Nueva protección a la vivienda familiar del Código Civil y Comercial

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Diario Comercial, Económico y Empresarial Nro 86 – 24.08.2016
Nueva protección a la vivienda familiar del Código Civil y Comercial de la Nación. Su
inejecutabilidad
Por Gabriela Fernanda Boquin
El art. 456 CCCN dice que “La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas
contraídas después de la celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos
cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el asentimiento del otro”.
La norma consagra el principio general de la inejecutabilidad del inmueble que constituyera la
vivienda familiar por las deudas que hubieran sido contraídas tras la celebración de las nupcias
exceptuándose a aquellas adquiridas por los cónyuges en forma conjunta, o por uno de ellos
contando con la debida aprobación del otro.
Así el Código brinda una solución a tono con la idea de la vivienda como derecho humano que
cuando involucra la vivienda familiar, tal protección observa un doble fundamento de índole
constitucional-internacional: la protección integral de la familia contemplada en el art. 14 bis
de la Constitución Nacional que en su parte pertinente establece “… El Estado otorgará los
beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial,
la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o
provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con
participación del estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y
pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la
compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna:”
El derecho de acceso a una vivienda digna en el plano internacional está plasmada en la
Declaración Universal de Derechos Humanos –de rango constitucional, art. 75 inc. 22- que en
su art. 25 reconoce el derecho de toda persona “a un nivel de vida adecuado que le asegure,
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. …”, por el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 11.1), la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. XI) y la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (art. 5).
El antiguo régimen económico del matrimonio no contaba con una norma que garantizara una
protección eficaz de la vivienda de los cónyuges frente a los ataques de terceros por deudas
contraídas por el cónyuge titular del bien que priven al grupo familiar de su uso y goce. La
nueva norma persigue evitar que se produzca la pérdida de la vivienda familiar por el
endeudamiento de uno de los esposos sin el consentimiento del otro. Dispone que la misma no
puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la celebración del matrimonio por sólo
uno de los cónyuges. Sí puede ser embargada y ejecutada por deudas contraídas con
anterioridad o por deudas contraídas por ambos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos
con el asentimiento del otro.
Se da así al caso una regulación similar a la que tradicionalmente se había concebido para el
bien de familia, con la sustancial diferencia de que no se exige la inscripción o afectación
previa del bien.
Se diferencia de la protección general regulada en los arts. 244 y sig. C.C.C.N. por cuanto en
dicha regulación sólo el o los propietarios (titulares registrales) pueden requerir la inscripción
En este sentido si bien no debe confundirse la institución en análisis con la de los arts. 244 y
siguientes sobre la protección de la vivienda, (pues el art. 456 aborda específicamente la
vivienda familiar, mientras que los otros la vivienda en general), el intérprete no debe
prescindir de las pautas de todas las normas que deben ser aplicables por razones de
congruencia sustentada en una natural aplicación analógica y por la necesidad de integrar todo
el ordenamiento (art. 2 C.C.C.N.).
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