28 Martes 8 de diciembre de 2009 ALERTA / ElDiariodeCantabria.com Opinión SE PUBLICA UN ESPERADO VOLUMEN CON LA POESÍA COMPLETA DE JOSÉ HIERRO UN 28% DE MENORES PREFERIRÍA OMITIR A SUS PADRES LA DECISIÓN DE ABORTAR «Supe por el dolor que el alma existe...» escribe José Hierro en el ‘Libro de las alucinaciones’. Un volumen de las ‘Poesías completas’ (1947-2002) del autor. Un 28,45% de las 362 menores que interrumpieron su embarazo en una clínica privada de julio a octubre de 2009, preferirían no informar a sus padres. La cumbre climática comienza con llamada a un acuerdo solido y ambicioso DONACIONES A ONG CAEN 20% EN EMPRESAS Y 10% EN PARTICULARES La Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático arrancó ayer con un mensaje de lograr un acuerdo global para reducir las emisiones de gases. Las donaciones de empresas privadas a las ONG han disminuido un 20% en el último año en España, mientras que las de particulares han caído un 10%. El grito de Haidar antoniocasado E l presidente Zapatero aclaró este domingo que el móvil de nuestra implicación en el caso Haidar es el interés general. En otras palabras, se trata de resolver el problema creado por la huelga de hambre de Aminatou Haidar sin poner en riesgo la política de buena vecindad con Marruecos. Dijo Zapatero que se está haciendo todo lo posible pero que es muy difícil encontrar una solución. Siempre es difícil enfrentarse a una situación que nos desnuda. El grito de Haidar pone al descubierto nuestras contradicciones. Las de nuestra política exterior, caracterizada por la defensa de los intereses y el paso atrás de los principios. En ese juego participa España. Un actor más en el mapa de las conveniencias. Si ahora mismo Zapatero y Moratinos decidiesen aparcar la «realpolitik» en nombre de los grandes valores del llamado mundo civilizado, seríamos un verso suelto de la política internacional. No es el caso, y el presidente del Gobierno lo dejó muy claro en sus declaraciones del domingo, en los pasillos del Congreso, después de los actos conmemorativos de un nuevo aniversario de la Constitución. En su conversación informal con los periodistas, después del nuevo portazo político de Marruecos al retorno de Haidar a El Aaiun, Zapatero estuvo equívoco y resbaladizo en los términos utilizados. Una confusa apelación al derecho a la vida en relación con los intereses generales y la política de buena vecindad. Demasiados rodeos para solidarizarse con Haidar y, al mismo tiempo, no hacer nada que pueda incomodar a Marruecos en el contencioso del Sahara. Zapatero no molesta a Mohamed VI en el asunto más sensible de su política interior y, a cambio, éste se olvida de Ceuta y Melilla, permite el abordaje de empresas españoles, nos permite pescar en sus aguas territoriales y no nos manda pateras. Ese es el resumen de la política española respecto a Marruecos, sintonizada a su vez con las potencias occidentales (EE.UU. y Francia, básicamente), que han decidido seguir esperando hasta que los saharauis se rindan Haidar, en tierra de nadie rafaeltorres E l caso de la señora Haidar, cuya vida hoy más que nunca pende de un hilo, se halla en un callejón sin salida porque el caso general en el que se inscribe, el del abandono del Sáhara por parte de España y su ocupación militar por Marruecos, se halla igualmente en un callejón cegado porque así lo han querido los gobiernos de las potencias internacionales que se han sucedido, durante más de treinta años, desde aquella traición SIR CAMARA cartas al director Los originales que se envíe a esta sección no deberán exceder de 25 líneas mecanografiadas a doble espacio. Estarán firmados y se hará constar el número del DNI, domicilio y número de teléfono de sus autores. ALERTA se reserva el derecho a resumirlas y extractarlas si fuera necesario. Los mensajes con sus sugerencias, quejas, consejos u opiniones pueden ser enviados por carta, teléfono o correo electrónico. Además, tienen la oportunidad de ilustrarlas con una fotografía. e-mail [email protected] correo 1º de mayo, s/n • 39011 Santander - Cantabria teléfono 942 32 00 33 el IDEAL DE la MATERNIDAD Hace unos días, mientras descansaba en un parque madrileño, observé a una mamá joven que vigilaba los juegos de su pequeñín, mientras esperaba que su otro hijo saliera de clase. En un momento de confusión, el niño se abrazó a su madre, buscando, en su regazo, su protección. Le dije a la madre que su niño crecería sintiéndose seguro porque la tenía tan cerca, y me respondió que había dejado el trabajo para atender directamente a sus hijos. Me trajo el recuerdo de Lourdes Rivero, vallisoletana, madre de nueve niños y maestra, la portavoz, ahora, de la Asociación Cultura de la Vida. Respondía, Lourdes Rivero, a unas preguntas para una revista: “Hay un clima de desprestigio del trabajo de una madre de familia en su casa. Nos llaman «marujas». A mí me encanta mi carrera de Magisterio, que es vocacional al cien por cien. Disfruto dando clase y me encanta la idea de formar a las personas. No descarto la idea de trabajar en ello el día de mañana y procuro reciclarme, estar al día en la medida de mis posibilidades. Pero he renunciado por ahora al por agotamiento a las tesis marroquíes. Les basta dejar que el dossier siga durmiendo en la capeta de «conflictos de baja intensidad». Es el discurso propio de los profesionales de la política. A distancias siderales de la didáctica sencillez que encontramos en la réplica de Aminatou Haidar a quienes le piden que conserve la vida por el bien de sus hijos: «Prefiero que vivan sin madre pero con dignidad». No muy distinto debe ser el espíritu resistente de los 200.000 saharauis que soportan durísimas condiciones de vida en los campamentos del desierto, a la espera de que Estados Unidos, Francia y España cumplan y hagan cumplir la legalidad internacional, que todavía no ha decidido a quien corresponde el título de soberanía sobre una colonia abandonada a toda prisa por España ante el chantaje de la «Marcha Verde» (1975). y aquél despojo. O dicho de otro modo: porque la Organización de Naciones Unidas (ONU)ha considerado como más conveniente por no se sabe (o sí) qué intereses, que todo un pueblo, el saharaui, se consuma en tierra de nadie, bajo el sol y sobre la arena, y sobreviva no merced a su vitalidad, a su pericia, a su trabajo y a sus proyectos nacionales, sino a la beneficencia. Y desde luego es natural que quienes, como la señora Haidar, sufren diariamente la ocupación extranjera que lamina las libertades, las personales y las colectivas, de su pueblo, adopte, por la pura desesperación que genera el más absoluto desamparo, una actitud de tan extrema dignidad. Habrá quien no entienda que alguien sea capaz de perder la vida en el intento de recobrar siquiera una parte de ella. Más difícil de entender, sin embargo, es el trato que en los últimos decenios ha dispensado la comunidad internacional al noble pueblo del Sáhara, al que se le escamotea la justicia a cambio de la caridad. España y Marruecos, los países que han «matado» a ese pueblo, ¿habrán de esforzarse en salvar la vida de uno de sus miembros, la de la señora Haidar que agoniza, cómo no, en tierra de nadie? A quienes no somos gobierno, ni, en consecuencia, nos maniatan los «altos intereses del estado», nos interesa mucho, por el contrario, salvar la vida de esa mujer cuyos hijos, en El Aiun, presienten su orfandad. Si esta señora acaba muriendo, no será ella, sino España, quien pierda la dignidad que, por lo demás, ésta nunca tuvo en su proceder con su antiguo territorio del desierto. Magisterio y no sólo no me arrepiento sino que cada día soy más feliz con esta decisión. ¿Por qué no se valora el trabajo en casa? Porque no se gana un duro. Hoy, por desgracia, está extendida la idea de «tanto ganas, tanto vales». Y en casa, desde luego, de «duros», nada. Pero estoy en casa, en primer lugar, porque creo que los niños de 0 a 3 años necesitan imprescindiblemente de la compañía de mamá. Es el tiempo de formar su personalidad, su seguridad, su afectividad. ¿No estamos dispuestos a dejarnos la hijuela por el mejor co- legio? Pues para esa edad, esto que hago es mejor que Oxford o Harvard. En segundo lugar, creo que así hago -lo intento al menos - hogar, para que cuando lleguen del colegio o (mi marido) del trabajo, tengan alguien que les quiere con locura, para escucharles, ayudarles, estar con ellos. Solamente escuchando se detectan muchos problemas, la influencia de las amistades, se está más «al loro» y hoy en día es muy importante. Hay que andar con «los pies de plomo». Josefa Romo.