“El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará” (Jn 14,24)

DOMINGO, SEXTO DE PASCUA – 1 DE MAYO 2016 - Nº 2288 – CICLO C
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“El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará” (Jn 14,24)
“Misericordiosos como el Padre”
SEGUNDA LECTURA (Ap 21,10-14.22-23)
Las visiones del autor del
Apocalipsis sobre la nueva
Jerusalén se relacionan con la
visión del profeta Ezequiel (Ez
40,2-43,12 62.). La diferencia entre
Ezequiel y san Juan radica en la
descripción de la Nueva Jerusalén.
A Ezequiel le interesa el nuevo
templo Judío; en cambio, a san
Juan le importa el significado del
Templo por el Cordero Triunfador.
La liturgia de este domingo de Pascua
se ve marcada por el Amor de Jesucristo
y el Espíritu Santo que guía, acompaña
y conduce a los cristianos.
PRIMERA LECTURA (Hch 15,1-2.22-29)
En el libro de los Hechos de los
Apóstoles se describe la gran pregunta
acerca de quién se puede salvar,
porque “Algunas personas venidas de
Judea”, (Jerusalén), logran confundir a
los cristianos en la Iglesia de Antioquía
porque “enseñaban a los hermanos que
si no se hacían circuncidar según el rito
establecido por Moisés, no podían salvarse”. Tal cuestión lleva
a una reflexión pastoral. Se organiza el primer concilio, con esta
instrucción que a los cristianos procedentes del paganismo no
deben imponerles tal obligación; y en atención a sus hermanos
del judaísmo, deben abstenerse de ciertas prácticas como
“la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de
animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales”.
PREGUNTAS
DE
REFLEXIÓN
EVANGELIO (Jn 14,23-29)
Jesús en la Última Cena identifica su palabra con la de Dios
Padre. Los seguidores de Jesús debemos vivir el amor de Dios
Padre como Jesús; guardando sus mandamientos expresamos
nuestro amor. Si amamos al Señor también amaremos la
Palabra del Padre. El Espíritu Santo es el que nos ayuda a poner
en práctica la Palabra de Jesús que es Palabra de
En nuestra vida ¿nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, en nuestros problemas, éxitos, dificultades,
inconvenientes, éxitos, triunfos,…? ¿Cómo? ¿De qué manera?
¿Cuál es tu respuesta frente al amor de Dios?
¿Dedicas tiempo a la lectura/ profundización de la Palabra de Dios? ¿Cuánto?
RITOS DE ENTRADA
M. Hermanas y hermanos: reunidos para celebrar la Pascua
de Cristo, vamos a revisar nuestra disposición y respuesta a la
acción del Espíritu Santo. Iniciamos con el canto.
1. CANTO DE ENTRADA: “Este es el día” (VSJ. 17)
Este es el día en que actuó el Señor,
sea nuestra alegría nuestro gozo.
Den al gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Que lo diga la casa de Israel: es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Aarón; es eterna su misericordia.
Que lo digan los fieles del Señor: es eterna su misericordia.
2. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
C. El amor y la misericordia de Dios Padre, y de Jesucristo
nuestro Señor, estén con todos ustedes.
T. Y con tu espíritu.
3. ACTO PENITENCIAL
C. Nuestra liberación se logra en base al amor y al perdón. En
silencio, nos reconocemos pecadores, y pedimos a Dios Padre
su perdón. Oramos juntos:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a
los santos, y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante
Dios, nuestro Señor.
C. Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
C. Señor, ten piedad.
C. Cristo, ten piedad.
C. Señor, ten piedad.
4. GLORIA: “Misa Criolla” (VSJ. 84)
Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz a los hombres,
paz a los hombres, paz a los hombres,
que ama el Señor. (2-4)
Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, glorificamos,
te damos gracias, te damos gracias por tu inmensa gloria.
Señor, Dios Rey celestial, oh, oh, oh
Padre Todopoderoso, Señor Hijo único Jesucristo,
Señor Dios Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú que quitas los pecados del mundo
ten piedad de nosotros.
Tú que quitas los pecados del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tú que reinas con el Padre,
ten piedad de nosotros, de nosotros.
5. ORACIÓN COLECTA
C. Oremos. (Silencio breve). Dios todopoderoso, concédenos
continuar celebrando con intenso fervor estos días de
la alegría en honor de Cristo Resucitado, de manera
que prolonguemos en nuestra vida el misterio de fe que
recordamos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
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6. PRIMERA LECTURA.
M. En obediencia al Espíritu Santo y con el poder que Jesús les
ha dado, los apóstoles pueden dar líneas pastorales para toda
la Iglesia.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15,1-2.22-29
Algunas personas venidas de Judea a Antioquía enseñaban
a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito
establecido por Moisés, no podían salvarse. A raíz de esto, se
produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente
con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos
otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los
Apóstoles y los presbíteros.
Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con
Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas,
hombres eminentes entre los hermanos, y les encomendaron
llevar la siguiente carta:
«Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los
hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y
en Cilicia. Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros,
sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes
la inquietud y provocado el desconcierto, hemos decidido de
común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con
nuestros queridos Bernabé y Pablo, los cuales han consagrado
su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso les
enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz
este mismo mensaje.
El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber:
que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la
sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las
uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
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7. SALMO RESPONSORIAL 66, 2-3. 5-6. 8
R. ¡Que los pueblos te den gracias, Señor!
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones. R.
Que todos los pueblos te den gracias.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra. R.
¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra. R.
8. SEGUNDA LECTURA.
M. Contemplemos admirados, agradecidos la ciudad maravillosa
que Dios tiene preparada a cuantos le aman.
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 10-14. 22-23
El Ángel me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y
me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y
venía de Dios. La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como
la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino.
Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce
puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los
nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas miraban al
este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste. La muralla
de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de
ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero.
No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor
Dios todopoderoso y el Cordero. Y la Ciudad no necesita la luz
del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su
lámpara es el Cordero.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
9.
EVANGELIO
M. Escuchemos, con disposición de
discípulos, el mensaje que Jesús nos da
durante la cena de despedida.
Aleluia.
«El que me ama será fiel a mi palabra,
y mi Padre lo amará e iremos a él»,
dice el Señor.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan 14,23-29
Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus
discípulos:
El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre
lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras.
La palabra que ustedes oyeron no es mía,
sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco
con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el
Padre enviará en mi Nombre, les enseñará
todo y les recordará lo que les he dicho.
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como
la da el mundo.
¡No se inquieten ni teman!
Me han oído decir: «Me voy y volveré a
ustedes».
Si me amaran, se alegrarían de que vuelva
junto al Padre, porque el Padre es más
grande que Yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para
que cuando se cumpla, ustedes crean.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús.
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA
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Como granos que han hecho el mismo pan,
como notas que tejen su cantar,
11. CREDO.
como gotas de agua que se funden en el mar,
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la los cristianos un cuerpo formarán.
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de 14. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue C. Lleguen hasta Ti, Señor, nuestras oraciones, junto con
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al estas ofrendas, para que, purificados por tu gracia, recibamos
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está el sacramento de tu inmensa bondad. Por Jesucristo, nuestro
sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí Señor. Amén.
ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión PLEGARIA EUCARÍSTICA
de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna. Amén.
15. CANTO DE COMUNIÓN: “El Señor nos da su amor” (VSJ. 193)
El Señor nos da su amor como nadie nos lo dio,
12. ORACIÓN UNIVERSAL
Él conduce nuestros pasos con su fuerza y con su Luz;
C. Invoquemos a Dios nuestro Padre, para que escuche nuestras al partir juntos el pan, Él nos llena de su amor;
súplicas y extienda los beneficios de la resurrección de su Hijo a es el Pan de la amistad, el Pan de Dios.
todas las personas. A cada intención respondemos: ¡Por tu Hijo
Resucitado, escúchanos!
Es mi Cuerpo que doy a comer,
es mi Sangre que doy a beber,
Por la Iglesia, para que anuncie al mundo la Buena noticia porque yo soy vida, yo soy amor.
del Reino de Dios, que es Paz, alegría y misericordia.
Oremos.
RITO DE COMUNIÓN
Por el Papa Francisco, para que su trabajo pastoral
continúe siendo signo de amor y de misericordia, 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
C. Dios todopoderoso, que nos haces renacer a la vida eterna
especialmente en este Año del Jubileo. Oremos.
por la Resurrección de Cristo, concede que los sacramentos
Por los Obispos, Sacerdotes y Diáconos, para que el pascuales den fruto abundante en nosotros, e infunde en
Espíritu Santo les guíe y fortalezca en su trabajo pastoral nuestros corazones la fuerza de este alimento de salvación. Por
y misionero. Oremos.
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Por los gobernantes de todas las naciones, para que
RITO DE CONCLUSIÓN:
luchen contra la corrupción y la violencia. Oremos.
Por todas las personas que pasan momentos difíciles, M. Hermanos y hermanas ha concluido nuestra celebración.
para que encuentren en nosotros un corazón que les Retornemos a nuestros hogares reconfortados con el mensaje
de Jesús. En la Iglesia Universal se conmemora a San José
brinde apoyo y paz. Oremos.
Obrero Patrono de los trabajadores del mundo, oremos por ellos.
Por los trabajadores del país y del mundo entero, para
que esfuerzo sea reconocido por la sociedad y reciban 17. BENDICIÓN SOLEMNE
abundantes bendiciones de Dios. Oremos.
C. Dios Padre, que por la resurrección de su Unigénito los ha
redimido y les ha dado la gracia de la adopción filial los colme
Por nosotros, para que siguiendo a Cristo, entreguemos con el gozo de su bendición. Amén.
nuestra vida por el crecimiento del Reino de Dios en C. Cristo, que por su Redención les obtuvo la perfecta libertad,
nuestro país. Oremos.
les conceda participar de la herencia eterna. Amén.
C. Y ustedes, resucitados con Él en el Bautismo por la fe, por
(Otras intenciones de la comunidad que recojan los medio de una vida santa puedan llegar a la patria celestial. Amén.
hechos de la actualidad).
C. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, (+) y
C. Escucha Padre Santo, nuestras humildes súplicas que con fe Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. Amén.
y esperanza te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 18. CANTO FINAL: “Gracias Madre” (VSJ. 622)
Gracias Madre, por tu presencia,
13. CANTO DE OFRENDAS: “Una espiga dorada por el sol” (VSJ. 146)
tú nos llevas a Jesús.
Una espiga dorada por el sol,
Gracias Madre, por tu silencio,
y el racimo que corta el viñador,
tú estimulas nuestra fe.
se convierte ahora en pan y vino de amor,
en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
Gracias porque eres muy sencilla.
Gracias porque eres llena de gracia.
Compartimos la misma comunión,
Gracias, Madre, gracias.
somos trigo del mismo sembrador;
Gracias por tu vida tan callada,
un molino, la vida nos tritura con dolor:
gracias porque vives la Palabra,
Dios nos hace eucaristía en el amor.
gracias, Madre, gracias.
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN
Ambientar el Templo colocando un cartel que diga: “Me voy y volveré a ustedes”
Preparar con esmero la proclamación de las lecturas.
Solemnizar la proclamación del Credo.
Resaltar el papel que cada cristiano tiene: ser agentes de paz y cambio en la sociedad.
Valorizar el signo del abrazo de Paz.
Recordemos: Estamos en el Año del Jubileo de la Misericordia. No dejemos de pasar esta oportunidad para reconciliarnos con Dios y con los demás.
TODOS SOMOS MISIONEROS. SUSCRIBETE REVISTA BOLIVIA MISIONERA • TELF. 2- 2906385
10. HOMILÍA – Silencio.
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“EL QUE AMA, GUARDARÁ MI PALABRA”
“Comunicar la alegría que se produce en el encuentro con la Persona de Cristo, Palabra de Dios presente
en medio de nosotros, es un don y una tarea imprescindible para la Iglesia” (VD, 2). Conscientes de que la
Palabra debe ser proclamada, escuchada, leída, acogida y vivida, reflexionemos lo que el Evangelio nos trae.
La cercanía de Jesús a sus discípulos es permanente. Ellos
perciben que Jesús estará por poco tiempo y Jesús se da cuenta
de ello porque conoce a cada uno; por eso les anima y les dice:
“el que me ama guardará mi palabra”, dándoles a entender que
se mantengan fiel a su enseñanza. A través de esta relación de
amor y comunión, Dios hará su morada en medio de la comunidad
“Si alguien me ama cumplirá mi palabra, mi Padre lo amará,
vendremos a él y habitaremos en él” (Evangelio). Jesús destaca
este amor por sus discípulos, amor cálido y tierno, y les manifiesta también que el Espíritu Santo,
que el Padre enviará en su nombre, les enseñará todo.
Para esta comunidad postpascual Jesús ocupa en cierto modo un doble lugar: está presente en la
comunidad por medio del Espíritu Paráclito y por su Palabra, y está también junto a Dios. La partida de
Jesús al Padre es la condición para su presencia permanente en la comunidad.
Somos una comunidad que cree y camina con Cristo, en el Espíritu, hacia el Padre. La Pascua que
celebramos, es el tiempo inaugurado por Dios, tiempo en el que nos despojamos de la incertidumbre y
la desesperanza y caminamos, día a día, como comunidad que tiene la fuerza del Espíritu Santo hacia
la Pascua eterna. Vivir, sin temores y miedos, es nuestra vocación de discípulos misioneros.
DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA:
“Cristo, Palabra de Dios encarnada, crucificada
y resucitada, es Señor de todas las cosas; él
es el Vencedor, el Pantocrátor, y ha recapitulado
en sí para siempre todas las cosas. Cristo, por
tanto, es «la luz del mundo», la luz que «brilla en
la tiniebla» y que la tiniebla no ha derrotado. Aquí
se comprende plenamente el sentido del Salmo
119: «Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz
en mi sendero»; la Palabra que resucita es esta
luz definitiva en nuestro camino. Los cristianos
han sido conscientes desde el comienzo de
que, en Cristo, la Palabra de Dios está presente
como Persona. La Palabra de Dios es la luz
verdadera que necesita el hombre. Sí, en la
resurrección, el Hijo de Dios surge como luz del
mundo. Ahora, viviendo con él y por él, podemos
vivir en la luz”.
(Papa Emérito, Benedicto XVI, Verbum Domini, 12)
Dios nos habla cada día: del 2 al 8 de Mayo
Liturgia de las Horas: II Semana
Lunes: Hch 16,11-15; Sal 149,1-6a.9b; Jn 15,26 16,4a
Martes: 1Co 15, 1-8; Sal 18, 2-3.4-5; Jn 14, 6-14
Miércoles: Hch 17,15.22–18,1; Sal 148,1-2.11-14; Jn 16,12-15
Jueves: Hch 18,1-8; Sal 97,1-4; Jn 16,16-20
Viernes: Hch 18,9-18; Sal 46,2-7; Jn 16,20-23a
Sábado: Hch 18,23-28; Sal 46,2-3.8-9.10; Jn 16, 23b-28
Domingo, Ascensión del Señor: Hch 1,1-11; Sal 46,2-3.6-9; Ef 1,17-23; Lc 24,46-53
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