GARACHICO

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EL DÍA, domingo, 4 de enero de 2015
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LA REAL SOCIEDAD
Económica de Amigos del País de
Tenerife y sus directivos de las
últimas décadas. 6/7
del domingo
revista semanal de EL DÍA
GARACHICO
¿Cuál es la fotografía más antigua de España?
Texto:
Carlos Acosta García
E
n uno de mis artículos
más recientes me atreví a
hacer eso que suele llamarse juicio de valor, al referirme a ciertos historiadores que, al menos a mí, no me parecen imparciales. Espero que nadie se
haya dado por aludido. De lo contrario, habría que decirles aquello de “el
que se pica ajos come”.
Traigo el anterior fragmento a la consideración de ustedes porque, en el trabajo que ahora comienzo, tendré que
apoyarme, lo quiera o no, en ciertos
historiadores, periodistas, cronistas…
que no parece que se pusieran de
acuerdo, no solo en determinadas opiniones sino tampoco a la hora de señalar fechas exactas. Podría ocurrir que
tales inseguridades pasaran a mi trabajo, con la consiguiente desorientación de los lectores.
Las cosas han ocurrido así:
Hace siete u ocho años, una señora
para mí desconocida se me acercó para
mostrarme una fotografía antigua, al
tiempo que me preguntaba si la imagen reproducía un rincón de Garachico. No tardé en decirle que no; pero
ella insistió en que me fijara atentamente en ciertos detalles y fue entonces cuando descubrí que, en efecto, estábamos observando una vía de la Villa
y Puerto llamada, en pasados siglos,
calle de Abajo, luego de San José y ahora
Esteban de Ponte. Me interesé en conocer el origen de la antiquísima muestra fotográfica. Y así supe que había
servido de ilustración a una revista
inglesa en cuya portada podían leerse
estas palabras: “OROTAVA AS A
HEANTH RESORT ILLUSTRATED”.
En la revista, escrita en inglés, no se
hablaba de Garachico, pero allí estaba
la fotografía en cuestión sin que yo
supiera ni supusiera los motivos. Así
que hice una fotocopia y me olvidé
pronto del asunto.
Con la señora que me cedió la imagen mantengo ahora una excelente amistad. Se trata de una profesora de secundaria, que ofreció sus conocimientos
(ahora está ya jubilada) en un instituto
orotavense. He hablado con ella estos
días porque necesitaba su ayuda para
aclarar algo relacionado con la foto de
la que he venido ocupándome. Se llama
la profesora doña Carmen Álvarez Abreu
y he vuelto ahora a hablar con ella y
con su hermano Bruno porque he necesitado algunos datos que me interesaban
sobremanera.
Como en mi vida están siempre presentes las casualidades, he tenido dos
sorpresas en un solo día, con el intervalo de unas horas. En la mañana del
pasado día 10 de noviembre recibí desde Gran Canaria (concretamente de Santa
Brígida) una copia de la fotografía en
cuestión y unos apuntes sobre el
nacimiento del daguerrotipo y la
cámara fotográfica. Un ratillo después
pude leer en el programa televisivo “24
horas” una noticia que ofrezco hoy literalmente para ganar tiempo. La noticia en cuestión dice así:”Daguerre vuelve
a Barcelona para recordar la primera
foto española, de 1839”. No añado ni
quito una sola letra. El lector pudo, sin
duda, ver la noticia en su momento si
coincidió en el horario con el mío.
Decir que volvió Daguerre a la Ciudad Condal no puede ser cierto porque el genio francés falleció en 1851.
Imagino que el autor de la frase querría referirse a la aparición de una foto
de tal año. Unos la ven como obra de
Louis Daguerre y otros la atribuyen al
famosísimo creador de la fotografía,
Fotografía de
Garachico posterior
al incendio de 1825.
Joseph Nicephore Niepce, ambos
franceses de nacimiento. No sería una
foto perfecta, sino un tanto primitiva.
Hoy el arte fotográfico nos permite mejorar sensiblemente aquellos trabajos iniciales de un arte nuevo.
Como en esto, al igual que en cualquier otro asunto relacionado con la Historia, pueden encontrarse datos falsos
y fechas que no coinciden con la realidad, no se sabe con exactitud cuándo
pudo el hombre conseguir la reproducción de una imagen. Se supone que
fue en 1826. Tampoco hay afirmación
unánime sobre quién de los dos personajes que cite anteriormente pudo
ser el autor del primer éxito. He consultado varios diccionarios enciclopédicos
y no he podido hallar las coincidencias
precisas. Ni siquiera hay coincidencias
de fechas, pues se juega con los años
1822,1825 y 1827. Ninguna coincide con
la de la fotografía que en Barcelona creen
que pertenece a 1839, lo que la llevaría a ser, como se dijo antes, la primera
de España. Hay quienes opinan que
Daguerre fue, simplemente, el autor del
llamado, en su honor, daguerrotipo,
mientras se cree, casi a pie juntillas, que
fue Niepce el verdadero creador de lo
que hoy llamamos fotografía. Yo no entro
ni salgo, pero…
Si consultan ustedes los diccionarios enciclopédicos
“Selecciones del Readers
Digest” ( edición de 1983,
tomo V) y “ Quillet” (edición
1970, tomo IV) se encontrarán frases como estas: “En
1822 Niepce hizo la primera
fotografía con una cámara
oscura y una placa sensible
a la luz. Daguerre descubrió
en 1837 que la fotografía
era posible con una lámina de
plata y vapores de mercurio”.
Y leo otro párrafo, que
ofrezco ahora a ustedes:
“En 1829 Niepce forma una
sociedad con Daguerre, quien
también realiza experiencias similares”. Se afirma también que el daguerrotipo
fue creado en 1835. Y que
antes, concretamente en
1833, el inglés Talbot obtuvo
negativos sobre papel sensibilizado. Resulta sencillo
darse cuenta del tremendo
baile de fechas que nos
comunican periodistas de
otros tiempos.
Los datos que he dejado expuestos
tienen, a pesar de todo, un indudable
interés; pero yo deseo, por mi condición de garachiquense, tratar en lo posible todo lo relacionado con la foto en
cuestión; la que me fue confiada en su
día por la profesora orotavense. Hace
unos años que obra en mi poder y ahora
deseo dar algunos datos a los posibles
lectores que pudieran estar interesados en el asunto.
Todavía no he dicho que en la imagen de referencia aparecen (además de
personas y camellos) las fachadas de
la iglesia y el convento-colegio agustino de San Julián, llamado así en honor
de su fundador, Julián Moreno, quien
contó con la ayuda de su esposa, Ana
María López Prieto, en 1621. El edificio ardió dos veces a través de los siglos.
La primera desgracia ocurrió en la noche
del 18 al 19 de marzo de 1697. Además
de la reliquia religiosa, 109 casas de la
población se fueron también. Pero a
nosotros nos interesa más el segundo
incendio, ocurrido el día 11 de febrero
de 1825. Y digo que nos interesa más
no solo porque significó, junto a la desamortización de Mendizábal, el golpe
definitivo para la desaparición de tan
preciado inmueble, sino para seguir el
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domingo, 4 de enero de 2015, EL DÍA
EN PORTADA
intento de situar la foto en su tiempo
preciso.
La lectura de los libros “Garachico”,
de don Alejandro Cioranescu, “Antigüedades de Garachico”, de don Pedro Tarquis” y “El colegio de los
agustinos de Garachico”, del catedrático
universitario icodense don Domingo
Martínez de la Peña podrán aclarar al
lector cualquier duda que tenga sobre
el inmueble. Aclararán todas las dudas
menos la que se relaciona con la
fotografía que estoy comentando y que
no es citada por ninguno de los historiadores que he consultado recientemente.
A nosotros nos interesa resaltar
también que el colegio-convento fue,
en parte, restaurado (lo aseguran los
tres historiadores que cité anteriormente), pero no la iglesia, porque cuando
los detalles más importante del colegio se habían casi solucionado, con nuevas celdas, después de recibir determinadas cantidades de dinero que se
había conseguido con varias aportaciones, llegó la desamortización de Mendizábal y todo se vino a pique.
Si en la fotografía tantas veces
citada se observan las fachadas del convento y de la iglesia, ¿puede ser este
un motivo suficiente para situar el documento gráfico en una fecha cercana a
1825, fecha del segundo incendio? Ello
nos llevaría a situarla como primera foto
realizada en España. Aunque también
pudo haber otra fotografía de la época en cualquier provincia o región española y, al desparecer por cualquier
motivo, solo se conserve la de la Ciudad Condal.
Al llegar aquí he de detenerme. Dos
amigos que han seguido a su modo todo
el camino que ha recorrido quien ahora
les habla, me llenan de desasosiego porque no comparten, al menos en su totalidad, los puntos de vista que voy
dejando aquí expresados. Por ejemplo,
Jacobo González Velázquez, pariente,
paisano y fotógrafo de profesión, que
ha ejercido durante muchos años en
Santa Brígida (Gran Canaria), como es
experto en el tema se permite la
libertad de afirmar, plenamente convencido de lo que dice, que la foto objeto
de nuestra polémica no puede ser de
la época que digo. Y no puede serlo porque él la encuentra demasiado perfecta
para situarla en la fecha que yo señalo.
Le contesto que ello se debe a que las
copias que se han hecho posteriormente
han mejorado la calidad inicial. Pero
Jacobo no quiere dejarse convencer y
defiende, con uñas y dientes, lo que,
por su profesión de fotógrafo, encuentra más claro que el agua.
El otro opositor a mi punto de
vista, también paisano, licenciado en
Historia y profesor de un instituto lagunero, Cirilo Velázquez Ramos, es un
hombre meticuloso hasta la saciedad.
Así que no le ha resultado difícil
observar en la foto que una de las puertas de la iglesia, una puerta con un arco de medio punto, ha perdido su
madera y, en su lugar, ha ganado una
tapia, probablemente para impedir la
entrada de curiosos a ver los efectos
del incendio. Era indudable el peligro
que correrían tales visitantes si las paredes, que permanecían en pie, perdían
algún cascote, lo que hubiera significado un indudable peligro. O sea que
también Cirilo Velázquez vio ciertas
incongruencias en mi intento de
fechar la foto en 1825 o en años ligeramente posteriores.
Digo todo esto suponiendo que la fotografía, que no es original sino copia,
pudiera añadir datos positivos a mi
intento de situarla en el tiempo. Yo baso
mi opinión en el hecho, para mí decisivo, de que permanecen en pie en la
imagen los muros del convento y de
la iglesia.
Como no quiero darme por vencido,
consulto de nuevo el libro del profesor Martínez de la Peña que cité antes
y estudio las 31 páginas que el autor
dedica al Apéndice Documental. Y encuentro, no solo palabras sueltas, sino
frases enteras que siguen pareciéndome
básicas para defender mi postura.
Cita el catedrático icodense fechas
y situaciones que me son afines. Se
afirma que poco después del incendio
se comenzó la restauración del convento-colegio, pero no de la iglesia. Se
fabricaron habitaciones para los cuatro frailes que aún permanecían en el
edificio religioso. Se construyeron
“pilares, vigotas, tabicas y fechales para
el corredor y refectorio”. En otro sector de sus apuntes finales escribe el señor
Martínez de la Peña: “Se reunieron los
susodichos (señores) en uno de los cuartos recién hechos después de la reedificación que se venía efectuando a causa
del incendio del edificio en 1825”.
Citamos antes el refectorio. Quere-
El francés
Daguerre, creador
del llamado
daguerrotipo (izqda.).
El francés Niepce,
a quien se debe el
invento de la
fotografía (dcha.).
Placa colocada en
Barcelona en
diciembre de 1975
para indicar que está
allí la fotografía más
antigua de España.
(centro).
mos pensar que el lector será conocedor
de que la voz refectorio significa, según
cualquier diccionario que se consulte, “comedor de un convento”. Y
observará también el posible lector que
para nada se cita la iglesia a la hora de
hablar de reconstrucciones. Solo se hace
referencia al convento.
Después de cuanto se deja dicho, solo
falta que los lectores se inclinen por
mis teorías o lo hagan a favor de Jacobo
González y Cirilo Velàzquez. Yo seguiré
esperando por nuevos datos. Lo que
sí vuelvo a afirmar es que en la fotografía, además de personas y camellos,
mantiene en pie las paredes de la iglesia y el convento. ¿Ardieron techos y
retablos solamente? ¿Cuánto tiempo
permanecieron en pie los muros de la
edificación para permitir que se colocara en la puerta de entrada una
tapia que impidiera el paso de curiosos? ¿Cuándo se echaron al suelo las
tapias?
Como ustedes verán, estas últimas
palabras se prestan para un buen
final de mi trabajo (eso, al menos, creo
yo). Pero en estos momentos me
visita mi amigo Francisco Gutiérrez.
No viene con las manos vacías sino que
me trae no sé cuántos folios sobre el
tema que estoy tratando. Como aquí
hay luces y sombras (probablemente
más sombras que luces), me dedico a
estudiar los apuntes nuevos y a contarles a ustedes algunos detalles interesantes.
Carlos Teixidor Cadenas, en su trabajo “Laurent y otros fotógrafos de obras
públicas en España en el siglo XIX”,
escribe: “En 1839 la prensa mundial
publicó que el señor Daguerre, de
París, había conseguido fijar las imágenes que se forman en una cámara
oscura” (observe el lector la fecha). Luego
leo en los apuntes: “Rumbo a América
del Sur, el 27 o el 28 de octubre, arribó
al puerto de Santa Cruz de Tenerife el
buque escuela mercante francés “Oriental”, con un tripulante encargado a tomar
vistas con daguerrotipo en los lugares
de escala. Este fotógrafo era el profesor Louis Compte. La fragata permaneció fondeada tres o cuatro días
frente a la ciudad de Santa Cruz. En este
tiempo pudo el daguerrotipista Compte
realizar su trabajo desembarcando en
el muelle”.
En otro lugar de los apuntes que me
suministra Francisco Gutiérrez leo lo
siguiente: “En la España peninsular,
la primera demostración pública del
daguerrotipo tuvo lugar en Barcelona,
el 10 de noviembre de 1839, por Ramón
Alabera”. Y luego leo otro párrafo que
se me antoja singular: “En octubre de
1839, apenas tres meses después de la
presentación oficial del daguerrotipo en
París, la fotografía llegaba al puerto de
Santa Cruz de Tenerife”. Se habla también en los apuntes de la fragata
“L´Oriental” y del daguerrotipista
Louis Compte. Estos últimos datos están
tomados de un trabajo titulado “175 años
de la fotografía en Canarias”. Lo firma
Gabriel Betancor Quintana.
Al releer ahora cuanto llevo escrito
me doy cuenta de que he seguido diversos caminos que pueden llevar al
lector a diversas interpretaciones.
Pero así me llegan los apuntes, los libros,
las enciclopedias… y así lo cuento. Y
vuelvo a hacerme, para finalizar,
muchas preguntas: ¿cuándo adquirió
don José Soler Torregrosa el solar de
la iglesia y el convento para hacer allí
su residencia? ¿Cuánto tiempo permanecieron en pie las paredes de la iglesia? Si ardieron techos, pisos, altares,
imágenes, mobiliario..., pero quedaron en pie los muros, como muestra
a fotografía, habremos de admitir
que la foto es posterior a 1825, fecha
del segundo incendio que sufrió la instalación religiosa. Habrá que admitir,
pues, que hasta ahora no hemos
podido situar la imagen cronológicamente.
Y habremos de seguir creyendo
que la lápida que se colocó en su día
en Barcelona para hablar de antigüedades y que hoy les ofrezco en imagen muestra la más antigua fotografía de España. Aunque yo, amigo lector, siga pensando que la fotografía de
Garachico puede ser anterior a la que
tiene a Barcelona por lugar de nacimiento. También me gustaría que algún
lector se atreviera a contradecirme. Pero
con argumentos serios, basados en
hechos irrefutables. Yo acogería tales
opiniones con absoluto respeto. Porque soy el primero en reconocer que
cuanto he dejado aquí escrito no deja
las cosas absolutamente claras. Y la Historia, la verdadera Historia, debe
situar los acontecimientos en los
lugares y fechas precisos; en su justo
lugar, lejos de simpatías o antipatías
incorregibles.
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EL DÍA, domingo, 4 de enero de 2015
HISTORIA
FIRMAMENTUM
Texto:
Fernando Herráiz Sánchez
Algunas conclusiones
E
n S. Cristóbal de La Laguna
existen cuatro fundaciones religiosas del siglo XVI
que, tomadas de dos en
dos, equidistan de un
punto situado frente a la puerta lateral de la antigua iglesia de los agustinos. Observado desde este punto (P0),
el orto solar del solsticio de invierno
tiene lugar sobre una de ellas (San
Roque). Si desde dicho punto se traza
una línea en dirección Oeste, cruzará
sobre otras dos fundaciones del
XVI, La Concepción y San Benito.
Existen dos edificios religiosos (la
Concepción y el convento agustino),
orientados hacia los solsticios con una
desviación inferior a ±1º. Las respectivas
torres siguen el mismo rumbo, estando
la de la Concepción al Este de la de San
Agustín, por lo que en los ocasos de
los equinoccios la sombra de la primera
se proyecta sobre la segunda.
Una línea que partiese en dirección
Este desde el lado norte de la torre de
la Concepción cruzaría sobre tres de
las construcciones consideradas relevantes por Torriani (Pila Seca, Los Remedios y San Miguel), y apuntaría también hacía ambos solsticios.
La iglesia de San Juan está ubicada
en el punto más próximo al casco histórico desde el cual podía verse el orto
de los equinoccios sobre el mar. En su
artesonado están plasmadas las únicas referencias claramente astronómicas
existentes en La Laguna.
Estos son los datos desnudos, el
esqueleto que avala la existencia de
un plan geométrico, en el que evidentemente creemos. Un plan que reconoce al Sol como referente último y
necesario para la fundación de la ciudad. Un plan basado en la distribución
de construcciones religiosas en puntos y espacios sensibles, conectados
geométricamente, y capaces de condicionar el viario y, por tanto, el diseño
general de la urbe.
La arqueoastronomía es una disciplina consolidada que cuenta con un
importante número de adeptos. Existen publicaciones regulares, la mayoría en lengua inglesa, y una notable
actividad gremial con reuniones,
simposios y congresos nacionales e
internacionales.
Uno de sus problemas clásicos es
determinar el grado de intencionalidad de orientaciones o alineaciones
con posibles connotaciones astronómicas. Menhires, templos, grutas, obeliscos, enterramientos... ciudades. Para ello se recurre al cálculo
de probabilidades. Así, existen diferentes formulas matemáticas que
permiten cuantificar la probabilidad
de que una determinada alineación sea
o no producto del azar. La que sigue
es una adaptación de la propuesta por
Putnam & Wood [7] y desarrollada por
Mariano Tomatis.
Del trazado geométrico de La Laguna (y II)
Plano de La
Laguna de Torriani.
Año 1588
P = ( n+m ) * 100
360
P es la probabilidad, n el ángulo del
margen de error admitido, y m, el ángulo que forma el punto a tratar con
respecto al de origen.
La aplicaremos a la alineación torre
de la Concepción-Pila Seca- catedralSan Miguel-orto solsticio invierno, de
manera laxa, es decir, muy favorable
a que tal alineación sea producto del
azar.
Eliminando la Pila Seca, por no ser
fundación religiosa, el problema consiste en determinar la probabilidad de
que unos edificios como la catedral y
la ermita de San Miguel estén en la trayectoria del orto del solsticio de
invierno visto desde el lado Norte de
la torre de la Concepción.
El disco solar tiene un diámetro aparente de 0,5º, al que añadiremos un generoso margen de error de ± 2º. Así el valor
de n será de 4,5º. A m (el espacio angular que ocupan los edificios vistos desde
la torre) le adjudicaremos unos no menos
generosos 9º a la catedral, y 2º a San
Miguel. De donde la probabilidad de
que el alineamiento de la primera sea
producto del azar es del 3,75,% y el de
la segunda, el 0,555%. La probabilidad
combinada es del 0,021%. O de otra
manera, la probabilidad de que la ubicación de estos dos edificios sea deliberada es del 99,97%.
Los resultados de este tipo de fórmulas
hay que manejarlos con cierta cautela,
pues pueden concurrir circunstancias que los condicionen. No obstante,
son instrumentos útiles para comprender
el entorno probabilístico estudiado. Cabe
también realizar una comparativa a modo
de grupo de control. Tómese, por
ejemplo, un área similar en el casco de
Santa Cruz, y elíjanse al azar diez edificaciones emblemáticas: Gobierno
Civil, iglesia del Pilar, plaza de España,
etc., y se comprobará cuán infrecuentes son las alineaciones de cuatro
o más puntos.
Firmamentum
En el antiguo convento agustino, en
el dintel de la puerta que da a las escaleras principales, puede verse un
escudo ya mencionado por Núñez de
la Peña en 1676 [8]. Se trata de una de
las iconografías clásicas de la orden, un
corazón asaeteado, rodeada por una filacteria con el lema: “Lux est doctorum firmamentum”, ambigua cita bíblica
(Daniel 12,3), que suele traducirse
como “Los sabios brillaran con el
esplendor del firmamento”.
Julius Schiller (Ausgburgo, 1627) [9]
la utilizó como argumento principal para
un proyecto barroco y revolucionario:
cambiar los nombres clásicos de las constelaciones por otros de inspiración católica. Se trataba de cristianizar el cielo.
Así, la Osa Menor se convertiría en San
Miguel, la Osa Mayor en la Barca de San
Pedro, Andrómeda en la tumba de
Cristo..., el intento fracasó, y el cielo
siguió siendo pagano.
Años después, los agustinos de La
Laguna fundaron la primera universidad
de Canarias. En 1701 ya podían otorgar títulos de maestro y doctor, por lo
que los primeros graduados del archipiélago pasaban a diario bajo el escudo
y el lema. Aislada y boicoteada por dominicos y jesuitas, la institución fue
suprimida en 1747, y no hubo universidad en las Islas hasta 1816, cuando
se creó la de S. Fernando. De todo aquello quedó un poso, un reconocimiento
tácito de la primacía de los agustinos
en los quehaceres de la cultura. Ya en
1846, sea por necesidad o costumbre,
se instaló el Instituto de Canarias en
las viejas aulas y claustros del convento.
El lema agustino habla del cielo, pero
tal vez esconda un juego de palabras.
El termino latino firmamentum designa
la bóveda celeste, pero también tiene
el significado de “fundamento, apoyo”
y “construcción sólida”. Abarca cuanto
es permanente y estable, sea el curso
de los astros, o la perennidad de la tierra. De él deriva firme, acepción usada
hasta hoy para el sustrato inamovible
donde se asientan los cimientos.
Así, existirían dos firmamentos, uno
sobre la cabeza y otro bajo los pies. Y
en una ciudad, los edificios cumplirían
la función de unir los dos extremos del
campo semántico del término. Entendido de esta manera, el lema agustino
desvela un mensaje remoto y reservado,
que señala hacia el cielo y la piedra, el
Sol y la teja. Quizá, después de todo,
el alma de la ciudad no sea una mera
abstracción.
NOTAS
[7] Bill Putnam y John Edwin Wood.
The Tresaure of Rennes le Chateau.Pgs
217-224. Sutton Publishing. 2003.
[8] Iván Núñez de la Peña. Conquista
y antigüedades de las islas de la gran
canaria. Pg324.Ediciones Idea 2006.
[9] Alexander Roob. Alquimia &
Mística. Pg87. Taschen. 2001.
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domingo, 4 de enero de 2015, EL DÍA
BALCÓN DE VENEZUELA
“La inteligencia, la buena voluntad y la paz entre las naciones, por el compañerismo de sus hombres de negocios y profesionales,
unidos en el ideal de servicio” (Objetivo de Rotary Internacional)
El cuerpo consular en
Santa Cruz de Tenerife
UNA IMPORTANCIA DE EXCEPCIÓN
Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes
(cónsul honorario de la
República de Nicaragua).
A mi distinguida amiga
María de los Ángeles Baca
Responsabilidad en la gestión
esde hace más de una
docena de años venimos
compartiendo escenario
y obligaciones, dentro
del Cuerpo Consular
Acreditado de Santa Cruz de Tenerife (Tenerife, La Palma, Gomera y
Hierro), donde hemos tenido la excepcional oportunidad de vivir momentos de muchísima importancia
y transcendencia, relacionados todos
con la responsabilidad adquirida
voluntariamente de representar a un
país americano que llevamos en el
corazón, profundamente de in-dudables raíces hispanas y, con ello, de
Canarias.
La disciplina y la representación
que tenemos la obligación –voluntariamente adquirida, como decimos–
de cumplir nos ha llevado a los más
importantes escenarios necesitados de la presencia de nuestro país
representado, para cuyo objetivo hemos seguido puntualmente las indicaciones extraordinarias de un hombre que lo ha sido todo en su carrera
diplomática como lo es el Dr. Gilberto
Bergman Padilla, exembajador de la
República de Nicaragua en Argentina,
autor de varios libros, en especial los
relacionados con las misiones de los
cónsules, unos auténticos tratados
que nos han servido de guías de excepción en este discurrir de más de una
década, como representante oficial
de un país del cual conocemos mucho, aunque nos queden importantes zonas que visitar, si bien estemos
ilustrados por toda una larga serie
de amigos con los que hemos tenido
la suerte de poder compartir vivencias y relatos que nos han llevado de
un lado a otro de sus escenarios y sus
inquietudes, siempre con el interés
más profundo de servir lo mejor posible al desarrollo de la nación que nos
honramos en representar.
D
El Cuerpo Consular en Tenerife y sus
inquietudes
En las periódicas reuniones que
nuestro Cuerpo Consular celebra en
Santa Cruz de Tenerife, hemos tenido
la oportunidad en estos años de atender y escuchar a las más altas autoridades políticas y empresariales de
las Islas, en particular de Tenerife,
donde hemos podido escuchar sus
inquietudes y programas, y a los cuales hemos aportado nuestro punto
de vista de forma serena y pausada,
tal como se debe regir una diplomacia
bien entendida.
El capítulo del turismo y su problemática ha sido un punto destacado
en todos estos contactos, dada la importancia que el mismo tiene en las
Islas, y la diversidad de problemas
que ello comporta.
Son múltiples las vivencias y las
anécdotas que podíamos reseñar de
estos significativos momentos, pero
no es este el propósito de este trabajo, el cual queremos orientar en dar
al conocimiento público una labor que
en muchos de los casos es impagable, pues requiere de unos servicios
complicados en donde la parte humana juega un papel fundamental,
algo muy conseguido con este Cuerpo Consular, al cual honorablemente pertenecemos, por la gran calidad
Cuerpo Consular
Acreditado en
Santa Cruz de
Tenerife, reunido con
las autoridades
militares en Canarias,
el 27 de noviembre.
personal de sus componentes, lo cual
se pone de manifiesto en los encuentros a los que asisten los excónsules,
como es el caso de mis antiguos amigos los profesores Jean Dekani y Jaime
de Urioste Arana, que nos han brindado la ocasión de rememorar para
nuestros colegas nuestras aventuras
profesionales –siempre alrededor
de las enseñanza turísticas mundiales–
en Kenia, el primero, y en Brasil, el
segundo.
La representatividad, una obligación
La presencia física en todos y cada
uno de los actos a los que somos invitados es una solemne obligación que
tenemos muy claro hemos contraído con el país que no ha brindado la
honorabilidad de su representación
oficial. Esto se señala de forma
constante en los libros en los que el
Dr. Gilberto Bergman indica las gestiones del cónsul titular y el honorario, como un deber que tenemos la
obligación de contemplar como ineludible.
No es un acto que pueda calificarse
de figuración personal, es sencillamente refrendar la presencia de
nuestro país representado y su carta
de naturaleza, un deber que un día
tuvimos la suerte de poder juramentar
–como le habrá ocurrido a algún otro
colega– ante el presidente del propio país, en un acto de inolvidable
relieve en nuestra vida.
Son muchas las deferencias que todos los días tenemos los representantes de los países extranjeros en
Canarias. La presencia de esos millones de turistas que visitan las Islas
hace que los consulados tengan
una muy especial importancia, de lo
cual autoridades, empresarios y entes sociales tienen más que debida
constancia, lo que hace que se viva
una cordial comunicación, refrendada
por un espíritu de colaboración encomiable, en el cual se destacan, inclusive, la celebración de actos políticos y sociales relacionados con los
países representados, todo dentro del
más puro ambiente protocolario, propio de una diplomacia bien entendida.
El Cuerpo Consular Acreditado en
Santa Cruz de Tenerife es un ejemplo a seguir.
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EL DÍA, domingo, 4 de enero de 2015
TURISMO
INVESTIGACIÓN
EN PORTADA
La cueva de
Belmaco
(Benahoare)
Este yacimiento arqueológico
está situado en el barranco de las Cuevas o de Belmaco. Discurre por el término municipal de Mazo, en la isla de
La Palma, habiendo estado ubicada dentro de la demarcación del que fuera el
territorio del bando tribal de Tigalate,
según los datos provenientes de las fuentes etnohistóricas. Aunque la cueva
de Belmaco fue conocida desde el siglo XVIII gracias a los grabados rupestres que se encuentran en ella, también parece haber sido empleada como lugar de morada por los habitantes
precoloniales de La Palma, tal y como lo demuestran los restos materiales rescatados en las excavaciones
arqueológicas practicadas en su día.
Se han realizado multitud de investigaciones sobre los origenes y motivos de estos hallazgos. Las últimas
teorías los vinculan con las sociedades
atlánticas (aunque también hay
aportaciones que establecieron las relaciones externas con el cercano
continente africano y el ámbito
sahariano, mientras otros los englobaba en el mundo líbico-beréber situado entre los años 200 a.C. y
700). Este último autor insiste en reiterar los parentescos atlánticos europeos al relacionar las espirales con
los exponentes rupestres bretones e
irlandeses, entroncando los motivos
de Belmaco y de otras zonas de La
Palma con la representación iconográfica del culto al agua. Pero, por norma general, han preferido relacionar
estos motivos rupestres espiraliformes, circuliformes y meandriformes
con marcadores alineados de una supuesta trashumancia ganadera estacional.
Otros auoteres han decidido ahondar en los componentes arqueoastronómicos que, aparentemente,
subyacen en las representaciones rupestres en función de gradientes de
orientación e inclinación referencial.
De esta forma, se estaría haciendo patente la presencia de un culto al sol,
a la luna o a otros elementos astronómicos coincidentes con la llegada
de los solsticios, estrechamente vinculados con el mundo ganadero
que caracterizaba a la sociedad palmera prehispánica y con el comienzo/fin del ciclo anual de su calendario.
Esta relectura global de las inscripciones rupestres podría indicar que
la Cueva de Belmaco no fue sólo un
lugar de habitación y residencia, sino que tal vez pudo tener en algún
momento una significación cultual
más amplia y compleja.
Colección “Guanches”, cuadro Nº 108
(técnica mixta sobre papel de dibujo de 70X50 cm)
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domingo, 4 de enero de 2015, EL DÍA
LA REAL SOCIEDAD
ECONÓMICA
DE TENERIFE
EN 1991
Texto: Antonio Luque
(Vocal de Relaciones Institucionales de la RSEAPT)
Sería usted un gran talento –le
decía–, si no estuviera abrumado por
la cultura.
(André Maurois,
Las paradojas del Doctor O’Grandy)
U
na tarde de abril del año
1990, me presenté en la
sede de la Real Sociedad
Económica de Amigos del
País de Tenerife (RSEAPT)
para incorporarme a la junta de gobierno
en calidad de vocal de la sección de
Intereses Económicos, cargo cuyo
nombramiento había tenido lugar
en la reunión del 2 de marzo último
del mismo año y que ocupé hasta el
25 de enero de 1995. Para quien no sepa
en qué consiste, diré que la Económica
es la más antigua sociedad de cultura
existente en las Islas. “Su fundación,
en 1777, es un resultado de la campaña
–nos dejó dicho Cioranescu– de ilustración y de fomento de las ciencias
y de la economía insular, que caracteriza el siglo XVIII tinerfeño”. Coincide, además, con el auge que distingue
los reinados de Carlos III y la primera
década del de Carlos IV en toda la
monarquía española, y que produjo
sociedades similares en la mayor
parte de las capitales del país.
Ubicada en la calle de San Agustín,
esquina con Tabares de Cala, en el histórico edificio del antiguo colegio de
Jesuitas, ocupado más tarde por la Universidad de Canarias, y que en la actualidad comparte con el Colegio de Licenciados y Doctores, y la Sociedad Esperantista de Tenerife, tiene esa sociedad como primordial objeto –tal como se afirma en el Artículo 1 de sus
Estatutos– “promover y fomentar toda clase de adelantos morales y materiales, coadyuvando con los medios
a su alcance a los fines primordiales
del Estado y la Comunidad Autónoma
de Canarias: estimular la práctica de
las virtudes cívicas y patrióticas, así
como procurar la prosperidad del país”.
Para la gente impuesta, la Económica
es un refugio de intelectuales, así como
el Instituto de Estudios Canarios,
otro.
La muerte, igual para todos por naturaleza, os distingue ante la posteridad
por el olvido o por la gloria (Tácito, His-
torias, libro 21-2)
Conforme con la sentencia expresada por Stefan Zweig que cito:
“Nuestra memoria es sobornable y se
deja persuadir por los deseos y la voluntad de apartar lo hostil de los pensamientos ejerce una fuerza que actúa con
lentitud, pero que a la postre surte su
efecto” (La embriaguez de la metamorfosis), trataré de que mi voluntad
esté al servicio de mi memoria para
poder plasmar fielmente el ambiente
de aquellas juntas de gobierno a las
que asistí en calidad, como dije, de vocal.
A medida que íbamos llegando, cada
uno de los miembros entrábamos en
la amplia pieza rectangular, situada en
la planta baja y con ventanas a Tabares de Cala, ocupada por la gran biblioteca. Abierta al público todos los días,
en ocasiones como ésta se cerraba, no
sin ponerlo en conocimiento del público habitual. Ya se congregaba un grupo en torno a una mesa de despacho,
junto a la entrada, que ocupaba Enrique Roméu Palazuelos, segundo conde de Barbate (Sevilla, 1906-La Laguna,
2001), quien, tras saludarnos uno a uno,
volvía a enfrascarse en la resolución
de los problemas de la sociedad,
además de ultimar los preparativos de
la inminente junta.
Don Enrique era ya entonces director de honor de la entidad, habiendo
sido su bibliotecario y secretario –entre 1959 y 1960, y de nuevo desde 1967
hasta 1989–. Abogado y funcionario
del Banco de España, su auténtica vocación era la de literato y cronista. Persona de ánimo bondadoso, de trato sencillo y grata conversación, poseía
una notoria erudición.
En sus ingeniosos escritos resurge
preferentemente la historia de La Laguna, de sus gentes, sus leyendas y
los acontecimientos señalados. Percatado del significado de ese tesoro
social que para los estudios históricos
canarios constituyen los fondos documentales y bibliográficos de la Real Sociedad Económica, se replanteó su estudio, clasificación y ordenación, de modo
que hoy presta sus servicios a toda clase
de investigadores que acuden al local.
Esta reestructuración fue uno de los
Enrique Roméu
Palazuelos, conde
de Barbate.
logros más positivos del conde de Barbate en pro del prestigio que hoy goza
la Real Sociedad.
En cuanto a su etopeya: de mediana
estatura, obeso, gruesas lentes, como
preservando sus ojos escrutadores, poco
amigo de pócimas y dietas. Pese a la
peculiaridad de sus andares, algo pesados, había cierto empaque en su presencia; con una expresión abierta y llana,
ganaba amistades con facilidad.
A la hora fijada, ya estaban congregados en el sala-biblioteca la mayoría
de los asistentes a la Junta, y como había
quórum, el director, Leoncio Afonso
Pérez, nos insta a sentarnos en torno
a la gran mesa rectangular que ocupa
el centro de la estancia, y que él preside. Había sido elegido, por mayoría,
director en la junta general de 26 de
diciembre de 1990 y mantendría ese
cargo hasta 1995.
Don Leoncio es palmero, e hijo predilecto de Breña Alta, donde nació el
12 de septiembre de 1916. Entonces ya
era catedrático emérito de Geografía,
doctor honoris causa por la Universidad de La Laguna y destacado autor
de libros sobre temas de su especialidad. Su ascenso, aunque constante, fue
lento, a lo que quizá se debe su firmeza
y escrupulosa severidad. Socio desde
1948, ha dedicado su atención a la Real
Sociedad, que le debe, entre otros muchos logros, su actual ubicación. Tiene presencia, sabe mandar y se había
rodeado de un equipo de hombres entusiastas y desinteresados. Al presente
(2014), con sus noventa y ocho años
a cuestas, pero dotado de una gran energía y vivacidad de espíritu, se interesa
activamente por la Real Sociedad, a la
que ha prestado tan eminentes servicios y de la que es socio de honor como
director de honor.
La derecha del director la ocupaba
el conde de Barbate, y a la izquierda
se sentaba el secretario, Eloy Díaz de
la Barreda. Era don Eloy funcionario
del Cabildo Insular de Tenerife, director fundador del programa de Teatro
de Cámara de Canarias y de la Escuela
de Arte Dramático de la Universidad
de La Laguna. Comunicativo y amable. Conferenciante, profesor, responsable de más de cincuenta montajes,
escenógrafo, crítico, editor y asesor en
temas escénicos para diferentes instituciones. Su trayectoria profesional
acumula más de cincuenta años
(2013) en el mundo de las artes escénicas.
El censor, Juan Régulo Pérez (19141993), doctor en Filosofía y Letras y
profesor de la Universidad de La Laguna. Es palmero, como el director.
Sorprende la cantidad de hijos ilustres naturales de esa isla. Era bajo; pero
lo parecía aún más por su robustez,
que tras subrayar la cara con doble papada, enterrar el cuello, formaba sobresaliente abdomen. Sonrisa sibilina,
tras gafas de miope, sabe escuchar;
cuando sale de su mutismo habitual
lo hace con una gravedad no exenta
de ironía. El doctor Régulo ha actuado,
a lo largo de tantos años, como eficaz
coordinador de la labor de los miembros de la Junta de Dirección y ha facilitado el necesario consenso. Ha tenido
ya muchos éxitos y reconocimientos
públicos. Hombre de gran cultura, pensador al estilo de Ernest Renan, liberal de ideas avanzadas, desengañado
de la política, su agnosticismo lo conducía a no dar demasiada importancia a las cosas humanas. Ha sido secretario general de esta institución desde
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EL DÍA, domingo, 4 de enero de 2015
1962 hasta 1972. De todos los presentes
es el más conspicuo. A él se debe que
el Nobiliario de Canarias fuera posible. En la “Nota Final” al cuarto tomo se lee: “Pero donde nuestro capítulo se complace en poner su especial
acento es en la persona del Editor del
Nobiliario, Doctor Don Juan Régulo Pérez,
a quien se debe”. Es académico correspondiente de la Española y de la Historia y de número de la de Esperanto.
Hijo predilecto de Garafía, adoptivo
de La Laguna y socio de honor de esta
entidad.
Además de estas figuras centrales,
Barbate, Afonso y Régulo, hay en la
junta otras personalidades muy destacables:
El entomólogo y publicista Manuel
Morales Martín, santacrucero, profesor mercantil, pertenecía al Cuerpo Técnico de Intervención del Cabildo Insular de Tenerife, vicedirector y secretario general del Instituto de Estudios Canarios desde 1979 hasta 1980.
Inteligente, culto y dotado de excelente memoria, cualidades que ha puesto
invariable y desinteresadamente al servicio de esta Real Sociedad, que le ha
nombrado socio de mérito.
Como vicesecretario, José Luis Molowny Barbuzano, jurista y funcionario
del Gobierno Civil de Santa Cruz de
Tenerife, en el que desempeñó importantes cargos, entre ellos jefe del Servicio de Asuntos Jurídicos. Hombre
de fácil trato, dotado de singular capacidad de expresión.
Manuel Rodríguez Mesa, orotavense, profesor mercantil e historiador.
archivero-bibliotecario de esta Real
Sociedad. Autor de numerosos libros
y trabajos de investigación sobre la historia de las Islas Canarias en los que
ha demostrado la profundidad de sus
conocimientos sobre los archivos y la
minuciosidad de sus afirmaciones. Don
Manuel es delgado, habla poco y con
fundamento. Será director y socio de
honor de esta Real Sociedad, consiguió la catalogación de su patrimonio
artístico, proyectando, también, la remodelación de su biblioteca. Su labor en
la ordenación del archivo y de la hemeroteca fue, además, sobresaliente.
Otros notables miembros de la
Junta eran:
El bibliotecario Francisco Javier González Antón, licenciado por la Complutense y doctor por la Universidad
de Granada. Profesor titular y director de la Biblioteca Universitaria de La
Laguna y del Museo de Historia. Individuo notable por su aspecto, amplia frente, barba corrida y no muy cuidada, gruesas lentes como guareciendo
los ojos escrutadores de estudioso infatigable, voz profunda, potente y elocuente.
El interventor contador José Rodríguez Ferrer, intendente mercantil, profesor de la Escuela de Comercio y catedrático de Economía de la Empresa.
Socio de mérito y premio Andrés Pérez
Faraundo 1990 del Colegio Oficial de
Titulados Mercantiles y Empresariales de Santa Cruz de Tenerife “por sus
profundos conocimientos y alta calidad pedagógica en la disciplina de con-
Juan Régulo Pérez
(izqda.).
Leoncio Afonso
Pérez (dcha.).
tabilidad y afines”.
El conservador Miguel Fernández
Gutiérrez, lagunero, médico otorrinolaringólogo y publicista. Sería censor
de esta Real Sociedad entre 1993-1994,
y al presente 2014 continúa incombustible, perteneciendo a la junta de gobierno a la que ha prestado óptimos
servicios, por sus especiales condiciones
de inteligencia y carácter. Don Miguel
es de tez blanca, un principio de calvicie en las entradas y con gafas que
resaltan la expresión inteligente de su
rostro. De cultura heterogénea y
científica, ha sido presidente de la
Alianza Francesa de Santa Cruz de Tenerife, desde donde coordinó una intensa
política de cooperación cultural hispano-francesa. En 2008, en premio a
su contribución a la expansión de la
cultura, la República Francesa lo galardonó concediéndole, con el grado
de caballero, L´Ordre des Palmes
Académiques. Miembro de mérito.
El vocal primero es Alfonso Morales y Morales, doctor en Farmacia, académico numerario de la Real de Medicina de Canarias y publicista. Sobre
esta institución, don Alfonso ha publicado un libro que se titula Mis vivencias en la R.S.E.de A. del País de Tenerife 1967-2003.
José Eugenio de Zárate y Peraza de
Ayala era el vocal segundo. Jurista y
escritor de éxito. Técnico de Administración Local, secretario general del
Ayuntamiento de Granadilla, y de San
Bartolomé de Tirajana. Secretario
general del Ayuntamiento e hijo predilecto de Santa Cruz de Tenerife. Presidente del Real Club Náutico de
Santa Cruz de Tenerife y caballero cofrade de la Esclavitud de San Juan Evangelista de La Laguna.
Pero, a más de quien estas líneas escribe: Antonio Luque Hernández,
orotavense, historiador vocacional,
miembro del Instituto de Estudios Canarios, entre cuyas obras destacan: Las
familias de Chaves y Montañés de Tenerife, La Orotava, corazón de Tenerife
y De casino a biblioteca.
A la gran mesa, junto a los ejes de
la junta citados, se solían sentar otras
figuras de relevancia, entre las que mencionaré a Francisco García Fajardo, abogado y licenciado en Filosofía y Letras;
profesor del Instituto de Canarias, hoy
Cabrera Pinto. Presidía la sección de
Intereses Morales. Siempre atento al
acontecer lagunero, fue quien logró
dar un nuevo aspecto y relieve a la Semana Santa. Socio de mérito, por los
servicios prestados a esta Real Sociedad, especialmente en su etapa como
bibliotecario. Competente, afable y firme. Don Enrique le profesaba particular estima.
José Antonio de la Torre Granados.
Abogado de prestigio, profesor de la
Universidad y alcalde de La Laguna.
Vocal en la sección de Intereses Materiales y socio de mérito.
El renombrado escultor y poeta Fernando Garcíarramos y Fernández del
Castillo, vocal en la sección de Intereses Económicos. Licenciado y doctor en Bellas Artes, a más de arquitecto
técnico y catedrático de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica.
Miembro de mérito.
El vocal de la sección de Intereses
Económicos era Ruperto Pozuelo y Ruiz,
bancario. Era, a su muerte, el 17 de marzo de 1994, el socio más antiguo; había
ingresado en 1928 y perteneció casi todo
el tiempo a la Junta Directiva, en la que
desempeñó el cargo de tesorero, realizando una gran labor en época de las
mayores dificultades, donde todo el
trabajo era manual, tarea que realizó
con gran mimo y cariño. Socio de mérito.
Nicomedes Jesús Negrín Fajardo, otro
orotavense ilustre, catedrático de
Historia y Filosofía de la Ciencia, la Educación y el Lenguaje de la Universidad
de La Laguna e historiador. Ejercía como
vocal de Intereses Culturales.
Eliseo Izquierdo Pérez, licenciado
en Filosofía y Letras, en Ciencias de
la Información y publicista. Jefe de la
Delegación de Correos y Telégrafos de
La Laguna. Miembro de la Comisión
Insular de Patrimonio Histórico Artístico del Cabildo de Tenerife y presidente de la Real Academia Canaria de
Bellas Artes San Miguel Arcángel, correspondiente de muchas más. Periodista
y escritor, autor de varios libros, artículos y conferencias, entre los primeros mencionaremos: Alfredo de Torres Edwards (1880-1943), Noticias de
Francisco Borges Salas y Periodistas cana-
rios (siglos XVIII a XX). Es socio de
mérito.
Temía ser arrinconado en esa reunión plena de talentos, donde yo era
casi un desconocido, pero en seguida
tuve amigos. La asamblea acostumbraba
a durar unas dos horas. En ella se expresaban las diversas opiniones con gran
libertad. Pese a la disparidad de ideas,
lógico en una reunión tan numerosa,
solía transcurrir en un ambiente de cordialidad extrema. Por lo demás, en las
actas de esas Juntas de Gobierno se
puede verificar el compromiso con el
pensamiento y la cultura, donde poco
espacio cabe para la trivialidad. De entre
los muchos y trascendentes temas tratados en las reuniones a las que asistí,
quiero resaltar la fundamental preocupación por solucionar los problemas
derivados de la conservación y uso de
la biblioteca y el archivo documental
de la corporación, tratando de corregir las deficiencias que se venían
manteniendo desde hacía mucho
tiempo, en orden tanto a la ubicación
en instalaciones adecuadas como a la
catalogación e información de los fondos documentales y bibliográficos, que
permita una correcta funcionalidad,
acorde con la importancia que tiene
el uso de aquellos por parte de investigadores, estudiantes y público en general. También se insistió proponiendo
nuevos estudios en la Universidad de
La Laguna: geología, filología árabe y
bereber; títulos superiores: ingeniero
informático, licenciado en odontología, y en investigación y técnicas de
mercado. Diplomaturas que se corresponden con la mayor demanda en el
mercado de trabajo.
Aparte de estrechar relaciones con
las restantes Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, el conseguir ayudas oficiales y privadas fue
también un tema recurrente. Como lo
fue agradecer la donación de libros y,
por supuesto, la admisión y baja de
socios. En cumplimiento del primer
objetivo estatutario de promover y fomentar toda clase de adelantos morales y materiales, propósitos que justifican la pervivencia de esta laudable institución, que se enorgullece de
ser la más antigua sociedad de cultura
de las Islas.
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domingo, 4 de enero de 2015, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 961
¿Con mamá o con papá?
Con los dos,
aunque se
lleven mal
L
as memorias anuales del
Consejo
del Poder
Judicial reflejan el incremento progresivo
de las parejas que se
separan. Cuando las
partes, una o ambas, deciden el cese de la convivencia se abren dos posibilidades legales: mutuo
acuerdo o vía contenciosa. En la primera, los cónyuges pactan las condiciones, incluidas las de los menores en común, decidiendo los propios afectados el futuro
de la familia. Pero cuando no se da esta
solución, el ordenamiento jurídico español, a través del artículo 777 de la Ley
1/2000 de Enjuiciamiento Civil, especifica que decide el juez. Dispone si
los menores quedan a cargo de mamá
o papá a partir del principio de favor
filii.
Los procesos contenciosos conllevan coste y consecuencias. Ocurre que
cuando la solución recae sobre una persona ajena a los litigantes se incrementa
el desgaste emocional y psicológico
de toda la familia. El fallo judicial se
convierte en un obstáculo para el restablecimiento de una relación coparental (Delás, 1992; Fariña, Seijo, Arce, Novo,
2002). En este contexto, la aportación
de la psicología, independientemente
del momento procesal en que se
produzca, se vertebra en tres áreas:
mediación, intervención con familias
separadas y peritaje; todas encaminadas
a minimizar las repercusiones negativas de la ruptura. El ámbito de exposición de este artículo se ciñe al peritaje pericial psicológico forense, dentro de la evaluación de la guarda y custodia.
Disponemos de dos tipos de guardas y custodias con acepciones:
exclusiva o simple, y partida, cuando
se da en solitario; y repartida y conjunta, cuando es compartida. En la custodia exclusiva, uno de los progenitores se hace cargo del menor, o menores, y el otro (el no custodio) dispone
de un régimen de visitas. En la custodia compartida, los dos progenitores van a responsabilizarse de igual
Texto: Ismael Pérez García
(periodista y máster en Psicología Jurídica y Forense)
modo de sus hijos y ambos son custodios.
Amparada por legislaciones autonómicas (verbigracia, comunidades de
Aragón, Cataluña, Navarra y Valenciana),
la custodia compartida ha dejado de
ser minoritaria en el territorio nacional. Durante 2013 fue otorgada por los
jueces en el 17,9% de los casos; lo que
supuso un aumento de 3,3 puntos porcentuales en relación al año anterior.
De las 94.885 sentencias de divorcio
entre parejas de distinto sexo que se
dictaron durante el año pasado, en
38.260 se dio la custodia de los hijos
menores a la madre, en 2.804 al padre
y en 9.032 a ambos. En otras palabras,
se concede la custodia compartida en
el 17,9% de los casos (según datos del
Consejo Superior de Investigaciones
Científicas).
En otros países de la Unión Europea, el porcentaje de custodias compartidas ronda el 20%. Las comunidades autónomas con un mayor registro
son Cataluña, Valencia, Madrid, Andalucía, Canarias, Aragón y el País Vasco.
A pesar de que el favor filii (mejor
interés del menor) es un principio jurídico bastante indeterminado, la guarda y custodia compartida no es excepcional. La regla general es que no resulte
perjudicial para el hijo/a. Precisa la petición judicial de ambos progenitores
o de, al menos, uno de ellos. Y requiere
la constatación de que es conveniente para el menor. Aquí aparece en escena
el psicólogo forense como auxiliar de
los operadores jurídicos. Porque la no
concesión de la guarda conjunta debe ir siempre aparejada a motivos objetivos que realmente impidan o justifiquen su no asignación. No caben valoraciones de circunstancias meramente subjetivas.
Ningún jurista debe fundamentar la
no concesión de la guarda y custodia
compartida en una mala relación entre los progenitores (Ley Valenciana
5/2011, de 1 de abril, artículo 5). Con
más enjundia, ningún informe pericial debe incluir en sus conclusiones
que la mala relación justifica la denegación; no sería congruente con la jurisprudencia. Aun así, hace pocos días
(EL PAÍS, 23 de diciembre 2014) se publica una noticia novedosa titulada:
“El Supremo deniega una custodia compartida por mala relación entre los progenitores”. Sin embargo, el cuerpo de
la noticia aclara que el verdadero motivo
fue un comportamiento verbal agresivo del padre hacia la madre de tamaña
magnitud que terminó en un juzgado
de violencia contra la mujer de Dos
Hermanas (Sevilla). Aquí parece obvio
que entre los padres hay incapacidad
para superar sus dificultades interpersonales. Y esa incapacidad impide
una relación estable del menor con ambos progenitores.
En estas circunstancias se hace necesario valorar qué tipo de conclusiones
se emiten en las periciales de familia.
La primera realidad es que los gabinetes psicosociales y los institutos de medicina legal de las provincias canarias
se encuentran absolutamente colapsados. Deben realizar informes que superan sus capacidades personales y
de medios. Pero el problema, por encima de esta realidad formal, de las
evaluaciones de padres y madres en
procedimientos de custodia es el falseamiento de la información.
En un estudio, ya antiguo, Arce, Fariña y Sotelo (2007) concluyen que los
progenitores en procesos de separación y divorcio informan de salubridad psicológica. Pero constatan que
el estado de absoluta salubridad autoinformada no es congruente con la
literatura forense (Arch, 2003; Fariña,
2002; McKay y otros, 2000), que ha
hallado numerosas patologías clínicas
asociadas a la ruptura de pareja (estrés, depresión, ansiedad…). Concluyen que es muy probable que los progenitores en evaluación judicial por
guarda y custodia manipulen su imagen hacia la deseabilidad social (disimulación), a fin de lograr una valoración positiva de su salud mental que
favorezca sus intereses. Los autores
finalizan afirmando que sus resultados son equiparables tanto para padres custodios como para no custodios.
Hoy pocos dudan de que el mejor
interés del menor se cubre enfatizando
la valoración de la interacción de los
padres y madres con sus hijas e hijos.
Se presta atención a la relación existente entre los progenitores con sus
hijos a hijas antes de la separación (participación parental equitativa en educación y crianza). La competencia de
ambos padres va más allá de la valoración de actitudes; se tienen en
cuenta las habilidades funcionales. Los
criterios en la toma de decisiones psicológicas forenses deben centrarse en:
la exploración de la voluntad de los
padres para llegar a acuerdos, la calidad de la relación del niño/a con ambos
progenitores, cómo ambos padres
han aceptado y cumplido fallos judiciales anteriores, la estabilidad emocional de los adultos –excluyendo perfiles defensivos–, el resentimiento entre
padres y madres… y el deseo expresado por el hijo, o la hija, con 15 años
o más. Pese a que legalmente la opinión de los menores debe ser escuchada
cuando tengan madurez suficiente o
hayan cumplido 12 años, a esa edad
no es determinante para establecer recomendaciones periciales.
En definitiva, ir con papá o mamá
es bastante más complejo que constatar una mala relación entre padre y madre. Y siempre que no resulte perjudicial para el menor, mejor con los dos
progenitores, aunque se lleven mal;
pero no tan mal como para perjudicarlo. Aunque se anuncian cambios
a corto plazo con la modificación de
la Ley Integral de Violencia de Género
y los nuevos Institutos de Ciencias
Forenses.
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