Desahuciados. Crónicas de la crisis

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Desahuciados.
Crónicas de la crisis
VV.AA.
Selección a cargo de Rafa Caumel
y J. A. López.
Colección: Vagamundos. Libros ilustrados
11,5 X 16,5 cm 112 Páginas
P.V.P. 14 Euros
Casi cien escritores e ilustradores de diverso sexo, edad y condición —entre ellos Ángel Olgoso,
Care Santos, David Roas, pobreartista o Norberto Luis Romero— nos ofrecen su visión sobre
la pertinaz crisis que nos está asolando.
Desahuciados es un libro colectivo de microrelatos ilustrados con la crisis como hilo conductor.
Partiendo de una iniciativa del Taller Paréntesis de Málaga, se abrío después la convocatoraia a
la participación popular llegadose a recibir más de 500 relatos de casi 400 autores. El resultado
es un libro en el que se aborda la crisis desde todas las perspectivas imaginables.
En el siguiente enlace pueden ver un adelanto del libro:
http://es.calameo.com/books/00064918161721dbedbcd
Blog
http://www.tallerparentesis.com/desahuciados/
Los beneficios de Desahuciados. Crónicas de la crisis irán destinados a la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca (PAH)
Texto contraportada
Casi cien autores, entre escritores e ilustradores, se han unido en Desahuciados para hacer oír su voz, y nos ofrecen a través de sus relatos una visión caleidoscópica sobre los diferentes
aspectos de la crisis.
Ángel Olgoso, Care Santos, Eduardo Moga, María José Codés, David Roas, María Zaragoza, Juan Vico, Sergio C. Fangul o José Antonio Masoliver, entre otros, coinciden en la importancia de retomar la literatura de denuncia, de crítica social, sin renunciar por ello a la calidad.
Estas crónicas de la crisis son una invitación a adentrarse en una narrativa que ilumina y
emociona a la vez que reconoce la urgente necesidad de tomar partido, de pasar a la acción.
Escritores
Juan Vico, Ricardo Álamo, José Antonio Francés, Care Santos, Ernesto Ortega Garrido,
María Zaragoza Hidalgo, Federico Villalobos, Ginés S. Cutillas, Ada Valero, Miguel Ángel Fraga, Juan Santos Cánovas Carayol, Andrés Portillo González, Antonio Almansa, Manu Espada,
Elena Román, Francisco Javier Rodríguez Barranco, José Abad, Mercedes Molina, Lydia Tapiero,
Antonio Trujillo, Ángeles Escudero Bermúdez, Sergio de los Santos, Antonio Moreno, Pedro
Manuel Alonso Da Silva, Rafael Caumel, Catalina Rivas, María Toro, Juan Carlos Friebe, Ana
Díaz, Cristina Soriano, Sergi Bellver, David Roas, Helena Domínguez, Saleh Es Sinawi, Nieves
Pérez, María José Codes, Jesús Beato, Sergio C. Fanjul, Javier Hernández, Esther Sepúlveda, José
Cano, Lourdes Díaz Oveja, Adriana Oris, Juan Antonio Masoliver Ródenas, Eduardo Moga,
Ana Ruiz Echauri, Eugenia Carrión, Martín Gardella, José Luis Vivancos, Lola Lorente, Ana E.
Arenaza, Francisco Enríquez Muñoz, Álex Chico y Ángel Olgoso.
Ilustradores
Pobreartista, Javier Crux, Joaquín Peña-Toro, José Carlos Sánchez, Norberto Luis Romero,
Gregorio Delgris, Ángeles Muñoz, Carlos López, Arcadio, Nerea Carpente Tielas, Javier Benardino, Nuria Benito (Nubeh), Ana Isabel Sanz, Gatoto, Claudio Sánchez Viveros, Juan Rubio,
Ada García Fernández, Juan Gonzalo Lerma, Alfonso Miguel Sánchez, Pablo García Fernández,
Santiago Girón, Ruth García, José Ruanco, Marieta Moraleda, Javier Alcantud, Margarita Lliso
del Hoyo, Esperanza Campos, Paula Alonso, Rafael Ruiz Pleguezuelos, Juan luis López, María
Jesús Campos, Raúl Tristán, Manuel Romero, FH Navarro, Marta Aguado Garrido, Sergio Astorga, María Bueno Castellano, Andrés F. Campos, Juan Antonio Ubero, Franciso Fraga, Javier
Martínez, Witti, Carmen R. Villa-Real y Tusitala.
La derrota
Ángel Olgoso
Ilustrado por Norberto Luis Romero
Para qué huir de ella. No puedes guardarte ni escapar. Antepone tu persecución a toda otra
idea. Más pronto o más tarde, a la menor oportunidad, te atrapará. Con paso poderoso, como
una sombra leonada, buscará hasta encontrarte. De nada te sirven la Capa de Invisibilidad y su
caperuza cubierta de rocío, las Botas de Siete Leguas con las que corres treinta y dos veces más
rápido que el más veloz de los hombres, la Hierba de Glauco que hace saltar las cerraduras de
todas las puertas, el Tapete de Rolando que te permite convocar cualquier alimento que desees, la
Flor Mágica capaz de colorear y perfumar cada una de tus desdichas. De nada te servirán cuando
ella –ávida, arrogante, burlona– cierre los caminos y te cerque con infalible celeridad. Puede que
llegue sin aliento –es vieja y seca–, que su jadeo delate lo agotador de la incesante tarea que la
ocupa desde siempre, pero no puedes albergar dudas sobre el desenlace.
Crac
Ricardo Álamo
Ilustrado por Andrés F. Campos
Alguien me grita que me ponga en la cola como todo el mundo. Sin rechistar, doy media
vuelta y me coloco el último. Hay hombres y mujeres, casi todos ejecutivos de mi misma edad.
Por mi reloj faltan tres minutos para las ocho y las puertas del edificio aún permanecen cerradas,
aunque dentro ya se ve luz. Llevo puesto mi mejor traje. Cuando por fin abren, la cola se pone
en marcha y un bedel nos conduce hasta el ascensor. Subimos en silencio. En el ático, el primero
en saltar es el tipo que me gritó. Cae a plomo, sin hacer un solo tirabuzón en el aire.
Ediciones Traspiés
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