LAUDATIO DEL PROFESOR JUAN MARÍA SANDOVAL Magnífico y

LAUDATIO DEL PROFESOR JUAN MARÍA SANDOVAL
Magnífico y Excelentísimo Sr. Rector
Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades
Claustro de Profesores
Miembros de la Comunidad Universitaria
Queridos amigos
Señoras y Señores.
Me satisface tener la oportunidad de pronunciar esta Laudatio al profesor
Echenique, aunque, como antiguo profesor suyo, viejo amigo y colega del
hoy propuesto como Doctor Honoris Causa, entiendo que se trata de una
delicada responsabilidad. Estos dos sentimientos me hacen oscilar entre los
polos opuestos de la honesta vanidad y la prudente desconfianza en mis
condiciones para afrontar este momento. Pero, como decía
Virgilio,“Audentes fortuna iuvat” (la fortuna ayuda a los que se atreven).
No me ha resultado fácil hacer una semblanza que, en pocas palabras,
recoja, en la medida justa, la dimensión de su trabajo, porque, cuando se
examina la actividad y producción científica de Pedro Echenique, no se
puede dejar de sentir admiración no sólo por el carácter predictivo, creativo
y profundo de sus teorías sino también por el impacto de sus
contribuciones, las cuales se han convertido en un punto de referencia en
algunos aspectos de la Física del Estado Sólido. La Física de superficies y
nanoestructuras, la interacción de partículas cargadas y radiación con la
materia y la microscópica electrónica de barrido son los temas principales
de investigación que ha abordado con excelencia.
Pedro Miguel Echenique nace en el valle pirenaico del Roncal, en Isaba, lo
cual le imprimiría su carácter decidido, aunque la elegancia en sus métodos
pienso que no es exclusivamente mérito propio sino la herencia de una
extraordinaria persona, Pedro Echenique Iparraguirre, médico de esta
localidad, al que en una ocasión tuve la satisfacción de conocer, y de su
madre, Felisa Landiribar Cenoz, maestra, que además le inculcaría el
sentido del trabajo, la constancia y del esfuerzo, características que observé
en él desde el momento que le conocí cuando cursaba su licenciatura, y que
no dejaron de causarme un cierto impacto porque son cualidades que valoro
de forma sustantiva en la actitud de las personas. Soy consciente, sin
embargo, que en los tiempos actuales estas características no tienen el valor
que intento asignarles. Parece que existe un matiz sospechosamente
aristocrático en aquel que, por esforzarse en alcanzar la excelencia, provoca
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traumas comparativos en los demás. Así, parece que toda paridad consiste
en igualar por abajo, en que la mediocridad, y no la excelencia, sea la
unidad de medida. Pero, supongo, esto puede que no sea más que un
concepto de transición anudado a la volatilidad política.
Durante los últimos años sesenta y primeros de los setenta, Echenique
cursó estudios en la Facultad de Ciencias Físicas de San Sebastián de la
Universidad de Navarra y por su brillante expediente académico recibió el
Premio Extraordinario de Licenciatura en 1972 y el Premio Nacional de Fin
de Carrera en 1973. Fue entonces cuando decidió marcharse a Cambridge,
una Universidad reputada universalmente por la investigación que se
realiza en sus centros y laboratorios. Inició concretamente su proyecto
investigador en el Cavendish Laboratery, centro de investigación por
excelencia y origen de descubrimientos físicos a lo largo del siglo XX.
Bajo la dirección del Profesor John Pendry, uno de los más prestigiosos
científicos en Fisica de Superficies, realizó su tesis doctoral y allí obtuvo el
grado de Philosophical Doctor en 1976. Mientras realizaba sus estudios de
doctorado en la Universidad de Cambridge fue becario de las fundaciones
Juan March y Aristrain. Inmediatamente después, en los años 1976 y 1977
fue investigador posdoctoral en el Grupo de Física Medica del Laboratorio
Nacional de Oak Ridge en Tennessee y desde esta fecha es consultor en
dichos laboratorios. Por esas mismas fechas fue investigador invitado en el
Instituto Niels Bohr de Copenhague y en las Universidades Suecas de Lünd
y Chalmers en Goteborg. En 1977 presentó una tesis Doctoral en la
Universidad Autónoma de Barcelona por la que le fue concedido el Premio
Extraordinario de Doctorado y fue contratado como Catedrático de Física
del Estado Sólido en la Universidad Central de Barcelona entre los años
1978 y 1980.Tenía entonces 27 años y sólo habían transcurrido seis años
desde la obtención de su grado de licenciatura. Se produce entonces un
paréntesis en la vida académica de Echenique. El entonces Lehendakari del
Gobierno Vasco, Carlos Garaikoetxea, le llama para desempeñar tareas
políticas como Consejero de Educación, cargo que desempeña durante
cuatro años.
Suele suceder que, en ocasiones, se presente un dilema entre obligación,
devoción y vocación. Si sucedió así en el caso de Pedro Miguel no lo sé
(tampoco se lo he preguntado), pero de haber ocurrido salió triunfante su
vocación científica, por lo que finalizado ese periodo, en 1984 se incorpora
al Cavendish Laboratory de la Universidad de Cambridge, en donde en
1985 es nombrado Overseas Fellow del Churchill College, nombramiento
que corresponde al británico titulo de Miembro de Honor de Allende los
Mares. Este título sólo se lo concede la muy elitista universidad de
Cambridge a académicos relevantes, entre los que se encuentran varios
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premios Nóbel. Es también excepcional que recibiera pocos años más tarde
similar distinción de la American Physical Society. Al finalizar esta nueva
estancia en Cambridge el Profesor Echenique se incorpora como
Catedrático de Física de la Materia Condensada a la Facultad de Ciencias
Químicas de San Sebastián, en donde ha formado un grupo de
investigación de prestigio internacional que, entre otras cosas, tiene el
objetivo de consolidar y reforzar la relación con Cambridge y con el
laboratorio de Oak Ridge de Tennessee, con los que mantiene una relación
profesional permanente. Es extraño que transcurra algún año sin visitar
estos centros como Profesor invitado, así como otros, entre los que se
encuentran la Universidad de Munich, la Universidad de California en
Berkeley y el Centro atómico Bariloche de Argentina.
Tanto en la laudatio pronunciada por el Profesor Gregorio Monreal con
motivo de la concesión de la Medalla de oro de Guipúzcoa al profesor
Echenique como en la del profesor Julio Alonso Martin en el acto de
investidura de Pedro Miguel como Doctor Honoris Causa de la universidad
de Valladolid, ambos coinciden en señalar que conseguir la excelencia
requiere una constante actualización de conocimientos, emplear en la
investigación una combinación de visión e ingenio y que en alguna medida
acompañe la suerte. Con frecuencia se ha hecho referencia a la suerte como
factor que ha intervenido en muchos de los grandes descubrimientos de la
historia, aunque siempre me he preguntado: ¿por qué la suerte siempre
favorece a las mentes privilegiadas? Pero esto algo que dejo a la reflexión
de cada uno. La ciencia, como ha mencionado con frecuencia Echenique, lo
que necesita es libertad y nunca busca el consenso y el compromiso; no
intenta llegar a acuerdos mediante cesiones mutuas. Las respuestas que
puede dar, en situaciones en las que puede darlas con éxito, son claras e
inequívocas. Va por lo tanto contra muchos de los prejuicios modernos
sobre lo que es “políticamente correcto”. Sin embargo, no es autoritaria y
es infinitamente flexible. Es por su propia naturaleza elitista y no es
democrática.
Es esta singular actividad, su relación con los mejores científicos en el
campo de la Materia Condensada es lo que le permite mantenerse en un
nivel de prestigio, calidad y reconocimiento internacional. Pero desde luego
no son condiciones suficientes. Como decía recientemente el prestigioso
científico de Harvard, Roy J. Glauber, Premio Nóbel de Física en 2005 por
sus innovadores trabajos en el campo de la óptica cuántica, que lo
importante para hacer buena ciencia no es tener muchos científicos sino
que haya líderes en investigación que sean creativos, y esta es clave del
éxito: la capacidad creativa .La ciencia es por encima de todo creatividad.
Sin ella sólo habría ciencia subordinada. Es necesario respetar los
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mecanismos sutiles que vertebran la creatividad y concederles prioridad y
reconocimiento.
El Dr. Echenique ha publicado más de doscientos artículos en revistas
internacionales. Más de cien están publicados en Physical Review, editada
por la Sociedad Americana de Física. Más de treinta y cinco artículos están
publicados en Physical Review Letters, que según opinión generalizada por
estudios de prospectiva es la revista más exigente y de mayor impacto en el
campo de la Física. Es coautor del primer trabajo de revisión publicado por
científicos españoles en la prestigiosa serie Solid State Physics. Debo
destacar también y excepcionalmente sus publicaciones en Science y
Nature, sobre las que volveré más adelante. De todas formas, si el número
de trabajos publicados es importante, lo es muchos más (y esto lo saben
bien los investigadores) el número de veces que los trabajos son
referenciados por otros y en este caso el número de citaciones supera las
ocho mil, con un índice de Hirsh, el conocido como índice h, de cuarenta y
ocho, algo muy excepcional en los campos en que trabaja. También es
formidable su labor de formación de profesores e investigadores, ya que ha
dirigido veinticinco tesis doctorales, más de la mitad galardonadas con el
premio extraordinario. El número de conferencias plenarias e invitadas que
ha impartido Pedro Miguel Echenique en congresos internacionales pasa de
cien y los centros en los que ha dictado seminarios y cursos durante los
últimos años incluyen, entre otras, a las universidades de Cambridge,Lünd,
Copenhagen,Trieste, Viena, Helsinki, Paris, Zurich, Linz, Kyoto,
Columbia, California, Tennessee, Munich, Kiel, Tokio, Bielefeld, Hawai,
Bariloche, Madrid, Barcelona, Valladolid y Universidad Pública de
Navarra, así como a los Laboratorios Bell en New Jersey, los Laboratorios
IBM en New York y los Laboratorios Nacionales de Oak Ridge y de
Brookhaven.
La calidad de sus aportaciones a la ciencia queda avalada por los
importantes premios recibidos. Entre estos destacan el Premio Euskadi de
Investigación de 1996, el premio Dupont de Ciencia 1996, el Premio
Príncipe de Viana de Cultura 1997, el Premio Príncipe de Asturias de
Investigación científica y Técnica en 1998, el Max Planck Physics Prize
1998, el Premio de la Sociedad española de Materiales 1999, el premio
Iberdrola 2002 (con un jurado formado por cinco premios Nóbel), la
medalla de la Real Sociedad Española de Física 2003 y el Premio Nacional
Blas Cabrera de Ciencias Físicas, de Materiales y de la Tierra. Es Doctor
Honoris Causa por la Universidad de Valladolid.
Voy a exponer a continuación, a grandes rasgos, parte de los logros
científicos del Profesor Echenique. Me referiré, por no extenderme
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demasiado, únicamente a algunas de sus líneas de investigación. Su
predicción de la existencia y resolubilidad de los llamados estados imagen
en superficies metálicas, los cuales fueron detectados posteriormente
mediante técnicas de fotoemisión inversa y de dos fotones, ha resultado ser
de enorme relevancia en modernos estudios relativos a la localización de
electrones en las interfases entre dos materiales, el gas bidimensional de
tanta importancia en la electrónica de vanguardia y en la microscopía
basada en el efecto túnel cuantico. El modelo que diseñó para la
descripción de los estados imagen, profundo y simple, describe con
elegancia la densidad de estados, los tiempos de vida, las energías de
ligadura y las masas efectivas de electrones en dichos estados.
Pedro Echenique elaboró la primera teoría cuántica no lineal relativa a la
fuerza de frenado que un gas de electrones ejerce al paso de iones lentos.
Su teoría permitió explicar las famosas oscilaciones de energía en función
de la carga del ión incidente y ha hecho posibles estimaciones rigurosas de
la perdida de energía de protones y partículas alfa a bajas velocidades.
Recientes experimentos realizados con éxito en Berlín han confirmado, casi
veinte años más tarde, la visión y validez de las predicciones de Echenique.
Así mismo, junto con su grupo, ha desarrollado una rigurosa teoría cuántica
cuadrática de muchos cuerpos, que reproduce las diferencias que habían
observado en las pérdidas de energía de protones y antiprotones a su paso
por materiales sólidos.
Se debe al profesor Echenique el primer tratamiento completo del
apantallamiento dinámico de iones por los electrones del medio material en
el interior del sólido. Hay que indicar que su trabajo sobre fluctuaciones de
densidad y potencial inducidos por iones moviéndose en plasmas de
electrones, se ha convertido en un clásico en este campo. Ha desarrollado
también la primera teoría completa de la pérdida de cargas en materiales,
desde sus primeros principios, que es válida para todo ámbito de
velocidades no relativistas, incluyendo la posibilidad de transferencia de
carga y la energía perdida globalmente en tales transferencias.
Echenique formuló la famosa ecuación de Echenique y Pendry, que predice
la pérdida de energía de electrones moviéndose en la proximidad de una
superficie, cuyo uso ha abierto líneas innovadoras de experimentación con
el microscopio electrónico de barrido de especial importancia en la ciencia
de materiales moderna. Así mismo, Echenique y su grupo han desarrollado
una formulación cuántica rigurosa de muchos cuerpos relativa a la
interacción de electrones con medios inhomogéneos, lo cual tiene especial
relevancia en los campos de la nanotecnología y la fotónica.
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Durante los últimos años Echenique ha liderado contribuciones
vanguardistas en diversas áreas de la Física de superficies y de muchos
cuerpos. En particular ha contribuido de forma substancial a la
comprensión de la naturaleza y dinámica de estados electrónicos, tanto de
volumen como de superficie, cuyas energías se encuentras al nivel de
Fermi, realizando investigaciones pioneras relativas a las interacciones
tanto electrón-electrón como electrón-fonon que posibilitan el decaimiento
inelástico de dichos estados. Ha desarrollado la primera teoría no lineal del
apantallamiento de impurezas en un gas de electrones bidimensional y
predicho la existencia de un nuevo modo de excitación colectiva en
superficies metálicas, el cual está en el punto de mira de investigadores
experimentales en todo el mundo. Fruto de la estrecha colaboración que
Echenique ha mantenido con grupos experimentales de vanguardia ha sido
el descubrimiento de los tiempos de vida de estados electrónicos
superficiales de tipo Shockley (Science, 2000) y la reciente propuesta de un
nuevo método basado en la espectroscopia de rayos X blandos para mostrar
cómo la estimación de niveles de la transferencia de carga entre un átomo
absorbido y una superficie metálica puede extraerse hacia los niveles del
attosegundo; es decir, la trillonésima de segundo (Nature, 2005). El
attosegundo es la escala de tiempo del movimiento de electrones entre
átomos: un electrón invierte alrededor de 150 attosegundos en orbitar un
átomo de hidrógeno. Un attosegundo sería a un segundo lo que este último
lo es a la edad del universo, que es de aproximadamente 14.000 millones de
años.
Son muchos los ámbitos científicos en los que el Profesor Echenique ha
realizado contribuciones decisivas, en algunos casos conducentes a
modelos y teorías que llevan su nombre. Sus teorías han clarificado
aspectos de la disipación de energía en el microscopio túnel (STM), así
como el potencial imagen en la operación de dicho instrumento. Por otra
parte se ha asociado el nombre del Profesor Echenique a su innovadora y
bella teoría de la reflectividad de átomos de helio en la superficie de Helio
superfluido.
La labor científica de Pedro Echenique no se ha limitado a su original,
influyente y productiva actividad investigadora, sino que se ha extendido
con éxito a la creación durante las dos últimas décadas de una escuela de
excelencia y prestigio internacional en el Departamento de Física de
Materiales de la Facultad de Químicas de San Sebastián, la puesta en
marcha en el año 1999 de un Centro Mixto Consejo Superior de
Investigaciones Científicas- Universidad del País Vasco. Echenique creó y
lidera en la actualidad el Donostia Internacional Physics Center, el cual se
ha convertido en pocos años en referencia mundial en diversos ámbitos de
la Física de la Materia Condensada y de la nanociencia. Y pronto entrará en
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funcionamiento el primer centro de Nanotecnología Vasco, Nanogune, a
cuya idea y desarrollo Echenique ha contribuido decisivamente.
En realidad, esta Laudatio no es más que una historia de perseverancia,
tesón, tenacidad y convicción. De trabajo en equipo y colaboración
internacional. Una historia que arrancó hace muchos años y que hace seis
años adquiere una especial relevancia con un descubrimiento asombroso en
el Donostia Internacional Physics Center y que culmina en julio de 2007
con la publicación en la prestigiosa revista Nature de un artículo que
demuestra ese efecto descrito teóricamente hace seis años y que tuvo que
sortear un largo camino serpenteado por el escepticismo de buena parte de
la comunidad científica. Pedro Miguel Echenique se encargó de divulgar
este descubrimiento en los foros científicos. No puede decirse que la
acogida fuera entusiasta hasta que en septiembre de 2002, en un congreso
internacional de nanotecnología celebrado en Santiago de Compostela,
habló de esta predicción teórica, que de comprobarse experimentalmente
revolucionaría todo lo conocido hasta entonces. Se confirmó la existencia
en superficies metálicas de un nuevo fenómeno: el plasmón acústico.
Diversos grupos experimentales iniciaron su búsqueda y tras tres años de
trabajo la predicción teórica fue confirmada experimentalmente y se
publica en Nature. Asimismo, la citada revista Nature (galardonada
también con el premio Príncipe de Asturias, junto con Science, por su
excelencia en la divulgación científica) dedicó su portada en octubre de
2007 a la publicación de un artículo en el que Echenique había desarrollado
la base teórica. En dicho artículo se medían por primera vez en sólidos
tiempos de cien attosegundos.
Los resultados de la investigación tienen una trascendencia capital porque,
en última instancia, la posibilidad de poder manipular o controlar estos
flujos abre un nuevo campo de la ciencia en el que convergerá la física de
attosegundos con la nanotecnología. El descubrimiento podría ayudar a
desarrollar la electrónica ultrarrápida, ya que aumentaría casi diez mil
veces la velocidad de la electrónica actual. Este logro permite atisbar unas
mejoras de rendimiento exponenciales en los circuitos electrónicos, que
están en la base de funcionamiento de computadoras, aparatos de
comunicación e instrumentos de medida. Si la base de cálculo, de
encendido-apagado, de estas tecnologías se realiza ahora en los modelos
más avanzados en frecuencias de nanosegundos, el control de paso de
electrones en determinados materiales sólidos permitiría que la velocidad
pudiera medirse en millonésimas de la billonésima de segundo; es decir,
estamos hablando de la electrónica ultrarrápida.
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El Profesor Echenique ha contribuido de manera decisiva a la articulación
del sistema Ciencia-Tecnología-Empresa en España. Convencido de que la
capacidad de innovación es un elemento decisivo de la competitividad de
las economías avanzadas y que dicha innovación es el resultado de un
alineamiento correcto de la tríada ciencia-tecnología-tejido empresarial, el
Dr. Echenique ha contribuido a dar forma a una política científica y
tecnológica que atienda tanto al fomento de la ciencia básica como a su
acercamiento a las demandas del mundo empresarial. El modelo de sistema
de ciencia y tecnología que diseñó a comienzos de los años ochenta durante
su etapa de Consejero de Educación del Gobierno Vasco ha merecido el
estudio por parte de analistas internacionales preocupados por el desarrollo
de sistemas de innovación.
La dimensión intelectual y humana del Profesor Echenique no se agota en
la investigación y el magisterio, ya que también ha dirigido sus esfuerzos a
la proyección al entorno social de los conocimientos y valores
característicos de la cultura científica. En este sentido cabe destacar su
contribución al esclarecimiento del papel que juegan la ciencia y la
tecnología en el progreso de la Humanidad, así como sus esfuerzos para
afianzar el papel de la Universidad como motor del desarrollo económico y
social.
Hace años que Pedro Miguel Echenique inició una campaña personal de
divulgación de la Ciencia, sobre el espíritu y la actitud científica, sobre la
necesidad de conseguir la excelencia en el trabajo universitario e
investigador, y sobre la correlación entre el nivel de conocimiento de una
sociedad y el desarrollo económico y social de la misma. En esta misma
Universidad hemos visto y oído al Profesor Echenique defender estas tesis
con imaginación y brillantez en varias ocasiones, en un intento de
transmitir el mensaje de que la futura salud intelectual y prosperidad
material de España dependen decisivamente de que sepamos integrar una
cultura científica e innovadora en las empresas y en definitiva en nuestra
sociedad.
Tengo que referirme necesariamente a las cualidades humanas del Profesor
Echenique. Su entusiasmo por el trabajo bien hecho, su generosidad y
honradez profesional y su carácter orientado a ayudar a dar forma al futuro
de su entorno son, sin duda, elementos de la mayor importancia que
refuerzan su carácter de eminente científico y calidad profesional.
He intentado describir a un investigador que hace, enseña y divulga la
Física, a un hombre que se afana realizando su trabajo cada día en la
Universidad con renovada ilusión y que ha sido, y es, un gran regalo para la
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Física española. Creo expresar el sentir de todos cuando afirmo que el
Claustro de Profesores de la Universidad Pública de Navarra se siente
honrado y orgulloso de recibir al profesor Pedro Miguel Echenique como
Doctor Honoris Causa.
Gracias por su atención
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