LAS RELACIONES POLÍTICAS ENTRE LA UNIVERSIDAD Y LOS

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UNIVERSIDAD DE LA HABANA
FACULTAD DE FILOSOFIA E HISTORIA
Una historia por escribirse:
LAS RELACIONES POLÍTICAS ENTRE LA UNIVERSIDAD Y LOS
GOBIERNOS DE LA REPUBLICA DE CUBA: 1902-1959
Autora: Dra. Elvira Díaz Vallina
Ponencia
LASA 2003
La Universidad de la Habana nunca ha sido otra cosa más que
un criadero de víboras eternamente dispuestas a revolverse
contra sus padres...
De la Universidad salieron para los campos las primeras
expediciones de jóvenes habaneros, los que, de la noche a la
mañana, desaparecieron de sus casas...
Últimamente, de la Universidad han salido, ya formados, todos
o casi todos los cabecillas que hoy habitan en las maniguas y
roban y matan sin ley ni conciencia.
Ramón López Ayala, 28 de noviembre de
1871. En L. F. Le Roy, El fusilamiento de
los ocho estudiantes de medicina. Edit.
Ciencias Sociales, 1971, pág. 394.
2
Las relaciones políticas entre la Universidad cubana y los gobiernos de la
República se desarrollaron sistemáticamente en el marco de contradicciones
irreconciliables de carácter político y que tuvieron su antecedente inmediato
en las luchas por la independencia contra el coloniaje español.
Sus puntos culminantes durante la República y de mayor violencia fueron los
períodos de las dictaduras de Machado y Batista.
Para analizar específicamente el papel jugado por los estudiantes en los
conflictos políticos señalados aplicamos una metodología formulada por V. I.
Lenin a propósito de las consideraciones filosóficas que hizo en torno a la
participación de los estudiantes en la Revolución de 1905 y que mantienen
una vigencia total.
3
ALGUNOS PRESUPUESTOS TEÓRICOS METODOLÓGICOS
PARA EL ESTUDIO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL
Las Universidades no son ajenas ni están por encima de la
sociedad, sino que son su reflejo... a ellas fluyen jóvenes de
diferente
extracción
social
y
política...
que
produce
la
heterogeneidad de agrupamientos políticos entre los estudiantes
universitarios los cuales reproducen a los que existen en la propia
sociedad, aunque no en idéntica proporción de fuerza y número
sino de la variedad de grupos.
----
Los estudiantes son la parte más sensible de la intelectualidad que
se llama así precisamente porque refleja y expresa del modo más
consciente, mas decidido y más preciso el desarrollo de los
intereses de clase y de las agrupaciones políticas de toda la
sociedad.
V.I. Lenin, LAS TAREAS DE LA JUVENTUD, Obras
completas, Edit. Cartago, Buenos Aires, T. 7.
4
Lo específico de los estudiantes consiste en que ellos entran en la
lucha desde posiciones que consideran comunes, nacionales
democráticas, etc., en tanto sus demandas, como grupo social,
pasan a un segundo plano... quizás esto explique la menor
estabilidad del movimiento estudiantil.
V. I. Lenin, El papel de los estamentos y las clases en el
movimiento de liberación nacional, Op. Cit. T.6.
A los estudiantes los guía un sano instituto revolucionario apoyados
en su comunión con el proletariado...
V. I. Lenin, La huelga política de toda Rusia, Op. Cit. T.9.
Las formas originales del movimiento estudiantil, en los inicios de la
lucha tienen una participación mayor que el resto de las clases y
sectores de la sociedad, en ello radica la grandeza del heroísmo y
su impotencia.
V.I. Lenin, Ibid. T.9.
5
Las manifestaciones de rebeldía política entre los jóvenes de la Universidad de
La Habana, durante el período colonial, no fueron el resultado de un
movimiento organizado, sino que constituyeron acciones espontáneas que
expresaron los sentimientos patrióticos y las ideas anticoloniales de los
estudiantes.
Entre los años 1851 y 1853, los estudiantes mostraron sus rebeldías de
diversas formas y a fines de la década del 60, para las autoridades coloniales,
la Universidad era un centro de insurrección donde hasta se acribilló a
puñaladas y se hizo pedazos el retrato de Isabel II... porque representaba
a España. A ello agreguemos que el 27 de noviembre de 1868 llegó a Cuba
una expedición al mando de Manuel de Quesada con más de 50 jóvenes
habaneros que habían abandonado las aulas universitarias junto a algunos de
sus profesores, para luchar por la independencia de la patria y que en la
Universidad de La Habana se educaron los principales dirigentes del
alzamiento del 10 de octubre. Estudiantes y catedráticos dijeron presente en la
manigua junto a campesinos, artesanos empleados y hacendados en las dos
guerras de independencia. De la actividad política de los jóvenes en la
Universidad durante más de 30 años, sólo trascendió con fuerza de futuro el
fusilamiento de los estudiantes de medicina.
Durante las dos primeras décadas de república neocolonial, después de
conquistada la independencia, la rebeldía política del estudiantado universitario
se manifestó, al igual que en períodos anteriores, de forma espontánea, aislada
y esporádica, es decir, con frecuencia espaciada y carente de una estructura
orgánica que le diera cohesión.
No fue hasta el 20 de diciembre de 1922 que se creó la Federación Estudiantil
Universitaria por Julio Antonio Mella, quien no sólo estructuró sino también dio
contenido permanente al movimiento de los estudiantes cubanos.
El surgimiento del movimiento estudiantil revolucionario organizado en Cuba
fue una de las respuestas de la generación del 20 a la situación de crisis moral
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y material que sufría el país como consecuencia de la penetración del
imperialismo norteamericano y de la corrupción política administrativa
imperante en la estructura del poder. A estas situaciones se sumó un hecho
histórico importante y de trascendencia continental, la Reforma Universitaria
iniciada en Córdova, Argentina, en 1918. Si el régimen vigente entonces
presentaba las mayores insuficiencias y deficiencias, las universidades
latinoamericanas
mostraban
una
situación
aún
peor
enraizadas
en
supervivencias feudales-derecho divino, logomanía, dogmatismo habían
devenido en instrumento de dominación y en garantía de privilegio,
abriéndose así entre la Universidad y el pueblo un abismo insalvable.
Transformar la Universidad en otra, acorde a las necesidades del desarrollo,
sin una revolución social era un idealismo del movimiento estudiantil que Mella
fue el primero en comprender en el curso de huelgas, manifestaciones,
asambleas y otras acciones de rebeldía que condujeron sólo a logros escasos
y efímeros.
El movimiento de Reforma Universitario en Cuba tuvo como punto culminante
el I Congreso de Estudiantes, en octubre de 1923. En este evento junto a las
demandas académicas se unieron las de carácter político, antiimperialista, en
esencia de condena a la Enmienda Platt y al capitalismo mundial, al
panamericanismo y a la doctrina Monroe, así como la exigencia de
reconocimiento diplomático a la Unión Soviética y los deseos de lograr una
perfecta unión entre obreros y estudiantes.
Bajo el gobierno de Gerardo Machado, Mella fue expulsado de la Universidad,
el 25 de Septiembre de 1925; en pocos meses fueron liquidadas las conquistas
de la Reforma Universitaria. En 1926, la FEU fue suprimida y en 1929, el propio
líder estudiantil, convertido ya en gran dirigente del movimiento obrero y
comunista, fue asesinado en México.
La organización, el programa y la bandera de luchas forjada por Mella fueron el
compromiso de las generaciones universitarias siguientes:
7
El 30 de Marzo de 1927 resurgió el movimiento estudiantil bajo el nombre de
Directorio Estudiantil, contra la prórroga de poderes del tirano Machado.
Sus objetivos ya no serían académicos, sino políticos. La represión fue violenta
y las fuerzas de la reacción en la Universidad sancionaron a 91 estudiantes y
descabezaron de nuevo al Movimiento Estudiantil, aunque sólo lo lograron por
poco tiempo. El 30 de Septiembre de 1930 reapareció la FEU con el nombre de
Directorio Estudiantil Universitario y un nuevo programa en el que se
proclamó como objetivo la lucha para derrocar al tirano. Este programa de
alcance “limitado”, democrático y antijerencista motivó el surgimiento del Ala
Izquierda Estudiantil, en Enero de 1931, con una proyección antimachadista y
antiimperialista, la participación de ambas organizaciones en la lucha fue
destacada y contribuyeron a la caída de Machado en Agosto de 1933.
El Directorio Estudiantil Universitario apoyado por la sublevación de clases y
soldados del 4 de Septiembre, logró hegemonizar la situación política durante
el llamado Gobierno de los 100 Días. Fue un efímero gobierno derrocado el
18 de Enero de 1934 por la reacción y el imperialismo que se apoyó en la falta
de unidad de las fuerzas de izquierda. La Revolución del 33 había fracasado.
El golpe de estado del 10 de marzo de 1952, agudizó al máximo todas las
contradicciones inherentes al régimen neocolonial que padecíamos y se
fue gestando una situación revolucionaria.
Como consecuencia el gobierno legalmente elegido fue destituido, la
Constitución de la República derogada, los partidos disueltos, el código
electoral suprimido, así como la autonomía de Municipio y Provincia. La
Constitución de 1940, una de las más progresistas de América, elaborada con
el apoyo de las masas, fue sustituida por los Estatutos Constitucionales, un
engendro jurídico que daba plenos poderes al dictador.
La sedición militar encabezada por Fulgencio Batista provocó un fuerte impacto
de rebeldía entre los estudiantes universitarios de todo el País. La Federación
Estudiantil Universitaria (FEU), máximo organismo dirigente de la Juventud
universitaria de La Habana, rechazó el golpe de estado por anticonstitucional,
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ilegal, antidemocrático y reaccionario; apoyó al Presidente Carlos Prío Socarrás
para defender la democracia.
La nueva situación creada en el País con la instauración de un régimen de
facto que derogaba las instituciones democráticas, unido al nivel ideológico
alcanzado por el estudiantado en sus luchas anteriores elevó, a un primer
plano de su actividad revolucionaria, la contradicción democracia-dictadura.
A partir de este momento los estudiantes defendieron con gran pasión y
heroísmo
el
retorno
a
la
República
Constitucional,
de
características
sintetizadas por José Martí en la fórmula pluriclasista con todos y para el bien
de todos.
De esta forma se convirtieron en una fuerza política poderosa y de proyección
nacional, unida por demandas comunes a amplios sectores de la sociedad
cubana.
La FEU fundamentó la decisión del estudiantado de luchar contra el régimen
militar en un documento que se dio a conocer con el nombre de Declaración
de Principios, publicada cuatro días después del golpe del 10 de Marzo. En
ésta se reiteró el propósito de combatir la dictadura ...por haber derribado lo
que constituye la esencia de la razón de ser de la república establecida en
la Constitución, que el pueblo se diera en 1940; llamó a todos los
partidos, organizaciones y grupos genuinamente democráticos a unirse
conjuntamente con la FEU en un plan de luchas contra el régimen dictatorial.
Convocó al pueblo, es decir, a los estudiantes, obreros, campesinos,
intelectuales y profesionales a fundirse en el combate y, de hecho, excluyó de
este concepto a los sectores dominantes de la burguesía. Además la FEU se
identificó públicamente como una fuerza para que no se alineara con los
intereses de ningún partido político y, aunque de esta generalización no
excluyó al Partido Socialista Popular ni al Partido del Pueblo Cubano
(Ortodoxo), expresó la opinión del estudiantado sobre el tipo de lucha política
que se había desarrollado hasta ese momento, precisamente porque la
situación del país había cambiado. Además develó la apreciación de los
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estudiantes sobre la necesidad de una organización, y por ende de otro
liderazgo, capaz de encauzar y dirigir la revolución en Cuba.
La Declaración de Principio de la FEU, junto al artículo denuncia de Fidel
Castro Revolución no, zarpazo y el Manifiesto del Partido Socialista
Popular se ha considerado entre los principales documentos de condena al
régimen, en los cuales se hizo un llamado al pueblo para combatirlo y donde se
reveló su esencia dictatorial y proimperialista.
Entre el 10 de Marzo de 1952 y el 26 de Julio de 1953, el Movimiento
Estudiantil, bajo la dirección de la FEU, basado en las ideas expuestas,
desarrolló de modo permanente sus acciones de movilización, denuncia y de
enfrentamiento al gobierno castrense para crear un estado de conciencia
revolucionaria en el país. Si a ello sumamos las claras referencias que hizo a
las tradiciones de luchas armadas de las generaciones anteriores, para mostrar
su decisión de reivindicarlas como alternativa de solución a la crisis política
creada, comprenderemos cómo el movimiento estudiantil cumplió el papel de
avanzada revolucionaria hasta que
el Asalto a los Cuarteles Moncada y
Bayamo marcó el inicio de una nueva etapa en la que surgió la vanguardia de
la Revolución.
La Constitución de 1940, aunque de carácter democrático burgués por su
contenido, puede calificarse en algunos aspectos de progresista y, en otras, de
realmente avanzada, tanto en el orden político como social, recogiendo en
forma teórica muchas de las aspiraciones por las que había luchado el pueblo
en el período revolucionario de los años 30.
La FEU consciente de ello, organizó, entre Abril y Junio de 1952, un programa
de actividades de denuncia al régimen y movilización de las masas populares,
en torno a la Carta Magna de 1940 y, de esta forma, llevó las briznas de sus
conocimientos políticos a los distintos sectores de nuestra sociedad con el
propósito de su toma de conciencia para la lucha.
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La primera de esas actividades fue el entierro simbólico de la Constitución,
precedido de guardias de honor en la escalinata universitaria, a las que
asistieron estudiantes, hombres y mujeres del pueblo.
Posteriormente la FEU organizó la jura de la Constitución en la Universidad,
donde participaron miles de ciudadanos para prestar juramento solemne sobre
una urna que contenía el documento constitucional, y de esta forma sellaban su
compromiso de lucha contra la tiranía. La importancia política de aquella
jornada, la expresó Blas Roca cuando con la mano sobre la urna sintetizó
Prometo solemnemente defender la Constitución, que como delegado del
pueblo ayudé a formar y también el veterano de las guerras de independencia
quien con 80 años y su pecho condecorado dijo para mí la escalinata
universitaria es ahora como la manigua en la lucha por la libertad de mi
patria...
Punto culminante de este programa fue el conjunto de acciones movilizativas
ejecutadas por la FEU, denominada Invasión Constitucional, la que de
manera simbólica recordaba la llevada a cabo por Gómez y Maceo durante la
guerra del 95. Su objetivo alcanzaba a todo el país y se llevó a cabo en acción
combinada con los estudiantes y las organizaciones opositoras del régimen, de
cada ciudad. En Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos,
Matanzas, Pinar del Río y otros lugares de la Isla los dirigentes estudiantiles
sufrieron, junto al pueblo, feroz represión por parte de los cuerpos castrenses
del régimen. De esta forma iban apareciendo con claridad los síntomas de una
situación revolucionaria.
Paralelamente, sectores de la población y parte de los dirigentes estudiantiles
se incorporaban a las diferentes organizaciones clandestinas que surgieron en
el período con el fin de preparar una insurrección armada que derrocara al
régimen.
El infatigable quehacer revolucionario de la FEU cobró caracteres de violencia
en el mes de Enero de 1953. El homenaje a los grandes guías ideológicos del
movimiento estudiantil, José Martí y Julio Antonio Mella, presidió esta actividad.
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El 15 de Enero, en una gran manifestación de desagravio a Mella, por haber
sido mancillado su busto, se expresaron consignas políticas amenazadoras
contra el régimen y la acción alcanzó proporción multitudinaria de singular
apoyo popular en el curso de su avance hacia La Punta. Antes de concluir su
recorrido, la manifestación fue reprimida por la policía que asesinó a Rubén
Batista Rubio, y causó numerosos heridos y detenidos.
Este hecho sensibilizó a grandes sectores del pueblo y en su conciencia caló
con mayor profundidad la comprensión de la necesidad de la violencia
revolucionaria frente a un régimen que no vacilaba en asesinar a lo mejor de un
país, la juventud, para mantenerse en el poder.
Durante este mismo mes de Enero, la FEU organizó la Semana Martiana en
homenaje al centenario de nuestro Héroe Nacional José Martí. Para ello
coordinó su trabajo con los líderes juveniles de los Partidos Ortodoxo,
Socialista Popular y Auténtico.
Entre las numerosas actividades desarrolladas descollaron, por su mayor
trascendencia, el Congreso Martiano por los derechos de la juventud, por el
contenido político de sus discusiones y acuerdos, y la marcha de las antorchas,
por su masividad popular, la actitud combativa de sus participantes y la
presencia de los futuros moncadistas quienes marcharon junto a los
estudiantes y al pueblo en general. En esta manifestación, los estudiantes
llevaban antorchas armadas con clavos hirientes para defender a la multitud en
caso de ser agredida por los cuerpos represivos.
Nunca antes, hasta esos momentos, el nivel de la ira popular y las expresiones
de luchar por la vía pacífica, habían alcanzado un punto más alto de
manifestación.
Paralelamente
los
dirigentes
estudiantiles
y
parte
del
estudiantado se preparaban para la futura lucha insurreccional en el manejo de
las armas dentro de las organizaciones que se crearon.
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La iniciativa de la FEU para promover acciones de masas, que preparaban las
condiciones para el choque final contra el régimen, encontró en la celebración
del 1° de Mayo de 1953 su mayor manifestación de conciencia revolucionaria.
Batista había prohibido la celebración del desfile tradicional de los obreros en la
fecha internacional del trabajo, y la FEU, de inmediato se solidarizó con el
descontento de los trabajadores y ofreció las instalaciones universitarias, para
llevar a cabo el acto. Con este fin la FEU creó una Comisión Organizadora
integrada por 18 dirigentes obreros de los Partidos Socialista Popular, Ortodoxo
y Auténtico y seis dirigentes estudiantiles.
El régimen comprendió la peligrosidad que encerraba para su estabilidad esta
unión obrero-estudiantil y desató un clima de terror por medio de la prensa,
principalmente la batistiana y reaccionaria, donde hizo públicas sus amenazas
contra la Universidad. El gobierno planteó la clausura del máximo centro
docente y la violenta represión de los estudiantes sin descontar la agitación de
prejuicios anticomunistas, en la forma más grosera, para aislar del pueblo al
estudiantado revolucionario.
Los estudiantes y obreros respondieron con un documento conocido por
Llamamiento-Programa del Comité conjunto obrero estudiantil (26)
publicado el 27 de Abril. En este, al mismo tiempo que se condenaba la
existencia de los monopolios extranjeros, se proclamaba la acción para el logro
de los siguientes objetivos: desarrollo industrial, diversificación agrícola,
nacionalización de las empresas de servicios públicos, abolición del latifundio y
reforma agraria que entregara la tierra a los campesinos gratuitamente,
restableciendo de la Constitución de 1940, respeto a los derechos de reunión,
asociación, huelga y manifestaciones; erradicación de los maltratos y
persecuciones, cese de la discriminación racial, solidaridad con la lucha de los
pueblos de América oprimidos por regímenes tiránicos, entre otros.
Bajo la presionante campaña contra el acto obrero estudiantil, los dirigentes de
las secciones obreras del Partido Ortodoxo y Auténtico se retiraron de la
Comisión Organizadora y del apoyo al acto, gesto que condenó históricamente
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a los dirigentes de esos partidos como incapaces de llevar adelante una lucha
consecuente con la situación revolucionaria que se desarrollaba en el país. El
Partido Socialista Popular mantuvo firme su apoyo militante al acto aunque
tácticamente se retiró de la Comisión Organizadora para sortear la acusación
de sectarismo a la FEU y a la propia celebración del 1º de Mayo, en la
Universidad.
Las condiciones de terror creadas por el régimen y la falta de unidad en la
dirección de los obreros no impidieron la afluencia de miles de trabajadores al
Estadio
Universitario
quienes,
desafiando
el
despliegue
policíaco,
se
concentraron para celebrar la fiesta internacional de trabajo en unión con los
estudiantes. Fue una derrota política al régimen y una demostración de la
conciencia de lucha de la clase obrera y el estudiantado.
Los principales dirigentes estudiantiles y muchos estudiantes se incorporaron,
en el período objetivo de nuestro estudio, a las Organizaciones Políticas
Insurreccionales, que surgieron con el propósito de derrocar a la tiranía por vía
de las armas.
La división de la sociedad en organizaciones políticas y, consecuentemente, el
modo de agruparse políticamente los estudiantes, experimentó en Cuba un
cambio a partir del golpe de estado del 10 de marzo de 1952. entre estas
fechas y el 26 de julio de 1953, se crearon organizaciones clandestinas de
carácter subversivo, insurreccional y revolucionario para luchar contra el
régimen de ipso establecido, por vía de las armas.
Entre estas organizaciones las más importante fueron la Triple A, el Movimiento
Nacional Revolucionario y Acción Libertadora; paralelamente se fue integrando
la vanguardia de la revolución encabezada por Fidel Castro quién, en el
período señalado, se preparaba para el asalto a los cuarteles Moncada y
Bayamo, acciones en las que se dio a conocer el Movimiento que llevaría
posteriormente el nombre de 26 de julio.
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El partido Socialista Popular por su parte planteó, en la etapa inicial, una
solución democrática a la crisis política creada por el golpe de estado del 10 de
marzo. En este período el PSP mantuvo contactos con los dirigentes de la FEU
por medio de los estudiantes que integraban la juventud socialista, quienes con
su participación e ideas contribuían al desarrollo del movimiento estudiantil.
A las nuevas organizaciones políticas de la sociedad se correspondieron
nuevos agrupamientos políticos entre los estudiantes,. La unidad ideológica de
los jóvenes no se forjó en torno a un círculo único de ideas políticas y sociales,
sino por medio de su estrecho acercamiento con las diferentes organizaciones
políticas anti-batistianas. Se conformó una heterogeneidad de agrupamiento
entre los estudiantes, lo cual no afectó la unidad de acción del movimiento
estudiantil en el enfrentamiento a la tiranía. Los jóvenes universitarios
ejecutaron en cada ocasión, sin sectarismo ni diferencias, las distintas acciones
que organizó la FEU para combatir la tiranía.
En este período quedó demostrada, una vez más, la gran profundidad y visión
de futuro de las célebres frases de José Martí de que la tiranía no corrompe,
sino prepara y que las universidades parecen inútiles; pero del ellas salen los
apóstoles, los héroes y los mártires.
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CONCLUSIONES
El estudio realizado sobre el movimiento estudiantil cubano, representado por
los jóvenes de la Universidad de La Habana bajo la dirección de la Federación
Estudiantil Universitaria (FEU), durante el período inicial de enfrentamiento a la
tiranía de Batista, nos ha permitido arribar a las siguientes conclusiones:
El movimiento estudiantil cubano, durante la lucha de liberación nacional, entre
el 10 de marzo de 1952 y el 26 de julio de 1953, es una verificación de las tesis
planteadas por Lenin sobre el movimiento estudiantil en las condiciones de la
lucha revolucionaria.
En la Universidad, durante el período de luchas por la independencia de Cuba,
los jóvenes mantuvieron una conducta de patriótica rebeldía que condujo al
hecho de mayor trascendencia histórica: el fusilamiento de los 8 estudiantes de
Medicina, el 27 de noviembre de 1871, que desde entonces se convirtió en un
ejemplo del heroísmo y martirologio de que es capaz el estudiantado.
El movimiento estudiantil cubano se estructura organizativamente el 20 de
diciembre de 1922 con la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria
de la Universidad Nacional de La Habana, por iniciativa de Julio Antonio Mella,
quién, además, le dio el primer objetivo de lucha: la Reforma Universitaria; el
primer programa: las Resoluciones del I Congreso de Estudiantes y la
experiencia de mayor trascendencia política e ideológica: que en Cuba no
podía realizarse una reforma profunda de la enseñanza superior si antes no se
hacía una revolución social.
Las ideas de Mella y sus experiencias del fracaso de la Reforma Universitaria
fueron el fundamento ideológico de la radicalización progresiva de las nuevas
batallas del movimiento estudiantil que en 1927, y con más fuerza y continuidad
en 1930, reinició la lucha en la Universidad de La Habana bajo la dirección del
Directorio Estudiantil Universitario y el Ala Izquierda Estudiantil con propósitos
no de reformas académicas sino con objetivos políticos enfilados directamente
contra el gobierno del tirano Gerardo Machado.
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La generación de estudiantes cubanos que en los años cincuenta se enfrentó
a la tiranía proimperialista de Fulgencio Batista era heredera de una rica
tradición de las luchas del estudiantado.
La presencia de la FEU en el Palacio Presidencial, el 10 de marzo de 1952,
para solicitar armas con que enfrentar la tiranía que se instauraba en el país,
fue un gesto histórico en la defensa de la democracia que demostró la
influencia de las tradiciones y probó la tendencia del movimiento estudiantil de
partir en la lucha desde posiciones comunes, que en el caso cubano, dieron a
la FEU un amplio respaldo popular.
La Declaración de Principios formulada por la Federación Estudiantil
Universitaria al consolidarse el poder de la tiranía de Fulgencio Batista, dio
fundamento ideológico a la posición de lucha del estudiantado; develó la
contradicción política democracia-dictadura, cuya solución se convirtió en el
objetivo principal de su actividad; expresó la comprensión de la FEU derivada
de la causa del fracaso de la revolución del 33, al llamar a la unidad de todas
las fuerzas opositoras del régimen dictatorial para derrocarlo, aunque subrayó
su independencia de los partidos políticos; dejó constancia de su decisión de
tomar las armas si fuera necesario; resaltó su confianza en el verdadero pueblo
y se colocó bajo la advocación de José Martí.
El conjunto de acciones organizadas por la FEU para expresar fidelidad a la
constitución de la República de 1940 y su resolución de luchar hasta que fuera
restituida, fue un instrumento para la toma de conciencia de las masas sobre la
ilegalidad de las bases políticas y jurídicas del régimen de ipso del 10 de marzo
y, además, una vía de compromiso popular para enfrentar ese régimen.
La denominada fórmula política de la Federación Estudiantil Universitaria de La
Habana fue una expresión de táctica flexible en la lucha contra la tiranía. Junto
al intento de unir las organizaciones políticas y sociales de la oposición legal al
gobierno, para una salida democrática de la crisis creada por el golpe de
estado del 10 de marzo, la FEU ampliaba la militancia insurreccional. El fracaso
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de la citada fórmula fortaleció la necesidad de trabajar por la unidad del pueblo
y en su preparación para la lucha por la vía no pacífica.
En el marco de una sociedad dominada por la ideología burguesa
proimperialista y anticomunista, las ideas de José Martí, Héroe Nacional de
nuestra gesta emancipadora, y de Julio Antonio Mella, líder del movimiento de
reforma universitaria en Cuba, eran las más avanzadas que podía profesar el
movimiento estudiantil, por ello, el democratismo revolucionario caracterizó los
pronunciamientos de la FEU de analizar la problemática cubana, en los años
50. consecuentemente, los actos en las efemérides del maestro y del fundador
de la FEU fueron convertidas en jornadas de lucha por el triunfo de sus ideas.
Bajo la dirección de la FEU de la Universidad de La Habana, el movimiento
estudiantil llevó su actividad revolucionaria fuera de los marcos universitarios y
se convirtió de hecho en un movimiento popular, durante el período analizado.
Un sano instinto revolucionario demostró el movimiento estudiantil al unirse con
la clase obrera para la celebración del 1º de mayo de 1953, en la Universidad
de La Habana, y al acordar un programa conjunto de luchas por conquistas
económicas, políticas y sociales.
Los dirigentes de los partidos políticos Auténtico y Ortodoxo dieron muestra de
su incapacidad para combatir al régimen, al retirar su apoyo al acto del 1º de
Mayo ante las amenazas de cruenta represión anunciadas por el régimen. El
Partido Socialista Popular actuó consecuente con sus principios revolucionarios
y respaldó militantemente el acto, hasta sus últimas consecuencias, lo cual
contribuyó de forma importante al éxito de este enfrentamiento a la tiranía.
La mayoría de los dirigentes estudiantiles y parte de los
estudiantes
canalizaron sus ideas de violencia revolucionaria, para derrocar a la tiranía, en
las
organizaciones
insurreccionales
Triple
A,
Movimiento
Nacional
Revolucionario y Acción Libertadora, las que principalmente se reflejaron en el
agrupamiento político de los jóvenes universitarios, antes del 26 de julio de
1953. La Juventud Socialista en la Universidad de La Habana, reflejo del
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Primer Partido Marxista-leninista de Cuba en este centro, siempre participó en
la organización y ejecución de las acciones estudiantiles realizadas por la FEU.
El conjunto de acciones de enfrentamiento a la tiranía realizadas por el
estudiantado de la Universidad de La Habana, bajo la dirección de la
Federación Estudiantil Universitaria, fueron un signo de la bancarrota del
régimen. Sus denuncias públicas constantes contra la tiranía y sus acciones de
enfrentamiento; sus relaciones con el movimiento obrero y sus movilizaciones
del pueblo para la lucha; su vinculación a las organizaciones insurreccionales,
su heroísmo y su martirologio, contribuyeron al desarrollo de las condiciones
subjetivas de la revolución, que se inició el 26 de julio de 1953.
19
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Bohemia
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Abril, 6
Julio, 6-13
Noviembre, 9-29
Diciembre, 7-28
1953 Febrero, 1-8
Mayo, 10-31
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Diciembre, 21
1952 Abril, 19
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25
PUBLICACIONES PERIÓDICAS (Periódicos)
Alerta
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio,
Noviembre, Diciembre
1953: Febrero, Abril, Mayo, Junio
Ataja
1952: Agosto, Septiembre, Noviembre
1953: Febrero, Abril, Junio
Avance
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Octubre
1953: Febrero, Abril, Mayo, Junio, Octubre
Crónica
1953: Abril
Diario de Cuba
1952: Junio
1953: Abril, Junio
Diario de la Marina
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Septiembre
1953: Febrero, Abril, Junio, Julio
El Camagüeyano
1953: Enero
El Crisol
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Noviembre
1953: Febrero, Abril, Mayo, Junio
El Mundo
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio,
Agosto, Septiembre, Octubre,
Noviembre, Diciembre
1953: Abril, Mayo, Junio
El País
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio,
Agosto, Septiembre, Octubre,
Diciembre
Excelsior
1952: Marzo, Abril, Julio, Septiembre,
Octubre, Noviembre
1953: Abril, Junio
Gente
1953: Febrero, Mayo
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Hoy
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio,
Agosto, Octubre, Noviembre
1953: Febrero, Abril, Mayo, Junio, Julio
Información
1952: Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio,
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1952: Marzo, Mayo, Junio, Julio, Agosto,
Septiembre, Noviembre
1953: Abril, Mayo, Junio
Ultima Hora
1952: Abril
1953: Abril, Junio
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FUENTES DOCUMENTALES
Archivo Universidad
de La Habana
Actas del Consejo Universitario entre el
10 de Marzo y Julio de 1953.
Legajos conteniendo diversos
materiales sobre el movimiento
estudiantil en los años de lucha por la
Reforma Universitaria y contra la tiranía
machadista.
Fondo Especial, materiales sobre el
movimiento estudiantil en los años 30.
FUENTES ORALES
Agramonte, Joaquín
Barrientos, Guillermo
Blanco, Amadeo
Castro, Nelson
Comesañas, Armando
Crucet, René
Chaple, Amparo
Armas, Hilario de
Fernández, Omar
Hidalgo Peraza, José Ramón
Jiménez, Eva
Lanza, Otilio
Peláez, Joaquín
Rodríguez Calderón, Mirta
Sánchez Arango, Lela
Vázquez, Ramón
Vilaseca, Salvador
Zamora, Jesús
28
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