Abril del 2011 - Los Peregrinos Iglesia Adventista del Séptimo Día

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Progressi
“Los Peregrinos” Iglesia
Adventista del 7mo. Día
Volumen 28 Edición 28
Un cambio al alcance de tu mano
¡Rectifica! Estas a tiempo.
Por: Daniel Abad
Una palabra fuera de tono… Un gesto inadecuado… Un detalle delatador…
Una reacción hostil… Un silencio demasiado largo…
Tantas reacciones que, ocasionadas por el orgullo, la falta de amor, las frustraciones no resueltas o simplemente nacidas del fruto de un carácter indomable,
han roto relaciones humanas y han dejado heridas incurables que perduran hasta el infinito. Despleguemos unos pocos ejemplos muy familiares de este tipo
de situaciones:
El padre que lleva largos años sin saber de un hijo, causado por un “no sé que exactamente” ocurrido en una
confusa noche de discusión y que no se aclaró jamás.
El esposo que, tras un duro día de trabajo y un malhumor acumulado, dejó la casa familiar tras unas palabras de
discordia con el propósito de hacer daño y no para comunicar.
El hijo, empapado de orgullo juvenil, rompiendo el corazón arrugado de trabajo de una madre paciente pero
con sus límites en consentimientos.
Y un sinfín de historias que podemos encontrar tras cada puerta de hogar en cualquier ciudad del país. Millones
de relatos que han forjado en el ser humano huellas incrustadas hechas de amargura y culpa, oscureciendo más
aún el nublado cielo de la vida en la tierra de sus ocupantes humanos.
Sin embargo la solución puede ubicarse en una simple rectificación, sea o no a tiempo, pero materializándose a
fin de cuentas. Permitirá echar abajo los altos muros levantados por situaciones muchas veces sin base alguna,
pero que han mantenido separadas a las personas amadas entre sí durante largo tiempo o quizá una vida entera.
Con sólo dejar de lado “mis buenas razones” en favor del amor, conseguiremos reventar la presa que impide
que fluyan las aguas frescas del gozo de relaciones felices. Con la valiente actitud de dejar de lado el orgullo
que domina mi voluntad, y ofrecer esta mano abierta en lugar del puño cerrado, se hunden montañas elevadas
que separan dos valles deseosos de encontrarse.
Una rectificación puede traer tantas cosas positivas y ninguna negativa. Pues contra el amor no hay ley alguna
(Gálatas 5:22-23).
La Biblia cuenta en el Evangelio de Lucas 15:11-32 una historia de un hijo que, tras exigir su parte de la herencia familiar, se fue a vivir su propia vida lejos del hogar familiar, dejando abandonado a un padre entristecido
por la prematura y dolorosa separación. Tras un tiempo de divertida vida, y con la consecuente pérdida paulatina de los recursos económicos, ese hijo se vio envuelto en una vida truncada y miserable.
Fue entonces cuando recordó el amor del hogar que había dejado tiempo atrás. Volvió a ver el rostro de su
padre y se sintió incapaz de arrepentirse y volver al lugar del cual nunca debía haber salido. Tras pensárselo
mucho, por fin tomó la valiente decisión de regresar en dirección a la casa paterna. Allí, en lugar de recibir
reprimendas, fue colmado del amor de los suyos. La felicidad volvió a su vida con la simple actitud de RECTIFICAR sus errores.
Hace tiempo, una relación similar se rompió entre el Cielo y la Tierra. El Padre es Dios, y el hijo somos tú y
yo. Para la gran mayoría, la ruptura sigue siendo realidad, mientras que el Padre está esperando sin ningún rencor a que muchos de sus hijos vuelvan a la casa por el único camino posible. Cristo es ese camino que permite
un reencuentro único e insustituible con Dios.
Si rectificas y tomas el camino de vuelta a Dios, en los pasos de Jesucristo, alcanzarás con toda garantía el
hogar paterno que nunca tenías que haber dejado. Es urgente que tomes una decisión, pues la prioridad es
máxima, y el tiempo incierto.
El Padre sigue observando desde la puerta de la casa, si a lo lejos puede alcanzar a ver la silueta de tu persona,
para poder empezar a preparar la fiesta de bienvenida.
Jesús promete lo siguiente: “Yo estoy a la puerta [de tu corazón] y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). ¿Cuando vas a rectificar?
La diferencia que marca la oración
por: ConPoder
¿Tiene la oración algún impacto real en nuestro mundo? ¿O simplemente se trata de una conversación privada con Dios? ¿Qué sucedería si cumpliéramos literalmente el mandamiento
de Jesús de amar a nuestros enemigos y orar por aquellos que nos persiguen? ¿Y si se nos
llegara a conocer por acercar el cielo a los marginados y a las personas desagradables?
En Apocalipsis, el apóstol Juan prevé una conexión directa entre el mundo visible y el invisible.
En un momento culminante de la historia, el cielo queda en silencio. Siete ángeles se ponen
de pie con sus trompetas, esperando. Impera el silencio, como si todo el cielo estuviera escuchando de puntillas. Luego, un ángel recoge las oraciones del pueblo de Dios en la tierra
todas las oraciones acumuladas de alabanza, lamento, abandono, desesperación, ruego, etc.— las mezcla con
incienso y las presenta delante del trono de Dios (8:1-4). El silencio finalmente se rompe cuando las fragantes
oraciones son arrojadas a la tierra: desatando una tormenta de «truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto»
(v. 5). El mensaje es claro. Las oraciones son esenciales en la victoria final sobre el mal, el sufrimiento y la
muerte.
2 de Abril del 2011
Dentro de esta Edición
Matrimonio
2
Familia
2
Cocina
4
Sustancia
5
Crecimiento Personal
6
Mujer
7
Reflexiones
Chistes
7
8
Director, Producción, Redacción, Fotografía y Edición:
Samuel W. Diaz,
María Toledo-Diaz
Libre
Hubo un tiempo en mi vida en que
si me preguntabas: “¿Qué fue lo
último que hiciste mal?”, podía haberte detallado el preciso instante en
que lo había hecho y cuánto tiempo
estuve pagando por ello. Me apenaba por cada mínimo error que cometía y con gran desesperación
intentaba no pecar más. Al comprender el perdón de Dios, fui libre
del auto-análisis y la autodefensa
que complicaban mi vida al máximo.
Si crees que debes ser perfecto
para merecer el amor y la aceptación, entonces eres candidato a una
vida desdichada, porque jamás serás
perfecto mientras estés en un cuerpo terrenal.
Puedes tener un corazón perfecto,
en el que tu deseo sea agradar a
Dios en todas las cosas, pero tu
desempeño no coincidirá con lo
que anhela tu corazón hasta que
llegues al cielo. Puedes mejorar día
a día, y permanecer en el camino
hacia la meta del supremo llamamiento, pero siempre necesitarás a
Jesús mientras estés aquí en la tierra. Nunca habrá un momento en el
que no precises su perdón y limpieza.
Hijitos míos, os escribo estas
cosas para que no pequéis. Y si
alguno peca, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el
justo. Él mismo es la propiciación
por nuestros pecados, y no solo
por los nuestros, sino también
por los del mundo entero.
1 Juan 2:1-2
La respuesta de Dios para nuestra
imperfección es el Perdón.
Consejos Matrimoniales
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Progressi
¡Si! Puedes salvar tu matrimonio Por: Joe y Michelle Williams
Cuando nos separamos en el año 1987, estábamos enojados y confundidos. También nos preguntábamos cuál era el
papel de la «iglesia» en nuestra situación, aparentemente desesperada. Conocíamos la Biblia lo suficiente como para
creer que Dios abomina el divorcio (Malaquías 2:16), y deseábamos mantener la promesa que habíamos hecho cuando renovamos nuestros votos matrimoniales como cristianos solo unos meses antes.
Durante el tiempo en que estuvimos separados nos faltaron muchos recursos, lo que solo logró prolongar nuestras
luchas y nuestra separación.
Otro problema con el que nos encontramos fue que las parejas casadas que conocíamos no se identificaban con
aquello por lo que estábamos pasando.
En 1990, poco después de nuestra reconciliación, supimos que Dios nos estaba llamando a ayudar a otras parejas en
crisis proveyéndoles los recursos de los que nosotros no dispusimos cuando nos separamos.
A lo largo de los años, hemos hablado con cientos de parejas y de individuos cuyos matrimonios estaban en crisis, lo
mismo que con pastores y líderes que intentaban ayudar a esas parejas.
El libro: ¡Sí! puedes salvar tu matrimonio presenta nuevas herramientas y ejercicios, y señala los numerosos conceptos errados que tiene mucha gente con respecto a los matrimonios en crisis, inclusive la comunidad cristiana.
Sabemos que la mayoría de las parejas son como nosotros cuando nuestro matrimonio necesitaba ayuda; uno de los
cónyuges generalmente está más interesado en trabajar para salvar el matrimonio que el otro. Si tu marido o tu esposa muestra muy poco interés, o
tal vez ninguno, en leer el material o en utilizar las herramientas y ejercicios en este momento, date cuenta de que eso es algo que ocurre, y simplemente entrégate a hacer tu parte. De continuo nos sorprende la manera en que Dios bendice a las parejas e individuos que perseveran en medio de
una crisis matrimonial, y no tenemos dudas de que Él hará lo mismo contigo.
La Familia
El ataque contra nuestras familias Por: Malcolm P. Hinckley
La iglesia está en el mundo, y no puede escapar a esta condición. Pero cuando el mundo se cuela dentro
de la iglesia, la “sal” de la misma pierde su sabor. Y eso es lo que está sucediendo a medida que el mundo
hace más y más profundas incursiones dentro de la iglesia. Pero más grande aun es la amenaza contra
nuestras familias cristianas.
Los educadores seculares han determinado sacar hasta con la raíz toda idea de Dios o normas que exijan
la buena conducta moral. Las teorías de la evolución se enseñan desde la cuna hasta la tumba. La liberación
femenil intenta ignorar la Biblia y su autoridad. Los homosexuales han salido de sus escondites y se han
dedicado a “proclamar” su estilo de vida, demandando que se les dé reconocimiento y que se enseñe este
estilo hasta a los niños. Las drogas y el alcohol siguen invadiendo las escuelas, colegios, las comunidades y
los hogares. A consecuencia de estos ataques combinados, los hogares están siendo quebrantados en una
manera u otra en cantidades alarmantes.
Hace unos años, el mundo practicaba y sufría estos males, pero la iglesia estaba exenta por lo general. El
divorcio era un escándalo, y su consecuencia el estigma social. El culpable era disciplinado y excomulgado,
lo cual era evidencia de una preocupación espiritual por estos males.
Ese no es el cuadro que estamos viendo hoy. En las congregaciones, los divorcios y las separaciones van
en aumento. A consecuencia de esto, muchos hogares son debilitados. Esta tendencia tiene que ser refrenada o la iglesia dejará de ser la iglesia en
una manera significante.
Queremos dar unas sugerencias en cuanto a lo que los cristianos pueden hacer para combatir estas tendencias que están amenazando nuestros hogares.
1. Hay que darse cuenta que para que su luz brille en un mundo tan oscuro, usted tiene que ser diferente —y estar dispuesto a pagar el precio por
ser diferente. ¡Pero vale la pena! Será conocido como una persona que tiene suficiente carácter para sostener lo que cree. Y lo mejor de todo es que
Dios le bendecirá, no sólo en esta vida sino en la venidera.
2. Permita que Dios vuelva a tener la preeminencia en su vida. Esto equivale a que usted ponga a Dios y su reino en primer lugar, en todas las cosas.
3. Establezca una norma inalterable de que su familia participe en las actividades de la iglesia, incluyendo todas las reuniones o servicios de adoración.
4. Permita que cada miembro de su familia encuentre un ministerio dentro de la iglesia, y que lo cumpla fielmente. Los cristianos que trabajan en
servicio de Dios son gente feliz.
5. Restaure al padre como la cabeza de la familia, según la voluntad de Dios, y que como cabeza tenga la responsabilidad de educar a los niños con su
debida disciplina y dirección. Para esto es crucial ser buen ejemplo.
6. Hay darle prioridad a Dios, no por buscar algún momento, sino por establecer un tiempo específico en que él pueda ser honrado y venerado en el
hogar. Los devocionales en los hogares pueden ser útiles para este efecto. Esto permitirá al mismo tiempo que la familia se una más y se solidifique
más. En esto el padre puede dirigir, pero no monopolizar.
7. En un nivel más profundo, aparte cierta hora específica para ejercer su propio desarrollo espiritual. Esto puede hacerse mejor al escuchar como
Dios habla en su palabra, y por hablar con él por medio de la oración. Esto es muy útil para fortalecerse espiritualmente.
8. Fortalezca también los lazos de unión entre los miembros de la familia, planeando actividades que los acerquen más los unos a los otros. Para esto
se puede apartar una noche que sea exclusiva para estas actividades.
9. Anime a su congregación a que se cuente con la orientación necesaria para fortalecer la familia. Los sermones, o aun mejor, las series de conferencias pueden ser muy útiles. Hay varios materiales audiovisuales que tratan de temas importantes de la familia, los cuales pueden ser utilizados en
clases bíblicas de la iglesia.
10. Y en el caso de que haya hermanos que desobedezcan las enseñanzas bíblicas que tienen que ver con las relaciones matrimoniales, hay que permitir que la congregación, dirigida por ancianos o líderes consagrados, expulsen de la congregación a los disidentes que rehúsen arrepentirse. Las infecciones tienen que ser controladas, y la pureza de los cristianos, que han sido llamados a ser santos, tiene que conservarse a toda costa.
Además de estas sugerencias, hay otras maneras que pueden utilizarse para preservar nuestras familias. Las que sean, hay que combinarlas para contribuir a salvar nuestros hogares.
Volumen 28 Edición 28
Pagina 3
Equipado para la batalla espiritual por: Charles F. Stanley
Jesús nunca nos dijo que la vida cristiana sería fácil. De hecho, nos advirtió lo contrario. En Juan 16.33, Él aseveró solemnemente: “En el mundo tendréis aflicción”. La historia de la iglesia y el testimonio de nuestras vidas muestran que esto es
así. Cada mañana, cuando usted y yo nos despertamos, estamos en una guerra. Muchos creyentes simplemente no
toman en serio esta realidad. Sin embargo, cuando hablamos de guerra espiritual debemos recordar que cada día vivimos
en medio de una batalla real y personal que debemos enfrentar.
No reconocerlo resulta en una derrota constante y dolorosa. Los cristianos nos sentimos confundidos y desmoralizados,
porque no entendemos por qué seguimos fracasando espiritualmente. Justo cuando creemos que hemos vencido algo,
esto se yergue de nuevo para derrotarnos.
Tomados desprevenidos
Una de las principales razones por la que los creyentes son derrotados, es porque el enemigo los toma totalmente desprevenidos. Estos creyentes simplemente pasan sus días sin darse cuenta de la guerra que se libra en sus vidas. Al mismo
tiempo, cuestionan la Palabra de Dios, diciendo: “Señor, si este Libro es todo lo que dices que es, y si el evangelio es tan poderoso como has prometido, ¿porqué, entonces, no está funcionando en mi vida?” El problema no es que a la Palabra de Dios le
falta poder, sino que muchas veces no reconocemos la intensa batalla espiritual que hay alrededor de nosotros. Estamos
en guerra, y es una lucha por nuestras vidas, no nuestra vida física, sino por nuestra vida espiritual. La única manera de sobrevivir a este conflicto es
preparándose para la batalla.
Reconocer al enemigo
En Efesios 6.10-18, el apóstol Pablo nos dice que nos preparemos vistiéndonos “de toda la armadura de Dios”. Al pensar en cómo prepararnos, debemos comenzar sabiendo contra quién estamos luchando. Pablo identifica perfectamente al enemigo en Efesios 6.12: “Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes”. Pablo está diciendo aquí que nuestro enemigo es el diablo y todos sus perversos ángeles —todas sus huestes demoníacas— que
actúan en contra de nosotros cada día.
¿Qué es lo que quiere el diablo? Su objetivo principal es hacernos dudar de la verdad de las Escrituras. Quiere que los intereses mundanos desvíen
nuestra atención de las cosas de Dios. Quiere lograr este objetivo y cualquier otra cosa que haga inefectivo nuestro testimonio y servicio al Señor. Si
llegamos a ese punto de inefectividad espiritual, nos convertimos en unos soldados del reino inútiles y derrotados.
En segundo lugar, debemos reconocer la situación. Muchos cristianos sinceros oyen la palabra “guerra” y la rechazan, diciendo: “Este asunto de armas
y de guerra parece tan opuesto a Dios. Creo en la paz, y por eso no creo que la Biblia hable, en realidad, de una batalla”.
Conscientes de que estamos llamados a ser pacificadores (Stg 3.18), veamos honestamente lo que dice la Biblia en cuanto a la guerra espiritual. Al
escribir a su discípulo Timoteo, Pablo le dice que él es, en realidad, un “soldado de Jesucristo” (2 Ti 2.3, 4). Asimismo, en 2 Corintios 10.4, Pablo se
refiere a “las armas de nuestra milicia” en medio de una batalla espiritual.
Pablo estaba, sin duda, familiarizado con el lenguaje de la guerra. Como ciudadano romano del primer siglo d.C., debió haber sido testigo de mucha
actividad militar. Además, él mismo fue a menudo una víctima de los caprichos de las autoridades romanas. Debemos creer que, por la inspiración del
Espíritu Santo, Pablo tuvo mucho cuidado en cuanto a las palabras que utilizaba al describir nuestra condición espiritual. Cuando eligió términos como “guerra”, “armas” y “soldado”, no cabe duda de que entendía que todos estamos en medio de una gran guerra, no de la carne, sino del espíritu.
En tercer lugar, tenemos que estar vestidos debidamente para la batalla. Piense en cómo se viste usted cada mañana. Todos elegimos una ropa adecuada al día. Si voy a la iglesia el Sábado, me visto de traje y corbata. Si voy a pescar, me pongo unos viejos pantalones sucios y una camisa, y no me
importa mojarme. Si voy a fotografiar una montaña cubierta de nieve, me pondré una chaqueta contra el frío, con bolsillos para accesorios de cámara. Y, si voy a una batalla, tendré que ponerme, desde luego, mi armadura.
Ponerse la armadura
Cuando Pablo dice en Efesios 6.11 “vestíos de toda la armadura de Dios”, quiere decir exactamente eso: tenemos que ponernos siempre cada pieza de
ese equipo de una manera deliberada y meticulosa. Si entramos al campo de batalla sin protección, nos convertimos en blanco fácil del ataque del
enemigo. Por tanto, miremos cada pieza que aparece en Efesios 6.13-17, para ver lo que hace y cómo podemos ponérnosla. Yo sugeriría que nos
pongamos una pieza a la vez, de arriba abajo. Esto es lo que yo hago todas las mañanas. Examino cada pieza de la armadura, y me recuerdo a mí mismo su propósito tan pronto como salgo de la cama.
Imagine, primero, un hermoso casco, y piense que se lo pone en la cabeza, mientras dice: “Señor, elijo ponerme el yelmo de la salvación hoy para proteger
mi mente. Quiero pensar sólo lo que Tú pienses, Señor. Quiero darte las gracias, porque cada vez que Satanás me envíe uno de sus pensamientos, este yelmo de
la salvación protegerá mi mente”.
Hay que recordar que la batalla comienza en nuestra mente; ésta es la zona de combate de Satanás. La batalla puede deslizarse después hacia nuestras emociones y acciones, pero siempre comienza con nuestros pensamientos. Por consiguiente, nuestra mente debe ser protegida todo el tiempo.
Imagine, después, una gran pieza de armadura corporal, y diga: “Señor, elijo ponerme la coraza de justicia que proteja mis emociones. Quiero sentir sólo lo que
Tú sientes. No permitas que reaccione de acuerdo con mis emociones, sino que responda basado en la verdad que hay en mi mente”. Esto es importante,
porque muchísimas personas están a merced del temor, de la ansiedad, de las tentaciones o de otras influencias negativas. Si usted permite que le
dirijan donde ellas quieren, su vida espiritual experimentará una derrota total.
En tercer lugar, cíñase el cinturón de la verdad, y diga: “Señor, elijo ponerme la verdad, porque anhelo permanecer centrado en tu Palabra. Quiero vivir en la
verdad, andar en la verdad, y dar testimonio de la verdad”. Cuando estamos familiarizados íntimamente con las Escrituras, no podemos ser engañados
por las mentiras de Satanás. Las falsas enseñanzas son desechadas cuando sometemos al filtro de las Escrituras todo lo que oímos.
En cuarto lugar, piense en sus pies y ore, diciendo: “Señor, elijo ponerme el calzado de la paz. Dondequiera que vaya hoy, quiero ser un pacificador. Quiero
que mis pisadas sean evidencia de la paz que tengo en el Espíritu Santo”. El calzado de los soldados romanos tenía largas púas debajo de las suelas para
ayudarles a plantar sus pies firmemente en el suelo. Del mismo modo, nosotros podemos, con el calzado de la paz, afianzar confiadamente nuestros
pies sobre la base de Jesucristo.
En quinto lugar, imagine ese gigante escudo romano, del tamaño de una puerta, y diga: “Señor, tomo el escudo de la fe. Quiero darte las gracias porque, no
importa cuántos dardos encendidos me lance el enemigo hoy, no importa cuántas pruebas o tentaciones pueden venir, puedo estar a salvo detrás de la enorme
protección de la fe”.
Continua en la próxima pagina (Pagina 4)
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“Plátanos en Caldero”
Cocina al Minuto
Ingredientes:
2 plátanos maduros
4 cucharadas de mantequilla
4 palitos de canela
2 cucharaditas de clavos dulces
1/4 taza de azúcar
1 taza de agua
Una pizca de sal
Preparación:
Pela los plátanos y corte en 2 mitades. Clava la canela y los clavos en los plátanos. En una cacerola calienta la mantequilla y saltea los plátanos hasta que estén
dorados por fuera. En un envase separado mezcla los ingredientes restantes.
Vierte sobre los plátanos. Deja evaporar el agua. Deja caramelizar en un lado y
da vuelta. Retira del fuego y sirve inmediatamente
“Albóndigas de Berenjena”
Ingredientes:
2 Berenjenas grandes
Harina multiuso
Adobo al gusto
Preparación:
Primero asar las berenjenas hasta que estén suaves. Luego quitarle la cascara y machacarlas.
Poner adobo al gusto y añadir un poco de harina hasta poder hacer una mezcla. Poner aceite en una sartén, y dejar calentar. Con un cucharon o cuchara sacar un poco de la mezcla y poner a freír, dependiendo del tamaño que
desee su albóndiga. Dorar por ambos lados. Y lista para servir.
Puede hacer una salsa de tomate e ir introduciéndolas en la misma después de freír. Puede ponerlas a espaguetis blancos, o servirlas con arroz y frijoles. Es una deliciosa receta!!!
“Delicias de Chinola (Maracuyá)”
Ingredientes:
Galletas María
Jugo de maracuyá (Passion Fruit) concentrado
Azúcar
Crema Chantilly (Cool Whip)
Preparación:
En un envase mezclar un poco de jugo concentrado de chinola (maracuyá) con el azúcar, sumergir las galletas María en este jugo por unos 10
minutos. En el fondo del envase donde servirás el dulce poner crema chantilly, luego una capa de galletas remojadas en el jugo, una capa de chantilly y así sucesivamente. Para poner en el tope, verter poco del jugo concentrado por encima para decorar. Poner en la nevera y servir bien frío.
Si encuentra la fruta incorpórela.
Continuación de la pagina 3 ra y saber bien cómo usarla.
Cubierto por la fe
Recuerde que la fe es una fuerza
Ahora bien, ¿cómo ponerse esta
poderosa que marca la diferencia
armadura? Por la fe. Aunque usted
entre el fracaso y el éxito, entre la
no pueda ver físicamente el apareamarga derrota y la victoria.
jo para la batalla, puede tener la
Por último, rodee sus dedos con la
confianza de que Dios le cubrirá
Palabra de Dios, y diga: “Señor, elijo
totalmente con su poder y con su
tomar la espada del Espíritu, tu santa
presencia al lanzarse cada día a un
Palabra. Padre, gracias por esta arma
mundo tenebroso.
espiritual que penetra tan profundaEl peligro que debemos evitar, es
mente para hacer que haya convicción y la creencia de que podemos elegir
arrepentimiento”. La Biblia, nuestra
qué piezas de la armadura necesiúnica arma, es a la vez defensiva y
tamos para cada día. ¿Iría un soldaofensiva. Nos permite desviar los
do a la batalla equipado a medias?
golpes del enemigo, y traspasa el
¡Por supuesto que no! Él sabe que
corazón del hombre pecador. La
cada detalle es vital para su supervictoria depende de tomar la Escritu- vivencia. Del mismo modo, si nos
falta alguna pieza cuando entramos en nuestro campo de batalla
espiritual, Satanás atacará con
toda seguridad esa área débil
desprotegida. Es por eso que
Pablo nos manda específicamente
a que nos pongamos toda la
armadura de Dios.
Lamentablemente, la armadura
de Dios es una verdad espiritual
que muchos creyentes no aprecian, o simplemente no toman
con seriedad en absoluto. Quiero retarle, entonces, a vestirse
deliberadamente para la batalla
espiritual que enfrentará cada
día. Dios nos ha proporcionado
el equipo; lo único que tenemos
que hacer es ponérnoslo.
Usted está yendo a una batalla
hoy. ¿Está equipado para la misma?
Volumen 28 Edición 28
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Zaceta’s Cooking
Servicio de Comida
Ofrecemos Cantina de Lunes a Viernes
Hacemos Carne vegetal.
Hacemos comida el viernes para el Sábado!
Infórmese sobre el menú y el precio llame a:
Consuelo Rodríguez
(305) 728-9416 o (305) 219-2729
Amanecer con Dios Por: Unilit
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino” Salmo119:105.
(BDLA).
Una mujer confesó a una amiga su confusión y duda acerca de la toma de una decisión importante. Ella profesaba creer en Dios pero no asimilaba que el apoyarse en
su fe, le ayudaría a elegir su camino. ¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto?
¿Cómo puedo creer que mi decisión será la precisa si ni siquiera veo el mañana?”,
preguntaba.
Su amiga reflexionó y por último le dijo: “Así es como yo lo veo: Imagínate que conduces
en bajada por una oscura carretera de campo y no hay luces que te provean noción alguna
de tu ubicación. Es un poco espeluznante. No obstante confías en tus luces delanteras.
Ahora éstas sólo te permiten visualizar diez metros del camino frente a ti y eso te es suficiente para ver por donde te diriges. Y mientras viajas por esa senda de apenas diez metros, los focos delanteros te muestran otros diez metros más, hasta que al fin alcanzas tu
destino sana y salva”.
Comparable a ello es vivir por fe. No somos capaces de ver el mañana, la semana
próxima o el año por venir, pero sabemos que Dios nos proporcionará la luz para encontrar el camino, cada vez que necesitemos de ello.
Cuando estés al borde de toda luz, y a punto de dar un paso en falso hacia las sombras de lo desconocido, tener fe es saber que ocurrirán una de
dos cosas: Encontraremos algo sólido donde sostenernos, o aprenderemos a volar. Barbara J. Winter.
¿Pero cuándo?
“Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón.” Salmo 27:14 (BDLA).
A menudo sonreímos deliberadamente ante ese comentario sarcástico, “Señor, dame paciencia, ¡Pero dámela ya!” Y, ¿por qué no? Nuestra sociedad
demanda el cumplimiento inmediato en casi todo lo que hacemos, desde comidas rápidas en microondas hasta establecer comunicaciones globales
en segundos.
Cualquiera sea el asunto, pareciera que un botón, un interruptor o una píldora, proveerán súbitos resultados. Esto hace que se dificulte aceptar
que, nos guste o no, el crecimiento espiritual toma tiempo.
En un jardín, cada semillero posee un cronograma promedio de desarrollo. Pero en el ser humano con antecedentes y necesidades únicas, no
podemos confiar en promedios para determinar cuándo nos apropiaremos del próximo peldaño, en nuestro caminar con Dios.
Es tentador, cuando enfrentamos una falla espiritual o algo relacionado con el crecimiento de otro, orar y esperar cambios inmediatos. A veces
sucede. Sin embargo, ¡qué perdidos y confusos nos sentimos si nuestras plegarias no traen el remedio instantáneo que buscamos!
En momentos así, es bueno recordar que todas las facetas de nuestra naturaleza, incluso los atributos que amamos de nosotros mismos o de
aquellos en quienes deseamos una mejoría, se deben al haber sido creados por Dios. Cuando los cambios parecen sobrevenir lentamente, no
abandones la esperanza. Considera que las fases de tu madurez están en las manos del Señor.
Permanece en tu comunión diaria con Dios y confía en que tu espíritu será sanado en Su tiempo
Por: Marta Yurkina de Biondi
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. Salmo 90:12 NVI
En los procesos de enseñanza aprendizaje se dan situaciones altamente enriquecedoras, tanto para la docente
como para el alumno. En la experiencia pedagógica de acompañar al alumno en el descubrimiento y la apropiación de aquello que ignora y ahora parcialmente conoce, maestro y alumno se involucran en una situación rica
e innovadora.
El salmo 90 es una oración que eleva Moisés a Dios, le pide que le enseñe como vivir para no traer confusión
ni angustia, sino sabiduría. Maestro y alumno se involucran. Moisés sabía que era de suma importancia saber la
perspectiva de Dios acerca de su vida.
Es necesario reconocer la necesidad de aprender, aceptar nuestra ignorancia e incapacidad para llevar la vida
según nuestros criterios. Ya lo intentamos y no funcionó. Pedir ayuda implica un cambio de actitud, renunciar al
orgullo para disfrutar de la vida y administrarla sabiamente. Dios se encarga de que aprendamos de diferentes
maneras, puede ser por medio de personas y circunstancias. También puede enseñarnos en nuestro tiempo
con Él, donde el Espíritu Santo obra maravillas en el corazón. Vivir una vida plena y satisfactoria para nosotros
y para los que nos rodean, es una aventura sobrenatural que solo será realidad si pedimos su consejo y le entregamos el control. Señor no sé cómo vivir, necesito que me conduzcas, te entrego el control para que cada día vivir sea una experiencia maravillosa contigo.
Hoy……..
El Señor….. Me enseñara a vivir
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Crecimiento Personal
Los Desafíos de Dios Por: Pr. Cash Luna
La Palabra de Dios en Apocalipsis 21:1-14 describe que hay cosas bellas en el cielo, y según lo que está
escrito, la vamos a pasar muy bien en él. Sin embargo, Dios ha preparado cosas gloriosas para cada uno
de nosotros aquí en la tierra.
Existen personas que se han agarrado de ésta Escritura como consuelo y como excusa para no hacer
nada aquí en la tierra, y se quedan esperando el futuro venidero. Pero nosotros debemos ser personas
que siempre mejoran porque quien se estanca realmente va para atrás. La actitud de proseguir debe
correr en nuestras venas.
La Biblia nos enseña que de acuerdo a la obra que hagas, así será también tu recompensa. Éstas recompensas son los galardones. No podemos decirle a Jesús: “No gracias, no espero una recompensa de tu parte”, pues dejaríamos al Señor con los regalos en la mano. No hay quien ame la venida del Señor, y no
trabaje para verla; pues el Señor dijo que el fin será hasta que el evangelio sea predicado por todas las
naciones. Por eso el apóstol Pablo decía: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí sino también a todos los que aman su venida.” (2 Timoteo 4:7-8)
Las obras que se realizan tienen un nombre, pues hablamos de las vidas de cada una de las personas que son salvas y formadas como discípulos.
Pablo realizó varias obras: Tito, Timoteo, Onésimo, Filemón, etc. ¿Cómo se llaman tus obras?
Los desafíos implican un precio
El apóstol Pablo debió escoger un día entre irse al cielo o quedarse predicando el evangelio aquí en la tierra. Él había sufrido muchas adversidades, peligros de muerte, naufragios, cárceles, hambre, falsos hermanos, etc. Pero también había sido llevado al tercer cielo ha escuchar y ver cosas maravillosas. Él ya había probado que podía encontrar en amabas partes y aún así escogió quedarse predicando el evangelio a más personas,
para que más fueran salvos.
Ahora Pablo está en el cielo sin pasar por las tribulaciones antes mencionadas, pero tampoco tiene el desafío de llenar todo un continente con la
Palabra del Señor. Si tú no quieres pasar incomodidades, desvelos o hambre, pídele a Dios que te recoja, porque mientras estés en la tierra pasarás adversidades por seguir a Jesús o por huir de Él. Aquí en la tierra es donde se hace la diferencia entre una persona y otra, y la diferencia
entre lo que ambas recibirán en el cielo. Aquí es donde se necesita la fe para sanar enfermos, liberar cautivos, salir de deudas, hacer milagros y
ver la mano de Dios moverse con poder. Aprovecha ésta vida para que tu galardón sea mejor en el cielo.
Dios tiene desafíos grandes para nosotros y el tuyo será tan grande como le creas. El día que el Señor te llame solamente a cosas sencillas y fáciles es porque ya dejó de confiar en ti. No te preocupes si hay más trabajo o si los retos que Dios te pone son más grandes de lo que esperabas,
siéntete honrado de que no busque a nadie más y te haya elegido a ti. El Señor nunca hace realidad los sueños de alguien que no trabaja por verlos cumplidos. ¿Por qué tanta queja del trabajo en el servicio a Dios y el horario? No busques tanto la comodidad, no sea que el desafío se vaya
con ella.
No hay edad para dejar de tener desafíos. Tu cuerpo puede desgastarse pero Pablo dijo que mientras nuestro hombre exterior se desgasta, el
interior se fortalece. (2 Corintios 4:16)
Ejemplos de personas que aceptaron el desafío
Abraham posiblemente está en la presencia de Dios contando las estrellas y viendo su gran descendencia. Sin embargo, ya no debe usar su
cuerpo casi muerto para engendrar un bebé en el vientre de una mujer estéril de la cual saldría una nación entera.
Moisés ha de estar muy bien sin tener que atender a un pueblo que está quejándose todo el tiempo. Ya no tiene que esperar el maná, ni guiarse
por una nube enviada por Dios, lo cual también fue glorioso.
Josué ha de estar adorando en el tabernáculo hermoso de Dios, pero ya no tiene el desafío de conquistar una ciudad amurallada y llevar al pueblo a poseer la tierra prometida. Este desafío no sólo era grande, sino parecía una locura. Donde la razón se deja tirada, Dios te acompaña.
Gedeón ha de estar disfrutando de una mesa servida para él, comiendo con el Señor; sin embargo ya no tiene el reto de vencer a un ejército de
miles con tan sólo trescientos hombres.
Sansón ha de disfrutar que su nombre está escrito en el Hebreos dentro de los héroes de la fe; pero ya no tiene un pueblo que libertar de la
mano de los filisteos.
Elías esta vivo, pues según las escrituras no vio muerte. Pero su desafío quedó en el Monte Carmelo.
Hubo muchos más que aceptaron desafíos de parte de Dios: Nehemías, David, Daniel, Pedro, Juan, etc. Todos ellos están en la presencia de Dios
sin tener que pasar por pobreza, desvelos hambre, escasez, persecución o angustia. Sin embargo, tampoco tienen desafíos nuevos que enfrentar.
Todos ellos fueron personas que aprendieron a decir sí a los desafíos de Dios, a caminar con Él, a aceptar sus peticiones y ver sus milagros.
Un desafío es similar a un embarazo: placentero cuando se recibe, delicado cuando se está gestando y doloroso mientras se da a luz. Sin embargo, cuando se contempla el fruto del proceso, no se hallan las horas de volver a concebir uno.
Graba esto en tu corazón: Nadie te ha dado el derecho que un día se te entierre sin haber dado todo lo que debías dar. No tienes el derecho de
enterrar el potencial que Dios te dio sin haberlo explotado.
Volumen 28 Edición 28
Pagina 7
Mujer
Por: Menchy Ovalles
Crees que tu vida es estática? No sabes como avanzar hasta la estatura de Cristo?
Entonces escucha si eres mujer
Aunque a veces lo parezca, no hay un solo momento en tu vida en el cual no ocurra nada. Te des cuenta o no nunca
estas en un punto muerto, o avanzas o retrocedes. Cada día eres más semejante a Cristo o eres menos como El. Con el
Señor no hay una posición neutral.
Debemos avanzar cada día hacia la meta final, hacia la Canaán celestial, la gran promesa. Debemos tener la seguridad de
que hemos puesto un buen fundamento que lo hemos protegido con oración.
Movámonos cada día hacia delante pasando todo tiempo de calidad con nuestro Dios.
Todas tenemos pasión por muchas cosas. ¿Por que no apasionarnos con nuestro Dios? El tiene mucho que darnos y no
es ir tras El para conseguir todo lo que El tiene para nosotras. Es estar en Dios y Dios en nosotras, es permitir que Dios
termine su obra en nosotras. Cuando vivamos de esta manera podremos confiar en que estamos en el lugar correcto,
en el tiempo oportuno, sabremos entonces que la divina voluntad del Señor actúa sobre nosotras.
“Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad” 2 Cor. 12:9
Y recuerda si eres mujer, las promesas de Dios son para ti.
En el Principio
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. Génesis 1:1-3
La simple afirmación de que Dios hizo los cielos y la tierra es uno de los conceptos más desafiantes que enfrenta la
mente moderna. La grandiosa galaxia en que vivimos gira a la increíble velocidad de 784,000 km. por hora. Pero incluso a esta velocidad vertiginosa, nuestra galaxia necesita 200 millones de años para hacer una rotación. Y existen más
de 1000 millones de galaxias como la nuestra. Algunos científicos dicen que el número de estrellas que hay en la creación es igual a todos los granos de todas las arenas de todas las playas del mundo. Aun así este complejo mar de estrellas giratorias funciona con un orden y una eficiencia sorprendentes.
Sin embargo, sabiendo todo esto; que él es nuestro Creador, que es creativo, que se preocupa por nosotros, que
adornó este mundo vacío para que nos sintiésemos cómodos y bien; vale la pena también enfatizar el verso dos: “Y la
Tomando esto en cuenta, es apropiado el momento de hacer la siguiente pregunta: ¿Cómo esta tu vida ahora? ¿desordenada? ¿Vacía? ¿Llena de las
aguas sin rumbo de la vida? ¿Agobiado porque no le encuentras sentido a la vida? Cada vez que el Dios Todopoderoso desea adornar, ser creativo con el ser humano, demostrarle que desea llenarlo del amor que solo el Dios del Cielo puede dar; siempre se interpone la trágica frase:
“Vacío”. Pero cómo no estar vacío, si no creemos que Dios es el Creador del Cielo y la tierra. Cómo no estar vacía, si el ser humano prefiere vivir
una vida loca y desordenada, sin ningún límite en la vida, sin medir las consecuencias que le puede traer las decisiones en su vida.
Amigo lector, es necesario recordar que el que vive su vida haciendo lo que quiera, creyendo que se puede llevar el mundo por delante, se encontrará con las consecuencias de sus actos, que en la mayoría de las veces dejan en el ser humano heridas y marcas eternas. Es el deseo del Todopoderoso que el verso tres sea una realidad en tu vida: “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”. No importa cuán oscura ha estado tu vida, no
importa cuán desordenada ha sido; lo importante es que creas que el hizo la luz puede darle la luz necesaria a tu vida. Cree que el Dios Creador
puede no solo organizar tu mundo, también quiere y puede organizar tu vida. El que tiene control del universo desea controlar tu corazón; y
adornar tu vida con los colores de su gracia.
El poder de la lengua por: Con Poder
Todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.
Mirad también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas
mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere. Así también la lengua es un miembro
pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!
Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida
por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha
sido domado por el género humano, pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
“¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga? ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.” – Hasta aquí el texto de la Biblia, Stg. 3: 2-12.
Con este mensaje queremos invitar e instruir a usar positivamente la lengua, como dice también Efesios 4:29: “No salga de vuestra boca ninguna
palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.” o
Proverbios 25:11: “Como manzanas de oro en engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo.”
Por: Pr. Arnaldo Cruz
tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”.
Reflexiones
Dios no necesitaba crear el universo; él decidió crearlo. ¿Por qué? Dios es amor, y el amor se expresa mejor hacia
algo o hacia alguien, así que Dios creó al mundo y a la gente como una expresión de su amor. La historia de la creación nos enseña mucho acerca de Dios y de nosotros mismos. Primero, aprendemos acerca de Dios: (1) El es creativo; (2) como Creador es diferente a su creación; (3) El es Eterno y controla el mundo. También aprendemos de nosotros mismos: (1) ya que Dios decidió crearnos. Somos valiosos ante sus ojos; (2) somos más importantes que los
animales; (3) El deseaba compartir su gran amor con nosotros.
Los Peregrinos Iglesia
Adventista del 7mo. Día
Phone: (786) 362-6051
Un Oasis bajo el cielo
Estamos en el internet:
www.losperegrinosmiami.org
¡Papá, papá! en el colegio me ignoran.
¡Papá, papá! ¡Paaapááááááá!
¿Qué hace una persona cuando
tiene frío? Se acerca a una estufa.
¿Y cuándo tiene mucho, pero que
mucho frío? La enciende
Un hombre va a un colegio y pregunta: “Me pueden Uds. enseñar a
leer y escribir.”
El director del colegio le dice: “por
supuesto, lo podemos matricular
inmediatamente. Por favor llene el
siguiente formulario con todos los
datos que se le piden y fírmelo.”
Pagina 8
Puesta de Sol
110 Eucalyptus Drive
Hialeah, Florida 33010
Erase una vez que el profesor le
pregunta a Pepito: “¿Cómo suena la
M con la A?”
Y Pepito le dijo: “MA.”
Y el profesor le dijo:
“Muy bien Pepito, ¿y si le colocas una
tilde como suena?”
Y Pepito dijo: “MATILDE.”
Volumen 28, Edición 28
Abril 01, 2011 —7:37pm
Abril 02 , 2011—7:38pm
Abril 08, 2011 —7:40pm
Abril 09, 2011— 7:41pm
Abril 15, 2011 —7:44pm
Abril 16, 2011— 7:44pm
Abril 22, 2011 — 7:47pm
Abril 23, 2011 —7:47pm
Abril 29, 2011 — 7:50pm
Abril 30, 2011 —7:51pm
Un abogado llega tarde a un importante juicio y no encuentra
estacionamiento... Levanta los
ojos al cielo y dice:
-"Señor, por favor, consígueme un
sitio para estacionar y te prometo
que iré a la iglesia el resto de mi
vida, dejo las malas juntas y el vicio.
Y jamás en mi vida me volveré a
emborrachar... ¡¡¡Y dejo de serle
infiel a mi esposa con mi secretaria,
que además está casada!!!
Milagrosamente, en ese momento, aparece un sitio libre, el hombre aparca y dice:
-"No te preocupes Señor que ya
encontré uno, pero gracias de todos
modos"
¿Qué es un circuito?
Es un lugar donde hay elefantuitos, caballuitos, payasuitos…
Manolo, me han regalado mil
palomas.
¿Mensajeras?
No, no te exagero, mil palomas.
-Duilio, te tengo que dar dos noticias, una buena y otra mala.
-Ya estoy harto de noticias malas,
dime solo la buena.
-Que el airbag del coche funciona.
Un haragán es sorprendido por su
madre leyendo un horóscopo:
-¡Aja! ¡Vago!, ahora lees horóscopos.
-¡No te entiendo mamá! ¿No me
dijiste que me preocupara por mi
futuro?
Si caminar fuese saludable, el cartero sería inmortal.
La ballena nada el día entero, sólo
come pescado, bebe solamente
agua y... ¡es gorda!
El conejo corre y salta. Pero vive
sólo 5 años.
La tortuga no corre, no nada, no
salta, llega última, no se apura y...
vive 70 años.
Conclusión:
¡No más ejercicio ni dietas!
-¡Almirante quince fragatas
aproximándose!
-¿Una flota?
-¡No, flotan todas!
- ¿De qué se le acusa?
- De haber hecho mis compras
navideñas con anticipación.
- Pero eso no es un delito; ¿con
cuanta anticipación las hizo?
- Antes que abrieran la tienda.
-¿Buenas tardes, señorita, está
el doctor?
-No, atiende de tres a cinco.
-Bueno, voy a buscar cuatro
más y vuelvo.
El novio a su futuro suegro.
-Hola, vengo a pedir la mano de
su hija.
-¿Y usted está en condiciones de
mantener una familia?
-Sí señor, yo trabajo y sí puedo...
-¿Está seguro? ¡Mire que somos
nueve!
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