Detección de problemas

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DETECCIÓN DE PROBLEMAS
Señales de alarma
ante problemas
en el lenguaje
El lenguaje es una característica propia de la especie humana. Para su desarrollo son necesarias una serie de destrezas y habilidades que están ligadas al desarrollo psicomotor, psicológico y social. Sin embargo, en algunos niños pueden aparecer problemas que afectan
directamente a esta capacidad.
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C
uando los niños nacen hacen ruidos, lloran y
chillan. A los 3 meses aparecen los gorjeos,
que son sonidos guturales; a los 6 meses los
balbuceos, que son sonidos rítmicos de vocales
y consonantes; a los 9 meses las protopalabras, que
son formas fonéticamente estables que se utilizan con
la combinación de gestos; y los a 12 meses las primeras
palabras.
Entre los 12 y los 18 meses, el niño posee alrededor
de 50 palabras y en esta etapa son normales las simplificaciones (“chupete-tete”), reduplicaciones (“tete”,
“popó”), asimilaciones (“sí- ti”). A partir de los 18
meses se dan sustituciones de unos sonidos por otros
(“casa-caza”), asimilación de un sonido por otro próximo (“natilla-matilla”), simplificación de la sílaba (“ten”
por “tren”).
Estas serían algunas de las características del proceso
de adquisición del habla. Sin embargo, hay niños que
pueden empezar a presentar desfases en su habla o en
su lenguaje, tanto en su forma como en su contenido
y uso.
Aunque cada niño posee su propio
ritmo madurativo y de desarrollo,
existen algunos signos que
CUÁNDO NO VAN BIEN LAS COSAS
Aunque cada niño posee su propio ritmo
madurativo y de desarrollo, sí que existen algunos
signos que nos pueden alertar de que algo está
fallando en el proceso, tales como:
z A los 15 meses no mira ni señala a personas u
objetos.
z A los 18 meses no sigue instrucciones simples.
z A los 24 meses no señala una imagen o una
parte del cuerpo cuando la nombra.
z A los 30 meses no responde fuerte, moviendo
la cabeza o haciendo preguntas.
z A los 36 meses no sigue instrucciones de dos
pasos o palabras en acción.
También, se dan casos en el que el niño entiende
el lenguaje pero tiene dificultades para expresarlo, hay que estar pendiente si:
z A los 15 meses no utiliza tres palabras.
z A los 18 meses no dice “mamá”, papá”…
z A los 30 meses no usa frases de dos palabras
que incluyan un sustantivo y un verbo.
z A los 36 meses no solicita elementos por el
nombre; si no imita repitiendo las preguntas
dichas por otros; el lenguaje ha empeorado y
no usa oraciones completas.
z A los 48 meses usa palabras incorrectamente o
emplea una palabra similar o conexa en lugar
de la correcta.
nos pueden alertar
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DETECCIÓN DE PROBLEMAS
D
Los momentos de juego y diversión
son idóneos para ayudar a
nuestros hijos a que hagan
un uso correcto del lenguaje
FAVORECER EL DESARROLLO CORRECTO
Para ayudar a nuestros hijos a tener un correcto
desarrollo del lenguaje es importante tener en cuenta
que no todos los niños presentan el mismo ritmo en
el desarrollo. Nos puede ayudar lo siguiente:
z Para que el niño aprenda a hablar, es necesario
que interactúe con el entorno.
z Es esencial la actitud comunicativa, positiva y estimulante.
z Hacer del juego la base de la comunicación para
mantener la motivación del niño.
z Favorecer las intervenciones del niño.
z Ajustar nuestro lenguaje cuando nos comunicamos con el niño (tamaño y dificultad del mensaje,
usar frases simples pero bien estructuradas, etc.)
z En el caso de ver que nuestro hijo presenta dificultades como las mencionadas anteriormente, se le
puede comentar al pediatra o al logopeda, para
poder intervenir, si fuera necesario, lo antes posible.
Los momentos de juego y diversión son idóneos
para ayudar a nuestros hijos a que hagan un uso
correcto del lenguaje. Además, estableceremos una
buena comunicación basada en el cariño, la diversión
y la confianza.
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Dificultades en el lenguaje
Dentro de las dificultades en el lenguaje, podemos distinguir entre los trastornos del lenguaje y trastornos
del habla.
Trastornos del lenguaje
Son alteraciones que, además de afectar a aspectos lingüísticos, repercuten en aspectos intelectuales y de la personalidad. Algunos de estos
trastornos pueden ser:
z Retraso simple del lenguaje: desfase cronológico en todos los aspectos del lenguaje
(fonético, léxico y morfosintáctico). Presenta
dificultades en la construcción de frases y en la
comprensión. En ocasiones, puede estar acompañado de otras anomalías como un ligero
retraso psicomotor.
z Disfasia infantil congénita: al retraso cronológico se añaden dificultades para la estructuración del lenguaje, dando lugar a conductas
verbales anómalas. Existe una dificultad en el
proceso normal de adquisición.
z Afasia: alteración del lenguaje debido a una
lesión cerebral. Es adquirida cuando, debido a
un traumatismo, los niños han perdido el lenguaje que habían adquirido. Por otro lado, está
la afasia congénita, cuando el niño no adquiere
el lenguaje, estos casos suelen estar acompañados de cierto retraso intelectual.
Trastornos del habla y de la voz
Son afecciones según las cuales la persona tiene
dificultad para formar los sonidos y así comunicarse. Algunos pueden ser:
z Disfonía: es una alteración de la voz por un
uso incorrecto del aparato fonador. Se dan
dificultades entre la respiración y la fonación.
Influyen mucho los modelos de habla que se
dan al niño o las enfermedades sufridas en
el aparato fonador que han llevado al niño a
adquirir malos hábitos al hablar.
z Dislalia: retraso en la articulación de fonemas
que, según la madurez del niño, ya debería
producir correctamente sin que existan causas
sensoriales ni motrices que lo impidan.
z Inmadurez articulatoria: el niño tiene problemas fonológicos, ya que no es capaz de
segmentar los sonidos en palabras y frases y
ordenarlos adecuadamente. Estos problemas
pueden originar dificultades en sus relaciones
sociales.
z Disfemia (tartamudez): es el deterioro del
ritmo o la fluidez verbal caracterizado por repeticiones y o prolongaciones de los elementos
del habla. Suele ir acompañado de trastornos
respiratorios.
z Mutismo selectivo: es un problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en
la etapa preescolar. El niño, pese a tener la
capacidad para hablar, inhibe selectivamente
su respuesta verbal en determinadas situaciones o con personas que no son de su entorno
familiar.
z Hipoacusia: consiste en la pérdida auditiva (en
un oído o en los dos) que dificulta la escucha
y discriminación adecuadas de los diferentes
sonidos del habla provocando retrasos en el
desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación.
María JORGE MORENO
Profesora de audición y lenguaje. Experta en intervención logopédica. Instituto Coincidir. www.coincidir.es
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