Puesto que las consecuencias socioeconómicas y
culturales del actual sistema son comparables a los efectos funestos del racismo, la Shoa,
las guerras de exterminio masivo y otros hechos aberrantes de la historia inhumana, las
iglesias no puede hacer otra cosa que levantar su voz de advertencia y juicio, buscar
urgentemente medidas alternativas y ocuparse de la relación conflictiva entre ricos y
pobres, pues allí radica el dramatismo de la situación actual.
Desde los tiempos bíblicos, la pregunta acerca del origen de la pobreza y de la
riqueza ha sido respondida por la clase dominante con una ideología justificadora de
84
los abismos socioeconómicos que veía en la riqueza una muestra de la bendición de
Dios. A lo largo de la historia, han sido desarrolladas también definiciones metafísicas
adicionales: “Es voluntad de Dios”, “Siempre hubo y habrá pobres”, “Es el destino”, “Es
fuerza mayor”. Esto llevó a la auto-justificación de los ricos y al desprecio de los pobres.
En consecuencia, este paquete ideológico descalifica al pobre como haragán, falto de
inteligencia e incapaz; y para colmo de males, castigado; en tanto que considera al
rico como aplicado, trabajador, exitoso y bendecido. Mientras aplica estos calificativos
morales, la misma ideología (religiosa o secularizada) de la bendición no es capaz de
hacer un cuestionamiento ético a los procederes de la apropiación, la mantención y el
aumento de la riqueza.
En el ámbito de lo político, estas representaciones mentales simbólicas de índole
religiosa y metafísica encontraron en la última década una analogía metamorfoseada
en afirmaciones tajantes como: “Luego de la caída del sistema comunista, quedó
demostrada la superioridad del sistema capitalista”; “No hay alternativas; no se
puede hacer nada” (TINA: There is no alternative), “Nadie puede salirse del sistema
globalizado”. Sin embargo, al no ser otra cosa que justificaciones de una situación dada,
todas estas apreciaciones son meramente encubridoras de la realidad.
Una aproximación económica, política y social crítica, a la vez que teológica, lleva
a sostener que el desequilibrio y la exclusión no tienen nada que ver con órdenes
perennes, destinos metafísicos o mecanismos socioeconómicos inevitables; sino con la
injusta distribución de los medios de producción, bienes y servicios; y con actitudes y
decisiones económicas, legales y de poder muy concretas e identificables.
Síntesis de las enseñanzas bíblicas sobre economía y sociedad
1. Ambos relatos fundantes contenidos en el Antiguo Testamento, a saber, el éxodo
de la esclavitud de Egipto y la creación, colocan ideas centrales sobre la temática
socioeconómica. En el éxodo, Dios libera a su pueblo de la opresión y convierte
a las personas en “propietarias de sí mismas”, por así decirlo. Aquí aparece la
semilla de la idea de la dignidad del trabajo, vinculada a su vez con la dignidad
y la necesidad del descanso. El Éxodo es un rotundo NO de Dios a todo trabajo
forzado, esclavizante e indigno.
2. En el Génesis, el ser humano es presentado como imagen y semejanza de Dios. Esta
noción incluye la función de ser representante de Dios; y ello tiene implicancias
85
directas con relación a los bienes, pues abarca la correcta administración de los
recursos en beneficio de toda la comunidad humana. La tierra y sus recursos
son entregados por Dios a los seres humanos para su cuidado y trabajo. La idea
central es que la tierra en sí es propiedad de Dios y que él se la da a la humanidad
– representada en Adán y Eva – para que ésta pueda vivir de ella. Propietario
último de la creación entera, incluyendo a los seres humanos, es y sigue siendo
Dios, tal como lo expresa el Salmo 24,1: Del Señor es la tierra y su plenitud, el
mundo y los que en él habitan.
Esto es recordado en diversas celebraciones del pueblo de Israel: comienzo y fin
de la cosecha de cereales, la vendimia. Las ofrendas y el diezmo representan una
devolución de lo recibido a quien lo da. La referencia a Dios como dador de los
bienes abre la mente para el servicio al prójimo e implica transferencias solidarias
para los pobres. Quien concibe sus bienes como regalo, los puede compartir con
otros.
3. El año sabático (Ex 23,10-11; Lev 25,1-7) y el jubileo (Lev 25,8-55) tienen su
fundamento en la misma idea básica. Ambas instituciones marcan el comienzo
de una legislación social. Ponen límites a la explotación de la tierra al exigir el
descanso de los campos, apuntan a la libertad de las personas disponiendo la
liberación de los esclavos, y buscan una redistribución justa de las propiedades
ordenando su restitución a sus dueños originales. Todo ello constituye una
limitación temporal de las propiedades.
4. Numerosos textos legales y proféticos contienen disposiciones muy concretas
relacionadas con la justicia en el trato de los asalariados y jornaleros y con las
relaciones económico-comerciales. Insisten en jornales justos y pagos en fecha
(Lev 19,13; Deut 24,14-15; Mal 3,5; Jer 22,13) y en balanzas, pesas y medidas
justas (Lev 19,35-36; Deut 25,15; Prov 11,1; 16,11; 20,10; Mi 6,10-12).
5. Los textos proféticos instalan una restricción social de la propiedad. La crítica
social de los profetas se levanta contra la ideología de la riqueza como bendición;
denuncia enérgicamente la explotación, la injusticia, la corrupción; y exige la
atención de las viudas, los extranjeros, los huérfanos y los pobres, es decir, de
las personas marginadas y más débiles de la sociedad (Cf. p. ej. Is 1:5; 3:15; 5:89; 10:2-3; Jer 22:13-14; 39:10; Am 2:6-8; 4:1; 5:11-12: 6:1-9; 8:4-6. Cf. también
Henoc etiópico 94:8-11; 96:4-5; 97:8-10; 103:5-8). Esto evidencia que el criterio
ético para el correcto uso de las posesiones consiste en la atención e inclusión de
los miembros más desprotegidos del cuerpo social.
86
6. A ello se agrega la sabiduría del antiguo Israel, que insiste en la precariedad
de todo quehacer humano y en el carácter transitorio de la riqueza y todos los
bienes de la vida; y a la vez insiste en el sometimiento a la ley de Dios.
7. Diversos textos también desenmascaran la manipulación corrupta de la justicia
por parte de quienes detentan el poder.
8. A diferencia del concepto romano, que concibe la propiedad como dominio
en el sentido literal de la palabra y establece una relación entre un sujeto y un
objeto poseído y dominado, el concepto bíblico comprende la propiedad como
patrimonio, como entrega y préstamo para un correcto uso; y establece una
relación entre todas las personas intervinientes y su entorno social y ecológico.
9. Jesús profundizó la visión socioeconómica altamente crítica de los profetas frente
al dinero y la riqueza. Él énfasis colocado en el anuncio del Evangelio a los pobres,
las bienaventuranzas de los pobres y los ayes contra los ricos, la polémica contra
el Mamón y los privilegios de los ricos en la sociedad, los actos de solidaridad
concreta con los pobres, los dichos sobre la oposición entre el tesoro celestial y
los tesoros terrenales, la advertencia ante los peligros de la riqueza y la avaricia,
la exhortación a ser rico en Dios, todo esto crea una inversión de los valores
marcados por el dinero, la riqueza y el estatus.
La síntesis de la postura de Jesús queda expresada en dos frases: Miren, guárdense
de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los
bienes que posee (Lucas 12,15); y Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará
al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No pueden servir
a Dios y a las riquezas (o: al Mamón, Mateo 6,24). Múltiples palabras de Jesús
enseñan que la vida gana profundidad si las personas comparten lo que tienen,
en beneficio del bien de todos y principalmente de los miembros débiles de la
sociedad.
10.Dos libros neo-testamentarios en especial, el Evangelio de Lucas y la Epístola de
Santiago, evidencian un alto grado de preocupación de sus respectivos autores
por las situaciones de injusticia y marginación de sus comunidades; y un decidido
compromiso con la justicia social, la inversión de valores y la solidaridad con los
pobres. Contienen duras palabras de juicio y amenaza contra los ricos egoístas
y derrochadores, los acaparadores, los terratenientes insensibles y explotadores.
Así por ejemplo, lo que se juega en el latifundio y en el acaparamiento no es
una racionalidad económica, que en algún momento supuestamente traerá
beneficios para todos; sino más ganancia para los ricos, una economía salvaje
87
del beneficio propio, el lucro personal, el acaparamiento, el derroche y la dolce
vita por un lado; y por el otro, pérdidas para aquellos que ya sufren carencias de
todo tipo.
11.Los festines de los ricos son la cara visible y lúdica de otra faceta más de su
pecado: la ociosidad. Esta haraganería entretenida, cuya realización clásica es
denunciada también por diversos autores romanos, se opone a la necesidad
constante de trabajar, sembrar, arar, cosechar, tal como la vivía todo obrero,
pequeño agricultor y peón rural con su familia. Con su estilo de vida, el ocioso
se convierte en parásito, que hace que otros trabajen por él.
12.La riqueza se relaciona estrechamente con el pecado cuando son explotados los
pobres, cuando los opulentos derrochan las riquezas y cuando no se comparten
los bienes. Esta riqueza acaparada por unos pocos no mantiene ni aumenta la
calidad de vida, sino que provoca la muerte de los pobres y la condena eterna
de los ricos egoístas a causa de pecados económicos y sociales muy concretos:
acaparamiento, codicia, acumulación egoísta de riquezas, explotación de los
trabajadores, glotonería, derroche, crueldad, manejo corrupto de la justicia.
Dios juzga y condena a quienes despliegan esas conductas antisociales, injustas,
explotadoras y violentas.
13.No es lícito transformar la áspera radiografía bíblica de los pecados de los
pudientes, el desenmascaramiento de la absurda acumulación y la denuncia del
empleo antisocial de los recursos en una mera invitación a ser un poco menos
explotador o a dar limosnas. Los textos bíblicos contienen un vigoroso empuje
para la transformación de todo sistema socioeconómico que crea ricos y pobres.
14.En el orden antropológico y teológico, la Biblia enfatiza la dignidad de los pobres
y la decidida acción de Dios a favor de ellos, mostrando su elección y el valor de la
comunidad de contención. La dignidad del ser humano no se deriva de la cantidad
de bienes acumulados, ni consiste en llenarse de riquezas o codiciar lo imposible
pasando por encima las necesidades del prójimo. La dignidad consiste en ser
hija o hijo de Dios y en poner en práctica el mandato del amor. Esta convicción
básica de que todo ser humano es criatura de Dios es el móvil más fuerte para la
decidida acción social de las Iglesias. Es también la base para no contentarse con
una mera acción paliativa; y a su vez es el fundamento del rechazo rotundo de
todo clientelismo político, social, económico y religioso.
15.La propuesta económica de la Biblia consiste en una economía del compartir,
que posibilita y fomenta la vida; y que se contrapone a la economía salvaje del
88
beneficio propio, basada en la explotación de otras personas. La especulación, el
acaparamiento, el derroche y la dolce vita tiene una racionalidad materialista y
especulativa propia, que desde la óptica de Dios se evidencia como necedad, tal
como lo expresa la parábola del rico necio (Lc. 12,13-21).
16.La economía del compartir no implica la anulación de la propiedad, el dinero o
los bienes; sino que subraya enfáticamente la función social de los bienes, el dinero
y la riqueza. Esta función social consiste en garantizar, mantener y mejorar la
vida.
Síntesis económico-teológica
1. La Biblia revela que todo lo que tenemos proviene de Dios. Dios nos lo da para
posibilitar nuestra vida y la de las demás personas. Es importante subrayar que
esta noción también aparece en el mundo indígena de los pueblos originarios de
América Latina. Aquí el ser humano pertenece a la tierra, y no al revés. La tierra
le da sustento, pero no es propiedad de un poseedor exclusivo. Pertenece a toda
la comunidad. Es, pues, un bien verdaderamente global, cuya función social es
garantizar la vida.
2. La pobreza tiene sus causas estructurales en la injusticia, la violencia y el
abandono de las leyes de Dios. Las disposiciones bíblicas en general y el programa
de reformas del Deuteronomio en especial son muestras del esfuerzo de llevar
esta visión a la conciencia y la práctica de todo el pueblo de Israel.
3. El testimonio bíblico es totalmente diáfano: Dios está del lado de los débiles,
pobres, perseguidos, dolidos, marginados, despreciados y necesitados. Quien
peca contra ellos, produciendo esas situaciones miserables o dejándolos sumidos
a los necesitados en las mismas, peca contra el Dios viviente. De allí que Dios sea
el abogado de los maltratados. En Cristo, Dios ha aceptado la miseria de todos
sus hijos e hijas. Este testimonio sublime del amor de Dios es la culminación de
una larga historia de revelaciones, que ha enfatizado desde los comienzos del
pueblo de Dios la opción de Dios por los maltratados, pobres y despreciados.
4. Para poder evaluar éticamente un determinado sistema socioeconómico y
político, la perspectiva cristiana debe plantear la pregunta clave acerca de las
consecuencias que ese sistema tiene para la vida y la realización plena de los
seres humanos y para la convivencia de la comunidad familiar, social, nacional e
internacional, y sobre todo para la vida de los miembros más débiles del cuerpo
social.
89
Los índices globales del crecimiento deben ser confrontados con las desigualdades
internas dentro del sistema, referidos a las oportunidades de acceso a trabajo,
ingreso, educación, vivienda, salud, cultura, seguridad, justicia y recreación. Esta
confrontación y no una cifra “media” de ingreso por habitante evidenciará la
verdadera composición económica de un país.
5. La ideología del libre mercado afirma que éste se rige según las leyes de la oferta
y la demanda; y que si se permite el libre actuar de las mismas, tarde o temprano
llegará a haber suficiente para todos. Sin embargo, los movimientos del mercado
son manejados y controlados por un sector relativamente pequeño de la sociedad,
que actúa exclusivamente en beneficio propio. El testimonio bíblico opone la vida
y la salud del cuerpo social entero a este manejo personal y perverso en provecho
de unos pocos. A partir de esta perspectiva, la sociedad latinoamericana se debe
un debate profundo, urgente e impostergable sobre el modelo de convivencia que
ella necesita y por ende, de la economía y la política necesarias para implementar
tal modelo. Este debate debe incluir la discusión sobre las diferencias entre lo
necesario, justo y “normal” para la vida de todos por una parte, y el derroche que
beneficia a unos pocos y perjudica a muchos, por otra.
6. Por tener la posibilidad de encontrarnos con Cristo mismo en el prójimo
necesitado, la situación de los marginados no sólo es una cuestión social,
económica y política; sino también una cuestión teológica, que tiene que ver
con nuestra identidad cristiana y con la salvación misma. Esto no implica un
valor meritorio de las acciones de solidaridad para con los necesitados. Son
simplemente el pago de un compromiso – en términos del pacto – que tenemos
para con Dios y con todas las personas. Estas acciones de solidaridad han de
tener una doble intencionalidad: subsanar las necesidades inmediatas y apuntar
a la transformación de las estructuras y situaciones que producen marginación
y dolor.
Evaluación teológica del neoliberalismo globalizado
Entre las iglesias de nuestro continente, con un gran bagaje de estudio de la Biblia
anclado en el principio de la Sola Scriptura, crece la conciencia de que el sistema
neoliberal globalizado se opone a los valores centrales de nuestra fe cristiana. Las
iglesias perciben que no es verdad que el progreso deba pagarse con la miseria de los
más débiles y desprotegidos; que no es verdad que el consumo justifique la destrucción
de la naturaleza y los bienes que Dios ha creado para la vida de todos sus hijos e hijas;
90
y que no es verdad que la deuda externa, la política impositiva o la usura sean más
importantes que los seres humanos. Con esta postura crítica se relaciona también
una reflexión sobre la diaconía o acción social de la iglesia, pues ella tiene que ver
directamente con las heridas abiertas que produce este sistema.
Los siguientes datos exigen una toma de posición inmediata por parte de las iglesias,
porque tocan de manera medular la esencia misma de la fe cristiana:
1. El proceso de globalización neoliberal abarca todo el mundo. Afecta a todos
los seres humanos, países, culturas, pueblos, clases sociales y grupos etarios.
Como este proceso no ha producido más justicia y solidaridad para la población
mundial, sino que por el contrario hay más violencia, explotación y muerte
por un proceso de expansión imperial con claras pretensiones universalistas,
la globalización se opone a la visión bíblica de la oikoumene, la unidad de la
iglesia universal y de la humanidad. Se opone al concepto del cuerpo de Cristo
formado por muchos miembros, vinculados entre sí en proceso de crecimiento
compartido.
2. La economía neoliberal se apoya en un sistema sacrificial continuo. El sur es
sacrificado para el norte, para que éste pueda seguir gastando la mayor parte de los
recursos de la tierra entera. La naturaleza es sacrificada a favor de la producción
y el mercado. Diversos sistemas económicos nacionales son sacrificados a
favor de la especulación financiera internacional. Países y pueblos enteros son
sacrificados mediante el mecanismo de la trampa de la deuda externa, para que
los ricos puedan seguir siendo ricos y enriquecerme más todavía. Este sistema
sacrificial se opone diametralmente a la eliminación de todos los sacrificios por
la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo.
3. El abismo entre pobres y ricos se ensancha cada vez más, tanto a escala global
como al interior de los países. El proceso de globalización neoliberal ofrece
enormes posibilidades de progreso y enriquecimiento a una pequeña capa de
la población, mientras que una capa cada vez mayor queda excluida de manera
sistémica de las posibilidades de satisfacción de sus necesidades básicas. De
esta manera avanza rápidamente el proceso de marginación y miserización. La
violencia, con la que el imperio impone su sistema, es un componente intrínseco
de este proceso. Al mismo tiempo, la corrupción en sus diversas modalidades
es sistémica, pues permite el aceitado funcionamiento del sistema. Con ello,
la globalización se halla en franca oposición a la justicia exigida por Dios y al
mandato del amor.
91
4. El sistema capitalista neoliberal desregulado convierte en sistema exactamente
aquello que la Biblia crítica y condena. El meollo de la crítica bíblica de las
situaciones sociales y económicas desgraciadas – la acumulación egoísta – es
convertido por el neoliberalismo en la substancia del sistema en sí, sin posibilidad
de corrección alguna.
5. A nivel ideológico y religioso, la globalización neoliberal constituye una
cosmovisión (Weltanschauung) totalitaria, ya que se presenta como la única
visión verdadera y efectiva de la economía y por ende, del ser humano y de
la historia entera. Por vincularse exclusivamente con el provecho económico
y la eficiencia económica, esa ideología convierte el dinero en su dios, siendo
por ende una verdadera idolatría. Al mismo tiempo, el neoliberalismo es
un fundamentalismo de mercado, ya que sostiene de manera acrítica que el
mercado es el ente supremo que posibilita la vida social y el progreso de todos,
de una manera misteriosa y paradójica que puede resumirse en la formula: “La
mejor forma de ayudar al prójimo es actuar en interés propio; la mejor manera
de realizar el altruismo es el egoísmo.” Por estos principios, el neoliberalismo se
opone al monoteísmo bíblico.
6. En este esquema, los seres humanos son considerados únicamente desde el
punto de vista de la producción y el consumo; pero no como seres en relación
con Dios, el prójimo y la comunidad, seres con una orientación espiritual,
capaces y necesitados de amor. Para el neoliberalismo, la naturaleza y el ser
humano son objeto de lucro. El trabajo es considerado un costo de producción,
las capacidades humanas son mero capital humano, y la naturaleza se convierte
en objeto de explotación. Con estos ingredientes, el neoliberalismo se opone al
concepto bíblico del ser humano y de la creación entera.
7. Por su promesa de crear suficiente riqueza para toda la humanidad, el
neoliberalismo globalizado es al mismo tiempo una doctrina antibíblica de
salvación, que se opone a la exclusividad de la salvación en Jesucristo.
El sistema neoliberal globalizado es una regresión de la humanidad, pues empuja
a millones de personas a la miseria y la muerte. Una regresión es toda formación y
realización de tendencias y orientaciones que ocasionan daños masivos a la mayoría
de la población en vez de ayudarle. La lista de estas involuciones en la historia es larga:
la esclavitud, la caza de brujas, la inquisición, la intolerancia violenta, el exterminio de
los pueblos originarios de América, el racismo, el nacionalsocialismo, el fascismo, las
92
dictaduras militares, la megalomanía de todos los imperios de la historia mundial, el
predominio del lucro y del dinero.
Los efectos del neoliberalismo globalizado resultan monstruosos y horrorosos para
los pobres, sobre todo para los del llamado Tercer Mundo, castigados de por sí desde
hace muchos siglos. No se trata de algunos seres débiles o incapaces que podrían ser
sostenidos por una red social; sino que se trata de la mayoría de la clase media y de la
totalidad de la clase baja de la sociedad. Los daños irreparables evidencian que el sistema
es perverso en sí mismo, y que tampoco es posible mejorarlo con arreglos cosméticos o
en acomodaciones. Por ello, sólo puede ser rechazado. Es decisivo señalar la oposición
entre un sistema basado en la acumulación para unos pocos ricos y el proyecto de la
Biblia, que puede ser sintetizado en lo siguiente: Ya que la tierra entera pertenece a
Dios (Salmo 24,12), todas las personas y la naturaleza entera tienen derecho a una
vida en plenitud y dignidad.
Este axioma bíblico fija la mirada sobre la cuestión sistémica y no sobre mejoras
morales del sistema, que no pueden frenar y menos aún impedir la erosión social, la
miserización y la destrucción del medio ambiente. La oposición entre el sistema de
explotación y la propuesta bíblica es tan evidente que las iglesias no pueden hacer otra
cosa que asumir una postura totalmente clara.
La tarea de la iglesia es la proclamación de la venida y el señorío de Jesucristo para
la salvación de todas las personas, el llamado a la fe en él y al seguimiento en una
comunidad viviente. Es parte esencial de esta misión esforzarse por realizar la salvación
en Jesucristo – recibida por gracia mediante la fe – en una nueva vida, a la cual pertenece
también la construcción de comunidad solidaria.
Un espacio para la resistencia y la construcción de alternativas
En su esfuerzo por la construcción comunitaria, durante siglos las iglesias secaron
lágrimas y vendaron heridas. Pero hoy ya no pueden conformarse con este servicio,
pues de esa manera realizan sólo una tarea de consuelo muy bienvenida por parte de
aquellos que disfrutan de ese sistema, ya que “arreglan” la situación de una parte de
aquellas víctimas por la que ya nadie se preocupa. Es necesario que el buen samaritano
y la buena samaritana se pongan la armadura espiritual, pues tienen que enfrentar a
quienes causan “industrialmente” las lágrimas y las heridas. De esta manera, la iglesia ha
de ser un espacio para la resistencia, y no meramente una institución de apaciguamiento.
Es decisivo y necesario poder formular claramente el dolor y la necesidad, descubrir
sus causas, denunciar los mecanismos y poderes de opresión, decir públicamente que
93
Dios no quiere esta situación; y construir comunidad alternativa caracterizada por
la solidaridad y las posibilidades de vida para todas y todos. Esta resistencia sólo es
posible mediante un claro reconocimiento del objeto al que se ha de resistir.
Sostener que el sistema también tiene sus aspectos buenos como el e-mail o Internet
y que quizá en algún momento llegue a producir bendición y satisfacción para toda
la humanidad, es tan sarcástico como hablar del buen príncipe que está en Roma y
que distribuye pan a los plebeyos y les muestra espectáculos maravillosos en el circo
de la ciudad. Desde el reverso de la historia nos preguntan los pueblos brutalmente
explotados por Roma si acaso no sabemos quién debe pagar ese pan mediante elevados
tributos; y desde la arena resuenan los gritos de los mártires que nos preguntan si acaso
no nos damos cuenta de que ellos mantienen la vida de los espectáculos con su sangre.
Todo esto también involucra nuestra colaboración entre el Sur y el Norte. La
cristiandad mundial tiene una serie de puntos a su favor, que la distinguen de todas
las entidades nacionales e internacionales. La iglesia cristiana es un cuerpo universal,
que incluye el concepto de igualdad ante Dios y de hermandad entre las personas como
ninguna otra organización humana. Este concepto de comunión ofrece la posibilidad y
el deber de construir estrechas redes de solidaridad que abarquen toda la tierra.
La denuncia profética y pública de la opresión y la injusticia, el llamado a la
solidaridad con los necesitados, la proclamación de la voluntad de Dios para una vida en
plenitud para todas las personas, la solidaridad practicada, la búsqueda de alternativas
para la sociedad entera, la discusión teórica con los fundamentos de todo sistema
socioeconómico, todo ello hoy día es parte de un amplio programa de evangelización.
Como iglesias, tenemos hoy una misión altamente teológica: podemos y debemos
denunciar públicamente los efectos destructivos del mercado totalmente liberalizado.
Podemos y debemos indicar a esta humanidad que el Mamón descontrolado sólo
destruye la vida. Podemos y debemos denunciar la idolatría del mercado. Podemos
y debemos decir que hoy la alternativa no consiste en “capitalismo o comunismo”,
“conservador o revolucionario”, “Occidente u Oriente”, “Norte o Sur”, sino en DIOS O
EL MAMMÓN.
Como parte de nuestro anuncio de la voluntad de Dios y de la búsqueda de
alternativas, las acciones de la diaconía tradicional (alimento, vivienda, salud, escuela,
acompañamiento, consuelo) que apuntan a la promoción y el desarrollo humano
mantienen plenamente su valor; pero no como acciones que pudieran reemplazar
las necesarias transformaciones que deben realizar las instancias responsables de la
94
sociedad y el estado; sino como señales de denuncia pública de la injusticia, como
medios del anuncio de la justicia y como instrumentos de construcción de comunidad
solidaria. Con su diaconía y su proclamación, las iglesias pueden demostrar a la
sociedad que Dios quiere otro tipo de desarrollo; que Dios quiere otro mundo y que
otro mundo es posible.
95
96
La economía de vida:
Una invitación a la reflexión teológica
y la acción
Consejo Mundial de Iglesias, Consulta teológica sobre la economía de vida,
27 al 30 de octubre de 2014, Chennai (India)
A raíz del llamamiento de la X Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) a
una peregrinación de justicia y paz, las iglesias miembros y los asociados ecuménicos
han iniciado actividades a muy diversos niveles.29 La declaración de Bogor, “Economía
de vida, justicia y paz: Un llamamiento a la acción”, presentada en la X Asamblea del
CMI en Busan en 2013, resume los resultados de un proceso de siete años, iniciado en la
previa Asamblea del CMI celebrada en Porto Alegre en 2006 para abordar las injusticias
económicas y ecológicas.30 “Economía de vida, justicia y paz” es una exhortación a las
iglesias a responder urgentemente a las preocupaciones de las comunidades del mundo
que hacen frente a crisis económicas y financieras sin precedentes, así como a la amenaza
del cambio climático y la extensa devastación ecológica. Como creyentes estamos llamados
a infundir esperanza en los lugares sumidos en la desesperanza. Sobre la base de estos
llamamientos, el CMI organizó una consulta teológica sobre la economía de vida que
29
CMI (2013), “Mensaje de la X Asamblea del CMI: Unámonos a la peregrinación de justicia y paz” (http://www.
oikoumene.org/es/resources/documents/assembly/2013-busan/adopted-documents-statements/message-of-thewcc-10th-assembly?set_language=es).
30
CMI (2012), “Economía de vida, justicia y paz: Un llamamiento a la acción” (en español, también llamado “AGAPE
llamamiento a la acción)
(http://www.oikoumene.org/es/resources/documents/programmes/public-witness-addressing-power-affirmingpeace/poverty-wealth-and-ecology/neoliberal-paradigm/agapecallforaction2012/agape-call-for-action-2012?set_
language=es).
97
tuvo lugar en Chennai (India) del 27 al 30 de octubre de 2014. Las conclusiones de esta
consulta hacen hincapié en la visión de la economía de vida.
En el presente documento, el CMI invita a las iglesias, las comunidades eclesiales, las
organizaciones ecuménicas, las facultades teológicas, los seminarios y los asociados de
todas partes del mundo a intensificar la reflexión y la acción en el ámbito de la economía
de vida. En este sentido, se prevé que, entre otras cosas, se emprendan iniciativas de
reflexión en las comunidades eclesiales, actividades conjuntas con los asociados y un
diálogo interreligioso centrado en esta cuestión.
La economía de vida como expresión de koinonía
La economía de vida encarna la visión de Dios de koinonía,31 donde las comunidades
sanas prosperan en paz y armonía entre sí y con la Creación de Dios (Hechos 2:4247). Ofrece un espacio, donde todas las personas tienen un lugar decente, limpio y
seguro donde vivir y morir rodeados de su familia y amigos a quienes aman y con
quienes comparten la vida; donde el trabajo es digno y los salarios son equitativos y
justos; donde se hace justicia, se ama la misericordia y se camina humildemente con
Dios (Miqueas 6:8); y donde los seres de la Tierra –sean microbios, plantas o ballenas;
mares, lagos, ríos o cielos; las profundidades terrestres o las aguas ocultas– viven en
la integridad que Dios ha creado. De hecho, cada uno de nosotros forma parte de una
red de relaciones que conectan una mariposa en China con la totalidad de la atmósfera
de la Tierra, con todos sus océanos, montañas, campos y ríos, desiertos y anacondas, y
con los profundos misterios de su cuerpo físico –rocas, lava y agua, magma, metales y
minerales preciosos. En Cristo estamos unidos a toda la realidad creada, en cuyo seno
vivimos y de la que dependemos físicamente para subsistir.
En el mundo actual, no vemos la visión de Dios de koinonía. La liberalización
y desregulación de los mercados que han tenido lugar a lo largo de las últimas tres
décadas, en el marco de los amplios procesos de globalización neoliberal, han permitido
erigir un sistema que promueve el consumo insaciable de recursos humanos y naturales
y, con ello, unos desequilibrios cada vez mayores a nivel económico, social y ecológico.
Hoy, las 67 personas con la mayor fortuna del planeta igualan en riqueza a la mitad
más pobre de la población mundial. Las diversas tradiciones religiosas del mundo
llevan mucho tiempo advirtiéndonos de los peligros de la codicia que conduce a esta
distorsión total de la visión divina. En medio de la pobreza, el sufrimiento, la opresión,
31
El significado esencial de la palabra griega ‘koinonía’ (κοινωνία) es comunidad, comunión, participación conjunta
y compartir.
98
la explotación económica y el abuso de poder que conforman la vida de la mayoría de la
población mundial, así como de la tortura y la creciente amenaza de muerte que acecha
a la Tierra y a todos sus seres, Dios llora con nosotros en nuestro dolor y vulnerabilidad.
Pero al mismo tiempo, vemos a Dios en las vidas y la resiliencia de las personas
que hacen frente a los poderes de la muerte y la opresión. Tenemos constancia de
muchas iniciativas a través de las cuales las iglesias trabajan con comunidades religiosas
y laicas por el bienestar del prójimo. Escuchamos la llamada de Dios instándonos a
vivir nuestra fe trabajando juntos a fin de crear una economía de vida para la Tierra
y todos sus seres, para la justicia y la paz, para la koinonía. Al profundizar nuestro
compromiso destinado a dar forma a la economía de vida como alternativa a las fuerzas
y estructuras económicas dominantes, debemos reconocer las luchas de cada cual e
invitarnos mutuamente a emprender acciones concretas.
La economía de vida es una cultura de justicia compasiva, donde aquellos de
nosotros que nos encontramos en los sectores más acomodados de la sociedad vivimos
nuestra fe en Dios a través de la solidaridad: transformando el privilegio, retirando
el capital invertido en empresas que niegan la vida, viviendo de una manera más
sencilla, haciendo causa común con los movimientos populares y de trabajadores y
apoyándoles, participando en prácticas de comercio justo, promoviendo economías
locales alternativas y la agricultura orientada a la comunidad, luchando contra la
fabricación y el comercio de armas de destrucción masiva, y cuestionando a nuestros
gobiernos y organizaciones económicas y financieras mundiales de todas las maneras
posibles.
Durante los últimos siete años, los procesos del CMI Globalización Alternativa para
los Pueblos y la Tierra (AGAPE) y Pobreza, riqueza y ecología (PRE) han examinado
la correlación entre las estructuras económicas capitalistas neoliberales que imperan
en la actualidad y la subsiguiente creación simultánea de una gran riqueza para una
pequeñísima minoría, de una creciente y angustiosa pobreza para miles de millones
de personas, y la destrucción de la Tierra y de sus recursos. En respuesta a ello, la X
Asamblea del CMI celebrada en Buzan en 2013 llamó a unirse en una peregrinación de
justicia y paz.
Este documento, elaborado en 2014 por representantes de las iglesias, de las
tradiciones budista, musulmana e hindú y de organizaciones de resistencia, reunidos
en un encuentro internacional, responde a ese llamamiento invitando a las iglesias,
las congregaciones, las comunidades de resistencia, los movimientos populares, los
grupos de la sociedad civil, las facultades teológicas, los seminarios, así como a nuestros
99
hermanos y hermanas de otras religiones, a la reflexión teológica y la acción en el
ámbito de la economía de vida.
La justicia y la paz de Dios
La justicia de Dios ocupa un lugar central en la economía de vida, la cual se mide por
la calidad de vida de aquellos que viven en los márgenes (Mateo 10:42). La economía de
vida amplía el círculo de inclusión para acoger a todos los que han sido empujados hacia
la periferia por las economías basadas en el lucro y la competencia. Es una economía de
la cooperación y la colaboración, una economía solidaria que promueve los valores de
solidaridad, la interdependencia mutua y las relaciones. Es una economía que se asienta
en la sociedad y la ecología y que garantiza que todas las personas y criaturas vivan
dignamente. Se sustenta en la ética y la estética. Su fruto es la paz.
La economía de vida cuida de la tierra y el mar, de toda la Tierra habitada, que
tiene su propia integridad otorgada por Dios. Está en contra de la mercantilización de
todos los aspectos de la naturaleza, incluidos el agua, el aire, los bosques y otros bienes
comunes. La abundancia de la Creación no es una mercancía que se pueda saquear,
sino que es un don divino para celebrar la vida compartiendo con los demás. La
economía de vida ofrece un lugar donde toda la Creación glorifica a Dios, el Creador,
el Redentor y el Sustentador, para que todos tengan vida en abundancia (Juan 10:10).
Es, por lo tanto, un anticipo del reino de Dios, donde celebramos la vida en medio de la
‘imposibilidad de la vida’ mediante nuestro compromiso de reestructurar radicalmente
el orden económico imperante.
Tal como podemos constatar en muchas partes de nuestro planeta, la expansión
económica y una mejor macroeconomía no conllevan automáticamente una vida
mejor para los pueblos. Por ello, la economía de vida no se limita a hacer crecer el
producto nacional bruto, sino que más bien se basa en el consumo responsable, la
distribución justa, la producción sostenible y la inversión en el bien común. Dios nos
invita a disfrutar de la abundancia de la naturaleza, pero no a costa de las personas, de
los otros seres vivos y de la propia Tierra. Los israelíes en el desierto aprendieron que la
‘economía maná’ consiste en recoger solo lo que necesitamos para ese día (Éxodo 16:1330). La ‘economía maná’ de lo ‘suficiente’ nos enseña a limitar nuestro consumo, pues
todo lo que acumulamos se evaporará y perecerá, por más que lo agarremos.
100
La solidaridad como experiencia bautismal
La economía de vida se basa en las relaciones justas entre los pueblos, reconociendo
sus vulnerabilidades comunes y acompañando sus luchas en diversas partes del mundo.
Es una economía relacional que nos insta a ir más allá de las generalizaciones abstractas
y alejadas de la vida cotidiana para centrarnos en la acción concreta a escala local,
nacional, regional y mundial. Estamos llamados a establecer relaciones de solidaridad
que no sean ‘proyectos misioneros’ caritativos, sino un testimonio de justicia y
transformación social. Debemos atrevernos a acabar con nuestros propios privilegios
económicos, de modo que no nos limitemos únicamente a escuchar, sino que actuemos
en solidaridad con las personas que luchan en nuestras comunidades, nuestros países y
con el mundo que gime.
Las diversas formas cristianas de entender el bautismo reflejan este ‘acabar con’
la vida de antes. San Pablo, en su epístola a los romanos, habló del bautismo como
de ser “sepultados con él en su muerte, para que así (…) también nosotros vivamos
una vida nueva” (Romanos 6:4). Esta muerte la interpretamos como una referencia
a la renuncia de los privilegios económicos, y la resurrección como una referencia
a apartarse (metanoia) de una vida consagrada al consumo y la acumulación para
cultivar el desapego. A lo largo de los siglos, las diferentes tradiciones religiosas han
valorado la renuncia y el desapego, tal como han demostrado las vidas de la mayoría de
fundadores, líderes, santos y gurús religiosos.
En la economía de vida estamos unidos en profunda solidaridad a todos los demás
seres humanos, a todos los seres de la Creación de Dios, incluida la propia Tierra. La
profunda solidaridad es una parte esencial de nuestra experiencia bautismal. Para
aquellos de nosotros que vivimos en situaciones de poder y privilegio –por motivos
de clase, género, raza, casta, etcétera–, es una expresión política y espiritual a través
de la cual nos comprometemos con comunidades que luchan por la vida ante la
‘imposibilidad de la vida’ y actuamos junto con nuestros hermanos y hermanas, y
no simplemente en su favor. Es un acto decisivo por medio del cual se denuncia y
rechaza públicamente el dominio de todos los poderes imperiales sobre nuestras vidas,
y se declara públicamente que el único Señor de nuestras vidas es Jesucristo, y no la
ilusión dorada del mercado. Este testimonio lo mostramos viviendo en un espíritu de
arrepentimiento, reparación y solidaridad. Más que cambios de estilo de vida basados
en la administración de los recursos y una caridad motivada por la filantropía, nuestra
confesión bautismal de Cristo como Señor requiere el compromiso de unirse a la
peregrinación hacia la economía de vida de Dios por el bien de todos los seres de este
planeta, y por el bien de la propia Tierra.
101
Poder transformador
En la economía de vida, el poder es un sistema de control y equilibrio y todas las
personas –independientemente de su clase, género, raza, casta, orientación sexual,
identidad indígena y religión– tienen una voz y participan en la toma de decisiones a
todos los niveles. La toma de decisiones y la formulación de políticas sobre cuestiones
económicas debe “llegar a aquellos que más sufren sistemáticamente de marginación”
porque “nada de lo que se determine sin ellos será para ellos”.32
Durante su gloriosa ascensión, nuestro Señor Jesucristo prometió a sus discípulos
que serían investidos de poder (Hechos 1:8). El poder transformador es la promesa de
Dios de que vivamos y hablemos sin miedo y construyamos una base de gente poderosa
llamada a resistir y subvertir la hegemonía destructora de las economías de la muerte.
Aunque no sea sin riesgos ni costes, como cristianos debemos adoptar públicamente
posturas valientes y, en caso de abuso de poder, alzar una voz común para exigir a las
autoridades e instituciones públicas que se comprometan a garantizar la justicia y la paz
en la sociedad, y para instar a las empresas y compañías a preocuparse de las personas
y la Creación.
Aprender de los márgenes
Al crear una economía de vida, debemos aprender mucho de las perspectivas,
experiencias y espiritualidades de aquellos que viven en los márgenes y con quienes
Jesús se identificó (Mateo 25:40): los más pobres, las mujeres, los pueblos indígenas, los
adivasis,33 los migrantes, las personas de color, las víctimas de guerra y los refugiados,
los dalits34 y otros. Estas comunidades se ven obligadas a sufrir las peores consecuencias
de las crisis interrelacionadas en el ámbito de la economía y la ecología debido a su
experiencia de la subalternidad,35 instándonos a combinar de forma consecuente
nuestras luchas en favor de la justicia económica y ecológica con luchas contra el
patriarcado, el sexismo, el racismo, el sistema de castas y el militarismo. ¿Cómo definen
y dan forma a la economía de vida las personas en los márgenes?
32
CMI (2012), “Economía de vida, justicia y paz” (http://www.oikoumene.org/es/resources/documents/programmes/public-witness-addressing-power-affirming-peace/poverty-wealth-and-ecology/neoliberal-paradigm/
agapecallforaction2012/agape-call-for-action-2012?set_language=es).
33
Los adivasis (‘habitante originario’ en hindi) son las tribus étnicas e indígenas de la India. 34
Antes conocidos en la sociedad hindú como los ‘intocables’.
35
El término ‘subalternidad’ hace referencia a la condición de subordinación producida por la colonización u otras
formas de dominio económico, social, racial, lingüístico y/o cultural (https://www.dukeupress.edu/Subalternity-andRepresentation/index-viewby=title.html).
102
Los adivasis, los grupos tribales, los dalits, las mujeres y otras comunidades
marginadas reconocen la economía de vida como un lugar donde crear, cultivar y
mantener la vida; criar y educar a los niños para que se conviertan en profetas y defensores
de los derechos humanos que un día lucharán por sus comunidades; promover la
resistencia, la solidaridad y la interdependencia tanto desde un punto de vista teórico
como práctico. Es el lugar donde la relación simbiótica entre el patriarcado, el racismo y
el capitalismo se pone de manifiesto y se denuncia. Se inspira en las teologías negras de
la liberación que han de-construido la centralidad y la supremacía racial de Occidente,
y han capacitado a las personas de color para que pudieran ejercer su poder colectivo y
político en aras del cambio social.
Su visión de la economía de vida abandona los dualismos que separan el cuerpo del
espíritu, las creencias de la acción, los seres humanos de la naturaleza, la economía de la
ecología, lo masculino de lo femenino, y que perpetúan las jerarquías de la dominación
y la opresión. La economía de vida basada en la justicia y el igualitarismo afirma el
papel indispensable que las mujeres desempeñan como parte integrante de la lucha por
la transformación, ofreciendo un espacio donde las diversas generaciones de mujeres,
abuelas, madres, esposas, hermanas, tías e hijas, son valoradas no solo por sus cuerpos,
sino por la sacralidad de su ser; donde las antiguas sacerdotisas, las mudang (Corea),
las babaylan (Filipinas) o las ranis (tribus naga de la India) son recordadas; donde los
movimientos de mujeres son apoyados y celebrados. La economía de vida denuncia la
feminización del trabajo y la comercialización de los cuerpos femeninos.
La economía holística de vida rechaza la homogenización que niega la existencia de
diferencias por lo que se refiere a la identidad, la etnicidad, la cultura, la tradición, los
valores, la historia y los sistemas económicos y de gobernanza. Más bien, conserva y
celebra los modos de vida y prácticas económicas de las comunidades marginadas. Estos
modos de vida se basan en la necesidad, en vez de en la codicia, y respetan la integridad
de todos los seres vivos, considerados todos igualmente importantes. Se fundamentan
en la cosmovisión de que pertenecemos a la tierra y la tierra no nos pertenece, que
todos somos parte de una maravillosa red orgánica de vida (un principio presente en
muchas comunidades, tales como la Ubuntu y Ujamaa en África, la Sansaeng en Corea,
la Sumak Kawsay o Buen Vivir en América del Latina).
Estas economías, que han funcionado durante siglos fuera del mercado colonial y
neoliberal, a menudo son calificadas como de ‘subsistencia’. No obstante, se trata de
economías que encuentran plenitud e integridad en una vida sencilla, que promueven
la heterogeneidad y la biodiversidad, y que rechazan la mercantilización de la vida y
el mercado corporativo que se rige por la competencia y el ánimo de lucro. Así, el
103
concepto quechua de Sumak Kawsay “identifica como finalidades (…) la satisfacción
de las necesidades, la consecución de una calidad de vida y muerte digna, el amar y ser
amado/a, el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza,
y la prolongación indefinida de culturas, (...) eliempo libre para la contemplación y la
emancipación, y que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades se
amplíen y florezcan (…)”.36
La espiritualidad de la economía de vida se hace palpable en las prácticas
de las comunidades marginadas que refutan las espiritualidades metafísicas37
institucionalizadas dominantes y los textos dogmáticos. La economía de vida afirma
la importancia de las relaciones sociales en la producción y la reproducción, y la
dinámica de la ‘espiritualidad del trabajo’, es decir: dar a luz, cuidar de los niños y los
ancianos, cultivar la tierra, criar animales, prestar atención a la relación simbiótica en
la naturaleza, etc.
Las personas que viven en la pobreza, las mujeres, los pueblos indígenas, las
Primeras Naciones de la Isla Tortuga, los adivasis, los migrantes, la gente de color, los
dalits y otros ofrecen una sabiduría y unos conocimientos, patentes en sus narraciones,
tradiciones y modos de vida, que propician la imaginación creativa y la adopción de
medidas audaces que conduzcan a la economía de vida. Debemos escuchar atentamente
sus voces que “expresan lo que afirma la vida y lo que la destruye”,38 y fortalecer nuestro
acompañamiento y apoyo a sus luchas por la vida.
Trabajar con las comunidades religiosas de todo el mundo
Recordamos las economías que afirman la vida, de las que dan fe tradiciones
religiosas de todo el mundo y fuentes alternativas de la historia de los pueblos, donde
abundan historias como la de la práctica de los primeros cristianos de compartir en
aras del bien común (Hechos 2:44-46 y 4:32-35) que pueden inspirar a sus seguidores a
emprender acciones colaborativas.
A lo largo de los siglos, las tradiciones religiosas han advertido a sus creyentes
de la corrupción que entrañan la codicia y el apego que conducen a la acumulación,
36
Ramírez, René, en el Plan Nacional para el Buen Vivir del Ecuador, citado en Irene León (2010), “Sumak Kawsay/
Buen Vivir y cambios civilizatorios”, 2a edición, FEDEAPS, Quito, septiembre de 2010.
37
La metafísica es una parte de la filosofía que se ocupa del estudio de la existencia y la naturaleza de la existencia, es
decir una teoría de la realidad más allá de su dimensión física.
38
CMI (2012), “Juntos por la Vida: Misión y evangelización en contextos cambiantes” (http://www.oikoumene.org/
es/resources/documents/commissions/mission-and-evangelism/together-towards-life-mission-and-evangelism-inchanging-landscapes?set_language=es).
104
instándoles a la renuncia y el desapego que propician la redistribución. Desde el punto
de vista económico, la renuncia y el desapego significan redistribuir los excedentes
y los beneficios de modo que sirvan al bien común y puedan ser reinvertidos en
actividades económicas que sustenten y mejoren el bienestar material y espiritual de la
comunidad (p. ej. sistemas de indemnizaciones y salarios justos, sistemas de atención
y apoyo a los enfermos y los ancianos, proyectos de energía renovable operados por
las comunidades). Desde la perspectiva teológica y ontológica,39 la renuncia significa
el desapego de lo material, es decir de lo que es relativo e irreal porque es pasajero, y
apegarse solo a lo Absoluto y lo Real.
La cultura económica dominante sanciona e incluso aprecia la codicia en cuánto es
principal fuente de motivación, y corrompe algunas de nuestras propias instituciones
religiosas. A pesar de ello, todas las principales tradiciones religiosas consideran que la
codicia es el problema espiritual primordial40 y abogan por la renuncia y el desapego
como principios fundamentales. El objetivo de bienestar del budismo se alcanza a
través de la sabiduría nacida del desapego. En el hinduismo, los principales estados
de la existencia (estudiante, cabeza de familia, ermitaño en el bosque y asceta errante)
incorporan a las sucesivas etapas de la vida la necesidad de la renuncia. En el islam, la
primacía de la comunidad y su bien común requieren que los seguidores practiquen
el desapego y renuncien a cualquier forma de opresión, injustica y explotación del
prójimo al ganarse el sustento.
Los aspectos religiosos comunes de los análisis y las prácticas sobre la economía de
vida crean oportunidades significativas para que los cristianos trabajen junto con las
comunidades religiosas y laicas de todo el mundo a fin de desmantelar las estructuras
que promueven la acumulación incesante y propiciar las economías sostenibles y que
sustentan la vida.
En filosofía, la ontología describe la naturaleza y la estructura del mundo.
En la reunión de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, celebrada en Matanzas en 2009,
el Grupo de Trabajo sobre Diálogo y Cooperación Interreligiosos identificó la codicia como violencia. En una consulta sobre la codicia estructural conjuntamente patrocinada por el CMI y la Federación Luterana Mundial, que tuvo
lugar en Chiang Mai en 2011 y en la que participaron budistas y cristianos, se reconoció que la codicia es el problema
espiritual más persistente de nuestra época. Por su parte, el informe del Grupo de Estudio sobre la Línea de Codicia,
también afirma en “La línea de codicia: Informe y estudios” (CMI, de próxima aparición) que todas las religiones
denuncian contundentemente la codicia.
39
40
105
Vivir la economía de vida, justicia y paz:
donde la koinonía y nuestra confesión bautismal confluyen
La peregrinación del CMI de justicia y paz es una peregrinación que nos insta a estar
presentes en esos momentos y esos lugares en los que podemos unirnos en solidaridad
para luchar por la liberación, aprender unos de otros y enseñarnos mutuamente nuestra
manera de conocer a Dios en nuestras vidas y comunidades, y discernir cómo podemos
vivir juntos más sencillamente como discípulos de Cristo que hemos renunciado a los
‘señores’ del mundo y estamos llamados al Buen Vivir, en vez de a vivir mejor.
1. Koinonía: respeto por el prójimo
En nuestra vida en comunidad, en nuestras risas y cuando tendemos la mano para
permanecer juntos, conservar la dignidad y mantener viva la esperanza, hay destellos
de koinonía. Toda la teología surge de nuestra experiencia de vida y de la comunidad
(teología contextual). Y hay poder en el hecho de hablar juntos sobre cómo Dios opera
entre nosotros para crear nuevas formas de solidaridad humana y averiguar los límites
con respecto a cómo estamos llamados a vivir nuestra vida en Cristo y nuestra fe en
acción.
Invitación a las congregaciones:
¿En qué contexto vive nuestra congregación? ¿Dónde, en nuestra comunidad,
encontramos la violencia, la opresión, el sufrimiento y la exclusión que nos impiden
encarnar la koinonía? ¿Somos el opresor, el oprimido o ambos? ¿Qué nos está diciendo
Dios acerca de cómo abordamos estos problemas? ¿Qué nos exigen nuestros votos
bautismales? ¿Qué nos insta a hacer Dios en estas situaciones como discípulos de Jesús?
¿Cómo lo estamos haciendo en la actualidad y cuáles son las dificultades con las que
nos topamos?
2. Solidaridad e interdependencia de la comunidad de la Tierra
La comunidad de Dios, la koinonía, incluye a toda la Creación de Dios, las criaturas
humanas y no humanas. Escuchar las historias, teologías y testimonios de los demás
–la comunidad de la Tierra, nuestro prójimo de otras religiones, las iglesias hermanas
de todas partes del mundo– forma parte integrante de conocernos a nosotros mismos
en cuanto comunidad y de comprender nuestra interdependencia como comunidad
humana y ecológica. La koinonía nos exhorta a rendir cuentas a Dios y a los demás.
Invitación a las congregaciones:
¿Quién es nuestro próximo, cerca y lejos? ¿Lo conocemos? ¿De qué maneras
hablamos con él y aprendemos de su experiencia? ¿Cuáles son nuestros prejuicios y a
106
quiénes no escuchamos? ¿Cómo trabajamos en los asuntos comunitarios juntamente
con otras iglesias, comunidades religiosas, movimientos populares y organizaciones
laborales, y qué podemos aprender a lo largo del proceso? ¿Con quiénes estamos
unidos en Cristo? ¿Cómo expandimos los límites de quienes consideramos que son
nuestro prójimo? ¿Cómo establecemos lazos comunitarios con los demás y cuáles son
los impedimentos con que tropezamos?
3. Respeto y cuidado de la Creación
La koinonía requiere que prestemos atención y cuidado no solo a nuestros
semejantes, sino también a toda la comunidad de la Tierra. También requiere que
respetemos la naturaleza como un don sagrado de Dios que estamos llamados a no
explotar y destruir, sino a defender, cultivar y sanar. El cuidado amoroso que Dios
muestra en el relato de Génesis es una fuente de inspiración para desempeñar nuestra
propia función de cuidadores, guardianes, custodios y administradores de la Tierra.
En nuestro mundo industrial y tecnológicamente avanzado, debemos reaprender
de aquellos que se acuerdan de cómo dejar una huella más ligera en la Tierra y de
cómo vivir en armonía con el mundo natural. También debemos ser conscientes de
nuestra responsabilidad ante Dios por lo que respecta al don de la Creación y a su
mantenimiento para las futuras generaciones de todos los seres vivos.
Invitación a las congregaciones:
¿Qué impacto tienen nuestras vidas (individual y colectivamente) en la Tierra? ¿Qué
hacemos para cambiar nuestros estilos de vida y la conducta de nuestra iglesia a fin de
dejar una huella más ligera en el planeta? ¿Cómo podemos aprender de las comunidades
indígenas y de las sociedades orientadas a la ‘subsistencia’ a ordenar nuestras vidas y
sociedades de otra manera a fin de poder empezar a vivir de una forma más sostenible?
¿Qué recursos teológicos pueden ayudarnos a pensar acerca de nuestra relación con el
mundo natural? ¿Cómo las personas que viven en las zonas urbanas pueden volver a
conectarse con la naturaleza y cuáles son los obstáculos que encontramos?
4. ¿Qué tipo de transformación necesitamos?
Vivir en koinonía requiere una experiencia radical de metanoia o transformación
que nos permita vivir juntos de nuevas maneras que reflejen la justicia y la paz. Las
prácticas espirituales como la confesión, el arrepentimiento, el perdón, la hospitalidad,
el diezmo, el ayuno, la liturgia, el culto y la oración, entre otras, pueden ayudar a
nuestras comunidades a desarrollar teologías y espiritualidades sanas que consideren e
inspiren medidas audaces encaminadas a la economía de vida.
107
Invitación a las congregaciones:
¿Qué cambios son necesarios en nuestra comprensión de la iglesia, el pecado, el
estilo de vida, la bendición? ¿Qué debemos (a nivel personal y como congregaciones)
confesar? ¿De qué manera Dios nos afirma y nos cuestiona? ¿De qué manera nuestra
comprensión de la gracia, la salvación, la resurrección y la justicia conforman y/o
distorsionan nuestras vidas y nuestras prácticas espirituales? En el contexto actual, ¿qué
nos exigen nuestros votos bautismales? ¿Cómo somos transformados por nuestra vida
en Cristo en una economía de vida y cuáles son los obstáculos que se interponen en el
camino?
¿Cómo podemos ser transformados por esta peregrinación de justicia y paz en
una nueva y audaz manifestación del cuerpo de Cristo en el mundo, en una economía
mundial de vida basada en relaciones justas y responsables entre todos los pueblos de la
Tierra, con todos los seres de la Creación y con la propia Tierra?
“Fíjate bien: hoy he puesto delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal (…) Escoge,
pues, la vida, para que tú y tu descendencia vivan” (Deuteronomio 30:15, 19b).
108
TERCERA PARTE
DEBATE SOBRE ALTERNATIVAS
EL PARADIGMA DEL DESARROLLO
DESDE UNA PERSPECTIVA ECUMENICA
109
110
ALTERNATIVAS AL DESARROLLO: EXPERIENCIA
EMERGENTES Y DESAFIOS PARA LAS IGLESIAS Y EL
MOVIMIENTO ECUMENICO EN AMERICA LATINA
Por: Adelaida Jiménez, directora del Programa de Teología de la CUR y
Milton Mejía, coordinador del Programa FEES del CLAI
y profesor de teología de la CUR.
Introducción
Para pensar en la construcción de alternativas, al modelo económico de desarrollo
que se ha impuesto en nuestra región y a nivel global desde el pasado siglo, a partir de
nuestra fe y en una perspectiva ecuménica deseamos compartir algunas experiencias y
perspectivas que se están construyendo y debatiendo entre diversos sectores sociales,
académicos y políticos en ALC. Desde estas experiencias y debates deseamos analizar las
implicaciones bíblico-teológicas y éticas de estos procesos, así como proponer algunos
desafíos para nuestras iglesias y el movimiento ecuménico que acompaña procesos
de intervención social y se relaciona con las organizaciones que hacen políticas para
superar la pobreza y cuidar del medio ambiente.
La Red Nuevo paradigma: Innovación organizacional y social para otro desarrollo
Esta red surgió en 1990 de un proyecto sobre planificación, seguimiento y
evaluación que fue formulado por el Servicio Internacional para la Investigación
Agrícola Nacional. Este proyecto sería co-auspiciado por el Banco Interamericano
de Desarrollo y el Instituto Interamericano de Cooperación en la Agricultura. Los
autores elaboraron un proyecto que proponía no seguir los parámetros tradicionales de
111
ejecución de estos, por lo que los donantes amenazaron con no financiar la propuesta si
no se ajustaba al modelo clásico donde soluciones universales conocidas son aplicadas
a problemas locales igualmente ya conocidos. Esto genero un debate al interior de
quienes participaban en el proyecto que giro entorno a aceptar la condiciones de los
donantes o buscar otros. El debate reveló entre quienes debatían la lógica con la cual
funcionan la mayoría de las organizaciones de cooperación técnica internacional para
el desarrollo. A partir del debate algunas mujeres y hombres integrantes del proyecto
decidieron seguir adelante hasta encontrar apoyo de otra organización que permitiera
la flexibilidad y creatividad de los talentos latinoamericanos que buscan experimentar
“otra” perspectiva de desarrollo e innovación desde la región (Red Nuevo Paradigma
2004, 40-41).
Del proceso de ejecución y evaluación de este proyecto surgió la Red Nuevo
Paradigma para la innovación institucional, que tiene como criterio de participación
el compromiso voluntario y no a partir de un contrato. Sus participantes cultivan la
pasión, la emoción y lo afectivo para fortalecer el compromiso transformador del
grupo. La Red explica su funcionamiento de la siguiente manera:
La fuente de emoción, pasión y compromiso de la Red es el sueño compartido de construir
nuestros marcos interpretativos y teorías de acción, desde nuestra América Latina,
inventando desde “lo local”, con autonomía para manejar nuestros problemas e influenciar
nuestro futuro, libres de la universalidad de los “diseños globales” que invisibilizan nuestra
historia, silencian nuestros saberes y domestican nuestra voluntad de cambiar los “mundos”
en los cuales vivimos y desde los cuales soñamos con un futuro diferente (Red Nuevo
Paradigma 2004, 47).
Esta Red hoy está conformada por investigadores de universidades, profesores,
estudiantes, gerentes de empresas, agentes de pastoral y líderes sociales donde
participan mujeres, hombres, campesinos, indígenas, negros y que trabajan en procesos
de innovación y organización de comunidades agrícolas y urbanas en América Latina.
Ellos y ellas vienen construyendo una independencia epistémica de los paradigmas
eurocéntricos de la modernidad y de sus cadenas mentales que perpetúan la
colonización cultural que ha sobrevivido después de la colonización territorial. A partir
de esta perspectiva sus integrantes analizan que la “idea de desarrollo” tiene una larga
historia, hoy recorre todo nuestro mundo y domina nuestros imaginarios personales y
sociales. Según esta Red:
Desde 1492 el “desarrollo” ha sido la más atractiva y ambigua idea galvanizando la atención
de gobiernos, líderes y sociedades independiente de raza religión e ideología. Su promesa de
un progreso positivo, gradual, lineal y acumulativo se transformó en la fuente de esperanza
de la humanidad en los últimos cinco siglos. Irónicamente, a pesar que las promesas hechas
112
en su nombre nunca son cumplidas, los valores, conceptos, premisas, etc. , creados para
sostener dicha idea, todavía dominan el imaginario social de los pueblos, el repertorio
semántico de los expertos y las estrategias retoricas de los discursos oficiales y alternativos
en el Norte, Sur, Este y Oeste ( Red Nuevo Paradigma 2005, 22).
De acuerdo con este análisis la idea de desarrollo ha estado presente durante la
modernidad. A partir de esta “idea de desarrollo”, hemos construido nuestros modos de
hacer misión como iglesias, de interpretación social, intervención en las comunidades.
Esto es el resultado de que “Nuestras formas de mirar el mundo y de actuar en él
han sido igualmente creadas a partir de dicha idea, a lo largo de nuestra existencia, a
través de la tradición, religión, educación y ciencia” (Red Nuevo Paradigma 2005, 22).
Por esta razón lo normal es que en todos los planes y acciones de nuestras iglesias y
organizaciones para realizar nuestra misión y acción social incluyamos de alguna forma
la necesidad de aportar al desarrollo de la persona, la familia, la iglesia, la comunidad
y la institución.
De esta forma el modelo vigente de desarrollo no solo sigue viento en popa, sino que
parece hacerse más fuerte a pesar de su permanente crisis que incrementa los afectos
negativos en los seres humanos y en la naturaleza. Ante esta realidad varios de sus
críticos demuestran que este fracasó como un esfuerzo económico, pero el discurso
del desarrollo aún continua contaminando la realidad social y permanece en el centro
de una poderosa pero frágil constelación semántica (Escobar 2012, 25). Por esta razón
se está proponiendo que las alternativas no pasan por hacer reformas, correcciones
o ajustes técnicos al modelo de desarrollo sino en develar, tomar distancia y sustituir
las lógicas con que este se ha construido y se sostiene, la cual hace parte de la forma
normal de pensar, ser y vivir a nivel personal y social que se ha construido durante la
modernidad.
Buen Vivir, nueva cosmovisión para una alternativa al desarrollo
Arturo Escobar (2012) analiza la forma como algunos movimientos sociales e
intelectuales de América Latina intuyen medidas posible para alejarse del modelo
civilizatorio de desarrollo que ha primado durante la modernidad y hoy tiene la fuerza
de imponerse a nivel global por medio de las tecnologías de las comunicaciones. En su
análisis destaca que es necesario reconocer la crisis del modelo civilizatorio occidental
que es invocada por amplios sectores como la causa más importante de la actual crisis
global de energía/clima y pobreza. Ante esta crisis es urgente un cambio hacia un nuevo
paradigma cultural y económico, el cual ya está siendo reconocido como necesario y
está en construcción entre varios sectores sociales y políticos de América Latina. Esto
113
se puede vislumbrar en los debates sobre definición del desarrollo y los derechos de la
naturaleza que tienen lugar en Ecuador y Bolivia y en una nueva ola de movimientos
y luchas en estos países y otras partes del continente que pueden ser interpretadas en
términos de dos procesos interrelacionados, esto son las ontologías relacionales y una
redefinición de la autonomía política (Escobar 2012, 33).
Uno de estos debates se centra en torno a la cosmovisión del Buen Vivir (BV)
introducida en las constituciones de Ecuador y Bolivia. Para los participantes de este
debate más que una declaración constitucional el Buen Vivir constituye una oportunidad
para construir colectivamente un nuevo modelo de relaciones entre los seres humanos
y con la naturaleza que rompa con el modelo clásico de progreso lineal ascendente y
desarrollista que se ha impuesto durante la modernidad.
La forma cómo gana espacio el Buen Vivir en el escenario político de la región,
muestra cómo se están construyendo las alternativas en América Latina. Este surgió
de varias décadas de luchas indígenas, la cuales se articularon con agendas múltiples
de cambios sociales de los campesinos, afrodescendientes, ambientalistas, estudiantes,
mujeres y jóvenes. Por esta razón el BV se presenta como una oportunidad para la
construcción colectiva de una nueva forma de pensar y estilo de vida individual,
comunitaria y social (Escobar 2012, 34). Esto es posible dado que las antologías y
cosmovisiones indígenas no implican una noción lineal del desarrollo ni un estado
de subdesarrollo que hay que superar, no están basadas en la escasez o la primacía
de los bienes materiales. Haciendo eco de estos principios el BV pretende introducir
una filosofía de vida diferente en la visión de sociedad. Esto hace posible una ética del
desarrollo que subordine los objetivos económicos a criterios ecológicos, a la dignidad
humana y a la justicia social (Escobar 2012, 34-35).
A partir de esta perspectiva se busca aprender a vivir nuevas relaciones sociales y
con la naturaleza que articule la economía, el medio ambiente, la sociedad y la cultura
donde se introducen temas de justicia social e intergeneracional, se reconocen las
diferencias culturales y de género, posicionando la interculturalidad como principio
rector y nuevos énfasis políticos–económicos, tales como la soberanía alimentaria, la
protección de la naturaleza y el derecho humano al agua. En BV en esta perspectiva no
es solo un proyecto cultural-político puramente indígena andino. Este también está
influenciado por las corrientes críticas del pensamiento occidental y su objetivo es
influir en los debates regionales y globales sobre búsqueda de alternativas desde otras
cosmovisiones, racionalidades, formas de vivir y pensar. De acuerdo con esto el BV
busca revertir la colonialidad del poder, del conocimiento y del ser que ha caracterizado
114
al sistema mundo moderno /colonial que da soporte al modelo científico y económico
liberal de ideal de una sociedad de progreso-desarrollo-crecimiento para el bien del ser
humano (Escobar 2012, 35).
Desde la recuperación, recreación y apropiación de estas cosmovisiones
están surgiendo en América Latina prácticas urbanas y rurales de organización y
movilización de comunidades que afirman que no es suficiente tomarse el poder para
gobernar las instituciones del Estado si se va a continuar aplicando la misma lógica
del modelo económico de desarrollo. Esta perspectiva la iniciaron los zapatistas
quienes proclamaron que no deseaban tomarse el poder sino crear nuevas relaciones
sociales y con la naturaleza. Hoy esta perspectiva la comparten movimientos indios
de Ecuador, Bolivia, los sin tierra de Brasil, los desocupados y obreros de fábricas
recuperadas de Argentina, las comunidades de biodiversidad en Colombia. Muchos de
estos movimientos ocupan territorios, los defienden y en ellos crean nuevas relaciones
sociales y con la naturaleza. La relación con los territorios son el rasgo diferenciador
más importante que les está permitiendo resistir al modelo económico neoliberal y
crear alternativas locales que se están empezando a conectar a nivel global (Zibechi
2008, 20-202). La característica de estos territorios es que
… son espacios de auto-organización, espacios de poder, en los que se construye
colectivamente una nueva organización de la sociedad. Los territorios de los movimientos,
que existieron primero en las áreas rurales (campesinos e indios) y desde hace unos años
están naciendo también el algunas grandes ciudades (Buenos Aires, Caracas, El Alto…),
son los espacios en los que los excluidos aseguran su diaria sobrevivencia. Esto quiere
decir que ahora los movimientos están empezando a tomar en sus manos la vida cotidiana
de las personas que los integran. En las áreas urbanas mencionadas, se produce un viraje
importante: ya no solo sobreviven de los “restos” o “desechos” de la sociedad de consumo
sino que comienzan a producir sus alimentos y otros productos que venden o intercambian
(Zibechi 2008, 201-202).
Si en nuestra región se están surgiendo estas nuevas cosmovisiones y experiencias
que toman distancia del modelo clásico de desarrollo, cual es el papel de las iglesias y el
movimiento ecuménico ante esta realidad de crisis del modelo de desarrollo imperante
y ante estas experiencias alternativas emergentes. Boff (2014) propone que estamos
viviendo tiempos como los de Noé, quien hacia un llamado a cambiar de vida pero
la gente no lo escuchaba ya que vivían muy tranquilos de acuerdo con la forma de
pensar de su tiempo. Por esto es urgente no solo actualizar el llamado de Noé a cambiar
el estilo de vida que tenemos sino que también escuchemos el llamado de Pablo en
Romanos 12 donde nos pide que necesitemos cambiar la forma de pensar para cambiar
la forma de vivir.
115
Implicaciones bíblico-teológicas
Ante la necesidad de renovar nuestra forma de pensar para analizar el modelo
de desarrollo actual desde la lectura bíblico-teológica es necesario revisar las
interpretaciones bíblicas que legitiman el modelo tradicional del desarrollo y construir
una hermenéutica que invite a leer los textos bíblicos desde los pueblos marginados
y explotados por el sistema económico que pide libertad para el mercado y pretende
dominar al ser humano. En este sentido leer las experiencias de los profetas del siglo
octavo nos permitirán avanzar en la necesidad de realizar procesos de deconstrucción
sobre los referentes desde los cuales hemos analizado nuestra sociedad y que podrían
ser los causantes que nuestros mensajes y prácticas legitimen el modelo de desarrollo
impuesto por un sistema económico que niega la vida y evita que las comunidades sean
creativas y co-creadoras de sus propias alternativas de vida.
Por lo tanto en este contexto de reflexión sobre modelos de desarrollo Amos y los
profetas del siglo octavo nos ayudan a encontrar caminos para actuar ante las injusticias
que vivimos en nuestro tiempo. En esta perspectiva podemos resaltar:
Amós desenmascara el modelo económico que se imponía en la realidad social
de Israel y Judá en el siglo octavo, donde estaban viviendo un período de imposición
política como resultado del poder del reinado de Jeroboam II en el norte y en el sur
Uzias (Amós 1:1). Así en el siglo octavo se empezó a vivir una realidad que sorprende
porque se da un tremendo desarrollo político y económico que no se había dado antes
en la historia de estos pueblos. Sin embargo, el profeta es enfático al mostrar que los
únicos beneficiarios de este crecimiento económico eran los gobernantes, mientras
que evidenciaba el deterioro de los campesinos y de la mayoría de la población.
Premnath (2003), dice que Amos va a señalar que los ricos y dirigentes abusan del
pueblo cuando exclama “…venden al justo por un par de monedas, y al necesitado por
un par de sandalias. Pisotean la cabeza de los desvalidos como si fuera el polvo de la
tierra, pervierten el camino de los pobres” (Amós 2:7a) con estas palabras se muestra el
sufrimiento del pueblo que no tiene salvación dentro de un sistema que causa pobreza,
marginación y explotación.
Junto con Amós, Oseas , el primer Isaías y Miqueas dejan ver como se da el proceso
de la acumulación de la tierra. Premnath(2003) indica que la acumulación de la tierra
creció a la inversa, mientras que los campesinos decrecieron en el acceso a la tierra
para cultivar, los grupos de las élites logran concentrar, acumular la mayoría de las
tierras (Isaías 5:8-10). Esto lleva a pensar en las barbaries del sistema de acumulación
de las tierras por medio del latifundio cuando menciona Isaías a los acaparadores y
explotadores de la tierra, quienes se apropian del campo sin dejar lugar para nadie.
116
Por otra parte, el profeta Miqueas es quien directamente habla sobre el problema del
latifundio cuando describe como se da el proceso de acumulación de la tierra, señalando
a los ricos y opresores como los responsables (Miqueas 2:1-5). Además describe que
esta acumulación se da por medio de la opresión, la expropiación y la repartición de lo
que quitaban a los campesinos.
Oseas advierte al igual que Amós que hay corrupción de la justicia y que esta se pone
al servicio de las élites para imponer un modelo de explotación al pueblo para robar y
expropiar la tierra (Oseas 5: 7-10, Isaías 5:20). Estas prácticas se van a evidenciar en los
tribunales donde se distorsiona la justicia y se manipula la ley en beneficio de los líderes
que gobiernan. Por otro lado las políticas económicas implementadas por las élites
generan el crecimiento de los centros urbanos para el beneficio de los que acaparan
la tierra y los tributos (Amós 3:10). Era frecuente ver en las ciudades la construcción
de centros o fortalezas en las se acumula el grano que era conseguido por la violencia,
estas prácticas de acumulación eran apoyadas por el sistema administrativo, militar,
económico y religioso que se ponían al servicio de los gobernantes. Es por esto que
Isaías fortalece su denuncia cuando señala que los gobernantes son cómplices de un
sistema que no atiende al huérfano ni a la viuda (Isaías 1:21-26).
Otros aspectos que señalan los profetas es el dominio a través del poder militar a
los campesinos. Así podemos entender que un sistema que oprime para tener mayor
beneficio económico necesita imponer el control sobre la población a través del aparato
militar. Los profetas hacer ver esto cuando denuncian que los gobiernos de Israel y Judá
hacen tratados comerciales con los imperios vecinos, y para garantizar el rendimiento
económico se soportan en la fuerza militar (Oseas 12:1).
De esta forma, los profetas asumen la denuncia de las injusticias sociales generadas
por las políticas económicas de un modelo de acumulación de la tierra y de la riqueza
que afecta la vida de los más pobres en Israel y Judá. Estas denuncias están acompañadas
en advertencias y llamados a los gobernantes para que retornen al camino de la justicia.
Por esto Schokel y Sicre (1987) resaltan que los profetas denuncian que la forma de
actuar de los ricos y poderosos es, completamente contrario al espíritu fraterno que
Dios exige de su pueblo. Esta conducta, según los profetas estaba respaldada por la
banalidad de los jueces, que convierten la justicia en amargura y arrojan el derecho
por la tierra (Amós 5,7), que detestan al que habla con franqueza, que aceptan ser
sobornados y que hacen injusticia al pobre en el tribunal.
Esperamos que a partir de esta breve re lectura de los profetas del siglo octavo
empecemos a mirar como la Biblia puede ayudarnos a reinterpretar la realidad para
117
entender los efectos nefastos que causó en el pasado y sigue causando en nuestro
tiempo el modelo económico y de desarrollo que se impone por aquellos que están en
las esferas del poder y que usan todos los medios para explotar al pueblo.
Desafíos éticos y pastorales
Desde la perspectiva bíblica profética como iglesias y organizaciones ecuménicas
no podemos seguir llamando a la conversión personal y a la actualización de nuestra
misión si vamos a seguir viviendo de acuerdo con la forma clásica de pensar de nuestro
mundo que está produciendo la mayor crisis de la humanidad. Ante esto es urgente
que como los profetas cuestionemos la forma como funciona un modelo de desarrollo
que pone en el centro el crecimiento y la acumulación de la riqueza por un pequeño
grupo en la sociedad. Pero también necesitamos participar y contribuir con una nueva
forma de pensar que aporte para que nos apropiemos del paradigma civilizatorio que
está en construcción y podría dar otro rumbo a la historia. Algunas características que
propone Boff de un nuevo paradigma necesitan incluir:
• Pasar de la simple comprensión de la Tierra como un almacén de recursos a la
visión de la Tierra viva, como un super organismo vivo que se auto regula.
• Entender que, como humanos, somos esa parte de la Tierra que siente, piensa y
ama, cuya misión es cuidar de la naturaleza.
• Pasar del paradigma de la conquista/dominación todavía vigente, al paradigma
del cuidado/responsabilidad.
• Entender que la sostenibilidad sólo estará garantizada si respetamos los derechos
de la naturaleza y de la Madre Tierra.
• Abandonar la obsesión del crecimiento/desarrollo por la redistribución de la
riqueza ya acumulada.
• Debemos producir para atender las demandas humanas pero siempre dentro de
los límites de la Tierra y de cada ecosistema.
• Poner bajo control la voracidad productivista y la competencia sin límites en
favor de la cooperación y de la solidaridad, pues todos dependemos unos de
otros.
• Pasar de la ética utilitarista y eficientista a la ética del cuidado y de la
responsabilidad.
• En vez de modernizar permanentemente, ecologizar y articular todos los saberes
y procesos productivos, buscando tutelar los bienes y servicios naturales y dar
descanso a la naturaleza y a la Tierra.
118
• Contra la decepción y la depresión provocadas por las promesas no cumplidas
de bienestar general hechas por la cultura del capital, alimentar el principioesperanza, fuente de fantasía creadora, de nuevas ideas y de utopías viables.
Estas características de un nuevo paradigma civilizatorio nos indican que ya no
es suficiente diagnosticar apenas los aspectos insatisfactorios de la realidad que se
quieren cambiar sino que además necesitamos revisar y tomar distancia de la premisas,
creencias, verdades que condicionan nuestros modos de interpretación e intervención
social (Red Nuevo Paradigma 2004, 28). Esta perspectiva nos permitirá participar y
aportar en la construcción de otro tipo de relaciones entre los seres humanos y con
la naturaleza sustentada en un nuevo sentido de la vida que está emergiendo en las
comunidades que participan de este proceso.
Esta construcción no es una tarea fácil ya que según varios analistas estamos
viviendo tiempos de transición donde quienes intentamos construir alternativas
tratamos de tomar distancia y romper con el paradigma clásico civilizatorio pero aun el
nuevo paradigma no termina de nacer. Ante esta realidad como iglesias y movimiento
ecuménico necesitamos.
• Participar, aprender y acompañar a las instituciones, organizaciones sociales y a
las comunidades que resisten al modelo de desarrollo clásico y crean alternativas
desde estas nuevas cosmovisiones que les permite experimentar procesos
organizativos alternativos y buenas relaciones con la naturaleza.
• Hacer una relectura bíblica y teológica de los textos que justifican como normal
el modelo de desarrollo imperante que se centra en el crecimiento ilimitado
ascendente y pone como valores el control, la competencia, la eficiencia y el tener
para para ser mejores y tener éxito.
• A partir del aprendizaje de estas experiencias y de las nuevas lecturas bíblicas
iniciar comunidades eclesiales y procesos ecuménicos alternativas en América
Latina. Desde estos procesos proponer nuevas formas de relaciones y cooperación
con nuestras iglesias hermanas del norte y del sur para que juntas aportemos al
nuevo paradigma civilizatorio que está en construcción y puede dar otro sentido
y rumbo a la historia de la humanidad.
119
Referencias Bibliográficas
–– Biblia. Nueva Versión Internacional (NVI-IVN), 1999
–– Boff, Leonardo (2014). Vivimos tiempos de Noé http://leonardoboff.
wordpress.com/2014/04/27/vivimos-tiempos-de-noe/
–– Escobar, Arturo (2012). La invención del desarrollo. Editorial Universidad el Cauca,
Popayán, Colombia.
–– Premnath, D.N (2003). Eigth Century Prophets. A social Analysis, Chalice Press, St.
Luois Missouri.
–– Red Nuevo Paradigma (2004). La innovación institucional. Quito, Ecuador.
–– Schokel y Sicre (1987). Profetas, Comentario II. Ediciones cristiandad, Madrid.
–– Zibechi, Raul (2008). América Latina: Periferias urbanas, territorios en resistencia.
Ediciones desde abajo, Bogotá, Colombia.
120
Desenvolvimento e bem viver:
complementaridade ou alternativa?41
Por: Jorge Atilio Silva Iulianelli42
O conceito de desenvolvimento e nacional–desenvolvimentismo orientou as políticas
econômicas das décadas de 1930-1970. As origens econômicopolíticas do conceito logo
se deixarão perceber, e nossa orientação ideológica ao tratá-lo igualmente. Na segunda
metade da década de 1970 iniciaram os experimentos neoliberais, primeiramente no
Chile. Os anos Reagan-Tatcher consagraram o modelo, e urdiram os processos que
levaram à dissolução da alternativa comunista, que havia inspirado entre o final da
Segunda Guerra Mundial e 1989 o modelo do Estado de BemEstar Social na Europa
(ou Estado Previdência). Entre 1989-2001, o neoliberalismo parecia se apresentar como
o modelo único. A desregulamentação do Mercado parecia um elemento inexorável
para os processos econômicopolíticos no Mundo. O Estado Mínimo, reduzido a
responder às demandas de segurança (interna e externa) e atendimento ao Mercado
(transformando cidadãos em clientes e consumidores), era apresentado como a solução,
e a sana privatista se apresentou como a nova teologia fora do Mercado não há salvação.
Este contexto era irrigado pelos rios dos Conglomerados Transnacionais que
indicavam haver um único modelo de desenvolvimento possível, com dois discursos, um
oculto e outro explícito. O discurso explícito afirma que o modelo de desenvolvimento
é de crescimento continuado, fundamentado na exploração energética do combustível
fóssil e dos polímeros derivados do petróleo – o mundo do carbono. O discurso oculto
é que a outra face desse desenvolvimento depende do avanço continuado do complexo
41
Texto producido para CONSULTA SOBRE INCIDENCIA Y PERSPECTIVA BIBIBLICA- TEOLOGICA DEL
PARADIGMA DEL DESARROLLO DESDE ALC, Bogotá, Colombia. 13 y 14 de agosto de 2014
42
Assessor de KOINONIA – Presença Ecumênica e Serviço, Referente do FEES/CLAI na região Brasil, Doutor em
Filosofia, Professor na Universidade Estácio de Sá, organizador do livro Desenvolvimento Transformador – contribuições ecumênicas, RJ: KOINONIA, 2013.
121
industrial militar – que inclui as tecnologias de comunicação e informação – o mundo
da física quântica e do nuclear. Esse duplo discursoprática implica em um sistema de
controle geopolítico que, conquanto exista um processo de multipolarização política
em curso, tem seu epicentro nos EE.UU..
O modelo de desenvolvimento que o sistemamundo do Capitalismo mundial elegeu
é este que explora e destrói classes sociais, gênero, etnias, meioambiente. É o modelo
concentrador de riqueza e socializador da desigualdade; modelo devastador de culturas
e meio ambiente e disseminador da cultura do consumismo mundial. O modelo de
desenvolvimento que tem na obsolescência programada sua pedra de toque, tornando
o consumismo e o desperdício na apartação social como resposta. Isso se transfere para
todos os setores, como a educação, por exemplo. A escolarização passa a ser destinada
a formar consumidores conscientes e se privatiza o cuidado com o meio ambiente, por
exemplo, que deveria ser uma preocupação coletiva com a sobrevivência planetária, e
deveria gerar políticas públicas de controle social do Mercado, políticas públicas para
um sociometabolismo social do Capitalismo Mundial.
Podemos afirmar, em linhas gerais, que este é o modelo de desenvolvimento que
tem imperado nos últimos 50 anos. O próprio funcionamento do modelo gerou
questionamentos internos. Dentre eles chegouse a duas questões fundamentais para
a reprodução social do próprio modelo. Na década de 1970, após os estudos do Clube
de Roma, chegouse à afirmação da necessidade de constranger o modelo com vistas
à sobrevivência planetária. A questão ambiental eclodiu como o problema para o
desenvolvimento do crescimento sem constrangimentos. O relatório do Clube de Roma
se chamava Limites do Crescimento. A criação do Programa das Nações Unidas para
o Desenvolvimento levou ao processo de elaboração do conceito de desenvolvimento
sustentável, a ideia básica era que haveria condições para termos um desenvolvimento
que assegurasse convivência entre o modelo produtivo de crescimento continuado, e os
cuidados fundamentais com o meio ambiente. O avanço dos desastres socioambientais
tornaram passo a passo o conceito obsoleto. Principalmente, porque ele descurava dos
cuidados essenciais com as populações tradicionais e os mais vulnerabilizados com
as mudanças provocadas pela condução que os Conglomerados Transnacionais e
financeirizados, desregulamentados cada vez mais, espalhavam em todo o planeta –
por meio da Globalização.
No final da década de 1980 e nos anos de 1990, foi elaborado um novo conceito, que
procurava responder às necessidades de políticas de desenvolvimento que cuidassem
da saúde, da educação e da nutrição das pessoas. Esse modelo conceitual passava a
tratar das oportunidades sociais e das capacidades dos indivíduos e comunidades, como
122
o fundamento para o processo de crescimento das sociedades. A noção de crescimento
permanecia. Porém, o foco passava a ser a identificação de como as sociedades
respondiam aos desafios da inclusão social – ainda que a partir de padrões elementares.
O modelo do desenvolvimento humano, com a criação do Índice de Desenvolvimento
Humano (IDH), permite identificar como nas sociedades se promove, ou não, alguma
distribuição da riqueza socialmente produzida. Porém, a questão das populações
tradicionais, da construção da equidade de gênero, e a justiça social e participativa,
ficam alheias à essa noção de desenvolvimento.
Ao fim e ao cabo, ambos conceitos de desenvolvimento, sustentável e humano, são
uma resposta do Mercado a si mesmo: desenvolver é promover o Mercado, o ambiente
que o sustente e consumidores e clientes que o queiram. O ponto de inflexão está no fato
de chegarmos a limites mais radicais, a questão das mudanças climáticas e do racismo
ambiental até então não foram percebidos, como elementos fundamentais para uma
perspectiva diferente sobre os cuidados com o destino do mundo e de seus viventes. Este
tema do destino é próprio do universo religioso, no ambiente cristão isto é escatologia, a
teologia do fim dos tempos. A questão é se conseguimos esta hermenêutica numa chave
de leitura apocalíptica da esperança.
Levando em conta as questões precedentes, é compreensível que nos questionemos
sobre qual modelo de vida comum e que modo de produção, reprodução e distribuição
da riqueza socialmente produzida nos interessa desde o Sul – e desde uma perspectiva
ecumênica. Afinal, o que está desenhado pela interpretação anterior é que o modelo atual
não atende nossas necessidades humanas e nos convoca pensar-praticar alternativas. Os
próximos parágrafos darão conta dos seguintes pontos: –contribuições a ACT Alliance
a partir da consulta sobre desenvolvimento transformador no pós2015;– elementos
de uma teologia ecumênica do desenvolvimento a partir de Busan; –elementos do
multiculturalismo emancipador e do interculturalismo para uma visão de bem viver e
desenvolvimento.
Contribuições á consulta de ACT Alliance sobre desenvolvimento e pós-2015
A região América Latina e Caribe respondeu à consulta de ACT sobre a mudança
de paradigma do desenvolvimento transformador. Angelique van Zeeland, da FLD,
foi responsável pela sistematização dessa consulta, minhas notas devem, em parte ao
trabalho dela – os erros são exclusividade minha. Os marcos nos quais ocorre a discussão
sobre paradigmas de desenvolvimento após 2012 são outros. Há um encolhimento da
cooperação internacional para o desenvolvimento. Há novos global players, como os
BRICS (Brasil, Rússia, Índia, China e África do Sul), por exemplo. Por outro lado, a
123
desigualdade social nas, assim chamadas, economias emergentes, é tremendo desafio a
modelos de desenvolvimento. A maioria das pessoas em situação de pobreza no mundo
vive em países de renda média. E iniciamse processos internacionais de ajuda para o
desenvolvimento por meio da cooperação SulSul.
As diferentes discussões das instituições financeiras (Busan, Pós-Busan, etc) apontam
para a noção de eficácia do desenvolvimento. Finalmente, o sistema Nações Unidas
estabeleceu uma agenda do global compact, com um mínimo consensuado como o
pós2015, ao redor dos objetivos do milênio. Essa é uma agenda redutiva com relação aos
Direitos Humanos (na sua integralidade; civis, políticos, econômicos, sociais, culturais
e ambientais). Todas as agendas indicam a necessidade de mudança do paradigma de
desenvolvimento. Processos como Rio +20, e a agenda da economia verde, são parte
disso. O foco na questão ecológica gerou discussões sobre justiça climática, justiça
ecológica, segurança alimentar, dentre outros.
Há questões da geopolítica demográfica, das concentrações ao Sul de pobres e de
jovens, das novas formas de organização política, com o uso das redes sociais, que
impactam a noção de desenvolvimento. O mesmo pode ser falado sobre a diversidade
cultural e religiosa, bem como sobre as alterações nos pactos de controle de desastres,
a exemplo do novo pacto de Hyogo. Toda essa conformação aludida no parágrafo
anterior e nesta passagem indica que há uma busca por um modelo de desenvolvimento
inclusivo, ecológico e equânime. Porém, essa busca rebate nas políticas de Mercado, que
exigem mais e mais desregulamentação, eficácia privatista, e a criação de um ambiente
favorável (enabling environment).
Desde a América Latina e o Caribe há interesse em fazer avançar a discussão sobre
o conceito de desenvolvimento a partir do empoderamento das populações locais e
tradicionais. Desde os fóruns de ACT o olhar se dirige, também, para o papel das igrejas
e das organizações baseadas na fé, que se organizam para influir e incidir na sociedade,
promovendo direitos humanos, democracia e o cuidado com a justiça socioambiental e
a superação do racismo ambiental. Ao fim e ao cabo, trata-se de fazer com que as ações
de ACT Aliança convirjam para a construção de mais participação, empoderamento,
equidade de gênero, como elementos alimentadores de um modelo de desenvolvimento
transformador fundado numa perspectiva ecumênica e interreligiosa da fé.
Para esta compreensão a perspectiva creacional é a fonte da noção de desenvolvimento
transformador. Como somos todas e todos criaturas de Deus, pertencentes à mesma
teia da vida, nossa dignidade é a mesma que a dignitas terrae. Isso dirige nossas práticas
à construção de comunidades sustentáveis do ponto de vista político, econômico, social,
124
cultural e ambiental – comunidades inclusivas, equânimes, interculturais, capazes de
superar o racismo ambiental e fazer avançar a justiça socioambiental. Do ponto de
vista profético, rejeitamos tudo que promova injustiça socioambiental, desrespeito aos
direitos e à dignidade humana e ambiental. A promoção, garantia e defesa irrestrita
dos Dhesca é o que orienta esta perspectiva de desenvolvimento transformador
(que se orienta pelos princípios da participação, empoderamento, capacidade de
desenvolvimento, negação de todas as formas de discriminação, afirmadora da equidade
de gênero, como sensibilidade cultural e espiritual, reafirmador dos direitos humanos,
promotor de incidência pública, promotor de relações justas de paz e reconciliação,
promotor de comunicação).
Elementos de uma teologia ecumênica de Desenvolvimento a partir de Busan (2013)
A Assembleia do CMI avançou a discussão sobre uma concepção ecumênica de
desenvolvimento sustentável. Tal iniciativa culmina os esforços que foram desenvolvidos
por meio do processo AGAPE (Globalização alternativa a partir dos povos e da Terra
– Alternative Globalization Adressing to People and Earth). Na Décima Assembleia
do CMI, em Busan, este processo foi um relevante pano de fundo. Na verdade, Rogate
Mshana e a equipe de AGAPE tiveram uma intuição fundamental, as crises que
ameaçam a vida no Planeta são fruto de um modelo histórico de desenvolvimento. O
ídolo de pés de barro do neoliberalismo não é todopoderoso, embora se apresente assim.
Cabe às igrejas criticar este modelo e propor os princípios orientadores de um modelo
alternativo. Ocorre que a Assembleia de Busan se dava em meio à construção dos novos
objetivos do milênio, os objetivos sustentáveis do milênio – que nunca chegaram a ser
formulados.
O conceito de sustentabilidade é associado ao de justiça e equidade, na perspectiva
da justiça e equidade das sociedades humanas, desde a afirmação da dignidade
humana. Porém, para além da garantia das novas gerações se articula a necessidade da
sobrevivência de todas as formas de vida, e essa nova perspectiva ecológica traz à baila
a controvertida questão do direito dos animais. Direitos que ultrapassam o limite dos
humanos e agrega o tema da dignidade de toda criatura, o que tem sido incluído nas
Constituições europeias e da Oceania. Teologicamente isto tem sido um debate entre
uma perspectiva holística e outra creacionista – Deus está em tudo, Leonardo Boff; Deus
é criador, Jürgen Moltmann. A perspectiva ampliada do ato criador de Deus é elemento
fundamental para a afirmação da diginidade de toda criatura.
125
Os objetivos do milênio foram compreendido como elementos de mensuração
do cumprimento de uma agenda mínima de direitos que todos os Países pactuantes,
das Nações Unidas, se empenhariam para construir um mundo sem miséria e
miseráveis. Efetivamente, os objetivos do milênio, como dito acima, representam um
apequenamento de uma agenda de direitos. Porém, foram celebrados como um marco
para o aprofundamento do desenvolvimento humano do conjunto dos países. Isso levava
a crer que a Rio +20 poderia gerar uma agenda de objetivos sustentáveis do milênio.
Tal não se deu. Porém, se esperava que uma agenda que indicasse a impertinência dos
conceitos crescimento (Growth) e desenvolvimento (Development) poderiam auxiliar a
uma nova lógica. Esta agenda se deslocou para pós2015. Foi criado uma Painel com 50
consultores nacionais para a elaboração de uma agenda, com onze eixos temáticos, para
indicar como a sociedade civil reflete sobre perspectivas globais de desenvolvimento.
Foi instalada a iniciativa Além 2015 (Beyond 2015) e a Chamada Global contra a Pobreza
(Global Call Against Poverty). Diante desse desafio há algumas propostas que emergem
desde a família ecumênica.
Primeiro, a afirmação de que água é vida. O acesso universal à água, como garantia
de direito para todo ser humano – todo vivente – é fundamental. Tanto no aspecto
sanitário, como no do direito à segurança hídrica, é fundamental assegurar que a
mercantilização da água seja interrompida. Teologicamente, as três tradições do livro
afirmam a centralidade da água para a vida e a santificação. A IX Assembleia do CMI,
2006, Porto Alegre, firmou uma declaração Águas para a vida. Direito à alimentação
para todos, a segurança e soberania alimentar estão à base dos demais direitos.
Efetivamente, se o alimento é negado a vida é destruída. Teologicamente, a partilha
do pão é a essência do Evangelho, é mesmo o centro da oração do Senhor. O controle
social do sistema financeiro colocandoo a serviço da economia real, a perspectiva
cristã entende que o mercado financeiro está a serviço das relações de produção e a
reprodução social da vida, não o contrário.
Restringir o consumo de energia é uma necessidade para que todos tenham acesso
à vida, não é possível manter os atuais padrões crescentes de consumo de energia, em
especial dado o fato da principal fonte de energia ser o poluente combustível fóssil.
Uma das principais dificuldades na negociação internacional sobre as mudanças
climáticas são as diferenças e oposições de interesses dos países. O consumo de energia
tem que favorecer uma comunidade internacional equitativa. Acesso a previdência,
como direito humano, garantia ao direito da diversidade religiosa e a construção da paz
com justiça são outros elementos que a família ecumênica entende como necessárias a
novos paradigmas de desenvolvimento.
126
Elementos do multiculturalismo emancipador e do interculturalismo para uma visão de bem viver e desenvolvimento
A questão fundamental é que não haverá qualquer novo padrão para a convivência
humana se os direitos de reconhecimento deixarem de ser devidamente considerados.
Não se trata de favorecer que os padrões de dominação política e econômica construídas
no sistemamundo permaneçam. Neste sentido, as reflexões de Boaventura Sousa
Santos, FornetBittencourt, e dos Países Bolivarianos têm, não obstante as diferenças e
contradições, pontos de convergência que merecem destaque. Primeiro, em relação às
reflexões anteriores, as três perspectivas afirmam a absoluta centralidade dos direitos
humanos e da dignidade humana. Até mesmo a justiça socioambiental está fundada
sob o fato da existência das comunidades humanas, diversas, com culturas próprias e
saberes locais diversos que precisam ser tomados em conta.
Em segundo lugar, para as três perspectivas os valores ordenadores da vida coletiva
não podem ser subsumidos em nome de qualquer modelo exógeno de desenvolvimento.
Cada comunidade tem o direito de eleger os propósitos para os quais suas relações
de produção e sua reprodução social devem ser orientadas. O processo coletivo de
construção da vida política, econômica, social, cultural e espiritual das comunidades
é o foco de um processo de convivência entre pessoas que desejam ser felizes. O
fundamento das relações deve estar arraigada na promoção de convivência que gere
sinergia, equidade de gênero, empoderamento geracional e intergeracional, e superação
dos mecanismos de apartação social e geradores de aprofundamento da desigualdade
socioeconômica.
Finalmente, se trata da construção de sociedades do bem viver. A perspectiva
bolivariana indica a possibilidade de sociedades de crescimento zero. O crescimento zero
como objetivo de desenvolvimento pode ser um ponto controverso. O outro elemento
que a noção de bem viver aponta é a autosustentação das comunidades. Autosustentação
não necessita ter nãocrescimento. Até mesmo, porque, uma comunidade autosustentável
minimamente teria condições permanente de crescimento vegetativo. Isso implicaria
em algum crescimento. A necessidade do crescimento com equidade socioambiental,
que supere o racismo ambiental, é que, ao nosso sentir, estaria em jogo. Trata-se de
assegurar padrões de bem viver, autosustentáveis, reguladores do Mercado. A expressão
cunhada por Iztván Metzaros é o controle social do sociometabolismo do Capital. Creio
que a visão do desafio do modelo imposto pelo Império (Hardt, Negri) é esta outra
leitura.
127
128
EL PARADIGMA DE DESARROLLO
TRANSFORMADOR
Documento de ACT Alianza
Aprobado por el Comité Ejecutivo de ACT
enero de 2013
Preámbulo: Reflexión teológica
ACT Alianza fue creada desde la perspectiva de que esta alianza, unida por la tarea
en común de los cristianos de poner de manifiesto el amor incondicional de Dios hacia
todas las personas, trabaja por una comunidad mundial donde toda la creación de Dios
viva con dignidad, justicia, paz y respeto de los derechos humanos y el medio ambiente.
Esta visión se refleja en una comprensión teológica de quiénes somos como ACT Alianza
y determina la forma en que realizamos nuestra tarea.
Por lo tanto, ACT Alianza está comprometida con los valores centrales que fundan
nuestra fe cristiana y que guían nuestra labor humanitaria, de desarrollo e incidencia.
Desde la comprensión de que todas las personas son creadas a la imagen de Dios,
actuamos con respeto por la dignidad, la singularidad y el valor intrínseco y los derechos
humanos de todos y todas, respondiendo al sufrimiento del hombre más allá de su
raza, género, religión, etnia o filiación política. Promovemos un enfoque participativo e
inclusivo y estamos alertas ante cualquier abuso de poder. Debido a que creemos que Dios
está con los pobres y los oprimidos, nos manifestamos y actuamos contra la pobreza y
la opresión, y las estructuras y sistemas que incrementan la vulnerabilidad y perpetúan
la pobreza, la injusticia y la destrucción del medio ambiente. Entendemos que la iglesia
está llamada a trabajar por una comunidad humana reconciliada y creemos que esto
se comunica al mundo de manera más clara cuando trabajamos juntos. Debido a que
afirmamos que la tierra y todo lo que hay en ella son regalo de Dios, que nos ama y cuida
129
a todas sus criaturas, actuamos de maneras que respetan y protegen el ambiente. Y porque
reconocemos que todo aquello que tenemos es regalo de Dios, trabajamos duro para ser
buenos mayordomos de estos dones y deberes y actuamos de manera íntegra y responsable.
Estos compromisos se aplican a toda la tarea de ACT Alianza, entre otros nuestro
análisis del contexto en el que nos movemos, que cambia rápida y radicalmente. En estos
tiempos de cambios y alteraciones vertiginosos, corremos el riesgo de perder de vista los
compromisos que deben guiar nuestro trabajo. A la vez, es precisamente durante estos
tiempos de cambios y alteraciones que estos compromisos brindan claridad y guía. La
alianza, al considerar los muchos factores del cambio del paradigma de desarrollo que
se describen en este documento, y al buscar juntos formas de brindar respuestas, tiene la
intención de que estos compromisos sirvan de guía y reflexión en nuestro análisis, nuestras
estrategias en el avance y nuestras acciones.
1. Introducción
La reflexión sobre desarrollo y la práctica está cambiando radicalmente, entre otros,
como consecuencia de la crisis financiera actual y las cambiantes tendencias globales y
geopolíticas: el ascenso de las economías emergentes, la cooperación Sur-Sur, un orden
mundial multipolar, cambios en los patrones tecnológicos y de comunicación, los nuevos
roles de las iglesias en las sociedades, los desafíos y oportunidades interreligiosas, los
cambios en los patrones de consumo y de los estilos de vida, las cada vez mayores
desigualdades y el cambio climático.
Este documento fue redactado desde la perspectiva de los valores de ACT, centrado
en las personas. El cambio en el contexto del desarrollo impacta de diversas formas en
quienes viven en la pobreza. La mayoría de estos cambios afecta de manera desigual a los
más vulnerables. El cambiante contexto del desarrollo, con presupuestos ajustados para
asistencia entre los países de la OCDE y en muchos otros lugares del mundo, que reduce
el espacio para la sociedad civil, también trae el debilitamiento de las organizaciones
de la sociedad civil (OSC). A la vez, un mundo multipolar brinda oportunidades de
alianzas regionales y mundiales de OSC.
La redacción de este documento fue coordinada por el Grupo Asesor de ACT
sobre políticas y prácticas de desarrollo (GPPD). El GPPD recibió las reacciones de
varios grupos asesores de ACT, entre ellos del Grupo Asesor sobre incidencia (GAI), el
Grupo Asesor sobre políticas y prácticas humanitaria (GAPPH), el Grupo Asesor sobre
incidencia en el cambio climático (GAICC), Derechos en comunidades de práctica
sobre desarrollo, el Consejo Mundial de Iglesias y contribuciones originadas en las
130
consultas regionales de ACT. Asimismo, este documento reconoce la importante labor
realizada a lo largo de los años por el Consejo Mundial de Iglesias en materia de fe y
economía, y sus conversaciones en curso sobre las perspectivas teológicas de la diaconía
en el siglo veintiuno. El debate de ACT sobre el cambio del paradigma de desarrollo se
ve enriquecido por los desafíos e ideas que plantean estas importantes conversaciones.
Este documento no traza una posición ni pretende plantear un consenso de ACT
respecto de los temas que en él se debaten, sino dar el puntapié inicial para el debate del
cambio del desarrollo dentro de ACT Alianza. En él se señalan algunos de los procesos
principales que influencian el discurso de desarrollo actual en los ámbitos regional e
internacional y se brinda información sobre cómo participa ACT en algunos de estos
procesos, a la vez que se identifican las plataformas estratégicas y redes necesarias
para influenciar los procesos de desarrollo. Este documento también formula algunas
preguntas clave para futuros debates entre miembros de ACT, sus foros y consultas
regionales. Durante el año 2014 se elaborará un informe final que estará listo para la
Asamblea de ACT posterior a la última consulta regional del 2014.
2. Contexto clave que influencia el discurso actual de desarrollo
2.1 Análisis de contexto
2.1.1. Metas nuevas y sustentables de desarrollo, “Más allá del 2015” [Beyond 2015]
El año 2015 será definitorio en materia de política internacional de desarrollo y
medio ambiente. No solo los líderes internacionales acordaron negociar un nuevo
acuerdo mundial sobre el clima para el 2015, sino que los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) expiran para esa fecha y ya se iniciaron las conversaciones sobre qué
podría reemplazarlos.43 Los ODM constituyen el paradigma que se mantuvo durante
más tiempo en el pensamiento relativo al desarrollo. Los objetivos introdujeron un
marco para la asistencia internacional en los últimos diez años y recibieron críticas y
respaldo. Ahora bien ¿qué ocurrirá en el 2015, cuando se cumpla el plazo de los ODM?
Existe cierto consenso, pero también muchos desacuerdos respecto del marco post
2015. Lo que sí es seguro es que la agenda post 2015 reflejará, de una u otra forma,
nuevos desafíos para el desarrollo y estará relacionada con los resultados de “Rio+20”, la
Conferencia de la ONU sobre desarrollo sustentable que se celebró en junio de 2012 en
43
En la Cumbre de ODM de septiembre de 2010, los estados miembros de la ONU dieron los primeros pasos hacia la
agenda de desarrollo posterior al 2015, y tras ello, el Secretario General Ban Ki-moon creó un Equipo de Tareas del
sistema de la ONU para coordinar los preparativos para más allá del 2015 y apoyar la tarea del Grupo de Alto Nivel
nombrado por el Secretario General para asesorarlo en lo relativo a la agenda post 2015.
131
Río de Janeiro, Brasil. Además, existe acuerdo suficiente sobre que poner fin a la pobreza
tal como está definida por los ODM en curso es una prioridad para los próximos quince
años, y hay consenso sobre qué deberá formar parte del acuerdo post 2015, aunque
no sobre las metas e indicadores precisos que se requieren. Ya existe la decisión, para
que tras “Rio+20”, incluir un elemento de objetivos para el medio ambiente dentro del
nuevo acuerdo. Hasta la fecha, existen varias opciones para un acuerdo post 2015, con
diversos niveles de ambición: cuán amplia habrá de ser la agenda post 2015, y con qué
profundidad deberá ahondar en los distintos factores que determinan la pobreza y el
desarrollo. Este es el centro de la etapa actual del debate post 2015: de cómo se resuelva
este debate dependerá finalmente cómo se dará el consenso político y qué se puede
alcanzar.
El nuevo acuerdo abordará un contexto de pobreza y desarrollo que es a la vez
similar y diferente del existente en los años noventa, cuando se delinearon los ODM.
Desde el año 2000 se ha visto un claro progreso en todos los objetivos de los ODM
en el ámbito global, aunque más lentamente en África y el sur de Asia. Dentro de los
países, en algunos casos el total de las mejoras alcanzadas enmascaró el incremento
de la desigualdad, en los que grupos particulares como las minorías étnicas y quienes
habitan áreas muy remotas quedaron excluidos del progreso. Un nuevo acuerdo
heredará estas tendencias en curso.
Asimismo, un nuevo acuerdo deberá lidiar con algunas de las nuevas características
de la pobreza: allí donde el cambio climático y otros choques hacen el progreso cada vez
más incierto; donde la urbanización, la migración y el cambio demográfico constituyen
oportunidades y amenazas, donde –en muchas regiones– el crecimiento es menos
eficaz para la reducción de la pobreza en muchas regiones, y donde la mayoría de las
personas que viven en la pobreza ahora habitan en países de ingresos medios. En este
contexto, una nueva reflexión sobre la pobreza amplía nuestra comprensión de cómo
definen su propia situación quienes la viven. Probablemente, el clima político mundial
del 2015 sea muy diferente del reinante en los años noventa. Los choques económicos
y climáticos han aumentado el riesgo y la inseguridad en el ámbito mundial, y hacen
más importante la cooperación. Sin embargo, el impacto de estos choques en el ámbito
nacional tiende a forzar a los políticos a mirar hacia adentro y a cerrar el espacio para
que los encargados de tomar decisiones alcancen los acuerdos necesarios para la acción
colectiva. La excepción es el gasto en ayuda, que hasta la fecha se mantiene firme. Al
mismo tiempo, las economías emergentes han cambiado la cara del multilateralismo, y
desplazado la ubicación del poder de grupos pequeños como el G8 hacia el G20, y han
hecho oír sus voces en las negociaciones sobre comercio y cambio climático.
132
La lucha continua por alcanzar mejoras en materia de bienestar material amenaza
con sobrepasar los límites básicos de los recursos naturales, a menos que se vire
radicalmente hacia patrones de consumo y producción y utilización de recursos más
sostenibles, tanto en el Sur como en el Norte. Las desigualdades persistentes y la lucha
por los recursos escasos son algunas de los determinantes clave de las situaciones de
conflicto, hambre, inseguridad y violencia, que a su vez son decisivas para impedir el
desarrollo humano y los esfuerzos por alcanzar un desarrollo sostenible. Así, la actividad
empresarial normal no puede ser una opción cuando se están negociando objetivos
nuevos y sostenibles para el desarrollo: se necesita un cambio transformacional. Como
los desafíos son casi interdependientes, es necesario abordarlos desde una perspectiva
nueva, más integral. Los ODM surtieron el efecto de movilizar los fondos de ayuda, y
de dirigirla hacia sectores particulares, tales como la educación primaria, y también
fueron utilizados como una herramienta de incidencia tanto en el contexto mundial
como nacional. Los ODM también fueron criticados porque faltó participación a la
hora de formularlos, por la falta de compromisos específicos para los países ricos y por
negar el desarrollo en áreas de importancia clave.
2.1.2 La agenda de desarrollo post Busan
En el IV Foro de Alto Nivel sobre la eficacia de la cooperación (HLF4, en inglés),
los líderes del desarrollo mundial analizaron los progresos en la mejora del impacto
y el valor del dinero para ayuda en desarrollo, y crearon nuevos compromisos con la
intención de asegurar aún más que la ayuda sirva a la reducción de la pobreza. También
se discutió cómo mantener la pertenencia de la agenda de la eficacia de la ayuda en el
contexto del panorama de evolución del desarrollo. Podría afirmarse que el acuerdo del
HLF4 fue una expresión de nuevas realidades geopolíticas.
¿Cuál fue el resultado de Busan? El acuerdo al que se arribó en Busan el 1 de diciembre
de 2011 propone expandir los compromisos de la “Declaración de París del 2005”44 para
acomodar nuevos actores y contextos. Especialmente, intenta generalizar la aplicación
de los Principios de París más allá de la ayuda a la “cooperación en el desarrollo”, define
cómo los mencionados principios han de aplicarse a nuevos actores y contextos, tales
como donantes emergentes, estados frágiles, cuestiones de transparencia y el sector
privado, y, por primera vez, las organizaciones de la sociedad civil fueron incluidas en
negociaciones formales como partes interesadas por propio derecho.
44
http://www.oecd.org/dac/aideffectiveness/parisdeclarationandaccraagendaforaction.htm
133
El foro culminó con la firma de la Alianza de Busan para una eficaz cooperación
para el desarrollo por parte de los ministros de países desarrollados y en desarrollo,
economías emergentes, proveedores del Sur-Sur y cooperación triangular y la sociedad
civil. El título mismo del documento de Busan, “La Alianza de Busan para una eficaz
cooperación para el desarrollo”, ubica a la eficacia de la ayuda en el contexto amplio de
la eficacia en el desarrollo.
¿Y ahora qué? La nueva alianza gira su enfoque de una agenda de ayuda técnica eficaz
hacia una nueva agenda eficaz de desarrollo, más inclusiva, más política y centrada
en resultados tales como los del desarrollo en relación con el derecho y no tanto en
brindar asistencia. El documento de Busan también se compromete fuertemente en
la promoción de un ambiente que habilite los derechos para la sociedad civil y avale
los Principios de Estambul para el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil.
Así, el documento final de Busan aparece colmado de grandes frases, cuidadosamente
armado para cubrir las necesidades de todos estos distintos intereses. Más allá del
lenguaje utilizado, la verdadera fuerza de la Declaración de París se funda en que los
gobiernos que lo acordaron lo hicieron para medir en forma pública los avances en su
implementación.
El acuerdo de Busan revoca el Grupo de Trabajo sobre la eficacia de la ayuda y
ubica en su lugar una nueva “Alianza global para la cooperación eficaz al desarrollo”,
que recibirá el respaldo de la Organización de cooperación económica y desarrollo
(OECD) y el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). La
implementación de la Alianza de Busan se hará a través de una serie de componentes
que son descriptos como “quienes cambian el juego de forma voluntaria, práctica y
activa en el diálogo global sobre la eficacia de la ayuda y el desarrollo”. Busan señala
un giro en la gobernanza global de la cooperación al desarrollo del consenso en el
Comité de Asistencia al Desarrollo (DAC, en inglés) a la “geometría variable” de los
componentes. La declaración subraya “las oportunidades que presentaron los distintos
enfoques de la cooperación al desarrollo”. Existen nuevos compromisos para todos los
donantes relativos a la transparencia, a la vez que la declaración llama a la búsqueda de
“un grupo de indicadores y metas selectivo y pertinente mediante los cuales monitorear
el progreso”. Pero fuera de someter su conducta al escrutinio público, es muy poco
aquello a lo que los donantes se han comprometido específicamente. Esta evolución
de la arquitectura de la gobernanza mundial de la cooperación de desarrollo hacia el
progreso a través de coaliciones más flexibles de quienes así lo desean, se corresponde
con obvios paralelismos con la dirección en la que se mueve la gobernanza mundial
para el cambio climático.
134
Algunas otras tendencias de Busan y más allá:
–– “La agenda de resultados”. Se trata de un componente aparte post Busan. El
contenido de este componente sería cómo el sistema de desarrollo puede hacer un
trabajo mejor para identificar los resultados pertinentes, y cómo evitar el riesgo
de que centrarse en los resultados conduzca a una distribución inadecuada del
dinero, por ejemplo alejándose de cambios institucionales y a largo plazo hacia
resultados más fáciles de medir y a corto plazo.
–– Rendición de cuentas mutua. Parecería que se presta menos atención a la
rendición de cuentas mutua entre donantes y países en desarrollo, y mayor en
cuanto a la rendición de cuentas entre donantes y sus contribuyentes, y de los
gobiernos que reciben ayuda respecto de sus propios ciudadanos respecto del
uso de la mencionada ayuda.
–– Más conversaciones sobre el sector privado. El encuentro de Busan dio lugar a
muchas reuniones sobre el sector privado y su papel en el desarrollo. Algunos
declaran que estos debates fueron principalmente entre gobiernos, instituciones
financieras de desarrollo y algunos representantes de los gobiernos y de la
responsabilidad social empresarial de los países industrializados.
–– Es difícil predecir cómo será el futuro de la “agenda de eficacia de desarrollo”.
El impacto de la alianza de Busan depende en gran medida del proceso de
seguimiento, que todavía debe ser acordado.
2.1.3 El Comercio y la Ronda de Doha para el Desarrollo
La ronda de negociaciones de desarrollo de Doha de la Organización Mundial
del Comercio (OMC) está estancada. Si bien los funcionarios de la Unión Europea
(UE) sostienen que tarde o temprano los negociadores deberán regresar a la mesa de
negociación sobre comercio multilateral, argumentan que para que esto ocurra deben
crearse condiciones políticas que actualmente no existen. Existen dudas sobre una
conclusión respecto de la facilitación del comercio por sí misma; el progreso no será
posible a menos que las cuestiones comerciales formen parte de un acuerdo mayor
para el que es necesario un marco político todavía más amplio. Hasta hoy no se percibe
mucho entusiasmo.
El comercio multilateral está en crisis. Sin prospectivas de que el acceso a los
mercados crezca a través de las negociaciones en curso sobre comercio multilateral,
la OMC pierde parte de función y peso como institución internacional. El monitoreo
e implementación del comercio, el arbitraje y la capacidad de construcción sin
negociaciones comerciales en marcha podrían debilitar considerablemente a la
135
OMC como institución. La crisis que afronta la OMC muestra un incremento en los
tratados bilaterales de inversión (BIT, en inglés) y acuerdos de libre comercio (FTA,
en inglés). La creciente confusión trae consigo numerosos problemas. La mayoría de
los países pobres no tienen capacidad y poder para negociar ni conocimientos para
hacerlo. La compatibilidad de los diferentes regímenes de comercialización no está
asegurada y se profundiza la erosión de las preferencias. Las concesiones a los BIT y
FTA debilitan más los prospectos de cualquier ronda de negociaciones sobre comercio
multilateral. La nueva complejidad de las negociaciones sobre comercio bilateral,
regional e internacional hace que la transparencia, el compromiso ciudadano y el
control presenten más desafíos. La bilateralidad puede conducir al bloqueo del flujo del
comercio asimétrico tradicional y está compitiendo con la construcción del mercado
regional que tiene más para ofrecer en términos de favorecer al comercio de los pobres
que la integración a la economía global.
En el 2012, la tendencia global mostró un incremento en las medidas proteccionistas
con aumento de tarifas hasta niveles ligados a la OMC, por ejemplo por parte de los
países del bloque BRICS, pero también de parte de Japón y los países en desarrollo. La
utilización del incremento de tarifas constituye una manera simple y llana de tomar
medidas de protección del comercio a la que recurren fácilmente los países en desarrollo,
y las industrias más desarrolladas los culpan por ello. En contraste, una conclusión de
la Ronda de Doha en el 2008 hubiese significado un techo para los niveles de tarifas
aplicadas a todos los países (en desarrollo).Sin embargo, los países desarrollados como
los EE.UU. y la UE no necesitan tarifas de protección ya que cuentan con un abanico
fuerte de medidas de respaldo financiero e instrumentos políticos como las barreras
comerciales y no comerciales, licencias de importación, estándares de calidad y
seguridad alimenticia, impuestos ad valorem, medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS),
normas de higiene, normas de clasificación, prevención de epidemias, estándares de
privacidad, etc. para protegerse y mantener su competitividad.
Los derechos de propiedad intelectual (DPI) son clave en las economías altamente
especializadas y en el sector corporativo privado en los que mucha de la ganancia
obtenida y aún la supervivencia puede depender de ellos. Los DPI son el talón de
Aquiles, especialmente en los EE.UU., una economía abierta que tiene pocos minerales
para ofrecer. Sin embargo, los actuales DPI están sesgados a favor de retornos altos
para la inversión privada y corren riesgo de fijar soluciones (de alta tecnología) que
podrían ser unilaterales y no sostenibles. Los DPI estrictos entran en conflicto con la
innovación, y contrastan con enfoques como el de código y contenidos abiertos que
promueven la participación ciudadana, la democratización de políticas de investigación
y el bien común mundial.
136
El impacto del derecho humanitario en las jurisprudencias existentes en la
actualidad en el acuerdo de disputas de la OMC no es suficiente. El derecho ambiental
y de comercio mundial también están –a veces– en conflicto. Un primer paso para
cambiar esta situación es lograr que el conflicto entre distintos regímenes legales como
el comercio y los derechos humanos se haga explícito y comience así un proceso de
auto reflexión en cada régimen jurídico. El papel y los límites de instituciones tales
como en Consejo de Derechos Humanos y el Órgano de Apelación de la OMC deben
ser evaluados para volverse más precisos y ser ubicados en un contexto más amplio
dentro del papel del estado. La jurisprudencia actual de la OMC y su visión de las
obligaciones de los estados según el Pacto Internacional de derechos económicos,
sociales y culturales parecen ser arcaicos y demasiado simples.
La visión de la OMC sobre la seguridad alimentaria está caduca en términos de
recursos, la escasez de suministros y el cambio climático. Descansar la seguridad
alimentaria en el comercio internacional ubica a los países pobres en el riesgo de la
volatilidad de precios de alimentos e inseguridad de suministros. Es necesario revertir la
tendencia actual de incrementar aún más los gastos en alimentos para los países menos
adelantados (PMA). Debe interrumpirse el círculo vicioso de confiar en el comercio y
consecuentemente proveer menos o ningún apoyo a los agricultores propios y volverse
más dependientes del comercio. Los indicadores actuales de eficiencia, productividad y
economías de escala niegan los factores externos sociales y ambientales y son obsoletos.
Los sistemas de alimentación deben ser más resistentes y diversos, más sustentables y
equitativos, más locales y menos dependientes del comercio.
3. Cambiar el contexto de desarrollo global: políticas y procesos clave
3.1 Tendencias globales y geopolítica
3.1.1Geopolítica
Durante las dos últimas décadas, el mundo fue testigo de un proceso intenso de
globalización. Este proceso puede ser descripto como la ampliación del ámbito, la
profundización del impacto y la aceleración de los flujos interregionales y la interacción
dentro de todos los aspectos de la vida social, desde lo económico a lo ecológico, desde
lo cultural hasta lo penal. Esta interconectividad sistémica crea fuerzas poderosas tanto
de convergencia como de divergencia, que limitan la acción del estado y –a la vez– crea
nuevas posibilidades.
La globalización va acompañada de una brecha cada vez mayor entre quienes son
ricos y quienes viven en la pobreza. Los mercados se globalizan pero las políticas de
redistribución, no. La globalización une y divide: los fuertes se vuelven más fuertes y
137
los débiles se debilitan aún más a medida que los beneficios de la globalización llegan
a una minoría de la población mundial mientras que la pobreza y la exclusión social
siguen en aumento.
Debido al alza del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de otras
“economías emergentes”, el orden hegemónico anterior del mundo está cambiando
hacia un orden multipolar. El BRICS y algunas otras economías emergentes han
diseñado sus propias políticas de cooperación por fuera del contexto de la Organización
para la Cooperación de Desarrollo Económico/Comité de Asistencia para el Desarrollo
(OCDE/CAD), que suman a la importancia cada vez mayor de los vínculos Sur-Sur.
Sin embargo, a la vez, la mayoría de las personas que viven en la pobreza hoy habitan
en países de medianos ingresos, lo que implica que la desigualdad será cada vez más
relevante para quienes busquen terminar con la pobreza.
En forma paralela a esta tendencia, se observa un cambio estructural en la
organización y el ejercicio del poder económico y político. En un mundo globalizado,
el poder ya no se organiza y ejerce solamente en escala local, nacional o internacional,
sino que cada vez más adquiere una dimensión transnacional, regional y hasta mundial.
Los Estados naciones son cada vez menos capaces de controlar eficazmente las fuerzas
económicas: se desbarata la correspondencia clásica entre el estado, el poder y el
territorio.
Es obvio que estas situaciones presentan un serio desafío para el estado soberano.
La supremacía de los estados naciones sobre lo que ocurre dentro de sus territorios
se ve cada vez más afectada por la jurisdicción en expansión de las instituciones
gubernamentales internacionales y el derecho internacional. El concepto de soberanía
fundado en el territorio está siendo desplazado por un nuevo régimen con un locus de
poder que todavía es difuso. Para muchos países del Sur esto no es algo nuevo ya que,
durante siglos, han visto limitadas sus soberanías. Otros países han debido habituarse
a que ahora existen restricciones efectivas relativas a la intervención del estado y las
políticas de redistribución. Al afectar el principio de autogobierno, la globalización
golpea en el centro de la democracia y la participación popular.
La globalización no trae aún el fin del estado nación, o el fin de las políticas en este
sentido, sino que está transformando las condiciones de la acción del estado y de la
democracia. Gobernar se vuelve un proceso más complejo y volátil. La reconfiguración
de los poderes público y privado (debido a la privatización y desregulación),
las capacidades y roles del estado que han sido alteradas, como así también las
complejidades del gobernar a sociedades modernas han contribuido al cambio
138
paradigmático de gobierno a gobernanza en el que el estado tiene un rol estratégico
pero no necesariamente dominante.
En estas condiciones, la democracia territorial se debilita. La misma situación,
sin embargo, ha inspirado a nuevas energías democráticas y redes de solidaridad e
incidencia. Cada vez más, las personas se organizan y movilizan cruzando los límites
de las naciones para alcanzar intereses particulares e intentar que los gobiernos y las
agencias internacionales rindan cuentas. La explosión de la “diplomacia ciudadana”
constituye los rudimentos de una sociedad civil transnacional, en la que esperamos
ACT Alianza sea una parte activa.
3.1.2 Globalización económica y crisis financiera y económica
3.1.2.1 Globalización económica
Los avances en la ciencia y las tecnologías de la comunicación, combinadas
junto a una ideología de mercado marcada por el neoliberalismo han cambiado
considerablemente el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. La integración de las
economías nacionales a través de las inversiones, el comercio y flujo financiero libre a
través de las fronteras, conocido como globalización económica, dio como resultado
una creciente interdependencia dentro de la denominada “aldea global”. Ahora, el
capital, los productos y servicios son móviles, al igual que las ideas y los valores. Tal
como quedó expresado en la famosa cita de Sir Shridath Ramphal: “Nunca antes tantas
personas tuvieron tanto en común, pero nunca antes las cosas que las separan fueron
tan obvias”.
Especialmente en los últimos 20 años, se ve una importante aceleración en el ritmo
de los cambios en la economía global, tanto cuantitativa como cualitativa. Esto puede
ilustrarse al comparar algunas cifras económicas básicas: dentro de las dos últimas
décadas, el Producto Bruto Interno (PBI) prácticamente se duplicó, mientras que el
volumen del comercio mundial se cuadruplicó. Es interesante observar que el comercio
Sur-Sur se multiplicó más de diez veces durante ese mismo período. A primera
vista se trata de una buena noticia para los ciudadanos del mundo: el promedio de
ingreso per cápita aumentó debido a algo tan simple como que la población mundial
“solamente” creció de 5500 millones a 7000 millones. Además, como suelen subrayar los
hiperglobalistas, en términos económicos el Sur y el Este parecen haberse equiparado
notablemente.
Sin embargo, la realidad muestra otro panorama: la reciente globalización ha creado
pocos ganadores y muchos perdedores. Entre los ganadores se encuentran los súper
139
ricos del mundo y las nuevas clases medias de las economías emergentes; además, lo que
distingue las relaciones económicas actuales de las del pasado es el traslado del poder de
los estados a las multinacionales. Tal como señalan la mayoría de las estimaciones, las
corporaciones multinacionales ahora concentran más del 505 del comercio mundial.
Cada vez más, los negocios sin fronteras en el ámbito mundial y las financias mundiales
son quienes están en posición de definir las reglas del juego global, mientras que las
naciones estados están perdiendo su función como actores autónomos para asegurar
los estándares de riqueza, derechos humanos y ambientales. Exceptuando los grandes
poderes económicos mundiales, los estados no tienen otra opción que aceptar las
fuerzas del mercado global.
Sin embargo, no hay por qué resignarse. Estamos viviendo en un mundo multipolar,
y esto podría dificultar alcanzar la construcción del consenso internacional y la
“gobernanza global”. Por otro lado, ofrece asimismo la oportunidad para que se hagan
oír los movimientos sociales, grupos de la sociedad civil, sindicatos, movimientos en
pro del comercio justo y organizaciones religiosas. En todas las regiones del mundo
existen conceptos de vida para los que las necesidades básicas son centrales, no solo
las necesidades monetarias del homo economicus. Esto incluye, nada menos, que la
rica herencia de conocimiento orientativo que brindan las tradiciones religiosas y la
cosmovisión de los pueblos indígenas. Conocemos muchos ejemplos, de todas las
regiones del mundo, de gestión comunitaria de las así denominadas comunas basadas
en un compromiso con la sustentabilidad y que, por lo tanto, poco tienen que ver con
la maximización de las ganancias o la lógica del mercado.
3.1.2.2 El impacto de la crisis en el hemisferio Sur
Originada por la crisis de las hipotecas en los EE.UU. y la quiebra de Lehman Brothers,
las crisis económica y financiera mundial del 2008 afectó a todas las regiones y países
del mundo. Entre tanto, muchas economías parecen haberse recobrado de la recesión
más profunda, mientras que en otras todavía se pueden percibir las consecuencias de
la crisis , entre ellas se incluye a los muchos países que el Banco Mundial clasifica como
pobres. Action Aid estima que el precio que el Sur debe pagar por la crisis global es de
alrededor de US$ 400 000 millones. Esto es así fundamentalmente debido a la baja de
los precios de las materias primas, una reducción significativa de los envíos de remesas
tanto de ayuda oficial como de los migrantes, y, finalmente, el estancamiento de las
inversiones directas desde el exterior. La evidencia sugiere que los países que abren
sus mercados son los que sufrieron el mayor impacto de la crisis, mientras que los
que utilizaron fundamentalmente sus recursos nacionales fueron menos vulnerados
o salieron victoriosos de la crisis económica mundial. La integración en los mercados
140
globales se trata de solo riesgo, con beneficios inciertos, especialmente en los tiempos
difíciles.
¿Cuáles son los efectos de la crisis económica en la vida cotidiana de mujeres,
hombres y niños de las regiones que resultaron más afectadas? Desafortunadamente,
son escasas las estadísticas oficiales describen la realidad de la vida de las personas, con
excepción del índice de Gini que muestra un aumento en la desigualdad del ingreso
en muchas naciones, consecuencia directa de la crisis mundial. La investigación de
instituciones cercanas a las personas, como Oxfam, muestran muchas situaciones en las
que comunidades y hogares han sido seriamente afectados por la pérdida del empleo o
el alza de los precios de los alimentos y los servicios básicos. Existen también historias
de solidaridad dentro de las comunidades, que comparten alimentos, mercancías o
recursos monetarios, y esto da cuenta de también de un aumento en la dimensión de
la vulnerabilidad y la resiliencia de las personas. La gestión de riesgo y la volatilidad
constituyen un elemento cada vez más destacado en todas las iniciativas de lucha contra
la pobreza, que son tan importantes como fortalecer la voz de quienes viven sumidos
en ella.
3.1.3 El sector privado
Desde comienzos de los años noventa, el sector privado ha asumido un papel cada
vez más público, ingresando allí donde los estados no cumplieron con proveer los bienes
públicos o cubrir las necesidades mundiales de manera adecuada. Algunos estados
asumieron una política de alentar o dar más autoridad o poder al sector privado (y
promover la confianza en “fuerzas del mercado” desreguladas) y menos al sector público
del que fueron responsables. Esto no quiere decir que los actores “tradicionales” de la
política internacional, los estados, sus gobiernos y los organismos intergubernamentales,
ya no ocupan un lugar de importancia en la gobernanza (mundial), pero han tenido que
(de forma voluntaria o involuntaria) compartir su espacio con otros actores y cooperar
con ellos directamente o a través de nuevas instituciones de gobernanza transnacional.
Para bien o para mal, las empresas siempre fueron parte del desarrollo. En muchas
áreas son parte del problema (violaciones de los derechos humanos, agotamiento de
los recursos naturales, etc.) pero también pueden ser parte de la solución (por ejemplo,
mediante la creación de empleos, ingresos y medios de vida, derecho del trabajo,
inversiones éticas). La promoción de la sociedad civil de la responsabilidad social
corporativa (RSC) hace uso de las herramientas de selección de inversiones, defensa
de las accionistas e inversión comunitaria, llamar a que las corporaciones aseguren que
las personas sean tratadas de forma justa y digna y a crear comunidades sostenibles,
141
el diálogo con las corporaciones y sus asociaciones, e inclusive (de ser necesaria) el
litigio estratégico (esto es, intentar crear un historial para hacer responsables a las
corporaciones en el caso de malas prácticas empresarias). Entre los aspectos destacados
de la responsabilidad social corporativa se cuentan:
–– Mejores prácticas empresariales –que asuman el costo social y ambiental de
la producción de las empresas, contraten sin discriminar, aseguren que las
instituciones financieras hallen formas nuevas de proveer a las personas de
menores ingresos asistencia y servicios que no sacrifiquen a los más vulnerables
en aras de las ganancias y la eficiencia de la economía.
–– Ambiente –buscar justicia para la creación, lo que incluye liderazgo empresario
por la salud y seguridad de los trabajadores, consumidores y el medio ambiente,
y a la vez acciones y políticas responsables del medio ambiente.
–– Servicios sanitarios –acceso equitativo a la atención médica, tanto en el ámbito
nacional como internacional, cooperación con los esfuerzos de la salud pública,
también para la prevención y lucha contra las enfermedades infecciosas,
estableciendo e implementando estándares internacionales y ofreciendo
tratamientos accesibles con medicamentos a las personas que habitan en los
países en desarrollo.
–– Derechos humanos –responsabilidad y códigos formales e informales de
conducta relativos a derechos humanos, capacitación del personal sobre los
códigos y la evaluación de su cumplimiento.
–– Violencia –atender cuestiones relativas a violencia, lo que incluye denunciar, crear
y revelar políticas y procedimientos que puedan atender los variados aspectos de
la violencia en todas sus formas: física, sexual, psicológica, económica y social,
tanto en el ámbito nacional como internacional.
El sector privado es un partícipe necesario para la solución de los problemas
mundiales. Se ha aconsejado a la sociedad civil que siga adelante con una estrategia
de doble compromiso (cuando sea posible) y confrontación (cuando sea necesaria).
En cuanto a las demandas de ACT hacia el sector privado, lo principal deberá ser
que se espera que las empresas abracen un enfoque de “no dañar”, con las respectivas
evaluaciones del impacto sobre derechos humanos y ambientales previo a las actividades
comerciales. ACT debe trabajar para que exista la regulación, tanto directamente en las
compañías (tal como está expresado en los “Principios Rectores sobre las empresas
y los derechos humanos. La implementación del marco de las Naciones Unidas para
“Proteger, Respetar y Remediar”, aprobado por el Consejo de Derechos Humanos de la
ONU en el 2011), como en forma indirecta a través de las obligaciones extraterritoriales
de los estados de respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos. Esto último
142
significa que los estados deben asegurarse de que las actividades de “sus” empresas
estén reguladas de manera adecuada.
Entonces, para ACT el poder del sector privado yace tanto en las oficinas centrales
de las empresas en cuestión como en los gobiernos de los estados que las “albergan”
y las “originan”. Además, el papel de las asociaciones de empresas debe ser relevante.
Finalmente, podría crecer la importancia de actores tales como el Foro Económico
Mundial (FEM) y el Business20 (B20), por ejemplo, en el caso de que este último
haga recomendaciones al G20 en materia de economía, negocios y sustentabilidad y
posiblemente cumpliendo un papel en el seguimiento de sus avances.
3.1.4 Economías emergentes y cooperación para el desarrollo Sur-Sur
3.1.4.1 Economías emergentes: nuevos actores mundiales
En la última década, las economías emergentes, especialmente las del BRIC (Brasil,
Rusia, India y China), y también las de países como Sudáfrica, Indonesia y México
han ganado en importancia en términos económicos, sociales y políticos y pueden ser
considerados nuevos actores globales. El BRIC desafía el orden mundial y contribuye
a un nuevo equilibrio internacional. Los cuatro países juntos reúnen casi un cuarto
del territorio y alrededor de un tercio de la población del planeta. Están considerados
economías continentales y crecen rápidamente a una tasa por encima del promedio. El
BRIC, con excepción de Rusia, salió mejor parado de la crisis del 2008 que los países
desarrollados, y sus países ocupan o compiten para ocupar una posición regional
hegemónica y diseñan su poder diplomático o económico fuera de sus regiones. Ahora
bien, existen grandes diferencias entre los países del BRIC respecto de los contextos y
los desafíos geopolíticos en sus respectivas regiones. China e India compiten en materia
de hegemonía regional y seguridad en Medio Oriente y África. Brasil se hizo cargo
del liderazgo del proceso de integración regional en América Latina de una manera
práctica, y en cuanto a energía, Brasil es autosuficiente. El BRIC ha creado relaciones
económicas de peso, China es el socio comercial más importante de Brasil, superando
a los EE.UU.45 Brasil es uno de los mayores productores de alimentos y exportadores de
materias primas, especialmente hacia China. China también triplicó su comercio con
India y Rusia.
Los cuatro países han cumplido un importante papel en las iniciativas diplomáticas
relativas a la reorganización del orden económico internacional, por ejemplo, la
45
FIORI, J.L. “Brasil e América do Sul: o desafio da inserçao internacional soberana”, Brasilia: CEPAL, IPEA, 2011.
(Textos para Discussão CEPAL-IPEA, 42)
143
creación del G20 en el marco de las negociaciones multilaterales de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) y la capacidad de articulación del Sur-Sur en el ámbito
del Fondo Monetario y las Naciones Unidas.46 Otro punto de interés es el papel de
los países emergentes en la mitigación del conflicto y la inestabilidad en su región,
especialmente el fundamental rol de mantenimiento de la paz de Sudáfrica en Burundi,
y de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Haití, bajo el
mando de Brasil. El BRIC incrementó la presencia de su economía y colaboración
internacional con África. Los países emergentes tienen dominio sobre importantes
recursos naturales, tales como la selva en Indonesia y el control de la mayoría de los
recursos hídricos y de la biodiversidad del Amazonas en Brasil; esto los convierte en
actores de importancia en relación con el cambio climático.
3.1.4.2 Cooperación para el desarrollo Sur-Sur
En la última década, la cooperación Sur-Sur (CSS) ha crecido de modo significativo,
principalmente desde los países emergentes hacia sus regiones y las naciones más pobres,
especialmente en el África. Esta cooperación ha tomado diversas formas: ha habido un
incremento en las exportaciones desde el BRIC hacia los países en desarrollo y, al mismo
tiempo, se han creado nuevos mecanismos de diálogo y consulta, tales como el Foro
de diálogo India-Brasil-Sudáfrica (IBSA). El IBSA es un mecanismo de coordinación
creado en junio de 2003 por estos tres países emergentes, todos ellos democracias
multiétnicas y multiculturales, con el propósito de profundizar su cooperación y la
cooperación con países menos desarrollados. Asimismo, se han conformado bloques
regionales Sur-Sur, como lo es la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
La CSS comprende asistencia financiera, comercio, inversión y cooperación
técnica. Las economías emergentes podrían proveer una asistencia de alrededor
de $15 000 millones cada año.47 Las actividades que el Comité de Asistencia para el
Desarrollo (CAD) define como “cooperación” ahora cuentan con nuevos e importantes
contribuyentes. El Banco Mundial estima que China fue responsable de US$ 7 000
millones en proyectos de infraestructura para África en el 2006.48
Por un lado, el auge del CSS puede resultar en que se fragmente aún más la
asistencia oficial para el desarrollo, no coordinada y carente de transparencia. Una
mayor transparencia en el flujo de recursos podría ayudar a la ciudadanía de los países
46
AMORIM, C. “Um novo mapa do mundo. Carta Maior. Sept. 2010. En:
http://www.cartamajor.com.br/templates/materiaMostrar.cfm?materia_id=16956&editoria_id=6
47
Horizon 2025: creative destruction in the aid industry. ODI, 2012.
48
South-South Cooperation. The Same Old Game or a New Paradigm? Poverty in Focus. IPC-IG/UNDP, n.20, 2010
144
receptores a hacer rendir cuentas tanto a los gobiernos como a los donantes. Existe el
riesgo de que las condiciones de los antiguos donantes sean reemplazadas por las de
los nuevos donantes. Los países menos desarrollados (PMD) podrían convertirse en el
campo de batalla de “guerras” por la escasez de petróleo, gas, minerales, madera y otros
recursos naturales.
Por otro lado, la CSS brinda nuevos desafíos y oportunidades. Tiende a ser impulsada
por vínculos económicos y comerciales mutuos y tiene un gran énfasis en la cooperación
técnica y la transmisión de conocimientos. Una de las consecuencias más destacadas
de la expansión del CSS es un intento por promover el aprendizaje Sur-Sur respecto de
programas y políticas sociales, centrados en la transmisión de programas de “mejores
prácticas”.49 El IBSA (India, Brasil y Sudáfrica) comparte tecnología, por ejemplo,
relativa a biocombustibles, energía y cambio climático y sobre sistemas impositivos,
pero a la vez creó un fondo de desarrollo.50 Las experiencias de Brasil respecto de
transferencias sociales para personas que viven en la pobreza, especialmente Bolsa
Familia, un programa de transferencia de fondos condicionados en efectivo a gran
escala y su experiencia con procesos democráticos participativos fue implementado
en varios países de la región y sirve como ejemplo en todo el mundo. El hecho de ser
receptor puede convertir al país en un mejor donante.51 A este respecto, también es
importante fortalecer la cooperación Sur-Sur entre organizaciones no gubernamentales.
La transformación social que tiene lugar en Brasil y en Latinoamérica es consecuencia
de décadas de trabajo de organizaciones de la sociedad civil en la construcción de la
democracia y la justicia social y continúa dependiendo de ellas. La CSS entre las ONG
ofrece la oportunidad de procesos de aprendizaje mutua respecto de experiencias de
desarrollo exitosas.52
3.1.4.3 Las grandes disparidades en el nivel de vida de las personas
en las economías emergentes
En la última década, las economías emergentes han experimentado altas tasas de
crecimiento económico, pero este incremento no necesariamente beneficia a todos
los grupos, a menudo significa en un incremento de la desigualdad. Las economías
emergentes son clasificadas como países de medianos ingresos (PMI). Pese a esto, la
Ibidem.
What can IBSA offer to the Global Community? Poverty in Focus. IPC-IG/UNDP, n.21, 2010
51
Eyben, R. Vantagens da assistência mútua entre Brasil e Reino Unido. Le Monde Diplomatique Brasil, aug. 2011,
p.11-12.
52
MANZONI, M.L., WOLFF, L.A. O Brasil e a cooperação internacional não governamental: Desafios e agências
ecumênicas européias e suas entidades parceiras. Le Monde Diplomatique Brasil, aug. 2011, p. 7-8
49
50
145
mayorías de quienes viven en la pobreza residen es los PMI: el 60% vive en los países de
medianos ingresos más populosos: Brasil, China, India, Indonesia y Pakistán.
La desigualdad es la principal causa de pobreza extrema, ya que algunos pueblos
y grupos son excluidos sistemáticamente del acceso a las oportunidades, para vivir
una vida que valga la pena. La desigualdad en la distribución del ingreso y entre los
grupos, por ejemplo relativa a género y etnia, obstaculiza el desarrollo. Según el Banco
Mundial, en los países con baja desigualdad económica, el 1% del crecimiento tendrá un
impacto mayor sobre la reducción de la pobreza que en los países donde la desigualdad
económica es alta.53 La desigualdad en la distribución del ingreso llega a menudo
junto a la desigualdad en otros “espacios”, como lo son distintos aspectos de la calidad
de vida, entre ellos la educación, la salud y la expectativa de vida (longevidad). Del
mismo modo, la desigualdad también puede erosionar la cohesión social.54 La región
de América Latina y el Caribe (ALC) tiene el nivel más alto de desigualdad de ingresos
del mundo. A la vez, es la región con el mayor nivel de violaciones de los derechos
humanos, violencia y delitos. En la región se concentra un 27% de los homicidios del
mundo, aunque cuenta con solamente un 8,5% de la población mundial.
“Con el propósito de revertir este círculo vicioso (de desigualdad), debe lograrse
el respaldo de los protagonistas políticos y sociales. En relación con esto, no es
solamente importante la legitimidad del estado sino también incluir en esta coalición
a los protagonistas que tienen un gran prestigio simbólico en la sociedad y respaldan
la igualdad, como las asociaciones religiosas de base, organizaciones filantrópicas,
comunicadores sociales, fundaciones solidarias y sindicatos”.55 De cara al desafío
de sobreponerse a la pobreza, es necesario que la agenda de desarrollo aborde la
desigualdad.
3.1.5. Cambios en el concepto de ayuda
3.1.5.1. Diversificación de actores, instrumentos y mecanismos de ejecución
En los últimos años se ha observado un incremento en la cantidad de actores que
proveen distintos tipos de asistencia para el desarrollo, junto a nuevas modalidades,
canales y asociaciones.
Quienes no integran el OCDE/CAD, como el BRICS y otros países de medianos
We all want a future: Addressing inequality in the Post-2015 Global Development Agenda. ACT. 2012.
SEN, A. Development as Freedom. New York: Anchor Books, 1999, p.93
55
Time for equality: closing gaps, opening trials. Santiago: ECLAC, 2010, p.238.
53
54
146
ingresos, aparecieron en la escena de la asistencia internacional aun cuando se resisten
a describir su cooperación en términos de relaciones donante-receptor, pero se
consideran a sí mismos como comprometidos en asociaciones para el beneficio mutuo
dentro del marco de la cooperación Sur-Sur (CSS). Algunos de estos países, como
India, China, Rusia o los estados árabes en realidad no son donantes nuevos, aunque
su participación e influencia en el debate sobre desarrollo es reciente. El impacto
de los proveedores de asistencia por fuera del CAD se refleja en la manera en que
transforman la cooperación para el desarrollo internacional y multilateral al contribuir
con nuevas ideas y modalidades, y al incrementar las opciones disponibles para los
países asociados. Normalmente, su ayuda llega con menos (si los hay) condicionantes
políticos y de políticas y no está sujeta a los principios y compromisos de la Declaración
de París sobre la eficacia de la ayuda. En este punto, solamente se han llevado a cabo
conversaciones preliminares sobre la posibilidad de ubicar modelos de cooperación
triangular, por ejemplo entre la Unión Europea, China y África.
Del lado de los donantes del CAD, a la luz de la caída de los presupuestos de ayuda,
los gobiernos están buscando nuevas formas para financiar el desarrollo. Cada vez
más, el foco cae sobre los mecanismos de financiación, allí donde la Ayuda Oficial
al Desarrollo (AOD), sirve como “capital base” para el apalancamiento de recursos
adicionales de parte del sector privado. Como resultado, en los últimos años el flujo de
la AOD hacia el sector privado ha crecido rápidamente, aunque todavía se trata de una
parte relativamente pequeña del total, de alrededor del 2%.56
La fusión entre las financias públicas (subvenciones y préstamos) y las privadas
toma principalmente dos formas: los mecanismos de asociación públicos y privados
y los mecanismos catalíticos.57 Los mecanismos de asociación públicos y privados
hacen uso de fondos públicos para apalancar o movilizar finanzas privadas en apoyo
del suministro de servicios públicos y otras funciones públicas, tales como la gestión de
riesgo. Por otra parte, los mecanismos catalíticos, comprometen el apoyo público para
la creación y desarrollo de los mercados privados, a menudo mediante la reducción
del riesgo del ingreso privado o de la facilitación de la inversión privada a través de
inversiones directas internacionales tales como el Banco Europeo de Inversiones (BEI)
y de la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial.
Para acceder a estimaciones más concretas, ver: Eurodad, Private Profit for Public Good? Can investing in private
companies deliver for the poor?, Mayo de 2012, http://eurodad.org/wp-content/uploads/2012/05/Private-Profit-forPublic-Good.pdf
57
Girishankar, N. (2009) “Innovating Development Finance; From Financing Sources to inancial Solutions”, World
Bank Policy Research Working Paper 5111, http://www.worldbank.org/external/default/WDSContentServer/IW3P/
IB/2009/11/03/000158349_20091103112908/Rendered/PDF/WPS5111.pdf
56
147
El apoyo presupuestario para los gobiernos receptores, que en algún momento fue
entendido (por la UE) como la forma más efectiva de brindar ayuda, ahora está sujeta a
condiciones más firmes y probablemente disminuya para beneficio de los mecanismos
regionales de inversión que tienen por objeto atraer a inversores extranjeros directos y
recursos privados para grandes obras de infraestructura.
Los donantes filantrópicos privados también cumplen con un papel cada vez más
importante, ya que trabajan en cuestiones de desarrollo internacional a través de una
gama de mecanismos: como operadores directos, en asociaciones con los gobiernos
y junto a organizaciones internacionales no gubernamentales y organizaciones de la
sociedad civil como las que otorgan subvenciones y asociados. Algunos estiman que el
total de la filantropía privada para el desarrollo constituye ahora aproximadamente lo
mismo que la “ayuda programable” de parte de donantes oficiales de alrededor de US$
56 - 75 mil millones anuales.58 Debido a que las agendas de la filantropía privada se han
reunido a los de las agencias de la AOD, gracias a una convergencia para el respaldo de los
ODM, pareciera que los filántropos privados pueden ser considerados meros substitutos
de las agencias oficiales. En muchos casos, proveen servicios similares, pero desde una
base de financiación del sector privado independiente (ODI 2012). La independencia de
la filantropía privada preocupa seriamente dada su responsabilidad e influencia en las
políticas públicas tanto en los países receptores como donantes.
En el área de la sociedad civil, un amplio rango de actores, más allá de las
organizaciones no gubernamentales para el desarrollo tradicionales hoy están
respaldadas por donantes y son más los recursos a los que pueden acceder las
organizaciones de la sociedad civil (OSC) en los países en desarrollo. La cooperación
entre las ONG y las OSC y los actores privados a través de Asociaciones Privadas y
Públicas de multiactores (APP) o mediante asociaciones bilaterales también está en
aumento. Están apareciendo nuevas formas de movilización ciudadana fundadas en
las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) modernas, y tanto donantes
como las ONG tradicionales todavía deben hallar la manera de cooperar y respaldar
estos formas nuevas e informales de acción civil, tal como quedó ilustrado durante
la “Primavera árabe”. Las nuevas formas de protesta enfatizaron el modelado de
formas alternativas de trabajo, como los procesos de la democracia directa, y no tanto
formular demandas específicas y negociables y desafiar los modelos convencionales
58
Las cifras de la filantropía privada no son fiables, ya que deben ser reunidas desde muchas fuentes. En algunos
casos, la filantropía privada puede ser sobreestimada: por ejemplo, incluye el tiempo de trabajadores voluntarios. En
otros casos, puede ser subestimada. Un estudio de Brookings sobre la ayuda privada para la educación (van Fleet,
2011) sugiere que los verdaderos fondos de los que dispone este sector representan el doble de la suma incluida en los
cálculos del Center for Global Philanthropy.
148
de incidencia. La sostenibilidad de los actores de la sociedad civil existentes puede
estar ahora en las nuevas formas de construcción de coaliciones, y de comunidades
de ideas y prácticas, que se fusionan y respetan las fortalezas de los distintos actores.59
A la vez, en los últimos dos años, las organizaciones tradicionales de la sociedad civil
también han demostrado su capacidad y voluntad de ubicar estructuras representativas
internacionales (como el Foro Abierto (Open Forum) y de debatir y definir en forma
colectiva sus roles e identificar los principios para la acción, al mismo tiempo que
suman fuerzas para ejercer influencia en los debates internacionales (Asociación de
sociedades civiles para el desarrollo de la eficacia, campaña Beyond 2015, etc.)
3.1.5.2 Creciente escepticismo sobre la eficacia de la ayuda como un instrumento para la promoción del desarrollo
Existe un sentir común sobre que la ayuda sola no resolverá los problemas del
desarrollo. Esta afirmación innegable presenta elementos positivos y negativos. Entre
los positivos está la creciente conciencia y reconocimiento, por lo menos en los ámbitos
del desarrollo, de que la coherencia de la política para el desarrollo es una condición
previa para que se den procesos de desarrollo sustentable, redistributivo y de desarrollo
justo. Las decisiones y negociaciones en las áreas del comercio, la agricultura, la energía,
la seguridad, las finanzas o el clima producen un alto impacto en las prospectivas de
desarrollo y en los derechos y oportunidades de quienes viven en la pobreza en todo
el mundo y podrían promover o perjudicar los resultados de la cooperación para el
desarrollo.
Desde el costado negativo se halla la creencia de que el crecimiento económico es
el motor del desarrollo y que la única manera de luchar contra la pobreza es promover
la actividad económica y el sector privado. La ayuda se vuelve una herramienta para
respaldar el desarrollo del sector privado local y para asistir a los gobiernos para que
promuevan un clima de buenos negocios, faciliten y aseguren las inversiones privadas en
países en desarrollo y, de ser necesario, gestionen las desigualdades y vulnerabilidades
mediante redes de seguridad y programas de ayuda humanitaria.
En el frente de la eficacia de la ayuda, la gestión de resultados es el área que atrae
mayor atención y acción por parte de la comunidad de donantes. Ha impulsado
profundas reformas en la gestión de subvenciones y en las relaciones entre los donantes
y la sociedad civil, transfiriendo a sus asociados contractuales la responsabilidad
de mejorar los resultados de la cooperación mientras que los mismos donantes han
59
Civicus paper: Citizens in action 2011; protest as process in the year of dissent (State of civil society 2011)
149
alcanzado pocos progresos en cuanto a mejorar el alineamiento y armonización,
responsabilidad, coordinación y programación conjunta de la ayuda.
Resultados más rápidos y visibles también significa enfocarse en menos países,
sectores y procesos y reducir los costos de las transacciones. Así se explican los cambios
observados en la geografía de la ayuda con una mayoría de donantes europeos que
reducen el número de países prioritarios y que se vuelven hacia América Latina,
mientras al mismo tiempo la UE firma nuevos acuerdos de libre comercio con países
y subregiones del continente. En el futuro, la UE se propone frenar su ayuda bilateral
a 19 países de Asia y América Latina y centrarse en la cooperación con un máximo de
3 sectores prioritarios por país, entre los que la CE favorecería energía, agricultura y
gobernabilidad.
3.1.5.3 Los antiguos conceptos de ayuda son obsoletos
Aún hoy, la lucha contra la pobreza está en el centro de los debates sobre ayuda, en
particular en el contexto del debate post 2015. La protección social, la reducción de
la desigualdad, permitir la acción de la sociedad civil o el incremento de los recursos
nacionales a través de la reforma impositiva están ganando impulso en el discurso del
desarrollo. Sin embargo, existe poca evidencia de que estas preocupaciones y conceptos
se conviertan en políticas y prácticas de ayuda. El nuevo paradigma de ayuda centrado
en el crecimiento económico deja poco espacio para el desarrollo humano y social o para
la sostenibilidad del medio ambiente, y muchos gobiernos receptores han adoptado el
nuevo mantra de crecimiento y enterraron sus estrategias de desarrollo nacionales para
reemplazarlas por estrategias de crecimiento. En África, particularmente, en un contexto
de integración regional lento y dificultoso y de una débil responsabilidad social, los
países donantes –inclusive el BRICS– convencen sin dificultades a sus asociados en los
gobiernos y empresas de que exportar materias primas y atraer a inversores extranjeros
es la única manera en que ellos pueden desarrollar sus economías.
3.1.5.4 Volumen de la ayuda
El volumen de la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) de los países ricos del
Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) cayó casi un 3% a US$ 133 500 millones en el
2011, equivalente a un 0,31% de su renta nacional bruta (RNB).
De 23 donantes CAD, 16 cortaron la ayuda. Las caídas más serias se observaron
en Grecia y en España, resultado directo de la crisis, seguidas por Austria y Bélgica,
debido a la reducción de los subsidios para la condonación de deuda. La ayuda japonesa
150
también cayó significativamente tras la importante alza del 2010. Únicamente Suecia,
Noruega, Luxemburgo, Dinamarca y los Países Bajos continúan brindando ayuda por
encima del objetivo de la ONU del 0,7% de la RNB del país donante. Se esperan nuevos
recortes en el presupuesto de los Países Bajos para 2012, lo que los ubicaría fuera del
club del 0,7%. De acuerdo con el Grupo de tareas sobre el desfase de los ODM de la
ONU,60 la AOD se estancaría entre el 2013 y el 2015, reflejando así el impacto demorado
de la crisis económica mundial en los presupuestos de los países donantes, dejando un
desfasaje de US$ 167 000 millones.
En forma paralela a los recortes o estancamiento del AID, se observa una ampliación
en el ámbito de los gastos incluidos en la AOD, con un creciente número de donantes
calculando Ayuda Oficial al Clima, alivio de la deuda y asistencia a refugiados y costos
estudiantiles en países donantes como AOD. Algunos de ellos también debaten la
inclusión de costos relativos a la estabilización de países débiles, operaciones de paz de
la ONU, cooperación civil y militar y la capacitación de la policía y de otros organismos
de seguridad no militares, en la medida que esto sirva primariamente al desarrollo
económico y el bienestar. Sin embargo, el OCDE CAD ha decidido no revisar la
definición de OAD hasta terminado el 2015.
Los volúmenes del BRICS y otros países no miembros del CAD son difíciles de
evaluar y los análisis de las cifras cambian a medida que los informes se vuelven más
sofisticados y/o transparentes. Las economías emergentes podrían entregar alrededor
de US$ 15 000 millones en ayuda (o flujos similares a la ayuda), cada año y podrían
proveer más de US$ 50 000 millones para el 2025.61 Es relativamente bajo si se compara
con el AOD total de los miembros del CAD, aunque en algunos sectores o países pueden
constituir la principal cuota de asistencia.
En el pasado, muchas organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGI)
operaron como canalizadoras e implementadoras de programas financiados por
el gobierno, pero hoy son más independientes. En los EE.UU., las organizaciones
miembro de Interaction, una alianza de ONG con sedes en los EE.UU., informan que,
con respecto a la principal fuente de transferencias de las ONGI, allí donde 20 años
atrás descansaron en ayuda oficial para el 70% de sus operaciones, hoy obtienen un 70%
de sus presupuestos de fondos privados.62 En la UE, los donantes oficiales
http://www.un.org/en/development/desa/policy/mdg_gap/mdg_pag012/mdg8report2012_engw.pdf
Del informe ODI (2012): Horizon 2025: creative destruction in the aid industry (calculation based on Park (2011)
methodology.
62
De Worhington and Pipa, 2011, en el informe ODI (2012)
60
61
151
todavía son una fuente importante de cofinanciamiento para las ONG y las OSC.
El valor total de los subsidios de la Comisión Europea (CE) para el 2011 alcanzó 1,42
billones de euros o el 11% de la AOD de la CE.
Más recientemente, plataformas basadas en Internet como www.kiva.org, www.
globalgiving.org y www.givedirectly.org han estado planteando enfoques viables para
brindar financiamiento a personas que viven en la pobreza identificadas por asociados
locales con mínimas pérdidas en general.
3.2 Tendencias en materia de cultura, derechos humanos y religión
3.2.1 Tendencias demográficas
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, la población
mundial asciende actualmente a siete (7) mil millones de personas, y se espera que
llegue a 10 100 millones para el año 2100, y a 9 300 millones para mediados de este siglo.
Esencialmente, todo el crecimiento tendrá lugar en los países menos desarrollados y se
dará predominantemente en las poblaciones más pobres de las áreas urbanas.
Entre el 2011 y el 2100, la población de los países con índices de fertilidad muy
altos, entre ellos la mayoría del África Subsahariana, se triplicaría, pasando de 1200
millones a 4200 millones. Durante ese mismo período, la población de los países de
fertilidad media, como los EE.UU., México e India, crecerá un 26%, mientras que en
los países con índices de fertilidad bajos, que incluyen la mayor parte de Europa, China
y Australia, bajará alrededor de un 20%.63
Este mundo habitado por 7 mil millones de personas envejece rápidamente. En menos
de 10 años, más de mil millones de personas tendrá 60 años o más. El envejecimiento
de la población, que es consecuencia de la menor fertilidad y la mayor supervivencia, es
en realidad un triunfo del desarrollo, aunque también presenta muchas dificultades.64
El reto es aceptar naturalmente la vejez como un logro y reconocer sus capacidades
humanas como un bien en el crecimiento de sociedades humanas maduras y totalmente
integradas.
Si bien en promedio, las mujeres tienen menos hijos que en la década de los años 60,
la población sigue aumentando. El número de jóvenes y de ancianos se incrementa más
que antes. En algunos de los países más pobres, los altos índices de fertilidad dificultan
el desarrollo y perpetúan la pobreza. Por otro lado, en alguno de los países más ricos,
63
64
Estado de la población mundial 2011, UNFPA.
http://7billionactions.org/
152
los bajos índices de fertilidad y las pocas personas que ingresan en el mercado laboral
preocupan ante las prospectivas de un crecimiento económico sostenido y la viabilidad
de los sistemas de seguridad social. Si bien la falta de trabajo amenaza con retrasar
las economías de algunos de los países industrializados, los desempleados posibles
migrantes en los países en desarrollo se encuentran con más y más fronteras nacionales
cerradas a ellos y a los conocimientos especializados que podrían ofrecer. Y mientras
que se progresa en la reducción de la pobreza extrema, se ensanchan las brechas entre
los ricos y los que viven en la pobreza en casi todos lados.65
3.2.2 Cambios en la tecnología y los modelos de comunicación
El volumen de las comunicaciones está en aumento, y no solo a través del teléfono.
Ahora, los modelos de comunicación a través de Internet son más claros, su cuota de
mercado crece día a día por encima de los medios de telecomunicación tradicionales.
Las redes sociales tales como Twitter, Facebook moldean cada vez más la cultura de la
comunicación.66El desafío no es solamente comprender la tecnología, sino también los
cambios fundamentales que se van desplegando en el comportamiento humano social
y comunicacional, y cómo se hacen negocios en este medio.
Las acciones de incidencia sea realizan ahora mucho más rápido; la “Primavera
árabe” es un ejemplo de cómo las redes sociales fueron utilizadas para hacer llegar
información de forma muy rápida y para movilizar a muchas personas en períodos
de tiempo breves. También existe un uso expandido de las nuevas tecnologías en el
desarrollo comunitario, por ejemplo mediante el uso de teléfonos satelitales en áreas
remotas para proyectos de salud comunitaria, y en casos de respuesta humanitaria
complejas y de gran envergadura.
La tecnología está definiendo una nueva cultura en los lugares de trabajo. Equipos
distribuidos virtualmente pueden trabajar juntos a través del espacio, el tiempo y aún
de los límites de las organizaciones para incrementar la disponibilidad de recursos
escasos, reducir el costo de los viajes y las reubicaciones. El uso del teléfono, Skype, la
video conferencia, la teleconferencia, las tecnologías móviles e Internet ayudan a los
miembros de los equipos a gestionar los proyectos en forma virtual.67
Estado de la población mundial 2011, UNFPA.
The changing face of communication: Social networking’s growing influence on telecom providers - IBM Institute
for Business Value.
http://www.ibm.com/smarterplanet/global/files/au_en_us_telecom_gbe03121_usen_socialnetwork.pdf
67
Changing the Communication Culture of Distributed Teams in a World Where Communication is Neither Perfect
nor Complete Peter Weimann1, Christian Hinz1, Elsje Scott2 and Michael Pollock2, 1Beuth-Hochschule Berlin,
Germany, 2University of Cape Town, South Africa.
65
66
153
La comunicación masiva ya no es fundamentalmente en un solo sentido, sino de
ida y vuelta y más interactiva, con mayores audiencias que anteriormente. Las nuevas
tecnologías están permitiendo que las audiencias se manifiesten y participen.
Un desafío para el actual discurso post ODM es cómo las TIC puede ayudar a
alcanzar los ODM y porqué es importante la inversión en infraestructura de TIC en los
ámbitos nacional y organizacional.
3.2.3 La sociedad civil: se reduce el espacio/entorno propicio para la sociedad civil
En los últimos treinta años, los estados y los actores internacionales han reconocido
cada vez más la importancia de la labor de defensores de derechos humanos (DDH) y
las organizaciones de la sociedad civil (OSC). La tarea de los defensores fue reconocida
a través de la Declaración de la ONU sobre defensores de derechos humanos (1998) y
el derecho a la libertad de reunión pacífica y asociación que garantiza la acción de las
OSC fue reconocido en una resolución aprobada por el Consejo de Derechos Humanos
de la ONU en 2010. Además, en Accra, Ghana, en ocasión del Foro de Alto Nivel sobre
eficacia de la ayuda (2008), 160 gobiernos reconocieron a las OSC como actores de
desarrollo por derecho propio que cumplen un papel fundamental en la promoción de
la rendición de cuentas y la transparencia.
A pesar de estos importantes avances, las OSC y los DDH sufren la cada vez mayor
reducción de los espacios políticos y operacionales en el trabajo cotidiano en el terreno.
ACT Alianza ha documentado políticas y prácticas en varios países que actualmente
restringen y amenazan los espacios para la acción ciudadana y de la sociedad civil.68
Las dificultades y obstáculos que experimentan las OSC difieren de acuerdo con el país,
pero van desde el hostigamiento administrativo, legislación restrictiva, etiquetamiento
negativo o estigmatización de los actores de la sociedad civil en un intento por restar
legitimidad a sus demandas, y procesamiento judicial y actos de intimidación directos.
Más aún, miembros de ACT y sus asociados han denunciado detención arbitraria,
tortura y ejecuciones extrajudiciales de aquellas voces críticas de la sociedad civil. En
varios países donde ACT es activa se está aprobando legislación atinente a las ONG. Estas
leyes recortan efectivamente los derechos de los ciudadanos y de otros a participar en
su propio desarrollo, a través –inter alia– de la introducción de pesados procedimientos
administrativos y restricciones para la recepción de fondos. Estas restricciones parecen
causar un impacto desproporcionado en las organizaciones de incidencia y de DDH,
especialmente entre aquellos que trabajan en la promoción de los derechos de las
68
ACT Alianza (2011). Shrinking Political Space for Civil Society Action.
154
minorías o por la justicia en la gestión de los recursos naturales, por lo que contribuye
a un aumento en la discriminación y exclusión de grupos ya marginalizados. En solo
un país, donde trabajan varios miembros de ACT Alianza, 17 organizaciones debieron
cambiar el enfoque y excluir las cuestiones de derechos humanos de sus programas
por causa de una legislación que restringe a las ONG. Todos estos fenómenos pueden
observarse en estados con diferentes contextos, tanto autoritarios como democracias
formales.
Con el objeto de desafiar estas restricciones y dificultades, los estados y las OSC
participan de un debate sobre qué constituye un entorno propicio, prestando atención a
qué condiciones son necesarias para que las OSC puedan cumplir con su papel de actores
del desarrollo que contribuyen a la protección de los derechos humanos, el desarrollo
y la mitigación del cambio climático y otras cuestiones relacionadas. Es importante
recordar que asegurar un ambiente propicio es un compromiso a largo plazo en favor
de estados en los que se requiere mucha confianza y diálogo. La legislación sobre ONG
debe ir de acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos.
Las disposiciones del Pacto Internacional de derechos civiles y políticos y la
Declaración de la ONU sobre defensores de derechos humanos deben ser mencionadas
en forma explícita a este respecto.
3.2.4 Abordar las causas profundas de la pobreza persistente
La desigualdad es una causa principal de la extrema pobreza. Con el fin de
erradicarla, debemos trabajar en los factores sistemáticos y estructurales que privan
a mujeres y hombres de su dignidad y derechos. Al empoderar a los titulares de los
derechos y hacer responsables a los titulares de los deberes, un enfoque fundado en
los derechos apunta a transformar las estructuras con el propósito de otorgar derechos
y así medios de vida sustentables para todos. Un enfoque fundado en el derecho
fortalece y complementa otras estrategias de la cooperación para el desarrollo, tal como
el fortalecimiento de las capacidades de los socios locales. Estimula el análisis y la
reflexión sobre las causas de las violaciones de los derechos y las fallas de los derechos
y permite una descripción más precisa de los roles, obligaciones y responsabilidades de
los diferentes actores en el proceso de desarrollo. Un enfoque fundado en el derecho
e inclusivo en cuanto a género también provee un marco sólido para abordar a las
instituciones y normativas sociales que discriminan y excluyen a las personas basándose
en su identidad social, como lo son el género, la orientación sexual, la clase, la edad,
la raza, la casta, la religión, etc. A la vez provee mecanismos para reducir la brecha
de rendición de cuentas que en la mayoría de los países va en contra de las personas
155
que viven en la pobreza. Desde una perspectiva religiosa, nuestro compromiso a largo
plazo para un desarrollo con justicia respalda con firmeza este tipo de enfoque basado
en el derecho. Sin embargo, algunas cuestiones esenciales necesitan un compromiso
más fuerte y más estructurado. Particularmente, debemos brindar un espacio para
el análisis interno y los procesos de aprendizaje de auto empoderamiento que son
fundamentales para poseerlos y para la capacidad de diseñar e implementar estrategias
eficaces basadas en el derecho en los ámbitos local y nacional. La pobreza y la exclusión
social tienen dimensiones internacionales, regionales y locales. La esperanza de un
cambio es mínima si no nos comprometemos a una acción colaborativa y consolidada,
vinculando estos niveles. Las estrategias basadas en el derecho tienen un gran potencial
como herramientas poderosas para el empoderamiento en la transformación política,
social y económica. Sin embargo, a menos que adaptemos nuestras políticas y prácticas
actuales a sus principios y desafiemos las relaciones desiguales de poder que subyacen
en la pobreza, no cumpliremos con el abordaje de las cuestiones relativas a la pobreza
institucionalizada y la exclusión social que confronta el mundo.
3.2.5 Desafíos y oportunidades interreligiosas. El cambiante rol de las iglesias en
las sociedades
Hoy, la pluralidad religiosa es un fenómeno mundial; posiblemente no existe una
sociedad que no sea vea afectada tanto por su riqueza como por sus retos. Además,
ya sea por causa de los movimientos multidireccionales a gran escala de las personas
alrededor del mundo o a través de los cambios revolucionarios de la tecnología
de la información, existe una mayor conciencia de esta realidad y de la variedad de
tradiciones religiosas, por supuesto, con las posibilidades de que se distorsionen y de
que se clarifiquen.
Sin embargo, el mundo también se confronta con el desafío de la afirmación de
las identidades religiosas, lamentablemente muchas veces agresiva, tanto en su lucha
por identidad y justicia como por poder, política y recursos. Algunas comunidades
religiosas tienden a afirmar sus propias versiones de la sociedad y a imponer normas y
restricciones sobre otras, lo que trae como resultado la discriminación y marginación de
las comunidades minoritarias. Además de esto, las políticas y estructuras económicas y
políticas explotadoras continúan presionando a los sistemas, identidades y comunidades
religiosas a servir para fortalecerse y legitimarse a sí mismos, y en el proceso no cesan
la violencia contra muchas comunidades vulnerables ni la violación de la justicia y los
derechos humanos.
156
En ciertos contextos, algunos grupos religiosos de derecha con ideologías militantes
parecen funcionar como una policía moral, aterrorizando a quienes no coinciden
con ellos, resistiéndose al cambio progresivo y suprimiendo las expresiones por los
derechos básicos y la libertad. Si bien estos son las dificultades, lo que resulta alentador
es que la mayoría de las comunidades religiosas son moderadas y tolerantes hacia la las
personas de otras religiones. Por ejemplo, en muchos lugares de la vasta y diversa Asia,
las personas han negociado desde siempre y siguen haciéndolo para crear asociaciones
y acordando lealtades en pro del bien común. Las relaciones se volvieron violentas
cuando las identidades religiosas, no las religiones como tales, fueron mal utilizadas
para crear odio y sospechas. Este señala la instrumentalidad de las identidades religiosas,
a menudo por razones negativas.
Si bien el diálogo interreligioso se ha limitado, hasta ahora, a una actividad entre
líderes y estudiosos de las religiones, también han habido iniciativas tanto en el ámbito
local como más general para abordar temas de paz y armonía comunitaria, protección
del medio ambiente, derechos humanos, etc. Aquí se da un nuevo tiempo oportuno para
que las comunidades religiosas resuelvan cómo utilizan sus identidades y tradiciones
religiosas de un modo bien concreto, como instrumentos del cambio progresivo y el
bien común.
Hoy, muchas comunidades religiosas de varios lugares del mundo están
comprometidas con el servicio humanitario y caritativo, muchas veces movidas por
un deseo genuino de ayudar a los más pobres. En un mundo que cada vez más se
deja llevar por la lógica despiadada de la supremacía del más apto, las comunidades
religiosas tienen la responsabilidad de asegurar que la comunidad humana no se deje
conducir por una sed desalmada por el poder, la riqueza y los recursos y la explotación
escandalosa de los más débiles y vulnerables. Esta paulatina presencia basada en
valores es lo que se necesita, las comunidades religiosas pueden hacer una contribución
significativa en pro de un mundo más justo y en paz.
Es en este contexto de pluralidad en aumento y de las posibilidades que abre, donde
es necesario percibir el papel del estado y el de las iglesias. La demografía y pertenencia
a las llamadas principales iglesias tradicionales están cambiando radicalmente al igual
que la influencia de la iglesia en la sociedad. Su espacio público disminuye gradualmente
y, en muchos lugares, no existe. También hay muchas iglesias que existen como
comunidades minoritarias fragmentadas, a veces en contextos hostiles, y que optan por
objetivos puramente religiosos, comunitarios. Los que están creciendo en número no
suelen ser quienes se inclinan hacia la cooperación y asociación interreligiosa, aun si
algunas de ellas tienen conciencia social.
157
Estas dificultades deben ser percibidas y abordadas como nuevas oportunidades
para el testimonio cristiano. Si este incluye trabajar por un mundo mejor o por un
mundo nuevo con justicia, paz y vida para todos, el discipulado cristiano debe inspirar
asociaciones que incluyan trabajar con socios no tradicionales por el bien de la misión
de Dios.
3.2.6 Cambiar los patrones de consumo, estilo de vida y el cuestionamiento del
desarrollo
Lentamente, el mundo va tomando conciencia de que el desarrollo no es el equivalente
de llevar hasta el mismo nivel a lo que se denomina regiones subdesarrolladas. En
la aldea global, asolada por la crisis, el “desarrollo” se va dando por doquier y de
manera creciente. Notablemente, existe un vínculo entre el consumo y los patrones
de producción de las regiones ricas y el desarrollo económico (o no) de las regiones
que consumen menos. Esto es así porque el desarrollo económico y el crecimiento
no pueden ser disociados del consumo de los recursos naturales. Estos últimos son
limitados y –por lo tanto– lo está el crecimiento y, finalmente, también el desarrollo
económico. Esto es así, si la comunidad internacional está en la búsqueda del desarrollo
sustentable. En este caso, el mundo cuenta con una cantidad finita tanto de crecimiento
como de desarrollo económico, medido en el PBI disponible y para distribución.
El desarrollo no se trata solamente de justicia climática, sino también de justicia
de recursos. En el período de preparación para las conferencias de Rio+20, Herman
Daly acuñó una frase reveladora: “Tenemos muchos problemas, pero una sola solución:
el crecimiento económico”. Si seguimos este pensamiento, se nos dice que los líderes
mundiales se enfrentan a los desafíos mundiales con recursos limitados y cada vez más
escasos. Más aún, esto refleja nada más que una percepción del desarrollo que es sinónimo
del incremento del consumo y la acumulación del capital, que excluye explícitamente
valores como la dignidad humana, la sustentabilidad económica, la honestidad o la
justicia social. En el Sur, al igual que en el Norte, más y más voces llaman a que se vuelva
a reflexionar de manera radical sobre el “paradigma de la economía de consumo”, que
afirma la plenitud de la vida, incorporada en las relaciones de la comunidad y como
base de un estilo de vida solidario, justo y de inclusión. Las religiones del mundo y el
movimiento ecuménico en particular están bien ubicados para fortalecer los cambios
y llevarlos del pensamiento a la acción, en políticas, negocios y sociedades civiles, y en
los niveles mundiales y locales.
158
3.2.7 Cambio climático y tendencia en materia de recursos
El paradigma actualmente en desarrollo está fundado en el crecimiento y en
el incremento del consumo. Este tipo de desarrollo tiene un impacto preocupante
sobre nuestro clima, en el acceso a los recursos naturales, entre ellos el agua, con
consecuencias potencialmente tremendas para las personas y sus medios de vida. El
paso hacia el futuro, donde las personas tendrán igualdad de derechos al desarrollo y
de acceso a los recursos, debe construirse sobre la sustentabilidad. En consecuencia,
el desarrollo sostenible debe ser estar en el centro de la labor de incidencia de ACT,
asegurando que el desarrollo que se promueve también brinde mejores posibilidades
para las generaciones futuras.
Para abordar la transformación de un paradigma hacia el otro, los cambios deben
realizarse en todos los niveles. Es crucial establecer un vínculo con el nivel local y
las comunidades que están afectadas directamente por los efectos negativos de las
emisiones, la polución y la mala administración de los recursos actuales. Sin embargo,
visto que muchos de estos desafíos solamente pueden ser atendidos en forma global,
también es necesario contar con una perspectiva internacional. La alianza ACT tiene
entonces un valor potencial agregado. Con bases en las comunidades locales, los grupos
y organizaciones religiosas y una red mundial de agencias hermanas y asociados, el
potencial de una incidencia eficaz es mayor.
Para lograr una incidencia efectiva, esta debe estar enfocada, y el foco debe estar
vinculado, y ser relevante, en los ámbitos local y nacional y en los procesos mundiales
pertinentes. Así, se pueden construir relaciones y alianzas con otras partes interesadas,
abriéndose para acciones concretas hacia cambio e incidencia. En la actualidad, la
Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) es
un proceso clave del cambio climático. Sin embargo, existen otros procesos como el del
G20 y el Foro de las Principales Economías (MEF, en inglés) que también pueden ser
pertinentes. Si ACT Alianza ha de marcar una diferencia, tanto el proceso de las Metas
de Desarrollo Sostenible como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) podrían
ser áreas importantes a seguir.
Lleva tiempo construir aptitudes, capacidades, contactos y redes, por lo que es
fundamental desarrollar estrategias de promoción a largo plazo, considerando tanto
los procesos mundiales como nacionales, tales como elecciones, conflictos, acuerdos
globales, etc.
El Grupo Asesor sobre Incidencia en el Cambio Climático de ACT (AGCCA, en
inglés) es un buen ejemplo de la labor actual de ACT en cuanto a incidencia, con una
159
estrategia clara, un decidido enfoque en la construcción de capacidades y movilización
de miembros de ACT en distintos niveles, como así también iniciativas concretas de
incidencia implementadas, coordinadas y facilitadas por el grupo mencionado.
3.3 Ayuda humanitaria y desarrollo
La necesidad de acciones de ayuda humanitaria se ha incrementado rápidamente
por causa del aumento drástico de las cifras de personas en estado de vulnerabilidad,
la frecuencia y gran escala de los desastres y la incapacidad de los estados frágiles
de volver al camino del desarrollo. Todas las tendencias actuales sugieren que más
personas, especialmente en los países en desarrollo, serán afectadas por emergencias
humanitarias en las próximas décadas. En los últimos diez años, entre el 2000 y el
2009, más de 2200 millones de personas en todo el mundo fueron afectadas por 4484
desastres naturales. Estos eventos causaron la muerte de cerca de 840 000 personas con
un costo de por lo menos US$ 891 000 millones en materia de daños económicos.69
Para el 2015, se predice que los desastres relacionados con el clima, como inundaciones,
hambrunas y sequías afectarán un promedio de más de 375 millones de personas cada
año.70 El patrón de emergencias también cambiará en las próximas décadas, debido
a una acelerada urbanización. Para el 2030, más del 61% de la población mundial
habitará en áreas urbanas, mayormente en las naciones de ingresos bajos y medianos.71
La concentración de la población en las áreas urbanas cambiará la naturaleza de muchas
catástrofes humanitarias.
En el 2011, un estimado de 4 300 000 personas se transformaron en nuevos
desplazados por conflictos o persecución. Más de 800 000 personas fueron desplazadas
como refugiados, cruzando fronteras internacionales, el número más alto en más de
una década. Otros 3 500 000 de personas fueron nuevos desplazados dentro de los
límites de sus propios países, un 20% más que en el 2010.72 Para finales del 2011, el total
de la población de la que es responsable el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados ascendió a 35 400 000 personas que incluye refugiados, apátridas y
desplazados dentro de su propio país.
Si bien todas las tendencias sugieren un gran incremento en la frecuencia y la
magnitud de los desastres, con un mayor número de poblaciones afectadas, también
existe un consenso abrumador entre los actores humanitarios respecto de que se
Spending where it should count - Global Humanitarian Service.
(Oxfam(2009), The right to survive
71
UNHABITAT
72
UNCR Global Trends 2011
69
70
160
reduce el espacio humanitario. Especialmente después del 11 de septiembre de 2001,
el sector humanitario es utilizado por los gobiernos ricos en recursos y políticamente
dominantes para imponer sus objetivos en materia política y de seguridad. Más aún, en
el Sur, los gobiernos reclaman más soberanía y utilizan esto para impedir de hecho el
acceso a la ayuda humanitaria a quienes la necesitan.
Aunque los desastres impactan mayormente en los países de bajos y medianos
ingresos, el sistema humanitario parece ser predominantemente una construcción de
aquellos países que reciben menos impacto y que podrían representar los intereses,
valores y comportamientos que pueden ser considerados no confiables, cuestionables o
ser rechazados por las poblaciones locales y/o sus gobiernos. El grueso de las ONG más
grandes vienen de América del Norte y Europa Occidental, y 16 de los donantes más
grandes (que proveen más del 90% de la ayuda humanitaria oficial) –con excepción
de Japón– están en Occidente.73 Estas agencias a menudo disponen de un volumen
de poder considerable en estados débiles y podrían socavar su soberanía. Una cuota
desproporcionada de los fondos humanitarios internacionales y otros recursos
están concentrados en manos de un grupo central de agencias de la ONU y ONG
internacionales. A su vez, esto da pie a un discurso humanitario internacional, define
y legitima el papel clave de las agencias y, al fin y al cabo, determina los términos
de referencia y “reglas del juego” que definen al sistema. Estas agencias refuerzan la
estructura internacional como Comité Permanente entre Organismos (IASC, en inglés),
los clusters de la ONU y los equipos humanitarios por país. Mientras que ayudan
a mejorar la labor y el profesionalismo, estos desarrollos institucionales también se
arriesgan a marginar, excluir o dejar en las sombras los otros numerosos actores y redes
que participan en la acción humanitaria, pero que no están reconocidos explícitamente
como actores establecidos, legítimos o igualitarios por el sistema humanitario
internacional. Estos incluyen gobiernos nacionales y locales y organizaciones de la
sociedad civil, pequeñas ONG nacionales con base en Occidente, redes y organizaciones
de diáspora y religiosas, contratistas internacionales con fines de lucro, actores del sector
privado local y actores para el mantenimiento de la paz y otros militares internacionales.
73
Humanitarian space: trends and issues - HPG
161
Un resumen de tendencias del contexto en el que trabajamos:
Cifras
Legislación, derechos, espacios,
politización
Actores
–– posibles cambios importantes en las cifras de patrones
de desplazados.
–– un incremento en los
números crea nuevas dificultades para operaciones de emergencia, por ejemplo debido al
cambio climático y la lucha por
los recursos naturales.
–– aumento en la necesidad de
ayudar a los sobrevivientes en
escenarios urbanos.
–– más situaciones de necesidad crónicas/repetitivas en
estados frágiles/emergencias
complejas.
–– disminución en el cumplimiento
del derecho humanitario, inclusive de
los principios humanitarios.
–– incremento en la restricción del
espacio humanitario de parte de los
gobiernos afectados/receptores y
menor disposición de los gobiernos
afectados/receptores para admitir que
ocurre la crisis/permitir el acceso a las
víctimas.
–– mantener los principios humanitarios
–– mayor papel de los militares, la seguridad privada y la protección civil.
–– empeoramiento de las condiciones
de seguridad.
–– más actores de derechos humanos.
–– criminalización de la ayuda (por
ejemplo en guerras o situaciones de
terror).
–– incremento en el número de donantes nuevos con
sus agendas políticas propias.
–– incremento en las demandas de asociaciones
públicas-privadas.
–– incremento en la participación de las empresas
privadas/compañías con
fines de lucro.
–– actores no estatales mejor armados.
–– compromiso directo del
público a través de la cobertura de los medios.
–– mayor complejidad en
la coordinación entre los
actores.
Finanzas
Demandas de calidad
Varios
–– aumento en los recortes
presupuestarios.
–– crisis financiera mundial.
–– mayor fatiga de los donantes.
–– cuestionamiento del valor
agregado de las ONG.
–– la movilización de fondos
para conflictos se hace cada
vez más difícil.
–– incremento
en
la
carga
administrativa.
–– debate sobre la eficacia de la ayuda.
–– los donantes demandan un aumento
en el nivel de responsabilidad y
transparencia.
–– mayor demanda de innovación.
–– mayor reconocimiento
de
costo
beneficio
potencial de salvar vidas
de la Reducción del Riesgo
de Desastres (DRR, en
inglés).
–– mayor foco en los
estados frágiles entre los
donantes y la ONU.
–– se revisa el foco en
Vinculación entre ayuda de
emergencia, rehabilitación
y desarrollo (LRRD, en
inglés)/transición.
162
4. Tendencias regionales: contextos y cuestiones regionales
4.1 África
A diferencia de Europa Occidental, donde la agenda de desarrollo es de naturaleza
relativamente consistente, el desarrollo en África es único y diferente. Mientras que
Asia comenzó al mismo ritmo que la mayoría de los países africanos, que alcanzaron
la independencia política entre 1960 y 1970, la diferencia es que Asia, tal como lo
observó Johnson (1982) en Meyns y Musamba (2010) tomó “métodos de conformación
del mercado de intervención estatal, esto es estado de desarrollo capitalista (capitalist
development state)”. Así, sugiere una mezcla de dirección del estado y libre empresa
mientras que África ha buscado mayormente un control firme y socialista del estado
sobre las empresas donde el desarrollo se presume está influenciado por paraestatales
protegidos que son cuasi gobierno, como en el caso de Zimbabue. El resultado: las
fuerzas de mercado mundial controlado principalmente por capitalistas han marginado
a aquellos países cuyas economías fracasan y que se perpetúan en pobreza masiva y los
fuerzan a implementar a regañadientes programas de ajuste estructural no sostenibles.
Botsuana es uno de los pocos países africanos que son una excepción. Al debatir una
cuestión tan amplia como los paradigmas del desarrollo, el foco estará en algunos temas
de contexto que se relacionan con gobernanza, economía, cambio climático, VIH/
SIDA, exclusión social y de género, cultura para el desarrollo económico, integración.
Varios países, en particular Sudáfrica, Mozambique, Ghana, Botsuana, Zambia,
Malawi, Tanzania, Etiopía, han dado grandes pasos en el área de la gobernabilidad al
adoptar el estado de derecho, mercados de empresas de libres, reformar las instituciones
y permitir el pluralismo político. Esto ha dado confianza a la inversión directa extranjera,
que sigue siendo crítica para África, ya que llega junto con una inyección de efectivo
a la economía que además brinda al país receptor nueva tecnología e intervenciones
que ejercerán influencia en cuando al crecimiento competitivo y el empleo. En estos
países, la manufactura ha estado muy influenciada por la gobernabilidad, lo que en este
proceso ha promulgado una legislación más amigable. Para mitigar las sequías, África ha
incorporado semillas que toleran la falta de agua y está implementando ahora prácticas
de agricultura de conservación. Algunos países también han intentado incrementar
la producción agrícola comprometiendo a los campesinos mediante contratos de
agricultura, allí donde los campesinos trabajan para un mercado definido. Asimismo,
África se ha involucrado con compañías chinas de construcción en enormes represas
y programas de desarrollo de irrigación. Lo mismo puede ser observado respecto de
caminos, aeropuertos y otras obras de infraestructura.
163
África también ha invertido fuertemente en desarrollo de recursos humanos, pero
desafortunadamente la mayoría de las capacidades obtenidas son más aplicables en
Europa que en el mismo continente africano, por causa de las mejores prospectivas
económicas, estilos de vida más atractivos y el respeto de los derechos humanos en el
viejo continente.
Sudáfrica ha emprendido el camino hacia la integración, en la que la sociedad
civil ha participado activamente en temas de promoción, un desarrollo que podría
marginarla de otras posibles capacidades de producción como en Brasil, Rusia, India y
China (BRIC). La dificultad estriba en las huelgas masivas que afectan la economía y la
producción de infraestructura clave. Para África, la promoción sigue siendo necesaria
para mejorar la protección de los derechos.
La formulación de estrategias de reducción de la pobreza relativas a la
transversalización de género, especialmente en Zimbabue, ha acallado la idea del
consejo de mujeres, en el que podrían participar todas las mujeres en un esquema
social que sería respaldado por la legislación. Los planes implican que las empresas
ofrecerán una cuota del 30% a las mujeres, un 50% en la representación parlamentaria
y un 50% en los puestos ejecutivos.
África sigue promoviendo el turismo cultural como agenda de desarrollo. El
pensamiento actual es que todos los recursos, minerales y madereros deben ser
procesados para sumarles valor agregado antes de ser vendidos con el objeto de crear
empleos y estimular el crecimiento.
África aceptó que el VIH/SIDA constituye una agenda de desarrollo, y la mayoría
de los países participan en su mitigación a través de medidas de financiamiento, por
ejemplo, mediante el llamado “impuesto del SIDA” que pagan los trabajadores con
empleo formal.
4.2 Asia
Asia y el Pacífico albergan más de la mitad de la población mundial. En un tiempo
de incertidumbre financiera generalizada y desaceleración económica, el mundo se
vuelve hacia la región como una fuente de crecimiento económico mundial. Entre 1990
y 2009, la región redujo la proporción de extrema pobreza, de personas que vivían con
menos de US$ 1,25 por día, del 50 al 22%. Al mismo tiempo, la clase media (definida
como con un ingreso de US$ 2 - US$ 20 por día por persona), creció del 21 al 56% de
la población de la región y la cuota de emisión de gases de efecto invernadero de países
en desarrollo en Asia/Pacífico aumentó del 23% en 1990 a alrededor de 32% en el 2005,
164
apenas 4 puntos por debajo de los países de la OCDE. Se espera que esta cuota crezca
rápidamente por causa del alto crecimiento económico, la continuada urbanización, los
cambios en el estilo de vida y el consecuente aumento en la demanda de energía para
el futuro.74 Sin embargo, alrededor de 900 millones de personas viven en la pobreza y
más del 70% de la población carece de servicios sanitarios básicos, alrededor del 70%
de los niños tienen bajo peso y el 67% de las personas sumidas en extrema pobreza
viven en Asia y el Pacífico. Esta situación de híper e infra consumo está compuesta por
la exposición geográfica y los medios de vida sensibles al clima.
La mayoría de las grandes áreas urbanas de la región están localizadas en cuencas de
ríos proclives a sufrir inundaciones, cerca de la línea de la costa o en áreas vulnerables
por la actividad sísmica. La urbanización continuada pone en riesgo a cada vez más
personas, a la vez que aumenta las pérdidas económicas potenciales. Especialmente
quienes viven en la pobreza afrontarán los varios y complejos impactos del cambio
climático, como cambios en las precipitaciones, fenómenos meteorológicos extremos,
sequías, inundaciones y aumentos en el nivel del mar. La Reducción de Emisiones de
Deforestación y Degradación (REDD+, en inglés), con un flujo financiero potencial
anual de US$ 30 000 millones, podría generar una financiación considerable para los
países en desarrollo en Asia y el Pacífico. Algunas iniciativas corresponden al sector
privado, otras tienen fondos públicos que involucran tanto a donantes bilaterales
como multilaterales. El gobierno de Noruega firmó un acuerdo con Indonesia para
la reducción de emisiones de deforestación y degradación y comprometió US$ 1000
millones en base al desempeño del país.75 Existe el riesgo de que los beneficios sean
acaparados por las elites y que las comunidades que dependen de la forestación no sean
escuchadas en los procesos de toma de decisiones, y podrían perder el acceso a la tierra
y a los recursos. Podrían cuestionarse los derechos de los beneficiarios allí donde la
tenencia de la tierra no es clara, o es informal o está cuestionada.
En la región existen todavía varios conflictos por la tierra, el agua y los bosques.
A la vez, se deteriora la situación de seguridad, que está marcada por la inestabilidad
política, un aumento en el fundamentalismo, la violencia entre comunidades, la guerra
civil y una mayor polarización desde el 9/11. Los trabajadores humanitarios ya no
son percibidos como neutrales, sino como agentes (del gobierno o del extranjero).
Todo esto contribuye a la reducción del espacio de la sociedad civil. Hoy en día, los
conflictos tienden a extenderse más rápidamente gracias al despliegue de las redes
74
One Planet to Share: Sustaining Human Progress in a Changing Climate, Asia-Pacific Human Development Report
2012, Bangkok: UNDP, 2012, p.xiii
75
Idem, p. 107
165
sociales que va de la mano con la proliferación de las comunicaciones móviles (India
tiene más teléfonos móviles que retretes). La desigualdad está en aumento, tanto entre
los países de la región como dentro de ellos, y las mayores disparidades, en la medida
que el incremento de los ingresos de la nueva clase media crear una brecha más amplia
entre esta y los pobres crónicos que habitan las barriadas urbanas y las áreas rurales
remotas. El aumento en la desigualdad no quiere decir que los ricos son cada vez más
ricos y que las personas sumidas en la pobreza se vuelven más pobres, sino que los
ricos se enriquecen más rápido y que los pobres quedan afuera en la mayoría de estas
oportunidades de prosperidad en aumento. El estatus de país de ingreso medio (PIM)
significa la reducción de la ayuda, mientras que la mayoría de las personas que viven
en la pobreza habitan en ellos: el 60% de la población mundial sobrevive con menos
de US$ 1,25 por día viven en los cinco países de medianos ingresos más populosos,
cuatro de los cuales está ubicados en la región de Asia/Pacífica: China, India, Indonesia
y Pakistán. También quiere decir marginar a las personas que viven en la pobreza, como
quienes habitan las montañas, las comunidades de los deltas, los isleños, los pueblos
indígenas y tribales y los pobres que habitan las áreas urbanas. La reducción de la
ayuda se traduce en que las OSC, que recibían parte de la ayuda quedan debilitadas.
El desarrollo en Asia/Pacífico tienen una dimensión transfronteriza: los desafíos del
desarrollo ya no están confinados a los espacios geográficos. En lugar de esto ha habido
un aumento en la migración irregular, los refugiados y los desplazados internos, y
cuestiones de tráfico y trata de personas y otros delitos transnacionales.
4.3 América Latina y el Caribe
La región de América Latina y el Caribe es la más desigual; las diferencias son muy
altas y persistentes y constituyen uno de los principales desafíos de la región. Aquí se
hallan diez de los 15 países que muestran las brechas más grandes entre los ricos y los
pobres. La desigualdad entre grupos, respecto de género, etnia y diferencias raciales
también impactan en la pobreza y el desarrollo humano. En la región habitan más de 50
millones de indígenas y 120 millones de afro descendientes, que representan alrededor
del 33% del total de la población. Los niveles de pobreza de estos grupos son mucho más
altos que los de la población de ascendencia europea.76 Estos se expresan por sí mismos,
especialmente en la gran porción de estos grupos que no tienen acceso al saneamiento
y agua potable, servicios de salud, vivienda y educación decentes. Recientemente, se
han visto avances en el área social, especialmente mediante programas específicos del
gobierno y el gasto social, combinados con el crecimiento económico, que trajeron
76
Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010 Actuar sobre el futuro: romper
la transmisión intergeneracional de la desigualdad. San José. UNDP, 2010, p.25.
166
aparejados reducción de la pobreza y una pequeña disminución de la desigualdad. Sin
embargo, no está claro si la tendencia decreciente en la desigualdad podrá sostenerse
en el tiempo.
La desigualdad es también la raíz de las violaciones de los derechos humanos (los
derechos económicos, sociales y culturales al igual que los derechos civiles y políticos y
los derechos ambientales). El incremento de la violencia y el delito en América Latina y
el Caribe erosiona los cimientos de los procesos democráticos en la región a la vez que
impone altos costos sociales y económicos. La región alberga al 8,5% de la población
mundial, pero concentra el 27% de los homicidios que ocurren en el mundo,77 y
presenta el fenómeno de la militarización y los conflictos resultantes, la influencia del
tráfico de drogas y de las estructuras que lo encubren, la crisis política debido a golpes
o intentos de golpes de estado que afectan la democracia, el aumento de la violencia
contra los jóvenes y los pueblos indígenas (especialmente en la lucha en defensa de sus
tierras), amenazas a los defensores de los derechos humanos y la criminalización de
los movimientos sociales y las ONG, que determinan una reducción del espacio de los
actores de la sociedad civil.78
Otro rasgo crítico es la injusticia social y ambiental y sus consiguientes conflictos,
basados en un modelo económico que combina la concentración de poder económico
y político con la extracción indiscriminada de los recursos naturales. Este modelo de
desarrollo, basado en un alto nivel de consumo de energía, está causando la destrucción
forestal, el agotamiento de los suelos, la contaminación del agua, de las costas y la
explotación de los recursos naturales a un ritmo insostenible. En este contexto, también
estamos alerta ante al cambio climático y sus efectos devastadores, especialmente en
áreas vulnerables, que afectan de manera desigual a los más vulnerables.79
Los factores positivos en la región son la cooperación Sur-Sur, las oportunidades de
promoción hacia los gobiernos y las agencias multilaterales, las experiencias exitosas
basadas en el desarrollo transformacional, el trabajo conjunto para el desarrollo en
la gestión del riesgo del desastre de forma sustentable, la adopción de parte de las
organizaciones de la región de un enfoque basado en el derecho y la posibilidad de
ampliar la acción de las iglesias.80
77
Caribbean Human Development Report 2012: Human Development and the Shift to Better Citizen Security. New
York. UNDP, 2012, p.v
78
Final Document of the Regional Consultation for Latin America and the Caribbean. Montelimar: ACT, 2012.
79
Idem.
80
Idem.
167
En este contexto, es importante extender el debate del paradigma del desarrollo,
basado en el conocimiento, las experiencias y las prácticas de América Latina y el
Caribe. El concepto de economía solidaria y social se refiere a formas de producción
e intercambio que apuntan a satisfacer las necesidades del individuo, crear resiliencia
y expandir las capacidades humanas a través de las relaciones sociales en base a la
cooperación y la solidaridad, promover la protección social y ambiental y la diversidad
cultural. El concepto de “Buen Vivir”, llega desde el conocimiento ancestral de los pueblos
indígenas y promueve una vida plena y sustentable para los seres sociales y naturales,
restaurar la armonía y el respeto mutuo e incorporar un abordaje intercultural.81
5. Implicancias y recomendaciones para ACT
5.1 ¿Dónde se ubica ACT en este debate?
La forma en que los gobiernos y la comunidad internacional debate y promueve la
ayuda internacional y el desarrollo cambia constantemente. En su calidad de alianza
mundial, ACT debe asegurar que vira hacia la dirección correcta. En las dos últimas
décadas, se alcanzaron enormes desarrollos económicos en muchas partes del mundo.
El crecimiento alcanzado por muchos países pobres significa que ahora pueden costear
mejores servicios públicos para sus ciudadanos. También han tenido éxito en disminuir
a la mitad la mortalidad infantil de menores de 5 años, y la expectativa de vida ha
aumentado mucho. Al mismo tiempo, sabemos que el desarrollo es irregular. Desde
1981, el número de personas que vive en la pobreza en el África sub-sahariana no ha
cambiado.
La globalización desenfrenada y el crecimiento económico impulsado por el
lucro están defraudando a los pobres del mundo y al planeta. Las desigualdades han
aumentado en todos los ámbitos, entre las regiones y dentro de ellas, los países y las
comunidades, entre hombres y mujeres, y han disparado múltiples crisis de alimentos
y combustibles, financiera y climática que todavía están sin resolver. Son 1200 millones
de personas –un 70% de ellas mujeres y niñas– los que todavía viven en la extrema
pobreza. La brecha de desigualdad entre los más ricos y los más pobres del mundo
sigue creciendo, el 30% de la salud del mundo y de sus recursos están en manos del
0,5% de su población.82 Es una de las causas fundamentales de la pobreza extrema: para
erradicarla se debe abordar la desigualdad.
81
82
Idem.
Draft CPDE Paper, September 2012.
168
La transformación de un paradigma de desarrollo en otro se da en todos los
ámbitos. En el ámbito local, en las comunidades que están afectadas directamente
por los efectos negativos del paradigma de desarrollo actual, basado en el crecimiento
económico, la globalización y el cambio climático. En el ámbito internacional, mediante
la coordinación de acciones de incidencia para un cambio efectivo de las políticas.
Vincular el ámbito local con la perspectiva nacional, regional e internacional, ofrece
a la alianza ACT un potencial valor agregado. Basados en las comunidades locales, los
grupos y organizaciones religiosas y una red mundial de agencias hermanas y asociados,
el potencial de una incidencia eficaz es enorme.
La fortaleza de ACT Alianza está en su presencia en el nivel de las bases y de varias
políticas. Existen unas pocas organizaciones y redes que cuentan con esa ventaja. La
labor de ACT Alianza tiene una perspectiva basada en los valores, en la que las personas
están en el centro. Los valores fundamentales están presentes hoy en el documento
fundacional de ACT, y en el plan estratégico pero también en el documento que describe
la comprensión que tiene ACT del desarrollo transformacional.
Las consultas regionales de ACT, realizadas en el 2012, en América Latina y el Caribe
y en Asia y el Pacífico señalaron los impactos en las personas que viven en la pobreza
causadas por los cambiantes desarrollos en los contextos regionales y mundiales. El
contexto del cambio de desarrollo afecta de forma desigual a los más vulnerables. Asia
y el Pacífico albergan a más de la mitad de la población mundial, donde más de 900
millones de personas viven en la pobreza y más del 70% de la población no cuenta
con el acceso a los servicios sanitarios básicos y casi el 70% de los niños de bajo peso.
Quienes viven en la pobreza enfrentan varios y complejos impactos producto del
cambio climático. Ha habido un incremento en la migración irregular, los refugiados
y los desplazados internos, como así también en el tráfico y trata de personas y los
delitos transnacionales. El desarrollo tiene dimensiones transfronterizas, en la región
de América Latina y el Caribe existe la mayor desigualdad, situación que obstaculiza
el desarrollo y a la vez es consecuencia y origen de las violaciones de los derechos
humanos. El aumento de la violencia erosiona las bases de los procesos democráticos.
En la región pueden observase fenómenos de militarización, la influencia del tráfico
de drogas, el incremento de la violencia contra los jóvenes y los pueblos indígenas y la
criminalización de los movimientos sociales y OSC, lo que resulta en una reducción
del espacio para los actores de la sociedad civil. En ambas regiones, la mayoría de las
personas que viven en la pobreza habitan hoy en países de medianos ingresos (PMI),
lo que implica que la desigualdad será cada vez más relevante para aquellos que buscan
terminar con la pobreza. Las consultas regionales planeadas para el 2013 en Europa y el
169
2014 en África y América del Norte ciertamente señalarán otros aspectos y algunos de
los ya mencionados en estas regiones.
La enorme concentración de riqueza y poder del mundo está íntimamente
conectada con la lucha contra la pobreza. Desde esta perspectiva, los gobiernos,
empresas, organizaciones, iglesias y consumidores de los lugares más favorecidos del
planeta tienen el poder y los recursos, y por tanto la obligación y la oportunidad de
luchar contra la pobreza y promover los derechos humanos básicos para todos.
Una de las claves para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza es la
gestión de nuestros recursos naturales compartidos.
El documento final de la consulta en América Latina hace énfasis en la importancia
de generalizar el debate sobre el paradigma del desarrollo, fundado en el conocimiento,
experiencias y prácticas de las comunidades locales y los pueblos indígenas, a través de
la afirmación de la plenitud de la vida, integrada en las relaciones de la comunidad y
basada en un estilo de vida solidario, justo y de inclusión. Las religiones del mundo y el
movimiento ecuménico, especialmente, están bien ubicados para consolidar cambios
en el pensamiento y la acción, en las políticas, los negocios y las sociedades civiles y en
los ámbitos local y global.
Para que ACT Alianza haga la diferencia, esperamos que ACT participe activamente
en las nuevas redes de solidaridad e incidencia y que se convierta en un actor activo en
el proceso de cambio del paradigma del desarrollo.
5.2 La identificación de plataformas estratégicas y redes para influenciar los
procesos de desarrollo
El orden hegemónico está cambiando hacia un orden multipolar; el poder adquiere
dimensiones transnacionales, regionales y hasta mundiales. A la vez, emergen nuevas
redes de solidaridad e incidencia que cruzan las fronteras nacionales, e intentan hacer
que los gobiernos y las agencias internacionales se responsabilicen, liderando hacia una
sociedad civil transnacional. ACT está participando en varios de estos procesos.
A continuación, identificamos varias de las plataformas estratégicas y redes para
ejercer influencia en los procesos de desarrollo, en los que recomendamos que ACT
fortalezca y consolide su papel para asegurar que los cambios se realicen en la dirección
correcta.
170
Recomendamos que ACT se enfoque en las coaliciones de la sociedad civil, pero
también que participe en los procesos oficiales de las estructuras intergubernamentales,
como las de la Organización de las Naciones Unidas.
Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED)
Tras el Foro de Alto Nivel de Busan sobre la eficacia de la ayuda (HLF4, en inglés)
se conformará una nueva Alianza Mundial para una cooperación al desarrollo eficaz
(GPEDC, en inglés), con el respaldo del OCDE y del PNUD. Las organizaciones de la
sociedad civil fusionaron dos procesos sobre eficacia el desarrollo, la plataforma del Foro
Abierto y la plataforma de BetterAid, en la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo
(AOED). Se trata de una plataforma abierta que une a las OSC de todo el mundo para
seguir una agenda para el desarrollo transformacional, informada por un abordaje de la
eficacia del desarrollo basado en el derecho, que prioriza los derechos de la mujer, el trabajo
decente, las sostenibilidad y el mejoramiento de los medios de vida de quienes viven en
la pobreza. También se propone proteger y profundizar aquellas políticas obtenidas en
París, Accra y Busan y continuar avanzando en la eficacia del desarrollo en políticas y en
la práctica, especialmente en lo que respecta a la responsabilidad de los gobiernos, pero
también para mejorar la eficacia y generación de un entorno propicio para las sociedades
de la sociedad civil como actores independientes.83 ACT participa activamente en AOED,
representada por AGDPP y AGA (ACT Advisory group on advocacy), para incidir en el
paradigma del desarrollo, el concepto de eficacia de desarrollo al igual que el GPEDC. El
desafío es lograr que este proceso llegue a las organizaciones de base y las comunidades
en todas las regiones en los que ACT está activa.
Procesos ODM post 2015 y Marco de Acción de Hyogo post 2015
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) expiran en el 2015 y brindaron
un marco para la ayuda internacional durante la última década. La agenda post
2015 reflejará nuevos desafíos de desarrollo y estarán vinculados con los resultados
de “Rio+20”, la Conferencia de la ONU sobre desarrollo sostenible, para incluir un
elemento de objetivos ambientales. ACT participa en la coalición de la sociedad civil,
Beyond 2015, y también incide y participa en el proceso oficial de la ONU referida a la
Agenda de Desarrollo Mundial Post 2015. Son varias las contribuciones de ACT que
fueron enviadas a las Consultas Temáticas Globales, por ejemplo el documento: “We
all want a future: Addressing Inequality in the Post-2015 Global Development Agenda”.
AGA alienta a la participación en las consultas temáticas y regionales.
83
Idem.
171
Visto que el actual Marco de Acción de Hyogo, que se enfoca en la Reducción
del Riesgo de Desastres expira en el 2015, el grupo asesor de ACT sobre políticas y
prácticas humanitarias se está vinculando con los procesos que facilita la Estrategia
Internacional de Reducción de Desastres (EIRD) de la ONU para aportar a un nuevo
marco que pueda reemplazar al actual.
Procesos sobre el cambio climático
A CT es parte de la coalición de la sociedad civil sobre el cambio climático, la Red
de Acción sobre el Clima (CAN, en inglés), y también participa e incide con relación a
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC, en
inglés), que constituye un proceso clave respecto al cambio climático. La actual acción
de incidencia de ACT sobre este tema está coordinada por el Grupo Asesor sobre el
cambio climático de ACT (AGCCA, en inglés).
Cooperación Sur-Sur y cooperación regional
La cooperación Sur-Sur (CSS) creció de modo significativo en la última década,
especialmente desde los países emergentes y de los denominados BRICS (Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica) en su región y hacia naciones más pobres. Se crearon nuevos
mecanismos de diálogo, como el Foro de diálogo IBSA (India-Brasil-Sudáfrica).
También se formaron bloques Sur-Sur, tales como la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR-Quito), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, en inglésYakarta) y la Unión Africana (Adís Abeba). Estos bloques regionales, al igual que los
nuevos mecanismos de diálogo de la CSS constituyen plataformas de importancia para
incidir en los procesos de desarrollo y el cambio del paradigma de desarrollo. Una
participación mundial y regional debe ser articulada de modo de atender los procesos
oficiales de las estructuras intergubernamentales, pero también promover la CSS
entre las OSC, lo que brinda la oportunidad de tener procesos de aprendizaje mutuos
respecto de experiencias exitosas sobre desarrollo. Los foros nacionales y regionales de
ACT deben ser los principales actores a la hora de delinear las plataformas regionales y
de articular la participación en esos procesos. Por tanto, es necesario el fortalecimiento
de los foros nacionales y regionales de ACT.
Desafíos y oportunidades en el ámbito interreligioso
Reconociendo que el CMI cuenta con una larga historia de diálogo interreligioso,
el cambio del paradigma de desarrollo presenta nuevas oportunidades de trabajo
concreto, entre ellas a través de incidencia entre todas las expresiones religiosas. ACT
172
reconoce la importancia de los desafíos y oportunidades entre religiones, relacionadas
con la labor de desarrollo y humanitaria. Por ejemplo, a la hora de liderar el debate en el
ACNUR sobre el papel de la religión en la protección de refugiados, solicitantes de asilo,
desplazados y otras personas desarraigadas, la comunidad de prácticas de protección
de ACT y otros miembros de la alianza han sido decisivas.
Sector privado y comercio
Es crucial que ACT sea parte de los procesos del Consejo de Derechos Humanos de
la ONU, particularmente en la tarea que desarrolla en materia de empresas y derechos
humanos. Los debates en la OMC y especialmente la preferencia por los Tratados
Bilaterales de Inversión (BIT, en inglés) y la creación de zonas de libre comercio son
fundamentales para ACT al igual que es crucial para ACT la labor de la Conferencia
de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en la promoción de la justicia
económica en los países menos desarrollados. El hecho de que todas estas instituciones
mencionadas tienen sede en Ginebra, al igual que la Secretaría de ACT podría facilitar
la interacción con ellas.
Reducción del espacio/Entorno propicio
Es fundamental la tarea que desarrolla ACT en materia de incidencia junto a las
Naciones Unidas a través de la oficina en Nueva York, inclusive con el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, su participación en los procesos post Busan sobre la
eficacia del desarrollo y otros organismos nacionales y regionales. Los miembros de ACT
y sus organizaciones asociadas están experimentando como se reduce el espacio político
en muchos países a través de la represión del estado y los cambios en la legislación. Esto
ocurre pese al papel más importante que las ONG obtienen del proceso de Busan y
quedó documentado con varios ejemplos en la publicación de ACT sobre la Reducción
del espacio político. ACT debe realizar un seguimiento de esta tarea y desarrollar
herramientas para brindar a sus miembros y organizaciones asociadas el acceso a
protección en el caso de una situación de riesgo. Asimismo, ACT debe continuar con sus
esfuerzos de cabildeo junto a otros actores como CIDSE, para sensibilizar a los gobiernos
y mecanismos de la ONU sobre la reducción del espacio político y documentar ejemplos
de mecanismos para crear un entorno propicio para la sociedad civil.
Organismos nacionales y regionales
Mediante los foros nacionales y regionales, los miembros de ACT pueden participar
junto a instituciones regionales que se ocupan de los temas tratados en este documentos,
173
al igual que sobre temáticas de contextos específicos, especialmente en cuanto a
cuestiones regionales específicas.
5.3 Cuestiones clave para seguir debatiendo
Las plataformas y redes mencionadas del proceso de desarrollo, eficacia del
desarrollo, objetivos de desarrollo post 2015, cambio climático, cooperación Sur-Sur
y desafíos y oportunidades interreligiosas también son algunas de las cuestiones clave
para seguir debatiendo respecto al cambio del paradigma de desarrollo. Gran parte de
este trabajo ya se ha realizado, entre otros por el Consejo Mundial de Iglesias al analizar
y abordar estos temas que siguen representando desafíos para todo el movimiento
ecuménico, inclusive ACT Alianza.
A continuación, destacamos algunas preguntas para continuar el debate.
• ¿Cómo puede ACT Alianza convertirse en un actor de cambio verdadero para las
comunidades y personas oprimidas y quienes viven en la pobreza en el contexto
del cambio del paradigma del desarrollo? La confianza actual en el paradigma de
mercado ¿es la mejor opción? ¿Es el dinero el único valor para alcanzar riqueza
y prosperidad?
• ¿Existe una respuesta más allá del paradigma de crecimiento? Este paradigma
es cuestionado hoy debido a los límites que tiene el planeta. Es necesario
reflexionar sobre los procesos para desvincular el crecimiento de la utilización
de los recursos naturales.
Tal como ya se mencionó, la mayoría de las personas que viven en la pobreza,
alrededor del 60% de la población que sobrevive con menos de US$ 1,25 por día, habita
los países de medianos ingresos (PMI). Quienes viven en las economías emergentes
enfrentan enormes desigualdades. El estatus de PMI implica que se reduce la ayuda.
Las grandes disparidades de los estándares de vida de los habitantes de las economías
emergentes son un tema que se debe seguir debatiendo.
También es necesario continuar reflexionando sobre los principios fundamentales/
el piso/ lo no negociable con relación al desarrollo ideal. Por ejemplo, para ACT es
inaceptable que pueblos vivan por debajo de la línea de la pobreza/ o que mueran de
hambre cuando hay suficiente para alimentar a todo el mundo, o recursos suficientes
para garantizar la disponibilidad de alimentos para todos los seres humanos. El piso/
lo no negociable traza la línea por debajo de la cual no se puede caer, pero sobre la cual
podemos construir...
174
Otro tema clave es ampliar el debate sobre el paradigma de desarrollo, y reflexionar
sobre lo bueno de la vida: por ejemplo, la filosofía “Ubuntu” y el “Buen Vivir”.
Las consultas regionales planeadas para el 2013 en Europa y África y América del
Norte en el 2014 siguen siendo foros importantes para contribuir al debate sobre el
cambio del paradigma de desarrollo desde una perspectiva regional.
El objetivo principal de este documento es contribuir al debate y las conversaciones
dentro de ACT Alianza sobre el cambio del paradigma de desarrollo, con el propósito
de lograr un informe mayor en el 2013, con contribuciones y visiones llegadas desde las
consultas regionales y apoyado en las experiencias de ACT en “el cambio de paradigma
de desarrollo” en las comunidades donde trabaja la alianza. Una posibilidad para
ACT es acompañar con un documental/cortometraje sobre los proyectos de ACT
que promueven el paradigma de desarrollo que querríamos ver, que pueda utilizarse
para destacar y avanzar nuestra comprensión del desarrollo dentro de un contexto
cambiante. Sería una buena manera audiovisual de describir “el cambio del paradigma
del desarrollo” y cómo impacta en las comunidades en las que participamos.
El cambio del paradigma del desarrollo trae amenazas y oportunidades: el mundo
multipolar brinda oportunidades a los movimientos sociales, grupos de la sociedad
civil, sindicatos, movimientos por el comercio justo y organizaciones religiosas para
crear y fortaleces las alianzas regionales y mundiales, para la incidencia conjunta y para
exigir e implementar procesos de cambio. En este contexto es importante ampliar la
discusión del paradigma del desarrollo, basada en el conocimiento, las experiencias y
prácticas de las organizaciones. Uno de los rasgos del paradigma que está surgiendo
parece ser/ debería ser que nos corramos del “modo ayuda” hacia una cooperación
internacional genuina. Dado que ACT tiene sedes en todos los rincones del mundo,
estamos bien ubicados para mostrar cómo plasmar este cambio hacia la cooperación
entre iguales (más que de donantes a receptores).
Ana María Buela, Traductora oficial
175
176
CUARTA PARTE
EXPERIENCIA Y BÚSQUEDA
177
178
DE ALTERNATIVAS
Alternativas al paradigma
del desarrollo desde América Latina y el
Caribe y papel de las iglesias
y el movimiento ecuménico:
Una aproximación desde
dos experiencias locales
Por: Andrés Alba, coordinador Programa de Derechos Humanos de la IELCO
Introducción
Esta breve reflexión contiene tres momentos. Inicialmente voy a referirme a dos
experiencias de acercamiento y acompañamiento que han tenido lugar en mi labor de
coordinación del Programa de Derechos Humanos de la Iglesia Evangélica Luterana de
Colombia (IELCO). La primera hace referencia al fenómeno de la minería o extracción
del carbón en Socotá. La segunda tiene que ver con el problema por el agua en Yopal.
Estas experiencias son gracias a que como IELCO tenemos presencia en estos territorios.
Continuaré, en un segundo momento, explicitando algunos sentidos bíblico-teológicos
como mediación necesaria para animar las resistencias de los grupos humanos que se
enfrentan a la lógica del mercado total en dichos territorios. Finalmente, plantearé,
esquemáticamente, un intento de poner en diálogo tres sectores: el mercado, el estado
y la sociedad civil.
179
El Desarrollo en Socotá y Yopal: Extracción de carbón y petróleo
Socotá: es un municipio ubicado en el Nordeste de Boyacá, región fundamentalmente
campesina. El Municipio de Socotá aloja cerca del 64.44% de las 45.000 hectáreas de
extensión del parque natural nacional del páramo de Pisba, y el 48.32% de la extensión
del Municipio hacen parte de esta zona de reserva, en donde se localiza una invaluable
riqueza ecológica nacional y nacen, entre otros, los ríos Arzobispo, Payero o Pisba,
Pauto y Cravo Sur.
Sin embargo, en la tierra donde nace el agua, la única fuente de empleo hoy
es la minería: la extracción de carbón a pequeña, mediana y gran escala. Razón –
instrumental– por la cual, desde luego, “no ocupa un lugar útil en la economía” la
actividad agropecuaria de las pequeñas familias, como tampoco las actividades como
el pastoreo de cabras, ovejas, la cría de gallinas y conejos, mucho menos los trabajos
manuales como los tejidos en telares. Según la presentación oficial que aparece en la
página web de la alcaldía de Socotá, ha sido la minería la actividad que ha mejorado
las condiciones de vida de “la población”. Entiéndase por “población” los propietarios
o arrendatarios de las minas, quienes las explotan y comercializan la materia prima.
Desde luego, la Alcaldía de Socotá se proclama como un Municipio que persigue los
objetivos del desarrollo del milenio (ODM).
¿Pero qué es mejorar la calidad de vida de la población cuándo muere la tierra y
muere el ser humano en aras de perseguir el desarrollo? Son demasiadas las noticias
que vinculan el extractivismo con la muerte de la tierra y del ser humano. La extracción
de carbón en Socotá a pequeña, mediana y gran escala está generando un desarrollo
que viene acabando no solo con fuentes hídricas y nacederos vivos, sino también con
“la mano de obra no calificada”: fallecen trabajadores por asfixia –por inhalación de
gas tóxico en las minas– o por derrumbes de minas de carbón. Todo lo anterior parece
obvio: se puede evidenciar desde el bus que permite viajar de Duitama a Socotá o en
una caminata de un día visitando un par de veredas en el Municipio.
Descrito y valorado lo anterior, aquí viene el quid del asunto tratado. En diálogo con
un Personero Municipal, quien nos atendió en el despacho de la Alcaldía de Socotá,
y ante quien expresamos nuestra preocupación y propuestas sobre el problema de la
minería en Socotá, su respuesta fue tajante: “de eso no hablemos. Necesitamos más
diagnósticos y ayuda técnica. Si nos enfrentamos a las empresas, salimos perdiendo
como Alcaldía. No tenemos sus abogados y podemos caer en desacato al no comprobar
que los derrumbes son por causa de la acción empresarial sino por desastres naturales”.
En medio de esta sentencia del personero, que expresa la lógica dominante de un Estado
180
Corporativo, compartíamos, junto con un pastor luterano y una voluntaria canadiense,
el proyecto de 15 huertas para motivar de nuevo los cultivos en algunas veredas.
Yopal, la capital del Departamento de Casanare, región golpeada en los últimos
meses por graves sequias que han acabado con la vida de animales, flora y fauna, ha
sido testigo de la fiebre del oro negro: el petróleo. Es la ciudad que registra mayor
crecimiento poblacional a nivel nacional: en los últimos diez años ha duplicado su
población, pasando de 86.860 habitantes en el 2003, a 160.223 durante este 2014.
Ciudad de centros comerciales y grandes cadenas de almacenes, con gran expansión
de propiedad horizontal, un aeropuerto y demás imágenes propias del mundo
desarrollado, es una ciudad sin agua potable. El agua es abastecida por carro-tanques,
servicio gratuito implementado por la Alcaldía por el cual, no es broma, se debe pagar.
Una ciudad con pujante desarrollo y con grandes impuestos por la extracción de
hidrocarburos, no asegura, lo evidenciamos todos y todas, una Vida Digna o un Buen
Vivir.
Yopal es uno de tantos escenarios en los que el desarrollo genera acumulación
de capital a multi-transnacionales, a costa de la miseria o malvivir de ciudadanos y
ciudadanas comunes.
En la escena que vivimos como especie, todo se proclama como alternativa. El carbón y
el petróleo, como materias primas fundamentales para movilizar el mundo desarrollado,
se han proclamado como alternativas “al atraso” o “subdesarrollo” de territorios como
Socotá y Yopal. Las alcaldías, como todas las instituciones del supuesto estado social
de derecho, están al servicio del gran capital, de la lógica empresarial que busca la
maximización de las ganancias. Están amarradas. Como cada ciudadano y ciudadana
común, cuelgan en las redes construidas por la tarántula del capital transnacional.
Tanto en Socotá, como en Yopal, es evidente la cooptación de la autoridad civil por parte
de la autoridad empresarial, en otros es cínicamente evidente la complicidad entre estos
ámbitos y organizaciones sociales, incluidas, desde luego, las iglesias.
Dicho lo anterior es preciso señalar que ningún otro hijo del capitalismo ha tenido
tantos apellidos, como aquel que intenta superar el atraso y lo pre-moderno: ecodesarrollo, etno-desarrollo, desarrollo sostenible, desarrollo sustentable, desarrollo
como libertad (Amartya Sen), desarrollo humano (Manfred Max Neef), desarrollo
transformador (ACT).
Sin embargo, cabe preguntarse: ¿En qué medida son alternativas aquellas que
mantienen su lógica (espiritualidad)? ¿Por qué se sigue hablando de desarrollo en
181
tiempos del mercado total? El modelo económico hegemónico, caracterizado por
acabar con las dos fuentes de riqueza, trabajadores y naturaleza (Marx), obedece a
la lógica del crecimiento económico. En este sentido me pregunto ¿qué implicaciones
prácticas tendría habernos planteado una consulta sobre “Alternativas al Mercado Total
o la Economía Extractiva desde el rol de las iglesias y el movimiento ecuménico en
América Latina”?
Mientras nosotros seguimos hablando de desarrollo, empresas nacionales, multi
y trasnacionales afinan su estrategia para continuar con el control de la tierra y los
territorios y, con ello, con el control de los cuerpos de tantos cristos crucificados en la
lógica del capital. En su interés y compromiso por acumular ganancias y defender el
capital transnacional sacrifican unas vidas para mantener otras. Dice Hayek, el padre
europeo de la teología e ideología que gobierna nuestra existencia, el neoliberalismo:
Una sociedad libre requiere de ciertas reglas morales que en última instancia se reducen a
la mantención de vidas: no a la mantención de todas las vidas porque podría ser necesario
sacrificar vidas individuales para preservar un número mayor de otras vidas. Por lo tanto, las
únicas normas morales son las que llevan al ‘cálculo de vidas’: la propiedad y el contrato.84
En Socotá y Yopal, ha sido posible el desarrollo gracias a las reglas morales de la
propiedad y el contrato, cumplidas cabalmente a través de la economía extractiva.
Desde luego, una economía que no es una economía para la vida, pero sí para el capital,
es aquella que calcula vidas sacrificando vidas individuales: las de los más vulnerables,
incluida la naturaleza.
La promesa de la tierra prometida: una memoria bíblica subversiva
Como es sabido, la memoria bíblica está atravesada por una promesa fundante: la
tierra prometida. La utopía, que viene desde el Mito del Edén hasta la el mito de la
Nueva Jerusalén, pasa por el peregrinaje de Abraham y el pueblo de Israel. Los pequeños
conglomerados semitas de la media luna fértil siempre se movilizaron en torno a la
búsqueda y defensa de la tierra prometida y de los pocos pozos de agua, en medio de la
sucesión imperios (Egipcio, Asirio, Sirio, Babilónico, Medo Persa, Griego y Romano…y
sigue la cuenta progresiva).
Tanto la experiencia de los y las jueces en tiempos de modelo tribal en Israel, como
en los tiempos de la Monarquía, se da esta lucha por la búsqueda y defensa de la tierra
prometida en la cual los pozos de agua juegan un papel no solo de abastecimiento,
84
Citado por Hinkelammert, Crítica a la razón utópica, 85.
182
sino simbólico. Así mismo es la experiencia de los profetas, quienes experimentan la
sucesión de imperios y los conflictos con los reyes de Israel y sus sacerdotes. Los profetas
hacen defensa de viudas, huérfanos y extranjeros: grupos humanos sin tierra, sin agua.
El Jesús Galileo, el campesino en tiempos del imperio romano, también hizo suya la
utopía de una tierra prometida, donde el cambio de relaciones entre diferentes sectores
de la sociedad haría posible la Vida aquí y ahora. Las comunidades judeocristianas
alcanzaron a acariciar este cambio de relaciones con la experiencia de tener todo en
común –Hechos 2–. Común-unión rota por la imperialización del cristianismo y la
cristianización de imperio romano.
Ahora bien, ¿si esta es nuestra experiencia hoy, de profunda inequidad y si
reconocemos nuestro legado en las raíces del judeo cristianismo, entonces, en qué
consiste la alternativa?
La abolición del Estado Corporativo
No hay tierra prometida, no hay agua, luego no hay vida, sin la abolición del estado
corporativo. Como en el Macondo de Cien Años de Soledad, tanto en Socotá, como
en Yopal, como en tantos pueblos de América Latina y el Caribe, es la presencia del
Estado Corporativo la que ha generado desarrollo: es decir, la implementación de un
modelo económico extractivista, que basa el crecimiento económico en la obtención de
materias primas, como el petróleo y el carbón, a costa de la muerte de trabajadores y de
las fuentes hídricas, fuentes de riqueza sin las cuales no es posible la vida.
Ante esta realidad un Buen Vivir, como paradigma alternativo al modelo de
desarrollo hegemónico, solo es posible en diálogo crítico, en el mejor de los escenarios
no-violentos, entre el mercado, el estado y los sectores sociales.85 Considerando nuestra
particularidad como movimiento ecuménico, es preciso señalar que nuestra crítica
profética –denuncia– y nuestro compromiso por la defensa de la tierra y el territorio,
como por el derecho al agua, puede encontrar nuevos sentidos en el promover la
coexistencia entre principios éticos como la eficiencia, la equidad y la reciprocidad. Sí,
eficiencia en diálogo con equidad y con la dinámica de reciprocidad, esto es coexistencia
entre el Mercado –empresas– el Estado –instituciones gubernamentales– y sociedad
civil –organizaciones sociales sin ánimo de lucro–.
85
Diálogo crítico entre instituciones económicas analizado por Bruni y Zamagni en Economía Civil: eficiencia, equidad y felicidad pública.
183
La promoción de dicha coexistencia debemos hacerla en los diferentes niveles
de incidencia en los que ya estamos, pero a partir de experiencias locales que hagan
coexistir estos principios: ¿En qué medida son posibles proyectos y pastorales que hagan
salir del empobrecimiento a los empobrecidos, y que permitan afirmar el derecho a la
tierra y el territorio, como al agua, de las comunidades excluidas por el sistema?
En nuestro tiempo, si y solo sí es posible responder a esta pregunta afirmando, a través
de iniciativas locales, la coexistencia entre la eficiencia, la equidad y la reciprocidad. En
la experiencia de Socotá, por ejemplo, 15 huertas caseras, pueden ser el inicio de una
alternativa al único modo de empleo en el municipio, la minería, siempre y cuando
esta iniciativa sea más eficiente, más equitativa y más recíproca tanto en su producción
como su comercialización.
184
AVANCES Y PROPUESTAS SOBRE EL VIVIR BIEN
CON ESPIRITUALIDAD DESDE BOLIVIA
Por: Foro ACT Alianza en Bolivia
A nivel del mundo el debate iniciado sobre la crisis climática se viene profundizando
en muchos escenarios, los efectos que hoy viven muchas poblaciones pobres con
los cambios climáticos que ponen en peligro la vida misma de todos los seres vivos
y profundiza la pobreza ponen en alerta a muchos gobiernos del mundo y se inicia
la búsqueda de alternativas a un sistema de acumulación y concentración de capital
basado en la explotación irresponsable de los recursos naturales y del ser humano.
Hoy en el mundo global esta explotación y la acumulación se expresa en los altos
índices de consumismo vinculado a la modernidad.
Desde la mirada espiritual este sistema cambió muchas relaciones colectivas por las
individualistas hoy vivimos un empobrecimiento espiritual donde las personas entran
en un estado de competencia y dejar de lado nuestras espiritualidades de convivencia
y de defensa de la vida.
Ante este panorama también en Bolivia se viene trabajando desde el 2010 (con
más profundidad) la búsqueda de alternativas ante un modelo capitalista desde las
comunidades, las organizaciones sociales y la sociedad civil.
El Foro ACT Bolivia tiene el interés de contribuir en la construcción de estos nuevos
paradigmas que se están visibilizando cada día más en las diferentes poblaciones con las
que sus miembros trabajan. Existe la necesidad de visibilizar los avances legislativos del
Gobierno Boliviano y los aportes en los escenarios internacionales por un lado y por el
185
otro la visibilización y el aporte desde las experiencias locales de las comunidades para
el Vivir bien.
A nivel internacional
René Orellana Embajador Especial del Estado Plurinacional de Bolivia a los procesos
de las Naciones Unidas en temas de Desarrollo y la Convención Marco sobre Cambio
Climático presenta diferentes elementos relacionados con el modelo de desarrollo que
está siendo impulsado por el Estado Plurinacional de Bolivia en el contexto de la Ley de
la Madre Tierra y la Agenda Patriótica del Bicentenario 2025 donde se resalta:
a. El avance en fijar en la legislación actual elementos de un desarrollo diferente al
paradigma actual como es el caso de la Ley de la Madre Tierra que fue trabajada
con actores locales.
b. Un enfoque de protección de derechos de grupos vulnerables como comunidades
e indígenas, naturaleza y Madre Tierra, políticas de ciudadanía y derechos de los
pobres de salir de la pobreza. El enfoque es de que estos derechos deben ser
complementarios.
c. Un enfoque integral del desarrollo que incluye elementos sociales, ambientales y
económicos pero desde un concepto de sistemas de vida, Ecosistemas y personas,
incluyendo, los límites del modelo de desarrollo y los límites de regeneración de
los ecosistemas como umbral para la estabilidad planetaria.
d. La Agenda Patriótica al 2025 que incluye 13 bases para el Vivir Bien que incluyen
temas de agua y bosques.
e. La normativa ha creado también una Autoridad Plurinacional de la Madre
Tierra que incluye un Consejo Plurinacional.
f. Bolivia está posicionando este modelo de desarrollo en los diferentes espacios de
las Naciones Unidas incluyendo los aportes en la construcción de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible.
g. En el contexto de la Ley de la Madre Tierra hay propuestas puntuales para
avanzar en cambios estructurales a la crisis planetaria, esta ley debe ser el arma
de batalla de los grupos que tienen un planteamiento de buscar nuevas opciones
o paradigmas al desarrollo.
h. Uno de los ejes de la Agenda Patriótica incluye precisamente el tema de la
espiritualidad, como una dimensión adicional a la pobreza que debe superarse
i. Lo que está pasando en Bolivia es un primer paso para “cambiar el chip” dentro
de las mentes de las personas para poder avanzar hacia un desarrollo más integral
y en cuidado con la Madre Tierra.
186
A nivel Nacional
La promulgación de la Ley de la Madre Tierra abre las posibilidades de comenzar a
construir nuevas culturas de vida donde básicamente se recupere la convivencia entre
los seres humanos y el respeto por los otros seres, impulsando de esta manera una vida
en armonía con la naturaleza.
El Gobierno Boliviano ha creado hace 4 meses la Autoridad Plurinacional de la
Madre Tierra bajo la dirección de Benecio Quispe, quien menciona que existen muchos
desafíos que se debe encarar como seres humanos y población boliviana.
Para la autoridad existen fundamentos sobre el mundo actual este modelo que viene
del occidente y no necesariamente es de los pueblos indígenas:
1. La lógica de acumulación y concentración sobre las cuales todas las cosas se
van construyendo, esta lógica de acumulación y concentración lleva a relaciones
de desequilibrio, este fundamento de la sociedad moderna patriarcal capitalista,
neoliberal genera también relaciones de dominación hacia la madre tierra, y
para dominarla la han constituido en naturaleza carente de vida y simplemente
un objeto. Toda la ciencia se ha constituido bajo esta lógica, dominarla para
explotarla de manera infinita e ilimitada. Toda la riqueza para la concentración
en pocas manos a través de la revolución industrial, el fin no es que la gente tenga
calidad de vida, se la explota con mayor tecnología, no importa si contaminas el
suelo porque el objetivo no es la calidad de vida sino la riqueza, si para eso debes
contaminar no importa eres más eficiente. Esta explotación se da también en los
hombres y pueblos, trabajadores explotados.
2. La concentración del poder La ciencia te enseña a generar estrategias para
profundizar esta dominación y se dé mayor concentración de poder, este modelo
civilizatorio se entrega para concentrar poder. Este modelo de desarrollo es
inteligente porque nos hace cómplices a través del consumismo, que es el alma
de este modelo. El consumo, no por necesidad sino por ostentación y distinción,
promueve la mayor explotación a la madre tierra. Los medios de comunicación
construyen necesidades artificiales que luego se instalan en nuestro subconsciente.
El machismo es la concentración de poder, el machismo es la semilla del
imperialismo, el racismo del imperialismo, el racismo es la concentración de derechos
en la piel es la máxima concentración de poder, esta fuerza se traduce al armamentismo
es la parte legal de defender este modelo, de concentrar más poder a costa de la madre
tierra y de los pueblos.
187
Este modelo desarrollista de dominación y explotación está generando dos crisis:
a) Crisis climática, (cambio climático) es por esta lógica de concentración que se ha
generado el cambio climático, la civilización está en problemas, se está poniendo
en peligro la madre tierra; las alteraciones climáticas que están ocurriendo
últimamente afectan las comunidades, los bofedales se están secando, se genera
desequilibrios, se ha puesto en riesgo la soberanía alimentaria, el tiempo no está
en su tiempo, existe deshielo en los nevados, exceso de lluvia y paradójicamente
se tiene una producción que se concentra en pocas manos, la vida no es el fin
sino la tasa de ganancia.
b) Crisis social, a través de las desigualdades sociales, la sociedad es injusta, si
los trabajadores piensan es una incomodidad para este modelo, la derecha e
izquierda nacen de la misma fuente y reproducen las mismas formas de poder y
modelo económico, no se puede transformar este modelo de desarrollo con estas
propuestas.
Propuesta del Vivir Bien
El vivir bien puede transformar este modelo civilizatorio si se piensa y actúa desde
afuera del sistema, si se piensa desde adentro, se actuará desde el sistema, pensar desde
la víctima, desde la madre tierra, es pensar desde la vida.
A nivel económico
Los pueblos han creado accesos equilibrados de los beneficios de la madre tierra
(agua, la tierra) es producir y reproducir la vida. La gente no entiende él por qué, otras
personas se queden sin agua. El objetivo era producir y reproducir la vida, el modelo
actual piensa y actúa en la relación de costo y beneficio, generar ganancia.
A nivel Político
La autoridad debe tener una autoridad moral, la parte ética debe ser el fundamento
del accionar público, una autoridad en las comunidades se va con todos los honores.
Todos los cargos creados por el actual sistema se fusionaba a esta lógica de la comunidad,
la esposa ejerce la autoridad en caso de ausencia, el ejercicio de poder es rotativo, esta
propuesta permite disuadir la lógica de concentración del poder.
En el modelo actual poder es la perpetuidad, en este modelo de la política es la
gestión del adversario y la mentira; los articulas o los eliminas. Hoy existe un discurso y
otros son los hechos. Para los pueblos era palabra hecha y palabra cumplida.
188
En este contexto el vivir bien es un sistema económico político y cultural organizado
en función a la producción y reproducción de la vida de los humanos y de la madre
tierra, la biodiversidad y los dioses.
Los desafíos están en los siguientes aspectos:
–– Evitar la concentración de la política, la economía y la cultura solo es posible si
se construye comunitariamente como estructura de tejido social, donde haya
relación igualitaria, es posible la transformación en el ámbito de la libertad y
pensando desde la vida.
–– Cambio de actitud frente a la madre tierra, buscar una economía que no maltrate
la vida de la madre tierra.
–– Trabajar en las subjetividades que este modelo ha perpetuado (consumo)
–– Evangelizar viendo, oyendo y haciendo
Vivir Bien desde los pueblos indígenas (Calixto Quispe)
Los indígenas deben rescatar dos fuentes, la fe y lo indígena sin negar.
La visión andina empieza desde la Pacha Mama, que fundamenta la espiritualidad
originaria; es universo y multi-verso entendido como diferentes formas de ser. En la
Pacha Mama, existen 3 seres vivientes: la humanidad, la naturaleza y los animales, y
ajayu, su espíritu.
Toda la creación tiene vida, de ahí se explica nuestra ritualidad y festejo con la vida.
La relación entre la humanidad y la creación es una relación entre seres en diálogo,
no una relación de dominación o superioridad, en equidad, kuhsqa, esta es una ley de
buena relación y hora buena.
Históricamente, existen rupturas, cuando el hombre daña, derrama sangre, la tierra
reacciona a esos daños, cuando se pisa una papa o se maltrata una ave o un sapo vienen
las enfermedades. Cuando una persona está sin permiso en algún lugar la tierra espanta
al ajayu, entonces habrá que llamarlo. Hoy se habla de una ruptura de la relación, y eso
es lo que habrá que restaurar. No es suficiente pedir disculpas con palabras. Un ejemplo
son las wajtas con el objetivo de restaurar la relación, esto no debe ser visto como una
adoración, es la búsqueda de una relación más armónica.
La espiritualidad originaria consiste en eso, en buscar una buena relación entre
los que nos rodean, eso es el suma qamaña, o el buen vivir. De ahí se derivan otras
categorías como medio ambiente, cambio climático, teología. Ahí las iglesias están
189
desafiadas hacia un nuevo modelo de ser iglesia, renovar su fuente de espiritualidad,
que lo alimenta, la fuente de la espiritualidad originaria.
Experiencias Locales de las organizaciones de Bolivia en la construcción del Vivir Bien
Desde muchos años atrás desde las comunidades han venido trabajando muchas
experiencias que no necesariamente estaban dirigidas a la construcción de un modelo
alternativo sino lo desarrollaban desde sus usos y costumbres y conocimientos de los
mismos pueblos. Recuperamos algunas experiencias que en lo cotidiano se vienen
trabajando y pueden contribuir a mejorar nuestra convivencia humana y con la madre
tierra:
En el trabajo mismo de la misión de Dios, en nuestro contexto aymara, quechua y popular
nos hemos visto desafiados por vivencias de opresión, de injusticia y pérdida de dignidad.
En el trabajo de nuestro servicio (diaconía) para recuperar la dignidad, desde acciones tan
elementales como el acceso al agua y la comida, hemos sido parte de sueños y esperanzas
de una buena vida, de cuestionarnos el desarrollo moderno y mirar el futuro desde nuestra
historia, la historia que empezó mucho antes de la colonia.
Es pues desde lo más elemental que se proyecta la vida, así hemos recorrido nuestro
trabajo en lo rural y urbano, así nuestra diaconía ha dialogado con otras utopías de
buen vivir.
Agua
–– Protección de fuentes de agua y bofedales como fuentes de vida.
–– Aprovechamiento y cosecha de agua de lluvia en las comunidades para el riego
Seguridad Alimentaria
–– Seguridad y soberanía alimentaria ante el cambio climático (recuperación de
semillas originarias)
–– Uso racional de RRNN (agua, suelo y recursos bióticos aprovechables)
–– Producción responsable con el medio ambiente
–– Recuperación y práctica de valores y prácticas ancestrales en el desarrollo
integral en poblaciones vulneradas
Adaptación al Cambio Climático
–– Construcción de atajados
–– Mejoramiento del sistema de riego
–– Batería de baños y aprovechamiento de agua de lluvia
190
–– Implementación de sistemas de riego de parcelas por goteo y aspersión
–– Instalación de bombas manuales para extracción de agua
Espiritualidades
–– Formación de comunidades eco-comunidades en base a:
–– valores infinitos y universales como la veneración, amor y justicia que llenan de
sentido a la vida humana.
–– Conexión ser humano – naturaleza
–– La espiritualidad es aquello que transforma, construye y teje la vida social,
cultural y ecológica para que todas y todos podamos vivir bien.
191
192
LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUDITORIA
CIUDADANA DE LA DEUDA PÚBLICA A PARTIR
DE LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL
Por: John Freddy Gómez – Camila Andrea Galindo, grupo de estudio economía digna
En el mes de abril del presente año en la ciudad de Bogotá, se llevó a cabo el taller
internacional sobre la Auditoria de la Deuda Pública, en el cual con la presencia de
invitados internacionales se compartieron las experiencias de Argentina, Ecuador y
Brasil, que son de gran importancia para el desarrollo de la auditoria. Este documento
tiene como fin examinar estas experiencias y destacar las herramientas que cada
experiencia puede brindar al proceso que se pretende adelantar en Colombia.
1. El caso Argentino: Determinación judicial de la auditoria
Para comprender el caso argentino, es necesario remitirnos a la historia del caso
Olmos, la cual en palabras de Alejandro Olmos fue definida así: “O se está al servicio del
país en contra de la deuda externa, o se está al servicio de la deuda externa en contra del
país”. Es con estas palabras que Olmos define la investigación que llevó en el transcurso
de toda su vida, específicamente de 1976 a 1982, esta investigación desembocó en la
denuncia jurídica en contra del Ministro de Economía, José Alfredo Antonio Martínez
De Hoz, por los delitos previstos en los art 173, inc. 7° y 248 del Código Penal de
Argentina.86 Esta denuncia fue debido a que Martínez De Hoz, ministro de economía
86
ARTICULO 173.- Sin perjuicio de la disposición general del artículo precedente, se considerarán casos especiales
de defraudación y sufrirán la pena que él establece:
7. El que, por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico, tuviera a su cargo el manejo, la
administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, y con el fin de procurar para sí o para un
tercero un lucro indebido o para causar daño, violando sus deberes perjudicare los intereses confiados u obligare
193
en el periodo de 1976 a 1981, benefició a intereses privados por encima del interés
nacional por medio de la deuda externa, debido a la entrada de divisas con el objetivo
de negociar los flujos de la tasa de interés, con lo cual se pretendió producir quiebras
inminentes de las empresas y por ende dificultades en la capacidad de importación y
exportación, que recrudece la dependencia a los centros económicos.
La investigación comenzó por la auditoria de los datos del Banco Central de la
Argentina, con el fin de poder obtener información para sustentar las afirmaciones
del endeudamiento a empresas como estrategia de privatización con la complicidad
del gobierno, y en especial del Ministerio de Economía. Esto nos lleva a observar las
dinámicas internacionales del endeudamiento, debido a que en Argentina se endeudo
progresivamente a las entidades públicas por exigencias de diferentes entes estatales con
el propósito de desposeerlas al futuro para poder sustentar su ineficiencia y corrupción,
entre otros; lo que conllevaría a la privatización de la prestación de servicios y a la
mercantilización de antiguos derechos sociales con el atenuante de la nacionalización
o estatización de la deuda privada, por medio de lo cual el presupuesto de la nación ya
no sería invertido en el bienestar social, sino en el interés individual de acumulación.
Esta apropiación de la deuda privada por parte del Estado, se lleva a cabo en
complicidad con el gobierno, puesto que estas entidades privadas son salvadas de las
crisis con erarios públicos, mas no son intervenidas o apoderadas por el Estado para la
efectiva devolución de los dineros invertidos en el salvataje de las empresas privadas.
Ya en el endeudamiento privado se encuentran diferentes estrategias en contra
de la sociedad argentina y a favor de las multinacionales, de las cuales recogemos el
endeudamiento de la filial en Argentina de la fábrica Renault, la cual pide diferentes
préstamos a su casa matriz en Francia, los cuales no son invertidos en la filial de Argentina,
sino que por medio de los flujos de capital y la desregularización financiera, en la etapa
globalizante, se trasladan a la misma casa matriz recreando una especulación en la
deuda de su misma empresa. Es donde se evidencia la implementación de la estrategia
de endeudamiento, posterior salvataje de la entidad privada y consecutivamente la
desposesión del presupuesto de la nación.
Estas deudas son catalogadas como deudas odiosas o ilegítimas puesto que el acreedor
es el mismo deudor, el cual tiene intereses de especulación, y da lugar a la posterior
abusivamente al titular de éstos;
ARTICULO 248. - Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por doble tiempo,
el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes contrarias a las constituciones o leyes nacionales o
provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento
le incumbiere.
194
desposesión apoyado por
políticas
desregularizantes
y por los flujos de capitales
en la dictadura del capital
financiero.
Creación
de deuda
A partir de estas dinámicas
podemos
establecer
el
círculo de la dictadura del
capital financiero, en donde
se repiten los siguientes
fenómenos: A partir de la
creación o generación de
endeudamiento, los países
Privatización
en un momento llegan a una
crisis de pagos debido a los
elevados costos que significa responder con su pago, para cumplir con dicho pago
aplican una estrategia de privatización por medio de la cual puedan obtener ingresos
para cumplir con los pagos, esta privatización genera una reducción de los salarios y del
bienestar social puesto que los servicios que antes prestaba el Estado, ahora en manos
de entes privados, elevan sus costos y reducen su accesibilidad a ciertos sectores de
la sociedad, debido a esta necesidad social, los gobiernos solicitan nuevos préstamos
para invertir en las sectores sociales, pero que con su pago serán quienes reduzcan su
inversión.
Reducción
del bienestar
social y de
los
salaarios
Crisis de
pagos
Es así como en la auditoria de la deuda es importante analizar los intereses y nexos,
entre los administrativos o burócratas estatales y los entes privados, para con esto poder
observar los verdaderos fines de su función a favor de la sociedad o en dirección de
acumulación o de favores económicos individuales.
Estas políticas que son necesarias para el salvataje de las entidades y para el
completo flujo en el círculo de la dictadura del capital financiero son impuestas por las
instituciones financieras internacionales, gracias a su poder económico y sus cómplices
en los diferentes países intervenidos. No podemos dejar de lado que estas instituciones
financieras son conformadas por capitales nacionales interesados en la reproducción,
confianza y acumulación de su capital y su política de capitalismo por desposesión.
Estas estrategias fueron posibles de evidenciar debido a la extensa investigación que
se desarrolló en torno a la deuda en Argentina. Es necesario destacar que el proceso
195
de la auditoria en Argentina se realizó a partir de una denuncia judicial por la cual
entraron a escena peritos designados judicialmente para llevar a cabo las investigaciones
en torno de las actuaciones del Ministro de Economía entonces el Dr. Martínez de Hoz.
Estas investigaciones dieron paso a una sentencia por medio de la cual se declaró ilegal,
ilegítima e inmoral la deuda contraída por Argentina.
2. El Caso Ecuador: La auditoría como iniciativa gubernamental.
En el caso del Ecuador se entabla la lucha por la auditoria de la deuda pública desde
una perspectiva estatal, debido a la constitución del gobierno de Rafael Correa, quien
sube por la confluencia y el apoyo de diferentes movimientos sociales y políticos, los
cuales son quienes hacen presión para llevar a cabo la auditoria de la deuda pública
en este país, en donde cabe destacar que cuyo proceso de endeudamiento es bastante
similar al de Argentina.
Al ser una auditoria apoyada por el gobierno de Rafael Correa y a su vez, exigida
por el pueblo ecuatoriano, dada la construcción incansable de diferentes movimientos
sociales que permean la conciencia de la sociedad y traen a discusión la construcción
de una sociedad más humana y más digna, por medio de esta auditoria se construye
una conciencia en la cual el sujeto de la sociedad se transforma en actor principal en la
construcción de la sociedad.
Para realizar la Auditoría, se crea la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito
público – CAIC, el 9 de julio de 2007 por medio del Decreto ejecutivo 472. La CAIC
tiene como fin la auditoria de contratos, convenios y otras modalidades contractuales
en la asignación de créditos tanto del sector público como del sector privado, como de
las Instituciones Financieras Internacionales.
La auditoría integral87 de la deuda, que fue el énfasis de actuación de la CAIC, consta
del análisis integral de la deuda con perspectivas económicas, sociales, legales y de
género, entre otras, con lo que se pretende poder impugnar las medidas arbitrarias y las
deudas ilegítimas que afecten a la sociedad entendiendo la sociedad como algo plural.
Ya que la CAIC está conformado por diferentes intelectuales nacionales e
internacionales, actores sociales, políticos, o sujetos de la comunidad que se interesen
87
La auditoría integral “es la acción fiscalizadora dirigida a examinar y evaluar el proceso de contratación y/o
renegociación del endeudamiento público, el destino de los recursos y la ejecución de los programas y proyectos
con financiamiento externo, con el fin de determinar su legitimidad, transparencia, calidad, eficacia y eficiencia,
considerando los aspectos legales, económicos, sociales, de género, regionales, ecológicos y de nacionalidades y
pueblos.” (Comisión para la Auditoría de la Deuda Ecuador)
196
en el tema, la auditoria se convierte en una herramienta de construcción de democracia
real, en la cual el sujeto toma parte de la construcción de sociedad.
Es así como con la ayuda de los actores internacionales se hace un balance entre
el caso Olmos y la auditoria de la deuda pública en Ecuador. Llegando a conclusiones
como por ejemplo que los acreedores de las deudas en su gran mayoría eran los mismos
en los dos casos, que las estrategias de desposesión son iguales y que los tratados o
acuerdos con las IFIS son calcados con la diferencia del nombre del contratante, que las
políticas impuestas para facilitar los flujos de capitales y la consolidación del proyecto
neoliberal es el mismo.
Dado que la CAIC se propuso una auditoría integral, se da una división de las
tareas pero con una gran comunicación entre sí para lograr un trabajo mancomunado
pero eficaz y rápido con el cual se pudiera zafar de las flagelaciones de la deuda lo
antes posible pero con un trabajo lo más ético y profesional posible. La CAIC se divide
en subcomisiones, las cuales son: multilaterales, bilaterales, comerciales, interna,
jurídica, social y ambiental.
Los hallazgos a los que ha llegado la CAIC giran en torno a que los préstamos
muchas veces no han llegado al país, por lo cual no recrean una alza en el bienestar
de la sociedad y sus beneficiarios, en la mayoría de las ocasiones, son los mismos
prestamistas, lo que conlleva a un problema jurídico y ético. En otros casos la deuda ha
sido sujeta de refinanciación o pago de la misma deuda, lo cual evidencia lo irracional
y regresiva que es la deuda pública para la sociedad. Así mismo se ha evidenciado la
violación del derecho nacional e internacional y de los derechos fundamentales, la
conversión de deudas privadas en públicas sin ninguna intervención a dichas empresas,
los cuales fueron posibles descubrir mediante la auditoria que realizó la comisión.
Debido a los informes que presentó la Comisión en 2008, el presidente Correa luego
de informar un cese de pago de algunos de los bonos de deuda emitidos por la banca
privada dio paso a una negociación con la cual se pagó únicamente el 30% del valor de
dichos bonos por lo que se redujo un 70% la deuda externa de la banca privada.
Este proceso de auditoria es destacable debido al carácter oficial que adquirió la
Comisión mediante el decreto emitido por el ejecutivo. Así mismo, la comisión tiene
antecedentes en movimientos sociales, quienes fueron en realidad los que mediante su
actuar hicieron realidad la auditoría.
197
3. El Caso Brasilero: Los movimientos sociales en escena
La conformación de una auditoria ciudadana de la deuda pública en Brasil, mantiene
una mirada integral de la auditoría por medio de la adaptación a las exigencias de la
ciudadanía y su integración, con lo cual conformar un grupo social, el cual exige desde
diferentes reivindicaciones la auditoria para poder paliar las desigualdades tan crudas
que vive este país.
Debido al gran trabajo de la plataforma impulsora en la construcción y difusión del
conocimiento sobre la problemática de la deuda, y una construcción en común para
salir de ella, se permea a los movimientos sociales de la problemática de la realidad
financiera del país y la estrategia de desposesión de la deuda con lo cual se puede llegar
a luchar en contra de las políticas lesivas contra la sociedad y a favor de ciertos intereses
individuales.
En el ejercicio de la realización de la auditoria contamos con diferentes fases con lo
cual poder obtener el mayor conocimiento sobre la deuda, las cuales son:
–– Observar las dinámicas de la deuda interna y externa con lo cual poder visualizar
los acreedores, circunstancias históricas, el destino final de los préstamos, clases
de interés y obtener una mirada del flujo de la deuda pública en la historia del
país con lo cual encontrar irregularidades que puedan ser impugnadas.
–– Culminada la primera fase se debe obtener en el desarrollo histórico tramos
de irregularidades en la deuda pública. Los cuáles serán intervenidos por
comisiones los cuales deben investigar los contratos, las condiciones, las normas
jurídicas del momento del contrato, la legislación nacional e internacional, con
lo cual poder exigir datos los cuales puedan develar las irregularidades.
–– Socializar los resultados de las investigaciones con lo cual conformar un bloque
democrático el cual pueda exigir al estado la auditoria de la deuda y proponer
alternativas al endeudamiento en vía de una sociedad más digna y humana.
–– Crear focos regionales que mantengan una construcción continua por la
socialización del conocimiento entorno a la deuda, regionalizar las dinámicas
para llegar a un público más amplio y combatir el centralismo. Elaborar
materiales de difusión y permear movilizaciones y sectores sociales con lo cual
concatenar luchas en torno a una mirada estructural de la sociedad.
En la experiencia de Brasil es importante destacar que si bien la auditoria se
encuentra prevista en la Constitución Federal de 1988, ha sido el impulso ciudadano
con representantes como Maria Lucia Fattorelli, y un gran equipo de trabajo, el que ha
permitido dar avances en torno a este tema.
198
4. Aspectos a destacar desde las experiencias internacionales
Ahora bien luego de observar los antecedentes y metodologías de las experiencias
en Brasil, Ecuador y Argentina, se hace necesario destacar los diferentes aportes que
cada experiencia nos brinda para la construcción de nuestra estrategia a llevar en la
aplicación en Colombia.
En primer lugar del caso argentino es necesario destacar como la auditoria puede
ser producto de una demanda judicial, se hace evidente que el endeudamiento de los
países tiene tramos constituidos por deuda ilegítima la cual debe ser demandada ante
las corporaciones judiciales, por lo cual se hace necesario investigar los diferentes
tramos por medio del examen de los archivos que el gobierno pueda tener respecto a
los acreedores y la inversión a la que se destinaron dichos fondos.
En el proceso judicial cobra gran importancia los documentos que evidencien la
ilegitimidad de los tramos de la deuda, en tano constituyen la prueba para sustentar
las acusaciones. Es por esto que se deben analizar toda la documentación posible del
proceso de endeudamiento, determinando el uso dado a los montos de la deuda y los
responsables del endeudamiento. Es importante determinar si las deudas son reales
o ficticias, en el caso en que se confunden los acreedores con los deudores. Se hace
menester destacar que la búsqueda de los documentos oficiales puede resultar difícil en
cuanto que a su contenido no serán de fácil acceso, por lo cual se deben idear estrategias
para utilizar la información obtenida al máximo.
Para realizar la pertinente investigación se hace necesario exigir el derecho a
la información al Ministerio de Hacienda y al Banco de la República de Colombia,
identificar los perfiles de quienes son responsables de la arquitectura económica
en el país (Ministros de Hacienda) y luego de iniciar los procesos judiciales, hacer
seguimiento a la toma de decisión de los jueces encargados de emitir juicio sobre el
proceso de auditoría.
Es necesario tener en cuenta que si bien se inicia un proceso judicial que busque la
declaración de ilegalidad de los tramos de deuda investigados, esto no garantiza que
el fallo sea acorde con los fines que se buscan, o que si bien el fallo resulta a favor de
la declaratoria de la ilegalidad, el fallo de por si no da garantía de que las autoridades
gubernamentales den cumplimiento a la sentencia. Por lo cual se debe tener la opción
jurídica como una alternativa que sirve de sustento para el argumento de la ilegalidad
de la deuda pública y que puede dar a conocer esta problemática a otras esferas de la
sociedad, para evidenciarla, como fue en el caso de Argentina.
199
Pasando a examinar el caso del Ecuador, es posible destacar como la iniciativa
del poder ejecutivo por parte del Presidente Rafael Correa, facilita de cierta forma el
acceso a la información, que como mencionamos anteriormente, puede llegar a ser un
obstáculo para la investigación.
Si bien la iniciativa de la creación de la CAIC recae en el poder ejecutivo, no se puede
dejar de lado la gran influencia que tuvieron los movimientos sociales ecuatorianos
para dar impulso a este iniciativa, es por esto que se debe plantear la necesidad de
transmitir y evidenciar la problemática de la deuda pública no como un problema ajeno
a los movimientos sociales, sino que través de un lenguaje cotidiano se debe buscar
llegar a estos movimientos para que por medio de la difusión de las ideas, se llegue
a la unión de movimientos en torno de la problemática de la deuda pública como un
problema social que es transversal a las reivindicaciones de los distintos movimientos.
Más allá de la creación de una comisión institucional, que por su mismo carácter
tenga fácil acceso a documentación confidencial, se debe tener en cuenta las experiencias
internacionales, en razón de las herramientas que se puedan llegar a utilizar en un marco
de derecho internacional, como a su vez para que por medio de la identificación de los
factores comunes a nivel regional, podamos plantear una construcción de precedentes
que ayuden al sustento de los argumentos y a una posterior unión regional.
Si bien la auditoria ejecutiva presenta grandes avances en cuanto a la obtención
de la información, se debe tener en cuenta que por su misma naturaleza encuentra
obstáculos, puesto que si bien la auditoria puede arrojar datos que den legitimidad a
un cese de pagos total, la decisión y la forma de actuar frente a estos datos, en última
instancia recae sobre el ejecutivo. Es por esto que es necesario que el proceso sea lo más
cercano a la sociedad, pues es esta quien debe reclamar por el no pago, quienes debe
reclamar el cumplimiento de sus derechos.
En cuanto al proceso realizado en Brasil, es necesario destacar la importancia de
entrar a definir los primeros pasos para empezar a desarrollar la auditoria, en donde
por medio de la formulación de preguntas clave en torno al proceso de endeudamiento,
se pueda llegar a determinar los procesos de endeudamiento y su finalidad.
En torno a la práctica en un primer momento se deben identificar los principales
tramos de la deuda que van a ser auditados, es decir, definir una línea en el tiempo con
los diversos tipos de deuda. Para lo cual se necesita obtener los datos y sistematizarlos
en relación con los varios tipos de deuda. El cuadro permite ver una deuda que se
convierte en “otra” o permite ver que la misma deuda cambia de nombre y modalidad
200
a lo largo de la historia. Es importante graficar la evolución de la deuda e identificar los
factores que permiten su crecimiento exponencial: alza de intereses.
También es importante indagar por la evolución de las tasas de interés, los intereses
acumulados, y los intereses flotantes, y evidenciarlo de forma gráfica, lo cual permite
identificar el cálculo de la transferencia neta de recursos y también de las ilegalidades
del proceso de endeudamiento. Así mismo, permite precisar que tramos de la deuda
deben ser analizados con mayor detenimiento. Además, se debe precisar lo que pagó el
país en relación con lo que recibió anualmente.
Paralelo a esto, es necesario hacer uso de instrumentos de participación ciudadana,
para promover la expresión de la sociedad en torno a la problemática con el fin
de movilizar y dar a conocer como la auditoria de la deuda se constituye como un
instrumento fundamental para el país.
Ahora bien, con el panorama de datos que obtuvimos con los pasos anteriores, es
necesario identificar para qué sirve la deuda, es decir, distinguir si es un instrumento de
financiación del Estado o un instrumento del Poder financiero.
Se deben enfocar los esfuerzos por la trasmisión de la información, por medio de
libros, cartillas o medios audiovisuales que permitan que la población se acerque al
proceso y que diferentes sectores sociales y sindicales se unan a esta iniciativa, para con
esto lograr una plataforma que presione al gobierno. Es en esta parte en donde se hace
destacable la participación de sectores sindicales y pertenecientes a Iglesias, que con
su apoyo logran llevar la información y situar la problemática dentro de sus propios
sectores de participación.
5. A manera de conclusión…
Luego de evidenciar las fortalezas, obstáculos y debilidades de las experiencias
internacionales, debemos reconocer como Colombia cuenta con un gran aporte para
dar inicio al proceso de la auditoria de la deuda pública, puesto que se deben tener en
cuenta estas experiencias para construir una estrategia propia teniendo en cuenta el
contexto de nuestro país.
Es por esto, que sería óptimo la utilización de una estrategia racimo, en donde se
empiece a trabajar la auditoria de la deuda desde diferentes frentes –jurídica, ejecutiva,
legislativa y ciudadana– que permita el posicionamiento de la problemática ante la
sociedad y el acceso a la información para sustentar nuestras denuncias.
201
Uno de los factores trascendentales para el proceso de la auditoria es el acercamiento
de la problemática a la sociedad, pues se hace necesario que la población se dé cuenta
de cómo el sistema de la deuda los afecta directamente en su cotidianidad, pero que
por distintos factores político-económicos se hace invisible. Es necesario llevar la
problemática de la deuda pública a un plano cotidiano para que sea la misma sociedad
quien reclame por la realización de la auditoria, con lo cual al obtener los resultados,
las medidas a tomar estarían en manos de la misma sociedad que presionaría a sus
gobernantes.
Así mismo es necesario hacer uso de las herramientas jurídico-políticas, teniendo en
cuenta como estas también han sido utilizadas para sustentar este sistema de la deuda
que tratamos de contraponer. Es necesario analizar los contratos y la documentación
de los préstamos, las reformas legislativas, los tratados internacionales, y los planes y
políticas económicas a nivel internacional que permitan vislumbrar el funcionamiento
del sistema de la deuda, la influencia del sector financiero internacional en la
constitución de nuestro ordenamiento jurídico, la afectación de los sectores sociales a
causa de la des-financiación para dar cumplimiento fiel al pago de la deuda.
La auditoría de la deuda pública representa un reto en donde se hace evidente la
importancia de la unión de los sectores sociales, es necesario que desde cada sector
aportemos nuestra experiencia para el proceso de la auditoria. Debemos tener en cuenta
que no será un proceso fácil, que se nos presentaran obstáculos propios de nuestro
contexto, pero que no por esto debemos parar, sino que debemos superarlos y seguir
adelante, porque por medio de este instrumento podemos evidenciar un problema que
en nuestro país aún es invisible, pero que con la auditoria podemos llegar a cambiar.
202
ARTICULACION ECUMENICA PARA LA
INCIDENCIA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Los antecedentes de esta iniciativa están en diálogos que se realizaron entre
representantes de diversos sectores ecuménicos en América Latina y el Caribe sobre
la necesidad de tener mayor visibilidad e impacto en los programas y acciones de
incidencia que cada organización desarrollan. Así se logró realizar una primera reunión
en Quito, Ecuador el 28 de noviembre de 2013, en la sede del CLAI.
Quienes participaron en esta reunión fueron: Representantes de iglesias y
organizaciones luteranas de ALC: Ángel Furlán (Programa Deuda Ilegítima) y Andrés
Alba (IELCO), Representantes de iglesias y organizaciones reformadas Dora Arce
(CMIR) y Darío Barolín (AIPRAL) y Diego Higuita (IPC). Representantes del CLAI:
Felipe Adolf, Milton Mejía y Jorge Atilio.
El objetivo fue: Compartir el trabajo que realizan los representantes de las iglesias
y las organizaciones ecuménicas participantes en los temas de fe, economía, deuda
externa, nueva arquitectura financiera internacional, derechos humanos y alternativas
al desarrollo para analizar los desafíos de estas temáticas y las posibilidades de construir
una agenda común de trabajo en ALC.
Al iniciar la reunión el Rev. Felipe Adolf, presidente del CLAI dio la bienvenida a los
y las participantes y estimó la reunión como necesaria, importante y valiosa. Además
manifestó que como CLAI, no se ha sabido articular acciones y pensamientos. Surge
la pregunta: ¿Cómo vamos a trabajar en adelante en América Latina y El Caribe como
iglesias y organizaciones (AIPRAL, Metodistas, CIEMAL, FLM, CMIR, CLAI) en
forma articulada? Uno de los desafíos es ver cómo compartimos responsabilidades.
Está muy bien que cada iglesia o tradición teológica tenga sus organismos, pero es
203
importante no replicar esfuerzos. CLAI es consciente de que no puede hacerlo todo
en la región. Hay ideas que se pueden dar, coordinar, animar, pero que otros pueden
ejecutar. Explicó los siguientes desafíos:
1. Articulación entre organismos eclesiales y ecuménicos internacionales.
2. Coordinar con los organismos nacionales: federaciones, asociaciones, concilios
de iglesias.
Después de las palabras del Rev. Felipe Adolf se informó de algunos de los programas
que se vienen desarrollando en la región.
Programa de Incidencia sobre Deuda Ilegítima y Justicia Ecológica (PIDIJE)
Uno de los temas discutidos con funcionarios de la Iglesia Sueca, principal
cooperante del PIDIJE, es el fortalecimiento del CLAI. Esta reunión de representantes
de Comuniones Mundiales, permite mayores articulaciones. El 2002 fue un año clave
en ALC: la COP (Conferencia de Obispos y Presidentes de la Comunión Luterana en
ALC), se pronunció ante el modelo financiero, casi en forma unánime. El programa ha
evolucionado, ha pasado de centrarse en la deuda a ampliar sus horizontes sobre temas
socio-ambientales. Deuda y crisis medioambiental hace parte una sola realidad, tanto
así como el modelo de desarrollo incontrolado.
Una de las líneas de endeudamiento de los países latinoamericanos y caribeños,
se da en los fondos de ayuda en emergencias. Esto está unido a la realidad del cambio
climático. El Banco Mundial brinda ayuda en las crisis humanitarias a través de
préstamos a los países. Es el caso de lo sucedido en El Salvador, con el E12. Las nuevas
deudas se dan en los programas de mitigación y adaptación al cambio climático.
La criminalización de la protesta está dentro de la violencia estructural que padece la
región. La vulnerabilidad extrema de nuestros pueblos es lo que debemos comprender
y transformar. La violencia estructural y social es un asunto generacional. Niño sin
seguridad social, el que reclama por educación, el que exige dignidad y trabajo, es el
mismo que, al no gozar de sus derechos, se convierte (es convertido por el sistema) en
un delincuente.
El tema fundamental en nuestro contexto es el tema del Modelo de Desarrollo.
El énfasis del modelo hegemónico esta puesto en la seguridad jurídica para las
transnacionales y el capital financiero por encima de la seguridad jurídica para la
población. Se hacen Tratados de Libre Comercio (TLCs), se reforman los Códigos
204
Civiles y las constituciones en pro del beneficio de las empresas. Hay que retornar a la
sencilla concepción de la economía como la administración de la casa común.
Todas las deudas en ALC se han duplicado en los últimos años. Esto no significa que
no se haya pagado nada. Por el contrario, se evidencia que los países de la región somos
pagadores seriales. Sumado a esto, la afectación que produce el pago de la deuda en el
Producto Interno Bruto (PIB) y en la financiación de la salud, la vivienda, la educación,
entre otros tantos derechos fundamentales vulnerados. La deuda es una herramienta
para imponer el modelo. El desplazamiento es fundamental para imponer el modelo
de desarrollo.
Qué es lo que queremos: trabajar juntos por un nuevo modelo económico financiero
y desarrollo. Se trata de movernos en diferentes direcciones y con diferentes actores.
AIPRAL y Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR): Declaración de Sao Paulo
Se ha avanzado en reuniones del Comité de Expertos, conformado por representantes
de las diferentes comuniones eclesiales mundiales. Las reuniones vienen generando un
currículo que permita tratar el tema con líderes laicos y con pastores y pastoras. En
2014 se tiene planeado celebrar la Declaración de Accra. El encuentro en ALC se está
proponiendo en Colombia.
AIPRAL viene realizando encuentros de formación para líderes de sus iglesias sobre
el derecho al agua y los jóvenes promoviendo la capacitación sobre la Confesión de
Accra y han impulsado campañas contra el consumismo.
Una de las bondades de esta reunión sería la articulación de una sola voz
latinoamericana que visibilice la situación ALC y las alternativas en curso frente al
actual sistema. Esto demanda articulación.
Programa de Fe, Economía, Ecología y Sociedad (FEES) – CLAI
El programa aparece a finales de siglo XX y a principios del siglo XXI. Busca analizar
la realidad de la región enfatizando en la injusticia económica, materiales dirigidos a
la formación de líderes y lideresas de las iglesias y un proceso de incidencia pública.
El programa ha desarrollado eventos de investigación sobre Deuda Externa y Nueva
Arquitectura Económica Global. Un proceso de gran impacto ha sido la auditoria
de la deuda en Ecuador donde participó el antiguo coordinador, esta iniciativa se ha
intentado promover en otros países. El CLAI mantiene relaciones con organizaciones
205
como Latinidad y diálogos con las Conferencias de Iglesias de Europa, el Diálogo
ecuménico sobre fe, economía y migraciones se ubica en la propuesta de ampliar el
diálogo en nuestro hemisferio en temas de economía.
El CLAI quiere enfatizar en procesos de articulación e incidencia en los próximos
años. Esto aparece en su plan estratégico 2014-2016, el cual se compartió y también se
explicó los temas a trabajar y el plan de 2014 del programa FEES, que propone realizar:
–– Desarrollar Seminarios
–– Estudios de casos e investigaciones
–– Intercambio de Experiencias
–– Investigación sobre cómo las iglesias del CLAI trabajan temas de DDHH,
Incidencia.
Hay muchos temas o líneas comunes que se tocan entre FEES y PIDIJE. También
con AIPRAL y con ACT, más los organismos de los metodistas y los anglicanos.
PROPUESTA DE ARTICULACIÓN SOBRE JUSTICIA ECONOMICA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
La propuesta de articulación surge del CLAI, PIDIJE-FLM y AIPRAL-CMIR. Se
invitó a participar también a referentes de ACT Alianza en ALC y se propone además
invitar al CMI, FUMEC ALC, CIEMAL y organización regional de anglicanos en ALC.
Se trata de una articulación continental que involucre a nuestros referentes y la
familia ecuménica global. El objetivo inicial que se propuso fue:
• Fortalecer una agenda común, desarrollar procesos de incidencia interna eclesial
y externa hacia lo gubernamental, organismos multilaterales y movimientos
sociales, para trabajar temas de Justicia económica, climática, ecológica e
integración regional en el contexto de la crisis civilizatoria global.
206
Se definen de esta manera los siguientes temas y subtemas.
Temas Fuerza
Subtemas
Justicia Económica
Justicia
Climática
Ecológica
Integración Regional
Programas
Crisis de paradigma (modelo) del
desarrollo (desarrollo transformador), deuda y alternativas desde
ALC (buen vivir).
–
Deuda, Minería y Extractivismo,
Atención Humanitaria,
Derechos humanos, democracia,
Trata de personas, migraciones, Violencias y vulnerabilidades
Los enfoques para trabajar estos temas son:
–– Pastoral y bíblico-teológico
–– Atención integral
–– Género
–– Derechos humanos y de la naturaleza
Los espacios de incidencia:
• Interno en nuestras iglesias y el movimiento ecuménico regional y global:
espacios ecuménicos como ACT Alianza, CMI, CMIR, FLM, FUMEC, iglesias
de la regiones de ALC y a nivel global.
• Externo en espacios sociales, intergubernamentales y políticos: organizaciones
populares, movimientos sociales, UNASUR, MERCOSUR, CELAC, SICA,
ALIANZA DEL PACÍFICO, Contrapartes y relaciones bilaterales.
Las bases éticas y políticas de esta articulación, se acuerda trabajar a partir de:
• Articular procesos regionales y nacionales.
• Dar testimonio conjunto al interior del movimiento ecuménico y en los diferentes
escenarios de participación social y política.
• No anular a los otros: afirmar el derecho a existir autónomamente y a mantener
las especificidades.
• Se busca fortalecer cada espacio para tener mayor incidencia en la alianza.
• Tener mayor impacto social, eclesial y político.
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Las líneas de trabajo conjuntas:
• La investigación y estudio de casos
• La formación y capacitación
• Comunicación e incidencia sobre temas específicos en la región
Próximos pasos Juntos: Acciones de articulación
• Intercambio de planes de trabajo 2014, articular donde sea posible y realizar una
consulta donde se invite a todas las organizaciones interesadas en la propuesta
de articulación.
• Mapeo de Intercambio de relaciones eclesiales, gubernamentales y no
gubernamentales.
• Definición de actividades conjuntas 2015.
El rol del CLAI en este proceso se da en el marco de su Visión, Misión y rol, tal
como aparece en su Plan Estratégico para el trienio 2014-2016: “Ser un organismo de
referencia continental en la facilitación del diálogo y la cooperación entre iglesias,
organismos ecuménicos, e interreligiosos, otras religiones y/o espiritualidades,
cosmovisiones y con organismos multilaterales”.
Los y las participantes de la consulta , revisaron esta propuesta y ratificaron el
compromiso de avanzar en este proceso por lo que expresaron: “vemos la necesidad
que nuestras iglesias y organizaciones ecuménicas profundicen y actualicen el análisis
de nuestra realidad, la relectura de la Biblia para renovar nuestra forma de pensar en
el diálogo, acompañamiento y aprendizaje de las experiencias que están construyendo
alternativas en nuestra región y a nivel global. Para lograr esto acordamos”:
• Avanzar en el compromiso de seguir adelante con la articulación ecuménica
para la incidencia en América Latina y el Caribe que se propuso en la reunión
de Quito, Ecuador a finales de noviembre de 2013. Esta tendrá como propósito
la incidencia en los debates sociales y políticos que se realizan en la región y
también hacia el interior de nuestras iglesias y organizaciones ecuménicas a
partir de los temas de economía y deuda, cambio climático y migraciones desde
un enfoque en los derechos humanos, el fortalecimiento de la participación
ciudadana, el “Buen Vivir” y la creación de alternativas en la realidad social y
política de la región.
• Desde esta iniciativa buscamos formar un liderazgo eclesial y ecuménico con
una nueva forma de pensar y vivir, con capacidades de análisis de la realidad,
participación y animador de procesos eclesiales y sociales de diálogo, alianzas
y cooperación para incidir en los debates y las experiencias de construcción de
alternativas que vienen emergiendo en la región.
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PARTICIPANTES Y VISITAS
1. Dario Barolin, Secretario General de AIPRAL
2. Chris Ferguson, Secretario General de la CMIR
3. Angel Furlan, Coordinador del Programa Deuda Ilegítima y Ecología de la
FLM
4. Andrés Alba, Coordinador Programa de Derechos Humanos de la IELCO
5. Gloria Ulloa, Presidente del CMI para ALC
6. Marcelo Schneider, Coordinador del CMI para ALC
7. Humberto Shikiya, Director de CREAS
8. Marcelo Leites, Secretario General de la FUMEC en ALC
9. Roger Cabezas, Iglesias Pentecostales, Tesorero de la Junta Directiva del CLAI
10.Felipe Adolf, Presidente del CLAI
11.Carlos Tamez, Coordinador General de Programas del CLAI
12.Isdalia Ortega, Miembro de la Junta Directiva del CLAI
13.Milton Mejía, Coordinador Continental del Programa FEES del CLAI
14.Silvia Raquel Reguieria, Iglesia Metodista y Presidenta de la Mesa CLAI,
Argentina
15.Cristobal Mareco del CIPEA y Mesa CLAI de Paraguay
16.Cesar Henriquez, Acción Ecuménica y Mesa CLAI de Venezuela
17.Ramón Castillo, Unión Evangélica Pentecostal de Venezuela
18.Saara Vuorensola, Federación Luterana Mundial, Programa Colombia y Foro
ACT Colombia
19.Luis Fernando San Miguel, Programa de Diaconía de IPC
20.Giovani Porras, Pastor la Iglesia Menonita en Colombia
21.John Martínez, Pastoral Social de la Iglesia Asambleas de Dios en Colombia
22.José Duque, Pastor de la Iglesia Metodista en Colombia
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23.Jorge Atilio Silva Iulianelli, Asesor de Koinoia y del CLAI en Brasil
24.Martin David, Pastor del Presbiterio Central de la IPC
25.Eduardo Martínez, Obispo de la IELCO
26.Adelaida Jiménez, Directora Programa de Teología, Universidad Reformada
(CUR)
27.Daniel Libreros, Plataforma Ciudadana por la Auditoria a la Deuda Pública en
Colombia
28.Camila Galindo, Plataforma Ciudadana por la Auditoria a la Deuda Pública en
Colombia
29.John Gómez, Plataforma Ciudadana por la Auditoria a la Deuda Pública en
Colombia
30.Francisco Duque, Obispo Iglesia Anglicana de Colombia
31.Diego Higuita, Secretario Ejecutivo de la IPC
32.Javier Rodríguez, Moderador del Presbiterio Central de la IPC
33.Dairo Aranzales, Secretario Ejecutivo del Presbiterio Central de la IPC
34.Fernando Alexander San Miguel, apoyo en memoria
35.Raimy Ramírez, apoyo logístico
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En esta publicación compartimos la memoria de la Consulta sobre
Incidencia y Perspectiva Bíblico-Teológica del Paradigma del Desarrollo
desde América Latina y el Caribe (ALC), realizada en la ciudad de Bogotá,
Colombia los días 13 y 14 de agosto de 2014. Esta consulta se realizó
como parte de un proceso que se inició en noviembre de 2013 en Quito,
Ecuador, donde representantes de diversas organizaciones ecuménicas
se reunieron para dialogar sobre la necesidad de promover una
articulación ecuménica en temas de economía y ecología en la región.
Por esta razón la consulta se convocó con los siguientes objetivos:
• Analizar desde la perspectiva bíblica, teológica y la realidad de
ALC el modelo económico de desarrollo que se ha implementado
en nuestra región, para reflexionar sobre el papel de las iglesias y
los sectores ecuménicos, que permita participar de experiencias
y del debate sobre la construcción de alternativas que se realizan
entre sectores comunitarios, sociales y políticos en la región.
• Avanzar en la construcción de una propuesta ecuménica de
incidencia que permita articular estrategias y acciones conjuntas
en temas de fe, economía, ecología (cambio climático) y paz
desde los sectores ecuménicos en ALC.
Al compartir esta memoria confiamos que los documentos que
contiene sean de ayuda para la reflexión y el estudio; tanto individual
como en grupos en los estudios bíblicos, en las escuelas dominicales de
las iglesias y en las jornadas de trabajo de las organizaciones ecuménicas.
De esta forma deseamos animarlos para que se siga examinando el
contexto y la realidad a nivel local y regional desde una perspectiva
bíblico-teológica y se fortalezca el trabajo de incidencia, la participación
y acompañamiento a los procesos sociales que construyen alternativas
al desarrollo.
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