Introducción - Colegio del Sagrado Corazón

COLEGIO DEL SAGRADO CORAZÓN CALLE 74
Características evolutivas en Quinto grado
Introducción
Educar por su etimología (e-ducere) significa “conducir desde”. El “desde” hace referencia
a lo que el niño es a sus datos genéticos, a sus posibilidades. Significará potenciar todo lo
que en él hay.
“Conducir” indica por un lado acompañamiento y, por el otro,
dirección. “Conducirle desde”, haciendo lo posible por ayudarle a
ser él mismo. Desde la línea de partida, de total dependencia, (al
nacer), del necesitar a los otros para todo, hasta esa meta, (18
años), que no es final sino punto de arranque, de ser capaz de
independencia, de valerse por sí mismo.
Porque educar es eso: hacerle a una persona capaz de ser
independiente, de poderse ir, de valerse por sí mismo, de tomar decisiones, de
proponerse y conseguir metas, de hacer frente a su vida, ayudarle a ser.
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Edad 10 años
CARACTERÍSTICAS GENERALES
El se encuentra en una edad intermedia donde ya no es un niño pero a la vez no es un
adolescente. Experimenta cambios en su persona que le hacen modificar sus relaciones
sociales tanto con la familia como con sus compañeros y con todo aquel que le rodea.
El niño se muestra más complaciente y sereno. Se hace mas curioso, charlatán,
investigador...se pueden reconocer a sí mismo como flojos en el deporte, buenos para
tocar un instrumento musical, para hacer amistades y ser considerados por los demás.
Se van haciendo más autocríticos y normalmente se evalúan comparando sus
habilidades y sus logros con los de los demás. Suelen sentirse más responsables de sus
limitaciones.
No teme preguntar sus dudas. Ahora se preocupa mas de cómo lo ven los demás y no de
ser lo que él quiere, es probable que sea más popular.
En este momento, los niños son unos grandes comunicadores, están abiertos a las
conversaciones con sus padres. Esta capacidad de comunicación ayuda a que sea una
etapa en la que resalten los juegos en equipo. Se relacionan de forma flexible con la
familia y con los profesores.
Sus vínculos con la familia siguen siendo estrechos, a pesar de que a estas edades los
padres y profesores son juzgados con cierta severidad. El padre es importante pero de
una manera diferente, a él se le ve como el ejemplo a seguir y como la máxima
seguridad. Con los hermanos menores suele llevarse bien, en cambio con los mayores
tiene poca relación, debido a que el niño de diez años no le gusta que lo traten como el
menor. Le gusta compartir y realizar actividades en familia como viajes, salidas, etc.
Desarrollo Psicomotor
Los niños de 10 años siguen creciendo en altura y peso a un ritmo normal, aunque en
estos años es cuando suele aparecer el fenómeno de los “estirones”. Por lo general, los
chicos suelen ser más altos y pesados que las chicas. Las chicas inician el desarrollo del
pecho, las caderas se ensanchan, la musculatura se afina… Sin embargo, el desarrollo de
estos caracteres sexuales en chicos es algo posterior.
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Desarrollo Social
Su relación con las amistades adquiere mayor importancia, pues continua teniendo un
amigo predilecto, preferentemente de su mismo sexo.
El grupo de pares ayuda a los niños aprender cómo llevarse con los demás en sociedad; es
decir, cómo adaptar sus necesidades y deseos a los de los otros, cuánto ceder y cuanto
mantenerse firmes. Este grupo de amigos, les ofrece seguridad emocional.
Las amistades ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades sociales, les permite poner a
prueba y adoptar valores independientes de los padres, les da una sensación de
pertenencia y les ayuda a desarrollar su autoconcepto.
La popularidad se vuelve importante. Con sus amigos, los niños aprenden a comunicarse
y cooperar. Se ayudan entre sí para resolver situaciones. Las inevitables peleas ayudan a
los niños aprender a resolver los conflictos.
Desarrollo Cognitivo
Su pensamiento es lógico-concreto. Su capacidad de observación resulta excelente,
también tienen mejores destrezas de clasificación; por ejemplo pueden clasificar objetos
sobre la base de combinaciones complejas de muchas dimensiones como color, forma y
peso. A la vez que se muestra creativo en lo manual y en lo relacionado con expresión
corporal.
El hábito de la lectura en el niño de diez años está basado en un interés precio, ya que si
hasta ahora no ha tenido el gusto por la lectura será muy difícil que comience en esta
etapa.
Presenta un mayor control de la comprensión y del uso del lenguaje. Los niños adquieren
hasta 20 palabras nuevas cada día para llegar a dominar un vocabulario de casi
40.000 palabras a la edad de diez años.
El lenguaje verbal interviene de forma decisiva en este proceso pues constituye el
instrumento básico del pensamiento y la regulación de la propia conducta y de
intercambio social.
Les gusta aprender, memorizar, identificar o reconocer los hechos e investigar; por lo que
de igual manera le agrada la escuela y se interesa en lo que los educadores enseñen.
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Es observador y aprende de la experiencia diaria. Siente inquietud por lo nuevo y lo
desconocido. Le preocupa el más allá.
Pautas educativas:
Los cambios de humor bruscos, sus contradicciones y sus inquietudes pertenecen a la
etapa en la que van adentrando, La pre-adolescencia. Conocer esto nos hará
comprenderlos.
Es importante que aprendan a descubrir sus cualidades, y asumir sus errores. Deben
aprender a solucionar los conflictos de palabra, a ponerse en el lugar de los demás y ser
paciente.
Mantener normas claras, sencillas, justas y que siempre se cumplan las consecuencias
establecidas.
Ya tienen edad de llegar a casa y hacer los deberes, sin necesidad de recordárselo.
Conviene dialogar con ellos y satisfacer su curiosidad, su deseo de conocimiento en los
temas que más despiertan su curiosidad (sus cambios físicos, la pareja, las relaciones, etc.).
Oración:
“Padre Celestial, enséñame a entender a mis hijos, a escuchar con paciencia lo que tienen que decir, y a responder
todas sus preguntas con amabilidad. Concédeme la gracia de jamás herir sus sentimientos. Evita que yo me ría de
sus errores, que los avergüence o los ridiculice para castigarles. Guíame, para que yo siempre pueda demostrar que
todo lo que yo diga o haga con honestidad, produce felicidad. Ayúdame a crecer junto con ellos, a tratarles como
corresponde a su edad, pero no dejes que yo espere que su criterio sea el de los adultos. No dejes que yo los despoje de
la oportunidad de aprender por sí mismos, de pensar, de elegir, y de tomar sus propias decisiones. Concédeme que
sea justo, equitativo, considerado, y buen compañero. Haz que yo sea digno de que mis hijos me amen y me imiten”.
Amén