EL COLEGIO MEXIQUENSE Sociología histórica y modelos teóricos estructuristas * Claudia Guarisco Canseco ** [email protected] D e lo que trata este texto es del uso de modelos estructuristas en la sociología histórica. Y comenzaré definiendo la sociología histórica por contraste con la historiografía tradicional. La historiografía tradicional se dedica a narrar las acciones individuales o colectivas a lo largo de una cronología y muchas veces sin interesarse incluso por los antecedentes mentales. Ese desinterés se arraiga en la creencia de la incognoscibilidad de todo aquello que no es directamente observable. Rechaza, por ende, cualquier apelación a la teoría, por considerarla un sistema conceptual de carácter muy general, conformándose con elaborar conceptos que describen y explican procesos particulares. Y sin embargo, ese rechazo es injustificado. Existe actualmente consenso en torno a que todo conocimiento se forja no a partir de la DOSSIER Académico observación sino de algún tipo de teoría, aún cuando ésta sea muy burda. De ahí que cuanto mejores sean estas teorías mejor será nuestro conocimiento de la realidad. De ahí también la necesidad de que la historiografía acuda a las teorías económica, política o sociológica, que nos proveen de conocimientos que superan el sentido común. La sociología histórica resulta del encuentro entre historiografía y teoría sociológica. Está avocada a explicar el funcionamiento y cambio de la vida cultural, económica y política de los grupos o sociedades. La teoría sociológica la provee de explicaciones generales de tipos de procesos, que le permiten realizar explicaciones sobre procesos particulares siempre y cuando sea aterrizada en algún modelo teórico. Como se recordará, la construcción de modelos teóricos constituye el segundo gran paso del método científico. El primero es la formulación del problema y el último la articulación del modelo teórico con la evidencia, a través de técnicas particulares. El método científico constituye, como Mario Bunge apuntó años atrás, una brújula que impide que nos perdamos. Sin embargo, el método no es una regla de oro. Nos proporciona solamente lineamientos de carácter general que cada investigador modelará como mejor pueda. El aterrizaje de la teoría sociológica representa quizá el momento más importante de la investigación, pues son los modelos teóricos los que permiten construir nuestras explicaciones. Para buena parte de los historiadores interesados en la sociología constituye, además, el paso más difícil, aunque no pueda decirles con exactitud por qué. Atendiendo a estas cuestiones, Cristopher Lloyd y Anthony Giddens han formulado una propuesta muy interesante sobre los atributos básicos que debe contener un buen modelo teórico. Lloyd1 es un reconocido profesor de la Universidad de Nueva Inglaterra, en Australia, y Giddens2 es el archiconocido intelectual inglés que Tony Blair reconoce como su gurú. En lo que sigue trataré de dar cuenta de su propuesta. * Texto leído por la autora en el seminario Métodos en Ciencias Sociales hoy, organizado por la Coordinación del Doctorado en Ciencias Sociales de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C., el 19 de octubre de 2001. ** Doctora en Historia por El Colegio de México e investigadora de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C. 1 Cfr. Christopher Lloyd, The structures of history, Oxford, Blackwell, Oxford U.K. & Cambridge, 1993. Número 11 septiembre-octubre 2001 1 LA GACETA DE La propuesta estructurista desalienta cualquier uso a priori, global y mecánico de la teoría sociológica. En cambio, sostiene que hay que acercarse a ella de manera selectiva, extrayendo solamente lo que ofrece, es decir, tipos ideales que describan y expliquen la realidad de manera aproximada. Ese proceso selectivo debe estar guiado por un conjunto de criterios: primero, que los tipos ideales caractericen la acción individual y sus antecedentes mentales; segundo, que caractericen la acción social grupal y sus antecedentes mentales; tercero, que esos tipos describan las estructuras, y cuarto, que describan las relaciones entre la acción individual (y sus antecedentes mentales), la acción grupal (y sus antecedentes mentales) y las estructuras. Esto es así porque Giddens y Lloyd parten de la premisa de que individuos, grupos y estructuras son los componentes esenciales de la sociedad y mantienen entre sí vínculos de influencia recíproca en los que descansan el orden y el cambio sociales. Para Giddens y Lloyd, las estructuras están constituidas por instituciones y poseen propiedades no reductibles a los individuos o grupos. Al mismo tiempo, esas propiedades estructurales no son independientes de las prácticas estructurantes intencionales e inintencionales de los individuos y grupos. En suma, en la sociedad existen dos núcleos de poder causal, pero diferentes: uno a nivel macro y otro a nivel micro. Ambos tienen el poder de influirse mutuamente. Sin embargo, solamente el poder de los individuos y grupos es agencial, incluso cuando no es consciente, en virtud de los arreglos cooperativos que establecen día a día. En cambio, las estructuras tienen un poder condicionante. Tienden hacia la continuidad espacial y temporal y moldean la acción y el pensamiento humanos. Los seres humanos no pueden existir, actuar o pensar excepto dentro de contextos estructurales que permiten y constriñen su existencia. Por su énfasis en la agencia, la propuesta estructurista supera a otras dos maneras de concebir la sociedad: la individualista y la holista. La primera intenta explicar todo proceso por referencia a las decisiones conscientes de los individuos y estados mentales internos que, no obstante, solamente supone y sobre los cuales no profundiza. En tanto, la perspectiva holista explica la acción colectiva y sus antecedentes mentales por referencia a grandes categorías, como sistema social, época, cultura, nación, raza o clase. El problema con esta aproximación es que contempla lo microsocial como causalmente dependiente de lo macrosocial. En otras palabras: las estructuras subordinan a los hombres. El concepto de agencia, núcleo de la propuesta estructurista, no enfatiza una autonomía abstracta del individuo, ni su determinación estructural. Todos los sistemas sociales complejos poseen agentes de cambio. Tanto los individuos como los grupos son agentes al servicio de las estructuras que requieren ser reproducidas para que la sociedad sobreviva. El mismo proceso de reproducción social origina transformaciones graduales y algunas intempestivas. En suma, los agentes tienen una doble labor: la de reproducir y cambiar las estructuras. Sus acciones están precedidas por procesos conscientes de selección entre varias opciones, pero tales selecciones no son totalmente libres, sino que influyen las varias esferas estructurales que componen la sociedad, es decir, la cultura e ideología, la política y la economía. Además, también intervienen determinaciones inconscientes. En suma, un modelo teórico estructurista debe presentar, como atributos esenciales, un conjunto de tipos ideales compatibles con una noción de sociedad que enfatice la influencia recíproca entre individuos, grupos y estructuras. Una vez construido el modelo teórico lo que sigue es articularlo con la evidencia, particularizarlo o, utilizando como analogía la elaboración de una pintura, precisar las formas y colores de los objetos bosquejados. Lloyd y Giddens han ido más allá de promover el uso del modelo estructurista en la sociología histórica. Sostienen, además, que esta disciplina debe contribuir, simultáneamente, al perfeccionamiento de una teoría sociológica avocada a dar cuenta de los aspectos generales de la naturaleza, causa y cambios experimentados por el comportamiento humano y la estructura social. El programa es ambicioso y, por lo tanto, difícil de llevar a cabo. No obstante, Barrington Moore y Reinhardt Bendix, entre muchos otros, han hecho importantes aportaciones. Apelando al marxismo, Moore se propuso3 explicar la transformación de la sociedad agraria en países específicos y entender la lógica interna generalizable al conjunto. En su modelo, las clases terratenientes y campesinas contribuían a la generación de instituciones políticas democráticas, dictatoriales o comunistas en función del impacto ejercido sobre ellas por las nuevas instituciones económicas capitalistas. Los resultados de la investigación lo llevaron a proponer tres grandes vías en el tránsito del mundo preindustrial al moderno. Una vía fue a través de las revoluciones burguesas, que condujeron a Inglaterra, Francia y Estados Unidos a la democracia, gracias al desarrollo de una burguesía con una base económica independiente que, al atacar los obstáculos heredados y opuestos a esa democracia, logró el apoyo del campesinado y se impuso finalmente tras una guerra civil o revolución. La segunda vía, ejemplificada por Alemania y Japón, fue también revolucionaria, pero se trató de revoluciones desde arriba. Una coalición entre élites terratenientes y una burguesía comercial e industrial débil dominó a las clases bajas urbanas y al campesinado, instituyendo formas políticas dictatoriales. En la tercera ruta, ejemplificada por Rusia y China, la revolución condujo a la instauración de instituciones políticas comunistas. En estos casos, la nobleza terrateniente y la burocracia estatal fueron menos sensibles a los impulsos comerciales e industriales, lo que mantuvo débiles a las clases urbanas y alimentó la existencia de un ingente campesinado tradicional que, sujeto a nuevas sobrecargas y presiones, respondió ante ellas con la expropiación de la burocracia agraria, despejando así el camino hacia el comunismo. Por otro lado, para Bendix4 las personas actúan racionalmente y asignan significados cambiantes a sus acciones. Sin embargo, esas acciones no están totalmente motivadas de manera interna por significados subjetivos. También están constreñidas por situaciones externas. El problema es entonces el de construir un puente entre lo subjetivo y lo objetivo, así como entre el libre albedrío y las constricciones estructurales para mostrar de qué manera la gente construye la historia, pero también cómo las circunstancias particulares condicionan esa producción, entre las cuales Bendix señala sobre todo a la ideología y la cultura. Su principal interés es establecer el rol de éstas en la motivación de la acción humana estructurante y en la legitimación de las estructuras sociales. También se ha interesado en determinar de qué manera las estructuras han influido en el desarrollo y articulación de ideologías. No obstante lo fructífera que ha demostrado ser la propuesta estructurista para la construcción de modelos teóricos en la sociología histórica, dista de ser óptima. No queda claro, por ejemplo, qué clase de vínculos hay entre individuos y grupos, ni si los mismos principios deben ser observados al estudiar la sociedad en general que al hacerlo con agrupaciones específicas. A pesar de ello, creo que constituye una buena solución para los dolores de cabeza de los investigadores. Por otro lado, no es necesario aceptar íntegramente el paquete estructurista. Es decir, no hay por qué fijarse como meta el contribuir a la construcción de una teoría general de la acción y las estructuras. Yo creo que ya es bastante con construir buenas explicaciones, en la medida de lo posible. Y subrayo en la medida de lo posible porque las fuentes no siempre nos permitirán establecer claramente la relación entre individuos, grupos, sus antecedentes mentales y las estructurasv 2 Cfr. Anthony Giddens, Social theory and modern sociology, Stanford University Press, 1987. 3 Barrington Moore, Los orígenes sociales de la dictadura y de la democracia, Barcelona, Ed. Península, 1973. 4 Reinhardt Bendix, La razón fortificada: ensayo sobre el conocimiento social, México, FCE, 1975. 2 septiembre-octubre 2001 Número 11 EL COLEGIO MEXIQUENSE El euro y sus implicaciones en las relaciones internacionales (Tercera y última parte) Eduardo Morales Pérez * [email protected] E n un mundo altamente interrelacionado, las acciones que realiza un país o un grupo de países tienen implicaciones directas e indirectas en el resto de la comunidad internacional, más aún cuando los protagonistas constituyen la agrupación económica más importante del orbe, como lo es la Unión Económica y Monetaria Europea (UEM) A escasas semanas de que inicie el acontecimiento financiero más importante desde la instauración de los tipos de cambio flotantes a mediados de la década de los setenta, fluye ahora una literatura abundante sobre el tema. En esa literatura figuran autores a favor de la integración, aun cuando destacan los problemas que deben ser superados; otros autores, en cambio, afirman que la UEM será un factor de división y, por consiguiente, de tensiones en Europa. En términos generales, los países desarrollados están manteniendo un activo y cuidadoso seguimiento de los acontecimientos y avances en la construcción de la UEM. Sin embargo, los países en desarrollo dan la impresión de que no les resulta motivo de preocupación el lanzamiento de una nueva moneda internacional, en especial aquellos que están en la zona monetaria del dólar y presuponen que los asuntos monetarios y financieros europeos están muy lejanos de sus intereses o suponen que el euro no tendrá para ellos repercusión alguna. En efecto, algunos países han cedido de manera precipitada su soberanía monetaria, sin negociación, al reemplazar su moneda nacional por el dólar de los Estados Unidos. El Salvador, el 1 de enero de 2001, tomó esa decisión, sumándose a Ecuador, que lo hizo un año antes, y a Panamá, que lo hizo después de la Segunda Guerra Mundial. A esta lista habría que agregar el caso de Argentina, que también abandonó su función monetaria al renunciar a crear liquidez, disminuyendo la función de su banco central al de la figura llamada Caja de Conversión, y establecer una relación fija entre la moneda nacional y el dólar de los Estados Unidos, lo que si bien redujo de manera sustancial la inflación, tuvo también un costo inmenso en términos de desempleo y crisis financieras posteriores. En México, las instituciones oficiales, las académicas y las organizaciones empresariales han prestado poca atención a las implicaciones económicas, políticas y sociales de la introducción de la moneda común europea. Ciertamente, el tema no se ha abordado de manera directa, y se percibe una corriente de opinión que favorece la excesiva dependencia económica con los Estados Unidos, proceso que lejos de disminuir va en aumento, como lo muestran recientes * Maestro en Economía por El Colegio de México. Se especializó en Análisis y política financiera en el Instituto del Fondo Monetario Internacional. Es coordinador del Programa Interdisciplinario de Estudios sobre Europa e investigador de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C. Entre sus publicaciones recientes está La Cumbre de Niza: parteaguas de la integración europea (GACETA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DE EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., «Dossier Académico», Núm. 6/7, enerofebrero de 2001.) acontecimientos políticos y económicos en el país, entre ellos la adquisición por Citibank del Grupo Financiero Accival Banamex y el activismo de México en materia de política exterior a favor de Estados Unidos, después del 11 de septiembre del año en curso. Ese proceso silencioso y efectivo, se piensa, llevará a la larga a una efectiva integración económica y, por consiguiente, monetaria con Estados Unidos, como si éste fuera el destino y la mejor alternativa para México. Las instituciones académicas y los organismos empresariales, al igual que las instituciones oficiales, han mostrado una gran cautela, a fin de no acrecentar la controversia y el debate político sobre un tema altamente sensible para el país. Por ello, es necesario aportar elementos que estimulen la discusión sobre las conveniencias y desventajas de la excesiva dependencia con Estados Unidos. No es posible que por inercia se arrastre al país a la subordinación monetaria con Estados Unidos. A este propósito se presentan las siguientes reflexiones. BANCO CENTRAL EUROPEO En términos generales, los bancos centrales son instituciones sólidas y de prestigio en todos los países, entre otras importantes razones porque conducen la política monetaria y cambiaria, ejes importantes en la configuración de la política macroeconómica. Su solidez y prestigio son mayores cuando ejercen con autonomía sus funciones en relación con las autoridades políticas y económicas de carácter federal y/o estatal. Es entendible entonces que la creación del Banco Central Europeo (BCE), que coordina la política monetaria de los doce bancos centrales, tendrá sin duda un peso considerable en las negociaciones económicas internacionales. A través de esta institución, y ya no de doce bancos centrales independientes, los países europeos estarán en posición de influir de manera considerable en cualquier foro de negociaciones, lo cual significará un verdadero contrapeso a la excesiva influencia de los Estados Unidos o quizá el principio del ocaso de la nación que ha ejercido el liderazgo político y económico desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial y que se consolidó con la Conferencia Monetaria y Financiera Internacional de Bretton Woods, en julio de 1944, cuando fueron creados el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Es importante señalar que los actos de terrorismo internacional del 11 de septiembre tendrán también repercusiones en las relaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos. Algunos escritores norteamericanos han dicho que la UEM, en particular el euro, será un factor de tirantez y de distanciamiento, porque, sin duda, la zona monetaria europea erosiona la importancia relativa del dólar en el sistema monetario internacional y deja fuera de los asuntos monetarios europeos a Estados Unidos. Después de esa trágica fecha, los europeos harán todos los esfuerzos para apoyar totalmente a Estados Unidos en el frente político, militar y económico, para Número 11 septiembre-octubre 2001 3 LA GACETA DE sancionar y castigar a los culpables del genocidio. Dentro del ámbito económico, seguramente los europeos procurarán que el euro no tenga elementos que debiliten (o aumenten las tensiones en) las relaciones financieras y monetarias con los Estados Unidos. MONEDA ÚNICA EUROPEA El lanzamiento del euro será un acontecimiento con implicaciones en el sistema monetario y financiero internacional, y es previsible que se constituya en un activo internacional en el corto plazo, con una amplia aceptación por parte de otros bancos centrales diferentes a los doce bancos centrales de la UEM. Los bancos centrales de los países del centro y del Este europeo y los del Norte de África, por citar algunos, seguramente reconfigurarán sus reservas internacionales con base en el euro. No sólo serán factores políticos o comerciales los que determinarán que las autoridades monetarias decidan en qué medida podrán reconfigurar las reservas internacionales a favor de una u otra moneda convertible, también habrá criterios financieros, como rendimiento, liquidez y seguridad. En otros términos, el tesorero del banco central tendrá que decidir sí invertirá en euros o dólares las reservas internacionales de su país. Además, es posible que el euro se constituya en un activo internacional estable, ya que es respaldado por economías financieramente sanas. Se ha insistido con frecuencia que con el euro se constituirá la base de un sistema monetario tripolar (euro, dólar y yen). Sin embargo, las evidencias parecen indicar que el sistema monetario internacional se circunscribirá fundamentalmente a dos monedas, el euro y el dólar, y que en menor proporción figurarán el yen japonés, la libra esterlina y el franco suizo. Baste recordar que en la actualidad las emisiones de bonos que se colocan en los mercados internacionales de capital están denominados en un 40% en euros. Igualmente, la composición de las reservas internacionales de los países miembros del FMI ha tenido cambios significativos (que serán mayores con motivo del lanzamiento del euro), los cuales se reflejan en una disminución porcentual de la importancia del dólar (por ejemplo, el Reino Unido tiene configuradas sus reservas internacionales con una fracción muy pequeña de dólares y, de 1985 a 1994, esa moneda representó entre 2.7 y 3.8% del total). Es obvio que en países como México, situados en la zona del dólar, sucede el fenómeno contrario, en el sentido de que se ha presentado un aumento en la importancia de la moneda norteamericana. Un estudio realizado en 1997 por el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos concluye que el euro tendrá efectos sustitutivos contra el dólar. No sería remoto que éste afronte una situación similar a la que experimentó la libra esterlina en 1931, en ocasión de la Conferencia Monetaria Mundial de ese año, cuando el Banco de Inglaterra suspendió la convertibilidad de su moneda con el oro, concluyendo con ello su intento de restaurar el patrón oro. Es posible que en el curso de 2002, países que no están en el SME intentarán la sustitución gradual de la moneda norteamericana por el euro. Se reitera que será gradual porque el entorno político internacional no es favorable para crear fisuras entre Europa Comunitaria y Estados Unidos. También es previsible que el Banco Central Europeo adopte como medida de política monetaria disuadir a sus homólogos de otros países de que demanden artificialmente la moneda única europea, para evitar una apreciación de esta unidad monetaria frente al dólar, lo que seguramente no será un objetivo prioritario del BCE. Sin embargo, las autoridades monetarias saben que no es lo mismo configurar sus activos internacionales con una moneda producto de los déficit de pagos o de sus desequilibrios en las finanzas gubernamentales, como es el caso de los Estados Unidos, que hacerlo con una moneda creada con el consenso de importantes países europeos, 4 septiembre-octubre 2001 Número 11 sujetos a una estricta disciplina fiscal y monetaria (Pacto de Estabilidad y Crecimiento). A propósito de lo anterior, es importante tener presente que en el actual orden monetario internacional no existe autoridad internacional que controle, regule y supervise la creación de liquidez internacional (dólar de los Estados Unidos). Las autoridades monetarias norteamericanas son las que determinan, tanto en su país como en el resto del mundo, las prioridades y el tamaño de la emisión de su moneda. DECLINACIÓN DEL DÓLAR EN EL SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL Una forma poco usual de analizar la declinación del dólar en el sistema monetario internacional es la participación de Estados Unidos en el sistema de toma de decisiones del Fondo Monetario Internacional. En julio de 1944, en ocasión de la Conferencia de Bretton Woods, Estados Unidos inició con un poder de votación de 31.3%, pero éste ha disminuido a lo largo de 55 años para representar en la actualidad 17.5% del total. Sin embargo, este ultimo nivel sigue siendo, por una parte, el más importante para un país y, por otra, le permite a Estados Unidos mantener su capacidad de veto para las decisiones más importantes que se adoptan en ese organismo internacional (políticas financieras y operativas, aumento de recursos y admisión de nuevos miembros, entre otras). Es importante mencionar la existencia de corrientes de opinión que consideran como algo posible el derrumbe del euro, debido, entre otras importantes razones, a que algunos países parecen no estar en condiciones de cumplir con los requisitos de disciplina monetaria y presupuestal. Igualmente, se piensa que el lanzamiento del euro ha sido precipitado, en vista de que no se han dado pasos firmes con respecto a una política fiscal común y a que hay grandes espacios grises de incertidumbre en este campo. Los 12 países miembros de la UEM, en conjunto, tienen un poder de votación en el FMI superior a 22.2%, casi 5 puntos porcentuales por arriba de Estados Unidos. De esta forma, la Europa comunitaria y Estados Unidos comparten la facultad de veto que por decenios este último había ejercido de manera exclusiva. Lo anterior no sugiere, sin embargo, que ambos centros de decisión se confrontarán para definir el futuro del orden monetario y financiero internacional. Los ataques terroristas del 11 de septiembre conducirán seguramente a la negociación, como única fórmula en que los dos bloques evitarán debilitarse en una competencia sin cuartel. Cabe recordar que en la década de los setenta la mayoría de las naciones europeas y algunos países latinoamericanos (entre ellos México) y asiáticos apoyaron la propuesta de creación de la Cuenta de Sustitución en el FMI, cuyo objetivo central fue el reemplazo gradual y supervisado del dólar por una nueva unidad monetaria convenida internacionalmente. En ese tiempo, se pensó en el Derecho Especial de Giro (DEG), pero, como era de esperarse, Estados Unidos se opuso a la propuesta porque ésta nulificaba un privilegio que había detentado desde la Conferencia de Bretton Woods, arguyendo que un nuevo ciclo de asignaciones de los DEG estimularía la inflación y el estancamiento mundial. La Cuenta de Sustitución se fundamentaba en la tesis de que los crecientes déficit presupuestal y comercial de los Estados Unidos se estaban exportando al resto del mundo con la emisión de más dólares, fenómeno que hasta ahora no tiene límite ni está sujeto a supervisión alguna, además de que es el camino más eficaz para transmitir la inflación. Por la enorme ponderación política de los Estados Unidos en el FMI y en otros organismos económicos internacionales, ese país ha estado en condiciones de impedir, ahora más que antes, la fijación de límites o candados a la masa de dólares que envía al exterior por la vía de los aludidos déficit. EL COLEGIO MEXIQUENSE TENENCIA OFICIAL DE DÓLARES Se estima que a medida que avance la instrumentación de la moneda única europea, los países europeos reducirán los niveles oficiales y privados de sus tenencias en dólares, proceso que puede dar lugar a una sobreoferta de la moneda norteamericana y, por ende, a su abaratamiento. El relativo abaratamiento del dólar podría traducirse en mayores exportaciones de Estados Unidos, siempre que se cumplan tres supuestos, a saber: que las cotizaciones en dólares de las mercancías no experimenten variaciones sustantivas, que la tasa de inflación de los Estados Unidos sea menor a la de los doce países miembros de la UEM y que las preferencias de la sociedad no cambien sustancialmente con respecto al dólar. El incumplimiento de alguno de estos supuestos llevaría a una reducción significativa del dólar en las tenencias tanto del sector oficial como del sector empresarial y de las personas. La pérdida de confianza en la moneda norteamericana por la moneda única europea se perfila como altamente posible. Los países europeos, a través del Banco Central Europeo, tendrán que reconfigurar necesariamente sus tenencias oficiales, entre ellas el dólar, porque así lo sugiere el buen juicio. Dada la sensibilidad de los mercados financieros internacionales, es posible que la suerte del dólar tendrá un efecto en cascada en otros países. Es difícil prever la dimensión y la dirección de estas implicaciones, en particular después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, pues los países europeos han conformado una firme alianza en torno a los Estados Unidos. Sin embargo, todo parece apuntar a un detrimento de la hegemonía del dólar norteamericano. COMPETITIVIDAD Las relaciones intraindustriales en la Unión Europea han sido estimuladas por los avances en la construcción del mercado único europeo, lo que se refleja en el firme crecimiento del comercio intraeuropeo (59% en 2000). Sin embargo, hasta ahora las empresas europeas han tenido que hacer frente a los costos cambiarios de recibir y pagar en diversas monedas europeas (a pesar de que en enero de 1999 se fijaron estrictamente las relaciones cambiarias entre los países miembros de la UEM) y realizar las distintas operaciones cambiarias a través de instituciones financieras que cargan o cobran los llamados puntos de compra y de venta de las divisas involucradas, cuya banda de fluctuación actual oscila de 15 por encima y por debajo del tipo de cambio central. Al entrar en vigor la moneda única europea, dichos costos financieros van a desaparecer, por que ya no existirán monedas nacionales, como también desaparecerá la ventanilla de cambios para las operaciones entre europeos. Esto significará un ahorro para las empresas europeas, las cuales podrán competir en precio en terceros mercados, pues por la calidad de sus productos y servicios y el cumplimiento de sus contratos, los europeos disfrutan de un merecido reconocimiento internacional. Además, es posible que las empresas exportadoras de terceros países se sientan más interesadas en el acceso al mercado europeo por su estabilidad y crecimiento, y también porque recibirían una divisa estable (un verdadero almacén de valor) y de gran solidez. QUÉ SIGNIFICARÁ PARA LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO EL ADVENIMIENTO DEL EURO A grandes rasgos, las repercusiones en el conjunto de la sociedad serán diferentes, tanto si se trata de las doce naciones miembros de la UEM como si se trata del ámbito exterior a la zona monetaria europea. Igualmente, no será lo mismo para las empresas orientadas al mercado internacional que a las orientadas al mercado interno. En este orden de ideas, se pueden llegar a establecer múltiples distinciones sobre las implicaciones del euro en personas y empresas. Realizadas las aclaraciones, a continuación se presentan algunas reflexiones sobre la adopción de una nueva unidad monetaria internacional. Las naciones europeas pertenecientes a la zona del euro tendrán importantes ventajas. Una de ellas es que al eliminar las operaciones cambiarias se reducirán los costos de las empresas y de las personas. Además, es de esperarse que habrá un ambiente más favorable al comercio y la inversión. También se fomentará el ahorro con la eliminación los costos asociados al riesgo cambiario (según estimaciones de la Comisión Europea, éste asciende aproximadamente a 1% del PIB de los países de la UEM) y, con ello, se promoverá la sana competencia. Asimismo, la UEM es vista como un paso en la dirección correcta para consolidar el proceso de integración europea. La UEM implica una verdadera desregulación y simplificación administrativa, que representará un colosal ahorro para empresas y personas. Con la entrada en vigor de la UEM es posible que se generen fuertes perturbaciones en la economía mundial, en particular en los flujos de inversión y de comercio, así como en la inflación y en las tasas de interés, entre otras variables. México, al estar en la zona monetaria del dólar, se verá sometido a la influencia de los factores económicos y políticos de la instauración de la UEM, de manera que nuestra tarea será evitar o mitigar los efectos dañinos, y la única forma de lograrlo es que la economía mexicana esté sólida y saludable y se instrumente una política económica que responda satisfactoriamente a los cambios que se van a producir en las relaciones internacionales, especialmente después de los actos terroristas del 11 de septiembrev Número 11 septiembre-octubre 2001 5 LA GACETA DE Las mesas itinerantes organizadas por EL COLEGIO MEXIQUENSE * Ma. Teresa Jarquín Ortega ** [email protected] E L COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., nació el 1 de octubre de 1986. Su aparición está enmarcada por una época de profundos cambios que caracterizan a nuestra sociedad y sobre los cuales es necesario reflexionar para proponer alternativas y soluciones coherentes con la realidad. Por esta razón, es necesario también recobrar la continuidad de elementos esenciales que expliquen el proceso histórico de la sociedad. Así, su objetivo fundamental está en el análisis y la explicación del pasado y el presente del estado, sin descuidar el estudio de los problemas que plantea la realidad nacional, que, en resumen, constituye el marco general y nuestra perspectiva final. Uno de los objetivos específicos de EL COLEGIO es el de realizar investigaciones en el campo de las ciencias sociales y las humanidades, con especial atención a los sectores prioritarios del desarrollo económico y social del estado. Este objetivo ha guiado a EL COLEGIO desde su fundación, hace 15 años, y no ha quedado circunscrito a los muros de Santa Cruz de los Patos, su sede, o entre los académicos, en su torre de marfil. Desde un principio, se pensó que nuestra institución tenía la obligación de divulgar los resultados de sus investigaciones al pueblo del Estado de México, por ello, se empezaron a organizar mesas redondas, que llamamos itinerantes, en el sentido de ir de un municipio a otro llevando el conocimiento. La idea fue que las investigaciones de los especialistas deben llegar a los campos mismos del objeto de estudio; de esta forma, los habitantes de cada municipio recordarían o aprenderían la historia de su localidad, los problemas que ésta ha sufrido a través del tiempo y que en muchos casos sufre todavía, así como las soluciones que se les proponen para remediarlos. La idea era tener una interrelación con los habitantes del Estado de México, en que no sólo hablarían los investigadores, sino los protagonistas de la historia: los habitantes, quienes nos plantearían sus preocupaciones o nos corregirían las interpretaciones o los datos que teníamos. El resultado, a 15 años, ha sido maravilloso. No fue fácil alcanzarlo. En un principio, algunos vieron la actuación de EL COLEGIO MEXIQUENSE como una intromisión en la cultura de sus municipios, cada uno de los cuales tenía su cronista, a quienes pensaron queríamos suplantar, cosa muy lejana del objetivo e interés de nuestra institución. Pero al ver que varios de los cronistas empezaron a colaborar con nosotros y notar que era benéfica la acogida, la actitud fue diferente: las puertas de los palacios municipales se abrieron, así como las * Versión del texto leído por su autora en la presentación del cuaderno municipal diecisiete Malinalco, en el Museo Universitario Luis Mario Schneider, Malinalco, el 29 de septiembre de 2001. ** Doctora en Historia de América por la Universidad Complutense de Madrid y doctora en Historia de México por El Colegio de México, A.C. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores. Fue presidenta de EL COLEGIO MEXIQUENSE (1990-98), del que es investigadora de tiempo completo. Tiene diversos libros publicados y cocoordinó Historia General del Estado de México (EL COLEGIO MEXIQUENSE, 1998). 6 septiembre-octubre 2001 Número 11 de las instituciones educativas y las de la casa de cultura. Inclusive, varios presidentes municipales se acercaron a nuestro COLEGIO a pedir su mesa itinerante. La historia de estas mesas esta llena de anécdotas, buenas y malas, y en ella ha jugado un papel principal la maestra Rosaura Hernández Rodríguez, quien fue designada como coordinadora de esta actividad por el departamento de Publicaciones. Las experiencias que la protagonista principal ha vivido en cada una de las mesas itinerantes son, en sus propias palabras, inolvidables; personas mayores que dan la bienvenida en lengua náhuatl, otomí e incluso matlatzinca; otras cuyos padres o abuelos vivieron la revolución de 1910, y jóvenes que no conocían la historia de su municipio se han sentido un tanto avergonzados, pero luego de enterarse de la tradición histórica, han afirmado su identidad estatal. Quizás tarde mucho tiempo en germinar la semilla sembrada, pero estamos seguros de que brotará segura y orgullosa de ser portadora de la identidad local, estatal y nacional. Recordamos con agrado que la primera mesa itinerante la organizamos en el municipio donde estamos avecindados, Zinacantepec, y su título fue «Zinacantepec en el tiempo». Se llevó a cabo en el claustro alto del Museo Virreinal de ese lugar, en 1987. Estuvo presidida por el profesor Omar Martínez Legorreta, presidente de EL COLEGIO MEXIQUENSE, y por el presidente municipal de Zinacantepec, C. P. Guillermo Argüelles. Las ponentes fueron las licenciadas Elisa Cruz Domínguez y Bertha Abraham Jalil, y, por supuesto, la maestra Rosaura Hernández, quien ha estado presente en las 82 mesas itinerantes. Posteriormente, se organizó otra en Toluca, por ser la capital del estado y su presidente, miembro de la Asamblea General de Asociados de EL COLEGIO MEXIQUENSE. Continuamos con Texcoco y Naucalpan, los otros municipios cuyos presidentes eran entonces miembros de la Asamblea. Podría contar muchas historias de cada una de estas actividades. Por ejemplo, en Texcoco nos enviaron a la Feria del Caballo. Participaba la investigadora visitante Ma. Teresa Reau, de nacionalidad francesa, quien me fue a ver para decirme: tengo mucho gusto de ser una potranca enviada a esa Feria junto con la maestra Hernández. En 1991 organizamos 10 mesas, en Sultepec, Amecameca, Jocotitlán, San Mateo Atenco, Toluca, Cuautitlán, El Oro, Tepetlaoxtoc, Lerma y Zumpahuacán. Cabe resaltar la anécdota de Sultepec, a donde regresamos luego de la primera mesa itinerante, en virtud de que publicamos un libro, producto de las conferencias que organizamos con la Universidad Iberoamericana, y lo presentamos en el municipio. Las invitaciones corrieron a cargo de la presidenta municipal y el pueblo se engalanó para la ocasión. Sin embargo, los amantes de lo ajeno, que no de la cultura, también se prepararon y quisieron robar el banco. A la hora del encuentro, apareció la policía informando a la presidenta de lo ocurrido. Gracias a que la cajera del banco era una hábil mujer, los ladrones solamente sustrajeron 250 pesos. Quien perdió fue el dueño de un taxi de un pueblo vecino, pues su vehículo fue utilizado EL COLEGIO MEXIQUENSE Mesas itinerantes Municipio Valle al que corresponde Número de veces Acolman (incluye Tepexpan) Amecameca Apaxco Atizapán de Zaragoza Coacalco Coyotepec Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Chapa de Mota Ecatepec Huehuetoca Huixquilucan Naucalpan Nextlalpan Nezahualcóyotl Ozumba Teoloyucan Tepetlaoxtoc Tepotzotlán Texcoco (incluye Coatlinchan) Tlalmanalco Tlalnepantla Tultitlán Villa del Carbón Zumpango Aculco Almoloya de Juárez Atlacomulco Calimaya Capulhuac Coatepec Harinas El Oro Ixtapan de la Sal Jilotepec Jiquipilco Jocotitlán Joquicingo Lerma Malinalco Metepec Mexicaltzingo Ocoyoacac Otzolotepec San Antonio la Isla Morelos San Felipe del Progreso San Mateo Atenco Santo Tomás de los Plátanos Sultepec Tejupilco Tenancingo Tenango del Valle Toluca (incluye Tecaxic) Tonatico Zacualpan Zinacantepec Zumpahuacán México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México México Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca Toluca 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 1 1 2 1 1 2 1 1 2 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 3 1 2 3 2 1 1 1 1 1 1 2 1 3 2 1 2 3 1 1 2 1 Total 82 Número 11 septiembre-octubre 2001 7 LA GACETA DE para el atraco. Las bromas no se hicieron esperar y, la verdad, nunca se aclaró si la organizadora de la mesa itinerante tenía nexos con la mafia del sur del Estado de México. En 1992, recorrimos nueve municipios: Nextlalpan, Ozumba, Naucalpan, Tlalnepantla, Ocoyoacac, Tenango del Valle, Mexicaltzingo, Coatepec y Metepec. En 1993 organizamos seis encuentros, en Apaxco, Tepotzotlán (dos veces en ese año), Acolman, Metepec y Huixquilucan. En 1994 fuimos a Ecatepec, Nezahualcóyotl, Capulhuac, Chapa de Mota, Zumpango y Zacualpan. En 1995 estuvimos en ocho municipios: Calimaya, Huehuetoca, Malinalco, Otumba, Tejupilco, Coacalco, Teoloyucan y Zinacantepec. En 1996 fuimos a Aculco, Almoloya de Juárez, Texcoco, Valle de Chalco, Cuautitlán Izcalli, Jiquipilco y San Felipe del Progreso. En 1997 se visitaron diez municipios: Morelos, Tlalmanalco, la comunidad de Tecaxic, perteneciente a Toluca; Tepexpan, Tejupilco, Coacalco, Tenango del Valle, Lerma, Cuautitlán Izcalli y Tultitlán, En 1998, a pesar de la austeridad por la que atravesó EL COLEGIO MEXIQUENSE, se organizaron ocho mesas itinerantes en Atizapán de Zaragoza, Santo Tomás de los Plátanos, Tenancingo, Otzolotepec, Atlacomulco, San Antonio la Isla, Tonatico y Coyotepec. En 1999 estuvimos en Ixtapan de la Sal, Joquicingo, Chapa de Mota, Jocotitlán, San Mateo Atenco y Villa del Carbón. En el año 2000 sólo tuvimos tres mesas, en Jilotepec, Malinalco y Coatlinchan (Texcoco), en virtud de haber sido año de elecciones. Los funcionarios salientes no mostraron interés porque ya entregaban sus cargos y los entrantes no sabían de qué se trataba. Ninguno de ellos quiso tomar la responsabilidad de una actividad cultural. En el curso de este año, hemos visitado Apaxco y, de nuevo, Malinalco. Los ponentes han sido investigadores estatales, nacionales e internacionales, de distintas instituciones, quienes han colaborado siempre con gusto, deseosos de someter sus trabajos a la crítica más dura, que, por supuesto, no es la de la academia, sino la de los habitantes de los municipios, y el resultado se está viendo no sólo en las conferencias sino en publicaciones en la colección denominada «Cuadernos municipales», que EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C., está divulgando desde 1996. Estos diecisiete cuadernos municipales, cuyo objetivo principal es dar a conocer los resultados de las investigaciones históricas más actuales y especializadas, para que los interesados en un municipio aprendan el qué y el cómo ha sido éste a través del tiempo, cuáles han sido sus problemas ancestrales y cómo se han resuelto, o si es que aún persisten, son productos resultantes de las mesas itinerantes. En estas pequeñas obras se resaltan aquellos periodos históricos que no han sido suficientemente estudiados, ya sea por falta de fuentes históricas, muchas veces inaccesibles al ciudadano común y corriente, o bien porque aun cuando el municipio conserve un buen archivo, tampoco es común que sus habitantes acudan a él. Entonces hay que transmitir, a través de los investigadores, lo que contienen esos papeles guardados generalmente en la presidencia municipal y en el 8 septiembre-octubre 2001 Número 11 archivo parroquial. No por eso quedan excluidos otros repositorios de gran importancia como el Archivo General de la Nación y los que están en el extranjero. Debo aclarar que estos cuadernos tienen como propósito ser auxiliares y servir de apoyo a las monografías municipales. Conocer la historia de nuestros municipios nos permite identificarnos con ellos, cuidarlos, mejorarlos, hacer de ellos nuestro hogar y fabricar el futuro de nuestro entorno y de nosotros mismos. Han transcurrido cinco años desde la publicación del primer cuaderno municipal y EL COLEGIO MEXIQUENSE reconoce con agrado la acogida que en este tiempo se ha dado a estos libros. Hay que decir también que el cuaderno que hoy presentamos es el número 17 y corresponde al municipio de Malinalco. Es el benjamín de esta serie y está precedido por los dedicados a Aculco, Tianguistenco, Cuautitlán (con el título Cuauhtitlan), Valle de Chalco Solidaridad, Naucalpan, Ozumba, Zumpahuacán, Tenango del Valle, Otzolotepec, Jocotitlán, Joquicingo e Ixtapan de la Sal, y por cuatro cuadernos que abordan cuestiones específicas del ámbito municipal: Hacia el fortalecimiento municipal, Modernización y recursos municipales, Experiencias municipales y Una mirada a los gobiernos municipales en México. La tabla que se incluye muestra los municipios visitados y el número de mesas itinerantes que se han realizado en cada uno de ellos. Como se aprecia, en sólo tres de ellos se han realizado tres mesas itinerantes, uno del valle de México, Texcoco, que ha sido centro de cultura desde la época prehispánica, y Jocotitlán y Malinalco, en el valle de Toluca. En los municipios de Toluca, Sultepec, San Mateo Atenco, Lerma, Jilotepec, Tenango del Valle, Zinacantepec, Tejupilco y Metepec, también en el valle de Toluca, hemos estado dos veces y en el valle de México hemos estado también dos veces en los municipios de Chapa de Mota, Cuautitlán, Apaxco, Tepotzotlán, Naucalpan, Ozumba y Coacalco. Como se puede apreciar, EL COLEGIO MEXIQUENSE, A.C, ha estado en 57 municipios del Estado de México, 25 del valle de México y 32 del valle de Toluca. En las mesas itinerantes han participado investigadores de diversos centros educativos, dependencias públicas e instituciones culturales, como El Colegio de México, A.C., la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, la Universidad Iberoamericana, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Universidad Autónoma MetropolitanaIztapalapa, la Universidad Autónoma del Estado de México, el Instituto Mexiquense de Cultura, la Asociación Mexiquense de Cronistas Municipales, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social del Estado de México, la Secretaría de Gobierno del Estado de México, el Consejo Estatal de Población, la Universidad de Bremen, el Centro de Estudios Mexicanos-centroamericanos, ayuntamientos, a través de los presidentes municipales, e incluso arzobispos y sacerdotes de diversas diócesis y órdenes religiosasv